Вы находитесь на странице: 1из 4

El cuidad: una salida a la crisis medioambiental

Uno de los problemas que aquejan a nuestra sociedad contemporánea está

relacionado al deterioro de nuestras relaciones ético-morales con la naturaleza y el

medioambiente. Uno de los ejes principales del texto “El cuidado esencial” de Leonardo

Boff, parte de reconocer la importancia de reconocer la crisis en la cual se encuentra

sumergida nuestra sociedad en relación con el deterioro medioambiental, expresando de

esta manera, un llamado a la conciencia de nuestras acciones y, a su vez, plantea una salida

sobre la cual la concepción del cuidado y de la compasión cobran un papel fundamental.

Así pues, el presente trabajo responde al interés de establecer algunos acercamientos al

problema del deterioro moral de nuestras relaciones con el medio y con los demás seres que

habitamos el planeta, en segundo lugar, se pondrá sobre la mesa algunos desafíos y retos

que se deben superar en aras de forjar nuevas formas de relacionarnos, y en un último

momento, estableceremos las posibles conclusiones.

Situarnos en el problema sobre la crisis medioambiental, correlativamente nos invita

a comprender los factores sociales, económicos y políticos que atraviesa nuestra sociedad

actual. Por un lado, tenemos las dificultades económicas que atraviesan algunos países, que

se han desprendido del incremento de actividades económicas relacionadas con la

extracción, la explotación y el aumento de la necesidad sobre la industria petrolera. Estas

actividades se inscrito en la necesidad de seguir acumulando riqueza sin tener

consideraciones frente a las consecuencias sobre la tierra, ni tampoco sobre los procesos de

recuperación de ésta, es decir, es posible identificar que la sostenibilidad de estas

actividades no ha pasado por una responsabilidad y consideración sobre los impactos en el

medio, esto se ve reflejado en la forma en que se han valorado dichos recursos, pues, se
piensa que la naturaleza está en el mundo, en tanto se sirve para la explotación y la

acumulación económica, su valor intrínseco se ha perdido por las mismas lógicas del

mercado.

Ahora bien, es importante tener en cuenta que los fenómenos expuestos

anteriormente deben ser entrelazados con las consecuencias surgidas a partir de un modelo

económico capitalista globalizante, pues, éste demanda insaciablemente dichas dinámicas.

Dentro de la dimensión política, encontramos que gracias los poderes hegemónicos de

libertad de mercado y de libertad de acumulación se han gestado políticas que legitiman

dichas actividades económicas, lo cual reflejado el servilismo bajo el cual se ha sometido el

poder político a el sistema económico. Es importan reconocer que aún así, han sido posibles

procesos de resistencia y de regulación de dichos poderes y de dichos impactos, tales como

la contaminación, el desequilibrio en los ecosistemas, el cambio climático, etc. sobre la

base de la importancia del cuidado del medioambiente, entendido este, como la casa

común. Priorizar estos procesos permitiría establecer nuevas y mejores relaciones con

nuestro medio.

Una de las apuestas que rastreamos en la lectura, fue el de adoptar el cuidado como

una herramienta propia del ser humano que le puede ayudar a mejorar la forma en que se

relacionan, puesto que, implicaría un cuestionamiento constante de sus acciones en tanto se

entiende este como la importancia de reconocerse, valorarse, y apropiarse de sí mismo y de

su entorno. Lo que se quiere es establecer relaciones espirituales, que empiece por

identificar el sentir, como una característica importante, pues esto permitirá trazas lazos de

empatía y de solidaridad con los otros. Dicha sensibilidad aportara rasgos para la

construcción de una compasión colectiva que sea capaz de comprender los daños e

impactos que se han generado, por otro lado, es también pensar sobre el dolor del otro y los
otros, entender que la virtud de nuestro ser recae no en la capacidad que tenemos de

acumular, sino, en la capacidad de ser compasivos frente al dolor y el sufrimiento.

Estableciendo así aptitudes interesadas y comprometidas con la responsabilidad de las

acciones.

Es importante el reconocimiento que es posible que el daño ya esté hecho, que tal

vez se irreversible, sin embargo, la esperanza y las acciones deben estar centradas en gestar

proyectos que mejoren la calidad de vida de las personas y de las especies que lo habitan, a

través de una concientización de nuestras formas de consumo y de nuestras formas de

relacionarnos con todos los seres. Mitigar los daños, y buscar formas para evitar generar

dolor y sufrimiento en otros seres implica una responsabilidad ética y moral frente a el

valor del cuidad y de la compasión. Esta apuesta requiere de el ser humano comprenda que

sus capacidades racionales tienen que servir para lograr revertir los daños causados, por

reconocer el valor de las cosas desde otras esferas no instrumentales, sino esenciales,

gestando de esta manera, nuevas valoraciones de la naturaleza y de las demás especies,

nuevas valoraciones que se distancien de las actitudes desinteresadas e indiferentes que

podemos rastrear en nuestra sociedad actual, y de las cuales debemos distanciarnos.

Referencia:

Boff, L. (2002) El cuidado esencial: ética de lo humano compasión por la tierra. Editorial

Trotta, Madrid.

Вам также может понравиться