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Gérmenes
de la
Demencia
Una reacción en cadena de proteínas tóxicas podría explicar
el alzhéimer, el párkinson y otros trastornos mortales
Lary C. Walker y Mathias Jucker
U
n patólogo que observe al microscopio las neuronas dañadas de una muestra de tejido cerebral de un paciente falle-
cido a causa de la enfermedad de Alzheimer apreciará unos extraños grumos constituidos por proteínas. ¿De dónde
proceden estos? ¿Por qué hay tantos? Y lo más importante, ¿qué relación guardan con esta enfermedad devastado-
ra e incurable? La búsqueda de respuestas ha dado lugar a un descubrimiento sorprendente: los agregados proteicos
observados en el alzhéimer y otras dolencias neurodegenerativas graves se comportan de forma muy parecida a los
priones, las proteínas tóxicas que destruyen el cerebro en la encefalopatía espongiforme bovina (EEB), también conocida como
enfermedad de las vacas locas.
Los priones corresponden a una versión deforme, aunque du- ción de nuevos fármacos contra esas dolencias. Se trata de una
radera, de algunas proteínas neuronales que provocan el plega- buena noticia para las decenas de millones de personas afecta-
miento defectuoso y la agregación de otras proteínas afines, lo das en todo el mundo.
que origina una reacción en cadena que, en última instancia, Este avance ha sido posible gracias a las investigaciones que
acaba devastando regiones enteras del cerebro. En los últimos llevaron al descubrimiento de los priones. Todo comenzó a prin-
diez años se ha descubierto que este proceso no solo se produ- cipios del siglo xviii, con la descripción de una curiosa y letal
ce en la EEB y otros males exóticos, sino también en algunas enfermedad de las ovejas denominada tembladera, en la que los
de las principales dolencias neurodegenerativas, como el alzhéi- animales se rascaban de forma compulsiva la lana de su piel. Más
mer, el párkinson, la esclerosis lateral amiotrófica (ELA, tam- tarde, cuando empezó a investigarse la enfermedad, se observó
bién conocida como enfermedad de Lou Gering) y la demencia en el microscopio que el sistema nervioso se hallaba repleto de
relacionada con traumatismos craneoencefálicos, que afecta a agujeros. En los años treinta del siglo xx, se descubrió que la
jugadores de rugby y boxeadores. tembladera se transmitía de una oveja a otra, pero el agente
Todos los datos indican que el alzhéimer y el párkinson no infeccioso resultaba difícil de detectar y se comportaba de forma
son contagiosos, como sucede en la encefalopatía espongiforme extraña. Necesitaba mucho más tiempo de incubación (el período
bovina o, ya puestos, la gripe. Pero los hallazgos recientes revis- entre la exposición y la aparición de los síntomas) que los pa-
ten una enorme importancia, porque apuntan al causante prin- tógenos habituales, las bacterias y los virus; además, no parecía
cipal de numerosos trastornos neurológicos devastadores, una desencadenar la respuesta inmunitaria normal.
pista que podría llevar al desarrollo de nuevos tratamientos. Los Esas peculiaridades hacían sospechar que la enfermedad no
medicamentos desarrollados contra el alzhéimer podrían apro- estaba causada por microorganismos corrientes, pero en los
vecharse para tratar el párkinson, lesiones cerebrales traumáti- veinte años que siguieron a la publicación de los informes sobre
cas u otras terribles enfermedades que despojan a un individuo la tembladera, se la continuó considerando una enfermedad
de la noción básica de su propio ser, o podrían inspirar la crea- veterinaria inexplicable. No obstante, en la década de los cin-
EN SÍNTESIS
Un descubrimiento merecedordel premio Nobel En las principales enfermedadesneurodegene- Comprender cómo el plegamiento defectuoso de
determinó que la enfermedad de las vacas locas y rativas, entre ellas el alzhéimer, el párkinson y la una proteína provoca en otras una transforma-
otras dolencias afines se debían a unas proteínas esclerosis lateral amiotrófica, aunque no se trans- ción similar dará lugar a nuevas estrategias para
aberrantes, los priones, que convertían las versio- mitan de una persona a otra, también intervendrían la prevención y el tratamiento de algunas de las
nes normales de esas proteínas en deformes. procesos patológicos parecidos al del prion. enfermedades neurológicas más frecuentes.
Alteraciones moleculares
que destruyen el cerebro
Proteína Ab Las proteínas que adoptan formas aberrantes, las cuales inician una
Ab mal
reacción en cadena que lleva a otras proteínas a hacer lo mismo,
plegado
son la causa subyacente de una serie de enfermedades neuro-
degenerativas, entre ellas el alzhéimer. En esta dolencia, una
proteína Ab mal plegada actúa como un «germen» que de-
sencadena un proceso molecular. Este acaba dando lugar a
agregados proteicos, de tamaño grande y pequeño, que
dañan y, en última instancia, destruyen las neuronas.
Efecto Gérmenes
dominó
en proteínas
mal plegadas
La proteína Ab se pliega de
forma defectuosa y hace que
otras moléculas adyacentes a
ella adopten el mismo plega-
miento anómalo y se agreguen
entre sí. Las proteínas pueden
desprenderse después del agre-
gado y actuar como gérmenes
que inician el mismo proceso en
otra parte. Neurona
Daños en las neuronas
Agregados Pequeños agregados de Ab, denominados oligóme-
pequeños de Ab ros y protofibrillas, ocupan los puntos de conexión,
(oligómeros y o sinapsis, entre las neuronas e interrumpen la
protofibrillas) transmisión de señales químicas entre ellas. Las pla-
Sinapsis cas seniles, los agregados de Ab de mayor tamaño,
rodean las células y causan daños adicionales.
Placa
Prolongación hinchada
de una neurona
Propagación en el cerebro
La inexorable progresión de los depósitos de Ab afecta a casi
todas las regiones de la corteza cerebral, la capa más externa
del cerebro (izquierda), antes de desplazarse a otras zonas del
órgano (centro) y terminar alcanzando las partes más profundas:
por D. R. Thal et al., en Neurology, Vol. 58, N. o. 12, junio de 2002 (cerebros)