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ALUMNO:

Genebroso tuesta, Billy

PROFESION:
Derecho y Ciencia Políticas

DOCENTE:
Santillan sanchez, gloria

CICLO:
IV

TEMA:
“Conferencia de naciones unidas sobre medio ambiente y desarrollo -
CNUMAD”

PUCALLPA – PERU

1
DEDICATORIA

Dedico este trabajo a mis padres que me apoyan en todo momento de mi


vida y a Dios que me da un día más de mi vida y que gracias a él no sería
nada

2
INTRODUCCION

En la mayor parte de los países de la Región la base de los recursos naturales


está gravemente afectada. La pobreza rural es general, siendo a la vez causa y
consecuencia del agotamiento de esos recursos y de la desnutrición. La
participación escasa de los actores de base, (pequeños productores,
trabajadores rurales, campesinos sin tierra, indígenas y otros grupos
postergados del agro) particularmente mujeres, en la gestión adecuada de las
actividades agropecuarias ha sido un factor limitante para conseguir la
producción agrícola sostenible.

Las diversas formas ancestrales de autogestión campesina vienen sufriendo


procesos de desintegración por falta de planificación y de servicios. En la
mayoría de los países de la Región la planificación de las actividades del sector
público agropecuario es vertical y centralizada (“de arriba hacia abajo”), con poca
participación de la población local y en especial de los sectores más pobres y de
las mujeres. Además falta capacitación tanto en funcionarios como en los propios
representantes de las organizaciones campesinas, situación que dificulta el
diálogo fluido entre Gobierno/ONG's/organizaciones campesinas.

No obstante el bajo nivel organizativo de los agricultores de la Región hay gran


variedad de grupos desde comunidades indígenas hasta consejos comunales,
sindicatos y cooperativas registradas. Asimismo existen organizaciones
productivas creadas por la reforma agraria, pero en general no pudieron
consolidarse como entes autónomos y estables.

Existen en los diversos países ONG's promocionales que actúan como


organismos autónomos intermediarios entre los gobiernos, las agencias
internacionales y las organizaciones de base en beneficio de la población rural
pobre, con un enfoque alternativo. Pero esas organizaciones suelen estar
descoordinadas y en competencia entre ellas, con problemas de falta de
capacitación y fallas en la evaluación y seguimiento de los proyectos.

La FAO desde sus orígenes viene preocupándose de la participación popular y


en diversas Conferencias, reuniones internacionales y otras actividades
desarrolla el marco internacional viable para promover dicha participación. La
Carta del Campesino (aprobada por la Conferencia Mundial de Reforma Agraria
y Desarrollo Rural (CMRADR) en 1979) destacó la importancia de emprender
proyectos de participación popular recomendando descentralizar el proceso de
adopción de decisiones.

El Plan de Acción sobre Participación Popular en el Desarrollo Rural (aprobado


por la Conferencia de la FAO en 1991) y el Programa 21 (firmado en la
Conferencia de Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo
(CNUMAD), Río de Janeiro, 1992), consideran a la participación popular como
un instrumento básico para alcanzar el desarrollo sostenible.

3
Dentro del Marco de Programas Cooperativos Internacionales para una
Agricultura y Desarrollo Rural Sostenibles, la FAO está trabajando
estrechamente con gobiernos y ONG's para alcanzar una colaboración y diálogo
tripartito entre Gobiernos, ONG's y organizaciones campesinas en la
planificación, ejecución, seguimiento y evaluación de actividades de desarrollo
agropecuario.

Para lograr esa colaboración y diálogo tripartito se recomienda, entre otras


medidas:

- la adopción de un marco juridico-institucional que permita la descentralización


de la planificación a nivel regional y local promoviendo la participación efectiva
de las organizaciones campesinas;

- la promoción de la organización de grupos rurales de base mediante actividad


conjunta de gobiernos locales (en distritos, comunas) y de ONG's promocionales
para fortalecer la capacidad del sector privado, particularmente de las
organizaciones campesinas en la gestión de los recursos naturales; y

- la prestación de asistencia técnica a las organizaciones campesinas para su


participación institucionalizada en una agricultura sostenible y

- la capacitación de funcionarios y representantes de las organizaciones


campesinas y ONGs;

- la promoción de redes de organizaciones campesinas, ONGs y otras


organizaciones rurales para fortalecer la participación popular en el desarrollo
agropecuario sostenible en la Región.

4
“Conferencia de naciones unidas sobre medio ambiente y
desarrollo - CNUMAD”

La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo


(CNUMAD), también conocida como la 'Cumbre para la Tierra', tuvo lugar en Río
de Janeiro, Brasil, del 3 al 14 de junio de 1992. Esta conferencia global,
celebrada durante el vigésimo aniversario de la primera Conferencia
Internacional sobre el Medio Humano (Estocolmo, 1972), reunió a políticos,
diplomáticos, científicos, periodistas y representantes de organizaciones no
gubernamentales (ONG) de 179 países, en un esfuerzo masivo por reconciliar el
impacto de las actividades socio-económicas humanas en el medio ambiente y
viceversa. Simultáneamente se celebró en Río de Janeiro el 'Foro Global de las
ONG', al que asistieron un gran número de representantes de las ONG para
explicar su propia visión del futuro estado medio ambiental y de desarrollo socio-
económico del mundo.

La Conferencia de Estocolmo de 1972 centraba la atención internacional en


temas medio ambientales, especialmente los relacionados con la degradación
ambiental y la 'contaminación transfronteriza'. Este último concepto era muy
importante, ya que señalaba el hecho de que la contaminación no reconoce los
límites políticos o geográficos y afecta a los países, regiones y pueblos más allá
de su punto de origen. Durante las décadas que siguieron a la Conferencia de
Estocolmo, este concepto se amplió para abarcar temas medio ambientales que
son de verdadero alcance transnacional y que requieren una acción conjunta de
todos los países y regiones del mundo para enfrentarse a ellos de un modo
efectivo. Estos problemas medio ambientales mundiales tan importantes
incluyen, por ejemplo, todo tipo de contaminación, el cambio climático, la
reducción de la capa de ozono, el uso y administración de los océanos y los
recursos de agua dulce, la deforestación excesiva, la desertificación y la
degradación de la tierra, los vertidos peligrosos y la disminución de la diversidad
biológica.

En los años que siguieron, también se reconoció que los problemas medio
ambientales regionales o locales, como la urbanización extensa, la
deforestación, la desertificación, y la escasez general de recursos naturales, se
pueden extender hasta el punto de tener graves repercusiones para la seguridad
internacional. Por ejemplo, socavan la base económica y la estructura social de
los países débiles y pobres, generan o exacerban las tensiones y los conflictos
sociales y estimulan un mayor movimiento de refugiados. De este modo, la
degradación ambiental en diversas partes del mundo desarrollado y en
desarrollo puede afectar a los intereses políticos, económicos y sociales del
mundo en su conjunto.

En la Cumbre para la Tierra de 1992 se reconoció internacionalmente el hecho


de que la protección del medio ambiente y la administración de los recursos
naturales deben integrarse en las cuestiones socio-económicas de pobreza y
subdesarrollo. Esta idea ha sido recogida en la definición del término 'desarrollo
sostenible' hecha por la Comisión Mundial del Medio Ambiente y del Desarrollo

5
(la Comisión Brundtland) en 1987 como 'el desarrollo que satisface las
necesidades del presente sin comprometer la habilidad de las generaciones
futuras para satisfacer sus propias necesidades'. Este concepto fue diseñado
para satisfacer los requisitos de los partidarios del desarrollo económico así
como los requisitos de los que están interesados principalmente en la
conservación medio ambiental.

Por eso, la Cumbre para la Tierra marcó un hito al centrar la atención mundial en
la idea, nueva en aquella época, de que los problemas medio ambientales del
planeta estaban íntimamente relacionados con las condiciones económicas y los
problemas de la justicia social. Demostró que las necesidades sociales, medio
ambientales y económicas deben equilibrarse unas a otras para obtener
resultados sostenibles a largo plazo. También demostró que si la gente es pobre,
y las economías nacionales son débiles, el medio ambiente se resiente; si se
abusa del medio ambiente y se consumen en exceso los recursos, la gente sufre
y las economías se debilitan. La conferencia también señaló que las acciones o
decisiones locales más insignificantes, buenas o malas, tienen repercusiones
potenciales a escala mundial.

La reunión de Río de Janeiro señaló que los diferentes factores sociales,


económicos y medio ambientales son interdependientes y cambian
simultáneamente. También definió los elementos críticos de cambio y demostró
que el éxito en una zona requiere acción en las demás zonas para que este éxito
se prolongue en el tiempo. El objetivo principal de la Cumbre fue introducir un
programa extenso y un plan nuevo para la acción internacional en temas de
medio ambiente y de desarrollo que ayudarían a guiar la cooperación
internacional y el desarrollo de programas en el próximo siglo.

CNUMAD definió el concepto de desarrollo sostenible como un objetivo factible


en todo el mundo, ya fuese a escala local, nacional, regional o internacional.
Reconocía que la integración y el equilibrio de los intereses económicos, sociales
y medio ambientales a la hora de satisfacer nuestras necesidades es vital para
preservar la vida en el planeta, y que dicho enfoque integrado se puede alcanzar
si unimos nuestra inteligencia y nuestro talento. También reconocía que para
conseguir este tipo de integración y equilibrio entre las dimensiones económica,
social y medio ambiental se necesitarían nuevas perspectivas de cómo
producimos, cómo consumimos, cómo vivimos, cómo trabajamos, cómo nos
relacionamos y cómo tomamos decisiones. El concepto fue revolucionario y,
como toda idea original, desencadenó un acalorado debate entre los gobiernos,
y entre éstos y sus ciudadanos sobre cómo conseguir la sostenibilidad.

Unos de los logros más importantes de CNUMAD fue el Programa 21 *, un


programa de acciones minucioso y amplio que exigía nuevas formas de invertir
en nuestro futuro para poder alcanzar el desarrollo sostenible en el siglo XXI.
Sus recomendaciones iban desde nuevos métodos educativos, hasta nuevas
formas de preservar los recursos naturales, pasando por nuevos caminos para
participar en el diseño de una economía sostenible. La pretensión global del
Programa 21 era impresionante, ya que su objetivo era nada menos que crear
un mundo seguro y justo en la que toda existencia fuese digna y plena.

6
Otros resultados de CNUMAD:

La Declaración de Río *: conjunto de 27 principios universalmente aplicables


para ayudar a guiar la acción internacional basándose en la responsabilidad
medio ambiental y económica.

- La Convención Marco sobre el Cambio Climático *: acuerdo legalmente


vinculante, firmado por 154 gobiernos en la Cumbre en Río, cuyo objetivo
principal es la 'estabilización de las concentraciones de gases invernadero en la
atmósfera a un nivel que prevendría la peligrosa interferencia antropogénica
(causada por el hombre) con el sistema climático'

- El Convenio sobre Diversidad Biológica (CDB): acuerdo legalmente vinculante,


que hasta la fecha ha sido firmado por 168 países. Representa un paso
importantísimo hacia la conservación de la diversidad biológica, del uso
sostenible de sus componentes y del reparto justo y equitativo de los beneficios
derivados del uso de recursos genéticos.

- La Declaración de Principios Forestales *: conjunto de 15 principios no


vinculantes, que rigen la política nacional e internacional para la protección, la
administración y el uso más sostenibles de los recursos forestales mundiales.
Estos principios son muy importantes ya que representan el primer y principal
consenso internacional sobre un mejor uso y conservación de todo tipo de
bosques.

Declaración de Río sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo

La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el


Desarrollo,Habiéndose reunido en Río de Janeiro del 3 al 14 de junio de 1992,
Reafirmando la Declaración de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el
Medio Humano, aprobada en Estocolmo el 16 de junio de 1972, y tratando de
basarse en ella, Con el objetivo de establecer una alianza mundial nueva y
equitativa mediante la creación de nuevos niveles de cooperación entre los
Estados, los sectores claves de las sociedades y las personas.

Procurando alcanzar acuerdos internacionales en los que se respeten los


intereses de todos y se proteja la integridad del sistema ambiental y de
desarrollo mundial, Reconociendo la naturaleza integral e interdependiente de
la Tierra, nuestro hogar,

7
Proclama que:

PRINCIPIO 1

Los seres humanos constituyen el centro de las preocupaciones relacionadas


con el desarrollo sostenible. Tienen derecho a una vida saludable y productiva
en armonía con la naturaleza.

PRINCIPIO 2

De conformidad con la Carta de las Naciones Unidas y los principios del


derecho internacional, los Estados tienen el derecho soberano de aprovechar
sus propios recursos según sus propias políticas ambientales y de desarrollo, y
la responsabilidad de velar por que las actividades realizadas dentro de su
jurisdicción o bajo su control no causen daños al medio ambiente de otros
Estados o de zonas que estén fuera de los límites de la jurisdicción nacional.

PRINCIPIO 3

El derecho al desarrollo debe ejercerse en forma tal que responda


equitativamente a las necesidades de desarrollo y ambientales de las
generaciones presentes y futuras.

PRINCIPIO 4

A fin de alcanzar el desarrollo sostenible, la protección del medio ambiente


deberá constituir parte integrante del proceso de desarrollo y no podrá
considerarse en forma aislada.

PRINCIPIO 5

Todos los Estados y todas las personas deberán cooperar en la tarea esencial
de erradicar la pobreza como requisito indispensable del desarrollo sostenible,
a fin de reducir las disparidades en los niveles de vida y responder mejor a las
necesidades de la mayoría de los pueblos del mundo.

PRINCIPIO 6

Se deberá dar especial prioridad a la situación y las necesidades especiales de


los países en desarrollo, en particular los países menos adelantados y los más
vulnerables desde el punto de vista ambiental. En las medidas internacionales
que se adopten con respecto al medio ambiente y al desarrollo también se
deberían tener en cuenta los intereses y las necesidades de todos los países.

PRINCIPIO 7

Los Estados deberán cooperar con espíritu de solidaridad mundial para


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conservar, proteger y restablecer la salud y la integridad del ecosistema de la
Tierra. En vista de que han contribuido en distinta medida a la degradación del
medio ambiente mundial, los Estados tienen responsabilidades comunes pero
diferenciadas. Los países desarrollados reconocen la responsabilidad que les
cabe en la búsqueda internacional del desarrollo sostenible, en vista de las
presiones que sus sociedades ejercen en el medio ambiente mundial y de las
tecnologías y los recursos financieros de que disponen.

PRINCIPIO 8

Para alcanzar el desarrollo sostenible y una mejor calidad de vida para todas
las personas, los Estados deberían reducir y eliminar las modalidades de
producción y consumo insostenibles y fomentar políticas demográficas
apropiadas.

PRINCIPIO 9

Los Estados deberían cooperar en el fortalecimiento de su propia capacidad de


lograr el desarrollo sostenible, aumentando el saber científico mediante el
intercambio de conocimientos científicos y tecnológicos, e intensificando el
desarrollo, la adaptación, la difusión y la transferencia de tecnologías, entre
estas, tecnologías nuevas e innovadoras.

PRINCIPIO 10

El mejor modo de tratar las cuestiones ambientales es con la participación de


todos los ciudadanos interesados, en el nivel que corresponda. En el plano
nacional, toda persona deberá tener acceso adecuado a la información sobre el
medio ambiente de que dispongan las autoridades públicas, incluida la
información sobre los materiales y las actividades que encierran peligro en sus
comunidades, así como la oportunidad de participar en los procesos de
adopción de decisiones. Los Estados deberán facilitar y fomentar la
sensibilización y la participación de la población poniendo la información a
disposición de todos. Deberá proporcionarse acceso efectivo a los
procedimientos judiciales y administrativos, entre éstos el resarcimiento de
daños y los recursos pertinentes.

PRINCIPIO 11

Los Estados deberán promulgar leyes eficaces sobre el medio ambiente. Las
normas, los objetivos de ordenación y las prioridades ambientales deberían
reflejar el contexto ambiental y de desarrollo al que se aplican. Las normas
aplicadas por algunos países pueden resultar inadecuadas y representar un
costo social y económico injustificado para otros países, en particular los
países en desarrollo.

PRINCIPIO 12
9
Los Estados deberían cooperar en la promoción de un sistema económico
internacional favorable y abierto que llevara al crecimiento económico y el
desarrollo sostenible de todos los países, a fin de abordar en mejor forma los
problemas de la degradación ambiental. Las medidas de política comercial con
fines ambientales no deberían constituir un medio de discriminación arbitraria o
injustificable ni una restricción velada del comercio internacional. Se debería
evitar tomar medidas unilaterales para solucionar los problemas ambientales
que se producen fuera de la jurisdicción del país importador. Las medidas
destinadas a tratar los problemas ambientales transfronterizos o mundiales
deberían, en la medida de lo posible, basarse en un consenso internacional.

PRINCIPIO 13

Los Estados deberán desarrollar la legislación nacional relativa a la


responsabilidad y la indemnización respecto de las víctimas de la
contaminación y otros daños ambientales. Los Estados deberán cooperar
asimismo de manera expedita y más decidida en la elaboración de nuevas
leyes internacionales sobre responsabilidad e indemnización por los efectos
adversos de los daños ambientales causados por las actividades realizadas
dentro de su jurisdicción, o bajo su control, en zonas situadas fuera de su
jurisdicción.

PRINCIPIO 14

Los Estados deberían cooperar efectivamente para desalentar o evitar la


reubicación y la transferencia a otros Estados de cualesquiera actividades y
sustancias que causen degradación ambiental grave o se consideren nocivas
para la salud humana.

PRINCIPIO 15

Con el fin de proteger el medio ambiente, los Estados deberán aplicar


ampliamente el criterio de precaución conforme a sus capacidades. Cuando
haya peligro de daño grave o irreversible, la falta de certeza científica absoluta
no deberá utilizarse como razón para postergar la adopción de medidas
eficaces en función de los costos para impedir la degradación del medio
ambiente.

PRINCIPIO 16

Las autoridades nacionales deberían procurar fomentar la internalización de los


costos ambientales y el uso de instrumentos económicos, teniendo en cuenta el
criterio de que el que contamina debe, en PRINCIPIO, cargar con los costos de
la contaminación, teniendo debidamente en cuenta el interés público y sin
distorsionar el comercio ni las inversiones internacionales.

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PRINCIPIO 17

Deberá emprenderse una evaluación del impacto ambiental, en calidad de


instrumento nacional, respecto de cualquier actividad propuesta que
probablemente haya de producir un impacto negativo considerable en el medio
ambiente y que este sujeta a la decisión de una autoridad nacional
competente.

PRINCIPIO 18

Los Estados deberán notificar inmediatamente a otros Estados de los desastres


naturales u otras situaciones de emergencia que puedan producir efectos
nocivos súbitos en el medio ambiente de esos Estados. La comunidad
internacional deberá hacer todo lo posible por ayudar a los Estados que
resulten afectados.

PRINCIPIO 19

Los Estados deberán proporcionar la información pertinente y notificar


previamente y en forma oportuna a los Estados que posiblemente resulten
afectados por actividades que puedan tener considerables efectos ambientales
transfronterizos adversos, y deberán celebrar consultas con esos Estados en
una fecha temprana y de buena fe.

PRINCIPIO 20

Las mujeres desempeñan un papel fundamental en la ordenación del medio


ambiente y en el desarrollo. Es, por tanto, imprescindible contar con su plena
participación para lograr el desarrollo sostenible.

PRINCIPIO 21

Debería movilizarse la creatividad, los ideales y el valor de los jóvenes del


mundo para forjar una alianza mundial orientada a lograr el desarrollo
sostenible y asegurar un mejor futuro para todos.

PRINCIPIO 22

Las poblaciones indígenas y sus comunidades, así como otras comunidades


locales, desempeñan un papel fundamental en la ordenación del medio
ambiente y en el desarrollo debido a sus conocimientos y prácticas
tradicionales. Los Estados deberían reconocer y apoyar debidamente su
identidad, cultura e intereses y hacer posible su participación efectiva en el
logro del desarrollo sostenible.

PRINCIPIO 23

11
Deben protegerse el medio ambiente y los recursos naturales de los pueblos
sometidos a opresión, dominación y ocupación.

PRINCIPIO 24

La guerra es, por definición, enemiga del desarrollo sostenible. En


consecuencia, los Estados deberán respetar las disposiciones de derecho
internacional que protegen al medio ambiente en épocas de conflicto armado, y
cooperar en su ulterior desarrollo, según sea necesario.

PRINCIPIO 25

La paz, el desarrollo y la protección del medio ambiente son interdependientes


e inseparables.

PRINCIPIO 26

Los Estados deberán resolver pacíficamente todas sus controversias sobre el


medio ambiente por medios que corresponda con arreglo a la Carta de las
Naciones Unidas.

PRINCIPIO 27

Los Estados y las personas deberán cooperar de buena fe y con espíritu de


solidaridad en la aplicación de los principios consagrados en esta Declaración y
en el ulterior desarrollo del derecho internacional en la esfera del desarrollo
sostenible.

12
CONCLUSION

La participación campesina fue uno de los temas centrales de la estrategia de


desarrollo trazada por la Conferencia Mundial sobre Reforma Agraria y
Desarrollo Rural (CMRADR) celebrada en Roma en 1979. La Declaración de
Principios y Programa de Acción (Carta del Campesino), aprobada en el evento,
subrayó la importancia de emprender proyectos en que la participación de la
población juegue un papel estratégico significativo en los esfuerzos de desarrollo
rural, recomendando descentralizar el proceso de adopción de decisiones. La
CMRADR indicó la relación entre participación, redistribución del poder
económico y político en favor de los campesinos y sectores marginados y
erradicación de la pobreza rural (44).

A pesar de que el crecimiento con equidad, la participación popular y la


sostenibilidad son postulados que están presentes en Latinoamérica, el análisis
empírico arroja un resultado desalentador. Ningún país de la Región logró el
crecimiento económico con niveles aceptables de equidad social. La crisis de los
años 80 y los programas de ajuste estructural provocaron el estancamiento
económico y la pobreza, especialmente en el sector rural.

Conforme a los datos de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL)


la magnitud de la pobreza en los hogares rurales en 1990 llegó al 53% y dentro
de ese porcentaje un 30% correspondió a indigentes, es decir a aquellos cuyos
ingresos son inferiores al costo de una canasta básica de alimentos (4 y 5).

La pequeña agricultura, que ocupa un 20% del total de las tierras incorporadas
al agro en América Latina, contribuyendo con sus propias semillas y tecnologías
y trabajando en las peores tierras, produce una parte importante de los alimentos
que se consumen en la Región. A mediados de la década de los años 70, el 41%
de la producción agrícola destinada al consumo interno estaba realizada por los
pequeños agricultores que producían, además, un 32% de los bienes agrícolas
exportables (28). Esto ocurre claramente en los ecosistemas frágiles de la
Región, hacia donde han quedado relegados los pobres, particularmente
mujeres (minifundistas, campesinos marginales, trabajadores agrícolas sin tierra,
trabajadores de las plantaciones, pequeños pescadores) en su lucha por la
subsistencia.

La pobreza generalizada en el sector, es muchas veces causa pero también


consecuencia del agotamiento de los recursos naturales y de la desnutrición. El
Plan de Acción para la Nutrición, aprobado por la Conferencia Internacional
sobre Nutrición, celebrada en Roma en 1992, señala la necesidad de emplear
medidas sostenibles para asegurar el suministro de alimentos suficientes e
inocuos sin poner en peligro la satisfacción de las necesidades de las
generaciones futuras (26).

La FAO ha definido la sostenibilidad como “la ordenación y conservación de la


base de recursos naturales y la orientación del cambio tecnológico e institucional
de tal manera que se asegure la continua satisfacción de las necesidades

13
humanas para las generaciones presentes y futuras. Este desarrollo viable (en
los sectores agrícola, forestal y pesquero) conserva la tierra, el agua y los
recursos genéticos vegetales y animales, no degrada el ambiente y es
técnicamente apropiado, económicamente viable y socialmente aceptable” (26).

En la mayor parte de los países de la Región la base de los recursos naturales


está gravemente afectada, se extiende la frontera agrícola en detrimento de los
bosques, se avanza hacia tierras marginales y ambientes frágiles y se destruye
la biodiversidad en animales y plantas.

Los intentos de controlar los procesos de deforestación, desertificación, erosión


de los suelos, manipulación genética animal y vegetal, etc. sólo darán resultado
cuando los usuarios de los recursos estén debidamente informados y
capacitados tomando conciencia del problema y asumiendo ellos mismos la
responsabilidad que les compete. El problema es cómo organizar a quienes son
usuarios en mayor cantidad de los recursos naturales, limitados y en deterioro.

La participación de los campesinos es un factor vital para el éxito de la


conservación y rehabilitación ambiental, porque ellos poseen habilidades,
conocimientos técnicos y capacidad organizativa para manejar los recursos
naturales lo que les ha permitido vivir durante milenios. El apoyo a la
preservación de los valores indígenas que promueven la diversidad biológica es
fundamental (27).

Pero las formas económicas ancestrales y variadas de autogestión de los


campesinos vienen sufriendo procesos de desintegración por falta de
planificación y de servicios. La participación escasa de los actores de base
(pequeños productores, trabajadores rurales y otros grupos postergados del
agro) en lo relacionado con sus actividades y servicios, ha sido un factor limitante
para el logro de una agricultura y desarrollo rural sostenibles (ADRS).

En la mayoría de los países latinoamericanos la planificación de las actividades


en el sector público agropecuario es notablemente vertical y centralizada, con
sistemas de gobiernos locales que entregan los servicios conforme a estrategias
de desarrollo de “arriba hacia abajo”, con escasa participación de la población
local y en especial de los más pobres. En ese contexto surge la necesidad de
reformular las actuaciones de los gobiernos mediante políticas de
descentralización agraria, y en régimen de participación, esenciales para
determinar las necesidades de la población y garantizar una mayor asignación
de los recursos productivos en forma sostenible.

La descentralización de la toma de decisiones y financiamiento al gobierno local,


el establecimiento de mecanismos para crear una red entre Gobiernos,
organizaciones no gubernamentales (ONG's) y organizaciones de la población
rural y la creación y apoyo a organizaciones “guardianes” para el seguimiento de
las actividades de ADRS, estimulan las iniciativas y la participación a nivel local.

Las consultas gubernamentales regionales de seguimiento de la CMRADR,


reiteran el papel importante que juegan las organizaciones campesinas de base
y las ONG's en la solución de los graves problemas de pobreza en la Región y

14
la necesidad de aplicar metodologías participatorias que tomen en consideración
las necesidades de hombres y mujeres rurales para la formulación, seguimiento
y evaluación de políticas, programas y proyectos de desarrollo.

El Comité de Agricultura (COAG) y el Consejo de la FAO, a pedido de los


gobiernos miembros y del grupo de ONG's internacionales con sede en Roma,
examinaron en 1989 el problema de la participación popular y sus implicancias
para las actividades de desarrollo rural de la FAO y sugirieron la elaboración de
un plan de acción.

Desde la adopción en forma unánime del Plan de Acción sobre Participación


Popular en el Desarrollo Rural en 1991 por la Conferencia de la FAO, se destaca
la necesidad de intensificar la cooperación entre los gobiernos, la FAO y las
ONG's para fomentar organizaciones de base voluntarias, autónomas y
democráticas de la población rural (33) asistiendo a tal fin, en la elaboración y
aplicación de métodos y mecanismos prácticos de planificación agraria
descentralizada.

El Plan destaca la importancia de la participación como instrumento básico para


alcanzar el desarrollo sostenible y establece que la participación a través de
organizaciones se realiza a nivel local mediante ONG's de desarrollo que ayudan
al mejoramiento de las condiciones económicas y sociales de la población rural,
especialmente pobre (15).

Como lo señalan la FAO y otras agencias, incluyendo muchas ONG's, los


problemas de sostenibilidad deben resolverse con la actividad central y regional
así como con los esfuerzos locales, mediante las percepciones conjuntas de los
agricultores en lo ecológico, económico, social y cultural. El COAG en 1993,
expresó que la experiencia de la FAO enseña que la mejor manera de asegurar
la participación plena de la población rural pobre es hacerla intervenir mediante
estructuras sociales que estén bajo su propio control, que defiendan sus
intereses y que permitan que dicha población lleve a la práctica todas sus
posibilidades (14).

La participación campesina es un componente importante del Marco de


Programas Cooperativos Internacionales para una Agricultura y un Desarrollo
Rural Sostenibles (MPCI/ADRS), aprobado por la Conferencia de la FAO en
1991. Este marco se basa en la Declaración y Plan de Acción de Den Bosch, de
1991, que se refiere a la necesidad de acelerar el desarrollo de organizaciones
rurales, la participación de las comunidades locales en el proceso de la ADRS
con actividades complementadas con la prestación de servicios por ONG's y
gobiernos (27).

El Programa 21 (Plan General de Acción no vinculante firmado por más de 180


países en la Conferencia de Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo
(CNUMAD), celebrada en Rio de Janeiro en 1992) contiene 115 áreas de
programas para promover el desarrollo sostenible en el siglo XXI. Varios
capítulos del documento tratan sobre la participación de los grupos
desfavorecidos de la población rural (pequeños agricultores, mujeres, indígenas,

15
trabajadores rurales, etc.) y de la necesidad de fortalecer su participación y la de
las ONG's para el fomento de la ADRS (52).

El presente documento, elaborado en el contexto del Plan de Acción sobre


Participación Popular en el desarrollo Rural, estudia el problema de la
participación campesina en América Latina y su importancia para el logro de una
agricultura sostenible. Es producto del análisis de experiencias de la FAO en el
trabajo con organizaciones o grupos de auto ayuda a los campesinos pobres y
marginados. Trata sobre la acción de las organizaciones campesinas de base y
de las ONG's dedicadas al desarrolo rural en la Región, sus posibilidades y
obstáculos para emprender el diálogo con los gobiernos y las agencias
internacionales.

El estudio, basado en datos obtenidos de publicaciones, documentos e informes


que se incluyen en la bibliografía, se dirige al personal técnico de la FAO,
funcionarios de Gobiernos, personal de ONG's, agentes multilaterales de
desarrollo y otros organismos o personas que trabajan en temas de desarrollo
rural en los aspectos relacionados con organizaciones populares, cooperativas
y otras organizaciones de autoayuda al pobre rural. Se espera que apoye el
intercambio de experiencias y contribuya a identificar mecanismos de desarrollo
rural participatorio para el desarrollo sostenible en la región.

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