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INTRODUCCIÓN

Los bioestimulantes agrícolas o abonos son una magnifica herramienta para

mejorar la calidad en las producciones de cultivos.

Los bioestimulantes agrícolas actúan sobre la fisiología de las plantas

consiguiendo mejorar el rendimiento y la calidad de la cosecha. También mejoran

el vigor y resistencia del cultivo.

Es por ello que se convierten en una herramienta fundamental para la agricultura.

Antiguamente solo se buscaba el rendimiento. Hoy en día la tecnología e

investigación ha cambiado mucho la forma de actuar de los bioestimulantes y en

general el sector de los fitosanitarios, buscando una eficacia más allá de

únicamente aumentar el rendimiento.

Gracias a los estudios se identifican nuevas materias activas y microorganismos,

así como un funcionamiento más detallado a nivel molecular de las plantas y su

comportamiento, permitiendo unos productos más seguros, más óptimos y más

comprometidos con el medio ambiente.

La seguridad de dichos productos queda garantizada gracias a la función

meticulosa y exhaustiva de los organismos reguladores a nivel europeo y

nacional.
LOS BIOESTIMULANTES

“Un bioestimulante es cualquier sustancia o microorganismo que, al aplicarse a

las plantas, es capaz de mejorar la eficacia de éstas en la absorción y asimilación

de nutrientes, tolerancia a estrés biótico o abiótico o mejorar alguna de sus

características agronómicas, independientemente del contenido en nutrientes de

la sustancia”. Por extensión, también se considera como un bioestimulante

vegetal a los productos comerciales que contienen mezclas de estas sustancias

o microorganismos.

¿PARA QUÉ SIRVEN LOS BIOESTIMULANTES?

Los bioactivadores favorecen el crecimiento y la formación de las plantas durante

todo el ciclo del cultivo, desde la plantación hasta la cosecha.

– Mejora el rendimiento del cultivo y la calidad del producto.

– Aumenta la resistencia de las plantas a los esfuerzos abióticos y la capacidad

de recuperarse tras ellos.


– Ayuda a la asimilación de los fertilizantes aplicados y su uso por los cultivos.

– Aumenta la calidad de la producción: color, tamaño, sabor, etc.

– Regula la cantidad de agua en las plantas.

– Favorece a la conservación y cuidado del suelo.

ACCIÓN DE LOS BIOESTIMULANTES EN LOS CULTIVOS

Por resumirlo podríamos definir los bioestimulantes como productos que

aumentan el desarrollo y crecimiento de la planta durante todo su ciclo, desde la

semilla hasta su madurez, incidiendo en otros aspectos tan importantes como:

 Influir positivamente en el metabolismo de los cultivos.

 Aumenta la tolerancia al estrés por motivos abióticos.

 Mejoran la asimilación y la translocación de los nutrientes primarios y

secundarios.

 Aumentan la calidad de las cosechas, incrementando el contenido de

azúcar, el color, el tamaño, etc.

 Consiguen mayor eficacia con menor consumo de agua.

 Favorecen la colonización del suelo por los microorganismos beneficiosos

para la rizosfera.

Es importante destacar los bioestimulantes microbianos que incluyen hongos

micorrízicos que a la vez de promover el crecimiento de las plantas pueden tener

una doble función como agente de biocontrol a la vez que bioestimulante.

POR QUÉ USAR BIOESTIMULANTES VEGETALES

Existen varios problemas en el sector agrícola y su sostenibilidad que hacen

necesaria la investigación en este tipo de productos. Por un lado, nos


encontramos una necesidad cada vez mayor para una producción cada día más

difícil de satisfacer, mientras que por otro lado es necesario reducir el impacto

sobre nuestros suelos que produce una agricultura tan intensiva.

Otro factor a tener en cuenta es el nuevo consumidor que cada día demanda

más productos ecológicos.

TIPOS DE BIOESTIMULANTES

Podemos llegar a la conclusión de que los bioestimulantes son sustancias que,

en pequeñas cantidades, promueven el crecimiento de las plantas sin ser

nutrientes, enmiendas del suelo o pesticidas.

El problema es que en el caso de los bioestimulantes no existe una definición

reglamentaria o legal, lo que impide una lista y/o categorización de las sustancias

y microorganismos cubiertos por el concepto. A pesar de esto, podemos definir

algunas categorías importantes que abarcan tanto sustancias como

microorganismos.

Podemos encontrar en el mercado bioestimulantes disponibles en una gran

variedad de formulaciones y con diversos ingredientes, pero generalmente se

clasifican en diferentes grupos, principalmente:

Ácidos húmicos y fúlvicos

Podríamos definir los Ácidos húmicos y fúlvicos como sustancias que forman

parte de forma natural de la materia orgánica del suelo, siendo el resultado de

la descomposición producida por las plantas, animales y la actividad metabólica

de los microbios del suelo que colonizan estos sustratos.


Por decirlo de otra forma son el resultado de la interacción entre la materia

orgánica, los microbios y las raíces de las plantas.

Estos ácidos húmicos y fúlvicos son reconocidos por su contribución a la

fertilidad del suelo, ya que actúa sobre sus propiedades físicas, fisicoquímicas,

químicas y biológicas. Su mayor efecto se presenta en la mejor nutrición de la

planta por su raíz, aumentando la absorción de macronutrientes y

micronutrientes.

Su actividad también protege a las plantas, al producir más compuestos

fenólicos, involucrados en el metabolismo secundario, a la vez que ofrece una

amplia gama de respuestas al estrés por diferentes condiciones.

Hongos beneficiosos

Existen hongos que interactúan con las raíces de diferentes maneras,

produciendo simbiosis mutuamente beneficiosas.

Por poner un ejemplo, podemos hablar de los hongos micorrícicos que

establecen simbiosis con prácticamente la mayoría de las plantas, mejorando

su eficiencia nutricional, el balance hídrico y la protección frente al estrés biótico

y abiótico.

Otros endófitos fúngicos, como Trichoderma pueden colonizar raíces y transferir

nutrientes a las raíces. Además de ser muy utilizado por su capacidad

biopesticida (micoparasitaria) y de biocontrol (inductor de resistencia a

enfermedades).
Bacterias beneficiosas

Al contrario que los hongos, las bacterias se extienden desde el suelo al interior

de las células, asociándose mutuamente de forma transitoria o permanente,

algunas bacterias incluso se transmiten a través de la semilla.

Influyen en la planta participando en los ciclos bio-químicos, el suministro de

nutrientes, la inducción de la resistencia a las enfermedades, el aumento de

la tolerancia al estrés abiótico y la regulación del crecimiento vegetal. Estas

funciones son llevadas a cabo bien por bacterias específicas de una cepa o por

sinergias entre diferentes bacterias.

La investigación sobre estas sinergias está ofreciendo productos “probióticos”,

es decir, contribuyentes eficientes a la nutrición y la inmunidad de las plantas.

Extracto de algas

Desde la antigüedad, se han utilizado las algas como fertilizantes debido a su

gran fuente de materia orgánica. Si bien su continuo estudio han revelado su

gran efecto bioestimulante.

Los productos basados en los extractos de algas incluyen polisacáridos

laminarina, alginatos y carragenanos y sus productos de degradación, además

de otros componentes que contribuyen a la promoción del crecimiento vegetal

como los micros y macronutrientes, esteroles, betaines y diferentes hormonas.

Alguno de estos compuestos son exclusivos de su origen algal, lo que explica el

interés de la industria fertilizante por el estudio de los extractos de algas.

Las algas actúan sobre los suelos y sobre las plantas siendo eficaces tanto en

su aplicación en suelos o como tratamientos foliares.


En los suelos, sus polisacáridos contribuyen a la retención de agua y a

la aireación del suelo. Sus compuestos polianiónicos contribuyen a la fijación e

intercambio de cationes, que a la vez fijan los metales pesados. También poseen

efectos positivos a través de la microflora del suelo, con la promoción

de bacterias promotoras del crecimiento de las plantas y antagonistas de

patógenos.

Sus efectos bioestimulantes favorecen la germinación de las semillas y

un mayor crecimiento y desarrollo de la planta debido a sus efectos hormonales.

También hay que destacar sus efecto antiestrés al potenciar tanto los

compuestos protectores como los antioxidantes y los reguladores de los genes

endógenos que responden al estrés.

BIOESTIMULANTES AGRÍCOLAS

Los bioestimulantes agrícolas se encuentran entre los productos más antiguos

que se vienen utilizando en la agricultura. Siempre ha existido la necesidad de

estimular el crecimiento de las plantas para aumentar los rendimientos y, tanto

más, cuando el agricultor ve que su cosecha puede verse mermada, sobre todo,

después de haber pasado por una inclemencia meteorológica.


Sin embargo el uso del término bioestimulante es más reciente. A partir de la

mitad de la década de los noventa empiezan a aparecer artículos y publicaciones

mencionando el término bioestimulante y, hasta hoy, el incremento de uso de

este término ha crecido de manera exponencial.

De todos estos productos de acción “bioestimulante”, lo que más se conoce de

ellos son sus efectos en el cultivo y lo que menos, sus modos de acción en las

plantas. Sin embargo, esto está cambiando ya que durante esta última década

se está llevando a cabo un gran esfuerzo en la investigación, no sólo por los

propios productores de bioestimulantes, sino también por centros de

investigación públicos y privados. El objetivo es identificar nuevos compuestos

bioactivos y microorganismos beneficiosos, conocer cada vez más y con mayor

precisión cómo actúan en la planta, qué mecanismos bioquímicos y fisiológicos

están involucrados… en definitiva, dar luz y una base científica de por qué los

bioestimulantes son productos necesarios para la agricultura.


VENTAJAS EN EL CULTIVO

 El silicio refuerza las paredes celulares, da rigidez a las membranas y

espesor a las hojas.

 El silicio aumenta la capacidad del cultivo de absorber la luz para la

fotosíntesis y por lo tanto mejora las producciones.

 Aplicaciones radiculares mejoran la absorción de fósforo y potasio.

 En cereal y arroz se consigue una planta más erecta y con menos

problemas de encamado.

 En hortícolas y frutales incrementa la resistencia a daños ocasionados por

rozamiento y manipulación.

 Mejora la vida postcosecha en frutas y hortalizas.

 El contenido de extracto de Ecklonia maxima, aporta microelementos,

aminoácidos, vitaminas, fitohormonas, etc. e induce la formación de

nuevas raíces.

¿QUÉ DISTINGUE A LOS BIOESTIMULANTES AGRÍCOLAS DE LOS


FERTILIZANTES Y DE LOS FITOSANITARIOS?

Los bioestimulantes agrícolas actúan a través de diferentes mecanismos a la de

los fertilizantes, independientemente de la presencia de nutrientes en los

productos y también difieren de los productos fitosanitarios, ya que actúan

únicamente sobre el vigor de la planta y no tienen las acciones directas contra

las plagas o enfermedades.

Podemos decir que los bioestimulantes agrícolas son complementarios a la

nutrición y protección de los cultivos.


¿EN QUÉ MEDIDA LOS BIOESTIMULANTES AGRÍCOLAS CONTRIBUYEN A

UNA AGRICULTURA SOSTENIBLE?

Los bioestimulantes agrícolas han estado asociados durante mucho tiempo con

la agricultura orgánica o ecológica. Ahora, gracias a la investigación, tienen un

papel muy importante que desempeñar en la agricultura convencional como

complemento a la nutrición de los cultivos y a su protección.

Los bioestimulantes agrícolas ayudan a abordar algunos de los desafíos más

importantes a los que se enfrenta la agricultura mundial en los próximos años.

Un ejemplo destacable es la alimentación de una población en crecimiento que

requiere de aumentos en los rendimientos de los cultivos, los cuales pueden ser

fomentados por bioestimulantes. Las temperaturas extremas, la falta de agua, la

salinidad y otros tipos de estrés relacionados con el cambio climático, requieren

cultivos resistentes para optimizar sus rendimientos.

Los bioestimulantes agrícolas aumentan la tolerancia de las plantas frente a

efectos adversos de estrés abiótico, ayudando a proteger y mejorar la salud del

suelo, fomentando el desarrollo de microorganismos benéficos del suelo. Un

suelo saludable retiene el agua de manera más eficaz y resiste mejor la erosión.
Por otra parte, los bioestimulantes agrícolas pueden mejorar parámetros de

calidad de frutas y verduras. Una mayor calidad significa mayores beneficios

para los agricultores y alimentos más sanos y nutritivos para los consumidores.

¿SON LOS BIOESTIMULANTES AGRÍCOLAS HERRAMIENTAS

IMPORTANTES PARA EL DESARROLLO SOCIOECONÓMICO?

Sin duda alguna. Los bioestimulantes agrícolas ayudan a mejorar los beneficios

de los agricultores, asegurando que los fertilizantes aplicados sean realmente

utilizados por los cultivos. Los agricultores también son capaces de obtener

precios más altos por sus cosechas cuando la calidad del cultivo es mayor. La

mejora de la calidad tiene un impacto positivo sobre el almacenamiento y la

conservación, dando a los agricultores más tiempo para elegir el mejor momento

para vender sus cosechas a precios ventajosos.

Los bioestimulantes agrícolas ayudan a reducir los residuos en toda la cadena

agroalimentaria. Menos residuos significa menores costes, lo que en última

instancia, beneficia al consumidor que tiene acceso a la alta calidad, alimentos

a precios asequibles.
Las empresas que desarrollan bioestimulantes agrícolas, a menudo llevan a

cabo su investigación en colaboración con universidades e institutos de

investigación independientes.

Este modelo fomenta el intercambio de conocimientos, la innovación y crea una

demanda de investigadores y demás trabajadores altamente cualificados,

alentando así a más estudiantes a entrar en los campos científicos que ayudarán

a impulsar el crecimiento económico sostenible en Europa en los próximos años.

¿Ayudan los bioestimulantes agrícolas a fomentar la innovación y la

creación de conocimiento?

Hoy podemos decir que los bioestimulantes agrícolas están en el corazón de las

tecnologías innovadoras “verdes”. El desarrollo de un bioestimulante agrícola

comienza por observar las plantas y sus ecosistemas, para luego llevar a cabo

investigaciones rigurosas para descubrir nuevos compuestos bioactivos, para

identificar a los microorganismos beneficiosos y para entender cómo las

sinergias proporcionan efectos más fuertes que cualquier sustancia simple o

microorganismo que trabaja solo.


Muchos de los componentes de los productos bioestimulantes son muy comunes

en la naturaleza, como los aminoácidos, las algas, los ácidos húmicos, azúcares,

vitaminas, microorganismos del suelo, ácidos orgánicos, polímeros, etc.

Muchas de las tecnologías que se emplean tienen una base biotecnológica, por

ejemplo, utilizar microorganismos para transformar las materias primas en los

componentes activos o que contengan microorganismos en el producto final.

Esto anima y proporciona empleo para investigadores y trabajadores altamente

cualificados en ciencias biológicas.

Un grupo amplio de profesionales cualificados en estos campos es una condición

previa necesaria para el crecimiento innovador y sostenible que ayude a Europa

a dotarse de un crecimiento “inteligente, sostenible e integrador”.

Se prevé que el mercado mundial de bioestimulantes agrícolas alcance la cifra

de unos 2.240 millones de dólares en 2018. El aumento de la demanda de

productos amigables con el medio ambiente y la necesidad de aumentar los

rendimientos de los cultivos, reducir los residuos y de mejorar la calidad de los

cultivos ha impulsado en última instancia un mayor uso de bioestimulantes

agrícolas.

Estos van a ser un elemento clave en el programa europeo de sostenibilidad de

2020, reforzando las prioridades para un crecimiento inteligente y de innovación

para la economía de base biotecnológica. El logro de este ambicioso proyecto

de bioestimulantes para la nueva agricultura, requerirá de inversiones continuas

en investigación, así como de asociaciones entre las partes interesadas de los

sectores público y privado.


REGULACIÓN DE LOS BIOESTIMULANTES AGRÍCOLAS

La regulación de los diferentes productos bioestimulantes se encuentra en un

marco muy complejo. Una de las principales razones de esta situación es la falta

de definición formal y la aceptación del concepto por parte de los organismos

reguladores de la Unión Europea.

En España, hoy, los bioestimulantes se registran siguiendo dos rutas. Una es la

reglamentación española sobre fertilizantes y la otra la ley europea sobre

plaguicidas, que combina las disposiciones comunitarias y nacionales para

introducir productos fitosanitarios en el mercado.

En Europa, la situación actual es que el Reglamento de la CE nº 1107/2009 sobre

productos fitosanitarios se aplica a todas las categorías de bioestimulantes,

teniendo en cuenta una definición muy amplia y compleja. Desde un punto de

vista reglamentario estricto un bioestimulante influye en los procesos vitales de

las plantas y al no considerarse un nutriente, pasa a ser un “producto

fitosanitario”.

Debido a los largos y costosos procedimientos para registrar un producto

fitosanitario en el mercado europeo, teniendo en cuenta que muchas empresas

que desarrollan bioestimulantes son PYMEs y ya que el principal objetivo de los

bioestimulantes es la nutrición y el crecimiento de las plantas se suele buscar la

ruta alternativa de la legislación nacional para su registro como fertilizantes.


PRINCIPALES BIOESTIMULANTES Y EFECTOS EN EL CULTIVO DE LOS

CÍTRICOS

Los bioestimulantes son sustancias que, sin ser nutrientes, mejoradores del

suelo o pesticidas, pueden contener sustancias, compuestos y/o

microorganismos que mejoran el desarrollo del cultivo y, consecuentemente, el

rendimiento, mediante la estimulación de procesos naturales que benefician el

aprovechamiento de nutrientes e incrementan la resistencia a condiciones de

estrés biótico y/o abiótico, cuando se aplican a la rizosfera o las hojas.

En la actualidad, con el desarrollo de nuevas tecnologías junto con una amplia

investigación en este campo de empresas fabricantes de bioestimulantes

agrícolas y centros de investigación públicos y privados, se han identificado

nuevos compuestos bioactivos y microorganismos beneficiosos, y se ha

incrementado el conocimiento de los mecanismos bioquímicos y fisiológicos en

los que están involucrados.

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