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Volumen 13 Número 2 Diciembre 2016 ISSN: 1578-908X

Director: José Luis Martorell

Monográfico

INFANCIA Y ADOLESCENCIA:
FACTORES Y VULNERABILIDAD
Coordinadora: María Vicente Mestre Escrivá

SERVICIO
DE PSICOLOGÍA
APLICADA

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Acción Psicológica Acción Psicológica es una revista semestral editada por la Facultad de Psicología de la
Universidad Nacional de Educación a Distancia desde el año 2002. Publica artículos
REVISTA SEMESTRAL DE PSICOLOGÍA originales e inéditos de investigación, de revisión, contribuciones teóricas o metodológicas,
VOLUMEN 13, NÚMERO 2, DICIEMBRE 2016 - ISSN: 2255-1271 como también estudios de casos sobre diversas áreas de la Psicología.

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Servicio de Psicología Aplicada

ACCIÓN PSICOLÓGICA

Monográfico. Infancia y adolescencia: factores de


protección y vulnerabilidad
Contribuciones de temática libre

VOLUMEN 13 DICEMBRE 2016 NÚMERO 2









ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, n.o 2 IV

ÍNDICE

Contribuciones al monográfico

1. Introducción al monográfico. Infancia y adolescencia: Factores de protección y


vulnerabilidad .............................................................................................................................. 1
María Vicenta Mestre
2. Empatía en la adolescencia. Relaciones con razonamiento moral psicosocial, conducta
prosocial y agresividad ................................................................................................................ 3
Ana Tur-Porcar, Anna Llorca, Elisabeth Malonda, Paula Samper y María Vicente Mestre
3. Adaptación en la infancia: influencia del estilo parental y del estado de ánimo ................. 15
Inmaculada Montoya-Castilla, Vicente Prado-Gascó, Lidón Villanueva-Badenes y Remedios
González-Barrón
4. Las emociones positivas y la empatía como promotores de las conductas prosociales e
31
inhibidores de las conductas agresivas ..…………………………………………….………………
María Cristina Richaud y Belén Mesurado
5. Posturas éticas y empatía, predictores de prosocialidad y de penalización de faltas y
delitos .........………………………………………...……………...……………………………………… 43
Lucas Marcelo Rodríguez y José Eduardo Moreno
6. Conducta antisocial en adolescentes y jóvenes: prevalencia en el País Vasco y
diferencias en función de variables socio-demográficas ......................................................... 57
Maite Garaigordobil y Carmen Maganto
7. Funcionamiento familiar y su relación con la exposición a la violencia en adolescentes
mexicanos ..................................................................................................................................... 69
Julia Gallegos-Guijarro, Norma A. Ruvalcaba-Romero, Jesús Castillo-López y Paulina C.
Ayala-Díaz
8. Competencias socio-emocionales y percepción de la comunidad ante la conducta
agresiva en adolescentes que viven en entorno de riesgo ....................................................... 79
Norma A. Ruvalcaba-Romero, Patricia Murrieta-Cummings y Alejandra Arteaga-Velázquez
9. Variables antropométricas, hábitos y dietas alimentarias en adolescentes y jóvenes:
diferencias en función del sexo .................................................................................................. 89
Carmen Maganto, Maite Garaigordobil y Lorena Kortabarria
10. Desarrollo de una escala para evaluar recursos de personalidad asociados a la
resiliencia infantil ........................................................................................................................ 101
Viviana Lemos, Gabriela Krumm, Marisel Gutiérrez y Vanesa Arán-Filppetti
11. Perfeccionismo infantil: normalización de una escala argentina para su evaluación ........ 117
Laura Oros y Jael Vargas-Rubilar

Contribuciones de temática libres/no monográfica

12. Escala de mitos en duelo. Relación con el estilo de afrontamiento evitativo y validación
psicométrica ................................................................................................................................. 129
José Carlos Bermejo, Marta Villacieros e Invención Fernández-Quijano
13. Efectos del bienestar subjetivo y positivo en los resultados terapéuticos de un hospital
de día ............................................................................................................................................. 143
Adolfo Navascués Navascués, David Calvo Medel y Asier Bombin Martin
14. Sobre la desensibilización sistemática. Una técnica superada o renombrada ..................... 157
Laura Vallejo-Slocker y Miguel A. Vallejo
15. Identificación con los trabajadores mayores y absentismo: moderación de la selección,
optimización y compensación .................................................................................................... 169
Adrián Segura y Gabriela Topa Cantisano
ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, n.o 2 V

CONTENTS
Monographic articles

1. Introduction to the monografhic: Childhood and Adolescence. Protective and


1
Vulnerability Factors ...................................................................................................................
María Vicenta Mestre
2. Empathy in adolescence. Relations with Prosocial Moral Reasoning, Prosocial Behavior,
3
and Aggression..............................................................................................................................
Ana Tur-Porcar, Anna Llorca, Elisabeth Malonda, Paula Samper, and María Vicente Mestre
3. Childhood Adjustment: The Effects of Parenting Styles on Mood States .............................. 15
Inmaculada Montoya-Castilla, Vicente Prado-Gascó, Lidón Villanueva-Badenes, and
Remedios González-Barrón
4. Positive Emotions and Empathy as Promotors of Prosocial Behavior and Inhibitors of
31
Aggressive Behavior .....................................................................................................................
María Cristina Richaud and Belén Mesurado
5. Ethical position and empathy, predictors of prosociality, and penalization of offenses
43
and crimes .....................................................................................................................................
Lucas Marcelo Rodríguez and José Eduardo Moreno
6. Anti-social Behavior in Adolescentes and Young Adults: Prevalence in the Basque 57
Country and Differences as a function of Socio-Demographic Variables .............................
Maite Garaigordobil and Carmen Maganto
7. Relationship between family functioning and exposure to violence among Mexican
69
adolescents ....................................................................................................................................
Julia Gallegos-Guijarro, Norma A. Ruvalcaba-Romero, Jesús Castillo-López, and
Paulina C. Ayala-Díaz
8. Socioemotional Competences & Perception of the Community versus the Aggressive
79
Behavior in Adolescents Living in Risky Environments ..........................................................
Norma A. Ruvalcaba-Romero, Patricia Murrieta-Cummings, and
Alejandra Arteaga-Velázquez
9. Anthropometric Variables, Eating Habits and Diets in Adolescents and Youth: Sex
89
Differences ....................................................................................................................................
Carmen Maganto, Maite Garaigordobil, and Lorena Kortabarria
10. Development of a Scale to assess Personality Resources associated with Children's
101
Resilience ......................................................................................................................................
Viviana Lemos, Gabriela Krumm, Marisel Gutiérrez, and Vanesa Arán-Filppetti
11. Children´s Perfectionism: A Normalization of an Argentinian Scale for its Measure …...... 117
Laura Oros and Jael Vargas-Rubilar

Others Articles

12. Scale of Myths in Duel. Relationship with Avoidant Coping Style and Psychometric
129
Validation .....................................................................................................................................
José Carlos Bermejo, Marta Villacieros, and Invención Fernández-Quijano
13. Effects of subjective and psychological well - being on the therapeutic outcomes at a day
143
hospital .........................................................................................................................................
Adolfo Navascués Navascués, David Calvo Medel, and Asier Bombin Martin
14. Concerning Systematic Desensitization. An Overcomed or Renowned Technique? ............
157
Laura Vallejo-Slocker and Miguel A. Vallejo
15. Older Worker Identity and absenteeism: Moderation of Selection, Optimization and
Compensation .............................................................................................................................. 169
Adrián Segura and Gabriela Topa Cantisano
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Servicio de Psicología Aplicada

ACCIÓN PSICOLÓGICA

Monográfico. Infancia y adolescencia: factores de


protección y vulnerabilidad
[Childhood & Adolescence. Protective &
Vulnerability]

VOLUMEN 13 DICIEMBRE 2016 NÚMERO 2


ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, nº. 2, 1-2. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ap.13.2.17797 1

INTRODUCCIÓN AL MONOGRÁFICO:
INFANCIA Y ADOLESCENCIA. FACTORES DE PROTECCIÓN Y
VULNERABILIDAD
INTRODUCTION TO THE MONOGRAFHIC.
CHILHOOD AND ADOLESCENCE. PROTECTIVE AND
VULNERABILITY FACTORS

M. VICENTA MESTRE 1

pos en los que se observa un incremento de la expresión


de la agresividad y la violencia en diferentes sociedades,
y por tanto es necesario estudiar el comportamiento pro-
El monográfico que presentamos se centra en la última social y los procesos cognitivos y emocionales que moti-
etapa de la infancia y la adolescencia. Pretende abordar van la prosocialidad, como inhibidores de la conducta
desde diferentes estudios empíricos el importante rol de agresiva y desadaptada.
las emociones y la competencia emocional en la conducta
adaptada y desadaptada de niños y adolescentes, así La empatía, las emociones positivas, la competencia
como los contextos más representativos en el proceso de emocional, el estado de ánimo, el razonamiento prosocial
socialización como es la familia, especialmente a través son variables emocionales y cognitivas que motivan la
de los estilos parentales. conducta prosocial y adaptada, a la vez que protegen de
la agresividad y la desadaptación social. Además, los pa-
Se trata de unos años especialmente vulnerables a la dres desempeñan un importante rol en la promoción y
agresión, la violencia y la conducta antisocial, por lo que fomento de las conductas prosociales en sus hijos, niños
resulta de sumo interés analizar los factores de protección y adolescentes. Estudiar las relaciones entre crianza y
y de vulnerabilidad ante dichas conductas. La temática procesos cognitivos y emocionales que modulan el desa-
que se aborda es especialmente relevante en unos tiem- rrollo personal de los menores podría impulsar nuestra

Recibido: 07 de abril de 2016.


Aceptado: 12 de abril de 2016.
2 ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, nº. 2, 1-2. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ap.13.2.17797

comprensión del desarrollo prosocial y del comporta-


miento agresivo, así como de los factores de protección y
vulnerabilidad que influyen en dichas conductas.

La aportación de autores de diferentes países permite


conocer las diferencias y también similitudes en las va-
riables y procesos evaluados en contextos sociodemográ-
ficos y culturales distintos.

La prosocialidad versus la agresividad, la empatía y la


competencia emocional, el juicio y razonamiento proso-
cial, la familia y los estilos parentales, la influencia de las
variables sociodemográficas, la perspectiva de género, el
entorno social y la comunidad son constructos estudiados
y evaluados por expertos de diferentes países.

Además, el presente volumen incluye instrumentos


para la evaluación de algunos de estos constructos en la
infancia y adolescencia.

Los artículos que aquí se presentan constituyen una


aportación relevante en la investigación de algunas pro-
blemáticas que afectan el bienestar personal y social.
ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, nº. 2, 3-14. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ap.13.2.17802 3

EMPATÍA EN LA ADOLESCENCIA. RELACIONES CON


RAZONAMIENTO MORAL PROSOCIAL, CONDUCTA PROSOCIAL Y
AGRESIVIDAD
EMPATHY IN ADOLESCENCE. RELATIONS WITH PROSOCIAL
MORAL REASONING, PROSOCIAL BEHAVIOR AND AGGRESSION

ANA TUR-PORCAR1, ANNA LLORCA1, ELISABETH MALONDA1,


PAULA SAMPER Y MARÍA V. MESTRE 1

chicas obtienen mayores índices de empatía, conducta


prosocial, razonamiento moral prosocial, en las
Resumen dimensiones de interiorizado, orientado hacia la
necesidad y estereotipado. Los chicos, por su parte,
Este estudio persigue un doble objetivo: i) analizar las muestran mayores índices en agresividad física y verbal,
relaciones entre empatía, conducta prosocial y razonamiento moral hedonista y orientado a la
razonamiento moral prosocial y sus diferencias en aprobación. Las variables predictoras en la explicación de
función del sexo; ii) analizar el valor predictor de dichas la empatía, tanto en chicos como en chicas, son la
variables en la empatía, como variable dependiente. La conducta prosocial (en positivo) y el razonamiento
población evaluada está compuesta por 1557 hedonista (en negativo). En el colectivo de varones
adolescentes de 12 a 15 años (M = 13.13, DT = .86, aparecen, además, otras variables predictoras de la
47.4 % chicas, 52.6 % chicos). Los análisis muestran empatía. Éstas se refieren al razonamiento moral
diferencias significativas entre chicos y chicas. Las prosocial interiorizado y al orientado hacia la necesidad
de forma positiva, y a la agresividad en negativo. Los

Agradecimientos: por la financiación del Proyecto I+D para Grupos de Investigación de Excelencia (Referencia
PROMETEO 2011/009) Generalitat Valenciana. España. Proyecto I+D del Ministerio de Ciencia y Tecnología
(Referencia PSI2011-27158) y de la Red de Excelencia ISIC/2013/001, de la Comunitat Valenciana. España.

Correspondencia: Ana M. Tur Porcar. Facultad de Psicología. Departamento de Psicología Básica. Universitat de
Valencia.

Email: ana.tur@uv.es
1
Universidad de Valencia, España.

Recibido: 16 de junio de 2016.


Aceptado: 25 de septiembre de 2016.
4 ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, nº. 2, 3-14. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ ap.13.2.17802

resultaos aportan nuevas ideas para establecer programas Introducción


de intervención.
La empatía y la conducta prosocial en la infancia y
Palabras clave: empatía; conducta prosocial; adolescencia pueden ser factores de protección de la per-
razonamiento moral prosocial; agresividad; adolescencia. sona, dado que pueden inhibir conductas antisociales y
promover comportamientos de adaptación personal y so-
cial (Carlo et al., 2014; Mikolajewski, Chavarria, Molti-
santi, Hart y Taylor, 2014).
Abstract
La empatía entendida como la capacidad de ponerse
This study has two objectives. On the one hand, to
en el lugar del otro, ha sido definida como una respuesta
analyze the relationships between empathy, prosocial
afectiva de comprensión sobre el estado emocional del
behavior and prosocial moral reasoning, as well as the
otro, que induce a sentir el estado en que se encuentra el
differences between them in terms of gender. On the
otro (Eisenberg, Cumberland, Guthrie, Murphy y She-
other hand, to analyze the predictive value of these pard, 2005). Las diversas investigaciones sobre la empa-
variables on empathy, taken as a criterion variable. The tía le otorgan un carácter multidimensional y diferencian
sample comprised 1,557 participants (M = 13.13; entre las dimensiones afectiva, cognitiva (Davis, 1980;
DT = .86) from 12 to 15 years (47.4 % girls and 52.6 % Eisenberg et al., 2005; Silfver, Helkama, Lönnqvist y
boys). Comparison of means shows significant Verkasalo, 2008) perceptual (Eisenberg y Strayer, 1987)
differences based on gender. The girls expressed higher e, incluso, situacional y disposicional (Litvack,
levels of empathy, prosocial behavior, prosocial moral McDougall y Romney, 1997). Se ha comprobado que el
reasoning, in the dimensions of internalized, facing the componente emocional de la empatía se desarrolla antes
necessity and stereotyped. The boys, meanwhile, show que el cognitivo (Chakrabarti y Baron-Cohen, 2006).
higher rates in physical and verbal aggressiveness and
hedonistic and approval-oriented prosocial moral Atendiendo al enfoque multidimensional e integrador
reasoning. Regression analysis identified as predictors of de la empatía, la dimensión afectiva alude a una respuesta
empathy in boys and girls, prosocial behavior and empática que tiene en cuenta la posición del otro, y
hedonistic reasoning. Prosocial behavior maintains direct asume el sentimiento del otro o, lo que es lo mismo, la
relationships with empathy, in the case of hedonism respuesta emocional sobre el sentimiento del otro. Desde
relationships are negative. In the group of boys there are la dimensión cognitiva, la empatía atiende a la capacidad
other predictors of empathy. These variables are de comprender los estados emocionales del otro y de
positively associated with internalized prosocial moral sentir lo que siente el otro. En esta posición teórica es
reasoning and moral reasoning led to the need, and necesario una reelaboración cognitiva para poder discri-
negatively with aggressiveness. Perhaps more minar entre el yo y los demás (Eisenberg et al., 2005;
importantly, more efficient intervention programs Garaigordobil y García de Galdeano, 2006; Mestre, Frías,
designed to foster specific types of prosocial behaviors. Samper y Tur, 2004).
Keywords: empathy; prosocial behavior; prosocial
En tercer lugar, la empatía comprende una dimensión
moral reasoning; aggressiveness; adolescence.
perceptual, entendida como la capacidad de representar
mentalmente la situación del otro, según una localización
espacial y temporal (Eisenberg y Strayer, 1987; Fernán-
dez-Pinto, López-Pérez y Márquez, 2008). Finalmente,
alude también a una dimensión situacional, que se refiere
a la emoción vicaria de experimentar el estado emocional
del otro. La representación es producto de lo que se ve, se
trata de una activación empática creada ante una
ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, nº. 2, 3-14. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ap.13.2.17802 5

determinada situación a modo de “estoy triste porque te tre las necesidades propias y las necesidades del otro
veo triste” (De Wied, Branje y Meeus, 2007; Igartua y (Carlo, Mestre, Samper, Tur y Armenta, 2010; Eisenberg,
Páez, 1998). 1986). Contempla, por tanto, un juicio moral prosocial y
un razonamiento cognitivo, de toma de perspectiva y de
La empatía disposicional está presente en el toma de decisión, ante una situación marcada por un
comportamiento prosocial (Garaigordobil y García de conflicto de intereses entre personas ajenas a uno mismo
Galdeano, 2006; Mestre et al., 2004, Strayer y Roberts, (Carlo, 2006). Además, el razonamiento moral prosocial
2004). En este sentido, se han encontrado importantes suele estar acorde con los valores morales y con la
relaciones significativas entre ambas, empatía y conducta jerarquía, que dirige la conducta de ayudar, de ahí que se
prosocial en la infancia y la adolescencia, tanto en con- espere que contribuya a consolidar las características
textos americanos (Carlo, Hausman, Christiansen y personales prosociales (Eisenberg, Hofer, Sulik y Liew,
Randall, 2003; Carlo y Randall, 2002; Eisenberg et al., 2014). De este modo, el razonamiento moral prosocial se
2005), como españoles (Gutiérrez, Escartí y Pascual, relaciona con conductas prosociales o acciones destinadas
2011; Mestre, Tur, Samper, Nácher y Cortés, 2007). Del a beneficiar al otro (Carlo et al., 2010; Eisenberg, Zhou y
mismo modo, la falta de empatía ha llegado a relacio- Koller, 2001) y se vincula a ciertas emociones morales,
narse con la psicopatología y la clínica relacionada con como la empatía emocional (Eisenberg, Fabes y Spinrad,
el espectro autista (Cornelio-Nieto, 2009; Oberman, 2006; Malti y Keller, 2009). Por el contrario, el
Ramachandran y Pineda, 2008), con la agresividad razonamiento moral prosocial se relaciona negativamente
(Carlo et al., 2014) y con la delincuencia (Hare, 2006). con razonamiento hedonista en adolescentes (Eisenberg,
Carlo, Murphy y Van Court, 1995) y con la conducta
En los últimos años ha cobrado protagonismo la agresiva (Carlo et al., 2013).
investigación neuropsicológica, que sitúa a la empatía en
el ámbito cerebral. Desde esta posición teórica, se han Por lo que se refiere a las diferencias según el sexo, se
llegado a observar dos posibles sistemas para la empatía. ha comprobado que los chicos puntúan más alto en ra-
Uno básico de contagio emocional y otro cognitivo, de zonamiento moral hedonista y orientado hacia la aproba-
toma de perspectiva (Bzdok, et al., 2012). Incluso, se han ción. Mientras que las chicas puntúan más alto en razo-
llegado a definir sustratos anatómico-cerebrales diferen- namiento moral orientado hacia las necesidades, estereo-
tes para las dimensiones: afectiva y cognitiva (Klimecki, tipado e interiorizado (Carlo et al., 2013).
Leiberg, Ricard y Singer, 2014). De este modo, la per-
cepción del comportamiento del otro activa representa- Este trabajo tiene un doble objetivo. De una parte,
ciones propias de la conducta que requieren de áreas analizar las relaciones entre empatía, conducta prosocial,
motoras (Jabbi, Swart y Keysers, 2007). Así, a la empa- razonamiento moral prosocial y agresión y estudiar las
tía emocional se la sitúa en el área 44 de Brodman y el diferencias entre chicos y chicas adolescentes. De otra,
girus frontal inferior. Mientras que la perspectiva más analizar el valor predictor de las variables mencionadas,
cognitiva de la empatía, que requiere comprender y en- tomando como variables explicativas la conducta proso-
tender intelectualmente esas emociones, se la sitúa en la cial, el razonamiento moral prosocial y la agresividad, y
corteza ventromedial y en las áreas 11 y 10 de Brodman como variable a explicar a la empatía. De este modo, las
(Bird, Castelli, Malik, Frith y Husain, 2004). hipótesis de partida planteadas son: 1) Se espera obtener
diferencias entre los varones y las mujeres adolescentes
en empatía, conducta prosocial y razonamiento moral
prosocial, a favor de las mujeres en todas sus dimensio-
Razonamiento moral prosocial
nes, excepto en el razonamiento moral hedonista y el
orientado a la aprobación (Carlo et al., 2013). Se espera
Por otro lado, el razonamiento moral prosocial se ha
también que los varones obtengan índices más elevado en
definido como la toma de decisiones sobre la ayuda ha-
agresividad; 2) Se espera que la empatía se relacione
cia el otro en una situación marcada por el conflicto en-
positivamente con el razonamiento moral prosocial en
6 ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, nº. 2, 3-14. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ ap.13.2.17802

todas sus dimensiones, excepto con el hedonismo que lo Instrumentos de evaluación


hará en negativo.
Medida Objetiva del Razonamiento Prosocial
(Prosocial Reasoning Objective Measure, PROM; Carlo,
Método Eisenberg y Knight., 1992; Mestre, Frías, Samper y Tur,
2002). Constituye una medida objetiva dirigida a evaluar
Participantes el nivel de razonamiento moral prosocial de la persona
ante una necesidad planteada en otras personas. Implica,
por tanto, pensamiento lógico y abstracto ante una res-
En la investigación han participado 1557
puesta de ayuda. Se presenta mediante cinco historias o
adolescentes de edades comprendidas entre 12 y 15 años
dilemas, seguidos de una serie de respuestas que plantean
(M = 13.13; DT = 0.86). La distribución es la siguiente:
diferentes estilos de razonamiento: hedonista, orientado a
12 años (25.9 %), 13 años (43.1 %), 14 años (24.4 %) y
la necesidad, orientado a la aprobación de los otros, este-
15 años (6.6 %). El 47.4 % son mujeres y el 52.6 % va-
reotipado e interiorizado (ejemplo de ítem “Depende de si
rones. Todos ellos cursan la Enseñanza Secundaria Obli-
la otra chica está llorando mucho o no”. La consistencia
gatoria (ESO), el 51.3 % cursa el primer ciclo de la etapa
interna del instrumento se ha confirmado mediante el
(primer y segundo curso) y el 48.7 % el segundo ciclo de
alpha de Cronbach, situado entre .60 y .76 para las dife-
la ESO (tercer y cuarto curso).
rentes categorías de razonamiento moral prosocial, con
índices similares a los obtenidos en otras muestras (Carlo
La selección de la muestra se ha realizado con
et al., 2003).
criterios de aleatoriedad simple respetando la cataloga-
ción de centros por la Generalitat Valenciana, al amparo
Escala de Conducta Prosocial (Prosocial Behavior
de la Orden de 4 de julio de 2001, por la que se regula el
Scale; Caprara y Pastorelli, 1993; Tur, 2003): Evalúa la
programa de educación compensatoria. La población re-
conducta de ayuda y simpatía, a través de 15 ítems con
sultante se encuentra escolarizada en 20 centros de la
tres alternativas de respuesta (casi siempre, a veces o
provincia de Valencia. De ellos, siete centros desarrollan
nunca) que responden a la frecuencia con que se den las
programas de Compensación Educativa (al menos entre
conductas descritas (ejemplo de ítem “Intento consolar al
el 20 % y el 30 % de su alumnado es inmigrante o perte-
que está triste”. Se ha obtenido un índice de fiabilidad de
nece a minorías étnicas). Otros siete centros desarrollan
.76 en el alpha de Cronbach.
Acciones Compensatorias (hasta el 20 % de su alumnado
es inmigrante) y los restantes seis centros no incluyen
Escala de Agresividad Física y Verbal (AFV; Caprara
acciones de compensación de desigualdades, debido a
y Pastorelli, 1993; Del Barrio, Moreno y López, 2001). A
que no tienen alumnos inmigrantes o, en caso de
través de sus 20 ítems evalúa la conducta de hacer daño a
tenerlos, éste es poco significativo e inferior al 10 %.
otros física y verbalmente. El formato de respuesta es de
Tras la obtención de los permisos del centro y de las
tres alternativas (a menudo, a veces o nunca), según la
familias, se procedió a la evaluación de los estudiantes.
frecuencia de aparición de la conducta (ejemplo de ítem
Se realizó de forma colectiva y en los mismos centros
“Fastidio a los otros”). El índice de fiabilidad alpha es de
educativos, respetando la confidencialidad y el
.78, obtenido en esta población.
anonimato. Las sesiones tuvieron una duración entre 45
y 50 minutos. El procesamiento estadístico se ha
realizado con apoyo del SPSS, versión 19.
ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, nº. 2, 3-14. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ap.13.2.17802 7

Tabla 1

Comparación de medias de muestras relacionadas de las variables analizadas en función del sexo

Chicos Chicas
M DT M DT T(1.555gl) Sig. d
-7
Empatía 13.31 3.21 16.55 3.14 -20.09 <10 1.020
-7
Conducta Prosocial 23.49 3.15 25.15 2.82 -10.92 <10 .555
-7
Agresividad física y verbal 22.69 4.77 20.93 4.72 7.31 <10 .370
(1) -7
Hedonista 0.17 0.04 0.16 0.03 4.95 <10 .282
(2) -7
Necesidad 0.21 0.03 0.22 0.02 -4.46 <10 .392
(3) -7
Aprobación 0.17 0.04 0.16 0.04 4.97 <10 .250
(4) -7
Estereotipado 0.21 0.03 0.22 0.02 -4.17 <10 .392
(5) -7
Interiorizado 0.20 0.03 0.21 0.02 -4.70 <10 .392
(1) (2) (3)
Nota. Razonamiento moral hedonista; Razonamiento moral orientado hacia la necesidad; Razonamiento moral
(4) (5)
orientado hacia la aprobación; Razonamiento moral estereotipado y Razonamiento moral interiorizado.

Índice de Empatía para Niños y Adolescentes (Index En segundo lugar, se ha realizado un análisis
of Empathy for Children and Adolescents, IECA; Bryant, correlacional de Pearson para chicos y otro para chicas, a
1982; Mestre, Pérez, Frías y Samper, 1999): Este ins- fin de analizar las relaciones internas entre las variables.
trumento constituye una adaptación para población in- Finalmente se han llevado a cabo dos análisis de regre-
fantil y adolescente de la escala para adultos de Mehra- sión lineal múltiple, uno para la población masculina y
bian y Epstein (1972). Se trata de una medida de los otro para la femenina. Tienen el objetivo de observar las
componentes emocional y situacional de la empatía. El variables predictoras de la empatía, de entre la conducta
instrumento consta de 22 ítems. De ellos, cuatro aluden a prosocial, la agresividad y las diferentes dimensiones de
situaciones protagonizadas por mujeres, cuatro por varo- razonamiento moral prosocial (hedonista, razonamiento
nes y los 14 restantes sin referente de género (ejemplo de orientado hacia la aprobación, hacia la necesidad, este-
ítem “Me siento triste al ver a una chica que no encuen- reotipado e interiorizado). La empatía actúa como varia-
tra a nadie con quien jugar”). El alpha de Cronbach ha ble dependiente y el resto como variables explicativas.
sido de .67

Análisis de datos
Resultados

En primer lugar, se ha realizado un análisis de


En primer lugar, se presentan las puntuaciones
comparación de medias entre varones y mujeres junto a
obtenidas a través de la prueba t de Student, donde se
la prueba t de Student para observar posibles diferencias
estadísticamente significativas en razón del sexo, en re- comparan las diferencias significativas entre chicos y
chicas adolescentes en las variables analizadas de empa-
lación con las variables analizadas (empatía, conducta
tía, conducta prosocial, agresividad y razonamiento moral
prosocial, agresividad y todas las dimensiones del razo-
namiento moral prosocial). prosocial, en todas sus dimensiones (hedonismo,
orientado hacia la necesidad, orientado hacia la aproba-
ción, estereotipado e interiorizado).
8 ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, nº. 2, 3-14. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ ap.13.2.17802

Tabla 2

Análisis correlacional entre las variables analizadas

1 2 3 4 5 6 7 8 9
** ** ** ** ** * ** **
1.Empatía - .392 -.130 -.150 -.216 .127 -.091 .109 .165
** ** ** ** * ** ** **
2.Conducta Prosocial .357 - -,156 -.213 -.181 .093 -.136 .166 .166
** ** ** ** * ** *
3.Inestabilidad emocional -.170 -.171 - .598 .207 -.083 ,011 -.112 -.076
** ** ** ** * **
4.Agresividad Física y Verbal -.200 -.213 .633 - .184 -.075 -.003 -.105 -.040
(1) ** ** ** ** ** * ** **
5.Hedonista -.277 -.228 .186 .232 - -.385 -.079 -.369 -.363
(2) ** ** ** ** ** ** *
6.Necesidad .196 .153 -.099 -.149 -.464 - -.451 .083 .025
(3) ** ** ** ** ** **
7.Aprobación -.114 -.107 .050 .014 -.094 -.353 - -.487 -.428
(4) ** ** * ** ** *
8.Estereotipado .095 .164 -.090 -.048 -.330 .020 -,452 - .081
(5) ** ** ** ** ** * **
9.Interiorizado .233 .131 -.126 -.132 -.421 .079 -.403 .021 -
Varones: Abajo izquierda; Mujeres: arriba-derecha; ** p ≤ .01, * p ≤ .05
(1) (2) (3)
Razonamiento moral hedonista; Razonamiento moral orientado hacia la necesidad; Razonamiento moral
(4) (5)
orientado hacia la aprobación; Razonamiento moral estereotipado y Razonamiento moral interiorizado.

La Tabla 1 muestra los resultados del análisis de patía con razonamiento moral orientado a la necesidad
comparación de medias entre la población masculina y (chicos: r = .196, p ≤ .01; chicas: r = .127, p ≤ .01), este-
femenina. En ella aparecen las diferencias en razón de reotipado (chicos: r = .095; p ≤ .01; chicas: r = .109,
género en empatía, conducta prosocial, agresión y razo- p ≤ .01) y con razonamiento moral interiorizado (chicos:
namiento moral prosocial en todas sus dimensiones (he- r = .233, p ≤ .01; chicas: r = .165, p ≤ .01). Por el contra-
donismo, razonamiento orientado hacia la necesidad, ha- rio, la empatía se relaciona negativamente con la inesta-
cia la aprobación, estereotipado e interiorizado). bilidad emocional (chicos: r = -.170, p ≤ .01; chicas:
r = -.130, p ≤ .01), con agresividad física y verbal (chi-
Entre mujeres y varones adolescentes existen cos: r = -.200, p ≤ .01; chicas: r = -.150, p ≤ .01), con ra-
diferencias significativas en todas las variables analiza- zonamiento moral hedonista (chicos: r = -.277, p ≤ .01;
das. Así pues, las chicas adolescentes obtienen puntua- chicas: r = -.216, p ≤ .01), y con razonamiento moral
ciones más elevadas en empatía, conducta prosocial y en orientado a la aprobación (chicos: r = -.114, p ≤ .01, chi-
el razonamiento moral prosocial, en las dimensiones de cas: r = -.091, p ≤ .05). Por lo que respecta la conducta
razonamiento orientado hacia la necesidad, estereotipado prosocial las relaciones son semejantes a las anteriores,
e interiorizado. Sin embargo, los chicos adolescentes tanto en chicos como en chicas. Por otra parte, mantiene
muestran mayores puntuaciones en agresividad –física y relaciones positivas con el razonamiento moral orientado
verbal– y en dos tipos de razonamiento (hedonista y a la necesidad (chicos: r = .153, p ≤ .01; chicas: r = .093,
orientado hacia la aprobación). Por otro lado, la magni- p ≤ .05), estereotipado (chicos: r = .164, p ≤ .01; chicas:
tud del cambio, observado a través de la prueba de r = .166, p ≤ .01) e interiorizado (chicos: r = .131,
Cohen, se sitúa en valores altos (por encima de .800), p ≤ .01; chicas: r = .166, p ≤ .01). Por el contrario, la
valores medios –por encima de .500– y bajos –en torno a conducta prosocial se relaciona negativamente con la
.200– (Cohen, 1992). inestabilidad emocional (chicos: r = -.171, p ≤ .01; chi-
cas: r = -.156, p ≤ .01), la agresividad física y verbal
La Tabla 2 muestra los resultados de los análisis (chicos: r = -.213, p ≤ .01; chicas: r = -.213, p ≤ .01) y el
correlacionales (Pearson) en chicas y chicos adolescen- razonamiento moral hedonista (chicos: r = -.228, p ≤ .01,
tes. En ambos colectivos aparecen relaciones significati- chicas: r = -.181, p ≤ .01) y orientado hacia la aprobación
vas positivas de la empatía con la conducta prosocial (chicos: r = -.107, p ≤ .01; chicas: r = -.136, p ≤ .01).
(chicos: r = .357, p ≤ .01; chicas: r = .392, p ≤ .01), em-
ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, nº. 2, 3-14. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ap.13.2.17802 9

Tabla 3

Coeficientes del análisis de regresión múltiple en la explicación de la empatía en varones adolescentes (adolescencia
temprana y media)
(4)
Empatía B Error típico Beta T Sig. FIV
Constante 4.099 1.909 2.148 .032
Conducta prosocial .291 .033 .286 8.686 .000 1.091
(1)
Hedonista -7.544 7.185 -.095 -2.368 .018 1.630
(2)
Interiorizado 14.564 3.724 .138 3.911 .000 1.247
Agresividad física y verbal -9.018 3.847 -.084 -2.612 .009 1.092
(3)
Necesidad 9.018 3.847 .084 -2.344 .019 1.309
2= -7 …………………………………………….
R .194; F(5.813) = 39.128; sig.= <10 Estadístico Durbin-Watson 1.896
(1) (2) (3)
Nota. Razonamiento moral hedonista; Razonamiento moral interiorizado; Razonamiento moral orientado hacia
(4)
la necesidad; Factor de incremento de la varianza

A la vista de estos resultados se ha considerado En ambos análisis de regresión, se ha comprobado el


oportuno conocer el peso de las variables analizadas – supuesto de independencia entre las variables explicativas
razonamiento moral prosocial, conducta prosocial y respecto a la variable criterio o explicada. Para ello se ha
agresividad– en el desarrollo de la empatía, como varia- tenido en cuenta el índice de Durbin-Watson obtiene una
ble protectora de la personalidad y facilitadora de com- puntuación de 1.896 (chicos) y de 1.935 (chicas). Valores
portamientos sociales adaptados (Eisenberg et al, 2006). situados entre 1.5 y 2.5 en este índice indican que los
residuos son independientes y, por tanto, cumple con el
La Tabla 3 transcribe los resultados del análisis de supuesto de independencia entre las variables (Pardo y
regresión lineal múltiple para la submuestra de varones. Ruiz, 2005). Además, los valores del Factor de
2
El 19.4 % de la varianza (R = .194) está informada por Incremento de la Varianza (FIV) se sitúan en torno a la
la conducta prosocial, el razonamiento moral interiori- unidad en todos los casos, lo cual refuerza la no
zado y el razonamiento moral orientado hacia la necesi- existencia de problemas de colinealidad.
dad, en positivo, además del razonamiento moral hedo-
nista y la agresividad, en negativo. En síntesis, las variables con mayor poder predictor de
la empatía, tanto en mujeres como en varones adolescen-
En cuanto a los resultados del análisis de regresión tes, son la conducta prosocial (en positivo) y el razona-
lineal múltiple en la explicación de la empatía de las miento moral hedonista (en negativo). Además, en varo-
mujeres adolescentes, la Tabla 4 muestra que el 17.6 % nes también tienen poder predictor el razonamiento moral
2 interiorizado y orientado hacia la necesidad (en positivo),
de la varianza (R = .176) está explicada por las varia-
bles de conducta prosocial, en positivo, y razonamiento además de la agresividad, en negativo.
hedonista en negativo.

Tabla 4.

Coeficientes del análisis de regresión múltiple en la explicación de la empatía en mujeres adolescentes (adolescencia
temprana y media)

Empatía B Error típico Beta T Sig. FIV


-7
Constante 8.595 1.165 5.859 <10
-7
Conducta prosocial .406 .038 .365 10.723 <10 1.034
(1) -7
Hedonista -13.331 3.036 -.150 -4.391 <10 1.034
2= -7
R .176, F(2.735) = 78.246, sig.= <10 Estadístico Durbin-Watson 1.935
(1)
Nota. Razonamiento moral hedonista.
10 ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, nº. 2, 3-14. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ ap.13.2.17802

Discusión hedonistas tenderán a manifestarse poco empáticos con


los demás.
Los resultados de la investigación indican, en primer
lugar, las diferencias entre mujeres y varones adolescen- Observamos, pues, la estrecha relación de la empatía y
tes en empatía, conducta prosocial, agresividad física y el comportamiento prosocial tanto en chicos como en
verbal y razonamiento moral prosocial, en todas sus di- chicas adolescentes (Mestre et al., 2007). Las relaciones
mensiones. Los chicos adolescentes, al compararlos con entre ambas variables han inducido a hablar de rasgos
las chicas, muestran mayor tendencia a la agresividad y a prosociales que contribuyen a la personalidad prosocial
mantener un razonamiento moral hedonista y orientado (Mikolajewski et al., 2014). Se habla de personalidad
hacia la aprobación (Hipótesis 1). Las chicas adolescen- prosocial como la tendencia a pensar en el bienestar y los
tes muestran niveles más altos en prosocialidad y empa- derechos de los demás, a sentir preocupación y empatía
tía (Mestre, Samper, Frías y Tur, 2009), además de un por ellos y a actuar de forma que les beneficie (Mehra-
razonamiento moral orientado hacia la necesidad, in- bian y Epstein, 1972). De este modo, en la personalidad
teriorizado y estereotipado (Hipótesis 1). Estos resulta- prosocial confluyen la disposición empática y la conducta
dos corroboran los obtenidos por Carlo et al. (2013) que prosocial e incluye valores, cogniciones y conductas
hallaron las mismas tendencias al relacionar chicos y prosociales orientadas a los otros (Eisenberg et al., 2002).
chicas adolescentes y se encuentran en la línea de Eisen- Es más, parece que los rasgos prosociales mantienen una
berg et al. (1995) al comprobar que los varones adoles- cierta estabilidad después de la infancia (Knafo y Plomin,
centes tienden a desarrollar posturas más hedonistas. Pa- 2006). Esta estabilidad puede deberse, en parte, a la
rece que el proceso de socialización de las chicas adoles- retroalimentación producida por los mensajes y valores
centes está dirigido a fomentar la solidaridad y la con- sociales que considera a la mujer orientada a roles de
ducta de ayuda, lo que se entiende como ser más comu- ayuda y apoyo a los demás (Carlo y Raldall, 2002; Eagly,
nales, mientras que los chicos se orientan hacia el ins- 2009).
trumentalismo (Eagly, 2009; Gilligan, 1982). Son ellos
quienes buscan en mayor medida el beneficio propio. Los resultados expuestos en este estudio empírico
pueden ayudar a la hora de establecer programas de in-
Por otra parte, se ha comprobado que la empatía se tervención dirigidos a fomentar conductas de acerca-
relaciona positivamente con la conducta prosocial y con miento a los demás, altruistas y prosociales. Serán nece-
el razonamiento moral orientado a la necesidad, estereo- sarios programas que incluyan tanto los procesos de ra-
tipado e interiorizado, en chicos y chicas adolescentes. zonamiento como los procesos afectivos implicados. Se
También se ha comprobado que la empatía se relaciona considera que la prosocialidad y la empatía forman dos
negativamente con hedonismo y con razonamiento moral constructos psicológicos que estimulan comportamientos
orientado a la aprobación, en chicos y chicas (Hipótesis adaptados socialmente, a la vez que frenan el desarrollo
2). de comportamientos inadaptados (Mestre et al., 2007). A
este respecto caben mencionar algunos programas de in-
Además, al hilo de los resultados, la predicción de la tervención en el aula, que están dando resultados positi-
empatía viene informada, principalmente, por la con- vos y esperanzadores (Mestre, Tur, Samper y Malonda,
ducta prosocial y el razonamiento moral hedonista, tanto 2011; Romersi, Martínez-Fernández y Roche, 2011).
en chicos como en chicas adolescentes. Y, en este sen-
tido, resalta la relación positiva de la empatía con la con- Para terminar, es necesario comentar las limitaciones
ducta prosocial y negativa con el razonamiento hedonista del estudio. La primera limitación deriva del carácter
(Eisenberg et al., 2002; Telle y Pfister, 2016). El razo- trasversal de la investigación, por lo que no se pueden
namiento moral hedonista tiene en cuenta el beneficio de obtener relaciones de causalidad. Sería deseable conti-
la propia conducta sobre uno mismo, por tanto, está re- nuar esta investigación para que tuviera carácter longitu-
gido por el egoísmo. De esta forma, los adolescentes más dinal y observar la evolución. Otra limitación procede de
la recogida de la información, realizada mediante autoin-
ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, nº. 2, 3-14. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ap.13.2.17802 11

formes de los propios adolescentes. Hubiera sido desea- Caprara, G. V. y Pastorelli, C. (1993). Early emotional
ble recoger información de otras fuentes para relacio- instability, prosocial behavior, and aggression: some
narlas ambas. Con todo, se ha comprobado que los ado- methodological aspects. European Journal of
lescentes obtienen menores índices de deseabilidad so- Personality, 7, 19-36.
cial que otras fuentes de información, como los padres http://dx.doi.org/10.1002/per.2410070103
(Gaylord, Kitzmann y Coleman, 2003). Además, la in-
vestigación se ha centrado en la adolescencia temprana Carlo, G. y Randall, B. A. (2002). The Development of a
(12-15 años), aunque en una muestra bastante amplia de Measure of Prosocial Behaviors for Late
1557 adolescentes de la Comunidad Valenciana. Con- Adolescents. Journal of Youth and Adolescence,
vendría que se ampliara a toda la adolescencia, de esta 31(1), 31-44.
forma se podrían comparar diferentes edades. Por otra http://dx.doi.org/10.1023/A:1014033032440
parte, el objetivo de la investigación se dirige a analizar
las relaciones entre empatía, conducta prosocial y razo- Carlo, G. (2006). Care-based and altruistically-based
namiento moral prosocial. Convendría relacionar la em- morality. En M. Killen y J. G. Smetana (Eds.),
patía y la conducta prosocial con variables de la perso- Handbook of moral development (pp. 551-579).
nalidad, que pueden ser interesantes a la hora de estudiar Mahwah, NJ: Erlbaum.
el desarrollo de la prosocialidad y la empatía. Todo ello Carlo, G., Eisenberg, N. y Knight, G. P. (1992). An
aportaría información sobre el desarrollo de la personali- objective measure of adolescents prosocial moral
dad prosocial y ayudaría a diseñar programas precoces reasoning. Journal of Research on Adolescence,
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ADAPTACIÓN EN LA INFANCIA:
INFLUENCIA DEL ESTILO PARENTAL Y DEL ESTADO DE ÁNIMO
CHILDHOOD ADJUSTMENT:
THE EFFECTS OF PARENTING STYLES ON MOOD STATES

INMACULADA MONTOYA-CASTILLA1, VICENTE PRADO-GASCÓ2,


LIDÓN VILLANUEVA-BADENES3 Y REMEDIOS GONZÁLEZ-BARRÓN1

trabajo es estudiar el valor predictivo de los estilos


Resumen parentales y los estados emocionales sobre la adaptación
infantil. Los participantes fueron 1129 niños entre 8 y 12
La adaptación en la infancia hace referencia al ajuste años de colegios de la Comunidad Valenciana. Los
personal, social y familiar que los niños manifiestan. Esta estilos educativos se evaluaron con las Escalas de
variable está relacionada con factores personales y Identificación de “Prácticas Educativas Familiares”, los
familiares que influyen en su desarrollo. Entre ellos los estados de ánimo a través de The Mood Questionnaire y
estados emocionales y el estilo educativo que los padres la adaptación infantil con The Multifactorial Self-
utilizan para educar a sus hijos. El objetivo del presente reported Childhood Adjustment Test. La investigación fue

1
Departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamientos Psicológicos. Universitat de Valencia, España.
2
Departamento de Psicología Social. Universitat de Valencia, España.
3
Departamento de Psicología Evolutiva. Universitat Jaume I, España.

Recibido: 6 de junio de 2016.


Aceptado: 2 de septiembre de 2016.
16 ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, nº. 2, 15-30. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ ap.13.2.17807

autorizada por las autoridades correspondientes y por los that parenting styles have a strong effect on children’s
padres. Se han realizado pruebas t, correlaciones y adjustment, especially regarding school and social life.
regresiones jerárquicas. Los resultados muestran que los Moreover, emotional outcomes are better predictor of
chicos obtienen puntuaciones más altas en estilo children’s maladaptation than parenting styles.
Autoritario, Inadaptación Escolar, Social y General.
Mientras que las chicas puntúan más alto en estilo Keywords: adjustment; parenting styles; emotional
Democrático y Miedo. Los estilos educativos se development; maladaptation.
relacionan con los estados emocionales y con la
adaptación y ambas variables explican el 30 % de la
varianza en adaptación. Como conclusión destacar que el
estilo Democrático es más frecuente en las chicas y el Introducción
Autoritario en los chicos, siendo esto perjudicial para
ellos en términos de adaptación, especialmente en los La adaptación infantil hace referencia al ajuste
ámbitos escolar y social. Así como que los estados consigo mismo y con la realidad que vive. Un nivel bajo
emocionales son mejor predictor de la inadaptación de adaptación se relaciona con sentimientos de tristeza
infantil. (Riina y Mchale, 2014), problemas de autoestima o au-
toimagen, inseguridad en las relaciones personales, sín-
Palabras clave: inadaptación; estilo parental; estado tomas ansiosos (Naz y Kausar, 2014), bajo rendimiento
de ánimo; infancia. escolar (Hérnandez-Guanir, 2009), expectativas en la
relación con los amigos (MacEvoy, Papadakis, Fedigan y
Ash, 2016), entre otros. La adaptación personal, social,
escolar y familiar, se encuentran interrelacionadas (Her-
Abstract nández-Guanir, 2009). La adaptación infantil está influida
por diversos factores tanto de la persona como del
Children’s adjustment refers to personal, social and
ambiente social y familiar, entre los que se incluyen la
family stressors that children have to adapt to. Ad-
historia de aprendizaje, rasgos de personalidad, actitudes,
justment is related to personal and family aspects that creencias, habilidades y relaciones con los padres (Ars-
have influence on children’s development. Emotional had y Naz, 2014; Camisasca, Miragoli y Di Blasio,
outcomes and parenting styles that parents use to educate 2016). El interés se ha centrado en la interacción entre
their children are two of those aspects. This study padres e hijos, y en las actitudes que subyacen a dichas
examines parenting styles and emotional outcomes in interacciones, las cuales dan lugar a diferentes estilos y
predicting children’s adjustment. The sample consists of prácticas educativas, entendidas como tendencias globa-
1165 children between 8 and 12 years from primary les de comportamiento (López, Peña y Rodríguez, 2008).
schools of Valencia. Participants completed the Scales
Identification of "Family Educational Practices", The El modelo de estilos educativos parentales más
Mood Questionnaire and The Multifactorial Childhood utilizado fue propuesto por Baumrind (1966, 1971, 1989),
Self-Reported Adjustment Test. The respective y distingue tres estilos: (a) los padres autoritarios valoran
authorities and their parents approved the study. Data la obediencia como una virtud y favorecen las medidas de
were statistically analysed using t-test, bivariate castigo o coerción, de modo que en las interacciones con
correlations and hierarchical regressions. Results sus hijos suelen mostrar bajos niveles de afecto y altos
indicated that boys score higher on authoritative niveles de control; (b) los padres permisivos
parenting, maladaptation at school as well as social and proporcionan gran autonomía al hijo y evitan el recurso a
general maladaptation. Girls score higher on democratic la autoridad, las restricciones y castigos, de modo que las
parenting and fear. Parenting styles are related to interacciones familiares se caracterizan por altos niveles
emotional outcomes and together they predict children’s de afecto y bajo control; y (c) los padres democráticos o
adjustment (30 % of the variance). These findings reveal autorizativos se basan en el razonamiento, la negociación
ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, nº. 2, 15-30. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ap.13.2.17807 17

y la reciprocidad jerárquica -cada miembro tiene rece haber obviado la posible contribución de los estados
derechos y responsabilidades con respecto al otro-, de emocionales del niño en su adaptación.
modo que las interacciones tienen altos niveles de Es innegable que los estados emocionales poseen un
responsividad, afecto y apoyo y niveles medios de con- papel fundamental en la adaptación, de forma que pueden
trol. Los estilos parentales autoritario y permisivo son estar a la base de diferentes problemas psicológicos y
considerados como dos polos de un continuo, mientras sociales (Salguero, Fernández-Berrocal, Ruiz-Aranda,
que el estilo democrático se sitúa en el centro de dos di- Castillo y Palomera, 2011). Sin embargo, hay pocos es-
mensiones: calidez y control parental (Dwairy, Achoui, tudios que analicen la contribución específica de cada
Farah y Fayad, 2006). estado de ánimo a la adaptación infantil y su relación con
los estilos parentales. Al respecto, se ha observado que
Los estilos educativos parentales influyen en el parece existir una relación bidireccional entre la frustra-
desarrollo evolutivo y la adaptación en diferentes culturas ción y algunas conductas parentales negativas (Kiff,
y a largo plazo (Baumrind, 1971, 1989; Dwairy et al., Lengua y Zalewski, 2011), que el estilo democrático
2006; Rothrauff, Cooney y An, 2009; Uji, Sakamoto, (autorizativo) podría ser más beneficioso para aquellos
Adachi y Kitamura, 2014). En general, los estilos auto- niños con intensos sentimientos de ira o frustración
ritario y permisivo se relacionan positivamente con pro- (Muhtadie et al., 2013), que una relación de apoyo de los
blemas de comportamiento internalizantes y externali- padres hacia los hijos puede ser un factor protector mo-
zantes (Akhter, Hanif, Tariq y Atta, 2011; Muhtadie, derando el impacto de estresores como, por ejemplo, en
Zhou, Eisenberg y Wang, 2013; Piko y Balázs, 2012), así caso de bullying (Claes, Luyckx, Baetens, Van y Witte-
como con una baja adaptación escolar (Blondal y man, 2015) y que una relación hostil entre padres e hijos
Adalbjarnardottir, 2009) y mayor agresividad en los hijos puede ser un factor de riesgo para el bienestar de estos
(Batool, 2013). Mientras que el estilo democrático se (Moed et al., 2015; Molina y Musich, 2016; Newland,
relaciona positivamente con la auto-regulación emocional Ciciolla y Crnic, 2014; Weymouth y Buehler, 2016).
(Jabeen, Anis-ul-Haque y Riaz, 2013), factores de re-
siliencia psicológica (Ritter, 2005) y la salud mental en Las investigaciones sobre adaptación infantil y estilos
general (Uji et al., 2014). Así, el estilo democrático pa- parentales no suelen observar diferencias debidas al sexo
rece ser el óptimo en términos de ajuste psicosocial in- (Blondal y Adalbjarnardottir, 2009; Muhtadie et al.,
fantil. No obstante, algunos estudios sugieren diferencias 2013; Uji et al., 2014). Sin embargo, el estilo democrá-
culturales, de modo que el estilo permisivo puede ser tan tico (autorizativo) parece funcionar mejor para el sexo
idóneo como el democrático en culturas hispánicas y del masculino en términos de menos síntomas depresivos
sur de Europa (García y Gracia 2009, 2010; Martinez y (Rothrauff, Cooney y An, 2009), o para chicas adoles-
García, 2007; Musitu y García, 2004; Pérez, 2012). centes en términos de menos problemas afectivos (Piko y
Balázs, 2012). Así mismo, el miedo opera de forma
Sobre las relaciones entre estilos parentales, estados compleja y variando según el sexo, de modo que el con-
emocionales y adaptación infantil cabe destacar tres trol parental puede exacerbar las respuestas de miedo,
cuestiones. En primer lugar, que la mayor parte de las especialmente en los niños y no tanto en las niñas (Kiff et
investigaciones se han realizado desde la perspectiva de al., 2011).
los padres, obviando la percepción infantil sobre el estilo
de crianza recibido, el cual podría tener mayor valor pre- La inadaptación infantil es importante no sólo por sus
dictivo en cuanto a la adaptación infantil. En segundo correlatos psicosociales, sino también porque puede fun-
lugar, la investigación suele referirse a la adaptación cionar como estado previo a la psicopatología (Hernán-
como una sola dimensión psicosocial, por lo que no se dez-Guanir, 2009; Naz y Kausar, 2014; Riina y Mchale,
han encontrado estudios que analicen simultáneamente la 2014). Dadas las evidencias de su relación con variables
influencia de los estilos parentales en diferentes ámbitos familiares y emocionales (Arshad y Naz, 2014; Cami-
(social, personal, escolar). Y, por último, la literatura pa- sasca, Miragoli y Di Blasio, 2016), es destacable la es-
casa presencia de estudios específicos sobre esta temá-
18 ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, nº. 2, 15-30. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ ap.13.2.17807

tica, especialmente desde la perspectiva de los niños. Método


Además, los escasos estudios realizados se centran en
estados emocionales negativos, obviando el efecto de
estados emocionales positivos como la felicidad. Aunque Participantes
en los últimos años parece aumentar el interés por estu-
diar la relación entre la experiencia de estados emocio- Los participantes fueron 1129 niños entre 8 y 12 años
nales positivos y variables como la salud, el bienestar y la (M = 10.03 años, DT = 1.23), con 588 chicas (52.1 %) y
resiliencia psicológica, entre otras (Fredrickson, 2003), lo 541 chicos (47.9 %).
más interesante podría ser apelar a modelos que tengan Todos los participantes procedían de un nivel
en cuenta ambos tipos de experiencia. La psicopatología socioeconómico medio en un contexto urbano y de Edu-
infanto-juvenil queda mejor explicada por modelos dua- cación Primaria.
les que incorporan medidas tanto de afecto negativo
como positivo (De Bolle, Decuyper, De Clerq y De Fruyt, Instrumentos de evaluación
2010), por lo que la inadaptación infantil también podría
beneficiarse de dicha perspectiva. Las características sociodemográficas se recogieron a
través de un cuestionario elaborado para tal efecto.
Por todo esto, en este trabajo se estudiará el estilo
parental, estado de ánimo y adaptación en tres ámbitos Los estilos educativos se evaluaron con las Escalas de
(personal, social y escolar). Además, se tienen en cuenta Identificación de “Prácticas Educativas Familiares”
las variaciones que el sexo puede producir en dicha rela- (PEF; Alonso y Román, 2003). Es un cuestionario que
ción, ya que es conocido que el sexo influye y las chicas evalúa la percepción infantil de las prácticas educativas
suelen mostrar mayor probabilidad de sufrir trastornos de parentales en cinco situaciones diferentes. Cada situación
tipo afectivo (Cruz, Narciso, Muñoz, Pereira y Sampaio, cuenta con seis respuestas posibles que representan los
2013; MacEvoy, et al. 2016). El objetivo de este estudio tres estilos educativos (dos respuestas para cada uno de
es analizar el valor predictivo de los estilos parentales y ellos). Estos estilos constituyen las tres escalas indepen-
los estados emocionales sobre la adaptación infantil dientes que forman el cuestionario: (a) estilo Autoritario,
desde el punto de vista de los niños y teniendo en cuenta (b) estilo Democrático, y (c) estilo Permisivo. La consis-
el sexo. tencia interna del instrumento en la versión de niños es
satisfactoria (α = .77).

Los estados de ánimo se evaluaron a través de The


Mood Questionnaire (Rieffe, Meerum-Terwogt y Bosch,
2004; adaptación española: Górriz, Prado-Gascó, Vi-
llanueva, Ordóñez y González, 2013). Este cuestionario
evalúa cuatro estados emocionales con una escala de 16
items: Felicidad, Enfado, Tristeza y Miedo. Los niños
responden a cada ítem en una escala de tres puntos de
respuesta. Las puntuaciones altas indican mayor presen-
cia del estado de ánimo específico. En este estudio, como
en otros previos (Rieffe, Villanueva, Adrián y Górriz,
2009), las escalas muestran propiedades psicométricas
adecuadas (alpha de Cronbach entre .69 y .78).
ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, nº. 2, 15-30. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ap.13.2.17807 19

Tabla 1

Estadísticos descriptivos: Rangos, medias y desviaciones típicas. Comparación por sexos

Chicas Chicos
Test Variables Rangos M (DT) t
M (DT) M (DT)
Autoritario 0-45 20.17 (8.20) 19.21 (8.10) 21.38 (8.25) -4.41***
Estilo Democrático 1-45 29.23 (7.00) 29.94 (6.80) 28.47(7.08) 3.52***
Permisivo 0-43 14.46 (6.89) 14.12 (6.87) 14.86 (6.99) -1.76
Tristeza 4-12 5.40 (1.60) 5.40 (1.58) 5.41 (1.65) -0.10
Estado Miedo 4-12 6.03 (1.70) 6.19 (1.70) 5.83 (7.71) 3.55***
ánimo Enfado 4-12 6.10 (1.83) 6.03 (1.75) 6.16 (1.92) -1.21
Felicidad 4-12 10.10 (1.45) 11.02 (1.41) 10.96 (1.50) 0.75
Personal 0-30 9.41 (5.78) 9.63 (5.88) 9.22 (5.73) 1.19
Escolar 0-29 7.77 (5.84) 6.85 (5.33) 8.98 (6.20) -6.14***
Inadaptación
Social 0-30 7.57 (4.61) 7.15 (4.53) 8.11 (4.67) -3.54***
General 0-27 8.26 (4.52) 7.90 (4.37) 8.77 (4.67) -3.23***
Nota. *** p ≤ .001.

La adaptación infantil se evaluó a través de The


Análisis de datos
Multifactorial Self-reported Childhood Adjustment Test
(TAMAI; Hernández-Guanir, 2009). Este test evalúa
En primer lugar, se procedió a calcular los principales
cuatro dominios de inadaptación: personal, social, escolar
descriptivos de las variables consideradas en el estudio
y familiares (en el presente estudio el último no está
incluyendo coeficiente de fiabilidad (alpha de Cronbach),
incluido), así como un nivel general de inadaptación, que
rangos, medias y desviaciones típicas. Además, se realizó
corresponde a la media de las cuatro escalas principales.
una comparación de medias según el sexo en todas las
La respuesta dicotómica (si/no) indica la presencia o au-
variables (t de muestras independientes). El segundo paso
sencia de cada uno de los 145 items. En todos los casos,
es el estudio correlacional (producto-momento de
puntuaciones altas indican altos niveles de inadaptación.
Pearson), y de regresión, para el cual se empleó el
El test presenta propiedades psicométricas adecuadas,
método de regresión jerárquica para todas las escalas de
según Hernández-Guanir (2009) y los resultados obten-
adaptación, siendo los predictores las demás variables de
didos en este estudio (alpha de Cronbach de entre .78 y
estudio.
.88).

Procedimiento
Resultados
Los cuestionarios fueron administrados, junto con una
batería de evaluación más extensa por investigadores
Análisis descriptivos de las variables
expertos, en doce colegios de primaria de la Comunidad
Los resultados de la comparación de medias por sexo en
Valenciana. En cada caso, se obtuvieron los permisos de
las autoridades locales (Consellería de Educación), de la cada variable (Tabla 1) indican diferencias significativas
respecto al sexo (p ≤ .001) con puntuaciones más altas de
dirección de los colegios y de los padres de los niños,
antes de la evaluación. El muestreo es intencional y la los chicos en estilo Autoritario, Inadaptación Escolar,
evaluación se llevó a cabo en el aula de forma colectiva Social, y General mientras que las chicas puntúan más
alto que ellos en estilo Democrático y Miedo.
en dos sesiones de una hora cada una, mientras el tu-
tor/tutora estaba presente.
20 ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, nº. 2, 15-30. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ ap.13.2.17807

Tabla 2

Correlaciones entre las variables del estudio (N = 1165)

PEF MOOD TAMAI


1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11
Estilo
1. Autoritario 1
2. Democrático .09** 1
3. Permisivo -.10*** .23*** 1
Estado de ánimo
4. Tristeza .01 -.07* .12*** 1
5. Miedo .02 .04 .07* .55*** 1
6. Enfado .02 -.05 .01 .59*** .48*** 1
7. Felicidad .02 .19*** -.03 -.34*** -.13*** -.24*** 1
Inadaptación
8.Personal .01 -.15*** -.09** .46*** .40*** .38*** -.36*** 1
9.Escolar .07* -.26*** .02 .26*** .16*** .34*** -.24*** .43*** 1
10.Social .08** -.21*** .06* .35*** .27*** .42*** -.31*** .60*** .59*** 1
11.General .06* -.25*** .06* .43*** .33*** .46*** -.36*** .82*** .82*** .86*** 1
Nota. PEF (Estilos parentales), MOOD (Estado de ánimo), TAMAI (Inadaptación).
*p < .05. ** p < .01. *** p < .001.

adaptación (en un rango que va de .16 a .46 en valores


absolutos; ya que la Felicidad, al contrario que el Miedo,
Relaciones entre variables
la Tristeza y el Enfado, se relaciona de forma negativa
con la inadaptación).
Las correlaciones entre las variables (Tabla 2) indican
que los estilos parentales Democrático y Permisivo co-
rrelacionan de forma moderada y parecen solaparse lige-
ramente (r = .23, p < .001). Respecto a los estados emo- Variables predictoras de la adaptación
cionales y los estilos parentales, únicamente se observan infantil
cuatro relaciones significativas: el estilo Democrático se
relaciona con Felicidad (r = .18, p < .001) y Tristeza Todos los análisis de regresión realizados son
(r = -.07, p = .03); mientras que el estilo Permisivo se jerárquicos e incluyen todas las variables de estudio como
relaciona con Tristeza (r = .12, p < .001) y Miedo predictores de las tres dimensiones de la Inadaptación
(r = .07, p = .02). Respecto a las relaciones entre (Personal, Escolar, y Social), así como de la Inadaptación
inadaptación y estilos parentales, se observan algunas General (Tabla 3). En general, se observa que los
relaciones significativas poco intensas o moderadas (de modelos explican alrededor del 30 % de la varianza en
.06 a .26, en valores absolutos) en direcciones inadaptación. Y que las variables que más información
consistentes con la teoría. Concretamente, los estilos aportan (en términos de varianza explicada -R²-) son las
Autoritario y Permisivo correlacionan de forma positiva emocionales. En cuanto a la Inadaptación Personal, las
con la inadaptación, exceptuando la relación entre estilo variables con mayor poder predictivo son Miedo (SE
Permisivo e Inadaptación Personal, que es negativa, β = .23), Felicidad (SE β = -.21), Tristeza (SE β = .18),
aunque poco intensa (r = -.01, p = .01). Mientras que el estilo Democrático (SE β = -.17), Permisivo (SE β = .14)
estilo Democrático se relaciona negativamente con todas y Enfado (SE β = .10). En cuanto a la Inadaptación
las dimensiones de inadaptación (en un rango de r = -.15 Escolar, las variables con mayor poder predictivo son
a r = -.26). Por último, los estados emocionales co- Enfado (SE β = .29) y estilo Democrático (SE β = -.29),
rrelacionan de forma significativa en una intensidad de además de Felicidad (SE β = -.11), estilo Autoritario (SE
moderada a alta con todas las dimensiones de In- β = .11) y Permisivo (SE β = .10). Respecto a la Inadap-
ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, nº. 2, 15-30. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ap.13.2.17807 21

Tabla 3

Análisis de regresión jerárquica de las variables predictoras de Adaptación (N =1165)

Variable Dependiente: Inadaptación


Predictores Inad. Personal Inad. Escolar Inad. Social Inad. General
2 2 2 2
SE B D Adj R SE B D Adj R SE B D Adj R SE B D Adj R
Paso 1 PEF .04*** .08*** .07*** .08***
Autoritario .04 .11*** .12*** .10***
Democrático -.17*** -.29*** -.24*** -.28***
Permisivo .14*** .10*** .13*** .14***
Paso 2 MOOD .27*** .11** .19** .26***
Tristeza .18*** .03 .05 .11**
Miedo .23*** -.01 .08** .12***
Enfado .10*** .29*** .28*** .27***
Felicidad -.21*** -.11*** -.17*** -.20***
2
Adj. R total .31*** .19*** .26*** .34***
Nota. PEF (Estilos parentales), MOOD (Estado de ánimo).
* p <.05. ** p < .01. *** p <.001.
tación Social, las variables con mayor valor predictivo Los análisis de regresión separados por sexo son muy
son Enfado (SE β = .28), estilo Democrático (SE β = -.24) similares a lo comentado más arriba, de modo que el es-
y Felicidad (SE β = -.17), si bien también aportan algo al tilo Democrático tiende a mostrar mayor poder predictivo
modelo el estilo Permisivo (SE β = .13) y el Autoritario que el estilo Autoritario y Permisivo en todas las
(SE β = .12). Por último, la Inadaptación General es la dimensiones de inadaptación y los estados emocionales
dimensión que mejor queda explicada por el modelo tienden a explicar más porcentaje de varianza. No obs-
(R2adj = .34). Todas las variables muestran valor pre- tante, cabe mencionar algunas diferencias observadas
dictivo, pero las más importantes son: estilo Democrático entre chicas (Tabla 4) y chicos (Tabla 5). En primer lu-
(SE β = -.28), Enfado (SE β = .27) y Felicidad (SE β = - gar, se observa que el estilo Permisivo es un predictor
.20). significativo en las chicas, pero no en los chicos, en
cuanto a su Inadaptación Personal, Social y General. En
Tabla 4

Análisis de regresión jerárquica de las variables predictoras de Adaptación en chicas (n = 588)

Variable Dependiente: Inadaptación


Predictores Inad. Escolar Inad. Escolar Inad. Social Inad. General
2 2 2 2
SE B D Adj R SE B D Adj R SE B D Adj R SE B D Adj R
Paso 1 PEF .06*** .06** .05** .07**
Autoritario .04 .07 .08* .07
Democrático -.18*** -.24*** -.22*** -.26***
Permisivo .20*** .16*** .14*** .20***
Paso 2 MOOD .27** .11*** .18** .27***
Tristeza .17*** .01 .07 .10*
Miedo .21*** .05 .10* .15***
Enfado .07 .27*** .26*** .24***
Felicidad -.27*** -.09* -.15*** -.22***
2
Adj. R total .33*** .17*** .23*** .34***
Nota. PEF (Estilos parentales), MOOD (Estado de ánimo).
* p <.05. ** p < .01. *** p <.001.
22 ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, nº. 2, 15-30. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ ap.13.2.17807

Tabla 5

Análisis de regresión jerárquica de las variables predictoras de Adaptación en chicos (n = 541)

Variable Dependiente: Inadaptación


Predictores Inad. Escolar Inad. Escolar Inad. Social Inad. General
2 2 2 2
SE B D Adj R SE B D Adj R SE B D Adj R SE B D Adj R
Paso 1 PEF .03** .10*** .07** .09***
Autoritario .06 .10* .15*** .11**
Democrático -.20*** -.32*** -.27*** -.32***
Permisivo .08 .02 .11** .08
Paso 2 MOOD .27** .11** .20*** .24**
Tristeza .30*** .03 .05 .11*
Miedo .21*** -.01 .09 .11**
Enfado .14** .29*** .28*** .29***
Felicidad -.15*** -.11** -.20*** -.17***
2
Adj. R total .30*** .21*** .27*** .33***
Nota. PEF (Estilos parentales), MOOD (Estado de ánimo).
*p <.05. ** p < .01. *** p <.001.

cuanto a la Inadaptación Social el coeficiente de regre- términos de adaptación, especialmente en los ámbitos
sión es significativo en ambos sexos, pero mayor en las escolar (Blondal y Adalbjarnardottir, 2009) y social
chicas (SE β = .14) que en los chicos (SE β = .11). En se- (Muhtadie, Zhou, Eisenberg y Wang, 2013).
gundo lugar, se observa que el Enfado es un predictor
significativo de la Inadaptación Personal únicamente en Según informan los propios niños, el estilo
los chicos (SE β = .14), y que el Miedo lo es de la In- Democrático es más frecuente con las chicas. Según los
adaptación Social únicamente en las chicas (SE β = .10), resultados de este estudio y otros anteriores (Akhter et al.,
si bien aquí la diferencia entre coeficientes de regresión y 2011; Blondal y Adalbjarnardottir, 2009; Jabeen et al.,
probabilidad asociada es menor. Por último, se observa 2013; Muhtadie et al., 2013; Piko y Balázs, 2012; Uji et
únicamente en los chicos que el estilo Autoritario es un al., 2014), el estilo Democrático es mejor en cuanto a la
predictor significativo de la Inadaptación Escolar (SE adaptación psicosocial del niño (Dwairy et al., 2006;
β = .10) y General (SE β = .11), aunque los coeficientes Ritter, 2005). Por lo que, siguiendo con el razonamiento
son bajos. anterior, no es de extrañar que las chicas presenten menor
inadaptación que los chicos que participaron en este
estudio.
Discusión
En cuanto a su valor predictivo sobre la adaptación, el
Según la perspectiva de los niños entre 8 y 12 años, el estilo Democrático es ligeramente superior a los estilos
estilo Autoritario es más utilizado con los chicos. Los Autoritario y Permisivo; si bien son los estados emo-
chicos muestran mayor inadaptación en todos los ámbi- cionales los que mejor explican la inadaptación infantil,
tos, menos el personal. Por otro lado, los resultados su- desde la perspectiva de los niños. No obstante, y respecto
gieren que el estilo Autoritario predice la Inadaptación a los estilos parentales, este trabajo aporta una observa-
infantil en todos los ámbitos (Batool, 2013; Moed et al., ción muy interesante. Y es que el estilo Autoritario es
2015; Molina et al., 2016), excepto el personal, y que esto más predictivo en los chicos, mientras que el Permisivo
es así especialmente para los chicos. Teniendo en cuenta lo es en las chicas, ambos aumentando la inadaptación.
estos resultados podemos señalar que los chicos son Así, los resultados de este trabajo no apoyan la hipótesis
educados con (o perciben) un estilo Autoritario por parte de que tanto el estilo Democrático como el Permisivo
de sus padres y que esto es perjudicial para ellos en sean óptimos en culturas como la española (García y
ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, nº. 2, 15-30. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ap.13.2.17807 23

Gracia 2009, 2010; Martinez y García, 2007; Musitu y que su cuidado puede ayudar a prevenir situaciones dolo-
García, 2004; Pérez, 2012). El estilo Permisivo no parece rosas y conflictivas de inadaptación antes de que se
ser tan perjudicial para los chicos como es para las chi- agraven dando lugar a trastornos psicológicos. Aún más
cas, pero los resultados no permiten concluir que no fo- allá, sería importante investigar sobre el posible papel
mente la inadaptación infantil. mediador de las emociones en la relación entre estilos
parentales y la inadaptación infantil.
Una de las aportaciones más interesantes de este
estudio es atender simultáneamente a diferentes ámbitos
de la adaptación infantil. Así, los resultados sugieren que
los estilos parentales no tienen un perfil específico en
cuanto a predecir la adaptación. Esto es, que el estilo
Democrático tiende a funcionar mejor que los otros en
todos los ámbitos de la adaptación. Sin embargo, los es-
tados emocionales sí muestran una tendencia específica
según el ámbito al que prestemos atención. Esto señala
que la investigación está subestimando el papel que la
vivencia de emociones específicas tiene en la adaptación
infantil, tal como señalaban Salguero et al. (2011). Y que,
para predecir la inadaptación, los estilos parentales
pueden ser importantes (Camisasca et al., 2016; Claes et
al., 2015; Cruz et al., 2013; Newland et al., 2014), pero
hay que tener en cuenta otras variables como los estados
emocionales (De Bolle et al., 2010; MacEvoy e tal.,
2016; Naz y Kausar, 2014), que se destacan como el
mejor predictor. Así, se ha observado que todas las emo-
ciones tienen valor predictivo para la Inadaptación Gene-
ral, mientras que se observan diferencias si atendemos a
un ámbito específico. Concretamente, el Miedo, la au-
sencia de Felicidad y la Tristeza tienen un alto valor pre-
dictivo de la Inadaptación Personal, mientras que en la
Inadaptación Social y Escolar se observa un patrón emo-
cional de Enfado junto a ausencia de Felicidad.

Como limitaciones del trabajo señalar que sería


interesante analizar estas variables desde una perspectiva
longitudinal, así como incorporar medidas de otros in-
formadores como padres y profesores, dada la importan-
cia de las variables sociales y familiares en niños de estas
edades.

Pese a sus limitaciones, este trabajo supone un


interesante acercamiento al estudio de la influencia de los
estados emocionales concretos (tanto negativos como
positivos) en el desarrollo, sugiriendo que las emociones
son variables relevantes en el mismo, que deben ser in-
cluidas en la investigación sobre salud mental infantil, y
24 ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, nº. 2, 15-30. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ ap.13.2.17807

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CHILDHOOD ADJUSTMENT:
THE EFFECTS OF PARENTING STYLES ON MOOD STATES

INMACULADA MONTOYA-CASTILLA, VICENTE PRADO-GASCÓ,


LIDÓN VILLANUEVA-BADENES Y REMEDIOS GONZÁLEZ-BARRÓN

levels of control); and (c) authoritative or democratic


parents (high levels of responsiveness, affection and
Extended Summary support and average levels of control). The authoritarian
and permissive parenting styles are deemed to be two
Introduction poles of a continuum, whereas the authoritative style is
in-between two dimensions: warmth and parental control
Childhood adjustment refers to how one adapts both (Dwairy, Achoui, Farah, & Fayad, 2006).
to oneself and to the reality of one’s environment. A
poor degree of adjustment is related with feelings of The child-rearing styles of the parents affect both the
sadness (Riina & Mchale, 2014), problems of self- evolutionary development and the long-term adaptation
esteem or self-image, a lack of security in personal to different cultures (Baumrind, 1971, 1989; Dwairy et
relationships, symptoms of anxiety (Naz & Kausar, al., 2006; Rothrauff, Cooney, & An, 2009; Uji,
2014) and poor academic performance (Hérnandez- Sakamoto, Adachi, & Kitamura, 2014).
Guanir, 2009), among other things. Personal, social,
school and family adjustment is interrelated (Hernández- As regards the relationship between parental styles,
Guanir, 2009). Childhood adjustment is influenced by emotional states and childhood adjustment, there are
several factors, some of which are personal and others three issues that are worth noting. Firstly, it should be
that are related with the social and family environments pointed out that most of the research has been performed
(Farrington, 2005), among which can be found the from the perspective of the parents, overlooking how the
individual’s educational background, personality child perceives how he/she has been raised, which could
features, attitudes, beliefs, skills and parental have a greater predictive value as far as childhood ad-
relationships (Arshad & Naz, 2014; Camisasca, justment is concerned. Secondly, the research tends to
Miragoli, & Di Blasio, 2016). Interest has been focused refer to adjustment as a single psychosocial dimension;
on the interaction between parents and children and on consequently, no studies have been found which analyse
the attitudes, that underpin these interactions, which give the influence of parental styles simultaneously in differ-
rise to differing child-rearing styles and practices, ent environments (social, personal, school). Finally, the
understood as global behavioural tendencies (López, possible contribution of the child’s emotional state to
Peña, & Rodríguez, 2008). his/her adjustment appears to have been ignored. Child-
hood maladjustment is of importance, not only because of
The most widely used model of parental child-rearing its psychosocial correlates but also because it could
style was proposed by Bumrind (1966, 1971, 1989), and function as a pre-psychopathological state (Hernández-
identifies three styles: (a) authoritarian parents (low lev- Guanir, 2009; Naz & Kausar, 2014; Riina & Mchale,
els of affection and high levels of control); (b) 2014).
permissive parents (high levels of affection and low
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For all these reasons, this study will analyse parental Procedure
style, emotional state and adjustment in three environ-
ments (personal, social and school), entirely from the The questionnares were administered, together with a
perspective of children. Furthermore, any variations more thorough list of assessment questions put together
which gender may produce in this regard will be taken by expert researchers, in twelve primary schools of the
into account, as it is known that there is a greater likeli- Valencian Community. In each case, permission was
hood that girls will suffer from affective disorders (Cruz, obtained from both the pertinent authorities and the par-
Narciso, Muñoz, Pereira, & Sampaio, 2013; MacEvoy, et ents.
al. 2016). The aim of this study is to analyse the predic-
tive value of parental styles and emotional states as re-
gards childhood adjustment from the point of view of Date Analysis
children and bearing gender in mind.
Descriptive, correlation and regression analyses were
carried out, as was the comparison of averages.

Method
Results
Participants

The participants were 1129 children of between 8 and Descriptive Analysis of the variables
12 years old (M = 10.03 years old, DT = 1.23), of whom
588 were girls (52.1 %) and 541 boys (47.9 %). Significant gender-related differences may be
observed (p ≤ .001), with the boys scoring higher in the
All of the participants were middle class city dwellers Authoritarian style and School, Social and General Mal-
in primary school. adjustment. The girls, on the other hand, scored higher in
the Democratic style and Fear.
Assessment tools
Relationships between variables
The sociodemographic characteristics were gathered
by means of a questionnaire specifically developed for As regards the parental styles, it can be seen that the
the purpose. Democratic and Permissive styles correlate moderately,
in such a way that they appear to overlap slightly
The child-rearing styles were assessed using the (r = .23, p < .001). As far as the emotional states and
Identification Scales for “Family Child-Rearing Prac- parental styles are concerned, only four significant
tices” (PEF; Alonso & Román, 2003). The moods were relationships can be observed: The Democratic style
assessed by means of The Mood Questionnaire (Rieffe, relates to Happiness (r = .18, p < .001) and Sadness
Meerum-Terwogt, & Bosch, 2004) (Spanish adaptation: (r = -.07, p = .03); whereas the Permissive style relates to
Górriz, Prado-Gascó, Villanueva, Ordóñez, & González, Sadness (r = .12, p < .001) and Fear (r = .07, p = .02). As
2013). Childhood adjustment was assessed using The for the relationships between maladjustment and parental
Multifactorial Self-Reported Childhood Adjustment Test styles, the Authoritarian and Permissive styles correlate
(TAMAI; Hernández-Guanir, 2009). positively with maladjustment, with the exception of the
relationship between the Permissive style and Personal
Maladjustment, which is negative but not intensely so
(r = -.01, p = .01). The Democratic style however, relates
negatively with every maladjustment dimension (over a
ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, nº. 2, 15-30. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ap.13.2.17807 29

range r = -.15 to r = -.26). Lastly, the emotional states can be observed that Anger is only a significant predictor
demonstrate a significant correlation of moderate to high of Personal Maladjustment for boys (SE β = .14), and that
intensity with each maladjustment dimension. Fear fulfils the same role in the case of Social Malad-
justment for girls (SE β = .10), although it is true that in
the latter, the difference between regression coefficients
Predictor variables of childhood
and associated probability is smaller. Lastly, it is only in
adjustment the case of boys that the Authoritarian style can be seen
to be a significant predictor of both School Maladjust-
Every regression analysis performed is hierarchical ment (SE β = .10) and General (SE β = .11), although the
and includes all of the study variables as predictors of coefficients are low.
the three Maladjustment dimensions (Personal, School
and Social), as well as General Maladjustment. In gen-
eral, it can be seen that the models explain around 30 %
of the variance in maladjustment and that the emotional Discussion
variables are the ones that contribute the most infor-
mation (in terms of explained variance -R²-). As regards From the perspective of children of between 8 and 12
Personal Maladjustment, the variables with the greatest years old, the Authoritarian style is the one most widely-
predictive power are Fear (SE β = .23), Happiness (SE used with boys. It is boys who demonstrate the greatest
β = -.21), Sadness (SE β = .18), Democratic style (SE maladjustment in every environment, except for personal.
β = -.17), Permissive style (SE β = .14) and Anger (SE Furthermore, the results suggest that the Authoritarian
β = .10). As far as School Maladjustment is concerned, style predicts childhood maladjustment in every
the variables with the greatest predictive power are environment (Batool, 2013; Moed et al., 2015; Molina et
Anger (SE β = .29) and the Democratic style (SE β = - al., 2016), except for the personal, and this is especially
.29), as well as Happiness (SE β = -.11), the so in the case of boys. Bearing these results in mind, we
Authoritarian style (SE β = .11) and the Permissive style can state that boys are (or they perceive themselves to be)
(SE β = .10). As for Social Maladjustment, the variables raised by their parents using an Authoritative style and
with the highest predictive value are Anger (SE β = .28), that this is harmful to them in terms of adjustment,
the Democratic style (SE β = -.24) and Happiness (SE especially in school (Blondal & Adalbjarnardottir, 2009)
β = -.17), although the Permissive style (SE β = .13) and and social environments (Muhtadie, Zhou, Eisenberg, &
the Authoritarian (SE β = .12) also contribute to the Wang, 2013).
model. Lastly, General Maladjustment is the dimension
that is best explained by the model (R2adj = .34). According to the children themselves, the Democratic
Although all of the variables possess predictive value, style is more commonly used with girls. According to the
the most important ones are: The Democratic style (SE results both from this study and other, earlier ones
β = -.28), Anger (SE β = .27) and Happiness (SE β = - (Akhter et al., 2011; Blondal & Adalbjarnardottir, 2009;
.20). Jabeen et al., 2013; Muhtadie et al., 2013; Piko & Balázs,
2012; Uji et al., 2014), the Democratic style is the best
As far as regression analyses are concerned, when one to use to achieve the psychosocial adjustment of a
separated according to gender, some differences are child (Dwairy et al., 2006; Ritter, 2005). Therefore, and
worth pointing out. In the first place, it may be seen that along the lines of the previous reasoning, it is no surprise
the Permissive style is a significant predictor for girls that the girls demonstrate lower levels of maladjustment
when it comes to their Personal, Social and General than the boys that took part in this study.
Maladjustment, but not in the case of boys. As for Social
Maladjustment, the regression coefficient is significant As for its predictive value as regards adjustment, the
for both genders, but more so in the case of girls (SE Democratic style scores slightly higher than the Author-
β = .14) than in that of boys (SE β = .11). Secondly, it itarian and Permissive styles; however, it must be said
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that it is the emotional states that most commonly pro- further, it would be important to look into the possible
vide the best explanation of childhood maladjustment. mediating role of emotions in the relationship between
Nevertheless, this study does contribute a very interest- parental styles and childhood maladjustment.
ing observation on the subject of parental styles. It is that
while the Authoritarian style is more predictive in the
case of boys, the Permissive style is better when it comes
to girls, both of them increasing maladjustment. So, the
results from this study do not support the hypothesis that
both the Democratic and the Permissive styles are the
optimal ones to use in cultures such as the Spanish (Gar-
cía & Gracia 2009, 2010; Martinez & García, 2007;
Musitu & García, 2004; Pérez, 2012). The Permissive
style does not appear to be as harmful for boys as it is for
girls, but the results do not allow us to conclude that it
does not encourage childhood adjustment.

One of the most interesting contributions of this study


is that it can simultaneously address different environ-
ments of childhood adjustment. The results suggest that
the parental styles have no specific profile as regards
their ability to predict adjustment. However, the emo-
tional states do show a specific tendency depending on
which environment we are concentrating on. This
demonstrates that the research is underestimating the role
which the experiencing of specific emotions plays in
childhood maladjustment, as pointed out by Salguero et
al. (2011). Parental styles may be important when pre-
dicting maladjustment (Camisasca et al., 2016; Claes et
al., 2015; Cruz et al., 2013; Newland et al., 2014), but
other variables must also be borne in mind, such as the
emotional states (De Bolle et al., 2010; MacEvoy e tal.,
2016; Naz & Kausar, 2014), that stand out as being the
best predictor. In particular, it is Fear, the absence of
Happiness and Sadness that have a high predictive value
for Personal Maladjustment, while in terms of Social and
School Maladjustment an emotional pairing of Anger to-
gether with absence of Happiness may be observed.

This research represents an interesting approach to


studying the influence of specific emotional states (both
negative and positive) on development, suggesting that
the emotions are relevant variables which must be in-
cluded within any research into children’s mental health
and that by paying attention to them, painful and con-
flictive maladjustment may be prevented before it wors-
ens and leads to psychological disorders. To go a little
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LAS EMOCIONES POSITIVAS Y LA EMPATÍA


COMO PROMOTORES DE LAS CONDUCTAS PROSOCIALES E
INHIBIDORES DE LAS CONDUCTAS AGRESIVAS
POSITIVE EMOTIONS AND EMPATHY AS PROMOTORS
OF PROSOCIAL BEHAVIOR AND INHIBITORS OF
AGGRESSIVE BEHAVIOR

MARÍA CRISTINA RICHAUD1 Y BELÉN MESURADO1

(42.2 % de varones), de 10 a 13 años (M = 11.45,


DE = .80), de clase social media, que concurrían a
Resumen escuelas primarias de la ciudad de Buenos Aires,
Argentina. Los resultados indican que tanto la empatía
El objetivo del presente artículo es analizar qué como las emociones positivas se encuentran involucradas
proporción de variancia de la prosocialidad y de la en la predicción de la conducta prosocial, tanto en los
agresividad predice las emociones positivas (alegría y niños como en las niñas. Sin embargo, parece claro que
gratitud, serenidad y satisfacción personal), la empatía en el caso de los niños la empatía tiene una mayor fuerza
(toma de perspectiva y preocupación empática) y la predictiva que las emociones positivas, a diferencia de las
autoeficacia social. Dado que existen abundantes niñas donde ambas variables parecen compartir similar
investigaciones que muestran que existen diferencias potencia. Por otro lado, la autoeficacia social predice la
significativas en las conductas prosociales y la conducta prosocial solo en la niñas. Por último, los
agresividad en función del sexo es que estos análisis se resultados indicaron que tanto la empatía como las
realizaron por separados en niños y niñas. La muestra emociones positivas inhiben la conducta agresiva solo en
estuvo compuesta por 221 niños, de ambos sexos las niñas.

1
Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), Argentina.

Recibido: 11 de mayo de 2016.


Aceptado: 5 de julio de 2016.
32 ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, nº. 2, 31-42. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ ap.13.2.17808

Palabras clave: emociones positivas; empatía; ciones de las emociones positivas vendrían a comple-
autoeficacia social; conductas prosociales; agresión. mentar las de las emociones negativas (Fredrickson,
2001) y ambas serían igualmente importantes en un
contexto evolutivo. Si las emociones negativas solucio-
nan problemas de supervivencia inmediata (Malatesta y
Abstract Wilson, 1988), las emociones positivas solucionan cues-
tiones relativas al desarrollo y crecimiento personal y a la
The aim of this paper is to analyze what proportion of conexión social. En este sentido las emociones positivas
variance of prosociality and aggressiveness predicts permiten desarrollar las habilidades sociales adecuadas
positive emotions (joy and gratitude, serenity and para generar vínculos entre personas y el aprendizaje de
personal satisfaction), empathy (perspective taking and conductas de ayuda. Al mismo tiempo, varios estudios
empathic concern), and social self-efficacy. Since there han mostrado una alta correlación entre los afectos
is abundant research showing that there are significant negativos y el neuroticismo, cuyas características princi-
differences in prosocial behavior and aggression by sex pales son la inestabilidad emocional y la agresividad
it is that these separate analyzes were performed on (e.g., Costa y McCrae, 1980; Emmons y Diener, 1985;
children. The sample consisted of 221 children of both Richaud, 2014; Richaud, Lemos y Mesurado, 2011;
sexes (42.2 % males), 10 to 13 years (M = 11.45, Watson, Clark, Mclntyre y Hamaker, 1992).
DT = .80), middle class, who attended primary schools
in the city of Buenos Aires, Argentina. The results Existe mucha evidencia acerca de la relación entre la
indicate that both empathy and positive emotions are empatía y la conducta prosocial (Eisenberg y Miller,
involved in predicting prosocial behavior in both boys 1987). Sin embargo, la mayoría de estos estudios han
and girls. However, it seems clear that in the case of analizado la relación entre la empatía y la conducta pro-
boy’s empathy has greater predictive power that positive social en conexión con situaciones de necesidad y o
emotions, unlike girls where both variables seem to share emociones negativas del objetivo (e.g., Dovidio, Allen y
similar power. On the other hand, social self-efficacy Schroeder, 1990; Maner et al., 2002; Stocks, Lishner y
predicts prosocial behavior only in girls. Finally, the Decker, 2009; Stürmer, Snyder, Kropp y Siem, 2006). Se
results indicated that both empathy and positive ha dado, en cambio, muy poca atención a la empatía po-
emotions inhibit aggressive behavior in girls only. sitiva (Sallquist, Eisenberg, Spinrad, Eggum y Gaertner,
2009) y en especial a la relación entre la empatía positiva
Keywords: positive emotions; empathy; social y la conducta prosocial. De hecho, Rameson y Lieberman
self-efficacy; prosocial behavior; aggression. (2009) afirman que empatizar con estados afectivos
positivos es tan relevante para llevar a cabo relaciones
sociales satisfactorias como empatizar con emociones
negativas. Las personas también tienden a ayudar a
Introducción aquellos a quienes perciben como alegres y felices En
efecto, la experiencia de empatía positiva puede deter-
Las emociones positivas son conceptualizadas como minar conductas prosociales (Telle y Pfister, 2016).
experiencias de satisfacción o placer (Lucas, Diener y
Larsen, 2003), siendo las más frecuentes la alegría, la Sallquist et al. (2009) definen empatía positiva como
satisfacción, la serenidad y la simpatía (Oros, 2014). Se- el afecto positivo provocado en una persona en respuesta
gún Fredrickson (1998, 2001), las emociones positivas, a su percepción de un afecto positivo en otra persona.
aunque fenomenológicamente son distintas entre sí, Telle y Pfiste (2015) utilizan el término en un sentido
comparten la propiedad de ampliar los repertorios de subjetivo, de solapamiento de sí mismo-otro (Preston y
pensamiento y de acción de las personas y de construir Hofelich, 2012) de percibir el afecto positivo de otra per-
reservas de recursos físicos, intelectuales, psicológicos y sona, activándose un afecto positivo similar en el obser-
sociales disponibles para momentos de crisis. Las fun- vador. La empatía positiva y negativa están moderada-
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mente relacionadas (Light et al., 2009; Sallquist et al., agresividad y mayor conducta antisocial. Para construir y
2009). Por otra parte, existe evidencia de que no todas mantener buenas relaciones interpersonales se requiere
las emociones se empatizan igual, encontrándose que las esfuerzo y una gran variedad de habilidades asertivas,
personas sienten más empatía con otros cuando descri- comunicativas, para resolver problemas sociales y em-
ben emociones de felicidad o tristeza comparadas, por páticas (Davis, 1983; Kihlstrom y Cantor, 2000). Las
ejemplo, con miedo o vergüenza, al mismo tiempo que firmes creencias en las propias capacidades para ser sen-
están más intrínsecamente motivadas a empatizar con la sible y para responder adecuadamente a los sentimientos
alegría que con la tristeza del otro (Duan, 2000). Para y necesidades de los otros además de para manejar las
Duan, las personas estarían más motivadas a empatizar relaciones interpersonales son críticas para promover una
con el afecto positivo que con el negativo porque la em- adaptación exitosa y bienestar (Caprara y Steca, 2005).
patía positiva implica bajo costo y alto beneficio, es de- Sin embargo, una persona podría ser empática y tener
cir la experiencia de un estado emocional placentero. Fi- buenas habilidades sociales, pero además debería tener
nalmente, un hallazgo que emerge consistentemente en autopercepciones consistentes con esas habilidades –o
todos los estudios es que el afecto positivo promueve la viceversa– (DiGiunta, et al., 2010).
conducta prosocial (Aknin, Dunn y Norton, 2012; Baron,
1997; Carlson, Charlin y Miller, 1988; Isen, Clark y Dado que existe abundante evidencia acerca de los
Schwartz, 1976; Kelley y Hoffman, 1997; Veitch, De- predictores psicosociales de la prosocialidad, empatía,
Wood y Bosko, 1977). emociones positivas y autoeficacia social, a la vez que
protectores frente a la agresividad, el objetivo del pre-
Eisenberg, Fabes y Spinrad (2006) definen la sente estudio es analizar qué proporción de variancia de
conducta prosocial como las acciones que se realizan la prosocialidad y de la agresividad predice cada uno de
voluntariamente para aumentar el bienestar de otro. Ac- los factores antes mencionados. Asimismo, como existen
tuando autónomamente la prosocialidad no sólo contri- abundantes investigaciones que muestran que existen di-
buye al bienestar del que recibe la acción y mejora las ferencias significativas en las conductas prosociales y la
relaciones interpersonales (Caputi, Lecce, Pagnin y Ba- agresividad en función del sexo (Carlo y Randall, 2002;
nerjee, 2012; Weinstein y Ryan, 2010) sino que además Kornbluh y Neal, 2016; Mesurado et al., 2014), los aná-
genera afecto positivo y bienestar en la persona que rea- lisis se realizaron por separados en niños y niñas.
liza tales conductas (Dulin y Hill, 2003; Dunn, Aknin y
Norton, 2008; Steger, Kashdan y Oishi, 2008). Por lo
tanto, las personas estarían intrínsecamente motivadas a
mostrar conducta prosocial cuando experimentan afecto Método
positivo, porque actuar en forma prosocial sería un me-
dio para mantener ese estado afectivo placentero (Aknin
et al., 2012).
Participantes

La teoría social cognitiva afirma que las creencias de La muestra estuvo compuesta por 221 niños, de
autoeficacia son claves para entender la competencia ambos sexos (42.2 % de varones), de 10 a 13 años
emocional de las personas y el éxito en las relaciones (N10a = 25, N11a = 63, N12a = 84, N13a = 49; M = 11.45;
interpersonales (Bandura, 2006). Las creencias de un in- DE = .80), de clase social media, que concurrían a es-
dividuo sobre su autoeficacia social favorecen la cone- cuelas primarias de la ciudad de Buenos Aires, Argentina.
xión social, la amistad, la cooperación y la conducta pro-
social (Bandura, Caprara, Barbaranelli, Gerbino y Pasto- Consentimiento informado
relli, 2003; Caprara y Steca, 2005). Sin embargo, Ban-
dura (2006) también concluyó que la autoeficacia se en- Después de una entrevista con los directivos de las
contraba directamente relacionada con la conducta anti- escuelas donde se trabajaría, se envió a los padres una
social, de tal modo que a menor autoeficacia mayor nota explicándoles los objetivos del trabajo y la tarea que
34 ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, nº. 2, 31-42. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ ap.13.2.17808

se desarrollaría. Se les aclaró que la colaboración era respuestas posibles y valores de 1 a 5. En este estudio
voluntaria y anónima, con el compromiso de no propor- sólo se considerarán las dimensiones Toma de Perspec-
cionar ninguna información individual al personal de la tiva (α = .70) y Preocupación empática (α = .73).
escuela. Se obtuvo el consentimiento informado de los
padres y se explicó a los niños el objetivo del estudio, Autoeficacia Social (Oros, 2014). La Escala
indicándoles que su participación era voluntaria y que multidimensional de autoeficacia (Oros, 2004) permite
podían interrumpirla en cualquier momento que desea- evaluar la autoeficacia a través de tres dimensiones: aca-
ran. démica, deportiva y social. La escala incluye 18 ítems, 6
por dimensión, respondidos en un formato Likert de tres
puntos, siendo 1(No), 2 (Algunas veces) y 3 (Sí). En el
Instrumentos de evaluación
presente estudio sólo consideraremos la dimensión auto-
eficacia social. La autoeficacia social refleja en qué me-
Cuestionario de Emociones Positivas (Oros, 2014).
dida las personas se sienten competentes para establecer y
Está compuesto por 23 ítems respondidos en una escala
mantener relaciones significativas a través del tiempo –
de 1 a 3, con cuatro dimensiones: (a) alegría y gratitud,
ítem ejemplo Tengo mucha dificultad para hacer amigos -
con 10 ítems (α = .92) –ítem ejemplo Soy una persona
ítem inverso–; α = .74).
alegre–; (b) serenidad, con 6 ítems (α = .75) –ítem ejem-
plo Soluciono mis problemas con mucha tranquilidad–;
Escala de Agresividad Física y Social (Caprara y
(c) simpatía, con 4 ítems (α = .64) –Si alguien está llo-
Pastorelli, 1993; versión española de Del Barrio et al.,
rando me dan ganas de abrazarlo–; y (d) satisfacción per-
2001). Es una escala de 20 ítems, con un formato de res-
sonal, con 3 ítems (α = .71) –Siento que soy muy va-
puesta Likert (3 a menudo, 2 algunas veces, 1 nunca) y
lioso–. En el presente estudio no se incluyó la dimensión
cinco ítems de control. Los ítems describen la conducta
simpatía dado que se utilizó otro instrumento para me-
del niño tendiente a herir a otros física y verbalmente –
diar la empatía emocional y cognitiva.
ítem de ejemplo Me peleo– (α = .85).
The Interpersonal Reactivity Index (IRI; Davis, 1983;
Cuestionario de Conducta Prosocial (Caprara y
versión española de Richaud de Minzi, 2008). El IRI nos
Pastorelli, 1993; versión española de Del Barrio, Moreno
permite evaluar la disposición empática a través de cua-
y López, 2001). La Escala consta de 10 ítems que evalúan
tro factores, dos cognitivos y dos emocionales: Toma de
varias conductas como el grado de ayuda, capacidad de
perspectiva o la habilidad de comprender el punto de
compartir, bondad y cooperación. Los ítems se responden
vista de otra persona –ítem ejemplo Encuentro difícil ver
en una escala Likert de 3 puntos (1 nunca a 3
las cosas desde el punto de vista de otra persona - ítem
frecuentemente) (Ítems ejemplo Trato de hacer más feli-
inverso–; Fantasía o la tendencia a identificarse con per-
ces a las personas que están tristes, Ayudo a otros con la
sonajes literarios o de películas; en otras palabras evalúa
tarea de la escuela). La Escala provee un valor total de
la capacidad imaginativa del sujeto para ponerse en si-
conducta prosocial (α = .80).
tuaciones ficticias –Ítem ejemplo Realmente me siento
involucrado con los sentimientos de los personajes de
una novela–; Preocupación empática, sentimientos de
compasión, preocupación y cuidado hacia los otros –ítem Procedimiento estadístico
ejemplo Me siento preocupado y conmovido por las per-
sonas menos afortunadas que yo–; y Distrés personal, En primer lugar, se calcularon media y desviación
sentimientos de ansiedad e inquietud mostrados por la típica de cada una de las variables incluidas en el estudio.
persona cuando observa situaciones en que otra persona Seguidamente se realizaron análisis de correlación entra
pasa por experiencias negativas –Ítem ejemplo: Me las variables. Por último, se realizaron regresiones
asusta estar en una situación emocional tensa–. Incluye jerárquicas por bloques en las que se analizó la influencia
28 ítems en un formato de respuesta Likert con cinco
ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, nº. 2, 31-42. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ap.13.2.17808 35

de las variables independientes en la predicción de la Regresiones jerárquicas en la predicción


prosocialidad y la conducta agresiva. de la prosocialidad y la agresión

Se realizaron regresiones jerárquicas para cada una de


las variables criterio para evaluar la única contribución de
Resultados la empatía (con sus dos dimensiones emocional y
Análisis descriptivos preliminares cognitiva) en la predicción de la conducta prosocial y la
agresividad, mientras se controlaba las emociones positi-
En la Tabla 1 se muestran los puntajes medios y el vas (alegría y gratitud, serenidad y satisfacción personal)
desvío típico de las variables incluidas en el estudio tanto y la autoeficacia social. Seguidamente se analizó la única
en los varones como en las mujeres. Asimismo, presenta contribución de la empatía y las emociones positivas,
los resultados de los análisis de correlación en ambos mientras se controlaba la autoeficacia social. Los análisis
grupos. Los resultados indican que la empatía tanto emo- fueron desarrollados para los varones y las mujeres sepa-
cional como cognitiva, así como las emociones positivas radamente. El primer bloque en la ecuación incluye las
y la autoeficacia social están asociadas positivamente dimensiones de la empatía: preocupación empática y
con la conducta prosocial en mujeres; en los varones toma de perspectiva, mientras que el segundo bloque
ocurre lo mismo a excepción de la autoeficacia social la incluye las dimensiones de emociones positivas: alegría y
cual no mostró ninguna asociación con la conducta pro- gratitud, serenidad y satisfacción personal y el tercer
social. En relación a la conducta agresiva pudo obser- bloque autoeficacia social. Las pruebas de multicolinea-
varse que la empatía y dos emociones positivas (alegría y lidad fueron satisfactorios con todos los factores de in-
gratitud y serenidad) previenen las conductas agresivas flación de la variancia de menos de 2 y la tolerancia de
de las mujeres mientras que en el caso de los varones todas las variables cerca de 1. La Tabla 2 muestra un re-
solo lo hace la serenidad. sumen de los análisis de regresión jerárquica de la em-
patía, las emociones positivas y la autoeficacia social en
la predicción de la conducta prosocial y la agresión. La
predicción global de la conducta prosocial fue significa-
tiva para la muestra de varones, F(6,87) = 10.47,

Tabla 1

Correlaciones entre las variables incluidas en el estudio

M DT 1 2 3 4 5 6 7 8
1. Conducta Prosocial 2.59 .32 -.27** .28*** .42*** .60*** .38*** .33*** .41***
2. Agresión 1.37 .28 -.24*** -.23*** -.38*** -.39*** -.48*** -.12*** -.14***
3. Preocupación Empática 3.65 .60 .42*** -.18** .22*** .36*** .19*** .07*** .21***
4. Toma de Perspectiva 3.86 .54 .47*** -.12** .39*** .46*** .39*** .28*** .12***
5. Alegría y Gratitud 2.79 .27 .52*** -.19** .35*** .43*** .60*** .47*** .33***
6. Serenidad 2.40 .42 .29*** -.23** .07*** .12*** .27*** .44*** .24***
7. Satisfacción Personal 2.34 .54 .43*** -.12** -.36*** .27*** .45*** .43*** .30***
8. Autoeficacia Social 2.57 .42 .18*** -.01** .14*** .09*** .16*** .05*** .17***
M 2.72 1.27 3.78 3.88 2.77 2.30 2.13 2.50
DT .25 .22 .68 .59 .25 .42 .55 .45
Nota. En la diagonal inferior se encuentran las correlaciones de las variables en la muestra de varones y en la superior
en la muestra de las mujeres. M y DT: la media y desvíación típica informados en las columnas corresponden a la
muestra de varones mientras que la media y desviación típicas informadas en las filas inferiores corresponden a la
muestra de las mujeres.
*** p ≤ .001. **p ≤ .01. *p ≤ .05.
36 ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, nº. 2, 31-42. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ ap.13.2.17808

Tabla 2

Regresiones Jerárquica en la predicción de la conducta prosocial y la agresión

Muestra varones Muestra de mujeres


2 2
Dependientes Predictores Beta t ΔR Beta t ΔR
Conducta Prosocial Bloque 1: Empatía
.18 1.92** .29*** .03 0.43*** .21***
Preocupación empática
Toma de perspectiva .24 2.48** .19 2.43***
Bloque 2: Emociones Positivas
.25 2.48** .13*** .42 4.28*** .18***
Alegría y Gratitud
Serenidad .13 1.38** .02 -0.22***
Satisfacción .13 1.23** .02 0.18***
Bloque 3: Autoeficacia social .07 0.84** .01*** .24 3.20*** .05***
Agresión Bloque 1: Empatía
-.15 -1.29** .04*** -.08 -0.94*** .16***
Preocupación empática
Toma de perspectiva -.01 -0.07** -.21 -2.36***
Bloque 2: Emociones Positivas
-.12 -0.92** .06*** -.11 -0.98*** .14***
Alegría y Gratitud
Serenidad -.22 -1.91** -.38 -3.91***
Satisfacción .08 0.60** .17 1.89***
Bloque 3: Autoeficacia social .03 0.29** .00*** -.02 -0.28*** .00***
Nota. ***p ≤ .001. **p ≤ .01. *p ≤ .05.

p ≤ .001. El modelo general explica 42 % de la variancia


de la conducta prosocial, la empatía explica el 29 % de la Discusión
variancia en el Bloque 1, las emociones positivas expli-
can el 13 % de la variancia en el Bloque 2 y la autoefica- Los resultados del presente estudio muestran el
cia social no contribuye en variancia explicada de la pro- importante rol que juegan la empatía -tanto emocional
socialidad de los varones en el Bloque 3. En el caso de como cognitiva-, así como las emociones positivas y, en
las mujeres la predicción global de la conducta prosocial menor medida la autoeficacia social, en la predicción de
fue también significativa, F(6, 121) = 15.44, p ≤ .001. El la conducta prosocial y la inhibición de la conducta agre-
modelo general explica 44 % de la variancia de la con- siva. Si bien estudios previos analizaron la relación de
ducta prosocial, la empatía explica el 21% de la varian- estas variables, la presente investigación tiene su aporte
cia en el Bloque 1, las emociones positivas explican el específico en dos aspectos: primero en establecer cuánto
18 % de la variancia en el Bloque 2 y la autoeficacia so- explica cada uno de los predictores aquí analizados, a la
cial explica el 5 % de la variancia en el Bloque 3. conducta social y a la agresividad; y segundo en mostrar
que las variables predictoras se comportan de diferente
La predicción global de la agresión no fue manera en los niños y en las niñas.
significativa para la muestra de varones, F(6, 87) = 1.45,
p = .21 pero si lo fue en la muestra de mujeres F(6, Los resultados de las correlaciones indicaron que
121) = 8.77, p ≤ .001. En la muestra de mujeres el mo- tanto en los niños como en las niñas la conducta prosocial
delo general explica 30 % de la variancia de la conducta se relacionó con la empatía, en especial con la toma de
prosocial, la empatía explica el 16 % de la variancia en perspectiva, pero en mayor grado con las emociones
el Bloque 1, las emociones positivas explican el 14 % de positivas, en especial con la alegría y la satisfacción per-
la variancia en el Bloque 2 y la autoeficacia social no sonal. Analizando la relación entre la empatía y las emo-
contribuye en variancia explicada de la agresión de las ciones positivas, encontramos que tanto la toma de pers-
mujeres en el Bloque 3. pectiva como la preocupación empática se encuentran
altamente relacionadas con las emociones positivas, en
ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, nº. 2, 31-42. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ap.13.2.17808 37

especial con la alegría y gratitud y con la satisfacción cepción de la serenidad. Estos resultados resaltan el rol de
personal, tanto en los varones como en las mujeres y con la serenidad en la inhibición de la conducta agresiva de
la serenidad en las niñas. Estos hallazgos estarían en lí- los niños. Dado que estudios previos han mostrado que la
nea con la hipótesis esbozada en la introducción acerca inestabilidad emocional está íntimamente relacionada con
de la importancia de las emociones positivas en el desa- la agresividad (Richaud et al., 2013), no resulta extraño
rrollo de la prosocialidad. Para Duan (2000), las perso- encontrar que la serenidad, entendida como un aspecto
nas estarían más motivadas a empatizar con el afecto po- contrapuesto a la inestabilidad emocional, inhiba también
sitivo que con el negativo, porque la empatía positiva la conducta agresiva. Resulta lógico pensar que los niños
implica la experiencia de un estado emocional placen- tranquilos o serenos se vean involucrados en menor
tero. Sin embargo, en el presente estudio, la empatía ne- medida en conductas disruptivas o agresivas hacia los
gativa aparece altamente relacionada con las emociones demás.
positivas. Por lo tanto, podríamos pensar que, si tal como
dicen Aknin et al. (2012), las personas estarían intrínse- En relación a los análisis de regresión jerárquica
camente motivadas a mostrar conducta prosocial cuando realizados en este estudio pudo observarse que tanto la
experimentan afecto positivo- porque actuar en forma empatía como las emociones positivas se encuentran in-
prosocial sería un medio para mantener ese estado afec- volucradas en la predicción de la conducta prosocial,
tivo placentero- podríamos pensar que la empatía nega- tanto en los niños como en las niñas. Sin embargo, parece
tiva también genera ese afecto placentero y esto espe- claro que en el caso de los niños la empatía tiene una
cialmente si observamos, como queda dicho, que la ma- mayor fuerza predictiva que las emociones positivas (la
yor relación entre la empatía negativa (tanto en toma de empatía explica el 29 % de la varianza mientras que las
perspectiva como en preocupación empática) se da con emociones positivas explican el 13 %), a diferencia de las
alegría y gratitud, tanto en los niños como en las niñas. niñas donde ambas variables parecen compartir similar
potencia (la empatía explica el 21 % de la varianza
Según Rameson y Lieberman (2009), tanto la empatía mientras que las emociones positivas explican el 18 %).
negativa –única evaluada en el presente trabajo– como la Parecería que en los varones y siguiendo con nuestra hi-
positiva generan conducta prosocial. Hipotetizamos que pótesis anterior, la prosocialidad estaría más asociada al
probablemente lo que realmente actúa determinando la afecto positivo provocado por la resonancia afectiva con
conducta prosocial es el afecto positivo generado por la el otro, que las emociones positivas experimentadas ais-
capacidad para resonar dentro nuestro con el afecto del ladamente. En las niñas, en cambio, ambas formas de
otro (Watt, 2007), ya sea positivo o negativo, que lleva a afecto positivo tendrían la misma importancia, nueva-
actuar en pro del otro. Con respecto a la autoeficacia so- mente porque en las mujeres las emociones serían más
cial estuvo asociada a la conducta prosocial, la satisfac- valoradas que en los varones y por lo tanto parecerían
ción personal y la preocupación empática sólo en las ni- tener una mayor fuerza motivante en el desarrollo de
ñas. Probablemente la educación característica de las ni- conductas prosociales. Estudios previos que han anali-
ñas, que acentúa su sensibilidad emocional a las necesi- zado la intencionalidad de las conductas prosociales han
dades de los demás y su capacidad para las relaciones encontrado que las mujeres presentan mayores niveles de
interpersonales, determina en ellas creencias más firmes conductas prosociales emocionales –es decir aquellas
de autoeficacia social (Caprara y Steca, 2005), que son conductas prosociales que implican ayudar a otros
importantes para el desarrollo de su prosocialidad. A la cuando están pasando por circunstancias emocionales di-
vez esta última estaría en los varones más apoyada en la fíciles- que los varones (Carlo y Randall, 2002). Final-
empatía, en especial en la preocupación empática y en el mente, y como ya se comentó, la percepción de autoefi-
afecto positivo que ella implicaría. Por otro lado, si bien cacia social predice la conducta prosocial, aunque en un
las dos dimensiones de la empatía y las emociones posi- porcentaje muy pequeño (5 % de la variancia), solamente
tivas (a excepción de la percepción de satisfacción per- en las niñas.
sonal) permiten inhibir las conductas agresivas en las ni-
ñas, no presentaron ninguna relación en los niños, a ex-
38 ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, nº. 2, 31-42. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ ap.13.2.17808

Cuando analizamos el poder predictivo de la empatía,


las emociones positivas y la autoeficacia social en la in- Referencias
hibición de las conductas agresivas, encontramos que el
modelo no resultó significativo en la explicación de la
conducta agresiva en los niños, y sí en el caso de las ni- Aknin, L. B., Dunn, E. W. y Norton, M. I. (2012).
ñas. Los resultados indicaron que tanto la empatía como Happiness runs in a circular motion: Evidence for a
las emociones positivas inhiben la conducta agresiva en positive feedback loop between prosocial spending
las niñas. Quizás, dado que en los varones generalmente and happiness. Journal of Happiness Studies,13(2),
predomina la agresión física, mucho más impulsiva que 347-355. http://dx.doi.org/10.1007/s10902–011–
la verbal, no daría lugar a empatizar con el otro y menos 9267–5
aún a experimentar una emoción positiva que pudiera
llegar a atenuar o modular la conducta agresiva. Este re- Bandura, A. (2006). Social cognitive theory. En S.
sultado vuelve a resaltar la importancia que tienen las Rogelberg (Ed.), Encyclopedia of
emociones en las niñas, a la hora de contribuir al desa- Industrial/Organizational Psychology. Beverly
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ductas disruptivas.
Bandura, A., Caprara, G. V., Barbaranelli, C., Gerbino,
Limitaciones y futuras investigaciones M. y Pastorelli, C. (2003). Role of affective self-
regulatory efficacy in diverse spheres of
Si bien en el marco teórico desarrollado en el psychosocial functioning. Child Development, 74(3),
presente estudio, resaltamos la diferencia entre la empa- 769-782. http://dx.doi.org/10.1111/1467-
tía negativa y positiva, hemos trabajado sólo la empatía 8624.00567
negativa por lo que sería interesante en futuras investiga-
ciones incluir una evaluación de la empatía hacia cir- Baron R. A. (1997). The sweet smell of… helping:
cunstancias positivas de los otros, que nos permitiera Effects of pleasant ambient fragrance on prosocial
analizar las similitudes y diferencias en la generación de behavior in shopping malls. Personality and Social
afectos positivos que llevarían a la conducta prosocial. Psychology Bulletin, 23(5), 498-503.
Por otro lado, en este trabajo hemos realizado un estudio http://dx.doi.org/10.1177/0146167297235005
de tipo transversal que no nos permite asegurar la in-
fluencia predictiva de las variables a lo largo de tiempo; Carlo, G. y Randall, B. A. (2002). The development of a
sería interesante por tanto poder analizar el rol de estas measure of prosocial behaviors for late adolescents.
variables en estudios longitudinales a lo largo de varios Journal of Youth and Adolescence, 31(1), 31-44.
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POSTURAS ÉTICAS Y EMPATÍA, PREDICTORES DE


PROSOCIALIDAD Y DE PENALIZACIÓN DE FALTAS Y DELITOS
ETHICAL POSITION AND EMPATHY, PREDICTORS OF
PROSOCIALITY AND PENALIZATION OF OFFENSES AND CRIMES

LUCAS MARCELO RODRÍGUEZ1 Y JOSÉ EDUARDO MORENO 2

variables (mediante SEM), siendo variables predictoras el


Resumen relativismo y absolutismo moral, variable mediadora la
empatía y variables dependientes la conducta prosocial y
La postura ética relativista rechaza la posibilidad de la penalización de faltas y delitos. Se midieron las
depender de normas morales universales para sacar variables en una muestra de 515 adolescentes de entre 17
conclusiones de juicios morales. Ésta puede influir en el y 20 años, con una media de edad de 17.49 (DT = 72);
comportamiento moral, en particular la prosocialidad y 166 varones y 349 mujeres, pertenecientes a la provincia
la penalización de faltas y delitos; jugando la empatía un de Entre Ríos y Buenos Aires, Argentina. Los resultados
importante papel mediador. El objetivo del presente indicaron un buen ajuste entre el modelo propuesto y los
2
trabajo fue poner a prueba un modelo de interacción de datos empíricos. Se obtuvo un X (1) = 2.55, p = .11,

1
Lic. en Psicología. Becario doctoral del Centro Interdisciplinario de Investigaciones en Psicología Matemática y
Experimental (CIIPME-CONICET), Argentina.
2
Dr. en Psicología. Vicedirector del Centro Interdisciplinario de Investigaciones en Psicología Matemática y
Experimental (CIIPME-CONICET). Profesor Titular Ordinario de la Universidad Católica Argentina.

Recibido: 1 de junio de 2016.


Aceptado: 5 de septiembre de 2016.
44 ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, nº. 2, 43-56. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ ap.13.2.17809

X2/gl = 2.55. Asimismo se obtuvieron los siguientes prosocial behavior; with an important mediating role of
índices de ajuste: GFI = .99, AGFI = .97, CFI = .99. El empathy for the concretion of the moral.
absolutismo como variable predictora tuvo un efecto
Keywords: relativism; empathy; prosociality;
positivo sobre la penalización de faltas y delitos. Este
penalization; adolescence.
efecto positivo se incrementó por la empatía como
variable mediadora entre ambos. El relativismo tuvo un
efecto negativo sobre la penalización de faltas y delitos.
Los resultados del modelo teórico propuesto afirman la Introducción
importancia del relativismo y absolutismo moral, sobre
la penalización de faltas y delitos y sobre la conducta Se han realizado estudios empíricos que concluyeron
prosocial, con un papel mediador importante de la que la filosofía ética ofrece a la psicología gran cantidad
empatía para la concreción de lo moral. de información en relación a la toma de decisiones mo-
rales (Schlenker y Forsyth, 1977). Las variaciones indi-
Palabras clave: relativismo; empatía; viduales en los juicios morales pueden ser descriptos te-
prosocialidad; penalización; adolescencia. niendo en cuenta dos dimensiones a saber: el relativismo
y el idealismo. El relativismo consiste en el rechazo de la
posibilidad de depender de normas morales universales
para sacar conclusiones de juicios morales, mientras en el
Abstract otro extremo de esta dimensión los sujetos hacen uso de
absolutos morales al realizar juicios (absolutismo). La
The relativistic ethical position rejects the possibility of otra dimensión es el idealismo en los juicios morales,
relying on universal moral norms to draw conclusions punto de vista que considera que siempre se pueden ob-
from moral judgments. It can influence moral behavior, tener los fines y las consecuencias deseables mediante las
particulary in prosociality and penalization of faults and acciones “correctas” o “justas”; en el otro extremo de este
crimes; empathy has an important mediating role. The continuo se encuentra los sujetos que suponen que las
objective of the present paper was to test an interaction consecuencias deseables pueden mezclarse con las
of variables model (using SEM), being relativism and indeseables (pragmatismo) para lograr un fin (Moreno,
moral absolutism predictor variables, empathy variable 1991; Schlenker y Forsyth, 1977). Siguiendo esta línea de
mediator and prosocial behavior and penalization of investigación, Donelson Forsyth (1980) presentó una
faults and crimes dependent variables. The variables taxonomía de las posturas o ideologías éticas, teniendo en
were measured in a sample of 515 adolescents between cuenta el alto o bajo relativismo y el alto o bajo idea-
17 and 20 years of age, with a mean age of 17.49 lismo, obteniéndose cuatro tipos de posturas éticas a sa-
(SD = 72); 166 males and 349 females, belonging to the ber: situacionismo (alto relativismo, bajo absolutismo y
province of Entre Ríos and Buenos Aires, Argentina. alto idealismo), absolutismo (bajo relativismo, alto ab-
The results indicated a good fit between the proposed solutismo y alto idealismo), subjetivismo (alto relati-
model and the empirical data. It was obtained an vismo, bajo absolutismo y bajo idealismo) y excepcio-
X2(1) = 2.55, p = .11, X2(2), gl = 2.55. The following nismo (bajo relativismo, alto absolutismo y bajo idea-
adjustment indexes were also obtained: GFI = .99, lismo).
AGFI = .97, CFI = .99. Absolutism as a predictor
variable had a positive effect on the penalization of En diversos estudios (Forsyth, 1980) se halló que a
crimes and faults. This positive effect was increased by medida que aumentaba la edad de los sujetos disminuía el
empathy as a mediating variable between both variables. idealismo y el relativismo. Además, en relación a la
Relativism had a negative effect on the penalization of conducta moral, se encontró evidencia empírica de que
faults and crimes. The results of the proposed theoretical las posturas éticas no predicen la conducta moral (Forsyth
model confirm the importance of relativism and moral y Berger, 1979, citado en Forsyth, 1980), si bien podrían
absolutism on the penalization of faults and crimes, and
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predecir cuestiones de autosatisfacción y culpabilidad o material en esa ayuda, englobando diversas acciones
como consecuencia de la inmoralidad. para esta ayuda a otros como ayuda física, dar cosas,
consuelo verbal, valorización positiva del otro y solida-
Se realizaron investigaciones sobre las posturas éticas ridad, entre otras (Roche Olivar, 2010).
en jóvenes según la tipología antes mencionada. En rela-
ción al sexo de los sujetos, no se encontraron diferencias Si bien estudios precedentes han mostrado que las
en el idealismo y relativismo entre varones y mujeres mujeres son más prosociales que los varones (Fabes,
(Migone de Faletty y Moreno, 1985). En poblaciones Carlo, Kupanoff y Laible, 1999), hay resultados contra-
universitarias se han encontrado mayor frecuencia de si- dictorios en relación con la diferencia en prosocialidad
tuacionistas y excepcionistas, siendo mayormente infre- según el sexo de los sujetos (Martí Vilar y Lorente Es-
cuentes las posturas absolutistas y subjetivistas (D’Silva, criche, 2010; Vecchione y Picconi, 2005). Esta falta de
Meng y Othman, 2015). acuerdo podría deberse a los diversos instrumentos en la
medición de la variable prosocialidad que podrían estar
Teniendo en cuenta el relativismo moral, se enfocando diversos aspectos (Vecchione y Picconi,
realizaron investigaciones que han demostrado que per- 2005). Otra vertiente en relación a la diferencia de pro-
sonas con alto relativismo no eran más propensas a en- socialidad según el sexo es que entre ambos varía el tipo
gaños que las personas con bajo relativismo (Forsyth y de comportamiento prosocial. Así, en conductas proso-
Berger, 1982). Contrariamente a esto, investigaciones re- ciales que requieren esfuerzo alto o muy poco esfuerzo
cientes han demostrado que el aumento del relativismo por parte de quien la practica, no habría diferencias entre
moral y la disminución del absolutismo relajan las bue- sexo. Sí habría diferencias (puntuando más alto las muje-
nas costumbres y generan disposición para conductas res) en conductas prosociales con exigencias bajas-
inmorales (Rai y Holyoak, 2013). medias, empáticas y de cuidado y entendimiento emo-
cional (Auné, Abal y Attorresi, 2015).
Si bien las investigaciones muestran controversias
entre la ética personal y la conducta moral, se ha demos- A partir de la adolescencia, la empatía es considerada
trado empíricamente que posturas menos relativistas, se un integrante de la dimensión prosocial. La incorporación
asocia positivamente con el aumento de donaciones para de la empatía en la prosocialidad se da a partir de la
buenas causas, lo cual es una conducta prosocial (Young adolescencia debido a que, en este período del ciclo vital,
y Durwin, 2013). alcanza su forma más madura. En la acción prosocial el
sujeto necesita experimentar una implicación afectiva con
Se han realizado recientemente estudios sobre ética y la persona ayudada, dada por la empatía. Como también
bienestar; hallando que las variaciones en la ética perso- tener una plena conciencia de las intenciones y efectos de
nal se asocian con variaciones en el bienestar, aumentán- sus acciones (Paciello, Vecchio y Pepe, 2005). Otros
dolo o disminuyéndolo. En particular se ha asociado a autores (Mestre, Samper y Frías, 2002) consideran a la
altos niveles de idealismo con iniciativa de crecimiento empatía una variable muy relacionada y predictora de la
personal, presencia de sentido de la vida, esperanza, feli- conducta prosocial.
cidad y autorrealización. Altos niveles de relativismo
sólo se asociaron en sentido inverso con presencia de La empatía ha adquirido gran relevancia tanto como
sentido de la vida (Giacalone, Jurkiewicz y Promislo, variable individual del desarrollo como en su relación con
2015). otras variables como el desarrollo socio-moral y la
prosocialidad (Caprara y Bonino, 2005; Eisenberg y
La prosocialidad comprende aquellos Strayer, 1992; Hoffman, 1992; Martí Vilar, 2010; Roche
comportamientos de ayuda o beneficio a otras personas, Olivar, 2010). Es definida como la capacidad de com-
independientemente de la intención que se persiga con prender la perspectiva del otro o los sentimientos y
esta ayuda (Eisenberg y Fabes, 1998). Hay autores que afectos del otro. Las definiciones más usadas son: “reac-
hacen referencia a la ausencia de recompensa extrínseca ción emocional elicitada y congruente con el estado
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emocional del otro y que es idéntica o muy similar a lo prostitución, bigamia, intento de suicidio y practicar la
que la otra persona está sintiendo o podría tener expecta- prostitución. En todos los casos los sujetos con bajo re-
tivas de sentir” (Sánchez-Queija, Oliva y Parra, 2006, lativismo penalizaron más los ítems mencionados. Cabe
p. 260), la habilidad de sentir por la situación de otros señalar que los diferentes tipos de robos y homicidios
(Mehrabian y Epstein, 1972) y una respuesta afectiva fueron penalizados de forma similar, tanto en aquellos
más apropiado a la situación de otro que la propia que presentaban alto como bajo relativismo. Sin em-
(Hoffman, 2000). bargo, en dichos estudios se observó que la media de pe-
nalización era más elevada en los sujetos con bajo relati-
La empatía es esencial para juzgar ya que es vismo. Evaluando las correlaciones entre la penalización
necesario ponerse en la perspectiva del otro para dicho de faltas y delitos y el relativismo, casi todas las correla-
juicio. En relación a las faltas y los delitos se ha teori- ciones son negativas, es decir que a mayor relativismo
zado que la empatía es esencial para el accionar de los menor penalización (Moreno, 1991).
jueces, ya que estos necesitan experimentar empatía para
emitir juicios justos y proporcionar veredictos Consideramos que a partir del grado de relativismo
implacables (Slote, 2013, citado por Samamé, 2016). que tengan los adolescentes, con la presencia de la em-
Esta actitud empática, armónicamente direccionada hacia patía como variable mediadora, variará las consecuencias
todos los posibles afectados, posibilitaría la buena acción en el accionar ético o moral, específicamente la conducta
judicial de los jueces, entendida la empatía tanto afectiva prosocial y la penalización de falta y delitos que el ado-
como cognitivamente (Samamé, 2016). lescente realice.

El tema de la penalización de faltas y delitos ha sido Es por lo antedicho que el presente trabajo tiene como
trabajado teniendo en cuenta juicios simples y condicio- objetivo poner a prueba un modelo de interacción de
nales. Los juicios simples son estimaciones subjetivas de variables, teniendo como variables predictoras el re-
alguna atribución de significación psicológica (como lativismo y absolutismo moral, como variable mediadora
puede ser el grado de penalización), evaluado en un es- la empatía y como variables dependientes la conducta
tímulo (la falta o delito), sin que este último esté rodeado prosocial y la penalización de faltas y delitos.
de ningún otro elemento contextual de estimulación psi-
cológica. Ejemplo de un juicio simple puede ser robar
un libro (López Alonso, 1977, 1978; Rimoldi y López Método
Alonso, 1973). Se observó en general que la población
no jurídica penalizaba más en torno al perjuicio que en
torno al bien tutelado por la ley. Así, por ejemplo, el
Participantes
robo de una camioneta era más penalizado si esa camio-
neta era utilizada por su dueño como único medio de tra- Participaron de la presente investigación 515
bajo. Por el contrario, se penalizaba menos duramente si adolescentes de entre 17 y 20 años, con una media de
la camioneta pertenecía a una persona de altos recursos edad de 17.49 (DT = 72); 166 varones (32.2 %) y 349
(Horas, 1981). mujeres (67.8 %). Los adolescentes eran de nivel socio-
económico medio, pertenecientes a ciudades de la pro-
Más recientemente, se realizaron estudios en vincia de Entre Ríos y Buenos Aires, Argentina. La
población de jóvenes universitarios en los cuales se divi- muestra fue seleccionada de forma intencional, no pro-
dió aquellos que tenía alto relativismo de los que tenían babilística. Se administraron las pruebas en estableci-
bajo relativismo y se los comparó respecto de la estima- mientos educativas de nivel secundario, bajo la condición
ción de gravedad de faltas y delitos. Se obtuvieron dife- de que los adolescentes presentaran el correspondiente
rencias significativas en las siguientes faltas y delitos: consentimiento informado de sus padres o tutores.
relaciones prematrimoniales, aborto, salir de la escuela
sin permiso de los padres, forzar a una mujer a ejercer la
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Instrumentos de evaluación ños de Caprara y Pastorelli (1993), en su adaptación a


población argentina por Regner y Vignale (2008). Dicha
Para medir el relativismo y absolutismo se utilizó el escala mide en adolescentes y adultos conductas proso-
Cuestionario de Posturas Éticas (EPQ). Este instru- ciales de ayuda, confianza y simpatía (variables de la es-
mento fue creado por D. Forsyth (1980) para medir los cala para niños), discriminando sujetos mayormente pro-
factores que están en la base de los juicios morales indi- sociales de los que no lo son, mediante un puntaje total.
viduales a saber: relativismo e idealismo. Comprende Consta de 16 ítems, para responder en una escala tipo
dos escalas tipo Likert con diez ítems cada una, con op- Lickert de 5 opciones que van desde “nunca/casi nunca”
ciones de respuesta que van desde 1 (Totalmente en a “siempre/casi siempre”. En relación a la consistencia
desacuerdo) hasta 5 (Totalmente de acuerdo). Dicha interna del instrumento, el coeficiente alfa de Cronbach
escala fue traducida al español y utilizada en población de la escala de conducta prosocial para esta investigación
de jóvenes argentinos (Migone de Faletty y Moreno, fue de .84.
1985; Moreno, 1991). Cabe aclarar que para la presente
investigación sólo se utilizó una de las escalas de 10 Para medir la penalización de faltas y delitos se utilizó
ítems, la que mide relativismo-absolutismo, calculándose la Escala de Penalización de Faltas y Delitos construida
por separado los puntajes de relativismo y absolutismo. por Rimoldi y López Alonso (1973, también ver López
El coeficiente alfa de Cronbach para relativismo fue .70 Alonso, 1977) en base a una lista de acciones delictivas
y para absolutismo fue .72. extraídas originariamente de Sellin y Wolfgang y
empleadas por H. Donnelly en la medición de variables
Para la medición de la empatía se utilizó el psicológicas (Moreno, 1991). Este instrumento consta de
Cuestionario de Evaluación de la Empatía de Garaigor- dos escalas; una de juicios simples y otra de juicios
dobil (2000), basado en el cuestionario de empatía dispo- condicionales. En la escala de juicios simples, a
sicional de Merhabian y Epstein (1972). Este cuestiona- diferencia de los juicios condicionales, los sujetos deben
rio consta de 22 ítems referidos a sentimientos empáticos evaluar la gravedad de una única falta o delito cometido
con los que se obtiene una puntuación directa de la capa- por una persona, sin considerar referencia alguna sobre el
cidad empática del individuo. En la versión original se autor del hecho, remitiéndose a juzgar sólo al acto en sí
responde con dos opciones: sí o no. En la actual investi- obviando referencias personales o circunstanciales
gación se utilizó una escala de respuesta tipo Likert con (Moreno, 1991). El sujeto debe asignarle a cada falta o
5 opciones a saber: 1. Totalmente en desacuerdo, 2. En delito una opción de las siguientes: 1. No es falta o delito;
desacuerdo, 3. Ni en desacuerdo ni de acuerdo, 4. De 2. Es falta o delito leve; 3. Es falta o delito bastante
acuerdo, 5. Totalmente de acuerdo. Dicha modalidad se grave; 4. Es falta o delito muy grave; 5. Es falta o delito
aplicó para tener una amplitud de opciones más grande, de extrema gravedad. El coeficiente alfa de Cronbach
lo que enriqueciera el trabajo de medición. Investigacio- para la presente muestra fue de .92.
nes previas (Rodriguez, 2014), utilizando esta modalidad
tipo Likert, han encontrado correlaciones elevadas en Procedimiento
población adolescente entre el presente instrumento y la
preocupación empática del Índice de Reactividad Inter- La administración de los instrumentos se realizó en las
personal (Davis, 1980, 1983), perteneciente a la dimen- aulas de las escuelas, en horario de clases, previa au-
sión afectiva de la escala y correlaciones elevadas (si torización de las autoridades y la firma del consenti-
bien en menor medida) con la dimensión toma de pers- miento informado por parte de padres o tutores. Las
pectiva. El coeficiente alfa de Cronbach de la escala de pruebas fueron auto-administradas, siendo las tomas
empatía para esta investigación fue de .83. grupales de aproximadamente una hora de duración.
Para medir la conducta prosocial se utilizó la Escala Los análisis estadísticos se realizaron con los
de Prosocialidad de Caprara, Steca, Zelli y Capanna programas SPSS 18.0 y AMOS 16.0. Se obtuvieron las
(2005) basada en la escala de conducta prosocial para ni-
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Tabla 1

Medias y desvíos de las variables medidas

Varones Mujeres Total


Variable
M DS M DS M DS
Absolutismo 3.38 .64 3.44 .61 3.42 .62
Relativismo 3.48 .79 3.48 .79 3.48 .79
C. Prosocial 3.26 .58 3.64 .56 3.51 .59
Penalización 2.69 .59 2.75 .61 2.73 .60
Empatía 3.44 .44 3.94 .41 3.78 .48
N = 515

correlaciones de Pearson entre las variables estudiadas y entre penalización de faltas y delitos y empatía (.253);
se puso a prueba el modelo de ecuaciones estructurales. entre absolutismo y penalización de faltas y delitos (.238)
y entre conducta prosocial y penalización de faltas y
delitos (.238). Además, se obtuvieron correlaciones
significativas entre absolutismo y conducta prosocial
Resultados (.209) y en menor grado entre absolutismo y empatía
(.180). Por su parte, se encontraron correlaciones signifi-
cativas inversas entre relativismo y las variables absolu-
Análisis preliminares tismo (-.188), conducta prosocial (-.114) y penalización
de faltas y delitos (-.173).
En la Tabla 1 pueden observarse las medias y los
desvíos de cada una de las variables medidas, tanto a ni- Modelo de ecuaciones estructurales
vel global como por sexo de los participantes.
En el modelo propuesto para la interacción de las
Previamente a la puesta a prueba del modelo de variables los predictores fueron las posturas éticas relati-
interacción de variables, se analizó la relación entre to- vistas y no relativistas, la variable mediadora fue la em-
das las variables implicadas a saber: relativismo, absolu- patía y las variables dependientes la conducta prosocial y
tismo, empatía, conducta prosocial y penalización de la penalización de faltas y delitos. Se analizó el modelo
faltas y delitos. Para esto se obtuvieron las correlaciones utilizando ecuaciones estructurales (ver Figura 1).
de Pearson entre las variables (ver Tabla 2)
Los resultados indicaron un buen ajuste entre el
Las correlaciones significativas más altas se modelo propuesto y los datos empíricos. Se obtuvo un
obtuvieron entre conducta prosocial y empatía (.616);
Tabla 2

Correlaciones de Pearson entre las variables implicadas en el modelo propuesto.

Conducta
Relativismo Absolutismo Empatía Penalización
Prosocial
Relativismo 1
Absolutismo -,188* 1
Empatía -,019 ,180* 1
Conducta Prosocial -,114* ,209* ,616* 1
Penalización -,173* ,238* ,253* ,238* 1
Nota. *La correlación es significativa p ≤ 0.01. N=515
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Figura 1. Modelo teórico propuesto con estimaciones estandarizadas.

X2(1) = 2.55, p = .11, X2/gl = 2.55. Asimismo, se obtu-


vieron los siguientesíndices de ajuste: GFI = .99, Discusión y conclusiones
AGFI = .97, CFI = .99, mostrando todos ellos un muy
buen ajuste. Por último, se calcularon el Root Mean En un paso previo a la puesta a prueba del modelo
Square Residual, RMR = .005 y el the Root Mean propuesto, se evaluaron las asociaciones entre las varia-
Square Error of Approximation RMSEA = .055, como bles implicadas en el mismo.
mediciones del error. Cabe señalar que los valores por
debajo de .10 indican un error aceptable y valores alre- Este estudio mostró que existe una asociación entre
dedor de .06 indican un muy buen ajuste (Kline, 1998). empatía y conducta prosocial, lo que es de esperar te-
En la Figura 1 pueden verse los valores path. Los valores niendo en cuenta que a partir de la edad adolescente la
R2 para la variable mediadora y para las variables de- empatía es parte de la prosocialidad (Paciello et al.,
pendientes fueron los siguientes: Empatía = .03; Penali- 2005). Dicho hallazgo concuerda con estudios empíricos
zación de faltas y delitos = .12 y Conductas Prosocia- que afirman esta relación entre la empatía y la prosocia-
les = .40. lidad (Mestre, 2014; Moreno y Fernández, 2011). Otra
asociación que se evidenció fue entre empatía y penali-
zación de faltas y delitos. Si bien no se han hallado estu-
dios empíricos previos que relacionen estas variables,
teorizaciones jurídicas expresan la necesidad de la em-
patía para realizar juicios justos (Samamé, 2016). Es así
que sería necesario empatizar con las víctimas y con to-
das las personas implicadas en el hecho para poder reali-
50 ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, nº. 2, 43-56. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ ap.13.2.17809

zar un buen juicio. En este caso a mayor empatía mayor delitos, siendo el juicio de los actos algo muy particular
penalización de faltas y delitos en general, lo que estaría de cada sujeto en cada situación. El relativismo en el
marcando que los sujetos de la presente investigación modelo propuesto no tuvo efecto sobre la empatía.
estarían empatizando con las víctimas de cada una de las
faltas y delitos presentados. Retomando investigaciones recientes citadas, las
cuales han demostrado que el aumento del relativismo y
Otras asociaciones de variables observadas fueron la la disminución del absolutismo relajan las buenas cos-
penalización de faltas y delitos y absolutismo, así como tumbres y generan disposición para conductas inmorales
la penalización de faltas y delitos y la conducta proso- (Rai y Holyoak, 2013), podemos decir que en esta inves-
cial. La primera de estas asociaciones es claramente ex- tigación se ha recolectado evidencia en esta línea. Tanto
plicable ya que las personas no relativistas hacen uso de en las asociaciones como en el modelo de ecuaciones
absolutos morales para juzgar (Forsyth, 1980; Schlenker estructurales probado queda en evidencia que la dismi-
y Forsyth, 1977), lo cual elevaría la penalización de fal- nución del relativismo y el aumento del absolutismo ge-
tas y delitos. La segunda de estas asociaciones, penaliza- neran mayor penalización de faltas y delitos, lo cual esta-
ción y prosocialidad, podría estar vinculada a la cuestión ría en la línea de la moralidad conductual.
empática, ya que la prosocialidad a esta edad supone la
empatía. De todas formas, deberían realizarse estudios en El relativismo y absolutismo no tuvieron efectos
esta línea para ofrecer mejores explicaciones. directos sobre la conducta prosocial, pero sí al incorporar
la variable mediadora empatía. Cabe recordar lo antedi-
Respecto del modelo de ecuaciones estructurales cho sobre la empatía como variable motivacional que se
propuesto, los índices de ajuste del modelo y las medidas agrega al razonamiento moral para el efecto sobre lo
de error obtenidos indicaron un buen ajuste entre el mo- conductual moral (Etxebarría y de la Caba, 1998) como
delo teórico y los datos empíricos. posible explicación para los hallazgos. Es así que el valor
de path entre empatía y conducta prosocial es el más
El absolutismo como variable predictora tiene un elevado.
efecto positivo sobre la penalización de faltas y delitos.
Este efecto positivo se ve aumentado por la empatía Los resultados del modelo teórico propuesto afirman
como variable mediadora entre ambos (ver Figura 1). la importancia de las posturas éticas, en particular el re-
Las investigaciones empíricas muestran que existen ni- lativismo y el absolutismo, sobre la penalización de faltas
veles elevados de consistencia entre la moralidad y con- y delitos y sobre la conducta prosocial, con un papel
ducta en sujetos que se hallan en estadios superiores del mediador importante de la empatía para la concreción de
desarrollo moral. Si bien hay otras variables implicadas lo moral. Cabe aclarar que esta afirmación es más con-
como la empatía y las variables situacionales, que tundente para la penalización de faltas y delitos y no así
añaden un importante componente motivacional a la para la prosocialidad, sobre la cual no tuvieron efectos
moralidad en lo conductual (Etxebarría y de la Caba, directos el relativismo y absolutismo moral.
1998). En este caso la empatía podría agregar un
componente importante a la postura ética para la Este trabajo reviste relevancia tanto teórica como
penalización de faltas o delitos, siendo una variable aplicada. Es un aporte teórico debido a que pone en evi-
mediadora clave entre la postura ética y el juzgar moral. dencia el importante papel de la empatía en las actitudes
y conductas morales, tanto en referencia a la penalización
El relativismo tiene un efecto negativo sobre la como en referencia a la prosocialidad. Por otra parte, este
penalización de faltas y delitos. Al ser el relativismo un estudio podrá servir para el diseño de programas de
rechazo a la posibilidad de depender de normas morales intervención que puedan abordar el tema de la moralidad
universales para sacar conclusiones de juicios morales en población de adolescentes y jóvenes, teniendo en
(Forsyth, 1980; Schlenker y Forsyth, 1977), este mismo cuenta la implicancia de cada una de las variables.
rechazo es el que no permitiría la penalización de faltas y
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Limitaciones y futuros estudios


D’Silva, J. L., Meng, C. L. y Othman, J. (2015). Personal
Parte de las limitaciones de este estudio están Moral Philosophy of Undergraduates towards
relacionadas a la medición de la variable posturas éticas Academic Dishonesty. Modern Applied Science, 9
ya que sólo se tomó una dimensión de las planteadas por (11), 144-152.
Donelson Forsyth (1980), utilizando sólo relativismo y http://dx.doi.org/10.5539/mas.v9n11p144
no así idealismo. Futuras investigaciones deberían incor-
porar estas variables. Además, es recomendable en pró- Davis, M. H. (1980). A multidimensional approach to
ximos estudios evaluar los tipos de faltas y delitos sobre individual differences in empathy. Catalog of
los cuales la empatía tiene mayor efecto mediador. Selected Documents in Psychology, 10, 85, 1-17.
La empatía se ha planteado aquí como una variable
mediadora entre el relativismo y la concreción de la mo- Davis, M. H. (1983). Measuring individual differences in
ralidad. Esto se ha planteado de esta forma por ser un empathy: Evidence for a multidimensional
estudio transversal, viendo como el relativismo, mediado approach. Journal of Personality and Social
por la empatía influye en lo conductual. Psychology, 44, 113-126.
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ETHICAL POSITION AND EMPATHY, PREDICTORS OF


PROSOCIALITY AND PENALIZATION OF OFFENSES AND CRIMES

LUCAS MARCELO RODRÍGUEZ Y JOSÉ EDUARDO MORENO

commit is estimated. That is to say that moral character


Extended summary or value judgment made on the faults or crimes can vary
according to ethical positions.

Individual variations in moral judgments can be In relation to offenses and crimes it has been theorized
described considering relativism and idealism (Forsyth, that empathy is essential for the decisions taken by
1980; Schelenker & Forsyth, 1977). Relativism can be judges, because they need to experience empathy to
defined as the fact of rejecting the possibility of relying deliver fair trials and provide unrelenting verdicts (Slote,
on universal moral standards to draw conclusions from 2013, quoted by Samamé, 2016). This empathic attitude,
moral judgments; while others make use of moral abso- understood as cognitive and affective empathy,
lutes to make judgments (absolutist). As regards moral harmonically addressed to those potentially affected,
relativism, research has shown that people with high rel- would enable good judgments (Samamé, 2016).
ativism were not more prone to deceptions than people
with low relativism (Forsyth & Berger, 1982). Contrary The relativistic ethical position can influence moral
to this, recent research has shown that the rise of moral behavior, particularly prosociality and penalization of of-
relativism and the decrease of absolutism relaxes good fenses and crimes; being empathy an important mediating
customs and generates predisposition to immoral be- variable.
havior (Rai & Holyoak, 2013). While research shows
controversies between personal ethics and moral behav- We believe that from the degree of relativism that
ior, it has been empirically shown that moral realism (as adolescents have, with the presence of empathy as a me-
opposed to relativism) is positively associated with in- diator variable, the consequences in ethical or moral ac-
creased donations to good causes, which is considered a tions will vary, particularly in prosocial behavior and of-
prosocial behavior (Young & Durwin, 2013). fenses penalization. It is from the above that the present
work aims to test a variable interaction model, taking
Prosociality comprises aid behaviors or the ones that relativism and absolutism as predictor variables, empathy
benefit others, independent of the intention to be as a mediating variable and prosocial behavior and
achieved with this aid (Eisenberg & Fabes, 1998). From penalization of faults and offenses as dependent varia-
adolescence, and later in the life cycle, empathy is con- bles.
sidered a part of the prosocial dimension (Paciello, Vec-
chio, & Pepe, 2005). Empathy has become very im- The participants of this study were 515 adolescents
portant both as an individual developmental variable as between 17 and 20 years old, and they had a mean age of
well as its relationship with other variables such as soci- 17.49 years (SD = 72); 166 men (32.2 %) and 349 women
omoral development and prosociality. (67.8 %). Teenagers had middle socioeconomic status,
living in Entre Rios and Buenos Aires, Argentina. It is a
Depending on the ethical position that the subject nonprobability sample.
adopts, taking into account the level of relativism, the
variation of the penalty offenses or crimes people may
ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, nº. 2, 43-56. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ap.13.2.17809 55

2 2
The Ethical Position Questionnaire (EPQ) was used square statistic X (1) = 2.55, p = .11, X /df = 2.55,
to measure relativism and nonrelativism. This instrument GFI = .99, AGFI = .97, CFI = .99, all of them showing
was created by D. Forsyth (1980), to measure the two goodness of fit. Finally, as error measurements the Root
factors that are the basis of individual moral judgments Mean Square Residual, RMR = .005 and the Root Mean
namely relativism and idealism. For this investigation, Square Error of Approximation RMSEA = .055, such
only one of the 10-item scales was used, the one that were calculated. As it is known, values below .10 indicate
measures relativism and nonrelativism, and we calcu- an acceptable error, and values around .06 indicate a very
lated scores separately: relativism and absolutism (non- 2
good fit (Kline, 1998). The R values of the mediator
relativism). The Garaigordobil Empathy Questionnaire variable and the dependent variables were as follows:
(2000), based on the Merhabian and Epstein Disposi- empathy = .03; offenses and crimes penalization = .12
tional Empathy Questionnaire (1972), was used to meas- and prosocial behaviors = .40.
ure empathy. Scale Prosociality of Caprara, Steca, Zelli
and Capanna (2005) based on the scale of prosocial be- The highest significant correlation between empathy
havior for children (Caprara & Pastorelli, 1993), was and prosocial behavior, which is to be expected consid-
used to measure prosocial behavior, to measure the pe- ering that from teen age, empathy is part of prosociality
nalization of offenses and crimes Penalization of Faults (Paciello et al., 2005). This finding is agreeable with
and Crimes Scale built by Lopez Alonso and Rimoldi empirical studies that confirm this relationship between
(1973, Lopez Alonso, 1977) was used. This scale is empathy and prosociality (Mestre, 2014; Moreno & Fer-
based on a list of criminal actions taken originally from nandez, 2011). Besides, the correlation between empathy
Sellin and Donnelly and used in the measurement of and offenses and crimes penalization was the second
psychological variables by Moreno (1991). highest correlation. Although there aren’t any previous
empirical studies linking these variables, theoretical ju-
Prior to the testing of structural equation model risprudence studies express the need for empathy to carry
Pearson correlations between variables were performed. out fair trials (Samamé, 2016). So, it would be necessary
The highest significant correlations were obtained be- to empathize with the victims and with those involved in
tween prosocial behavior and empathy (.616); between the case to make a good judgment. That is to say, the
the penalization of offenses and crimes and empathy greater empathy the greater offenses and crimes
(.253); between relativism and no penalty offenses and penalization, which would mean that the participants of
crimes (.238) and between prosocial behavior and of- this research would empathize with the victims of each of
fenses and crimes penalization (.238). In addition, not the offenses and crimes.
significant correlations between relativism and prosocial
behavior (.209) and to a lesser degree among nonrelativ- Finally, there are significant correlations between
ism and empathy (.180) were obtained. Meanwhile, there offenses and crimes penalization and absolutism, as well
exist negative significant correlations between relativism as between offenses and crimes penalization and proso-
and three variables: relativism (-.188), prosocial behav- cial behavior. The first of these correlations can be
ior (-.114) and offenses and crimes penalization (-.173). clearly explained as nonrelativistic people use moral ab-
In the variables interaction model proposed the solutes to judge (Forsyth, 1980; Schlenker & Forsyth,
predictors were relativistic and non-relativistic ethical 1977), which would raise the level of penalty for offenses
positions, the mediating variable was empathy and the and crimes. The second of these correlations, prosociality
dependent variables were the prosocial behavior and the and penalization, could be linked to the empathy question
offenses and crimes penalization. This model was tested because at this age prosociality implies empathy.
using the structural equation model. Anyway, we consider that more studies should be
conducted about this topic to provide better explanations.
The results showed a good fit between the proposed
model and empirical data. The assessment of model Absolutism as a predictor variable has a positive
goodness of fit is based on multiple indicators: the chi effect on the penalization of faults and crimes. This pos-
56 ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, nº. 2, 43-56. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ ap.13.2.17809

itive effect is enhanced by empathy as a mediating varia-


ble between them. Empirical research shows that there is
higher consistency between morality and behavior in
subjects who have reached higher stages of moral devel-
opment. There are other variables involved such as em-
pathy and situational variables that add an important
motivational component to moral behavior (Etxebarría &
Caba, 1998). Empathy could add an important compo-
nent to the ethical position for the penalization of of-
fenses or crimes, being a key mediator between ethical
position and moral judgment.

Relativism has a negative effect on the penalization


of offenses and crimes. As relativism implies a rejection
of the possibility of relying on universal moral standards
to draw conclusions from moral judgments (Forsyth,
1980; Schlenker & Forsyth, 1977), this rejection would
not allow the penalization of offenses and crimes, be-
cause all judgment is something very particular to each
subject in every situation.

Relativism in the model proposed has no effect on


empathy.

Relativism and absolutism have not direct effects on


prosocial behavior, but they have indirect effects when
we consider the mediator variable empathy.

The results of the theoretical model proposed confirm


the importance of ethical positions, including relativism
variable, on offenses and crimes penalization and proso-
cial behavior, with an important mediating role of em-
pathy.

One of the limitations of this study is related to


measuring only one dimension of Ethical Positions that
Donelson Forsyth describes. Future research should in-
corporate idealism and pragmatism variables. It is also
advisable in future studies to evaluate the types of crimes
and offenses on which empathy has a higher mediator ef-
fect.
ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, nº. 2, 57-68. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ap.13.2.17826 57

CONDUCTA ANTISOCIAL EN ADOLESCENTES Y JÓVENES:


PREVALENCIA EN EL PAÍS VASCO Y DIFERENCIAS EN FUNCIÓN
DE VARIABLES SOCIO-DEMOGRÁFICAS
ANTI-SOCIAL BEHAVIOR IN ADOLESCENTS AND YOUNG
ADULTS: PREVALENCE IN THE BASQUE COUNTRY AND
DIFFERENCES AS A FUNCTION OF SOCIO-DEMOGRAPHIC
VARIABLES
MAITE GARAIGORDOBIL1 Y CARMEN MAGANTO1

administraron dos instrumentos de evaluación de la con-


Resumen ducta antisocial (autoinforme y evaluación de pa-
dres/madres). Los resultados evidenciaron que el 16.6 %
El estudio tuvo como objetivos analizar la prevalencia de de la muestra tenía un nivel alto de conductas antisociales
la conducta antisocial y explorar diferencias en función (percentil 85-99), el 10 % se inscribe en el perfil de alto
de variables socio-demográficas (sexo, edad, nivel socio- riesgo (percentil 85-94) y el 6.6 % en el perfil antisocial
económico, nivel de estudios de los padres/madres). La (percentil 95-99). Las diferencias entre sexos variaron en
muestra fue de 3026 participantes de 12 a 18 años del función del informante. En la autoevaluación, las mujeres
País Vasco. Con un diseño descriptivo y comparativo se tenían significativamente menos conducta antisocial, pero
el tamaño del efecto fue pequeño. En la evaluación de los

1
Facultad de Psicología, Universidad del País Vasco (UPV/EHU), España.

Recibido: 20 de enero de 2016.


Aceptado: 01 de abril de 2016.
58 ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, nº. 2, 57-68. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ ap.13.2.17826

padres no se hallaron diferencias entre sexos. Por consi- ences as a function of socio-economic level were contra-
guiente, las diferencias entre varones y mujeres tienden a dictory. The discussion revolves around the importance
ser muy pequeñas. En relación a la edad se confirmó un of prevention and intervention in antisocial behavior from
incremento significativo de la conducta antisocial de 12 childhood.
a 18 años, tanto en el autoinforme como en la evaluación
de los padres. Además, las diferencias entre sexos au- Keywords: antisocial behavior; adolescence;
mentaban significativamente con la edad, observándose sex/gender; socio-economic level; prevention.
mayores incrementos en los varones de 16-18 años. No
se encontraron diferencias en la conducta antisocial en
función del nivel educativo de los padres/madres, sin
embargo, las diferencias en función del nivel socio-eco- Introducción
nómico fueron contradictorias. La discusión gira en
torno a la importancia de la prevención e intervención de El incremento de la violencia (bullying, racismo,
la conducta antisocial desde la infancia. sexismo…) en los adolescentes y jóvenes pone de relieve
la necesidad de analizar la conducta antisocial para obte-
Palabras clave: conducta antisocial; adolescencia; ner información útil de cara al desarrollo de programas de
sexo/género; nivel socio-económico; prevención. prevención/intervención que fomenten las conductas
prosociales, de consideración por los demás, el respeto
por las diferencias… e inhiban las conductas discrimi-
natorias, antisociales y violentas. Esta preocupación ac-
Abstract tual por la conducta antisocial y violenta durante la in-
fancia, la adolescencia y la juventud, que se encuentran
The goals of this study were to analyze the prevalence of en primer plano de los medios de comunicación, está en
antisocial behavior and to explore differences as a func- la base de este estudio.
tion of socio-demographic variables (gender, age, socio-
economic level, parents' educational level). The sample La conducta antisocial se define como cualquier
comprised 3,026 participants from the Basque country, conducta que refleje una infracción a las reglas o normas
aged 12 to 18 years Using a descriptive and comparative sociales y/o sea una acción contra los demás, una viola-
design, two instruments to assess antisocial behavior ción contra los derechos de los demás. En este estudio se
(self-report and parent assessment) were administered. exploran conductas antisociales asociadas al gambe-
The results showed that 16.6 % of the sample had a high rrismo y a conductas de trasgresión de normas sociales en
level of antisocial behavior (percentile 85-99), 10 % had relación con la edad tales como romper objetos de otras
a high-risk profile (percentile 85-94), and 6.6 % pre- personas, de lugares públicos, golpear, pelearse o agredir
sented an antisocial profile (percentile 95-99). Sex dif- a personas, copiar en un examen, ensuciar las calles y las
ferences varied depending on the informant. In the self- aceras rompiendo botellas o vertiendo las basuras,
assessment, females reported significantly less antisocial molestar a personas desconocidas o hacer gamberradas en
behavior, but the effect size was small. In the parents' as- lugares púbicos, gastar bromas pesadas a la gente
sessment, no sex differences were found. Therefore, the (quitarle la silla cuando se va a sentar…), decir “tacos” o
differences between males and females tend to be very palabras fuertes, robar, responder mal a un adulto, ne-
small. Regarding age, a significant increase of antisocial garse a realizar las tareas encomendadas...
behavior between 12 and 18 years was confirmed, both
in self-reports and in parents' evaluation. Moreover, the La última actualización del manual de diagnóstico
sex differences increased significantly with age, with the DSM-V (APA, 2014) sugiere para el diagnóstico de
largest increases observed in males aged 16-18 years. “trastorno de la conducta” haber realizado en los últimos
12 meses, al menos tres de las siguientes conductas: (1)
There were no differences in antisocial behavior as a
Agresión a personas y animales: acosa, intimida, ame-
function of the parents' educational level, but the differ-
ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, nº. 2, 57-68. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ap.13.2.17826 59

naza, pelea, crueldad física, violación…; (2) Destrucción Conducta antisocial: diferencias entre
deliberada de las propiedades de otros; (3) Engaño o sexos
Robo: miente, engaña, roba…; y (4) Transgresión grave
de normas: falsificar notas, faltar al colegio, salir de no-
Las investigaciones que han explorado la conducta
che sin permiso...
antisocial en ambos sexos muestran resultados contra-
dictorios. La revisión de Scandroglio et al. (2002) evi-
denció que los primeros estudios sobre la participación
Prevalencia de la conducta antisocial femenina en bandas callejeras juveniles informaban que
esta participación era escasa, y que las mujeres manifes-
Las tasas de prevalecía varían en distintos estudios taban menos conductas delictivas que los varones. Sin
epidemiológicos, debido a las diferencias entre clínicos e embargo, estudios realizados en las últimas décadas su-
investigadores respecto al número de los síntomas nece- gieren un mayor nivel de participación de las chicas y
sarios para el diagnóstico, la gravedad, al informante también un incremento de sus conductas violentas. No
(padre, madre, profesorado…) y/o al instrumento de me- obstante, pese a los cambios evidenciados siguen exis-
dida utilizado para evaluar la conducta antisocial. tiendo diferencias entre sexos.

Tomando como referencia los datos aportados por los La mayoría de los estudios han encontrado diferencias
manuales estadísticos, el DSM-IV (1994) consideró una significativas con mayor frecuencia de conductas
prevalencia entre 6 % y 16 % en chicos, y entre 2 % y antisociales en los adolescentes varones (D'Acremont, y
9 % en chicas. Posteriormente, el DSM-IV-TR (2003) Van der Linden, 2006; Fan, Cheung, Cheung y Leung,
situó la prevalencia por encima del 10 %, y el DSM-V 2008; García y da Costa Junior, 2008; Kim y Kim, 2005;
(2014) entre el 2 y 10 %. Un estudio sobre el perfil psi- López-Romero y Romero; 2010; Pelegrín y Garcés, 2009;
cosocial de los adolescentes españoles (Serrano, Rodrí- Pérez-Fuentes, Gázquez, Mercader, Molero y García
guez y Mirón, 1997) reveló que un 80 % estaban fre- 2011; Rodríguez y Torrente, 2003; Sagar, Boardley y
cuentemente asociados a conductas antisociales dismi- Kavussanu, 2011; Sanabria y Uribe, 2009; Scandroglio et
nuyendo a medida que la conducta antisocial era más al., 2002; Seijo, Mohamed y Vilariño, 2008). Otras
grave. El estudio de Redondo y Sánchez-Meca (2003) investigaciones sugieren que estas diferencias son
concluye que entre el 81.1 % y el 84.6 % de los jóvenes mayores en la infancia (Garaigordobil, Álvarez, y
reconoció haber realizado conductas prohibi- Carralero, 2004), disminuyendo en la adolescencia
das/delictivas, aunque fue considerablemente menor el (Plazas et al., 2010), mientras que algunas no encuentran
porcentaje que autoinformaron de actos claramente anti- diferencias entre sexos en la conducta antisocial (Bringas,
sociales. El estudio de Rechea (2008) con adolescentes Herrero, Cuesta, y Rodríguez, 2006; Garaigordobil, 2005;
de 12 a 17 años también evidenció que el 72 % había Vera, Ezpeleta, Granero y de la Osa., 2010), ni en el uso
realizado conductas antisociales o delictivas en el último de estrategias agresivas de resolución de conflictos
año. interpersonales relacionadas con la conducta antisocial
(Zafirakis, 2015). La reciente revisión de Lanctôt (2015)
Estos datos muestran la alta participación de jóvenes concluye que hay pruebas sólidas de una brecha entre
en actos antisociales. La conducta antisocial es uno de sexos en conducta delictiva y antisocial, siendo los niños
los problemas más habituales en la niñez y adolescencia más antisociales que las niñas, sin embargo, la magnitud
(muchos menores en tratamiento lo están por agresivi- de esta brecha no es constante en el tiempo o en el
dad, problemas de conducta y conducta antisocial), es espectro del comportamiento criminal o antisocial.
una amenaza para el desarrollo individual y social, y por
consiguiente un objeto de estudio de gran relevancia. En el debate sobre sexo y género, el estudio de Ma
(2005) encontró que: (1) los chicos eran más antisociales
que las chicas; (2) La conducta delictiva se relacionaba
positivamente con la masculinidad; y (3) La conducta
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delictiva en el grupo femenino fue significativamente embargo, algunos estudios con niños y adolescentes no
menor que en los otros tres grupos de rol de género han encontrado diferencias con la edad (García y da
(masculino, andrógino e indiferenciado). En similar di- Costa Junior, 2008; Vera et al., 2010).
rección, Moreira y Mirón (2013) concluyeron que: (1)
Los antecedentes de la desviación de ambos sexos eran
una débil vinculación a contextos convencionales y per-
Conducta antisocial: diferencias en
tenencia a un grupo desviado; (2) Estos contextos contri-
buyen al desarrollo de la identidad de género; y (3) La función del nivel socio-económico-
identidad de género incide sobre la probabilidad de des- cultural
viación: la feminidad tiende a reducirla mientras la mas-
culinidad (especialmente aspectos socialmente no desea- Los pocos los estudios que han analizado el efecto del
bles de la masculinidad) la incrementa. nivel socio-económico en la conducta antisocial, en
general concluyen que a menor nivel socio-económico
mayor nivel de conducta antisocial. En este sentido, Seijo
Conducta antisocial: diferencias en et al. (2008) confirmaron más comportamientos
antisociales en los adolescentes que vivían en barrios más
función de la edad deprimidos socioculturalmente. Y la reciente revisión de
Lanctôt (2015) también enfatizó que las condiciones
Los estudios que en los últimos años han analizado la económicas adversas pueden ser un factor de influencia
evolución de la conducta antisocial con la edad en gene- en la conducta antisocial de las chicas.
ral confirman que la conducta antisocial aumenta con la
edad (Pérez-Fuentes et al., 2011; Rechea, 2008), desde la
infancia, a la adolescencia/juventud. Se observan pun-
tuaciones más bajas durante la preadolescencia y adoles- Objetivos e hipótesis del estudio
cencia temprana, que aumentan a medida que aumenta la
edad –mayores puntuaciones a los 16-17 años que incre- El estudio realizado tuvo dos objetivos: (1) Identificar
mentan aún más a los 18– (Sanabria y Uribe, 2009). la prevalencia de la conducta antisocial de 12 a 18 años; y
Bringas et al. (2006) hallaron microdiferencias en com- (2) Analizar si existen diferencias en la conducta
portamientos antisociales en función de la edad que indi- antisocial en función de variables socio-demográficas
can que los más pequeños (14-15 años) son los que me- (sexo, edad, nivel socio-económico, nivel de estudios de
nos realizan comportamientos correspondientes a actitu- padres/madres). Tomando como referencia la revisión de
des de conflicto, diferenciándose claramente de los otros estudios llevada a cabo se formulan 4 hipótesis: (1) La
dos grupos de edad. Los de edades intermedias, 16-17 conducta antisocial durante la adolescencia y la juventud
años, se diferenciaban de los pequeños por realizar más tendrá un nivel de prevalencia alto, con un 10 % de
comportamientos de conflictividad normativa y de falta participantes con puntuaciones percentiles 85-99; (2) Los
de consideración del otro, aunque las diferencias no fue- varones tendrán puntuaciones superiores en conducta
ron significativas. Y los mayores (18-20 años) no se di- antisocial en comparación con las mujeres, sin embargo,
ferencian del grupo intermedio (16-17 años), pero sí de las diferencias serán pequeñas; (3) La conducta antisocial
los pequeños (14-15 años), realizando más conductas aumentará de 12 a 18 años, y las diferencias entre sexos
antisociales que los de menor edad. también aumentarán a medida que aumenta la edad,
Complementariamente, Moffit y Caspi (2001) observándose mayores incrementos en los varones; y (4)
encontraron que las diferencias de género eran mayores Cuanto mayor sea el nivel socio-económico y el nivel de
en las personas con comportamientos delictivos que em- estudios de los progenitores, menor será el nivel de
piezan en la infancia (ratio 10:1) en comparación con las conducta antisocial.
diferencias de género entre las personas que empiezan
con actos delictivos en la adolescencia (ratio 5:1). Sin
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Método En este estudio se utilizó únicamente la escala de


conducta antisocial. Los coeficientes de fiabilidad fueron
satisfactorios en ambas escalas (.86). La consistencia in-
Participantes terna obtenida con la muestra del presente estudio fue alta
(α = .89). La validez criterial se basó en las puntuaciones
La muestra está constituida por 3026 participantes de significativamente superiores obtenidas por 95
12 a 18 años, 48.5 % varones y 51.5 % mujeres. Los adolescentes con problemas de conducta en contraste con
participantes cursan Educación Secundaria Obligatoria, 99 adolescentes de control. Los análisis de varianza evi-
ESO (75.4 %) y Bachiller (24.6 %), estando inscritos en denciaron diferencias significativas entre ambos grupos
diversos centros educativos del País Vasco, públicos en la escala de conducta antisocial, F = 4.70, p < .01.
(45.6 %) y privados/concertados (54,4 %). La muestra es
una muestra representativa de los estudiantes del País EPC-CA. Escala de problemas de conducta (Navarro
Vasco. Según la encuesta de población del eustat, la po- et al., 1993). La escala, cumplimentada por los padres,
blación de estudiantes de ESO y Bachiller es de 101.757. evalúa los problemas de conducta de sus hijos e hijas. En
Utilizando un nivel de confianza de .99, con un error de el presente estudio se administró la escala de conducta
muestreo de .024, para una varianza poblacional de .50, antisocial (comportamientos que pueden clasificarse
la muestra representativa es de 2.802. Para la selección como agresivos, y otros que no siéndolo pueden dificultar
de la muestra se utilizó una técnica de muestreo estratifi- las relaciones sociales). La tarea consiste en informar si el
cado, proporcional y aleatorio, teniendo en cuenta la hijo o hija realiza o no esas conductas (romper objetos,
proporcionalidad de centros en cada provincia y el equi- golpear, fumar, beber, falsificar notas, no asistir al
librio de distintas condiciones (tipo de red…). colegio, agredir a otras personas…). El coeficiente alpha
de Cronbach de la EPC confirmó alta consistencia interna
(α = .88), y el obtenido con la muestra del presente
Instrumentos estudio fue similar (α = .89). Para un estudio de la validez
criterial se aplicó la EPC a diferentes muestras de niños y
Para evaluar la conducta antisocial se administraron adolescentes (remitidos al psicólogo escolar por
dos pruebas, un autoinforme y un cuestionario cumpli- problemas escolares, remitidos al psicólogo clínico, e
mentado por los padres/madres, ambos con garantías de internos en centros de reforma por problemas de
fiabilidad y validez. delincuencia) y los análisis de regresión múltiple
mostraron que la pertenencia a distintos grupos criteriales
AD. Cuestionario de conductas antisociales- fue la variable que presentó relaciones de mayor cuantía
delictivas (Seisdedos, 1988/1995). Contiene 40 frases con las puntuaciones en la EPC.
cuyos contenidos informan de distintos tipos de com-
portamientos antisociales y delictivos. Este autoinforme
evalúa dos aspectos de la conducta desviada, el antisocial
(entrar a un sitio prohibido, hacer pintadas, romper o ti- Procedimiento
rar al suelo cosas de otra persona, pelearse con otros, con
golpes, insultos o palabras ofensivas...) y el delictivo Utilizando un diseño descriptivo y comparativo de
(tomar drogas, destrozar o dañar lugares públicos, robar, corte transversal, primero se envió una carta a los centros
conseguir dinero amenazando a personas más débiles, educativos seleccionados explicando el proyecto de in-
pertenecer a una pandilla que se mete en peleas o crea vestigación. Con aquellos que aceptaron participar se
disturbios...). La tarea consiste en leer las frases e infor- concertó una entrevista en la que se explicó el proyecto
mar si se han realizado las conductas que se indican en con más detalle, y se entregaron los consentimientos in-
éstas. En la corrección se otorga un punto por cada frase formados para padres/participantes. Los miembros del
afirmativa. equipo de investigación se desplazaron a los centros, y
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Tabla 1

Medias, desviaciones típicas en conducta antisocial, en varones y mujeres, resultados del análisis de varianza en
función del sexo y tamaño del efecto (Eta y d de Cohen)

Varones Mujeres
(n = 1469) (n = 1557) F (1, 3024)
Eta d
sexo
M (DT) M (DT)
AD. Conducta Antisocial (Autoinforme) 8.21 (5.55) 7.33 (5.06) 19.84** .007 .16
EPC-CA. Conducta Antisocial (Padres) 5.60 (4.73) 5.59 (4.77) 0.001 ns .000 -
Nota. *p <.05. ** p< .01. ***p < .001. ns = no significativo.

administraron el AD en una sesión de 15 minutos de du-


ración. Además, se entregó un sobre que contenía la Resultados
EPC-CA que debían rellenar sus padres. El estudio cum-
plió los valores éticos requeridos en la investigación con
seres humanos y recibió el informe favorable de la Co-
Prevalencia de la conducta antisocial
misión de Ética de la Investigación de la Universidad del
País Vasco (CEISH/112/2012). En relación a la prevalencia de la conducta antisocial
autoevaluada (AD) los resultados evidencian que el
16.6 % de la muestra del estudio tenía un alto nivel de
Análisis de datos conductas antisociales: el 10 % se inscribe en el perfil de
alto riesgo (percentil 85-94) y el 6.6 % en el perfil anti-
Primero se obtuvo el porcentaje de participantes que social (percentil 95-99). Únicamente el 8.5 % de los par-
tenían puntuaciones correspondientes a percentiles < 85 ticipantes no habían realizado ninguna de las 20 con-
(bajo riesgo), entre 85 y 94 (alto riesgo), y ≥ 95 (perfil ductas antisociales descritas en el AD. La evaluación de
antisocial) en la autoevaluación y en la evaluación de los padres/madres (EPC-CA) evidenció resultados simi-
padres/madres. Para analizar si existen diferencias en la lares, un 17.5 % tenía un alto nivel de conducta antiso-
conducta antisocial en función de las variables socio- cial: el 12 % dentro del perfil de alto riesgo (percentil 85-
demográficas se realizaron análisis descriptivos (medias, 94) y el 5.5 % en el perfil antisocial (percentil 95-99).
desviaciones típicas), univariantes, se calculó el tamaño Únicamente el 9.6 % de la muestra obtuvieron una pun-
del efecto (Eta y d de Cohen), y se llevaron a cabo prue- tuación de 0 en conducta antisocial.
bas post hoc de comparación de grupos (Bonferroni).
Conducta antisocial: Diferencias en
función del sexo y la edad

Los resultados (ver Tabla 1) evidencian diferencias


entre sexos significativas en el autoinforme de conducta
Tabla 2

Medias, desviaciones típicas en conducta antisocial, en diferentes grupos de edad, resultados del análisis de varianza en
función de la edad, tamaño del efecto (Eta) y pruebas post hoc (Bonferroni)

12-13 años 14-15 años 16-18 años


F (2, 3023)
(n = 1061) (n = 1094) (n = 871) Eta Post-Hoc
edad
M (DT) M (DT) M (DT)
AD. Conducta Antisocial (Autoinforme) 5.59 (4.96) 8.30 (5.34) 9.62 (4.81) 156.09*** .097 1<2<3
EPC-CA. Conducta Antisocial (Padres) 5.40 (4.59) 5.65 (4.84) 7.11 (5.30) 4.82*** .006 1,2 < 3
Nota. *p < .05. **p < .01. ***p < .001.
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Tabla 3

Medias, desviaciones típicas en conducta antisocial, en varones y mujeres de distintos niveles de edad, resultados del
análisis de varianza en función de la interacción sexo*edad y tamaño del efecto (Eta)

12-13 años 14-15 años 16-18 años


Varón Mujer Total Varón Mujer Total Varón Mujer Total
F (1, 3024)
n = 543 n = 518 n =1061 n = 536 n = 558 n = 1094 n = 390 n = 481 n = 871 Eta
Sexo*Edad
M M M M M M M M M
(DT) (DT) (DT) (DT) (DT) (DT) (DT) (DT) (DT)
AD 5.93 5.24 5.59 8.68 7.95 8.30 10.60 8.81 9.62
3.46* .002
(5.16) (4.71) (4.96) (5.44) (5.23) (5.34) (5.02) (4.48) (4.81)
EPC- 5.13 5.66 5.40 5.86 5.47 5.65 7.82 6.25 7.11
2.98* .004
CA (4.27) (4.86) (4.59) (5.03) (4.67) (4.84) (5.58) (4.86) (5.30)
Nota. AD: Conducta Antisocial (Autoinforme), EPC-CA: Conducta Antisocial (Padres).
*p<.05. **p<.01. ***p<.001.

antisocial (AD) con puntuaciones superiores en los varo- EPC-CA. Los datos muestran que en la conducta antiso-
nes, aunque el tamaño del efecto es pequeño. Sin em- cial las diferencias entre sexos aumentan significativa-
bargo, no se hallaron diferencias entre varones y mujeres mente más en el tramo de 16 a 18 años, con superiores
cuando la conducta antisocial fue evaluada por los pa- incrementos en los varones.
dres/madres (EPC-CA).

En relación a la edad, los resultados obtenidos (ver


Diferencias en función del nivel
Tabla 2) muestran que tanto en el autoinforme (AD)
como en la evaluación de los padres (EPC-CA) se con- socio-económico y del nivel de
firma un incremento significativo de la conducta antiso- estudios de los padres/madres
cial a medida que aumenta la edad. Las pruebas post hoc
con la autoevaluación evidencian incrementos significa- Los resultados obtenidos sobre las diferencias en
tivos entre los tres grupos de edad, mientras que en la función del nivel socio-económico (ver Tabla 4) son
evaluación de los padres se confirman diferencias entre contradictorios. En el AD (autoinforme) las puntuaciones
los dos primeros grupos (12-13 y 13-14 años) y el último medias en conducta antisocial aumentan significativa-
rango de edad (16-18 años). El grupo de 16-18 años tenía mente a medida que aumenta el nivel socio-económico.
significativamente mayor nivel de conducta antisocial. Sin embargo, en el EPC-CA (padres) aquellos que se
inscribían en el nivel medio-bajo tenían puntuaciones
Los resultados de la interacción sexo*edad (ver Tabla significativamente superiores a los que pertenecían al ni-
3) confirman diferencias significativas en el AD y la vel medio o medio-alto.

Tabla 4

Medias, desviaciones típicas en conducta antisocial en diferentes niveles socio-económicos, resultados del análisis de
varianza en función del nivel, tamaño del efecto (Eta) y pruebas post hoc (Bonferroni)

Medio-Bajo Medio Medio-Alto


F (2, 3023)
(n= 303) (n=1248) (n=1475) Eta Post-Hoc
NSEC
M (DT) M (DT) M (DT)
AD. Conducta Antisocial (Autoinf.) 6.65 (5.23) 7.57 (5.28) 8.13 (5.33) 10.42*** .007 1<2<3
EPC-CA. Conducta Antisocial (Padres) 6.49 (5.30) 5.52 (4.48) 5.46 (4.83) 3.65* .004 1 > 2,3
Nota. *p < .05. **p < .01. ***p < .001.
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Tabla 5

Medias, desviaciones típicas en conducta antisocial en diferentes niveles de estudio de los padres/madres, resultados
del análisis de varianza en función del nivel de estudios y tamaño del efecto (Eta)

Hasta 16 años Hasta 18 años Universitarios F (1, 2792) Eta


M (DT) M (DT) M (DT) estudios
Padre (n = 894) (n = 952) (n = 948)
AD. Conducta Antisocial (Autoinf.) 7.94 (5.36) 7.46 (5.32) 7.71 (5.17) 1.87 ns .001
EPC-CA. Conducta Antisocial (Padres) 5.84 (4.58) 5.52 (4.77) 5.36 (4.71) 1.31 ns .002
Madre (n = 782) (n = 900) (n = 1.162)
AD. Conducta Antisocial (Autoinf.) 7.76 (5.33) 7.57 (5.29) 7.84 (5.25) 0.67 ns .000
EPC-CA. Conducta Antisocial (Padres) 6.01 (5.03) 5.55 (4.48) 5.36 (4.75) 2.49 ns .003
Nota. ns= no significativo

Los resultados obtenidos (ver Tabla 5) muestran que obtenidos por estudios que han evidenciado puntuaciones
el nivel de estudios de ambos progenitores no influye en superiores en los varones (e.g., Lanctôt, 2015; López-
la conducta antisocial de sus hijos e hijas, observándose Romero y Romero; 2010; Pérez-Fuentes et al., 2011;
este resultado tanto en el autoinforme (AD) como en la Sagar et al., 2011; Sanabria y Uribe, 2009; Scandroglio et
evaluación de la conducta antisocial por parte de los pa- al., 2002) y también en parte de aquellos que no han
dres/madres (EPC-CA). hallado diferencias entre sexos (Bringas et al., 2006; Ga-
raigordobil, 2005; Vera et al., 2010).

Discusión Las discrepancias encontradas, en la misma dirección


que las halladas en los estudios previos, pueden ser ex-
El estudio tuvo como objetivos analizar la plicadas en base a los distintos instrumentos de evalua-
prevalencia de la conducta antisocial, y explorar si exis- ción utilizados, los informantes, o a las edades de las
ten diferencias en función de diversas variables socio- muestras de cada estudio. No obstante, también pueden
demográficas. En primer lugar, los resultados confirman explicarse desde el aumento de la conducta antisocial en
que la conducta antisocial de 12 a 18 años en el País las mujeres adolescentes y jóvenes (en los últimos años
Vasco tiene un nivel de prevalencia alto. En el autoin- varios estudios no están hallando diferencias entre sexos)
forme un 16.6 % obtienen puntuaciones percentiles entre o también desde la relevancia de la variable identidad de
85-99, y en la evaluación de los padres de 17.5 %, es de- género (masculinidad) tal y como han enfatizado algunos
cir, muy similar. Estos resultados confirman la hipótesis estudios (Ma, 2005; Moreira y Mirón, 2013), lo que su-
1 (se había estimado un 10 % de estudiantes con puntua- giere llevar a cabo nuevos estudios que incluyan la va-
ciones altas) y ratifican el estudio de Seisdedos riable identidad de género además del sexo.
(1995/1988) con un porcentaje de 15 %.
En tercer lugar, se confirma un incremento
En segundo lugar, las diferencias entre sexos en la significativo de la conducta antisocial de 12 a 18 años.
conducta antisocial varían en función del informante. En Las diferencias entre sexos aumentan significativamente
la autoevaluación, las mujeres tienen puntuaciones me- con la edad, observándose mayores incrementos en los
dias significativamente inferiores (aunque el tamaño del varones de 16-18 años. Estos resultados confirman la hi-
efecto es pequeño), mientras que en la evaluación de los pótesis 3 y ratifican los obtenidos en otros estudios
padres no se encuentran diferencias entre sexos. Por con- (Bringas et al., 2006; Moffit y Caspi, 2001; Pérez-Fuen-
siguiente, se puede afirmar que las diferencias entre va- tes et al., 2011; Rodríguez y Torrente, 2003; Sanabria y
rones y mujeres tienden a ser muy pequeñas. Estos re- Uribe, 2009). No obstante, hay dos estudios que no han
sultados confirman la hipótesis 2 y en parte ratifican los encontrado diferencias con la edad, uno realizado en
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México que incluía únicamente adolescentes (García y salidad entre las variables, así como una muestra socio-
da Costa Junior, 2008) y otro en España con una muestra económica con ausencia de niveles extremos.
amplia de 8 a 17 años (Vera et al., 2010). Tal vez los
instrumentos de evaluación utilizados pueden explicar en Los estudios que han evaluado las consecuencias de la
parte estas discrepancias. conducta antisocial concluyen que una parte importante
de los niños/niñas que tienen este tipo de comportamiento
En relación al nivel socio-económico, los resultados durante la infancia y la adolescencia mostrarán algún tipo
muestran resultados contradictorios, ya que en el autoin- de desajuste en la vida adulta (Garaigordobil y Oñederra,
forme se encuentra significativamente más conducta an- 2010). El hecho de que la conducta antisocial en los
tisocial en el nivel medio-alto, mientras que en la eva- primeros años de vida sea un factor predictor de posterior
luación de los padres en el nivel medio-bajo. Además, no conducta antisocial y delincuencia, es un argumento más
se evidencian diferencias en función del nivel educativo que suficiente para concentrar los esfuerzos de
de los padres/madres, de lo que se puede inferir que esta prevención alrededor del desarrollo de los menores.
variable no tiene mucho peso explicativo de la conducta
antisocial. Los resultados confirman solo parcialmente la Para prevenir la conducta violenta hay que tener en
hipótesis 4 (que postulaba que a mayor nivel socio-eco- cuenta que son muchos los factores que pueden influir en
nómico y de estudios de los progenitores menor con- que niños-niñas, adolescentes y jóvenes tengan conductas
ducta antisocial). Los resultados con la evaluación de los violentas, la multicausalidad de la conducta violenta.
padres apuntan en la misma dirección que los hallados Como han señalado diversos autores (Garaigordobil,
por Seijo et al. (2008) que encontraron mayor nivel de 2008; Garaigordobil, Martínez y Fernández, 2015; Gard-
conducta antisocial en niveles deprimidos sociocultural- ner, Waller, Maughan, Cluver, y Boyes, 2015; Thomas y
mente. Quizás la discrepancia en relación a los distintos Pope, 2013), entre estos factores cabe destacar:
niveles socio-económicos (que también se relaciona con
el nivel de estudios de los padres/madres) pueda expli- (1) Factores culturales: Las normas y valores que se
carse por las características de la muestra del estudio, refuerzan en cada cultura influyen, hay culturas que re-
que en el nivel medio-bajo no incluye participantes de prueban la agresión mientras que otras la recompensan.
niveles socio-económicos extremos, ni muy Las actividades de ocio que se potencian en cada cultura
desfavorecidos, ni muy altos (lo que es coherente con la influyen, ya que se ha demostrado que aquellos que ven
población del País Vasco). Por consiguiente, los mucha violencia en la televisión, internet, videojuegos...
resultados sugieren la importancia de continuar tienden a comportarse de forma más agresiva, a tener
profundizando en el estudio de la conexión entre estas menos empatía con las víctimas, a normalizar el uso de la
variables, analizando estas relaciones con muestras de violencia, y a percibir que la violencia es algo normal
niveles socio-económicos más extremos. para resolver conflictos.

El estudio pone de relieve que la conducta antisocial (2) Factores familiares: La investigación ha
es digna de consideración ya que un porcentaje alto de evidenciado que los niños-niñas y adolescentes agresivos
estudiantes (superior al 15 %) realiza muchas conductas viven en familias desestructuradas (con problemas de
antisociales. Cada vez las diferencias entre sexos son drogas-alcohol, conflictos de pareja, problemas de delin-
más pequeñas, se constata un incremento con la edad cuencia, que no aportan cuidado y afecto, donde hay
(12-18 años), y el nivel de estudios de los padres/madres abandono, maltrato y abuso hacia el niño-a, con modelos
relacionado con el nivel socio-cultural de la familia no autoritarios, agresivos-punitivos...) y/o familias muy
tiene mucho peso explicativo. Estas aportaciones del es- permisivas (con disciplina inconsistente, donde no hay
tudio sugieren la necesidad de prevención e intervención. normas estables, ni diferenciación entre conductas ade-
Entre las limitaciones del trabajo cabe destacar su diseño cuadas/inadecuadas). Los niños y adolescentes que tienen
trasversal, que no permite identificar relaciones de cau- vínculos de apego seguro y buenas relaciones en la
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familia tienen con menor probabilidad conductas vio-


lentas. Referencias
(3) Factores escolares: También se ha puesto de APA. Asociación Psiquiátrica Americana (1994). DSM-
relieve que algunos factores escolares aumentan la pro- IV. Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos
babilidad de que la conducta violenta aparezca, por mentales. Barcelona, España: Masson.
ejemplo, centros educativos en los que no se trasmiten
valores socio-morales positivos, en los que no se sancio-
APA. Asociación Psiquiátrica Americana (2003). DSM-
nan las conductas violentas, o en los que en sus prácticas
IV-TR. Manual diagnóstico y estadístico de los
educativas se trasmiten estereotipos sexistas, racistas...
trastornos mentales. Barcelona, España: Masson.
(4) Factores individuales: También se ha confirmado
que determinadas características de personalidad (falta APA. Asociación Psiquiátrica Americana (2014). DSM-5.
de empatía, impulsividad, baja tolerancia a la frustra- Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos
ción...) pueden promover un nivel alto de conducta vio- mentales. Barcelona, España: Elsevier
lenta.
Dado que la conducta social es compleja y la Bringas, C., Herrero, F., Cuesta, M. y Rodríguez, F.
violencia aparece debido a múltiples factores, para pre- (2006). La conducta antisocial en adolescentes no
venir e intervenir en la violencia infanto-juvenil haría conflictivos: Adaptación del Inventario de Conductas
falta hacerlo desde la sociedad, la escuela, la familia y Antisociales (ICA). Revista Electrónica de
también a nivel individual. La sociedad debería controlar Metodología Aplicada, 11(2), 1-10.
e inhibir el nivel de violencia que se expresa en la TV,
Internet, los video-juegos que refuerzan las conductas D'Acremont, M. y Van der Linden, M. (2006). Gender
agresivas y antisociales, racistas, sexistas… La educa- differences in two decision-making tasks in a
ción familiar desempeña un papel primordial, ya que los community sample of adolescents. International
padres que son modelos de empatía y conducta social Journal of Behavioral Development, 30(4), 352-358.
positiva, y que refuerzan estas conductas en sus hi- http://dx.doi.org/10.1177/0165025406066740
jos/hijas, tienen con mayor probabilidad hijos menos
violentos. Las intervenciones en ámbitos educativos se Fan, W., Cheung, F. M., Cheung, S. y Leung, K. (2008).
han demostrado eficaces, y en general los programas que Gender difference of personality traits among Hong
fomentan el desarrollo socio-emocional que fomentan, la Kong secondary school students and their
tolerancia, la empatía, el respeto por los derechos huma- developmental analyses. Acta Psychologica Sinica,
nos, el aprendizaje de técnicas para la resolución de con- 40(9), 1002-1012.
flictos pacíficas.... inhiben la conducta violenta (e.g. Ga- http://dx.doi.org/10.3724/SP.J.1041.2008.01002
raigordobil y Fagoaga, 2006; Mestre, Tur, Samper, y
Malonda, 2011). Y cuando la violencia ya se ha produ- Garaigordobil, M. (2005). Conducta antisocial durante la
cido, también requiere la intervención terapéutica con el adolescencia: Correlatos socio-emocionales,
agresor y con la víctima. predictores y diferencias de género. Behavioral
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FUNCIONAMIENTO FAMILIAR Y SU RELACIÓN CON LA


EXPOSICIÓN A LA VIOLENCIA EN
ADOLESCENTES MEXICANOS
RELATIONSHIP BETWEEN FAMILY FUNCTIONING AND
EXPOSURE TO VIOLENCE AMONG MEXICAN ADOLESCENTS
JULIA GALLEGOS-GUAJARDO1, NORMA A. RUVALCABA-ROMERO2,
JESÚS CASTILLO-LÓPEZ 1 Y PAULINA C. AYALA-DÍAZ 1

Como instrumentos se utilizaron dos cuestionarios: La


Resumen Escala de Evaluación de la Cohesión y Adaptabilidad
Familiar (FACES IV-Esp) de Rivero, Martínez-
La presente investigación tuvo como objetivo estudiar la Pampliega y Olson (2010) y el Cuestionario de
relación entre el funcionamiento familiar y la exposición Exposición a la Violencia (CEV) de Orue y Calvete
a la violencia en adolescentes mexicanos. Se propuso un (2010). Los resultados muestran diferencias de género en
diseño transversal, descriptivo y correlacional. La cuanto a la observación de la violencia en la calle y la
muestra estuvo conformada por 133 estudiantes de victimización en la escuela y en la calle. Se muestran
bachillerato con edades entre los 15 a 19 años de edad. también diferencias de género en variables del
funcionamiento familiar tales como: flexibilidad,

1
Universidad de Monterrey, México.
2
Universidade Guadalajara, México.

Recibido: 23 de enero de 2016.


Aceptado: 05 de abril de 2016.
70 ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, nº. 2, 69-78. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ ap.13.2.17810

cohesión, satisfacción y comunicación familiar. Los family functioning, with the purpose of families being a
resultados del análisis de correlación sugieren que a protective factor against violence exposure.
mayor flexibilidad, cohesión, satisfacción y
comunicación familiar menor observación de violencia Keywords: family functioning; exposure to
en la escuela y en la casa, y menor victimización en casa. violence; Mexican adolescents; family cohesion; family
Se observó también una predicción significativa de la communication.
cohesión familiar sobre la victimización en casa.
Finalmente, se concluye la importancia de fortalecer los
vínculos familiares y de fomentar un funcionamiento
familiar positivo y balanceado. Esto con el objetivo de Introducción
que la familia ejerza un efecto protector ante la
exposición a la violencia. El índice de violencia en México se ha incrementado
y su prevención ha sido tema prioritario dentro de la
Palabras clave: funcionamiento familiar; agenda nacional. Diferentes investigaciones han estu-
exposición a violencia; adolescentes mexicanos; diado la exposición a la violencia en diferentes contextos.
cohesión familiar; comunicación familiar. En un estudio realizado por Medina-Mora (2009) los
resultados muestran que el 24.6 % de los participantes
había sido asaltado con un arma, el 20.3 % había sido
testigo de violencia familiar en su infancia, y el 18.3 %
Abstract víctima de violencia severa por parte de padres o cuida-
dores en ese periodo temprano de vida. Aproximada-
The aim of this study was to investigate the relationship mente el 7.4 % había sido golpeado por una persona
between family functioning and exposure to violence ajena a los padres o pareja, 5.4 % había experimentado
among Mexican adolescents. The design of this study abuso sexual, y 3.9 % había sufrido de una violación. Las
was transversal, descriptive, and correlational. mujeres presentaron mayor prevalencia de abuso sexual,
Participants were 133 high school students, ages 15 to violencia física por parte de la pareja, violación,
18. Two instruments were administered: La Escala de persecución y acoso, y los hombres experimentaron más
Evaluación de la Cohesión y Adaptabilidad Familiar, in violencia relacionada con armas y accidentes.
English The Family Adaptability and Cohesion
Evaluation Scale, (FACES IV-Esp) by Rivero, Martínez- En relación al alto índice de violencia en el hogar,
Pampliega and Olson (2010), and Cuestionario de otros estudios han reportado resultados similares. Por
Exposición a la Violencia, in English Exposure to ejemplo, en un estudio realizado con 5484 estudiantes
Violence Questionnaire, by Orue and Calvete (2010). entre los 14 y 19 años de edad, se encontró que el 7.5 %
Results showed statistically significant gender reportaron ser víctimas de violencia física en el hogar,
differences related to observing violence in the streets, cerca de 16.5 % de violencia verbal y casi el 2 % haber
and victimization in the school and in the street. Gender sido sometidos a abuso sexual (Espinoza et al., 2010).
differences were also significant in family functioning
variables such as: flexibility, cohesion, satisfaction, and La Encuesta Nacional de Salud y Nutrición del 2006
family communication. Results from the correlational estudió la distribución de adolescentes de 10 a 19 años de
analysis suggested that the higher the flexibility, edad que sufrieron daños por alguna violencia. Los
cohesion, satisfaction and family communication, the resultados muestran que el 6.8 % fue con armas de fuego,
lower the violence observation at school and at home, el 8.3 % con objetos cortantes, el 59 % sufrió golpes,
patadas, puñetazos, el 4.6 % agresión sexual, y el 21.4 %
and the lower victimization at home. Predictive validity
sufrieron otro tipo de agresiones y maltrato. En todos los
was also observed for family cohesion over victimization
tipos de violencia, salvo en agresión sexual, los hombres
at home. As a conclusion, it is important to strengthen
ocuparon el mayor porcentaje. En relación al lugar en
family ties and to promote a positive and balanced
ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, nº. 2, 69-78. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ap.13.2.17810 71

donde ocurre la violencia, los resultados muestran que: el obstante, se encuentra un efecto protector ante las con-
58.9 % ocurre en una vía pública, el 24.7 % en la ductas violentas cuando la comunicación con el padre es
escuela, el 10.7 % en el hogar, el 2.1 % en el campo, el positiva y abierta (Estévez, Murgui, Moreno y Musitu,
1.3 % en lugar de recreo o deportivo, el 1.5 % en un 2007).
establecimiento comercial, y el 0.8 % en otro tipo de
lugares. Las mujeres, a comparación de los hombres, La funcionalidad familiar implica conceptos como:
mostraron mayor exposición a la violencia en el hogar. cohesión familiar, estilos parentales democráticos, apego
Mientras que los hombres, a comparación de las mujeres, emocional y estrategias de resolución de conflictos (Ol-
mostraron mayor exposición a la violencia en la calle o jača, Erdeš-Kavečan y Kostović, 2012) y se refiere a la
en la escuela (Olaiz et al., 2006). capacidad que tiene la familia de mantener su sistema a
pesar de los eventos o amenazas que puedan generar
La Primera Encuesta Nacional de Exclusión, cambios en alguno de sus miembros. Los padres de fa-
Intolerancia y Violencia en Escuelas Públicas de Educa- milia juegan un papel determinante en el proceso de
ción Media Superior, muestra que aproximadamente el construcción de identidad de sus hijos, y se ha constatado
35 % de los estudiantes han sido insultados, el 40 % ig- que un ambiente familiar positivo funge como factor
norados, el 35 % rechazados, el 11 % han sido golpeados protector ante comportamientos problemáticos (Chunga,
por sus compañeros, al 28 % le han puesto apodos y al 2008; Levin, Dallgado y Curie, 2012).
21 % le han escondido sus pertenencias. Respecto al gé-
nero, los resultados señalan que el 72 % de los hombres Existen estudios que han explorado la diferencia de
y el 65 % de las mujeres, han estado expuestos a accio- género entre adolescentes en la percepción de sus padres.
nes de agresión o violencia (Secretaría de Educación Pú- Por ejemplo, en el estudio realizado por Mestre, Samper,
blica [SEP], 2008). Tur y Díez (2010), se pudo concluir un perfil diferencial
de las mujeres y los hombres adolescentes, en donde las
mujeres informaban percibir más afecto, apoyo emocio-
Funcionamiento Familiar y Exposición a nal y evaluación positiva por parte de los padres y más
la Violencia respeto por su forma de pensar. Y, por el contrario, los
hombres percibían más hostilidad y evaluación negativa,
El ambiente familiar de los jóvenes y sus castigos e intrusividad por parte de los padres. Comple-
interacciones pueden afectar su exposición a la violencia mentariamente, en estudio realizado por Murrieta, Ru-
a través de diversos mecanismos. Por ejemplo, la violen- valcaba, Caballo y Lorenzo (2014), se observa que los
cia familiar modela los comportamientos agresivos en varones reciben más mensajes de aprobación de la vio-
los miembros de la familia, y por otro lado el estableci- lencia por parte de sus padres que lo percibido por las
miento de normas en pro de la tolerancia y la paz, dismi- mujeres.
nuye la aparición de conductas violentas (Baldry, 2003)
y favorece la resolución pacífica del conflicto (Ruval- Algunos estudios han investigado la relación entre la
caba, Murrieta, Rayón y Pimentel, 2015). El monitoreo funcionalidad familiar y la exposición a la violencia. So-
parental también tiene un rol importante, ya que cuando bre la violencia en la escuela, Spriggs, Lannotti, Nansel y
los jóvenes no son adecuadamente supervisados por sus Haynie (2007) realizaron un estudio para explorar la
padres, o por el contrario cuando los padres son excesi- relación que existe entre el bullying, tanto de víctimas
vamente intrusivos, es más probable la exposición a la como perpetuadores, y los factores familiares, de relación
violencia, tanto como víctima como perpetrador (Sim- entre pares, y los escolares en adolescentes estadou-
mons-Morton, Hartos y Haynie, 2004). Otros aspectos nidenses. En relación al factor familiar, los autores re-
como la poca calidez parental, la baja cohesión familiar, portan que la relación familiar percibida por los alumnos
el poco involucramiento de los padres de familia, y la está asociada con su involucramiento en el bullying.
estructura familiar, también tienen un impacto en la ex- Tanto víctimas como perpetradores reportaron un nivel
posición a la violencia (Flouri y Buchanan, 2003); no bajo de involucramiento por parte de sus padres en la es-
72 ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, nº. 2, 69-78. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ ap.13.2.17810

cuela y especialmente estos últimos, manifestaron tam- la posible diferencia de géneros en la percepción de am-
bién una comunicación más difícil con sus padres. bas variables.

De manera similar, un estudio realizado por Uribe,


Orcasita y Aguillón (2012) reportó que un alto número Método
de estudiantes colombianos se han involucrado en el
bullying, como víctimas y agresores, y se describe una La presente investigación es un estudio
clara asociación entre la ausencia de vinculación afectiva transversal, descriptivo y correlacional.
y apoyo entre la familia y la emisión de conductas de en-
frentamiento entre estudiantes. La investigación eviden-
ció una relación importante entre los estudiantes que son
agresores y el funcionamiento familiar que perciben, Participantes
moderadamente o gravemente disfuncional. Cabrera- La muestra se constituyó por 133 adolescentes, de 15
Fuentes (2011) encontró también una relación significa- a 19 años de edad, con una media de 16.5 años. De los
tiva en estudiantes de Ecuador, que sugiere que, a menor participantes, el 67 % eran hombres y el 33 % eran muje-
nivel de funcionalidad familiar, mayor nivel de bullying. res, todos estudiantes de bachillerato en la ciudad de
Monterrey, Nuevo León. La muestra se obtuvo por con-
Sobre la relación entre funcionalidad familiar y la veniencia y es parte de la muestra de un estudio previo
exposición a la violencia en el hogar, Almenares-Aleaga, realizado por Ayala-Díaz et al. (2014).
Louro-Bernal y Ortiz-Gómez (1999) estudiaron este fe-
nómeno en 818 familias de Chile. Los resultados mues-
tran el 12 % de las familias, evidenciaban violencia
intrafamiliar, y el 56 % de las familias con violencia Instrumentos de evaluación
presentaba problemas en cuanto a su dinámica relacional
sistémica, familias con dificultades en la comunicación, Funcionamiento familiar
cohesión, estructura de poder, y dificultades para viven-
ciar y demostrar emociones positivas, y para cumplir Se utilizó la Escala de Evaluación de la Cohesión y
funciones y responsabilidades negociadas en el núcleo Adaptabilidad Familiar: FACES IV-Esp (Rivero,
familiar. Datos similares han sido reportados sobre fa- Martínez-Pampliega y Olson, 2010). Se trata de la
milias cubanas por Duany-Navarro y Ravelo-Pérez adaptación al español de la escala FACES-IV (Olson,
(2005), en donde se reportó que en el 31.3 % de las fami- 2008). Es una escala tipo Likert de 24 ítems que contiene
lias disfuncionales, existía violencia. dos sub escalas independientes, una que considera las
características de balance de una familia y que incluye los
La relación entre funcionalidad familiar y la factores centrales del modelo: Cohesión y Adaptabilidad,
exposición a la violencia en la televisión ha sido poco mientras que la segunda sub escala contiene los cuatro
estudiada, sin embargo, autores como Sandoval-Escobar criterios de desajuste familiar y que se refieren a la
(2006) han indicado que la televisión posee efectos com- rigidez, al caos, al desapego y al sobre-involucramiento.
binados con otros medios de socialización y que, bajo En el estudio de validación está escala arrojó un índice de
condiciones sociales desfavorables, como podría ser la fiabilidad interna de .93 (Olson, 2011).
disfuncionalidad familiar, agudiza el impacto de la vio-
lencia y el contexto antisocial de las audiencias. Cabe señalar que también se aplicaron de la versión
original, la subescala relativa a la satisfacción con la
Este trabajo busca identificar la relación entre el familia y a la Comunicación familiar, ambas tipo likert de
funcionamiento familiar y la exposición a la violencia en 5 puntos y con 10 ítems cada una. El índice de fiabilidad
los ámbitos de casa, escuela y calle, así como indagar en en este estudio, fue de a = .919 y .925 respectivamente.
ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, nº. 2, 69-78. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ap.13.2.17810 73

Tabla 1

Resultados descriptivos y análisis de la varianza por género respecto a las variables utilizadas en este estudio

Hombres Mujeres ANOVA


Variables
M DT M DT F
Exposición a la violencia
Observación en la escuela 4.83 3.09 4.45 2.92 0.46**
Observación en la calle 6.89 2.52 5.50 2.94 8.04**
Observación en la casa 1.20 1.92 1.59 2.16 1.13**
Observación en la TV 7.83 3.05 7.11 2.76 1.75**
Victimización en la escuela 1.70 1.96 0.95 1.41 5.06**
Victimización en la calle 2.34 2.46 1.45 2.12 4.21**
Victimización en la casa 0.64 1.46 1.07 1.87 2.06**
Funcionamiento familiar
Adaptabilidad 14.73 2.62 13.50 3.31 5.48**
Cohesión 15.28 2.32 14.07 3.78 5.22**
Desapego 7.28 1.95 7.36 2.08 0.05**
Sobre involucramiento 10.18 1.60 9.89 1.74 0.93**
Caos 7.36 1.84 7.66 1.84 0.78**
Rigidez 8.84 1.81 8.75 2.00 0.07**
Satisfacción familiar 37.56 7.12 31.58 8.92 17.26**
Comunicación familiar 38.22 6.71 33.18 8.92 13.34**
Nota. * p < .05. ** p < .01.
supervisadas por un profesor de Psicología, director de
Exposición a la violencia
tesis del estudio realizado por Ayala-Díaz et al. (2014).
Se utilizó el cuestionario de Exposición a la violencia
Este estudio fue aprobado por el Comité de Ética de la
(CEV) de Orue y Calvete (2010), que consta de 21 ítems,
universidad. Antes de proceder con la aplicación de
de los cuales nueve son de exposición directa o
instrumentos, se les explicó a los alumnos sobre el
victimización y 12 de exposición indirecta, es decir
proyecto de investigación y que su participación en él era
cuando los sujetos son testigos de la violencia. Así
totalmente voluntaria y confidencial, obteniendo el
mismo este instrumento considera los escenarios
consentimiento informado de todos los participantes que
posibles en los que un estudiante puede verse expuesto a
conforman la muestra de este estudio. Se obtuvieron los
la violencia: casa, escuela, calle y televisión. El Alfa de
datos descriptivos de la muestra para posteriormente
Cronbach resultante en este estudio fue de .861.
realizar un análisis de correlación y finalmente identificar
el nivel predictivo de las variables relativas al
Procedimiento
funcionamiento familiar sobre la exposición a la
violencia a través de análisis de regresión lineal.
Se realizó una invitación para participar en el
presente estudio a una preparatoria afiliada a una
universidad privada del noreste de México. Se
obtuvieron de manera oficial los permisos por parte de
Resultados
los directivos de la preparatoria. Posteriormente seis
estudiantes, cursando el último año de la Licenciatura en
La Tabla 1 muestra los resultados para cada uno de los
Psicología, asistieron a seis salones de clases con los
instrumentos utilizados. Al realizar la comparación entre
alumnos que cursaban el segundo año de la preparatoria.
hombres y mujeres, los resultados mostraron signi-
Las aplicaciones de instrumentos fueron grupales y
ficancia estadística. Se destaca que los hombres suelen
estar más expuestos a la violencia en los ámbitos de calle
74 ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, nº. 2, 69-78. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ ap.13.2.17810

Tabla 2

Correlaciones entre el funcionamiento familiar y la exposición a la violencia

Observación Victimización
Escuela Calle Casa TV Escuela Calle Casa
* ** * *
Adaptabilidad -.17 * .11 -.23 .11** .10 .22 -.19 *
** ** **
Cohesión -.23 -.07 -.36 .03** -.05 .12* -.33
* **
Desapego .14* .09 .17 * .15** .03 -.06* .24
Sobre involucramiento -.14* -.10 -.13* -.05** -.01 .03* -.09*
**
Caos .08* .16 -.04* .28 * .02 .07* .01*
Rigidez .02* .07 -.01* .01** -.03 -.02* -.05*
** ** **
Satisfacción familiar -.25 .02 -.38 -.09** -.08 .11* -.35
** ** **
Comunicación familiar -.25 -.05 -.34 -.08** -.06 .07* -.34
Nota. * p < .05. ** p < .01.

y escuela; no así al interior del hogar en donde no existe contraron relaciones negativas entre la observación de la
diferencia significativa entre mujeres y hombres. violencia, más no en la victimización. Finalmente, se ob-
serva que la observación de la violencia en los medios
Respecto a las variables de funcionamiento familiar, televisivos, está relacionada positivamente con la per-
son los hombres quienes perciben una mayor flexibili- cepción de caos al interior de la familia.
dad, cohesión y comunicación en sus casas, sintiéndose
además más satisfechos con las dinámicas de sus fami- Dado que la mayoría de las relaciones
lias. estadísticamente significativas fueron las que se encon-
traron entre el funcionamiento familiar y la exposición a
Con la intención de identificar la relación entre las la violencia en el ámbito doméstico, se procedió a hacer
variables se llevaron a cabo análisis de correlación, cu- un análisis de regresión con la variable de victimización
yos resultados podemos apreciar en la Tabla 2. en casa como la variable dependiente. Los resultados se
muestran en la Tabla 3.
Los resultados muestran que existe una relación
negativa y significativa en el ámbito doméstico entre la Se puede observar que en el primer modelo el
exposición a la violencia y algunas variables del funcio- desapego es significativo con un nivel predictivo del
namiento familiar, específicamente con la adaptabilidad, 5.7 % sobre la victimización en casa; sin embargo, en el
la cohesión, la satisfacción con la familia y la comunica- segundo modelo al incluir las variables que pueden ejer-
ción, mientras que existe una relación positiva con el cer un efecto protector sobre la violencia familiar, como
desapego. Respecto al ámbito escolar, solamente se en- son la cohesión y la flexibilidad, el desapego pierde sig-

Tabla 3

Análisis de regresión para las variables que pronostican la victimización en casa


2 2
R F b p rR
Modelo 1 .06 7.83* .06
Desapego .24 .01
Modelo 2 .12 6.03* .07
Desapego .13 .15
Adaptabilidad .04 .72
Cohesión -.30 .01
Nota. * p <.05. ** p <.01.
ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, nº. 2, 69-78. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ap.13.2.17810 75

nificancia. El modelo total explica en un 12.4 % la vic- mayor adaptabilidad, cohesión, comunicación, y
timización en casa, sugiriendo que la cohesión familiar satisfacción familiar. Esto podría explicarse a partir de las
es un factor protector de la violencia en el entorno do- diferencias de crianza que culturalmente han permeado a
méstico. las familias mexicanas, en donde suele existir una mayor
flexibilidad con las normas en el caso de los varones. En
la cultura mexicana los varones, a comparación de las
Discusión mujeres, frecuentemente tienen más libertades en cuánto
el tiempo que pasan fuera de casa, las personas que
La familia es el núcleo más importante en el que se frecuentan y las horas de llegada a casa, lo cual
desarrolla una persona, es el agente de socialización incrementa la posibilidad de que estén expuestos con más
primario al ser la primera fuente de información del niño frecuencia a lugares peligrosos. De igual manera, se ha
acerca de las normas y roles, y de las expectativas que se planteado la influencia del fenómeno de la
esperan de él o ella (Cuervo, 2010; Mestre, Samper, Tur “masculinidad” en donde los hombres jóvenes muestran
y Díez, 2001). El explorar las diferentes variables, como un mayor arrojo y atrevimiento ante situaciones de
el funcionamiento familiar, que pueden estar violencia, mientras que las mujeres responden más de
relacionadas con la exposición a la violencia es una tarea manera evasiva (Briseño-León, 2007). Se sugiere indagar
importante hacia la prevención, porque la exposición a la más en esta hipótesis.
violencia está también asociada con el abuso de
substancias, los problemas psicológicos, y problemas de Diferentes estudios han encontrado que el ser víctima
salud física (Fekkers, Pijpers, Fredriks, Vogels y o victimario en el ámbito escolar, está relacionado con la
Verloove-Vanhorick, 2006; Kaltiala-Heino, Rimpela, disfuncionalidad familiar, específicamente con el escaso
Rantanen y Rimpela, 2000; Nansel et al., 2001). involucramiento de los padres y una difícil comunicación
familiar (Cabrera-Fuentes, 2011; Spriggs et al., 2007;
La relación entre funcionalidad familiar y exposición Uribe, Orcasita y Aguillon, 2012); no obstante en nuestro
a la violencia en casa resultó ser la más fuerte. Los estudio encontramos que las dimensiones del
resultados de este estudio que comprueban que a mayor funcionamiento familiar están relacionadas con la
adaptabilidad, cohesión, satisfacción y comunicación observación de violencia en la escuela, pero no con la
familiar, menor observación de violencia y victimización victimización, cabe señalar que al respecto son
en casa, y concuerdan con investigaciones previas que principalmente las variables positivas las que presentaron
destacan la influencia recíproca que tienen la las correlaciones estadísticamente significativas, por lo
funcionalidad familiar y la exposición a la violencia en que se afianza la función de la adaptabilidad y la
casa, tanto en el rol de observador como en el de víctima cohesión familiar como factores protectores de la
(Almenares-Aleaga, Louro-Bernal y Ortiz-Gómez, 1999; violencia; así mismo esto puede explicar el hecho de que
Duany-Navarro y Ravelo-Pérez, 2005). un niño que cuenta con dichos elementos en su casa, no
haya normalizado la violencia como un medio para la
En relación a las de género, los resultados del resolución de los conflictos. Al respecto se sugiere
presente estudio son similares a previos estudios (Olaiz indagar en esta relación dada la alta tasa de incidencia de
et al., 2006; SEP, 2008) que muestran que un mayor acoso escolar en el país (Loredo-Abdalá, Perea-Martínez
número de hombres adolescentes, en comparación de y López-Navarrete, 2008; Olaiz et al, 2006).
mujeres, son expuestos a la violencia, particularmente en
la calle y en la escuela. Sin embargo, no se encontraron Respecto a la exposición de la violencia en los medios
diferencias estadísticamente significativas respecto a la televisivos, sugerimos ahondar más su relación con la
victimización en el hogar. Un hallazgo inesperado fueron funcionalidad familiar, ya que la encontrada en este
las diferencias de género encontradas en la percepción de estudio, puede estar explicada como posible consecuencia
la funcionalidad familiar, en donde se encontró que los de un grado adecuado de límites y supervisión por parte
hombres, en comparación con las mujeres, percibían una de los padres que favorezca que el niño esté expuestos a
76 ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, nº. 2, 69-78. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ ap.13.2.17810

contenidos violentos; no obstante otras perspectivas Así mismo, los hallazgos mostraron que la cohesión
explican que la disfuncionalidad que vive una familia, familiar es la variable que predice en mayor porcentaje la
moldea el tipo y el grado de violencia que observan los victimización en casa. Esto sugiere que las estrategias
adolescentes en la televisión (Sandoval-Escobar, 2006). para fomentarla deben de ser uno de los componentes
principales de los programas de escuela para padres.
Aspectos tales como que los miembros de la familia se
sientan unidos, que se apoyen mutuamente durante
Conclusiones tiempos difíciles, y que a pesar de sus intereses
individuales compartan su tiempo libre, resultaron en el
Respecto a la exposición de la violencia en las presente estudio fungir como factores que protegen a los
conclusiones de este trabajo, se plasman de acuerdo a los adolescentes de ser víctimas de violencia. Para este fin,
objetivos que se plantearon. En primer lugar, se buscó consideramos también importante que los padres
identificar la relación entre el funcionamiento familiar y aprendan habilidades la comunicación, cuidado,
la exposición a la violencia. Encontramos que de acuerdo convivencia familiar, monitoreo y supervisión de los
a las variables utilizadas, fueron los elementos hijos, además de tener expectativas claras del desarrollo
balanceados del funcionamiento familiar, es decir la de los mismos.
Adaptabilidad y la Cohesión, las que tienen una relación
negativa con el hecho de ser víctima o testigo de actos de Se sugiere que futuras investigaciones continúen en el
violencia, específicamente en el ámbito doméstico; por estudio de este tema, incluyendo a múltiples informantes,
otro lado, también se encontró una relación negativa con realizando mediciones a través del tiempo, e incluyendo a
la satisfacción y la comunicación familiar. participantes de diferentes zonas, rurales y urbanas. El
incluir la variable de estilos parentales sería también muy
Es importante destacar que respecto a la variable de valioso para comprender a profundidad este fenómeno.
exposición a la violencia por observación, el
funcionamiento familiar, también parece ejercer un
factor protector, se sugiere indagar el efecto, por nuestra
parte generamos la hipótesis de que los niños que están Referencias
satisfechos con su familia, que tienen una adecuada
comunicación con sus padres, aunado a un seguimiento Almenares-Aleaga, M., Louro-Bernal, I. y Ortiz-Gómez,
de las normas en casa y una percepción de cohesión con M. T. (1999). Comportamiento de la violencia
el grupo familiar, pueden tener mayor capacidad de intrafamiliar. Revista Cubana de Medicina General
observar e identificar las conductas violentas al no Integral, 15, 285-292.
considerarlas como un medio para la resolución de los
conflictos a diferencia de los niños que experimentan Ayala-Díaz, P. C., Cruz-Rodríguez, M., Gracia-González,
violencia en el hogar. M. L., Nieto-Manzano, A., Salas-Becerra, E. A. y
Velasco-Enríquez, M. F. (2014). Impacto psicosocial
En lo que se refiere a las diferencias de género, se en el rendimiento académico de adolescentes de
encontraron como era esperado, que los hombres están educación (Tesis de licenciatura inédita). Universidad
más expuestos a la violencia; no obstante también de Monterrey, México.
puntuaron más alto en la satisfacción con la familia y la
comunicación al interior de la misma, por lo que se
Baldry, A. C. (2003). Bullying in schools and exposure to
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explicar este fenómeno.
2134(03)00114-5
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COMPETENCIAS SOCIOEMOCIONALES Y PERCEPCIÓN DE LA


COMUNIDAD ANTE LA CONDUCTA AGRESIVA EN
ADOLESCENTES QUE VIVEN EN ENTORNOS DE RIESGO
SOCIOEMOTIONAL COMPETENCES AND PERCEPTION OF THE
COMMUNITY VERSUS THE AGGRESSIVE BEHAVIOR IN
ADOLESCENTS LIVING IN RISKY ENVIRONMENTS

NORMA A. RUVALCABA-ROMERO1, PATRICIA MURRIETA-CUMMINGSY1 Y


ALEJANDRA ARTEAGA-VELÁZQUEZ1

masculino ante la violencia comunitaria. Así mismo se


destaca el rol del manejo del enojo, las competencias
Resumen interpersonales y la generación de un estado de ánimo
positivo con la finalidad de sugerir acciones sociales
Según las encuestas internacionales, los jóvenes de destinadas a la reducción de la violencia.
América latina se muestran preocupados por el clima de
violencia en sus comunidades. Este trabajo busca Palabras clave: percepción de riesgo; competencias
identificar el rol de las competencias socioemocionales socioemocionales; agresión; adolescentes.
como factor de protección ante las conductas agresivas
en los jóvenes. Se encuestaron a 970 estudiantes de
secundaria que residen en contextos considerados como Abstract
de riesgo psicosocial. Los resultados apuntan a que la
percepción del riesgo parece tener un mayor impacto en According to international statistics, Latin America
los varones, manteniendo su nivel predictivo incluso al young people are shown concerned by the violence
controlar las competencias socioemocionales, no así con climate in their communities. This paper seeks to
las mujeres. Estos hallazgos se discuten a la luz de otros identify the role of socioemotional competences as a
estudios en los que se señala la vulnerabilidad del sector protection factor against aggressive behaviors in young

1
Universidad de Guadalajara, México.

Recibido: 15 de septiembre de 2016.


Aceptado: 22 de noviembre de 2016.
80 ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, nº. 2, 79-88. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ ap.13.2.17816

people. 970 middle school students which inhabit in a los que se ven expuestos los niños y adolescentes que
context of psychosocial risk were inquired. The results autores como Guerra y Dierkhising (2011) prefieren uti-
showed that risk perception seems to have bigger lizar el término de violencia comunitaria para referirse a
impact in men, keeping its predictive level, even when todo acto de violencia interpersonal de parte de la comu-
it controls socioemotional capabilities, unlike women. nidad en la que no intervine la familia y que la exposición
These findings are discussed at the light of other studies a la misma puede ser de forma indirecta, como el ver o
in which vulnerability of male sector against escuchar un acto violento, así como de forma directa,
communitarian violence is highlighted. Likewise, anger donde no sólo se presencia sino que se es víctima de un
management’s role, interpersonal capabilities and the acto violento como tal.
formation of a positive mood with the aim of
suggesting social actions targeted towards violence Acero, Escobar-Córdoba y Castellanos (2007)
reduction are pointed out. realizaron una revisión documental con estudios realiza-
dos entre 1966 y 2006, cuyo objetivo era identificar los
Keywords: risk perception; socioemotional factores involucrados en el desarrollo de la violencia ju-
competences; aggression; adolescents. venil; el ser hombre y el pertenecer a un estrato socio-
económico bajo fueron los principales factores de riesgo
asociados con la violencia en niños y adolescentes, aun-
que también se encontraron como factores ser víctima de
Introducción violencia intrafamiliar, tener antecedentes de trastornos
de conducta, hiperactividad, tener alta irritabilidad e in-
La adolescencia se caracteriza por ser una etapa de tentos de suicidios, ser parte de pandillas, pasar la mayor
importantes cambios biopsicosociales que a su vez se parte del tiempo fuera de casa, consumir sustancias al-
ven influenciados por los riegos del entorno que varían cohólicas, utilizar armas, tener baja escolaridad y vivir en
de acuerdo a la percepción de los adolescentes. En Mé- condiciones de pobreza. También bajo la misma me-
xico los adolescentes se ven expuestos a diversos riesgos todología de revisión documental, McDonald y Rich-
sociales que pueden hacerlos más vulnerables a experi- mond (2008), señalaron que la exposición crónica a la
mentar situaciones de violencia, entre ellos el pandille- violencia comunitaria influye sobre las conductas agresi-
rismo, narcotráfico, violencia y la accesibilidad a sustan- vas y el estrés postraumático en adolescentes que habitan
cias nocivas para la salud. zonas urbanas.

Según cifras proporcionadas por la Encuesta En un estudio realizado en América Latina y el


Nacional de Identidad y Valores (Flores, 2015), realizada Caribe, Buvinic, Morrison y Shifter (1999) consideran
por la Universidad Nacional Autónoma de México, el factores de riesgo sociales el percibir ingresos de forma
52 % de los mexicanos consideran que la inseguridad desigual, la violencia transmitida por los medios de co-
pública es el principal problema del país y a nivel Ibe- municación, el fácil acceso a las armas y drogas, las
roamericano, el 33 % de los jóvenes expresan que su normas establecidas socialmente y la ineficiencia de ins-
mayor preocupación la delincuencia y la violencia (Or- tituciones para el resguardo de la seguridad. Como facto-
ganización Iberoamericana de Juventud, 2013). res del vecindario influyen el nivel de pobreza, la tasa del
crimen, así como las características del ambiente de la
Algunos determinantes de la violencia en los comunidad.
adolescentes están altamente relacionados con el vecin-
dario y la cultura. Un factor de riesgo asociado con el Diversos estudios, entre ellos el realizado por Bass y
vecindario fue la relación de la percepción de peligro en Lambert (2004) indican que la percepción de inseguridad
el vecindario con la internalización de actos o conductas social del medio ambiente del adolescente se ve influen-
violentas en los adolescentes. Es tal la relevancia y el ciada por la ubicación geográfica del vecindario donde se
impacto que tienen los factores de riesgo del vecindario a vive. Asimismo, indicadores como la delincuencia y la
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pobreza mostraron importantes variaciones en la percep- tadores que relacionados entre sí determinan nuestra
ción del adolescente en la violencia del vecindario. Di- efectividad para entender y expresarnos, comprender a
chos resultados confirman los hallazgos de Frías-Ar- los otros, relacionarnos adecuadamente con ellos y en-
menta, López-Escobar y Díaz-Méndez (2003) que, to- frentar los retos (Bar On, 2006). Cabe señalar que hay
mando en cuenta el modelo ecológico del desarrollo de evidencia de que altos puntajes en inteligencia emocional
la conducta de Bronfenbrenner para realizar la investiga- están relacionados negativamente con la tendencia a in-
ción, encontraron que el exosistema, conformado por el volucrarse en conductas agresivas o antisociales (García-
vecindario, las relaciones sociales y el área laboral, in- Sancho, Salguero y Fernández-Berrocal, 2014; Salovey,
fluye directamente en el microsistema, conformado por Mayer y Caruso, 2005, p. 164). En términos más especí-
la familia y el sistema de creencias, lo que a su vez pro- ficos Lomas, Stough, Hansen y Downey (2012), encon-
picia la violencia en el vecindario. traron una relación negativa significativa entre las con-
ductas agresoras en los contextos escolares y el entendi-
Frías et al. (2003) y Banda y Frías (2006) señalan que miento de las emociones de los demás, pero no con el
el ambiente del barrio como la involucración en pleitos manejo de las propias emociones. Asimismo, se ha ob-
vecinales, ingesta de alcohol y drogas, así como la pre- servado que específicamente el manejo del enojo tiene un
sencia de adultos transgresores, influye en la dinámica papel mediador en la generación de conductas agresivas
familiar y este a su vez en la presencia de una conducta (físicas y relacionales) en adolescentes femeninas,
antisocial en los adolescentes mexicanos. Esto se debe a incluso en aquellas que han sido víctimas de violencia
que el contexto cultural, permeado de violencia, también (Gower et al., 2014).
influye sobre las relaciones familiares y, por ende en la
forma en la que los jóvenes se desenvuelven en su con- Por otra parte, estudios con intervenciones para el
texto. desarrollo de competencias socioemocionales como la
empatía en los estudiantes (Castillo, Salguero, Fernández-
Estudio realizado por Villatoro, Domenech, Medina- Berrocal y Balluerka, 2013) o la promoción de estrategias
Mora, Fleiz y Fresán (1997) indica que la percepción de de enseñanza basadas en el aprendizaje socioemocional,
riesgo social, es decir, la forma en la que los jóvenes vi- han demostrado reducir significativamente los niveles de
sualizan que tan segura es su cuidad, la colonia en la que hostilidad además de favorecer el trabajo colaborativo
habitan, así como la vulnerabilidad que sienten de ser (Merwe, 2011).
asaltados, se presenta hasta en un 90 % de los jóvenes
que consideran a su ciudad como un espacio inseguro. El objetivo de este trabajo, es identificar la posible
Esta percepción de inseguridad social relacionada con influencia que tiene la percepción del entorno comunita-
una menor percepción de riesgo personal representa una rio y las competencias socioemocionales para la genera-
alta probabilidad de que el adolescente se involucre en el ción y/o prevención de la violencia escolar.
consumo de drogas. Por su parte, Slatteri y Meyers
(2013) concluyen que las conductas violentas en la co-
munidad representan un alto impacto en la presencia de Método
la conducta antisocial en adolescentes.
Participantes
Ante este escenario, es importante identificar qué
factores pueden funcionar como protectores de los ado- La muestra se obtuvo de manera intencional, no
lescentes que viven en contextos de riesgo psicosocial. probabilística. Participaron 970 estudiantes de secundaria
El objetivo de este estudio es identificar si además de la que residen en comunidades de marginación social en la
percepción de riesgo, las competencias socioemocionales Zona Metropolitana de Guadalajara. El 50 % fueron
pueden cumplir dicho papel, definiendo a éstas como un hombres y el 50 % mujeres, cuyas edades oscilaban entre
conjunto de competencias, habilidades y factores facili- los 12 y los 17 años de edad, con una media de 13.7 años.
82 ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, nº. 2, 79-88. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ ap.13.2.17816

Tabla 1

Estadísticos descriptivos y análisis de la varianza por género

Hombres Mujeres ANOVA


Variables
Media D.T. Media D.T. F
Percepción de Inseguridad
Percepción de peligro 21.18 4.00 21.15 3.82 0.02***
Sentirse Seguro 8.68 2.01 9.06 1.93 8.91***
Competencias Socioemocionales
Adaptabilidad 2.87 0.55 2.88 0.55 0.10***
Competencias Intrapersonales 2.57 0.72 2.52 0.72 1.08***
Competencias Interpersonales 2.95 0.54 3.15 0.47 37.88***
Manejo del Enojo 2.57 0.68 2.49 0.67 3.81***
Optimismo y Autoestima 3.25 0.57 3.15 0.64 6.06***
Emociones Positivas 3.41 0.55 3.52 0.56 8.80***
Conducta Agresiva
Agresión Reactiva 14.83 4.81 12.70 3.94 57.46***
Agresión Instrumental 13.30 5.62 11.21 4.94 45.35***
Nota. * p < .05. ** p < .01. *** p < .001.

Finalmente, se aplicó la Escala de Conducta Violenta


Instrumentos de evaluación
en la Escuela (Little, Henrich, Jones y Hawley, 2003),
que diferencia cuatro tipos de agresión en base a dos va-
Se aplicó un breve cuestionario de características
riables: la forma de agresión (manifiesta o relacional) y
sociodemográficas para explorar la edad, género, lugar
las funciones de la misma (reactiva o instrumental):
de residencia y escolaridad de ambos padres.
Agresión manifiesta reactiva, Agresión manifiesta ins-
trumental, Agresión relacional reactiva y Agresión rela-
Para evaluar las competencias emocionales se utilizó
cional instrumental.
el inventario de competencias socioemocionales para
adolescentes: EQi-YV (Bar-On y Parker, 2000) adaptado
al castellano en México por Ruvalcaba, Gallegos, Lo-
renzo y Borges (2014). Se trata de un instrumento de 48 Procedimiento
ítems que evalúa a través de una estructura tipo Likert,
seis factores de las competencias socioemocionales: Previa obtención del consentimiento informado por
Adaptabilidad (a = .843), Competencias Intrapersonales parte de las autoridades del plantel, se procedió a la apli-
(a = .768), Competencias Interpersonales (a = .772), cación de manera grupal de los instrumentos. La infor-
Manejo del Impulso del Enojo (a = .818), Emociones mación se sistematizó con el paquete estadístico SPSS
Positivas (a = .731), así como Optimismo y Autoestima v.21.
(a = .863).

Para identificar la percepción que tiene el adolescente Resultados


sobre su comunidad se aplicaron las subescalas de riesgo
distal, es decir la percepción de peligro en la comunidad Considerando que algunos de las variables utilizadas
(a = .694) y la sensación de seguridad (a = .776), ambas en este estudio, han demostrado presentar diferencias
forman parte de la Escala de Inseguridad Social significativas entre los géneros, en la Tabla 1, se mues-
Percibida (Villatoro, Domenech, Medina, Fleiz y Fresan, tran los datos significativos con el respectivo análisis de
1997). la varianza (ANOVA). Se puede observar que las mujeres
se sienten más seguras en sus comunidades, así como
ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, nº. 2, 79-88. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ap.13.2.17816 83

Tabla 2

Correlaciones entre las variables percepción de la comunidad y competencias socioemocionales y las conductas
agresivas

Agresión Reactiva Agresión Instrumental


Variables
Hombres Mujeres Hombres Mujeres
Percepción de riesgo en la colonia .217** .117** .213** .107**
Sentirse seguro -.058** -.091** -.101** -.028**
Adaptabilidad -.094** -.115** -.178** -.046**
Competencias Intrapersonales -.032** -.041** .018** .057**
Competencias Interpersonales -.154** -.173** -.169** -.149**
Manejo Enojo -.343** -.324** -.246** -.209**
Optimismo y Autoestima -.171** -.192** -.274** -.089**
Emociones Positivas -.198** -.179** -.278** -.129**
Nota. * p < .05. ** p <.01.

también perciben mayores habilidades interpersonales, conductas agresivas reactivas en las mujeres e instru-
más vivencias de emociones positivas, pero menos opti- mental en los hombres. Respecto a las competencias so-
mismo y autoestima. Finalmente, y concordante con los cioemocionales, también se observan correlaciones de
estudios de prevalencia, respecto a la agresión, son los bajas a moderadas tanto con la conducta agresiva reactiva
hombres quienes puntuaron significativamente más alto como con la instrumental a excepción de las com-
que las mujeres en este tipo de conductas. petencias intrapersonales que no guardan correlación al-
guna.
Con el objetivo de identificar la relación existente
entre las variables, se realizó un análisis de correlación, Finalmente, y con el objetivo de identificar si la
cuyos resultados podemos observarlos en la Tabla 2. percepción de la comunidad y las competencias socio-
emocionales pueden tener un valor predictivo sobre las
Como se puede observar, la percepción de riesgo en conductas agresivas, se procedió a realizar análisis de re-
la comunidad resulta con una ligera relación significativa gresión lineal para ambos géneros.
con las conductas agresivas para ambos géneros. Por otro
lado, cabe destacar que, aunque el coeficiente es bajo, Como se puede observar en la Tabla 3, la percepción
existe una relación negativa entre el sentirse seguro en de riesgo en la colonia en la que se vive, aunado a las
los escenarios comunitarios como escuela y calle con las competencias interpersonales, el manejo del enojo y las
Tabla 3

Análisis de regresión lineal con las Agresividad Reactiva como variable dependiente en la población masculina
2
Variables R F b
0.202 19.969**
Percepción de riesgo en la colonia .158***
Adaptabilidad .039**
Interpersonal -.148***
Manejo del Enojo -.342***
Optimismo y Autoestima -.007**
Emociones Positivas -.150**
Nota. *p <.05. ** p <.01. *** p <.001.
84 ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, nº. 2, 79-88. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ ap.13.2.17816

Tabla 4

Análisis de regresión lineal con las Agresividad Reactiva como variable dependiente en la población femenina
2
Variables R F b
0.149 12.007**
Percepción de riesgo en la colonia .066*
Sentirse seguro .005*
Adaptabilidad .021*
Interpersonal -.174**
Manejo del Enojo -.315***
Optimismo y Autoestima -.045**
Emociones Positivas -.018**
Nota. *p<.05, ** p<.01, *** p<.001

emociones positivas predicen en un 20.2 % las conductas


agresivas reactivas en los hombres, no obstante, en las Conclusiones
mujeres, este nivel se reduce a un 14.9 % y la percepción
de riesgo, pierde significancia al controlar las variables El objetivo de este estudio fue identificar un posible
de competencias interpersonales y manejo del enojo efecto protector tanto de la percepción de seguridad en la
(Tabla 4). comunidad como de las competencias socioemocionales
ante la agresividad en los adolescentes que viven en
Respecto a la agresión instrumental, nuevamente colonias de riesgo psicosocial.
encontramos que la percepción de la colonia como un
lugar peligroso, solamente conserva significancia para Nuestros resultados indican que como era esperado,
los hombres (Tabla 5) y en conjunto con la habilidad las competencias socioemocionales presentan una
para manejar el enojo y la vivencia de emociones correlación negativa con la conducta agresiva, como lo
positivas pueden predecir este tipo de agresión hasta en muestran otros estudios (García-Sancho, Salguero y
un 18.3 %, mientras que para las mujeres (Tabla 6) las Fernández-Berrocal, 2014; Salovey, Mayer y Caruso,
competencias interpersonales y el manejo del impulso 2005, p. 164). No obstante, entre las cuatro variables que
del enojo solo tienen un nivel predictivo de 7.9 %. mantuvieron su significancia estadística se encuentra el
manejo del enojo, coincidiendo también con otros
estudios (Gower et al., 2014), aunque hay que señalar
que, en nuestros resultados la variable es predictora para

Tabla 5

Análisis de regresión lineal con las Agresividad instrumental como variable dependiente en la población masculina
2
Variables R F b
0.183 15.097**
Percepción de riesgo en la colonia .164***
Sentirse seguro -.003***
Adaptabilidad -.012***
Interpersonal -.051**
Manejo del Enojo -.236***
Optimismo y Autoestima -.101**
Emociones Positivas -.183**
Nota. *p < .05. ** p < .01. *** p < .001.
ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, nº. 2, 79-88. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ap.13.2.17816 85

Tabla 6

Análisis de regresión lineal con las Agresividad instrumental como variable dependiente en la población femenina
2
Variables R F b
.079 21.215**
Percepción de riesgo en la colonia .076**
Interpersonal -.154***
Manejo del Enojo -.217***
Optimismo y Autoestima .081**
Emociones Positivas -.072**
Nota. *p < .05. ** p < .01. *** p < .001.

ambos géneros. Por otro lado, las competencias problemas extrenalizantes de conducta, entre ellos la
interpersonales también aportaron a la varianza de la agresión. Gracia, Fuentes y García (2010), encontraron
agresión especialmente en la población femenina una interacción entre el género y la percepción de riesgo
mientras que, para los varones, toma relevancia el estado en el entorno inmediato, donde también parece ser mayor
de ánimo positivo. la influencia en los adolescentes varones. Al respecto
sería importante tomar como prospectiva de
Un aspecto a destacar, es el efecto diferencial del investigación, indagar en los efectos que tiene el miedo,
género y la agresividad, ya explorado en estudios en este caso derivado de la percepción de riesgo sobre la
anteriores, por ejemplo, Acero, Escobar-Córdoba y agresión, cumpliendo con la función de protección ante la
Castellanos (2007) quienes encontraron que para las sensación de acorralamiento y la incapacidad para
mujeres los factores familiares de riesgo como la falta de escapar tal, como lo sugieren distintas teorías ya sea
cohesión familiar tienen mayor relevancia que para los desde la perspectiva neurológica como de la psicosocial
hombres. A su vez en el consumo de cigarro, (Carrasco y González, 2006) y en dónde a los varones
antecedentes de delitos no violentos, así como la responden con agresión ante la victimización de la
presencia de ira fueron factores asociados con la violencia comunitaria.
vulnerabilidad a ser victimario en los hombres.
Por otro lado, parece evidenciarse el efecto de las
Un dato importante arrojado en nuestros resultados es competencias socioemocionales que corresponden más al
que la percepción del riesgo en la comunidad, parece ámbito educativo en casa y en escuela, es decir el entorno
sólo impactar a la población masculina, esto nos remite a inmediato del adolescente y no necesariamente como una
aspectos diferenciales en los que al parecer al hombre se acción de su entorno comunitario, al respecto, los
le incita más a reaccionar con agresividad ante las estudios previos parecen ser ambiguos en cuanto a las
condiciones de riesgo; no obstante hay que señalar el conclusiones respecto a los factores que pueden proteger
posible efecto de la victimización en el caso de las a los adolescentes frente a la exposición a los vecindarios
mujeres como lo señalan evidencias presentadas por de riesgo, ya que algunas posturas plasman que son las
Hijar-Medina, López-López y Blanco-Muñoz (1997), características familiares como la cohesión y las
donde los incidentes violentos en las mujeres suceden en características de los padres, mientras que en otros
tres cuartas partes de los casos en el hogar y en los estudios estas variables parecen no ejercer un efecto
hombres se presentan en la vía pública. mediador (Buka et. al, 2001; Frías et al., 2003; Gracia, et.
al 2010; Sheidow, Gorman, Tolan y Henry, 2001;
Estos resultados coinciden también con Buka, Slattery y Meyers, 2013).
Stichick, Birdhistle y Felton (2001), quienes resaltan que
el hecho de ser hombre, residente de zonas urbanas y Considerando que la práctica de las competencias
pertenecer a minorías étnicas, potencializan el riesgo que socioemocionales ayuda a mejorar la adaptación al
implica la exposición continua a la violencia generando contexto y favorece el afrontamiento exitoso a diversas
86 ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, nº. 2, 79-88. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ ap.13.2.17816

situaciones de la vida, mejoran en sí la interacción Buvinic, M., Morrison, A. y Shifter, M. (1999). La


persona-ambiente (Bisquerra y Pérez, 2007), es violencia en América Latina y el Caribe: Un marco
importante identificar y promover espacios para los de referencia para la acción. Washington, D.C.:
adolescentes en la generación de emociones positivas, Banco Interamericano de Desarrollo.
además de hacer énfasis en la educación emocional y en
competencias específicas como la empatía como un Buka, S., Stichick, T., Birdhistle, I. y Felton, E. (2001).
factor protector entre la violencia comunitaria y las Youth exposure to violence: Prevalence, risks, and
conductas agresivas. consequences. American Journal of
Orthopsychiatry, 71(3), 298-310.
Como prospectiva de investigación, se sugiere http://dx.doi.org/10.1037/0002-9432.71.3.298
generar otros estudios que incluyan a menores que viven
en zonas de menor riesgo psicosocial. Carrasco, M. y González, M, 2006). Aspectos
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88 ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, nº. 2, 79-88. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ ap.13.2.17816
ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, nº. 2, 89-100. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ap.13.2.17817 89

VARIABLES ANTROPOMÉTRICAS, HÁBITOS Y DIETAS


ALIMENTARIAS EN ADOLESCENTES Y JÓVENES:
DIFERENCIAS EN FUNCIÓN DEL SEXO
ANTHROPOMETRIC VARIABLES, EATING HABITS AND DIETS IN
ADOLESCENTS AND YOUTH: SEX DIFFERENCES

CARMEN MAGANTO1, MAITE GARAIGORDOBIL1 Y


LOREA KORTABARRIA1

más delgados de lo que están y desean tener un volumen


Resumen corporal superior. Los chicos desean tener un Índice de
Masa Corporal (IMC) superior y las chicas inferior. Las
El estudio tuvo como objetivo analizar las diferencias chicas obtienen puntuaciones significativamente
entre sexos en variables antropométricas (reales, superiores en hábitos alimentarios, aunque los chicos
percibidas y deseadas), en hábitos alimentarios, y en el perciben que tienen una alimentación más equilibrada.
uso de dietas alimentarias. Los participantes fueron Las chicas han realizado más dietas y creen necesitarlas
1.075 adolescentes y jóvenes de 14 a 25 años (49.9 % más. Las razones para engordar en los chicos son
varones, 50.1 % mujeres). Con un diseño descriptivo y biológicas y en las chicas hábitos alimentarios
comparativo, se administraron tres instrumentos de inadecuados. Las chicas realizan más dietas tanto
evaluación. Los resultados confirman muchas diferencias saludables como no recomendables. Las razones para
significativas entre sexos. En variables antropométricas comenzar una dieta son en las chicas la imagen corporal y
las chicas se perciben más obesas de lo que están y en los chicos ser aceptado por los iguales. El abandono de
desean estar más delgadas; los chicos se perciben igual o las dietas los chicos lo atribuyen a la dieta y las chicas a

1
Universidad del País Vasco, España.

Recibido: 8 de abril de 2016.


Aceptado: 5 de julio de 2016.
90 ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, nº. 2, 89-100. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ ap.13.2.17817

sí mismas. El estudio aporta datos relevantes para el Introducción


diseño de programas preventivos y/o de tratamiento con
adolescentes/jóvenes con problemas alimentarios, bien Las variables antropométricas de peso, altura e IMC
por alteraciones de la imagen corporal, hábitos han sido objeto de estudio en relación con Hábitos Ali-
alimentarios inadecuados y/o por el uso indebido de mentarios (HA) y Dietas Alimentarias (DA). El deseo de
dietas alimentarias. poseer un cuerpo más delgado en las mujeres y más
musculoso en los varones da lugar a problemas de per-
Palabras clave: variables antropométricas; hábitos cepción del propio cuerpo (Sehm y Warschburger, 2015).
alimentarios; dietas; sexo; adolescentes y jóvenes. Las adolescentes tienden a percibirse más obesas de lo
que están (peso percibido distorsionado) y a desear un
cuerpo más estilizado (peso deseado y peso ideal de
Abstract mayor delgadez), teniendo estas variables (peso perci-
bido, peso deseado y peso ideal) mayor incidencia en las
The study aimed to analyze sex differences in an-
alteraciones alimentarias que el propio peso objetivo o
thropometric variables (real, perceived, and desired),
peso real (Calzo et al., 2015; Maganto y Cruz, 2008).
eating habits, and the use of diets. Participants were
1,075 adolescents and youth aged 14 to 25 (49.9 %
Los estudios evidencian que cuando el IMC ideal está
males, 50.1 % females). Using a descriptive and
muy por debajo del IMC real, unido a baja autoestima, se
comparative design, three assessment instruments were
convierte en una razón para desear bajar peso de forma
administered. The results confirm many significant sex rápida y excesiva, y como consecuencia aparecen altera-
differences. In anthropometric variables, girls perceive ciones alimentarias (Berner, Shaw, Wirr y Lowe, 2013).
themselves as more obese than they are and they want to Para Loth, MacLehose, Bucchianeri, Crow y Neumark-
be thinner; boys perceive themselves as thin as or thinner Sztainer (2014) un bajo o alto IMC está asociado a la sa-
than they are and they want to have greater body volume. tisfacción corporal, pero confirman que es la percepción
Boys want to have a higher Body Mass Index (BMI), and del tamaño corporal la que explica los comportamientos
girls want a lower one. Girls score significantly higher in dirigidos a la pérdida de peso, utilizando el control del
eating habits, although boys perceive their diet as more peso para mostrar su autocontrol y para sentirse compe-
balanced. The girls have followed more diets and believe tentes, queriendo en todo momento tener un IMC ideal
they need them more. In boys, the reasons for weight por debajo del que tienen. Esta diferencia entre peso per-
gain are biological and in girls, due to improper eating cibido, real y deseado es especialmente significativa en la
habits. Girls follow more diets, both healthy and not adolescencia, ya que las jóvenes tienden a disminuir la
recommended. In girls, the reason for starting a diet is diferencia entre estos valores. Asuero, Avargues, Martín
body image and in boys, peer acceptance. Boys attribute y Borda (2012) en su investigación con una muestra de
quitting a diet to the diet itself, and girls attribute it to 146 chicas mayores de 16 años y con Trastornos de
themselves. The study provides relevant data for the Conducta Alimentaria (TCA) obtuvieron resultados que
design of prevention and/or treatment programs targeting mostraban que las chicas se percibían con un peso supe-
adolescents/youth with eating problems, either due to rior al que tenían.
alterations in body image, unsuitable eating habits,
and/or misuse of diets. En cuanto a los HA, al ser la adolescencia una etapa
de cambios y poca estabilidad psicosocial y emocional,
Keywords: anthropometric variables; eating
su alimentación depende más de la “moda” que de deci-
habits; diet; sex; adolescents and youth.
siones saludables, adoptando estilos de vida poco o nada
saludables. Este cambio está relacionado con la modifi-
cación del estilo de vida en general y la organización
familiar en particular (Aranceta, 2013). Actualmente,
cada persona consume bastantes más calorías de las que
ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, nº. 2, 89-100. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ap.13.2.17817 91

necesita y más de las que consumía años atrás, los pro- dieta, mayor es el riesgo de desarrollar un TCA (Berner
ductos frescos están dejando paso a los alimentos preco- et al., 2013; Liechty y Lee, 2013) o aumentar el riesgo de
cinados y las bebidas con gas y las bebidas alcohólicas problemas de salud, es decir, aumento de peso (Neumark-
están sustituyendo a las bebidas saludables. Se ha de- Sztainer, Wall, Haines, Story y Eisenberg, 2007),
mostrado que especialmente los chicos abusan más de la atracones, bulimia, depresión y baja autoestima en ado-
carne e ingieren menos verdura (Borobio, 2012). Rodrí- lescentes (Racine et al., 2011).
guez et al. (2013) concluyen que los estudiantes univer-
sitarios no desayunan ni ingieren alimentos entre las co- Neumark-Sztainer et al. (2007) encontraron que el
midas centrales, ayunando durante largas horas durante 55.4 % y 24.8 % de chicas y chicos respectivamente, in-
el día y prefiriendo comer comida rápida rica en grasas, formaron hacer dieta, poniéndose en una posición de
mostrando una adherencia media-baja a la dieta medite- mayor vulnerabilidad a la adopción de hábitos alimenti-
rránea. Esta tendencia se está produciendo tanto en paí- cios inadecuados. El ayuno estuvo presente en el 23 % de
ses europeos como fuera de Europa. los adolescentes con puntuaciones altas en restricción de
nutrientes básicos. Se ha comprobado que la “moda” en
En España, uno de los estudios más rigurosos (Serra- las dietas atrae a las personas más jóvenes practicando
Majem y Aranceta, 2012) muestra que entre 14 a 25 años cualquier tipo de dieta proveniente de los pares, revistas
se tiene un consumo moderado de leche, un alto con- del corazón, divulgación publicitaria o remedios caseros,
sumo de carne y un bajo consumo de pescado, fruta y sin considerar necesaria la consulta dietética profesional.
verdura. La Encuesta Nacional de Ingesta Dietética Revisadas las dietas que más comúnmente llevan a cabo
(2014), destaca la preferencia que tienen adolescentes y adolescentes y jóvenes encontramos una lista recogida en
jóvenes por la pasta y el arroz frente a frutas y verduras, el Cuestionario de Dietas Alimentarias (Kortabarria,
no siguiendo las recomendaciones nutricionales ni la Maganto y Peris, 2013).
mitad de jóvenes (solo 45.4 % consume fruta diaria-
mente y el 15.9 % verduras). La carne es uno de los ali- De entre todas las dietas que existen en nuestro
mentos preferidos mientras que el pescado es la proteína contexto, la dieta más saludable, es la mediterránea, que
animal que menos les gusta, consumiendo en exceso no solo garantiza un aporte calórico y de nutrientes en
aceites vegetales, carne, embutidos, dulces, snacks, bo- cantidades suficientes y proporciones adecuadas, sino que
llería y grasas, esto es, alimentos ricos en lípidos y co- contribuye a la prevención de enfermedades cardio-
lesterol. vasculares, diabetes, cáncer, enfermedades degenerativas
y, en general, a una mayor esperanza de vida (Durá y
Estos HA inadecuados se acompañan de DA Castroviejo, 2011). También se ha incluido la dieta ve-
inadecuadas, especialmente en mujeres adolescentes. El getariana, considerada una dieta saludable al comprobar
deseo de bajar peso en poco tiempo conlleva realizar que está relacionada con buena salud, buenos hábitos
dietas que en nada cumplen los requisitos de una nutri- alimentarios y con un peso adecuado (Timbo, Hormes y
ción saludable. Saucedo y Unikel (2010) informan que Chubski, 2012).
estas conductas de riesgo nutricional se daban principal-
mente en mujeres con sobrepeso (13.3 %) y en varones
Objetivos e hipótesis
con obesidad (15 %), concluyendo que no son exclusivas
del sexo femenino.
Teniendo en cuenta los antecedentes citados, el
objetivo de este estudio es analizar en adolescentes y jó-
Hay estudios que afirman (Eisenberg y Neumark-
venes las diferencias entre sexos en tres tipos de varia-
Steiner, 2013; Goldschmidt, Wall, Loth, Le Grange y
bles: (1) variables antropométricas reales, percibidas y
Neumark-Sztainer, 2012) que la obsesión por ponerse a
deseadas (peso, altura e IMC), (2) hábitos alimentarios
dieta y realizar restricciones alimentarias puede ser el
(ítems de desayuno, primer plato, segundo plato, postre y
inicio de los TCA (Racine, Burt, Iacono, McGue y
bebidas), y (3) dietas alimentarias (razones para engordar,
Klump, 2011), puesto que cuanto más restrictiva es la
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seguimiento de dietas, razones para hacer dietas y En una escala del 1 (muy delgado) a 10 (muy gordo)
razones para abandonar las dietas). Con estos objetivos ¿Cómo percibes tu peso? ¿Cómo percibes tu altura? (1
se plantean tres hipótesis: (1) El IMC percibido en rela- muy baja a 10 muy alta) ¿Cómo percibes tu IMC? (1 muy
ción al IMC real será superior en las chicas que en los delgado a 10 muy grueso). Además, se añadió la si-
chicos, mientras que el IMC deseado será superior en los guiente información y preguntas: El IMC representa el
chicos que en las chicas; (2) Los hábitos alimentarios se- volumen total de tu cuerpo en proporción a lo que mides.
rán más saludables en los chicos que en las chicas; y (3) Un IMC muy bajo (1) corresponde a personas muy del-
En relación a las dietas, se espera encontrar que las chi- gadas y un IMC muy alto (10) corresponde a personas
cas realicen más dietas, engorden por hábitos alimenta- con mucho volumen corporal, que pesan mucho en pro-
rios inadecuados, inicien dietas por problemas de imagen porción con lo que miden. Para obtener el peso y la altura
corporal y las abandonen por falta de voluntad, y que los deseados, se añadieron dos preguntas: ¿Cuánto te gustaría
chicos perciban que se engorda por motivos biológicos, pesar? ¿Cuánto te gustaría medir? Para obtener el IMC
hagan dietas para conseguir aceptación por parte de los deseado se llevó a cabo la ecuación de peso deseado
demás, y las abandonen por las características de la pro- dividido por la altura deseada al cuadrado.
pia dieta.
Cuestionario de alimentación
(trabajoyalimentación.consumer.es). Tras la revisión
Método realizada sobre instrumentos de HA se seleccionó el au-
toinforme diseñado y avalado por el Departamento de
Investigación Alimentaria de la Fundación Eroski. Este
Participantes cuestionario es un autoinforme que tiene en cuenta los
componentes básicos de los alimentos: lácteos, cereales,
Los participantes fueron 1.075 de los cuales 536 son proteínas y vitaminas, carbohidratos y grasas, agrupados
varones (49.9 %) y 539 mujeres (50.1 %). En función de en desayuno, primer y segundo plato y postre, incluyendo
la edad, 507 (47.2 %) son adolescentes de 14 a 18 años y las bebidas. Consta de 17 ítems valorados según una
568 (52.8 %) jóvenes de 19 a 25. Se trata de una muestra escala tipo Likert del 1 al 3, donde 1 es siempre el valor
comunitaria representativa de estudiantes de ESO, Ba- más negativo y 3 el más positivo. A mayor puntuación
chiller y Universidad del País Vasco. La muestra fue se- mejores hábitos alimentarios. En este estudio el Alpha de
leccionada mediante una técnica de muestreo aleatorio Cronbach fue de .61, coeficiente que se puede considerar
simple a partir de la lista de centros educativos de Edu- adecuado teniendo en cuenta que nadie realiza una dieta
cación Secundaria y universitarios del País Vasco. Según absolutamente equilibrada y que los ítems exploran
la última encuesta del Instituto Vasco de Estadística valores muy diversos entre sí.
(eustat.es), la población de la ESO y Bachiller en el País
Vasco es 101.757, y los que cursan estudios universita- Dietas alimentarias: En ausencia de instrumentos
rios 64.127. Utilizando un nivel de confianza de .95, con estandarizados sobre dietas alimentarias, se ha diseñado
un error muestral de .05, para una varianza poblacional un cuestionario “ad hoc” para la investigación. Se partió
de .50, la muestra representativa sería de 766 partici- del concepto de cuestionarios en el sentido propio del
pantes. término (Morales, 2011), es decir, una lista de preguntas
que se proponen con fines diversos, en los que las res-
Instrumentos de evaluación puestas se analizan de manera independiente, por lo que
las propiedades psicométricas no tienen cabida. Se inicia
Variables antropométricas reales, percibidas y con un sondeo sobre dietas (tu alimentación es equili-
deseadas: Los participantes fueron pesados y medidos brada, has hecho dieta, necesitas hacer dieta, alguien de
utilizando básculas digitales, a fin de obtener el peso, tu familia ha hecho dieta). Le siguen cuatro aspectos ge-
2
altura y el IMC real (peso/estatura ). El peso, altura e nerales: (1) Razones para engordar, que contempla dos
IMC percibido se obtuvieron a través de tres preguntas: categorías: razones biológicas (genética, tiroides, ingesta
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de medicamentos, personas propensas, nervios) y rección, a padres y participantes; y (3) Se administraron


razones de hábitos alimentarios inadecuados (comer los instrumentos de evaluación de forma colectiva, vo-
excesivamente, comer inadecuadamente, no hacer luntaria y anónima en el aula. El estudio cumplió los
ejercicio y dejar el tabaco); (2) Seguimiento de dietas en valores éticos requeridos en la investigación con seres
el que se analizan: dietas saludables (mediterránea y humanos, respetando los principios fundamentales in-
vegetariana), dietas con productos farmacéuticos cluidos en la Declaración Helsinki y en las normativas
(barritas saciantes, sopas quemagrasas; productos vigentes.
eliminagrasas) y dietas poco saludables (Montignac,
Clínica Mayo, de limón y pomelo, y toma la mitad); (3)
Análisis de datos
En cuanto a las razones para iniciar una dieta se
analizan la salud (sobrepeso, prescripción médica,
Para analizar las diferencias entre sexos en las
obligan los padres), razones de imagen corporal (rechazo
variables antropométricas, hábitos y dietas alimentarias
del cuerpo, vestir ropa actual, seguir modelo de belleza)
se llevaron a cabo análisis descriptivos (medias y desvia-
y la aceptación de iguales (aceptación de los demás;
ciones típicas) y de comparación de medias (T-test), cal-
gustar a la pareja, los amigos lo hacen), y (4) En las
culando el tamaño del efecto (d de Cohen). En las varia-
razones para abandonar la dieta se analizan razones
bles categóricas del cuestionario de dietas alimentarias se
atribucionales a la propia dieta (dan hambre, ocasionan
obtuvo la Chi cuadrado de Pearson.
tristeza y depresión, crean ansiedad, enferman, no
adelgazan lo que prometen) y razones personales
(aburrimiento, falta de voluntad, era mal momento, meta
poca realista). Resultados
Medidas antropométricas: diferencias
Procedimiento entre sexos

Para el desarrollo del estudio se llevaron a cabo las Las diferencias entre sexos en las variables
siguientes fases: (1) Se estableció contacto con los di- antropométricas (peso, altura, IMC: reales, percibidos y
rectores de los centros educativos ofreciendo informa- deseados) se presentan en la Tabla 1.
ción del estudio e invitándoles a colaborar; (2) Tras la
aceptación, se solicitó consentimiento informado a la di-

Tabla 1

Medias, desviaciones típicas y resultados T-test en peso, altura e IMC real, percibido y deseado en ambos sexos

Total Chicos Chicas


(N = 1.075) (n = 536) (n = 539) t p d
M DT M DT M DT
Peso real 62.62 10.65 69.61 10.15 59.31 9.61 16.29 .001 1.04
Peso percibido 4.95 1.39 4.62 1.16 5.14 1.52 5.16 .001 -0.38
Peso deseado 60.18 9.61 70.25 8.04 55.01 6.13 33.93 .001 2.13
Altura real 1.69 0.08 1.76 0.06 1.64 0.06 29.04 .001 2.00
Altura percibida 5.53 1.97 5.93 1.66 5.14 2.08 5.72 .001 0.41
Altura deseada 1.72 0.08 1.80 0.05 1.67 0.04 40.11 .001 2.87
IMC real 21.85 3.07 22.23 2.83 21.85 3.09 1.96 .050 0.12
IMC percibido 4.75 0.90 4.50 0.82 4.92 0.92 7.79 .001 -0.48
IMC deseado 20.01 2.09 21.47 2.02 19.49 1.90 15.99 .001 1.00
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Tabla 2

Medias, desviaciones típicas y resultados T-test en hábitos alimentarios en ambos sexos

Total Chicos Chicas


(N = 1075) (n = 536) (n = 539) t p d
M DT M DT M DT
Desayuno y postre recomendable 9.51 1.53 9.53 1.62 9.44 1.46 0.93 .348 0.05
Primeros y segundos platos recomendables 11.59 1.57 11.43 1.47 11.75 1.64. 3.34 .001 -0.20
Alimentos poco recomendables 6.87 1.46 7.07 1.42 6.69 1.47 4.24 .001 0.26
Bebidas poco recomendables 4.17 1.02 4.47 1.12 3.93 0.86 8.81 .001 0.54

En la Tabla 1, las diferencias estadísticamente menor ingesta de alimentos y bebidas poco recomenda-
significativas entre chicos y chicas muestran que las chi- bles, pudiendo afirmar que los chicos tienen hábitos ali-
cas pesan menos, se perciben más gruesas de lo que es- mentarios menos recomendables que las chicas. No se
tán y, por consiguiente, aún les gustaría pesar menos. encontraron diferencias entre sexos en la ingesta de lác-
Los chicos además de medir más que las chicas, también teos.
desearían ser más altos que lo que ellos son y más altos
de lo que a las chicas les gustaría ser. Respecto al IMC
deseado, también a los chicos les gustaría que fuera su-
Dietas alimentarias: Diferencias entre
perior de lo que es, mientras que a las chicas les gustaría
que fuera menor de lo que es, pues perciben su IMC su- sexos
perior al que en realidad tienen y superior a como los
chicos perciben su IMC. Las diferencias entre sexos en el cuestionario de dietas
alimentarias se visualizan en las Tablas 3 y 4. El
cuestionario se inicia con un sondeo sobre alimentación y
Hábitos alimentarios: Diferencias entre dietas (percepción del equilibrio de su alimentación, uso
sexos de dietas, percepción de necesidad de hacer dieta,
realización de dietas en la familia) cuyos resultados se
Con la finalidad de analizar las diferencias en función presentan en la Tabla 3. Posteriormente el cuestionario
del sexo en el cuestionario de hábitos alimentarios, se estudia cuatro aspectos en relación a las dietas (razones
agruparon los ítems en 4 categorías en función del crite- por las que se engorda, seguimiento de dietas, razones
rio hábitos recomendables versus no recomendables, y se por las que se inicia una dieta y razones por las que se
realizaron análisis de T-test cuyos resultados se exponen abandonan las dietas) cuyos resultados se presentan en la
en la Tabla 2. Tabla 4.

Como se observa en la Tabla 2, en la ingesta Los chicos perciben significativamente su


adecuada del desayuno y postre, las diferencias no son alimentación más equilibrada que las chicas (ver Tabla
estadísticamente significativas, pero sí lo son en los pri- 3), a pesar de que se ha podido comprobar que son estas
meros y segundos platos, ya que las chicas obtienen últimas las que obtienen puntuaciones superiores en los
puntuaciones superiores a los chicos, realizando ellas hábitos alimentarios (ver Tabla 2). Además, donde las
Tabla 3.
2
Frecuencias, porcentajes y resultados de χ en variables relacionadas con alimentación y dieta en ambos sexos

Chicos Chicas
(n = 536) (n = 539) c² (1) p
F % F %
Alimentación equilibrada 373 85.4 389 79.6 5.33 .025
Seguimiento de dietas 84 15.8 243 45.3 109.25 .001
Necesidad hacer dieta 64 12.1 246 46.1 148.18 .001
Dietas en familiares 354 67.4 444 83.3 35.95 .001
ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, nº. 2, 89-100. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ap.13.2.17817 95

diferencias estadísticamente significativas son más evi- tivamente informan tener más familiares que han hecho
dentes es en las variables he hecho dieta o necesito hacer dieta.
dieta, ya que, mientras casi la mitad de las mujeres han
hecho dieta o dicen que necesitan hacerla, sólo un Como se puede observar en la Tabla 4, las diferencias
15.8 % y un 12.1 % de los chicos contestan afirmativa- estadísticamente significativas en razones para engordar
mente en estas variables. Además, las mujeres significa- son el mal funcionamiento de la tiroides con puntuacio-

Tabla 4
Medias, desviaciones típicas y resultados T-test en el cuestionario de dietas alimentarias en ambos sexos

Total Chicos Chicas


(N = 1075) (n = 536) (n = 539) t p d
M DT M DT M DT
Razones para engordar
Genética 1.57 1.15 1.66 1.13 1.52 1.15 1.90 .058 0.12
Tiroides 0.30 0.62 0.38 0.69 0.24 0.55 3.68 .001 0.22
Biológicas y psicológicas Medicamentos 0.41 0.75 0.44 0.77 0.41 0.74 0.59 .552 0.03
Personas propensas 1.75 1.12 1.67 1.12 1.84 1.12 2.48 .013 -0.15
Por los nervios 0.45 0.77 0.47 0.75 0.46 0.80 0.41 .681 0.01
Comer excesivo 1.95 1.07 1.79 1.10 2.07 1.04 4.28 .001 -0.26
Comer mal 2.18 0.98 2.06 1.03 2.26 0.94 3.19 .001 -0.20
Hábitos inadecuados
No hacer ejercicio 2.13 0.98 2.10 0.98 2.14 0.98 0.58 .557 -0.04
Dejar el tabaco 0.80 0.91 0.81 0.93 0.80 0.91 0.15 .876 0.01
Seguimiento de dietas
Mediterránea 1.54 0.81 1.38 0.75 1.68 0.86 5.88 .001 -0.34
Dietas saludables
Vegetariana 1.34 0.75 1.32 0.73 1.36 0.78 0.75 .453 -0.05
Barritas saciantes 0.99 0.77 0.86 0.75 1.10 0.79 4.81 .001 -0.31
Productos
Sopa quemagrasas 0.35 0.60 0.34 0.58 0.37 0.63 0.94 .346 -0.04
farmacéuticos
Productos eliminagrasas 0.80 0.77 0.63 0.70 0.93 0.81 5.92 .001 -0.39
Montignac 0.32 0.60 0.31 0.58 0.35 0.64 0.89 .373 -006
Dietas poco Clínica Mayo 0.26 0.51 0.30 0.57 0.25 0.50 1.32 .187 0.09
recomendables Limón y pomelo 0.55 0.70 0.44 0.61 0.66 0.75 5.16 .001 -0.32
Toma la mitad 0.59 0.80 0.51 0.69 0.66 0.88 2.99 .003 -0.18
Razones para iniciar una dieta
Sobrepeso 1.56 1.09 1.49 1.10 1.58 1.09 1.40 .159 -0.08
La salud Prescripción médica 1.65 1.07 1.71 1.08 1.62 1.05 1.25 .208 0.08
Obligan los padres 0.30 0.66 0.39 0.74 0.22 0.58 3.95 .001 0.58
Rechazo del cuerpo 0.98 0.98 0.97 0.96 1.00 1.00 0.48 .630 0.25
Imagen Vestir ropa actual 1.05 1.06 0.87 0.96 1.22 1.10 5.43 .001 -0.33
Corporal Seguir modelo de belleza 1.26 1.10 1.16 1.09 1.35 1.11 2.75 .006 -0.17
Sentirme mejor 2.20 0.88 1.99 0.99 2.35 0.75 6.69 .001 -0.40
Ser aceptado por los demás 0.88 0.94 0.86 0.92 0.91 0.98 0.82 .408 -0.05
Aceptación
Gustar a la pareja 0.62 0.85 0.79 0.94 0.46 0.70 6.48 .001 0.39
de iguales
Los amigos lo hacen 0.34 0.61 0.38 0.66 0.30 0.57 2.01 .044 0.12
Razones para abandonar la dieta
Dan hambre 1.33 1.09 1.33 1.09 1.30 1.08 0.34 .727 0.02
Crean tristeza y nervios 0.43 0.76 0.43 0.73 0.44 0.78 0.12 .901 -0.01
Atribución a la dieta Ansiedad y tensión 0.59 0.87 0.57 0.84 0.61 0.89 0.83 .405 -0.04
Enferman 0.45 0.81 0.52 0.83 0.40 0.78 2.32 .021 0.14
No adelgazan 1.03 1.02 1.17 1.04 0.90 0.99 4.27 .001 0.26
Aburrimiento 1.21 1.09 1.28 1.09 1.13 1.07 2.39 .025 0.12
Falta de voluntad 1.70 1.08 1.44 1.08 1.93 1.04 7.47 .001 -0.46
Atribución personal Era mal momento 0.53 0.86 0.56 0.85 0.53 0.89 0.57 .569 0.03
Meta poco realista 0.66 0.91 0.62 0.85 0.71 0.96 1.51 .129 -0.09
No ver resultados 1.38 1.09 1.21 1.10 1.53 1.05 4.75 .001 0.01
96 ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, nº. 2, 89-100. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ ap.13.2.17817

nes superiores en los chicos, y la propensión a engordar Discusión


con puntuaciones superiores en las chicas. En cuanto a
los hábitos alimentarios inadecuados las diferencias entre El estudio tuvo como objetivo analizar las diferencias
chicos y chicas, a favor de éstas últimas, son comer ex- en función del sexo en variables antropométricas, hábitos
cesivamente y comer mal, cosas que engordan. En am- alimentarios y uso de dietas. La hipótesis 1 proponía que
bos casos las diferencias son estadísticamente significa- las chicas se percibirían significativamente más gruesas
tivas a favor de las chicas. No hay diferencias entre se- que los chicos y en el peso deseado las chicas desearían
xos en las razones atribuidas a la genética, ingesta de pesar menos de lo que pesaban, mientras que los chicos
medicamentos, por nervios, no hacer ejercicio físico y desearían aumentar de peso.
dejar el tabaco.
Los resultados confirman que los chicos obtienen
En el seguimiento de dietas, las chicas han realizado puntuaciones estadísticamente superiores a las chicas en
mayor número de dietas que los chicos, obteniendo peso y altura. Sin embargo, en peso percibido y en IMC,
puntuaciones significativamente superiores en: dieta me- ellas se perciben más obesas que ellos, deseando pesar
diterránea, barritas saciantes, productos elimina-grasas, menos de lo que pesan, tal y como se puede comprobar al
dieta de limón y pomelo y dieta de toma la mitad. No se comparar el peso deseado con el peso real, mientras que a
han hallado diferencias significativas en la dieta vegeta- los chicos les gustaría aumentar de peso (Calzo et al.,
riana, sopas eliminagrasas, dieta Montignac y Clínica 2015; Maganto y Cruz, 2008; Sehm y Warschburger,
Mayo. 2015). Los resultados permiten confirmar la hipótesis 1.
El hecho de percibirse las mujeres con un tamaño corpo-
Respecto a las razones para comenzar una dieta, las ral superior al real y un peso real superior al ideal pro-
chicas significativamente aportan solo razones de ima- mueve insatisfacción corporal, siendo a su vez una de las
gen corporal: ponerse ropa actual, seguir el modelo de razones que promueve adelgazar. Esta diferencia entre
belleza y sentirse mejor conmigo misma. En los chicos peso percibido y peso deseado se convierte en factor de
las razones son significativamente superiores en sentirse riesgo de dietas repetidas e inadecuadas, como se observa
obligado por los padres, gustar a la pareja y que los ami- en otros estudios (Berner et al., 2013). Cuanto mayor es
gos lo hacen. No hay diferencias entre sexos en las si- la distancia entre IMC real e IMC deseado mayor
guientes razones: sobrepeso, prescripción médica, re- insatisfacción corporal y mayor riesgo de padecer un
chazo del cuerpo y ser aceptado por los demás. TCA (Loth et al., 2014). Esta diferencia entre peso per-
cibido, real y deseado es especialmente significativa en la
Dentro de las razones para abandonar la dieta, los adolescencia, ya que tiende a disminuir la diferencia entre
chicos obtienen puntuaciones significativamente superio- estos valores a cualquier precio. Analizando los re-
res a las chicas en la razón de que se puede enfermar o sultados de los chicos vemos, por el contrario, que les
que no adelgazan lo prometido. Dentro de la razón de gustaría pesar más y ser más altos, lo que supondría ser
atribución personal, los chicos obtienen puntuaciones más atractivos al ganar en masa muscular, asociada a
significativamente superiores a las chicas en que son fuerza, actitud activa, seguridad y poder.
aburridas, mientras que las chicas obtienen puntuaciones
superiores en la razón de falta de voluntad y no ver los La segunda hipótesis proponía que los chicos
resultados rápidos. No se encontraron diferencias entre obtendrían puntuaciones significativamente superiores a
sexos en las razones siguientes: dan hambre, crean tris- las chicas en HA adecuados. Los resultados muestran una
teza y ansiedad, era mal momento, la meta era poco rea- alimentación significativamente más saludable en chicas
lista. que en chicos al ingerir de manera más adecuada los
primeros y segundos platos y abusar menos de alimentos
poco recomendados, como fritos, dulces y comida
precocinada, e ingerir menos bebidas poco reco-
mendables (alcohólicas, energetizantes, gaseadas). De-
ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, nº. 2, 89-100. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ap.13.2.17817 97

bido a ello, no se confirma la hipótesis 2, ya que los chi- aduciendo razones de imagen corporal (ponerse ropa
cos tienen una alimentación menos adecuada que las chi- actual, seguir el modelo de belleza o sentirse mejor con-
cas. sigo mismas) y las abandonan por falta de fuerza de vo-
luntad y no ver resultados rápidos. Estos resultados con-
Estos resultados pueden ser explicados por la firman la hipótesis 3 y van en consonancia con los de Ei-
asociación que las mujeres realizan entre delgadez y be- senberg y Neumark-Steiner (2013), quienes encontraron
lleza al interiorizar el ideal estético social de delgadez y que las chicas siguen más tipos de dietas que los chicos,
concuerdan con estudios precedentes (Sehm y Warsch- tanto saludables (Durá y Castroviejo, 2011), como no
burger, 2015), considerando este modelo algo natural, saludables, siendo la imagen corporal una razón de peso
perfecto y sano, promoviendo el deseo de estar delgadas para ello (Kortabarría et al., 2013). Apenas existen estu-
y seguir dietas para reducir peso. De este modo, las chi- dios que analicen las variables estudiadas en la presente
cas consumen menos grasas e ingieren alimentos más investigación, es decir, razones de iniciar una dieta, tipo
saludables, como las frutas y verduras, mientras que los de dietas y motivos para abandonarlas, pero los que
chicos consumen menos frutas y verduras y más carne y existen confirman que las mujeres frente a los varones y
bebidas gaseosas, por lo que los HA y DA de los chicos los adolescentes frente a los jóvenes realizan dietas me-
son menos equilibrados y saludables (Borobio, 2012). nos saludables y no las hacen por motivos de salud,
Saucedo y Unikel (2010) obtuvieron resultados diver- existiendo mayor riesgo de TCA (Berner et al., 2013;
gentes, manifestando que las chicas, bien por su preocu- Goldschmidt et al., 2012; Liechty y Lee, 2013; Loth et
pación por el aspecto físico o bien por el miedo a engor- al., 2014; Racine et al., 2011).
dar, son las que tenían HA de mayor riesgo de TCA y
DA de peor calidad. Éstas eliminan alimentos con alto Las principales aportaciones del estudio se centran en
contenido de lípidos, ayunan de días completos y restrin- la desigualdad de los HA en varones y mujeres, teniendo
gen tanto alimentos poco recomendados como saluda- que tener cuidado si, siendo aparentemente mejores los
bles, exponiéndose al riesgo que padecer un TCA (En- de mujeres, son en definitiva hábitos excesivamente res-
cuesta de Salud, 2013; Rodríguez et al., 2013). trictivos en grasas y otros nutrientes considerados que
engordan, pero absolutamente necesarios en los HA sa-
Aunque estos resultados parecen contradictorios, no ludables. Otra aportación significativa ha sido clarificar la
lo son si se tienen en cuenta que el deseo de delgadez importancia que tiene la distancia entre peso real, per-
lleva consigo seleccionar alimentos más saludables (fru- cibido y deseado, especialmente para las mujeres, como
tas y verduras) y restringir los que más engordan (grasas, factor de riesgo de la distorsión e insatisfacción corporal
alcohol, dulces, fritos y bebidas carbonatadas), y en este y las consecuencias que conllevan para el inicio de HA y
sentido las mujeres se alimentan mejor; pero, cuando la DA inadecuadas, aberrantes y excesivamente restrictivas.
obsesión por la delgadez es elevada, la alimentación ter- La mayor aportación ha consistido en el diseño de un
mina en dietas aberrantes, restricciones alimentarias ex- instrumento de evaluación de DA para analizar distintos
tremas, y errores nutricionales de riesgo, confirmando lo aspectos relacionados con las dietas alimentarias en
obtenido en otros estudios (Saucedo y Unikel, 2010). adolescentes y jóvenes, teniendo en cuenta la ausencia de
dichos instrumentos y la importancia de los mismos en
En cuanto a las dietas alimentarias, la hipótesis los TCA.
tercera planteaba que las chicas realizarían más tipos de
dietas, creían necesario hacer dietas, las hacían por insa- Sin embargo, hay dos limitaciones a señalar. Una, que
tisfacción corporal y las abandonarían por falta de vo- el estudio está realizado con autoinformes, por lo que el
luntad. Efectivamente, las chicas obtienen puntuaciones sesgo de deseabilidad social puede en parte alterar los
significativamente superiores a los chicos ya que realizan resultados. Otra limitación deriva de la ausencia de
más tipos de dietas: mediterránea, barritas saciantes, instrumentos de evaluación sobre HA y DA, por lo que la
productos eliminagrasas, limón y pomelo y toma la mi- verificación de la hipótesis queda reducida.
tad. También mayor porcentaje de chicas hacen dieta,
98 ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, nº. 2, 89-100. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ ap.13.2.17817

Sin embargo, los resultados de este estudio en


relación a la atribución que hacen sobre razones para en- Referencias
gordar, iniciar una dieta y abandonarla abren un amplio
campo de investigación, tanto desde el punto de vista de
la evaluación-intervención, en la que habría que consoli- Aranceta, J. (2013). Nutrición Comunitaria. Barcelona,
dar la construcción de instrumentos con características España: Toray Masson.
psicométricas adecuadas, ya que proveería de importan-
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ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, nº. 2, 101-116. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ap.13.2.17821 101

DESARROLLO DE UNA ESCALA PARA EVALUAR RECURSOS DE


PERSONALIDAD ASOCIADOS A LA RESILIENCIA INFANTIL
DEVELOPMENT OF A SCALE TO ASSESS PERSONALITY
RESOURCES ASSOCIATED WITH CHILDREN'S RESILIENCE

VIVIANA LEMOS1, GABRIELA KRUMM1, MARISEL GUTIERREZ1 Y


VANESSA ARÁN-FILIPPETTI1

diferentes aspectos complementarios de las propiedades


Resumen psicométricas del instrumento. El primer estudio (E1) se
desarrolló con una muestra intencional de 216 niños de
El estudio de la resiliencia, capacidad humana para ambos sexos, de 9 a 12 años, de tres provincias de la
sobreponerse a las adversidades, construir sobre ellas y República Argentina. El segundo estudio (E2), con una
salir fortalecido, posee una gran relevancia, dadas las muestra de 479 niños de características semejantes al E1.
implicancias que tiene en la prevención y promoción Se realizó un Análisis Factorial Exploratorio y uno
positiva del desarrollo humano. En este sentido, el Confirmatorio, se estudió el poder discriminativo de los
objetivo de este trabajo fue evaluar de manera válida y ítems, la consistencia interna del instrumento y diferentes
confiable algunos de los recursos de personalidad análisis de validez de constructo convergente y
asociados comúnmente por la literatura a la resiliencia discriminante. Los resultados de ambos estudios permiten
infantil: autocontrol, empatía, prosocialidad, autoeficacia indicar que la versión final del instrumento cumple con
y creatividad. Se realizaron dos estudios para analizar los criterios esperados de validez y confiabilidad. La

Email: vivianalemos@doc.uap.edu.ar
1
Universidad Adventista del Plata, Argentina.

Recibido: 20 de junio de 2016.


Aceptado: 20 de septiembre de 2016.
102 ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, nº. 2, 101-116. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ ap.13.2.17821

escala desarrollada permite obtener, a partir de una competences in other areas of psychological
prueba psicológica breve y de sencilla aplicación, un development.
perfil de recursos de personalidad asociados a la
resiliencia infantil. Teniendo en cuenta que dichos Keywords: resilience; personality; psychological
recursos constituyen sólo un aspecto a considerar en la assessment; psychological resources; childhood.
evaluación de este importante constructo, se sugiere
complementar esta información con la evaluación de los
riesgos y las competencias en otros ámbitos del
desarrollo psicológico. Introducción

Palabras clave: resiliencia; personalidad; La resiliencia es una de las variables más estudiadas
evaluación psicológica; recursos psicológicos; infancia. en la actualidad por las implicancias que tiene en la pre-
vención y promoción del desarrollo humano. Es definida
como la capacidad humana para sobreponerse a las ad-
Abstract versidades, construir sobre ellas y salir fortalecido
(Grotberg, 1996, 2001, 2006; Melillo y Suárez Ojeda,
The study of resilience in terms of the human capacity to 2001). Implicaría el logro de una adaptación positiva o el
overcome adversities, build on them and emerge afrontamiento adecuado de las tareas de desarrollo típicas
strengthened, has a great significance given its de una determinada etapa o cultura, a pesar de las
implication for the prevention and the positive promotion experiencias de adversidad (Muñoz-Silva, 2012).
of human development. The present study aimed at
assessing with a valid and reliable measure some of La naturaleza de la resiliencia es compleja y
those personality resources frequently associated in multidimensional e involucra factores individuales, fa-
literature with child resilience -self-control, empathy, miliares y del ambiente socio-cultural. Partiendo del su-
prosociality, self-efficacy and creativity. Two different puesto que hay situaciones, sucesos o condiciones en
studies were carried out in order to analyze different estos tres ámbitos que son favorables o desfavorables
complementary aspects regarding the psychometric para el desarrollo infantil, se derivan dos conceptos bási-
properties of the instruments. The first study (E1) was cos como son los factores protectores y los factores de
conducted with an intentional sample of 216 children of riesgo (Panez, 2002).
both sexes, aged 9 to 12 years from three Argentine
provinces. The second study (E2) was carried out with a Los factores de riesgo están conformados por
sample of 479 children with similar characteristics to variables que implican riesgo biológico, familiar o psico-
those of E1. Exploratory and Confirmatory Factor social y aumentan la probabilidad de consecuencias ne-
Analysis were performed and the discriminative power gativa en el desarrollo (Durlak, 1998; Lamas, 2000). Si
of the items, the internal consistency of the instrument bien es cierto que cualquier tipo de población puede verse
and different analysis of discriminant and convergent afectada por situaciones de riesgo, es más evidente
construct validity were studied. Results of both studies cuando se trata de la población infantil, por el grado de
indicated that the final version of the instrument meets vulnerabilidad que la caracteriza. Entre los factores de
the expected criteria for validity and reliability. From a riesgo en población infantil, encontramos entre otros:
brief psychological test of easy administration, the scale sobrecarga de responsabilidades, maltrato físico y psi-
developed enables to obtain a profile of personality cológico, falta de atención médica, marginación, situa-
resources associated with the child resilience. Bearing in ción de pobreza extrema (Lara et al., 2000). Así mismo,
mind that such resources are just one of those aspects to los niños que están en mayor situación de riesgo, son
be considered in the assessment of this significant aquellos que están expuestos a factores acumulados de
construct, it is suggested to further supplement this riesgo, ya sea por dificultades económicas, enfermedad
information with the assessment of the risks and the mental de alguno de los padres, prácticas de crianza
ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, nº. 2, 101-116. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ap.13.2.17821 103

inadecuadas, abuso o conflicto familiar, es decir un con- mandas del contexto ambiental, e implica un equilibrio
texto material y psicosocial empobrecido (Fergusson y entre el subcontrol –falta de control, modulación insufi-
Horwood, 2003). ciente del impulso, incapacidad para postergar la gratifi-
cación, expresión inmediata y directa de motivaciones,
Como contraparte, los factores protectores son una afectos y vulnerabilidad a los distractores del ambiente– y
combinación de factores que permiten al niño afrontar y el sobrecontrol o hipercontrol (Block y Block, 1980). El
superar los problemas y adversidades, pudiendo tener autocontrol es la base para el desarrollo de otros recursos
que ver con el contexto o con una cualidad o caracterís- que favorecen la resiliencia (Grotberg, 1995), ya que
tica individual de la persona (Rutter, 1985). Los factores mejora el manejo de las frustraciones, las situaciones de
protectores modifican y mejoran las respuestas de las estrés, las preocupaciones, la focalización de objetivos, la
personas frente a una situación de riesgo, generando en concreción de lo que se comienza y la espera necesaria de
éstas un incremento en sus posibilidades de obtener un lo que se desea (Kotliarenco et al., 1997; Rutter, 1987).
afrontamiento exitoso (Lamas, 2000). Estos factores
pueden clasificarse en: factores personales, psicosociales De acuerdo con Bandura (1997), la autoeficacia
de la familia, y socioculturales (Kotliarenco y Dueñas, conforma un sistema de creencias acerca de la capacidad
1994). y confianza para actuar y lograr determinadas metas o
resultados. Diferentes autores (Benight y Bandura, 2004;
En este contexto, los diferentes instrumentos que han Boyer et al., 2000; Gully, Incalcaterra, Joshi y Beaubien,
sido desarrollados con la intención de evaluar la resilien- 2002; Holden, 1991; Holden, Moncher, Schinke y
cia en niños, han considerado diferentes aspectos vincu- Barker, 1990; Moritz, Feltz, Fahrbach y Mack, 2000;
lados a los factores protectores (e.g., Cabrera-García, Multon, Brown y Lent, 1991; Sadri y Robertson, 1993;
Aya-Gómez y Guevara-Marín, 2014; Constantine, Be- Stajkovic y Lee, 2001; Stajkovic y Luthans, 1998), men-
nard y Diaz, 1999; Leffert, Benson, Scales, Sharma, cionan el importante papel de la autoeficacia percibida en
Drake y Blyth, 1998; Luthar, Cicchetti y Becker, 2000; la capacidad de recuperación y de ejercer cierto grado de
Saavedra y Castro, 2009; Salgado Lévano, 2005; Sprin- control sobre la adversidad, como así también en la
ger y Phillips, 1997). En este trabajo consideraremos es- regulación y alivio de las reacciones de estrés y la calidad
pecíficamente algunas características de la personalidad, de afrontamiento en situaciones de riesgo (Bandura,
asociadas a los factores protectores personales que la li- 1997). La confianza para responder a los estímulos del
teratura reporta comúnmente como asociadas a la resi- entorno, generada por altos niveles de autoeficacia, mo-
liencia infantil, como ser: el autocontrol, la autoeficacia, dula la percepción de la situación estresante viéndosela
la creatividad, la empatía y la prosocialidad (Benight y como menos perturbadora.
Bandura, 2004; Buendía, 1996; Fuentes y Torbay, 2003;
Greco, Morelato e Ison, 2006; Kotliarenco, Cáceres y Por otra parte, diversas investigaciones muestran que
Fontecilla 1997; Krumm, 2003; Lara, Martínez, Pan- la resiliencia se relaciona con la creatividad (Calvet et al.,
dolfi, Penroz y Díaz, 2000; Lemos, 2009; Melillo y Sua- 2011; Fuentes y Torbay, 2004; Greco et al., 2006;
rez Ojeda, 2001; Munist et al., 1998; Núñez, 2003; Panez Salgado Lévano, 2005). La creatividad como factor pro-
y Silva, 2002; Radke-Yarrown y Brown, 1993, citado en tector y pilar de la resiliencia, da al individuo la capaci-
Buendía, 1996; Roche, 1997, 1998; Rutter, 1993). dad de pensar sobre sus propios pensamientos, generar
ideas y nuevas posibilidades de acción ante las situacio-
El autocontrol adecuado –capacidad para regular de nes adversas. La creatividad es un potencial que ayuda al
manera ajustada sentimientos, comportamiento, atención, individuo a afrontar las situaciones presentes y futuras,
pensamientos y el propio cuerpo– es una característica mejorando la capacidad de adaptación del sujeto a dife-
fundamental de los sujetos resilientes (Berk, 1999; Ei- rentes entornos (Fuentes y Torbay, 2004; Krumm, 2003).
senberg, Fabes, Guthrie y Reiser, 2000; Richaud, 2013; Además, posibilita ver los problemas y las situaciones
Richaud y Lemos, 2014; Rutter, 1993). Es la capacidad adversas desde diferentes ángulos, utilizando los propios
dinámica de modular el nivel de control según las de-
104 ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, nº. 2, 101-116. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ ap.13.2.17821

recursos para dar soluciones nuevas y originales (Panez, Método


2000).
Los dos estudios desarrollados en este trabajo son de
carácter instrumental. De acuerdo con Montero y León
Así mismo, la empatía ha sido comúnmente asociada
(2007), este tipo de estudio busca el desarrollo de prue-
a la resiliencia (Cabrera-García, Aya-Gómez, y Guevara-
bas, incluyendo el diseño o estudio de las propiedades
Marín, 2014; Gaxiola Romero, Frías Armenta, Hurtado
psicométricas de las mismas. En este sentido, se preten-
Abril, Salcido Noriega y Figueroa Franco, 2011; Salgado
Lévano, 2005). La misma implica una respuesta dió desarrollar la Escala de recursos de personalidad
emocional que se deriva de la percepción del estado o asociadas a la resiliencia infantil y evaluar su desempeño
condición de otra persona, siendo congruentes a esta si- psicométrico. A continuación, se explicitan los partici-
tuación (Eisenberg y Strayer, 1987). La empatía contri- pantes, procedimientos seguidos, resultados y conclusio-
buye a la competencia social del niño (Garmezy, 1996; nes obtenidas en cada uno de los estudios
Howes, Matheson y Hamilton, 1994). Un niño social-
mente competente es capaz de ser sensible y empático, Estudio Uno (E1)
esto le permite participar en actividades sociales positi-
vas, formar relaciones de amistad, adaptarse a las situa-
Partiendo de la teoría de base, se elaboró un pool de
ciones estresantes (Howes et al., 1994), y responder
66 ítems; 10 ítems para operacionalizar la dimensión de
proactivamente de manera prosocial, pudiendo benefi-
prosocialidad, 13 para autoeficacia, 13 para empatía, 15
ciarse con las muchas consecuencias positivas a nivel
para creatividad y 15 para autocontrol.
social, emocional y cognitivo que la conducta prosocial
trae aparejada en los niños (e.g., Lemos y Richaud de
Minzi, 2014; Palau del Pulgar, 2006; Roche Olivar, Participantes
2005).
Contando con el previo consentimiento informado de
El estudio de la resiliencia, es de gran relevancia, los padres y la participación voluntaria de los niños, la
dadas las implicancias que tiene en la prevención y pro- escala inicial fue administrada a una muestra de 216
moción positiva del desarrollo humano. Poder evaluar niños, de ambos sexos, de 9 a 12 años de edad
algunos aspectos vinculados a la misma en los niños, (M = 10.51, DE = 1.39), de clase social media, de cinco
como ser los diferentes recursos de personalidad ante- centros educativos de las provincias de Entre Ríos, Chaco
riormente mencionados, permitiría por un lado detectar y Santa Fe de la República Argentina.
fortalezas y vulnerabilidades y por otro, evaluar la efica-
cia y efectividad de diferentes programas de intervención
que pretendan la promoción de dichos recursos.
Procedimiento

En este contexto el objetivo del presente trabajo fue Para el estudio psicométrico del instrumento se
desarrollar una escala que permita operacionalizar los si- realizaron los siguientes procedimientos estadísticos:
guientes recursos de personalidad asociados a la resilien-
cia infantil: empatía, prosocialidad, autoeficacia, auto- 1. Para examinar el poder discriminativo de los ítems, se
control y creatividad, en niños de 9 a 12 años de edad, trabajó con el criterio de grupo contrastantes,
estudiar sus propiedades psicométricas y poner a prueba analizando posteriormente las respuestas mediante la
el modelo de medida resultante, a través de dos estudios prueba t de diferencia de medias para muestras
empíricos. independientes. Esto se realizó para observar si
existían diferencias estadísticamente significativas
entre los sujetos que puntúan más alto (cuartil
superior, percentil por encima de 75) y los que
puntúan más bajo (cuartil inferior, percentil por
ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, nº. 2, 101-116. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ap.13.2.17821 105

debajo de 25) en la variable que se está midiendo Conclusiones


(Cohen y Swerdlik, 2001).
2. Se estudió la pertinencia de realizar un análisis La psicometría establece que la calidad de una prueba
factorial mediante el índice de adecuación muestral psicológica se evalúa a través de sus indicadores de
Kaiser- Meyer- Olkin y la prueba de esfericidad de confiabilidad y validez (Martinez-Arias, Hernández-
Bartlett. Luego se realizó un Análisis Factorial Lloreda y Hernández-Lloreda, 2006). De este modo en el
Exploratorio (AFE) a través del método de E1 se analizaron ambos aspectos, realizando estudios de
componentes principales con rotación oblicua, validez de constructo factorial, análisis de consistencia
partiendo del supuesto teórico de que los factores interna y del poder discriminativo de los ítems.
están correlacionados entre sí.
De acuerdo a los resultados obtenidos, todos los ítems
Para evaluar la confiabilidad desde el aspecto de la que componen la escala tienen la capacidad de
consistencia interna, tanto para la escala general como discriminar significativamente entre los sujetos que
para cada una de las dimensiones encontradas, se calculó presentan mayores y menores valores en los diferentes
el índice de alpha de Cronbach. recursos evaluados, vinculados a la resiliencia infantil.

Con respecto a la validez factorial, se encontraron


resultados satisfactorios. Obteniendo una matriz de
Resultados estructura simple y cumpliendo con los criterios
deseables de que: (a) la variancia esté uniformemente
Luego de sucesivos AFE utilizando el método de distribuida respecto de los factores, (b) cada ítem cargue
componentes principales y rotación Oblimin, en los que o sature en un único factor, (c) los pesos de los factores
se fue depurando la matriz factorial, descartando aque- estén próximos a 1 o 0, y (d) los factores sean unipolares
llos ítems con baja comunalidad, complejidad factorial o (Tornimbeni, Pérez y Olaz, 2008).
bajo peso en el factor que se pretendía operacionalizar,
se llegó a una estructura clara y simple compuesta por 31 Con relación a la confiabilidad de la prueba, puede
ítems que se pesaron en 3 factores (alpha general = .77). decirse que los coeficientes de consistencia interna re-
sultaron adecuados tanto para la prueba en su conjunto
El índice de KMO fue de .745 y el X2(465) de como para cada dimensión por separado; especialmente
Bartletett fue de 1281.33 (p < .001). La variancia total teniendo en cuenta la edad de los sujetos evaluados y el
explicada por los tres factores fue de 30.49 %. número de ítems considerado en cada dimensión de la
escala (Cronbach, 1951; Lemos, 2012; Mischel, 1974).
Los tres factores resultantes fueron:

1. Empatía y Prosocialidad: 14 ítems alpha = .80


2. Autocontrol: 8 ítems; alpha = .70
3. Autoeficacia y Creatividad: 9 ítems; alpha = .70

Todos los ítems resultaron discriminativos (p < .001).


Ver Tabla 2.
106 ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, nº. 2, 101-116. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ ap.13.2.17821

Tabla 1

Matriz de configuración, e índices de confiabilidad por factor y número de ítem de la prueba definitiva

Empatía y Autocontrol Autoeficacia y


Prosocialidad (-) Creatividad
Cuando un amigo está alegre, yo también me pongo
.645 -.036 -.080
alegre.
Me doy cuenta enseguida si un compañero está triste o
.570 -.040 -.016
necesita ayuda.
Cuando estoy con alguien que está triste yo también me
.552 -.132 .124
pongo triste.
Cuando estoy con alguien que está contento, yo
.544 -.240 -.059
también me pongo contento.
Cuando veo llorar a alguien que no conozco siento
.525 -.383 .082
ganas de llorar.
Cuando veo a alguien bailando me dan ganas de mover
.513 -.275 .013
los pies.
Ayudo sin que me lo pidan. .489 -.025 -.115
Me gusta ayudar a mis compañeros. .480 .166 .043
Me da mucha lástima cuando un compañero pasa por
.478 .080 .050
un momento feo.
Escucho con atención las opiniones de los demás. .476 .153 -.050
Cuando discuto con otra persona, trato de entender lo
.474 -.039 -.223
que el otro piensa.
Me doy cuenta si un amigo está enojado. .467 .163 .006
Respondo rápido si alguien necesita algo. .412 -.043 -.226
Defiendo a mis amigos. .403 .056 .106
Me cuesta quedarme quieto. .050 .645 -.048
La seño me reta en la escuela. -.030 .584 .036
Dejo mis tareas sin terminar. -.067 .561 -.114
Me distraigo fácilmente. .031 .554 -.070
Me cuesta esperar mi turno para realizar algo. .001 .530 .129
Si alguien me trata mal, respondo con agresividad. .129 .511 -.009
Reacciono de manera exagerada ante pequeños
-.036 .515 .217
problemas.
Me equivoco en una prueba por no leer bien las
-.073 .497 -.035
consignas.
Cuando hago planes estoy seguro que puedo lograrlos. -.109 -.082 -.643
Soy capaz de conseguir lo que me propongo. -.018 .223 -.561
Me siento seguro de mi capacidad para hacer las cosas. .124 .067 -.536
Las tareas de la escuela me salen bien. -.010 .358 -.503
Puedo hacer las tareas de la escuela sin ayuda. .166 .227 -.502
Me gusta cuando la seño me deja presentar una tarea
.044 .020 -.493
como yo quiero.
Soy bueno en los deportes. -.112 -.080 -.445
Se me ocurren diferentes juegos con la misma cosa. .174 .159 -.366
Se me ocurren muchas formas diferentes de dibujar
.344 .126 -.359
algo.
N° de ítems 14 8 9
Coeficiente Alpha .80 .70 .70
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Tabla 2

Poder discriminativo de los ítems de la versión final de la escala

Grupo bajo Grupo alto


Ítems de la escala t p
ME DE ME DE
1. Cuando estoy con alguien que está triste yo
1.85 0.53 3.40 0.88 -8.79 .000
también me pongo triste.
2. Me gusta ayudar a mis compañeros. 5.52 1.04 3.67 0.58 -7.12 .000
3. Cuando veo llorar a alguien que no conozco siento
1.43 0.77 2.84 1.06 -7.99 .000
ganas de llorar.
4. Me doy cuenta enseguida si un compañero está
2.20 0.90 3.67 0.58 -10.93 .000
triste o necesita ayuda.
5. Cuando hago planes estoy seguro que puedo
2.19 0.57 3.60 0.59 -12.18 .000
lograrlos.
6. Las tareas de la escuela me salen bien. 2.45 0.59 3.36 0.73 -6.78 .000
7. Cuando veo a alguien bailando me dan ganas de
1.67 1.01 3.30 0,94 -8.70 .000
mover los pies.
8. Si alguien me trata mal, respondo con agresividad. 2.13 1.12 3.60 0.73 -8.37 .000
9. Ayudo sin que me lo pidan. 2.19 0.93 3.48 0.72 -8.05 .000
10. Soy capaz de conseguir lo que me propongo. 2.39 0.78 3.51 0.71 -7.47 .000
11. Cuando estoy con alguien que está contento, yo
2.81 1.05 3.85 0.36 -6.88 .000
también me pongo contento.
12. Me cuesta esperar mi turno para realizar algo. 1.91 0.97 3.39 0.84 -8.56 .000
13. Defiendo a mis amigos. 2.78 1.04 3.70 0.57 -5.65 .000
14. Cuando un amigo está alegre, yo también me
2.37 0.88 3.86 0.35 -11.51 .000
pongo alegre.
15. Dejo mis tareas sin terminar. 2.64 1.01 3.83 0.62 -7.65 .000
16. Me distraigo fácilmente. 1.69 0.89 3.47 0.74 -11.35 .000
17. Respondo rápido si alguien necesita algo. 2.58 0.91 3.80 0.40 -9.01 .000
18. Me siento seguro de mi capacidad para hacer las
2.47 0.89 3.79 0.47 -9.79 .000
cosas.
19. Me doy cuenta si un amigo está enojado. 2.63 1.02 3.65 0.67 -6.13 .000
21. Escucho con atención las opiniones de los
2.35 0.93 3.65 0.71 -8.15 .000
demás.
22. Soy bueno en los deportes. 2.69 0.98 3.65 0.65 -5.99 .000
23. Se me ocurren muchas formas diferentes de
2.47 0.95 3.77 0.47 -9.15 .000
dibujar algo.
24. La seño me reta en la escuela. 2.44 1.00 3.64 0.48 -8.34 .000
25. Puedo hacer las tareas de la escuela sin ayuda. 2.18 0.69 3.72 0.55 -12.12 .000
26. Me da mucha lástima cuando un compañero
2.54 1.00 3.68 0.66 -6.94 .000
pasa por un momento feo.
27. Se me ocurren diferentes juegos con la misma
2.07 0.76 3.56 0.77 -9.82 .000
cosa.
28. Cuando discuto con otra persona, trato de
2.02 0.85 3.41 0.88 -8.34 .000
entender lo que el otro piensa.
29. Me equivoco en una prueba por no leer bien las
2.25 1.05 3.44 0.73 -7.48 .000
consignas.
30. Reacciono de manera exagerada ante pequeños
2.32 1.18 3.68 0.55 -8.02 .000
problemas.
31. Me gusta cuando la seño me deja presentar una
2.18 1.10 3.56 0.80 -7.36 .000
tarea como yo quiero.
108 ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, nº. 2, 101-116. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ ap.13.2.17821

Estudio Dos (E2) si existe una correlación positiva y significativa


con dicha medida y la dimensión Empatía y
El segundo estudio tuvo los siguientes objetivos: Prosocialidad del presente cuestionario.
1. Evaluar si la estructura observada en el AFE podía 2. El Interpersonal Reactivity Index (IRI, Índice de
verificarse a través de un Análisis Factorial Reactividad Personal; Davis, 1980) que
Confirmatorio (AFC) en una nueva muestra de operacionaliza un constructo multidimensional
estudio con características semejantes. de empatía (aspectos cognitivos y afectivos),
2. Obtener evidencias de validez de constructo, conver- estudiado en población infantil argentina por
gente y discriminante del instrumento desarrollado. Richaud de Minzi (2008). En este trabajo se
consideraron las dimensiones (i) preocupación
empática (emocional) y (ii) toma de perspectiva
Participantes (cognitiva) del IRI, para conocer si existía una
correlación positiva y significativa con la
Después de contar con el consentimiento informado dimensión Empatía y Prosocialidad del presente
de los padres o tutores legales y la participación cuestionario.
voluntaria de los niños, la escala fue administrada a una 3. La Escala de Agresión Física y Verbal (AFV,
nueva muestra de 479 niños escolarizados, de ambos Caprara y Pastorelli, 1993; Del Barrio, et al.,
sexos (nmujeres = 257, nvarones = 222) de 9 a 12 años de 2001). Se trata de una escala de 20 ítems que
edad (M = 10.77, DE = 1.16), de clase social media, de evalúa la conducta de hacer daño a otros física y
las provincias de Entre Ríos y Buenos Aires de la verbalmente. La escala se utilizó para estudiar si
República Argentina. existía una correlación negativa y significativa
con las puntuaciones del instrumento en estudio
en general y específicamente con la dimensión
Procedimiento Autocontrol del instrumento en estudio.
4. Las creencias de autoeficacia se evaluaron a
Para verificar si los datos en la nueva muestra de partir de la Escala Multidimensional de
estudio ajustaban a la estructura encontrada en el AFE Autoeficacia infantil (EMA-i) de Oros (2004)
del E1, se realizó un AFC evaluando el ajuste del modelo para niños de 8 a 13 años de edad, para estudiar
mediante los índices de bondad de ajuste: CFI si existía una correlación positiva y significativa
(Comparative Fit Index), GFI (Goodness of Fit Index) y con la dimensión Autoeficacia y Creatividad del
AGFI (Adjusted Goodness of Fit Index) y los índices de presente cuestionario.
error RMR (Root Mean Residual) y RMSEA (Root Mean 5. Por último, el Índice de Creatividad fue evaluado
Squared Error of Aproximation). con la prueba de Figuras del Test de
Pensamiento Creativo de Torrance (TTCT;
Finalmente, para obtener evidencias de la validez de Torrance, Ball, y Safter, 1992), Forma A. La
constructo convergente y discriminante de la escala, se medición de la creatividad en los dibujos se
utilizó análisis de correlación r de Pearson para estudiar realizó para estudiar si existía una correlación
la relación entre las dimensiones del instrumento positiva y significativa con la dimensión
estudiado con otras puntuaciones que evalúan Autoeficacia y Creatividad.
constructos semejantes y diferentes.

1. Escala de Conducta Prosocial (CP) de Caprara


y Pastorelli (1993; Del Barrio, Moreno y López,
2001); dicha escala, ofrece a partir de 15 ítems
(cinco de control de aquiescencia) una medida
global de Prosocialidad. Se utilizó para conocer
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Resultados obtenidos indican un buen ajuste a los datos empíricos y


un error bajo: CFI = .90, GFI = .94, AGFI = .93,
RMR = .04 y RMSEA = .03 (véase Figura 1).
Análisis Factorial Confirmatorio (AFC)
2
Debido a que el c del modelo resultó significativo se
2 2
calculó el c corregido c /gl. El valor obtenido de 1.76
es indicador de un excelente ajuste. Los índices de ajuste

Figura 1. Modelo de medida mediante AFC


110 ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, nº. 2, 101-116. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ ap.13.2.17821

Análisis de validez del constructo (b) autocontrol (8 ítems) y (c) autoeficacia y creatividad
convergente y discriminante (9 ítems). El modelo ajustó satisfactoriamente a los datos
encontrándose índices adecuados y un grado de error
bajo. Estos datos sugieren que en la evaluación de los
Con respecto al análisis de la validez convergente del
recursos de personalidad asociados a la resiliencia sería
instrumento, tal como puede observarse en la Tabla 3, se
adecuado contemplar estas tres grandes dimensiones.
observaron correlaciones positivas y significativas entre
la CP de Caprara y Pastorelli (1993; Del Barrio, Moreno
Como es posible observar las correlaciones obtenidas
y López, 2001), y la dimensión Prosocialidad y Empatía
para analizar la validez de constructo convergente y
del presente instrumento. Como así también entre la
discriminante, en todos los casos, fueron significativas y
escala EMAi (Oros, 2004) y la dimensión de
consistentes con lo esperado teóricamente.
Autoeficacia y Creatividad del instrumento evaluado.
También se encontraron correlaciones positivas y
significativas entre las dos dimensiones del IRI (Davis,
1980; Richaud de Minzi, 2008), Preocupación empática
Discusión y conclusión general
y Toma de perspectiva y la dimensión de Empatía y
Prosocialidad. Así mismo, se encontró una correlación Operacionalizar un constructo psicológico de manera
positiva y significativa entre el Índice de Creatividad precisa y válida implica un gran desafío. Este desafío se
(TTCT) y la dimensión Autoeficacia y Creatividad, del intensifica en el caso de instrumentos objetivos
instrumento estudiado. desarrollados para niños (Lemos, 2013). A las exigencias
psicométricas de toda prueba de evaluación psicológica,
Por último, tal como se esperaba teóricamente, la se suma una dificultad metodológica ligada a la etapa
escala de AFV (Caprara y Pastorelli, 1993; Del Barrio et evolutiva de la infancia. Las dificultades se asocian, entre
al., 2001) correlacionó de manera negativa y otras, a una menor capacidad de introspección lo que
significativa con la dimensión de Autocontrol, como así puede limitar el valor informativo de las autorreferencias
también con las otras dos dimensiones del instrumento o autoinformes (Forns, 1993). Por otro lado, aunque a
de recursos de personalidad asociados a la resiliencia partir de los siete años se considera que un niño
infantil. escolarizado se maneja relativamente bien con el lenguaje
escrito, no deja de ser difícil determinar el nivel de
comprensión lectora, específicamente en el caso de los
Conclusiones cuestionarios verbales autoaplicados del tipo de papel y
lápiz (Barrio Gándara, 2009). Sin embargo, a pesar de
estas dificultades, es muy relevante la información que el
El modelo puesto a prueba a través de un AFC
niño pueda proveer de sí mismo, siendo fundamental
emergido en el E1 a partir de un AFE, quedó
conocer cómo el niño se auto percibe, ya que desde la
conformado por tres componentes separados pero
teoría cognitiva, es esta percepción lo que en realidad
correlacionados: (a) empatía y Prosocialidad (14 ítems),

Tabla 3

Correlaciones para evidencias de validez de constructo convergente y discriminante

Preocupación
Conducta Toma de Agresión Física Índice de
Empática Autoeficacia
Prosocial perspectiva y Verbal Creatividad
EP .603** .418** .347** -.278** .252** .091**
A .190** .103** .124** -.551** .146** .002**
AC .315** .177** .221** -.163** .400** .221**
Nota. EP = Empatía y Prosocialidad, A = Autocontrol, AC = Autoeficacia y Creatividad.
*p = .05. **p = .01.
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influye en su comportamiento (Lemos, 2013). Por esta determinados factores protectores asociados a la
razón, el presente cuestionario indaga la autopercepción resiliencia infantil, sólo constituyen un aspecto a
que el niño tiene de sus propios recursos, considerar de este importante constructo. Por lo tanto, se
específicamente en relación a la empatía, prosocialidad, considera importante complementar la información que
autocontrol, autoeficacia y creatividad. brinda este instrumento con la evaluación de los riesgos y
las competencias en otros ámbitos del desarrollo
Los resultados obtenidos en los estudios E1 y E2, en psicológico.
cuanto al funcionamiento psicométrico de la escala,
permiten indicar que la versión final del instrumento
cumple con los criterios esperados de validez y
confiabilidad. Referencias
Los factores emergidos en el AFE y confirmados en
el AFC tienen apoyo teórico, sentido psicológico y son Bandura, A. (1997). Self-efficacy: The exercise of control.
de sencilla interpretación. Los diferentes análisis de New York: W. H. Freeman.
validez de constructo convergente y discriminante han
dado evidencias a favor de la validez de la escala. Así Benight, C. y Bandura, A. (2004). Social cognitive theory
mismo, el instrumento completo y cada una de sus of posttraumatic recovery: The role of perceived
dimensiones, presenta adecuados índices de consistencia self-efficacy. Behaviour Research and Therapy,
interna. Todos los ítems que conforman la versión final 42(10), 1129-1148.
del instrumento, son discriminativos. http://dx.doi.org/10.1016/j.brat.2003.08.008

En resumen, la escala desarrollada permite obtener, a Barrio Gándara, V. D. (2009). Problemas específicos de
partir de una prueba psicológica breve y de sencilla la evaluación infantil. Clínica y Salud, 20(3), 225-
aplicación, un perfil de recursos de personalidad 236.
asociados a la resiliencia infantil. En un factor se
fusionaron los aspectos más socio-emocionales, a través Berk, L. E. (1999). Desarrollo del Niño y del
de la dimensión de Empatía y Prosocialidad. En otro Adolescente. Madrid, España: Prentice may Ibérica.
factor, se agruparon los componentes más socio-
cognitivos, conformando la dimensión Autoeficacia y Block, J. y Block, J. H. (1980). The role of egocontrol
Creatividad. Y en un tercer factor se pesaron los aspectos and ego resiliency in the organization of behavior.
más disposicionales asociados al Autocontrol. Así En W. A. Collins (Ed.), The Minnesota symposium
mismo, es posible calcular un valor aditivo total que on child psychology (pp. 33–101). Hillsdale, NJ:
indicaría que a mayores puntajes, mayores recursos Erlbaum.
asociados a la resiliencia infantil.
Boyer, D. A., Zollo, J. S., Thompson, C. M., Vancouver,
Para promover determinados recursos personales J. B., Shewring, K. y Sims, E. (2000). A quantitative
asociados a la resiliencia infantil, es imprescindible en review of the effects of manipulated self-efficacy on
primer lugar una adecuada evaluación de los mismos. performance. Poster session presented at the Annual
Sumar un instrumento válido y confiable en este sentido, Meeting of the American Psychological Society,
aportaría al avance del estudio de este constructo tan Miami, FL.
relevante para el desarrollo humano a nivel personal y
social. Buendía, J. (1996). Psicopatología en niños y
adolescentes. Madrid, España: Pirámide.
Por último, la evaluación de los recursos que
operacionaliza específicamente este instrumento ligado a
112 ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, nº. 2, 101-116. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ ap.13.2.17821

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ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, nº. 2, 117-126. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ap.13.2.17822 117

PERFECCIONISMO INFANTIL: NORMALIZACIÓN DE UNA ESCALA


ARGENTINA PARA SU EVALUACIÓN
CHILDREN´S PERFECTIONISM: A NORMALIZATION OF AN
ARGENTINIAN SCALE FOR ITS MEASURE

LAURA B. OROS 1 Y JAEL VARGAS-RUBILAR2

doscientos setenta niños y niñas completaron la escala en


el contexto escolar. Análisis de variancia (ANOVA y
Resumen MANOVA) indicaron puntuaciones más elevadas en los
varones en la escala global y en la dimensión de
La Escala de Perfeccionismo Infantil (Oros, 2003), es un autodemandas. Respecto a la edad, se encontraron
instrumento argentino de sencilla aplicación que permite diferencias en la dimensión de autodemandas,
indagar la presencia de pensamientos irracionales en presentando más autoexigencias irracionales los niños
forma de autodemandas y las consecuentes reacciones menores (8 a 10 años). Por lo tanto, se presentan los
perfeccionistas ante el fracaso de las mismas. La escala valores normativos segregados por género y edad, los
ha demostrado tener un buen funcionamiento cuales constituyen un aporte significativo para la
psicométrico al ser aplicada en muestras de niños investigación y la práctica clínica.
escolarizados de entre 8 y 13 años de edad, sin embargo,
no existen hasta el momento baremos nacionales que Palabras clave: perfeccionismo; niños; evaluación;
arrojen valores de referencia para la interpretación de los valores normativos.
puntajes. El objetivo del presente trabajo es ofrecer los
resultados de la normalización de dicha escala,
estableciendo diferencias por género y edad. Dos mil

1
Universidad de la Cuenca del Plata-CONICET; ISAM-Universidad Adventista del Plata, Argentina.
2
Grupo vinculado al CIIPME-CONICET; Universidad Adventista del Plata, Argentina.

Recibido: 2 de mayo de 2016.


Aceptado: 14 de julio de 2016.
118 ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, nº. 2, 117-126. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ ap.13.2.17822

Abstract Egan, Wade y Shaffan, 2011; Sastre-Riba, 2012; Scap-


patura, Arana, Elizathe y Rutsztein, 2011; Slaney, Rice,
Children’s Perfectionism Scale (Oros, 2003) is an ar- Mobley; Stoeber y Otto, 2006; Trippi y Ashby, 2001).
gentinian instrument of simple implementation which Esta dimensión adaptativa del perfeccionismo se ha visto
allows investigating the presence of irrational thought, asociada a la satisfacción personal y a una mejor autoes-
showed as a self-demanding behavior, and its related tima (Scappatura, Arana, Elizathe y Rutsztein, 2011;
perfectionist reactions when those self-demands are not Stoeber y Otto, 2006) y a estrategias de afrontamiento
fulfilled as expected. The scale has proved to be a good más adecuadas (Sastre-Riba, 2012). También se ha aso-
psychometric instrument when applied in a sample of ciado a una alta capacidad intelectual, buenas califica-
children attending school between the ages of 8 and 13 ciones, creatividad, a un alto estándar de rendimiento y
years old. However, it has not been developed so far any planificación profesional (Chan, 2009; Sastre-Riba, 2012,
national scale that provides reference values for the Stoeber, Mutinelli y Corr, 2016; Stoeber y Otto, 2006).
interpretation of the scores. The aim of this paper is to
provide the results of such scale standardization, En contraparte, el perfeccionismo insano implica una
establishing differences based of gender and age. Two actitud autocrítica desmedida, tendencia a la preocupa-
thousand two hundred and seventy children completed ción excesiva por los errores, pensamiento dicotómico
the scale within the school context. Analysis of variance (todo o nada), intolerancia al fracaso, inseguridad en re-
ANOVA and MANOVA showed higher scores for the lación a los logros personales y autodepreciación cuando
boys in the global scale and in the self-demand éstos no son alcanzados (Castro- Fornieleset al., 2007;
dimension. With regards to age, it has been found that Frost, Marlen, Lahart y Rosenblate, 1990; Sherry, Stoe-
children aged 8 to 10 show differences in the self- ber y Ramasubbu, 2016). De acuerdo a Slaney, Rice,
demand dimension showing more irrational self- Mobley, Trippi y Ashby (2001), el elemento que distin-
demands. Therefore, normative values are presented and gue al perfeccionismo sano del desadaptativo es la dis-
segregated by gender and age, which represents a crepancia entre los altos estándares autoimpuestos y el
significant contribution for clinical practice and research. desempeño percibido.

Hallazgos actuales confirman lo que las primeras


Keywords: perfectionism; children; measure; investigaciones reportaron acerca de la relación entre el
normative values. perfeccionismo y la enfermedad. Los individuos con per-
feccionismo desadaptativo tienen una mayor prevalencia
a experimentar síntomas del desorden afectivo, como
depresión y ansiedad (Abdi, Gholamreza Chalabianloo,
Introducción Joorbonyan, 2015; Egan, Wade y Shafran, 2011), y a
presentar actitudes y conductas alimentarias de riesgo
En los últimos años ha crecido notoriamente el (Boone, Soenens, Braet, y Goossens, 2010; Dour y The-
interés por estudiar y evaluar el perfeccionismo, debido ran, 2011; Sherry, Stoeber y Ramasubbu, 2016), estrate-
probablemente a los diferentes enfoques teóricos y evi- gias disfuncionales para enfrentar el estrés (Sirois y
dencias empíricas que lo sitúan como un elemento rele- Molnar, 2014), adicción al trabajo (Stoeber, Davis y
vante dentro del proceso de salud-enfermedad. El per- Townley, 2013) e inclinación suicida (Kiamanesh, Dyre-
feccionismo es un constructo multidimensional en el que grov, Haavind y Dieserud, 2014; Rasmussen, Slish,
se pueden distinguir aspectos tanto positivos como nega- Wingate, Davidson y Grant, 2012), entre otras caracte-
tivos. Entre los aspectos positivos cabe resaltar el interés rísticas perjudiciales.
por la superación personal, la búsqueda de metas eleva-
das, el esfuerzo para el logro, la organización, la puntua- La bibliografía también señala que el perfeccionismo
lidad, el orden, etc. (Abdi, Chalanbianloo y Joorbonyan, puede tener un inicio precoz. Los niños pueden presentar
2015; Ashby y Kottman, 1996; Blatt, 1995; Chan, 2009; creencias irracionales a temprana edad, las cuales tienden
ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, nº. 2, 117-126. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ap.13.2.17822 119

a mantenerse a lo largo del ciclo vital derivando en alemán, francés, chino y castellano) con buenos resulta-
diversos trastornos. Esta tendencia autoexigente y auto- dos psicométricos.
crítica aumenta la vulnerabilidad psicológica por lo que
es posible que los niños perfeccionistas vean disminui- Otra escala muy difundida es la Almost Perfect Scale
dos sus recursos protectores y presenten estrategias in- Revised (APS-R), propuesta por Slaney, Rice, Mobley,
eficaces para manejar el estrés y una mayor tendencia a Trippi y Ashby (2001), la cual evalúa tres componentes
la psicopatología (Affrunti y Wooduff-Borden, 2014; del perfeccionismo: altos estándares, orden y discrepan-
Elizathe, Murawski, Custodio y Rutsztein, 2012; Oros, cia percibida. Los primeros dos componentes reflejan
2005; Soreni et al., 2014). aspectos positivos, mientras que la discrepancia, como ya
se anticipó, representa el elemento disfuncional.
El diagnóstico y tratamiento del perfeccionismo
desadaptativo en las primeras etapas del desarrollo (i.e., Por su parte, Flett y Hewitt (1991) presentaron un
infancia y niñez) se considera clave para la prevención modelo multidimensional para evaluar el perfeccionismo
de trastornos psicológicos (e.g., depresión, ansiedad, desadaptativo. Esta escala incluye la medición de tres
trastorno obsesivo compulsivo) durante la adolescencia y dimensiones independientes: el perfeccionismo orientado
la adultez (Lozano Fernández, García Cueto, Martín a uno mismo, es decir, la tendencia a exigirse y a buscar
Vásquez y Lozano González, 2012; Oros, 2003, 2005). resultados y niveles muy altos y/o exagerados de ejecu-
Sin embargo, la carencia de instrumentos en español, ción; el perfeccionismo orientado hacia los demás o la
adecuadamente adaptados y normalizados para medir el tendencia a exigir a otros que hagan las cosas perfecta-
perfeccionismo en niños, ha dificultado el estudio del mente; y el perfeccionismo socialmente prescripto o la
constructo en relación a dichos trastornos psicológicos tendencia a creer que los demás esperan una realización
infantiles que en adultos están más estudiados (Lozano perfecta de todo lo que uno haga. De estas tres dimen-
Fernández, et al., 2012). Contar con pruebas válidas, y siones las dos primeras se han visto más vinculadas al
con sus respectivos valores de referencia, permitiría rea- malestar y la psicopatología (Hewitt y Flett, 1991).
lizar estudios epidemiológicos y estudiar qué factores
(tanto protectores como de riesgo) facilitan o inhiben la A partir de estos modelos para adultos se han
génesis del perfeccionismo disfuncional en las primeras desarrollado diversas escalas para evaluar el perfeccio-
etapas del desarrollo humano. nismo en niños (ver Tabla 1). Puntualmente en Argentina,
tomando como referencia el modelo de perfeccionismo
disfuncional de Flett y Hewitt (1991), Oros (2003)
desarrolló una escala que evalúa el perfeccionismo auto-
Operacionalización del constructo
orientado en niños de 8 a 13 años de edad, que se posi-
ciona como la primera de Latinoamérica. Este instru-
La mayoría de los modelos propuestos para la
mento permite indagar una serie de pensamientos dog-
evaluación diagnóstica del perfeccionismo adulto son
máticos y absolutistas en forma de autodemandas (e.g.,
multidimensionales y consideran distintas dimensiones
Debo ser el mejor alumno; Debo ganar siempre; No
factoriales. Entre los instrumentos más utilizados pueden
puedo cometer errores; etc.), y las consecuentes reaccio-
mencionarse la Escala multidimensional de perfeccio-
nes perfeccionistas ante el fracaso (e.g., Me critico mu-
nismo (FMPS), de Frost, Marlen, Lahart y Rosenblate
cho a mí mismo; Pienso mucho en las equivocaciones
(1990), que evalúa el perfeccionismo positivo y el
que tuve; Me insulto cuando cometo algún error; etc.). La
desadaptativo mediante las dimensiones: altos niveles
escala ha demostrado tener un buen funcionamiento en
personales, preocupación por los errores, dudas sobre las
población argentina y española (Elizathe, Murawski,
acciones, expectativas parentales, críticas parentales y
Custodio, y Rutsztein, 2012; Koval, 2013; Ocampo,
organización. De este instrumento se han realizado algu-
2008; Oros, Iuorno y Serppe, en prensa; J. A. Piqueras,
nas traducciones y validaciones a otros idiomas (i.e.,
comunicación personal, 16 de marzo, 2015; Quinteros
Meza, 2008; Serppe, 2010) y ha sido adaptada y validada
120 ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, nº. 2, 117-126. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ ap.13.2.17822

para niños venezolanos (Aguilar y Castellanos, 2015). Materiales


Sin embargo, y a pesar de su utilidad, no existen hasta el
momento baremos nacionales que arrojen valores de re- La Escala de Perfeccionismo Infantil (Oros, 2003) es
ferencia para la interpretación de los puntajes. Siendo un instrumento argentino de autorreporte que fue desa-
que esta información podría resultar de gran relevancia rrollado tomando como referencia el modelo de Hewitt y
para la práctica clínica y para el ámbito de la investiga- Flett (1991). Dicha escala evalúa el perfeccionismo dis-
ción científica, el presente trabajo tiene como principal funcional auto-orientado, una de las tres dimensiones
objetivo ofrecer los resultados de la normalización de la propuestas por los autores americanos, a través de 16
Escala argentina de perfeccionismo infantil de Oros ítems que se agrupan en dos subdimensiones: (a) auto-
(2003), para niños escolarizados de 8 a 13 años de edad. demandas (ítems 1-8), que implica la imposición personal
de estándares de desempeño exagerados e irracionales; y
(b) reacciones perfeccionistas frente al fracaso (ítems 9-
Método 16), que refleja las emociones y actitudes asociadas al
incumplimiento de las autodemandas.
Participantes
La validación inicial realizada por su autora estuvo
basada en una muestra de 583 niños argentinos escolari-
La muestra de estudio estuvo conformada por 2270
zados, comprendidos en un rango de edad de 8 a 13 años,
niños escolarizados (1065 varones y 1161 niñas), selec-
pertenecientes al nivel socioeconómico medio. Todos los
cionados por disponibilidad, que concurrían a escuelas
componentes de la escala resultaron discriminativos,
tanto de gestión pública como privada, de las provincias
factorialmente simples, unipolares y con cargas facto-
argentinas de Entre Ríos, Corrientes, Buenos Aires, Tu-
riales adecuadas, agrupándose con sentido psicológico y
cumán y Misiones, primando la región Mesopotámica
teórico en los dos factores antes mencionados.
(Mesopotamia: 59.60 %, Pampa: 25.20 %, Norte:
15.20 %). La edad de los niños estuvo comprendida en
Los primeros ocho ítems se responden seleccionado
un rango de 8 a 13 años (M = 10.73, DE = 1.20). De
alguna de las siguientes tres opciones: lo pienso, lo
acuerdo a la zona de residencia y al tipo de institución
pienso a veces, y no lo pienso; mientras que los ítems 9 al
educativa a la que asistían, los escolares pertenecen a
16 se contestan con las opciones: si, a veces y no. La
sectores urbanos del nivel socioeconómico medio.
escala permite obtener un valor general de perfeccio-
nismo auto-orientado, y un valor particular para cada uno
de los dos aspectos que lo integran.
En cuanto a la consistencia interna, la escala muestra
resultados satisfactorios tanto para el total de los ítems

Tabla 1
Instrumentos psicométricos para la medición multidimensional del perfeccionismo infantil

Denominación Autores Población Escalas/ subescalas


- Perfeccionismo orientado
Escala para niños y Flett, Hewitt, Boucher, Davidson y Niños y hacia sí mismo.
adolescentes (CAPS) Munro (1997) adolescentes - Perfeccionismo
socialmente prescrito.
- Sensibilidad a los errores.
Escala de Perfeccionismo - Autoestima contingente.
Rice y Preusser (2002) Niños
Adaptativo/Desadaptativo - Compulsividad.
- Necesidad de admiración.
- Autodemandas.
Escala de Perfeccionismo
Oros (2003) Niños - Reacciones ante el
Infantil
fracaso
Lozano Fernández, García Cueto, - Presión externa.
Inventario de Perfeccionismo
Martín Vázquez y Lozano González Niños - Autoexigencia.
infantil (IPI)
(2012) - Autovaloración
ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, nº. 2, 117-126. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ap.13.2.17822 121

(alpha de Cronbach general de .83) como para cada una ítems con respuesta intermedia y 1 punto para los ítems
de las subdimensiones (Autodemandas α = .82; Reacción con respuesta negativa. Seguidamente se realizaron aná-
ante el fracaso α = .70). lisis comparativos (ANOVA y MANOVA factoriales)
entre los diferentes grupos de edad y género, y de
acuerdo a estos resultados, se computaron los valores
percentilares, las medias aritméticas y desvíos estándar de
Procedimiento de recolección de datos
las dimensiones o de la escala completa, según co-
rrespondió, para cada grupo de niños. Para estudiar las
El procedimiento de selección de la muestra siguió un
diferencias por edad, se seleccionaron intencionalmente
método no probabilístico, por conveniencia, según las
dos subgrupos de participantes: niños de 8 a 10 (n = 916)
posibilidades de acceso a las escuelas primarias que
y de 11 a 13 años (n = 1308), según la similitud del pe-
aceptaron colaborar con este estudio. Una vez obtenida
ríodo evolutivo. El análisis de valores perdidos reveló
la autorización de los directivos y docentes responsables
que ninguno de los ítems presentó porcentajes de omisión
del aula, y el consentimiento escrito de los padres o tuto-
iguales o superiores al 5 %. Para la sustitución de los
res legales de los niños, se invitó a los participantes a
valores faltantes se utilizó el procedimiento de reemplazo
completar voluntariamente la escala de perfeccionismo
por la media de la serie. Se utilizó el programa SPSS 15.0
junto a sus compañeros, en el horario habitual de clases.
para todos los análisis.
Ningún niño presentó negativas para participar. Las
pautas éticas de recolección de datos (participación dis-
crecional, posibilidad de rechazo e interrupción volunta-
ria de la evaluación sin consecuencias de ningún tipo
Resultados
para el niño o su contexto, restricción y confidencialidad
El ANOVA para estudiar las diferencias en
de los datos, etc.) fueron informadas a los niños, sus pa-
dres, maestros y directivos, por los integrantes del perfeccionismo según el género y la edad de los niños,
equipo de investigación, favoreciendo la posibilidad de indicó que el perfeccionismo general varía únicamente
entre niñas y varones [F(1,2219) = 10,50, p < .001],
expresar dudas o recibir información ampliada sobre el
proyecto. siendo estos últimos quienes obtienen las puntuaciones
más elevadas. Respecto a las dimensiones, el MANOVA
reveló efectos principales del género [F(1,2219) = 19.05;
Procedimiento estadístico p < .001] y la edad [F(1,2219) = 7.76, p = .005] sola-
mente para la dimensión Autodemandas. El género mas-
Para calcular los valores brutos de cada subdimensión culino y el rango de edad de 8 a 10 años presentaron los
y de la escala total, se sumaron los puntajes asignados a valores más elevados en esta faceta de perfeccionismo
cada ítem de acuerdo al siguiente criterio: 3 puntos para (Ver Tabla 2). Las interacciones entre las variables inde-
los ítems con respuesta afirmativa, 2 puntos para los pendientes no resultaron significativas en ningún caso.
Tabla 2

Medias y desvíos estándar de perfeccionismo según el género y la edad de los niños

Perfeccionismo general Autodemandas Reacciones


GÉNERO ME DE ME DE ME DE
Varones 30.66 .20 15.00 .13 15.66 .11
Niñas 29.76 .19 14.20 .13 15.56 .10
EDAD
8-10 años 30.36 .21 14.86 .14 15.51 .11
11-13 años 30.06 .18 14.34 .12 15.72 .10
Nota. Contraste multivariado para género: F(2,2218) de Hotelling = 10.20, p < .001). Contraste multivariado para edad:
F(2,2218) de Hotelling = 10.20, p < .001).
122 ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, nº. 2, 117-126. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ ap.13.2.17822

Tabla 3

Valores normativos de la Escala de Perfeccionismo Infantil

Perfeccionismo general Autodemandas Reacciones


Percentiles Varones Niñas Varones Niñas Varones y Niñas
8-13 8-13 8-10 11-13 8-10 11-13 8-13
5 20 20 9 8 8 8 10
10 22 21 10 9 9 9 11
25 26 25 12 11 11 10 13
50 31 30 15 14 14 13 16
75 35 34 18 18 17 17 18
90 39 39 20 21 20 21 20
99 42 41 22 23 22 22 21
Medias 30.62 29.74 15.21 14.79 14.50 13.90 15.61
Desv. Típ. 6.39 6.52 3.85 4.39 4.13 4.43 3.45
N 1065 1161 427 636 488 672 2270
Nota. Los valores mínimos y máximos posibles para cada dimensión y para la escala completa son 8 y 24, y 16 y 48,
respectivamente.

Teniendo en cuenta estos resultados se elaboraron los entre niños de diferentes géneros. La Tabla 3 muestra los
criterios normativos diferenciando los valores de valores percentilares, las medias y los desvíos estándar
Autodemandas entre niños y niñas y entre los grupos de para cada caso. Además, para facilitar la interpretación de
diferentes edades. Asimismo, se diferenciaron los valo- los datos, se presentan los rangos percentilares y su
res normativos para el puntaje global de perfeccionismo clasificación en la Tabla 4.
Tabla 4

Rangos percentilares de la Escala de perfeccionismo infantil según el género y la edad

Rango Interpretación
PERFECCIONISMO GENERAL
16 a 30 puntos Perfeccionismo bajo
Varones de 8 a 13 31 a 34 puntos Perfeccionismo moderado
35 a 48 puntos Perfeccionismo elevado
16 a 29 puntos Perfeccionismo bajo
Niñas de 8 a 13 años 30 a 33 puntos Perfeccionismo moderado
34 a 48 puntos Perfeccionismo elevado
AUTODEMANDAS
8 a 14 puntos Perfeccionismo bajo
Varones de 8 a 10 años 15 a 17 puntos Perfeccionismo moderado
18 a 24 puntos Perfeccionismo elevado
8 a 13 puntos Perfeccionismo bajo
Varones de 11 a 13 años 14 a 17 puntos Perfeccionismo moderado
18 a 24 puntos Perfeccionismo elevado
8 a 13 puntos Perfeccionismo bajo
Niñas de 8 a 10 años 14 a 16 puntos Perfeccionismo moderado
17 a 24 puntos Perfeccionismo elevado
8 a 12 puntos Perfeccionismo bajo
Niñas de 11 a 13 años 13 a 16 puntos Perfeccionismo moderado
17 a 24 puntos Perfeccionismo elevado
REACCIONES
8 a 15 puntos Perfeccionismo bajo
Varones y niñas
16 a 17 puntos Perfeccionismo moderado
de 8 a 13 años
18 a 24 puntos Perfeccionismo elevado
ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, nº. 2, 117-126. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ap.13.2.17822 123

Discusión mejor. Considerando esta particularidad, es comprensible


que sean los niños quienes puntúen más alto en esta
La elaboración de baremos para la evaluación dimensión, dada la conocida tendencia a la
diagnóstica del perfeccionismo infantil resulta valiosa competitividad social y deportiva que presenta el género
tanto para la investigación de la temática (e.g., predicto- masculino. Tal como ha sido expuesto en estudios
res y correlatos del constructo) como para diversas áreas anteriores (Adams y Govender, 2008), el rol tradicional
de la psicología aplicada (i.e., clínica, educativa, comu- masculino se ve manifestado, entre otras cosas, por el
nitaria, entre otras). Asimismo, aporta la posibilidad de deseo de autosuficiencia, control, dominancia, fuerza,
conocer la prevalencia de este desajuste en población in- vigor y velocidad. Según el estereotipo social, estas
fantil y de realizar interpretaciones precisas en la evalua- características indican virilidad y aumentan la
ción del impacto de intervenciones que permitan modifi- probabilidad de aceptación por parte de los pares, la cual
car las creencias perfeccionistas negativas de los niños se vuelve extremadamente importante en la edad escolar
escolarizados. y la adolescencia. Se sabe también que, en general, los
niños y adolescentes son reforzados a acercarse al perfil
Tal como se ha mencionado, la escala analizada en “exitoso” que propone el contexto y que si no lo logran
esta investigación ha sido utilizada en diversos estudios son más propensos a ser objeto de burlas y humillaciones
argentinos, españoles y venezolanos. El presente trabajo por parte de sus pares (Fletcher, Neumeister y Flett,
permite precisar el nivel de perfeccionismo de niños y 2014), lo cual puede aumentar aún más el deseo de los
niñas argentinos en edad escolar y aporta valores refe- niños por alcanzar la perfección tal y como lo exige la
renciales para contrastar los datos obtenidos en otras demanda social actual. Esto muestra que, desde edades
muestras poblacionales. tempranas, las ideologías sociales ejercen presión sobre el
ideal del yo, marcando inclinaciones que pueden ser
En lo que respecta a las variaciones de los puntajes nocivas para el desarrollo.
del perfeccionismo en función del género de los partici-
pantes, se encontraron diferencias significativas entre ni- Debido a que existen otras investigaciones que no han
ños y niñas, siendo los varones quienes puntuaron más encontrado diferencias significativas en el perfec-
alto en el perfeccionismo general y en la dimensión Au- cionismo en función del género de los niños (específi-
todemandas. Estos resultados son consistentes con los camente en Canadá: Asseraf y Vaillancourt, 2015; y
reportados por otras investigaciones (Elizathe, Muraw- China: Yang, Hong, Tao y Zhu, 2015), resulta procedente
ski, Custodio y Rutsztein, 2012; Lozano Fernández et al., seguir revisando estas hipótesis teniendo en cuenta qué
2012) en las cuales también se ha observado mayor auto- aspectos específicos evalúa cada instrumento utilizado y
exigencia en los varones en edad escolar. cómo podrían interpretarse los resultados a luz de los
distintos estereotipos socioculturales que cobran especial
Una posible hipótesis al respecto puede tener que ver importancia en esta etapa del ciclo vital.
con el tipo de autodemandas que predomina en los varo-
nes a diferencia de las niñas. La escala de perfeccio- Respecto a la edad, se encontraron diferencias en la
nismo infantil de Oros (2003) incluye, además de la dimensión de autodemandas en función de los rangos
evaluación de demandas excesivas en el ámbito acadé- etáreos comparados (i.e., 8 a 10 y 11 a 13 años), presen-
mico, las exigencias de desempeño físico a nivel social y tando más autoexigencias irracionales los niños menores.
deportivo, las cuales podrían ser más predominantes en Al contrario de lo observado con relación al género, las
el género masculino. De hecho, un análisis de variancia diferencias por edad se producen en las autodemandas
adicional por ítems, dio cuenta de que las diferencias académicas. Los niños de menor edad puntúan más alto
más marcadas entre niñas y varones se produjeron en los en los siguientes mandatos: Debo ser el mejor de la clase,
siguientes cuatro reactivos, en orden de importancia: No No puedo cometer errores, y Tengo que ser el mejor
debo perder cuando juego con mis amigos, Debo ganar alumno. Estos resultados son semejantes a los en-
siempre, No puedo cometer errores, y Necesito ser el contrados en un estudio español en niños escolarizados
124 ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, nº. 2, 117-126. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ ap.13.2.17822

(Lozano Fernández et al., 2012) en el que las diferencias Referencias


se observaron en todas las dimensiones del perfeccio-
nismo (i.e., autovaloración, autoexigencia y presión ex- Abdi, R., Chalabianloo, G. y Jooorbonyan, A. (2015).
terna). Tal como señala el estudio mencionado es posible The role in prediction of perfectionism as a
que las diferencias en las autodemandas se deban a que transdiagnostic factor of the prediction of emotional
los niños más pequeños reciben mayor monitoreo y con- disorders symtoms severity. Practice in Clinical
trol parental. Está demostrado que las demandas paren- Psychology, 3(4), 227-233.
tales, especialmente cuando son persistentes y excesivas,
pueden favorecer un esquema de pensamiento perfeccio- Adams, L. A. y Govender, K. (2008). “Making a Perfect
nista respecto a alcanzar los objetivos escolares, “hacer Man”: traditional masculine ideology and
las cosas bien” y estudiar para obtener las mejores califi- perfectionism among adolescent boys. South African
caciones (Oros, Iuorno y Serppe, en prensa). Es posible Journal of Psychology, 38(3), 551-562.
que a medida que los niños crecen esta preocupación se http://dx.doi.org/10.1177/008124630803800309
vea disminuida a través de la autonomía otorgada por los
padres y la incorporación de hábitos de estudio más ade- Affrunti, N. W. y Woodruff-Borden, J. (2014).
cuados. De hecho, un estudio actual indica que el perfec- Perfectionism in pediatric anxiety and depressive
cionismo negativo auto-orientado disminuye paulatina- disorders. Clinical Child and Family Psychology
mente a medida que avanza la edad desde el período de Review, 17(3), 299-317.
la niñez hacia la adolescencia (Yang, Hong, Tao y Zhu, http://dx.doi.org/10.1007/s10567-014-0164-4
2015). De todos modos, esto no debería necesariamente
conducir a la idea de que el perfeccionismo desaparece. Aguilar, L. y Castellanos, M. (2015). Adaptación y
Los niños con fuertes creencias perfeccionistas, podrían validación de una escala de perfeccionismo infantil
ir cambiando el tipo de autodemandas negativas con- en niños venezolanos (Tesis de licenciatura).
forme crecen, pero es probable que mantengan un es- Universidad Central de Venezuela, Caracas.
quema rígido de pensamiento que los acompañe a lo
largo de la vida si no reciben atención terapéutica ade- Ashby, J. S. y Kottman, T. (1996). Inferiority as a
cuada. De ahí la importancia de la evaluación y el trata- distinctionbetween normal and
miento temprano. neuroticperfectionism. Individual Psychology:
Journal of Adlerian Theory, Practice and Research,
Pese a la significativa contribución que realiza este 52, 237-245.
estudio, corresponde mencionar una limitación impor-
tante que debería superarse en futuros trabajos. Como Asseraf, M. y Vaillancourt, T. (2015). Longitudinal links
fue mencionado, el tipo de muestreo empleado fue no between perfectionism and depression in children.
probabilístico, es decir, se realizó a partir de la disponi- Journal of Abnormal Child Psychology, 43(5), 895-
bilidad de los participantes. Aunque la muestra utilizada 908. http://dx.doi.org/10.1007/s10802-014-9947-9
fue considerablemente grande, se observó una sobrerre-
presentación de la región mesopotámica por lo que sería Blatt, S. J. (1995). The destructiveness of perfectionism:
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UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA

ACCIÓN PSICOLÓGICA

Contribuciones de temática libre


[Others articles]

VOLUMEN 13 DICIEMBRE 2016 NÚMERO 2


128
ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, nº. 2, 129-142. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ap.13.2.15965 129

ESCALA DE MITOS EN DUELO. RELACIÓN CON EL ESTILO DE


AFRONTAMIENTO EVITATIVO Y VALIDACIÓN PSICOMÉTRICA
SCALE OF MYTHS IN DUEL. RELATIONSHIP WITH AVOIDANT
COPING STYLE AND PSYCHOMETRIC VALIDATION

JOSE CARLOS BERMEJO1, MARTA VILLACIEROS1 E


INVENCION FERNANDEZ-QUIJANO1

sucedido y el segundo que es mejor no expresarlo. Los


Resumen resultados señalaron que el uso de estrategias de
afrontamiento evitativo, ser hombre, la ausencia de
En la elaboración del duelo, tanto las estrategias formación universitaria y el haber perdido a un familiar
particulares de afrontamiento como el concepto que de segundo grado, predicen un mayor nivel de mitos en
maneja el doliente sobre la muerte son fundamentales. El duelo.
propósito de esta investigación es analizar la relación
entre el estilo de afrontamiento evitativo y los mitos o Palabras clave: estilo de afrontamiento evitativo;
creencias erróneas sobre el duelo además de establecer la duelo; mitos sobre duelo; creencias erróneas.
dimensionalidad de la Escala de Mitos en Duelo (EMD;
Amurrio y Limonero, 2007). Dicha escala se pasó a una Abstract
muestra de 265 personas (81 % mujeres y 19 %
hombres). Los indicadores revelaron buen ajuste a los In the elaboration of the duel both individual coping
datos, estableciéndose dos dimensiones: el primer factor strategies as the concept that manages the grieving over
recoge la creencia de que es mejor no recordar lo death are fundamental. The purpose of this research is

1
Centro de Humanización de la Salud, España.

Recibido: 03 de mayo de 2016.


Aceptado: 25 de noviembre de 2016.
130 ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, nº. 1, 129-142. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ ap.13.2.15965

to analyze the relationship between the avoidant coping Cada vez más estudios concluyen que son
style and myths or misconceptions about the duel, apart fundamentales las estrategias particulares de afronta-
from establishing the dimensionality of the Scale of miento de cada persona en la elaboración del duelo (El-
Myths in Duel (SMD) (Amurrio and Limonero, 2007). vira de la Morena y Cruzado, 2013; Wartella, Auerbach y
The scale was passed to a sample of 265 people (81 % Ward, 2009). De hecho, parece que las personas que
of women and 19 % men). Indicators revealed good fit tardan más tiempo en pedir ayuda específica para elabo-
to the data settling two dimensions: the first factor rar el duelo (podríamos hablar de afrontamiento evita-
reflects the belief that it is better not to remember what tivo) frente a las personas que acuden rápidamente a pe-
happened and the second that it is better not to express dir ayuda (podría tratarse de afrontamiento activo), aca-
it. Findings pointed that the use of avoidant coping ban necesitando una mayor atención profesional para su
strategies, being a man, the absence of university problema y viviendo un duelo complicado (Villacieros,
training and having lost a second-degree level of Magaña, Bermejo, Carabias y Serrano, 2012).
closeness familiar, predict a higher level of myths in
duel. La utilización de estrategias de afrontamiento
orientadas a la evitación parece tener un efecto negativo
Keywords: avoidant coping style; grief; myths on en el ajuste emocional y se asocia con mayor sintomato-
grief; misconceptions. logía (Calvete y López de Arroyabe, 2012), mientras que
las estrategias orientadas al afrontamiento activo se aso-
cian a efectos positivos sobre el ajuste emocional y social
(Elvira de la Morena y Cruzado, 2013), incluso a
Introducción mayores niveles de resiliencia (Bermejo, Magaña, Villa-
cieros, Carabias y Serrano, 2012; Bonanno, 2004).
La pérdida de un ser querido implica siempre una
etapa posterior de adaptación. Esta etapa se denomina Las creencias culturales y mitos sobre la muerte y el
duelo y se trata de un proceso normal y necesario (Ho- duelo también tienen un papel importante en la elabora-
warth, 2011). ción del mismo. La muerte tiene una dimensión social y
cultural que varía según el momento histórico, las cos-
En todo proceso de duelo hay dos factores tumbres, las creencias y la sociedad donde acontece
fundamentales: por una parte, está la pérdida en sí y la (Azulay, 2000) y que puede influir facilitando o dificul-
significatividad de la misma; y por otra, el manejo de los tando los procesos de duelo individuales de las personas
propios sentimientos que afloran en la situación de pér- (Villacieros, Serrano, Bermejo, Magaña y Carabias,
dida. La investigación en temas relacionados con el pro- 2014).
ceso de morir y el duelo ha ido aumentando durante los
últimos años, aunque ya desde los años 80 se viene ha- En este sentido, es necesario analizar con profundidad
blando del modo en que la gente afronta los sucesos vi- las creencias, erróneas o no, y el concepto de duelo que
tales estresantes (Lazarus y Folkman, 1984). Estos auto- maneja cada doliente (Barreto y Bayés, 1990). Amurrio y
res, inicialmente, establecieron dos tipos de afronta- Limonero (2007), en un análisis sobre la concepción del
miento: aquel centrado en la emoción y aquel centrado en proceso de duelo que tienen los jóvenes, estudiaron la
el problema. En el primero se busca regular la emoción presencia de creencias erróneas (o mitos sobre el duelo) y
causada por el distrés y en el segundo se intenta manejar sus tipos, indagando sobre aspectos que pueden ayudar, o
el problema que lo origina. Por otro lado, autores como no, a la superación de la pérdida. Observaron que una
Rodríguez Marín (1996) distinguen entre formas de parte de los estudiantes tenía una buena concepción sobre
afrontamiento activas (o de afrontamiento del problema) el proceso de duelo y de los elementos que lo pueden
y evitativas (que permiten escapar del problema). modular, pero existe un número de concepciones erró-
neas que, posiblemente, se deriven de la poca formación
personal y/o profesional.
ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, nº. 2, 129-142. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ap.13.2.15965 131

También se han encontrado diferencias en el proceso tadas al momento, para identificar y facilitar el buen
de duelo entre hombres y mujeres, padeciendo los hom- desarrollo de los procesos de duelo que, inevitablemente,
bres una mayor sintomatología. Stroebe, Stroebe y Schut se van a dar (Bermejo, Carabias, Villacieros y Belda,
(2001) atribuyen estas diferencias asociadas al género al 2010; Innes y Payne, 2009; Mialdea, Sanz, y Sanz, 2009;
uso diferencial de estrategias de afrontamiento. Otras va- Parker et al., 2007).
riables que influyen en la elaboración del duelo son la
relación con el fallecido y la causa del fallecimiento. Teniendo en cuenta lo anteriormente expuesto, los
Quienes han perdido a un cónyuge o un hijo (frente a objetivos de este estudio fueron: por un lado, avanzar en
otros tipos de parentesco) y/o si la causa de dicho falle- el proceso de validación de la Escala de Mitos en Duelo
cimiento es derivada de un suicidio u homicidio (violenta de Amurrio y Limonero (2007) estableciendo su dimen-
frente a las de muerte natural) están en una situación de sionalidad, y por otro, valorar la capacidad explicativa
vulnerabilidad mayor (Villacieros et al., 2012). del estilo de afrontamiento evitativo sobre la existencia
de mitos en duelo en la población general.
Esta información puede servirnos de indicador y
ayudar a anticipar un duelo complicado desde la inter-
vención. Hay profesionales de la relación de ayuda Método
(como psicólogos y psiquiatras) que directamente pueden
influir en los procesos de duelo. Para ellos es importante
conocer, de entre las distintas facetas del doliente y sus Participantes
familiares, sus condiciones particulares, sus estrategias
de afrontamiento y sus creencias culturales, ya que en De una población de 400 asistentes a las Jornadas de
función de ello, el proceso de elaboración de la pérdida Duelo organizadas en noviembre de 2012 en un centro
se puede ver favorecido o dificultado. Además, explicitar socio sanitario de la Comunidad de Madrid, 265 personas
el papel de los estilos de afrontamiento y qué influencias respondieron al cuestionario (es decir, la tasa de res-
ejercen sobre las creencias erróneas sobre el duelo podrá puesta fue del 66 %). La media de edad fue de 39.24 años
ayudar, de manera preventiva, en la educación sobre la (DT = 13.562) fluctuando en un rango de los 18 a los 77
muerte (Colell, Limonero y Otero, 2003; Tomás y años. De ellos, 208 eran mujeres (el 81 % de la muestra)
Aradilla, 2001). y 49 hombres (19 %); ocho personas no se identificaron
en esta variable. En todas las variables se detallan los
Por otro lado, también hay profesionales, como los porcentajes de respuestas válidas, no teniendo en cuenta
sanitarios (médicos, enfermeros, auxiliares…), a los que donde algunas personas no marcaron ninguna de las op-
les interesa conocer sus propios niveles de creencias ciones. Respecto al nivel de formación de los partici-
erróneas sobre el duelo, ya que indirectamente también pantes, la distribución fue: Primaria 6.3 % (16), Secun-
pueden influir en los procesos de sus pacientes. Son pro- daria 22.6 % (57), Formación Profesional: 12 % (30) y
fesionales implicados en la relación de ayuda y con aten- Universidad: 59.1 % (149) –ver Tabla1–. Para su poste-
ción de cara al público, que también manejan sus propios rior análisis, la muestra se dividió en universitarios y no
conceptos sobre la muerte. Aunque no se ha explicado el universitarios.
papel que tiene el profesional sanitario con creencias
erróneas sobre la elaboración del duelo de las personas a
las que atiende, sí que se ha descrito en numerosas oca-
Instrumentos de evaluación
siones el papel que pueden jugar sus habilidades de co-
municación y el afrontamiento de sus propias emociones Para valorar las creencias en duelo se tomó la Escala
en situaciones difíciles. Por ejemplo, en las unidades de de Mitos en Duelo (EMD), constituida por 31 ítems de
cuidados paliativos, donde la muerte es un elemento co- respuesta tipo Likert y sin estructura factorial definida,
tidiano, es necesario que éstos encuentren vías de comu- publicada por Amurrio y Limonero (2007).
nicación con los pacientes y familiares cercanas y adap-
132 ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, nº. 1, 129-142. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ ap.13.2.15965

Para valorar el estilo de afrontamiento se utilizaron pantes la confidencialidad absoluta en el tratamiento de


ocho ítems del Cuestionario sobre Estilos de Afronta- los datos facilitados al identificarse los cuestionarios
miento frente a Riesgos Extremos de López-Vázquez y mediante claves numéricas y nunca con ningún tipo de
Marván (2004). De ellos, cuatro ítems valoraban el estilo nombre o cualquier otro distintivo (por ejemplo, lugar
de afrontamiento activo –estrategias aproximativas o de donde se sentaron durante las jornadas). Se recordó la
confrontación del problema– y otros cuatro ítems el estilo importancia de la sinceridad en sus respuestas y se indicó
de afrontamiento evitativo –de negación, que permiten que, en caso de dudas, acudiesen al personal del centro
escapar o evitar el problema– (Rodríguez Marín, 1996). para resolverlas.
Se seleccionaron los cuatro ítems de cada factor que
presentaban mayores saturaciones en el estudio de
Análisis estadísticos
López-Vázquez y Marván (2004). Por su redacción y
contenido estos ítems se consideraron adecuados para
Se eliminaron los cuestionarios con más de un 10 %
detectar el estilo personal de afrontamiento, no solo ante
de valores perdidos. Si el porcentaje de pérdida era me-
riesgos extremos sino también ante una gran variedad de
nor, se reemplazaron dichos valores perdidos por la me-
situaciones. Para valorar el estilo de afrontamiento activo
dia de la serie. La validez de constructo y su dimensio-
se eligieron: Reflexiono sobre las estrategias a utilizar,
nalidad se estudió mediante Análisis Factorial Explorato-
Me fijo objetivos y redoblo esfuerzos, Tengo un plan pre-
rio (AFE) para ambos instrumentos, ya que la EMD no
ventivo y lo sigo, Analizo las circunstancias para saber
ha sido definida previamente y en la medida de estilos de
qué hacer y para valorar el estilo de afrontamiento evi-
afrontamiento se ha reducido en número de ítems. Se
tativo: Trato de no sentir nada, Hago como si el peligro
comprobó la adecuación de llevar a cabo este tipo de
no existiera, Trato de no pensar en el problema, Me pa-
análisis a través de la prueba de Kaiser-Meyer-Olkin
seo para distraerme. La escala de respuesta también fue
(KMO), cuyo valor fue mayor de 0.7, y de la prueba de
de tipo Likert.
esfericidad de Bartlett, cuyo valor también resultó signi-
ficativo (p < .000). Por tanto, podemos afirmar que pa-
Además, se añadieron al instrumento del estudio las
rece correcto utilizar un AFE con los datos muestrales
variables socio-demográficas (edad, sexo y formación) y
empleados.
dos preguntas ad hoc sobre la vivencia personal de falle-
cimientos con capacidad explicativa de duelo compli- Tal y como recomiendan West, Finch y Curran
cado: la causa del fallecimiento y la relación con el falle- (1995), se llevó a cabo un análisis de normalidad de los
cido (Field y Filanosky, 2010; Villacieros et al., 2014). indicadores mediante la prueba de bondad de ajuste de
Estas preguntas fueron: ¿Ha sufrido la muerte de algún Kolmogorov-Smirnof y de la curtosis y asimetría me-
ser querido en los dos últimos años? (opciones de res- diante el cálculo del Critical Ratio. Dado que los ítems
puesta: Sí/No); ¿Cuál fue la causa de la muerte? (op- contaban con cinco categorías de respuesta y sus distri-
ciones de respuesta: enfermedad, accidente, suicidio, buciones no fueron normales, siguiendo las recomenda-
homicidio, otra); y El fallecido era mi… (opciones de ciones de diversos autores (Brown, 2006; Piera y Ca-
respuesta: pareja, amigo/a, progenitor/a, abuelo/a, tío/a, rrasco, 2010), se utilizó la matriz de correlaciones poli-
sobrino/primo, otro). córicas, estimando el número de factores mediante el
método mínimos cuadrados no ponderados ULS (Un-
weighted Least Squares de McDonald, 1982) y la rota-
Procedimiento ción Oblimin. Se realizó también el estudio de análisis
paralelos para determinar el posible número de dimen-
Se entregaron los cuestionarios, junto con las siones subyacentes en cada cuestionario. Todos estos
inscripciones en las Jornadas, y se pidió la colaboración a análisis se llevaron a cabo a través del programa
los asistentes de forma totalmente voluntaria. Se les in- FACTOR 9.3.
dicó que depositaran la encuesta antes de irse en las cajas Para valorar la adecuación del modelo a los datos, se
situadas en las mismas mesas. Se recalcó a los partici- 2 2
utilizaron los indicadores de ajuste absoluto X y X entre
ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, nº. 2, 129-142. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ap.13.2.15965 133

2
sus grados de libertad (gl), dada la sensibilidad de X al Con el propósito de poder explicar qué variables
tamaño muestral (Fujikoshi, 2000). Se consideró un contribuyen a pronosticar la presencia de creencias erró-
2 neas en torno al duelo se realizó un análisis de regresión
indicador de ajuste aceptable cuando X /gl oscila entre
valores de uno a tres (Jöreskog, 1970). Se utilizó también lineal múltiple, siendo las puntuaciones en la EMD la va-
el índice de error cuadrático medio de aproximación riable dependiente. Como variables independientes se in-
(RMSEA) que penaliza la ausencia de parsimonia. Como cluyeron las puntuaciones asociadas a los estilos de
criterio de modelo aceptable se utilizó un RMSEA menor afrontamiento, las socio-demográficas y aquellas sobre la
de 0.08 (Brown, 2006) y un Standardized Root of Mean vivencia personal de fallecimientos. Previamente se
Square Residual (SRMR) menor de 0.08 que indica buen constató el cumplimiento de los supuestos de linealidad,
ajuste a los datos (Hu y Bentler, 1998). La fiabilidad se independencia, normalidad, homocedasticidad y no coli-
analizó mediante el coeficiente alfa de Cronbach. nealidad. Se utilizó el paquete estadístico SPSS v19.0
para la realización de estos análisis
Para comprobar si se cumple la hipótesis que postula
que las personas con un estilo de afrontamiento evitativo
presentan más creencias erróneas o mitos sobre el duelo, Resultados
se realizó un análisis de correlación de Pearson (ya que a
partir de cinco unidades en las categorías de respuesta las Descripción de las variales predictoras
variables se puede considerar como cuantitativas) entre
las puntuaciones de la EMD y las puntuaciones en las di- En el 62.5 % (162) de los casos el participante
mensiones referidas a los Estilos de Afrontamiento, ac- declaraba haber sufrido la muerte de un ser querido. La
tivo y evitativo. causa de la muerte fue por enfermedad en el 79.6 %
(125) de los casos, seguida de accidente en 8.3 % (13),
Tabla 1

Datos descriptivos de la muestra

Frecuencia Porcentaje válido


Hombre 49 19,1
Sexo
Mujer 208 80,9
No contesta 8 -
Universitarios 149 59,1
Secundaria 57 22,6
Estudios
Primaria 16 6,3
FP 30 11,9
No contesta 13 -
Sí 162 62,5
¿Ha sufrido la muerte de algún ser querido en los dos últimos años? No 97 37,5
No contesta 6 -
Pareja 4 2,5
Amigo/a 15 9,4
Progenitor 33 20,8
El fallecido era mi Abuelo/a 34 21,4
Tío/a 24 15,1
Sobrino/a 6 3,8
Otro 43 27,0
No contesta 3 -
Enfermedad 125 79,6
Accidente 13 8,3
¿Cuál fue la causa de la muerte? Suicidio 3 1,9
Homicidio 3 1,9
Otra 13 8,3
No contesta 5 -
134 ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, nº. 1, 129-142. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ ap.13.2.15965

suicidio 1.9 % (3), homicidio 1.9 % (3) y otras 8.3 % en más de cuatro ítems (más del 10 % de los ítems) por
(13) –ver Tabla 1–. En función de las causas de la lo que se eliminaron, quedándonos con un n de 255. Por
muerte, la muestra se dividió en dos grupos: muerte por otro lado, se eliminaron nueve ítems que mostraban bajas
enfermedad y muerte violenta (suicidio, homicidio y otra saturaciones (por debajo de 0.40), obteniéndose una
no esperada). escala EMD de 22 ítems, agrupados en dos factores (que
se detallan más adelante) y que explica un 39 % de la
En el 2.5 % (4) se trataba del fallecimiento de la varianza, alcanzando un buen nivel de ajuste:
pareja, en 9.4 % (15) de un amigo, en el 20.8% (33) del X2188 = 294, p < .001; X2/gl = 1.563; RMSEA = .04524;
progenitor, en el 40.3 % (44) abuelos tíos y sobrinos y en SRMR = .059). El análisis de fiabilidad ofreció un valor
el 27.0 % (43) de otros. Se dividió en nivel de cercanía del alfa de Cronbach de .895.
en: de primer grado (pareja, progenitor y amigo) y de se-
gundo grado y otros. En la Tabla 2 se expone la solución rotada donde se
aprecia la carga factorial de cada ítem en los factores re-
Análisis de fiabilidad y validez de las sultantes. El primer factor, denominado ‘Mejor no expre-
sar’ incluye ítems relativos al intento de reprimir la ex-
escalas presión de sentimientos o experiencias relativas a la pér-
dida durante el proceso de duelo, con afirmaciones del
Escala de Mitos en Duelo (EMD): De los 265 tipo Es mejor no preguntar cómo pasó, para no “meter
cuestionarios contestados, en 10 existían valores perdidos
Tabla 2

Matriz de factores rotados del modelo de 2 factores de la EMD

Factores
Matriz de factores rotados (rotación oblimin) Mejor no Mejor no
expresar recordar
9. Es mejor no preguntar cómo pasó, para no “meter el dedo en la llaga”. .792
10. Pensar sólo en lo positivo en relación con el fallecido es lo más adecuado en la elaboración del
.730
duelo.
5. Ir al cementerio es malo para la elaboración del duelo. .559
1. Frases como: “no se preocupe”, “piense en los demás”, “la vida sigue”,” no te puedes hundir
.529
ahora”,” sé cómo te sientes “, “el tiempo cura todas las heridas” …dan mucho consuelo
8. Es bueno aconsejar a la persona que ha sufrido la pérdida lo que debe hacer. .500
3. Si la persona empieza a llorar, se le debe calmar. .466
4. Repasar personalmente lo vivido acerca del fallecido no es bueno. .455
2. No se deben mostrar las emociones abiertamente en el velatorio, entierro, incineración, funeral… .425
22. Los rituales del duelo (velatorio, entierro o incineración, funeral, …) no son buenos, sólo dan
.414
más dolor.
19. Retirar de la vista toda información referente al duelo, dolor, aflicción, pérdida y luto ayuda a la
.401
persona a recuperarse
12. Los niños deben permanecer ajenos a todo lo sucedido alrededor de la muerte. .386
7. El luto está pasado de moda y no ayuda a la persona en duelo .361
24. El alcohol, abuso de comida, juego, etc. son buenos para calmar el dolor de la pérdida. .869
14. Sólo quien llora sufre de verdad la pérdida. .748
15. Las terapias o los grupos de duelo no sirven para nada, sólo dan más dolor. .697
23. Dejar todo como cuando vivía el difunto, ayuda en la elaboración del duelo. .547
13. El duelo se elabora cuando ya has olvidado a la persona fallecida. .510
20. Uno no debe tomarse tiempo para sentir. .486
25. Trabajar mucho reduce el dolor de la pérdida y lo elimina a largo plazo. .474
30. Las costumbres, actitudes y creencias religiosas de la familia no son importantes en el manejo
.442
del dolor consecuente al duelo.
17. No hablar de temas relacionados con la muerte y la enfermedad ayuda a superar el dolor de la
.397
pérdida.
27. Los niños no recuerdan haber sufrido dolor. .367
ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, nº. 2, 129-142. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ap.13.2.15965 135

Tabla 3

Datos descriptivos y análisis de fiabilidad de la escala resultante (EMD)

Factor Ítem Media DT Homogeneidad α de Cronbach


1. 1.83 1.169 .496
2 2.27 1.064 .442
3 2.01 1.182 .456
4 1.94 1.033 .478
5 2.48 1.021 .398
7 2.36 1.143 .475 .843
1. Mejor no expresar
8 2.44 1.134 .578
9 2.85 1.189 .567
10 1.91 1.282 .549
12 1.57 1.002 .546
22 1.54 .817 .455
13 1.90 .839 .579
14 2.20 .935 .579
15 1.79 .959 .494
17 1.92 1.139 .608
20 1.43 .857 .539
.834
2. Mejor no recordar 23 1.93 1.003 .406
24 1.39 .920 .484
25 2.00 .780 .582
27 1.94 1.080 .532
30 1.98 .920 .428

el dedo en la llaga”. El segundo factor, denominado un valor alfa de Cronbach de .693 y para el factor afron-
‘Mejor no recordar’ incluye ítems relativos al intento de tamiento evitativo de .621.
olvidar la pérdida, distrayéndose o evadiéndose de lo
ocurrido, con frases como El alcohol, abuso de comida,
Correlaciones
juego, etc. son buenos para calmar el dolor de la pér-
dida. Entre el factor evitación y la puntuación global EMD
se obtuvo una correlación de r = .471, p < .001, y con los
En la Tabla 3 se muestran los ítems que forman cada
factores ‘Mejor no expresar’ y ‘Mejor no recordar’ co-
factor, su media y desviación típica, las correlaciones
rrelaciones de r = .426, p < .001 y r = 440, p < .001, res-
ítem-factor y los resultados obtenidos en los análisis de la
pectivamente. En cambio, el factor afrontamiento activo
consistencia interna, encontrando valores de alfa de
no muestra correlaciones significativas en ningún caso
Cronbach .843 y .819 para los factores 1 y 2, respecti-
(ver Tabla 5). Según la d de Cohen, la correlación en-
vamente.
contrada es de carácter fuerte (R2 = .20).
Cuestionario sobre estilos de afrontamiento: Se
eliminaron 19 cuestionarios del análisis por contener 2 o
más valores perdidos en los ocho ítems utilizados. El Análisis de regresión lineal múltiple
AFE ofreció una estructura de dos factores (con los 4
ítems por factor distribuidos de acuerdo a lo esperado)
La ecuación para pronosticar las puntuaciones totales
(ver Tabla 4) que explica un 36 % de la varianza. Los
en mitos incluye el factor afrontamiento (evitativo), y las
valores de los indicadores de ajuste también fueron ade-
variables sexo (hombre), formación (no universitaria), y
cuados: X213 = 22.28, p = .051; X2/gl = 1.72; grado de cercanía con el ser querido (de segundo nivel)
RMSEA = .05). Los análisis de fiabilidad por consisten- como predictoras;
cia interna para el factor afrontamiento activo mostraron
136 ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, nº. 1, 129-142. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ ap.13.2.15965

Tabla 4
Matriz de factores rotados de la medida de estilo de afrontamiento
Factor
Matriz de factores rotados (rotación oblimin)
Afrontamiento Activo Afrontamiento Evitativo
5. Reflexiono sobre las estrategias a utilizar .688 -.218
3. Me fijo objetivos y redoblo esfuerzos .600 .090
6. Tengo un plan preventivo y lo sigo .552 .040
1.Analizo las circunstancias para saber qué hacer .530 -.254

8. Trato de no sentir nada -.195 .708


2.Hago como si el peligro no existiera -.045 .603
7. Trato de no pensar en el problema -.042 .511
4. Me paseo para distraerme .258 .496

Puntuación Mitos Duelo = 28.058 + 1.926 Por esta razón, es importante desarrollar y validar cues-
(afrontamiento evitativo) + 3.646 (sexo hombre) + 5.590 tionarios que aborden esta cuestión. El estudio psicomé-
(formación no universitaria) + 4.309 (nivel de cercanía trico realizado sobre la EMD ha evidenciado que se trata
de segundo grado). de buen instrumento de medida para detectar mitos o
creencias erróneas sobre el duelo, como la creencia de
El coeficiente de determinación R2 tiene un valor de que es ‘Mejor no expresar’ (o reprimir la expresión de
.31, lo que significa que el 31 % de la variabilidad de la sentimientos) o que es ‘Mejor no recordar’ (distrayén-
puntuación obtenida en EMD queda explicada por un dose o evadiéndose de lo ocurrido), además de ser senci-
afrontamiento evitativo, ser hombre, la ausencia de for- llo y de fácil aplicación. De la misma forma, el instru-
mación universitaria y haber perdido a alguien lejano mento utilizado para valorar los estilos de afrontamiento
(frente a haber perdido a algún ser querido cercano). resulta válido y fiable en nuestra muestra, por lo que
procede el análisis de los datos obtenidos con ambos
instrumentos.
Discusión
Los análisis realizados indican que el estilo de
El nivel de creencias o mitos sobre el duelo es una afrontamiento evitativo correlaciona con la presencia de
dimensión necesaria a ser analizada en profundidad, pues mitos en el duelo, pudiendo llegar a explicar dicha pre-
dichas creencias pueden condicionar la elaboración del sencia. Estos resultados, además de apoyar nuestra hi-
proceso de duelo y, siendo detectadas a tiempo, podrían pótesis respecto a que la presencia de creencias erróneas
resultar en una línea de intervención preventiva eficaz. (o mitos sobre el duelo) influye en la superación de la

Tabla 5

Correlaciones de Pearson entre las variables principales de estudio

Correlación de Pearson Afrontamiento Activo Afrontamiento Evitativo


**
Escala Mitos en Duelo -.013 .471
**
Mejor no expresar -.029 .426
**
Mejor no recordar -.012 .440
Nota. **La correlación es significativa al nivel .01 (bilateral)
ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, nº. 2, 129-142. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ap.13.2.15965 137

pérdida, también son consistentes con otras investigacio- más proclives a usar estrategias centradas en la emoción
nes que indican que el afrontamiento evitativo podría (Endler y Parker, 1990; Vingerhoets y Van Heck, 1990)
explicar el desajuste en la elaboración del duelo (Calvete y que éstos sufren mayores repercusiones en su salud que
y López de Arroyabe, 2012; Chronister y Chan, 2006; las mujeres ante el proceso de duelo (Stroebe y Stroebe,
Elvira de la Morena y Cruzado, 2013; Villacieros et al., 1983). Parece que las mujeres suelen confrontar y expre-
2012; Wartella et al., 2009). Por otro lado, autores como sar más sus emociones que los hombres, lo que posible-
Stewart (1999) sitúan los estilos de afrontamiento como mente haga que para el trabajo y procesamiento de duelo
variable moderadora entre la pérdida significativa o cuenten con una mejor capacidad de recuperación, como
traumática y el duelo complicado. Lo que parece claro es también sugieren los datos de la presente investigación.
que, a pesar de que se ha prestado escasa atención a esta
relación (Schnider, Elhai y Gray, 2007), más allá de la Por otro lado, nuestros resultados también apoyan los
utilización de estrategias centradas en el problema o la hallazgos de Amurrio y Limonero (2007) sobre la
emoción, las estrategias de afrontamiento evitativo son existencia de una serie de concepciones erróneas asocia-
predictoras significativas de mitos en duelo. Por tanto, es das a la falta de formación personal y/o profesional. Esto
posible que la variable mitos en duelo actúe como me- pone de relieve la importancia de la educación para la
diadora influyendo en la toma de decisiones y, por tanto, muerte y la conceptualización del proceso de duelo, y
en la elaboración del duelo. Sería interesante trabajar en señala la necesidad de facilitar y proporcionar a la pobla-
esta línea de investigación y analizar la presencia de ción general una educación suficiente sobre la muerte y
creencias erróneas sobre el duelo en dolientes y su rela- el duelo (Colell et al., 2003).
ción con la elaboración de éste.
Por último, señalar también que, aunque el impacto
El análisis de regresión lineal múltiple de la variable del tipo de fallecimiento dependiendo de su violencia
mitos sobre el duelo pone de manifiesto que está relacio- explica la complicación en la elaboración del duelo, en
nada positivamente con el estilo de afrontamiento evita- este estudio, no ha resultado una variable predictora en la
tivo, pero también con el sexo (hombres), la ausencia de presencia de mitos o creencias erróneas.
formación universitaria y el grado de cercanía (de se-
gundo orden) con la persona perdida. Estos resultados Como limitaciones de la presente investigación cabe
son coherentes con las conclusiones aportadas en otras señalar que el instrumento de medida empleado para
investigaciones sobre las diferencias de sexo en lo que a evaluar el estilo de afrontamiento, con el fin de no alar-
reacción ante el duelo se refiere (De Ridder, 1997; gar el cuestionario, incluyó solamente cuatro ítems por
Stroebe, 2001). factor, lo que conllevó una reducción de la fiabilidad de
la medida. Aunque esta fiabilidad es suficiente, sería
En la literatura existente, se advierte de la precaución mayor si se hubiese incluido mayor número de ítems.
que se ha de tener con aquellas personas que reprimen
sus emociones ya que puede ser un indicador a largo Respecto al análisis psicométrico de la escala EMD,
plazo de un posible duelo complicado o patológico si bien todos los pesos factoriales fueron significativos
(Amurrio y Limonero, 2007; Howarth, 2011). También algunos resultaron bajos, por lo que esta escala es sus-
se ha observado que las estrategias centradas en la emo- ceptible de mejora.
ción son más efectivas que las centradas en el problema
(Hobfoll, Dunahoo, Ben-Porath y Monnier, 1994), por- En cualquier caso, es importante la necesidad de
que en un proceso de pérdida la fuente fundamental de centrar las intervenciones en el desarrollo de estrategias
estrés no puede revertirse. de afrontamiento adaptativas que reduzcan el estrés y
En esta misma línea, un número destacable de promuevan la salud a largo plazo (Calvete y López de
estudios han revelado que generalmente los hombres Arroyabe, 2012) y que estén orientadas al afrontamiento
tienden a la utilización de estrategias de afrontamiento activo (Bermejo et al., 2012; Bonanno, 2004; Elvira de la
centradas en el problema, mientras que las mujeres son Morena y Cruzado, 2013), pero también debemos resaltar
138 ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, nº. 1, 129-142. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ ap.13.2.15965

la importancia de anticipar los procesos de duelo


complicado, detectando personas con factores de riesgo Referencias
(entre ellos las creencias erróneas sobre el duelo) e inci-
diendo en la educación para la muerte.
Amurrio, L. M. y Limonero, J. T. (2007) El concepto de
En resumen, por un lado, podemos afirmar que se duelo en estudiantes universitarios Medicina
han logrado los dos objetivos del estudio: por un lado, el Paliativa, 14(1), 14-19.
análisis psicométrico de la Escala de Mitos en Duelo
(EMD) nos confirma que es un instrumento válido y fia- Azulay, A. (2000). Dilemas bioéticos en la situación de
ble; y por otro lado, encontramos que una de las variables enfermedad terminal y en el proceso de muerte.
que contribuye a explicar la existencia de mitos en duelo Medicina Paliativa, 7, 145-56.
es el estilo de afrontamiento evitativo. Así pues,
destacamos la importancia de conocer el concepto de Barreto, M. P. y Bayés, R. (1990). El psicólogo ante el
duelo y el estilo de afrontamiento que maneja cada do- enfermo en situación terminal. Anales de
liente, ya que ambas variables pueden servirnos de señal Psicología, 6, 169-180.
de alarma de un posible duelo patológico, lo que nos po-
dría indicar la necesidad de una intervención preventiva. Bermejo, J. C., Carabias, R., Villacieros, M. y Belda, R.
Además, es importante señalar la necesidad de desarro- M. (2010). Efecto de un curso relacional sobre la
llar y/o validar instrumentos breves para medir este tipo elección de respuesta espontánea e identificación de
de variables con precisión y sencillez. Por último, pero respuesta empática en alumnos de Medicina.
no menos importante, cabe señalar que los profesionales Medicina Paliativa, 17, 262-268.
de la relación de ayuda también han de ser conscientes
del concepto sobre la muerte que manejan, ya que éste Bermejo, J. C., Magaña M., Villacieros M., Carabias R. y
puede influir en la elaboración del proceso del doliente. Serrano, I. (2012). Estrategias de afrontamiento y
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SCALE OF MYTHS IN DUEL. RELATIONSHIP WITH AVOIDANT


COPING STYLE AND PSYCHOMETRIC VALIDATION

JOSE CARLOS BERMEJO, MARTA VILLACIEROS E


INVENCION FERNANDEZ-QUIJANO

In order to be able to analyse it the dimensionality of


the scale of myths in duel (SMD) (Amurrio & Limonero,
Extended Summary 2007) was established and a regression analysis was per-
formed, with SMD scores as the dependent variable. The
The loss of a loved one always implies a further stage scores associated with the styles of coping, socio-
of adaptation. This stage is called duel and it is a normal demographic variables and those on the personal experi-
and necessary process (Howarth, 2011). However, there ence of deaths were included as independent variables.
are many factors playing an important role in the elabo-
ration of grief. Cultural beliefs, myths about death and Of a population of 400 attendees at a Grief Workshop
mourning, a coping strategies may have a strong weight organized at a healthcare center of Madrid, 265 people
on it. responded to the survey, 81 % (208) women, mean age
39.24 years (DT = 13.562), university level of training
Given that death has a social and cultural dimension 59.1 % (149). Of them, 62.5 % (162) declared having
that varies according to the historical moment, customs, suffered the death of a love done. The cause of death was
beliefs and society where it happens (Azulay, 2000), it is disease in 79.6 % (125) of the cases, and the rest was vi-
necessary to know how this social influence can affect olent or not expected. Level of closeness was first degree
persons in the elaboration of the duel. To do this, it is in 32.7 % (52) –parent, partner and friend– and second
necessary to analyze in greater depth the beliefs (wrong degree in 67.3 % (87) –grandparent and others–.
or not) that may condition, in a concrete person, adapta-
tion in their grief process. For this reason, on one hand, The design of the study provided a valid and reliable
there is the need to deepen on the study of the concept of SMD to assess the level of myths about duel including
mourning and possible is conceptions that handles the two dimensions; it is better not to remember and it is
population (Barreto & Bayes, 1990). better not to express.

On the other hand, personal characteristics will also, The explanatory capacity of the independent variables
as have been defined in the literature, influence the elab- was demonstrated. Regression equation resulted as
oration of grief. Coping style, level of education, previ- follows: SMD = 28.058 + 1.926 (Avoidant coping style)
ous experience of loss of a beloved one, the relationship + 3,646 (men) + 5.590 (no university training) + 4.309
with the deceased, the cause of death, age and sex have (proximity of second grade level).
been studied (Bermejo, Magaña, Villacieros, Carabias, &
2
Serrano, 2012). We hypothesize that avoidant coping The coefficient of determination R value was 0.31,
style obstacles the healthy duel process being part of the the variability obtained in SMD score is explained in a
explanation of a wrong concept about duel. 31 % by avoidant coping style, being a man, the absence
of university training and loosing someone of a second-
degree level of closeness. A significant and direct corre-
142 ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, nº. 1, 129-142. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ ap.13.2.15965

lation was found between SMD and avoidant style of


coping.

In conclusion; the dimensionality of SMD has been


established showing adequate psychometric properties
and its scores are explained by the avoidant coping style,
being man, the absence of university training, and having
suffered a death of a family member of second grade.
Contribution of these variables reaches up to 31 % of
SMD scores.
We point the importance of understanding the concept
of mourning and style of coping that manages each
aching, in order to anticipate and establish a preventive
intervention. We underscore so, the importance of
specific psycho-education in treatment of grief and the
need to develop and/or validate short instruments to
measure this type of variables with precision and sim-
plicity.
ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, nº. 2, 143-156. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ap.13.2.15818 143

EFECTOS DEL BIENESTAR SUBJETIVO Y PSICOLÓGICO EN LOS


RESULTADOS TERAPÉUTICOS DE UN HOSPITAL DE DÍA
EFFECTS OF SUBJECTIVE AND PSYCHOLOGICAL WELL - BEING
ON THE THERAPEUTIC OUTCOMES AT A DAY HOSPITAL

ADOLFO NAVASCUÉS1, DAVID CALVO-MEDEL1 Y


ASIER BOMBIN-MARTÍN2

(Watson, Clark y Tellegen, 1988), SWLS (Pavot y


Resumen Diener, 1993) y SPWB (Ryff, 1989). Resultados. Los
pacientes al alta mejoraron significativamente en el nivel
Antecedentes. El bienestar es un constructo de psicopatología. Ninguna subescala, tanto de bienestar
multidimensional que incluye el bienestar hedónico hedónico como eudaimónico, predecía parte significativa
focalizado sobre la consecución del placer y el bienestar de las variables de resultado medidas como malestar,
eudaimónico como consecución de los potenciales síntomas psicopatológicos, disfunción vital, riesgo de
humanos. El principal objetivo del presente estudio fue auto o heteroagresión ni tampoco una puntuación total de
comprobar si el nivel de bienestar de los pacientes al todas las variables referidas. Sólo el bienestar
ingreso podía predecir la disminución del nivel de eudaimónico, en su puntuación global, y no el bienestar
psicopatología al alta en un Hospital de Día. Método. Se hedónico, fue el que explicó parte significativa de los
realizó estudio ex post facto prospectivo de 56 pacientes resultados al alta. Conclusión. La psicología positiva a
con trastorno mental grave que fueron ingresados en el través de la mejora del bienestar psicológico parece útil
Hospital de Día utilizando la versión en español de las para la reducción de la psicopatología en los pacientes
escalas CORE-OM (Evans et al., 2000), PANAS con trastorno mental grave que son derivados al Hospital
de Día.

1
Centro de Salud Mental de Tudela, España.
2
Universidad Complutense de Madrid, España.

Recibido: 16 de junio de 2016.


Aceptado: 25 de septiembre de 2016.
144 ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, nº. 2, 143-156. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ ap.13.2.15818

Palabras clave: bienestar; eudaimónico; hedónico; características se contemplan como recursos personales y
resultados; hospital de día. factores de protección frente al estrés para superar las
situaciones de crisis y para ayudar al crecimiento y
madurez de la persona.
Abstract
El estudio del bienestar se aborda desde dos
Background. Well-being is a multidimensional perspectivas distintas, la hedónica y la eudaimónica
construct that includes the hedonic well-being focused (Ryan y Deci, 2001). La hedónica entiende el bienestar
on the achievement of pleasure and eudaimonic well- como la consecución de la felicidad maximizando el pla-
being as realization of human potentials. The main cer y disminuyendo el dolor. La eudaimónica propone
objective of this study was to determine whether the que el bienestar es la consecución de los potenciales hu-
level of well-being of patients on admission could manos, la realización de la verdadera naturaleza de uno
predict the decreased level of psychopathology when mismo.
are discharged in a Day Hospital. Method. Ex post facto
prospective study of 56 patients was performed with Desde un punto de vista empírico, el constructo de
severe mental illness who were admitted to the Day bienestar subjetivo (Diener, 2000) deriva de la filosofía
Hospital using the Spanish version of the CORE-OM hedónica, mientras que el concepto de bienestar psicoló-
(Evans et al., 2000), PANAS (Watson et al., 1988), gico (Ryff, 1989) sería el heredero de la tradición eu-
SWLS (Pavot y Diener, 1993) and SPWB (Ryff, 1989) daimónica. Ambos conceptos son diferentes, aunque es-
scales. Results. Patients discharged significantly tán altamente relacionados.
improved in level of psychopathology. None subscale,
neither hedonic nor eudaimonic scales predicted En el bienestar subjetivo se distinguen tres
significant part of the outcome variables measures such componentes, la satisfacción con la vida, la frecuencia de
as malaise, psychopathological symptoms, vital afecto positivo y baja frecuencia de afecto negativo. El
dysfunction, risk of self or heteroaggression or a total primero constituye el elemento cognitivo y los otros dos
score of all such variables. Only eudaimonic welfare in los elementos afectivos. En el bienestar psicológico se
its overall score, not the hedonic well-being, was the han distinguido seis componentes: la autoaceptación, el
one who explained significant part of the results at crecimiento personal, el propósito vital, el mantenimiento
discharge. Conclusion. Positive psychology through de relaciones positivas, el dominio del entorno y la
improving psychological well-being seems useful for autonomía.
reducing psychopathology in patients with severe
mental disorders that are referred to the Day Hospital. La evidencia de distintos investigadores (Compton,
Smith, Cornish y Qualls, 1996; King y Napa, 1998) in-
Keywords: well-being, eudaimonic; hedonic; dica que el bienestar es mejor concebido como un fenó-
outcomes; day hospital. meno multidimensional que incluye aspectos tanto de la
concepción hedónica como eudaimónica. Ahora bien,
Keyes y Annas (2009) concluyeron que no hay muchas
personas que estén funcionando bien en la vida pese a
Introducción que se sientan bien (en torno al 18%), lo que proporciona
una razón de peso para el desarrollo de intervenciones
empíricamente validadas dirigidas a incrementar la eu-
Seligman y Csikszentmihalyi (2000) han definido la
daimonía.
psicología positiva como el estudio científico de las ex-
periencias positivas, de los rasgos individuales positivos
Distintos autores han propuesto tres rutas de acceso al
que facilitan su desarrollo y de los programas que ayudan
bienestar y las han integrado en un marco conceptual
a mejorar la calidad de vida de los individuos y previenen
común. Peterson, Park, y Seligman (2005) proponen que
o reducen la incidencia de la psicopatología. Todas esas
ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, nº. 2, 143-156. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ ap.13.2.15818 145

la felicidad se puede alcanzar a través de las actividades cientes (flourishing), es decir, con alto bienestar tanto
placenteras, a través del compromiso en la realización de hedónico como eudaimónico. Sin embargo, los indivi-
tareas en las que puedan emplearse las fortalezas perso- duos que tenían alto bienestar eudaimónico y bajo hedó-
nales que deriven estados de flujo, o a través de acciones nico sufrían la mitad de enfermedad mental que el grupo
que deriven significado. Las investigaciones realizadas con el patrón inverso.
con esta aproximación tripartita demostraron que las tres
vías contribuyen al logro del bienestar. Sin embargo, el También Robitschek y Keyes (2009) encuentran
compromiso y el significado son las que registran contri- apoyo a que el incremento de la iniciativa hacia el cre-
buciones más altas. La realización de actividades pla- cimiento personal puede ser una intervención parsimo-
centeras por sí misma tiene un peso escaso en la explica- niosa para aumentar la salud mental en estudiantes de
ción del bienestar (Peterson et al., 2005). universidad y puede servir como un factor protector
contra el inicio de trastornos mentales, así como también
En suma, según el modelo de Keyes mencionado, el aumentar la calidad de vida de aquellos que están expe-
bienestar eudaimónico contribuye de forma muy impor- rimentando trastornos mentales mejorando su salud
tante a disminuir el riesgo de desarrollar enfermedad mental.
mental (Mjøsund et al., 2015) cosa que no ocurre en la
misma medida con el bienestar hedónico. En el estudio En la literatura no se han encontrado estudios que
MIDUS (Keyes, 2005) los individuos con alto bienestar expliquen los componentes que intervienen en la recupe-
hedónico, pero bajo bienestar eudaimónico sufrían casi el ración psicopatológica en los pacientes que son derivados
doble de enfermedad mental que los individuos flore- a un Hospital de Día. Sin embargo, tenemos la hipótesis

Figura 1. Características sociodemográficas, diagnósticos clínicos, motivos de pérdida de muestra y tamaño final de la
misma. * Días naturales transcurridos desde el ingreso hasta el alta. ** Días naturales efectivos de asistencia al
Hospital de Día
146 ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, nº. 2, 143-156. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ ap.13.2.15818

de que existe una mejoría de dichos pacientes asociada al fueron ingresados en el Hospital de Día de Tudela deri-
nivel de salud mental previo a su ingreso. Por lo tanto, en vados desde la unidad de agudos del hospital general o
el presente trabajo se quiere comprobar si realmente se desde el centro de salud mental. Se realizó muestreo no
produce esa mejoría y si el nivel de salud mental, que no probabilístico por conveniencia según el orden de in-
de enfermedad mental, predice en alguna medida su greso. Los pacientes participaron de forma voluntaria
recuperación. respondiendo a los instrumentos que medían las variables
El principal objetivo del estudio que presentamos fue independientes al ingreso tratando de predecir los
comprobar si el nivel de bienestar o salud mental de los resultados al alta.
pacientes al ingreso podía predecir la disminución del
nivel de psicopatología al alta en un Hospital de Día. Fueron entrevistados según ingresaban desde el inicio
del estudio y en el día del alta. Finalmente fueron 50 los
participantes pues seis fueron excluidos por dificultades
Método cognitivas o idiomáticas. En la figura 1 se pueden ver los
datos sociodemográficos de la muestra tanto el número
de hombres y de mujeres final, sus diagnósticos, la edad
Participantes media y la duración del ingreso administrativamente y
según los días de asistencia.
Se realizó estudio ex post facto prospectivo en una
muestra de 56 pacientes con trastorno mental grave que

Figura 2. Instrumentos utilizados, conceptos de bienestar subjetivo y psicológico y pasos para el análisis de regresión
múltiple.
ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, nº. 2, 143-156. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ ap.13.2.15818 147

El diagnóstico que se consideró fue el que el terapeuta evaluación del aspecto afectivo del bienestar subjetivo.
de referencia incluía en el informe de derivación al El coeficiente alfa de Cronbach fue de 0.90 para la escala
Hospital de Día. positiva y de 0.84 para la negativa.

- Satisfaction With Life Scale (SWLS, en su versión


Instrumentos de evaluación
española ESV; Cabañero et al., 2004; Pavot y Diener,
1993) es una escala de cinco ítems que evalúa la
A continuación, se describen los instrumentos
satisfacción de la persona con su vida como un todo y no
utilizados en el estudio:
en aspectos concretos. Los ítems se puntúan con escalas
tipo Likert de 7 puntos que van de 0 (totalmente en
- Clinical Outcomes in Routine Evaluation-Outcome
desacuerdo) a 6 (totalmente de acuerdo). Se obtiene una
Measure (CORE-OM; Evans et al., 2000; Feixas et al.,
puntuación global promediando las de los cinco ítems,
2012) Medida de autoinforme compuesto de 34 ítems que
donde una alta puntuación refleja mayor satisfacción con
evalúan el estado del paciente durante los últimos siete
la vida. Se calculó también una escala global de bienestar
días a partir de una serie de dimensiones definidas como
subjetivo para llevar a cabo los posteriores análisis con
Malestar, Síntomas, Disfunción y Riesgo. Los ítems se
las puntuaciones globales de las distintas variables. El
contestan mediante escalas tipo Likert de 5 puntos, que
cálculo de esta variable se realizó mediante la suma de
van de 0 o “nunca” a 4 o “siempre o casi siempre”. A
afecto positivo de la escala PANAS más la suma de la
mayor puntuación mayor malestar, más síntomas, peor
escala de satisfacción vital (ESV) y restando la
funcionamiento y más riesgo. Al darles el alta, los
puntuación de la subescala de afecto negativo de la
pacientes contestaban otra vez el CORE-OM que nos
escala PANAS siguiendo el procedimiento propuesto por
sirvió en el estudio para comprobar la mejoría obtenida
Sheldon y Elliot (1999). Se obtuvo un coeficiente alfa de
durante su ingreso y para controlar al principio el nivel
Cronbach de 0.83.
de problemas o patologías con las que ingresa el
paciente. El α de Cronbach osciló en todas las escalas y
- Scales of Psychological Well-Being (SPWB, en su
subescalas desde 0.75 hasta 0.90, salvo la subescala
versión española EBP; Díaz et al., 2006; Ryff, 1989) es
riesgo del CORE-OM que fue 0.66 y la subescala domi-
un instrumento de autoinforme de 29 ítems con escalas
nio del entorno del SPWB que fue de 0.33.
de respuesta tipo Likert de 7 puntos que van de 0 (total-
mente en desacuerdo) a 6 (totalmente de acuerdo). Está
- Positive and Negative Affect Schedule (PANAS;
basada en seis dimensiones: autoaceptación, relaciones
Sandín et al., 1999; Watson et al., 1988) es una escala de
positivas con otros, autonomía, dominio del entorno,
20 ítems que evalúa las dos dimensiones del afecto, la
propósito en la vida y crecimiento personal. En nuestro
positiva con 10 ítems y la negativa con otros 10 ítems. El
estudio obtuvimos una puntuación por cada escala y la
afecto positivo refleja el punto hasta el cual una persona
total promediando los ítems correspondientes. A mayor
se siente entusiasta, activa, alerta, con energía y partici-
puntuación en las diferentes subescalas mejor funciona-
pación gratificante. El afecto negativo representa una
miento psicológico positivo, mejor bienestar psicológico.
dimensión general de malestar subjetivo y participación
Obtuvimos los siguientes coeficientes de fiabilidad alfa
desagradable que incluye una variedad de estados emo-
de Cronbach: 0.77 para autoaceptación, 0.67 para rela-
cionales aversivos como disgusto, ira, culpa, miedo y
ciones positivas con otros, 0.72 para autonomía, 0.33
nerviosismo (Watson et al. 1988). Utiliza una escala de
para dominio del entorno, 0.84 para crecimiento personal
respuesta tipo Likert de 5 puntos y a los participantes se
y 0.73 para propósito en la vida. Para la escala total se
les pregunta cómo se sienten normalmente en general,
obtuvo un coeficiente alfa de 0.88.
con una puntuación que va de 0 (nada en absoluto) a 4
(totalmente), sumándose el afecto positivo y negativo
En la Figura 2 se pueden observar los cuatro
entre los ítems respectivos. A mayor puntuación mayor
instrumentos utilizados al ingreso y al alta, con sus co-
afecto positivo o negativo respectivamente y supone la
rrespondientes subescalas. Se muestra como el Bienestar
148 ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, nº. 2, 143-156. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ ap.13.2.15818

subjetivo es la suma del Afecto positivo más la Satisfac- psicológico (relaciones positivas, autonomía, crecimiento
ción Vital restando el Afecto Negativo. El Bienestar psi- personal, dominio entorno, autoaceptación y propósito
cológico comprende la escala global y las subescalas de vida) y el tercero introduciendo en el modelo las
la Escala de bienestar psicológico (EBP). puntuaciones globales de bienestar subjetivo (PANAS
positivo + ESV-PANAS negativo) y bienestar
psicológico –Total EBP– (ver Figura 2).
Procedimiento

Se contrabalanceó la aplicación de las pruebas (EBP,


Resultados
PANAS y ESV) a los distintos pacientes para evitar lo
sesgos que pudiera producir un determinado orden de
aplicación, de tal forma que a los pacientes impares se les
aplicó primero el CORE-OM seguido de las otras escalas Ni la edad ni los días de ingreso presentaban ninguna
y a los pacientes pares se procedió en el orden inverso y correlación estadísticamente significativa con ninguna de
se realizó el cálculo de un Anova de un factor, las variables utilizadas en el estudio, por lo que no se
considerando el orden de presentación como variable in- tuvo en cuenta en los análisis posteriores.
dependiente y el resto de las variables de interés como
dependientes. Se procedió de forma similar con la varia- No se encontró ninguna significación estadística en el
ble sexo. orden de presentación de las escalas ni en el sexo al ser
tomadas como variables independientes.
Para comprobar si había mejoría clínica se llevó a
cabo un Anova de medidas repetidas sobre las distintas Se obtuvieron diferencias estadísticamente
subescalas y la puntuación total en el CORE-OM al in- significativas en puntuación del CORE-OM entre ingreso
greso y al alta. y alta, constatándose una notable disminución de la
psicopatología. Al alta presentaban menos malestar,
A continuación, llevamos a cabo distintos análisis de síntomas, disfunción y riesgo de auto o heteroagresión,
regresión lineal para comprobar si en la disminución de con tamaños del efecto importantes, como se puede
2
la psicopatología al alta (CORE post), tanto en las dis- apreciar en las distintas etas parciales al cuadrado η p):
tintas subescalas como en la puntuación global, influía .36 / .59 / .34 / .36 y .85, respectivamente.
alguna de las variables de bienestar pretratamiento medi-
das al ingreso. Introdujimos en el modelo de regresión
aquellas variables de bienestar que tenían una correlación Análisis de Regresión Lineal para
significativa con disminución de psicopatología. Para
controlar la influencia que el estado psicopatológico
predicción de las Variables
preingreso podía ejercer en los resultados al alta, intro- Dependientes
dujimos en el primer paso de cada análisis de regresión
(mediante el método “introducir”) como Variable Inde- 1. Subescala malestar del CORE al alta. El porcentaje
pendiente (V.I.) la medida del CORE preingreso corres- de la varianza de la V.D. explicada por las subescalas de
pondiente. En resumen, para cada una de las cinco varia- bienestar subjetivo fue 8%, una vez controlado el ma-
bles dependientes del CORE (malestar, síntomas, disfun- lestar al ingreso. Las escalas de bienestar subjetivo no
ción, riesgo y puntuación total), se llevaron a cabo tres aportaron nada al modelo de predicción pues sus b no
análisis de regresión, el primero introduciendo como va- fueron significativas.
riables predictoras las puntuaciones en bienestar subje-
tivo (PANAS positivo, PANAS negativo y ESV), el se- En el paso 2b, aparecieron como significativas las
gundo introduciendo las distintas subescalas de bienestar subescalas de autoaceptación y autonomía del bienestar
ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, nº. 2, 143-156. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ ap.13.2.15818 149

Tabla 1

Análisis de regresión lineal para predecir malestar al alta

Predictor b t Modelo
Paso 1 2
.54 4.53** R =.28, F (1,48) = 20.53**
Malestar al ingreso
Paso 2a
.33 2.38** 2=
Malestar al ingreso R .36, F(4,45) = 7.93**
Afecto positivo -.03 -0.22**
Afecto negativo .26 1.91**
Satisfacción vida -.17 -1.10**
2=
Paso 2b R .49, F(7,42) = 7.96**
Malestar ingreso .19 1.48**
Autoaceptación -.40 -2.19**
Relaciones Positivas -.16 -1.41**
Autonomía -.23 -2.10**
Dominio entorno -.20 -1.37**
Crecimiento personal .07 0.52**
Propósito vida .09 0.45**
2=
Paso 2c R .49, F(3,46) = 16.95**
Malestar ingreso .29 2.35**
Bienestar subjetivo .09 0.50**
Total EPB -.60 -3.56**
Nota. * p<.05. **p<.01.
psicológico, mientras que ninguna de las otras subescalas
fueron significativas. Es de destacar que la variable ma- En el paso 2c, de las dos variables de bienestar, en sus
lestar al ingreso dejó de ser significativa pesando más puntuaciones totales, la que predijo significativamente
para la predicción de malestar al alta la autoaceptación y parte de la varianza de la puntuación de malestar al alta,
autonomía que el malestar al ingreso como se puede controlado el nivel de malestar al ingreso, fue la
apreciar en la Tabla 1. puntuación global de bienestar psicológico (Total EBP).

Tabla 2

Análisis de regresión lineal para predecir síntomas al alta

Predictor b t Modelo
2=
Paso 1 R .49, F(1,48) = 49.54**
.71 7.039**
Síntomas al ingreso
Paso 2a 3,82** 2=
.53 R .50, F(4,45) = 13.44**
Síntomas al ingreso 3.82**
Afecto positivo -.03 -0.27**
Afecto negativo .17 1.23**
2=
Paso 2b R .54, F(7,42) = 9.27**
Síntomas ingreso .47 3.61**
Autoaceptación -.20 -1.15**
Relaciones Positivas -.11 -0.99**
Autonomía -.09 -0.90**
Dominio entorno -.25 -1.66**
Crecimiento personal .03 0.27**
2=
Paso 2c R .55, F(3,46) = 21.57**
Síntomas ingreso .56 4.65**
Bienestar subjetivo .05 0.34**
Total EBP -.36 -2.26**
Nota. * p < .05. **p < .01.
150 ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, nº. 2, 143-156. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ ap.13.2.15818

2. Subescala síntomas del CORE al alta. En el paso greso del paciente teniendo controlada el nivel en esa
2a, se obtiene que la varianza de la V.D explicada por las misma variable al ingreso [R² = .41, F(3,46) = 12.67
subescalas de bienestar subjetivo es muy baja, 1 %, una (p < .01)]. Incluso la variable de disfunción al ingreso
vez controlada la que explica síntomas al ingreso. Las dejó de ser significativa en el segundo paso, como se
subescalas de bienestar subjetivo no aportan nada al mo- puede ver en la Tabla 3.
delo de predicción, sus b no son significativas. Tampoco
aparecieron como significativas las subescalas de bie- 4. Subescala riesgo del CORE al alta. En el paso 2a se
nestar psicológico en la explicación de la varianza de eliminó del análisis el afecto positivo del PANAS al no
síntomas al alta en el paso 2b. En el paso 2c, de las dos resultar significativa su correlación. En el caso de los
variables de bienestar en su puntuación total, la que pre- resultados terapéuticos al alta sobre riesgo de auto o he-
dijo significativamente parte de la puntuación de sínto- teroagresión de los pacientes, a diferencia de las demás
mas al alta fue la de bienestar psicológico, controlado el V.D., ni la puntuación total de bienestar subjetivo ni la de
nivel de síntomas al ingreso [R² = .55, F(3,46) = 21.57 bienestar psicológico (Total EBP) explicaban parte signi-
(p < .01)] como se puede observar en la Tabla 2. ficativa de la varianza de esa V.D.

3. Subescala disfunción del CORE al alta. En el paso 5. Escala total del CORE al alta. Las subescalas de
2a, el porcentaje de la varianza de la V.D. explicada por bienestar subjetivo no fueron estadísticamente significa-
las escalas de bienestar subjetivo fue de 5 %, una vez tivas en la predicción de la escala total de CORE al alta
controlada la que explicaba la subescala disfunción al en el paso 2a. En el paso 2b, ninguna de las subescalas de
ingreso, no aportaron nada al modelo de predicción. La bienestar psicológico resultó significativa. La única
subescala autonomía no se introdujo en el análisis. En el significativa aquí fue la misma puntuación CORE al in-
paso 2b, ninguna de las subescalas de bienestar psicoló- greso. Finalmente, la única variable independiente, de las
gico fue significativa para el modelo de predicción de la totales de bienestar, que predijo significativamente la va-
V.D. Una vez más la única variable independiente que rianza de la V.D., fue la puntuación global de bienestar
predijo significativamente parte de la varianza de la V.D. psicológico al ingreso.
fue la puntuación global de bienestar psicológico al in-
Tabla 3

Análisis de regresión lineal para predecir disfunción al alta

Predictor b t Modelo
Paso 1 2=
R .22, F (1,48) = 15.45**
Disfunción ingreso .49 3.93**
Paso 2a 2=
R .27, F(4,45) = 5.66**
Disfunción ingreso .30 2.04**
Afecto positivo -.18 -1.16**
Afecto negativo .09 0.60**
2=
Paso 2b R .39, F(6,43) = 6.30**
Disfunción ingreso .13 0.92**
Autoaceptación -.09 -0.49**
Relaciones Positivas -.14 -1.11**
Dominio entorno -.20 -1.23**
Crecimiento personal -.04 -0.29**
2
Paso 2c R =.41, F(3,46) = 12.67**
Disfunción ingreso .21 1.57**
Bienestar subjetivo .06 0.35**
Total EPB -.59 -3.16**
Nota. * p < .05. **p < .01.
ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, nº. 2, 143-156. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ ap.13.2.15818 151

Discusión riesgo de auto o heteroagresión tomado por separado,


cosa que no sucede con la felicidad hedónica del paciente
Los resultados mostraron que los pacientes al ingreso.
disminuyeron significativamente su malestar, sus sínto-
mas, su disfunción, su riesgo de auto o heteroagresión y Es llamativo que las subescalas de bienestar
su puntuación total del CORE-OM. Sin embargo, es de psicológico tomadas individualmente no expliquen los
destacar que el número de días de ingreso no tuvo nin- resultados al alta y sí lo haga la puntuación global de esa
guna correlación significativa con ninguna de las varia- escala. Esto podría ser debido a que en la escala subyace
bles de mejoría al alta (subescalas y puntuación total del una puntuación global de felicidad eudaimónica, sin
CORE-OM) aunque sí tuvo una correlación significativa compartimentalizar, y que ese factor común a las seis
con todas esas variables al ingreso menos con la de ma- subescalas es el que se pone en marcha para afrontar la
lestar. El número de días de ingreso dependería más de la situación de crisis personal por la que atraviesan la ma-
impresión clínica de su psicopatología (menos de su yoría de los pacientes al ingreso en el Hospital de Día al
malestar expresado) que con cómo evoluciona, evaluado estar en una situación psicopatológica aguda o subaguda.
con pruebas más objetivas. Está claro que a los pacientes La estructura factorial de bienestar psicológico propuesta
se les da el alta cuando han mejorado, pero esa mejoría por van Dierendonck (2004) añade a la estructura origi-
no está relacionada con el número de días de ingreso. nal propuesta por Ryff y Keyes (1995), un factor de se-
Todo ello puede introducir una reflexión sobre el uso de gundo orden llamado precisamente bienestar psicológico,
medidas cuantificables en la evolución del paciente a lo que es el que subyacería bajo la puntuación global de la
largo del tratamiento, además de utilizar las impresiones escala y que podría dar cuenta de los resultados
clínicas de los terapeutas, y podría apoyar, por tanto, el obtenidos. Díaz et al. (2006) confirmaron la estructura
uso de escalas como el CORE-OM en la medición ruti- factorial propuesta por van Dierendonck en la adaptación
naria de la evolución de los pacientes. española de las escalas de bienestar psicológico de Ryff,
encontrando también un factor general de segundo orden
En los distintos análisis de regresión lineal llevados a además de la estructura de seis dimensiones propuestas
cabo con las subescalas de las dos dimensiones del bie- por Ryff. Parecería pues que el “todo” del bienestar psi-
nestar introducidas separadamente, controlando el efecto cológico es algo más que la “suma” de sus partes.
de la puntuación de la variable dependiente al ingreso,
los resultados han mostrado que prácticamente ninguna Otro resultado que reclama nuestra atención es el
subescala de ambas dimensiones por sí misma predecía hecho de que sólo el bienestar psicológico y no el bie-
parte significativa de las distintas variables de resultado nestar subjetivo es el que explica parte significativa de
medidas con el CORE-OM. los resultados al alta, una vez controlado el efecto de las
mismas variables al ingreso. Este resultado puede ser
Cuando en los análisis de regresión se utilizaron las coherente con algunos planteamientos teóricos bien esta-
escalas globales de bienestar subjetivo y bienestar psi- blecidos desde la psiquiatría y la psicología clínica. Por
cológico los resultados fueron muy llamativos. En todas ejemplo, mediante la escala de evaluación de la actividad
las variables dependientes, excepto en riesgo al alta, la global (EEAG) en el eje V del Diagnosticand Statistical
escala global de bienestar psicológico resultaba muy sig- Manual Of Mental Disorders (American Psychiatric As-
nificativa a la hora de explicar los resultados del trata- sociation. y American Psychiatric Association. Task
miento al alta pero la escala global de bienestar subjetivo Force on DSM-IV., 2000) se pretende un acercamiento a
no hacía una aportación significativa. Una primera gran la evaluación de la salud mental como una variable con-
conclusión de todo esto es que la felicidad eudaimónica tinua con la que se codifican las distintas medidas de
que presenta el paciente en su vida al ingreso en Hospital salud mental en un código de diez puntos. El bienestar
de Día, independientemente de la enfermedad mental que hedónico, pese a que se considera parte importante de la
padezca, predice parte significativa de la recuperación salud mental, no es considerado un síntoma esencial para
mediante tratamiento en Hospital de Día, excepto en el tener un alto nivel de salud mental según esta escala. En
152 ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, nº. 2, 143-156. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ ap.13.2.15818

cambio, un alto nivel de salud mental requiere que los agresión. Ello nos hace pensar que la variable riesgo apa-
individuos informen de altos niveles en la mayoría de rece como mucho más “volátil”, más impredecible que el
medidas de bienestar eudaimónico (Keyes, 2005). Pasar resto de las variables que mide el CORE-OM, en el sen-
de un estado de moderada salud mental a uno de flore- tido de ser más impulsiva, menos estable, menos depen-
cimiento mediante el aumento del nivel de bienestar eu- diente del estado psicológico general. Paradójicamente,
daimónico reduce drásticamente el riesgo de desarrollar el riesgo de suicidio es mayor cuando el individuo co-
una enfermedad en el futuro, lo que no parece ocurrir en mienza a avanzar hacia su recuperación y no cuando se
la misma medida si lo que aumenta sólo es el bienestar encuentra más hundido emocionalmente (Sarason, 1990).
hedónico. La diferencia entre un estado de florecimiento En este mismo sentido es de destacar que ni la puntua-
y uno de moderada salud mental está principalmente en ción de riesgo al ingreso, ni la de riesgo al alta tuvieron
el mejor funcionamiento en la vida a favor del primero, una correlación significativa con la subescala de afecto
en el mayor nivel de bienestar psicológico. Por tanto, los positivo de la escala PANAS, lo que sí ocurrió con el
hallazgos sugieren la existencia de una influencia entre resto de las subescalas y puntuación total del CORE,
estados de salud mental y trastornos mentales. En parti- tanto al ingreso como al alta. La conducta suicida es un
cular el estado languideciente (languishing) podría supo- acto propio de una crisis, ocasionada por un problema
ner una predisposición para, y el estado floreciente un agudo (Sarason, 1990) y no parece estar relacionada con
factor protector contra, el inicio y la recurrencia de en- procesos psicopatológicos más prolongados en el tiempo
fermedad mental. Por lo tanto, el estado languideciente como suele ser el caso de la mayoría de los pacientes que
podría actuar como una diátesis que es activada por es- ingresan en el Hospital de Día.
tresores que ponen a los individuos en el camino de la Los resultados apoyarían la utilidad de la intervención
enfermedad mental (Keyes, 2005). psicoterapéutica desde la perspectiva de la psicología
La investigación sobre la resiliencia ha mostrado que positiva, dirigida a incrementar el bienestar psicológico
la salud mental depende de la capacidad de un individuo como estrategia para la mejoría psicopatológica del
para manejar mentalmente, transformar y encontrar sen- paciente (Schrank et al., 2016). No se trata sólo de
tido a los estresores y desafíos de la vida, algo inmerso reducir las emociones negativas, de reducir la ansiedad,
en el núcleo mismo de la felicidad eudaimónica (Ryff y la depresión, sino de aumentar las emociones positivas y,
Singer, 2003). sobre todo, el funcionamiento psicológico como forma de
contrarrestar la psicopatología y/o hacerla más llevadera
Importantes teorías sobre la etiología y el tratamiento para el paciente, objetivo que en muchos casos se
de la depresión, por ejemplo, se han centrado en los pro- persigue (Boardman y Doraiswamy, 2015). Junto a ellos
cesos cognitivo conductuales (Hollon, Thase y Marko- parece necesaria una evaluación continua de la evolución
witz, 2002). Esto es, las enfermedades mentales tal como terapéutica de los pacientes, mientras están ingresados en
la depresión resultan de un pensamiento distorsionado, de este servicio, que vaya más allá de la impresión subjetiva
determinados patrones de conducta o de incapacidad para de los clínicos.
formar y mantener apegos interpersonales positivos.
Años de investigación sobre la indefensión aprendida han El presente estudio tiene ciertas limitaciones que
mostrado consistentemente que las percepciones de la merecen mencionarse. En primer lugar, el tamaño de la
desesperanza de uno y la incapacidad para cambiar muestra es pequeño y convendría en el futuro proseguir
situaciones negativas conducen a malestar y depresión, investigando las claves del progreso terapéutico en este
mientras que enmarcar esas situaciones en términos de tipo de servicios con muestras más amplias y distin-
metas está asociado con altos niveles de bienestar (Em- guiendo a los pacientes en función del diagnóstico. Así
mons, 2003). mismo, hay algunas variables que convendría controlar
en estudios futuros como la diversidad del tratamiento
Por último, quedaría por comprender por qué el farmacológico, el diverso número de sesiones de psicote-
bienestar psicológico no ha sido capaz de predecir parte rapia individuales, incluso la intensidad de la participa-
significativa de la varianza del riesgo de auto o hetero- ción de los familiares en el tratamiento. El ideal en futu-
ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, nº. 2, 143-156. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ ap.13.2.15818 153

ros estudios sería contar con un grupo control para que


nos permitiera comprobar relaciones de causalidad entre Referencias
las distintas variables, aunque en un servicio de estas ca-
racterísticas se nos antoja muy difícil contar con un
grupo control pues los pacientes ingresan en función de American Psychiatric Association. y American
sus necesidades y no se puede configurar una lista de es- Psychiatric Association. Task Force on DSM-IV.
pera o algo parecido. Sí parecería viable realizar (2000). Diagnostic and statistical manual of mental
comparaciones entre distintos servicios de las mismas disorders: DSM-IV-TR (4th ed.). Washington, DC:
características empleando técnicas psicoterapéuticas Autor.
distintas, incluyendo en uno de ellos una estrategia
psicoterapéutica general que contenga intervenciones Boardman, S. y Doraiswamy, P. M. (2015). Integrating
concretas desde la psicología positiva y que busquen la positive psychiatry into clinical practice. En D. V.
mejora del bienestar psicológico. Jeste, B. W. Palmer, D. V. Jeste y B. W. Palmer
(Eds.), Positive psychiatry: A clinical handbook.
A pesar de las limitaciones, creemos que la aportación (pp. 239-257). Arlington, VA, US: American
más relevante del presente estudio es haber abierto una Psychiatric Publishing.
primera aproximación al estudio del bienestar en
población clínica y de la posibilidad de considerar la Cabañero, M. J., Richart, M., Cabrero, J., Orts, M. I.,
perspectiva de la psicología positiva para la intervención. Reig, A. y Tosal, B. (2004). Fiabilidad y validez de
A modo de conclusiones podemos decir que: (a) se la escala de satisfacción con la vida de Diener en
redujo la psicopatología de forma notable de los pacien- una muestra de mujeres embarazadas y puérperas.
tes durante su estancia en el Hospital de Día, (b) el alta Psicothema, 16(3), 448-455.
del Hospital de Día parece basarse más en la impresión
clínica subjetiva que en medidas objetivas, siendo nece- Compton, W. C., Smith, M. L., Cornish, K. A. y Qualls,
sarias una mayor utilización de estas últimas, (c) la con- D. L. (1996). Factor structure of mental health
ducta suicida parece ocasionada más por un problema measures. Journal of Personality and Social
agudo y menos por procesos psicopatológicos prolonga- Psychology, 71(2), 406-413.
dos en el tiempo, (d) las psicoterapias existentes deberían http://dx.doi.org/10.1037//0022-3514.71.2.406
promocionar el bienestar psicológico además de tratar la
enfermedad mental y (e) parecen útiles las intervenciones Díaz, D., Rodriguez-Carvajal, R., Blanco, A., Moreno-
psicoterapéuticas dirigidas a incrementar el bienestar Jiménez, B., Gallardo, I., Valle, C. y van
psicológico como estrategia para la prevención de los Dierendonck, D. (2006). Adaptación española de las
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SOBRE LA DESENSIBILIZACIÓN SISTEMÁTICA.


UNA TÉCNICA SUPERADA O RENOMBRADA
CONCERNING SYSTEMATIC DESENSITIZATION.
AN OVERCOMED OR RENOWNED TECHNIQUE?

LAURA VALLEJO-SLOCKER1 Y MIGUEL A. VALLEJO2

generalización. Además la DS es mejor recibida por los


pacientes, es un procedimiento flexible y con unas bases
Resumen teóricas consolidadas, siendo estas razones suficientes
para revalorar la técnica.
En este trabajo se lleva a cabo una reflexión sobre la
pionera Desensibilización Sistemática (DS), cuyos Palabras clave: desensibilización sistemática;
principios parecen haber sido asumidos por otros exposición; ansiedad.
procedimientos de mayor popularidad. Aunque olvidada,
los fundamentos de la DS cuentan con referencias a
nuevos enfoques como la Teoría de Marcos Relacionales
(RFT) o el mindfulness, así como una gran variedad de Abstract
aplicaciones más allá del abordaje de las fobias
específicas. Desde un punto de vista teórico y en This paper constitutes a reflection about the pioneer
comparación con otras técnicas de exposición, la DS Systematic Desensitization (SD), which bases seem to
contribuye de mejor manera a la reducción de la have been assumed by more popular procedures. Al-
ansiedad mediante: la relajación, la presentación gradual though SD fell into oblivion; its foundations remain as
y el aprendizaje duradero de una respuesta alternativa part of new approaches such as the Relational Frame
bajo un contexto estimular variado que favorece la Theory or mindfulness and targets a wide range of disor-

1
Universidad Complutense de Madrid, España.
2
Universidad Nacional de Educación a Distancia, España.

Recibido: 26 de julio de 2016.


Aceptado: 25 de octubre de 2016.
158 ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, nº. 2, 157-168. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ ap.13.2.16539

ders besides specific phobias. Theoretically speaking and Sobre las bases de la Ds
in comparison, with other exposition techniques, SD
contributes in a better way to the reduction of anxiety by: Tal y como Tryon (2005) plantea, revitalizar la DS
relaxation, calibration of the exposures and a long- sería más fácil si se comienza por demostrar la eficacia de
lasting learning of an alternative response within a varied su procedimiento aportando evidencias sobre el fun-
stimulating context that favors generalization process. cionamiento de sus principios.
Moreover, SD is better accepted by patients and is a
flexible procedure with consolidated bases. These serve
as sufficient arguments to revalue this technique.
Inhibición recíproca y respuesta
incompatible con la ansiedad
Keywords: systematic desensitization;
exposition; anxiety. Wolpe (1958) basó las explicaciones del
funcionamiento de la DS en el concepto de inhibición re-
cíproca expuesto por Sherrington (1961). Según este
principio, psicológica y biológicamente la relajación
Introducción compite con las respuestas de ansiedad debido a que son
respuestas fisiológicamente opuestas. Debido a la im-
La desensibilización sistemática (DS) es una de las portancia de la exposición, se comenzó a considerar que
técnicas pioneras de modificación de conducta. Desarro- la ansiedad puede desaparecer incluso si no hay relaja-
llada por Joseph Wolpe en 1958 (Wolpe, 1958) y apli- ción y que la respuesta incompatible no es imprescindible
cada en el tratamiento de las fobias. Como es conocido para que desaparezca la ansiedad (Tryon, 2005). Esto es
se trata de un procedimiento de extinción. Al exponer al cierto, pero existen varios argumentos que prueban la
paciente al estímulo fóbico se obtiene la desaparición de ventaja de introducir una respuesta de relajación en los
la respuesta de ansiedad. Esta técnica, aunque antigua- procedimientos de DS:
mente investigada, ha perdido presencia en la actualidad.
Según los datos aportados por McGlynn, Smitherman y 1. Para comenzar, tal y como demuestran los
Gothard (2004), la investigación sobre DS comenzó a estudios de Rescorla y Wagner (1972), cuanto mayor
disminuir en 1970 y su uso clínico lleva desapareciendo sea el número de estímulos condicionados (ECs)
desde 1980. La emergencia de otros procedimientos de presentados, mejores efectos tendrá la extinción. En
extinción, en especial la exposición, parece haber in- esta línea, la DS presenta una ventaja añadida respecto
fluido en la progresiva desaparición de la DS. Por otro de otros procedimientos de exposición, pues introduce
lado, a pesar de obtener buenos resultados clínicos, los un estímulo ansiógeno adicional, la “relajación”, que
principios que explican el funcionamiento de esta técnica no está presente de forma central en otras terapias de
han sido fuertemente cuestionados haciendo que su po- exposición. El mecanismo por el cual la introducción
pularidad disminuyera. No obstante, la DS no ha desapa- de la relajación contribuye a la extinción de la fobia
recido por completo, sino que sus principios han sido puede comprenderse desde el punto de vista de la
asumidos por otras técnicas de modo que ha quedado re- Teoría de Marcos Relacionales (RFT).
nombrada e integrada en otros procedimientos terapéuti-
cos. Tal y como McGlynn et al. (2004) indican, revitali- 2. Según la RFT, ansiedad y relajación forman
zar la DS puede ser beneficioso. Necesitamos apoyarnos parte del mismo marco relacional en el que mantienen
en las evidencias más recientes que sustentan el funcio- una relación de oposición. Esto quiere decir que son
namiento de la técnica y justifican su uso en el ámbito dos caras de la misma moneda y que la persona asocia
clínico. Para ello, en este trabajo se replantean los prin- la relajación a la ansiedad (Törneke, 2010). La razón
cipios de la DS y se hace una revisión sobre su uso apli- de esto radica en que, según los principios de la RFT,
cado más reciente. al introducir la relajación en un ejercicio de DS,
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estaría entrando en juego un proceso verbal por el Contracondicionamiento y contexto


cual “relajarse” se convierte en una etiqueta que lleva estimular
implícita la respuesta de ansiedad. Si el estímulo
fóbico y la relajación son ECs asociados a la
La DS fue planteada a su vez sobre el concepto de
ansiedad, no hay mejor manera de reducir la ansiedad
contracondicionamiento expuesto por Guthrie (1952). El
que exponerse a ambos estímulos. De hecho, hay
objetivo es asociar la respuesta incompatible con la an-
incluso procedimientos de exposición graduales que
siedad al estímulo ansiógeno para que la presentación de
contemplan la posibilidad de introducir pequeños
este estímulo pase a desencadenar respuestas de relaja-
momentos de relajación cuando la exposición se
ción en vez de ansiedad (Labrador y Crespo, 2008).
convierte demasiado intensa para el paciente, siempre
Además, tal y como se expone en Tryon (2005), en este
que vayan seguidos de reexposición inmediata al
proceso resulta fundamental reducir el nivel de las res-
estímulo fóbico (Echeburúa, De Corral y Ortiz,
puestas emocionales para reducir la evitación al estímulo
2008). Esto demuestra que introducir la relajación no
fóbico.
disminuye la eficacia, y cómo se ha señalado, puede
favorecer la extinción.
Sin embargo, se ha hipotetizado que introducir el
contracondicionamiento, es decir, el aprendizaje de una
3. De acuerdo con los últimos avances en el
respuesta alternativa, no añade nada nuevo ni hace au-
estudio del condicionamiento, se sabe que la
mentar la eficacia de la DS frente a procedimientos como
extinción no borra la memoria ni el aprendizaje
la exposición, así como tampoco lo hace el disponer de
previo, sino que crea un nuevo aprendizaje que
una jerarquía de estímulos ansiógenos (Tryon, 2005).
interfiere con el original (Vurbic y Bouton, 2014).
Para favorecer que este nuevo aprendizaje tenga
Se dice en ocasiones que el condicionamiento clásico
efectos a largo plazo, es bien conocido que la terapia
no tiene fuerza para hacer desaparecer por completo la
debe enseñar al paciente una respuesta alternativa. La
respuesta condicionada y que, por lo tanto, al basarse el
introducción de una respuesta incompatible a la
contracondicionamiento en principios de condiciona-
ansiedad basada en la relajación, podría estar
miento clásico, este no es efectivo en la desaparición de
cumpliendo este papel y potenciar a largo plazo los
la fobia (Echeburúa et al., 2008; Tryon, 2005).
efectos de la inhibición recíproca. Por lo tanto, la
debilidad que señala Tryon (2005) diciendo que los
En contra de lo que se piensa, puede que el
efectos de la inhibición reciproca son incapaces de
contracondicionamiento sea una forma muy inteligente y
permanecer en el tiempo, no es acertada. Es más no
práctica de abordar las fobias. Esto se debe a que:
se debe cuestionar el mecanismo de la inhibición
reciproca aislándolo del principio de
1. El contracondicionamiento permite crear un
contracondicionamiento introducido por Wolpe. Este
nuevo aprendizaje bajo un contexto estimular muy
principio viene a decir que lo que realmente favorece
variado, en el que aparte de exponer al paciente al
la extinción de la fobia es el establecimiento de un
estímulo fóbico principal, se le puede exponer a otros
nuevo aprendizaje, aprender a relajarse, por ejemplo,
estímulos de la cadena fóbica y a ECs como la
en el contexto ansiógeno.
relajación. Esto hace que el contexto se enriquezca, se
descondicione más de un EC de la cadena fóbica y la
Por tanto, parece que la relajación cumple un papel
generalización suceda con más facilidad. La extinción
esencial en la disminución de la ansiedad y la creación
queda asegurada en tanto que el sujeto perciba un
de un contexto más favorable para generar un nuevo
cambio entre el contexto de adquisición y extinción de
aprendizaje. Esto viene respaldado no solo por las últi-
la fobia. Este cambio se produce no solo por la
mas evidencias formales sobre los principios expuestos
retirada del EI en el contexto de extinción sino
por Wolpe sino por la progresiva incorporación de la re-
también por la presentación de nuevos ECs que
lajación en otros procedimientos de exposición.
interfieran con el aprendizaje antiguo y permiten al
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sujeto darse cuenta de que las condiciones han zos de la técnica hasta la actualidad y se ha considerado
cambiado (Vurbic y Bouton, 2014). En esta línea, la uno de los procedimientos más eficaces en el caso de las
DS presenta una gran ventaja porque expone al sujeto fobias específicas (Zettle, 2003). Entre las fobias especí-
a una mayor variedad de estímulos ordenados de ficas más frecuentemente tratadas se encuentran:
forma jerárquica.
- Fobia a los exámenes: Egbockuku y Obodo
2. En cuanto al componente emocional de las (2005) demostraron que la DS es efectiva en la
respuestas de evitación que intentan extinguirse reducción de la ansiedad ante la realización de
usando la DS, se sabe que experimentar las exámenes en adolescentes. De forma más específica,
emociones negativas funciona como un proceso de el estudio de Zettle (2003) demostró la superioridad
exposición que favorece la habituación emocional de la DS en imaginación frente a la terapia de
(Koenig y Henriksen, 2005; Low, Stanton y Bower, aceptación y compromiso para la reducción de la
2008) y, por consiguiente, la extinción de la ansiedad. ansiedad antes exámenes de matemáticas en
Esto es congruente con lo que defiende el estudiantes universitarios. Para ello, la DS ha de
mindfulness, donde lo importante es centrarse en las aplicarse de forma óptima según las indicaciones de
experiencias (exponerse a ellas) como forma de Wolpe (1973).
reducir su interferencia a la hora de responder ante
una situación estimular demandante (Treanor, 2011). - Fobia social (trastorno de ansiedad social):
En cuanto a la jerarquía, esta cumple un papel Labrador, Rosillo y Fernández Sastrón (2010)
importante en el proceso de habituación a las utilizaron un procedimiento combinado de DS y
emociones, pues permite controlar el grado de exposición gradual in vivo tras el cual se reduce de
ansiedad en cada fase de la exposición haciendo que forma eficaz los vómitos de un paciente ante
las respuestas emocionales no aumenten la situaciones de interacción social heterosexual.
probabilidad de que el sujeto evite la situación. También se ha empleado la DS desde otros
acercamientos psicológicos. McCullough y Osborn
En consecuencia, enriquecer el contexto de extinción (2004) combinaron las terapias breves psicodinámicas
y organizarlo de forma que la persona se exponga a ni- con la DS en casos de miedo escénico con ansiedad
veles progresivamente más demandantes, favorece la para la expresión de las emociones, obteniendo
disminución de las respuestas emocionales, lo cual con- buenos resultados.
tribuye a la desaparición de la fobia. El contracondicio-
namiento y la utilización de jerarquías cumplen una - Fobia a estímulos sonoros: Koegel, Openden y
destacada función en este proceso. Koegel (2004) descubrieron que la hipersensibilidad
auditiva de niños autistas no tiene tanto que ver con
dolor ante determinados ruidos, sino con miedo a
ruidos intensos, de tal manera que, las respuestas de
Aplicaciones de la DS evitación-escape de estos niños se reducían de forma
eficaz mediante DS ante el estímulo fóbico y se
La revisión presentada en este apartado incluye generalizaba a otros estímulos relacionados. El
trabajos desde 1983 hasta 2014 debido a la progresiva contracondicionamiento jugó un papel importante en
reducción de publicaciones. el proceso, en el cual se trabajó más con el miedo
(cuya respuesta incompatible es la digestión en
términos fisiológicos) que con la ansiedad
Fobias específicas (incompatible a la relajación).

La DS ha sido preferentemente aplicada en el - Fobia a intervenciones dentales: Coldwell et al.


tratamiento de trastornos de ansiedad desde los comien- (2007) descubrieron que el uso combinado de
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benzodiacepinas, como el alprazolam, con la DS no familiaridad con las escenas imaginadas. Según King,
aportan ninguna ventaja añadida para la reducción de Heyne, Gullone y Molloy (2001) indican, se debe
la ansiedad ante el miedo a recibir una inyección prestar especial atención a los componentes no
dental. La DS parece ser efectiva por si sola y no verbales de la ansiedad expresados por el niño. Otros
necesita de un tratamiento farmacológico para estudios han intentado demostrar la eficacia de la
acelerar el avance en las fases iniciales de la terapia. desensibilización y reprocesamiento por movimientos
No obstante, Neacsu, Sfearcu, Maru y Dumitrache oculares en adolescentes y niños con sintomatología
(2014) encontraron que, aunque la DS funciona, el post-traumática, pero las evidencias de su eficacia han
entrenamiento en relajación era incluso más eficaz quedado cuestionadas por la calidad metodológica de
que la DS en estos casos. Ambos estudios destacan la los estudios en los que se basan (Field y Cottrell,
utilidad de reducir la ansiedad, como modo de 2011). También ha sido aplicada en niños autistas
favorecer la asistencia a la consulta del dentista. De para la fobia a los perros, con resultados positivos
este modo se previenen los problemas derivados de (Tyner, Brewer, Helman y Leon, 2016).
esa falta de atención dental.
Las fobias recogidas en este apartado, tienen la
- Fobia a exámenes médicos: se han llevado a característica de contar o bien con un alto componente
cabo procedimientos de DS adaptados a personas con fisiológico en las repuestas de ansiedad o por relacionarse
discapacidades mentales e intelectuales dentro del con procesos de aprendizaje. Esto muestra la capacidad
espectro autista para reducir la ansiedad que les de la técnica para modificar aprendizajes desadaptativos
provoca someterse a evaluaciones médicas. Los y reducir la ansiedad fisiológica. En contra de lo que se
resultados han sido satisfactorios dentro de un piense, introducir ejercicios de relajación parece ser la
modelo general de intervención adaptado a las mejor estrategia para reducir la ansiedad ante in-
necesidades de estos pacientes (Cavalari, DuBard, tervenciones médicas, respuesta que se caracteriza prin-
Luiselli y Birtwell, 2013). cipalmente por afectar a la respiración y la tasa cardiaca.
Parece que tal y como postula Wolpe, la relajación inter-
- Fobia a volar en avión: el estudio realizado por fiere con la ansiedad al ser ambas incompatibles, favore-
Capafóns, Sosa y Avero (1997) demostró que la ciendo la extinción de la fobia incluso de forma más efi-
combinación de la DS con técnicas de detención del caz que tratamientos farmacológicos. Por otro lado, el
pensamiento permite obtener mejores resultados en la argumento a favor de la incorporación del mayor número
reducción de la ansiedad a volar en avión. La eficacia posible de ECs parece verse apoyado por estudios como
del programa aumenta al incorporar la práctica en el de Capafóns et al. (1997), donde se demuestra que
casa, el sobreaprendizaje, la relajación breve y procedimientos de DS que incorporan estrategias de so-
jerarquías con doble criterio (ordinal y cardinal), pues breaprendizaje o jerarquías modificadas con doble crite-
permiten una mejor graduación de los estímulos rio (se combina el nivel de ansiedad con la diversidad de
ansiógenos. Triscari, Faraci, D’Angelo, Urso y los estímulos ansiógenos, evitando reincidencias) son
Catalisano (2011) aportan evidencias sobre la eficacia eficaces en la reducción de las fobias y presumiblemente
de combinar la DS con otras técnicas conductuales favorezcan el establecimiento de un nuevo aprendizaje.
para tratar este tipo específico de fobia. El mismo efecto se observa en el estudio de Koegel et al.
(2004), donde a más amplio sea el contexto de aprendi-
- Fobias infantiles: para el tratamiento de las zaje y se incluya la relajación, mejores resultados se con-
fobias infantiles se ha empleado la imaginación siguen, hechos congruentes con lo expuesto por Vurbic y
emotiva, un procedimiento de DS especialmente Bouton (2014) a favor del funcionamiento del contra-
adaptado a niños a partir de los cuatro años de edad. condicionamiento. En el caso de la fobia social y a exá-
Esta variación de la DS incluye la consideración de menes, se observa cómo el exceso de ansiedad que inter-
los héroes, alter egos, modelos, fantasías y amigos fiere en la ejecución se reduce mejor mediante DS que
imaginarios de los niños como forma de aumentar la mediante otras terapias. Además, como puede apreciarse,
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la DS parece ser un procedimiento flexible capaz de - Dolor crónico: el estudio de Tesarz et al. (2014)
adaptarse y combinarse con otras técnicas, tanto es así emplea la desensibilización y reprocesamiento por
que quizá esto es lo que propició su absorción por otros movimientos oculares para mitigar el dolor de
procedimientos de extinción que, por el contrario, no pacientes crónicos. Para ello da especial importancia a
cuentan con el potencial de la DS para intervenir sobre el desencadenantes como la angustia afectiva o los
aprendizaje y la ansiedad fisiológica. recuerdos. Se hace hincapié en la idea de que el
objetivo no es “curar el dolor” sino desarrollar
estrategias para controlarlo. Para pacientes con
Trastornos adictivos
fibromialgia, se ha descubierto que técnicas de
imaginación guiada ayudan a mitigar las molestias
- Trastorno por adicción al juego: el tratamiento
especialmente si se evocan escenas agradables, pero
para el juego patológico se basó inicialmente en
no si se evocan situaciones analgésicas.
procedimientos de exposición gradual (en vivo) y de
DS en imaginación combinados con otras terapias
El hecho de que la utilización de imágenes agradables
cognitivo-conductuales. El interés actual se centra en
favorezca la relajación puede relacionarse con procesos
potenciar los efectos que se consiguen con la DS en
que facilitan la sintonización de sensaciones de relajación
imaginación al combinarse con otras terapias y pasar a
y, al mismo tiempo, se comportan como un EC adicional.
un procedimiento más estándar de DS. Esto se
Como bien indican Tesarz et al. (2014), no se trata de
fundamenta en los prometedores resultados de la DS en
extinguir el dolor, si no de aprender nuevas formas de
imaginación, capaz de reducir en un 79 % la ansiedad
controlarlo. Esta idea es congruente con lo expuesto por
cuando se incluyen tareas para casa y en un 50 %
Vurbic y Bouton (2014), donde se hace hincapié en que
cuando se incorpora la relajación en imaginación frente
la extinción no elimina asociaciones previas, sino que
a los resultados poco consistentes de la terapia de
genera nuevos aprendizajes, de tal manera que las
exposición (Dowling, Jackson y Thomas, 2008).
terapias de exposición deben ser entendidas y abordadas
desde esta perspectiva. Finalmente, se observa cómo la
La DS facilita la realización de tareas para hacer en
DS vuelve a ser elegida por sus efectos fisiológicos en la
casa gracias al entrenamiento en imaginación, lo cual
reducción de la ansiedad ante problemáticas
también puede potenciar la generalización y puesta en
principalmente de índole somática. A su vez, se observa
marcha de la respuesta incompatible con la ansiedad en
que los procedimientos descritos a veces recuerdan a la
contextos variados de la vida real. Entrenar al sujeto en
técnica de inoculación de estrés. Esta técnica guarda con
varios contextos y usando cuantos más ECs mejor faci-
la DS el parecido de estar decayendo su popularidad, al
lita la extinción (Vurbic y Bouton, 2014).
basarse en aproximaciones graduales a los problemas
junto con la incorporación de respuestas alternativas, en
Trastornos somáticos este caso basadas en el aprendizaje de habilidades.

- Dolor de cabeza: en el estudio realizado por


Martin (2000) se puso en marcha un peculiar Trastornos de sueño-vigilia
procedimiento de exposición, que se asemeja a la DS,
para tratar el dolor de cabeza en un grupo de adultos.
- Pesadillas: desde una perspectiva conductual, las
Dicho procedimiento incluía periodos de relajación,
pesadillas podrían ser manifestaciones generales del nivel
un control de la intensidad de los estímulos que se
de actividad, lo que significa que podrían relacionarse
presentaban y tres tipos de factores desencadenantes
con trastornos de ansiedad. Miller y DiPilato (1983)
del dolor de cabeza a los que los pacientes se
encontraron que la frecuencia de las pesadillas disminuye
expusieron. Estos eran: molestias visuales, afecto
a largo plazo usando procedimientos de DS basados en
negativo e intensidad del dolor.
jerarquías sobre el contenido de los sueños. No obstante,
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la intensidad de las pesadillas no disminuyó. El elemento activación fisiológica y conectarla con el desarrollo de
de mayor fuerza en la terapia fue el entrenamiento en respuestas más adaptativas. La ansiedad importa, es ne-
relajación, consiguiendo mejores resultados en menos cesario centrarse en su reducción para poder extinguir la
tiempo al compararse con el papel que jugaron las fobia. La continuidad en su uso, sin apenas grandes va-
jerarquías. riaciones, demuestra la solidez de los principios expues-
tos sobre los que se asienta la DS. La DS no es una téc-
La relajación es la clave; se trata de un proceso de nica obsoleta, pues es congruente con nuevos funda-
aprendizaje que produce cambios a largo plazo. La inhi- mentos, como la RFT, o desarrollos terapéuticos de re-
bición recíproca, lejos de ser a corto plazo tiene efectos gulación emocional a través del mindfulness. Es más, en
en el tiempo. Según lo revisado en apartados anteriores muchos casos se mencionan de forma implícita procedi-
es esperable que los resultados mejorasen al exponer no mientos de DS ocultos bajo el nombre de técnicas de ex-
solo al contenido de los sueños, sino también a la perio- posición, lo que demuestra que la DS no está desfasada,
dicidad con la que se repiten (frecuencia) y a la intensi- sino que ha sido asumida por otras técnicas.
dad de las reacciones que provoca.
En segundo lugar, desde un punto de vista práctico,
las características del procedimiento bajo el cual se aplica
A modo de conclusión la DS puede que provoque menos reactividad en los
pacientes y favorezca la adherencia al tratamiento. Este
La DS es una técnica eficaz para la reducción de no es un aspecto poco importante. Como recoge
respuestas condicionadas de ansiedad que ofrece ciertas Ollendick (2014) entre los principales motivos de rechazo
ventajas respecto de otros procedimientos. A pesar de las de los pacientes está la terapia de exposición (del 38 al
críticas que ha recibido, como Labrador y Crespo (2008) 44 %). Por ello la reducción del coste emocional para el
indican la DS ha sido mejor recibida que otras técnicas paciente contribuye, previsiblemente, a reducir los
de exposición para la extinción de fobias condicionadas abandonos. Así que, aunque sin la relajación, jerarquías
y ansiedades inadaptadas. Esto puede deberse a dos fac- ni imaginación la exposición es eficaz, hay que
tores. preguntarse a qué coste. Es esto lo que justifica pensar
que la relajación, las jerarquías y la imaginación cumplen
En primer lugar, la DS se asienta sobre principios una función dentro del procedimiento que quizá sirva
sólidos que en ocasiones pueden haber favorecido su para facilitar la adherencia al tratamiento. Es lógico
elección frente a otras terapias. Estos principios conectan pensar que los pacientes prefieran someterse a terapias
los mecanismos psicofisiológicos de la conducta con más graduales que a otras más intensas como la DS para
principios de aprendizaje basados en el condiciona- enfrentarse a sus fobias. Por eso, de forma progresiva las
miento clásico. Resulta conveniente que la terapia se terapias de exposición han ido incorporando estos ele-
construya a partir de conceptos procedentes del condi- mentos. Aun así, la DS sigue siendo la única técnica de
cionamiento clásico, pues los miedos se adquieren por exposición que potencia el desarrollo de respuestas alter-
condicionamiento clásico. Además, lo característico de nativas en contextos estimulares variados.
las fobias es que no se necesita tener una experiencia di-
recta con el estímulo fóbico para que se adquiera la fo- Finalmente, respecto a su relevancia en el ámbito
bia. Imaginar las consecuencias sin experimentarlas de clínico, la terapia cognitivo-conductual es la terapia de
forma directa resulta suficiente. Por eso, presentar en elección para el tratamiento de los trastornos de ansiedad
imaginación el estímulo ansiógeno como se hace en la (NICE, 2011). Esto quiere decir, que la DS es un proce-
DS, en su modalidad imaginaria, sin necesidad de entrar dimiento más que válido para el tratamiento de las fobias.
en contacto directo con él, puede ser tan efectivo como
exponerse de forma real. Por otro lado, el alto compo-
nente fisiológico de las respuestas de ansiedad justifica
la utilización de un procedimiento capaz de abordar la
164 ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, nº. 2, 157-168. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ ap.13.2.16539

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CONCERNING SYSTEMATIC DESENSITIZATION.


AN OVERCOMED OR RENOWNED TECHNIQUE?

LAURA VALLEJO-SLOCKER Y MIGUEL A. VALLEJO

Extended summary 2. Based on Relational Frame Theory (RFT),


individuals relate “relaxation” to “anxiety” because
Developed by Wolpe (1958), Systematic they are opposite elements that belong to the same
Desensitization (SD) is one of the first behavioral modi- relational frame.
fication techniques used to treat phobias. SD is an expo-
sure procedure that leads to the disappearance of anxiety 3. Relaxation is a response incompatible and
responses. Although SD was formerly studied, its pres- alternative to anxiety that has long-term effects. This
ence has vanished (McGlynn, Smitherman, & Gothard, new learning interferes with the mechanism of the
2004) due to the merge of new exposure procedures such phobia and favors its extinction (Vurbic & Bouton,
as extinction technique. However, DS principles’ have 2014).
been assumed by other techniques and integrated into
new therapeutic approaches. This paper reviews the pre- The more stimuli a therapy incorporates in the
sent of DS and its applicability. context, the easier is to consolidate a new learning. Evo-
cating relaxation to control anxiety seems convenient
since they are implicitly related and helps to build a new
SD bases responding path. Moreover, some exposure treatments
already incorporate relaxation elements due to its contri-
butions to reduce anxiety.
Reciprocal inhibition and a response
incompatible with anxiety Counter conditioning and stimulating
The term reciprocal inhibition was introduced by context
Sherrington (1961) and adopted by Wolpe to settle the
foundations of DS. Relaxation competes with anxiety The point of introducing the incompatible response
because they are physiological opposite responses that (relaxation) is to establish an association between relax-
cannot happen at the same time. Although exposure ther- ation and anxiogenic stimuli. Consequently, the presen-
apy is effective without relaxation elements (Tyron, tation of the feared stimulus would lead to relaxation re-
2005), there seems to be several benefits from introduc- sponses. This refers to a counter conditioning principle
ing a relaxation response for the decrease of anxiety: that Wolpe adapted from Guthrie (1952). Although some
authors argued that counter conditioning is not effective
1. Based on Rescorla and Wagner (1972), in reducing fear conditioned responses, there are some
relaxation can be considered as a conditioned arguments that prove its benefit:
stimulus that favors a change in the context that ease
anxiety extinction.
ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, nº. 2, 157-168. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ap.13.2.16539 167

1. SD procedure uses stimuli hierarchies that conditional stimuli to favor the consolidation of a new
enables the exposure to a high number of stimuli learning. Additionally, SD is flexible and easily com-
from the phobic chain. Initially these stimuli would bined with other therapies. This may have propitiated its
lead to anxiety responses, but progressively these absorption by other procedures.
responses would be replaced by more appropriated
responses.
Addictive disorders
2. Avoidance responses are accompanied by strong
Dowling, Jackson and Thomas (2008) show how
emotional responses. The habituation to these
imaginary SD enables individuals to practice the alterna-
negative emotions by being exposed to the fear
tive response to anxiety in a wide range of contexts, in-
stimulus leads to the extinction of anxiety. This is a
creasing the effects of generalization. These training el-
well stablished principle in mindfulness therapy.
ements seem to be relevant for the recovery of the patient
and have been incorporated in other exposition therapies.
Since the mechanism of phobias reflects Classical
Conditioning principles, using these principles by pro-
moting counter conditioning processes seems logical. Somatic disorders
Additionally, using hierarchies may prevent intense
emotional responses and contribute to the extinction of Martin (2000) and Tesarz et al. (2014) treated
the phobia. headaches and chronic pain by provoking relaxation sen-
sations using imagination exercises. This reflects that the
objective is not to eliminate pain/anxiety, but to find a
Use of the SD new way to cope with it. SD enables this learning by fo-
cusing on the development of alternative responses. In
addition, as the RFT argues, “relaxation” seems to be the
Specific phobias
appropriate opposite partner for “anxiety” because of
their physiological connection.
All the phobias treated with SD revised in this paper
have in common their strong physiological component of
anxiety responses or reflect classical conditioning acqui- Sleep-wake disorders
sition process. This proves the efficacy of the technique
to modify maladaptive learnings and reduce physiologi- Miller and DiPilato (1983) found that the frequency of
cal anxiety. nightmares decreased if individuals were exposed to the
content of their dreams while doing relaxation exercises.
Generally speaking, for test anxiety (Egbockuku & This results show that reciprocal inhibition has long
Obodo, 2005; Zettle, 2003), social anxiety (Labrador, lasting effects.
Rosillo, & Fernández Sastrón, 2010; McCullough & Os-
born, 2004), noise phobia (Koegel et al.,2004), anxiety to
health checks (Cavalari, DuBard, Luiselli, & Birtwell, In conclusion
2013; Coldwell et al., 2007; Neacsu et al.,2014), fear
flying (Capafóns, Sosa, & Avero, 1997; Triscari et There are several reasons that explain why SD is
al.,2011) and childhood phobias (Field & Cottrell, 2011; better accepted among patients than other exposure tech-
King, Heyne, Gullone, & Molloy, 2001), introducing niques:
relaxation favored the extinction of the phobia. Some of
the studies included overlearning strategies and double Firstly, SD is based on well-established principles that
hierarchies, raising the efficacy of SD treatment. This re- connect the psychophysiological mechanisms of behavior
flects the importance of incorporating a high number of with Classical Conditioning learning principles. This
168 ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, nº. 2, 157-168. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ ap.13.2.16539

helps the person to reorganize his fear schemes by


developing a new way of controlling his physiological
responses. The continued use of SD in clinical contexts
without significant variations from the original technique
described by Wolpe (1958) proves the steadiness of its
bases. Moreover, there are reasons to believe that many
of the procedures reviewed for this study implicitly re-
flect SD therapy hidden under the name of other exposi-
tion techniques.

Secondly, SD may favor treatment adherence by


reducing the emotional cost of facing anxiety. This is
done by incorporating hierarchies, relaxation exercises,
imaginary trials and replacing automatic responses with
adaptive reactions. These elements have not been obvi-
ated by exposure therapies, which have recently started
to include part of them in their procedures.

SD is classified within the most appropriate


treatments for anxiety disorders since it is a cognitive-
behavioral technique (NICE, 2011). Thus, there is no
reason to devaluate the utility of SD but to revalue its
use.
ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, nº. 2, 169-188. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ap.13.2.17587 169

IDENTIFICACIÓN CON LOS TRABAJADORES MAYORES Y


ABSENTISMO: MODERACIÓN DE LA SELECCIÓN,
OPTIMIZACIÓN Y COMPENSACIÓN
OLDER WORKER IDENTITY AND ABSENTEEISM:
MODERATION OF SELECTION, OPTIMIZATION
AND COMPENSATION

ADRIÁN SEGURA1, 2 Y GABRIELA TOPA2

respondieron sendos cuestionarios en Tiempo 1 y seis


Resumen meses después, en Tiempo 2. Los resultados apoyan el
papel modulador de las estrategias de optimización y
La Identificación con los Trabajadores Mayores consiste compensación en la relación entre Identificación con los
en la internalización de creencias y actitudes negativas Trabajadores Mayores y absentismo. Las estrategias de
hacia los empleados de edad avanzada por parte de estas selección electiva y selección por pérdida no moderan la
mismas personas. Con esta investigación se explora el relación. Estos hallazgos subrayan que las personas
papel modulador de las estrategias de selección, implicadas activamente en estrategias de optimización y
optimización y compensación en la relación entre la compensación pueden lograr un envejecimiento exitoso
Identificación con los Trabajadores mayores y el en el trabajo. Las implicaciones de este estudio se
absentismo. El estudio se ha llevado a cabo con 166 discuten de cara a mejorar las prácticas de orientación de
trabajadores españoles mayores de 55 años que las personas mayores.

Correspondencia: Gabriela Topa. Facultad de Psicología. Universidad Nacional de Eduación a Distancia (UNED).

Email: gtopa@uned.es
1
Universidad de Huelva, España.
2
Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), España.

Recibido: 18 septiembre de 2016.


Aceptado: 10 de noviembre de 2016.
170 ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, nº. 2, 169-188. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ ap.13.2.17587

Palabras clave: envejecimiento exitoso; mientos implícitos y de experiencia profesional en sus


identificación social; selección; optimización; compen- áreas de trabajo (Carcel y Rodríguez, 2014; Stoddart,
sación. Bugge, Shepherd y Farquharson, 2014). Por consiguiente,
tanto desde el punto de vista personal como or-
ganizacional, el estudio del envejecimiento exitoso, es
Abstract decir de las estrategias de adaptación de las personas a los
cambios físicos y cognitivos que vienen aparejados a la
Older Worker Identity consists in the internalization of edad, y su relación con otras variables psicosociales en el
negative beliefs and attitudes towards the aged emplo- trabajo, merece una atención detallada (Cheung y Wu,
yees by this people. This research aims to explore the 2014; Zacher y Schmitt, 2016; Zacher y Yang, 2016;).
moderator role of Selection, Optimization and Compen-
sation strategies in the relationship between Older wor- Por identidad social se entiende aquella parte de la
ker Identity and absenteeism. The study has been con- concepción del yo derivada de la pertenencia a diferentes
ducted with a sample of 166 Spanish workers aged 55 grupos sociales (Peng y Pierce, 2015). En el trabajo, las
years and over, which answered two questionnaires, both personas pueden construir su identidad en base a rasgos
in Time 1 and Time 2, six months later. Findings support compartidos con otros, como edad, género o grupo pro-
the moderator role both of optimization and compensa- fesional (Aranda, Castillo-Mayén y Montes-Berges,
tion in the relationship between Older Worker Identity 2015; Atewologun y Sealy, 2014; Elliott, Kennedy y
and absenteeism. Selection strategies, both elective and Raeside, 2015), siempre en busca de una comparación
loss-based, do not moderate the relationship. These fin- social positiva. Pero, en ocasiones, las identificaciones
dings outline that those workers who actively engaged alcanzadas van asociadas a rasgos negativos. En el caso
on optimization and compensation strategies could de la identificación con los trabajadores mayores, ésta
achieve a successful aging at work. The implications of forma de identidad social puede traer aparejada la inter-
this study are discussed for counseling practices. nalización de características negativas de sí mismos,
como la resistencia al cambio, el bajo rendimiento o la
Keywords: successful aging; older worker identity; escasa motivación laboral (Ruggs, Hebl, Singletary, Wal-
social identity; selection; optimization; compensation. ker y Fa-Kaji, 2014). La identificación promueve la pro-
babilidad de actuar de forma acorde con aquella categoría
con la cual la persona se identifica. Por lo tanto, es
frecuentemente considerada un antecedente de las con-
Introducción ductas positivas en el trabajo, y también puede serlo de
aquellas indeseables, como el absentismo (Lyons, Wes-
En los países desarrollados, el envejecimiento sel, Chiew Tai y Ryan, 2014; Mudaly y Nkosi, 2015).
poblacional plantea un desafío para la gestión de los re-
cursos humanos en las organizaciones. Por una parte, a la El enfoque de la selección, optimización y
par que la población general envejece, en las empresas compensación (en adelante, SOC) se ha propuesto como
hay también un número creciente de trabajadores de mecanismo de envejecimiento exitoso (Baltes y Baltes,
edad avanzada (Lytle, Clancy, Foley y Cotter, 2015). 1990). Consiste en adoptar diversas estrategias que re-
Este colectivo se enfrenta a la necesidad de adaptarse a dundan en un balance positivo entre las pérdidas y ga-
las demandas de su puesto de trabajo, habida cuenta de nancias asociadas a la edad. Pese a que se han estudiado
los cambios físicos y cognitivos que se experimentan las estrategias de adaptación de los mayores a los cam-
asociados a la edad (Barnhoorn, Döhring, Van Assel- bios asociados a la edad en diversos países (Chou y Chi,
donk y Verwey, 2016; Kagan y Meléndez-Torres, 2015; 2001; Viglund, et al., 2013), hasta donde sabemos, no hay
Mortensen et al., 2015). Por la otra, las organizaciones estudios que apliquen estas estrategias en el ámbito del
no pueden permitirse el lujo de perder a estos integran- trabajo en España. En concreto, sólo un estudio analiza el
tes, puesto que ellos acumulan gran cantidad de conoci- papel modulador de las SOC en la relación entre estrés y
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conductas de los trabajadores (Demerouti, Leiter y Bak- Kunze et al., 2011; Redman y Snape, 2006; Zaniboni,
ker, 2014). 2015; Zaniboni, Sarchielli y Fraccaroli, 2010). En este
mismo sentido, Snape y Redman (2003) encontraron re-
laciones positivas y estadísticamente significativas entre
Identificación con los trabajadores la ITM y las intenciones de retirarse tempranamente. Por
mayores consiguiente, en este estudio interesa explorar el poder
predictivo de la ITM sobre el absentismo en trabajadores
mayores de 55 años.
La experiencia de envejecimiento en el trabajo es
contingente con el contexto específico en que la persona
se desempeña. Para los empleados de edades avanzadas, Absentismo
este contexto incluye su puesto de trabajo, y los roles y
estatus asociados a él (Ali Al-Atwi y Bakir, 2014). Te- El absentismo ha sido una preocupación para las
niendo en cuenta que los trabajadores mayores, igual que organizaciones desde hace mucho tiempo y es uno de los
todas las personas, tienden a identificarse en base a unas temas más investigados en psicología del trabajo, como
características compartidas con otros, Tougas, Lagace, resume un reciente meta-análisis (Johns y Miraglia, 2015)
De La Sablonniere y Kocum (2004) han propuesto el debido, entre otros motivos, a su impacto negativo en la
concepto de «identificación con los trabajadores mayo- productividad de las empresas. En general, hay un
res» (en adelante, ITM) para referirse a la internalización acuerdo en la literatura acerca de su definición en lo que
de creencias y actitudes negativas hacia los trabajadores se refiere a la falta de presencia física del trabajador en su
mayores por parte de los propios trabajadores de edad puesto en aquellos momentos en que es esperable que
avanzada. La experiencia de trato desfavorable, la dis- esté presente (Harrison y Price, 2003). Inicialmente se
criminación en las oportunidades de carrera y otras expe- han estudiado los predictores del absentismo entre los
riencias reiteradas pueden llevar a la internalización de indicadores sociodemográficos o los rasgos de persona-
características negativas, como la baja motivación, la re- lidad, pero los trabajos más recientes han puesto el acento
sistencia al cambio y la falta de interés o de creatividad, en el contexto social y en la cultura de los grupos de
a partir de las interacciones cotidianas con sus compañe- trabajo (Brummelhuis, Johns, Lyons y Hoeven, 2016).
ros y supervisores (Kunze, Boehm y Bruch, 2011). El Acorde con los modelos que explican el absentismo como
concepto de ITM, por consiguiente, supone a la vez dos una conducta que resulta, al menos en parte, favorecida
aspectos. Por una parte, las personas mayores perciben la por la identificación de los trabajadores con categorías
evaluación negativa y la discriminación que reciben de sociales, en el presente estudio interesa explorar la
sus compañeros y supervisores en el trabajo en razón de influencia de la ITM en el absentismo. Sobre la base de la
su edad avanzada (Di Marco et al., 2016). Pero, por otra literatura, en el presente estudio se propone, como
parte, estas percepciones les refuerzan en la visión de sí primera hipótesis, que la ITM pronosticará el absentismo
mismos como viejos y, por consiguiente, asumen como de los trabajadores mayores.
propios los aspectos negativos de los trabajadores mayo-
res, tales como lentitud, inoperancia, escasa motivación
laboral, ausencia de deseo de formarse y de promocionar Envejecimiento tradicional vs.
y elevado absentismo.
Envejecimiento exitoso
Ahora bien, los estudios previos han mostrado la
existencia de la ITM (Michinov, Fouquereau y Fernan-
El envejecimiento es un equilibrio cambiante de
dez, 2008; Tougas et al., 2004) y su influencia en las ac-
ganancias y pérdidas. Las primeras definiciones de en-
titudes y conductas de los trabajadores mayores (Topa y
vejecimiento han puesto el acento en su estrecha relación
Alcover, 2015). Específicamente, las investigaciones han
con la enfermedad, e incluso han llegado a considerar
encontrado que la ITM pronostica el descenso de la satis-
envejecimiento y enfermedad como equivalentes. Sin
facción laboral, como del compromiso, o del rendimiento
embargo, el envejecimiento forma parte del desarrollo
(Garstka, Schmitt, Branscombe y Hummert, 2004;
172 ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, nº. 2, 169-188. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ ap.13.2.17587

evolutivo del ser humano y no causa directamente daño dose a los cambios vitales y ambientales. Todo ello acaba
orgánico por sí mismo, aunque esté asociado a una ma- creando un contexto para el desarrollo vital positivo, a
yor probabilidad de enfermedad (Nosraty, Enroth, Raita- través del manejo eficaz de las pérdidas y deterioros. Por
nen, Hervonen y Jylha, 2015). Así, Baltes y Baltes ejemplo, un adulto mayor puede usar la selección para
(1990) consideraron que hay dos concepciones del en- reducir las demandas con el fin de que éstas se adapten
vejecimiento opuestas entre sí, el tradicional y el enveje- mejor a sus reducidas habilidades. A continuación,
cimiento exitoso. El concepto tradicional se identifica optimiza su capacidad para satisfacer las demandas y,
con envejecer en ausencia de patologías mentales o físi- finalmente, utiliza la cultura o los artefactos culturales
cas. No obstante, este enfoque relaciona el proceso de con objeto de compensar la capacidad reducida. Las es-
cumplir años con ciertas pérdidas, como el enlenteci- trategias compensatorias que ocurren más comúnmente
miento de los procesos cognitivos. Pero este envejeci- en los adultos mayores pueden incluir instrumentos físi-
miento tradicional no busca ni conecta con conductas cos tales como sillas de ruedas, andadores, bastones, me-
alternativas que mitiguen o compensen el normal paso dicamentos, camas eléctricas, gafas y audífonos (Straw-
del tiempo. Se podría decir que la persona, desde la con- bridge, Wallhagen y Cohen, 2002). En concreto, la se-
sideración de la perspectiva tradicional, no pone en mar- lección electiva incluye aquellas estrategias globales y
cha procesos activos que puedan mejorar su estado cam- deliberadas que consisten en optar por un procedimiento
biante y las pérdidas que conlleva el paso de los años, para realizar las tareas, entre varios que la persona tiene a
sino que les deja seguir su curso natural. su disposición en un momento dado, a la vista de los
cambios que dicho trabajador experimenta a raíz de su
Como contrapartida al envejecimiento tradicional, envejecimiento. La selección por pérdida se refiere a los
Rowe y Kahn (1998) proponen el concepto de «enveje- mecanismos que la persona pone en marcha para superar
cimiento exitoso» para describir a aquellos mayores que sus dificultades para alcanzar sus objetivos, dificultades
disponen de recursos internos suficientes para contra- que son consecuencia del proceso de envejecer. La opti-
rrestar los efectos conjuntos de la genética y del medio mización consiste en las estrategias para ganar nuevas
ambiente en los deterioros relacionados con la edad. Así, habilidades o aplicarlas a fin de superar las limitaciones
definieron el envejecimiento exitoso como caracterizado en el trabajo sobrevenidas como consecuencia del enve-
por un riesgo bajo de enfermedad y de discapacidad rela- jecimiento. Por último, la compensación consiste en el
cionada con la enfermedad, un buen funcionamiento uso de métodos de trabajo alternativos a los que se prefe-
mental y físico, y un activo compromiso con la vida rían en épocas anteriores de la vida, pero que ahora ya no
(Rowe y Kahn, 1998, p. 38). se encuentran disponibles para la persona como conse-
cuencia de su envejecimiento. Las SOC no se limitan a
los adultos mayores, y las personas de todas las edades
emplean estas estrategias cuando se enfrentan a cambios
Papel modulador de las SOC
en las habilidades funcionales (Freund, 2006).
Ahora bien, dentro del enfoque del envejecimiento
Ahora bien, una afirmación clave del modelo es que
exitoso, Baltes y Baltes (1990) propusieron que los
cuando los individuos usan las estrategias SOC de forma
adultos mayores con declives asociados con la edad pue-
sincronizada o coordinada, logran una adaptación mejor a
den hacer frente a estas discontinuidades empleando las
sus ambientes, en el caso del trabajo, a sus demandas
estrategias de selección, optimización y compensación
laborales (Sanders, 2009). Sin embargo, al mismo
(SOC). Según este enfoque, la persona pone en marcha
tiempo, las estrategias del SOC son vistas como tres pro-
tres tipos de estrategias. Primeramente, selecciona los
cesos diferentes, por lo cual las relaciones con otras va-
aspectos de su vida que son importantes para ella, luego,
riables también pueden ser distintas para cada estrategia.
optimiza los recursos y herramientas que le ayudan a
Mientras que la selección está orientada a la elección de
conseguir logros en esos aspectos seleccionados. Y, por
objetivos y tareas, tanto la compensación como la opti-
último, compensa las pérdidas en esos aspectos adaptán-
mización aluden a los medios para mantener o mejorar
ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, nº. 2, 169-188. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ap.13.2.17587 173

los objetivos elegidos. Además, mientras que la selec- cieron requisitos de género, nivel de estudios o categoría
ción puede ser proactiva o reactiva, la optimización y la dentro de la organización. La media de edad de los parti-
compensación entran en juego cuando faltan los medios cipantes en el Tiempo 1 era 58.4 (S.D. = 2.6), de ellos
necesarios para el logro de metas. La investigación empí- 50.9 % eran varones y la media del número de personas
rica existente es escasa, pero sugiere que las estrategias que tenían a su cargo económicamente era de 1.2
pueden jugar un papel modulador en las relaciones entre (S.D. = 1.4). En relación con el tipo de puesto ocupado, el
los antecedentes psicosociales y las conductas de los 10.3 % eran directivos, mientras que había un 38 % de
empleados mayores en el trabajo (Demerouti et al., técnicos y mandos intermedios, 20.7 % de trabajadores
2014). Sobre la base de la literatura revisada hasta aquí, cualificados, 9.5 % de empleados administrativos y un
en el presente estudio se propone, como segunda hipóte- 4.3 % de trabajadores no cualificados. En la misma
sis, que las estrategias SOC modularán la relación entre muestra 2, el 4.3 % de los participantes pertenecían al
la ITM y el absentismo en los trabajadores mayores. sector de la Banca, el 6.9 % a las telecomunicaciones, el
15 % a la industria productiva y el resto (74.1 %) al sec-
En resumen, el presente estudio tiene como objetivo tor servicios. En relación con su situación laboral, el
general estudiar la relación entre la ITM, las estrategias 89.7 % estaban trabajando a tiempo completo. La mayo-
SOC y el absentismo en empleados mayores de 55 años. ría de la muestra procedía de Aragón (43.1 %), seguido
El objetivo específico es evaluar la relación entre la de Castilla y León (27.5 %) y de Madrid, con un 25.9 %.
ITM, evaluada en el Tiempo 1, y el absentismo, eva- Por su nivel de estudios, la mayoría de los participantes
luado en el Tiempo 2, y el posible papel modulador de eran licenciados o ingenieros (36.2 %) y diplomados o
las estrategias SOC (evaluadas en Tiempo 1) en esta re- ingenieros técnicos (26.0 %), mientras que solo el 22.4 %
lación. Todo ello nos permitirá conocer si aquellos tra- tenía estudios básicos.
bajadores con bajas estrategias SOC muestran un mayor
impacto de la ITM en el absentismo, mientras que quie-
nes recurran a un alto uso de las estrategias SOC mues- Instrumentos de evaluación
tran un menor impacto de la ITM en el absentismo.
Identificación con los trabajadores mayores (T1): se
usó la escala Self Descriptive Component of the Older
Método Worker Identity Scale (Tougas et al., 2004), la cual in-
cluye siete ítems. Las instrucciones del cuestionario pe-
Diseño y procedimiento dían a los participantes que evaluasen sus motivaciones,
creatividad, innovación y flexibilidad en el trabajo en una
El presente estudio de tipo correlacional se ha llevado escala tipo Likert de cinco puntos que oscilaba entre 1
a cabo con un diseño longitudinal, con dos momentos de (Totalmente en desacuerdo) y 5 (Totalmente de acuerdo).
recolección de datos. El primero de ellos, o Tiempo 1 La escala alcanzó una fiabilidad de α = .82 entre los
(T1), se efectuó entre octubre y noviembre de 2015 y el participantes en este estudio. En estudios precedentes, la
segundo o Tiempo 2 (T2), separado aproximadamente escala ha mostrado adecuados indicadores de consistencia
unos seis meses del primero, entre mayo y junio de 2016. interna (α = .80 y α = .79) para las dos muestras de Topa
y Alcover (2015).

Participantes SOC (Selección, Optimización y Compensación, T1):


se utilizó la versión validada para español del SOC-12
Se contó con una muestra final de trabajadores (Segura y Topa, 2016), basada en el SOC Questionnaire
mayores de 55 años (N = 116) que brindaron datos en (Baltes, Baltes, Freund y Lang, 1999), que contiene cua-
ambos momentos del estudio. El único criterio de inclu- tro subescalas con tres ítems cada una: Optimización,
sión en el estudio en el T1 fue la edad, y no se estable- Selección electiva, Selección por pérdida y Compensa-
ción. En el cuestionario se pedía a los participantes que
174 ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, nº. 2, 169-188. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ ap.13.2.17587

evaluasen sus estrategias específicas en una escala tipo datos recogidos, y expresaron su consentimiento después
Likert de cinco puntos, que oscilaba entre 1 (Nunca) y 5 de lo cual completaron el cuadernillo conteniendo las di-
(Siempre). La escala global en este estudio alcanzó una versas escalas del estudio del T1. Los participantes
fiabilidad adecuada α = .83 y las subescalas mostraron construyeron un código de identificación personal que
valores algo más bajos, lo cual es aceptable considerando sólo tenía por objeto reunir las respuestas de ambos mo-
la escasa longitud de éstas (α = .68 para la subescala de mentos y estaba formado por la inicial del nombre de pila
Selección Electiva y α = .71 para la de Optimización). de su madre, la inicial del nombre de pila de su abuela
En los estudios originales de validación de la escala SOC paterna, el número de la calle en que nacieron y los dos
al español, se efectuaron análisis factoriales explorato- últimos dígitos del año de nacimiento de su padre. Se
rios y confirmatorios que garantizaron la adecuación de distribuyeron 301 cuestionarios obteniendo inicialmente
los datos a una estructura de cuatro factores, cada uno de 204 cuadernillo completos (tasa de respuesta 68 %).
ellos correspondiente a una de las estrategias SOC. Pasados seis meses se volvió a contactar con los
participantes que había brindado sus respuestas y se re-
Absentismo (T2): se evaluó con la versión traducida cogieron en el T2 sólo 148 cuestionarios completos (tasa
al español de la escala RAS-6 (Rijeka Absenteeism de respuesta 49 %) pero, finalmente, se eliminaron
Scale; Lalic y Hromin, 2012). Se decidió el uso de este aquellos que contenían más del 25 % de los datos in-
instrumento debido a que valoraba la actitud de los parti- completos, con lo que la muestra longitudinal estuvo
cipantes ante el absentismo y las conductas de tomar constituida por 116 participantes.
permisos por enfermedad más allá de lo necesario o in-
currir en ausencias no justificables, en lugar de ofrecer
una medida del número de horas o días ausente del Análisis estadístico de los datos
puesto, como es frecuente en otras escalas. La escala
mostró una fiabilidad adecuada en este estudio α = .78. Se procedió al análisis exploratorio de los datos,
Las escalas completas del estudio se ofrecen en el anexo. mediante el programa SPSS 22.0 y la macro PROCESS
para SPSS (Hayes, 2013). Para determinar si la modera-
Se valoró como variable sociodemográfica en el T1 la ción de la SOC en la relación entre predictores y criterios
edad. se cumple se recurrió a los indicadores del modelo de re-
gresión, coeficientes no estandarizados (b), errores es-
tándar, niveles de probabilidad asociados a los estadísti-
Procedimiento cos de contraste y, especialmente a los IC (intervalos de
confianza) del bootstraping de 1000 muestras (con un
Para reclutar a los participantes, se presentó un nivel de confianza del 95 %), para el efecto estandarizado
estudio sobre las condiciones de trabajo de los emplea- del predictor sobre el criterio en los diferentes niveles del
dos mayores a diez Pymes que resultaban accesibles al modulador.
equipo investigador, de las que ocho accedieron a parti-
cipar. La población del estudio consistió en todos los
trabajadores mayores de 55 años de las ocho empresas
participantes. Luego de obtener la autorización de las or- Resultados
ganizaciones, se procedió a la recolección de datos del
estudio, que se llevó a cabo mediante cuestionarios dis-
tribuidos en las diferentes organizaciones por el equipo Los estadísticos descriptivos y la matriz de
investigador, el cual previamente mantuvo una reunión correlaciones de las variables del estudio se muestran en
para homogeneizar los procedimientos de administración Tabla 1.
de las pruebas. Se accedió a los potenciales participantes
en sus puestos de trabajo y fueron informados de los ob-
jetivos del estudio, de la condición de anonimato de los
ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, nº. 2, 169-188. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ap.13.2.17587 175

Tabla 1
Estadísticos descriptivos y matriz de correlaciones del estudio (N=116)

Variables M DT 1 2 3 4 5 6
1. Edad 58.40 2.67
*
2. Identificación con trabajadores mayores 2.40 0.74 -.190
*
3. SOC. Selección electiva 3.40 0.55 .080 -.18
* **
4. SOC. Selección por pérdida 3.50 0.55 -.009 .14 .35
* ** **
5. SOC. Optimización 3.70 0.45 -.020 -.03 .54 .35
* ** ** **
6. SOC. Compensación 3.70 0.48 -.020 .07 .25 .35 .49
* ** ** **
7. Absentismo 1.38 0.46 -.090 .15 .09 .07 .06 -.09
Nota. **p < .01. ***p < .001.

Tal como se puede apreciar, tanto la ITM como el con el absentismo, todas las estrategias muestran rela-
absentismo son bajos, dado que no alcanzan la media ciones positivas, aunque muy bajas, excepto la de com-
teórica de sus escalas, teniendo además poca variabili- pensación, que muestra relación negativa.
dad, especialmente el absentismo. Por el contrario, el uso
de las estrategias SOC alcanza un nivel medio en esta
muestra. La edad se relaciona con la ITM en forma ne- Moderación de las estrategias SOC en la
gativa, y en forma positiva con la estrategia de selección relación entre ITM y absentismo
electiva, aunque se trata de un valor sin significación
estadística (r = .08). Asimismo, la ITM se relaciona de
En la Tabla 2 se muestran los resultados relativos a los
forma negativa con la estrategia de selección electiva y
análisis de regresión lineal en los que se ha aplicado el
de optimización, aunque con diferentes niveles de signi-
procedimiento PROCESS. En primer lugar, los resultados
ficación estadística, mientras que se relaciona positiva-
no apoyan la moderación de las estrategias de selección
mente con la selección por pérdida. Por otra parte, la
electiva en la relación entre ITM y absentismo. Como
ITM tiene relaciones positivas con la estrategia de com-
puede apreciarse en la Tabla 2, los resultados indican que
pensación y con el absentismo, pero no son estadística-
el nivel de probabilidad asociado al término de
mente significativas. Finalmente, todas las estrategias del
interacción no es significativo y que el incremento de la
modelo SOC se relacionan entre sí de forma estadística-
varianza explicada tampoco lo es. Además el intervalo de
mente significativa y positiva. En cuanto a la relación
confianza contiene el cero.
Tabla 2

Análisis de Regresión Lineal Múltiple para moderación de las estrategias de selección electiva y selección por pérdida
en la relación entre ITM y absentismo

Absentismo (T2)
Variables predictoras a
B EE t LLCI ULCI
ITM (T1) .490 .41 1.16 -.34 1.31
Estrategia SOC selección electiva (T1) .340 .27 1.25 -.20 0.88
Interacción ITM x Selección electiva -.100 .11 -.920 -.33 0.12
2
R .040
2
∆R asociado al término de interacción .007
F 1.67 .85
a
Nota. N = 116. Coeficientes no estandarizados B.
*p < .05. **p < .01. ***p < .001.
176 ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, nº. 2, 169-188. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ ap.13.2.17587

Además, los resultados del bootstraping de 1000 cuando ésta es alta [Estrategia de Selección por pérdida
muestras evidencian que no hay ningún nivel de la varia- alta (M+1DT); B = .02, EE = .07, t = 0.30, p = .76], lo
ble moduladora en que el efecto de regresión sea signifi- cual confirma que se refuta la hipótesis.
cativo, aunque la significación es tendencial cuando la
selección es baja [Estrategia Selección electiva baja (M- En tercer lugar, los resultados muestran que existe una
1DT); B = .18; EE = .10, t = 1.77, p = .07 vs. Estrategia moderación de la estrategia de optimización en la
de Selección electiva alta (M+1DT); B = .07, EE = .07, relación entre la ITM y el absentismo. El término de in-
t = 0.97, p = .33]. Por lo tanto, debemos concluir que no teracción tiene asociado un nivel de probabilidad esta-
se ha encontrado evidencia que apoye la propuesta de un dísticamente significativo, como se aprecia en la Tabla 3,
papel modulador de la estrategia de selección electiva en el incremento de la varianza explicada que va unida al
la relación entre ITM y absentismo término de interacción también es significativo. Además,
el intervalo de confianza para los coeficientes no contiene
En segundo lugar, los resultados, que se muestran en el cero en ningún caso. Los resultados del análisis nos
la Tabla 2, evidencian que las estrategias de selección muestran que el efecto condicional del predictor sobre el
por pérdida tampoco moderan la relación entre la ITM y criterio es significativo cuando las estrategias de
el absentismo. Nuevamente el nivel de probabilidad aso- optimización son bajas [Estrategia optimización baja (M-
ciado al término de interacción y su incremento de va- 1DT); B = .26, EE = .09, t = 2.75, p < .00], pero pierde
rianza explicada no son significativos, e igual que en el su significación cuando las estrategias son altas [Estrate-
caso anterior, el intervalo de confianza contiene el cero. gia de optimización alta (M+1DT); B = .02, EE = .07,
Los resultados del procedimiento de bootstraping per- t = 0.47, p = .63].
miten apreciar que, aunque la interacción no alcanza la
significación estadística, es cierto que el efecto es signi- Para graficar la interacción se emplean los valores del
ficativo si la estrategia de selección por pérdida es baja modulador con +/- 1 DT y se encuentran los resultados
[Estrategia Selección por pérdida baja (M-1DT); B = .21, representados en la Figura 1.
EE = .09, t = 2,21, p = .02], y pierde su significación

1,6
1,55
1,5
1,45
Absentismo

1,4
1,35
1,3
1,25 SOCoptimizacBaja
1,2
SOCoptimizAlta
1,15
1,1
ITMBaja ITMAlta
Figura 1. Gráfico de interacción Moderación de optimización en la relación entre ITM y absentismo
ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, nº. 2, 169-188. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ap.13.2.17587 177

Tabla 3

Análisis de Regresión Lineal Múltiple para moderación de las estrategias de optimización y compensación en la relación
entre ITM y absentismo

Absentismo (T2)
Variables predictoras a
B EE t LLCI ULCI
ITM (T1) 1.11* .46 2.31* .19 2.04
Estrategia SOC optimización (T1) .67* .29 2.39* .09 1.25
Interacción ITM x Optimización -.25* .12 -2.21* -.49 -0.03
2
R .07*
2
∆R asociado al término de interacción .04*
F 2.65* 4.89
ITM (T1) .87* .39 2.23* .10 1.65
Estrategia SOC compensación (T1) .37* .25 1.47* -.13 0.87
Interacción ITM x compensación -.20* .10 -2.00* -.40 -.002
2
R .07*
2
∆R asociado al término de interacción .04*
F 2.68* 4.01
a
Nota. N = 116. Coeficientes no estandarizados B
*p < .05. **p < .01. ***p < .001.

En cuarto lugar, los resultados muestran que existe nificativo cuando las estrategias de compensación son
una moderación de la estrategia de compensación en la bajas [Estrategia compensación baja (M-1DT); B = .21,
relación entre la ITM y el absentismo. El estadístico de EE = .08, t = 2.62, p <.00], pero se vuelve débil y pierde
contraste asociado al término de interacción indica que su significación cuando éstas son altas [Estrategia com-
éste es significativo y que también lo es el porcentaje de pensación alta (M-1DT); B =.02, EE = .07, t = 0.21,
varianza explicada que se incrementa con el añadido de p = .83].
la interacción, tal como se visualiza en la Tabla 3. El in-
tervalo de confianza para el término de interacción no Los resultados se representan en la Figura 2, a
incluye el cero. Los resultados muestran que el efecto de continuación.
la ITM en el absentismo es fuerte y estadísticamente sig-

1,7

1,6
Absentismo

1,5

1,4

1,3
SOC Compensación Baja
1,2
SOC Compensación Alta
1,1
ITMBaja ITMAlta
Figura 2. Gráfico de interacción Moderación de compensación en la relación entre ITM y absentismo
178 ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, nº. 2, 169-188. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ ap.13.2.17587

Discusión En cuanto a las implicaciones teóricas de este trabajo,


hemos de señalar, por una parte, que parece confirmarse
Este estudio apoya la propuesta relativa al papel la afirmación clave de la teoría de la Conservación de los
modulador de las estrategias SOC en la relación entre la recursos (Hobfoll, 2001), relativa a la dificultad de las
ITM y el absentismo en trabajadores mayores, pero sólo personas que sufren valoraciones negativas en su am-
lo hace para algunas estrategias. Los hallazgos ponen de biente de trabajo para mantener un funcionamiento óp-
manifiesto que el objetivo general del estudio se ha al- timo y reponerse de las pérdidas sufridas, como se ha
canzado sólo parcialmente y suscitan nuevas preguntas puesto de manifiesto en otros trabajos (Topa, Jiménez,
de investigación que alentarán trabajos venideros. Este Valero y Ovejero, 2016). Asimismo, se confirma que la
logro, aunque parcial, corrobora el supuesto básico del identificación con los trabajadores mayores influye ne-
enfoque del envejecimiento exitoso en el trabajo, al gativamente en las conductas, lo cual parece caracterís-
mostrar que algunas estrategias SOC afectan al impacto tico de las sociedades occidentales, mientras que se
que el ambiente de trabajo negativo (ITM) puede tener muestra totalmente diferente en China, como muestra el
sobre el absentismo de los trabajadores mayores de 55 estudio de Cheung y Wu (2014). Por otra parte, los ni-
años. Hasta el presente se había desarrollado un impor- veles de absentismo autoinformados por los participantes
tante cuerpo de investigación empírica que avalaba el del estudio son bajos. Esta restricción en el rango, debida
impacto positivo de la identificación social en el trabajo probablemente a la influencia de un sesgo de deseabilidad
–grupal, organizacional, profesional- sobre las actitudes social, o bien a la participación de empleados relati-
y conductas de los integrantes de la organización (Ali vamente sanos y que se ausentan poco de su puesto de
Al-Atwi y Bakir, 2014; Cheung y Wu, 2014; Elliott, et trabajo, puede haber limitado la probabilidad estadística
al., 2015). Sin embargo, este estudio va un paso más allá, de encontrar relaciones más fuertes entre ITM y absen-
explorando las consecuencias negativas de la identifica- tismo.
ción con una categoría desvalorizada socialmente, como
son los mayores. En este sentido, el presente estudio re- Quizá la contribución más relevante de este trabajo
afirma los hallazgos de otros trabajos previos (Topa y sea poner de manifiesto las estrategias encubiertas que las
Alcover, 2015; Zaniboni, 2015). personas usan para reducir los efectos desfavorables de la
ITM en su trabajo. Los resultados parecen apoyar las
Pero, además este trabajo avanza un paso más, puesto afirmaciones precedentes de Demerouti y sus colegas
que la moderación de las estrategias SOC en la relación (2014) puesto que, en nuestro caso, de las cuatro estrate-
entre antecedentes psicosociales y actitudes o conductas gias, la optimización y la compensación parecen funcio-
de los empleados ha sido poco explorada (Demerouti et nar mejor que las otras dos en la reducción de los efectos
al., 2014; Sanders, 2009) y nunca se han analizado estas de la ITM sobre el absentismo. Pese a que ambas, tanto la
relaciones en muestras españolas. Aunque los resultados optimización como la compensación, están dirigidas a
de nuestro trabajo no avalan que todas las estrategias aumentar los recursos de las personas, parece que hay di-
tengan poder modulador, los hallazgos relativos a la op- ferencias sustanciales entre ellas. La optimización es el
timización y compensación si lo hacen y merecen una proceso que se dirige a adquirir recursos necesarios,
discusión más detenida. El uso de las estrategias de op- como desarrollar nuevas habilidades, modificar otras que
timización y compensación reduce el impacto negativo ya se poseen para que sean más eficaces, usar la propia
de la ITM en el absentismo de los mayores. Es decir, que energía personal para la consecución de las metas.
los trabajadores que usan estrategias de compensación y Cuando los recursos individuales de las personas sufren
optimización son capaces de mantener sus niveles de ab- un declive o se pierden, como ocurre si hay ITM, las es-
sentismo libres del efecto negativo de la ITM, mientras trategias de compensación y de optimización se hacen
aquellos que no usan tales estrategias, muestran una rela- imprescindibles para autorregular el desempeño y evitar
ción más intensa entre ITM y absentismo. un deterioro en los resultados tangibles, como es el ab-
sentismo. El papel de la compensación y de la optimiza-
ción es consistente con la línea más reciente de la inves-
ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, nº. 2, 169-188. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ap.13.2.17587 179

tigación sobre job crafting o adaptación del puesto (Bak- jubilación real en España aún es inferior a la edad legal,
ker, Tims y Derks, 2012), que muestra que los emplea- lo cual ha incrementado la dificultad de encontrar parti-
dos pueden implicarse proactivamente en la búsqueda de cipantes idóneos para este estudio.
recursos que les permitan mejorar su desempeño. Por
otra parte, es posible que la compensación y la optimiza- Finalmente es importante señalar que este estudio
ción sean variables instrumentales que los empleados ofrece interesantes aportaciones de cara a la intervención
con mayores niveles de tesón o responsabilidad aplican con los trabajadores mayores. Por una parte, las organi-
para evitar que los factores psicosociales negativos del zaciones deberían tomar en consideración el uso prefe-
ambiente de trabajo deterioren su rendimiento. Sin em- rente de unas estrategias antes que otras para adaptar los
bargo, hay que hacer una llamada de atención acerca del puestos de trabajo a los trabajadores mayores a fin de
peligro que estas estrategias pueden implicar si se las retenerlos en activo (De Los Ríos, Herrera y Guillen To-
aplica a largo plazo. Al igual que ha sido sólidamente rres, 2015. Por otra, los orientadores, psicólogos profe-
establecido en el ámbito del estrés (Topa, Guglielmi y sionales y gestores de RRHH pueden diseñar actividades
Depolo, 2016), las estrategias que suponen invertir ma- de asesoramiento y guía para mostrar a los empleados
yores esfuerzos para compensar las pérdidas de recursos mayores cómo optimizar y compensar su funcionamiento,
pueden acabar en fatiga y agotamiento a largo plazo. Por a fin de reducir los efectos indeseables del deterioro
último, hay un conjunto importante de aspectos psicoso- asociado a la edad en los resultados). Por último, los
ciales que no se han analizado en esta investigación y propios trabajadores pueden activamente buscar y poner a
podrían estar jugando un papel en las relaciones entre prueba diversos mecanismos que les ayuden a reducir
ITM –SOC– y absentismo, como los aspectos atencio- tales efectos del deterioro en sus conductas laborales
nales y la regulación de las emociones por parte de los (Mohanty, 2014). En este sentido, la planificación a
trabajadores de mayor edad (Ballesteros, 2015; Hariha- medio y largo plazo de la propia carrera laboral puede ser
ran, Adam, Astor y Weinhardt, 2015). una herramienta útil que permita anticipar los cambios
que afectarán a la persona y adaptarse a ellos de manera
A pesar de la aplicación de un diseño longitudinal, más eficaz.
que permite enriquecer de manera significativa el debate
en curso sobre el proceso de envejecimiento en el tra-
bajo, arrojando luz sobre el papel desempeñado por la
ITM y las estrategias individuales para minimizar sus
efectos, el presente estudio presenta algunas limitaciones
que deben ser reconocidas. En primer lugar, el uso de
cuestionarios autoinformados puede estar asociado al
sesgo común del método de varianza y al riesgo de sub-
jetividad. Sin embargo, este estudio tuvo como objetivo
explorar el papel de las percepciones de los empleados
sobre la ITM y el absentismo, así como el papel media-
dor de las SOC. Por lo tanto, el uso de instrumentos per-
ceptivos (es decir, subjetivos) representó la opción más
adecuada para profundizar en estos constructos. Por otra
parte, el tamaño de la muestra relativamente pequeño
podría haber disminuido el poder estadístico de los análi-
sis y, en consecuencia, la oportunidad de generalizar los
resultados obtenidos a toda la población trabajadora.
Aun así, no debe olvidarse que la población de trabaja-
dores mayores de 55 años que permanecen en activo en
España tampoco es muy numerosa dado que la edad de
180 ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, nº. 2, 169-188. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ ap.13.2.17587

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BGYA 1. Creo que me estoy volviendo lento para aprender
tareas nuevas.
Viglund, K., Aléx, L., Jonsén, E., Lundman, B., Norberg, 2. Creo que no estoy motivado para desarrollar mis
A., Fischer, R. S., ... y Nygren, B. (2013). tareas.
Psychometric properties of the Swedish version of 3. Creo que ya no hago mi trabajo con la máxima
the selection, optimization, compensation eficiencia.
questionnaire. Scandinavian Journal of Caring 4. Creo que me vuelvo menos flexible y adaptable en el
Sciences, 27(2), 460-467. trabajo.
http://dx.doi.org/10.1111/j.1471-6712.2012.01027.x 5. Creo que no estoy interesado en actualizarme y crecer
profesionalmente.
Zacher, H. y Schmitt, A. (2016). Work Characteristics
6. Creo que mi rendimiento no ha empeorado, pero
and Occupational Well-Being: The Role of Age.
tampoco mejora.
Frontiers in Psychology, 7, e1411.
7. Encuentro difícil adaptarme a los cambios.
http://dx.doi.org/10.3389/fpsyg.2016.01411
SOC (Selección, Optimización y Compensación) Escala
Zacher, H. y Yang, J. (2016). Organizational climate for
SOC-12 (Segura y Topa, 2016), basada en el SOC
successful aging. Frontiers in Psychology, 7, e1007.
Questionnaire (Baltes, Baltes, Freund y Lang, 1999).
http://dx.doi.org/10.3389/fpsyg.2016.01007
Selección electiva
1. Siempre me concentro en un objetivo importante a
Zaniboni, S. (2015). The interaction between older
la vez.
workers’ personal resources and perceived age
2. Me comprometo con uno o dos objetivos
discrimination affects the desired retirement age
importantes en mi vida.
and the expected adjustment. Work, Aging and
3. Siempre persigo mis metas una a una.
Retirement, 22, 1-8.
http://dx.doi.org/10.1093/workar/wav010
Selección por pérdida
1. Si no puedo hacer algo tan bien como solía hacerlo,
Zaniboni, S., M. Truxillo, D., Fraccaroli, F., A. McCune,
me concentro sólo en lo esencial.
E. y Bertolino, M. (2014). Who benefits from more
2. Si no puedo seguir adelante como solía hacerlo,
tasks? Older versus younger workers. Journal of
dirijo mi atención primero al objetivo más
Managerial Psychology, 29(5), 508-523.
importante.
http://dx.doi.org/10.1108/JMP-12-2012-0381
3. Cuando algo es totalmente imposible de conseguir,
dirijo mi esfuerzo a lo que aún posible.
Zaniboni, S., Sarchielli, G. y Fraccaroli, F. (2010). How
are psychosocial factors related to retirement
Optimización
intentions? International Journal of Manpower,
1. Intento todos los caminos que sean necesarios para
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alcanzar mis metas.
http://dx.doi.org/10.1108/01437721011050576.
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2. Si quiero lograr algo difícil, sé esperar el momento resultaría posible evitarlo.


justo para ello. 2. A veces pido una baja por enfermedad para
3. Reflexiono acerca de cómo puedo llevar a cabo tomarme un necesario descanso.
mejor mis planes. 3. A veces pido una baja por enfermedad relacionada
con una lesión de trabajo, incluso aunque no sea
Compensación totalmente necesario.
1. En cosas importantes, valoro si es necesario dedicar 4. A menudo me lesiono en mi trabajo.
más tiempo o esfuerzo. 5. Tuve muchas bajas por enfermedad debido a
2. Cuando las cosas no me salen bien, acepto ayuda de problemas en mi salud en el último mes.
otros. 6. Si tengo derecho a ello, agotaría mi baja por
3. Cuando algo no me sale como siempre, miro cómo enfermedad para rehabilitarme, incluso durante
lo hacen otros. largo tiempo.

Absentismo (T2) Adaptación al español de la Escala


RAS-6 (Rijeka Absenteeism Scale; Lalic y Hromin,
2012).
1. A veces pido una baja por enfermedad, aunque me

OLDER WORKER IDENTITY AND ABSENTEEISM:


MODERATION OF SELECTION, OPTIMIZATION
AND COMPENSATION

ADRIÁN SEGURA Y GABRIELA TOPA

gan & Meléndez-Torres, 2015). On the other hand, it is


Extended Summary important for organizations to retain these workers, who
have valuable experience and knowledge (Carcel &
Rodríguez, 2014; Stoddart, Bugge, Shepherd, & Far-
quharson, 2014). In addition, organizations need such
Introduction workers to continue to be effective in the performance of
their duties. This conjunction of personal and organiza-
Population aging poses a challenge for human tional interests highlights the current importance of suc-
resource management, as the number of older workers in cessful aging at work (Cheung & Wu, 2014; Zacher &
organizations steadily increases (Lytle, Clancy, Foley, & Schmitt, 2016; Zacher & Yang, 2016).
Cotter, 2015). On the one hand, this group faces the
need to adapt effectively to their work, taking into con- Hence, the present study focuses on the strategies of
sideration the physical and cognitive changes associated adaptation to the physical and cognitive changes that
with the age that these people daily experience (Barn- come with age and in the relationships between these
hoorn, Döhring, Van Asseldonk, & Verwey, 2016; Ka- strategies and other psychosocial variables, such as
ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, nº. 2, 169-188. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ap.13.2.17587 185

identification with older workers. The main objective of power of OWI on absenteeism among workers over 55
this work is to explore the moderating role of Selection, years.
Optimization and Compensation strategies in the rela-
tionship between Older Worker Identity and absentee-
ism.
Absenteeism

Absenteeism has been a concern for organizations for


Theoretical Framework
a long time and is one of the most researched topics in
work psychology, as summarized in a recent meta-
Older Worker Identity analysis (Johns & Miraglia, 2015). Among other reasons,
this fact is due to its negative impact on business
Older Worker Identity (hereafter, OWI) consists of productivity. According to the models that explain ab-
the internalization of negative beliefs and attitudes to- senteeism as a behavior that results, at least in part, fa-
wards the aged employees by this people. At work, peo- vored by the identification of workers with social catego-
ple can build their identity based on traits shared with ries, the present study is interested in exploring the influ-
others, such as age, gender or professional group, always ence of OWI on absenteeism.
looking for a positive social comparison (Aranda, Cas-
tillo-Mayénk, & Montes-Berges, 2015; Atewologun &
Sealy, 2014; Elliott, Kennedy, & Raeside, 2015). But, at Successful aging: selection, optimization
times, the identifications achieved are associated with
negative traits. The experience of unfavorable treatment,
and compensation strategies
discrimination in career opportunities and other repeated
experiences can lead to the internalization of negative Although aging is part of the evolutionary
characteristics, such as low motivation, resistance to development of the human being and does not directly
change and lack of interest or creativity, based on daily cause organic damage by itself, it is a fact that is associ-
interactions with colleagues and supervisors (Ruggs, ated with an increased likelihood of disease. Successful
Hebl, Singletary, Walker, & Fa-Kaji, 2014). In the case aging means the adoption of strategies that result in a
of identification with older workers, this form of social positive balance between the gains and losses associated
identity may bring the internalization of these negative with age (Nosraty, Enroth, Raitanen, Hervonen, & Jylha,
features as characteristics of themselves. 2015). Among others, the model of selection, optimiza-
tion and compensation (SOC) has been proposed as a
However, previous research has shown that successful aging mechanism. According to this approach,
identification promotes the likelihood of acting in a the person initiates three types of strategies. First, the
manner consistent with that category with which the per- person selects the aspects of her/his life that are important
son identifies himself. Therefore, identification is often for him/her. And then, the person optimizes the resources
considered an antecedent of positive behaviors at work, and tools that help her/him achieve success in those
but may also be an antecedent of undesirable behaviors, selected aspects. And, finally, she/he compensates the
such as absenteeism (Garstka, Schmitt, Branscombe, & losses in those aspects adapting to the vital and
Hummert, 2004). In this sense, previous studies have environmental changes. All this creates a context for
shown the existence of OWI and its influence on the at- positive life development, through the effective man-
titudes and behaviors of aged workers. Specifically, re- agement of losses and impairments. While selection is
search has found that it predicts declining of job satis- oriented towards the choice of objectives and tasks, both
faction, such as commitment, or performance. Therefore, compensation and optimization allude to the means to
the present study is aimed to explore the predictive maintain or improve the chosen objectives.
186 ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, nº. 2, 169-188. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ ap.13.2.17587

In addition, while selection can be proactive or Statistical analysis of the data was carried out using
reactive, optimization and compensation come into play the SPSS 22.0 program and the PROCESS macro for
when the means necessary to achieve goals are lacking. SPSS (Hayes, 2013).
Existing empirical research is scarce (Demerouti, Leiter,
& Bakker, 2014), but suggests that strategies can play a
modulating role in the relationships between the psycho- Results
social context and older employees’ behavior at work.
Regarding correlational analysis, age is negatively
In summary, the main objective of the present study related to OWI, and positively to the elective selection
is to explore the relationship between OWI, SOC strate- strategy. Likewise, OWI is negatively related to the
gies and absenteeism among employees over 55 years. strategy of elective selection and optimization, albeit with
The specific objective is to evaluate the relationship different levels of statistical significance, while it is
between OWI, assessed at Time 1, and absenteeism, as- positively related to selection by loss. On the other hand,
sessed at Time 2, and the possible modulating role of OWI has positive relations with the compensation strat-
SOC strategies (assessed at Time 1) in this relationship. egy and with absenteeism, but they are not statistically
The potential findings will allow us to know if those significant. Finally, all strategies of the SOC model are
workers with reduced use of SOC strategies show a related to each other in a statistically-significant and
higher impact of OWI on absenteeism, while those who positive way. As for the relationship with absenteeism, all
resort to a high use of SOC strategies show a lower im- strategies show positive relationships, although very low,
pact of OWI on absenteeism. except for compensation, which shows a negative
relationship.

Method The results concerning the linear regression analysis,


in which the PROCESS procedure has been applied, yield
different results depending on the different SOC
Participants
strategies. First, the results do not support the moderation
of elective selection strategies in the relationship between
There was a final sample of workers over 55 years
OWI and absenteeism. The results indicate that the
(N = 116) who provided data in both moments of the
probability level associated with the interaction term is
study. The average age at Time 1 was 58.4, of whom
not significant and that the increase of the variance
50.9 % were males and the median number of people in
explained is not significant either. In addition, the confi-
charge economically was 1.2.
dence interval contains zero. Second, results show that
selection by loss strategies also does not moderate the
Evaluation instruments relationship between OWI and absenteeism. Third, the
results show that there is a moderation of the optimiza-
Identification with older workers (T1): The Self tion strategy in the relationship between OWI and ab-
Descriptive Component of the Older Worker Identity senteeism. The interaction term has associated a statisti-
Scale was used, which includes seven items. SOC (Se- cally significant probability level and the increase of the
lection, Optimization and Compensation, T1): the SOC- explained variance that is linked to the interaction term is
12 version, based on the SOC Questionnaire, was used, also significant. In addition, the confidence interval for
which contains four subscales with three items each: the coefficients does not contain zero in any case. The
Elective Selection, Selection by Loss, Optimization and results of the analysis show that the conditional effect of
Compensation. Absenteeism (T2): evaluated with the OWI on absenteeism is significant when the optimization
Spanish version of the RAS-6 scale. strategies are low [Low optimization strategy (M-1DT);
B = .26, EE = .09, t = 2.75, p < .00] but loses its signifi-
cance when strategies are high [High optimization strat-
ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, nº. 2, 169-188. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ap.13.2.17587 187

egy (M + 1DT); B = .02, EE = .07, t = 0.47, p = .63]. The use of optimization and compensation strategies re-
Fourth, the results show that there is a moderation of the duces the negative impact of OWI on senior absenteeism.
compensation strategy in the relationship between OWI That is, workers using compensation and optimization
and absenteeism. The contrast statistic associated with strategies are able to keep their levels of absenteeism free
the interaction term indicates that this is significant and from the negative effect of OWI, while those who do not
that it is also the percentage of explained variance that use such strategies show a more intense relationship
increases with the addition of the interaction. The confi- between OWI and absenteeism.
dence interval for the interaction term does not include
zero. The results show that the effect of OWI on absen- As for the theoretical implications of this work, we
teeism is strong and statistically significant when com- must point out, firstly, that the key assertion of the re-
pensation strategies are low [Low Compensation Strat- source conservation theory (Hobfoll, 2001) seems to be
egy (M-1DT); B = .21, EE = .08, t = 2.62, p < .00], but confirmed, concerning the difficulty of people suffering
becomes weak and loses its significance when these are negative assessments in their work environment to
high [High Compensation Strategy (M-1DT); B = .02, maintain optimum performance and recover from losses
EE = .07, t = 0.21, p = .83]. suffered, as other researchers stated (Topa, Jiménez,
Valero, & Ovejero, 2016). Secondly, although both opti-
mization and compensation are aimed at increasing peo-
ple's resources, it seems that there are substantial differ-
Discussion ences between them. Optimization is the process that is
aimed at acquiring necessary resources, such as devel-
This study supports our proposal regarding the oping new skills, modifying others that are already pos-
modulating role of SOC strategies in the relationship sessed to be more effective, using one's personal energy
between OWI and absenteeism in older workers, but to achieve goals. When individuals' personal resources
only for some strategies. The findings show that the suffer a decline, or are lost, such as OWI, compensation
overall objective of the study has been only partially and optimization strategies become essential to self-
achieved and raise new research questions that will en- regulate performance and prevent deterioration in tangi-
courage future work. This achievement, although partial, ble outcomes, such as absenteeism. The role of compen-
corroborates the basic assumption of the successful aging sation and optimization is consistent with the latest line
approach at work, by showing that some SOC strategies of job crafting research, which shows that employees can
affect the impact that the negative working environment proactively engage in the search for resources to improve
(OWI) can have on absenteeism of workers over 55 their performance. However, attention should be drawn to
years of age. Up to the present, an important body of the danger that these strategies may pose if applied in the
empirical research had been developed that supported the long run. Strategies involving greater efforts to com-
positive impact of social identification on the work – pensate for resource losses can lead to long-term fatigue
group, organizational and professional– on the attitudes and exhaustion.
and behaviors of organizational members. However, this
study goes a step further, exploring the negative conse-
quences of identification with a socially devalued cate- Implications for intervention
gory, such as older ones. Moreover, this study extended
the existing research, since the moderation of SOC strat- Finally, it is important to point out that this study
egies in the relationship between psychosocial anteced-
offers interesting contributions to the intervention with
ents and employees' attitudes or behavior has not been
older workers. On the one hand, organizations should
little explored in Spanish samples. Although the results take into account the preferential use of one strategy over
of our work do not guarantee that all strategies have
others to adapt jobs to older workers in order to keep
modulating role, the findings regarding optimization and
them active. On the other hand, counselors, professional
compensation do and deserve a more detailed discussion.
188 ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, nº. 2, 169-188. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ ap.13.2.17587

psychologists and HR managers can design counseling


and guidance activities to show senior employees how to
optimize and compensate for their workings, in order to
reduce the undesirable effects of age-related impairment
on outcomes. Finally, the workers themselves can ac-
tively seek and test various mechanisms to help reduce
such effects of deterioration in their work behaviors. In
this sense, the medium and long-term planning of one's
career can be a useful tool to anticipate the changes that
will affect the person and adapt to them more effectively.
ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, nº. 2, 169-188. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ap.13.2.17587 189
ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, nº. 2, 169-188. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ap.13.2.17587 191
ACCIÓN PSICOLÓGICA, diciembre 2016, vol. 13, nº. 2, 169-188. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ap.13.2.17587 193

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