Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
del s. XX
Wagner esthetic and his approaches to music of the first decades of the 20th
century
Wagner a través del análisis de sus épocas y las innovaciones incorporadas en el tratamiento
pues dan origen a la ruptura con la tonalidad y con ello la aparición de la atonalidad.
The present research aims to comprehend the esthetic of the German composer Richard
Wagner by the analysis of his epochs and the innovations incorporated in the treatment of
musical elements and the operatic genre. Also, it pretends to identify how this musical
innovations outline a landmark in the history of Occidental Music, because they initiate the
Palabras clave
del legado musical del compositor alemán Richard Wagner, quien a través de su estética
musical logra marcar un hito en la historia de la música occidental. Además, busca encontrar
posteriores a Wagner, con el fin de que resulte pertinente considerarlo como un prominente
Hacia la segunda mitad del s. XIX, el Romanticismo era lo que predominaba en dicho
Tchaikovski, Chopin, entre otros, ya marcaban una estética bastante contrastante respecto al
recursos extra musicales para la creación musical. Sin embargo, es Richard Wagner quien a
que servirán de punto de apoyo para la generación de una nueva estética en el s. XX., la cual
alemán Richard Wagner a través del análisis de sus épocas y las innovaciones incorporadas en
occidental, pues dan origen a la ruptura con la tonalidad y con ello la aparición de la atonalidad.
servir como punto de referencia y aprendizaje para la aplicación de las técnicas ejecutadas por
puedan llegar a sus propias conclusiones respecto a la importancia del legado de dicho
compositor.
1. La estética wagneriana
Considerado uno de los máximos exponentes de la música occidental del s. XIX, Richard
Wagner fue uno de los compositores más influyente en lo referente a la “música moderna”
Richard Wagner nace el 22 de mayo de 1813 en Leipzeig, Alemania. Desde muy joven
reveló inclinaciones literarias y musicales, es así que decidió que sería un compositor de óperas,
y fue entonces que empezó su proceso creativo que le duraría hasta su muerte en 1883 (a los
compositor de óperas (creador único tanto de la música como del libreto), es así que su estética
De acuerdo con el estilo de cada una de sus óperas, los recursos musicales y extra musicales
wagneriana.
a. Período Temprano (1833-1842)
En este primer período, Wagner tenía tres principales modelos de referencia para la
construcción de sus óperas: la ópera romántica alemana representada por el compositor Carl
Maria Von Weber caracterizada por ubicar hechos sobrenaturales em ambientaciones naturales
y por su riqueza en la orquestación; la ópera italiana, con una temática realístico-romántica con
una predominancia lírica, donde la voz tenía mayor prominencia, representada por Vincenzo
Giacomo Meyerbeer, que basaba su atractivo en los cantantes, el espectáculo escénico y trataba
temas históricos. Es así que el joven Wagner experimentó con cada uno de esos tres estilos: su
primera ópera “Las Hadas” (1834) era una ópera romántica alemana; la segunda, “La
prohibición de amar” (1836) era de estilo y montaje italiano; mientras que “Rienzi” (1840), era
una típica ópera parisina, con la cual Wagner buscó gustar al público parisino y, en efecto,
Dicha experiencia temprana sirvió para que el joven Wagner concluya que tanto el modelo
italiano como el francés eran “formas decadentes” y no podía crearse nada nuevo con ellos, y
que, por el contrario, todavía podía hacerse mucho con la ópera alemana de tradición romántica.
Así concluye el primer período, en donde si bien el mismo Wagner lo descalifica, este ya
En el período medio, Wagner se propuso llevar la ópera romántica alemana más allá de
sus límites convencionales, y lo logró con la creación de “El holandés errante” (1841),
empieza a evidenciarse y a ser reconocido, por ejemplo, en Lohengrin hace un uso más
sofisticado del leitmotiv1, remodelando, reformando y desarrollando temas y alterando la
orquestación para seguir una situación dramática cambiante o para crear un sutil matiz de
Si bien estas óperas hasta hoy son las que se interpretan con mayor frecuencia, Wagner
sintió que ya había agotado todas las posibilidades del género y no encontraría nada nuevo qué
hacer con él. Es así que en los siguientes cinco años y medio no escribió ninguna partitura, y
mas bien se dedicó a estudiar, reflexionar y teorizar sobre las posibilidades del género
operístico, para luego crear óperas dentro de estos nuevos parámetros formales, lo después
de índole contrastante respecto a lo anterior. Empezó el período escribiendo los libretos de las
cuatro óperas que conforman la tetralogía de “El anillo del nibelungo”: “El oro del Rin”, “La
Valkiria”, “Sigfrido” y “El ocaso de los dioses”, luego completó la música de las dos primeras
y, tras completar el segundo acto de Sigfrido, interrumpió su trabajo por doce años. En esta
época compuso “Tristán e Isolda” y “Los maestros cantores de Nuremberg”. Luego se interesó
nuevamente por “El anillo” y lo culminó, y finalmente escribió su última ópera “Parsifal”,
1
“Término acuñado a mediados de la década del 1860 por el historiador musical A.W. Abros para describir un
motivo o tema recurrente en una pieza musical (generalmente una ópera) que representa a un personaje, objeto,
emoción o idea concreta. Se utiliza en especial asociado con las óperas tardías de Wagner, aunque el compositor
no lo utilizó, prefiriendo los términos Haupmotiv (motivo principal), thematisches Motiv (motivo temático),
Grundthema (tema básico) y así sucesivamente.” (Latham, 2008)
2
Denominado por Wagner como Gesamtkunstwerk (al. “la obra de arte total”). Bajo dicho término, Wagner
conceptualiza la idea de unir “las tres artes más puras de la humanidad (música, poesía y danza) con “los
asistentes subordinados del drama” (arquitectura, escultura y pintura), de modo que puedan integrarse
expresivamente todas las artes en el teatro. (Latham, 2008)
Este conjunto de óperas pone en manifiesto un desarrollo revolucionario no solo de la
historia de la ópera sino de la música per se, ya que se evidencian los conceptos y elementos
desarrollo de la orquesta sinfónica llega a su apogeo, profundiza una temática filosófica hacia
formas musicales, conduciendo, por ejemplo, la música occidental hasta los extremos de la
atonalidad3.
“La figura central del movimiento del siglo XIX fue Richard Wagner (1813-1883), cuyos
himnos a los bosques y a las montañas de Alemania, al Rin, a los antiguos mitos teutónicos de
dioses y héroes, se canta al amor y a la pasión con una naturalidad nunca alcanzada hasta
entonces, y donde, en El anillo del Nibelungo, los procedimientos escénicos están imbuidos de
todas las formas de símbolos políticos, morales y filosóficos. Wagner expresó el deseo
típicamente romántico de una “fusión de todas las artes”. SI la música, la poesía y la pintura
podrían producir separadamente tales conmovedores efectos, cuánto más grande sería su
impacto si se lo combinase. Wagner estaba persuadido que solo en su teatro todas las artes
el uso del Leitmotive o “motivos conductores” – temas compactos que en sus dramas
simbolizan personajes, emociones, ideas y hasta objetos – llevó a sus límites extremos el
3
“Antónimo de “tonalidad”. La música atonal no se apega a ningún sistema tonal o modal. Algunos teóricos
prefieren el término “postonal” y otros lo usan también para referirse a la música que tampoco es serial, como
Pierrot lunaire de Schoenberg, Wozzek de Berg, obras de Webern, Varése, Ives y otros”. (Latham, 2008)
intento romántico de que la música evocara imágenes y sentimientos determinados. Los
procedimientos armónicos de Wagner, como veremos más adelante, tuvieron una importancia
decisiva para quienes lo sucedieron. Tristán e Isolda anuncia la inminente crisis del
musical como en el conjunto de artes que se conjugan en ella, siendo esto lo que él denomina
como “drama musical”. Así, crea un nuevo medio de expresión mucho más amplio: verbal-
musical-dramático, al cual también denominó “arte total”, donde si bien las distintas artes
tienen la misma importancia, la música desarrollará el papel estelar por el ser el elemento más
importante del medio expresivo. En esa línea desarrolla la música sinfónica y la aplica en el
drama de modo protagónico y con ello experimenta con las distintas capacidades expresivas
Cabe resaltar que, para Wagner, la música debía estar subordinada a los requerimientos
discontinuo, la cual dista de la ópera tradicional, donde las unidades estructurales eran muy
breves: no eran actos, sino arias, duetos, coros de carácter autónomo. Como resultado, Wagner
desarrolló una forma de drama en el cual la realidad externa, visible, se representa en la escena,
mientras que la realidad interna (lo metafísico) es articulada por la música. Es así que, en su
obra el nivel más profundo en el que los conflictos dramáticos se vivían y se personificaban en
la música, no solo en el drama, por no estar regido por las limitaciones del lenguaje. (Magee,
combina con la voz humana para ofrecer un medio de expresión complejo nunca antes
concebido en el drama teatral, ya que allí se consuman los aspectos más íntimos del drama,
no están al alcance de las palabras o del escenario, como los impulsos primarios, el
subconsciente y fuerza de la naturaleza humana (no del individuo). (Magee, Aspectos sobre
Wagner, 2013) En ese sentido, Wagner crea una conexión única entre los sentimientos, ideas,
recuerdos que despliegan los personajes y la música, la cual modula con lo que acontece en el
escenario llevando la expresión a la cumbre, pudiendo describir, apoyar y afirmar algo, como
Del mismo modo, creó la imagen sonora de la orquesta romántica más familiar del mundo,
pues supo combinar una vasta cantidad de colores, reforzó una única línea melódica con varios
instrumentos y producía texturas bastante llenas y sólidas gracias a su inclinación a los sonidos
prolongados en los instrumentos de metal. Como resultado, creó una nube de sonido opulenta
y multicolor donde los timbres puros de los instrumentos aislados estaban velados o bien eran
orquesta difiere de la de Beethoven por los efectos y riqueza obtenidas por el tratamiento más
trompetas. Además, completa cada familia de instrumentos musicales a fin de obtener acordes
Cabe resaltar que la creación de un mundo de expresión tan único y complejo quizás no
hubiese tenido mucho sentido si este no hubiese estado acompañado por una temática centrada
cual aborda aspectos de la existencia y la vida misma, en un período temprano y medio se vio
influenciado por la filosofía de Kant, Hegel y Feuerbach, y en su período maduro tuvo como
Tristán e Isolda, El ocaso de los dioses y Parsifal. (Magee, Wagner y la filosofía, 2011)
En lo que respecta al uso de los elementos y formas musicales, Wagner desafía todos los
cánones musicales establecidos hasta entonces. En ese sentido, efectúa una serie de
técnica del leitmotiv y la lleva a su máximo apogeo, establece una red de temas como la base
de la forma musical, crea un concepto armónico que lleva a la tonalidad 4 a sus límites más
extremos, introduce el concepto de “melodía infinita” y presenta una concepción más compleja
Wagner poseía un don incomparable para la metamorfosis musical, es así que, a diferencia
de sus antecesores en cada ópera crea una red de leitmotives que se combinan entre sí, varían
“Desde sus primeras óperas más tempranas hasta Lohengrin (1848), Wagner fue
desarrollando un tratamiento cada vez más libre del concepto original de motivos
reminiscentes, hasta alcanzar la técnica del Leitmotiv, patente en Das Rheingolg, la primera
4
“Sistema de organización de la altura de las notas en el que los elementos guardan entre sí un orden jerárquico
de mayor a menor importancia; rige la construcción del discurso musical de la cultura occidental. Todos los susteas
tonales tienen en común el concepto de que la música progresa alejándose y regresando a las notas fundamentales,
que son las que rigen la importancia relativa de todos los sonidos de una composición musical. De tal manera, en
el sistema tonal mayor-menor distintivo del periodo 1600-1900. Un único centro tonal o tónica domina a lo largo
de todo un pasaje, movimiento o pieza musical.” (Latham, 2008)
ópera del ciclo del Anillo. A partir de entonces, todas las óperas de Wagner se construyen en
torno a una densa red de Leitmotiven a cargo de la orquesta más que de las voces”. (Latham,
2008)
Por ejemplo, a partir de la retoma de El anillo (III acto de Sigfrido) se vislumbra una
notable diferencia en el uso de los leitmotives, estos llegan a congregarse en una sucesión tan
veloz, haciendo combinaciones triples y hasta cuádruples entre sí. Asimismo, da forma a su
obra mediante el uso de una red de temas breves pero de suma contundencia, los sumerge en
siempre diferentes pero relacionadas, tejiendo uno con otro a modo de red y dando como
resultado obras maestras de la música universal. Dicho es el caso de “El ocaso de los dioses”,
donde emplea más de cien temas distintos, entrelazados con la combinación del contrapunto y
b. Tratamiento armónico
En términos armónicos, Wagner inició una nueva era en la historia de la música5 a partir
técnica de suspensión (donde la música se mueve entre una disonancia y otra, efectúa
resoluciones parciales, la cual solo se concreta plenamente en el acorde final), surge el conocido
siguiente acorde que resuelve solo una de las disonancias (Sadie & Grove, 1910). Su análisis
resultó imposible para el canon tonal donde podía identificarse el tono de cada acorde o si este
estaba entre dos tonos. Su obra siguiente empujó la tonalidad hasta sus límites más extremos:
el último acto de su última ópera, Parsifal, abre con un preludio de la orquesta, algunas partes
5
El cromatismo usado hasta antes de Wagner era usado para crear una tensión dramática y como recurso de
ornamentación (se puede constatar claramente en la música de Chopin o Liszt). Es así que se usaron acordes
cada vez más remotos que gradualmente debilitaron el poder de la dominante como una fuerza de oposición
respecto a la tónica. (Rosen, 1975)
del cual no pueden asignarse a ningún tono particular. Con Tristán había sido el único acorde
en desafiar el análisis tonal, ahora, en Parsifal hay pasajes enteros. El siguiente paso,
equivaldría a abandonar la tonalidad en toda una obra, lo cual ocurrió en la generación posterior
a Wagner.
Según Charles Rosen, cuando se trata de analizar a Wagner, los momentos de ambigüedad
ninguna sola frase puede ser interpretada como perteneciente a una tonalidad específica, y por
ende los acordes tienen más de dos interpretaciones. Todo ello como producto de un desarrollo
muy amplio y radical de la modulación que empezó a debilitar ampliamente la vigencia del
sistema tonal (Rosen, 1975); así como el libre uso del cromatismo, empleando cromáticamente
anticipaciones, cambios y notas de paso con una significancia melódica. (Sadie & Grove, 1910)
Otro concepto iniciado por Wagner es el de “melodía infinita”, la cual evita las cadencias6
y cesuras por ser fórmulas, a fin de que cada nota exprese algo, y que, en ese sentido, en cada
musical sin rupturas, Wagner se aproxima al ritmo concebido como “prosa musical”, lo cual
conlleva a la tendencia a disolver la métrica del 4/4. (Sadie & Grove, 1910)
Toda esta amalgama de innovaciones en el plano musical y artístico conllevó a que Wagner
ejerza una influencia en personajes de distintos campos de las artes, la filosofía y la política,
desde Charles Baudelaire hasta Paul Cezanne, desde James Joyce hasta Friedrich Nietzsche,
6
“Movimiento armónico o melódico convencionalmente asociado con el final de una frase, sección, movimiento
o composición. La conexión implícita entre “cadencia” y caída se realiza de la manera más explícita en la música
donde una línea melódica desciende de manera conclusiva a la final modal o la tónica tonal. Sin embargo, el cierre
cadencial en la música modal o tonal tiene más que ver con un sentido de llegada enfática al intervalo o acorde
más fundamental de la obra en cuestión, que con un descenso literal y uniforme”. (Latham, 2008)
no obstante, donde ejerció mayor influencia, naturalmente, fue en el campo de la música.
Compositores de la talla de Claude Debussy, Camile Saint-Saens, César Frank, Gustav Mahler,
Antonin Dvorak, Dmitri Shostakovich, Richard Strauss, Arnold Schönberg, Bála Bártok
estuvieron incesantemente bajo su influencia musical. (Magee, Aspectos sobre Wagner, 2013)
Asimismo, compositores coo Schoenberg, Webern y Berg, así como otros prominentes
Es así que, en la generación posterior, surgió una ruptura definitiva con muchos de los
cánones musicales empleados en la época del clasicismo. De modo que surge un nuevo
melodía a una duración determinada y a criterios específicos, los compositores de inicios del
ese sentido, su objetivo consiste en lograr una línea melódica llena de intención y sentimiento,
que actuará con la máxima intensidad en la medida en que siga el flujo del impulso musical y
Un claro ejemplo de este nuevo concepto de melodía puede verse claramente en varios
fragmentos de la ópera Wozzek de Alban Berg, donde se emplean zigzagueantes saltos que
desafían completamente la tradición clásica. Es probable que para los cantantes que se
enfrentaron por primera vez a dicha ópera dicha línea haya sido casi imposible de cantar, así
Como se mencionó anteriormente, fue Wagner quien a finales del s. XIX exploró con
acorde de Tristán. Es así que el siglo XX heredó estructuras acórdicas mucho más complejas
(de tres, cuatro y cinco notas) y formaron acordes cada vez más complejos y disonantes
compuestos por seis y siete notas, generando en la música un grado de tensión mucho mayor
El uso de la disonancia en esta “nueva armonía” llega a ser tan natural que incluso los
propio Arnold Schonberg dice: “las consonancias son solo las disonancias más lejanas”.
(Machlis, 1975)
la libertad de no limitar la escala a solo siete tonos básicos, sino extendiéndola a doce (los cinco
esta manera establecen la denominada “escala cromática” de siete tonos básicos y cinco
visitantes, la cual posteriormente abrirá paso a una escala de doce miembros de igual
importancia.
Influenciado por la búsqueda de Wagner de una continuidad musical sin rupturas y con
esquema estándar del 4/4 y decidieron desafiar a los oyentes con ritmos asimétricos. Con lo
cual exploraron en métricas basadas en números impares: cinco tiempos por compás (3+2 ó
2+3); siete (2+2+3, 4+3 ó 2+3+3); nueve (5+4 ó 4+5); y también ritmos basados en grupos de
once o trece tiempos. Además, se buscaba la flexibilidad del verso libre y del ritmo de la prosa,
con lo cual muchos compositores prescinden de la barra de compás o su uso es meramente
comienzos del siglo XX, de la cual dos de sus máximos representantes fue fuertemente
- Gustav Mahler
Todo ello se puede vislumbrar claramente en los cientos de lieder (canciones) escritos por
Mahler, donde la voz humana se ve acompañada por una orquesta sumamente presente y
La escuela dodecafónica surgió a inicios del siglo XX como una invención de las corrientes
instrumentos en sus registros extremos. Fue en esa búsqueda que buscó medios cada vez más
poderosas para comunicar la emoción y se vio inevitablemente obligada a avanzar hacia la
Schoenberg tenían un alto estima hacia Wagner, por lo cual resulta razonable esperar encontrar
período temprano “tonal”, sino también en su trabajo post-tonal y serial. De modo que, tal
como estos tres compositores expresaron, sus innovaciones musicales no solo fueron el
resultado de una continuación de lo desarrollado en el siglo XIX, sino de una todavía no muy
Es así que su principal representante, Arnold Schoenberg junto a sus dos principales discípulos
– Alban Berg y Anton Webern - dan el paso siguiente: el suprimir la jerarquía entre las doce
notas de la escala cromática, sosteniendo que estas tenían que ser tratadas con igualdad. De
- Arnold Schoenberg
No cabe duda que el “gran padre musical” de Schoenberg, por encima de todos fue Richard
Wagner. (Rosen, 1975) Para él, Wagner fue el principal ejemplo de cómo un compositor debe
seguir las necesidades expresivas sin importar los pasos radicales a seguir, y no simplemente
dejarse conducir por experimentaciones técnicas. Es así que lo considera “un hombre nuevo”,
quien llegó con una nueva, expresiva e inusual armonía, de modo que lo toma como un modelo
a seguir y lo considera una inspiración directa para su propia imagen como artista y para el
Schoenberg, se declara a sí mismo el haber seguido los pasos de Wagner: “From Wagner
[I have learned]:
1. The way to make possible treating the themes to obtain the maximum expression; the art
to write to this effect.
2. The relationship between notes and chords.
3. The possibility to treat themes and motives […] in a way that would let us to superimpose
them on a harmony without worrying about the dissonances that would result.” (Nicolas,
2006)
Además, hizo un uso extensivo de los colores armónicos wagnerianos llevando al extremo
el uso del cromatismo y empleó el concepto del leitmotiv wagneriano para la variación de sus
temas.
Por ejemplo, su Cuarteto para cuerdas N°2 empieza bajo un trabajo secuencial que
Wagner llevó a gran escala, es así que los primeros compases del cuarteto repiten la misma
frase, primero en Fa# menor, luego en La Mayor al unísono con un Do natutal; un tratamiento
bastante similar al empleado por Wagner en el inicio de Tristán e Isolda (empieza en La menor,
Avanzado el cuarteto, Schoenberg pone a sus temas bajo tratamientos similares a los del
leitmotiv wagneriano, pues no solo el primer tema del primer movimiento es desarrollado
después, sino que aparece superpuesto en la segunda parte, lo cual deja ver una lógica
equivalentemente wagneriana.
Otra obra ampliamente influenciada por Wagner es “La noche transfigurada”, dicho por el
mismo Schoenberg: “My Transfigured night brings forward Wagner in its thematic treatment
of a cell developed on a changing harmony”. (Nicolas, 2006) La armonía empleada era tan
nueva que la pieza fue rechazada al ser presentada pues tenía un acorde que no podía ser
catalogado al igual que una disonancia. De modo que es fácil percibir que Schoenberg, en
Alban Berg tenía una especial pasión por la música de Wagner, lo cual sugiere la
posibilidad de paralelismos específicos con la música de este último, tanto en sus trabajos
tonales como no tonales. De modo que, fuertemente influenciado por el concepto wagneriano
gesto musical estaba ligado con el carácter y la acción, el clima y la atmósfera. El mismo Berg
señala: “Cuando resolví escribir una ópera, mi única intención era darle al teatro lo que
pertenece al teatro. La música estaría conformada de tal manera que en todo momento
Según Baragwanath, pocos podrían refutar que la música de Alban Berg le debe mucho a
Wagner. En especial, a partir de 1907, su trabajo puede evidenciar el empleo de técnicas que
pues emplea líneas vocales que describen con gran sensibilidad personajes y situaciones,
fusionando la melodía cabal y la declamación vocal libre típica de la estética wagneriana, así
como la declamación rítmica instaurada por Schoenberg (situada a mitad de camino entre el
recitado y el canto). Asimismo, hace uso del leitmotiv a la manera wagneriana, donde los
vincula claramente con personajes e ideas principales del drama. (Machlis, 1975)
CONCLUSIONES
- La estética musical desarrollada por Richard Wagner significó un hito primordial para
una de las innovaciones presentadas tales como el uso del “leitmotiv”, “melodía
infinita”, y su uso del cromatismo llevado al extremo, fueron un punto de partida para
con él Wagner puso en tela de juicio todo lo considerado como rompedor con las
se vieron legitimados a saltarse las normas e incluso a crear sus nuevas normas.
puede experimentar gracias a sus majestuosas creaciones musicales, cada una de ellas
de las mismas que se dan hasta el día de hoy, sino por el gran legado que ha dejado, el
occidental, evocar la infinitud de la música y con ello extender sus posibilidades hasta
REFERENCIAS
Baragwanath, N. (1999). Alban Berg, Richard Wagner, and Leitmotivs of Symmetry. 19th-Century
Music, 23(1), 62-83.
Brown, J. (Mar. de 1994). Schoenberg's Early Wagnerisms: Atonality and the Redemption of
Ahasuerus. Cambridge Opera Journal, 6(1), 51-80.
Fubini, E. (2005). La estética musical desde la Antigüedad hasta el siglo XX . Madrid: Alianza Editorial.
Latham, A. (2008). Diccionario Enciclopédico de la Música. México D.F.: Fondo de Cultura Económica.
Rosen, C. (1975). SCHOENBERG AND ATONALITY. The Georgia Review, 29(2), 298-327.
Sadie, S., & Grove, G. (1910). Grove's Dictionary of Music and Musicians (Vol. V). New York: THE
MACMILLAN COMPANY.