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LA INFERENCIA SOCIAL Y LA AUTOVICTIMIZACIÓN DE LA MUJER

María Ofelia Alzate Cardona, Paula Susana Upegui Torres

CORPORACIÓN UNIVERSITARIA REMINGTON

RESUMEN

El tema propuesto pretende convocar al lector en un análisis que construya relación en una construcción contextual y
paradigmática de sociedad hoy y rol de mujer en términos de lo que ésta significa para la sociedad, es decir, diferenciar el
concepto fémina y femenina. Desde ésta perspectiva el artículo se encontrará basado en su libro “personalidad neurótica” de
Karen Horney, quien dará la oportunidad de comprender la hipótesis que se presenta frente al rol que ejerce la mujer en una
sociedad y el rol que constituye la autovictimización como vía de participación en el lazo sujeto positivo-sociedad positiva;
sujeto negativo – sociedad negativa; sujeto positivo-sociedad negativa y sujeto negativo – sociedad positiva. En el artículo se
intenta explicar el significado de inferencia social y la relación que este ejerce sobre el rol femenino participando con la teoría
social de Albert Bandura y la inferencia que este realiza sobre aprendizaje social. Finalmente se realiza una introducción que
busca convertirse en teoría social, realizando un esquema diferenciador entre sociedad positiva y negativa y así mismo en lo
que refiere a sujeto positivo y negativo y su interacción social haciendo una diferenciación entre una y otra.

Palabras clave: rol femenino, autovíctima, mujer autovíctima, rol social, teoría social, sociedad positiva, sociedad negativa,
sujeto negativo, sujeto positivo, interacción social, mujer, inferencia social.

ABSTRACT

The proposed topic seeks to summon the reader that is to say in an analysis that builds relationship in a contextual
construction and society paradigm today and woman's list in terms of what this means for the society, to differentiate the
concept feline and feminine. From this perspective the article will be based on the theory neurotic personality of Karen
Horney who will give the opportunity to understand the hypothesis that is presented in front of the list that the woman
exercises in a society and the list that constitutes the victim self like participation road in the knot subject positive positive-
society; negative fellow - negative society; subject negative positive-society and negative fellow - positive society. In the
article it is tried to explain the meaning of social inference and the relationship that this it exercises on the feminine list
participating with the social theory of Albert Bandura and the inference that this he/she carries out on social learning. Finally
he/she is carried out an introduction that looks for to become social theory, carrying out a differentiating outline among
positive and negative society and likewise in what refers to positive and negative fellow and their social interaction making a
different between an and another.

Words key: feminine list, victim self, woman victim self, social list, social theory, positive society, negative society, negative
subject, positive subject, social interaction, woman, social inference.

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Introducción

La mujer, un tema que genera controversia, que busca relación y análisis desde
distintos contextos y discursos y que en la historia humana genera cuestiones e inquietudes tal
vez aún sin respuesta.

Para las ciencias sociales, el concepto de mujer constituye un enigma. Aún hay
complejidad para definirla, si bien es cierto existe definición biológica, fisiológica y genética,
desde un rol social ha sido difícil nombrarla y así mismo puesta en el lugar que ha sugerido
sometimiento y que a su vez ha dado resultados que sugieren compasión y justificación para
sostenerla en un rol creado por la sociedad, el cual ésta ha aprovechado para ejercer el rol de
autovíctima. Hasta aquí es prudente dar criterio a esta afirmación y ser específicos en dicha
formulación. No en todos los contextos sugiere verdad, solo en algunos, bajo esta premisa se
infiere que el rol de la mujer en condición de auto víctima permite alejarse de la
responsabilidad y da lugar a que la sociedad se responsabilice de la condición que ésta
rechaza, asumiendo la postura de indefensión y debilidad; carencia de fortaleza y necesidad de
apoyo y acompañamiento por parte del otro, cuyo resultado se traspone a generar culpa en el
otro, Este análisis sugiere a la sociedad como responsable, pareciendo así mismo que se
caracteriza por el lugar que supone responsabilidad como sujeto participante en el contexto
social; la mujer se presenta como objeto en una relación que iguala el concepto de mujer a la
condición de madre y como sujeto en donde la mujer es así mismo hombre, tal como dice
Horney (1986) “… A fin de cuentas, la maternidad no es más que una carga que hace más
dura la lucha por la existencia, y para los hombres es una suerte no ser ellos quienes tengan
que llevarla”.

Podría parecer fácil definir mujer como aquel ser humano cuya anatomía es femenina;
Diccionario Enciclopédico Larousse (2008) “Se dice del individuo o del órgano animal o
vegetal apto para reproducir células fecundables”, pero esta definición no resuelve el problema
desde el punto de vista cultural, UNESCO (1982: Declaración de México) dice: “la cultura da

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al hombre la capacidad de reflexionar sobre sí mismo. Es ella la que hace de nosotros seres
específicamente humanos, racionales, críticos y éticamente comprometidos. A través de ella
discernimos los valores y efectuamos opciones. A través de ella el hombre se expresa, toma
conciencia de sí mismo, se reconoce como un proyecto inacabado, pone en cuestión sus
propias realizaciones, busca incansablemente nuevas significaciones, y crea obras que lo
trascienden.. Si toda persona con cuerpo femenino es mujer, para muchos en nuestra cultura,
una mujer fuerte no es una "verdadera" mujer y por consiguiente no necesita de otro para
sentirse en el lugar de ausencia y de falta; existe algo que va más allá de la anatomía y que
llega hasta lo cultural, lo social; proceso mediante el cual el ser humano adquiere la
experiencia necesaria para interrelacionarse con el prójimo. En otras palabras, la socialización
es el proceso a través del cual el individuo se adapta progresivamente al medio en el que vive,
y lo concebido desde la familia. Las concepciones comunes en nuestra cultura, nos brindan
claridad de que significa la palabra mujer, o por lo menos creemos tener claro ese concepto
cultural, hasta que se nos pide que lo formulemos explícitamente.

Realizar un estudio que permita evidenciar como el discurso de la víctima se congrega


en autovictimización desde una inferencia, Diccionario Enciclopédico Larousse (2008)
“Operación intelectual por la que se pasa de una verdad a otra y se juzga en razón de su unión
con la primera: la deducción es una inferencia. Reglas de inferencia : las que permiten en una
teoría deductiva llegar a la verdad de una proposición a partir de una o varias proposiciones
tomadas como hipótesis”, inferencia social en el rol femenino “mujer” (del latín mulier, -eris)
es el ser humano de sexo femenino, en contraste con el masculino, que es el varón. El término
mujer se usa para indicar ya sea diferencias sexuales biológicas, distinciones de género en su
papel atribuido culturalmente o ambas cosas. http://es.wikipedia.org/wiki/Mujer recuperado en
julio 29 del año 2009; 2:35 pm, Biblioteca San Ignacio - Medellín. y así mismo analizar
desde lo cultural elementos de discusión que giren en torno a discursos socioculturales,
pretenderá sostener la acción de sujeto y de objeto femenino como ganancia y
aprovechamiento de condiciones de falta que el otro lee, movilizado por la situación de culpa,
de ausencia o de responsabilidad creada por la cultura. Una condición natural que permite un
desempeño de rol fémina. Diccionario Larousse (2008) “Mujer; persona del sexo femenino. La
que llega a la pubertad. Mujer; del latin mulier, - eres; hembra de la especie humana. Persona
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adulta del sexo femenino. Esposa, mujer de su casa, mujer que cuida con eficiencia el
gobierno de la casa”. Enigmático, pero a su vez que constituye realidad que parte desde el
supuesto y la inferencia social, teniendo una claridad de la diferencia existente entre el
concepto hombre y mujer. Como dice Horney (1984):

“no obstante, todas estas posibilidades están en la práctica muy limitadas para la mayoría de la
gente. Lo que se dice en tono de broma acerca de la imposibilidad de escoger los propios padres
es así mismo aplicable a la vida en general, a la elección profesional y al éxito en ella, a la
elección de las diversiones y del cónyuge. Resultado de todo ello para el individuo es una
incesante fluctuación entre el sentimiento de ilimitado poderío para determinar su propio destino
y el sentimiento de encontrarse totalmente inerme e indefenso. Éstas condiciones arraigadas en
nuestra cultura constituyen precisamente, los conflictos que el neurótico pugna por reconciliar:
sus tendencias a la agresividad con sus impulsos a la condescendencia; sus excesivas demandas,
con su temor de no poder lograr jamás nada; su afán de auto exaltación con su sentimiento de
indefensión personal. La diferencia respecto del individuo normal es meramente cuantitativa, pues
mientras éste es capaz de superar todas éstas dificultades sin que su personalidad sufra daño
alguno, en el neurótico todos los conflictos se hayan acrecentados, a punto tal que le impiden
alcanzar cualquier desenlace satisfactorio…”

Teniendo en cuenta el anterior postulado, se reitera en la apreciación que sugiere que la


auto victimización es una condición que permite generar culpa y responsabilidad en el otro
tras darse cuenta que en el rol de débil se da la posibilidad de hacer fulminante la necesidad de
apoyo y acompañamiento de la sociedad.

Trataremos de explicar el concepto mujer desde una perspectiva que parte de lo social y
otra desde lo cultural, y de esta manera acercarnos finalmente al concepto de
autovictimización del rol femenino en una relación sujeto-medio.

Parsons, Levi Strauss y Margaret Mead (2004) www.ucm.es/BUCM/tesis/cps/ucm-t25723.pdf,


consulta realizada en fecha 19 de agosto de 2009., empiezan a generar la ruptura con las
argumentaciones naturistas al introducir la idea de la existencia de roles sexuales masculinos y
femeninos en relación con los roles sociales, los cuales eran producto de la cultura y no de lo
biológico. Es la cultura la que determina la división de los roles sexuales así como la conducta
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y el comportamiento de los seres humanos en la sociedad responden a los roles de género.
Podríamos atrevernos y pensar que existiría dentro del juego de los roles una concepción para
la mujer que denominan “femenina” y para una mujer que denominan “Masculina”¸ Varonil,
enérgico, actitud masculina. Diccionario enciclopédico Larousse (2008). En este sentido
estamos acercándonos a la definición que desde lo cultural está dada desde lo biológico, es
decir “pene o vagina” de lo que se enfatiza en el contexto social identitario; El Identitarismo es
abiertamente etnocentrista, rechazando el racismo primario. En su lugar los identitario
promueven el etno-diferencialismo, un concepto que rechaza el universalismo homogeneizado
y que promueve la preservación de los pueblos y de sus respectivas culturas, con vista a un
desenvolvimiento basado en el Derecho a las diferencias y en el derecho de los pueblos a
disponer de sí mismos.

Estas reflexiones aunadas a la idea de Simone de Beavoir: “No se nace mujer: Se llega a ser
lo. Ningún destino biológico, psíquico, económico define la figura que reviste en el seno de la
sociedad la hembra humana; es la civilización como un conjunto la que produce esa criatura,
intermedia entre hombre y eunuco, que se describe como femenina”;
http://revista.abretelibro.com/news/memorias-de-una-joven-formal-simone-de-beauvoir-no-se-
nace-mujer-se-llega-a-serlo-babel/ consulta realizada en fecha 19 de agosto de 2009., va a
introducir la necesidad de diferenciar los conceptos de sexo y genero. Conceptos que permiten
un desarrollo conceptual y práctico en el feminismo.

Al hablar de sexo se hace referencia a lo biológico, o a las características anatómicas


que permiten una diferenciación sexual hombre o mujer. Genero es un concepto, una categoría
que alude a los significados dados, atribuidos y esperados por cada sociedad, en los aspectos
ideológico y de comportamiento, a cada uno de los sexos. Esto incluye las actitudes, valores y
expectativas sobre la feminidad y masculinidad.

En esta idea dice Colorado, Arango y Fernández(1998) “La discusión de igualdad-


diferencia gira alrededor del tema de la identidad, del como asumir el poder y la política”;
http://biblioteca-virtual-antioquia.udea.edu.co/pdf/45/45_1933087722.pdf Consulta realizada
en la fecha 12 de julio de 2009., es una manera de caracterizar el rol; En psicología social se
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considera que el rol es la personalidad pública de cada individuo, vale decir, el papel más o
menos predecible que asume con el objeto de amoldarse a la sociedad de la que forma parte.
Concepto rescatado de www.psicoactiva.com/dicci/diccio_r.htm. desarrollado por el hombre y
la mujer, en donde los mecanismo de poder, no necesariamente visualizados por la fuerza
física, van más allá de este concepto; hablamos de la palabra, la actuación y la acción;
igualmente en la inferencia social, lo político provisto de ideas supuestas, ideas reales e ideas
sujetas a la experiencia. La idea supuesta como lo que vende lo conveniente en pro de dar
equidad e igualdad a los sujetos “Dar al César lo que es de César y a Dios lo que es de Dios”,
lo cual ha generado dar lo que es a quien deberá retribuir en igualdad de recibido; ideas reales
en donde se dará a partir de lo recibido y finalmente la idea de experiencia que se encuentra
provista por los factores dados en la sociedad generados por la violencia, la estructura y el
mismo aprendizaje social; Albert Bandura (n. en Mundare, Canadá, 4 de diciembre de 1925)
es un psicólogo ucraniano-canadiense de tendencia conductual-cognitiva, famoso por su
trabajo sobre la teoría de aprendizaje social y su evolución al Socio cognitivismo, así como
por la postulación de la categoría de autoeficacia.. En América latina Marcela Lagarde (2006),
plantea que una mujer no se reconoce en la otra mujer, porque “para cada mujer todas las
demás son la otra”. Se plantea que la condición de mujer es a la vez una metodología que
permite a las mujeres construir una identidad tal vez apropiada de un infantilismo supuesto;
Comportamiento infantil, irresponsable, ausencia de madurez, puerilidad. Diccionario
enciclopédico Larousse. 2008. Lagarde lo menciona como caracterización que resalta
inmadurez femenina.

La categoría género hace posible pensar en la construcción de nuevas identidades


femeninas y masculinas, en las que los valores y atributos de hombres y mujeres no sean
considerados esencias inmutables que se sostiene en la determinación biológica, en las cuales
la diferencia pretende justificar la subordinación. Sin embargo este no sería nuestro asunto de
estudio, más si es relevante mencionarlo ya que fundamenta la formulación problematizadora
que hoy nos detiene y hace pensar en la inferencia social como método de respuesta a la
autovictimización de la mujer en su relación sujeto medio.

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Karen Horney (1967) en su libro Psicología Femenina, expresa que “el deseo
femenino es innato, espontáneo y positivo desde la infancia hasta la maternidad. En todas
las fases de su desarrollo psíquico la mujer está orientada por estímulos de la libido e
impulsos autónomos”. De hecho, expresa que podría haber una contrapartida masculina a la
envidia al pene en los hombres, la envidia al útero, significando a aquella envidia que se
siente ante la habilidad femenina de criar hijos. Quizás, el grado hasta donde muchos hombres
se dirigen por el éxito en el trabajo, de querer que, sus apellidos perduren después de su
muerte; es una compensación por su incapacidad de gestar vida solo dando una parte tan
pequeña de sí mismos, a cambio de no llevar consigo, no amamantar ni criar a los hijos lo
que los llevaría a una frustración inconsciente. Diría Horney (1984) La personalidad
neurótica en nuestro tiempo “… tornarse celoso y vehemente, idealizarla y admirarla,
aunque en el fondo la odie y tema…cabría hablar aquí de una devoción exagerada
superpuesta a una hostilidad oculta, a manera de sobre compensación…”, teniendo en cuenta
esta premisa se deduce que el hombre en ese sentimiento de culpa, endosado por la mujer en
su condición de autovíctima, acepta la posición bajo el supuesto de ser responsable de la
condición natural de ser mujer y la minusvalía del hombre al encontrarse carente de concebir.
A nivel la genético, existen postulados ligados al sexo, hablamos del cromosoma 23, en donde
explícitamente se ha logrado demostrar que el cromosoma “Y” y “X” son los responsables de
dar a un nuevo genoma la historia genética en términos de lo femenino y masculino. En
resumen tratamos de esquematizar la condición de género como construcción social, más
desde los roles que de la génesis misma, pensando que son las compensaciones sociales
quienes cumplen el papel de constructos netamente humanos. De ésta manera se expresa que
el género es un constructo social, en donde cada sujeto se relaciona como objeto social y da
lugar al desempeño específico de roles a partir de las normas que constituyen poder,
fisiología, psique y sociedad.

EL GÉNERO

Ser hombre o ser mujer es un hecho social y cultural, plasmado desde un contexto
histórico. Hablar de características culturales como el género, es referirnos a un conjunto de

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características que discuten entre la economía, la sociedad, la política y la psicología, es decir
la cultura.

Los atributos que la sociedad da a los sujetos, las formas de comportamiento, las
actitudes, las relaciones, así como el poder, y lo que se atribuye al sexo es presentado por el
etnocentrismo ; El etnocentrismo suele implicar la creencia de que la propia raza o grupo
étnico sea la más importante, o que algunos o todos los aspectos de la cultura propia sean
superiores a los de otras. Tendencia a sobrevalorar la etnia a la que se pertenece y a valorar las
restantes en relación con aquella. Diccionario enciclopédico Larousse 2009. de tal forma que
cada cultura, y en ella cada grupo dominante consensuarían sus estereotipos de hombre y de
mujer como únicas formas de ser “hombres” y “mujeres”, como diría Hobbes “el hombre es
lobo para el hombre” y bajo este pensamiento; en la cultura, ser hombre y mujer se califica
como característica sexual y esta consideración forma parte de la ideología que analiza al
hombre y la mujer como parte de una naturaleza humana; hombre como fuerza, mujer como
debilidad, hombre como capacidad, mujer como dadora de vida. Siguiendo ésta línea la fuente
de referencia implica analizar el rol que ejerce hombre y mujer a partir de la personalidad
neurótica del sujeto.

Las mujeres poseen el poder de consagrarse como seres dependientes, como menciona
Lagarde, Marcela (2003) “El poder femenino pertenece al género, al grupo social de las
mujeres. Cada mujer desarrolla de manera diferencial, como todos los oprimidos, el potencial
de poder surgido de lo que da al opresor. Así, bajo la dominación, los oprimidos son
poderosos porque tienen aquello de lo cual carece, a la vez que necesita, quien tiene atributos
considerados esencia del poder”. De acuerdo a esta premisa la mujer se condiciona en el rol
de dependiente social, logrando obtener resultados positivos al ser suplidas cada una de sus
necesidades rebozadas de exigencia y haciendo culpable a la sociedad. La mujer posee el
poder y dominio que se rige por el utilitarismo que ofrece la posición natural de su propio
cuerpo y el egoísmo mismo de hacer responsable al otro en su posesión material.

Foucault (1980) analiza el poder en y desde el cuerpo “el cuerpo está inmerso en un
campo político; las relaciones de poder operan sobre él una presa inmediata, lo cercan, lo
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marcan, lo doman, lo someten a suplicio, lo fuerzan a unos trabajos, lo obligan a unas
ceremonias, exigen de él unos signos”. En esta ilustración, pensar en el cuerpo como un cerco
político que emana poder, relaciona complejidad y reciprocidad, en donde el cuerpo desde lo
femenino es puesto como objeto económico y no obstante herramienta que da poder, dominio
y fuerza, desde lo concebido, la capacidad de concebir, reproducirse y someterse. Es prudente
hacer claridad en el concepto de ser productivo desde la concepción, al referirnos a él no solo
deseamos expresar la condición de engendrar un nuevo ser, pues dicha condición solo es
posible con el encuentro de dos gametos que parten de una línea fémina y otra masculina, nos
referimos de igual manera a la construcción etnográfica (una de las ramas de la Antropología
que facilita el estudio y comprensión de un ámbito sociocultural concreto, normalmente una
comunidad humana con identidad propia.) que supone a la mujer como ser hecha y constituida
para el ambiente doméstico; Se dice de la persona que tiene por oficio servir en una casa o en
el hogar. Diccionario enciclopédico Larousse 2009. Dicha caracterización, fuerte y firme
desde su construcción, ha permitido hacer pensar al medio social en la mujer como un ser en
estado de minusvalía (Falta o limitación de alguna facultad física o mental que imposibilita o
dificulta el desarrollo normal de la actividad de una persona. Diccionario Manual de la Lengua
Española Vox. © 2007 Larousse Editorial, S.L. Consulta realizada en la fecha 26 de 0ctubre
de 2009. http://es.thefreedictionary.com/minusval%C3%ADa), carente de ciertas habilidades,
que más que físicas, se encuentran cobijadas con efectos halo constituidos por el propio
pensamiento humano, asumiendo que la condición de género se limita a fuerza física,
capacidad económica, condición social, sexo y ligado a este, número de procreaciones, que de
acuerdo a la realidad social aplica la fórmula a mayor procreación más necesidad de ser
asistida y atendida por la “carga” asumida que permite permanencia de la especie humana en
el mundo.

El cuerpo de las mujeres es un cuerpo sujeto; aparece tempranamente en la obra de


Lacan. A pesar de no constituir un elemento esencial del legado freudiano, Lacan lo sitúa
como elemento central de su enseñanza a partir del fin de la Segunda Guerra Mundial, pues
con anterioridad era empleado más bien para referirse al ser humano, en términos generales, o
incluso al paciente en el dispositivo analítico. Lacan (1975a) introduce ya la distinción entre el
sujeto impersonal, independiente del otro, en el más puro sentido gramatical, el sujeto
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recíproco, sustituible por cualquier otro, que se reconoce a sí mismo en esta misma
equivalencia, y el sujeto personal, acepción ésta que centrará su preocupación por el tema,
sujeto cuya unicidad está constituida en un acto de auto-afirmación singular. Consulta
realizada en fecha 26 de octubre de 2009.
http://www.andalucialacaniana.com/textos/ex_pbmm.htmy objeto; la noción de objeto se
considera en psicoanálisis bajo tres aspectos principales: a) correlato de la pulsión, es aquello
en lo cual y mediante lo cual la pulsión busca alcanzar su fin, es decir cierto tipo de
satisfacción, b) correlato del amor (odio), se trata de la relación de la persona total o de la
instancia del yo , con un objeto al que se apunta como totalidad; c) correlato del sujeto que
percibe y conoce, es lo que se ofrece con caracteres fijos y permanentes, reconocibles por la
universalidad de los sujetos, con independencia de los deseos y de las opiniones de los
individuos. y este mismo como sujeto y objeto de sometimiento y victimización de núcleo de
sus poderes. De acuerdo a la teoría sexual infantil, Freud (1908) (cit. Mejía M. 2005: 9-10) nos
advierte que dichas conjeturas se derivan de la observación de los varones. Al respecto,
afirma que:

[…] debido a circunstancias externas e internas poco propicias, las comunicaciones que siguen se
refieren predominantemente al desarrollo sexual de uno de los sexos, a saber el masculino.

La diferencia entre el hombre y la mujer está dada por la condición de sexo, referido a
lo biológico y desde el género como construcción netamente cultural el cual se sostiene desde
teorías sociales de tipo etnocentricas.
Para Franca Basaglia (1983) el concepto de mujer transfiere en otros espacios, diciendo que
"El ser considerada cuerpo-para-otros, para entregarse al hombre o procrear, ha impedido a
la mujer ser considerada como sujeto histórico-social, ya que su subjetividad ha sido reducida
y aprisionada dentro de una sexualidad esencialmente para otros, con la función específica de
la: reproducción". El cuerpo femenino es la base para definir la condición de la mujer y la
apreciación patriarcal dominante que la considera un don natural. La mujer vive el mundo
desde su cuerpo. El hombre no, pero para el hombre su vida no es su cuerpo y para la mujer la
vida se despliega en torno a un ciclo de vida profundamente corporal.

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LA VICTIMOLOGÍA Y AUTOVICTIMIZACIÓN

Existe en el contexto una apreciación conceptual en donde se menciona que víctima es


aquel sujeto que ha sufrido algún daño. Estudiado el concepto desde el latín este significa
persona o animal sacrificado, donde sujeto hombre o mujer es sacrificado y posiblemente
victimizado.

Hasta hace algunos años la filosofía, las ciencias sociales y la ciencia política se ha
interesado en comprender y estudiar el concepto de victimología. Las perspectivas lo centran
más en un lenguaje del área criminológica. Sin embargo el interés primario de nuestro objeto
de estudio se centra en evidenciar cómo es que el discurso sobre la víctima logra generar
responsabilidad ó culpa social a partir de los roles que constituyen participación social en los
contextos de interacción humana.

Ciertamente, el hombre es un ser viviente esencialmente sociable. (MOLINA A., 1999)


“la realización del ser humano en cuanto tal, estará dada por la continua y cotidiana
interacción con otros seres humanos, en procura de la satisfacción de sus intereses y sus
necesidades”; el hombre desde su contexto es el responsable de las respuestas que el otro
sujeto asume desde su rol de desempeño. Las instituciones sociales han adquirido formas al
preguntar por el rol de desempeño social femenino y masculino, teniendo claridad que el
empoderamiento de hombres y mujeres está mediado por el lenguaje en una esfera que desde
lo humano posibilita construir imágenes del mundo que se quiere y desea habitar a partir de la
responsabilidad que va sujeto a cada sujeto desde su individualización.

La victimología, como disciplina de estudio no tiene sus límites muy bien señalados
aún, y por lo mismo la discusión sobre su naturaleza y concepción es muy variada en el mundo
científico. Por tanto, las opiniones vertidas por los tratadistas en cuanto a su naturaleza, son
diversas; hay quienes la conciben como parte de la criminología MOLINA A., (1999) “El
sujeto pasivo es estudiado insertándolo en la conducta del victimario, como una suerte de
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figura de contradanza, pero a la vez capaz de engendrar el delito o reforzar las apetencias del
delincuente. El principio de Von Henting otorga relieve a la víctima por su juventud, sexo,
edad y también por las diferencias mentales” pag.104., de la política ZULETA, (1991) “Es
frecuente, en efecto, asociar la vivencia política con la existencia de un régimen que trata de
imponer a toda la sociedad su proyecto y su modelo y reprime con toda dureza las
actividades, los partidos, los grupos y las ideas que lo ponen en cuestión o simplemente
escapan a su control” pag. 113, del género sexual NUSSBAUM, (2002), “Se trata a las
mujeres no como fines en sí mismos, como personas con una dignidad que merece respeto por
parte de las leyes y las instituciones. Por el contrario, se las trata como meros instrumentos
para los fines de otros: reproductoras, encargadas de cuidados, puntos de descarga sexual,
agentes de la prosperidad general de una familia. A veces, ese valor instrumental es
fuertemente positivo; otras veces, puede ser realment5e negativo…” pag. 28. y COLORADO
L., (1998), “Al hablar de sexo se hace referencia a lo biológico, o las características
anatómicas que permiten una diferenciación sexual hombre o mujer. Genero es un concepto,
una categoría que alude a los significados dados, atribuidos y esperados por cada sociedad,
en los aspectos ideológico y de comportamiento, a cada uno de los sexos. Esto incluye las
actitudes, valores y expectativas sobre la feminidad y masculinidad” pag. 85., sociológico
UÑA, (2004), “la víctima y victimización es un término latino referido a la persona o animal
destinado al sacrifico, acogido ampliamente en el vocabulario occidental, pero con muchas
acepciones, además de la religiosa… a nivel político el victimismo es un ingrediente esencial
de la formación de la conciencia nacional, y lo mismo a nivel generacional o individual (por
edades o sexos)”pag. 1576., psicológico DORSCH, (1985), “dentro de la criminología, el
estudio de las relaciones entre el delincuente y su víctima. Requiere un análisis global de la
personalidad de la víctima desde perspectivas biológicas, psicológicas y sociales”. Pag. 874. y
antropológico WINICK, (1969), “criatura que simbólicamente carga con todos los pecados de
una sociedad. El término también se aplica para expresar la trasferencia de culpas de un grupo
o de un individuo a otro”. Pag. 634 el cual lo visualiza como víctima propiciatoria.

Ahora bien la construcción de la hipótesis que enmarca este estudio habla de varios
conceptos, ellos son la reciprocidad, la resiliencia, el conflicto o también llamado violencia
social y la autovictimización. La reciprocidad como aquel encuentro que permite obtener
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respuesta entre factores a y b; se habla de una trasformación en donde a es el transformador de
b) y este a su vez transforma a a). La resiliencia como el factor que habla de la respuesta a
estados o estadios amenazantes en el proceso de socialización; en otras palabras es el ajuste
social y de adaptación que el sujeto logra desarrollar como actuante dentro del contexto social
en la información que recibe de forma directa e indirecta para lograr una participación
esperada en su rol social. La violencia social como respuesta a estímulos negativos que desde
a) y b) se congregan en respuestas de generación de conflictos y encuentros de desacuerdo
social; finalmente la autovictimización, interés que prima en este estudio. Esta concepción se
entendería como sujeto que consciente de las respuestas positivas para él resultadas de la
condición de víctima, opta la condición de auto victimización como propia y la asume como
medio de participación social.

METODOLOGÍA

Este estudio centra sus esfuerzos investigativos en la construcción psicosocial de


aprendizajes sobre eventos que permiten elaborar y desarrollar conductas y pensamientos, el
cual es de carácter interpretativo. Hay que tener en cuenta que en este caso el estudio se dirige
a las referencias bibliográficas, teorías, textos y a la narrativa e interpretación que los autores
seleccionados hacen del tema objeto de estudio dichas interpretaciones se centran sobre la
misma subjetividad: esto va a constituir la acción participante de un sujeto dentro de una
sociedad.

El diseño general de la investigación es de carácter cualitativo, entendiendo por tal,


aquel que se efectúa sobre la base de la interacción y con respecto a procesos subjetivos. El
diseño específico corresponde a análisis de interacciones sociales.

Sin embargo, cabe señalar que los hallazgos se pueden diferenciar entre aquellos
aspectos que son particulares de la experiencia subjetiva y aspectos centrales en lo que

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corresponde a la adopción de un marco de referencia cultural, que se hace manifiesto en los
textos consultados de forma escrita y vía Internet, y que han apoyado la fase de análisis.

La naturaleza psicosocial del estudio apunta a entender una producción de interacción


de un marco de referencia social que decanta en la adopción de comportamientos que sugieren
estilo de vida y ganancias sociales. La unidad de análisis está configurada por las experiencias
y las interpretaciones de éstas por parte de los autores.

DISCUSIÓN TEÓRICA

Hemos mencionado como en la historia y el lenguaje social ha dado a la mujer la


condición especial de ser especial en el contexto social, de cómo a medida de su avance en la
historia ha dado constructo y reconocimiento a ese lugar social y cultural en el espacio e
interacción hombre y mujer. Un lugar que ha dado más de lo necesario en cuento a su
desempeño del rol. En la historia las mujeres, como los hombres, han desarrollado y
construido un rol, asumiendo un papel que desde lo cultural se asume en condición particular.
En antiguas sociedades, la caza y la recolección se observaban como labores que permitían
reconocimiento social en el lenguaje de lo humano, las mujeres casi siempre eran las que
recogían los productos vegetales, mientras que los hombres suministraban la carne mediante la
caza. A causa de su conocimiento profundo de la flora, la mayor parte de los antropólogos
creen que fueron las mujeres quienes condujeron las sociedades antiguas hacia el Neolítico y
se convirtieron en las primeras agricultoras.

“En la Edad Media, los autores masculinos, pertenecientes a una estirpe, religiosos, tratadistas
laicos y sobre todo, predicadores, hablaron de las condiciones y conductas que les exigen a las
niñas, a las jóvenes y a las mayores. La conducta femenina fue pautada para cada momento y
situación de la vida. Casi siempre la edad corresponde a un estado civil y a una función de acuerdo
a ella. Tal es así que representó la imagen de la prometida, la casada, la viuda, es decir, siempre
ligada a un hombre que se responsabilice por su conducta. El papel más importante atribuido a la

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mujer era el de esposa y madre” http://es.wikipedia.org/wiki/Mujer consulta realizada en fecha 27
de diciembre de 2009.

Actualmente las mujeres y sus roles han cambiado. Tradicionalmente el rol social de la
mujer se basaba en las tareas domésticas, caracterizado por el cuidado de los niños acentuando
el cuidado de niños, y no solían acceder a un puesto de trabajo remunerado. Hoy, las mujeres
continúan ejerciendo ese rol, sin embargo la condición política, social y cultural, han
permitido desarrollar acciones y reacciones que parten desde lo conductual, comportamental y
acción sujeto – sociedad.

La mujer ha sido categorizada como aquella que participa de espacios en donde su


condición la muestra como sujeto carente de atención, cuidado y respeto, condición que a su
vez a permitido verse cubierta en un manto de victimización en donde ésta asume rol de auto
víctima para obtener ganancias sociales que le den continuidad a ejercer esta condición y así
mismo sostenerse en el rol. Dicha afirmación resulta de inferencias sociales que surgen de
observaciones etnográficas en algunos contextos socioculturales, siendo claros que aún resulta
importante seguir en los estudios que arrojen mayor información para recogerlos como fuente
de validación y supuesto teórico.

La discusión que se plantea surge a partir de la responsabilidad que posee la sociedad y


de cómo ésta a su vez debe interactuar con el sujeto, en este caso femenino y cumplir en su
condición de suplir necesidades que permitan hablar de equilibrio social. Ahora bien en estos
términos se está manifestando que el sujeto femenino responde desde su condición de forma
negativa mostrándose como auto víctima y así mismo obteniendo retribución positiva desde el
contexto por ser y ejercer rol de cuidadora, cabeza de hogar, progenitora y madre-esposa.

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SOCIEDAD - SUJETO

Tal como se ha referido en el artículo la sociedad se constituye en el eje que da lugar a


la integración de una serie de individuos que comparten cultura, normas, reglas e ideas
construidas a partir de las necesidades propias del sujeto que participa de lazos sociales. La
sociedad se impone y el sujeto actúa bajo las construcciones propias del hombre. Fig. 1.

EJE “Y” POSITIVO

Sujeto Sujeto E
E
J
J
E
E
RESILIENCIA RETRIBUCIÓN “

x
x

” Sociedad Sociedad
P
N
Sociedad Sociedad O
E
S
G
I
A
T
T CONFLICTO I
I AUTOVICTIMIZACIÓN
V
V
O
O Sujeto Sujeto

EJE “Y” NEGATIVO

Figura 1.

Se plantea entonces que el actuar de un sujeto partirá de la exigencia y necesidad que sugiera
la sociedad. De esta manera si la sociedad se impone de forma positiva, entendiendo este
concepto como aquella que entrega al sujeto lo que permita su desarrollo y construcción
social, el sujeto deberá responder en igualdad de condición, es decir, actuará de forma positiva
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aceptando roles y mostrando su condición en de retribución, en donde se espera que la
sociedad reciba en igualdad de condición lo entregado para formación social del otro, un
individuo que se hace social a partir de la experiencia y aprendizaje aprehendido durante su
interrelación.

Este marco trata de explicar cómo la sociedad actúa en condición positiva a la


restauración social por vía del apoyo y acompañamiento, siendo desmedido, asumiendo
responsabilidad inmediata de condiciones que se asumen necesarias para obtener ganancias de
retribución social. Se explica entonces que el sujeto negativo, en este caso mujer, asume que el
otro es responsable de su condición y permite que se culpabilice dando lugar a la auto
victimización y así mis adquiriendo ganancias cuando es el otro quien se asume como
culpable. Caso es el de las fundaciones y ONG´S, quienes poseen la ideología de dar a
quienes necesiten de ayuda que parte de lo económico, educativo, social y jurídico, sin
embargo, la condición de víctima permite trasladarse a una reacción de autovictimización,
respondiendo negativamente y esperando constante apoyo sin querer responsabilidad, ni
aceptar retribución asumiendo condiciones de minusvalía. En este aspecto se espera que tanto
sociedad como sujeto al observarse actores positivos respondan de forma igualmente positiva
en retribución social y el “equilibrio” del que los grandes pensantes llamarían así mismo
equilibrio, el defecto de este sería la propia extinción del hombre.

Es importante aclarar que partiendo de esta premisa se ha analizado otras respuestas en


donde el sujeto se comporta de forma positiva a pesar de haber experimentado acciones que
surgen de una sociedad negativa, tal es el caso de la violencia que nace del conflicto interno en
Colombia y que dan como resultado el desplazamiento, la violencia intrafamiliar, las
agresiones en cuanto a equidad de género y a pesar de estas condiciones el sujeto reacciona de
manera activa y positiva respondiendo con actitud resiliente y asumiendo un rol de
retribución. El actor sujeto positivo se convierte en eje principal a responder a situaciones
adversas con coherencia y dispuesto a alcanzar acciones de mejora y que constituyan
crecimiento y responsabilidad de tipo social.

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Ahora bien, se infiere que la reacción de actor sujeto negativo y sociedad negativa son
responsables mutuos ante la creación de conflicto, no haciendo responsables y por el contrario
justificando desacuerdos. En esta idea se plantearía la negativa del sujeto y la sociedad a causa
de la censura que se abstrae de la norma y regla social implantada por cada contexto dando
como resultado el conflicto sea este social, familiar, político o social. Ahora bien, en este caso
el interés que surge de este análisis, en su inicio se centra en uno de los actores sujeto de la
sociedad, la mujer, quien a su paso asume su rol partiendo de las condiciones del contexto y
respondiendo en relación de las exigencias y caracterizaciones sociales.

Se plantea entonces que la respuesta social debe ser de forma activa y no pasiva,
asumiendo la condición de responsabilidad, sin que esto implique culpabilidad por la acción
del otro; este debe actuar como participante y coayudante de la construcción de rol sujeto
femenino, sin que esta condición pretenda acarrear la responsabilidad de manera individual
comprometiendo al sujeto como actor social e individual, de esta manera se lograría adquirir
una condición homeostática, sin llegar a pretender ubicarnos en una línea idealizadora, pero sí
que discuta con una realidad próxima a lo que la sociedad esperaría en respuesta a la
retribución que espera y que igualmente parta del sujeto para que dicho discurso sea coherente
con participación social de un sujeto y otro.

CONCLUSIÓN

Karen Horney (1923), en sus postulados presenta una teoría que revisa el papel de la
mujer desde su sexualidad, desarrollo y construcción de su rol desde el contexto social y
cultural.

Apropiarnos de esta teoría permitió de una forma, al menos clara, la construcción de un


nuevo pensamiento teórico, el mismo que permite pensar que la autovictimización es el
resultado de la caracterización social suscrita en el pensamiento de dar a la mujer lo que
necesita ante la condición minimalista y de compasión que ha sugerido la sociedad. En estos
términos estamos afirmando que la condición de género femenino en la cultura, especialmente

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en la nuestra, la colombiana, en un atrevimiento inicial, es afirmar que hemos sido los
responsables de dar más de lo que se debe ante la responsabilidad que se ha asumido de
conflictos sociales, familiares y personales, en donde la mujer ha sido provista de condición de
género, siendo esta condición la diferencia especial para justificar el acompañamiento
excesivo y una participación exagerada para proveer insumos básicos como educación,
alimentación y salud, asumiendo la responsabilidad de desarticulación social al constituir a la
mujer más que procreadora en una paralítica social por su especial condición como sujeto
femenino. Esta situación, de acuerdo a nuestro análisis intrasocial debe ser retomada para
favorecer en igualdad de condiciones a los sujetos sociales actuantes, es decir, cualquier sujeto
participante de la sociedad que espera retribución y participación en una teoría A y B, ya
expuesta en este artículo sugiere que aquella mujer participante deberá ser activa y no pasiva
en un constructo social, esto significa que el género deberá explicar explícitamente sexo que
se provee de pene o vagina, contrario a lo que constituirá su participación social que discutirá
el pensamiento positivo o negativo en razón a sujeto y sociedad tal como fue explicado.

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