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Reseñas del XV Congreso de Novela y Cine Negro: La expansión de un género.

Santiago Campo Jurado.

Viernes 10 de mayo. Sesión CINE NEGRO UNIVERSAL III.


Moderadora: María de los Ángeles Rodríguez Sánchez.

El primer comunicante fue Antonio Javier Marqués Salgado desde la Universidad de


Oviedo para hacernos un pequeño recorrido de la camorra a través del cine; en
concreto, la propuesta que trajo la tituló La historia de la camorra a través del cine:
Giuseppe Tornatore, Matteo Garrone y la serie Gomorra, entre otros.
Para comprender la trayectoria que ha tenido, y tiene, al camorra en el cine italiano
primero nos llevó a Roberto Saviano, escritor y periodista italiano nacido en 1979 en
Nápoles. En el año 2006 publica la novela policiaca Camorra la cual obtuvo un inmenso
éxito tanto en su país como en el extranjero, además, el vive desde entonces con
protección policial permanente. Por otro lado, él es considerado como un héroe
nacional por numerosos contemporáneos, entre los más destacados fue el gran
ensayista y escritor Umberto Eco.
La obra explora concretamente Nápoles y Campania, bajo la dominación del crimen
organizado, con el paisaje de guerras entre clanes rivales y de traficantes de todo tipo
como armas, drogas o desechos tóxicos. El libro también es una profunda investigación
sociológica sobre el pueblo napolitano que vive en el corazón de las familias mafiosas.
Así como la influencia de la camorra en otros países, como por ejemplo en España,
además, en una entrevista en El País Roberto Saviano explica que Nuvoletta, Michele
Zaza y otros miembros de la camorra reciclan masivamente sus ganancias ilegales en la
industria turística andaluza, adquiriendo así hoteles, restaurantes y night-clubs. Con
estas características podríamos inscribir Camorra en el género policiaco y negro, puesto
que nos encontramos con distintas investigaciones, elementos que podríamos llamar
“truculentos”, lo que produce cierto terror. De esta manera, dicha obra no queda tan
alejada de los motivos que dieron lugar a las primeras obras de este genero: aquellas
revoluciones industriales con las consecuencias negativas más graves de un desarrollo
masivo y caótico de las ciudades; sumándole las nuevas características que podríamos
establecer como el desarrollo de la sofisticación de las mafias y los nuevos modus
operandi que nacen junto a la globalización y las disposiciones dadas por las vacilaciones
del mercado como la crisis del petróleo de 1973. De tal manera que yendo a una
búsqueda del origen de la palabra camorra llegamos al ottocento. Palabra que aparece
asociada al juego y a los sobornos con la independencia de Marruecos en 1956 y cierre
del puerto de Tánger. Lo ilegal se traslada a Nápoles.
Con estas características y motivos resulta inevitable, como hemos señalado antes,
colocar el marco teórico de esta obra en la órbita de lo policiaco y lo negro. Pero para
precisar un poco más, estaría mucho más cerca de la tradición estadounidense del siglo
XX. Es decir, estaría fuera de lo característicamente detectivesco, con lo que
entendemos los mundos de Sherlock Holmes, Watson y demás versiones europeas para
acercarse más a los mundos de una dimensión social. Quedando muy lejos de una figura
de un Dupin, un Lecoq, es decir, de una investigación guiada por la razón meramente.
Dejando de lado la serialidad del detective pero reemplanzandola o, con otras palabras,
esta serialidad de trasladaría al tema, es decir, toda la producción que desencadeno
Saviano con su obra está relacionada con el “mundo” de la camorra y no con un
elemente de ella. De tal manera que la serializacion del detective que va resolviendo
distintos casos, lo que cambia es entorno y no el detective, pasa a la serialización del
tema donde lo que cambia es lo que interesa, es decir, la ciudad, dando la vuelta,
evidentemente, al tratamiento detectivesco donde nos encontramos totalmente lo
contrario un personajes donde recae toda la importancia, y la ciudad es el paisaje, en
este caso la ciudad es donde recae la importancia y los pequeños elementos de los que
se va nutriendo la historia, evidentemente son importantes, pero con este
planteamiento nos hace pensar que son, de alguna manera, volátiles, quiero decir,
depende de la realidad.
De tal manera, nos encontramos con una producción cultural de la camorra basta y
mucho más interesante, en mi opinión, que la desarrollada a través de un detective
único. Así, ya no solo se podría hablar desde esta estética con los libros, sino desde otros
medios como el cine y hoy las series o los documentales, llevando más allá al genero,
nutriéndolo. Encontrandonos a la camorra desde distintas perspectivas: luchando con
navajas [1974, i guappi de Squitieri], miembros de la camorra en un tribunal [1952,
Processo alla citta de Zampa], el fascismo de Mussolini a través de la droga [1958 La
sfida de Francesco Rosi], su paso del centro al extrarradio debido, entre otras cosas al
terremoto y la reconstrucción de la ciudad, creando las Velas, edificios que no
construyeron nada alrededor y se convirtió en un niño de la droga en los 80 [1981, le
occasioni de Rosa de Piscicelli], hasta producciones más contemporáneas donde lo
interesante ya no es la propia mafia sino los estragas, los residuos culturales, lo que
otros directores o escritores dejaron de lado, así, tenemos como protagonistas en estas
miras otras a los niños privados de la infancia [2004 Certi bambini], las olimpiadas de
Sídney [2013 l’oro di scampia], los baby-killer [2019 la apranza dei bambini] etc.
En conclusión, y para ser más específicos, podemos afirmar que después de este
recorrido por las películas y series propuestas por Antonio Javier Marqués Salgado
perteneces a la estética detectivesca y negra ya que respeta, aun en sus variaciones, lo
fundamental [violencia, delito, ruptura del orden establecido], existe una investigación,
una interaccin con el espectador, y una fuerte dimensión social, sin embargo, se
distancia un poco de los primeros autores del genero y sus detectives como motor.
Estarían cerca de la novela policiaca tras Sherlock Holmes, pero tampoco podríamos
encasillar estas producción en “genios del mal” ya que no tienen un tratamiento
fantástico, no son herederos de Moriarty, pero sí que tiene un papel fundamental quién,
cómo y qué es lo ilegal por lo que se sitúa mucho más cerca con el realismo critico
americano, está más cerca con Cosecha roja aunque no sean detectives “hard Boiled” si
que tienen más características de antihéroes y marginales pero no desde un tratamiento
de tipo duro, violento, borracho, sino el tratamiento es mucho más cotidiano y no
siempre profundamente individuales, al mayoría comparte una ética personal que da
una dosis de realidad e implicación de fondo con la que está pasando, es decir, una
adaptación a una nueva sociedad y contexto, engarzando con las “black mask”, los
“pulp”, etc., esa tradición más marginal, más humilde que inventaron autores como
Hammet ya que él mismo fue detective y de él podemos justificar las producciones de
documentales sobre la mafia o esa carácter de autoficción o esa visión en primera
persona que presentan estas películas. Así, debemos de hablar de Chandler como en El
simple arte de matar, donde, además de una historia negra, el desarrollo de la
investigación, del misterio, también es muy importante. Así, deberíamos hablar de un
acercamiento a la novela procedimental donde ya no hay detectives propiamente dichos
pero sí hay criminales. [El no haber sido en el momento de ir por un lado con lo escrito
y por lo otro con lo grabado, el cine, series y documental, el haberlo desarrollado sin
distinciones claras responde a lo visto en clase, quiero decir, a nivel general no hay
muchas diferencias como para haberlas tratado por diferentes vías, además, como
sabemos, cine y novela negro se configuran más o menos a la vez, mas o menos por los
mismos autores que pasan a guionistas desde los 40 hasta nuestro días, o al revés, de
guionista a novelista].
Con esto, la producción que hemos visto de una manera general es muy rica ya que nos
resulta difícil encasillar de una manera tajante a estas producciones obligándonos a
hablar de construcciones híbridas, creando un panorama heterogéneo y orgánico.

Como segundo comunicante tuvimos a Guillermo Aguirre Martínez desde la Universidad


de Deusto, con la conferencia titulada Vacuidad del conflicto en El hombre de Londres,
de Béla Tarr.

El hombre de Londres es una adaptación de la novela homónima y policiaca del escritor


belga Georges Simenon.
El autor belga fue uno de los mayores escritores en cuanto a cantidad de toda la historia
de la literatura con casi doscientas novelas. También de los mas vendidos y conocidos
autores en lengua francesa, es más, según Index Translationum de la UNESCO de 2013
es el tercer autor en lengua francesa después de Jules Vernes y Alexandre Dumas y es el
autor más traducido del mundo con esta cifra: tres mil quinientas traducciones en
cuarenta y siete lenguas. Con declaraciones de André Gide como “Simenon est un
romancier de génie et le plus vraiment romancier que nous ayons dans notre littérature
d’aujourd’hui” o el filósofo alemán Hermann von Keyserling declaró que “c’est un
imbécile de génie” (esta información está tomada de la introducción de la Wikipédia
consultando “Georges Simenon”).
En cuanto a esta obra que trata de un hombre que desde lo alto de una atalaya de
guardagujas ferroviario, Louis Maloin observa, sin ser visto, el acostumbrado trajín
nocturno que provoca la llegada de un barco. Hace mucho frio pero excepcionalmente
no hay niebla. Aburrido, Maloin observa a los viajeros cuando, de súbito, contempla una
escena que lo conmociona: un hombre cae empujado al agua abrazado a una maleta
mientras su asesino huye amparado por la oscuridad de la dársena. Poco después, tras
pensarlo mucho, Maloin baja de su cabina, se sumerge en las aguas del muelle y
recupera la maleta. La curiosidad lo vence y… el contenido del a maleta lo deja sin
aliento. Para colmo, al cabo de unos días, Maloin descubre en la ciudad la presencia del
asesino.
Esta información no es baladí cuando nos enteramos del contraste entre este escritor
que escribía cuatro novelas por año y el cineasta Béla Tarr que en el 2011 afirmó que
dejaba el cine porque ya había dicho todo lo que tenía que decir con su ultima película
El caballo de Turín, con 9 películas rodadas.
La tesis que va a mantener Guillermo Aguirre Martínez durante la conferencia va a ser
la propia del título: la vacuidad del conflicto. La película compuesta por planos
secuencias larguísimos de entre veinte y treinta minutos cada uno, con un universo
narrativo sencillo, incluso previsible, como la idea de culpa y de tal se disuelve. André
Gide comentó de la obra de Georges Simenon el trasfondo existencial y el cineasta lo
llevará a tal extremo que resultará totalmente secundario.
El cineasta nació en Hungría en 1955, en el bloque este, el cual más libertad tenía.
Perteneció a la escuela de Budapest con una gran búsqueda de libertad, con
componentes de vanguardia, evitando la propaganda y lo social.
Coge la novela policiaca de George Simenon y la despoja de todo, lo lleva a su vacuidad,
hacia una mística próxima a la desarrollada por Andreï Tarkovski, la poética del silencio,
la disolución de todo.
Le interesan sus personajes, su psicología, con un tono más pesimista que Georges
Simenon, la trama que hace de motor el la novela, es decir, el conflicto entre quién es
el culpable, quién es inocente, hasta que punto alguien, en esa situación puede llegar a
serlo o cuánto tiene de inocente o culpable, en la película no aparece como tal, sino de
una forma muy clara, dejando claro que lo interesante, el tratamiento de la historia que
se hace en la película se halla en otro lugar, vaciando por aquí la parte fundamente de
lo policiaco. No todos somos culpables, como en Kafka, dijo Guillermo Aguirre Martínez,
en un mundo árido, desalentador. No hay motivo para sonreír. La película está
desarrollada desde una estética barroca donde predominan los claroscuros, es
directamente dualista.
Una de las claves de está película está, como no podía ser de otra manera en el uso de
la cámara y al fotografía, en el plano donde la cámara se eleva [que podríamos
relacionarla con la última película de los hermanos Coen La balada de Buster Scruggs…]
situándonos ante un plano ni precisamente metafísico o transcendental. No, sino
cósmico, excesivamente elevado que esas acciones, las del asesino, la convivencia entre
los personajes pero sobre todo entre asesino y observador pasan a un 3 tercer plano.
Por lo que podríamos decir que es una película que parte del cine negro, pero que no
sentimos tensión y no interesan los hechos. La característica principal es que es un
desarrollo puramente visual, casi pictórico. Lo estético es lo que interesa. Esto une y
separa la obra de ambos autores. El director de fotografía que también ha hechos sus
películas, es expresionista, sus referentes, del director, filosóficos del cine, es filosofía
hecha imagen, no tiene nada que ver con el cine, es decir, tiene que ver con la pintura,
el cine tiene que ver con la pintura. De tal manera que nos resulta muy difícil comentarla
bajo una perspectiva de género negro y policiaco, sin embargo, el contraste entre la
obra literaria y la película resulta interesante para caracterizar a un nivel teórico el
género. Sobre todo, y por poner un ejemplo, el contraste entre la serializacion de la que
es tan excesivo el propio género a este autor que lo despoja de todo lo que dábamos
por hecho como negro y policiaco.

Ping Zou de la Universidad Normal de Nanjing sobre La alegoría moral y el desencanto


absoluto en No country for old men desde una perspectiva posmodernista no tuvo lugar.

Loudovico Longhi desde la Universitat Autònoma de Barcelona con su conferencia


Suspiria vuelve de las tinieblas.

Nos encontramos ante un remake. Tras el thriller delirante Rojo oscuro argento siguen
las influencias de Daria Nocolodi que vive la performance actoral como una sesión
espiritista. Preparan un proyecto sobre las brujas documentándose en el norte de
Europa como en Suiza, Alemania, etc. El guión mantiene una cierta línea que fulmina
debajo de una construcción escenografía expresionista. Thomas de Quincey es el autor
desde donde sale esta película barroca. En el guion conviven el tema gótico más el “lang”
de una presencia maligna que incumbe y que se puede vencer solo a través de una serie
de pruebas pero que finalmente esto no desvela el origen de la amenaza. Lo que
recuerda inevitablemente al cine de Hitchcock. Es algo que permanece oculto lo que
pertenece a los miedos primarios, profundos, como ocurre en determinados cuentos de
los hermanos Grimm. Esta dimensión se alcanza gracias a los escenarios y una emulsión
tecnicolor que dota a la película de poca sensibilidad y gran profundidad mediante la
utilización de una estética absolutamente rococó, el miedo a través de la densidad y
profundidad de los pasillos, lo que conlleva peligro, realmente lo que está detrás es al
magia que esconde la realidad tal y como la entendemos en nuestra cotidianidad.
Tras un moderado éxito en su estreno italiano recibe optimo reconocimiento en Francia,
el resto de Europa y Estados Unidos. En Tokio, SONY organiza una exhibición en un
estadio para experimentar un nuevo modelo de amplificación, el éxito delirante es tan
grande que rescatan Rojo oscuro con el titulo de Suspiria 2. En realidad, son películas
distintas. Pero al ser tan delirantes podían concebirse como una continuación.
Viernes 10 de mayo. Sesión COMIC Y VIDEOJUEGOS.
Moderadora: Loudovico Longhi.

Como primera comunicante tuvimos a Lieve Behiels de la KU Leuven con la conferencia


titulada Lamia de Rayco Pulido. Una mujer arregla las cuentas al patriarcado.

Rayco Pulido nació en 1978 en Telde, Gran Canaria, es un autor de comic español.
Recibió en 2017 el premio nacional de cómic por su obra Lamia, publicada el año
anterior por la editorial Astiberri. En 2013 publica una adaptación al cómic de la novela
Marianela de Benito Pérez Galdós con el título de Nela también publicada en Astiberri
o el título Sin título: 2008-2011 con la editorial Edicions De Ponent.
Lamia es una obra que está ambientada en la Barcelona de 1943. El asesino más
sanguinario que ha visto la ciudad anda suelto. Mauricio “Herr Doktor”, un detective
privado poco convencional, aparcará su agenda para dar caza al criminal. Por ahora, sus
clientes deberán esperar, entre ellos, Laia. De esta forma se presenta Lamia, un trabajo
en el que el autor ha trabajo durante 3 años (2013-2016). Es un cómic de 88 páginas con
dimensiones de álbum europeo de género negro e indaga en la pobreza, la economía y
la espiritualidad de aquella sociedad, pero lo hace con un enfoque feminista.
El autor, en la entrevista que puede leerse aquí:
(http://bilbao24horas.com/hemeroteca/index.php/de-interes-y-curiosidades/el-
mundo-del-comic-con-infame-co/17997-lamia-entrevista-a-rayco-pulido)
nos da cuatro claves para acercarnos a esta obra:

1. Terminé Nela con ganas de seguir trabajando con protagonista femenino...pero desde
el otro prisma.
2. Tras adaptar un texto literario, dibujar dos guiones ajenos y hacer un libro
experimental, tocaba contar una historia desde un punto de vista académico, con su
inicio, nudo y desenlace. Aunque el planteamiento no es nada convencional.
3. Llevaba mucho tiempo leyendo algunos clásicos de novela negra: Chesterton, Jim
Thompson, Hammett, González Ledesma... y me apetecía hacer algo así, pero dándole
una vuelta, como intenté hacer con Nela.
4. En esa época había emigrado a Inglaterra porque para hacer Nela había acabado con
paro y ahorros. Nada especial que contar sobre esa experiencia; como cualquier español
cualificado sin opciones salí a trabajar de lo que no quieren los autóctonos. Así que en
el germen de este libro hay aguas revueltas.
Creo que la paradoja entre presupuestos creativos firmes y una situación vital inestable
es el origen de Lamia.

El personaje de Lamia proviene de la mitología grecolatina que tuvo hijos con Zeus y por
celos Hera la transformó en un monstruo y mató a sus hijos, además, fue condenada a
no poder cerrar sus ojos de modo que estuviera obsesionada con la imagen de sus hijos
muertos. Zeus le otorgó el don de poder extraerse los ojos para así descansar y volver a
ponérselos luego. Lamia sentía envidia de las otras madres y devoraba a sus hijos. De tal
manera que se ha deslizado hasta nuestro días y nos lo encontramos en las mitologías
populares, a Lamia, para amenazar a los hijos traviesos. La narración de este thriller en
blanco y negro cobra valor con el minucioso trabajo artesanal de Rayco Pulido a través
de un estilo modernista que recuerda mucho al cine Noir de aquella época. Pero sin
duda el gancho está en un argumento que termina siendo un auténtico serial
killers ibérico que aborda temas tan delicados como el adoctrinamiento religioso del
franquismo, la maternidad como meta social de la mujer o el papel machista de la iglesia.
La historia se centra en Laia, una joven barcelonesa que lleva una doble vida para
perpetrar una vendetta muy particular. Por un lado es una joven e indefensa madre
embarazada cuyo marido siempre está fuera de casa por trabajo, y por el otro lado es la
prometedora redactora de un programa radiofónico, trasunto del famoso Consultorio
de Elena Francis.
Es una obra circular que comienza y termina con el enfoque a una radio, así observamos
que el desorden producido en el statu quo no ha sido enmendado ya que la mujer
frustrada por no poder tener hijos, aunque no abunde direntamente en el tema desde
una perspectiva psicológica, no es contra las mujeres, ni contra su marido desaparecido
desde el principio, va contra los hombres que victimizan a las esposas y convierten en
una rutina.
Lsa características del género negro y policiaco abundan en esta obra, además, es
totalmente un híbro de ellos, ya que no podríamos decir que pertenece a un tipo de
género negro específico. Ya desde la propia historia nos encontramos con algo muy poco
convencional: una mujer que trabaja en una radio, en un consultorio dirigido a señoras,
su amrido desaparece y ella simula un embarazo, mientras, van apareciendo muertes
de hombres en sus casas, así asistimos, además al proceso de escritura de una novela,
de esta mujer.
De esta forma asistimos a un difuminado entre el detective y el asesino, ya que se
alimenta de las historias amorosamente atascadas que le van contando por la radio para
que, de alguna manera, tomar venganza y, al mismo tiempo, contar su historia. En esto
que puede parecer algo difuso tenemos en pequeñas proporciones las características
más interesantes de cada prototipo. Así, tenemos al audaz detective Sherlock Holmes
en el seguimiento de sus victimas y en el interés totalmente personal que hay detrás de
perpetrar los asesinatos sin ninguno intención de justicia social pero, sin embargo, si
podríamos leerlo a través de la étipa personal, donde entraría la literatura de Hammett
o Georges Simenon. Apareciendo, pues, características de lo más “humilde” podríamos
decir de cómo se gestionan tales actos y con el seguimiento de su vida que, tal vez,
podría ayudarnos para saber el por qué, el motivo, de hacer esos actos, desde esta
perspectiva habría una confluencia entre el detective de Hammett, que ve lo más sucio
de la sociedad de primera mano, en este caso auditivamente, y lo más costumbrista con
las fiestas, el quehacer, el cómo plasmaral ciudad, sus relaciones más naifs, la
importancia de sus conversaciones, están desde este lado con George Simenon.
Lo realmente fundamental en la novela es la importancia de la mujer, así, nos costaría
hablar desde una tradición española si hicíeramos caso a la fecha en la cual está
ambientada la historia. Ya que no es una historia que tenga una propuesta política o
social convencional en los términos de la novela social de Montalbán, Andreu Martín o
Juan Madrid, por ejemplo, ya que quizás tenga más que ver, en este sentido, con la idea
de posmemoria de ir a revisitar el pasado más o menos cercano de la historia colectiva
para que, desde ahí, dar un visión actual, en este caso sería El Ejemplo, ya que va la
posguerra española no para visitar viajas ideas políticas sino para sumar imaginario,
desde el presente, desde un visión feminista. En este sentido, la obra es un acierto.

Como segunda comunicante tuvimos a Esther Raventós Pons desde la York University y
al conferencia El cómic Lágrimas en la lluvia: Posthumanismo, novela negra y ciberpunk.

La obra Lágrimas en la lluvia de Damián Campanario y Alessandro Valdrighi es una


adaptación de la novela homónima de la escritora Rosa Montero. Consiguió el premio
al mejor comic de 2002 por votación popular de Salón Internacional del Comic de
Barcelona. Damián estudió Pedagogía y Educación Social y actualmente trabaja en un
Centro de Justicia Juvenil como educador social. Después de un tiempo intentando
abrirse camino en el mundo del cómic consigue publicar cuatro historias cortas en el
libro colectivo Barcelona tm (Norma Editorial, 2010) y Alessandro Valdrighi obtuvo el
título de Escenógrafo en l’Accademia di Belle Arti de Florencia en 2005 y participó en el
Corso di Fumetto della Scuola Internazionale di Comics de Florencia. Además de publicar
historietas, entre las que destaca Factor V , también colabora con las agencias de diseño
más importantes de su país.
(https://www.planetadelibros.com/libro-lagrimas-en-la-lluvia-comic/58985)
La obra nos recuerda, inevitablemente, al género de ciencia ficción, concretamente a
una de las frases mas famosas de este género, la de Roy Batty en el film Blade Runner
cuando afirma que los recuerxos se perderán en la lluvia, y lo que ello significa: el mantra
o aleph de al estética posthumanista, aquella estética que desde el lado más pesimista
de la tecnología nos sumerge en una atmosfera postapocaliptica. Sin embargo lo que
porpone esta obra no se situa en lo apocalíptico sino en en el genero negro y policiaco,
está pasando algo extraño y se debe averiguar qué es. Así, desde un futurismo
posthumanista engarzándose con el Philip K. Dick que fue llevado al cine. Nacía entonces
una novela que nos transportaba al año 2109, en una España superpoblada donde los
replicantes se mezclaban con los humanos y donde el futuro que se nos presentaba se
mostraba oscuro y negro. A los ojos de la replicante Bruna Husky nos metíamos de lleno
en una investigación propia del cine negro que enfrentaba a los humanos contra el
conjunto de los replicantes.

Después Francisco Sáez de Adana desde la Universidad de Alcalá nos habló con Analisis
comparativo entre el Sherlock Holmes de las películas de Basil Rathbone y las tiras de
prensa de los años 50.

El medio original del cómic fue el modelo de comic en principios de los años veinte,
hasta los años cuarenta y cincuenta, es decir hasta al llegada de los superhéroes o tiras
de producción local como Mafalda. Estas tiras perteneces a las publicaciones de página
dominical, en otras palabras el medio de comunicación masivo. Fue el modo de
producción en serie lo que llevo al desarrollo de estas y la iconografía de Sherlock
Holmes, es decir, la serialización de historias dibujas que llevaron a las tiras de prensa a
este personaje. Así, poco a poco fueron siendo cualquier cosa menos fieles, ya desde las
películas pierden las fidelidad a lo obra original. Por ejemplo, en el periodo de la Guerra
Fría la historia original apsa a ser un panfleto contra los nazis y el fascismo, presentando
a Sherlock Holmes como héroe de guerra y luchando contra ellos. Sherlock Holmes
convertido en un icono, literalmente. Un héroe de acción en vez de deducción.
Con esto, son en los años cuarenta y cincuenta cuando se gesta la imagen que tenemos
hoy de este personaje por lo que la cuestión de aquel momento era la de enseñar o
mostrar (telling/showing), es decir, donde la idea de representar más o menos acción se
puso sobre la mesa ya que cuanta más acción, dejando de lado los diálogos y la parte
más textual hizo pensar al lector y cuestionarse se esas historias merecían el dinero que
se pagaba para ser leídas en escasos segundos, así, se tuvo que invertir en un desarrollo
estético de los personajes para mantener la atención del lector y al ser las publicaciones,
en aquel momento, tan rápidas deslizaron su estética y sus presupuesto, llevando cada
vez más lejos la idea del original y siendo, por este motivo, más interesante, ya que la
idea de copia se hizo presente, la mutación, lo que nos ha llegado hoy es aquella, la que
se tuvo que ir moldeando debido a las exigencias.

Por último Daniel Escandell Montiel desde Manchester Metropolitan University –


Universidad de Salamanca nos trajo la conferencia La detective en los videojuegos: A
case of distrust y sus antecedentes.

A pesar de ser uno de los últimos soportes media desarrollados es el que pone en escena
una de las historias más policiacas y negras decimonónicas. Con bastantes rasgas que
comparte más con Edgar Allan Poe que con Hammett, Agatha Christie, o Georges
Simenon, aunque esto no significa que no compartan características.
Se trata de un juego interactivo con una mujer como protagonista, en el San Francisco
de principios del siglo XX, la cual se llama Malone. Tendremos que llevar nuestra propia
investigación, hablar con distintos personajes para sonsacarles información.
El comienzo está pensado como una presentación y acercamiento al juego, marcan un
buen nivel en la narrativa como acertada novela negra. No dispone de muchos
escenarios ni de demasiados personajes. Habrá que visitar distintos lugares a medida
que avanza el juego y tendremos que encontrarlos gracias a las pistas que podemos ir
recolectando. Con conversaciones más o menos banales con el taxista, ya que es el único
modo de poder desplazarnos por la ciudad. Se atreve a incluir temas raciales con
personajes chinos y negros además de hablar sobre la mujer y el poco respeto que
algunos podían tenerle a pesar de estar en un cargo de detective privada. Hay giros de
guion que te hacen seguir teniendo interés en el argumento. Y puedes elegir el final, un
pequeño detalle para el jugador que siempre hace sentir la aventura más personal.
A nivel técnico el juego no es que destaque especialmente. El 90% del mismo son
imágenes estáticas con alguna que otra animación para la cual han empleado una
técnica llamada rotoscopia -utilizada sobre todo en el cine aunque cada vez más en
desuso- que consigue unas animaciones bastante naturales mediante el uso de
secuencias grabadas con actores reales. Juegos como Prince of Persia o más
recientemente la saga The Banner Saga son algunos ejemplos del uso de esta técnica,
para que os hagáis una idea de los resultados que puede conseguir.
El juego tiene una duración correcta, que podrá variar en función de lo avispados que
estemos a la hora de recopilar pistas y de hacer las preguntas adecuadas para ir
obteniendo nuevas pistas. Sin embargo la sensación de ir desentrañando el caso queda
completamente diluida hacia el final del juego. A partir de cierto momento del juego
podremos acusar a alguno de los posibles sospechosos -teniendo un motivo, un medio
y una oportunidad-, al tiempo de que se nos avisa de que acusar erróneamente puede
hacer que el personaje en cuestión sea mucho menos cooperativo. Esta advertencia es
simplemente un farol. Si nos equivocamos, ese mismo personaje acabará contándonos
quien es el responsable del crimen, por lo que no existe posibilidad de equivocarse.
(http://portal.33bits.net/analisis-a-case-of-distrust/)

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