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La depresión y las tendencias suicidas son desórdenes mentales que se pueden tratar. Hay que
reconocer y diagnosticar la presencia de esas condiciones tanto en niños como en
adolescentes y se debe desarrollar un plan de tratamiento apropiado. Cuando hay duda en
los padres de que el niño o el joven pueda tener un problema serio, un examen siquiátrico
puede ser de gran ayuda.
Muchos de los síntomas de las tendencias suicidas son similares a los de la depresión. Los padres
deben de estar conscientes de las siguientes señales que pueden indicar que el adolescente está
contemplando el suicidio:
quejas frecuentes de síntomas físicos, tales como: los dolores de cabeza, de estómago y
fatiga, que están por lo general asociados con el estado emocional del joven
Los jóvenes y adolescentes que practican el "cutting" buscan sentir un "alivio" a sus
sentimientos de arrepentimiento, remordimiento, tristeza y depresión por lo que tienen
altas probabilidades de intentar suicidarse en algún momento.
Se cree que las causas del síndrome de cutting son generalmente ocasionados por abuso
sexual, físico o emocional, bullying escolar, violencia intrafamiliar, trastorno de estrés,
retraso mental, separación de los padres, autismo, ciertos trastornos metabólicos, dolor
tras la muerte de un ser querido, ruptura amorosa, falta de comunicación entre padre e
hijo, ansiedad o depresión.
Las principales características del adolescente con síndrome de cutting son notorias,
presta mucha atención a las siguientes conductas:
1. Cambios en la forma de vestir (ropa larga o uso de bisutería para tapar las
lesiones)
2. Aislamiento
3. Quemarse la piel
4. Pincharse con agujas o alfileres
5. Golpearse la cabeza
6. Morderse
7. Arrancarse el cabello
8. Arañarse
9. Tatuarse
Se debe actuar a tiempo ante estas conductas compulsivas, ya que el adolescente
desconoce su anatomía del cuerpo y podría lesionarse alguna arteria importante y perder
mucha sangre, y en casos extremos fallecer desangrado. Además de las desagradables
marcas que dejan las cicatrices, las cuales pueden facilitar la desaprobación social,
dificultar el conseguir una pareja o un empleo.
El autolesionarse es una forma de autodestruirse, que predispone al adolescente poco a
poco al suicidio, para evitar llegar a estos niveles de inestabilidad emocional es importante
que los padres aprendan a comunicarse con sus hijos desde pequeños para que
su adolescencia sea plena y feliz.