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PSICOLOGIA ALIMENTARIA
REALIZADO POR:
PATRICIA CALLES
SANTA ANA DE CORO; ABRIL 2019
¿QUE ES LA PSICOLOGIA ALIMENTARIA?
Tiene por objeto la Psicología el estudio de la conducta humana, a través de los distintos factores
sensoriales, afectivo y cognoscitivo que convergen en ella. Esos factores se muestran también en el
curso de todo el proceso alimentario humano o, si se quiere, en la conducta alimentaria del hombre,
adquiriendo en ella unas características especiales. Primero, es mostrada la misma conducta
alimentaria con sus factores fisiológicos, psicológicos y sociales. Luego se estudia el ámbito de las
sensaciones, de los apetitos y de las emociones que se implican en dicha conducta. También las
perturbaciones de esos elementos. En fin, es enfocada la emoción culinaria, la que produce el
cocinero. Unas últimas reflexiones sobre las cualidades que, más allá de lo material, se perciben en
los alimentos, bajo perspectivas religiosas o morales.
En el ámbito de la psicología una sensación hace referencia al fenómeno por el cual nuestro cuerpo
detecta un estímulo o estimulación, tanto interna como externa. Una sensación provocada por un
estímulo externo puede ser, por ejemplo, sentir una caricia; mientras que una sensación interna
puede ser un dolor de cabeza o sentir los ruidos que emite nuestro estómago vacío.
Este concepto siempre suele ir acompañado del concepto de percepción. No obstante, existe una
diferencia fundamental entre ambos. Mientras que la sensación es la pura detección del estímulo, la
percepción consiste en la organización, identificación e interpretación de dicha información sensorial,
con el objetivo de interpretar y entender esta información de nuestro entorno.
Existen cinco sentidos externos y uno interno. Los externos son vista, oído, gusto y tacto, el sentido
interno el de la cenestesia o tacto internos. Todos tiene un excitante, un órgano y un objetó.
También el hombre piensa que es necesario alimentarse para adquirir condiciones óptimas de su
salud. Esta exigencia no es de origen biológico, si no psíquico y, además, de nivel psíquico superior.
Aunque el hombre no sienta la necesidad imperiosa ni gusto de comer, acaba comiendo por
imperativa intelectual, al comprender que no se puede vivir sin comer.
Las experiencias científicas demuestran que ‘’este factor psíquico influye por dos mecanismos: uno,
exclusivamente psíquico, que se refiere a la representación agradable de los alimentos, y otro, que
actúa sobre el mecanismo digestivo provocando las secreciones gástricas, según ha demostrado la
experiencia de Pavlov.
INTELIGENCIA EMOCIONAL