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ENSAYO SOBRE CIEN AÑOS DE SOLEDAD

GERARDO ANDRES URECHE BRITO

Profesora:
ANA ZAHER

UNIVERSIDAD AUTONOMA DEL CARIBE


FACULTAD DE SISEÑO GRAFICO
LENGUAJE Y COMUNICACIÓN
BARRANQUILLA – COLOMBIA
2017
INTRODUCCION

El presente trabajo es de tipo ensayístico, ya que plantea una serie de ideas y


opiniones a partir de un texto escrito como lo es la novela “Cien Años de
Soledad” del escritor Colombiano Gabriel García Márquez y las relaciones que
tienen las mujeres en el libro consigo mismas, con otras mujeres e incluso con
otros hombres, ya sea cual sea la relación social o afectiva que mantengan con
cada uno de ellos, analizando los manejos de tipo sexual evidenciados en la
novela y la forma como estos van moldeando a los personajes.

Para ese motivo se analizaron las relaciones de tres personajes:

 Úrsula Iguaran de Buendía.


 Amaranta Buendía Iguaran.
 Rebeca Ulloa Montiel o Rebeca Buendía.
ENSAYO CIEN AÑOS DE SOLEDAD

No es fácil iniciar un ensayo sobre una obra tan estudiada como lo es “CIEN
AÑOS DE SOLEDAD” de Gabriel García Márquez, pero intentare hacerlo desde el
punto de vista del manejo de las relaciones de las mujeres consigo mismas y con
los otros personajes, ya sean estos hombres o mujeres.

Comenzare diciendo que en su obra Gabriel García Márquez tiene influencias de


todos y cada uno de los autores que leyó previamente, porque como dijo Jorge
Luis Borges en su libro :”Somos lo que somos por lo que leemos” y esa es una
gran verdad, pues al momento de leer asumimos como nuestros todos y cada uno
de los conceptos e historias que podamos leer y en ese orden de ideas cada una
de las historias las interiorizamos e interpretamos cada uno de acuerdo al bagaje
social, educativo y cultural que tenga y desde ese punto de vista pasamos a decir
en cierta medida lo que dijo Isaac Newton: “No soy un genio, estoy parado sobre
la espalda de gigantes”, todo esto con el fin de reconocer la importancia de las
investigaciones previas y de la apropiación hecha por el mismo Newton de las
ideas y conceptos previamente estudiados, afín de mejorarlos y agregarles algo
más en la medida de sus observaciones personales. Eso básicamente es lo que
hacemos los seres humanos con todas y cada una de las cosas que leemos y
estudiamos.

Las influencias más importantes de Gabriel García Márquez en su obra “Cien


Años de Soledad”, está en toda la información acaparada d los grandes novelistas
del mundo que según sus propias palabras logro leer para poder tener el bagaje y
la sabiduría en cuanto a la novelística, el arte de novelar o de escribir una novela.
Según Literatus, una página en internet; http://www.literautas.com/es/blog/post-
7853/como-escribir-una-novela-paso-a-paso/ este link nos habla acerca de todos y
cada uno de los pasos que deba seguir una persona que desee alguna vez en su
vida escribir una novela y son:

1. Idea principal. Intento definir en una o dos frases lo que me gustaría contar
con esa historia. Esto puede cambiar más adelante, pero me ayuda como
punto de partida.
2. Resumen breve de la idea.
3. Resumen de las características. Por ejemplo, la época en la que ocurre, el
tono, el lugar donde se desarrolla, etc. En este momento empiezo a darme
cuenta de cuánto necesitaré investigar para la obra.
4. Resumen más largo de la trama principal. Esto puede llevarme al menos un
par de semanas, pero me dedico a ir desarrollando la trama principal en lo que
acaban siendo una o dos hojas. Elaboro una lista con todos los pasos que
tendrán que ir sucediendo para llegar desde el principio hasta los posibles
finales (tener varios finales alternativos, además de mantenernos intrigados
mientras la escribimos, nos ayuda a que el final no resulte previsible para el
lector) y luego voy creando el resumen.
5. Personajes y subtramas. A partir del punto cuatro, creo las fichas de
personaje, me documento si es necesario, creo las subtramas y sus
resúmenes, etc.
6. Documentación. Una vez que está construida la historia grosso modo,
empieza la fase fuerte de la documentación o investigación (aunque puede que
ya haya tenido que recurrir a ella en alguno de los puntos anteriores).

Obviamente, esta fase de la preescritura puede hacer que descubramos cosas


nuevas que afecten a la trama y a los personajes, así que es posible que haya
que rehacer alguno de los elementos ya creados. Pero esa es la parte
interesante de construir una obra de ficción. Sabes cómo empiezas, pero
nunca cómo acabas.

7. Estructura. Cuando ya tengo la historia definitiva, paso a la siguiente fase y


escribo paso a paso una lista de los capítulos o escenas que tendrá la historia,
resumiendo lo que pasa en cada uno de ellos con unas dos o tres frases. Nada
muy extenso, pero es el momento de decidir qué partes dejas dentro y qué
partes se quedan fuera.

Aunque suena a algo muy cerrado, no lo es en absoluto. Sé que durante la


escritura tendré que alterar algunas de estas escenas porque no funcionan
como pensaba o porque hay una forma mejor de pensarlo. Esta estructura es
solo un borrador, un punto de partida para orientarme.

8. Primer borrador. Con todo el material en la mano, cuando ya me siento


convencida y creo que funciona, me lanzo a la aventura del primer borrador. Lo
que pasa a partir de ahí, depende de cada escritor y de cada historia.

Gabriel García Márquez para escribir “Cien Años de Soledad” las siguió una a una,
a tal punto que según cuenta el mismo en su libro “Vivir para Contarlo” en su casa
en un overol como si fuese un obrero bajaba todas las mañanas a escribir desde
las 8:00 AM hasta las 3:00 PM, acompañado de su máquina de escribir, una
resma de papel, cigarrillos y una jarra de café negro que era todo lo que
necesitaba para poder escribir. En ese momento ya había aprendido la técnica de
cómo hacerlo y lo hacía en una forma diferente a como al principio, según el
mismo lo cuenta en García Márquez habla de García Márquez y anotado en la
edición Contracara de Editorial Norma que en la parte de Cruz en la página 30
dice al texto:

 “Al principio escribía siempre de noche, acostumbrado como estaba a mi


oficio de periodista, y no lo sabía hacer a otra hora. Me quedaba en la
Redacción después que cerraba la edición y la gente se marchaba, y al
compás de los teletipos me ponía a escribir, y cuando el teclear de la
maquina cesaba, me quedaba en blanco, como si me hubieran arrancado el
cerebro. Cuando ya no fui más periodista, me costó un enorme esfuerzo a
prender a escribir de día” más adelante en la misma página empieza a
contar como fue que aprendió a escribir de día: “Te decía que tuve que
aprender a escribir de día. Entonces me sentaba en la maquina aunque no
tuviera nada que escribir” y así poco a poco aprendió a escribir de día, en
las horas anteriormente mencionadas. Traigo todo esto a colación debido a
que es importante conocer, no solo el fondo, las motivaciones y lo que se
quiso decir, sino la forma como lo pudo hacer el escritor.

Se dijo inicialmente que el ensayo trataría acerca de las relaciones de las mujeres
consigo mismas y con los otros, para eso empezare con la protagonista y
personaje principal de la obra “Cien Años de Soledad”:

Úrsula Iguaran, esposa de Aureliano Buendía, que conjuntamente con el


empezaron a formar la gran familia y en la búsqueda de un lugar mejor y diferente
para vivir y procrear a sus hijos, llegaron a Macondo, sitio en el que básicamente
se desarrolla toda la historia.

Entrando en materia más directa hablemos acerca de Úrsula Aguaran y su familia,


el bisabuelo comerciante Aragonés de cepa viviendo en Riohacha, luego del
ataque de sir Francis Drake, su esposa se sienta en un fogón encendido y se
quema los genitales y no hace cumple con sus deberes conyugales por el resto de
su vida, además se retrae de la sociedad, tal y como lo dice el libro Cien Años de
Soledad, Editorial Norma pagina 27:

 “Cuando el pirata Francis Drake asalto a Riohacha, en el siglo XVI, la


bisabuela de Úrsula Iguaran se asustó tanto con el toque de rebato y el
estampido de los cañones, que perdió el control de los nervios y se sentó
en un fogón encendido. Las quemaduras la dejaron convertida en una
esposa inútil para toda la vida…Su marido, un comerciante aragonés con
quien tenía dos hijos”.

Esto nos habla de algo que va a pasar de generación en generación hasta llegar a
Úrsula Iguaran, hasta que llegado el momento de casarse en la página 28:

 “Así que se casaron con una fiesta de banda y cohetes que duro tres días.
Hubieran sido felices desde entonces si la madre de Úrsula no la hubiera
aterrorizado con toda clase de siniestros pronósticos sobre su
descendencia, hasta el extremo de conseguir que rehusara consumar el
matrimonio”,

La madre traspasa los conocimientos y sus formas de ver el mundo que le


transmitió su bisabuela, su abuela y su madre a su propia hija.

Tal y como lo dice Álvarez Bermúdez et al. Manual de Prevención de Violencia


Intrafamiliar.Mexico.Trillas, pagina 29:

 ”La violencia intrafamiliar o doméstica se define como un conjunto de


actitudes o de comportamientos abusivos de un miembro de la familia, que
tiene como objetivo controlar a otro, de manera que este actué bajo sus
deseos…Todas las formas de violencia intrafamiliar tienen un punto en
común: constituyen un abuso de poder y de confianza”.

La madre abusa de su hija y ese acto de violencia intrafamiliar da como resultado


la extensión de la cadena de abusos que la misma Úrsula Iguaran le hace a su
esposo, hijos, nietos, sobrinos y cuanta persona se aparezca en su camino.
Trayendo como resultado, primeramente lo que dice la obra “Cien Años de
Soledad, Bogota, Norma, 1997, pagina 29:

 “Temiendo que el corpulento y voluntarioso marido la violara dormida,


Úrsula se ponía antes de acostarse un pantalón rudimentario que su madre
le fabrico con lona de velero y reforzado con un sistema de correas
entrecruzadas que se cerraba por delante con una gruesa hebilla de hierro.
Así estuvieron varios meses“.

El esposo de Úrsula Iguaran, José Arcadio Buendía, fue la primera persona


marcada por el abuso ejercido por su esposa al no permitirle consumar el
matrimonio, ejerciendo la mayor de las violencias intrafamiliares que pudieran
darse, el negarse al cumplimiento de los deberes conyugales, el goce del placer
sexual, ya que según decía la madre de Úrsula le tenía miedo al incesto:

 “Eran primos entre sí. Habían crecido juntos en la antigua ranchería que los
antepasados de ambos transformaron con su trabajo y sus buenas
costumbres en uno de los mejores de la provincia. Aunque su matrimonio
era previsible desde que vinieron al mundo, cuando ellos expresaron su
decisión de casarse sus propios parientes trataron de impedirlo. Tenían el
temor de que aquellos saludables cabos de las dos razas secularmente
entrecruzadas pasaran por la vergüenza de engendrar iguanas… Ya existía
un precedente tremendo. Una tía de Úrsula, casada con un tío de José
Arcadio Buendía, tuvo un hijo que paso toda la vida con unos pantalones
englobados y flojos, y que murió desangrado después de haber vivido
cuarenta y dos años en el más puro estado de virginidad, porque nació y
creció con una cola cartilaginosa en forma de tirabuzón y con una escobilla
de pelos en la punta. Una cola de cerdo que no se dejó ver nunca de
ninguna mujer, y que le costó la vida cuando un carnicero amigo le hizo el
favor de cortársela con un hacha de destazar”.
Esa era la razón principal para no querer consumar el matrimonio, hasta que en un
momento de locura y de rabia, José Arcadio Buendía mato a un hombre que se
burló de el por no haber consumado el matrimonio, tal y como lo dice la página 29:

 “.. la situación siguió igual por otros seis meses, hasta el domingo trágico en
que José Arcadio Buendía le gano una pelea de gallos a Prudencio Aguilar.
Furioso, exaltado por la sangre de su animal, el perdedor se apartó de José
Arcadio Buendía para que toda la gallera pudiera oír lo que iba a decirle.
-Te felicito –grito-. A ver si por fin ese gallo le hace el favor a tu mujer…
Esa noche, mientras se velaba el cadáver en la gallera, José Arcadio
Buendía entro en el dormitorio cuando su mujer se estaba poniendo el
pantalón de castidad. Blandiendo la lanza frente a ella, le ordeno: “quítate
eso”. Úrsula no puso en duda la decisión de su marido. “Tu serás
responsable de lo que pase”, murmuro. José Arcadio Buendía clavo la
lanza en el piso de tierra.
-Si has de parir iguanas, criaremos iguanas - dijo -. Pero no habrá más
muertos en este pueblo por culpa tuya”.

Así casi como una violación fue consumado el matrimonio entre Úrsula Iguaran y
José Arcadio Buendía, pareja joven que las enseñanzas recibidas por la madre y
la abuela de ella la dejaron como una mujer que no podía satisfacer sus
necesidades sexuales y por ello se convierte en una persona obsesiva con el
trabajo, la laboriosidad, la ocupación y la limpieza.

La misma situación ocurre cuando nacen sus hijos, especialmente el mayor, a


quien en una forma inhumana y despiada examina hasta definir que sus formas
son humanas y ni de animal, acrecentada con la idea que le vendió la madre al
decirle que podía tener iguanas, en la página 29 del libro aparece:

 “Antes que nadie entrara en el cuarto, Úrsula la examino minuciosamente.


Era liviana y acuosa como una lagartija, pero todas sus formas eran
humanas”.
Sigue así examinando todos y cada uno de sus descendientes a fin de poder
comprobar que ninguno saliera con la maldición de los hijos frutos del incesto,
según el Diccionario Larousse Ilustrado:

 “son todo tipo de relaciones de tipo sexual que se tienen con personas que
pueden ser del mismo grado de consanguinidad o hasta el tercero y el
segundo de afinidad”

Estos miedos de Úrsula fueron transmitidos a sus hijos de diferentes formas y


maneras mientras eran pequeños y vulnerables a todo tipo de influencia ejercida,
en este caso por la madre, que continuaba la cadena de desinformación,
manipulación, castración y miedo influenciado por la madre de Úrsula y las
mujeres anteriores a esta, abuela y bisabuela que quisieron repetir toda una serie
de sucesos negativos a fin de preservar su poder y autoridad sobre los demás, ya
sean niños, mujeres u hombres, tal y como se puede observar en la página 50,
cuando no sabiendo manejar el trastorno alimentario de su hijastra Rebeca
Montiel:

 “Complemento el tratamiento con correazos. No se estableció nunca si lo


que surtió efecto fue el ruibarbo o las tollinas, o las dos cosas combinadas”.

Al mismo tiempo presenta un cierto sentido de laboriosidad, ordenamiento y


construcción inútiles y que no benefician para nada a la familia y a su unidad,
además de no ayudarle a crecer, que evidencia la falta de afecto y dinero familiar,
tal y como lo muestra el autor en la pagina 62:

 “Úrsula se dio cuenta de pronto que la casa se había llenado de gente, que
sus hijos estaban a punto de casarse, y que se verían obligados a
dispersarse por falta de espacio. Entonces saco el dinero acumulado en
largos años de dura labor, adquirió compromiso con sus clientes, y
emprendió la ampliación de la casa”.
Vemos además una especie de complacencia ante el abuso sexual y el deseo de
posesión sexual, rayando en incesto que Úrsula empieza a sentir por su hijo tal y
como lo dice la página 33:

 “Una noche entro en el cuarto cuando el - su hijo José Arcadio Buendía


Iguaran- se quitaba la ropa para dormir, y experimento un confuso
sentimiento de vergüenza y piedad: era el primer hombre que veía
desnudo, después de su esposo, y estaba tan bien equipado para la vida,
que le pareció anormal. Úrsula encinta por tercera vez, vivió de nuevo sus
terrores de recién casada.
Por aquel tiempo iba a la casa una mujer alegre, deslenguada, provocativa,
que ayudaba en los oficios domésticos y sabía leer el porvenir en la baraja.
Úrsula le hablo de su hijo. Pensaba que su desproporción era algo tan
desnaturalizado como la cola de cerdo del primo. La mujer soltó una risa
expansiva que repercutió en toda la casa como un reguero de vidrio. . .Para
confirmar su pronóstico llevo los naipes a la casa pocos días después, y se
encerró con José Arcadio en un depósito de granos contiguo a la
cocina…De pronto extendió la mano y lo toco. “Qué bárbaro”, dijo,
sinceramente asustada.”

Úrsula que fue víctima por su propio esposo de una violación al momento de
consumar el matrimonio, prepara el camino para que su propio hijo sea víctima de
abuso sexual por parte de Pilar Ternera – la mujer alegre, deslenguada y
provocativa que ayudaba en los oficios domésticos-, Úrsula la sabe totalmente
opuesta a ella en todos los sentidos, especialmente en el sexual y social y la forma
de integrarse con las personas, sean o no de su familia.

En lo referente al abuso sexual la Universidad Javeriana define que se da:

 “Cuando una persona sexualmente madura, por designio o por descuido de


sus responsabilidades sociales o especificas en relación con el niño, ha
participado o permitido su participación en cualquier acto de naturaleza
sexual que tenga el propósito de conducir a la gratificación de personas
sexualmente maduras”.

Esto es básicamente lo que Úrsula hace con su hijo José Arcadio, al permitirle a
Pilar Ternera que mantenga relaciones sexuales, lo mismo sucede con su nieto y
su hija Amaranta cuando en la página 152 dice:

 “Estuvieron a punto de ser sorprendidos por Úrsula, una tarde en la que


entro en el granero cuando ellos empezaban a besarse. ¿Quieres mucho a
tu tía?, le pregunto ella de modo inocente a Aureliano José. El contesto que
sí. Haces bien, concluyo Úrsula, y acabo de medir la harina para el pan y
regreso a la cocina”.

El maltrato psicológico se evidencia hacia los hijos y hacia el marido, al que le


dice, en la página del libro:

 “no tienes de que quejarte”, le decía a su marido. “Los hijos heredan las
locuras de los padres”. Y mientras se lamentaba de su mala suerte,
convencida de que las extravagancias de sus hijos eran algo tan espantoso
como una cola de cerdo”.
 “Al principio se crían bien, son obedientes y formales y parecen incapaz de
matar una mosca, y apenas les sale barba, se tiran a la perdición”.

Al referirse a los hijos las palabras no vienen a ser las mejores, ni las más
elegantes, sino aquellas que corresponden a patrones de violencia psicológica en
forma de crítica e humillación:

 “Estos niños andan como zurumbáticos”, decía Úrsula “Deben tener


lombrices”.
 “¡Eres un asesino!”, le gritaba Úrsula cada vez que se enteraba de alguna
nueva arbitrariedad”.

Estas y muchas otras más son evidencias del abuso terminal, radical y diario a
aquel eran sometidos todas las personas que ayudaron y estuvieron cerca de
Úrsula como ser humano, siguiendo la línea de abuso impuesta por su familia y
que trae como consecuencia la formación de personas altamente abusadoras en
todo nivel y además permisoras o ayudadoras de cualquier tipo de maltrato, ya
sea físico, moral, social o étnico y cultural que se repite de una generación a otra,
ya que siempre va a darse una persona que continúe las conductas pasadas o
que a su vez sea la propagadora de dicha conducta.

Las cuentas con los servicios públicos siempre están al día, siempre hay comida
para los que viven y además para convidar a mis invitados y a los que se
consideran como tales.

Esos son básicamente algunos de los detalles que se ven en el personaje Úrsula
Iguaran y en algunas mujeres y hombres a su alrededor, sobre los cuales ejerció
una gran influencia, algunas veces por lo que hizo o dijo y otras por lo que callo o
no denuncio ante los demás o permitió que ocurriesen.

Otro de los personajes mujeres a los que me gustaría referirme es a Amaranta


Buendía Iguaran, si bien es cierto su nombre ya fue mencionado en este ensayo
por su relación con Úrsula Iguaran, su señora madre, y la forma como esta
permitió que mantuviese relaciones incestuosas con su sobrino Aureliano
Buendía, una relación que nunca fue consumada en una relación sexual coital, si
es una relación tipo incestuosa, porque se da entre familiares directos, tía y
sobrino, y hay una correspondencia afectiva de parte de ambos, además de una
responsabilidad de seducción de la propia Amaranta hacia Aureliano Buendía.
Quien siendo todavía un niño despertó en él una conducta sexual de deseo por su
tía, tal y como lo dice en la página:

 “Desde muy niño tenía la costumbre de abandonar la hamaca para


amanecer en la cama de Amaranta, cuyo contacto tenía la virtud de disipar
el miedo a la oscuridad. Pero desde el día que tuvo conciencia de su
desnudez, no era el miedo a la oscuridad lo que lo impulsaba a meterse en
su mosquitero, sino el anhelo de sentir la respiración tibia de Amaranta al
amanecer. Una madrugada, por la época en que ella rechazo al coronel
Gerineldo Márquez, Aureliano José despertó con la sensación de que le
faltaba el aire. Sintió los dedos de Amaranta como unos gusanitos calientes
y ansiosos que buscaban su vientre. Fingiendo dormir cambio de posición
para eliminar toda dificultad, y entonces sintió la mano sin la venda negra
buceando como un molusco ciego entre las algas de su ansiedad”.

De esa noche en adelante hubo un acuerdo tácito entre ambos y empezó a


darse una relación diferente a la que normalmente se da entre una tía y un
sobrino:

 “Aunque aparentaron ignorar lo que ambos sabían, y lo que cada uno sabía
que el otro sabia, desde aquella noche quedaron mancornados por una
complicidad inviolable. Aureliano José no podía conciliar el sueño mientras
no escuchaba el vals de las doce campanadas del reloj de la sala, y la
madura doncella cuya piel empezaba a entristecer no tenía un instante de
sosiego mientras no sentía deslizarse en el mosquitero a aquel sonámbulo
que ella había criado, sin pensar que sería una paliativo para su soledad.
Entonces no solo durmieron juntos, desnudos, intercambiando caricias
agotadoras, sino que se perseguían por los rincones de la casa y se
encerraban en los dormitorios a cualquier hora, en un permanente estado
de exaltación sin alivio.”

Luego de ser vistos por Úrsula, madre y abuela respectivamente, Amaranta tomo
conciencia de la relación y la corto de una vez, tal como se menciona en la página
153:

 “Aquel episodio saco a amaranta del delirio. Se dio cuenta de que había
llegado demasiado lejos, de que ya no estaba jugando a los besitos con un
niño, sino chapaleando en una pasión otoñal, peligrosa y sin porvenir, y la
corto de un tajo.”

Además de esa relación incestuosa con su sobrino vemos a Amaranta


comprometida en una relación de triada, ella enamorada del músico contratado
por la madre para que les enseñase a bailar y a tocar el piano a ella y a Rebeca,
su hermana de crianza, con quien a partir de ese momento inicia una relación de
amor y odio por el afecto del hombre que ambas aman, pero que solo le
corresponde su amor a Rebeca y con ello se va gestando el que posteriormente
seria el asesinato de Rebeca, comenzando con su propia flagelación, tal como lo
menciona la pagina :

 “Amaranta se equivocó varias veces en los puntos del crochet y se pinchó


el dedo con la aguja”.

Las historias en las familias tienden a repetirse y aquí no fue la excepción, ya que
Amaranta, tal y como lo hizo su tatarabuela, la bisabuela de la mama, se quemó la
mano para recordarse a sí misma que el amor no era para ella, en un momento de
abandono en compañía, el más tremendo, abandono en compañía, porque
aunque estaba rodeada de personas con quien le unían lazos afectivos, la razón
principal de su afecto la había abandonado –Pietro Crespi – tal y como lo dice la
pagina :

 “Amaranta... entro a la cocina y puso las manos en las brasas del fogón
hasta que le dolió tanto que no sintió más dolor”.

En esa forma la autoflagelación es una manera de marcarse y sacarse el dolor y la


cicatriz que deja la herida realizada es un recuerdo de ese momento doloroso que
se recordara por siempre y para siempre.

Además de eso Amaranta siempre trata de jugar con la misma muerte, hasta el
punto en que ella misma borda la mortaja en la cual su cuerpo va a ser envuelto
justo antes de ser sepultado, lo teje de la mejor manera posible aplicando para ello
toda su sabiduría de bordadora y de tejedora experta como una forma de hacerle
una burla o un guiño hasta la misma muerte, todo esto empezó a gestarse desde
el momento en que Úrsula, siendo Amaranta muy pequeña la deja abandonada
por ir a buscar a su hijo adolescente José Arcadio Buendía, quien se había ido con
un grupo de gitanos. Amaranta siendo muy niña queda a cargo de su padre, quien
la baña, la cambia y la lleva a donde la puedan amamantar.
 “Durante varias semanas, José Arcadio Buendía se dejó vencer por la
consternación. Se ocupaba como una madre de la pequeña Amaranta. La
bañaba y cambiaba de ropa, la llevaba a ser amamantada cuatro veces al
día”

La pequeña Amaranta Buendía Iguaran en ese momento parecía como si fuera


una huérfana de madre, porque esta se había ido a buscar a su hermano mayor
que se fue con los gitanos, pero tuvo un padre que empezó a velar por ella y a
procurar por la satisfacción de sus necesidades más básicas: alimento, vestido y
comida, pero dejando de la lado la parte afectiva, tan de vital importancia en el
desarrollo de un individuo dentro de una sociedad. Motivo por el cual vemos en
Amaranta Buendía Iguaran toda una serie de relaciones afectivas truncadas o que
no llegan a ninguna parte, Pietro Crespi, el Coronel Gerineldo Márquez, su sobrino
Aureliano José, entre otros personajes; relaciones estas que son producto de un
mal desarrollo emocional en la época en que más lo necesita y de quien debe y
puede dárselo, su madre, pero ausente y con grandes carencias afectivas es
incapaz de dar a otros, especialmente sus hijos lo que no tiene y por el contrario
brinda lo que si tiene: complicidad para que puedan ejercer una vida sexual
abusiva, ya sea ellos abusadores o abusados, malos tratos e insultos que no
afianzan la personalidad y lo que procuran es una dependencia total de la madre,
hasta en la toma de decisiones más simples y aun las más complejas.

Amaranta Buendía termina sus días en un estado de soledad y abandono en el


que ella misma por sus decisiones se fue fraguando, producto de la crianza y su
desarrollo afectivo social, sumado a las relaciones de dependencia que siempre
buscaba, añadiéndole a esto la relación amor-odio que mantenía con su hermana
de crianza por los afectos de Pietro Crespi, que la llevan inclusive a atentar contra
la vida de su hermana de crianza y termino muriendo como mueren los que toman
decisiones que los apartan de los afectos de las personas a su alrededor, sola y
odiando a muchos incluso a sí misma.

Otro personaje acerca del cual me gustaría hablar es el de Rebeca Ulloa Montiel o
Rebeca Buendía, la niña que llega a la casa de los Buendía a los 11 años de edad
con un saco con los huesos de sus padres, adonde sus padrinos para que la
terminen de criar, pero al entrar en ese grupo familiar conlleva tener todas las
abominaciones y aberraciones de tipo sexual que hasta la presente hemos venido
anotando y Rebeca no es ajena a esa realidad que enmarca la crianza en la casa
de los Buendía, sobre todo teniendo a Úrsula como madre cabeza de hogar y jefa
de familia.

La página 48 nos habla acerca de Rebeca y su llegada a la familia:

 “El domingo, en efecto, llego Rebeca. No tenía más de once años. Había
hecho el penoso viaje desde Manaure con unos traficantes de pieles que
recibieron el encargo de entregársela junto con una carta en la carta de
José Arcadio Buendía, pero que no pudieron explicar con precisión quien
era la persona que les había pedido el favor. Todo su equipaje estaba
compuesto por el baulito de la ropa, un pequeño mecedor de madera con
florecitas pintadas a mano y un talego de lona que hacia un ruido
permanente de cloc cloc cloc, donde llevaba los huesos de sus padres”.

Vemos las condiciones en que llega a la casa Buendía, a los pocos días empieza
a recibir el trato que Úrsula Iguaran le daba a todos los niños, debido al trastorno
alimentario que presentaba en la página :

 “Complemento el tratamiento con correazos. No se estableció nunca si lo


que surtió efecto fue el ruibarbo o las tollinas, o las dos cosas combinadas”.

A raíz del mejoramiento de su salud física Rebeca se hace parte de la familia y


empieza a jugar con los demás niños de la casa: Amaranta y Arcadio, en la pagina
51:

 “No tardaron en considerarla un miembro más de la familia. Era con Úrsula


más afectuosa que nunca lo fueron sus propios hijos, y llamaba hermanitos
a Amaranta y a Arcadio, tío a Aureliano y abuelito a José Arcadio Buendía.
De modo que termino por merecer tanto como los otros el nombre de
Rebeca Buendía, el único que tuvo siempre y que llevo con dignidad hasta
la muerte”.

Como todos los huérfanos adoptados por una familia distinta a la propia,
Rebeca se asume parte integral de la nueva familia y demuestra en todo
tiempo y lugar por qué debe ser miembro de esa nueva familia, así ella misma
tenga que demostrárselo diariamente. Poco a poco va asumiendo los roles que
la nueva familia le permite asumir, dejando atrás los antiguos que traía de su
primera familia, creándose nuevos espacios en el mundo. Rebeca asume como
hermanos a Amaranta y a Arcadio, llama tío a Aureliano, mama a Úrsula
Iguaran y abuelito a José Arcadio Buendía, porque esos son los roles
asumidos por los integrantes de la nueva familia y ella hace parte integral de
esa familia, los Buendía y pierde sus apellidos – Ulloa Montiel – para asumir
con dignidad los nuevos Buendía Iguaran.

Desde el punto de vista afectivo, como todos los huérfanos Rebeca presenta
carencias afectivas que con el tiempo algunas son llenadas y otras no. Entre
las que son llenadas están: sentido de pertenencia a un grupo familiar,
estabilidad y arraigo familiar, entendiéndose como la defensa a ultranza de la
nueva familia y del nuevo apellido.

Las que no son llenadas son su parte afectiva amorosa, pues Pietro Crespi no
se enamora de ella aunque la considera más hermosa que Amaranta, su
hermanastra con quien nace una relación amor-odio que llegaría hasta el final
de los días de Rebeca porque sabe que Rebeca esta igualmente enamorada
del mismo hombre que ella, esto hace que Rebeca vuelva a refugiarse en la
ingesta de tierra y cal que tenía cuando llego inicialmente a la casa de los
Buendía.

Rebeca Buendía a fin de dar por terminado esa relación con su hermanastra
decide no aceptar los amores de Pietro Crespi y se va entonces con José
Arcadio Buendía, el hijo que Úrsula Iguaran salió a buscar porque se había ido
con los gitanos, que había regresado y estaba hecho un vago, pero Rebeca lo
saca de esa vida y hace de un hombre trabajador como el que más, tal como lo
dice la página:

 “José Arcadio había doblegado la cerviz al yugo matrimonial, el carácter


fuerte de Rebeca, la voracidad de su vientre, su tenaz ambición,
absorbieron la descomunal energía de su marido, que de holgazán y
mujeriego, se convirtió en una enorme animal de trabajo. Tenían la casa
limpia y ordenada”.

A la muerte trágica de José Arcadio Buendía Iguaran, Rebeca Buendía ya


cansada de tanto duelo, sus padres, sus familia adoptiva, su hermanastra,
Pietro Crespi y ahora José Arcadio la dejan sumida en un sopor y un desaliento
total que es incapaz de realizar el duelo, porque ya no tiene ganas de vivir, sino
de morirse en vida y por ese motivo se encierra en su casa y sale muy
contadas veces con el paso de los años hasta que su cuerpo deja de respirar,
porque al perder las ilusiones y los sueños ya se ha muerto, aunque se siga
respirando todavía.
CONCLUSION

Luego de haber realizado el presente trabajo se puede concluir en que


básicamente las relaciones de las mujeres de la novela “Cien Años de Soledad”
del escritor Gabriel García Márquez se encuentran dominadas por una serie de
sucesos que aislados no dicen absolutamente nada, pero que unidos y
contextualizados dentro de la trama de la novela son los que dan origen a las
relaciones de amor-odio, abuso sexual permitido por una madre y una abuela,
auto flagelación, duelo continuo y constante búsqueda por lo desconocido, se dan
desde el día en que Sir Francis Drake por allá por el siglo XVI se tomó Riohacha y
la bisabuela de la protagonista por el susto que le produjeron los sonidos quedo
sentada en una hornilla, se quemó sus genitales y con su esposo tuvieron que
salir a vivir a una ranchería donde conocerían a la familia Buendía con quien
iniciaron una relación de negocios que más tarde paso al plano afectivo al unirse
como pareja miembros de una y otra familia y a darse la consecuente
degeneración genética debido a este tipo de cruces multifamiliares y a los miedos
generados entre ambas familias cada vez que alguno de sus miembros decidía
unirse con el de la otra.
BIBLIOGARFIA

 http://www.literautas.com/es/blog/post-7853/como-escribir-una-novela-paso-
a-paso/
 García Márquez, Gabriel. “Vivir para Contarlo”. Bogotá. Norma, 2001.
 García Márquez habla de García Márquez y anotado en la edición
Contracara de Editorial Norma que en la parte de Cruz. Página 30.
 “Cien Años de Soledad, Bogotá, Norma, 1997, pagina 29:
 Álvarez Bermúdez et al. Manual de Prevención de Violencia Intrafamiliar.
México. Trillas, pagina 29:
 Diccionario Larousse Ilustrado. Madrid, Larousse, 2012.
 Universidad Javeriana. Psicología, Tomo XXII, Pagina 52.

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