LOS NOVENTA
pone al alcance de los lectores una coleccion con
temas de las clencias sociales. Mediante la public
esta serie proporciona un amplio espectro del pensamien-
to critico de nuestro tiempo.
PIERRE BOURDIEU
SOCIOLOGIA Y CULTURA
Traduccién:
MARTHA POU
srijalbo
Consejo Nactonal
per
MEXICO, D-F.134 ‘SOCIOLOGIA ¥ CULTURA
ban totalmente desvalidos, ya no tenian précticamente nade
‘que decir que no fueran trivialidades, cuando yo les planteabz
preguntas del tipo que se hacen en los sondeos de opi
nion —y también en las ensayos académicos. Son preguntas
que requieren que se adopte un estilo que consiste en hablar
de tal modo que la cuestidn de la verdad o falsedad no surja
El sistema escolar ensefia no solo un lenguaje, sino
con las cosas, con los seres, una relacién con el mun-
mente desrealizada."
* Bl lector encontrar andlisis complementarios en: Perre Bourdieu, ‘Le
"Actes de a recherche on sciences sociales, 4 de
Francaise, nist 34, mayo de 1977 pp. 17-34;
‘conditions socials e Tetieaité du scours rtuel”, en Actes dela rechercheen
sciences sociales, nims. 5-6, noviembre de 1975, pp. 185-190.
Algunas propiedades de los campos*
piedades dependen de su posicién en dichos e:pacios y pueden
analizarse en forma independiente de las caracteristicas de sus
5 (giacias a esto el proyecto de
resulta absurco y ya desde ahora es po:
aprende sobreel funcionamiento de cada camy
para interroger e i
logra superar a ant
cay de la teoria formal y v
nuevo campo, ya sea el d
moda de nuesiros dias 0 el
descubren prepiedades espe
particular, al tiempo que se contribuye al progreso del conoci
miento de los mecanismos universales de los campos que si
especifican en funcién de variables secundariss. Por ejemplo,
debido a las variables nacionales, ciertos mecanismos genéri.
‘0s, como la lucha entr
formas diferentes. Per
* Conference rigida aun grupo de filblogose historadores dela litera:
tura, en la Ecole normale supérieure en noviembre de 176
Bs136 SOCIOLOGIA ¥ CULTURA
y los intereses especi
(08, que son irreduct
otros campos 0 a sus
alo que se en-
ereses propios
disputa entre ge6grafos) y que no percibiré alguien que
ya sido construido para entrar en ese campo (cada categ
3s como absurd
cesario que haya algo en juego y gente dispuesta a jugar, que esté
dotada de los habitus que implican el conocimiento y reconoci-
mierito de las leyes inmanentes al juego, de lo que esté en juego,
etcétera,
Un habitus de filblogo es a la vez ui
ce técnicas, de referencias, un ci
mo la propensién a conceder t
texto, propiedades
nacional) de la di
n la jerarquia de las
condicién para que funcione el campo y el producto de dicho
funcionamiento (aunque no de manera
arse a recibir y consagrar ciert
La estructura del camp.
2as entre los agentes 0 l jones que intervienen en la
lucha 0, si ustedes prefieren, de la distribucién del capital
‘specified que ha sido acumulado durante luchas anteriores y
{que orienta las estrategias ulteriores. Esta misma estructura, que
se encuentra en la base de las estrategias dirigidas a transfor-
pre est en juego:
ponen en accién al monopolio de
dad especifica)
de los limites de este
10 se puede convertir en otra especie de capi-
tas condiciones, Basta con pensar, por
, en el fracaso de Cardin cuando quiso transferir a la
a cultura un capital acumulado en la alta costura: hasta el
10 de los criticos de arte sentia la obligaci6n de afirmar su.
superioridad estructural como miembro de un campo que era
ALGUNAS PROPIEDADES DE LOS CAMPOS 137
imo, diciendo que todo lo que hacia
10 era pésimo ¢ imponiendo asi
a su capital la tesa de cambio mas desfavorable.)
‘Aquellos que, dentro de un estado determinado de la relacion,
de fuerzas, moncpolizan (de manera més o menos completa) el
capital especifico que es el fundamento del poder 9 de la autori-
dad especifica caracteristica de un campo, se inelinan hacia
estrategias de conservacion —las que, dentro de los campos
Se ere eee acne ten cee
més jévenes) se inclinan
fn: las de la herejfa. La hi
, que est a menudo
la que obliga a los dominantes a salir de st
cio y les
impone la obligacién de producir el discurso defexsivo de la or-
todoxia, un pensamiento derecho y de derechas que trata de res-
te comprometids con un campo ti
ses fundamentaes comunes, es decir, todo aque
que queda reprimido en lo ordinario, en un
decir, todo Io que forma.
‘el mero hecho de jugar, de entrar en el juego.
en fa lucha contribuyen a reproducir el
de manera mas o menos completa segiin
ir la creencia en el valor delo que esta en
legados tienen que pagar un derecho de ad-
een reconocer el valor del juego (la selec
cién y cooptadén siempre prestan mucha atencidn a los
indices de adhesin al juego, de inversién) y en conocer (pric-
ciertos principios de funcionamierto del juego.
condenados a subversion,
ites, so pena
En realidad, las revoluciones parciales que se
cefectiian continsamente dentro de los campos no ponen en tela,