Cuando hablamos de donde surgió la figura vicepresidencial en Colombia nos tenemos que remontar al siglo XIX en las primeras constituciones de la república. Las funciones del vicepresidente eran según la constituciones reemplazar al presidente en casos específicos aclarados en las mismas, es preciso destacar que ha habido variación en la escogencia de este cargo, ya que la vicepresidencia ha cambiado a través de los años, desde el caso del Designado elegido por el Congreso hasta el escogido por el candidato presidencial y elegido popularmente, también ha tenido supresiones y “aplazamientos” por decirlo de algún modo. Citando ejemplos de estos cambios, podemos ver que la vicepresidencia existió en la constitución de Cundinamarca de 1811 y fue eliminada en la de 1812, luego se estableció en las constituciones de la primera república de Colombia, que se ha conocido después como la Gran Colombia. Se mantuvo en la ley fundamental de Angostura de 1819 y en la constitución de Cúcuta de 1821, donde fueron elegidos como presidente y vicepresidente Bolívar y Santander respectivamente, los cuales continuaron en esos cargos hasta cuando el presidente Simón Bolívar, después del fracaso de la convención de Ocaña, en 1828, en ejercicio de la dictadura, suprimió la vicepresidencia y eliminó de ella al general Santander, posteriormente la vicepresidencia se restableció en la Carta de 1830, emanada del congreso, donde su duración fue corta por la disolución de la Gran Colombia. Es preciso notar la gran intermitencia de este cargo; esta situación se prolongó hasta 1910, donde se abolió durante casi todo ese siglo la figura vicepresidencial y luego revivió nuevamente casi 100 años después con la constitución de 1991, de esta información inferimos que esta figura no ha tenido mucha validez, tanto para los gobernantes como para los electores, ya que la opinión pública así lo ha demostrado en diversas ocasiones, de hecho muchas personas tienden a no identificar al vicepresidente, ni describir con exactitud o suponer cuáles son sus funciones cuando el presidente no necesita ser reemplazado por cualquier motivo, en conclusión lo ven como una figura decorativa que está allí porque sí. El argumento de la opinión pública podría opacarse, pero no mucho, si se reconoce que el presidente asigna tareas de la rama ejecutiva al vicepresidente de turno para que tenga responsabilidades propias, además de ello lo puede designar en cualquier cargo de la rama ejecutiva donde la constitución lo permita. Sin embargo, esto no oculta la afirmación de que el vicepresidente no tiene tanta relevancia, o suficiente autonomía que le permita obtener mayor reconocimiento; quizás unas de las razones de ello radique en los inconvenientes habidos en siglos pasados con los anteriores poseedores de este cargo, y esta indiferencia o falta de delegación hacia ese puesto tenga como finalidad que este no posea ni la capacidad ni el influjo para conspirar abiertamente contra el presidente de la república, y que este último tenga el poder de neutralizarlo en cualquier momento. Analizando un poco los argumentos planteados anteriormente, en especial todos los giros que ha dado la vicepresidencia en colombia, podemos plantearnos interrogantes, como, ¿cuál es la utilidad de este cargo?, ¿cuál es la opinión de la ciudadanía frente al mismo?, o formulando en otros términos ¿Para qué sirve la vicepresidencia actualmente? pues bien, en la actualidad el Vicepresidente tiene la función constitucional de reemplazar al Presidente en sus faltas temporales o absolutas, aun en el caso de que éstas se presenten antes de su posesión. En el caso de las faltas temporales, el vicepresidente se posecionará para ejercer el cargo de Presidente de la República cuantas veces sea necesario, en caso de faltas absolutas, el vicepresidente asumirá la jefatura del estado hasta finalizar el período para el cual fue elegido el binomio presidencial. El artículo 202 de la Constitución Política de Colombia también permite al Presidente de la República confiar al Vicepresidente misiones o encargos especiales y designarlo en cualquier cargo de la rama ejecutiva; ahora bien, teniendo claro lo anterior y analizando esta respuesta, es de notar que el cargo de vicepresidente de la república no es de suma utilidad dado que las responsabilidades que tiene asignadas no son indispensables para la nación, ya que el presidente puede designar en esas funciones a varias personas de su gabinete, como por ejemplo al ministro del interior; claramente todo esto debe ser bajo una reforma a la constitución vía congreso, y las responsabilidades como tal del vicepresidente, como inaugurar y ejecutar obras de infraestructura, las puede tener otra cartera, además, es bien sabido que las decisiones las toma el presidente de la república sin ocasión de él; lo que nos lleva a considerar si este cargo tiene implícitos otros deseos o fines, como por ejemplo ser el trampolín político a la presidencia en futuro, es decir, la mayoría de los vicepresidentes por lo general buscan aspirar a la presidencia, o bien, podríamos inferir que este cargo se mantiene como una estrategia política, ya que el hecho de que el presidente pueda escoger como su fórmula vicepresidencial a un representante de un partido político distinto, da pie para aumentar su caudal de votos al contar con un electorado nuevo. Todo este tipo de suposiciones deja entrever cierta controversia frente a este cargo, sin embargo, existe cierta esperanza de que si se mantiene esta figura pueda recobrar relevancia o bien su participación en el gobierno aumente de manera positiva y se elimine de una vez por todas, el miedo a la conspiración. Quizá de esa forma muchos colombianos reconsideren su posición y tengan más credibilidad en ellos.