Вы находитесь на странице: 1из 5

EL PROCESO POR RAZÓN DE LA FUNCIÓN PÚBLICA

ÍNDICE
Generalidad
1. El proceso por delitos de función atribuidos a altos funcionarios públicos.
 Reglas específicas para la incoación del proceso penal
 Conversión del procedimiento común y acumulación
2. El proceso por delitos atribuidos a congresistas y otros altos funcionarios
 Ámbito
3. El proceso por delitos de función atribuidos a otros funcionarios públicos
 Ámbito
 Disposiciones aplicables
4. Caso
5. Conclusiones
Generalidad
El proceso por razón de la función pública ha sido ideado para casos de funcionarios que,
en atención a las funciones que desempeñan, no pueden ser pasibles de un proceso común,
pues ello les ocasionaría un grave retraso en el cumplimiento de dichas funciones;
MONTERO AROCA señala que estamos ante tutelas judiciales privilegiadas, pues se han
creado para favorecer a un determinado grupo de poder.
Como podremos apreciar, estos son casos especiales en razón de la cualidad o condición
de la persona a enjuiciar. El proceso en razón de la función pública se encuentra regulado
en la sección II del libro quinto del NCPP, esta sección comprende a su vez, tres títulos
que regulan procesos específicos o especialidades que a continuación desarrollaremos.
1. EL PROCESO POR DELITOS DE FUNCIÓN ATRIBUIDOS A ALTOS
FUNCIONARIOS PÚBLICOS.
La primera especialidad está referida a los altos funcionarios públicos, ubicado en
el título primero de esta sección, antes de empezar a desarrollar esta especialidad,
es preciso referirnos al concepto de funcionario público; así pues, en primer
término, se entiende por altos funcionarios públicos a aquellos que se encuentran
comprendidos en el artículo 99° de la Constitución Política:
 Presidente de la República.
 Congresistas.
 Ministros de Estado.
Así pues, reiterando lo precisado líneas arriba, el Tribunal Constitucional ha
señalado que este privilegio del antejuicio político, del que son beneficiarías las
autoridades citadas, permite que no sean procesados penalmente por la
jurisdicción ordinaria, si no han sido sometidos previamente a un procedimiento
político jurisdiccional, debidamente regulado ante el Congreso de la República,
en el cual la Comisión Permanente del Congreso debe haber determinado la
verosimilitud de los hechos que son materia de acusación
Las personas que pueden interponer ésta denuncia son el Fiscal de la Nación, el
agraviado por el delito o los Congresistas.
a. Competencia funcional.
Participan en este proceso:
El Fiscal de la Nación; interviene como formalizado de la
investigación preparatoria, dictando la correspondiente disposición al haber
recibido la resolución acusatoria.
Un Vocal Supremo; que actúa como Juez de Investigación Preparatoria.
Sala Penal Especial de la Corte suprema; encargado del juzgamiento.
Sala Penal Suprema; como segunda y última instancia, para resolver las
apelaciones formuladas contra las decisiones de la Sala Penal Especial.

Contenido en el Libro Quinto (Procesos Especiales), artículos 449° al 455°, y en


concordancia con los artículos 99° y 100° de nuestra Constitución Política, dichos
instrumentos normativos, (además del Reglamento de Acusaciones
Constitucionales del Poder Legislativo), establecen las atribuciones y el
procedimiento parlamentario para hacer responsable a los más altos funcionarios
del estado por las infracciones constitucionales y por todo delito que cometan en
el ejercicio de sus funciones.
Esta institución encuentra su origen en el juicio político, heredero del
impeachment anglosajón, destinado a separar del cargo a los funcionarios que
atentan contra la confianza pública depositada en ellos.
No obstante de acuerdo a la interpretación realizada por el Tribunal
Constitucional al impeachment se le ha adicionado el antejuicio político, una
suerte de antesala Parlamentaria que previa acusación del Congreso habilita a la
Corte Suprema a que proceda a juzgar la responsabilidad penal de los altos
funcionarios del estado que hubiesen cometido delitos en el marco de sus
funciones.
El artículo 449° del NCPP establece las normas que regulan el procesamiento
contra los altos funcionarios públicos taxativamente designados en el artículo 99°
de la Constitución por los delitos que cometen en el ejercicio de sus funciones y
hasta cinco años después de haber cesado en él. El artículo 99° de la Constitución
establece que: “ Corresponde a la Comisión Permanente acusar ante el
Congreso: al Presidente de la República; a los representantes a Congreso; a
los Ministros de Estado; a los miembros del Tribunal Constitucional; a los
miembros del Consejo Nacional de la Magistratura; a los vocales de la Corte
Suprema; a los fiscales supremos; al Defensor del Pueblo y al Contralor
General por infracción de la Constitución y por todo delito que cometan en
el ejercicio de sus funciones y hasta cinco años después de que hayan cesado
en éstas.
Hay que tomar en cuenta que de conformidad con lo dispuesto por el artículo 93°
de la Constitución “Los congresistas representan a la Nación.
No están sujetos a mandato imperativo ni a interpelación. No son responsables
ante autoridad ni órgano jurisdiccional alguno por las opiniones y votos que
emiten en el ejercicio de sus funciones.
No pueden ser procesados ni presos sin previa autorización del Congreso o de la
Comisión Permanente, desde que son elegidos hasta un mes después de haber
cesado en sus funciones, excepto por delito flagrante, caso en el cual son puestos
a disposición del Congreso o de la Comisión Permanente dentro de las
veinticuatro horas, a fin de que se autorice o no la privación de la libertad y el
enjuiciamiento”. De iguales prerrogativas gozan el Defensor del Pueblo y los
integrantes del Tribunal Constitucional, de conformidad con lo dispuesto por los
Artículos 161° y 201° de la Ley Fundamental, que disponen:
“El Defensor de Pueblo…goza de la misma inmunidad y de las mismas
prerrogativas de los congresistas” y “…Los miembros del Tribunal
Constitucional gozan de la misma inmunidad y de las mismas prerrogativas
que los congresistas.”
Los funcionarios antes citados gozan de prerrogativas denominadas: la
inviolabilidad y la inmunidad, para que puedan ejercer su labor sin sufrir el riesgo
de una persecución penal irrazonada; se busca evitar con ello que mediante el
abuso del derecho de acceso a la justicia se pretenda paralizar ilegítimamente el
discurrir normal de las funciones estatales y el ejercicio del poder por parte que
quienes han sido elegidos democráticamente para regir los destinos de la nación.
Por tales razones el proceso se regirá por las reglas del proceso común y las que
prevén el Código en este Título.
Los funcionarios antes citados gozan de prerrogativas denominadas: la
inviolabilidad y la inmunidad, para que puedan ejercer su labor sin sufrir el riesgo
de una persecución penal irrazonada; se busca evitar con ello que mediante el
abuso del derecho de acceso a la justicia se pretenda paralizar ilegítimamente el
discurrir normal de las funciones estatales y el ejercicio del poder por parte que
quienes han sido elegidos democráticamente para regir los destinos de la nación.
Por tales razones el proceso se regirá por las reglas del proceso común y las que
prevén el Código en este Título.

 Reglas específicas para la incoación del proceso penal


Reglas específicas para la incoación del proceso penal De conformidad con lo
dispuesto por el artículo 450° de CPP la incoación del proceso penal requiere la
previa interposición de una Denuncia Constitucional en las condiciones
establecidas por el Reglamento del Congreso y la Ley, por el Fiscal de la Nación,
el agraviado por el delito o los congresistas y luego del antejuicio constitucional,
si el pleno del Congreso aprueba el procesamiento del funcionario debe emitir la
resolución acusatoria de contenido penal que será remitida al Fiscal de la Nación.

El fiscal de la nación, en el plazo de cinco días de recibida la resolución acusatoria


y los recaudos correspondientes, emitirá la correspondiente Disposición, mediante
la cual formaliza la investigación preparatoria y se dirigirá a la Sala Penal de la
Corte Suprema a fin de que nombre, entre sus miembros, al juez supremo que
actuará como juez de la investigación preparatoria y a los integrantes de la Sala
Penal Especial que se encargaran del Juzgamiento y del conocimiento del recurso
de apelación contra las decisiones emitidas por el primero. Además el Fiscal de la
Nación designará al fiscal supremo que dirigirá la etapa de investigación
preparatoria y al fiscal supremo que intervendrá en la etapa de enjuiciamiento.

Del mismo modo, el juez supremo de la investigación preparatoria, con los


actuados remitidos por la fiscalía de la nación, dictará el auto motivado aprobando
la formalización de la investigación preparatoria, con citación del fiscal supremo
encargado y del imputado. Tanto la disposición del fiscal de la nación, como el
auto del vocal supremo de la investigación preparatoria respetarán los hechos
atribuidos al funcionario y la tipificación señalada en la resolución acusatoria del
Congreso.

El fiscal supremo designado asumirá la dirección de la investigación preparatoria,


disponiendo las diligencias que deban actuarse, sin perjuicio de solicitar al juez
supremo de la investigación preparatoria las medidas de coerción que
correspondan y los demás actos que requieran intervención jurisdiccional.

La necesidad de ampliar el objeto de la investigación por nuevos hechos


delictivos cometidos por el alto funcionario en el ejercicio de sus funciones
públicas, requiere resolución acusatoria del Congreso, a cuyo efecto el fiscal de la
investigación preparatoria se dirigirá al fiscal de la nación para que formule la
denuncia constitucional respectiva.

Si de la investigación se advierte que la tipificación de los hechos es diferente a


lo señalada en la resolución acusatoria del Congreso, el fiscal emitirá una
disposición al respecto y requerirá al juez supremo de la investigación
preparatoria para que emita la resolución aprobatoria correspondiente, dicho juez
se pronunciará, previa audiencia con la concurrencia de las partes. En este caso
no se requiere la intervención del Congreso.

La etapa de juzgamiento en este proceso estará a cargo de la Sala Penal Especial


integrada por tres Jueces Supremos y contra la sentencia emitida por este órgano
jurisdiccional procede recurso de apelación, el cual será conocido por la Sala
Suprema prevista en la LOPJ. Contra la sentencia de vista no procede recurso
alguno.

Por otro lado, el auto de sobreseimiento o el que ampara una excepción u otro
medio de defensa que enerve la pretensión acusatoria, así como la sentencia
absolutoria, en tanto adquieran firmeza, devuelve al procesado sus derechos
políticos, sin que sea necesario acuerdo de Congreso en este sentido. Vencido el
plazo de cinco años, previsto en el artículo 99° de la Constitución, siempre que no
se haya incoado el proceso penal, el ex alto funcionario público estará sometido a
las reglas del proceso penal común.

CONCLUSIÓN:
Este tipo de procedimientos se impone a las personas que gozan de una investidura
especial, esto en cuanto a la función que el estado les encarga
Las características especiales de este proceso es que en primer lugar pasa por la
comisión permanente, que no es muy distinto al proceso común puesto que se
regirá bajo las mismas reglas cuando haya pasado al juez de la investigación
preparatoria designado por la corte suprema. Cuando existe flagrancia delictiva
ya no será necesario la investigación de la comisión permanente debido a que se
dará cuenta al fiscal de la nación que este designe al fiscal supremo y al juez de la
investigación preparatoria (vocal de la corte suprema) para que inicie el proceso,
en este proceso no existe la etapa de investigación preliminar, ya que aquellas la
realiza la comisión permanente.
Por lo cual también podemos verificar que las etapas son 3: etapa de investigación
preparatoria, etapa intermedia, juicio oral.

Вам также может понравиться