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TRABAJO DE INVESTIGACION.
CONTAMINACION ACUSTICA.
ALUMNA:
URDANIGO CEDEÑO JESSENIA ESTEFANIA
MATERIA:
GESTION AMBIENTAL II
DOCENTE:
ING. ARTURO PERERO ESPINOZA
CURSO:
DECIMO “A”
PERIODO:
SEPTIEMBRE 2018 -FEBRERO 2019
¿Qué es la contaminación acústica o auditiva?
Este tipo de contaminación acústica o auditiva es definida como aquella que se provoca
directamente por el exceso de sonido en determinada región.
Se sabe que el ruido no se acumula, ni tampoco se traslada o se mantiene a través del tiempo
como lo hacen las demás, simplemente es una contaminación inmediata que deja grandes
consecuencias en la calidad de vida de todas las personas y de todos los ambientes sino se
llega a controlar como es debido.
Así mismo, se van desprendiendo efectos no saludables para el funcionamiento auditivo, físico
y neurológico del ser humano y que se va agravando con el paso del tiempo sin que exista
alguna solución o reducción del medio donde se encuentre.
Por otra parte, la definición se relaciona de manera directa implicando al ruido como el único y
total contaminante que da lugar a consecuencias nocivas para grupos de personas en su
conjunto.
Antes de nombrar las importantes causas que generan contaminación sónica, es importante
recalcar que todas son producidas por el hombre, por lo cual es ideal la planificación con el fin
de evitarlas o reducirlas al mínimo en todo tipo de ambientes.
Tránsito automovilístico
El ruido provocado por los autos suele ser un tipo de sonido molesto y muy estruendoso en
todos los niveles, por lo que no suele pasar desapercibido en ningún contexto y para nadie.
Todas las ciudades, grandes y pequeñas tienen este tipo de fuente contaminante conllevando
a lo largo del tiempo a diferentes consecuencias.
No obstante, hay ciertos tipos de autos que al ser eléctricos no tienen mucho ruido que emitir,
pero también hay otros como los camiones o gandolas que sobrepasan el límite de ruidos
óptimos para el ambiente y eso superpone un número mayor de efectos desventajosos para
todos.
Tránsito aéreo
Las personas que están cerca de aeropuertos cada día, ya sea por viviendas o trabajos, van
teniendo más consecuencias en su salud auditiva y neurológica a diferencia de las que viven
más lejos.
El tránsito aéreo genera un gran ruido excesivo en todos los ambientes amplios afectando de
forma directa las comunidades de todos los alrededores por el sonido de las turbinas y
también por la velocidad que comprende el aire y que a su vez, va produciendo más sonido.
Construcciones
Esta es una de las construcciones de obras públicas que se presenta con énfasis ante la
contaminación acústica o auditiva, pues con cada uno de los elementos utilizados en la
construcción el ruido se hace máximo y las consecuencias emitidas en el ambiente también.
Con frecuencia, las máquinas, las grúas y los elementos de soldadura son los artefactos que
más ruido provocan en los entornos y con ello, más efectos negativos.
Sitios de entretenimiento
Los espacios destinados al entretenimiento de personas, tales como las discotecas y los bares
son los principales responsables generando un alto nivel de contaminación acústica o auditiva
ya que además de romper con la tranquilidad de las comunidades adyacentes, van
inmiscuyendo muchos efectos en contra de la salud auditiva de quienes acuden a este lugar
que por lo general, no tiene la suficiente amplitud.
Esta causa también es imprescindible para saber de dónde proviene la contaminación sónica.
Se da en aquellas urbanizaciones donde los vecinos suelen colocar música en volumen
estruendoso, así como también van dando gritos por doquier, a toda hora.
Todas estas situaciones son las responsables de la frecuente contaminación acústica que se
sufre en distintos ambientes y que va provocando alteraciones desde diferentes perspectivas.
Insomnio
Aquellas ciudades con una elevada actividad nocturna con bares, pubs o discotecas, sufren
más ruido por la noche. Este nivel de ruido nocturno puede producir problemas del sueño e
insomnio en los vecinos. El insomnio aumenta el riesgo de sufrir problemas de estrés,
ansiedad, falta de memoria, problemas del aprendizaje o problemas del sistema inmunológico.
Ya existen estudios que relacionan el nivel de ruido con el aumento de ingresos hospitalarios.
Problemas cardiovasculares
Se ha investigado que las personas expuestas de forma crónica a niveles de ruido por encima
de los 65 dB o de forma aguda a niveles entre 80-85 dB, pueden sufrir problemas cardíacos a
largo plazo. El motivo es que el organismo responde a estos elevados niveles de ruido
liberando hormonas que elevan la presión arterial, frecuencia cardíaca o vasoconstricción. Las
personas mayores son las más vulnerables.
Problemas auditivos
Las personas expuestas de forma crónica a estos niveles de ruido, tienen mayor riesgo de sufrir
lesiones en el oído. Son lesiones que van destruyendo las células auditivas poco a poco y
dañando la audición.
No solo el ser humano sufre la contaminación acústica, la vida salvaje se enfrenta a problemas
incluso mayores derivados de los elevados niveles de ruido, debido a que son mucho más
sensibles a ellos. Un problema añadido que tienen es que no pueden distinguir si la fuente de
ruido representa un peligro o no, por lo que, por ejemplo, los animales domésticos se vuelven
más agresivos con altos niveles de ruido. Además, los animales se pueden desorientar y sufrir
cambios graves en su comportamiento.
Otras especies que se comunican mediante llamadas, pueden ser incapaces de comunicarse de
esta forma y, como consecuencia, tener problemas para la reproducción. Otras que se
orientan por ondas de sonido, pueden desorientarse y ver afectados sus patrones de
migración, lo cual puede suceder tanto en aire y tierra como en el agua, como sucede a
delfines y todo tipo de ballenas cuando varan en las playas. En resumen, el ruido puede alterar
los patrones de sueño, migración, alimentación o apareamiento en la fauna.
Consecuencias de la contaminación acústica o auditiva
Efecto auditivo
Con el paso del tiempo, la contaminación acústica o auditiva ha ido generando una gran
cantidad de problemas de salud en quienes están alrededor de medios altamente
contaminantes. No solo por afectar la agudeza del oído, sino que también va creando
constantes molestias en lo que respecta al sentido de equilibrio que también lo aporta
este órgano sensorial.
Generalmente quienes están siempre cerca a lugares con industrias o fábricas de máxima
producción padecerán de estos problemas debido a los efectos que a la larga, esto va
dejando.
Efecto psicológico
Genera ansiedad, muchas veces por percibir la disminución del sentido de estabilidad
Disminuye tanto la libido, como el deseo de compartir con el entorno, puesto que solo
quieren descansar y salir de todo lo que implique un ruido en el exterior.
Efectos psicopatológicos
En ruidos de más de 60 dB, el organismo responde elevando la presión arterial,
produciendo dolores de cabeza intenso y con ello, dilatación de las pupilas
frecuentemente en cualquier ambiente. Induce el parpadeo acelerado así como también
va alterando la velocidad de la respiración y el pulso.
En ruidos de más de 85 dB, los efectos son la disminución de la secreción gástrica, además
de la elevación de colesterol y triglicéridos, asociándose así los riesgos de enfermedades
cardiovasculares. Inclusive se incrementa la glicemia teniendo una predisposición a la
diabetes si se establece en este ambiente con máxima frecuencia.
Los altos sonidos pueden generar una gran dificultad al momento de conciliar el sueño.
Igualmente, es un agente que despierta fácilmente a quienes ya están dormidos. Si bien es
cierto el sueño es uno de los procesos vitales del ser humano y como tal, hay que cumplirlo
durante cada día.
Efecto conductual
Los sonidos con muy altos decibeles son determinantes de alteraciones de la conducta,
que muchas veces puede ser momentánea, pero con la persistencia del sonido pueden
hacerse crónicas conllevando a la aparición de agresividad, irritabilidad y también
desinterés generando muchos cambios en las relaciones para con los demás.
Efecto en la memoria
Déficit de atención
Los altos sonidos que se perciben a diario van haciendo que la atención se disperse de lo
que se busca, ya sea en una tarea o una actividad especial, pues se va centrando el sonido
en justo lo que se está escuchando omitiendo lo del alrededor.
Existen varias medidas que podríamos tomar individualmente para reducir la contaminación
sonora, un problema que nos afecta a todos:
Evitar hacer ruidos excesivos o innecesarios tanto en nuestras actividades diarias como
en casa.
Evitar usar vehículos a motor siempre y cuando no sea imprescindible y priorizar el
transporte público o medios de transporte que no contaminan ni hacen apenas ruido,
como la bicicleta.
No hacer excesivo ruido durante los horarios de descanso de otras personas dentro de
la vivienda o bloque de pisos y no realizar actividades que puedan ser muy ruidosas a
altas horas de la noche.
No oír música o mirar televisión a volúmenes muy elevados, ya que pueden dañar
progresivamente nuestro propio oído y el de los demás.
No hacer uso excesivo de fuegos artificiales.
Usar tapones para los oídos.
Apagar los equipos electrónicos.
Evitar vivir en zonas cercanas a grandes fuentes de ruido como zonas industriales,
grandes obras o zonas céntricas con excesivo paso de vehículos.