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En este camino podemos confiar en varias fuentes pero lo que sí es claro que existe una fuerza
adicional que conspira a nuestro favor: nuestra mente.
Cuando realmente deseamos algo, creemos en ello y emprendemos acciones para conseguirlo,
nuestra mente trabaja sin descanso para hacer que eso sea posible. Busca información,
patrones, ideas, conexiones, que nos acerquen a nuestro objetivo.
Tu cerebro toma nota de ello y empieza a jugar a tu favor. Abres una revista, el comercio, un
blog o una página y en lo primero que te fijas es en la información que tiene que ver con tu
proyecto. Si por casualidad conoces a alguien relacionado con él, prestas más atención a lo que
dice esa persona e intentas entablar amistad. De repente, en todo lo que te fijas es en lo que
tiene relación con él. Resulta que durante el día somos bombardeados con una cantidad
descomunal de información, y para no enloquecer, el cerebro ignora el 99% de esa
información. Pero cuando sembramos un pensamiento, un sueño, un objetivo, nuestra mente
deja de ignorar la información relacionada con ello.
En el tetris el objetivo es desaparecer las líneas para seguir acumulando las que vienen, cada
vez más rápido, cada vez en un orden aún más aleatorio, es como la vida todo lo anterior nos
pareció mucho más sencillo de lo que vivimos hoy.
Hace más de 2.500 años, Buda, un gran estudioso de lo que ocurre en nuestra cabeza, ya se
había dado cuenta de ello. “Cualquier cosa sobre la que reflexione y piense el practicante, se
convertirá en la inclinación de su mente”, afirmó.
Es decir, somos lo que pensamos. Las cosas en las que fijamos nuestra atención, la información
con la cual alimentamos nuestra mente, termina dando forma a la visión que tenemos del
mundo.
¿Cómo podemos usar el efecto Tetris a nuestro favor? Son muchas las maneras. Shawn Achor,
autor del libro que les hice referencia, recomienda usar el efecto Tetris para contrarrestar
nuestra tendencia a fijarnos en lo negativo y ser más optimistas. Si decidimos empezar a
fijarnos en las cosas buenas que nos ocurren, descubriremos que son muchas y que con
frecuencia las pasamos por alto.
Ser más consciente de lo que funciona en nuestra vida altera de manera dramática nuestra
percepción de ella, nos ayuda a verla de una manera más optimista y ser más agradecidos con
lo que tenemos. La ciencia lo tiene bastante claro: las personas agradecidas y optimistas
tienden a ser más prósperas.
Yo cada mañana, ( perdón por hacer referencia personal pero me parece importante en un uso
como ejemplo ) como parte de mi rutina, escribo 3 frases con las que busco sacar ventaja del
efecto Tetris. En ellas declaro lo que me gustaría hacer en el día y de esa manera pongo a mi
mente a buscar oportunidades para llevarlas a cabo.
Las frases las escribo en forma de pregunta, ya que cuando nos decimos a nosotros mismos
¿serás capaza de…? en lugar de “Voy a hacer…”, despertamos una respuesta más enérgica, se
convierte en un reto.
Un ejemplo de frases que pueden servir, incluso que pueden hacerse en este momento.