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ROLES DE LOS MIEMBROS DE LA FAMILIA
En la familia se distinguen un gran número de papeles, algunos surgen bajo la influencia de los factores
biopsicosociales, constituyendo los roles operativos tradicionales, otros en cambio, se manifiestan cuando
hay patología individual o alteraciones de la funcionalidad familiar, como es el caso de los roles
idiosincrásicos.
En esta publicación revisaremos los roles de los integrantes de las familias, consideramos que nuestra
publicación anterior: El Rol en la Familia: Roles Familiares, podrás encontrar más información de este tema.
TIPOS DE ROLES DESEMPEÑADOS EN LAS FAMILIAS
Tradicionales: Madre, padre, hermanos, abuelos, sobrinos, primos
Idiosincrásicos: Hijo parental, chivo expiatorio, reconciliador, responsable, héroe, mártir
Instrumentales: Proveedor, protector, orientador, educador, administrador, etc
Emocionales o Afectivos
Modelos o patrones de conducta
Las familias tienden a desarrollar especificaciones sobre quién hace qué en el grupo. Los roles
instrumentales contribuyen a la distribución de funciones, tareas y rutinas de la vida familiar, por
ejemplo, el padre-esposo tradicionalmente se identifica con un rol proveedor y protector de los hijos. En
cambio, se considera deseable que la madre-esposa mantenga primordialmente un rol afectivo, aun cuando
desarrolle un papel similar al hombre en otras áreas. En este contexto, es claro que todos los miembros de
la familia asumen una variedad de roles diferentes, algunos son funcionales (ejemplo: proveedor, el
guardián, el vocero, el que limpia) y otras son emocionales (el bromista, el consejero, el doctor, el miembro
problema).
Las personas significativas o especiales de la familia ofrecen patrones de conductas o modelos de rol que
son imitados por los niños y los preparan para su integración a la sociedad. La figura parental del mismo
sexo sirve para identificarse (modelo de desarrollo), mientras que la relación padres-esposos, padres-hijas
mayores, conjuntamente con las conductas de los hermanos y otros componentes de la familia, ayudan al
aprendizaje de comportamientos relacionados con el sexo (varón, hembra), la edad (patrones conductuales
hasta la adultez), la relación hombre-mujer, entre otros. Sin embargo, tales relaciones no serán un modelo
adecuado y aceptable si el niño observa en ellas críticas, desprecios o violencia. No debe olvidarse que en su
etapa de formación los individuos aprenden por un proceso consciente e inconsciente, que puede conducir
al abierto rechazo de una conducta considerada impropia, pero inconscientemente se adoptan o
internalizan los patrones de comportamiento indebidos. Resulta interesante que el modelo de rol
proporcionado por los padres y otros adultos, puede servir también para la transmisión y modelamiento de
patrones conductuales frente a situaciones específicas, tales como mentir o enfermarse para evadir y
justificar el incumplimiento de alguna obligación.
ROL MATERNO
Los psicoanalistas están de acuerdo en la concepción clínica de lo que constituye “un buen ejercicio
maternal”. La madre debe constituirse en un “medio aprovisionador total” del niño y esta provisión consiste
en algo más que la mera satisfacción de necesidades fisiológicas. La madre debe realizar todo lo que el niño
es incapaz de hacer por sí mismo: alimentación, vestido, higiene y transporte, añadiendo a la atención
maternal un contenido afectivo seguro; es un hecho emocional que se integra y unifica con el hecho físico.
Los analistas no consideran que la mayoría de las madres “normales” tengan dificultades para cumplir lo
que prescriben. Sugieren que las mujeres obtienen satisfacción y cumplen las expectativas del rol maternal
a un nivel fundamentalmente distinto de experiencia.
La estructura económica de las sociedades contemporáneas ha venido a incorporar en un grado creciente a
la mujer en el campo de la producción y esto modifica sustancialmente su rol y por lo tanto la estructura de
la familia (esposa-madre; esposa-compañera; esposa-colaboradora); los tres tipos de roles no los
desempeña la mujer en forma exclusiva, sino que hay una interrelación permanente entre ellos, aunque
siempre será uno el que tiende a predominar. Es motivo de conflicto para la esposa escoger cuál de estos
roles es el que va a desempeñar, porque muchas veces son incompatibles. Ello trae, en ocasiones,
desconcierto y situaciones de choque para la familia.
ROL PATERNO
Por fortuna han pasado los días en que se ignoraba o minimizaba la contribución del padre al desarrollo de
los hijos. La cantidad de cuidado que los hombres brindan a los bebes está aumentando en los países
industrializados.
Todos los niños y niñas necesitan modelos de roles. Si no hubieran hombres en la familia, sería importante
que el niño viera a los hombres en sus roles masculinos fuera del hogar, dentro del resto de la familia, entre
los vecinos, en la comunidad o en un centro de atención infantil.
La presencia de la figura paterna, está relacionada con la misión del padre en el seno de la familia, y en
particular, respecto a la relación que ha de establecer con el hijo. La misión quedaría enmarcada dentro de
las siguientes características:
Ser modelo de identificación para el hijo/hija
Ser modelo de masculinidad para el hijo varón
Establecer un tipo particular de liderazgo en el interior de la familia
Servir de cauce idóneo, aunque no único y exclusivo, para establecer la apertura del hijo hacia la
sociedad
Desarrollar una concreta acción formativa en la vida del hijo (seguridad, valores, autoridad,
disciplina, identidad personal)
ROL DE HERMANO
Los hermanos y hermanas mayores a menudo actúan como modelo y profesores para sus hermanos
menores. En estudios se han demostrado que los niños pequeños observan cuidadosamente a sus
hermanos o hermanas mayores, con frecuencia cogen sus juguetes que han abandonado o imitan sus
acciones. Los hermanos que no se llevan mucha diferencia de edad, a menudo tienen intereses similares, les
gustan las mismas cosas y parecen entenderse mutuamente.
A pesar de la ambivalencia de las primeras relaciones entre hermanos, la presencia de un hermano
puede ayudar al niño a desarrollar la empatía, habiendo cuatro aspectos de la interacción como
son:
Compartir los mismos padres y situaciones familiares hace que los niños experimenten las mismas
emociones
Cuando las madres intervienen en las peleas entre hermanos por los juguetes o el trato, suelen
fomentar el compartir y la receptividad hacia los deseos, necesidades y sentimientos del otro
Observar como los padres recompensan al hermano por ser solidario, o le castigan por su egoísmo o
crueldad, ofrece una oportunidad de aprendizaje por observación acerca de las consecuencias de la
conducta prosocial o antisocial.
El entorno común de los hermanos, la estrecha familiaridad entre sus mundos, la dependencia
mutua y la continua interacción pueden hacer más fácil al niño el desarrollar la capacidad de
ponerse en el lugar del otro.
http://www.medicosfamiliares.com/familia/el-rol-en-la-familia-roles-familiares.html
EL ROL EN LA FAMILIA: ROLES FAMILIARES
En el estudio de las familias, conocer cuál es la estructura familiar es uno de los pasos iniciales. Conocer el
rolque cumplen cada uno de los integrantes de la familia será importante para tener una mejor visión
del funcionamiento familiar.
La familia está organizada según el orden jerárquico en que se disponen sus miembros, donde cada posición
le confiere obligaciones y prerrogativas delimitadas por reglas concretas las cuales contribuyen a vincular el
funcionamiento de la familia con los fines del grupo familiar.
En la familia sus miembros pueden ubicarse en el puesto de padre, madre, hijo, hermano, abuelo. Cuando
se asigna una posición, al mismo tiempo se están delimitando responsabilidades y privilegios, a la vez que
se establece un nivel relativo en las dinámicas de poder y liderazgo.
Estas posiciones en que se ubican los miembros pueden asignarse en base a factores sobre los cuales las
personas no tienen ningún control, como su edad, sexo, raza, parentesco, orden de nacimiento, clase social.
En este caso hablamos de "posiciones adscritas". Otras, por el contrario, se otorgan considerando
cualidades personales como, por ejemplo, ser padre o madre; o se alcanzan mediante el desarrollo de
algunas capacidades y por el reconocimiento grupal, por ejemplo, jefe de familia. Estas se conocen
como "posiciones adquiridas".
El ROL se refiere a las expectativas y normas que un grupo social (en este caso la familia) tiene con
respecto a la conducta de la persona que ocupa una posición particular, incluye actitudes, valores y
comportamientos adscritos por la sociedad a todo individuo que se ubique en ese lugar específico de la
estructura familiar.
Toda posición trae consigo una serie de funciones que definen el papel a cumplir dentro de la familia, así
tenemos que cada posición tiene un rol asociado, el cual está circunscrito por un conjunto de normas que
se aplican a quien ocupe un lugar particular de la estructura familiar. De este modo se definen el
comportamiento entre los individuos en cada posición (padres e hijos), indicándoles lo que está permitido o
no. Aunque los roles presentan diferencias dentro de cada familia, todas tienen expectativas, tácitas o
expresas, respecto al papel que deben asumir sus miembros.
Podemos encontrar 3 modos diferentes de Roles:
Rol Prescrito:
Es la conducta que se espera de quien ocupa una determinada posición, de allí que está supeditado
a las ideas que tienen los demás respecto al rol.
Rol Percibido:
Es el conjunto de conductas que el ocupante de una posición cree que debe llevar a la práctica. Esta
percepción que tiene cada integrante de la familia con respecto al rol que debe cumplir se basa, por
ejemplo, a modelos observados por el individuo en sus familias de origen digamos, por ejemplo, si
un individuo viene de una familia de origen donde tuvo un padre poco afectuoso, no es de extrañar
que en la nueva familia que forme tenga un comportamiento igual o similar.
Rol Desempeñado:
Es la forma en que una persona ejecuta definitivamente un rol específico, en decir, las conductas
que lleva a cabo realmente.
Entonces como hemos visto, podemos definir los roles como las reglas que definen el comportamiento de
los integrantes de la familia.
https://www.uam.mx/cdi/pdf/redes/xi_chw/cendif_rol.pdf
EL ROL DE LA FAMILIA EN LOS PROCESOS DE EDUCACIÓN Y DESARROLLO HUMANO DE LOS NIÑOS (AS) /
Congreso internacional, oct, 2015
http://dinamicadegrupos-ieu.blogspot.com/2016/06/los-roles-tipos-de-roles-y-su.html
Los roles, tipos de roles y su funcionalidad dentro del grupo.
¿Qué es un rol social? Dicho concepto, de forma muy amplia, podemos resumirlo así: se refiere al conjunto
de expectativas que comparten los miembros de un grupo en relación con el comportamiento de una
persona que ocupa una determinada posición dentro del mismo grupo. En otros términos, "el rol social da
cuenta de cualquier conjunto de conductas y comportamientos que una persona exhibe de modo
característico dentro de un grupo" (Hare, 1962).
Desde un punto de vista más "artístico", podemos afirmar que el tema de los roles sociales se puede
relacionar estrechamente con el mundo del teatro, en el sentido de hacer referencia a aquellos papeles que
solemos representar; por supuesto, no hacemos justicia ni al término ni al teatro si sólo establecemos esta
relación. Pero sí podemos afirmar que en cierta medida el tema de los roles sociales recuerda aquellos
papeles que hemos tenido que representar; incluso podemos hacer referencia a los distintos escenarios, los
cuales han dado pie a nuestras distintas interpretaciones.
Otras formas de caracterizar el rol social serían:
El rol social es aquella pauta de comportamientos esperados de alguien que ocupa una posición
determinada dentro del grupo. Confirma o no las expectativas que se tienen al respecto.
Un rol social refiere a un conjunto de actividades concretas y necesarias para poder desempeñar un
específico y concreto cometido social.
El rol social consiste justamente, en una serie de acciones específicas, diferentes y estrechamente
vinculadas a cada rol social que interpretamos.
Cumplir un rol social supone comportarse y asumirlo según los patrones, las pautas o las normas
determinadas y asociadas exclusivamente a él.
Y ¿cómo aprendemos a interpretar un rol social? Tomando la metáfora del teatro, resultaría relativamente
sencillo suponer la forma en la que un a tor o una actriz aprenden e interpretan un papel, dentro de una
situación específica, con un escenario determinado, etc. Pero, partiendo del hecho de que el rol es nuestra
propia interpretación en la vida cotidiana, ¿cómo y dónde aprendemos la pauta de comportamientos más
adecuada? Insistiendo en el teatro, una buena ovación o un tremendo abucheo puede ser determinante,
pero en la vida cotidiana ¿cómo sabemos qué rol seguir?, ¿cuándo sabemos que no lo estamos haciendo
bien? Justamente, los agentes sociales dan cuenta y nos van mostrando las formas de comportamiento que
se esperan de cada uno de nosotros/as, en la situación social específica.
Y hablando de situaciones sociales y roles que acompañan a dichas situaciones, como seres sociales que
somos, desarrollamos a lo largo de nuestra existencia múltiples roles, es decir, sabemos llevar a cabo
distintas interpretaciones, algunas de las cuales son más importantes que otras. Lo anterior nos lleva a ir
conformando y modificando una suerte de repertorio de roles (rol-set) que no es otra cosa que el orden que
damos a nuestros roles en función de su importancia y de lo que significan para nosotros/as. Asimismo, el
repertorio de roles nos define muy bien qué rol ejecutar, logrando así una buena interpretación. Incluso
nuestro repertorio de roles nos permite elegir el más adecuado, desechar el que no queda bien; aumentar
nuestro repertorio de interpretaciones y eliminar aquel que sabemos que no nos dio un buen resultado.
La experiencia personal es muy importante al ir definiendo, poco a poco, nuestro propio e intransferible rol
social; no obstante, existen también algunas fuentes de donde obtenemos información sobre el modo de ir
conformando nuestro repertorio de roles. Dichas fuentes son esos famosos agentes sociales:
La escuela,
La familia,
Los medios de comunicación
El contexto laboral, etc.
CLASIFICACIÓN DE ROLES
Cuando se habla de los roles sociales, una de las cuestiones que suelen surgir es la de preguntarse si el rol
que ejecutamos es adscrito o adquirido. Para contestar a esta cuestión habría que diferenciarlos:
El rol adscrito no depende de la voluntad de las personas, es decir, no intercedemos en nada para poder
llegar a convertirnos, por ejemplo, en hijos/as, en hermanos/as. Otra característica de los roles adscritos es
que suelen basarse en características que pueden llegar a ser delimitadas con mucha precisión. Aunque
cabe considerar, llegados a este punto, que de- finir un rol adscrito, irónicamente, no termina siendo algo
muy preciso.
Por su parte, el rol adquirido es aquel que, con actividad o esfuerzo por parte de quien lo ejecuta, lo ha ido
asumiendo poco a poco. En otras palabras, un rol adscrito depende de la propia decisión, de las habilidades
o de la responsabilidad de la persona que lo lleva a cabo. También es verdad que existen facilitadores
contextuales que pueden favorecer el adscribirse a un determinado tipo de rol. Así pues, el adquirir un
determinado rol no sólo depende de querer ejecutarlo, sino de tener un contexto que mínima- mente lo
favorezca.
Pero para la dinámica de grupos, las clasificaciones de roles sociales se han centrado más en determinar los
diferentes roles en tres grandes categorías (BenneySheats,1948):
Roles orientados a la tarea
Roles orientados a las relaciones socio-emocionales
Roles personales.
Los primeros se encuentran orientados a la consecución de la tarea y el cumplimiento de los objetivos
grupales; los segundos, tal y como lo sugiere su nombre, son aquellos que se encargan principalmente del
mantenimiento y la satisfacción de las relaciones afectivas entre los miembros del grupo; mientras que los
últimos tienen su punto de interés en las necesidades propias de las personas, son roles personales.
Roles orientados a la tarea
Son roles que tienen como prioridad realizar la tarea que el grupo tiene como objetivo. A modo de ejemplo
se pueden mencionar los siguientes:
1. Iniciador/a. Recomienda nuevas ideas, nuevas formas de apropiarse los problemas.
2. Informador/a. Proporciona opiniones, valores y sentimientos.
3. Coordinador/a. Muestra la relevancia de cada idea y su relación con el conjunto de problemas.
4. Evaluador/a. Somete a análisis las realizaciones grupales y evalúa la eficacia de los procedimientos.
Roles socioemocionales
Estos roles se encuentran en estrecha relación con aquellas acciones que se en- caminan a facilitar y así
poder satisfacer las necesidades afectivas de los miem- bros del grupo. Tipos de este rol serían los
siguientes:
1. Animador/a. Recompensa a los demás otorgando afecto y acuerdo.
2. Armonizador/a. Hace de mediador en los conflictos entre los miembros.
3. Observador/a. Señala los aspectos positivos y negativos de la dinámica grupal.
4. Seguidor/a. Acepta las ideas dadas por otros y sirve como audiencia.
Roles personales
Los roles personales son aquellos que tienen que ver con cuestiones propias de la personalidad, aunque
también están dirigidos a la satisfacción de necesidades individuales. Son ejemplos de ellos:
1. Agresor/a. Pone en duda la competencia de los otros/as y desaprueba sus acciones.
2. Bloqueador/a. Negativista, reticente, habitualmente está en contra sin razón aparente.
3. Buscador/a de reconocimiento. Llama la atención sobre sí mismo, sus méritos y sus logros.
4. Dominador/a. Intenta imponer su control sobre el grupo.
CONFLICTO DE ROLES
En la medida en que interaccionamos con los demás, hacemos uso de roles adecuados a las situaciones
determinadas. Las expectativas y la situación social acostumbran a ser buenos indicadores del rol a seguir.
Esto supone que sabemos hacer una buena lectura de la situación social, lo cual equivale a saber qué tipo
de rol seguir, ¡al menos eso es lo que se espera!
Por otro lado, ya sabemos que son los agentes de socialización quienes contribuyen a facilitar el
repertorio de roles que se pueden utilizar; por ello sabemos y esperamos que a cada situación social le
corresponda un determinado comportamiento. Pero la experiencia también nos confirma que no
siempre es así, esto es, que en la vida de las personas se puede dar el caso de que se ejecute un rol
social en una situación que no le corresponde. Existe entonces una asimetría entre el rol ejecutado y la
situación social que le corresponde.
Cuando se da la situación anterior, sabemos que algo no ha ido bien y se perciben situaciones
embarazosas, difíciles, inexplicables e incluso divertidas, aun- que no siempre es así. Cuando esto
ocurre, decimos que ha tenido lugar una trasgresión del rol social.
En tal caso aparecerá una sanción a ello (sanciones muchas veces en forma de la propia situación
embarazosa). Pero si el rol se sigue y se ejecuta de manera correcta y escrupulosa, también hay una
especie de recompensa y sabemos que las cosas han ido bien, que se han cumplido las expectativas, etc.
Las sanciones y las recompensas son formas que tiene la sociedad y que utiliza para garantizar la
actuación y la reproducción de los roles sociales.
Cuando se transgrede el rol social, lo que en dinámica de grupos se conoce como un conflicto de rol, lo que
en realidad se da es una discre- pancia entre las expectativas que se tienen con respecto a un determinado
comportamiento, es decir, las expectativas creadas y los comportamientos emitidos no coinciden.
Cuando algunos de nuestros roles entran en contradicción con otros de nuestros roles se produce un
conflicto interrol.
Hay algunos roles que comportan la coexistencia de pautas que pueden ser incompatibles dentro del mismo
rol; eso es el conflicto intrarrol.
Otro conflicto es aquel que se define por la incompatibilidad de lo que una persona es y las expectativas
inherentes al rol que desarrolla. Lo anterior es conocido por conflicto entre la persona y el rol.
Sobrecarga de rol: demandas que recibe una persona que desarrolla un rol, situación en la que se debe
decidir las prioridades.
El constante cambio ambigüedad en la sociedad actual constituye el contexto ideal para que algunos roles
puedan llegar a ser ambiguos.
Resulta evidente que, para la dinámica de grupos, la cuestión del rol social adquiera mucha importancia, no
sólo porque sea la consecuencia del lugar que una persona ocupa en el interior del grupo, sino también porque
este tema sugiere conceptos que no sólo son interesantes para la psicología, sino que lo son también para la
sociología de las organizaciones, como, por ejemplo, el tema del liderazgo.
Por esa razón no podemos quedarnos únicamente con la idea de que el rol social se limite a aquellas pautas
que orientan nuestro comportamiento, o al conjunto de conductas que se contempla de un rol específico. Es
verdad que hace referencia a eso, pero también es necesario considerar que el rol social contempla lo
siguiente:
La movilización de un repertorio de comportamientos.
Una manera particular de relacionarnos.
El uso y utilización de un lenguaje concreto.
La incorporación de unos determinados hábitos.
Lo anterior es verdad e incluso podemos afirmar que constituye la base del entendimiento de lo que significa el
rol social para una disciplina como la psicología. Pero, no obstante, el rol social además implica:
Hacer el rol cada vez más propio para quien lo ejecuta.
Apropiarlo con las propias palabras de quien lo ejecuta.
También significa consolidarlo y visualizarlo en las relaciones.
Lo que queremos decir con lo anterior es que el rol social se elabora, se experimenta y se apropia. En otras
palabras, los roles, una vez que nos los ponemos encima, los hacemos nuestros, nos los apropiamos y los
ejecutamos como creemos que es mejor. Con todo esto y por lo demás, queremos afirmar aquí que los roles
sociales son construidos y constructores.
El rol social configura a quien lo ejecuta así como el rol que ejecuta. Lo cual explica por qué actuamos de
diferente forma en un mismo rol o cómo un rol es ejecutado de distinta manera por diferentes personas. Cada
uno/a ha realizado su propia construcción de algo que ya estaba construido en la sociedad. Por ello pueden
existir roles autoritarios, participativos, etc., en diferentes magnitudes.
Una vez que ejecutamos un rol, y a medida que lo vamos haciendo nuestro, éste nos permite relacionarnos de
una forma determinada con las demás personas. Asimismo, y tal y como apunta F. Vázquez (1997), "... asumir
un rol implica hacerlo cada vez más propio, más nuestro. En otras palabras, consolidarlo y hacerlo vivo en las
relaciones. Los roles no comportan sólo el desarrollar determinadas acciones sino que, simultáneamente,
implican la elaboración, la experiencia y la expresión de las emociones y actitudes correspondientes. Es decir,
son construidos, pero también son constructores".
En la medida en la que representamos o ejecutamos un rol social, pasamos a convertirnos en parte de dicha
ejecución. Pero en este apartado también debemos considerar una característica muy particular de la
situación: la que hace referencia al contexto de interdependencia. Este contexto implica que, tal y como ya se
apuntó anteriormente, el rol social requiere de una situación social. Dicha situación social se crea o se
mantiene o incluso se perpetua o se transgrede y cambia en la medida en la que un rol social se ejecute en
relación con otro rol social. En este sentido, el contexto de interdependencia quiere decir de reciprocidad:
Un padre o una madre requieren un/a hijo/a para ejecutar un rol y viceversa. Ambos roles crean, entre
otras cosas, una determinada relación paterno-filial.
Un/a profesor/a se complementan cuando ejecutan su rol frente a los/as alumnos/as, creando con ello, por
ejemplo, una situación de clase, bien autoritaria, bien participativa, sumisa, etc., o como esos roles
construyan su situación social.
La interacción social de los roles contribuye no sólo a definir la situación social, sino que, al mismo tiempo,
permite definir los roles que entran en juego; por tanto, el rol social no depende exclusivamente de la persona
que lo ejecuta, ni tampoco del contexto en concreto, sino que también requiere de la situación que entre todos
los elementos propician. Ésta es la razón por la que podemos afirmar que los roles sociales son
interdependientes.Al mismo tiempo que proporciona, a la relación y a la situación social, un carácter
claramente dinámico.
FUENTES DE INFORMACIÓN
BENNE, D. y P. Sheats (1948). Functional Roles of Group Members. Journal of Social Is- sues.
VÁZQUEZ, F. (1997). Objetivos y medios en la investigación psicosocial. Documento de trabajo
Unidad de Psicología Social. Universidad Autónoma de Barcelona.
Publicado 17th June 2016 por Unknown
PRINCIPALES MODELOS DE LA TEORÍA DEL ROL
Según el sociólogo Bruce Biddle (1986), los principales modelos de la teoría del rol son los siguientes:
Frente al conductismo, el interaccionismo estima que las pautas del comportamiento de un sujeto no son
una respuesta automática a los estímulos de origen externo, sino más bien una construcción subjetiva sobre
el mismo, sobre los otros y sobre las exigencias sociales que tienen lugar durante la vida cotidiana.
Por lo tanto, hablando todavía en términos sociológicos, si deseamos averiguar quién es "realmente" un
individuo en este calidoscopio de papeles e identidades, se puede contestar únicamente enumerando las
situaciones en que dicho individuo es una cosa y aquellas en la que es otra" (Peter L. Berger).
El modelo estructural se define como "el conjunto invisible de demandas funcionales que organizan los
modos en que interactúan los miembros de una familia" (Minuchin, 1977), estas pautas establecen como,
cuando, y con quien cada miembro de la familia se relaciona, regulando la conducta de los sus miembros.
La estructura familiar debe ser relativamente fija y estable para poder sustentar a la familia en sus tareas y
funciones, protegiéndola de las fuerzas externas y dando un sentido de pertenencia a sus miembros; pero al
mismo tiempo debe aceptar un grado de flexibilidad para poder acomodarse a los diversos requerimientos
de las situaciones de vida y de las distintas etapas del desarrollo por las que evoluciona la familia, con lo que
facilita el desarrollo familiar y los procesos de individuación.
El sistema familiar se diferencia en subsistemas así puede desempeñar sus funciones, estos subsistemas no
son absolutos, también se superponen y entran en funcionamiento según el momento familiar con sus
roles, funciones y tareas específicas, los principales los forman el subsistema conyugal, el subsistema
parental y el subsistema fraterno o de hermanos, otros subsistemas son: según roles, sexo, edad, etc.
El paradigma contemporáneo del conocimiento, implica manejar las polaridades inherentes a la condición
humana, por cuanto los procesos socio - familiares dan cuenta de movimientos en ambas direcciones, en
razón de su característica básica de ser sistemas abiertos, dinámicos, permeables, en los que se maneja en
forma incesante una situación de normalidad-anormalidad, función-disfunción, vida-muerte, salud -
enfermedad, mente-cuerpo.
Como todo sistema debe poseer reglas o normas y estas pueden ser universales y claramente explícitas
(respeto a los padres, rol de padre, rol de hijo), y otras implícitas e idiosincrásicas (lealtad a la familia), los
roles definen las tareas de los miembros del grupo familiar.
Este sistema debe además tener límites, los que están constituidos por las reglas que definen quienes
participan y de qué manera lo hacen en una situación determinada, su función es la de proteger la
diferenciación de los sistemas y subsistemas en funcionamiento.
La claridad de los límites dentro de una familia es un parámetro útil para evaluar su funcionamiento. Los
extremos serán un aumento desmedido de la comunicación y la preocupación de los unos sobre los otros,
perdiendo la distancia entre sus miembros, entonces los limites desaparecen y la diferenciación se hace
difusa (Familias Aglutinadas), Estas familias presentan una pérdida de la autonomía, reaccionan en forma
exagerada y tienen una baja capacidad de adecuación. En el otro extremo se encuentran aquellas familias
en las que sus miembros tienen una mínima dependencia entre sí, límites muy rígidos, sus mecanismos de
apoyo se activan solo cuando existe un nivel muy alto de estrés (Familias Desligadas). (Minuchin &
Fischman, 1984; Haley, 1967). Estos movimientos extremos pueden ser observados solo en algunos
subsistemas del funcionamiento familiar, y variar según el momento del ciclo familiar.
La estructura familiar opera con diferentes "alineamientos", para resolver las tareas a las que se enfrenta.
Los alineamientos constituyen la unión de dos o más miembros del sistema para llevar a cabo una operación
(Aponte & Van Deusen, 1989). Esta dimensión incluye los conceptos de alianza o colusión - unión de dos o
mas personas para lograr una meta o interés común- y la coalición - proceso de unión en contra de un
tercero- (Haley, 1967), estos alineamientos pueden ser funcionales o disfuncionales según respeten o no los
límites, los subsistemas, y según sea su duración. Un sistema funcional se organiza de una forma jerárquica.
El poder es la capacidad de influencia que tiene un individuo determinado para controlar la conducta de
otro. Idealmente el poder debe ser empleado por quien tiene la posición de autoridad, pero en ocasiones
un miembro de la familia puede tener el poder pero no la autoridad.
Resumiendo en cualquier interacción del sistema familiar se define quien o quienes son los miembros que
participan (limites), con o contra quien (alineamientos) y, la energía que motiva y activa el sistema para
llevar a cabo la acción (poder). (Aponte y Van Deusen 1989).
El modelo centrado en la estructura enfatiza los aspectos jerárquicos en la familia. Las reglas interaccionales
son presentadas a través de fronteras entre miembros, que pueden formar subsistemas (parental, fraterno,
etc.). Con la realización de mapas familiares se esquematiza la existencia de fronteras demasiado rígidas,
laxas permeables, etc. Minuchin sitúa a las familias según su estructura en un continuum
aglutinacióndesligamiento, según la intensidad de relación entre sus miembros. En las familias aglutinadas
existe gran apoyo mutuo y la afectación de un miembro del sistema afecta a todo el sistema, mientras que
en las familias desligadas predomina la independencia. A través de intervenciones directas, indirectas o
paradójicas, el terapeuta intenta modificar la estructura del sistema familiar. (6)
A) TORRES
En el estudio realizado por Torres et al. (2008) en México, definen la dinámica familiar como las relaciones
de cooperación, intercambio, poder y conflicto que existen en la familia. Uno de los énfasis de este estudio
se centra en la crítica frente a la posible y constante armonía familiar, resaltando que la familia es un grupo
en el que emergen bastantes conflictos frente a los cuales han de aparecer mecanismos para afrontarlos y
resolverlos; de ahí que los autores mencionen como un hallazgo importante la división de roles en la familia
a través del estatus familiar y social. Exponen también que la familia no siempre se sostiene en expresiones
amorosas, sino que también soporta sus vínculos en manifestaciones violentas y de distancia. Resaltan los
autores una mayor participación de los hombres en las labores domésticas y una importante salida de la
mujer al ámbito laboral y por ende un aporte mayor al ingreso familiar.