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UNIVERSIDAD DE ACONCAGUA FUNDAMENTOS DE LAS CIENCIAS

SEDE SAN FELIPE PATRICIO GONZÁLEZ GALLARDO

UNIDAD 1: “INTRODUCCIÓN A LA QUÍMICA”

Objetivo General:

Generar un esquema general acerca de la Química, que incluya sus conceptos básicos, el tipo de
lenguaje que usa y sus leyes más generales.

Objetivos específicos:
- Familiarizarse con los conceptos más básicos de la Ciencia química.
- Entender las leyes químicas más generales y aplicarlas a casos simples.
- Identificar y caracterizar los diferentes tipos de estado de la materia, los cambios físicos y
propiedades físico químicas.

Contenidos:
Sección A

- Bases de la Química: Átomos, moléculas, iones. Configuración electrónica, Simbología de Lewis y


enlaces químicos.
- Concepto de elemento, compuesto. Número atómico y másico. Estados de la materia.
Sección B
- Unidades de medición. Escalas de temperatura. Uso de prefijos, conversión de unidades. Mol y
número de Avogadro; masa atómica y molar.
- Simbología de las reacciones químicas y balance de ecuaciones.

01. Bases de la Química

¿Qué es materia?

Es cualquier tipo de entidad, parte del universo observable, que tiene energía asociada y es capaz de
interaccionar, esto es, es posible medirla y tiene una localización espaciotemporal compatible con las leyes
naturales conocidas. Clásicamente se afirma que es lo que ocupa un lugar en el espacio, tiene masa y
perdura en el tiempo. En la actualidad se entiende por materia cualquier campo, entidad, o discontinuidad
traducible a fenómeno perceptible que se propaga a través del espacio-tiempo a una velocidad igual o
inferior a la de la luz y a la que se pueda asociar energía. Así todas las formas de materia tienen asociadas
una cierta energía pero solo algunas formas de materia tienen masa.

La materia másica está organizada en varios niveles y subniveles, y puede ser estudiada tanto en forma
macroscópica como microscópica. El nivel microscópico de la materia másica puede entenderse como un
agregado de moléculas. Éstas a su vez son agrupaciones de átomos que forman parte del nivel microscópico.
A su vez existen niveles microscópicos que permiten descomponer los átomos en constituyentes aún más
elementales:

Electrones: partículas leptónicas con carga eléctrica negativa.


Protones: partículas bariónicas con carga eléctrica positiva.
Neutrones: partículas bariónicas sin carga eléctrica (pero con momento magnético).

Macroscópicamente, la materia másica se presenta en uno de sus cuatro estados de agregación molecular:
sólido, líquido, gaseoso y plasma. De acuerdo con la teoría cinética molecular la materia se encuentra
formada por moléculas y éstas se encuentran animadas de movimiento, el cual cambia constantemente de
dirección y velocidad cuando chocan o bajo el influjo de otras interacciones físicas.

Características de la materia másica: Tiene dimensión, presenta inercia, es la causa de la gravedad

Materia no-másica

Una gran parte de la energía del universo corresponde a formas de materia formada por partículas o campos
que no presentan masa, como la luz y la radiación electromagnética, las dos formada por fotones sin masa.

Propiedades generales de la materia

Las poseen todos los cuerpos, sin distinción, y no permiten diferenciar una sustancia de otra. Algunas
dependen de la cantidad de materia (extensivas) como la masa, peso, volumen, la inercia, la energía,
impenetrabilidad, porosidad, divisibilidad, elasticidad, maleabilidad, tenacidad, dureza y fragilidad.

Propiedades características o intensivas

Permiten distinguir una sustancia de otra. Su valor es independiente de la cantidad de materia. Pueden ser
de tipo físico, como la densidad, el punto de fusión, el punto de ebullición, el coeficiente de solubilidad, el
índice de refracción, el módulo de Young (elasticidad longitudinal) y las propiedades organolépticas
(perceptibles a través de los sentidos). También hay propiedades de tipo químico, caracterizadas por el
comportamiento de las sustancias al combinarse con otras, y los cambios con su estructura íntima
(molecular) como consecuencia de los efectos de diferentes clases de energía. Ejemplos: corrosividad de
ácidos, poder calorífico, acidez, reactividad.

02. El átomo y el ion

Un átomo es la unidad constituyente de la materia que mantiene las propiedades de un elemento químico.
Cada estado de agregación se compone de átomos neutros o ionizados. Los átomos son muy pequeños; los
tamaños típicos son alrededor de 100 picómetros (1pm= 10-12 m), no tienen límites bien definidos y los
modelos atómicos han incorporado principios cuánticos para explicar y predecir mejor su comportamiento.
Átomo es la porción más pequeña de cualquier elemento químico, que no puede dividirse y que dispone de
existencia independiente. Los átomos están compuestos por electrones que orbitan en torno a un núcleo con
neutrones y protones.

Cada átomo se compone de un núcleo y uno o más electrones relativamente cercanos al núcleo. El núcleo
está compuesto de uno o más protones y típicamente un número similar de neutrones. Los protones y los
neutrones (nucleones) forman más del 99,94 % de la masa atómica. Los protones tienen una carga eléctrica
positiva, los electrones tienen una carga eléctrica negativa y los neutrones presentan neutralidad eléctrica. Si
el número de protones y electrones es igual, el átomo es eléctricamente neutro. Si un átomo tiene más o
menos electrones que protones, entonces tiene una carga global negativa o positiva, respectivamente, y se
denomina ión.

Los electrones de un átomo son atraídos por los protones en un núcleo atómico por fuerza electromagnética.
Los protones y los neutrones en el núcleo son atraídos por la fuerza nuclear, que es generalmente más fuerte
que la fuerza electromagnética que repele los protones cargados positivamente entre sí. Si la fuerza
electromagnética repelente se vuelve más fuerte que la fuerza nuclear, los nucleones pueden ser expulsados
del núcleo, originando un elemento diferente: desintegración nuclear que resulta en transmutación nuclear.

El número de protones en el núcleo define el elemento químico al que pertenece el átomo. Todos los átomos
de hidrógeno poseen 1 protón, los átomos de cobre contienen 29 protones. El número de neutrones define
el isótopo del elemento. El número de electrones influye en las propiedades magnéticas de un átomo. Los
átomos pueden unirse a otro u otros átomos por enlaces químicos para formar compuestos químicos tales
como moléculas. La capacidad de los átomos de asociarse y disociarse es responsable de la mayor parte de
los cambios observados en la naturaleza y es el tema de la química.

Nube de electrones

Los electrones son atraídos por los protones a través de la fuerza electromagnética. Esta fuerza los retiene en
un potencial electrostático alrededor del núcleo, lo que hace necesaria energía externa para liberarlos.
Cuanto más cerca está un electrón del núcleo, mayor es la fuerza atractiva, y mayor es la energía necesaria
para que escape. Los electrones presentan propiedades de partícula puntual y de onda, y tienden a formar
un cierto tipo de onda estacionaria alrededor del núcleo, en reposo respecto de éste. Cada onda está
caracterizada por un orbital atómico, una función matemática que describe la probabilidad de encontrar al
electrón en cada punto del espacio. El conjunto de estos orbitales es discreto, es decir, puede enumerarse,
como es propio en todo sistema cuántico. La nube de electrones es la región ocupada por estas ondas,
visualizada como una densidad de carga negativa alrededor del núcleo.

Cada orbital corresponde a un posible valor de energía para los electrones, que se reparten entre ellos. El
principio de exclusión de Pauli señala que no hay dos electrones se encuentren en el mismo orbital. Pueden
ocurrir transiciones entre los distintos niveles de energía: si un electrón absorbe un fotón con energía
suficiente, puede saltar a un nivel superior (“se excita”); también desde un nivel más alto puede acabar en un
nivel inferior, radiando el resto de la energía en un fotón. Las energías dadas por las diferencias entre los
valores de estos niveles son las que se observan en las líneas espectrales del átomo.

Propiedades del átomo


Masa: La mayor parte de la masa del átomo es aportada por los protones y neutrones del núcleo. La unidad
de masa que se utiliza habitualmente para expresarla es la unidad de masa atómica (u). Esta se define como
la doceava parte de la masa de un átomo neutro de carbono-12 libre, cuyo núcleo contiene 6 protones y 6
neutrones, y equivale a 1,66 · 10−27 kg, aproximadamente. En comparación el protón y el neutrón libres
tienen una masa de 1,007 y 1,009 u. La masa de un átomo es casi igual al número másico multiplicado por la
unidad de masa atómica.

En química se utiliza también el mol como unidad de masa. Un mol de átomos de cualquier elemento
equivale siempre al mismo número de estos (6,022 · 1023), lo cual implica que un mol de átomos de un
elemento con masa atómica de 1 u pesa aproximadamente 1 gramo. Un mol de átomos de un cierto
elemento pesa de forma aproximada tantos gramos como la masa atómica de dicho elemento.

Tamaño: los átomos no poseen límites precisos y su tamaño se equipara al de su nube electrónica. En la
práctica, se define el radio atómico estimándolo en función de algún fenómeno físico, como la cantidad y
densidad de átomos en un volumen dado, o la distancia entre dos núcleos en una molécula.

El tamaño del radio atómico se calcula entre 0,5 y 5 Å (1 Å = 10-10 m) Dentro de la tabla periódica de los
elementos, el tamaño de los átomos tiende a disminuir a lo largo de un periodo —una fila—, para aumentar
súbitamente al comienzo de uno nuevo, a medida que los electrones ocupan niveles de energía más altos.

El tamaño del átomo es miles de veces más pequeño que la longitud de onda de la luz visible (400-700 nm) (1
nm = 10-9 m) y no pueden ser observados utilizando instrumentos ópticos.

Los átomos de diferentes elementos presentan distintas cantidades de protones. El número atómico (Z)
indica la cantidad de protones que se encuentra presente en el núcleo de un átomo. Este número, por lo
tanto, se encarga de definir la configuración electrónica del átomo (ya que el número de electrones es igual
al de protones en un átomo neutro) y permite el ordenamiento de los diversos elementos químicos en la
tabla periódica.

El número másico (A), por su parte, índica el número de partículas que un átomo dispone en su núcleo. Por lo
tanto, expresa la suma de los protones y los neutrones. (A=Z+N, donde N equivale al número de neutrones).

En química, el número másico o número de masa es la suma del número de protones y el número de
neutrones del núcleo de un átomo. Se simboliza con la letra A. Suele ser mayor que el número atómico,
dado que los neutrones del núcleo proporcionan a éste la cohesión necesaria para superar la repulsión entre
los protones. El número másico es además el indicativo de los distintos isótopos de un elemento químico.
Dado que el número de protones es idéntico para todos los átomos del elemento, sólo el número másico,
que lleva implícito el número de neutrones en el núcleo, indica de qué isótopo del elemento se trata. El
número másico se indica con un superíndice situado a la izquierda de su símbolo, sobre el número atómico.
Por ejemplo, el 1H es el isótopo de hidrógeno conocido como protio. El 2H es el deuterio y el 3H es el tritio.
Dado que todos ellos son hidrógeno, el número atómico tiene que ser 1.

Para todo átomo o ion:

Número másico (A) = número atómico (Z) + número de neutrones(N)


Para calcular la cantidad de neutrones que posee un átomo debe hacerse: "A - Z", (Número másico menos
número atómico) consultando antes en la tabla periódica las cantidades correspondientes.

Niveles de energía: un electrón ligado al átomo posee una energía potencial inversamente proporcional a su
distancia al núcleo y de signo negativo (aumenta con la distancia). La magnitud de esta energía es la cantidad
necesaria para desligarlo, y la unidad usada habitualmente para expresarla es el electronvoltio (eV). En el
modelo mecano-cuántico sólo hay un conjunto discreto de estados o niveles en los que un electrón ligado
puede encontrarse (son enumerables), cada uno con un cierto valor de la energía. El nivel con el valor más
bajo se denomina el estado fundamental, mientras que el resto se denominan estados excitados.

Cuando un electrón efectúa una transición entre dos estados distintos, absorbe o emite un fotón, cuya
energía es precisamente la diferencia entre los dos niveles. La energía de un fotón es proporcional a su
frecuencia, así que cada transición se corresponde con una banda estrecha del espectro electromagnético
denominada línea espectral. Las transiciones de un electrón a un nivel superior ocurren en presencia de
radiación electromagnética externa, que provoca la absorción del fotón necesario. Si la frecuencia de dicha
radiación es muy alta, el fotón es muy energético y el electrón puede liberarse, en el llamado efecto
fotoeléctrico.

Un átomo, en estado neutro, presenta igual cantidad de protones y electrones. Si pierde electrones se
produce un desbalance eléctrico y se forma un ión positivo (catión); si gana electrones también se produce
un desbalance eléctrico y se forma un ión negativo (anión). Un ión siempre es un átomo cargado
eléctricamente.

Todos los átomos de un mismo elemento poseen igual cantidad de protones. En ocasiones, diferentes
átomos de un mismo elemento poseen diferente número de neutrones; estos átomos difieren en sus pesos
atómicos y se denominan isótopos.

Los átomos se pueden representar por medio de modelos. El modelo más primitivo lo representaba como
una bola de billar (partícula discreta e indivisible). Al conocerse los electrones se pensó en una masa cargada
positivamente, con los electrones negativos inmersos en ella (“budín de pasas”). Luego, los físicos
establecieron que el átomo era, en su mayor parte, un espacio vacío; calcularon que la distancia núcleo-
electrón era 1000 veces mayor que el diámetro del núcleo (modelo planetario). Finalmente se ha establecido
que diferentes electrones del átomo tienen diferente cantidad de energía y se ubican en diferentes niveles.

En un nivel energético dado, un electrón se desplaza a una velocidad cercana a la de la luz, lo que
imposibilita determinar su ubicación y la cantidad de energía que posee. El modelo actual describe el patrón
de movimiento del electrón más que su posición. El volumen espacial donde se encuentra el electrón más de
un 90% del tiempo es su orbital.

La manera como un átomo reacciona químicamente está determinada por el número y distribución de sus
electrones. Un átomo será más estable cuando sus electrones se encuentren en los niveles energéticos más
bajos posibles. Además, un átomo que ha completado con electrones su nivel más externo es más estable
que otro que no lo haya hecho.
La mayoría de los elementos presenta incompleto su nivel de energía exterior y tienden a presentar
interacciones con otros átomos; algunos ganan electrones, otros los pierden y, en la mayoría de las
reacciones bioquímicas, los átomos comparten sus electrones.

Cuando los átomos entran en interacción, de modo de completar sus niveles exteriores, se forman nuevas
partículas, más grandes, normalmente con otras conformaciones; se llaman moléculas. Las fuerzas que las
mantienen unidas son los enlaces, de los cuales, los principales son el iónico y el covalente

03. Molécula y Enlace

Corresponde a un grupo eléctricamente neutro y suficientemente estable de, al menos, dos átomos en una
configuración definida, unidos por enlaces químicos fuertes (covalentes o enlace iónico).

Se le ha definido como la parte más pequeña de una sustancia, independiente y estable, que conserva sus
propiedades fisicoquímicas. Una molécula puede consistir en varios átomos de un único elemento químico,
como en el caso del oxígeno diatómico (O2), o de diferentes elementos, como en el caso de la agua (H2O).

Las moléculas rara vez se encuentran sin interacción entre ellas, salvo en gases enrarecidos y en los gases
nobles. Así, pueden encontrarse en redes cristalinas, como el caso de las moléculas de H2O en el hielo o con
interacciones intensas pero que cambian rápidamente de direccionalidad, como en el agua líquida. En orden
creciente de intensidad, las fuerzas intermoleculares más relevantes son: las fuerzas de Van der Waals y los
puentes de hidrógeno. La dinámica molecular es un método de simulación por computadora que utiliza estas
fuerzas para tratar de explicar las propiedades de las moléculas.

Las moléculas se pueden clasificar en:

- Moléculas discretas, constituidas por un número bien definido de átomos, sean estos del mismo
elemento (moléculas homonucleares) o de elementos distintos (moléculas heteronucleares).
- Macromoléculas o polímeros, constituidas por la repetición de una unidad comparativamente simple
(monómero), y que alcanzan pesos moleculares relativamente altos.

Un enlace químico es el resultado de las interacciones entre átomos, moléculas e iones, que tiene una
estabilidad en los compuestos diatómicos y poliatómicos.

En general, el enlace químico fuerte está asociado en la transferencia de electrones entre los átomos
participantes. Las moléculas, cristales, y gases diatómicos (que forman la mayor parte del ambiente físico
que nos rodea) está unido por enlaces químicos, que determinan las propiedades físicas y químicas de la
materia.

Las cargas opuestas se atraen, porque, al estar unidas, adquieren una situación más estable que cuando
estaban separados. Esta situación de mayor estabilidad suele darse cuando el número de electrones que
poseen los átomos en su último nivel es igual a ocho, estructura que coincide con la de los gases nobles ya
que los electrones que orbitan el núcleo están cargados negativamente, y que los protones en el núcleo lo
están positivamente, la configuración más estable del núcleo y los electrones es una en la que los electrones
pasan la mayor parte del tiempo entre los núcleos, que en otro lugar del espacio.
En el enlace covalente, uno o más electrones (frecuentemente un par de electrones) son llevados al espacio
entre los dos núcleos atómicos. Ahí, los electrones negativamente cargados son atraídos a las cargas
positivas de ambos núcleos. Esto vence a la repulsión entre los dos núcleos positivamente cargados de los
dos átomos, y esta atracción tan grande mantiene a los dos núcleos en una configuración de equilibrio
relativamente fija, aunque aún vibrarán en la posición de equilibrio. En resumen, el enlace covalente
involucra la compartición de electrones en los que los núcleos positivamente cargados de dos o más átomos
atraen simultáneamente a los electrones negativamente cargados que están siendo compartidos. En un
enlace covalente polar, uno o más electrones son compartidos inequitativamente entre dos núcleos.

El enlace iónico es un tipo de interacción electrostática entre átomos que tienen una gran diferencia de
electronegatividad, y en él, los elementos involucrados aceptan o pierden electrones (se da entre un catión y
un anión) o dicho de otra forma, aquel en el que un elemento más electronegativo atrae a los electrones de
otro menos electronegativo. El enlace iónico implica la separación en iones positivos y negativos.

En una visión simplificada de un enlace iónico, el electrón de enlace no es compartido, sino que es
transferido. En este tipo de enlace, el orbital atómico más externo de un átomo tiene un lugar libre que
permite la adición de uno o más electrones. Estos electrones recientemente agregados ocupan
potencialmente un estado de menor energía (más cerca al núcleo debido a la alta carga nuclear efectiva) de
lo que experimentan en un tipo diferente de átomo. En consecuencia, un núcleo ofrece una posición de más
fuerte unión a un electrón de lo que lo hace el otro núcleo. Esta transferencia ocasiona que un átomo asuma
una carga neta positiva, y que el otro asuma una carga neta negativa. Entonces, el enlace resulta de la
atracción electrostática entre los átomos, y los átomos se constituyen en iones de carga positiva o negativa.

Los compuestos formados por enlaces iónicos presentan las siguientes propiedades físicas:

- Son sólidos con elevados puntos de fusión.


- Son solubles en disolventes polares (agua); presentan baja solubilidad en disolventes apolares.
- Fundidos y en disolución acuosa conducen la corriente eléctrica.
- Se obtienen a partir de elementos con distinta electronegatividad (metal y no metal)

Los compuestos formados por enlaces covalentes presentan las siguientes propiedades:

- Muchos compuestos son gases y líquidos. Los sólidos presentan puntos de fusión relativamente bajos.
- Presentan una importante solubilidad en disolvente apolares (tolueno, hexano, tetracloruro de carbono)
y baja solubilidad en disolventes polares.
- No presentan conductividad eléctrica en fase líquida.
- Están formados por elementos con electronegatividades similares.

04. Configuración Electrónica y Enlace Químico

En física y química, la configuración electrónica indica la manera en la cual los electrones se estructuran o se
modifican en un átomo de acuerdo con el modelo de capas electrónicas. La configuración electrónica es
importante porque determina las propiedades de combinación química de los átomos y su posición en la
tabla periódica.

http://www.periodni.com/es/configuracion_electronica_de_los_elementos.html

Los Números Cuánticos

En mecánica cuántica, para describir un átomo se sustituye el concepto de órbita por el de orbital atómico,
que es la región del espacio alrededor del núcleo en el que la probabilidad de encontrar un electrón es
máxima.

Número cuántico principal (n).

Número cuántico principal (n): puede tomar valores enteros (1, 2, 3, 4, 5, 6, 7) y está relacionado con la
distancia promedio del electrón al núcleo en un determinado orbital, con el tamaño de éste e indica el nivel
de energía.

Número cuántico secundario (l): Los niveles de energía, identificados con el número cuántico principal (n),
poseen subniveles, los cuales se asocian, además, a la forma del orbital, y son identificados por el número
cuántico secundario (l). Entonces, los valores del número cuántico secundario dependen del número
cuántico principal "n". La cantidad de subniveles de energía de cada nivel principal está dada por l = (n – 1).
Este número cuántico indica en qué subnivel se encuentra el electrón, y toma valores desde 0 hasta (n - 1)

Para efectos de comprensión, la comunidad científica ha aceptado que los números que representan los
subniveles (0, 1, 2, y 3) sean reemplazados por las letras s, p, d y f, respectivamente, para representar los
distintos tipos de orbitales. Estas letras se obtienen de la inicial de la palabra sharp (s), principal (p), difuso
(d) y fundamental (f). Respecto de la forma del orbital de estos subniveles, el número cuántico secundario (o
acimutal) determina la excentricidad de la órbita: cuanto mayor sea este número, más excéntrica será la
órbita (más aplanada la elipse que recorre el electrón). Así, en el nivel 1, el valor del subnivel s es cero (no
hay excentricidad) y su órbita es circular.

Número cuántico magnético (m): puede tener todos los valores desde – l hasta + l pasando por cero.
Describe la orientación espacial del orbital e indica el número de orbitales presentes en un subnivel
determinado.

Para explicar determinadas características de los espectros de emisión se consideró que los electrones
podían girar en torno a un eje propio, bien en el sentido de las agujas del reloj o en el sentido contrario. Para
caracterizar esta doble posibilidad se introdujo el número cuántico de espín (s) que toma los valores de + ½ o
– ½.

Para entender el concepto de configuración electrónica es necesario aplicar dos principios importantes:

• Principio de Incertidumbre de Heisenberg: “Es imposible determinar simultáneamente la posición exacta


y el momento exacto del electrón”

• Principio de Exclusión de Pauli: “Dos electrones del mismo átomo no pueden tener los mismos números
cuánticos idénticos y, por lo tanto, un orbital no puede tener más de dos electrones”.
Tipos de configuración electrónica

Configuración estándar

La configuración electrónica estándar, para cualquier átomo, es la siguiente presenta la siguiente secuencia
de llenado:

1s2 - 2s2 - 2p6 - 3s2 - 3p6 - 4s2 - 3d10 - 4p6 - 5s2 - 4d10 - 5p6 - 6s2 - 4f14 - 5d10 - 6p6 - 7s2 - 5f14 - 6d10 - 7p6

Configuración condensada

Los niveles que aparecen llenos en la configuración estándar se pueden representar con un gas noble
(elemento del grupo VIII A, Tabla Periódica de los elementos), donde el número atómico del gas coincida con
el número de electrones que llenaron el último nivel. Los gases nobles son He, Ne, Ar, Kr, Xe y Rn.

Configuración desarrollada

Consiste en representar todos los electrones de un átomo empleando flechas para simbolizar el spin de cada
uno. El llenado se realiza respetando el principio de exclusión de Pauli y la Regla de máxima multiplicidad de
Hund.

Configuración semidesarrollada

Esta representación es una combinación entre la configuración condensada y la configuración desarrollada.


En ella sólo se representan los electrones del último nivel de energía.

Los electrones tienen, al girar, distintos niveles de energía según la órbita (en el átomo se llama capa o nivel)
que ocupen, más cercana o más lejana del núcleo. Entre más alejada del núcleo, mayor nivel de energía en la
órbita, por la tendencia a intercambiar o ceder electrones desde las capas más alejadas.

1. Existen 7 niveles de energía o capas donde pueden situarse los electrones para girar alrededor del núcleo,
numerados del 1, el más interno o más cercano al núcleo (el que tiene menor nivel de energía), al 7, el más
externo o más alejado del núcleo (el que tiene mayor nivel de energía). Estos niveles de energía
corresponden al número cuántico principal (n) y además de numerarlos de 1 a 7, también se usan letras para
denominarlos, partiendo con la K. Así: K =1, L = 2, M = 3, N = 4, O = 5, P = 6, Q = 7.

2. Cada nivel de energía o capa tiene sus electrones repartidos en distintos subniveles, que pueden ser de
cuatro tipos: s (2), p (6), d (10), f (14).

Para determinar la configuración electrónica de un elemento hay que saber la cantidad de electrones que se
debe distribuir en los subniveles, empezando con los de menor energía e ir llenando hasta que todos estén
ubicados. Desde el subnivel s, hacia p, d y f, se aumenta el nivel de energía.

3. En cada subnivel hay un número determinado de orbitales que pueden contener, como máximo, 2
electrones cada uno. Así, hay 1 orbital tipo s, 3 orbitales p, 5 orbitales d y 7 del tipo f. De esta forma el
número máximo de electrones que admite cada subnivel es: 2 en el s; 6 en el p (2 electrones x 3 orbitales);
10 en el d (2 x 5); 14 en el f (2 x 7).

Insistiendo en el concepto inicial, repetimos que la configuración electrónica de un átomo es la distribución


de sus electrones en los distintos niveles, subniveles y orbitales. Los electrones se van situando en los
diferentes niveles y subniveles por orden de energía creciente (partiendo desde el más cercano al núcleo)
hasta completarlos.

Es importante saber cuántos electrones existen en el nivel más externo de un átomo pues son los que
intervienen en los enlaces con otros átomos para formar compuestos.

05. Simbología de Lewis

La configuración electrónica de los átomos es clave para entender cómo se forman las moléculas. Lewis llegó
a la conclusión de que los átomos se combinan para alcanzar la configuración electrónica de los gases nobles.

En la formación de un enlace entre átomos sólo participan los electrones más externos, llamados electrones
de valencia. Lewis diseñó un sistema para representar el átomo con sus electrones de valencia, que consiste
en dibujar el símbolo del elemento rodeado de puntos, que representan cada uno de los electrones de
valencia.

Consideraciones

- Los electrones de valencia son los responsables de formar enlaces.


- Los electrones pueden transferirse entre átomos dando lugar a cationes y aniones que se atraen para
formar compuestos iónicos.
- Cuando los electrones se comparten entre los átomos se forman enlaces covalentes
- Los electrones intercambiados permiten a los átomos adquirir la estructura electrónica de gas noble.
Generalmente quedan rodeados de 8 electrones en su capa externa, llamado octeto.

Se puede determinar el número de electrones de valencia conociendo el Grupo, del Sistema Periódico, al que
pertenece un elemento. Así, los elementos del Grupo I (Li, Na, K…), poseen un electrón de valencia, los del
Grupo 2 tendrán, a su vez, dos electrones de valencia (Mg, Ca, Sr, Ba…)

06. Concepto de elemento, compuesto. Número atómico y másico.

Un elemento químico es el tipo de materia formada solamente por átomos del mismo tipo. Posee un número
específico de protones en el núcleo, su número atómico, pero puede tener distintas masas atómicas, al variar
su número de neutrones (isótopos). El elemento químico es un átomo que no puede ser descompuesto en
otros átomos más simples. Los elementos se encuentran ordenados, por su número atómico, en la tabla
periódica de los elementos.
Algunos elementos se encuentran en la naturaleza, puros o en compuestos, y otros han sido obtenidos por
medio de aceleradores de partículas o en reactores atómicos. Los elementos químicos se forman por núcleo-
síntesis (procesos estelares) o por cambios en el número de protones (radiación alfa y beta)

Un compuesto es una sustancia formada por la combinación de dos o más átomos (elementos de la tabla
periódica) Son representados por medio de fórmulas; ejemplo: el ácido sulfúrico (H2SO4) está constituido por
dos átomos de hidrógeno, uno de azufre y cuatro de oxígeno.

Los compuestos presentan una composición constante y en la misma proporción. Están formados por
moléculas o iones con enlaces químicos, que se establecen naturalmente, no selección humana. Es decir, no
son mezclas o aleaciones, como el acero, bronce, chocolate, alpaca, latón.

Los átomos de un compuesto no se pueden dividir o separar por procesos físicos (decantación, filtración,
destilación), sino solo mediante procesos químicos.

El número atómico (Z) de un elemento químico es el número total de protones que tiene cada átomo de ese
elemento. Los átomos de diferentes elementos tienen distintos números de electrones y protones. Un átomo
en su estado natural es neutro y tiene un número igual de electrones y protones. El sodio (Na) tiene un
número atómico 11; posee 11 electrones y 11 protones. Se coloca como subíndice a la izquierda del símbolo
del elemento (11Na) Si el átomo es neutro, el número de electrones coincide con el de protones y da Z.

El número másico (A) la suma del número de protones y de neutrones del núcleo de un átomo. Suele ser
mayor que el número atómico, dado que los neutrones del núcleo proporcionan a éste la cohesión necesaria
para superar la repulsión entre los protones.

El número másico es indicativo de los distintos isótopos de un elemento químico. Dado que el número de
protones es idéntico para todos los átomos del elemento, sólo el número másico, que lleva implícito el
número de neutrones en el núcleo, indica de qué isótopo del elemento se trata. El número másico se indica
con un superíndice situado a la izquierda de su símbolo, sobre el número atómico. Por ejemplo, el 1H es el
isótopo de hidrógeno conocido como protio, 2H es el deuterio y el 3H, el tritio. Como todos ellos son H, el
número Z es 1.

07. Estados de la materia.

Al modificar las condiciones de temperatura y/o presión de cualquier materia, pueden obtenerse distintos
estados o fases, denominados estados de agregación de la materia, en relación con las fuerzas de unión de
las partículas (moléculas, átomos o iones) que la constituyen.

Todos los estados de agregación poseen propiedades y características diferentes; los más conocidos y
observables cotidianamente son cuatro, llamados fases sólida, líquida, gaseosa y plasmática.

Los objetos en estado sólido se presentan como cuerpos de forma definida; sus átomos a menudo se
entrelazan formando estructuras estrechas definidas, lo que les confiere la capacidad de soportar fuerzas sin
deformación aparente. Son, generalmente, duros y resistentes; las fuerzas de atracción son mayores que las
de repulsión. En los sólidos cristalinos, la presencia de espacios intermoleculares pequeños da paso a la
intervención de las fuerzas de enlace, que ubican a las celdillas en formas geométricas. En los amorfos o
vítreos, por el contrario, las partículas que los constituyen carecen de una estructura ordenada.

Las sustancias sólidas pueden presentar algunas de las siguientes características: cohesión elevada, una
forma definida y memoria de forma, presentando fuerzas elásticas restitutivas, prácticamente son
incompresibles., resistentes a la fragmentación, baja o ninguna fluidez, Algunos de ellos subliman.

Al aumentar la temperatura de un sólido, va perdiendo su forma hasta desaparecer la estructura cristalina,


alcanzando el estado líquido. Los líquidos son fluidos y se adaptan a la forma de su contenedor. Aún hay una
cierta unión entre los átomos del cuerpo, aunque menos intensa que en los sólidos.

El estado líquido presenta las siguientes características: cohesión menor, mayor energía cinética, son fluidos
y carecen de forma fija y memoria de forma, se contraen con el frío (exceptuando el agua), posee fluidez a
través de pequeños orificios, puede presentar difusión, prácticamente son incompresibles.

Se denomina gaseoso al estado de agregación de la materia compuesto principalmente por moléculas no


unidas, expandidas y con poca fuerza de atracción, lo que hace que los gases no tengan volumen ni forma
definida, por lo que se pueden expandir libremente hasta llenar el recipiente que los contiene. Su densidad
es mucho menor que la de los líquidos y sólidos, y las fuerzas gravitatorias y de atracción entre sus moléculas
resultan insignificantes.

El estado gaseoso presenta los siguientes rasgos: cohesión casi nula, sin forma definida, volumen variable.

El plasma es un gas ionizado, es decir que los átomos que lo componen se han separado de algunos de sus
electrones. De esta forma el plasma es un estado parecido al gas, pero compuesto por aniones y cationes,
separados entre sí y libres, lo que lo hace un muy buen conductor de la electricidad. También son influidos
por los campos magnéticos.

- Unidades de medición. Escalas de temperatura. Uso de prefijos, conversión de unidades. Mol y número
de Avogadro; masa atómica y molar.
- Simbología de las reacciones químicas y balance de ecuaciones.

B1. Unidades de medición

Medir es comparar una magnitud con otra de la misma especie, elegida como patrón de comparación. Se
compara el patrón con el objeto o fenómeno cuya magnitud se desea medir para ver cuántas veces el patrón
está contenido en esa magnitud.

La medición directa se obtiene con un instrumento que compara la variable con el patrón. (estatura-huincha
métrica). La medición indirecta se usa cuando existen variables que no se pueden medir por comparación
directa; la magnitud buscada se estima midiendo una o más magnitudes diferentes, y se calcula la magnitud
buscada mediante cálculo a partir de la magnitud o magnitudes directamente medidas (altura de un edificio,
espejo)
Una unidad de medida es una cantidad estandarizada de una determinada magnitud física, definida y
adoptada por convención. Cualquier valor de una cantidad física puede expresarse como un múltiplo de la
unidad de medida. Si la unidad de medida toma su valor a partir de un patrón es una unidad básica; si lo
toma de otras unidades definidas previamente es una unidad derivada. Un conjunto de unidades de medida
en el que ninguna magnitud tenga más de una unidad asociada es denominado sistema de unidades.

El Sistema Internacional de Unidades es la forma actual del Sistema Métrico Decimal y establece las unidades
que deben ser utilizadas internacionalmente. En él se establecen 7 magnitudes fundamentales, con los
patrones para medirlas: Longitud (metro), Masa (kilogramo), Tiempo (segundo), Intensidad eléctrica
(amperio), Temperatura (grado Kelvin), Intensidad luminosa (candela), Cantidad de sustancia (mol). También
establece muchas magnitudes derivadas, que no necesitan de un patrón, por estar compuestas de
magnitudes fundamentales.

B2. Escalas de temperatura

La temperatura es una magnitud escalar relacionada con la energía interna de un sistema termodinámico,
específicamente, con la parte de la energía interna conocida como «energía cinética», que es la energía
asociada a los movimientos de las partículas del sistema, sea en un sentido traslacional, rotacional, o en
forma de vibraciones. A medida que sea mayor la energía cinética de un sistema, se observa que este se
encuentra más «caliente»; es decir, que su temperatura es mayor.

Numerosas propiedades fisicoquímicas de las sustancias varían en función de la temperatura a la que se


encuentren; por ejemplo, su estado (sólido, líquido, gaseoso, plasma), su volumen, la solubilidad, la presión
de vapor, su color o la conductividad eléctrica. Es uno de los factores que influyen en la velocidad a la que
ocurren las reacciones químicas.

La temperatura se mide con termómetros, los cuales pueden ser calibrados de acuerdo a una multitud de
escalas que dan lugar a unidades de medición de la temperatura. En el Sistema Internacional de Unidades, la
unidad de temperatura es el kelvin (K), y la escala correspondiente es la escala Kelvin o escala absoluta, que
asocia el valor «cero kelvin» (0 K) al «cero absoluto», y se gradúa con un tamaño igual al del grado Celsius.
Fuera del ámbito científico la más extendida es la escala Celsius y, en menor medida, la escala Fahrenheit.

Sensación térmica es un concepto distinto de la temperatura. La sensación térmica es el resultado de la


forma en que se percibe la temperatura de los objetos y/o el entorno, lo que no refleja fielmente la
temperatura real de dichos objetos y/o entorno.

La sensación térmica es un poco compleja de medir por distintos motivos:

 El cuerpo humano regula su temperatura para mantenerla constante (alrededor de 36,5 °C).
 El cuerpo humano produce calor constantemente, producto de la digestión de los alimentos. Ese
calor sirve para mantener la temperatura, y para ello debe disipar el sobrante en el ambiente.
 Si las condiciones del entorno hacen que las pérdidas sean iguales a la producción el cuerpo siente
bienestar térmico, si las pérdidas de calor superan a la producción, el cuerpo siente frío, si las
condiciones impiden que el calor sobrante se disipe, el cuerpo siente calor.
 Las pérdidas o ganancias dependen de varios factores, no solo de la temperatura seca del aire.
 Se produce intercambio por convección. El aire en contacto con la piel, se calienta y asciende, siendo
sustituido por aire más fresco, que a su vez se calienta. Si el aire es más caliente ocurre al revés.
 Por transmisión (conducción). La piel en contacto con cuerpos más fríos, cede calor. Si son más
calientes, recibe calor.
 Por radiación. La piel intercambia calor por radiación con el entorno: si la temperatura radiante
media del entorno es más fría que la de la piel, se enfría, en caso contrario, se calienta.
 Por evapotranspiración. Al evaporarse el sudor o la humedad de la piel o de las mucosas, se produce
una pérdida de calor siempre, debida al calor latente de evaporación del agua.

B3. Uso de prefijos. Conversión de unidades.

Los prefijos del Sistema Internacional se utilizan para nombrar a los múltiplos y submúltiplos de cualquier
unidad del SI, ya sean unidades básicas o derivadas. Estos prefijos se anteponen al nombre de la unidad para
indicar el múltiplo o submúltiplo decimal de la misma; del mismo modo, los símbolos de los prefijos se
anteponen a los símbolos de las unidades.

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