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DELITOS CONTRA EL PATRIMONIO Y

DELITOS DE FUNCIONARIOS.

TEMA 10. EL COHECHO.

ÍNDICE:

1. Introducción: elementos comunes a todos los tipos de cohecho.

2. El cohecho pasivo.

3. El cohecho activo.

4. Disposición común.

5. Excusa absolutoria.

6. Figuras específicas.

Isabel Blanco Ferreiro.


CURSO 2015 – 2016.
1. Introducción: elementos comunes a todos los tipos de cohecho.
El cohecho es lo que conocemos como soborno en el lenguaje cotidiano. La nota común a
todas las tipologías es la corrupción aunque también se suele dar con otros delitos tales como
la prevaricación por ejemplo. Esta corrupción se produce generalmente por la interferencia
en el ejercicio de la función pública del particular que, con su poder económico, intenta
conseguir una actuación en su favor del representante de la Administración pública.
Encontramos dos tipos de soborno:
 Pasivo: funcionario que solicita o acepta soborno.
o Exige cantidad a cambio de conceder licencia.
o Se acepta la cantidad que ofrece el particular para concederla.
 Activo: particular que corrompe o intenta corromper al funcionario.
o Ofrece pago a cambio de… o acepta la exigencia del funcionario.

El bien jurídico protegido común a todas las modalidades de cohecho es «la no venalidad en
el desempeño de las funciones públicas», es decir la prohibición de obtener un lucro ilícito. En
definitiva, de lo que se trata es de que el ejercicio de la función pública no esté motivado por
un móvil de carácter económico ajeno a la misma que comprometa su imparcialidad. Los
funcionarios deben actuar siempre en pro de los intereses generales, de forma transparente
e imparcial y el delito de cohecho atenta contra estos valores.

La dádiva o presente ajenos a su sueldo, compromete no sólo la imparcialidad con la que debe
actuar todo funcionario público, sino la integridad que debe caracterizar a las autoridades y
funcionarios públicos y con ello, la credibilidad de las instituciones y organismos públicos.

Hemos de señalar además que el cohecho activo el bien jurídico protegido es el respeto que
se debe a la función pública.

Es importante a la hora de diferenciar el delito de cohecho con el resto de delitos que pueden
cometer los funcionarios por las potestades de su cargo, que en el caso del cohecho el móvil
económico está en relación directa con un acto determinado y es causa directa del mismo. Es
decir, yo te pago para que autorices este contrato. Mientras que en los demás delitos tratados
en este capítulo la relación con el acto concreto del funcionario es indirecta (por ej.
Negociaciones prohibidas a los funcionarios).

La ley orgánica 5/2010 estableció una reforma en profundidad de este delito: simplifica las
figuras, eleva las penas igualando al funcionario y al particular y prevé responsabilidad penal
de las personas jurídicas.

Las diferentes modalidades de cohecho son delitos de exclusiva comisión dolosa, no siendo
penalmente típico el cohecho imprudente y tampoco admisible el dolo eventual.

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En casi todas las modalidades de cohecho se tipifican conductas alternativas, configurándose,
por tanto, como tipos mixtos alternativos, que generan indistintamente responsabilidad
penal (TSJ Andalucía 7-8-08; 20-3-07). Da lo mismo que solicites u aceptes, con que cometas
una de las dos ya tenemos el delito consumado.

2. El cohecho pasivo.
El delito de cohecho pasivo está recogido en los artículos 419, 420, 421 y 422. Normalmente
la doctrina divide entre cohecho propio (419-421) y cohecho impropio (422).

a) El cohecho propio:
Artículo 419

La autoridad o funcionario público que, en provecho propio o de un tercero, recibiere o solicitare, por sí o por
persona interpuesta, dádiva, favor o retribución de cualquier clase o aceptare ofrecimiento o promesa para
realizar en el ejercicio de su cargo un acto contrario a los deberes inherentes al mismo o para no realizar o
retrasar injustificadamente el que debiera practicar, incurrirá en la pena de prisión de tres a seis años, multa de
doce a veinticuatro meses, e inhabilitación especial para empleo o cargo público y para el ejercicio del derecho
de sufragio pasivo por tiempo de nueve a doce años, sin perjuicio de la pena correspondiente al acto realizado,
omitido o retrasado en razón de la retribución o promesa, si fuera constitutivo de delito.

Artículo 420

La autoridad o funcionario público que, en provecho propio o de un tercero, recibiere o solicitare, por sí o por
persona interpuesta, dádiva, favor o retribución de cualquier clase o aceptare ofrecimiento o promesa para
realizar un acto propio de su cargo, incurrirá en la pena de prisión de dos a cuatro años, multa de doce a
veinticuatro meses e inhabilitación especial para empleo o cargo público y para el ejercicio del derecho de
sufragio pasivo por tiempo de cinco a nueve años.

Artículo 421

Las penas señaladas en los artículos precedentes se impondrán también cuando la dádiva, favor o retribución se
recibiere o solicitare por la autoridad o funcionario público, en sus respectivos casos, como recompensa por la
conducta descrita en dichos artículos.

Es común que una autoridad o funcionario público, en provecho propio o de un tercero,


solicite o reciba, por sí o por persona interpuesta, dádiva, favor o retribución de cualquier
clase o acepte ofrecimiento o promesa para realizar en el ejercicio de su cargo una acción u
omisión, o como recompensa por haberla realizado. La idea aquí es que haces algo a cambio
de algo. Lo que te dan condiciona tu actuación. Así encontramos:
 actos contrarios a los deberes inherentes al cargo o función (419, primer inciso CP);
Ejemplo: El funcionario que adjudica el contrato al que no tenía la mejor oferta, no
debería haber hecho eso sino se lo debería dar al más barato.
 no realización, o retraso injustificado, de actos que debieran ser realizados por la
autoridad o funcionario público (art.419, 2º inciso); estos dos (419) son los más graves.
 un acto propio de su cargo (art.420); realizar algo propio de tu cargo, correctamente
pero me dan una “propina”. No has hecho nada contrario a tu cargo a excepción de
recibir ese presente.

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 Como recompensa (art. 421): se da el cohecho subsiguiente o de recompensa, me
adjudican un contrato y yo en el mes siguiente te doy 1000 euros. No se puede probar
el acuerdo previo pero aun así es típico porque se recoge expresamente en este tipo

b) Cohecho impropio
Artículo 422

La autoridad o funcionario público que, en provecho propio o de un tercero, admitiera, por sí o por persona
interpuesta, dádiva o regalo que le fueren ofrecidos en consideración a su cargo o función, incurrirá en la pena
de prisión de seis meses a un año y suspensión de empleo y cargo público de uno a tres años.

Recibir una dádiva entregada en consideración al cargo o función del destinatario. La idea es
que no esperas nada concreto a cambio, te regalo algo por ser vos quien sois. Este impropio
es el menos grave y está previsto en el 422. (Nosotros vamos a relacionarlo con el caso de los
trajes de Camps)

Sujeto activo: la autoridad o funcionario público


Utilizamos el concepto ya expuesto en el tema 9 de autoridad o funcionario público. A ellos
se equiparan expresamente en el art. 423 «los jurados, árbitros, peritos, administradores o
interventores designados judicialmente, o a cualesquiera personas que participen en el
ejercicio de la función pública». Hay que citar que se aplicó a un comisario de quiebra.

Acción
La acción consiste en solicitar o recibir por sí o por persona intermedia, dádiva, favor o
retribución de cualquier clase, o aceptar ofrecimiento o promesa para ejecutar un acto.

Objeto
La dádiva, favor o retribución y el ofrecimiento o promesa referidos a ellos, sobre los que recae
la acción, antes de la reforma de 2010 debían ser de contenido económico. En consonancia,
la determinación de la pena se hacía a través de una multa por el triple del valor de la dádiva.
Después de la reforma: retribución “de cualquier clase” de acuerdo con las recomendaciones
internacionales, y por ello la multa va por cuota de días-multa.

Pueden, por consiguiente, estimarse dádivas los favores sexuales. Antes también cabía
incluirlos en el caso de que fueran económicamente evaluables. En este sentido, se condenó
por delito de cohecho a los guardias civiles a quienes el propietario de un club donde se ejercía
la prostitución no les cobraba los servicios sexuales prestados por las prostitutas.

Esta nueva inclusión hace que sea difícil la diferenciación entre las mismas y el art 443: ataques
a la libertad sexual desde el punto de vista del funcionario. Un funcionario que tiene que
resolver pide un favor sexual, aquí no hay libertad de las partes mientras que en el cohecho

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sí. Aquí hay una persona que ve constreñida su libertad sexual, por eso se asemeja al acoso
sexual (184) ya visto en penal 2. La diferencia entre cohecho y 443 es, por tanto, la libertad.

También pueden ser considerados como dadivas los bienes de ilícito comercio: droga.

Conducta típica

Ofrecimiento o promesa: se diferencian por el momento en que se realiza la entrega


de la dádiva o el cumplimiento del favor: presente=ofrecimiento; futuro=promesa. Es
indiferente, sin embargo, que la dádiva o promesa suponga un enriquecimiento para
el funcionario o para un tercero («provecho propio o de un tercero»); por tanto cabe
también cohecho cuando se hace una donación a un tercero, pariente, amigo o a una
organización o partido político. O para invertir en equipamiento científico del
departamento en el que trabajaba el sujeto. Por tanto, la motivación altruista, por ej.
destinar el dinero recibido a una obra benéfica, no excluye el delito de cohecho.

Es indiferente también que la dádiva se perciba antes o después de realizado el hecho,


siempre que haya sido pactada o solicitada con anterioridad a su realización. Debe
existir, por tanto, una conexión causal entre la dádiva y el acto a realizar. Sin embargo,
para evitar problemas de prueba, se tipifica expresamente la obtención de
recompensa por el acto ya realizado, lo que exime de tener que probar que esto se
había pactado ya anteriormente (421): cohecho subsiguiente. Se aplicó el subsiguiente
al adjudicatario de unas obras que entregó 300.000€ a funcionario que desempeñó
papel relevante en la adjudicación. Además de ello, la «recompensa» encubierta dada
en forma de dádiva o regalo en consideración a su cargo o función constituye el delito
previsto en el art. 422.

Cuantía
La cuantía de la dádiva o promesa debe ser relevante en orden a motivar al funcionario
en su actuación ¿Cuál es el umbral penal? Es frecuente, tanto en la doctrina como en
la jurisprudencia, afirmar que la solicitud o entrega de dádivas no constituye delito de
cohecho cuando éstas son de escasa entidad. Aquí se inscribirían los denominados
«regalos de cortesía» en la medida en la que tradicionalmente han sido considerados
como una costumbre socialmente aceptada. En el Estatuto de la Función Pública dice
que todo lo que supere los regalos de cortesía sería delito. Es muy subjetivo, porque
depende del ámbito social en el que se mueva uno.

Se exige un mínimo de lesividad, pero también se ha de ser muy cuidadoso con


conceptos indeterminados como «usos y costumbres sociales», o lo «socialmente
adecuado». La clave se encuentra en que, en el supuesto concreto, resulte o no
comprometida la imparcialidad y objetividad de la autoridad o funcionario público.

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A veces, incluso sobrepasando lo socialmente adecuado, puede caber error de
prohibición: se aprecia a dos jefes locales de sanidad que cobraban, tal como hacían
sus antecesores, por firmar las actas de los embalsamamientos.

Muñoz Conde afirma: “La mujer del César no solo tiene que ser honrada sino
parecerlo”

Experiencia personal de la profe: Fue a República Dominicana a ver si han cumplido sus deberes
respecto al pacto anticorrupción. Le tocaba analizar cohecho, tráfico de influencias y
malversación. Lo primero que ve es que el tráfico de influencias lo tienen unido al cohecho, no
existe como tipo autónomo ¿por qué? Porque eso no delito Doñita, ¿¡CÓMO NO VOY A
FAVORECER A MI HERMANO?! (pone voz sudamericana mientras lo cuenta, pinky promise) La
relación de esto con lo que nos interesa es que hay que evaluar el contexto y las
características concretas para diferencias o delimitar qué es y que no es suficiente para
que haya delito o haya cariñito.

Además hay que hacerlo en el ejercicio del cargo. Esto lleva a la jurisprudencia a
afirmar que el cohecho activo o de particular puede ser cometido tanto por éste como
por un funcionario cuando no se trate de cuestiones relacionadas con el ejercicio de
su cargo.

Alcance de las concretas competencias del funcionario: para la jurisprudencia ha de


tratarse de un acto que guarde relación o conexión con las actividades públicas que
desempeña el funcionario (genérica), aunque no sea un acto que le corresponda
ejecutar en el uso de sus específicas competencias (estricta). Por ejemplo: Se condena
cuando se ofrece dinero a dos guardias civiles para que ayuden a introducir
ilegalmente tabaco pues aun no teniendo encomendada la vigilancia de aduanas, su
condición les facilitaba la ayuda genérica requerida.

En los casos en que el funcionario no tenga competencia o atribuciones sobre el acto,


habrá todo lo más estafa y/o tráfico de influencias, si solicita la remuneración con el
pretexto de tener unas relaciones que realmente no tiene. El cohecho es desde que
hay pacto, si luego tu no consigues darle el contrato, NO ES TENTAIVA sigue siendo
cohecho. Otra cosa es que nunca tuvieses competencia para realizar el mismo,
entonces estaremos ante ESTAFA.

Las penas varían en función del acto del funcionario.

Artículo 419
El art. 419 se refiere a los casos en que acepta o propone realizar «un acto contrario a los
deberes inherentes al mismo (al cargo)» o «no realizar o retrasar injustificadamente el que
debiera practicar»;

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En el art. 419 el acto puede ser constitutivo además de un delito, que entrará, si se comete,
en concurso de delitos con el cohecho (último inciso del art. 419). Por ejemplo, me pagan
para que dicte una sentencia a favor de una de las partes: habría cohecho y prevaricación. Así
el particular tendría un delito de cohecho cmo autor y uno de prevaricación como inductor.
Por esta razón, la jurisprudencia ha considerado que esta modalidad de cohecho se configura
como un tipo mutilado en dos actos y que, por tanto, supone una anticipación de la barrera
punitiva.

En general, la realización de un acto contrario a los deberes del cargo puede ser constitutivo
de alguno de los delitos cometidos por los funcionarios en el ejercicio de sus cargos
(prevaricación: entrega de dinero a cambio de que se dictara una resolución prevaricadora de
suspensión cautelar de emisión de un programa televisivo que contenía informaciones
perjudiciales para quien entregaba el dinero; infidelidad en la custodia de documentos,
revelación de secretos: funcionario del INSS que ofreció sus servicios para facilitar datos
relevantes de los deudores que estuvieran en los archivos de la Seguridad Social, a los que
podía acceder por su cargo a cambio de una retribución económica, etc.).

También puede constituir un mero ilícito administrativo, en cuyo caso queda también
subsistente la posibilidad de una sanción disciplinaria.

El carácter injusto del acto es la principal cuestión a analizar en esta modalidad de cohecho y
puede afirmarse que existirá tal acto cuando se produzca una contradicción material y
relevante con el ordenamiento jurídico, no bastando con una mera ilegalidad formal o
administrativa. O infracción de principios constitucionales.

Ese carácter objetivamente contrario a la legalidad hay que ponerlo en relación con la
concreta normativa administrativa que disciplina la actividad del funcionario.
 Solicitar dinero para agilizar trámites de una licencia (atenta contra el pº de
imparcialidad, igualdad…).
 Se condena a concejal que a cambio de dinero intenta persuadir a otro para que no
asista a la votación de la moción de censura.

A partir de aquí, determinar la existencia de injusticia o contrariedad del deber en el acto


dependerá en gran medida de que se trate de actos administrativos reglados o actos
administrativos discrecionales.

 Los actos reglados son aquellos en los que la legislación establece minuciosamente las
condiciones o requisitos exigidos para el ejercicio de la potestad administrativa, lo que
no deja margen al funcionario para apreciaciones basadas en criterios extrajurídicos o
de oportunidad.

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 Por el contrario, acto discrecional es aquel en el que la ley no establece las condiciones
ni las consecuencias con tanta precisión y permite un margen más o menos amplio
para la apreciación subjetiva del funcionario. Conforme a lo anterior, es más fácil
apreciar si un acto es injusto o no en los supuestos de actos reglados pues resulta más
fácil determinar los concretos deberes.

 Sin embargo, también puede apreciarse (al igual que en la prevaricación en actos
discrecionales) en aquellas decisiones donde el funcionario cuenta con componentes
de discrecionalidad -como, por ejemplo, en la adjudicación de contratos públicos-, el
propio hecho de que la adjudicación venga precondicionada por un acuerdo previo
adoptado en función de una dádiva, adultera de raíz el procedimiento de selección,
postergando de modo ilegal e injustificado otras ofertas, que nunca podrán ser
analizadas con objetividad.

El segundo de los supuestos -introducido en la reforma del CP (LO 5/2010)-, sanciona la


conducta de retrasar, sin causa que lo justifique, la realización del acto que el funcionario
público tenía obligación de realizar. Esta modalidad de cohecho presenta semejanzas con el
retardo malicioso que, en relación con la prevaricación judicial, se sanciona en el CP art.449.

Esta modalidad tiene lugar, por ejemplo, cuando un funcionario público se abstiene, a cambio
de dádiva, favor o retribución, de ordenar la continuación de tramitar un expediente hasta
su finalización.

En esta modalidad, el hecho también puede ser constitutivo de un delito omisivo, como por
ejemplo el previsto en el art. 408 (no persecución de un delito): por ejemplo, el pago a un jefe
de policía local para dar cobertura a operaciones de tráfico de drogas no promoviendo, por
tanto, la persecución de delitos de los que tenía conocimiento; o funcionario de policía que
avisaba al propietario de un establecimiento, donde se ejercía la prostitución forzada, de las
redadas policiales que se iban a realizar a cambio de una contraprestación económica.

Consumación: mera actividad. En el Código se equiparan el solicitar, el recibir o el aceptar.


Basta, por tanto, que el funcionario se dirija a alguien en solicitud de la dádiva para que el
delito se consume, independientemente de que se acepte o no. No caben, por tanto, las
formas imperfectas de ejecución. Aquí Muñoz Conde dice que incluso en casos en los que se
envía por carta que no se llegó a recibir (como en las amenazas condicionales), dice que ya
estaría consumado el delito porque ya se ha solicitado el cohecho activo. Algunos dicen que
aquí habría tentativa, pero la profe piensa que Muñoz Conde tiene razón.

En el caso en que el funcionario sea sujeto pasivo del ofrecimiento, el delito se consuma con
la aceptación o recepción de la dádiva, pero no caben las formas imperfectas de ejecución: o

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la acepta, y entonces el delito se consuma, o no, y entonces sólo hay un cohecho activo
consumado, el del particular.

Ejemplos:
o a) Incentivos económicos a médicos para la prescripción de determinados
medicamentos frente a otros, no pertenecientes a la empresa de quien entrega la
dádiva.
o b) Supuestos en los que se altera el sistema de contratación y de libre
concurrencia, adjudicando, por ejemplo, unas obras a una empresa de la que era
partícipe el funcionario que realizó la adjudicación.
o c) «Transfuguismo» o «compra de votos». Los cambios en la orientación del voto
pueden deberse a desavenencias en el seno de formaciones políticas, pero en un
sistema democrático nunca debe haber espacio posible para la corrupción que
supone la compra de votos de los representantes elegidos. Se trata de una acción
injusta, aunque no constituya una infracción penal.

En el art. 420 el acto en cuestión debe ser propio del cargo (se ajusta a la concreta normativa
administrativa que lo disciplina) y, por tanto, perfectamente lícito, pero lo que se castiga aquí
es el hecho de recibir o solicitar una recompensa económica a la que no se tiene derecho.

Se sanciona la venalidad del funcionario por realizar su trabajo.Como por ejemplo el caso del
notario que pide propina por hacer la inscripción registral perfectamente legal.

Art 422
Cohecho en consideración al cargo o función (CP art.422): cohecho pasivo impropio,
sanciona el hecho de que una autoridad o funcionario público admitan dádiva o presente, por
el mero hecho de la función pública que representan (posición de poder). No compromete
directamente la imparcialidad del funcionario público (delito de peligro abstracto).

El motivo de que se sancione es porque los funcionarios públicos, tanto por lealtad a la
Administración pública de la que forman parte, como por ejercer funciones a favor de la
comunidad social que los retribuye, deben dar el máximo ejemplo de decoro e integridad.

Ha de superar lo adecuado socialmente. El problema es lo que se considera «adecuado


socialmente». ¿Funcionario invitado por particular en un restaurante de cuatro tenedores, o
disfrutando de vacaciones pagadas en un hotel propiedad del ciudadano «agradecido», o
recibir de éste el día de su santo diez jamones de «pata negra» de 10 Kilos cada uno? Y aunque
ello no fuera de entidad suficiente como para mover la voluntad del funcionario a conceder
sus favores, sin embargo corroe la honestidad del mismo.

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Por lo menos, a nivel disciplinario debería sancionarse la aceptación de vacaciones pagadas
(«la mujer de César no sólo debe ser honrada, sino además parecerlo»).
EI Tribunal Supremo (STS 478/2010, de 12 de mayo) ordena al TSJ Valencia reabrir la
investigación de los trajes (cohecho impropio). STSJ Valencia 2/2012, 30-1 (Jurado): le
absuelve 5 frente a 4. TS lo ratifica: 9-4-2103. Guardias Civiles aceptan bebidas y servicios
sexuales ofrecidos por el propietario del prostíbulo.

Participación: del extraño o del funcionario que no actúa en el ejercicio de su cargo en la


conducta del funcionario (art. 65,3). En el caso de que se produzca un exceso en lo pactado
entre el particular y el funcionario público, porque éste cometa por su cuenta otras
infracciones penales no incluidas en el pacto, esos actos delictivos no afectarán a la
responsabilidad del particular, aunque sean consecuencia del acto corruptor (TS 14-11-03). Si
tú le pides al alcalde que te dé el contrato solo si eres el mejor, y él te lo da aun siendo el peor,
tú respondes de un 420 y el de un 419.

3. El cohecho activo.
El cohecho activo se encuentra en el art.424:
Artículo 424.

1. El particular que ofreciere o entregare dádiva o retribución de cualquier otra clase a una autoridad,
funcionario público o persona que participe en el ejercicio de la función pública para que realice un acto
contrario a los deberes inherentes a su cargo o un acto propio de su cargo, para que no realice o retrase el que
debiera practicar, o en consideración a su cargo o función, será castigado en sus respectivos casos, con las
mismas penas de prisión y multa que la autoridad, funcionario o persona corrompida.

2. Cuando un particular entregare la dádiva o retribución atendiendo la solicitud de la autoridad, funcionario


público o persona que participe en el ejercicio de la función pública, se le impondrán las mismas penas de
prisión y multa que a ellos les correspondan.

3. Si la actuación conseguida o pretendida de la autoridad o funcionario tuviere relación con un procedimiento


de contratación, de subvenciones o de subastas convocados por las Administraciones o entes públicos, se
impondrá al particular y, en su caso, a la sociedad, asociación u organización a que representare la pena de
inhabilitación para obtener subvenciones y ayudas públicas, para contratar con entes, organismos o entidades
que formen parte del sector público y para gozar de beneficios o incentivos fiscales y de la Seguridad Social por
un tiempo de cinco a diez años.

En esta modalidad de cohecho se sanciona a los particulares que ofrezcan o entreguen dádivas
o retribuciones de cualquier clase a las autoridades, funcionarios públicos o persona que
participen en el ejercicio de la función pública, o bien atiendan las solicitudes de éstos. Aquí
se encuentra una de las novedades introducidas por la reforma del CP (LO 5/2010): la previsión
expresa de sanción para el particular que ofrece o entrega dádiva a una autoridad o
funcionario en consideración a su cargo o función (la otra cara de la moneda del cohecho
impropio)

“Atiendan la solicitud”: igual pena para el particular (antes LO 2010: menor pena): porque la
conducta del particular que acepta la solicitud del funcionario no siempre es menos grave que

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la de éste. Además de que, en muchos casos, es difícil, por no decir imposible, determinar
quién empezó primero con la negociación que terminó en un acto de cohecho.

La diferencia entre este delito y el de concusión, previsto en el art. 437 consiste en que en
éste es el funcionario el que exige al particular cantidades abusando de su posición
preeminente, que el particular no tiene más remedio que aceptar y, por eso, queda impune.

Problemas:
 La “promesa” no se incluye en el 424: atípica. Pero no impune: inductor del cohecho
del funcionario si acepta la promesa. Si no la acepta: impune. Si tu prometes y el otro
lo acepta, eres inductor pero no autor. Si tu prometes y el otro no lo acepta, impune
porque no hay castigo para tu acción y el otro no ha cometido delito del que puedas
ser inductor.
 El 424 tampoco cubre el cohecho subsiguiente (“como recompensa”): no dice “por” su
realización.
 Igualmente, cuando el particular lo ofrece como recompensa, si lo acepta el
funcionario: partícipe inductor del cohecho de funcionario. Si no lo acepta, el particular
impune.
Novedades con la reforma de 2010
 Tiene las mismas penas que el cohecho pasivo (antes tenían menos pena). A
excepción, lógicamente, de la pena de inhabilitación al funcionario.
 Tiene igual pena atender la solicitud del funcionario que ofrecer (las dos caras de
la moneda). Antes del 2010 tenía menos pena la solicitud. Pero a raíz de la reforma
del 2010 se dice que es muy difícil de probar quién empieza el pacto.
 Por primera vez se castiga al particular relacionado con el art. 422, al cohecho
pasivo: antes solo se castigaba al funcionario al que yo regalaba a cambio de nada.
Ahora, también se castiga al particular (al sastre de Camps por ejemplo)

Bien jurídico protegido en esta modalidad de cohecho es la salvaguarda (respeto) de la


función de la Administración pública frente a las conductas de particulares que ponen en
riesgo su integridad; se trata de asegurar no sólo la rectitud y eficacia de la función pública,
sino también el prestigio de la función y de los funcionarios que la desempeñan.

El sujeto activo: particular como un funcionario público, cuando no se trate de cuestiones


relacionadas con el ejercicio de su cargo.

Al igual que en el pasivo, en el 424 se equiparan el concierto entre el funcionario y el particular


(la corrupción lograda) y el simple intento de ello o proposición. No son posibles, por tanto,
las formas imperfectas de ejecución. Mera actividad.

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Si la corrupción tiene por objeto inducir al funcionario a realizar un acto constitutivo de delito,
el particular responderá como partícipe en el delito cometido por el funcionario, siempre
que tenga conciencia del carácter delictivo del hecho al que induce. En el caso de que acepte
la solicitud del funcionario (art. 424,2) podrá considerarse al particular aceptante de la
solicitud del funcionario partícipe en el acto delictivo objeto del cohecho.

Soborno atenuado: Art 425


Soborno en causa criminal a favor del reo por parte de determinadas personas vinculadas
con el mismo (art.425) Se regula un supuesto específico de cohecho en el que la dádiva tiene
como destinatario a un juez o un magistrado que haya de adoptar una resolución respecto de
un procedimiento penal, con el objetivo de que dicha resolución sea favorable al reo.

Los sujetos activos de esta modalidad de cohecho son personas vinculadas con el reo -
curiosamente, a él no se le incluye-, en concreto, cónyuge o persona ligada por análoga
relación de afectividad, ascendiente o descendiente o hermano, ya sea por naturaleza, por
adopción, o afines en los mismos grados.

Pena atenuada (menor exigibilidad de conducta).

LO 5/2010: añade en el apartado 3 del art. 424 cuando éste tuviere relación con un
procedimiento de contratación, de subvenciones o de subastas convocados por las
Administraciones o entes públicos, en cuyo caso se impone además «al particular y, en su
caso, a la sociedad, asociación u organización a que representare la pena de inhabilitación
para obtener subvenciones y ayudas públicas, para contratar con entes, organismos o
entidades que formen parte del sector público y para gozar de beneficios o incentivos fiscales
y de la Seguridad Social por un tiempo de cinco a diez años». Esta pena se ha agravado por LO
1/2015.

Con esta conducta se altera el sistema de contratación y de libre concurrencia.

En estos supuestos, el particular corrompe al funcionario público a quien corresponde la


decisión de la adjudicación o al que puede facilitarla. Es necesario recordar que todo
procedimiento de adjudicación de contratos públicos, sea cual sea su modalidad, ha de estar
presidido por los principios de igualdad y transparencia. En la medida en la que medie una
dádiva, favor, retribución o promesa a cambio de una adjudicación de contrato público se
infringirán tales principios, pues la decisión estará obedeciendo a intereses ajenos o contrarios
a los públicos.

Supuestos de este tipo son numerosos en la jurisprudencia: se condenó por cohecho al


director de un aeropuerto que aprovechó las funciones que tenía atribuidas como tal para, a

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cambio de dádiva, contratar, certificar y liquidar expedientes de obras y servicios,
beneficiando a terceros y perjudicando económicamente a AENA.

4. Disposición común.
El art 431 regulaba el decomiso de la dadiva, pero desde 2015 se suprime, porque el producto
de la dadiva es decomisado pero por la previsión general del 127.

5. Excusa absolutoria.
Para facilitar la persecución del cohecho pasivo, el art. 426 concede la impunidad al
«particular que haya accedido ocasionalmente a la solicitud de dádiva u otra retribución
realizada por autoridad o funcionario público», siempre que «denunciare el hecho a la
autoridad que tenga el deber de proceder a su averiguación».

La expresión «ocasionalmente» indica que puede tratarse de más de un caso y por lo tanto
del perdón de una cadena de cohechos. Sin embargo, la jurisprudencia entiende que el
implicado no ha de haber participado con anterioridad de la dinámica delictiva de cohecho;
no se da, por ejemplo, este requisito si el sujeto había recibido un pago periódico de dinero
en concepto de dádiva y sólo a partir de un determinado momento decide denunciar (AP
Burgos 11-3-04).

Se condiciona la exención a que la denuncia se realice «antes de la apertura del


procedimiento» y «siempre que no hayan transcurrido más de dos meses desde la fecha de
los hechos». No es, pues, la simple denuncia sin más lo que proporciona la impunidad, sino el
que se dé dentro de los límites temporales mencionados en el art. 426 (antes de 2010: 10
días).
o A pesar de ello la aplicación sigue siendo testimonial.
En definitiva, se justifica “palo o zanahoria” para atajar la corrupción de algún funcionario,
pero se deja impune al gran corruptor (empresario importante, o a intermediarios
profesionales, etc.).
La aplicación del art. 426 excluye, como es obvio, la de las atenuantes 4a ó 5a del art. 21, que
pueden venir, sin embargo, en consideración cuando no se den los requisitos del art. 426.

6. Figuras específicas.
 Cohecho cometido por funcionarios de la Unión Europea o de cualquier otro país
extranjero (art.427).
 Cohecho activo a funcionarios públicos en las relaciones comerciales internacionales
(286 ter): provoca solapamientos con cohecho interno. Yo particular que soborno a
un funcionario extranjero para que me adjudique un favor. En transacciones
internacionales. Se castiga sólo el cohecho activo (al particular español, no puedo
castigar al funcionario extranjero).
 Responsabilidad de las personas jurídicas: art. 427 bis.

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