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ACERCA DE LA PRECISION DEL METODO DE LA RAZON DE BOWEN-BALANCE


DE ENERGIA PARA LA MEDIDA DE LA ET

Conference Paper · June 2000

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2 authors, including:

Pedro Gavilán
Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera
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ACERCA DE LA PRECISION DEL METODO
DE LA RAZON DE BOWEN-BALANCE DE
ENERGIA PARA LA MEDIDA DE LA ET.
Berengena, J.1 (P), Gavilán, P.1

RESUMEN

Durante el verano del 99 se midió, en el valle medio del Guadalquivir, la ET


media horaria en una pradera artificial de Festuca de 115×115 m2 con un lisímetro
gravimétrico con una resolución de 11.3 W/m2. Junto al lisímetro se instaló un equipo
para medida de la ET por el método de la Razón de Bowen-Balance de Energía
(RBBE), al objeto de evaluar su comportamiento en un ambiente advectivo. En los 14
días seleccionados hubo que descartar el 28% de los períodos horarios -en los que la
ET acumulada no pasó del 11.5%- por estar b (razón de Bowen) comprendida en el
intervalo de exclusión. En las horas no descartadas, el método de la RBBE sobrestimó
la ET en un 8.4% como promedio. Analizando separadamente las horas en que se
produjo inversión térmica se observó que, en este caso, la precisión del método
mejoró considerablemente. En caso contrario -perfil inestable- el error en la estimación
aumentó, lo que parece debido a que, en estas condiciones, no es aceptable la
hipótesis de igualdad de coeficientes de transporte turbulento.

ABSTRACT

The hourly ET rate from a grass field (115×115 m2) was measured during the
summer months of 1999 in the Guadalquivir valley using a weighing lysimeter with a
resolution of 11.3 W/m2. A Bowen Ratio-Energy Balance system (BREB) for ET
measurement was installed a few meters away from the lysimeter, to evaluate its
performance in an advective environment. During the 14 days included in this analysis,
28% of the hour periods were discarded (ET accumulated no larger than 11.5%)
because b (Bowen ratio) values were within the exclusion interval. The BREB method
overestimated ET rate about 8.4% on the average. When only the periods in which
inversion conditions prevailed were analyzed, the performance of the method improved
considerably. By contrast, for unstable conditions, the BREB method overestimated the
ET rates about 13.4% on the average. It appears that the similarity hypothesis for eddy
diffusivities for heat and vapor is not acceptable in this case.

1
Departamento de Suelos y Riegos. Centro de Investigación y Formación Agraria. Alameda del Obispo.
Apartado 3092. 14080 Córdoba. Email: jberengena@cifa.org
1. Introducción

La progresiva modernización y mejora de los sistemas de aplicación de agua


justifica cualquier esfuerzo orientado a determinar cada vez con mayor precisión los
consumos hídricos en la agricultura de riego. Las ecuaciones empíricas usadas para
cuantificar la ET deberían, en muchos casos, ser localmente ajustadas. El ajuste o
calibración de este tipo de expresiones obliga a recurrir a métodos o herramientas que
posibiliten la medida de la ET.

Las medidas más exactas de la ET se logran con lisímetros de precisión,


siempre que estén correctamente instalados y mantenidos. Son dispositivos que
permiten realizar un balance hídrico en un pequeño volumen de suelo sometido a
control. En contrapartida, tienen el inconveniente de la carestía y la rigidez, pues se
trata de instalaciones costosas y de carácter permanente.

Hay otros métodos disponibles que, no siendo tan precisos, resultan más
prácticos por su portabilidad e inferior coste. Entre ellos cabría citar el basado en la
razón de Bowen y el balance de energía (RBBE). Este método es a menudo usado
como estándar en la evaluación de modelos desarrollados para el cómputo de la ET
(Ortega-Farias et al., 1996; Kjelgaard et al., 1994). No obstante, su precisión ha sido a
veces cuestionada (Motha et al., 1979) en base a la desigualdad de los coeficientes de
transporte turbulento para el calor sensible y el vapor de agua en determinadas
circunstancias. Tal parece ser el caso cuando se dan condiciones de estabilidad
atmosférica provocada por la advección de calor sensible (Blad y Rosenberg, 1974;
Warhaft, 1976). El tema no está, sin embargo, exento de controversia, pues mientras
hay autores (Verma et al., 1978) que aseguran que el valor de la relación Kh/Kv es, en
esas condiciones, superior a la unidad, otros (Lang et al., 1983) sugieren justo lo
contrario.

En el presente trabajo se trata de evaluar el comportamiento del método de la


RBBE en condiciones de advección a escala regional sobre una pradera artificial bien
suministrada de agua (cultivo de referencia), comparándolo con los registros horarios
de un lisímetro gravimétrico de precisión instalado en la misma pradera.

2. Material y Métodos

El trabajo fue ejecutado en la Estación Experimental de la Alameda del Obispo


(37º51’N, 4º51’W), sede del CIFA de Córdoba, situada en el valle medio del
Guadalquivir. Las medidas se realizaron a lo largo del verano del 99 sobre una pradera
de Festuca arundinacea Schreb. de 115 × 115 m2, periódicamente regada y segada.
Durante la fase de toma de datos, se regaba por aspersión dos veces por semana
(lunes y viernes) y se segaba los lunes. En el centro de la parcela existe un lisímetro
gravimétrico rectangular (2 × 3 m2), con una resolución de 0.1 Kg, equivalentes a 11.3
W/m2 para registros horarios de la ET (Colomer et al., 1986). Junto al lisímetro, se
instaló un equipo para la medida de la ET por el método de la RBBE, equipado con: un
radiómetro neto Q-7 (REBS, Inc.), dos platos de flujo de calor en el suelo HFP01
(Hukseflux), cuatro termopares para medida de temperatura de suelo, dos termopares
de chromel-constantan de 76 µm de diámetro para medida de la temperatura del aire,
aspirados y protegidos de la radiación directa, y un higrómetro de espejo “Dew-10”
(General Eastern Corp.) con posibilidad de toma alternativa (Lemon, 1960). Todo ello
controlado por un lector-procesador de datos CR-23X (Campbell Scientific, Inc.).

2
Las lecturas del lisímetro se automatizaron mediante una célula de carga y un
lector-procesador CR-510 (Campbell Scientific, Inc.), programado para registrar el
peso cada hora. El registro resultaba de la media de 120 lecturas, tomadas cada 2 s
en el intervalo de 4 min centrado en la hora entera. De esta manera se eliminaban las
fluctuaciones en el peso originadas por la fricción del aire sobre la superficie.

El equipo RBBE se programó para leer la temperatura y la presión de vapor del


aire con una frecuencia de 1 Hz, a dos alturas sobre la superficie (0.42 y 0.98 m).
Cada 2 min se alternaba la toma de aire para el higrómetro, dando un margen de 40 s
para la estabilización de las medidas. El radiómetro neto y los platos de flujo se leían
cada 10 s. Los valores medios se calculaban y registraban cada 20 min. La
temperatura de suelo se medía cada 10 s y se promediaban los valores sólo para los
cinco últimos minutos de cada período de 20. El radiómetro neto se instaló a 1 m sobre
la superficie, y los platos de flujo, a una profundidad de 8 cm, con una separación
entre ambos de 1 m. Sobre cada plato se instalaron dos termopares de suelo a 2 y 6
cm respectivamente. Se obtenía así el flujo medio en la superficie para cada período
en función de las lecturas de los platos y del calor almacenado en la capa superficial
de suelo.

Los valores medios de los flujos de radiación neta (Rn) y de calor sensible hacia
el suelo (G) en la superficie, junto con las medias de las diferencias de temperatura
(∆T=T1-T2) y presión de vapor (∆e=e1-e2) entre las cotas z1=0.42 m y z2=0.98 m
respectivamente, se utilizaron para calcular las medias del flujo de calor latente (LE)
en cada período de 20 min.

El método de la RBBE (Bowen, 1926) da por válida la analogía del transporte


turbulento de vapor y calor sensible en el aire con la difusión molecular, y considera
aceptable la hipótesis de igualdad de difusividades turbulentas para el calor (Kh) y el
vapor (Kv). También supone que, en la capa superficial de aire donde se realizan las
medidas de temperatura y humedad, las divergencias verticales de los flujos son
nulas. La razón de Bowen (β), obtenida de dividir el flujo de calor sensible hacia el aire
en la superficie (H), por el de calor latente, queda por tanto en la forma,

∆T
β = γ⋅ (1)
∆e

donde γ es la constante psicrométrica. El método se basa en esta ecuación y en el


balance de energía en la superficie (Rn-G=LE+H), de manera que el flujo LE queda en
la forma,

Rn − G
LE = (2)
1+ β

El método se muestra particularmente inestable e impreciso cuando los flujos H


y LE se hacen aproximadamente iguales y de signo contrario. En ese caso β → -1, y la
expresión (2) tiende a infinito, lo que obliga a descartar a efectos de cómputo los
períodos en que esta eventualidad se produce. Normalmente, esto ocurre en
momentos del día en que los flujos LE y H suelen ser pequeños (al amanecer, a la
caída del sol y durante la noche). Para obviar el problema, lo habitual era recurrir a la
exclusión de los valores de β comprendidos en un intervalo fijo (β<-0.75 o bien -
1.3<β<-0.7), independientemente de los errores cometidos en la medida de las
variables que la definen (Ortega-Farias et al., 1996; Unland et al., 1996). Más
recientemente, tras realizar un análisis de errores en el cómputo de β, Pérez et al.

3
(1999) han definido un intervalo de exclusión variable dado por -1-|ε| < β < -1+|ε| .
Suponiendo una resolución de 0.02ºC y 0.02 KPa en las medidas de ∆T e ∆e
respectivamente, el error ε queda en la forma

0.019
ε= (3)
∆e

3. Resultados y Discusión

En la Tabla 1 se presentan los componentes medidos del balance de energía


en la superficie. El flujo LEL es la ET medida en el lisímetro. En la última columna se
incluye un “índice de advección” (Ia), obtenido de dividir el flujo de calor latente por Rn-
G. Habrá evidencia de advección siempre que este índice sea superior a la unidad, y
cuanto mayor sea su valor, mayor será el aporte de calor sensible que contribuye a
alimentar el flujo LE. Se observa que el fenómeno se presenta casi a diario.
Exceptuando los días 209 y 251, el Ia es siempre mayor que uno, y hay dos días -203 y
237- en los que la advección es particularmente severa. Dado que el lisímetro se
encuentra situado en el centro de la parcela, el “alcance” o fetch es de unos 55 m
independientemente de la dirección del viento. Por tanto, es razonable suponer que el
proceso ad-vectivo predominante es de naturaleza regional.

Tabla 1. Componentes del balance de energía e “índices de advección”


en los días muestreados.
Rn G LEL Ia
Día (W/m2) (W/m2) (W/m2) LEL/(Rn-G)
202 195.5 9.3 223.8 1.20
203 185.9 1.9 255.0 1.39
209 188.2 7.0 181.2 1.00
210 187.0 4.2 219.0 1.20
216 124.6 1.7 143.6 1.17
217 187.1 5.5 188.3 1.04
223 161.2 0.7 179.7 1.12
224 178.0 2.8 199.7 1.14
237 160.9 -1.2 226.2 1.40
238 165.1 -1.9 194.1 1.16
244 131.2 -2.7 157.8 1.18
245 154.4 2.1 174.9 1.15
251 147.0 3.5 137.8 0.96
252 150.1 2.4 163.3 1.11

En la figura 1 se presentan las frecuencias de exclusión de β para cada una de


las horas del día en los 14 días completos analizados. Desde las 7:00 (GMT),
momento en que empieza a subir la ET, hasta las 16:00, la frecuencia es nula. Entre
las 16:00 y las 18:00, se sitúa en torno a 0.1, debido fundamentalmente a la ocurrencia
de fuerte advección en dos de los días muestreados. A partir de las 18:00, su valor
aumenta rápidamente, haciéndose máxima -en torno a uno- entre las 18:00 y las
20:00, para después ir decreciendo suavemente hasta alcanzar un mínimo relativo -
alrededor de 0.15- entre las 2:00 y las 5:00. El cómputo del flujo LEL acumulado en las
horas excluídas nos revela que, aunque éstas representan el 28% del total, la ET
acumulada es sólo el 11.4% de la totalidad del vapor de agua evacuado. Aunque este
porcentaje es relativamente pequeño, no es aconsejable despreciar el flujo LE en las
horas descartadas, sobre todo en días de fuerte advección, en los que la inversión

4
térmica se produce ya en horas con demanda evaporativa próxima a su valor máximo.
Así pues, cuando se desee conocer la ET media diaria, es conveniente estimarla en
los períodos descartados utilizando cualquier otro método, aunque sea menos preciso.

Figura 1. Frecuencias de exclusión de β en los 14 días muestreados en función


de la hora (GMT) del día.

Para la evaluación del método de la RBBE se seleccionaron los datos


correspondientes a los miércoles y jueves de 7 semanas (14 días), distribuídas a lo
largo de los meses de julio, agosto y septiembre. Se buscaba así que la humedad del
follaje no estuviese afectada por la aplicación de un riego reciente. No llovió durante la
fase de toma de datos La comparación con la LE medida en el lisímetro (LEL) se hizo
para períodos horarios. Las limitaciones derivadas de la resolución del equipo
impidieron utilizar intervalos más cortos. Los valores horarios del equipo RBBE (LEB)
se obtuvieron de la media aritmética de los valores medios correspondientes a cada
grupo de tres períodos de 20 min. En la comparación no se incluyen las horas en que,
en cualquiera de los tres períodos, el valor de β entró en el intervalo de exclusión. En
la tabla 2 se presentan los resultados de la evaluación.

Tabla 2. Resultado de la comparación de los valores horarios de LE calculados por el método de la


RBBE (LEB) y los medidos en el lisímetro (LEL). Esta última se ha tomado como variable
independiente. No se incluyen las horas con β excluída.

N (LEL)m (LEB)m a b ECM ECMs ECMa I.S. r2


2 2 2 2 2
W/m W/m W/m (W/m )

Todos 241 232.7 252.3 7.87 1.05 1205 500 705 0.994 0.986
(∗∗) (n.s.) 41.5% 58.5%

Horas con H negativo 133 218.3 226.7 -3.40 1.05 819 226 593 0.996 0.990
(n.s.) (n.s.) 27.5% 72.5%

Horas con H positivo 108 250.5 284 25.64 1.03 1681 1155 526 0.988 0.985
(∗∗) (n.s.) 68.7% 31.3%

N: número de pares de valores comparados. (LEL)m y (LEB)m: medias de cada una de las variables comparadas. a:
ordenada en el origen. b: coeficiente de regresión. ECM: error cuadrático medio, con sus componentes sistemático (ECMs)
2
y aleatorio (ECMa). IS: índice de similitud. r : coeficiente de determinación. (Willmott, 1982).
(n.s.): no significativamente diferente de 1 en el caso de b y de cero en el caso de a. (∗∗): significativamente diferente de
cero (p=0.01).

5
Comparando las medias, se observa que el método de la RBBE sobrestima la
ET en un 8.4%. El coeficiente de regresión (1.05) no es significativamente diferente de
1, pero la ordenada en el origen (7.87), sí lo es de cero. Esto indica que se produce
una sobrestimación que tiende a ser sistemática en todo el intervalo de variación de
LEL, lo que se confirma al observar que el ECMs representa más del 40% del ECM. El
método admite por tanto ajuste local y podría ser fácilmente corregido.

Para estudiar la influencia de la estabilidad atmosférica en la precisión del


método, se analizaron, por un lado, las horas en que se produjo inversión térmica (Rn-
G < LE, o sea, H<0) y, por otro, aquellas en las que H>0. El resultado de este análisis
se presenta también en la Tabla 2, donde se pone de manifiesto que, en condiciones
de inversión -que son las que imperan cuando se produce advección de calor sensible-
, el método se muestra más preciso. La sobrestimación es en este caso del 3.8%
como media, frente al 13.4% en el caso opuesto. El coeficiente b y la ordenada en el
origen no son significativamente diferentes de uno y cero respectivamente. El ECM es
pequeño, gracias sobre todo a que su componente sistemática se ha reducido
considerablemente. Su raiz cuadrada (≈15 W/m2) es poco mayor que la resolución del
lisímetro.

En condiciones de inestabilidad (H>0), el método es menos preciso. El


coeficiente de regresión se acerca aún más a la unidad, pero la ordenada en el origen
es considerablemente mayor (25.6 W/m2), y significativamente diferente de cero. El
ECM es ahora mucho mayor, pero ello se debe fundamentalmente al alto valor de su
componente sistemática, que llega a aproximarse al 70%. Dado que las diferencias
reflejadas en el parámetro ECMs se pueden describir mediante una función lineal,
existe un amplio margen para reducir el error mediante un ajuste de esa
naturaleza.Teniendo además en cuenta la sobrestimación del método y la estructura
de las ecuaciones (1) y (2), si el error en este caso se debiera sólo a la inexactitud del
supuesto Kh=Kv, está claro que Kh/Kv debería ser superior a la unidad y no constante,
sino más bien una función de la energía disponible y de los perfiles verticales de
humedad y temperatura. Otras posibles fuentes de error podrían derivarse de (i)
medidas de Rn, G, ∆T o ∆e, (ii) precisión del lisímetro, y (iii) “alcance” o fetch
inadecuado. Ninguna de estas causas parece probable, ya que todos los equipos
utilizados habían sido recientemente calibrados y estuvieron sometidos a un correcto
mantenimiento. En cuanto al “alcance” no es probable que fuese insuficiente ya que,
de ser así, la tendencia de la ecuación (2) habría sido más bien a subestimar. Parece
por tanto que la principal fuente de error procede de la estimación de la razón de
Bowen mediante la ecuación (1).

Con la información obtenida es posible calcular el flujo H con una precisión


razonable a partir de la ecuación del balance de energía. Con ese valor, se puede
cuantificar con mayor precisión la razón de Bowen, obteniendo un nuevo valor, βm, que
debería estar más próximo al real. En efecto, llamando α a la relación Kh/Kv, se puede
escribir:

(R n − G) − LE L Kh β
βm = = α ⋅β , o bien α = = m (4)
LE L Kv β

Computando la razón de Bowen estimada (β) y la medida (βm), en horas


diurnas (entre 8:00 y 19:00) para dos días muy advectivos (Ia >1.35) y dos sin
advección (Ia ≅1.0), es posible comparar los valores de α en estas dos situaciones
extremas utilizando la figura 2. En ella se observa que no existen diferencias entre
ambas situaciones. Se observa también que la ecuación (1) tiende en todos los casos
a subestimar el valor de la razón de Bowen, de manera más acusada cuando el perfil
es inestable, lo cual tiende a corroborar lo previamente afirmado. O sea, que en estos
casos la relación Kh/Kv es superior a la unidad. Esta tendencia se atenúa en
condiciones de inversión (ver fig. 2), siendo esta la causa de que la ecuación (2) se
comporte mejor en estas situaciones.
1.0

0.5
Beta estimada [ec'n (1)]

0.0

-0.5

Ia >1.35
Ia =1.0

-1.0
-1.0 -0.5 0.0 0.5 1.0
Beta medida
Figura 2. Relación entre la razón de Bowen (medias horarias) estimada mediante la
ecuación (1) y la medida para días sin advección (cuadrados) y fuertemente
advectivos (triángulos negros).

4. Conclusiones

La evapotranspiración acumulada en las horas descartadas por entrada de la


razón de Bowen en el intervalo de exclusión definido, representa más del 11% de la
total. Este porcentaje será tanto mayor cuanto más advectivo sea el ambiente. Para
medias horarias, se aconseja por tanto determinar la ET en esos períodos utilizando
cualquier otro método.

El método de la RBBE permite cuantificar la ET de una superficie cultivada con


precisión razonable en las condiciones francamente áridas del verano en el valle
medio del Guadalquivir. Produce una sobrestimación del 8% como promedio
fácilmente corregible mediante ajuste local. Este desvío se debe fundamentalmente a
la desigualdad de las difusividades turbulentas para el vapor y el calor sensible.

En situaciones de inversión térmica, muy frecuentes en el período muestreado,


el método es más preciso. En estas circunstancias parece razonable aceptar la
hipótesis de igualdad de coeficientes de transporte. En condiciones de inestabilidad, la
sobrestimación es considerable (>13%) y se observa una tendencia a que Kh sea
mayor que Kv.

5. Referencias

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balance method for evapotranspiration estimation in the central Great Plains. J. Appl.
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7
Bowen, J.S., 1926. The ratio of heat losses by conduction and by evaporation from any
water surface. Phys. Rev., 27: 779-787.

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calibrado de dos grandes lisímetros gravimétricos. V Jorn. Técn. Sobre Riegos.
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