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República Bolivariana De Venezuela

Ministerio Del Poder Popular Para la Educación Superior


Facultad de Ciencias Jurídicas
Deontología y Responsabilidad del Abogado

Criterios Jurisprudenciales

Yubraska Longa
C.I 24.974.651

San Diego, 14 de mayo 2019


Sentencia nº 1393 de Tribunal Supremo de Justicia - Sala Constitucional de 14
de Agosto de 2008

Al respecto, esta Sala Constitucional desde hace tiempo se ha pronunciado


sobre cómo ha de seguirse el procedimiento para la intimación y estimación de
honorarios profesionales de los abogados, siendo que en sentencia N°
2796/12.11.2002 (reiterada en la sentencia N° 1045/26.05.2005), señaló que:

Ahora bien, observa esta Sala que el supuesto agraviado pretendió, mediante
la demanda de amparo, la reposición de la causa al estado de que se le
notifique la decisión que ordenó la contestación a la impugnación que hizo la
ciudadana A.L.U. sobre su derecho al cobro de honorarios, para que él pueda
dar la referida contestación. Ello así, esta S. considera menester realizar
algunas precisiones con referencia al procedimiento para el cobro de
honorarios profesionales judiciales de abogado.

Según dispone el artículo 22 de la Ley de Abogados:

´El ejercicio de la profesión da derecho al abogado a percibir honorarios por los


trabajos judiciales y extrajudiciales que realice, salvo en los casos previstos en
las Leyes.

Cuando exista inconformidad entre el abogado y su cliente en cuanto al monto


de honorarios por servicios profesionales extrajudiciales, la controversia se
resolverá por la vía del juicio breve y ante el Tribunal Civil competente por la
cuantía. La parte demandada podrá acogerse al derecho de retasa en el acto
de la contestación de la demanda.

La reclamación que surja en juicio contencioso acerca del derecho a cobrar


honorarios por parte del abogado, será sustanciada y decidida de conformidad
con lo establecido en el artículo 386 del Código de Procedimiento Civil [hoy
artículo 607] y, la relación de la incidencia, si surgiere, no excederá de diez
audiencias.´

Por su parte el artículo 607 del Código de Procedimiento Civil, establece que:

´Si por resistencia de una parte a alguna medida legal del Juez, por abuso de
algún funcionario, o por alguna necesidad del procedimiento, una de las partes
reclamare alguna providencia, el Juez ordenará en el mismo día que la otra
parte conteste en el siguiente, y hágalo ésta o no, resolverá a más tardar
dentro del tercer día, lo que considere justo; a menos que haya necesidad de
esclarecer algún hecho, caso en el cual abrirá una articulación por ocho días
sin término de distancia. Si la resolución de la incidencia debiere influir en la
decisión de la causa, el Juez resolverá la articulación en la sentencia definitiva;
en caso contrario decidirá al noveno día.´

Ahora bien, el procedimiento para el cobro de honorarios profesionales


judiciales y extrajudiciales está dispuesto en la Ley de Abogados y su
Reglamento y en el Código de Procedimiento Civil, pero esta S. aprecia que
existe confusión acerca del procedimiento aplicable.

Así, en un caso como el de autos, de cobro de honorarios profesionales en el


curso de un juicio de partición y liquidación de comunidad conyugal, el abogado
estima sus honorarios ante el Juzgado que cursa la causa, luego el tribunal
intima al pago de esos honorarios, posteriormente el cliente impugna o no
dicha intimación o puede acogerse al derecho de retasa y el abogado contesta,
al día siguiente, la referida impugnación.

En relación con el procedimiento de estimación, cobro e intimación de


honorarios judiciales, señala el profesor V.J.P., en su obra Teoría General del
Proceso, que:

´El cobro de honorarios y la retasa previstos en la Ley de Abogados y su


Reglamento.

En el antiguo Derecho Romano recibir dinero por trabajos era propio de


actividades serviles. Al morir el cliente el abogado a cambio de su actividad
participaba en la herencia y recibía bienes: pieles, joyas, telas, etcétera.

Según el artículo 22 de la Ley de Abogados, el ejercicio de la profesión da


derecho al abogado a percibir honorarios. Se pueden presentar diferencias con
el cliente y ello puede dar lugar al reclamo:

a) Por actuaciones extrajudiciales y se tramita por el procedimiento del juicio


breve conforme al artículo 881 del Código de Procedimiento Civil.
b) Por actuaciones judiciales. La incidencia se decide conforme al artículo 607
eiusdem (antes, artículo 386 del derogado). En este caso los honorarios se
reclaman en diligencia o por escrito, agregados al expediente del juicio donde
se realizaron las actuaciones que los causaron.

Estimar significa decir cuánto valen los honorarios.

Intimar significa cobrar, notificar el cobro para que el cliente diga: si debe; si no
debe; o si debe, pero no es el monto estimado, por lo cual ejerce la retasa.

Luego de citado para el décimo día, el intimado puede:

· Aceptar el cobro.

· Rechazar el cobro.

· Rechazar el cobro y pedir la retasa.

Si el cliente rechaza o impugna el cobro, se abre la incidencia del artículo 607


eiusdem.

El abogado contesta el mismo día o al siguiente de la impugnación.

El juez decide dentro del tercer día de despacho, a menos que haya necesidad
de esclarecer un hecho, en este caso se abre a pruebas por ocho días de
despacho y decide al noveno. Esta incidencia tiene Recurso de Casación.

Estando firme la sentencia que declare el derecho a cobrar, el cliente puede


ejercer la retasa. Ésta consiste en que dos retasadores y el juez deciden el
monto a pagar.

En efecto, la controversia que exista entre el abogado y su cliente con respecto


al derecho de aquél a cobrar honorarios profesionales se seguirá según lo
indica el artículo 22 de la Ley de Abogados conforme al artículo 386 del Código
de Procedimiento Civil derogado, cuyo texto se corresponde con el artículo 607
del mismo Código vigente, para que, una vez establecido el derecho pretendido
por el abogado, entonces éste pueda estimar e intimar el valor que considera
apropiado por las actuaciones cumplidas y cuyo derecho fue reconocido, dando
lugar entonces a la fase estimativa del procedimiento.
O. que aun cuando la pretensión del abogado es autónoma e independiente de
lo litigado en el juicio en el que prestó sus servicios, ésta se desarrolla como si
se tratare de una incidencia, en cuaderno separado al expediente en el que se
cumplieron tales actuaciones, tal como se indicó en la sentencia de esta Sala
N° 1757/09.10.2006. Como se señaló anteriormente, la primera fase del
procedimiento está destinada especialmente a establecer si el abogado tiene o
no derecho a percibir honorarios por las actuaciones que al efecto señale; por
tanto, no es necesario que el abogado que pretenda el reconocimiento de su
derecho, de una vez estime el valor de sus actuaciones, pues tal actividad, a la
letra del artículo 22 del Reglamento de la Ley de Abogados está reservada
para una oportunidad distinta, esto es, una vez que se encuentre firme la
decisión que declare el derecho del abogado a percibir sus honorarios
profesionales. No obstante lo anterior, a los mismos efectos establecidos en el
artículo 38 del Código de Procedimiento Civil, el abogado deberá estimar
prudencialmente el valor de su demanda

Debe observarse que la decisión del Tribunal en esta fase del procedimiento,
sea que se dicte dentro de los tres días siguientes al emplazamiento, sea que
se dicte después de vencida la articulación probatoria, sólo puede juzgar sobre
el derecho del abogado a percibir honorarios por las actuaciones judiciales en
las que dice haber participado, bien como representante o como asistente, sin
que pueda declarar la confesión ficta del demandado, pues tal sanción no está
expresamente prevista para el caso concreto. Dicha decisión, es apelable
libremente, y la sentencia que la resuelva es recurrible en casación conforme a
los límites propios de este recurso previsto en el artículo 312 del Código de
Procedimiento Civil.

2- ) Fase estimativa

la estimativa. En esta fase es que el abogado estimará sus honorarios


profesionales, siempre y cuando, obviamente, hubiere obtenido el
reconocimiento judicial del derecho a percibir honorarios profesionales por cada
una de las actuaciones que ha de estimar, pues en definitiva cada una
constituye título suficiente e independiente generador de derecho.
En lo sucesivo el trámite seguirá, conforme a lo dispuesto en los artículos 25 al
29 de la Ley de Abogados y, conforme al artículo 22 del Código de
Procedimiento Civil, por las normas de este Código en todo lo que no
constituya especialidad así como respecto a la ejecución. Esto es, hecha la
estimación de las actuaciones por el abogado, el Tribunal intimará en la forma
ordinaria al deudor para que dentro de los diez días siguientes se acoja al
derecho de retasa. De no hacer uso de ese derecho el intimado, los honorarios
estimados quedarán firmes y de hacerlo se procederá en la forma prevista en la
Ley para la designación de los jueces retasadores y posterior pronunciamiento
de la correspondiente decisión.

Obsérvese que esta segunda fase, la estimativa, constituye un precedente


legal del procedimiento por intimación incorporado al Código de Procedimiento
Civil en su reforma de 1986, pues en ambos el demandado es intimado para
que dentro de los diez días siguientes, se oponga al procedimiento monitorio o
se acoja al derecho de retasa en este especial procedimiento, con el
apercibimiento que, de no hacerlo, quedará firme el decreto intimatorio o las
sumas estimadas por el abogado según el caso.

Como ya se dijo, de conformidad con el criterio establecido tanto por la Sala de


Casación Civil como por esta Sala Constitucional, cuyos criterios son
vinculantes, sí le es aplicable a este proceso el artículo 607 del Código de
Procedimiento Civil, por lo que se aplicó el criterio establecido por esta Sala y
no se vulneró ningún derecho constitucional. Así se declara.

Otro criterio importante señalar es que en la sentencia N° 1356/27.06.2007, la


Sala Constitucional acoge el criterio de la Sala de Casación Civil en su
sentencia N° 159/25.05.2000, en el que se debe fijar un término de diez días
hábiles para que el intimado pague u oponga las defensas que considere
pertinentes, incluyendo el derecho de retasa; por lo que el tribunal agraviante
no acogió la doctrina vinculante establecida en la jurisprudencia de esta Sala.

Que se vulnera de manera flagrante y directa el derecho a la defensa, cuando


en vez de establecer el plazo de diez días hábiles se dio tan sólo un día de
despacho para contestar la demanda, en contravención de la jurisprudencia de
la Sala Constitucional, con lo cual no se otorgaron los medios y plazos
razonables para ejercer la defensa (artículo 49 numerales 1 y 3 de la
Constitución).

Que no existe en la legislación venezolana un plazo tan corto para contestar la


demanda, ni siquiera en el juicio breve en el que se dan dos días hábiles para
contestar y ser presentada a cualquier hora de despacho y no a una hora
específica como en el presente caso, con lo cual también se viola el derecho a
la defensa, ya que es contrario a lo establecido en el ordenamiento jurídico que
en ningún caso fija una hora específica.

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