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CAPÍTULO 3 TRAZADO Y REPLANTEO,

NIVELES DE OBRA

3.1. VERIFICACIÓN DE LAS MEDIDAS DE LOS TERRENOS


3.1.1. Forma de los terrenos. Una porción de Área limitada por
deermimdo número de lados, es un polígono La forma de los terrenos
corrmponde a la de los polígonos.
Al concomo constituido por kjs ladm del polí8ono se le denomina
pojó®oñ·L

" Ángulos de un pojÍgono son los ángulos formados por 6


lados consccuuvos.
" Vértices son los puntos dc intersección de dos lados consecutivos,
° Diagonajes de Un polígono scjn los segmentos de recta que unen dos
vértices no consecutivos.

1-a Fíg. 3 I es un µñígono; los lados AB, BC, CD y AD constituyen la


pohgonal.
C

l
D
~ l
" 6 I
l" ~
B.
l
A .
E¿&3.l

El polígono que muestra la figura tiene cuatro ángulos internos;


uno de ellos. el ángulo ABC, está formado pomos lados,
consecutivos AB y BC.

Refiriéndonos a la misma figura, el po|Í8ono tiene dos


aaEonales: AC y BD.
`ˆÌi`Ê܈̅Ê̅iÊ`i“œÊÛiÀȜ˜ÊœvÊ
˜vˆÝÊ*ÀœÊ* Ê `ˆÌœÀÊ

/œÊÀi“œÛiÊ̅ˆÃʘœÌˆVi]ÊۈÈÌ\Ê
ÜÜÜ°ˆVi˜ˆ°Vœ“É՘œVŽ°…Ì“
J3

3.I.L Verificación de la forma de los terrenos. Antes dc proceder


al trazado de cualquier obra es indispensable comprobar si la
forma y medidas del lote indicadas en los planos corresponden
a las reales obtenidas en el terreno.

La exigencia señalada podría parecer innecesaria sino fuera


porque en la práctica y- con cierta frecuencia se evidencian
discrepancias entre Jo indicado en los planos y la verdadera forma
y medidas de los terrenos. En lodo caso, la constatación debe ser
de mtina para evitar problemas ulteriores, muchas veces insal-
vables. Cienamente, la verificación de la forma y medidas dc
terrenos de gran extensión demanda la intervención de lo
pógrafos y el empleo de equipo dc ingeniería; sin embargo.
cuando se trata dc lotes de reducida dimensión y más aún si son
cuadriláteros la constatación es posible efectuarla con
implementos simples, tales como winchas, cordeles y estacas.

3.13. Verificación de un terreno que tiene cuatro lados.


Frecuentemente los terrenos tienen cuatro lados, es decir, son
cuadri láteros (polígonos que tienen cuatro lados). Es conveniente
señalar que la forma exacta de un terreno de este tipo no es posible
definiría conociendo sólo las medidas de sus lados: es necesario
conocer al menos uno de sus ángulos internos o la medida de
una de sus diagonales. La Fig. 3.2. por ejemplo, muestra dos
cuadriláteros que tienen sus lados cowespondientes iguales; sin
embargo, los cuadriláteros no son iguales.

D , D'

~~jC \" C'

A' "" - L ,.\ ,{,f },


Fig.3.2
`ˆÌi`Ê܈̅Ê̅iÊ`i“œÊÛiÀȜ˜ÊœvÊ
˜vˆÝÊ*ÀœÊ* Ê `ˆÌœÀÊ

/œÊÀi“œÛiÊ̅ˆÃʘœÌˆVi]ÊۈÈÌ\Ê
ÜÜÜ°ˆVi˜ˆ°Vœ“É՘œVŽ°…Ì“
30
El ~edimiento descnto a conlimwcHn consiste en mMir Iag
ladoa y las dos dia8ona|e$ Desde hlbe&o, las mcdMom «bm
realizarse con la mayor exactitud pmibk, empleando prekmmmence
wmcM mccáhca.

Obtenidas las medidas de los lados y diagonales, se procede al


dibujo del terreno, reqmriCndose de un compás, escallmeuo y
lápiz duro afilado.

El prucedimknto es el siguience:
a) Dibujar el lado que corresponda al treme del lowj en la Fi80
3.3. el lado AB.
D

C
p0

% d
b 0
#, r,

'%
' h
P K
0 %

Ftg.3.3
b) Con el conipmm tmn.indo como centro el vértice A, (razar
un arco de circunlere:ma cuyo radio, en Ja escala escQEida,
sea igual al lado AD (Fig J 4-a).
C) Repetir el procedimiento mdicadü en b), pero tomando uhota
como centro el vértice B Con un radio ¡Bllal a la dluBQnal
BD mercepcar el arco anteriormente trazado, delernúmnc$o
así el vértice D (Fig 3.4-b)
d) Uniendo los vértices A y D definimos el lado AD (Fj8 3,4-c).
e) Haciendo centro en el vértice D trazar un arco de circunfemcia
cuyo radio sea igual al lado CD (Fig. 3.4-CJ),
D Repetir lo señalado en e) tomando COfñO centro el v4rligg Rp
Con radio igual al lado BC interceptar el arco anterimmcnw
trazado, se obtiene así el vértice C (Fía. 3.4·é)t UnimQ '
el vértice C con los vértices D y D que& dcfini4a Ja form
del terreno propuesco. . t.
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˜vˆÝÊ*ÀœÊ* Ê `ˆÌœÀÊ

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ÜÜÜ°ˆVi˜ˆ°Vœ“É՘œVŽ°…Ì“
34

g) Comprobar con el escalítnetro que la diagonal AC sea igual


a la medida tomada en e! terreno.
i
iG
:L: _ \%
/< \
\
Y

'J.~~~
Y \
\ 0·~^0 I
\
I
\
b
%
a \ bM
A

oI
7"" Z. , , t"éq

q a b
d m
a 8
~Jc
t "k
0
Cjp
Op

I ::i
e)
l"
I'
A
E)

Fig. 3.4 a). b), cL d). y e)


El procedimiento descrito puede ser aplicado a terrenos de más
de cuatro lados, descomponiendo el lote en triángulos.

3.2. MÉTODOS AUXILIARES EMPLEADOS EN EL


TRAZADO

3.2.1. Mediciones. El trazado de obras de gran extensión deman«


necesariamente, la intervención de topk5grafos y el empleo de
instrumentos y equipos apropiados; sin embargo, el trazado de
`ˆÌi`Ê܈̅Ê̅iÊ`i“œÊÛiÀȜ˜ÊœvÊ
obras de reducida a mediana extensión es posible realizado ˜vˆÝÊ*ÀœÊ* Ê `ˆÌœÀÊ
/œÊÀi“œÛiÊ̅ˆÃʘœÌˆVi]ÊۈÈÌ\Ê
ÜÜÜ°ˆVi˜ˆ°Vœ“É՘œVŽ°…Ì“
35

simplcmcnte con wincha y cordeles, siempre y cuando se lleve


a cabo con apropiado esmero.

Dc preferencia la wincha será metálica. de I%gitud no menor


de 25 m. Es necesario indicar a los ayudaru= cuál es el cero
de la wincha, pues como se sabe, Las Wiachas están provistas
de argollas que, en algunos tipos de wincha,-no forman parte
de la longitud real. También es indispensable que la wincha.
al cfeccuar las mediciones, sea fuertete tensada.

Las mediciones deben ser horizontales, pues como tales están


indicadas en los planos. Cuando las medidas son tomadas apoyando
la wincha en terrenos dc modewda pendiente el error en
que pueda incurrirse no tiene mayor significación. No sucede
lo mismo cuando cI terreno tiene pronunciada pendiente; en
este caso, es preciso tomar medidas horizontales progresivamente
por tramos, a este método se Le denomina medición por
cultelaci6n.

Por ejemplo, la longitud entre los puntos A, y B es la suma de


las medidas parciales (Fig. 3.5)-

|3
12
'lj

Nómada .

3
, .,,.,, .F"""""· """ """ "
m
A ~ .' ·" '
l medid&horuormlAB·Ü +120|3
P

Fig. 3.5 Medición por cl¿ltel=i¿5n'


.2.2. Empleo de «cuadras. Las escuadras de madem similares a la
que muestra la Fig. 3.6, son, sin duda. útiles para trazos
complementarios o de reducida longitud; m « recomendable su
empleo para trazados de mayor extensión. Desde luego, debe
desecharse, por no proporcionar la necesaria emctimd la utihzaci6n
`ˆÌi`Ê܈̅Ê̅iÊ`i“œÊÛiÀȜ˜ÊœvÊ
de pequeñas escuadras de fierro. ˜vˆÝÊ*ÀœÊ* Ê `ˆÌœÀÊ

/œÊÀi“œÛiÊ̅ˆÃʘœÌˆVi]ÊۈÈÌ\Ê
ÜÜÜ°ˆVi˜ˆ°Vœ“É՘œVŽ°…Ì“
36
+_ l DO m l

Tñ ,' '"""3
é á 6;" "' " """ """'""
),
ECCUADRA DE MADERA
A

Fig. 3.6 Escrtmka de madern,

3.2.3. Trazar una perpendicular a un alineamiento dado. Trazar


una perpendicular a un alineamicnm equivale a trazar un ángulo recto,
es decir, de 90"

El procedimiento para trazar un ángulo de 90° se fundamenta en el


principio siguiente: si los lados de un triáneulo miden 3,4 y 5 m el
ángulo formado por los lados que miden 3 y 4m es un ángulo recto
(Fig. 3-7)

3 \5
,90"
4

Fig. 3. 7 TrÉánguln 3, j. S

Ejemplo: Se trata de (razar un alineamiento perpendicular a un


alineamiento d eje, AB (Fi8. 3 8-:1).
Procedimiento: ,
a) Tensar un cordel entre las vall,a A y B, déñmendo asid alineamiento
AB. Los travesaños de las vallas deben estar al mismo nivel.

b) Con el auxilio de una escuadra de madera tensar un cordel entre


las vallas C y D. Aún no se puede asegurar que e! alineamiento
CD sea perpendicular a] alineamiento AB. (Fig. 3.8-a).
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˜vˆÝÊ*ÀœÊ* Ê `ˆÌœÀÊ

/œÊÀi“œÛiÊ̅ˆÃʘœÌˆVi]ÊۈÈÌ\Ê
ÜÜÜ°ˆVi˜ˆ°Vœ“É՘œVŽ°…Ì“
37

cümel (ce. tzmeme


tensado
J

C+ — iD
a)

p_ marca en e.' coma censado

E marca en el
US cordel tensado

CÓ \I áD
4m
a
b) ,
A
Fig.3. 8 TrazMo de kji a/ineamien!ü perpendicular a un alineamiento o eje

C) A partir de la iruersccción de los dos cordeles medir 3 m


sobe el cordel AB. esta medida la marcamos en e! cordel
estableciendo el punto P. Una ¿ez hecha la marca no se
debe rr,üdíñca" la tcnsiór. del cordel AB (FÍE. 3.8-b).

d) Repetir la misma operación sobre e] cordel CD, pero tomando


en este caso. una inedi& dc 4"m; definiendo así el punto Q.

e) Verificar CC·[l í:j wincha si la medida entre los puntos P y Q


es 5 m. Si esco se cumple, los a]inealnlenlos AB y CD son
perpcrAiculares entre si. Es preciso que la comprobación
se redice ¿uicij°j3samente.

U Dc no cumplirse ¿a condición indicada, 4'Ul're?ir el alineamiento


CD. reptticndo el procedimkmo L2[llá» veces cuantas sejn
necesarias, hasta consc&ujr el trianyilo 3,4,5. `ˆÌi`Ê܈̅Ê̅iÊ`i“œÊÛiÀȜ˜ÊœvÊ
Es
˜vˆÝÊ*ÀœÊ* Ê `ˆÌœÀÊ
iMispemsable. en cad" corrección. tomar nuevamente las
/œÊÀi“œÛiÊ̅ˆÃʘœÌˆVi]ÊۈÈÌ\Ê
ÜÜÜ°ˆVi˜ˆ°Vœ“É՘œVŽ°…Ì“
ja
m¢dN(8 3 y 4 m sobre los corddcs AB y CD rcspcctNamcntc,
no SiCndO válidas las marcas anvrñorcs.

&2.4. 1kazar una paralela a un alineamiento dado, separada


una

P R±".±L'
4
Q
d d

^ 90° _ 90"
A B)
· C1 X
Fi&3. 9 7huado de una paralela a tan a/inea·
~edim¡ento: '
a) Desde dos puntos B y C, convcncionalmcnte escogidos sobe
el alineamiento AX, se trazan perpendiculares a AX.
Si la distancia d es reducida se puede emplear una escuadra
de madera para trazar las perpendiculares. Si la distancia es
grande, aplicar CI método descrito en 3.2.3. 0

b) En las perpendiculares trazadas y a partir de los puntos B y


C medir la distancia prevista «d», estableciendo los puntos
P y Q.
c) Uniendo los puntos P y Q se obtiene la paxilda buscada.

3.2.5: Dados-un alineamiento base y un punto por el que debe


pamr una paralela a dicho alineamiento, trazar la
paralela.
En la Fig: 3.lO-a, AX es un alineamiento base y B es un punto
por el que debe pasar una paralelaa AX.

Procedimiento:
a) Ubicaren el alineamiento AX un punto cualquiera, tal como
C. Tender un cordel que una los puntos B y C (Fié. 3.lOb).
b) Dividir por lñitadel segmento de recta BC para determinar
`ˆÌi`Ê܈̅Ê̅iÊ`i“œÊÛiÀȜ˜ÊœvÊ
˜vˆÝÊ*ÀœÊ* Ê `ˆÌœÀÊ
el punto M (Fig. 3.lO-c).
/œÊÀi“œÛiÊ̅ˆÃʘœÌˆVi]ÊۈÈÌ\Ê
ÜÜÜ°ˆVi˜ˆ°Vœ“É՘œVŽ°…Ì“
M
B
X
a) A X
~B
W
%

b) A """·.1? X 6
6

~3 BM W '/2 BC
m
t

""~M
C) A
""""S, X

V
"gB r
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C"- . X

ÍX.3.lO Tm:iadu de uRá pWalelu u Wl aluwjumemo y qu« µne pur Un pcaím c/a&ó
" :ú. b). C), d). d). /J `ˆÌi`Ê܈̅Ê̅iÊ`i“œÊÛiÀȜ˜ÊœvÊ
˜vˆÝÊ*ÀœÊ* Ê `ˆÌœÀÊ

/œÊÀi“œÛiÊ̅ˆÃʘœÌˆVi]ÊۈÈÌ\Ê
ÜÜÜ°ˆVi˜ˆ°Vœ“É՘œVŽ°…Ì“
0

c) ñesde un puntuñ, ele8ldo Ntmmmenco wobre AX, Bee0(ablece


medlane c<xdel el Uummkmo DM (µ1*. 3.lO-d).
d) Sobre d ahnemmonto DM y w pmlr del punto M medir um
dLsLanaa l8ua| a DM, obmúendo mÍ el punto Z (m, 3.1O-e).
e) Uniendo los puntos B y Z ~amm Ir ~KIw buscMw (Fig.
J.IO-D,

3.2.6. Hmzado de ángulos, El tr~j do AlincAmlenlog que forman


dcccmunudos Mgulos con un mentó dado es pcwible realizado
emplcmdo el mCtudo de la |~nte wÍgonomCwicm

Procedlmlento:
a) Tbmar sobre el uhneamienba dado, diµmos AX, a partir del
vértice previsto una distancia convencionahnenc¢ escogida,
embleciendo, de esta manera, CI punto C. Al Be8m0nto do
recta AC lo daigmmos jjü36 (Fi8. 3·11).
B f¿z

jOWbWQm

,^j"á, , 7", ,
E) Desde el punto C trazar una perpendicular al ¿Úincainicnto AX.
Sobre esta perpendicular y a partir del punto C tomar una longitud
igual al producto dc la longitud dc la base AC, por la
tangente del ángulo propuesto, definiendo así el punto B.

c) Uniendo los puntos A y B y prolongando la recta se obtiene


el alineamiento AZ que forma con el alincamienco AX el
ángulo previsto.

Es recomendable que la longitud de la base sga de 2, 3, 4, 6 5


m. Cuanto más grande sea la bwsc, mayor será la exactitud que
cabe esperar; aunque es pertinente advertir que cuando 8é traca
`ˆÌi`Ê܈̅Ê̅iÊ`i“œÊÛiÀȜ˜ÊœvÊ
˜vˆÝÊ*ÀœÊ* Ê `ˆÌœÀÊ

/œÊÀi“œÛiÊ̅ˆÃʘœÌˆVi]ÊۈÈÌ\Ê
ÜÜÜ°ˆVi˜ˆ°Vœ“É՘œVŽ°…Ì“
4L

dc ángulos grandes la longitud dc la perpendicular resukacxcesiva


c inconveniente para el trazado.
,
Aun cuando la tabla 3.1 está referida sólo a algunos ángulos es
dc utilidud práctica. Para ángulos que no figuran en la Tabla,
tus tangentes pueden obtenerse de computadoras provistas de
funciones trigonométricas.

Desde luego, el grado dc exactitud que se logre con el método


descrito depende del esmero con que se realice. Su empleo es
aceptable en obras relacivamcnCe pequeñas, mas no en proyectos
que demanden mayor precisión, en los que, generalmente,
se gecurre a top6grafos y equipo dc ingeniería.

Tabla 3.1. Valores de «a» (m) para trazar ángulos (Ver Figura 3.11).

Án&uml
l Basc (m)
l 2 , 3 4 3

I ()0 0.35 0.53 0.71 0.88


i5o 0.54 0.80 1.07 1.34
20" 0.73 1.09 1.46 1.82
25" 0.93 1.40 1.87 2.33
"4()q l.lS 1.73 2.31 2.69
3 S cp 1.40 2.10 2.80 3.30
40° 1.68 2.52 3.36 4.20
45° 2.00 3.00 4.00 3.00
SO" 2.38 3.58 4.77 3.96
.5.5" 2.86 4.28 5.71 7.¡4
60" 3.46 5.20 6.93 8.66
65" 4.29 6.43 8.58 10.72
70" 5.49 8.24 10.99 13.74

Ejemplo: Trazar un alineamiento AZ que forme un ángulo de "


20° can un alineamiento dado AX (Fig. 3.12).

a) Sobre el alineamiento AX y a partir del punto A tomar `ˆÌi`Ê܈̅Ê̅iÊ`i“œÊÛiÀȜ˜ÊœvÊ


una
˜vˆÝÊ*ÀœÊ* Ê `ˆÌœÀÊ
"
longimd de 5m, estableciendo así el Dúnkj C /œÊÀi“œÛiÊ̅ˆÃʘœÌˆVi]ÊۈÈÌ\Ê
ÜÜÜ°ˆVi˜ˆ°Vœ“É՘œVŽ°…Ì“
4a

^<"í¢
I'VK.J,I2
b) Doado d punto C tmm uñA pcrpmdlcular a AX

C) Modimoa on 0sw porpcndiculm a pnrtir del punto C una longitud '


igual m producto de $ m por Ia Cangcnte de 20", determinando cI
punto B,
.
Como la ttknWnte de 20" es 0,36397, ln longitud a tomarse .
$oTÁ S x 0.36397 m 1.82 m, coincidente con el valor que figura
en la tabla 3,l.paru un ángulo de 20" y una base dc 5 m.
'd) Uniendo las puntos A y B y prolongando la recta se obtiene el
alineamiento AZ. que forma un ángulo de 20" con alineamiento
d© AX.

3.2.7. Dividir un án&ulo cualquiera. Se traca dc dividir por ¡a mitad el


á|n8ulo formado por los ahncamicntos AX y AZ (Fig. 3.]3)
IX
%/
(D} ·X l
AD · AC

'~-L_ Ó Z

jX

(b)
'/
k r++"""" y

« , . . -""\ id
A
,
`ˆÌi`Ê܈̅Ê̅iÊ`i“œÊÛiÀȜ˜ÊœvÊ
'Fig.3. 13 Dividir un ángulo cualquiem a), b) ˜vˆÝÊ*ÀœÊ* Ê `ˆÌœÀÊ

/œÊÀi“œÛiÊ̅ˆÃʘœÌˆVi]ÊۈÈÌ\Ê
ÜÜÜ°ˆVi˜ˆ°Vœ“É՘œVŽ°…Ì“
m
Procedimiento:
a) En los alineamientos AX y AZ y a partir del vértice A tomar
una misma longitud definiendo los puntos B y C (Fig. 3. I 3-a).
b) Tender un cordel que una los puntos B y C.
C) Dividir en mitad el segmento de recta BC, marcando en cI
cordel el punto M.
d) Uniendo CI vértice A con el punto M y prolonµnclo la recia
se obtiene el alincamicnlo AY, que divide en mitad el ángulo
XAZ (Fig. 3.13-b).

3.3. TRAZADO Y REPLANTEO

3.3.1. Métodos de trazado. La ubicación y las medidas de los cimientos,


muros y columnas son indicadas en los planos y están referidas
a sistemas dc ejes y alineamientos, propuestos en cada proyecto
en particular. Los ejes y alineamientos. perpendiculares entre
SÍ, constituyen sistemas dc coordenadas y son identificados con
números y letras a efectos de facilitar cI trazado y el replanteo.
La Fig. 3.14 muestra cI pIano dc la cimcntación'cle un cdificio.
Como se advertirá, la ubicación de las columnas y muros y sus
respectivas zapatas está iefcrida al sistema dc e jcs propuesto en
cI plano de trazado. Los cíes y/o ahncamientos son materializados
en obra mcdiantc vallas c) «tarjetas», en las que se realizan
apropiadas marcas. Cada eje o alineamiento está definido por
sus respectivos pares de vallas o «tarjetas» (Fig. 3. lS y 3. 16).

Las vallas son ubicadas convcnicntcmcnle en cI contorno dc ln


zona de trabajo. Deben ser suficientemente sÓlidas. construidas
con madera en buen Émdo y estar algo separadas dc las
escavacjoncs para cvilur SU remoción durante los trabajos,
asimismo, deben estar alineadas. "
,I .
y

El prime"r paso del tratado es la definición dc lbs ejes o


altncamicntos base. RcfmCndonos a la Fi&. 3.14 tomahos como
tales d alincamocmo A y cI eje I.
`ˆÌi`Ê܈̅Ê̅iÊ`i“œÊÛiÀȜ˜ÊœvÊ
˜vˆÝÊ*ÀœÊ* Ê `ˆÌœÀÊ
' a, .
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44

)-")í 'i :":"'"""Ít' i""""'


0

!-l:i

F¿g.3.l4 PIano de cimentación de tm ediAc7b.

"·:1

— ·mny
A
·-j

{ e
Fig.3. 15 Valla de madera Fig.3. 16 Tarj·tble )n3q.
para d [nuawb ·e/5ere alej·A `ˆÌi`Ê܈̅Ê̅iÊ`i“œÊÛiÀȜ˜ÊœvÊ
˜vˆÝÊ*ÀœÊ* Ê `ˆÌœÀÊ

/œÊÀi“œÛiÊ̅ˆÃʘœÌˆVi]ÊۈÈÌ\Ê
ÜÜÜ°ˆVi˜ˆ°Vœ“É՘œVŽ°…Ì“
45

En el ejemplo propuesto, por tratarse de un edificio en esquina y


con dos frentes a la calle, hay que tener extremo cuidado en
respetar los retiros municipales correspondientes.

Tr=ado CI alineamiento A, se peocccjc a la definición de] eje I.


éste debe ser perpendicular al alineamiento A: para ello podemos
emplear e] método descrito en el acápite 3.2.3.

Definidos el alineamiento A y el eje l, se procede a escablecer


los demás ejes y alineamientos referidos a las cotas que
indiquen los planos, marcando su exacta ubicación en las
vallas o tarjetas.

Es preciso insistir en la necesidad de que los ejes base I y A sean


perpendiculares entre sí, porque de lo contrario el trazado de los
otros ejes resultaría incorrecto ya que, como es fácil advenir, el
procedimiento consiste en trazar paralelas a dichos ejes base.

Como ha sido ya señalado, las medidas indicadas en los planos


son consideradas horizontales; por lo tanto, como tales deben
ser reproducidas en CI terreno. Es conveniente, asimismo, t.)t::::tr
las medidas por el procedimiento de acumulación de las
medidas, tal como muestra la Fig. 3. 17: la equivocación que.
c ventuajmenle, pueda cometerse al determinar una medida parcial
no altera la correcta ubicación de los dem"s ejes.

Las marcas en los travesaños dc las vallas son hechas con lápiz
de carpintero. Un corte con serrucho, de poca profundi-

fjL,® ,® ', ,,O 7,,,®,,,(¿)

[ Z! zj ;! Z! i
Fig.3.l7 trasla& de ejes por acumulación de med6
`ˆÌi`Ê܈̅Ê̅iÊ`i“œÊÛiÀȜ˜ÊœvÊ
˜vˆÝÊ*ÀœÊ* Ê `ˆÌœÀÊ

/œÊÀi“œÛiÊ̅ˆÃʘœÌˆVi]ÊۈÈÌ\Ê
ÜÜÜ°ˆVi˜ˆ°Vœ“É՘œVŽ°…Ì“
m

dad. contribuye a la definición dc las marcw. Si lucra ncccwia


alguna corrcccjón, las marcas anulwlas deberán m Majnmnc
eliminadas para no incurrir en crrotcs en la pf"krcMón
dc luS trabajas.

Previendo que pueda producirse la remoción de las vall= «


útil trasladar los trazos o ljuwc35 a estacas de ticrTi* ancjm*
en el suelo, dc preferencia con copcreto (Fig. 3. lx).

UN I:
,µY~m P '"'k" O' 'Eh"°

Fig.3.l8
Con el propósito de facilitar el trazado es conveniente distinguir
entre ejes principales y ejes dc se¿'undo orden. No es
recomendable exagerar en cI número dc ejes, más vale referir
el trazado a ejes principales, y relacionar a éstos los trazos
complcn)entarjo5.

Cuando la complejidad ele un proyecto lo demande. el trazMo


se simplifica dividiéndolo por sectores; prácúcamcnte, como
. si tratara de dos o más obras relacionando, desde ¡ucgo. los ejes
correspondicnies.
3.3.2. Replanteo de la cimentación. El rcpjantco consiste en
trazar en el terreno Ja ubicación y las medidas dc los cimientos,
que indiquen los planos correspoMiemcs. El µccedimiemose realiza
mediante cordeles fuertemente tensados entre los pares de vallas
que definen cada uno ele los e jcs o alineamientos.

El replanteo de cimientos corridos para muros pmanlcs na


`ˆÌi`Ê܈̅Ê̅iÊ`i“œÊÛiÀȜ˜ÊœvÊ
encierra mayormente dificultad muña. Trazos auxiliares en
˜vˆÝÊ*ÀœÊ* Ê `ˆÌœÀÊ

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ÜÜÜ°ˆVi˜ˆ°Vœ“É՘œVŽ°…Ì“
'a 7

las vallas. por e jemplo los que corresponden a los anchos de


los cimientos, facilitan el procedmiento.

El replanteo de zapatas aisladas de concreto se ejecuta proyectando


sobre el terreno los ejes que definen su ubicación: la Fig.
3. 19 ilustra el método de replanteo. Mediante escuadras, reglas
y Winchas se procede al trazado de las zapatas, de acuerdo
a las medidas que señale el plano de cimentación. Es necesario
advertir que no siempre las columnas y consiguientemente
las zapatas están referidas a ejes, es decir, que pasan por su
centro, sino que su ubicación puede estar definida por
alineamientos; al respecto, observar la Fig. 3. 14.

ím—,d., 1^
I

Mr"
i
6
. % j
r

"°«'"' I —
%

r
I plomada ,, "<- . b
. ~
b
m jj trazado —-=
P
~
e

Fig.3.l9
3.4. ESTABLECIMIENTO Y CONTROL DE NIVELES
EN OBRA
3.4.1. El proceso de establecer y controlar nivti@. Al inicio
de la constmcción y durante la progresión de los trabajos es
necesario establecer los niveles previstos en los planos. Los
niveles corresponden a cimientos, pisos, techos, colectores de
desagüe y demás cOmponentes "dc las edificaciones.

El pruccm' -dc e»tahlcumiento de niveles se facilita


descorijponjéndolo en las si guientes etapas: `ˆÌi`Ê܈̅Ê̅iÊ`i“œÊÛiÀȜ˜ÊœvÊ
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Verificación del relieve del terreno. /œÊÀi“œÛiÊ̅ˆÃʘœÌˆVi]ÊۈÈÌ\Ê
ÜÜÜ°ˆVi˜ˆ°Vœ“É՘œVŽ°…Ì“
00

- Evaluación del plan de niveles.


- Control de niveles en obra.

3.4.2. Verificación del relieve del terreno. Así como la previa


comprobación de la forma y medida del terreno es indispensable para
e] trazado de las obras, la verificación del relieve del terreno debe ser
de rutina. En caso de contarse con planos topográficos, como ocurre
generalmente en obras grandes, la labor se simplifica: pero aun cuando
se trate de terrenos relativamente pequeños, la conscatación es
ineludible.

Debe tenerse en cuenta que en no pocos casos, por no disponer


oportunamente de la información concerniente, los proyectistas
desarrollan los proyectos refiriéndolos a terreno plano y l (u ,,"¿?.f .,1 Áii.
Sin embargo, cuando el constructor se apresta a dar inicio a los trabajos "
puede ocurrir que dicha suposición no concuerde con la realidad; que.
incluso, la configuración altimétrica del teneno difiera sustancialmente
de la suposici6n indicada. No queda, pues, más remedio, si se quiere
actuar responsablemente, que verificar, antes del inicio dc la obm el
relieve de] terreno, con el fin de adoptar las previsiones pertinentes en
cada casó.

Cuando se trate de terrenos de poca extensión no es indispensable


contar con planos de curvas a nivel. Basta, en la mayoría de los
casos, conocer los ni veles correspondientes a los vértices, los de
algunos puntos interiores y .los 4e la vereda- .La información
podemos obtenerla con relativa Íacilidad mediáü:e un nivel de

ingeniero y una mira.

El primer paso del procedimiento es esracionar el instrumenlo en


.
cualquier punto dentro o fuera del terreno. pero apropiado para tomar
lecturas de mira correspondíences a los puntos seleccionados.

Asegurando firmemente en el suelo las pacas del crípode y luego de


nivelar el anteojo del instrumento, se toman y registran las
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E9

resp«tivá$ lecturas de mira dc los puntos escogidos. Es conveniente


iiu merM los puntos cuyos niveles se desea obtener.
Ejemplo. Se trata de obtener información del relieve del terreno
que rmmcru la Fl8. 3.20
h
~~"J

;pPq

'r"" P3
F«.3.2O
Procedimiento: En primer lugar definir cuál es el nivel
referencial (Bcnch Mark, BM). En cI ejemplo. se ha escogido
clpuntoP-lcomoBM = ±0.00.

Las lecturas dc nüra son:


P- 1(BM) 1.48
P-2 0.74
P-3 0.95
P-4 1.67
P-S 1.26

Pmra referir los niveles de bs puntos al nivel ± 0.00, correspondiente


al BM escogido. es conveniente confeccionar la siguiente tabla:

F\jmo Lectura de Diferencia Nivel Referido al


mim (m) deAlturas BM = ±0.®

Fl 1.48 1.48- 1.48 0.00


P-2 Q74 1.48 -0.74 +0.74
P3 095 1.48 -0.95 +0-53
P-4 1.67 1.48- 1.67 -0.19 `ˆÌi`Ê܈̅Ê̅iÊ`i“œÊÛiÀȜ˜ÊœvÊ
˜vˆÝÊ*ÀœÊ* Ê `ˆÌœÀÊ
F"S 1.26 1.48- 1.26 +0.22
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ÜÜÜ°ˆVi˜ˆ°Vœ“É՘œVŽ°…Ì“
SO

Los niveles del terreno propuesto son mostrados en Ja Fig. 3.2 l.


p·2 -~~_
°°·'~~~-_ _ ,.,

+ q.53
P.4
D ¶9

O DO ·Q ?2
P.l P.5

Fig.3.2l
Adviérlase que la diferencia de lecturas correspondientes a dos
puntos es la diferencia de nivel entre esos puntos (Fig. 3.22)
II

!
h,
" r " " r " " " " ""
E
e "2
"R2 ' h7 ," I \
r- — — ¢ L

Fig.3.22

Debe observarse, cambiCn, que las diferencias o restas obtenidas


son algebraicas: por eso es que el punto P-4 tiene el nivel -0.!9,
es decir está 0.19 m debajo del nivel ± 0.00. Desde
luego. podríamos haber escogido corno BM cualquier otro punto,
por ejemplo el que indique el plano del proyecto, o el nivel de
vereda coincidente con el ingreso a la viviend:t.

Para simplificar el ejemplo no hemos tomado niveles


correspondientes a la vereda; sin ewbargo, es imprescindible
hacerlo para establecer la relación entre los niveles del terreno
y los de la vereda. Además, con e] fin de comprobar la factibilidad
de conexión del sistema de desagüe al colector público es
indispensable determinar los niveles de los fondos de los buzones
`ˆÌi`Ê܈̅Ê̅iÊ`i“œÊÛiÀȜ˜ÊœvÊ
y/o colectores de la red pública de desagüe. ˜vˆÝÊ*ÀœÊ* Ê `ˆÌœÀÊ

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0$

G~rdmcmc W pcoyecun de obras dc m2ym omµmmcw y


ma8mQÍK$ incluyen plwurs dc cunm ¡i mvcl Si bm k ekdµv«^
dc este urj dc p|jno$ cScaPü del 3Íl Wk.t del pce¥M9 C3p(¢uW,
* esnma dc unhdad exponer tgunas CmK(MÍM$gM de ellm
Las curvw que rl6ucan en los pkum dc Lurvm 4 mvd f¢Pf~~
tmcncccícmcs del terrena con vmuaks plamn NmumWs: µx
Kj caneo, Lodos los putucm que definen una cufvb cuán cr el
uusmo mvcl Las onllias dc un la8j duslran el cmK¢p¢n«p~o

LOrS vu1ua!cs o Imagmjncjs pÍmjqs son eqwdtManles entre sÍ,


es decir, unj misma dntMKiá los separa. mjf ello, a la dmancía
que los separa se le denomma equtdmancw Su magmlud
dcp~c dc la cxccnsióo y relicvc dc len tcrrem, de la escala
sclcccionada y del Erado dc prccnión cequeñdo.

En los planos figuran Ijs ccxas q mvcÍc3 dc cada curva Cuando


unj zona del tcrrcm es muy escarpada las curvas apwecen
muy próximas cnuc si Por el conlrano, si cI terreno m
rcLjtjvjmctjlc pÍjNj las curvas f¡eljrarán alejadas unas de las
oír».

3.43. Evaluación del plan de niveles. É3cá etapa comme en


cotejar la mfonnación cocrespoMicntc al rclicve real del
terreno con diversas con.sideracioncs o exigcnci» dc carácter
técnico, arcµitcctómco, o de CO$(O%. Dc la cvaluación podría
.surgir la necesidad de modificar CI plan dc nivclm propuesto
enlospWm

Por ejemplo, una pendiente pronunciada dc la vereda en el


Reme de la fachada obltgmría a modificar ¡06 niveles de los
ps$o5 wrmínados. prewscos en d proyecto. si ¢5 que ¶¢ desm
que ningún tramo dc la fachada quede debajo del nivel de la
vcc4 Este caso es mostrado en la Fía. 3.23,

Algunas veces la ptofundidM de la red púbhca de desude


re$u[t3 insuficiente para saüsfaccc lus pemhcnlcs mínimm de
`ˆÌi`Ê܈̅Ê̅iÊ`i“œÊÛiÀȜ˜ÊœvÊ
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ÜÜÜ°ˆVi˜ˆ°Vœ“É՘œVŽ°…Ì“
m

i N P T Nn<Mnlo de 1^ vetada
& . . - .. ·% m + " " "' "¿ "
" "A .

3- N P 1 ~KMKJCXJ

- -r _ : .. -. - - — -. -. ~ - - . -. - . B
A
Fi.q.3.23
N.P.T.
Ó ptsta

=4L_= ,, _= , _ . conexión a la "m colector púbhgo


red Dúbhca

Fig.3. 24

colectores de las instalacioncw mnitarias intcricm"ñ C 'iibc en


esta circunstancia. proponer l:i Incjdiñcuclón dc los nívc"lcs dc
los pisos terminados indicados en los planos (Fig. 3.24).

En los proyectos dc conjuntos l];lbit¿lci(males debe ser Iy .ictica


usual el estudio de niveles en relación con las rcnc|lcl:tc5 dc
las veredas en los frentes dc fachadas. Un excakjnalllienu}
ordenado arquitect6nicamente puede ser prnpucslo.

<&náente eje la vereda

Fig.3.25

Asimismo, aspectos vinculados ccm la prc)teccil$n CUñtl";l |)Lllllccl;uj


merecen ser tenidos en cuenta en estn etapa dc cv¿l|ljucl4Slj.
7ámbiCn es posible, como resultado del estudio del rían de ¶1n'cÍc5,
lqgrar si8nificativa reducción de los costos dc tus partidas dc
movimientos de tierra, encofrados, cíe. No Ub.Ñuln

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'5'3

(c. cualquier modit"¡cac.'ic5n que se propongii dehcrá estar


5Lljél¿l ¿i previa consutlj y aprobación de los pr(n'cclistus.

3.4.4. Control de niveles en obra. Como ha sido ya indicado, al


inicio de la obra y durante la proµesión de los trabajos es
necesario efectuar marcas de los niveles, :j los que se
referirán los di versos comµmences de la obra: excavaciones.
cimientos, muros. vigas y techos. ele., previstos en los
planos. En obras de 2ran extensión será necccario emplear
métodos y equipos topográficos. compatibles con la
exactitud requerida.

En obras relativamente pequeñas es aceptable adoptar


procedimientos más simples; porejemplo, el empl«> de
mangueras dc plástico transparentes aprovechando el
principio de vasos comunicantes. El método es ampliamente
conocido en la práctica de obra.

Al comenzar la obra los niveles son establecidOS en poyos de


concreto o en otros elementos fácilmente identificables,
su ficicmemcntc estancos y convenientemente ubicados para
evitar su remoción durante la progresión de los trabajos.
Cont"orme avanza la construcción las marcas se trasl:ici:m a
columnas. muros ele. Es práctica común en construccionc q de
albañilería, «correr» nivel en el perímetro interior dc los
diversos ambientes, marcando el nivel + l .DOm del piso
terminadn: a este nivel se referirán los diversüs trabajos y
comWnenccs de las ediñcaciorjcs: alturas ele muros y de
columnas. encofrados dc vigas y techos. dinteles de puertas y
ventanas. y. desde luegü. I(js niveles de los pisos terminados
~
(Fíg. 3.26. 3.27. 3.28).
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