Félix Duque
El mundo por de dentro
Ontotecnologia de Ia vida cotidiana
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Coleccién Delos
tices stWe W
indice
Uw vacfo QUE DA Que PENSAR 7
La epoca de a seein dela Tenia 7
1995 Cuando lamodemided se pane sonar uenios 9
id ‘Una leyenda al borde de las ruinas. n
Dole impercepidd del con ”
a fej dea presen 8
A lnsacitn perl anigulaiento 2
La mere de Dies yn pet de Mundo 26
Alhorad lV 2
(Guertin de buenas manera al
Discord Clie:
lattice mo metainica cabal aeabuda) ——_—38
La ‘Heidegger, o la habilidad para pinchar globos 6
2) La pests alidd instument
dela tenicn x”
by) Kasei coo eno do un desi a
om 6) La tees como apertura de una gin el
BDH Pai age verdad »
Palit pe
nil Sea Fe Tip, 2.3
Saal 14s Manenas DE. VAIO 6
Ineo pate j
Disb EL automévil: el Dios ale Maquina 58
ose ei
Finwenwsan Asociados ‘Una casa no es un hogar ”
nee: pine
ISN 07500152
07996Un jaro de buen vino 85
La comares del demente 7
LA PASION DEL SABIO Y LA PASION DE.LA TIERRA 113
Ellengusje hambriento de cuerpos us
‘La Modernidad una ealeuladors de pasiones n9
Le cancién dela Tiers 126
Capstalo 1
Un vacfo que da qué pensar
La época de la revelacién de la Técnica
Vaya po delante una afirmacién programa: vi-
vimos en la épeca de la toca absolut, ex decir: de
lauénicareveladao de la revlacén de la téenic. A
gual que Hegel pensaba que el rstianismo no era una
religin emejors que otras (como si se tata de un
ranking oun hisparade dento dels «evoluién dees
religiones), sino que entendfa a aquél como rligién
alata en cuanto que slo ene evistienamo la eli
ién se curvaba sobre sf sea, sacaba ala Iu los pre-
Supuesos nsios en toda experiencia religosa, de gl
roo cabria decir que sé en los confines dela mo-
deruidad en que hoy somos, nos movemes yexistimos
unando los tempos (est es: contempordneament) sale
a la Iu, junto eon Ie extensdn omnimoda, universal
dea técnica (ats: comprehendiendo no slo nues-
to planeta, sno la confguracign del todo del mundo,
de mundo como un Todo) i cura de a sma. «Esen
cia» mientaaqutempero la comespondencia fenomé
nica e hstticamente contatable~ de un destino de
‘orrespondencia entre las maneras de sr hombre ylas
manera de dare el ser. Debe ser entendida pies ver
beadmente, como un despligue omanifestacin de ai-
calacién de Mundo, y no como algo estticay eterna-
mente «logicor, es decir, como un sbstracto
‘enominador coma ene que, borando las diferencias,
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