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Las habilidades sociales

Se considera que las habilidades sociales son como la conducta que permite a una persona
actuar según sus intereses más importantes, defenderse sin ansiedad inapropiada, expresar
cómodamente sentimientos honestos o ejercer los derechos personales sin negar los derechos
de los demás. Alberti y Emmons (1978).

Anaya, en el año 1991, manifiesta que la habilidad social es la capacidad de actuar


coherentemente con el rol que los demás esperan de uno. El autor enfatiza al rol en sus
dimensiones de conciencia y asunción del papel y a la habilidad para percibir, aceptar y
anticipar el rol de los demás interlocutores.
Caballo, entre los años de 1989 y 1993 las habilidades sociales
como un conjunto de conductas emitidas por el individuo en un contexto interpersonal que
expresa sus sentimientos, actitudes, deseos, opiniones o derechos de un modo adecuado a la
situación, respetando esas conductas en los demás y que, generalmente, resuelve los problemas
inmediatos de la situación mientras minimiza la probabilidad de futuros problemas.
I.3. Características de las habilidades sociales

Mediante los estudios y trabajos de investigaciones realizados en diferentes ámbitos y


circunstancias de la realidad humana, se llegó a la conclusión de que existen una serie de
características relevantes para la conceptualización de las habilidades sociales:

⦁ Son conductas y repertorios de conducta adquiridos a través del aprendizaje. No


son rasgos de personalidad, se adquieren a través del aprendizaje y, por tanto, se pueden
cambiar, enseñar o mejorar mediante los mecanismos del aprendizaje.

⦁ Constituyen habilidades que ponemos en marcha en contextos


interpersonales, esto es, requieren que se produzca una interacción. Constituyen
una de las áreas del comportamiento adaptativo.

⦁ Son, por tanto, recíprocas y dependientes de la conducta de las otras personas que
se encuentren en el contexto.

⦁ Contienen componentes manifiestos observables, verbales y no verbales, y otros


componentes cognitivos y emocionales y fisiológicos. La habilidad social es lo que la
persona dice, hace, piensa y siente.

⦁ Aumentan el refuerzo social y la satisfacción mutua.

⦁ Las habilidades sociales son específicas de la situación. Ninguna conducta en sí


misma es o no socialmente habilidosa, sino que depende del contexto, de la situación y
de sus reglas, de las personas con las que se interactúa, del sexo, de la edad, de los
sentimientos de los otros, etc.

⦁ Es importante la existencia de metas, propósitos o motivación social para desarrollar


un adecuado repertorio de habilidades sociales.

Clases de habilidades sociales

Las habilidades sociales no es algo estático de blanco o negro, sino que hay muchos tipos.
Alguien no es social o totalmente anti social, hay varios términos y tipos de habilidades
sociales y es bueno saber en que punto te encuentras para saber qué habilidades sociales
tienes que cultivar.

Mucha gente se piensa que para tener una vida socialmente buena hay que convertirse en
esas personas que no se callan ni debajo de la ducha y que hasta hacen amigos cuando
duermen encerrados y aislados en su habitación. No, esto no funciona así, tu timidez y/o
forma de ser también te aporta cosas buenas, no puedes suprimirlo todo por completo porque
entonces matarías una parte de ti mismo.

La clave de los tipos de habilidades sociales está en saber dónde te encuentras y desarrollar las
habilidades sociales para que te permitan poder conversar, hacer amigos, conocer gente…
Pero sin necesidad de ser alguien que habla constantemente. Tú quieres tener habilidades
sociales pero conservar tu espíritu que es lo que realmente te hace auténtico.

II.2. Según el tipo de destrezas

Las habilidades sociales se clasifican según el tipo de destreza que se desarrollen, en base a
esto se puede encontrar 3 clases de habilidades sociales:

II.2.1. Cognitivas

Son todas aquellas en las que intervienen aspectos psicológicos, las relacionadas con el
«pensar». Algunos ejemplos son:

– Identificación de necesidades, preferencias, gustos y deseos en uno mismo y en los demás.

– Identificación y discriminación de conductas socialmente deseables.

– Habilidad de resolución de problemas mediante el uso de pensamiento alternativo,


consecuencial y relacional.

– Autorregulación por medio del autorrefuerzo y el autocastigo.

– Identificación de estados de ánimo en uno mismo y en los demás.

II.2.2. Emocionales

Son aquellas habilidades en las que están implicadas la expresión y manifestación de diversas
emociones, como la ira, el enfado, la alegría, la tristeza, el asco, la vergüenza, etc. Son todas las
relacionadas con el «sentir».

II.2.3. Instrumentales

Se refiere a aquellas habilidades que tienen una utilidad. Están relacionadas con el «actuar».
Algunos ejemplos son:

– Conductas verbales: inicio y mantenimiento de conversaciones, formulaciónde preguntas,


formulación de respuestas, etc.

– Alternativas a la agresión, rechazo de provocaciones, negociación en conflictos, etc.

– Conductas no verbales: posturas, tono de voz, intensidad, ritmo, gestos y contacto visual.

II.3. Clasificación de las habilidades sociales según su tipología

II.3.1. Grupo I. Primeras habilidades sociales


 Escuchar.

 Iniciar una conversación.

 Mantener una conversación.

 Formular una pregunta.

 Dar las gracias.

 Presentarse.

 Presentar a otras personas.

 Hacer un cumplido.

II.3.2. Grupo II. Habilidades sociales avanzadas

 Pedir ayuda.

 Participar.

 Dar instrucciones.

 Seguir instrucciones.

 Disculparse.

 Convencer a los demás.

II.3.3. Grupo III. Habilidades relacionadas con los sentimientos

 Conocer los propios sentimientos.

 Expresar los sentimientos.

 Comprender los sentimientos de los demás.

 Enfrentarse con el enfado del otro.

 Expresar afecto.

 Resolver el miedo.

 Autorrecompensarse.

II.3.4. Grupo IV. Habilidades alternativas a la agresión.

 Pedir permiso.

 Compartir algo.

 Ayudar a los demás.

 Negociar.
 Empezar el autocontrol.

 Defender los propios derechos.

 Responder a las bromas.

 Evitar los problemas a los demás.

 No entrar en peleas.

II.3.5. Grupo V. Habilidades para hacer frente al estrés.

 Formular una queja.

 Responder a una queja.

 Demostrar deportividad después de un juego.

 Resolver la vergüenza.

 Arrglárselas cuando le dejan a uno de lado.

 Defender a un amigo.

 Responder a la persuación.

 Responder al fracaso.

 Enfrentarse a los mensajes contradictorios.

 Responder a una acusación.

 Prepararse para una conversación difícil.

 Hacer frente a las presiones del grupo.

II.3.6. Habilidades de planificación.

 Tomar decisiones.

 Discernir la causa de un problema.

 Establecer un objetivo.

 Determinar las propias habilidades.

 Recoger información.

 Resolver los problemas según su importancia.

 Tomar una decisión.

 Concentrarse en una tarea.


B) Autoestima
Es la valoración que tenemos de nosotros mismos; el respeto y cariño hacia uno
mismo. Difícilmente podremos defender nuestros derechos si no nos apreciamos en valemos.
Esto nada tiene que ver con el egoísmo o la presunción.
La autoestima es la suma de la confianza y el respeto que debemos sentir por nosotros mismos
y refleja el juicio de valor que cada uno hace de su persona para enfrentarse a los desafíos que
presenta nuestra existencia. La autoestima es la visión más profunda que cada cual tiene de sí
mismo, es la aceptación positiva de la propia identidad y se sustenta en el concepto de nuestra
valía personal y de nuestra capacidad. La autoestima es, pues, la suma de la autoconfianza, del
sentimiento de la propia competencia y del respeto y consideración que nos tenemos a nosotros
mismos.
La autoestima constituye el núcleo básico de la personalidad. Se considera que la autoestima
influye en la autorregulación de la conducta, mediando en la toma de decisiones, influyendo en
la elección de objetivos y en el establecimiento de planes de actuación. La autoestima es la
experiencia fundamental de que podemos llevar una vida significativa y cumplir sus exigencias.
Más concretamente, podemos decir que es:
1. La confianza en nuestra capacidad de pensar, en nuestra capacidad de enfrentarnos a los
desafíos básicos de la vida.
2. La confianza en nuestro derecho a triunfar y a ser felices. Entre los efectos positivos que se
derivan de un desarrollo adecuado de la autoestima cabe destacar los siguientes:
Favorece el aprendizaje: La adquisición de nuevas ideas y aprendizajes está subordinada a
nuestras actitudes básicas, de éstas depende que se generen energías más intensas de atención
y concentración.
Ayuda a superar dificultades personales: Cuando una persona goza de alta autoestima es capaz
de afrontar los fracasos y los problemas que le sobrevienen, ya que dispone dentro de sí de la
fuerza necesaria para reaccionar de forma proporcionada buscando la superación de obstáculos.
Fundamenta la responsabilidad: A la larga sólo es constante y responsable el/la que tiene
confianza en sí mismo, el/la que cree en su aptitud.
Desarrolla la creatividad: Una persona creativa únicamente puede surgir desde una confianza en
sí mismo, en su originalidad, en sus capacidades.
Estimula la autonomía personal: Ayuda a ser autónomo, seguro de sí mismo, a sentirse a gusto
consigo mismo, a encontrar su propia identidad. A partir de ello, cada uno elige las metas que
quiere conseguir, decide qué actividades y conductas son significativas para él/ella y asume la
responsabilidad de conducirse a sí mismo.
Posibilita una relación social saludable: El respeto y el aprecio por uno mismo es sumamente
importante para una adecuada relación con el resto de las personas.
Garantiza la proyección futura de la persona: Impulsando su desarrollo integral y permanente.
A nuestro juicio cuanto más positiva sea nuestra autoestima, más preparados estaremos para
afrontar las adversidades y resistir las frustraciones, más posibilidades tendremos de ser
creativos en nuestro trabajo, encontraremos más oportunidades de entablar relaciones
enriquecedoras, más inclinados nos sentiremos a tratar a los demás con respeto, y más
satisfacción encontraremos por el mero hecho de vivir
1.6 ¿COMO SE FORMA LA AUTOESTIMA?

La autoestima se forma en gran medida como resultado de las experiencias y mensajes que
dentro de la familia y la escuela nos hicieron sentir valiosos e importantes, es por eso que se
requiere que los padres educadores comprendan la necesidad que tiene los hijos e hijas de ser
reconocidos como personas imprescindibles dentro del núcleo familiar forma en gran medida
como resultado de las experiencias y mensajes que dentro de la familia y la escuela
No se considera mejor ni peor de lo que realmente es.
Cuida de sí misma
Tiene control sobre la mayoría de sus impulsos y emociones.
Organiza su tiempo
Se aprecia a sí mismo y valora a los demás
Sabe expresar de manera adecuada lo que piensa siente y cree.
Tiene confianza en sí misma, en sus capacidades, fortalezas, por lo que busca la manera de
lograr sus metas.

1.7 IMPORTANCIA DE LA AUTOESTIMA


Estriba en que concierne a nuestro ser, a nuestra manera de ser y al sentido de nuestra valía
personal.

Por lo tanto, puede afectar a nuestra manera de estar y actuar en el mundo y de relacionarnos
con los demás. Nada en nuestra manera de pensar, de sentir, de decidir y de actuar escapa a la
influencia de la autoestima

COMPONENTES DE LA AUTOESTIMA
Los componentes centrales de la autoestima son la autovaloración y la autoaceptación y amor
propio.
• Autovaloración:
La autovaloración se vincula con la auto percepción de la persona que creemos ser (responde
a la pregunta “¿quién soy?”), con el sentimiento valorativo que tenemos de nuestro ser, de
nuestra imagen corporal, de nuestras habilidades y características de personalidad…, en
general con el conjunto de elementos que configuran nuestra personalidad. La adecuación de
nuestra autovaloración dependerá en buena medida del nivel de conciencia (autoconocimiento)
que tengamos acerca de los rasgos y características principales de identidad y personalidad,
es decir, de nuestra manera de ser.
• Autoaceptación y amor propio:
La autovaloración, sobre todo cuando resulta adecuada, nos brinda un cuadro de las
principales características, peculiaridades, rasgos físicos, en fin, de los puntos fuertes y
débiles. Sobre esta valoración o imagen personal erigimos nuestra autoaceptación y amor
propio, que en definitiva expresa los sentimientos de aprecio y de amor que sentimos por
nuestra persona, o lo contrario (sentimientos de rechazo y desprecio)
Aceptarse a sí mismo significa aceptar la persona que somos, valorando las cualidades y
defectos, no con el afán de desvalorizarnos por estos últimos, sino para trabajar a partir de
ellos en nuestro desarrollo y mejoramiento como sujeto.
El amor propio es el sentirse a gusto con lo que somos y con lo que hacemos; nos ayuda a fijar
los objetivos y metas y a establecer vínculos sociales adecuados. Quererse a sí mismo resulta
fundamental para poder querer y estimar a los demás.
1.3 TIPOS DE LA AUTOESTIMA
AUTOESTIMA POSITIVA O ALTA:

Esta clase de autoestima está fundada de acuerdo dos sentimientos de la persona para con sí
misma: la capacidad y el valor. Los individuos con un autoestima positiva poseen un conjunto
de técnicas internas e interpersonales que los hace enfrentarse de manera positiva a los retos
que deba enfrentar. Tienden a adoptar una actitud de respeto no sólo con ellos mismos sino
con el resto. Por otro lado, en un sujeto con una autoestima alta existen menos probabilidades
de autocrítica, en relación con las personas que poseen otro tipo de autoestimas.
AUTOESTIMA MEDIA O RELATIVA

El individuo que presenta una autoestima media se caracteriza por disponer de un grado
aceptable de confianza en sí mismo. Sin embargo, la misma puede disminuir de un momento a
otro, como producto de la opinión del resto. Es decir, esta clase de personas se presentan
seguros frente a los demás aunque internamente no lo son. De esta manera, su actitud oscila
entre momentos de autoestima elevada (como consecuencia del apoyo externo) y períodos de
baja autoestima (producto de alguna crítica
AUTOESTIMA BAJA

Este término alude a aquellas personas en las que prima un sentimiento de inseguridad e
incapacidad con respecto a sí misma. Carecen de dos elementos fundamentales como son la
competencia por un lado y el valor, el merecimiento, por el otro.
Existe una mayor predisposición al fracaso debido a que se concentran en los inconvenientes y
los obstáculos que en las soluciones.
Así, un individuo con baja autoestima se presentara como victima frente a sí mismo y frente a
los demás, evadiendo toda posibilidad de éxito de manera voluntaria

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