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Entrevista realizada a Wifredo Lam por Lino Betancourt en 1980

Lino Betancourt: En abril de 1980 regresó a nuestro país el gran pintor cubano Wifredo Lam, a
quien habíamos visto por última vez en el Salón de Mayo en el Pabellón Cuba que tuvo en él a uno
de sus más entusiastas impulsores. Lam había regresado muy enfermo y en su Patria hallaría una
vez más el cariño y el amor de sus coterráneos. Unos días después de su llegada lo visitamos y
entrevistamos en varias ocasiones. De una de las últimas conversaciones sostenidas con el genial
artista extrajimos este fragmento que ahora presentamos a nuestros oyentes como un homenaje de
Radio Rebelde a la I Bienal de La Habana que precisamente se inaugura hoy bajo el auspicio del
Centro Wifredo Lam. Nuestra entrevista comienza con una pregunta que le hicimos acerca de las
impresiones que recibió con el triunfo de la Revolución.

Wifredo Lam: El triunfo de la Revolución para mí fue una gran alegría. Y mayor todavía es mi
regocijo por encontrarme ahora en Cuba y si tuviera que formar parte de la defensa de la
Revolución daría hasta la última gota de mi sangre por defender…

LB: En este instante la emoción impide a Lam continuar hablando, luego prosigue:

WL: La Revolución fue la culminación de la lucha de los cubanos por su libertad y yo creo que
nuestro pueblo la defenderá siempre. Esto ha sido el sueño más grande de los cubanos: luchar
siempre por la causa justa que defiende y que creo que es donde se encuentra el pueblo cubano
defendiendo sus libertados y su causa justa, expresar libremente lo que siente y puedan aspirar y
reír. Yo en mi pintura solo he tratado de representar esta idiosincrasia de mi pueblo y he tenido la
gran suerte de que esta forma impulsiva y combativa de mi arte represente al pueblo cubano y todo
el mundo en Europa hoy sabe perfectamente que Lam es un pintor de las Antillas, de Cuba. Pues
mi país ha estado representado en mis preocupaciones artísticas durante los más de 50 años que
llevo en esos países. Sagua la grande con su rio y La Habana con su Morro siempre están presentes
en mi espíritu, mi esfuerzo y en todas mis luchas.

LB: En el año 1942 regresaste de Europa luego de haber luchado en la Guerra Civil Española,
¿cómo fue aquel reencuentro con tus coterráneos?

WL: Una emoción infinita y de mucha alegría. Como tú sabrás yo llegué aquí en el año 42 cuando
Francia estaba invadida por las tropas nazis, reaccionarias y anti-históricas. Yo incluso estuve en
un campo de concentración. Luego, más de 10 años después, cuando regresé aquí conocí a Fidel y
me hice una fotografía con él en el Palacio de la Revolución. Esa foto siempre me acompaña, cada
vez que tengo la ocasión la publico en los periódicos y revistas francesas, incluso en el catálogo
de la última exposición que hice en París sale la imagen de Fidel conmigo a su lado.

LB: Háblame un poco de ti, de tu arte. Comencemos por tu amistad con Pablo Picasso ¿cuándo,
cómo y en qué circunstancias lo conociste?

WL: Bueno, eso fue cuando se terminó la Guerra Civil Española y nosotros perdimos ese combate
entonces llegué a París. Era muy sorprendente para Picasso ver a un cubano de sangre africana que
le hablaba con el acento de Madrid y también le sorprendió que yo fuese pintor. Decía que si me
hubiese encontrado en la calle y no le hubiera hablado habría sido una gran tristeza porque quería
ser mi amigo. Yo, ahora después que conocedores franceses y de otras partes han realizado estudios
sobre ese particular, entiendo que Picasso era un hombre nacido en un continente que dominaba
históricamente la cultura más elevada, de esta cultura es que salió Picasso, pero él afianzó su
personalidad a través de las observaciones y la imitación de los ídolos africanos. Es decir, él hizo
el cubismo a partir de la simplicidad de los volúmenes y los espacios que representan esas
esculturas. Entonces, él se dio cuenta de que yo era un hombre que me había formado precisamente
en ese clima que tenía parte de esa gente que habían hecho esas escultura y que yo había
conquistado, como él en España, esa alta conciencia de Occidente y que había defendido la parte
liberal, la parte revolucionaria de la España y su república legal de la cual el hizo un cuadro que
todo el mundo conoce: Guernica. Toda la configuración que se encuentra en esta obra ha sido
inspirada por imágenes africanas. Recuerdo que, enseñándome una escultura de un caballo que le
había regalado un yoruba o algo así, él me decía que yo debía estar orgulloso de mi raza porque el
caballo de Guernica que relincha ahí, que protesta, lo había sacado de esta cabeza de una estatua
hecha por un creador del África, territorio del cual yo llevo un poco de sangre. Picasso fue un gran
amigo mío, me presento a otros amigos y él hizo que yo luchase con mi pintura y mis imágenes.
Esto que soy hoy, el pintor Wifredo Lam, se lo debo a él que tuvo la seguridad de que yo era un
gran artista. No sé condicionar bien mi pensamiento sobre este tema, tampoco tengo una idea clara
para decir, pues realmente yo me emociono mucho con estos recuerdos.

LB: Eso es lógico. Wifredo, ¿dónde has expuesto últimamente y qué planes tienes?

WL: Bueno, en estos meses en los que he estado enfermo yo he trabajado mucho y he hecho cerca
de 5 exposiciones. Una de las muestras fue en una galería muy importante de París; allí, en vez de
presentar solamente pinturas, expuse por primera vez más de 40 esculturas. Era una cosa muy
simpática ver a los franceses mencionar los nombres de todas esas esculturas que yo las había
bautizado como los orishas como Yemayá, Obatalá… Entonces los franceses me pedían que les
explicara que significaban esos nombres, querían que les contara sobre las mitología afrocubana.
Yo, naturalmente, aprovechaba y les contaba detalles sobre esto, de lo cual conozco bastantes cosas
porque he sido amigo de Fernando Ortiz quien me enseñó mucho. Las deidades del panteón yoruba
han sido los motivos de las esculturas que hice en Italia y luego fueron fundidas en Francia. Cuando
esa exposición se terminó en Perís, salió para Bruselas y más tarde en Holanda. En este último
país, lo más curiosos fue que el dueño de la galería era también uno de los principales directivos
de una importante fábrica y él estaba muy entusiasmado con estas esculturas y organizó esa
exposición en Holanda. De ahí las pizas fueron en Hamburgo, donde se está exhibiéndose ahora y
allí entre estos alemanes de otros momentos, yo creo que será un éxito. Los dioses africanos como
me decía mi madrina son más fuertes que los de otras religiones.

LB: Ahora vamos a adentrarnos un poco en el ámbito privado, si no tienes inconveniente, ¿qué
nos pudieras contar de tu familia?

WL: Bueno, tengo tres hijos con mi mujer Lou, quien ha estado varias veces aquí en Cuba. Estos
tres hijos son varones, he estado tres veces casado y nunca he tenido una hija, no he podido pagar
la contribución que todas las mujeres han hecho por mí. Uno, el más grande, tiene 18 años y estudia
aeronáutica, es muy fuerte en la matemática y física. El segundo se llama Timur, como sabes ese
el nombre de Tamerlán, que es “látigo de Dios”, pero este me ha salido más pacifista que nadie
(Lino Betancourt se ríe) y no quiere cursar una carrera científica pues, aunque estudia matemática
y física ahora, lo que le gusta es tocar el piano y cocinar. Estoy pensando inscribirlo en una
academia francesa de cocina y todo el mundo me dice que ese es el mejor oficio que debe tener,
porque todo el mundo necesita un cocinero, nunca le va a faltar trabajo. El más pequeño que se
llama Jonás, sabes que ese estuvo en el vientre de una ballena y se puso a cocinar allí hasta que la
ballena lo vomito, bueno este hijo mío quiere ser médico ahora tiene 11 años

LB: Y, ¿a ninguno le gusta pintar?

WL: Todos pintan, pero a ninguno quiere ser pintor, uno quiere ser médico, el otro cocinero y el
otro ingeniero de aeronáutica.
LB: Bueno, Wifredo, nosotros hemos venido a interrumpir tu descanso y quisiéramos finalizar esta
entrevista con tu opinión sobre Fidel.

WL: Chico, cuando yo pienso en Fidel simplemente no tengo palabras para poder decir en qué
posición lo puedo colocar. Pero creo que ha sido una suerte para Cuba tener a este gran hombre
como un guía de su destino

LB: Bien, muchas gracias, ha sido una entrevista con el mundialmente famoso pintor cubano
Wifredo Lam realizada por Lino Betancourt.

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