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ARTES COSMOPOLÍTICA DEL AYAHUASCA EN “LAS TRES MITADES DE INO MOXO”

DE CÉSAR CALVO
Christian A. Elguera Olórtegui

EN LAS REDES CIRCULA UN FAMOSO “MEME” INSPIRADO EN EL GUASÓN.


QUISIÉRAMOS HACER UNA VARIANTE SOBRE LA FRASE DE ESTE MEME PARA
ASÍ INICIAR NUESTRA EXPOSICIÓN: “MILLONES DE INDÍGENAS PIERDEN SUS
TIERRAS Y NADIE DICE NADA, SE AGOTAN LAS ENTRADAS PARA MISTURA Y
TODOS PIERDEN LA CABEZA”.

El ejemplo de Mistura trae a colación el tema actual de imagen del muro que usa Gilles Deleuze en “Bartleby;
la nación. En el Primer encuentro de narradores perua- or, the formula”: no un muro concluido, liso y perfecto,
nos (Arequipa, 1965), Carlos E. Zavaleta consideraba sino un muro donde se muestran las junturas, los plie-
que tras los pasos de Arguedas y Alegría nuestra lite- gues, una unidad fractal (1997: 88-90).
ratura se peruanizaba. El asunto estaba en formación El modelo-mundo que debe entenderse como una al-
y, por lo tanto, era debatido demostrando así su im- ternativa a las visiones totalizantes de una democracia li-
portancia y actualidad. No obstante, de un tiempo aquí beral o un progresismo capitalista es el de la cosmopolítica
el asunto ha sido esquivado, soslayado. Recientemente indígena que, en resumen, definiremos siguiendo a Eduar-
hemos optado por la amnesia fácil, por las distraccio- do Viveiros de Castro (2010), Isabelle Stengers (2010) y
nes futbolísticas y culinarias que no solucionan nada. Bruno Latour (2001), como el sistema de redes entre el
El espíritu de la época, contexto o estado mental de hombre y los espíritus, relaciones tensivas de humanos y
nuestros días, evidencia que ya no problematizamos no-humanos caracterizadas por la transparencia y el pers-
aquellas disyuntivas que antes eran una prioridad. He- pectivismo. Para explicar nuestra propuesta partimos de
mos dado un salto atrás y nuestra idea de nación se ha un breve análisis de la novela de César Calvo, Las tres mi-
convertido en lo que José Carlos Mariátegui llamaba tades de Ino Moxo y otros brujos de la Amazonía, que nos
un nacionalismo superficial y abstracto (1981: 35), a permita entender la dinámica entre cosmopolítica y litera-
razón de lo cual los individuos viven sin conexión, sin tura. Sirva esta disertación como un paso para la agenda
solidaridad con las minorías. de literaturas cosmopolíticas peruanas, esto es, de cómo se
En medio de esta coyuntura es necesario ensam- traducen espíritus y se configuran nuevas líneas de com-
blar modelos-mundo que no se limiten a inclusiones prensión entre el mito y la historia, ya no dicotómicas, ya
cuya finalidad sea la homogeneización sino que plan- no esencialistas o naturalistas. En esta línea de literaturas
teen la necesidad de una articulación tensiva de fuer- cosmopolíticas han de incluirse además El pez de oro de
zas. Esta articulación ha de entenderse siguiendo la Gamaliel Churata y Rosa Cuchillo de Óscar Colchado Lu-

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cio (tema también estudiado por César López Núñez en entenderse como un proceso de traducción: el brujo es en-
su tesis de licenciatura titulada “Óscar Colchado, artesano trevistado por el narrador César Soriano, quien transmite
cósmico. La propuesta cosmopolítica de Rosa Cuchillo”). su mensaje por medio del libro que leemos. A partir de
este proceso delinearemos los puntos principales de esta
exposición: ¿Es Ino Moxo también un traductor?, ¿César
Las redes de traducción Soriano realiza una traducción erótica e involucrada?

A raíz de la publicación de Las tres mitades de Ino Moxo


y otros brujos de la Amazonía en 1981, César Calvo con- La traducción cosmopolítica
cedió una serie de entrevistas (González Vigil, 1982; Cor-
cuera, 2002) en las que expuso que el brujo Ino Moxo no La articulación entre Ino Moxo y César Soriano establece
era un personaje de ficción y que el libro era un alegato que traducir es una materialización secuencial de catego-
a favor de los pueblos amazónicos. Este problema de rías ontológicas. Se traducen afectos, espíritus, éticas. Ex-
veracidad discursiva vincula a Calvo con La vorágine de pliquémoslo. Primero centrémonos en la ceremonia del
José Eustasio Rivera ya que ambos diseñan un corpus ayahuasca. Las plantas y las mareaciones determinan el
narrativo que rehúye el modelo clásico de la mimesis carácter interactivo de la ceremonia, pues aquí de lo que
europea, el sistema de literatura culta, proponiendo en se trata es de cómo el brujo emplea tecnologías para co-
cambio una mezcla genérica (Elguera, 2012: 530). municarse con los espíritus. En otras palabras, el brujo
Ahora, a partir de las declaraciones sobre la existen- es un traductor de agentes no-humanos pertenecientes
cia factual de Ino Moxo planteamos que este texto debe a una categoría ontológica distinta, y cuya introducción

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en la categoría ontológica humana no implica apropia- europeo (romanticismo, surrealismo) sino que equivale al
ción y completa ordenación, sino que comienza a diseñar grado de desintegración del “yo” propio de la mareación
una caosmosis (“una concepción más transversalista de de ayahuasca. En este sentido lo que Ino Moxo quiere re-
la subjetividad”, como la define Guattari, 1996: 14) que saltar es que la realidad concreta no se comprenderá sin
hace fluir y converger múltiples niveles de no-humanos. la participación de los no- humanos, sin comprender su
En el texto evidenciamos que el ayahuasca dicta vi- existencia, por esto es que se critican las limitaciones cog-
siones, que la planta habla y comunica un saber, pero nitivas de Occidente; de aquí que se diga que los virako-
asimismo esta técnica de conocimiento es anterior al chas “no ven los mundos que hacen este mundo” (250).
mito primigenio de Narowe y Keemetza, de esta ma- También es importante puntualizar que en la ceremo-
nera hablamos de una jerarquía de los no-humanos, nia no hay estrictamente una responsabilidad humana
comprendiendo, por lo tanto, la capacidad del brujo pues son los no-humanos los responsables, es la planta
para traducir en diversos niveles, en las mitades o re- la que cura. Asimismo, en la ceremonia no actúa simple-
giones de lo completamente amorfo o somático. mente una planta sino la articulación de sus componen-
Primero tenemos el nivel de los entes primige- tes. ¿Quién interviene activamente en esta ceremonia?
nios, que son las esencias que animan el soma táctil El brujo es un ícono que reconocemos, pero hablamos
de plantas y animales. Segundo, cuando dichos entes de articulación cuando incidimos en las otras presencias
se manifiestan como cuerpos o en imágenes nos aden- de no-humanos primordiales, bien sean visibles o invisi-
tramos en el sistema cosmopolítico, pues comienza el bles, somas de plantas o animales. El brujo no solo es un
trato directo y transparente del brujo y los espíritus, la cuerpo sino los actantes (los que realizan el acto en un
relación diplomática entre ellos. Tercero, llegamos a un programa narrativo) que convergen en él y lo atraviesan.
nivel en el cual hay una mayor diferenciación entre hu- Lo no-humano nos obliga a salir del habitual marco
manos y no-humanos, etapa que propiamente corres- cognitivo eurocéntrico. En este sentido el libro exige un
ponde a la transmisión del brujo a los que no pueden lector dispuesto a involucrarse, minorías que piensen
comunicarse con los espíritus. Aquí encontramos a la en alternativas al atolladero de la hegemonía mayori-
comunidad y a los pacientes blancos, entre otros. La taria y no personas que solo acepten las situaciones
traducción del chamán entonces visibiliza lo invisible. como si ya todo estuviera enmarcado. Siguiendo los
Nos detendremos en el segundo nivel. Las visiones esquemas de Bruno Latour, establecemos la siguien-
de ayahuasca en Las tres mitades de Ino Moxo arti- te secuencia evolutiva a fin de comprender el proceso
culan un colectivo: los no-humanos adquieren formas cosmopolítico en la ceremonia del ayahuasca, tal como
más diferenciadas, ya no solo son esencias ontológi- se diseña en la novela de César Calvo:
cas sino imágenes que pueden verse y que, además de 1. Traducción: entablar el llamado. El brujo se dispone
acentuar la presencia sagrada, también generan re- a traducir mediante tecnologías (plantas, cigarros y cantos).
des con la historia y la política. El concepto “colectivo” 2. Entrecruzamiento: el brujo físico y los no-huma-
como asociación inacabada de elementos heterogéneos nos (espíritus) inician una relación de transparencia,
(Latour, 2001: 231-232) cobra entonces relevancia: lo las posiciones se intercambian, hay metamorfosis e in-
no-humano no es apropiado por el mundo humano y tervenciones en una y otra categoría ontológica.
no hay fusiones totalizadoras sino un circuito por el 3. Rolamiento: El brujo puede manipular, seducir a los
cual corren líneas de fuga, de aquí la superposición ri- no-humanos para que actúen sobre un colectivo concreto.
zomática de mundos posibles en la obra calviana. En 4. Movilización: por medio del brujo los no-huma-
este sentido la ceremonia del ayahuasca demuestra la nos intervienen en otros cuerpos, formando así hí-
articulación entre lo humano y lo no-humano a través bridos (un tercer cuerpo integrado por las relaciones
del brujo, en quien ambos planos se vuelven un pliegue entre las categorías ontológicas mencionadas). Esta se
ya que los brujos son “humanos que han dejado de ser ejemplifica en la siguiente descripción: “Alguien que no
completamente humanos” (Viveiros, 2007: 98). es Don Juan Tuesta, pero que sí es Don Juan Tuesta, ha
En Las tres mitades de Ino Moxo los espíritus se vi- ocupado su cuerpo, lo desborda inconteniblemente y
sualizan por las técnicas chamánicas y solo así brindan sale por su boca de sonámbulo” (41).
un conocimiento de las injusticias que sufren los abigeos 5. Desplazamiento: es el resultado de la acción de los
del ande, la esclavitud de los afrodescendientes y la ma- no-humanos sobre el colectivo humano, las implicancias
sacre del caucho. A través de los no-humanos conocemos del intercambio (visiones, mejoramiento de la salud, ca-
mejor el mundo humano. En un pasaje Ino Moxo pre- pacidad para comprender la articulación). En este sentido
cisa: “La realidad no es nada si no se llega a la verifi- Ino Moxo puede decir que envía su mensaje para que la
cación en los sueños” (Calvo, 1981: 282; en adelante las gente “recupere acaso los contentos de su existencia” (22).
referencias esta obra se señalarán solo con número de Para comprender mejor este sistema incidamos
página). Al respecto es importante precisar que la con- en el concepto “híbrido” de Bruno Latour: el brujo es
cepción de sueño en la novela no es similar al onirismo un híbrido en tanto demuestra que su existencia no se

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entiende desde uno u otro plano sino desde el pliegue, A estos dos grupos debiéramos sumar el público
formando así un tercer plano, al cual representa: el al que ha de transmitirse el mensaje de Ino Moxo, un
cosmopolítico. Así, no hablamos de ayahuasca y cha- público de quien se espera una respuesta, una acción.
mán separados, sino de un tercero ayahuasca-chamán, Nosotros somos quienes recibimos este libro para
lo que Latour llama “actor híbrido compuesto” (2001: aprender de los agentes no-humanos, de su interacción
180). Solo así el brujo es un diplomático entre lo hu- con nuestro mundo. El recorrido del libro evidencia en-
mano y lo no-humano, es el pliegue de este colectivo tonces la búsqueda de una cercanía hacia lo concreto,
articulado nunca cerrado ni homogeneizado. El diplo- la traducción cosmopolítica entonces equivale a una
mático busca articular contradicciones, no eliminarlas; concretización, desde lo invisible a lo visible: desde lo
acuerdos entre mundos, no fusiones, demostrando que mítico primordial hacia la sociedad actual. Toda cere-
estos no son estructuras extáticas sino que se movilizan. monia es actualización y presentización de la tradición.
Traducir conecta entonces los mundos que se creían
separados y nos muestra presencias que se creían invi-
El traductor involucrado sibles, no me refiero solo a lo sagrado sino, sobre todo,
a lo social, pues de esta manera quien lea comprenderá,
Que César Soriano sea un enviado del brujo, que trans- a través de la trama textual, que los sectores amazónico,
criba sus palabras, convierte al texto en el proceso de andino y afro no han desaparecido y no son equidistantes
una secularización de lo sagrado, es decir, lo sagrado sino que integran tensivamente un colectivo. Así, queda
aterriza, se mundaniza y este es el objetivo del envío: claro que a través de la ceremonia de ayahuasca los agen-
ampliar el radio de lo que hemos llamado la concien- tes que intervienen no son fijos ni están separados, sino
tización y defensa del lugar (Elguera, 2011). César So- que se conectan en un proceso que los articula e involu-
riano ocupa un papel esencial en la traducción: no ha cra, esto es lo que, a partir de Whitehead, podemos llamar
traducido espíritus, pero sí al brujo. Él también es un solidaridad de los mundos (Whitehead, 1933: 293). Un
diplomático. Así, entre ambos diplomáticos hay acuer- ente no es individual sino que se vincula a otro. El mun-
dos pero cada uno mantiene su posición, la que corres- do no-humano de la novela no está disociado del mundo
ponde al plano en que actuarán: lo humano (el testor) y no-humano, de la misma manera que las fractalidades del
lo no-humano (el brujo), que sin embargo por la diná- Perú integran una red o sistema tensivo, un caosmos.
mica y disposición de los capítulos no tienen un límite Hablamos entonces de un macro-colectivo de híbridos
fijo si no que se cruzan, se ensamblan. en Las tres mitades. ¿Cómo se consigue un híbrido? Con
Asimismo, a través de César Soriano se invierte el involucramiento, con mediación. Dentro de este colectivo
tópico del etnógrafo o del antropólogo objetivo y pa- integrado observamos las diferencias propias de cada co-
samos a un traductor involucrado, que transmite los lectivo en él incluido, nos referimos al colectivo de los espí-
sentires de la localidad. Preguntémonos ahora: ¿no se ritus, el colectivo del brujo y el colectivo del receptor activo.
trata de una nueva versión del indigenismo, de un na- Habría que resaltar el objetivo de Ino Moxo al de-
rrador que se solidariza con un pueblo y lo representa jarse traducir. Prestando atención a su testimonio este
miméticamente? Para responder es necesario enten- cumple una función crítica que desmitifica, ataca los
der que César Soriano no es un viajero conquistador discursos del progreso occidental, resaltando su violen-
sino que su introducción en el mundo amazónico se cia. Lo que busca Ino Moxo es que a través de César
debe a la voluntad de Ino Moxo, tal como la introduc- Soriano el público conozca y comprenda las consecuen-
ción de Ino Moxo en el mundo amawaka fue por vo- cias fatales de una modernidad sanguinaria, por esto se
luntad de Ximu. Es decir, no se trata de una búsqueda precisa: “Y los caucheros virakochas necesitaban de ese
de legitimación subalterna sino de demostrar que la caucho, dicen para el progreso de la Patria. Así andan
comunidad puede ahora ella misma escoger su propio diciendo hasta ahorita. En nombre del progreso fue que
modo de representación, escoger a sus traductores. nos despojaban y nos baleaban” (207). En este senti-
La relación del brujo y este narrador demuestra ade- do es importante determinar que si en la relación bru-
más una asociación de agentes: de indígenas y sujetos jo-no-humanos se enfatizaba el conocimiento que brin-
migrantes, cómo entre ambos, a semejanza de la relación da el ayahuasca, en la relación brujo-testor se resalta
entre brujos y espíritus, puede también establecerse una una defensa social de la localidad. Se observa así una
articulación. Si establecimos niveles en lo referente al gradualidad entre cosmopolítica y crítica ideológica.
mundo no-humano es pertinente hacerlo también en el
mundo humano presente en Las tres mitades: Primero,
la localidad indígena amawaka (que a su vez se organiza Coda: vigencia de una utopía política
mediante gradualidades de funciones, siendo el brujo una
figura central de orden social y curación), y luego el grupo En este punto el libro plantea una utopía diferente a los
de los sujetos migrantes, donde destaca César Soriano. modelos de otras novelas de la selva latinoamericana.

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Hablaré de utopías, además, porque sé que es un tema
fecundo para discutir. En un trabajo anterior propu-
simos afinidades afectivas y críticas con Macunaíma,
novela del escritor brasileño Mario de Andrade (Elgue-
ra, “Desterritorializar el castellano”), pero, por ejem-
plo, lejos estamos de la visión de una selva exotista o
paradisiaca (verbigracia Los pasos perdidos de Alejo
Carpentier). También encontramos diferencias con el
valle de Calemar de Ciro Alegría, pues en La serpiente
de oro realizó un planteamiento utópico que expresó
más bien como una poética de vida y que se sostiene,
además, a partir de relaciones lisas que nunca se ven
afectadas por interferencias invasivas (reiterándose el
tópico de la arcadia). Las tres mitades es más una uto-
pía ética y política, de justicia y derechos indígenas que
va realizándose con cada negociación, con cada paso
de resistencia (el conflicto iniciado en 2007, conocido
como “Baguazo”, por ejemplo).
Lo dicho puede resumirse en dos palabras: libera-
ción y erotismo, es decir, en cómo mi fraternalidad con
el otro se diseña sin prejuicios, aprendiendo de la mutua
transparencia, de la fluidez, de las redes; nunca de los
estanques. La individualidad no es segura y debemos in-
clinarnos hacia la erótica de lo humano y lo no-humano
como en la cosmopolítica. Aprender a vivir es el mensa-
je de Ino Moxo y, como Calvo expresara sabiamente en
un verso de su poema “Para Elsa poco antes de partir”:
“Nada puede aprisionar el viento sino la libertad”.

Página 219: César Calvo con un otorongo (fuente: Helwa


Calvo Soriano).

Página 220: Francesco Mariotti. Ino Moxo. 1981. Serie


de serigrafías. 67 x 43 cm cada uno. Ilustraciones para la
primera edición de Las tres mitades de Ino Moxo.

Página 223: Un ejemplar de la quinta edición, Proceso


Editores, Iquitos, 1986.

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