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Universidad Distrital

Ensayo - Ética Profesional.


Jorge Alberto Jurado Rodriguez
20152155044
Presentado a Docente Magister: Blas Rico

La búsqueda de una máxima personal - universal.

El siguiente ensayo busca desarrollar un marco orientado a la pedagogía y la educación

desde los aportes de Kant dispuestos en Fundamentos de la Metafísica de las costumbres,

que aunque existen otros autores quienes pueden desarrollar de una manera más compleja

el desarrollo de las contradicciones de la moral y las acciones, buscó elaborar de el texto los

acercamientos que me generó a priori y la producción a la que me orientó el mismo.

Una fundamentación sobre la existencia de la filosofía de la educación se debe en parte, no

solo a una división del trabajo, (Kant, 1980) que según Kant de no ser así solo puede traer

mediocridades, también a mi parecer se encuentra en una lógica y una experiencia

empírica, a una praxis que se transforma en virtud de esa reflexión, (Vasco U) aunque lo

anteriormente mencionado para Kant, no merece llamarse filosofía si mezcla conceptos

puros y conceptos empíricos.

Si bien es cierto que Kant expresa la necesario una filosofía puramente moral que no

incluya lo antropológico, lo empírico, razón por lo cual justifica desarrollar los fundamentos

de la metafísica de las costumbres. Lo mismo es claro al afirmar que el cumplimiento de las

leyes morales si no se hacen por fundamentos morales pueden ser leyes que al aplicarse se

hagan de forma corrupta, aunque se diga estar en cumplimiento de las leyes morales, en

palabras castizas podría decirse “hecha la ley, hecha la trampa”. Esta dialéctica se reafirma

en un problema de lo que Kant define como una buena voluntad, al parecer es demasiado

permeable en nuestra forma de ser, el ethos (Aristoteles, 2003). Lo cual es claro no debería

ser de esta manera si fueran consistentes las razones para la felicidad y llevarla de la mejor
manera posible, como lo desarrolla Aristóteles en la Ética Nicomaco, y que tiene en Kant

una búsqueda no muy distante ya que en palabras de este último, llega “la arrogancia, si no

existe una buena voluntad”.

Estas ideas no las encuentro lejanas de una pregunta sencilla, quizás hasta infantil,

primario, pero nunca menos relevante que le puede dirigir a alguien que estudie una

licenciatura, ¿existe su felicidad al enseñar?, ¿está en la filosofía del enseñar/aprender, una

máxima parte de su felicidad? Y uso el “slash” para denotar el concepto no segregado de

enseñar-aprender como dos elementos apartes, si no dialécticos, unidos por el “slash” y no

segregados por una “línea” de consecución en lista (Amador 2015) Para esta dialéctica

debo puntualizar que no hay forma de que alguien deba sentirse capaz de continuar en la

enseñanza si siente que no hay nada más que aprender, lo cual no es fundamentalmente

kantiana esta posición.

Ahora debo especificar que la felicidad aquí es una apuesta personal por su hacer, que

debe tener fundamento moral y ético en el licenciado, y debe orientar su praxis. También

como lo expresa Kant en su libro de fundamentos de la metafísica de las costumbres, en su

capítulo 1, hay que preguntarse si lo que usted piensa del fin de ser licenciado debería

aplicarse no sólo para usted si no para otros, si el fin filosófico que usted desarrolla de

enseñar/aprender debe ser de conocimiento universal, una máxima.

Si se me preguntará tal cosa, hay algo que he dejado escapar con ímpetu cada vez que se

desata una discusión de las reflexiones que atañen la pertinencia del para qué

enseñar/aprender, y es la siguiente, Se debe enseñar para aprender a hacer preguntas,

encontrar el valor en las posibilidades, en las perspectivas, en la hibridación constante, en el

verdadero significado de la palabra revolución, donde muchos no parecen darse cuenta que

ser parte de una revolución es ser arrastrado con ella y ser revolucionado, Según la RAE

“Acción y efecto de revolver o revolverse” como primer término, toda revolución debe
descolocar los poderes, y quienes pretendan ejercer por el poder en sí mismo como valor.

Preguntar es una revolución, preguntar revuelve las cosas cuando son buenas preguntas,

las buenas preguntas descolocan, no son ofensas personales, cuestionan. Se debe enseñar

para preguntar y creo que esta debería ser una máxima pedagógica universal, lo cual si es

una posición kantiana realmente, pero una que no puede pensarse desde centros de poder

si no interdisciplinariamente.

Aunque esta apuesta no es sobre el conocimiento, sino sobre las perspectivas y

herramientas para leer la realidad, la cual al problematizar demanda nuevas formas de

conocer el mundo por lo cual genera un conocimiento si existe algún nivel de trabajo

dialéctico de las disciplinas desde las que se pueda dar esta labor, y nada de esto

pertenece a una visión kantiana, exceptuando el hecho de proponer el trabajo de campos

como una forma universal de abordar las realidades, realidades que desde mi perspectiva

demandan de los docentes que estén en constante aprendizaje y en revolución de

conceptos, ideas y perspectivas, -teniendo en cuenta como la explique anteriormente el

concepto de revolución- en la diversidad que debe existir en la Universidad, tanto por sus

estudiantes como por su planta de talento docente.

Ahora me encuentro en este desarrollo con el cual si me atrevo a disponer de una lógica

kantiana universal, lo cual aunque parece en principio totalitario y contrario a lo dialéctico, si

me permito proponer una concepción diversa y en permanente disfrute de la consciencia

sobre lo no resuelto, entendiendo que los umbrales de lo no sistemático, las variables

cambiantes según contextos, y particularidades, ni lo sistematizado es que no hay estados

lineales de las búsquedas y las inquietudes, mucho menos hablando de pedagogía

aprendizaje/enseñanza ya que la virtud creativa, no se decanta haciendo un acercamiento

inicialmente, eficiente o correcto y repitiendolo desde ahí hasta la satisfacción propia donde

la contravía de la diversidad en el conocimiento y la pedagogía es evidente cuando.

-concordando con Kant-, se da una concepción parecida a la felicidad, pero del saber, que
trae arrogancia, este valor funge como un agente del poder, y cuando se trata el

conocimiento como un poder que trae satisfacción de poseer, es allí donde se evidencia el

vicio y la corrupción del saber en todos los lugares, uno de los más comunes… la academia,

incluyendo la carrera escolar, seguido de las organizaciones políticas, y la religión. La razón

como categoría universal, donde se distorsiona la perspectiva, no se escucha para

entender, si no para responder, y se edifica el ser para el poder de unas razones sobre

otras.

Trabajos citados.

Kant, M. (1980). Fundamentación de la metafísica de las costumbres. (t. d. Morente, Trad.)


Madrid: Espasa-Calpe.

Vasco U, C. E. (s.f.). ALGUNAS REFLEXIONES SOBRE LA PEDAGOGÍA LA DIDÁCTICA.


Recuperado el 18 de Septiembre de 2018, de ineduga.webcindario.com:
https://ineduga.webcindario.com/pedagogiadidactica.pdf

Aristoteles. (2003). ETICA A NICOMACO. (J. L. Martínez, Trad.) Madrid: Alianza.

Amador H, L. C. [Banrepcultural]. (2015, Marzo 5). ¿Cómo funciona el cerebro humano?.


Recuperado de https://www.youtube.com/watch?v=Ksqsz80tfJw

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