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PARTE I
RELEVANTE
Tesis:
«[…] tal y como lo precisó el Fiscal Delegado ante la Corte en la audiencia de
sustentación del recurso de casación, no se trata de un error de apreciación
en la valoración de la prueba, constitutivo de un falso raciocinio, como lo
presentó el demandante, sino de un error de hecho por falso juicio de
identidad, el cual tiene consecuencias trascendentales en el juicio de
responsabilidad deducido por el ad quem en contra del acusado, relacionado
con el delito culposo o imprudente, pues, como se verá a continuación, la
tergiversación de la prueba llevó a la conclusión de que el procesado
incumplió una norma de tránsito, con lo que faltó al deber objetivo de cuidado
y fue el causante del accidente que determinó los daños en el cuerpo y la
salud de la víctima.
“1. El autor debe realizar la conducta como lo haría una persona razonable y
prudente puesta en el lugar del agente, de manera que si no obra con arreglo
a esas exigencias infringirá el deber objetivo de cuidado. Elemento con el que
se aspira a que con la observancia de las exigencias de cuidado disminuya al
máximo los riesgos para los bienes jurídicos con el ejercicio de las actividades
peligrosas, que es conocido como el riesgo permitido.
Apotegma que se extiende a los ámbitos del trabajo en donde opera la división
de funciones, y a las esferas de la vida cotidiana, en las que el actuar de los
sujetos depende del comportamiento asumido por los demás.
4. El criterio del hombre medio, en razón del cual el funcionario judicial puede
valorar la conducta comparándola con la que hubiese observado un hombre
prudente y diligente situado en la posición del autor. Si el proceder del sujeto
agente permanece dentro de esos parámetros no habrá violación al deber de
cuidado, pero si los rebasa procederá la imprudencia siempre que converjan
los demás presupuestos típicos (Negrita fuera de texto original).”
Como quedó dilucidado, el acusado transitaba por una vía ordinaria y al llegar
a la vía principal con prelación, detuvo su marcha dentro del carril de
aceleración, que servía de enlace para ingresar a esa última, conocida como
carretera oriental. Por su parte, la motocicleta que transitaba en dirección
sur-norte por la vía principal, paralela a dicho carril de aceleración, al parecer
ingresó al mismo franqueando las líneas segmentadas que le prohibían
ejecutar esa maniobra. En ese instante se produjo la colisión, cuando la moto
chocó contra el espejo retrovisor del automóvil, el cual, se reitera, se
encontraba detenido de manera reglamentaria aprestando su incorporación al
flujo vehicular de la calzada principal.
De ello deviene con toda claridad que el hecho resultante no fue causado por
una infracción al deber objetivo de cuidado del conductor del automóvil, quien
acató la disposición normativa que persigue, precisamente, la evitación del
resultado producido. La consecuencia desencadenada, ajena a su
intervención, se produjo por la actividad desplegada por el otro sujeto
involucrado en el tránsito vial, por lo que no le es imputable, por culpa, al
acusado MP.
RELEVANTE
ASUNTO:
[…] advierte la Corte que son tres los temas que corresponde dilucidar en
orden a establecer si NHN es o no penalmente responsable de las lesiones
sufridas por YPPA: i) si la acción es imputable jurídicamente al procesado, ii) si
la víctima realizó una acción a propio riesgo que determinó su caída o iii) si el
desplome de la joven obedeció a un caso fortuito
Tesis:
[…]
Tesis:
Ese hecho, el cierre de la ventana por parte del implicado, fue demostrado a
través de la prueba testimonial en tanto ANG, LVJ C y JSRP vieron cuando el
inculpado realizó esa maniobra y así lo declararon en el juicio. Contrario a lo
manifestado por el demandante, entonces, no existe duda sobre este aspecto,
con mayor razón cuando la víctima y los estudiantes MPA y JDRV
manifestaron que aunque no observaron a N cuando cerró la ventana, todos
en el salón decían que él lo había hecho.
El riesgo asumido por YPPA no incluía que cerraran la ventana sobre la que
apoyaba su cuerpo al descender del altillo y, aunque sabía del peligro de caer,
no podía imaginar que ello ocurriría por la intervención de un tercero que
alterara sus propias acciones. De esta manera, los requisitos primero y
segundo no se satisfacen, por manera que las lesiones no se produjeron como
consecuencia directa de la autopuesta en peligro por parte de la víctima.
ASUNTO:
[…] son dos los temas que corresponde dilucidar en orden a establecer si
JMUR es o no responsable penalmente por el homicidio del joven mayor de
edad BDMH. Son ellos: El primero, si la víctima realizó una acción a propio
riesgo que determinó su deceso. El segundo, si el acusado tenía alguna
posición de garante que lo vinculara con el resultado letal producido
Tesis:
[…]
[…] son dos los temas que corresponde dilucidar en orden a establecer si
JMUR es o no responsable penalmente por el homicidio del joven mayor de
edad BDMH. Son ellos: El primero, si la víctima realizó una acción a propio
riesgo que determinó su deceso. El segundo, si el acusado tenía alguna
posición de garante que lo vinculara con el resultado letal producido.
[…]
(ii) El sujeto agente observa los deberes que le eran exigibles y es otra persona
perteneciente al grupo la que no respeta las normas o las reglas del arte (lex
artis) pertinentes. Lo anterior, en virtud del llamado principio de confianza,
según el cual, quien actúa reglamentariamente, espera de los demás un
comportamiento reglamentario.
En este asunto se satisface la primera exigencia, pues el joven BDMH, por ser
mayor de edad para el día de los hechos (nació el 3 de marzo de 1988), sin
anomalía alguna que le impidiera comprender su comportamiento, además de
ser estudiante universitario, estaba en condiciones de decidir si se
transportaba o no en la parte de atrás del tráiler cargado con cáscara de coco
proveniente de Cali, esto es, tenía bajo su control la decisión sobre el sí y el
cómo del desarrollo de la situación peligrosa.
RELEVANTE
[…]
De allí que, bajo la comprensión de que tanto el acusado LEEA, como gerente
de la entidad pública, así como LHVO, en calidad de representante legal del
organismo de derecho privado, acudieron a la realización del acto jurídico del
que derivó la elusión del plazo del contrato inicial y de la licitación pública
para la adjudicación de un nuevo contrato, corresponde a cada uno de ellos,
en virtud del principio de unidad de imputación, responder conforme a su
forma de intervención en las conductas punibles. Ello en razón del concepto
que en materia de participación criminal enseña que ante la concurrencia de
varios sujetos activos en la ejecución de delitos especiales o delitos de
infracción de deber, todos quienes intervengan en su realización deben
responder penalmente, manteniéndose para cada uno de ellos la unidad de
imputación y la calidad personal en su participación.
Por lo tanto, en lo que atañe al acusado VO, se evidenció que sin poseer las
condiciones especiales que demandan los tipos penales que le fueron
imputados, tomó parte en la realización de las conductas punibles y esa es la
medida de su responsabilidad penal, relativa a un grado de participación
accesoria por su condición de interviniente frente a las conductas desplegadas
por el autor calificado.
[…]
[…]
Bien puede advertirse que el riesgo creado para el bien jurídico en el presente
caso no consistió en que VO, como individuo particular, haya elevado una
petición a la Administración Pública, pues esa es una conducta no solamente
tolerada socialmente sino que constituye el ejercicio de un derecho
constitucional.
[…]
[…]
De otro lado, con notable impropiedad, el recurrente invoca la presencia de
criterios de determinación del riesgo permitido, alusivos al principio de
confianza, a la prohibición de regreso y al principio de autodeterminación,
pretendiendo con ello justificar la ausencia de responsabilidad del procesado
LHVO.
[…]
[…] el principio de confianza se fundamenta en el principio de
autorresponsabilidad, en la medida en que el ámbito de responsabilidad de
cada uno se limita a su propia conducta, de tal manera que el compromiso
deducido a VO deviene de su propia actuación, sin que a ella se extienda
como forma de responsabilidad la reprochada realización lesiva de LEEA.
RELEVANTE
ASUNTO:
Determinar si, acorde con los cargos propuestos, el juicio de responsabilidad
fue el resultado de los errores de hecho denunciados; más exactamente, si es
válida la inferencia contenida en el fallo, en el sentido de que el médico
patólogo dr. JÉDE desconoció la lex artis de la patología, con incidencia en la
producción del daño
[…]
[…]
[…]
[…]
iii) El tejido extraído a la paciente, el mismo que fue examinado por el
patólogo, dr. DE, y que dio lugar a la conclusión mencionada anteriormente,
no fue debidamente identificado en su exacta localización.
[…]
[…]
Lo relevante en este caso fue que, conociendo el dr. D -como bien la conoce
cualquier patólogo competente- la dificultad inherente a la distinción entre la
lesión maligna y la benigna -pues ya se ha dicho que la lesión benigna se
suele presentar como si fuera maligna o, lo que es lo mismo, la lesión maligna
enmascara una condición que en realidad no lo es- se quedó con su
observación inicial y pasó por alto algunos de los factores para valorar la
pertinencia de la lex artis del oficio al tratamiento de la paciente RC, en
particular la trascendencia vital que para la condición de vida de aquella
suponía un diagnóstico de carcinoma, así como los antecedentes del propio
caso.
[…]
[…]
Tales circunstancias, suficientemente conocidas por el dr. DE, han debido
conducirlo a extremar el rol de garante (artículo 25, numeral 1º, del Código
Penal), el cuidado debido, y ajustar la lex artis a la particular situación que se
le presentaba, en obedecimiento al mandato consagrado en el artículo 10 de la
Ley 23 de 1981: “el médico dedicará a su paciente el tiempo necesario para
hacer una evaluación adecuada de su salud e indicar los exámenes
indispensables para precisar el diagnóstico y prescribir la terapéutica
correspondiente” (subraya la Sala)».
Por tanto, que algunos oncólogos o patólogos -la mayoría- hayan conceptuado
que ante un caso como este acudirían al examen especializado que se echa de
menos, y otros -los menos- dijeran que ese examen no era necesario, no
resuelve el tema de si era o no obligatorio practicar el aludido estudio, pues
no se puede afirmar categóricamente con pretensión de verdad universal que
unos estén en lo cierto y los otros fatalmente errados, pues no cabe duda que
unos y otros conocen la lex artis de su profesión.
RELEVANTE
Tesis:
«A partir de los hechos estipulados por las partes, así como de la hipótesis
conforme a la cual el disparo obedeció a un juego o broma por parte del
acusado JJFM (pues accionó el arma de fuego sin haberla revisado en forma
adecuada, creyendo que ya no tenía municiones), las instancias lo
condenaron como autor de una conducta de homicidio agravado con dolo
eventual, para lo cual expusieron dos (2) criterios: (i) el sujeto agente debió
haberse representado la realización del resultado típico; y (ii) tenía
conocimientos especiales en el uso y cuidado de su revólver, es decir, sabía
que “con un arma de fuego no se podía jugar”.
Con esta postura, el Tribunal violó de manera directa la ley sustancial por
aplicación indebida del artículo 104 del Código Penal y, a su vez, falta de
aplicación del artículo 109 de dicho estatuto, que consagra el delito de
homicidio culposo.
Por un lado, la parte final del artículo 22 de la Ley 599 de 2000, que consagra
en la legislación colombiana la figura del dolo eventual, señala que el
comportamiento también será doloso “cuando la realización de la infracción
penal ha sido prevista como probable y su no producción se deja librada al
azar”. Es decir, la ley contempla en estos casos que el sujeto haya reconocido
la calidad peligrosa de su acción (en el grado de probabilidad) para efectos del
menoscabo del bien jurídico.
Por otro lado, el cuerpo último del artículo 23 del Código Penal, que
contempla la culpa con representación, establece que la acción será
imprudente cuando el agente ha previsto el peligro previsible, pero “confió en
poder evitarlo”. Es decir, el autor del injusto igualmente sabe que su conducta
representa un riesgo para el bien jurídico, susceptible de concretarse en la
realización del resultado que percibió, si bien espera que no se producirá.
En otras palabras, no basta tan solo con haber previsto la producción del
resultado para descartar imprudencia e imputar dolo. Debía también
establecerse que el conocimiento del agente sobre la situación riesgosa le
permitía suponer que las condiciones que podrían conducir a la realización de
dicho resultado no estaban bajo su control. O, en el caso de haber contado
con tal suposición de controlar los factores de riesgo, que ello obedeció a un
error o estado irracional, en lugar de uno racional, como por ejemplo
cualquiera relacionado con la eficacia de las medidas que de hecho empleó
para neutralizar el peligro. Los funcionarios judiciales en ningún momento
abordaron esta clase de consideraciones, indispensables para la
estructuración del elemento cognitivo en el dolo eventual.
Tesis:
«Con el respeto de siempre por la opinión mayoritaria de la Sala, y acorde con
las manifestaciones que expresé durante la discusión del proyecto, una vez
derrotada la ponencia que presenté a su consideración, me permito consignar
los motivos por los que no comparto la decisión de casar de oficio y
parcialmente la sentencia de segundo grado, en razón de la trasgresión directa
de la norma sustancial por aplicación indebida del artículo 104 del Código
Penal y la correlativa falta de aplicación del artículo 109 ibídem, en la que
supuestamente incurrió el Tribunal, que condujo a que se condenara al
acusado FM por el delito de homicidio doloso -eventual-, cuando la
calificación jurídica al tipo subjetivo que correspondía, de acuerdo con los
hechos declarados en las instancias, era en la modalidad culposa -culpa
consciente o con representación-.
[…]
Sin embargo, tales tesis enfrentan serias objeciones que no son abordadas en
la decisión de la mayoría, tales como, que no son reconocidas como pauta
general para distinguir entre dolo e imprudencia, y que la voluntad de
evitación no constituye elemento esencial de la imprudencia ni es criterio
definitorio del dolo eventual, constituyéndose a lo sumo en una regla de
inferencia probatoria, a pesar de lo cual son acogidas por la Sala como si
fueran las que actualmente imperan en la doctrina y, por contera, se
desconoce la pluricitada jurisprudencia de esta Corporación que acoge la
teoría de la probabilidad.
Tesis:
«En la teoría de la imputación objetiva, para que un resultado sea
objetivamente imputable a una conducta se requiere, además de la relación de
causalidad, que la misma haya creado un riesgo jurídicamente desaprobado y
ese riesgo se haya realizado en el resultado, entendido este último en un
sentido normativo y no exclusivamente naturalístico.
Tesis:
«Una de las teorías que pretenden diferenciar el dolo eventual de la culpa con
representación es la llamada “decisión a favor de la posible lesión de bienes
jurídicos” formulada por Claus Roxin, según la cual “quien incluye en sus
cálculos la realización de un tipo reconocida por él como posible, sin que la
misma lo disuada de su plan, se ha decidido conscientemente -aunque solo
sea para el caso eventual y a menudo en contra de sus propias esperanzas de
evitarlo- en contra del bien jurídico protegido por el correspondiente tipo”, la
cual ha sido criticada por un sector de la doctrina autorizada por las mismas
objeciones que se formulan a las teorías del consentimiento, abandonas por la
legislación penal vernácula a partir del código de 2000, valga decir, porque se
amplía arbitrariamente el concepto psíquico de “decisión”, semejante al de
“voluntad” de las tesis volitivas, aplicándolo a eventos en los que el agente “no
quiso” determinado resultado; amén de las dificultades que plantea la
constatación de un hecho interno del agente.
En efecto, a tal aserto caben las mismas objeciones que se han venido
formulando a la decisión de la que se disiente, toda vez que afirmar que el
acusado FM “no tuvo la intención directa de atentar contra el bien jurídico” en
manera alguna es argumento suficiente sostener la atribución del resultado
muerte de MJAH en la modalidad de culpa consciente, pues dicho elemento,
esto es, no querer la realización de la infracción penal que se advierte como
probable, es también fundamento del dolo eventual.
Tesis:
«[…] Al margen de los motivos de política criminal que se esgriman, o de las
funciones de la pena que se arguyan, tales razones en manera alguna se
ofrecen pertinentes para sustentar la atribución de una específica modalidad
de conducta, valga decir, dolo eventual o culpa consciente, frente a un
determinado resultado lesivo.
Tesis:
«El criterio para determinar si se está ante un delito cometido con dolo
eventual o con culpa con representación, conforme lo ha expresado la Sala a
partir de la teoría de la representación, según viene de recordarse, es el grado
de probabilidad del resultado advertido por el autor, así que si éste se
representa una gran probabilidad de que se producirá y deja su no realización
librada al azar, se estará ante lo primero y, si la posibilidad admitida es lejana
y se confía, racionalmente, en su evitación, se estará ante lo último.
[…]
De los hechos que se acaban de reseñar surge con claridad que el procesado,
por su condición de patrullero de la Policía Nacional, tenía conocimiento sobre
el manejo de armas de fuego, entre otras cosas, de la manera como debían
descargarse y usarse.
En esa medida, sabía que la forma correcta de despojar el arma de los
cartuchos era accionando el seguro del cilindro, proceder a sacar el mismo y,
acto seguido, empujar la varilla extractora para conseguir la expulsión de la
munición alojada en el tambor.
[…]
Así las cosas, frente al caso de la especie se tiene que las armas de fuego, por
el peligro real que envuelven, en tanto están diseñadas para lesionar, exigen
del cumplimiento riguroso de protocolos para garantizar su manejo seguro.
Del peligro que significan las armas de fuego y de los protocolos que se deben
seguir para su manipulación segura, era pleno conocedor el procesado, como
quiera que había culminado su instrucción para convertirse en patrullero de
la Policía Nacional, a quien por tal motivo se le había entregado uno de esos
artefactos para el cumplimiento de sus deberes.
Dentro de esos protocolos estaba el que se debe seguir para descargar el arma
de fuego que se le entregó, el cual, como se dejó expuesto, exigía hacer uso de
la varilla extractora con el fin de garantizar la total expulsión de los
cartuchos, incluso contarlos y revisar que el cilindro estuviera vacío,
previsiones que el acusado no atendió, en tanto que solo volteó el arma para
sacarlos, pues de lo contrario no habría quedado uno de ellos alojado en el
tambor, el cual a la postre le segó la vida de la víctima.
Ahora, amén de conocer el riesgo concreto que representan las armas de fuego
y que las mismas no se descargan de la manera que lo hizo, optó por apuntar
contra la víctima y accionar el gatillo, a pesar de que el “Decálogo de
seguridad con las armas de fuego” de la Policía Nacional establece que
“nunca” se debe apuntar un arma hacía objetivos a los que no se pretende
disparar.
Por tanto, para que pudiera afirmarse con alguna expectativa de éxito que el
homicidio que convoca la atención es culposo, como lo sostiene la decisión
mayoritaria, era necesario que demostrara que la posibilidad del resultado era
remota e igualmente cierta la confianza en poder evitarlo, aspectos que no
fluyen de las pruebas conforme viene de analizarse.
[…]
[…]
El Código Penal —artículo 21— expresa que la conducta será dolosa cuando
la realización de la infracción penal ha sido prevista como “probable”, así que
a propósito de esto, la teoría de las probabilidades enseña que la frecuencia de
un acontecimiento dependerá de las condiciones en que se realice el evento
(CSJ SP, 26 oct. 2011, rad. 36357).
En esa medida, no llama a dudas, frente al caso que concita la atención, que
si se repitiera el evento conforme las precisas circunstancia presentadas y
vista la manera como el procesado descargó su arma de fuego, la probabilidad
de que el resultado se produjera era inminente, pues al respecto baste
recordar que el primer respondiente, el policial EPO, quien también había sido
armerillo, al ser interrogado acerca de si al descargar el tambor alguna vez se
le había quedado munición adentro, expresó que “a veces ocurre que la
munición no es nueva, o sea, lleva cierto tiempo y la pólvora tiende a
expandirse un poco… [y] … por el polvo, por lo sudado que el arma está, por
lo mojado que pueda estar, se traba, por eso el revólver tiene una manija, una
varilla”.
Tesis:
«Con el habitual respeto por la decisión mayoritaria, salvo parcialmente mi
voto porque, si bien los juzgadores de primera y segunda instancias -según lo
dejó consignado la Corte- de manera errónea entremezclaron elementos de la
culpa y del dolo eventual cuando, por ejemplo, adujeron que el procesado
actuó en forma descuidada, juguetona o de retozo, soy del criterio que no
había lugar a casar oficiosamente la providencia de segunda instancia, toda
vez que JJFM actuó con dolo eventual.
Tesis:
«La persona, entendida como una construcción social, es sujeto de imputación
a partir de las expectativas y las defraudaciones. Para tales efectos, se debe
tener claro cuáles son sus deberes generales y concretos y cuáles sus roles,
pues, en razón de estos, adquiere la posición de garante. Si defrauda esos
roles, procede el juicio de imputación.
Bajo este norte, para el injusto penal resulta relevante la relación existente
entre “expectativas-defraudaciones”, en cuanto el hombre, entendido como un
ser social, está llamado a desarrollar ciertos cometidos y, en ese orden, de
cada uno se espera que cumpla con ese papel que le corresponde. De modo
que si actúa conforme a aquél, esto es, como se espera, colma las
expectativas, empero, si ejerce su función en forma imperfecta, las defrauda.
Una vez demostrada la existencia del riesgo creado, es preciso comprobar que
por razón del mismo se produjo el resultado final.
En esta ocasión se constata que no existía un riesgo permitido. Es más, se
muestra socialmente desaprobado que el procesado, patrullero de la Policía
Nacional, apunte con un arma de fuego a una persona indefensa (su novia), a
casi 10 centímetros de su oído, que no ha desplegado conducta alguna que
permita inferir que cometerá una conducta punible y accione el gatillo
atentando contra su humanidad.
Tesis:
«Para la mayoría de la Sala, el proceder de FM se adecua en la categoría de la
culpa con representación y no a la del dolo eventual.
Al respecto, debo admitir que distinguir entre esas dos formas en que se
manifiesta el hecho punible no ha sido tarea fácil para la doctrina y la
jurisprudencia, en cuanto la línea divisoria es bastante delgada, pero no
invisible.
Entre las varias teorías formuladas por la doctrina para superar la dificultad,
está (i) la del consenso o consentimiento, conforme a la cual el elemento
distintivo es la aprobación interior de la realización del resultado, esto es, que
al autor consiente en la posibilidad del resultado; (ii) la de la probabilidad, en
virtud de la cual se verifica la representación que el autor se haya hecho del
resultado advertido, por ende, habrá dolo eventual “cuando el autor advirtió
una gran probabilidad de que se produjese el resultado” y culpa con
representación o consciente si la posibilidad del resultado “reconocida por el
autor era muy lejana”.
Tesis:
«Principio lógico de la razón suficiente.
(...)
En las instancias se concluyó de acuerdo con el material probatorio, que la
caída del niño al mar y su consecuente ahogamiento obedeció a la total
desatención por parte de LP en la conducción del bote al no portar el mínimo
elemento de supervivencia del chaleco, en una embarcación que por demás
carecía de los permios para la navegabilidad, pues no era apta para
actividades recreativas al "no contar con un casco que contenga la altura de la
borda para evitar precisamente la caída de los ocupantes al mar".
Tesis:
«Sobre el incumplimiento de los reglamentos que regulan la actividad de
conducción por parte del motociclista, es cierto que se determinó que las
llantas del vehículo se encontraban en mal estado, lo cual pudo haber
incidido en que resbalara en el terreno gredoso por el que se desplazaba junto
con el bus de transmilenio. Sin embargo, el indebido incremento del riesgo fue
atribuido al conductor de este último en razón a la deducción del Tribunal
acerca de que éste no guardó la respectiva distancia respecto de la motocicleta
y que no adoptó medidas de precaución que le eran exigibles dadas las
condiciones de la vía que tenía que compartir con vehículos de menor
tamaño».
M. PONENTE : JOSÉ LEONIDAS BUSTOS MARTÍNEZ
NÚMERO DE PROCESO : 45329
NÚMERO DE PROVIDENCIA : AP2780-2015
CLASE DE ACTUACIÓN : CASACIÓN
TIPO DE PROVIDENCIA : AUTO INTERLOCUTORIO
FECHA : 25/05/2015
DELITOS : Homicidio
FUENTE FORMAL : Ley 600 de 2000 art. 176, 213, 310 / Ley
599 de 2000 art. 83, 84, 109, / Ley 769 de
2002 art. 55, 63, 74, / Ley 57 de 1887 art.
2356, 2357
«El deber de cuidado ha sido analizado por la doctrina desde dos aspectos: (a)
el deber de cuidado interno, que obliga a advertir la presencia del peligro y (b)
el deber de cuidado externo que consiste en la carga de comportarse
externamente conforme con la norma de cuidado y que tiene tres
manifestaciones principales: (i) el deber de estar debidamente preparado para
realizar acciones peligrosas y en su defecto abstenerse le realizarlas; (ii) el
deber de prepararse e informarse previamente a emprender acciones que
puedan resultar peligrosas y; (iii) el deber de actuar prudentemente en
situaciones peligrosas.
En el presenta asunto, la Sala advierte que el procesado cumplió con los dos
primeros deberes, es decir, el procesado contaba con licencia de conducción
que lo acreditaba como persona idónea para realizar la actividad de conducir
y con una experiencia de 12 años en el desarrollo de la actividad. Igualmente,
era conocedor de las circunstancias de luminosidad, pues informó que
recorría desde hace varios meses la ruta en la que se desató el fatídico
accidente.
Sin embargo, es el tercer deber el que no acató, como quiera que no realizó la
actividad de conducir con la máxima atención para evitar la lesión de bienes
jurídicos propios o ajenos pudiendo hacerlo, es decir, violó el deber de no
actuar imprudentemente.
Ahora bien, debido a que no existe un catálogo de deberes de cuidado, la
doctrina y la jurisprudencia han sistematizado una serie de pautas que sirven
de directrices para establecerlo, que han sido concretadas por la Corte.
(...)
Así, el hecho resultante fue causado por la infracción al deber de cuidado del
conductor, pues es preciso recordar que la imprudencia no es un concepto
psicológico sino normativo, en donde lo decisivo es la infracción a la norma de
cuidado, que al ser violada, como en este caso, torna la acción imprudente por
sí misma y la agrava al causarse el resultado lesivo del bien jurídico vida de
dos ciudadanos que constituye el resultado que la norma pretende evitar.
(...)
Contrario a lo propuesto por la censora, no hay duda que CAPC tenía posición
de garante de los peatones y, entre ellos también de las víctimas, pues el
artículo 55 de la Ley 769 de 2002 se lo adjudica al exigirle en el desarrollo de
la actividad peligrosa un comportamiento que no obstaculice, perjudique o
ponga en riesgo a los demás, al tiempo que el artículo 63 ibídem le impone el
deber de respetar los derechos e integridad de los caminantes,
responsabilidad que no desaparece porque otras personas tengan también
asignadas cargas en igual sentido o porque no las cumplan».
Tesis:
«La Sala examinará si la muerte de los peatones fue producto de una acción a
propio riesgo que pueda excluir la imputación objetiva, para lo cual la
jurisprudencia de la Corporación ha venido exigiendo:
(...)
(...)
«La Sala ha estimado en respuesta del cargo anterior cómo la muerte de las
víctimas tuvo ocurrencia por violación al deber de cuidado por parte del
procesado y de qué manera el estado de embriaguez de las víctimas no es
determinante para eximir de responsabilidad al encartado. Por tal motivo, el
presupuesto fáctico del que parte este ataque carece de veracidad, pues, en
momento alguno le ha sido imputada la responsabilidad al acusado basada en
factores objetivos sino que por el contrario, la culpa exclusivamente a él
atribuible fue suficientemente demostrada.
(...)
El cargo no prospera».
Tesis:
«No está de más advertir que “la teoría de la imputación objetiva” a la cual
aludió el Tribunal en la sentencia recurrida extraordinariamente no es lo
mismo que la “responsabilidad objetiva”. La primera es una doctrina general
de la conducta típica que en manera alguna desconoce que los sujetos
imputables en derecho penal responden únicamente cuando cometen una
conducta típica, antijurídica y culpable. La segunda -erradicada del derecho
penal nacional a través del artículo 12 del Código Penal— consiste en el
reproche a una persona por la sola causación del resultado, sin consideración
a su culpabilidad».
RELEVANTE
Tesis:
«Huelga señalar, la responsabilidad penal opera no por virtud de desatender
mínimos funcionales, sino en atención al efecto que ello produce.
(...)
RELEVANTE
Cuando el error recae en el nexo causal que debe existir entre la conducta y el
resultado, por desviación del desarrollo del suceso (error in personan,
aberratio ictus, dolus generalis), la doctrina considera que se está frente a un
error de tipo, pues dicha relación hace parte de la faz objetiva de la tipicidad,
como quedó atrás visto, cuya potencialidad de excluir el dolo radica en que
«En todos estos supuestos se da una divergencia entre el curso causal que el
autor se representó en el momento de la acción y el que realmente ocurrió: en
la medida en que la producción causal del resultado sea un elemento del tipo,
debe ser objeto del conocimiento del dolo» .
(...)
(...)
RELEVANTE
RELEVANTE
(...)
RELEVANTE
(...)
Se extrae de esta cita que, más allá del solo nexo de causalidad entre la acción
y el resultado, la atribución de responsabilidad en grado de culpa demanda
que el comportamiento imprudente del sujeto activo de la infracción se
despliegue creando o extendiendo un riesgo no permitido o jurídicamente
desaprobado —en relación con las normas de cuidado o reglas de conducta—
y necesariamente se concrete en la producción del resultado típico, lesivo de
un bien jurídico protegido.
Esto, teniendo en cuenta que en vigencia de la Ley 599 de 2000 (artículo 9º),
«la causalidad por sí sola no basta para la imputación jurídica del resultado».
Y de acuerdo con el artículo 13 del Decreto 3380 del mismo año, se prevé que
«[t]eniendo en cuenta que el tratamiento o procedimiento médico puede
comportar efectos adversos o de carácter imprevisible, el médico no será
responsable por riesgos, reacciones o resultados desfavorables, inmediatos o
tardíos de imposible o difícil previsión dentro del campo de la práctica médica
al prescribir o efectuar un tratamiento o procedimiento médico».
Una lista —no exhaustiva, por supuesto— de las precauciones que con
carácter general debe atender el profesional de la medicina se podría integrar
con las obligaciones de i) obtener el título profesional que lo habilita para
ejercer como médico y especialista o subespecialista en determinada área, lo
que no significa que la posición de garante surja natural de la simple
ostentación de aquel, pues se demanda la asunción voluntaria del riesgo, o
sea de la protección de la persona, ii) actualizar sus conocimientos con
estudio y práctica constante en el ámbito de su competencia, iii) elaborar la
historia clínica completa del paciente, conforme a un interrogatorio adecuado
y metódico iv) hacer la remisión al especialista correspondiente, ante la
carencia de los conocimientos que le permitan brindar una atención integral a
un enfermo, v) diagnosticar correctamente la patología y establecer la terapia
a seguir , vi) informar con precisión al sujeto, los riesgos o complicaciones
posibles del tratamiento o intervención y obtener el consentimiento informado
del paciente o de su acudiente , vii) ejecutar el procedimiento —quirúrgico o
no— respetando con especial diligencia todas las reglas que la técnica médica
demande para la actividad en particular y, viii) ejercer un completo y
constante control durante el postoperatorio o postratamiento, hasta que se
agote la intervención del médico tratante o el paciente abandone la terapia.
Tal como se viene sosteniendo, no basta la constatación de la infracción al
deber objetivo de cuidado para atribuir el comportamiento culposo; tampoco
el incremento o creación del riesgo no permitido. Se insiste, la conducta
negligente del facultativo debe tener repercusión directa en el disvalor de
resultado, pues si la lesión o la muerte de la persona sobreviene como
derivación de situaciones al margen de la práctica médica o por alguna táctica
distractora del tratamiento asumida por parte del paciente —autopuesta en
peligro o acción a propio riesgo—, no habría lugar a imputar el delito
imprudente al galeno, pues sería a aquél y no a éste, entonces, a quien se
debería atribuir la contribución al desenlace transgresor del interés jurídico
tutelado” ».
RELEVANTE
(...)
El hecho de que la citada norma, o bien los artículos 23 y 120 del Código
Penal, no establezcan de manera taxativa cuáles son las situaciones
anormales y excepcionales que desvirtúan la vigencia del principio de
confianza y, en consecuencia, hacen prevalecer el de defensa, no configura el
yerro de interpretación normativa que pregona el casacionista, pues, como ya
se dijo y se subrayó, la determinación de la efectividad del principio de
confianza en un ámbito de interrelación está guiada por la apreciación
racional de las pautas que la experiencia brinda o de las concretas
condiciones en que se desenvuelve una actividad u organización determinada,
de suerte que no es procedente ni exigible fijar, de manera taxativa y
excluyente, las particulares situaciones que hacen prevalecer el principio de
defensa frente al de confianza.».
RELEVANTE
(...)
(...)
(...)
(...)
Una lista -no exhaustiva, por supuesto- de las precauciones que con carácter
general debe atender el profesional de la medicina se podría integrar con las
obligaciones de i) obtener el título profesional que lo habilita para ejercer
como médico y especialista o subespecialista en determinada área, lo que no
significa que la posición de garante surja natural de la simple ostentación de
aquel, pues se demanda la asunción voluntaria del riesgo, o sea de la
protección de la persona, ii) actualizar sus conocimientos con estudio y
práctica constante en el ámbito de su competencia, iii) elaborar la historia
clínica completa del paciente, conforme a un interrogatorio adecuado y
metódico iv) hacer la remisión al especialista correspondiente, ante la carencia
de los conocimientos que le permitan brindar una atención integral a un
enfermo, v) diagnosticar correctamente la patología y establecer la terapia a
seguir, vi) informar con precisión al sujeto, los riesgos o complicaciones
posibles del tratamiento o intervención y obtener el consentimiento informado
del paciente o de su acudiente, vii) ejecutar el procedimiento -quirúrgico o no-
respetando con especial diligencia todas las reglas que la técnica médica
demande para la actividad en particular y, viii) ejercer un completo y
constante control durante el postoperatorio o postratamiento, hasta que se
agote la intervención del médico tratante o el paciente abandone la terapia.
(...)
(...)
(...)
La víctima no solo era una paciente de alto riesgo, en la medida que cursaba
su cuarto embarazo y había superado la semana 20 de gestación sino que
exhibía para ese primigenio momento dos signos característicos de la fase más
severa de la preeclampsia: epigastralgia nivel 10 y vómito, y dos síntomas de
la fase moderada de la enfermedad: presión arterial de 140/90 y ausencia de
movimientos fetales por 3 días, cuadro clínico conforme al cual cualquier
médico especialista en ginecología y obstetricia, no confundiría estos síntomas
para enfocarlos en otras dolencias, quedando impelido a descubrir la
enfermedad en progreso hacia una eclampsia, tal como incluso lo hizo el
médico general que con menos capacitación y experiencia la atendió en el
servicio de urgencias.
(...)
(...)
(...)
Pese a ser conciente el procesado de que la paciente para ese instante tenía
una preeclampsia, pues así lo admitió en la injurada(128) y en la audiencia
pública de juzgamiento -y lo reitera con especial énfasis el recurrente en la
demanda-, inexplicablemente dicho galeno permaneció inmutable frente al
tratamiento adecuado para evitar que evolucionara hacia una eclampsia.
(...)
(...)
(...)
Esto, teniendo en cuenta que en vigencia de la Ley 599 de 2000 (artículo 9º),
“la causalidad por sí sola no basta para la imputación jurídica del
resultado.”».
(...)
Aunque dependiendo del tipo de procedimiento practicado al paciente, la fase
postquirúrgica o de postratamiento se ciñe a diferentes tipos de
especificaciones, entre ellas, la impartición de una gran variedad de
precauciones a tener en cuenta por la persona intervenida y/o sus
acudientes, la Ley 23 de 1981 y sus decretos reglamentarios prevén como
parámetro general que debe ser estrictamente acatado por el profesional de la
salud a fin de mantener su actividad dentro del margen del riesgo permitido,
el de no exponer a su paciente a riesgos injustificados (artículo 15),
entendidos estos como “(…) aquellos a los cuales sea sometido el paciente y no
correspondan a las condiciones clínicopatológicas del mismo” (canon 9º del
Decreto 3380 de 1981).
(...)
(...)
Nótese que, tal como se expuso atrás, cuando hay evidencia de sufrimiento de
la piel, es indispensable que el médico tome todas las medidas
imprescindibles para evitar -como era su obligación médica- que la lesión
terminara degenerándose en una fascitis necrotizante como la que padeció la
ofendida. Así, se tiene que atendiendo la “evolución y deterioro en la piel
abdominal”, el deber objetivo de cuidado le demandaba al galeno en términos
del dictamen médico pericial un “tratamiento especializado”.
(...)
el objeto de examen se dirige a identificar si se incurrió en un riesgo
jurídicamente desaprobado durante la actividad médica realizada durante la
fase postquirúrgica. Por ello, es necesario remitirse al consentimiento
informado, que constituye el contrato mediante el cual el paciente manifiesta
libre y voluntariamente la aceptación de la práctica del procedimiento con los
riesgos y complicaciones expresamente consignadas en el documento, bajo el
supuesto de haber sido previamente conocidas en detalle por aquél y
advertidas por el galeno.
(...)
Además, de cualquier manera, de ser laxos, o sea, de entender que la
advertencia sobre los riesgos del procedimiento incluyó por lo menos, a la
infección, la cual evidentemente aparece expresa en el consentimiento
informado para liposucción, para entonces, sugerir que la conducta del
procesado respetó en todo caso el riesgo permitido, lo cierto es que lo probado
en el expediente refleja que pudiendo actuar de forma más diligente, es decir,
aplicando las terapias correctivas establecidas por la comunidad científica
para aminorar los efectos nocivos del eritema, el inculpado dejó que la
patología avanzara hacia su nivel más devastador habiendo tenido la
oportunidad de evitarlo, permitiendo que pasara por la epidermólisis -jamás
advertida a la paciente como probable riesgo- hasta la fascitis necrotizante de
la mayor parte del abdomen que luego de la desbridación, debió ser tratada
con éxito por otros profesionales especializados en dermatología e infectología
a efecto de conjurar la infección.
(...)
En cambio, como se viene demostrando, fue la actitud imprudente del galeno
en el manejo médico de la patología la que ocasionó el resultado típico que le
generó a la víctima la deformación definitiva de su abdomen.
(...)
Así las cosas, es posible concluir que el resultado -lesiones en el plexo
subdérmico que corresponden a una deformidad permanente en el cuerpo- es
una expresión concreta de la conculcación por parte del enjuiciado de los
protocolos y normas que regulan el deber objetivo de cuidado, que por
consiguiente, le es imputable.».
RELEVANTE
Respóndese:
(...)
(...)
Frente a esa constelación de casos “existen supuestos en los que concurre, sin
duda alguna, una conexión suficiente entre el riesgo inicial creado por el
autor y el resultado final, y en los que esa conexión no se ve desvirtuada por
una conducta de la víctima o una conducta de otro sujeto. En los supuestos
en los que se trata de una conducta concurrente de otro sujeto, cuando son
dos los riesgos que explican el resultado —cadena de imprudencias—, la
solución es sencilla: se tratará de un supuesto de autoría accesoria, ambos
sujetos responderán”.
(...)
De esa manera si, por ejemplo, un conductor que al ejecutar dicha maniobra
imprudente ocasiona que un primer vehículo que viene en sentido contrario
por evadirlo se precipite a un abismo produciendo la muerte de la mayor parte
de sus ocupantes y lesiones a los restantes y que un segundo rodante que
viene inmediatamente detrás de éste colisione contra una vivienda, por la
imposibilidad de reaccionar adecuadamente, falleciendo todos sus ocupantes,
así como los habitantes que se encontraban en el inmueble —y así
sucesivamente en cuanto la cadena de consecuencias esté conectada con la
conducta riesgosa— al autor, sin lugar a duda, le serán imputables todos los
resultados producidos.” (negrillas fuera de texto).
(...)
(...)
RELEVANTE
PROHIBICIÓN DE REGRESO
Tesis:
«En el campo de la imputación del resultado, y con el propósito inequívoco de
morigerar o tal vez enmendar la teoría de la equivalencia de las condiciones en
materia de causalidad material, el derecho penal a partir de la teoría de la
imputación objetiva ha desarrollado unos filtros, dirigidos a evitar que
algunos comportamientos inocuos para el derecho penal, por vía de sus
resultados terminen siendo atribuidos penalmente a quien desplegó cualquier
tipo de comportamiento y causalmente participa en la acción. De ahí que se
haya desarrollado, entre otros, el principio de confianza, el postulado de la
competencia de la víctima y la prohibición de regreso.
La Sala, tras examinar el contenido del artículo 338 de la Ley 600 del 2000,
advierte, como ya se anticipó, que su finalidad es la de garantizarle al
indagado el conocimiento de los hechos que se investigan y las consecuencias
jurídicas de tal comportamiento, pues ello incide de manera directa en el
derecho de defensa, ya que le permite al estrado defensivo diseñar la
estrategia con la que va a afrontar el proceso; además, le asegura al sindicado
que no va a ser sorprendido con decisiones en las que se le imputen
circunstancias fácticas y/o jurídicas desconocidas al momento de su
vinculación.
Por esta razón, para que la censura prospere, se debe acreditar que aquel al
momento de rendir indagatoria no se enteró de los hechos por los que se le
investigaba y las consecuencias jurídicas de su actuar, lo que a su turno, le
impidió cimentar una apropiada estrategia defensiva. »
RELEVANTE
PARTE II
11/11/1986
CAUSALIDAD
Sentencia Casación
FECHA : 23/06/1994
DECISION : No Casa
DELITOS : Homicidio culposo
PROCESO : 8603
PUBLICADA : Si
14/09/1995
IMPUTACION OBJETIVA
18/10/1995
CONCAUSALIDAD
Sentencia Casación
FECHA : 18/10/1995
DECISION : No Casa
DELITOS : Homicidio
PROCESO : 9226
PUBLICADA : Si
DETALLE PUB. : Segundo Semestre de 1995
24/10/1995
IMPUTACION OBJETIVA
Sentencia Casación
FECHA : 24/10/1995
DECISION : No Casa
DELITOS : Homicidio culposo
PROCESO : 9651
PUBLICADA : Si
06/06/1997
IMPUTACION OBJETIVA
Casación Discrecional
FECHA : 06/06/1997
DECISION : Declara inadmisible el recurso de casación
excepcional
DELITOS : Lesiones personales culposas
PROCESO : 12826
PUBLICADA : No
NOTAS ACLARATORIAS : Véase también en - Internet
10/07/1997
CONCAUSALIDAD
Sentencia Casación
FECHA : 10/07/1997
DECISION : No Casa
DELITOS : Homicidio
PROCESO : 9781
PUBLICADA : Si
DETALLE PUB. : Segundo Semestre de 1997
NOTAS ACLARATORIAS : Véase también en - Internet
27/05/1999
CAUSALIDAD
Casación Discrecional
FECHA : 27/05/1999
DECISION : No acepta el recurso de casación excepcional
DELITOS : Lesiones personales culposas
PROCESO : 12869
PUBLICADA : Si
NOTAS ACLARATORIAS : Véase también en - Internet
12/11/1999
Es cierto que el legista adujo que las heridas no podían calificarse como
"esencialmente mortales", dado que eran "susceptibles de modificación por
tratamiento" (cuaderno 1, fs. 154), pero tal calificación no descartaba su
aptitud para producir la muerte, precisamente por la penetración a tórax,
máxime si en la acción se alcanza a lesionar la cúpula diafragmática. Es que
las heridas son "esencialmente mortales" cuando, a pesar de cualquier
tratamiento médico, el herido inexorablemente fallecerá; pero, las lesiones
también se clasifican "de naturaleza simplemente mortal" (como las del caso),
cuando por su misma ubicación y conformación resultan idóneas y suficientes
para generar la muerte, así ésta se llegare a impedir por la intervención
médica oportuna y eficaz.
De otra parte, como el médico del pueblo hizo todo lo que estaba al alcance de
sus herramientas y posibilidades de desempeño, no es procedente atribuir a
culpa suya la no detección oportuna de la pequeña lesión diafragmática. Mas,
si en gracia de discusión se admitiere como negligente la conducta, bien de
parte del galeno ora por la víctima, no hay que perder de vista que a lo sumo
se trata de descuidos comunes y corrientes, que como tales no interrumpen el
nexo causal, pues con ellos, al igual que con la posibilidad de la muerte,
cuenta normalmente el sujeto que se decide a inferir lesiones penetrantes a la
cavidad torácica o abdominal, dado que el error común en el tratamiento está
dentro de las previsiones de la más elemental experiencia humana.
De igual manera, la previsibilidad por parte del sujeto del riesgo de muerte de
quien es lesionado con tal magnitud y de las fallas corrientes en el diagnóstico
y tratamiento posteriores de las heridas, así como la asunción voluntaria de lo
que el individuo prevé, son manifestaciones existenciales de la exigencia del
principio rector de la culpabilidad, otra limitación normativa a la mera
causalidad (art. 5° C. P.).
PONENTE(S) : DR.JORGE ANIBAL GOMEZ GALLEGO
Sentencia Casación
FECHA : 12/11/1999
DECISION : No casa
DELITOS : Homicidio
PROCESO : 10776
PUBLICADA : Si
NOTAS ACLARATORIAS : Véase también en - Internet
DR.ALVARO ORLANDO PEREZ PINZON -
Salvamento Parcial de Voto
18/10/2000
CAUSALIDAD
Sentencia Casación
FECHA : 18/10/2000
DECISION : No casa
DELITOS : Acceso carnal violento
PROCESO : 12767
PUBLICADA : Si
NOTAS ACLARATORIAS : Véase también en - Internet
15/11/2000
IMPUTACION OBJETIVA
Los actos que el servidor público ejecuta, por fuera del ámbito funcional que
le es propio, son, en términos generales, actos de particular, sin perjuicio,
obviamente de todas aquellas descripciones típicas en que se sanciona
específicamente el ejercicio excesivo de las mismas o la realización de unas
diversas a las que legalmente le corresponde, como sucede en los abusos de
autoridad y en los de funciones públicas.
11/05/2001
CAUSALIDAD
Sentencia Casación
FECHA : 11/05/2001
DECISION : No casa
DELITOS : Homicidio culposo
PROCESO : 14360
PUBLICADA : Si
NOTAS ACLARATORIAS : Véase también en - Internet
20/06/2001
PRINCIPIO DE CONFIANZA/
1. Olvida que dicho principio (de confianza) más que una simple "locución",
es una condición sine qua non operante en el tráfico automovilístico, que se
funda en la garantía que deben tener los usuarios de las vías públicas de que
todos los demás participantes en el tráfico rodado se comportan en forma
prudente, como de manera expresa lo contempla el Código Nacional de
Tránsito Terrestre, cuando prescribe en su artículo 109 que
"Toda persona que tome parte en el tránsito como conductor o como peatón,
deberá comportarse en forma que no incomode, perjudique o afecte a las
demás y deberá conocer y cumplir las normas de tránsito que le sean
aplicables, así como obedecer las indicaciones que le den las autoridades de
tránsito. Además observará las señales de tránsito que determine el Instituto
Nacional de Transporte y Tránsito".
___________________________
* Sala Penal. Cfr, por ejemplo, Sentencias del 26 de septiembre del año 2000.
M.P. Carlos E. Mejía Escobar; 25 de febrero del 2001. M. P. Jorge E. Córdoba
Poveda y del 15 de marzo del 2001. M. P. Fernando E. Arboleda Ripoll.
** Por ejemplo, sentencia del 29 de julio de 1999, M. P. Fernando Arboleda
Ripoll.
Sentencia Casación
FECHA : 20/06/2001
DECISION : No casa
DELITOS : Lesiones personales culposas, Homicidio
culposo
PROCESO : 17174
PUBLICADA : Si
NOTAS ACLARATORIAS : Véase también en – Internet
16/07/2001
PRINCIPIO DE CONFIANZA
Sentencia Casación
FECHA : 16/07/2001
DECISION : No casa
DELITOS : Lesiones personales culposas, Homicidio
culposo
PROCESO : 15488
PUBLICADA : Si
NOTAS ACLARATORIAS : Véase también en – Internet
13/11/2001
Sentencia Casación
FECHA : 13/11/2001
DECISION : No casa
DELITOS : Homicidio culposo agravado
PROCESO : 14389
PUBLICADA : No
21/03/2002
PRINCIPIO DE CONFIANZA
19/07/2002
PRINCIPIO DE CONFIANZA
_____________________________
* Segunda Instancia. Auto que revoca la revocatoria de una medida de
aseguramiento. Radicación. 19.659. Procesado Miguel Angel Escobar
Cardona. Magistrado Ponente: Jorge Córdoba Poveda.
24/09/2002
PRINCIPIO DE CONFIANZA
19/11/2002
IMPUTACION OBJETIVA
1. Sin embargo, pese a que es una verdad inocultable que el procesado recibió
en préstamo el vehículo de una persona con interés en un asunto sometido a
su conocimiento, no acontece igual respecto de la trascendencia social y
jurídica de la utilidad recibida, pues tal como tuvo la Sala la oportunidad de
juzgarlo, precisamente al conocer de este mismo asunto en relación con el
otro interviniente en el hecho (Cfr. auto de marzo 12 de 2002, Rad. 16065), la
conducta por este aspecto resulta atípica.
En los términos del artículo 9º del código penal, la causalidad por sí sola no
basta para la imputación jurídica del resultado, necesariamente típico;
establecida la causación material del resultado, por mandato legal resulta
imperativo entender dentro del esquema adoptado por la Corte en aquella
oportunidad que "la imputación no podrá ser simplemente causal sino que
ésta debe ser jurídica, es decir, que se requiere tener como fuente para
establecerla, el tipo penal, o más exactamente, la prohibición típica, a la cual
igualmente se impone fijarle su sentido, o como la enseña una última
doctrina, el "alcance típico" es decir hasta qué clase de conductas prohibe ese
tipo penal, juicio éste que no podrá ser abstracto si teniendo en cuenta su
objeto de protección, que no puede ser otro que el bien jurídico que con la
misma se pretende tutelar, y bajo un tal sustento sí determinar si la acción
objeto de análisis corresponde a la prohibida, esto es, si con ella se ha puesto
en peligro o vulnerado el bien jurídico protegido penalmente, lo cual exige
recurrir a aquellos criterios valorativo-normativos que jurídico-socialmente
confronten la conducta en cuestión dentro del alcance típico del supuesto de
hecho".
...
Por eso mismo concluyó la Sala al juzgar la conducta de (...), en criterio que
resulta perfectamente aplicable al caso, que "aquí el Fiscal no ha sido objeto
fin, quien recibe la utilidad, sino el medio material para un beneficio colectivo,
de la comunidad….es evidente que valorativa y normativamente, con un tal
comportamiento no se vulnera la administración pública, por cuanto con esta
clase de conductas no se la pone en peligro, esto es, que aquí con la acción
desarrollada por (...) no se generó el riesgo requerido para que su acción sea
típica, y por tanto, no siendo la acción catalogable de riesgosa mal podría
afirmarse que se realizó o que corresponde al resultado típico censurable de
ser jurídicamente imputable, más aún, si se tiene en cuenta que el aquí
sindicado actuaba como político de la región, y de suyo le interesaba
presentarse como colaborador para esta clase de actividades, y que de
acuerdo con lo probado, todo se remitió al traslado de una de las
organizadoras del evento del aeropuerto al hotel y la otra, la de transportar
algunos directivos de la Fiscalía General al Concejo Municipal para una
reunión con los Ediles con el fin de tratar algunos aspectos relacionados con
el ente acusador, que como Vivas Tafur lo expresó en su indagatoria, el uso
del carro por su parte, no fue "más de una hora", no siendo la única persona
que lo manejó…".
04/04/2003
La respuesta tiene que ser negativa. En efecto, los ocupantes del vehículo, al
desatender las normas que les imponía la obligación de respetar el "retén", se
excedieron, sin duda alguna, con lo cual fueron más allá del riesgo permitido
y, en abstracto, aumentaron la posibilidad de riesgo, pero no del riesgo
consistente en que alguien -"Natas"- fuera a utilizar el arma de fuego para
apagar la vida del agente. Aquí es suficiente tener en cuenta que aun en los
casos de incremento de riesgo, la persona queda exenta de imputación
jurídica cuando el resultado que se produce ocurre por algo que se sale del
canal que ordinariamente crea la conducta jurídicamente desaprobada.
Sentencia Casación
FECHA : 04/04/2003
DECISION : Si casa, absuelve a los procesados
DELITOS : Homicidio agravado
PROCESO : 12742
PUBLICADA : Si
DETALLE PUB. : Primer semestre de 2003
NOTAS ACLARATORIAS : Véase también en - Internet
20/05/2003
Este postulado significa que el hombre medio debe prever que si bien en la
actividad diaria está sujeto al principio de confianza, determinadas personas
pueden obrar en contra de los reglamentos, como sucede con los niños, los
infantes, los minusválidos, los enfermos y, por supuesto, los ancianos. Así, el
conductor tenía que dar primacía a este principio y procurar, insistiendo al
señor Puentes Navarro, que se hiciera en otro lugar que le propiciara
seguridad, porque, no se olvide, era un ciudadano de elevada edad, estaba
ebrio o tomado y que persistió en permanecer sentado casi que en la entrada
del bus; o, si se quiere, más fácil: ya que se desplazaba con la puerta abierta,
cerrarla para proteger a don (...).
...
Sentencia Casación
FECHA : 20/05/2003
DECISION : No casa
DELITOS : Homicidio culposo
PROCESO : 16636
PUBLICADA : Si
NOTAS ACLARATORIAS : Véase también en - Internet
27/05/2003
IMPUTACION OBJETIVA
1. Antes y después de la vigencia de la ley 599 de 2000, han existido
pronunciamientos de la Sala en punto a la causalidad y como ella no basta
por sí sola para la imputación jurídica del resultado, en tanto que establecida
la causación material del resultado, resulta imperativo por mandato legal,
entender que la imputación no podrá ser simplemente causal sino que ésta
debe ser jurídica, en tanto se requiere tener como fuente para establecerla, la
prohibición típica, a la cual igualmente se impone fijarle su sentido, el cual no
podrá ser abstracto sino tener en cuenta su objeto de protección, esto es el
bien jurídico que con la misma se pretende tutelar, y bajo tal sustento
determinar si la acción objeto de análisis corresponde a la prohibida, es decir
si con ella se ha puesto en peligro o vulnerado el bien jurídico penalmente
protegido, lo cual exige recurrir a aquellos criterios valorativo-normativos que
jurídico-socialmente confronten la conducta en cuestión dentro del alcance
típico del supuesto de hecho*.
-----------------------
* Podrían consultarse, entre otras providencias, la de nov.15/2000, rad.
14.815, M.P. Carlos A. Gálvez Argote; marz.12/2002, rad. 16.065, M. P.
Carlos A. Gálvez Argote; nov.19/2002, rad. 16.547, M.P. Fernando E.
Arboleda Ripoll y abr.4/03, rad. 12.742, M. P. Alvaro Orlando Pérez Pinzón.
Casación Discrecional
FECHA : 27/05/2003
DECISION : Inadmite la demanda presentada
DELITOS : Lesiones personales
PROCESO : 19988
PUBLICADA : No
24/07/2003
CAUSALIDAD
...
Sentencia Casación
FECHA : 24/07/2003
DECISION : No casa
DELITOS : Homicidio agravado
PROCESO : 18003
PUBLICADA : No
30/06/2004
IMPUTACION OBJETIVA
---------------------------
** Casación discrecional 19988. Mayo 27 de 2003. M-P. Marina Pulido de
Barón
Cfr. Radicación 14815, noviembre 15 de 2000. M.P. Carlos Gálvez Argote
Radicación 16065, marzo 121 de 2002. M.P. Carlos Gálvez Argote
Radicación 16547, noviembre 19 de 2002, M.P. Fernando Arboleda
Ripoll
Radicación 12742, abril 4 de 2003, M.P. Alvaro Orlando Pérez Pinzòn.
Casación Discrecional
FECHA : 30/06/2004
DECISION : Inadmite la demanda presentada
DELITOS : Homicidio culposo
PROCESO : 21770
PUBLICADA : Si
NOTAS ACLARATORIAS : Véase también en - Internet
17/09/2003
PRINCIPIO DE CONFIANZA
CONCAUSALIDAD
27/10/2004
--------------------------------------------
** Corte Suprema de Justicia, salvamento de voto. Fernando Arboleda Ripoll,
Jorge Córdoba Poveda y Carlos Galves Argote. Sentencia de mayo 11 de 1999.
Radicado 13015. M.P. Fernando Arboleda Ripoll.
*** Corte Suprema de Justicia, sentencia de 12 de junio de 2003. Radicado
17196. M.P. Alvaro Pérez Pinzón.
**** Se trata de un supuesto de hecho diferente: en que en esa época se juzgó,
el comprador era consciente de que se le vendía un bien gravado con hipoteca.
***** Corte Constitucional, sentencia SU 1184 de noviembre 13 de 2001. M.P.
Eduardo Montealegre Lynnet
Sentencia Casación
FECHA : 27/10/2004
DECISION : No casa
DELITOS : Estafa
PROCESO : 20926
PUBLICADA : Si
NOTAS ACLARATORIAS : Véase también en - Internet
DR.ALVARO ORLANDO PEREZ PINZON -
Salvamento de Voto
24/11/2004
PRINCIPIO DE CONFIANZA/
06/12/2004
Casación Discrecional
FECHA : 06/12/2004
DECISION : Admite la demanda, corre traslado a
procurador delegado
DELITOS : Homicidio culposo
PROCESO : 22941
PUBLICADA : No
09/02/2005
PRINCIPIO DE CONFIANZA-Límites
------------------------------------------
**** CLAUX ROXIN, Derecho Penal, Parte General, Tomo I, Editorial Civitas,
1997, pag. 1006
11/05/2005
"Es cierto que el titular de un Juzgado es el que ejerce el control entre sus
subalternos conforme a los reglamentos y a la ley, pero si el Juez transgrede o
no cumple con sus funciones ello no autoriza a los demás funcionarios para
que desatiendan sus tareas y después de cualquier irregularidad advertida,
pueda ampararse en el principio de confianza".
"a) Don..., conductor del vehículo, desarrollaba, por este solo hecho, una
actividad peligrosa. El tráfico automoviliario, por sí, implica un
comportamiento arriesgado. No obstante, ese riesgo es jurídicamente
admitido".
"b) Como lo dice toda la prueba -repítese-, sobrepasó el riesgo que se permitía
pues en contra del Código Nacional del Tránsito Terrestre de la época, que en
el inciso segundo de su artículo primero decía que el tránsito era libre pero
estaba sujeto a la intervención y reglamentación de las autoridades, para
garantía de la seguridad y comodidad de los habitantes -en fórmula
esencialmente igual a la adoptada en el artículo 1-2 del actual Estatuto-,
transgredió amplia normatividad del mismo...".
"c) Al llegar el automotor a una curva, don... -anciano; ebrio; según alguien
dormido; sentado en el estribo, en la escala, o de pie cerca de la puerta- cayó
al pavimento, choque del cual devino su deceso".
"La relación causal, entonces, está clara: conducción de un bus, es decir,
actividad peligrosa. Luego, superación del riesgo permitido, con pluralidad de
infracciones; y después, finalmente, caída de la víctima por conducta culposa
imputable al guía de la máquina...".
"Este postulado significa que el hombre medio debe prever que si bien en la
actividad diaria está sujeto al principio de confianza, determinadas personas
pueden obrar en contra de los reglamentos, como sucede con los niños, los
infantes, los minusválidos, los enfermos y, por supuesto, los ancianos...".
"Respóndese:"
"Sin que lo que se afirme signifique cambiar el concepto que la Sala tiene al
respecto, como quiera que se trata de un pensamiento elaborado para una
situación muy distinta a la que ahora se estudia, se debe recordar que la
imputación jurídica del resultado, que se constituye en el primer nivel de
desarrollo de la teoría de la imputación objetiva, se sustenta en el principio de
que el riesgo jurídicamente desaprobado que se concreta de manera efectiva
en la producción del resultado, es el fundamento de la imputación, con lo cual
se pretende superar aquellas tendencias ontologicistas que enlazaban acción y
resultado con exclusivo apoyo en las conocidas teorías de la causalidad (teoría
de la equivalencia, conditio sine qua non, causalidad adecuada, relevancia
típica)".
"En ese margen, los criterios de imputación objetiva parten de dos supuestos
básicos: el de riesgo permitido y el principio de confianza, que determinan el
estado de interacción normal de las relaciones sociales y de los riesgos que en
ellas se generan. De manera que, sólo cuando la víctima asume
conjuntamente con otro una actividad generadora de riesgos (lo cual acá no
ocurre), puede eventualmente imputársele el resultado a la víctima, siempre
que esta tenga conocimiento del riesgo que asume. En consecuencia, si es el
autor quien recorre la conducta descrita en el tipo penal (quien crea el riesgo),
el resultado debe serle imputado a aquel y no a la víctima, pues ésta obra
dentro del principio de confianza que le enseña que en el tráfico de las
relaciones sociales el vendedor realizará el comportamiento en el ámbito de
competencia que le impone la organización".
"Si se quisiera ir mas allá, podría también decirse que "actualmente el juicio
de imputación se fundamenta en la delimitación de ámbitos de competencia:
solo se responde por las conductas o resultados que debo desarrollar o evitar
en virtud de los deberes que surgen de mi ámbito de responsabilidad y que se
desprenden de los alcances de la posición de garante. Lo demás -salvo los
deberes generales de solidaridad que sirven de sustento a la omisión de
socorro- no le concierne al sujeto, no es de su incumbencia".
2. Si bien de las decisiones de la Corte que el actor cita, y de las utilizadas por
la Sala en esta sentencia, se desprende que sí se ha ocupado del principio de
confianza y de aquello que lo compone, se responde:
Sentencia Casación
FECHA : 11/05/2005
DECISION : Desestima, no casa, casa parcial y de oficio
sobre pago de perjuicios, decreta n
DELITOS : Lesiones personales culposas, Homicidio
culposo
PROCESO : 22511
PUBLICADA : Si
NOTAS ACLARATORIAS : Véase también en - Internet
03/08/2005
PRINCIPIO DE CONFIANZA
10/08/2005
PRINCIPIO DE CONFIANZA/
Por otra parte se podrá sostener que a los servidores públicos les asiste el
deber de vigilancia sobre los aspectos y asuntos que han sido materia de
delegación, que se derivaría del inciso 2º del artículo 209 constitucional
cuando estipula que "Las autoridades administrativas deben coordinar sus
actuaciones para el adecuado cumplimiento de los fines del Estado", y que (...)
no desplegó los adecuados controles para precaver cualquier anomalía en la
fase precontractual o en las posteriores ejecución y liquidación de los
contratos.
22/09/2005
PRINCIPIO DE CONFIANZA
20/10/2005
PRINCIPIO DE CONFIANZA
07/12/2005
IMPUTACION OBJETIVA
"Sin que lo que se afirme signifique cambiar el concepto que la Sala tiene al
respecto, como quiera que se trata de un pensamiento elaborado para una
situación muy distinta a la que ahora se estudia, se debe recordar que la
imputación jurídica del resultado, que se constituye en el primer nivel de
desarrollo de la teoría de la imputación objetiva, se sustenta en el principio de
que el riesgo jurídicamente desaprobado que se concreta de manera efectiva
en la producción del resultado, es el fundamento de la imputación, con lo cual
se pretende superar aquellas tendencias ontologicistas que enlazaban acción y
resultado con exclusivo apoyo en las conocidas teorías de la causalidad (teoría
de la equivalencia, conditio sine qua non, causalidad adecuada, relevancia
típica)".
"En ese margen, los criterios de imputación objetiva parten de dos supuestos
básicos: el de riesgo permitido y el principio de confianza, que determinan el
estado de interacción normal de las relaciones sociales y de los riesgos que en
ellas se generan. De manera que, sólo cuando la víctima asume
conjuntamente con otro una actividad generadora de riesgos (lo cual acá no
ocurre), puede eventualmente imputársele el resultado a la víctima, siempre
que esta tenga conocimiento del riesgo que asume. En consecuencia, si es el
autor quien recorre la conducta descrita en el tipo penal (quien crea el riesgo),
el resultado debe serle imputado a aquel y no a la víctima, pues ésta obra
dentro del principio de confianza que le enseña que en el tráfico de las
relaciones sociales el vendedor realizará el comportamiento en el ámbito de
competencia que le impone la organización".
"Si se quisiera ir más allá, podría también decirse que "actualmente el juicio
de imputación se fundamenta en la delimitación de ámbitos de competencia:
solo se responde por las conductas o resultados que debo desarrollar o evitar
en virtud de los deberes que surgen de mi ámbito de responsabilidad y que se
desprenden de los alcances de la posición de garante. Lo demás -salvo los
deberes generales de solidaridad que sirven de sustento a la omisión de
socorro- no le concierne al sujeto, no es de su incumbencia...".
Si bien de las decisiones de la Corte que el actor cita, y de las utilizadas por la
Sala en esta sentencia, se desprende que sí se ha ocupado del principio de
confianza y de aquello que lo compone, se responde:
Sentencia Casación
FECHA : 07/12/2005
DECISION : No casa
DELITOS : Homicidio culposo
PROCESO : 24696
PUBLICADA : No
NOTAS ACLARATORIAS : Véase también en - Internet
16/03/2006
PRINCIPIO DE CONFIANZA-Aplicación
…. Al formular este cargo el defensor de (…) hizo referencia a la teoría de la
adecuación social-cuya potencial aplicación admite esta Sala**- para
enmarcar dentro de ella el comportamiento de su representado en cuanto
aparece cubierto por el principio de confianza en la actuación de un delegado
funcional idóneo, principio que efectivamente, como lo sostiene el censor,
opera en la administración pública según lo ha expresado esta Corporación en
jurisprudencia del siguiente tenor:
__________________________________
Sentencia Casación
FECHA : 16/03/2006
DECISION : No casa
PROCESO : 20669
PUBLICADA : Si
NOTAS ACLARATORIAS : Véase también en - Internet
20/04/2006
En fin, si... creó el riesgo no permitido, puesto que las reglas de tránsito
prohíben dejar las puertas abiertas de un vehículo cuando se lo tiene bajo
mando, y si además una de sus funciones como titular del ejercicio de la
actividad peligrosa de conducir era cerrarlas, su comportamiento no halla
ninguna justificación social y legal, por cuanto la ley, mientras la costumbre
no se integre a ella, prevalece sobre los usos de los miembros de una
determinada comunidad. Su deber era, en su condición de garante de un
derecho, y ante la negativa del usuario a internarse en el bus para no correr el
riesgo de caerse, proceder a ajustar las puertas o negarse a transportarlo, así
en el medio en que desarrollaba su actividad fuera de buen recibo la conducta
contraria (sentencia de casación del 20 de mayo del 2003, radicado 16.636).
Sentencia casación
FECHA : 20/04/2006
DECISION : No casa
DELITOS : Homicidio culposo
PROCESO : 22941
PUBLICADA : Si
NOTAS ACLARATORIAS : Véase también en – Internet
27/07/2006
PRINCIPIO DE CONFIANZA-Noción
1. De acuerdo con este principio, no se imputan objetivamente los resultados
producidos por quien ha obrado confiando en que otros se mantienen dentro
de los límites del peligro permitido.*
Se enuncia diciendo que toda persona, en el diario discurrir, puede creer que
las demás actúan dentro de las normas y de acuerdo con los requerimientos
socio-culturales dominantes, a menos que "existan datos que hagan pensar lo
contrario"**
Uno. Porque la ley puede exigir a quien confía en otro que lo haga bajo su
responsabilidad, cumpliendo con un cuidado especial, evento en el cual no se
puede escudar en el axioma mencionado.
Dos. En la división vertical del trabajo, porque siempre hay una o más
personas que se encargan de vigilar que los "subordinados" hayan
comprendido a cabalidad las instrucciones dadas; en ese sentido, el ámbito de
competencia de estas personas que se encargan de vigilar las labores de
terceras personas son garantes a efectos de que estas se desempeñen
correctamente.***
28/09/2006
PRINCIPIO DE CONFIANZA-Noción
1. El principio de confianza
Se enuncia diciendo que toda persona, en el diario discurrir, puede creer que
las demás actúan dentro de las normas y de acuerdo con los requerimientos
socio-culturales dominantes, a menos que "existan datos que hagan pensar lo
contrario"***.
Uno. Porque la ley puede exigir a quien confía en otro que lo haga bajo su
responsabilidad, cumpliendo con un cuidado especial, evento en el cual no se
puede escudar en el axioma mencionado.
Dos. En la división vertical del trabajo, porque siempre hay una o más
personas que se encargan de vigilar que los "subordinados" hayan
comprendido a cabalidad las instrucciones dadas; en ese sentido, el ámbito de
competencia de estas personas que se encargan de vigilar las labores de
terceras personas son garantes a efectos de que estas se desempeñen
correctamente****.
19/10/2006
PRINCIPIO DE CONFIANZA-Aplicación
Sentencia Casación
FECHA : 19/10/2006
DECISION : No casa, casa otra demanda y revoca
absolución
DELITOS : Peculado por apropiación
PROCESO : 22354
PUBLICADA : Si
26/10/2006
PRINCIPIO DE CONFIANZA
Esta situación desvirtúa las réplicas del censor cuando se asegura que el
Fiscal "delegó" la toma de decisiones, lo que no es cierto, pues a simple vista
se aprecia en la sentencia y en la relación fáctica de este proceso, que la
delegación a la que se hace referencia es para recibir cierta información o para
radicarla o archivarla mas no para proferir resoluciones o autos.
30/11/2006
PRINCIPIO DE CONFIANZA
30/11/2006
Casación Discrecional
FECHA : 30/11/2006
DECISION : Inadmite la demanda
PROCEDENCIA : Juzgado 2 Penal del Circuito
CIUDAD : Itagui/Antioquia
PROCESADO : ARBELAEZ LEON, JUAN CARLOS
La anterior evolución representó para el caso que nos ocupa que el criterio de
la prohibición de regreso se relativizara para el partícipe imprudente en la
medida en que el resultado típico le pudiera ser o no atribuido de acuerdo con
las reglas generales de la imputación objetiva, para lo cual se elaboraron
incluso varias posiciones personales. Así, por ejemplo, Hans-Heinrich
Jescheck opinaba que "[s]i la lesión al deber de cuidado ya contiene en sí el
peligro de la producción del resultado típico, entonces, la utilización de la
situación favorable para un hecho doloso queda en el marco del riesgo
jurídicamente desaprobado".(1)
En este orden de ideas, salta a la vista que la impunidad que proponía la vieja
teoría de la prohibición de regreso para las participaciones imprudentes en los
hechos dolosos no es ni puede ser sostenida hoy en día de manera absoluta
por la doctrina ni por la jurisprudencia, pues, como se acabó de contemplar,
depende más que todo de valoraciones relativas a la posibilidad de que se
pueda atribuir el hecho a su autor, como la posición de garante, el principio
de confianza y el riesgo permitido, entre otros criterios de imputación objetiva.
b)La Fiscal 22 Seccional aceptó la oferta que le hizo el abogado defensor Fidel
Antonio Rocha Díaz de depositar la mercancía incautada por el Ejército en un
inmueble abandonado de propiedad de su hermana.
d) Por último, la única medida de seguridad que la doctora (..) solicitó para la
protección de la mercancía incautada fue la que aparece en la resolución de
fecha 29 de febrero de 2000, mediante la cual solicitó a la policía de
Chiriguaná que prestara vigilancia sobre el inmueble .(18)
b) La doctora (...), con su actuar imprudente, excedió con creces los límites del
riesgo permitido.
Por un lado, al rechazar la oferta del Ejército Nacional de trasladar de manera
inmediata los bienes a la sede de la DIAN Valledupar y al aceptar en su lugar
la propuesta del defensor de los detenidos de depositarlos en la casa
abandonada e insegura de su hermana, no sólo obró de manera irrazonable,
sino que también se alejó del estricto acatamiento a los principios rectores del
procedimiento penal (que le exigían actuar con imparcialidad, transparencia y
celeridad en el ejercicio de sus funciones), pues una cosa es confiar en la
buena fe y lealtad de quienes intervienen en el proceso y otra cosa muy
distinta es dejar en manos de la defensa el objeto material de un delito de
contrabando en un inmueble abandonado y en reparación que ella misma
reconoció que no podía brindar la más mínima protección.
Por otro lado, a la doctora (...), una vez tuvo conocimiento de las precarias
condiciones de seguridad de la vivienda localizada en la carrera 4ª con calle
8B, pero sobre todo después de haber constatado que por lo menos hubo una
tentativa de sustraer la mercancía incautada, le era jurídicamente exigible
adelantar todas las medidas que fuesen necesarias en aras de garantizar de
manera efectiva la protección de los bienes puestos a su cuidado, pero, como
se reseñó en precedencia, lo único que hizo al respecto fue oficiar por una sola
vez a la comandancia de policía de Chiriguaná cuando ordenó la apertura de
la instrucción.
17/10/2007
1. El primer punto que debe ser objeto de precisión en relación con los
criterios de imputación objetiva a manera de límite es el que tiene que ver con
el principio de confianza, toda vez que en criterio del censor, para desechar la
imputación jurídica del resultado invoca a favor de sus defendidos tal
principio con miras a denotar que ante el incumplimiento por parte de las
entidades que debían ejercer vigilancia y control sobre la cooperativa "…", no
se les podía exigir a aquéllos la carga de verificar la idoneidad financiera y de
respaldo de la corporación previamente al depósito de los dineros públicos.
Y si bien tal principio ha tenido una mayor aplicación en el ámbito del tráfico
vehicular, nada impide que tal postulado pueda ser predicado en otras
actividades peligrosas, como por ejemplo la médica o la cooperación con
división de trabajo, pero siempre que se demarquen los participantes de la
misma actividad, esto es, que los cobije el mismo peligro creado con la
infracción.
Sentencia Casación
FECHA : 17/10/2007
DECISION : Casa parcialmente el fallo, modificando pena
accesoria
DELITOS : Peculado culposo
PROCESO : 24557
PUBLICADA : Si
24/10/2007
IMPUTACION OBJETIVA
Nótese además que si lo que quería con la exposición de tales temas era que la
Corte revisara las posiciones otrora asumidas y las modificara, el profesional
del derecho tenía la obligación de enfrentar los argumentos jurisprudenciales
con los suyos propios con el propósito de establecer, en forma convincente y
ligada al caso concreto, que las actuales condiciones sociales, económicas o
culturales exigen un cambio en las posturas o que las anterior-mente
defendidas siempre han ido en contravía de los valores, principios y derechos
en los que se fundamenta el ordenamiento jurídico.
-----------------------------------------------------------------
(1) Cf., entre otras, sentencia de 20 de abril de 2006, radicación 22941
(2) Cf., entre otras, sentencia de 4 de septiembre de 2002, radicación 15884
(3) Cf., entre otras, sentencia de 12 de mayo de 2004, radicación 19733
Sentencia Casación
FECHA : 24/10/2007
DECISION : Inadmite, casa oficiosa y parcialmente
reajustando penas
DELITOS : Lesiones personales
PROCESO : 23170
PUBLICADA : No
NOTAS ACLARATORIAS : DR.YESID RAMIREZ BASTIDAS - Aclaración
de voto
08/11/2007
Por su parte, el doctor (...) de acuerdo con una valoración ex ante y teniendo
en cuenta sus conocimientos especiales en la rama de la medicina(28) , elevó
el riesgo creado al autorizar el 17 de julio de 1997 el reingreso de la paciente
con los antecedentes de placenta previa que padecía y al examinarla ese
mismo día, tal como se aprecia en la historia clínica(29) , con lo cual adquirió
para esa específica ocasión la condición de médico tratante y, por lo tanto, de
garante tanto de la hoy fallecida como del nasciturus, más allá de su calidad
de director general de la institución hospitalaria.
_____________________________________________________________________
7Carrara, Francesco, Programa de derecho criminal I, Temis, Bogotá, 1996, §
80.
8Cf. Reyes Echandía, Alfonso, Derecho penal. Parte general, Temis, Bogotá,
1987, pág. 218-222.
9Roxin, Claus, Derecho penal. Parte general. Tomo I. Fundamentos. La
estructura de la teoría del delito, Civitas, Madrid, 1997, § 24, 3.
10Véase, entre otras, sentencias de 23 de noviembre de 1995, radicación
9476, y 16 de septiembre de 1997, radicación 12655
11Welzel, Hans, Derecho penal alemán. Parte general, Editorial Jurídica de
Chile, 1970, pág. 187 y ss.
12Cf. Molina Fernández, Fernando, Antijuridicidad penal y sistema de delito,
J. M. Bosch, Barcelona, 2001, pág. 378
13Véase, entre otras, sentencias de 4 de abril de 2003, radicación 12742; 20
de mayo de 2003, radicación 16636; y 20 de abril de 2006, radicación 22941.
14Roxin, Claus, Op. cit., § 24, 45
15Sentencia de 20 de mayo de 2003, radicación 16636
16Jakobs, Günther, Derecho penal. Parte general. Fundamentos y teoría de la
imputación, Marcial Pons, Madrid, 1997, pág. 293 y ss.
17Roxin, Claus, Op. cit., §
18Sentencia de 20 de mayo de 2003, radicación 16636
19Roxin, Claus, Op. cit., § 24, 17
20Sentencia de 7 de diciembre de 2005, radicación 24696
21Roxin, Claus, Op. cit., § 24, 13.
22Folios 6-7 del cuaderno original I de la actuación principal
23Folio 90 del cuaderno original II de la actuación principal
24Véase www.reproductiverights.com
25Programa de Acción de la CIPD, capítulo VII
26Ibídem
27Corte Constitucional, sentencia C-355 de 2006
28Folio 69 ibídem
29Folios 41-43 del cuaderno original I de la actuación principal
30Folio 43 ibídem
31Folios 1-51 del cuaderno original de anexos
Sentencia Casación
FECHA : 08/11/2007
DECISION : Casa parcialmente reajustando penas, no casa
en otros aspectos
DELITOS : Homicidio culposo
PROCESO : 27388
PUBLICADA : Si
NOTAS ACLARATORIAS : DR.JORGE LUIS QUINTERO MILANES -
Aclaración de voto
DRA.MARIA DEL ROSARIO GONZALEZ DE
LEMOS - Salvamento de Voto
05/12/2007
IMPUTACION OBJETIVA
___________________________
Sentencia Casación
FECHA : 05/12/2007
DECISION : Casa pacial y oficiosamente , declara una
prescrip., redosifica pena
DELITOS : Lesiones personales culposas, Homicidio
culposo
PROCESO : 26513
PUBLICADA : Si
10/12/2007
1. Pretender excluir el nexo causal establecido por la teoría del delito, tal y
como lo advierte la Delegada, en las dos codificaciones aludidas, es concebir
la causalidad como un simple formalismo hincado en reflexiones
personalísimas que desdibujan el sistema de derecho penal imperante, para
volverlo cruel e inhumano al poderse imponer penas sin culpabilidad; lo cual
es inadmisible y promueve la responsabilidad objetiva, erradicada de las
legislaciones. (Artículo 12 Ley 599 de 2000 y 5 de la Ley 100 de 1980)
____________________
(1) Corte Suprema de Justicia: radicación 12.655 del 16 de septiembre de
1997.
(2) Corte Suprema de Justicia: radicación 2475 de junio 8 de 1995.
Casación Discrecional
FECHA : 10/12/2007
DECISION : Casa oficiosa y parcialmente reajustando pena
DELITOS : Lesiones personales culposas agravada
PROCESO : 25227
PUBLICADA : Si
03/04/2008
IMPUTACION OBJETIVA / PRINCIPIO DE CONFIANZA-Noción: Normas
jurídicas que regulan el tráfico de automotores
"(...)
"En ese margen, los criterios de imputación objetiva parten de dos supuestos
básicos: el de riesgo permitido y el principio de confianza, que determinan el
estado de interacción normal de las relaciones sociales y de los riesgos que en
ellas se generan. De manera que, sólo cuando la víctima asume
conjuntamente con otro una actividad generadora de riesgos (lo cual acá no
ocurre), puede eventualmente imputársele el resultado a la víctima, siempre
que esta tenga conocimiento del riesgo que asume. En consecuencia, si es el
autor quien recorre la conducta descrita en el tipo penal (quien crea el riesgo),
el resultado debe serle imputado a aquel y no a la víctima, pues ésta obra
dentro del principio de confianza que le enseña que en el tráfico de las
relaciones sociales el vendedor realizará el comportamiento en el ámbito de
competencia que le impone la organización".
"Si se quisiera ir más allá, podría también decirse que "actualmente el juicio
de imputación se fundamenta en la delimitación de ámbitos de competencia:
solo se responde por las conductas o resultados que debo desarrollar o evitar
en virtud de los deberes que surgen de mi ámbito de responsabilidad y que se
desprenden de los alcances de la posición de garante. Lo demás -salvo los
deberes generales de solidaridad que sirven de sustento a la omisión de
socorro- no le concierne al sujeto, no es de su incumbencia...".
--------------------------------------------------------------
(2). Sentencias de casación 7 de diciembre de 2005, radicación 24696, en la
cual reitera lo sostenido el 27 de octubre de 2004, radicación 20926
(3). Roxin, Claus, derecho penal, parte general, tomo I. Fundamentos. La
estructura de la teoría del delito, traducción de Diego-Manuel Luzón Peña,
Miguel Díaz y García Collendo y Javier del Vicente Remesal. Civitas. §24, Pág.
1004
(4). Ob. Cit. Pág. 1005
(5). (...), acompañante del acusado, manifestó en la declaración que al
acercarse al aludido cruce no se dio cuenta que maniobras preventivas hizo
(...), "pero él iba muy despacio" (fl. 92 del c.o.), en tanto que Silvia Andrade
Rivas dijo: "...Nosotros ibamos (sic) muy despació (sic) el (sic) hizó (sic) como
una especie de pare, y avanzó, y ahi (sic) fue el momento del impacto..." (fl. 95
ídem).
Sentencia Casación
FECHA : 03/04/2008
DECISION : No casa la sentencia impugnada
DELITOS : Homicidio culposo
PROCESO : 27237
PUBLICADA : Si
22/05/2008
Es lo que ocurre en casos como el presente, donde se invocan una y otra vez
aspectos estructurales de la imputación objetiva, tales como el principio de
confianza, el riesgo permitido y el deber objetivo de cuidado, como si fuesen
lugares comunes, muletillas o un conjunto de frases acuñadas a manera de
comodín, que se insertan en refuerzo de los argumentos para fundamentar la
declaratoria de responsabilidad penal del implicado, en ausencia de pruebas
reales de las que dimane con claridad tal atribución.
(...)
10/06/2008
Bajo tal perspectiva, entonces, si la persona pasible del engaño obra de modo
ingenuo, torpe o negligente no habrá lugar a afirmar la existencia de estafa,
porque una actuación prudente le hubiera bastado para salirse del error.
Entre quienes han postulados esta tesis se encuentra el tratadista (...) al
señalar:
"... Cambiando las expresiones anteriores, es válido admitir que el art. 356 se
refiere tanto al encarecimiento de la mentira mediante palabras o sea, al
engaño, como al dispositivo material con que se consigue de mejor manera lo
que se pretende. Pero debe repetirse, la mentira ha de tener fuerza
determinante, eficacia. Y para que sea eficaz es preciso examinar varios
factores: el negocio de que se trata, las personas interesadas en él, su nivel
intelectual y hasta sus necesidades actuales...
"...
"... El solo hecho de que las expresiones mentirosas hayan creado el error en
el paciente de la acción, no basta para atribuirles el carácter del engaño
puntualizado en la norma. Por ejemplo, si alguien, diciéndose dueño de las
minas de Zipaquirá o de las de Acerías de Paz del Río, y sin exhibir
documento ni testimonio alguno que le dé credibilidad, enajena la catedral de
sal o uno de los altos hornos, recibiendo dinero u otra clase de prestaciones
económicas del iluso comprador, no hay duda de que ha mentido. Pero es tan
desproporcionada la falacia, que quien la creyó es el único merecedor de
pagar su extrema simpleza..."(4) .
En cierta forma, la postura en mención fue acogida por la Sala de Casación
Penal de la Corte Suprema de Justicia en la sentencia del 12 de junio de
2003, en cuanto allí expresó:
"… De manera que, sólo cuando la víctima asume conjuntamente con otro
una actividad generadora de riesgos (lo cual acá no ocurre), puede
eventualmente imputársele el resultado a la víctima, siempre que esta tenga
conocimiento del riesgo que asume. En consecuencia, si es el autor quien
recorre la conducta descrita en el tipo penal (quien crea el riesgo), el resultado
debe serle imputado a aquel y no a la víctima, pues ésta obra dentro del
principio de confianza que le enseña que en el tráfico de las relaciones
sociales el vendedor realizará el comportamiento en el ámbito de competencia
que le impone la organización"(7) .
________________________________________________
(1) Sentencia del 11 de diciembre de 2003, radicación 19775.
(2) M.P. Dr. LUIS ENRIQUE ROMERO SOTO. En el mismo sentido, sentencia
del 5 de agosto de 1992, M.P. Dr. JUAN MANUEL TORRES FRESNEDA.
También, sentencia del 29 de agosto de 2002, radicación 15248.
(3) Cfr. ANTONIO JOSÉ MARTÍNEZ LÓPEZ en Estudios de Derecho Penal
Especial, varios autores, Editora Jurídica de Colombia, primera edición 1992,
pág. 288.
(4) Derecho Penal, partes general y especial, Luis Carlos Pérez, Ed. Temis,
Tomo V 1998, págs. 454 y ss.
(5) Radicación 17196.
(6) Cita de HUMBERTO BARRERA DOMÍNGUEZ en Estudios de Derecho
Penal Especial, varios autores, Editora Jurídica de Colombia, primera edición
1992, pág. 242.
(7) Radicación 20926.
Sentencia Casación
FECHA : 10/06/2008
DECISION : Casa la sentencia impugnada y en
consecuenca absuelve al procesado
PROCEDENCIA : Tribunal Superior de Distrito Judicial
CIUDAD : Pasto
PROCESADO : SALAZAR TRIVIÑO, JUAN CARLOS
DELITOS : Estafa
PROCESO : 28693
PUBLICADA : Si
DETALLE PUB. : PRIMER SEMESTRE 2008
18/06/2008
PRINCIPIO DE CONFIANZA
18/06/2008
PROHIBICION DE REGRESO-Inaplicabilidad
Sentencia Casación
FECHA : 18/06/2008
DECISION : No casa la sentencia impugnada
DELITOS : Interés ilícito en celebración de contratos
PROCESO : 27680
PUBLICADA : No
02/07/2008
PRINCIPIO DE CAUSALIDAD-Concepto
Sentencia Casación
FECHA : 02/07/2008
DECISION : No casa
DELITOS : Rebelión
PROCESO : 26262
PUBLICADA : Si
DETALLE PUB. : segundo semestre de 2008
02/07/2008
CONCAUSALIDAD/ CONCURRENCIA DE CULPAS/ IMPUTACION OBJETIVA-
Cursos causales
Frente a esa constelación de casos "existen supuestos en los que concurre, sin
duda alguna, una conexión suficiente entre el riesgo inicial creado por el
autor y el resultado final, y en los que esa conexión no se ve desvirtuada por
una conducta de la víctima o una conducta de otro sujeto. En los supuestos
en los que se trata de una conducta concurrente de otro sujeto, cuando son
dos los riesgos que explican el resultado -cadena de imprudencias-, la
solución es sencilla: se tratará de un supuesto de autoría accesoria, ambos
sujetos responderán"(8) .
Por ese motivo, la Sala disiente radicalmente del criterio sentado por el
Tribunal, según el cual el motivo determinante en la producción del resultado
tan sólo lo constituyó el riesgo del mencionado …, porque de haber
conservado la distancia exigida por las disposiciones de tránsito con el
automotor que le precedía, hubiera alcanzado a accionar el sistema de frenos,
con lo cual no habría colisionado con ese vehículo ni su pasajera hubiera
caído, con tal infortunio que precisamente el vehículo conducido por (...) la
arrolló.
De esa manera si, por ejemplo, un conductor que al ejecutar dicha maniobra
imprudente ocasiona que un primer vehículo que viene en sentido contrario
por evadirlo se precipite a un abismo produciendo la muerte de la mayor parte
de sus ocupantes y lesiones a los restantes y que un segundo rodante que
viene inmediatamente detrás de éste colisione contra una vivienda, por la
imposibilidad de reaccionar adecuadamente, falleciendo todos sus ocupantes,
así como los habitantes que se encontraban en el inmueble -y así
sucesivamente en cuanto la cadena de consecuencias esté conectada con la
conducta riesgosa- al autor, sin lugar a duda, le serán imputables todos los
resultados producidos.
Sentencia Casación
FECHA : 02/07/2008
DECISION : Casa oficiosamente, confirma sentencia
condenatoria de primera instancia
DELITOS : Homicidio culposo
PROCESO : 28441
PUBLICADA : Si
15/07/2008
IMPUTACION OBJETIVA-Noción
Sentencia Casación
FECHA : 15/07/2008
DECISION : No casa
DELITOS : Concierto para delinquir
PROCESO : 28362
PUBLICADA : No
06/08/2008
1.No hay ninguna duda que la Fiscalía, dentro del resorte de su competencia,
por ser el organismo titular de la acción penal en la fase instructiva del
sumario y de la acusación ante el juez del conocimiento (Artículo 250 de la
Constitución Política, modificado por el Acto Legislativo número 3 de 2002,
artículo 2°) es quien dispone de la acusación en el marco del sistema de
enjuiciamiento de la Ley 600; por ello, cuando introdujo variables a la
acusación en la fase del juicio lo hizo en su función de titular de la acción
penal y titular de la función pública de investigar y de acusar, dentro de los
parámetros de la Ley (artículos 393, 395, 397, 398, 404 del C. de P.P.)
____________________________________________________________________________
_____________
1-CORTE SUPREMA DE JUSTICIA Sala de Casación Penal. Proceso 26942, 8
de noviembre de 2007.
2-CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, Sala Penal, auto del 23 de mayo de 2007,
rad. núm. 26706; en el mismo sentido, Sentencia de Casación del 24 de abril
de 2001, radicación: 12424.
3-Como el tema no admite otra posibilidad interpretativa, recuérdese que "La
naturaleza sustancial es predicable de las normas que describen los delitos,
las que se refieren a condiciones de punibilidad y a la responsabilidad del
procesado, como las que establecen condiciones genéricas o específicas de
agravación a atenuación punitiva y las que recogen axiomas del derecho penal
como el in dubio pro reo. Por su parte, aquellas que tienden a lograr o definir
los elementos contenidos en las primeras, son instrumentales". véase, entre
otras, sentencia de casación del 19 de junio de 2003, rad. núm. 16394.
4-CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, Sala de casación penal, sentencias del
19/07/2006 rad. núm. 22263; del 10/08/2006, rad. núm. 22289; del
07/09/2006, rad. núm. 23171; del 11/09/2006, rad. núm. 25774, entre
otras.
Sentencia Casación
FECHA : 06/08/2008
DECISION : Casa Sentencia, Excluye Numeral Tercero,
Condena y Otros
DELITOS : Estafa, Fraude procesal, Concierto para
delinquir, Falsedad material en documento público
PROCESO : 29463
PUBLICADA : Si
20/08/2008
PRINCIPIO DE CONFIANZA-Noción
_________________________________________________
Auto Casación
FECHA : 20/08/2008
DECISION : inadmite la Demanda
DELITOS : Prevaricato por omisión
PROCESO : 29814
PUBLICADA : No
27/10/2008
Sentencia Casación
FECHA : 27/10/2008
DECISION : No Casa
DELITOS : Lesiones personales
PROCESO : 25526
PUBLICADA : No
05/11/2008
PRINCIPIO DE CONFIANZA-Límites
Sentencia Casación
FECHA : 05/11/2008
DECISION : No Casa, aclara pena de inhabilidad como
principal
DELITOS : Contrato sin cump. de requisitos legales
PROCESO : 25104
PUBLICADA : Si
04/02/2009
CONCAUSALIDAD
….
DOCUMENTO NO DISPONIBLE EN MEDIO MAGNETICO
Sentencia Casación
FECHA : 04/02/2009
DECISION : No casa
DELITOS : Homicidio culposo
PROCESO : 26409
PUBLICADA : Si
DETALLE PUB. : Primer semestre de 2009
16/03/2009
PRINCIPIO DE CONFIANZA-Noción
(......)
____________________________________________
(3). Corte Suprema de Justicia. Sala de Casación Penal, auto de 20 de agosto
de 2002, radicado No. 18029.
12/08/2009
PRINCIPIO DE CONFIANZA-Noción/ PROHIBICION DE REGRESO/
Si esto es así para los delitos culposos, con mayor razón lo será para los
dolosos, pues, en cualquier evento, serán atribuibles desde el punto de vista
objetivo las acciones activas o pasivas de los garantes que, teniendo el deber
de evitar el resultado, o de vigilar la conducta de quienes colaboran en la
ejecución de las labores a él encomendadas, permiten que otros, ya sea
mediante contribuciones esenciales o secundarias para la producción del
resultado, vulneren el bien jurídico llamado a proteger.
____________________________________
(11) Sentencia de 4 de abril de 2003, radicación 12742
(12)Radicación 28326.
(13) Cf. sentencia de 3 de octubre de 2007, radicación 28326
21/10/2009
…
La sistemática penal ha venido evolucionando en materia de los delitos de
peligro porque en un principio se entendió como suficiente para su
consumación la comprobación de la amenaza, el riesgo, el probable daño o
perjuicio (ESCRIVA), la lesión potencial (ROCCO, BETTIOL, BERINSTAIN), en tanto
que en la actualidad se exige la puesta en peligro del bien (M IR), peligro que
debe ser frente al bien jurídico y no al objeto material.
Según lo dicho basta que una persona despliegue cualquiera de las acciones
previstas en la norma con productos químicos o sustancias nocivos para la
salud, calificación que previamente debe haber sido dada por las autoridades
administrativas a dichos productos y sustancias, para considerar establecido
que dicha elaboración, distribución, suministro o comercialización resulta
peligrosa y debe ser reprimida como lo admite la Constitución Política y lo ha
determinado el legislador penal.
_______________________
(1) MARÍA INMACULADA RAMOS TAPIA. «Sobre la imputación subjetiva en el delito
de conducción temeraria con consciente desprecio por la vida de los demás»,
en La Ley, número 5069, Madrid, Martes, 6 de junio de 2000.
(2)La Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Penal, en sentencia de 15
de septiembre de 2004, radicación 21064, indicó que “al evaluarse
judicialmente los contornos de la conducta es ineludible establecer qué tan
efectiva fue la puesta en peligro. En otro lenguaje, frente a un delito de peligro
debe partirse de la base de que la presunción contenida en la respectiva
norma es iuris tantum, es decir, que se admite prueba en contrario acerca de
la potencialidad de la conducta para crear un riesgo efectivo al bien jurídico
objeto de tutela”.
(3) JUAN TERRADILLOS BASOCO, «Peligro abstracto y garantías penales», en
Nuevo Foro Penal, número 62, Bogotá, Editorial Temis, 1999, p. 70 a 83.
Sentencia Casación
FECHA : 21/10/2009
DECISION : No casa
DELITOS : Fab. y comerc. de sust. nociv. para la salud
PROCESO : 29655
PUBLICADA : Si
DETALLE PUB. : Segundo semestre de 2009
28/10/2009
Sentencia Casación
FECHA : 28/10/2009
DECISION : Sicasa, confirma sentencia absolutoria de 1a
instancia, compulsa copias........
DELITOS : Homicidio culposo
PROCESO : 32582
PUBLICADA : Si
09/11/2009
Auto Casación
FECHA : 09/11/2009
DECISION : Inadmite demanda de casación
DELITOS : Falsedad en documento privado, Fraude
procesal
PROCESO : 32967
PUBLICADA : No
11/11/2009
…
En estas condiciones se torna inoficioso analizar si en el presente caso opera o
no el postulado de la prohibición de regreso, aplicable fundamentalmente
cuando la conducta que desencadena el resultado punible es imprudente,
según lo ha establecido la Corte al fijar su alcance en los siguientes términos:
11/11/2009
09/12/2009
17/02/2010
PRINCIPIO DE CONFIANZA-Aplicación
______________________________________________
(1) Entre otras providencias, sentencia de casación del 11 de julio de 2000,
radicado 12.758.
21/06/2010
PRINCIPIO DE CONFIANZA-Aplicación
Por manera que la exigencia del tipo penal de verificar el cumplimiento de los
requisitos legales del contrato, no se puede soslayar con la manifestación del
responsable de la celebración del contrato, en que confió en la actuación de
sus subalternos o en el hecho de haber obrado de buena fe, para de esta
forma salir avante de la responsabilidad penal que le cabe; mucho menos
cuando ni siquiera cumplió con el deber de leer el contrato suscrito, lo que
hace inviable la aplicación del principio de confianza, por cuanto su aplicación
parte del supuesto de que quien lo invoca ha satisfecho las normas de
comportamiento que en el caso preciso de él se esperaban, lo cual no ocurrió
en este evento.
___________________________________
(1) Sentencia del 6 de mayo de 2009, Radicado N° 25.495.
28/07/2010
CAUSALIDAD-Relación de causalidad
…
3) Si bien es cierto que la causalidad (en tanto ley, fenómeno empírico o hecho
natural) ha sido cuestionada desde los albores del siglo XX en razón del
desarrollo del conocimiento científico (tanto en el ámbito de las partículas
subatómicas -física cuántica- como en el del cosmos -teoría de la relatividad),
también lo es que ello no ha sido obstáculo para que, en la vida cotidiana, su
importancia continúe vigente. Por el contrario, constituye el primer paso,
necesario mas no suficiente, para efectos de atribuir el resultado previsto en
el tipo como obra o consecuencia de la conducta de determinada persona.
De ahí que el epígrafe del artículo 23 del Código Penal Militar defina a la
causalidad como un "presupuesto mínimo de imputación", o que el cuerpo
final del inciso 1º del artículo 9 de la Ley 599 de 2000 señale que ésta "por sí
sola no basta para la imputación jurídica del resultado", o que incluso en la
doctrina se sostuviese que "el primer presupuesto de la realización del tipo es
siempre que el autor haya causado el resultado"(2) .
_______________
(1) Sentencia de 14 de octubre de 2009, radicación 26266.
(2) Roxin, Claus, Derecho penal. Parte general. Tomo I. Fundamentos. La
estructura de la teoría del delito, Civitas, Madrid, 1997, § 11, 1.
(3) Formulado en principio por Traeger, era presentado como la conducta del
tío que con la intención de heredarlo envía a su sobrino a una colina llena de
árboles para que muera por un rayo, pero en la actualidad se formula como la
del sobrino que convence a su tío de hacer lo propio. Cf. Schünemann, Bernd,
Temas actuales y permanentes del derecho penal después del milenio, Tecnos,
Madrid, 2002, p. 73.
(4) Es de anotar que la solución del caso de la tempestad varía dependiendo
del esquema de la teoría del delito que se maneje. En el finalismo, se resolvía
negando la "voluntad homicida", o el dolo de matar (Welzel, Hans, Derecho
penal alemán, Editorial Jurídica de Chile, Santiago, 1970, p. 97). De acuerdo
con la teoría de la imputación al tipo objetivo, faltaría la creación de un
peligro no abarcado por el riesgo permitido (Roxin, Op. cit., § 11, 45).
(5) Sentencia de 5 de diciembre de 2007, radicación 26513.
Sentencia Casación
FECHA : 28/07/2010
DECISION : No casa el fallo de segunda Instancia
DELITOS : Lesiones personales
PROCESO : 33116
PUBLICADA : No
28/07/2010
Si bien es cierto que la causalidad (en tanto ley, fenómeno empírico o hecho
natural) ha sido cuestionada desde los albores del siglo XX en razón del
desarrollo del conocimiento científico (tanto en el ámbito de las partículas
subatómicas -física cuántica- como en el del cosmos -teoría de la relatividad),
también lo es que ello no ha sido obstáculo para que, en la vida cotidiana, su
importancia continúe vigente. Por el contrario, constituye el primer paso,
necesario mas no suficiente, para efectos de atribuir el resultado previsto en
el tipo como obra o consecuencia de la conducta de determinada persona.
De ahí que el epígrafe del artículo 23 del Código Penal Militar defina a la
causalidad como un "presupuesto mínimo de imputación", o que el cuerpo
final del inciso 1º del artículo 9 de la Ley 599 de 2000 señale que ésta "por sí
sola no basta para la imputación jurídica del resultado", o que incluso en la
doctrina se sostuviese que "el primer presupuesto de la realización del tipo es
siempre que el autor haya causado el resultado"(2).
Sentencia Casación
FECHA : 28/07/2010
DECISION : No casa el fallo de segunda Instancia
DELITOS : Lesiones personales
PROCESO : 33116
PUBLICADA : No
03/08/2010
PRINCIPIO DE CONFIANZA-Noción
1) Recuérdese que la pretendida aplicación del principio de confianza como
circunstancia excluyente de responsabilidad parte de suponer que quien se
comporta en el tráfico jurídico, por ejemplo, en ámbitos laborales donde opera
la división de trabajo, conforme a las normas preestablecidas puede confiar en
que todos los participantes en él también lo hagan, a no ser que
fundadamente se pueda suponer lo contrario porque quizá la actividad no esté
demarcada y no los cubra el mismo peligro creado o incrementado con la
infracción.
_____________________________________________________________________
Auto Casación
FECHA : 03/08/2010
DECISION : Se inadmite la demanda de casación
DELITOS : Tentativa de extorsión
PROCESO : 34643
PUBLICADA : No
04/08/2010
Auto Casaciòn
FECHA : 04/08/2010
DECISION : Inadmite demanda presentada
DELITOS : Destrucción, supr. y ocult. de doc. público,
Violencia contra servidor público
PROCESO : 34468
PUBLICADA : No
15/09/2010
-------------------------------------------------------------
2) Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Penal, sentencia de 18 de
junio de 2008, radicación No. 27680.
3) Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Penal, sentencia del 4 de abril
de 2003, radicación No. 12742.
Auto Casación
FECHA : 15/09/2010
DECISION : Se inadmite la demanda presentada
DELITOS : Lesiones personales culposas
PROCESO : 32463
PUBLICADA : No
16/03/2011
PRINCIPIO DE CONFIANZA-Noción
Auto Casaciòn
FECHA : 16/03/2011
DECISION : Se inadmite la demanda de casaciòn
DELITOS : Peculado culposo
PROCESO : 32071
PUBLICADA : No
25/05/2011
CAUSALIDAD-Relación de causalidad
3. Por lo demás, la temática que expone el recurrente alude a las teorías sobre
la causalidad y la imputación jurídica del resultado, las cuales no son ajenas
a las decisiones de la Corte.
Auto Casación
FECHA : 25/05/2011
DECISION : Inadmite la demanda
DELITOS : Homicidio culposo
PROCESO : 36509
PUBLICADA : No
10/08/2011
"El delito culposo, por su parte, consiste en que la comisión del punible se
encuentra acompañada de la omisión del deber de cuidado ya sea por la
negligencia, la imprudencia, la violación de reglamentos o la impericia del
agente" (7) .
Y que,
"La violación al deber de cuidado objetivo se evalúa siempre dentro de un
ámbito situacional determinado, es decir, por medio de un juicio de la
conducta humana en el contexto de relación en el cual se desempeñó el actor,
y no en el aislamiento de lo que éste hizo o dejó de hacer" (8) .
"…El autor debe realizar la conducta como lo haría una persona razonable y
prudente puesta en el lugar del agente, de manera que si no obra con arreglo
a esas exigencias infringirá el deber objetivo de cuidado. Elemento con el que
se aspira a que con la observancia de las exigencias de cuidado disminuya al
máximo los riesgos para los bienes jurídicos con el ejercicio de las actividades
peligrosas, que es conocido como el riesgo permitido.
"…Las normas de orden legal o reglamentaria atinentes al tráfico terrestre,
marítimo, aéreo y fluvial, y a los reglamentos del trabajo, dirigidas a
disciplinar la buena marcha de las fuentes de riesgos.
"…El principio de confianza que surge como consecuencia de la anterior
normatividad, y consiste en que quien se comporta en el tráfico de acuerdo
con las normas puede y debe confiar en que todos los participantes en el
mismo tráfico también lo hagan, a no ser que de manera fundada se pueda
suponer lo contrario.
"Apotegma que se extiende a los ámbitos del trabajo en donde opera la
división de funciones, y a las esferas de la vida cotidiana, en las que el actuar
de los sujetos depende del comportamiento asumido por los demás.
"…El criterio del hombre medio, en razón del cual el funcionario judicial
puede valorar la conducta comparándola con la que hubiese observado un
hombre prudente y diligente situado en la posición del autor. Si el proceder
del sujeto agente permanece dentro de esos parámetros no habrá violación al
deber de cuidado, pero si los rebasa procederá la imprudencia siempre que
converjan los demás presupuestos típicos" (9) .
Sentencia Casación
FECHA : 10/08/2011
DECISION : No Casa la Sentencia, Casa de Oficio y
Parcialmente fallo de 2 Grado,
DELITOS : Lesiones personales culposas
PROCESO : 36554
PUBLICADA : Si
DETALLE PUB. : segundo semestre de 2011
26/10/2011
PRINCIPIO DE CONFIANZA-Noción/ IMPUTACION OBJETIVA-Noción
/IMPUTACION OBJETIVA-Autopuesta en peligro/ IMPUTACION OBJETIVA-
Prohibición de regreso
__________________________________
1. Sentencia de segunda instancia, septiembre 14 de 1995; radicación 9973.
26/10/2011
PRINCIPIO DE CONFIANZA-Aplicación
Auto Casación
FECHA : 26/10/2011
DECISION : Inadmite demadna de casación
DELITOS : Peculado por apropiación, Falsedad ideológica
en documento público, Contrato sin cump. de requisitos legales
PROCESO : 37417
PUBLICADA : No