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Telebachillerato “Cuamanco”

30ETH0755S

ALUMNA: Karla Lizeth De la cruz Manuel.

MAESTRA: Sandra Mireth Saldaña Román.

SEMESTRE: 2°

GRUPO: “A”

ASIGNATURA: Taller de Lectura y Redacción.


TEXTOS RECREATIVOS POPULARES
CHISTES

¿Qué le dice un chinche a otro chinche?


- Te amo chincheramente.

Era un caballo tan vago, tan vago, tan vago,


que cuando le ponían la silla de montar,
se sentaba en ella.

Una pera esperando el autobús.


Llega una manzana y le pregunta:
- ¿Hace mucho que espera?
- Toda la vida.

1
- Cuál es la fruta que más se ríe?
- La Naranja ja ja ja ja

Están tranquilamente charlando dos uvas,


una verde y una morada:
La uva verde le dice a la morada:
- "RESPIRAAAAA!!!!"
La uva morada le contesta a la verde:
- " Y TU MADURAAA!!!""

-Primer acto: Pasa banana


-Segundo acto: pasa manzana
Tercer acto: Pasa pera
¿cómo se llama la obra?...
no paso naranja.

REFRANES
2
De tal palo tal astilla

A quien madruga Dios le ayuda

A mal tiempo, buena cara

Quien mucho abarca, poco aprieta

Más vale maña que fuerza

3
No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy

Dinero llama dinero.

A la tercera va la vencida.

Cada oveja con su pareja.

Más vale prevenir que lamentar.

4
CANCIONES POPULARES
YO TENÍA 10 PERRITOS
Yo tenía diez perritos,
yo tenía diez perritos.
Uno se perdió en la nieve.
Nada más me quedan nueve.
De los nueve que quedaban (bis)
uno se comió un bizcocho.
Nada más me quedan ocho.
De los ocho que quedaban (bis)
uno se subió a un cohete.
Nada más me quedan siete.
De los siete que quedaban (bis)
uno se tragó un ciempiés.
Nada más me quedan seis.
De los seis que quedaban (bis)
uno se mató de un brinco.
Nada más me quedan cinco.
De los cinco que quedaban (bis)
uno se perdió en un teatro.
Nada más me quedan cuatro.
De los cuatro que quedaban (bis)
uno se lo llevó Andrés.
Nada más me quedan tres.
De los tres que me quedaban (bis)
uno se murió de tos.
Nada más me quedan dos.
De los dos que me quedaban (bis)
uno se lo llevó Bruno.
Nada más me queda uno.
De ese uno que quedaba
Lo mató una bicicleta
y quedó el pobre aplastado debajo de la baqueta.
Aquí se acaba la historia
de los perros que perdí
y si usted no lo ha entendido
se la vuelvo a repetir.

5
PIN PON

Pin pon es un muñeco


muy guapo y de cartón
se lava la carita con agua y con jabón. (bis)

Pin pon siempre se peina


con peine de marfil
y aunque se hace tirones
no llora y no hace así.

Pin pon siempre se peina


con peine de marfil
y aunque se hace tirones
no llora y no hace así.

Pin pon dame la mano


con un fuerte apretón
yo quiero ser tu amigo
pin pon pin pon pin pon.

Pin pon dame la mano


con un fuerte apretón
yo quiero ser tu amigo
pin pon pin pon pin pon.

6
ARROZ CON LECHE

Arroz con leche,


me quiero casar con una señorita de la capital
que sepa coser que sepa bordar
que sepa abrir la puerta para ir a pasear.

Con ésta sí.


con éste no,
con esta señorita me caso yo.
Cásate conmigo que yo te daré zapatos y medias color café.

7
A LA RUEDA DE SAN MIGUEL

A la rueda, rueda De San Miguel,

San Miguel Todos cargan su caja de miel

A lo maduro, a lo seguro

Que se voltee lomo de burro.

A la rueda, rueda De San Miguel,

San Miguel Todos cargan su caja de miel


A lo maduro, a lo seguro

Que se voltee sus alas de burro.


A la rueda, rueda De San Miguel,

San Miguel Todos cargan su caja de miel


A lo maduro, a lo seguro Que se voltee imán de burro.

8
ADIVINANZAS
¿Cuál es de los animales
aquel que en su nombre
tiene las cinco vocales?
R= el murciélago

Verde nace, verde se cría


y verde sube
los troncos arriba.
R= La lagartija

Si lo escribes como es,


soy de la selva el rey.
Si lo escribes al revés
soy tu Papá Noel.
R= el león

Es la reina de los mares,


su dentadura es muy buena,
y por no ir nunca vacía,
siempre dicen que va llena.
R= la ballena

Verde como el campo,


pero campo no es.
Habla como el hombre,
pero hombre no es.
R= el loro

En el mar no me mojo,
en las brasas no me quemo,
en el aire no me caigo
y me tienes en los labios.
R= la letra A

9
Todos pasan por mí,
yo nunca paso por nadie.
Todos preguntan por mí,
yo nunca pregunto por nadie.
R= la calle

Oro parece,
plata no es,
el que no lo adivine
bien tonto es
R=el plátano

Tiene ojos y no ve,


tiene agua y no la bebe,
tiene carne y no la come
tiene barba y no es hombre
R= el coco

Te la digo y no me entiendes
Te la repito y no me comprendes
¿Qué es?
R= la tela

Blanca por dentro


Verde por fuera
Si quieres que te lo diga espera
¿Qué es?
R= la pera

Agua pasa por mi casa,


cate por mi corazón.
Espero que con lo que he dicho
sepas la solución. ¿Quién soy?
R= el aguacate

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HISTORIETA

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12
TEXTOS RECREATIVOS LITERARIOS
NARRATIVOS
LOS TRES CERDITOS

Había una vez tres hermanos cerditos que vivían en el bosque. Como el malvado
lobo siempre los estaba persiguiendo para comérselos dijo un día el mayor:

- Tenemos que hacer una casa para protegernos de lobo. Así podremos
escondernos dentro de ella cada vez que el lobo aparezca por aquí.

A los otros dos les pareció muy buena idea, pero no se ponían de acuerdo respecto
a qué material utilizar. Al final, y para no discutir, decidieron que cada uno la
hiciera de lo que quisiese.

El más pequeño optó por utilizar paja, para no tardar mucho y poder irse a jugar
después.

El mediano prefirió construirla de madera, que era más resistente que la paja y
tampoco le llevaría mucho tiempo hacerla. Pero el mayor pensó que aunque
tardara más que sus hermanos, lo mejor era hacer una casa resistente y fuerte
con ladrillos.

- Además así podré hacer una chimenea con la que calentarme en invierno, pensó
el cerdito.

Cuando los tres acabaron sus casas se metieron cada uno en la suya y entonces
apareció por ahí el malvado lobo. Se dirigió a la de paja y llamó a la puerta:

- Anda cerdito se bueno y déjame entrar...

- ¡No! ¡Eso ni pensarlo!

- ¡Pues soplaré y soplaré y la casita derribaré!

Y el lobo empezó a soplar y a estornudar, la débil casa acabó viniéndose abajo.


Pero el cerdito echó a correr y se refugió en la casa de su hermano mediano, que
estaba hecha de madera.

- Anda cerditos sed buenos y dejarme entrar...

13
- ¡No! ¡Eso ni pensarlo!, dijeron los dos

- ¡Pues soplaré y soplaré y la casita derribaré!

El lobo empezó a soplar y a estornudar y aunque esta vez tuvo que hacer más
esfuerzos para derribar la casa, al final la madera acabó cediendo y los cerditos
salieron corriendo en dirección hacia la casa de su hermano mayor.

El lobo estaba cada vez más hambriento así que sopló y sopló con todas sus
fuerzas, pero esta vez no tenía
nada que hacer porque la casa no
se movía ni siquiera un poco.
Dentro los cerditos celebraban la
resistencia de la casa de su
hermano y cantaban alegres por
haberse librado del lobo:

- ¿Quién teme al lobo feroz? ¡No,


no, no!

Fuera el lobo continuaba soplando


en vano, cada vez más enfadado.
Hasta que decidió parar para
descansar y entonces reparó en
que la casa tenía una chimenea.

- ¡Ja! ¡Pensaban que de mí iban a librarse! ¡Subiré por la chimenea y me los comeré
a los tres!

Pero los cerditos le oyeron, y para darle su merecido llenaron la chimenea de leña y
pusieron al fuego un gran caldero con agua.

Así cuando el lobo cayó por la chimenea el agua estaba hirviendo y se pegó tal
quemazo que salió gritando de la casa y no volvió a comer cerditos en una larga
temporada.

RICITOS DE ORO Y LOS TRES OSOS


14
Había una vez una casita en el bosque en la que vivían papá oso, que era grande y
fuerte; mamá osa, que era dulce y redonda; y el pequeño bebé oso.

Todas las mañanas mamá osa preparaba con cariño el desayuno de los tres. Un gran
bol de avena para papá oso, otro mediano para ella y un bol pequeñito para el bebé
oso. Antes de desayunar salían los tres juntos a dar un paseo por el bosque.

Un día, durante ese paseo llegó una niña hasta la casa de los tres osos. Estaba
recogiendo juncos en el bosque pero se había adentrado un poco más de la cuenta.

- ¡Pero qué casa tan bonita! ¿Quién vivirá en ella? Voy a echar un vistazo

Era una niña rubia con el pelo rizado como el oro y a la que todos llamaban por eso
Ricitos de Oro. Como no vio nadie en la casa y la puerta estaba abierta Ricitos
decidió entrar.

Lo primero que vio es que había tres sillones en el salón. Se sentó en el más grande
de todos, el de papá oso, pero lo encontró muy duro y no le gustó. Se sentó en el
mediano, el de mamá osa, pero le pareció demasiado mullido; y después se sentó
después en la mecedora del bebé oso. Pero aunque era de su tamaño, no tuvo
cuidado y la rompió.

Rápidamente salió de ahí y fue entonces cuando entró en la cocina y se encontró


con los tres boles de avena.

- ¡Mmmm que bien huele!

Decidió probar un poquito del más grande, el de papá oso. Pero estaba demasiado
caliente y se quemó. Probó del mediano, el de mamá osa, pero lo encontró
demasiado salado y tampoco le gustó. De modo que decidió probar el más pequeño
de todos.

-¡Qué rico! Está muy dulce, como a mi me gusta.

Así que Ricitos de oro se lo comió todo entero. Cuando acabó le entró sueño y
decidió dormir la siesta. En el piso de arriba encontró una habitación con tres camas.
Trató de subirse a la más grande, pero no llegaba porque era la cama de papá oso.
Probó entonces la cama de mamá osa, pero la encontró demasiado mullida así que
acabó por acostarse en la cama de bebé oso, que era de su tamaño y allí se quedó
plácidamente dormida.

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Entonces llegaron los tres osos de su paseo y rápidamente se dieron cuenta de que
alguien había entrado en su casa.

- ¡Alguien se ha sentado en mi sillón! - gritó papá oso enfadado

- En el mío también - dijo mamá osa con voz dulce

- Y alguien ha roto mi mecedora - dijo bebé oso muy triste

Entraron en la cocina y vieron lo


que había pasado con su
desayuno.

- ¡Alguien ha probado mi
desayuno! - gritó papá oso
enfadado

- Parece que el mío también - dijo


mamá osa dijo mamá osa con voz
dulce

- Y alguien se ha comido el mío -


dijo bebé oso llorando

De repente el bebé oso miró hacia


la habitación y descubrió a su invitada.

- ¡Mirad! ¡Hay una niña en mi cama!

Justo en ese instante Ricitos de oro se despertó y al ver a los tres osos delante de
ella saltó de la cama y echó a correr lo más rápido que pudieron sus pies hasta
llegar a su casa, dejando atrás incluso sus zapatos.

LÍRICOS

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POEMAS
ENTRE IR Y QUEDARSE

Entre irse y quedarse duda el día,


enamorado de su transparencia.

La tarde circular es ya bahía:


en su quieto vaivén se mece el mundo.

Todo es visible y todo es elusivo,


todo está cerca y todo es intocable.

Los papeles, el libro, el vaso, el lápiz


reposan a la sombra de sus nombres.

Latir del tiempo que en mi sien repite


la misma terca sílaba de sangre.

La luz hace del muro indiferente


un espectral teatro de reflejos.

En el centro de un ojo me descubro;


no me mira, me miro en su mirada.

Se disipa el instante. Sin moverme,


yo me quedo y me voy: soy una pausa.

Autor: Octavio paz

AMO, AMAS

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Amar, amar, amar, amar siempre, con todo

el ser y con la tierra y con el cielo,

con lo claro del sol y lo oscuro del lodo:

Amar por toda ciencia y amar por todo anhelo.

Y cuando la montaña de la vida

nos sea dura y larga y alta y llena de abismos,

Amar la inmensidad que es de amor encendida

¡y arder en la fusión de nuestros pechos mismos!

Autor: Rubén Darío

HOY

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La vida es breve.
Un parpadeo fugaz,
Destello leve.

¿la vida?, un flash…


Todo tiempo se bebe
Y es muy voraz.

Pasos ligeros:
Nosotros, su menú;
Sus pasajeros.

Ah… te propongo
Que –entonces- tú y yo,
Sin un rezongo,
Hoy nos amemos
-de la nada herederos-
Mientras estemos.

Autor: Elsa Bornemann

HOY EMPIEZO A OLVIDARTE

19
Tantos soles te esperaron en vano…
Tantas noches tu recuerdo me abrigó…
A estar sola aprendí de tu mano…
Beso en sombras tu boca me dio…

Pasajero de un solo verano,


es un rio de adiós mi canción,
que lleve a otro puerto lejano,
pasajero de mi corazón.

Me fui acostumbrando a tu ausencia…


Me fui acostumbrando a este dolor…
Hoy me empieza a sobrar tu presencia…
Hoy empiezo a olvidarte, mi amor.

De ojos tristes estoy…


De alma libre me voy…
Hoy empiezo a olvidarte, mi amor.

Autor: Elsa Bornemann

DRAMÁTICO

20
LA LIBERTAD DEL LOBO.

Personajes

Perro

Lobo

En una noche de luna llena dentro del bosque, entra el lobo, grande y muy flaco.

Lobo: Que perra desgracia tan infinita la mía. Ya van varios días que no he comido absolutamente

nada.

De repente entra el perro, con un tamaño menor que el del lobo y a este se le ve bien nutrido, con

un buen collar en su cuello.

Perro: ¿Has dicho perra desgracia? No deberías quejarte de esa manera, sino decir que “loba suerte”,

ya que lo que es a mí me va muy bien y por esto no tengo nada de qué quejarme.

Lobo: ¿Y cómo puedo decir eso señor perro? Pues si yo soy generalmente más fuerte a pesar de que

en estos momentos tú estés más alimentado que yo.

Perro: Sencillo, todo me va bien porque tengo un buen amo, un amo que me sabe alimentar y cuidar,

a cambio de cuidar su casa todo el día.

Lobo: Para nada te ves mal, se ve que tu amo te trata muy bien.

21
Perro: Lo mejor que puedes hacer ahora es venirte conmigo, verás que mi amo te dará un lugar que

también podrás vigilar y así no volverás a pasar días sin probar ni un bocado de comida. El estará

contento de que seamos dos, los que se encarguen de cuidar.

Lobo: ¿Es en serio? ¿Me daría esa oportunidad? Eso me caería muy bien pues ya estoy harto de estar

con hambre todo el día.

Perro: ¿No sabes que los perros somos personas serias? De verdad, puedes venirte conmigo a casa.

Lobo: De verdad me has dado la mejor felicidad de estos momentos, te mereces todo lo bueno que

tienes. Pero, ¿qué es eso que llevas en el alrededor del cuello?

Perro: Ah, es un simple accesorio que no tiene gran importancia. Es el collar que mi amo me ha

colocado para atarme a la cadena algunas veces durante el día.

Lobo: Oh, entiendo.

Perro: Pero no es nada, pues en las noches me deja suelto y puedo estar libre para estar en todos

lados.

Lobo: ¿Es decir que estás atado todo el día?

Perro: Sí y me gusta, porque puedo vigilar mejor sin el riesgo de que pueda distraerme de lo que sin

mis obligaciones en las afueras de la casa.

Lobo: De verdad, me da pena señor perro, pero no puedo renunciar a mi libertad, con la que he

vivido toda mi vida. En serio, prefiero pasar toda el hambre del mundo en lugar de dejar de ser libre

por un plato de comida.

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Perro: Bueno, entonces me iré señor Lobo ya escuché al gallo cantar. Cuando él canta, es un aviso

que mi amo me está esperando con la cadena y también con mi plato de comida para empezar a

trabajar.

Lobo: ¡Por todos los cielos! ¡Una cadena por un plato de comida! Nada más con pensar en eso mi

apetito se me quita por completo. Sin duda, mi libertad es algo que aprecio todavía, incluso mucho

más que el hambre que sufro a diario.

TRES RATONES CIEGOS.

Personajes

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Uno: Es el ratoncito más osado quien tiene la idea de hacerse el ciego para tener comida gratis

Dos: Algo tímido, pero siempre sigue las órdenes de uno.

Tres: Muy atolondrado, es el primero en meterse en problemas

Abuelita: Dulce anciana que vive sola en su cabaña quien se apiada de tres ratoncitos ciegos.

Acto único

Uno se encontraba nuevamente rondando la cocina de la abuelita, pero esta vez la ancianita lo había
pillado y se encontraba detrás de este con una escoba.

Abuelita: — ¡Ven acá! — Gritaba la anciana — ¡fuera de mi cocina! —

Uno no sabía qué hacer y en un momento sin querer tropezó de manera muy tonta con la pared, y
lo hizo dos veces, cosa que le llamo la atención a la abuelita.

Abuelita: — ¡Pobre criaturita!, si es ciego, y yo persiguiéndolo por toda la cocina debiste de asustarte
mucho amiguito — la anciana fue a su nevera y le obsequio un pedazo de queso — Ten hermosura,
disculpa haberte asustado de este modo, pobrecito debe ser difícil para ti vivir siendo un pobre
ratoncito ciego —

La anciana dejo al ratón fuera de su casa y se despidió de él. Uno siguió su camino hasta su hogar
que lo compartía con sus hermanos.

Uno: — ¡No van a creer lo que me paso hoy! —

Tres: — ¿Qué te ocurrió? — Examino a su hermano — Yo te veo bien, por lo menos aun tienes cola

Uno: — No seas tonto, hoy la vieja pensó que era ciego, y me ha regalado un enorme pedazo de
queso, que les parece —

Dos: — Es una señora muy buena, tú crees que podría darnos un poco a nosotros —

Uno: — Por supuesto, esa anciana vive sola, así que le agradara la compañía, mañana podemos ir
nuevamente sin problemas, comeremos muy bien —

A la mañana siguiente Uno y sus hermanos se presentaron en la cocina de la señora esperando su


ración del día.

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Abuelita: — Oh que tenemos aquí, si has traído unos amigos, me alegra, ¡Oh vaya, pero es que
también son ciegos! — Los miro con mucha curiosidad — Bueno me alegra que hayan venido les
tengo una sorpresa, para que no sufran más.

La anciana tomo a los ratones y los coloco en un terrario, tenía muchas plantas, rocas, y agua, un
habitad perfecta para ellos, pensó Uno, quien se atragantaba con los trozos de queso al igual que
sus hermanos.

Abuelita: — Me alegra que hayan disfrutado, pobres almas en desgracia, pondré fin a su sufrimiento,
ha debido de ser duro para ustedes — La anciana libero en el terrario a una enorme Boa — Mi
preciosa amatista los liberara de su sufrimiento, al mismo tiempo que la alimentan —

Los tres ratones comenzaron a dar vueltas por todo el terrario, que era nada más y nada menos que
el hábitat de la enorme boa que los perseguía, el primero en ser devorado fue Tres, Dos intento
esconderse en el agua, pero la boa lo engullo completo.

Uno intento escapar, logrando salir del terrario, pero solo pudo correr unos metros hasta que la
anciana lo atrapo y volvió a colocar dentro del terrario para ser devorado por la enorme serpiente.

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