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DE LA VERDADERA
ACUPUNTURA CHINA
G. SOULIÉ DE MORANT
COMPENDIO
DE LA VERDADERA
ACUPUNTURA CHINA
Versión española de
Andrés Palafox
Edición original:
PRECIS DE LA VRAIE ACUPONCTURE CHINOISE
© 1964, Mercure de France
© EDITORIAL ALHAMBRA, S. A.
R. E. 182
28001 Madrid. Claudio Coello, 76
Delegaciones:
08008 Barcelona. Enrique Granados, 61
48014 Bilbao. Iruña, 12
18009 Granada. Pza. de las Descalzas, 2
15005 La Coruña. Pasadizo de Pernas, 13
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41012 Sevilla. Reina Mercedes. 35
46003 Valencia. Cabillers, 5
50005 Zaragoza. Concepción Arenal, 25
Mexico
Editorial Alhambra Mexicana, S. A.
Avda. División del Norte, 2412
03340 México, D. F.
n c 02060220
ISBN: 84-205-1011-4
Capítulos Página
PRÓLOGO .................................................................................................... 9
PRESENTACIÓN DEL TEXTO CASTELLANO ............................................... 11
1. La acupuntura en Europa ............................................................................ 13
2. ¿Qué puede curar la acupuntura? ................................................................ 17
3. Los puntos: «Tsiue» .................................................................................... 19
4. Los meridianos: «Tsing» ............................................................................. 21
5. La circulación de energía ............................................................................. 25
6. La energía: «Tsri» ....................................................................................... 29
7. La energía y la enfermedad, plenitud o vacío ............................................... 33
8. Los pulsos chinos ........................................................................................ 37
9. Tonificar o dispersar ................................................................................... 43
10. Las agujas ................................................................................................... 47
11. Las moxas ................................................................................................... 53
12. Los masajes ................................................................................................. 55
13. La enfermedad ............................................................................................. 57
14. El enfermo ................................................................................................... 61
15. Relaciones entre los órganos ........................................................................ 63
16. La personalidad ........................................................................................... 67
17. Algunas enfermedades ................................................................................. 69
18. Los puntos indispensables ........................................................................... 81
NOTAS ......................................................................................................... 149
PROLOGO
Por múltiples razones, entre las que no son menores las razones del corazón, me
proporciona una gran alegría este trabajo de ANDRÉS PALAFOX .
Ante todo, a causa de mis recuerdos; de mis gratos recuerdos de España y de los lazos
afectivos que me ligan a ese noble país. En mi larga permanencia allí durante los años
sesenta, pude apreciar —aparte la buena acogida de sus gentes y la salvaje belleza de las
cosas— la ayuda y los consejos amistoso del doctor SILVERIO PALAFOX , pionero entre los
médicos naturistas, neohipocráticos, en una época en la que yo osaba abrir una consulta
de Acupuntura en el hospital de San Luis de los Franceses, en Madrid, y en la cual, por
primera vez en España, me atreví a defender ante la Facultad de Medicina de Madrid
—bajo la dirección del prestigioso profesor LAÍN ENTRALGO — una tesis doctoral sobre
la historia de la Acupuntura.
Bastantes años después, tuve la satisfacción de poder confirmar a ANDRÉS PALAFOX
—hijo de SILVERIO — en su empeño por los caminos de la Acupuntura, aconsejándole
como viático el pequeño compendio de SOULIÉ DE MORANT , cónsul que fue de Francia,
y «médico chino» que introdujo realmente la Acupuntura en Occidente por los años
treinta.
Otra de las razones importantes de mi satisfacción atañe precisamente a la obra misma,
de la que ANDRÉS PALAFOX ha sabido realizar una excelente y fiel traducción en lengua
castellana, pues el Compendio de la verdadera Acupuntura china, de SOULIÉ DE MORANT ,
es, en efecto, uno de los monumentos del arte de las agujas a pesar —o a causa— de su
reducido tamaño. Pues concentrado en él «lo esencial» —los noventa puntos
fundamentales, sus indicaciones y su modo de empleo—, es como un potente faro en el
mar de los innumerables escritos sobre la cuestión, que ha permitido y permitirá a
numerosas generaciones de médicos emprender y proseguir su trabajo eficaz y serio para
el mayor beneficio de los enfermos, sin riesgo de perderse en los dédalos de una filosofía
medievaloide, de empantanarse en las ciénagas del detalle y del comentario, o de encallar
por el contrario, ridículamente, en las orillas de la facilidad. No podemos dejar de
lamentar que tantos charlatanes se hayan amparado en la Acupuntura —víctima de su
propia eficacia... y del esnobismo— para hacer de ella un comercio, y que demasiados
autores, en un afán de gloria a bajo costo, hayan inundado el mercado con múltiples obras
que no hacen más que plagiar, sin haberlos entendido bien, a los autores tradicionales,
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presentándonos una acupuntura de supermercado, al alcance de todos, descarriada y
ridícula, o, por el contrario, una acupuntura mal asimilada, pretenciosa, hermética y
cargante, reservada a una élite que pone cara de haberla entendido. A Dios gracias, el gran
mérito de ANDRÉS PALAFOX consiste en haber hecho resurgir con toda modestia un texto
fundamental, seguro, concreto, claro, práctico y desmitificador, en el que podrán apoyarse
los médicos —tanto los de sensibilidad oriental como los de espíritu crítico occidental—
deseosos ante todo de ejercer un arte honesto en la línea de los grandes antecesores chinos,
línea ininterrumpida gracias a G. SOULIÉ DE MORANT , a sus alumnos, a sus discípulos y
sus herederos, a los que ANDRÉS PALAFOX tiene ya el honor de pertenecer.
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PRESENTACIÓN DEL TEXTO CASTELLANO
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CAPITULO 1
LA ACUPUNTURA EN EUROPA
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FERREYROLLES , han sometido el método a la severa experimentación de la Facultad. Han
comunicado sus éxitos y sus fracasos a nuestras grandes sociedades de sabios.
Los doctores J. LANDOW SKI, BARISHAC , PORET , M. LAVERGNE , SAUVAGEOT ,
BONNET -LEMAIRE , etc., han obtenido gracias a este método curaciones a menudo
sensacionales.
Algunos médicos intrépidos, tras la lectura de mis artículos o los de algunos adeptos,
han intentado con éxito curas inesperadas.
Otros, ante el éxito del método, han pretendido haberlo inventado ellos, sin haberlo
estudiado ni siquiera superficialmente.
Es hora de precisar y de reunir las nociones dispersas en múltiples documentos, de
modo que las experiencias desarrolladas durante tantos siglos en China, que es un tercio
de la humanidad, no se vuelvan inutilizables por la incomprensión de sus principios
directores, y que los investigadores honestos y conscientes puedan tener un método más
para sanar a sus enfermos.
Pero se pensará, ¿cómo es posible que haya pasado tanto tiempo hasta ser conocida
en Europa? ¿Cómo ha hecho falta que fuese un sinólogo y no uno de nuestros doctores
el que la haya dado a conocer?
Primeramente hay que decir que no era ignorada. Los misioneros y, sobre todo, los
sabios jesuitas de la Misión Científica de Pekín, en el siglo XVII, refieren sus maravillas y
describen los grandes puntos.
Pero el dogmatismo del espíritu humano siempre ha impedido integrar una fórmula
nueva que obligue a modificar las posiciones tomadas mental y materialmente. PASTEUR
fue maldito antes de ser deificado. El radio en un principio fue negado. La homeopatía no
es enseñada aún en la Facultad.
A pesar de que las nociones transmitidas por los misioneros fueron restringidas, el
doctor BERLIOZ , de Tours (padre del músico), y el doctore JULES CLOQUET , profesor en
la Facultad de París, decidieron, hacia 1825, tratar enfermos con agujas. Pero, en su
ignorancia, no hacían acupuntura; no era acupuntura china lo que aplicaban, ya que
clavaban agujas muy largas hasta los órganos y las dejaban colocadas durante veinte y
treinta horas. El estudio de sus experiencias es, sin embargo, instructivo. Pero lo cruento
del tratamiento, a pesar de éxitos interesantes, puso pronto fin a la moda del doctor
CLOQUET , conocida durante varios años.
La verdadera acupuntura china fue desconsiderada con motivo de esta falsa presenta-
ción. Europa dejó de interesarse, a pesar de que, en 1863, el cónsul DABRY publicó un
importante trabajo sobre la medicina china, dando una idea ya más precisa de la acu-
puntura.
Para estudiar el verdadero método debían reunirse una serie azarosa de condiciones:
primero, el conocimiento y el uso de la lengua hablada; después, el de la lengua escrita,
que es muy diferente de la lengua hablada; por otra parte, era necesario un diccionario
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chino-europeo de términos médicos, que no existe más que por mi trabajo y en
manuscrito. Había también que conocer la etiqueta china bastante a fondo para no herir
susceptibilidades tan grandes como las de uno de nuestros maestros a quien se dirigiese
un hotentote ignorante de nuestra lengua y de nuestras costumbres.
Nuestros médicos enviados a China para enseñar nuestros métodos no sabían el chino.
Ellos fueron para enseñar y no para aprender. ¿Podían ellos, sin perder el prestigio y la
dignidad, ponerse bajo la enseñanza de un maestro indígena, incluso si éste consentía en
instruirles?
Fue necesario que, presentado por los misioneros a los que pertenecía el hospital que
visitaba, viese realizarse verdaderos milagros ante mis ojos. El médico chino consintió en
instruirme y facilitarme los libros necesarios. Más tarde, como juez de la Corte Mixta de
Shangai, encontré en la dirección sanitaria un excelente acupuntor que terminó de
instruirme. Así fue como, siendo sinólogo, obtuve el poder ejercer en China, y pude
transmitir a la ciencia francesa una variedad de reflexoterapia que no había sido estudiada
todavía.
En China, desde el siglo XXVIII a. de C., época siguiente al descubrimiento del cobre,
parece haber sido conocido y puesto a punto el método. Ya se conocía la circulación de
la sangre, el papel del bazo, etc. Y desde entonces el estudio nunca ha sido interrumpido.
Los libros aparecidos de siglo en siglo han sido conservados. Tengo la colección.
Japón había adoptado el arte médico chino desde la antigüedad. En 1884 se fundaron
facultades de medicina a la europea. Nuestro arte tomó en seguida una gran expansión.
Los sabios japoneses alcanzaron un renombre considerable.
Sin embargo, el público japonés, a medida que nuestra medicina se convertía preponde-
rantemente en quirúrgica, dudaba cada vez más de ella, tanto por su salud como por su
economía. Vacunas, sueros, inyecciones de efectos desconocidos, radiografías, operaciones
para lo que antiguamente tenía tratamiento. De este modo se vuelve cada vez más a la
acupuntura.
Los clínicos se daban cuenta de que muchas enfermedades ante las que nuestro arte
está desarmado se podían curar instantáneamente con acupuntura. En consecuencia,
emplearon ésta cada vez más.
Los sabios a la europea estudiaron entonces el método de las agujas según nuestros
principios científicos. Los resultados fueron confirmados y en parte explicados.
Hoy día este gran movimiento se afianza cada vez más. La acupuntura adquiere un
gran predominio. Ilustres sabios, como los doctores SAVADA, NAKAYAMA, FUJII, etc.,
dirigen su estudio.
Esforcémonos en ayudarles y asociarnos a sus trabajos en beneficio de los enfermos.
15
CAPITULO 2
17
Pero esta cuestión me era mal conocida, y todavía está en estudio. No es posible aún
asegurar los resultados.
El porcentaje de curaciones obtenidas varía según las afecciones. Algunas alcanzan el
90 por 100, como las algias, enfermedades del hígado, contracturas, problemas nerviosos
del corazón, etc. Los riñones no dan más del 60 por 100. La vejiga, más del 75 por 100.
Pero todavía harán falta numerosas observaciones antes de que pueda afirmarse si los
fracasos son debidos a la impotencia del método, o a la insuficiencia de aquél que lo
aplica.
18
CAPITULO 3
Los puntos son, respecto del método, lo más fácil de constatar, lo más material. Su
existencia no podría ser negada. El enfermo puede encontrarlos por sí mismo. Por sí
mismos también constituyen un importante descubrimiento de fisiología y de terapéutica.
Aunque los puntos empleados según fórmulas pueden dar resultados, utilizarlos así es
no conocer ni practicar el método; es no obtener más que éxitos inciertos o de corta
duración.
En efecto, para encontrar rápidamente los puntos dolorosos es indispensable conocer
el pulso; y esto es más indispensable aún para determinar la profundidad y la duración de
la punción, y las condiciones del efecto a obtener. Para comprender los puntos y retener
su acción de otra manera que por la simple memoria ciega, no podemos prescindir de los
meridianos y de la hipótesis de la circulación de energía.
El hecho material, insoslayablemente constatado, es que cuando hay disfunción de un
órgano interno, y solamente en este caso, algunos puntos del revestimiento cutáneo se
vuelven sensibles e incluso dolorosos al tacto. Esta sensibilidad cesa cuando la función ha
vuelto a la normalidad. Esto, cada uno puede constatarlo sobre sí mismo o sobre otro.
Estos puntos apenas tiene 2 mm de diámetro. Se puede presionar a 5 mm de ellos sin
despertar reacción alguna. Pero cuando se los toca, los ojos del enfermo parpadean. Se
observa una sensación especial que a menudo es comparada al moratón de una contusión
reciente. La intensidad de esta sensación, en afecciones análogos, está en relación con la
nerviosidad del sujeto.
Estos puntos están situados en varias líneas (véase Meridianos).
Cada órgano despierta la sensibilidad de una linea de puntos y no de otra.
Esta acción centrífuga se utiliza para controlar el diagnóstico, ya que la sensibilidad
de algunos puntos permite afirmar la disfunción del órgano al que responden.
Pero los puntos tienen también una acción centrípeta. Actuando sobre ellos de
determinadas maneras (véase Tonificar o Dispersar) se puede modificar la función del
órgano con el que están en relación. Los chinos, para esta acción, utilizan las agujas, o las
moxas, o los masajes. El estudio de estos medios es una parte importante del método.
Se ha observado incluso que en casos de dolores neurológicos o musculares, eran
siempre los mismos grupos de nervios o de músculos tomados conjuntamente cada vez;
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y que estos grupos estaban en las líneas de puntos. Se ha observado también que el órgano
en relación con la línea tocada era casi siempre afectado al mismo tiempo que el grupo.
De ahí el doble medio de tratamiento: o bien local, por los puntos centrales del dolor, o
a distancia (más eficaz y duradero), mediante los pulsos rectores del órgano enfermo.
Se ha constatado, en fin, que, en cada línea, unos puntos tenían efectos especiales sobre
el órgano, cualquiera que fuese la manera de atacarlos. Así, hay:
1.º Los puntos aceleradores, para tonificar el órgano.
2.º Los puntos frenadores, para calmar, «dispersar», el órgano.
3.º Los puntos «fuente», que regularizan el órgano, ya esté acelerado, o decelerado.
4.º Los puntos «de asentimiento», que fortifican sin acelerar y calman las
inflamaciones.
5.º Los puntos «heraldos», etc.
Los japoneses han añadido los «puntos maestros», ya sea de los órganos, ya sea de los
problemas.
Es esencial conocerlos para manejar con precisión los órganos.
20
CAPITULO 4
21
Figura 1. Los meridianos
Estos meridianos se dividen en dos grandes grupos: aquellos que circulan sobre la
«cara externa» de los miembros, y que son designados como iang «solar» o «externo,
expuesto al sol», y los que siguen la cara interna de los miembros, que son llamados inn
«lunares, internos, umbríos».
Cada uno de estos grupos se divide en dos. Tenemos, así, los iang de las manos, sobre
las caras externas de los miembros superiores, y los iang de los pies sobre las caras
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externas de los miembros inferiores; los inn de las manos y los inn de los pies, sobre las
caras internas de dichos miembros.
La lista es la siguiente:
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CAPITULO 5
LA CIRCULACIÓN DE ENERGÍA
25
Es de destacar que la energía alternativamente desciende el miembro superior y lo
remonta; desciende el miembro inferior y vuelve a subirlo, y después desciende el miembro
superior y lo remonta nuevamente; un iang y un inn en cada miembro.
Se ha visto que además de doce meridianos existen dos líneas mediales, enlazadas entre
sí, pero no con los doce meridianos. Formarían, por tanto, una pequeña circulación de
energía separada de la grande, de la de los doce meridianos.
Como está recomendado dirigirse a estas líneas cuando los meridianos responden mal,
parece lógico admitir que tengan comunicaciones directamente con los órganos. La línea
anterior (vaso de la concepción, Jenn mo) posee, en efecto, acción sobre tres aparatos:
respiratorio, digestivo y genito-urinario. La línea posterior (vaso gobernador, Tou mo)
actúa sobre la fuerza física, moral y mental (cerebro, médula espinal).
Para el paso de energía de un meridiano a otro, se ha constatado (y a menudo es
posible hacerlo sobre personas agudas, sensitivas):
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1.º Si se presiona sobre un punto cualquiera de un meridiano vuelto sensible, y se sigue
el recorrido de ese «algo» que pasa, se distingue cerca de la extremidad del miembro una
horquilla, con una punta que continúa la terminación del meridiano, y la otra que termina
en la prolongación de otro meridiano, que es precisamente el acoplado para el pulso y
para las relaciones entre los órganos.
Así es, por ejemplo, como mediante pequeñas presiones en el hueso del codo, en el
punto Tchre-tsre (hueco interno del tendón del bíceps, sobre la arteria), sentimos una
respuesta a lo largo de la cara anterior del antebrazo, y a partir del pulso radial una
horquilla de la que una rama sigue la cara palmar hacia el ángulo ungueal pulgar, lado
índice; mientras que la otra rodea hacia la cara dorsal y vuelve por el meridiano del
intestino grueso, desde el ángulo ungueal externo del índice.
Esta constatación, fácil en algunos casos, muy difícil en otros, ha provocado
experiencias múltiples y ha permitido determinar para cada meridiano el punto en que
parte la energía, y el punto inicial del meridiano al que se acopla.
Estos pasajes son los emisores regulares del flujo de energía de un meridiano hacia
aquél con el que está acoplado. Están indicados en los dibujos de los meridianos.
2.º Se ha comprobado, además, que actuando sobre un cierto punto de cada
meridiano, cuando este meridiano está demasiado lleno, se provoca una bajada de tensión
en este meridiano, y un aumento proporcional en aquél con el que está acoplado.
La percepción en el pulso es inmediata. Se nota igualmente en los órganos cuando es
posible hacerlo.
Esta verificación no es siempre fácil, ya que a menudo puede explicarse de otra forma.
Así, con una vesícula biliar llena, dolorosa, y un hígado átono, si pinchamos en el punto
Koang ming (5/14 del maléolo externo a tuberosidad anterior de la tibia, sobre el borde
anterior del peroné), el enfermo acusa pronto la sedación de su dolor de vesícula. Se
comprueba una igualación de los dos pulsos, vesícula e hígado, y a partir de este momento
el hígado funciona y la vesícula se deshincha.
Esos puntos de pasaje y los canales que los ligan al meridiano acoplado se llaman lo,
o lo-mo, término empleado para todos los vasos secundarios y canales de retorno, venas,
etc.
Cada meridiano posee un punto y un vaso secundario de este género; las dos líneas
mediales tienen uno cada una. Existe uno suplementario que hace comunicar todos los
meridianos entre ellos, parece que actuando fundamentalmente sobre la circulación
sanguínea.
Los quince vasos secundarios están indicados en los dibujos de los meridianos.
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CAPITULO 6
LA ENERGÍA: «TSRI»
Los antiguos se preguntaron que era este «algo» que se sentía correr por los
meridianos. Le llamaron energía tsri.
Las verificaciones que han llevado a reconocer la existencia, los movimientos y las
diferencias de intensidades de la energía, son las siguientes:
1.º El flujo, en los meridianos, que no corresponden ni a las arterias, ni a las venas, ni
a los nervios, ni a los conductos linfáticos; de «algo» que no era ni la sangre, ni el fluido
nervioso, ni la linfa. Era cómodo y lógico dar un nombre a este algo.
2.º La reacción cutánea a la punción. Si la aguja entra y sale sin ninguna resistencia,
la vitalidad es débil, el pronóstico sombrío. Si entra fácilmente pero es pronto atrapada,
como apretada por una pinza metálica, y retirarla es posible con gran esfuerzo, la vitalidad
es grande, el pronóstico favorable. Si, en fin, es extremadamente difícil hacerla entrar, el
dolor es extremo, la piel parece cuero curtido, la nerviosidad es grande, hay que calmarla
antes de poder actuar.
Era lógico atribuir estas diferencias a grados de intensidad de «algo» que anima el
cuerpo y a lo que se llamó energía.
El nombre empleado, tsri, representa el vapor que levanta la tapa de una marmita
puesta al fuego, y que se aplica a todas las fuerzas aparentemente inmateriales:
electricidad, vapor, etc.
Habiendo reconocido la existencia y los diferentes grados de una energía en los seres
vivos, los antiguos chinos, prácticos, buscaron en seguida la forma de manejarla para
comprender mejor su naturaleza.
Comprobaron en seguida que había diferencias en las respuestas cutáneas a las agujas
según la calidad y la cantidad de la alimentación, y según el calor y la actividad de los
seres. Concluyeron primeramente que la energía procedía de la transformación (de la
degradación) de los alimentos en el estómago, como lo hacía en parte también la sangre.
Observaron después, y clasificaron, los alimentos según la cantidad de energía
suministrada por ellos, trabajo que les llevó a reconocer que los alimentos no
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desarrollaban todos en los seres vivos la misma forma de energía. Unos daban más
actividad física, otros más actividad mental.
Ahora bien, el desarrollo del físico corresponde a un refuerzo de los pulsos profundos
inn, que reflejan los órganos inn, representados por los meridianos inn. El desarrollo
mental supone, pro el contrario, un refuerzo del iang, representado por los pulsos
superficiales y los órganos iang.
Una escuela importante de sabios admite desde entonces la hipótesis de trabajo de dos
formas inn y iang de energía. Inn en profundidad, en la sangre y los órganos controladores
y distribuidores de la sangre, de la vida física (corazón, pulmones, bazo, hígado, riñones).
Iang en superficie y en la vida de relación, mental tanto como material, transformadora
de los alimentos y de las materias (estómago, intestinos, vejiga, vesícula biliar),
transformadora también de los estímulos externos en reacciones, pensamientos, decisiones,
actos.
Otra fuente de energía aparece en el aire y en la respiración; las funciones respiratorias
transforman el aire, liberando energía en el cuerpo con esta transformación; degradación
análoga a la de los alimentos, y distinta también, por la cualidad misma del aire y sus
componentes. Degradación que aumenta el calor y la actividad si se acelera, y que enfría
y debilita si es decelerada.
El fenómeno multiforme de la excitación sexual, por fin, hizo reconocer que la
frecuentación, aunque fuera sin contacto, de dos seres, se seguía de un aumento notable
de su energía. Este hecho aparece tan importante, que una escuela hizo admitir la hipótesis
de una tercera forma de energía, la energía sexual tsing, que sería la verdadera potencia
motriz de los seres, y la verdadera forma de energía.
Incluso se comprueba un aumento de la temperatura y la actividad mediante la
excitación sexual; o bien de una deceleración por la privación de relaciones con los seres
apropiados, y es necesario que sean apropiados, ya que la diferencia de producción de
energía es considerable según la calidad (más que según la cantidad) de lo que podría
llamarse el alimento sexual. Este último, en efecto, debe provocar el apetito sexual para
producir su efecto.
Los antiguos observaron, por otra parte, variaciones de energía notables en cantidad
o en calidad en un mismo individuo según que pasase del invierno y el frío al calor del
verano: animales que hibernan, plantas que pierden sus hojas, o actividad sexual estival
de los animales, desarrollo de las plantas. El invierno es la energía inn, que tiende al
reposo; el verano la energía iang, que tiende a la actividad. En verano las agujas actúan
con mucha más facilidad.
Se observó que según los períodos lunares, las agujas tenían más o menos acción: la
luna llena disminuye el efecto, actúa, por tanto, desfavorablemente sobre la energía, le
vuelve a uno soñador, etc.
30
El tiempo sombrío inn y la noche, las horas soleadas y el día iang actúan de manera
opuesta sobre los efectos de las punciones. No hay que pinchar en tiempo de mucha lluvia,
de tormenta, o de fuerte viento: la energía está como congelada, circula mal.
Estas últimas relaciones de la energía humana con las estaciones, con los períodos
lunares, con el sol, llevaron a concluir que el sol vivifica; activa la inteligencia y la vida
sexual, es el iang. La luna, el frío, la noche, desvitalizan el iang; pero permiten el descanso,
la calma, el inn. Habría una relación entre la energía humana y el universo, tierra, sol,
luna, astros.
Las teorías sobre este tema fueron múltiples. Todas se relacionan con esa ley universal
del inn-iang, que es considerada por chinos y japoneses como dominando todo, y de la
que el estudio y las aplicaciones han llenado millares de volúmenes y de vidas enteras de
estudios y de experimentación.
Esta ley del inn-iang es, sobre todo, una ley de relatividad, de oposición entre los
contrarios, pero en movimiento. El inn no existe, sino por comparación con el iang. Hay
una transformación constante.
La gente de Extremo Oriente no puede admitir la idea europea de una oposición
irreductible entre espíritu y materia. La materia, inn, es para ellos espíritu, iang, sólo que
de otra forma; es decir, que puede volverse iang. Así, el estómago transforma la materia
inn en sangre inn y energía iang.
Es el movimiento, la tendencia, la dirección, más que el estado, lo que les interesa.
PLATÓN les parecería alguien que descuida lo esencial de la cuestión: el movimiento, la
vida.
Estiman así que lo que se nos aparece como el presente está constituido, para unos, de
un simple recuerdo de un pasado inmediato, y para otros, en parte de una previsión
incesante de un futuro inmediato. Pero el tiempo no se para, y nuestro pensamiento, si no
es siendo instantáneo, es falso para ellos, ya que, al estar todo en perpetua transformación,
no se puede hablar de un estado. Vemos lo que ha sido, ya que no podemos ver lo que es,
pues el tiempo que nos lleva percibirlo en el cerebro lo convierte en lo que ya ha sido
percibido, lo cual no es lo mismo.
Pero haría falta mucho estudio y muchos ejemplos para explicar claramente esta ley
del Inn y el Iang, cuyo uso es, sin embargo, imprescindible (véase el capítulo Las Enferme-
dades).
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CAPITULO 7
LA ENERGÍA Y LA ENFERMEDAD,
PLENITUD O VACÍO
33
cerrados, inn de vacío. Hay la gota del pobre que no bebe vino y no come carne, y la gota
del rico que ha vivido demasiado bien. Hay incluso, según los japoneses, un cáncer inn y
un cáncer iang, de plenitud o de vacío, etc.
El fracaso es seguro si se dispersa una enfermedad por vacío, o si se tonifica una
enfermedad por plenitud. Y sin los pulsos se actúa al azar en este punto.
De una forma genera, las oposiciones son las siguientes:
Plenitud Vacío
1.º Pulso amplio, o duro, o rápido, o en 1.º Pulso pequeño, débil, lento o en déficit.
exceso.
2.º Calor, enrojecimiento. 2.º Frío, palidez.
3.º Dolores agudos o sordos. 3.º Insensibilidad, entorpecimiento.
4.º Respiración enérgica, amplia, rápida. 4.º Respiración débil, corta, lenta.
5.º Sobreexcitación mental. 5.º Depresión mental.
6.º Actividad. 6.º Cansancio, pereza.
7.º Hinchazones. 7.º Prurito.
8.º Contracturas. 8.º Pérdida de fuerza.
9.º Constipación. 9.º Diarrea.
Cada órgano tiene sus signos particulares de plenitud o de vacío, que es útil estudiar
para acelerar y precisar el diagnóstico, pero que sería demasiado largo enumerar aquí. Por
otra parte, el estudio de los pulsos informa a este respecto.
El equilibrio entre inn (sangre() y iang (energía), que asegura la salud, puede romperse,
ya que se trata de relatividad, inicialmente en provecho del inn, ya sea por un exceso de
inn o por un vacío de iang; después en provecho del iang, ya sea por un exceso de iang o
por un vacío de inn.
Importa por tanto definir bien las plenitudes o los vacíos de uno y otros. Ya que el Nei-
tsing, escribe (Ta tcha. II, pág. 23):
«Cuando energía y sangre no están en armonía, los cientos de enfermedades nacen con
todas sus formaciones.»
34
Plenitud de energía (iang) Vacío de energía (iang)
1.º Vasos sanguíneos llenos, duros. 1.º Vasos sanguíneos vacíos, blandos.
2.º Calor y enrojecimiento en manos y pies. 2.º Extremidades frías.
3.º Frescor en lo alto. 3.º Cabeza roja. Frío en lo bajo.
4.º Frío interno, con piel normal. 4.º Calor interno, con piel normal.
5.º Robustez con fuerza. 5.º Delgadez con debilidad, tez gris-negra.
6.º En ambas muñecas los pulsos profundos 6.º En ambas muñecas los pulsos profundos
más fuertes que los pulsos superficiales más flojos que los pulsos superficiales
normales. normales.
7.º Todos los pulsos del lado izquierdo más 7.º Todos los pulsos del lado izquierdo más
fuertes que los del lado derecho normal. débiles que los del lado derecho normal.
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CAPITULO 8
37
Figura 2. Los pulsos chinos
38
órgano y el aspecto del pulso que lo refleja. Una corta experiencia basta para reconocer
si una vesícula está atascada, o repleta de cálculos, o átona; si hay constipación (no
tratada) o diarrea; si los órganos genitales están atascados, contraídos o inactivos, etc.
De la observación atenta de dos personas que sufren de un mismo órgano, una por
exceso y otra por deficiencia, se hace uno rápidamente idea de la variación de aspecto del
pulso correspondiente al órgano, según la plenitud o la insuficiencia.
Por los pulsos podemos reconocer la plenitud o el vacío, y esto está al alcance de todos;
es un conocimiento esencial.
Para llegar a distinguir las diferentes enfermedades de un órgano, hace falta ya más
experiencia. Pero cuando uno ha tomado metódicamente el pulso propio de un órgano
afectado y se ha podido, gracias a nuestros métodos, comparar su aspecto según la
actividad energética con el funcionamiento del órgano por sí mismo, se acaba por alcanzar
diagnósticos más precisos.
Pero esta segunda parte del estudio de los pulsos no será tratada de momento. Basta,
y es fácil, aprender a distinguir plenitud o vacío, y esto es lo esencial.
Encontramos así:
39
1.º Muñeca izquierda
Podemos palpar los pulsos ya sea abordando la arteria por el borde radial, ya sea
abordándola por el borde cubital, con los dedos extendidos a través del antebrazo.
Esta última postura parece ser la que da más delicadeza de tacto, estando en contacto
la yema de los dedos. La primera, por el contrario, no pone en acción más que la
extremidad del dedo, que es menos sensible y más dura.
En todo caso es esencial adoptar una manera u otra para tomarlos, ya que no se
perciben los pulsos exactamente lo mismo con una que con otra. En un trabajo que
requiere el máximo de delicadeza en la percepción, diferencias, incluso mínimas, no deben
descuidarse.
Para los aspectos de los pulsos así considerados las diferentes escuelas han multiplicado
las denominaciones. Una, las más simples, describen veintiocho. Otras legan hasta
cuarenta y siete, etc.
40
Estudiando de cerca los diversos aspectos así descritos, no es imposible llegar a sus
elementos constitutivos:
41
apendicitis, o con inflamación del ciego, o con retención en ciego y colon ascendente. Un
pulso de pulmones más allá indica que la parte superior de las vías respiratorias está
afectada: puede haber rinitis o laringitis o traqueitis; más acá, en cambio, indica que son
los bronquios terminales o los alvéolos los que están afectados.
Los pulsos chinos chocan en apariencia con nuestros conocimientos anatómicos o
fisiológicos. ¿Es acaso esto una razón para negar un hecho, y tenemos la pretensión de que
no se descubrirá nada después de nosotros?
Su existencia no podría negarse, dado que los médicos de París que lo han aprendido
y lo utilizan obtienen con ellos diagnósticos siempre verificados. Los sabios japoneses no
son soñadores, y sus instrumentos de registro no son sugestionables.
¿Pero cómo explicar esta relación entre las muñecas y los órganos? Las hipótesis
emitidas por los médicos que han comprobado los hechos son ya numerosas: todavía
ninguna ha podido ser pro bada. Sin duda, el porvenir verá descubrimientos sobre este
tema y explicaciones satisfactorias, ya que un hecho bien constatado acaba siempre por
encontrar una explicación buena o mediocre.
Cuando con el aparato de Morita, o los que los europeos construyan, se hayan hecho
estudios prolongados sobre sujetos explorados con nuestros más seguros medios, será
posible la puesta a punto de un método con una precisión completa.
Mientras tanto, su utilización mediante los dedos, es ya de una precisión bastante
grande. Y es indispensable en acupuntura.
42
CAPITULO 9
TONIFICAR O DISPERSAR
Las verificaciones hechas sobre los puntos sensibles, los meridianos, la circulación de
energía, la concepción de la enfermedad por exceso o insuficiencia de energía, debían
lógicamente llevar a la idea de curar la enfermedad corrigiendo el exceso o la insuficiencia
de energía constatada, ya sea «tonificando» o «dispersando».
Quizá pueda parecer que tonificar y dispersar hayan estado en el origen del método.
En efecto, los textos más remotos de la alta antigüedad, es decir, de los neolíticos,
mencionan que habían constatado cómo las ligeras quemaduras hacen enrojecer el cuerpo
entero, activando la vida; y que las más ligeras heridas hacen palidecer, calman y relajan.
Las prescripciones muy antiguas recomiendan las moxas para tonificar y la agujas para
dispersar. Quizá observando que las quemaduras o los pinchazos con punzones de piedra
(mencionados en el Nei-tsing) eran más eficaces en ciertas partes, se descubrieron los
puntos, después los meridianos, después el método entero.
Desde la más remota antigüedad los chinos habían encontrado y desarrollado también
la ley de biología de RUDOLPH ARNDT : «Las pequeñas excitaciones provocan la actividad
vital, las excitaciones medias la aumentan. Las excitaciones fuertes la yugulan. Las
excitaciones exageradas acaban con ella. Pero la excitación está proporcionada, grado a
grado, con la excitabilidad del individuo.»
Aplicada a las agujas y a las moxas, la ley de Arndt, según las numerosas experiencias
seguidas desde hace seis años en Francia, debería ser rectificada como sigue:
1.º Si se trata de acciones locales sobre los músculos, acción ejercida por puntos
locales, una excitación ligera, rápida, bien por agujas o bien por moxas, aumenta
la energía y la nutrición del músculo. Una acción prolongada debilita la energía y
la nutrición del músculo.
2.º Si se trata de acción a distancia sobre los órganos internos o los músculos,
mediante puntos alejados de la región afectada (lo que es la verdadera acupuntura),
una excitación rápida, ya sea mediante agujas ya sea mediante moxas, disminuye
el exceso de energía y la nutrición del órgano o del músculo. Una acción
prolongada aumenta la energía y la nutrición del órgano y del músculo.
43
La acupuntura está de acuerdo con la ley de Arndt en cuanto a las excitaciones locales.
Establece netamente lo contrario para las excitaciones a distancia. En éstas actúa otra ley.
Indiquemos aún un hecho importante. Una misma excitación aplicada a órganos sanos
o enfermos, no cambiará el órgano sano, pero tendrá una fuerte acción sobre el órgano
enfermo. Europa sabe que un órgano enfermo es más fácilmente excitable, reacciona ante
excitantes que no trastornan a un órgano sano.
He aquí una de las mayores garantías contra el error diagnóstico. Si el órgano excitado
está sano, no responde. El organismo por sí mismo corrige los errores.
Las investigaciones hechas para tonificar y dispersar han sido numerosas, puesto que
hace tantos siglos que un tercio de la humanidad trabaja en la cuestión. Las indicaré en
el tratado completo que estoy preparando. Aquí no puedo sino resumir lo que la
aplicación del método ha permitido constatar en Europa.
Tonificar un órgano interno es activar su funcionamiento si es insuficiente y traerlo a
la normalidad. Tonificar un músculo es aumentar su energía y su nutrición, restituirle la
contracción fácil mediante la voluntad, ayudarle a volver a su talla normal momentánea-
mente perdida.
Dispersar un órgano interno es decelerar su funcionamiento exagerado y llevarlo a la
normalidad. Dispersar un músculo es descontracturarlo, o ayudarle a adelgazar
volviéndolo a la normalidad.
Se puede tonificar o dispersar tanto mediante agujas, como mediante moxas, y
mediante masajes.
Muy antiguamente se pensaba que las moxas tonifican mejor que las agujas. Todavía
en nuestros días se las recomienda para los viejos y los niños. La idea es que el método se
sirve de las reservas de energía del enfermo. Las agujas excitan, pero no aportan más que
su metal. Las grandes moxas tienen como ventaja el poder energético del fuego, añadido
al de la artemisa. De hecho, dan mejores resultados para tonificar a los exhaustos, a los
ancianos, a los enfermos por insuficiencia, especialmente en invierno. Los japoneses
estiman que su clima húmedo y frío favorece las enfermedades por vacío: emplean mucho
las moxas, y las recomiendan especialmente para los reumatismos por vacío.
Para tonificar con la aguja, ciertos metales dan efectos un poco superiores. En China
se estima que los metales amarillos o rojos son iang y excitan mejor el calor y la vida. De
hecho, el cobre rojo para tonificar parece dar resultados superiores a cualquier otro. El
oro, metal amarillo, es casi igual de eficaz.
El pinchazo tonificante debe ser prolongado si se trata de acción a distancia, o rápido
si se trata de acción local sobre los músculos. Actúa más cuanto más profundo es. Profun-
didad y duración deben estar proporcionadas a la antigüedad del mal, y al estado del
enfermo.
Los masajes, para ser tonificantes, deben ser prolongados sobre el punto doloroso del
meridiano, y hechos con la uña.
44
Se puede dispersar con las moxas haciéndolas rápidas y ligeras. Pero para este caso la
aguja es la soberana.
Algunos metales tienen una acción privadora muy fuerte, los metales blancos o grises
sobre todo. La plata es el mejor. El acero, el cinc, el platino son algo menos eficaces.
La dispersión mediante masaje se consigue con una acción rápida y acariciante sobre
el punto indicado del meridiano.
Se puede tonificar o dispersar los órganos, bien sea actuando directamente en los
puntos del meridiano propio del órgano, o bien actuando indirectamente en puntos de los
meridianos en relación con el órgano enfermo, según ciertas leyes.
Este último método indirecto resulta, a veces, indispensable. Y da siempre los
resultados más profundos y duraderos. Pero las relaciones entre los órganos utilizadas no
son siempre las descritas y explicadas por la ciencia occidental. Al margen de las relaciones
anatómicas, hay que considerar, en efecto, relaciones de energía. Esta cuestión es tratada
en el capítulo Relaciones entre los órganos.
Hay aún que considerar si la enfermedad es de la energía (iang) o de la sangre (inn).
Si es de la energía, no es constante; se emplea el pinchazo a distancia. Si el mal está en la
parte alta del organismo, se excita en la parte baja; si está en la derecha se excita a la
izquierda, y recíprocamente, tonificando si hay vacío y dispersando si hay plenitud. Si la
enfermedad es de la sangre (entonces es continua), se emplea más bien el método directo.
Se obtiene un efecto suplementario dispersando un órgano en las dos horas en que la
energía está al máximo en su meridiano; se tonifica más actuando durante las dos horas
que siguen al máximo.
Estos son medios de aumentar el efecto de los pinchazos. En la práctica, generalmente,
basta con tonificar un órgano en el punto de tonificación del meridiano, o con dispersar
en el punto de dispersión. Y si el meridiano no responde, se actúa al mismo tiempo en el
punto fuente.
El principio es armonizar y no combatir; se debe siempre tonificar primero los vacíos.
La energía en exceso de las plenitudes es arrebatada así, sirviendo para llenar los vacíos.
Si primero se dispersara, se correría el riesgo de enviar la energía hacia los órganos ya con
exceso, o de que se desvanezca el enfermo.
45
CAPITULO 10
LAS AGUJAS
Entre los medios empleados por el «Método de las agujas y las moxas» para actuar
sobre los puntos vueltos sensibles, el más importante es la aguja. Constituye de hecho la
verdadera «acupuntura» (acus: aguja; punctura: pinchazo).
Las agujas que se usan en China y en Japón son de formas variadas. Las gentes de
Extremo Oriente son de espíritu libre, sin dogmatismo, y siempre más atentos a las
realidades que a las enseñanzas oficiales. Cada uno se hace, por tanto, fabricar sus agujas
según sus ideas, las condiciones de uso y las observaciones hechas.
En los libros antiguos se describen nueve agujas de diferentes formas. Actualmente se
utilizan muchos modelos. La simple aguja de coser, fina y con aleación de cobre duro, es
muy utilizada. También se hacen fabricar varillas puntiagudas por los dos extremos y con
un canalón en el medio que permite sujetarlas para hundirlas dándoles a la entrada y a la
salida un movimiento de torsión. En Japón, para evitar el dolor, se utilizan hilos de plata
y oro provistos de una cabeza, que se hunden con la ayuda de un tubo apoyado sobre la
piel.
El doctor FUJI incluso ha inventado y puesto en el comercio, con gran éxito, un aparato
muy práctico que permite a uno mismo pincharse y suprime enteramente cualquier
sensación desagradable de pinchazo.
Ciertos autores chinos estiman que la forma con dos puntas actúa mejor que cualquier
otra para evacuar al exterior el fluido humano, la energía en exceso. Faltan todavía los
instrumentos para verificar el hecho, que muy bien podría existir, incluso sin que nuestras
percepciones, demasiado toscas, lo distingan.
El grosor de las agujas aumenta su efecto, pero también aumenta, incluso más, el dolor,
y no permite alcanzar las profundidades necesarias.
De hecho, las experiencias hechas aquí han llevado a preferir una forma de alfiler, con
una cabeza más pequeña, de 22 mm de longitud y una sección de 6/10 mm como máximo.
La cabeza es cómoda para no pincharse al introducir la aguja en pieles endurecidas por
la energía, y para sacarla cuando la piel, crispada por la energía, la retiene como una pinza
47
Figura 3. Lasa nueve agujas antiguas (según el ta tchreng)
metálica. La cortedad es cómoda, por una parte para no asustar a los niños, y por otra
para que la aguja dejada en el sitio durante unos minutos no corra entre las carnes por su
peso.
El metal, en la medida de lo que es posible juzgar, tiene su importancia. Los ensayos
hechos con numerosos metales en estado puro han mostrado que, como dicen los chinos,
había una diferencia en el efecto de los metales rojos o amarillos (iang) y los grises o
blancos (inn). Los primeros excitan más, los segundos tienen un efecto calmante más
pronunciado, pero el cobre rojo (así como todos los metales, excepto el oro y la plata) se
oxidan instantáneamente al contacto con la carne: se ennegrece. El acero amarillea, y
pronto queda azulado. Hay que pasarlos a menudo por papel esmerilado.
48
Figura 4. Las modernas agujas japonesas
Las experiencias han llevado a detenerse en dos aleaciones. Cobre y oro para los casos
de vacío en que es necesario excitar. Palta y cinc, o plata y cromo para calmar.1
Estos metales tienen además un poder bactericida muy superior al del acero o al del
platino.
1. Estas experiencias de aleaciones han sido hechas y se continúan bajo la atención de M . S OUTEYRAND,
joyero. Racine, 26, con quien investigamos los mejores materiales y formas de agujas.
49
Las agujas macizas y lisas no dejan lugar al microbio para agarrarse. Es suficiente
mojarlas en alcohol, o limpiarlas en alcohol, para destruir cualquier germen. Con ellas hay
una seguridad que no conoce la aguja hueca hipodérmica.
Las agujas están consideradas como más potentes que las moxas, pero más difíciles de
manejar. Por otra parte, las agujas están menos indicadas que las moxas, porque son más
difíciles de utilizar con éxito para las personas con energía agotada, convalecientes,
débiles, viejos, niños. También son difíciles de aplicar a las enfermedades por humedad
o vacío. Por el contrario, son excelentes en las enfermedades por exceso, contracturas,
sobreexcitación, enfermedad con fiebre o inflamación, etc.
Para pinchar hay que tender al enfermo, o al menos hacerle sentar. Estando de pie
algunas personas débiles corren el riesgo de un malestar o un desmayo.
No hay que pinchar tras una hemorragia; tampoco cuando el enfermo está muy
fatigado, ni en ayunas, ni después de una comida fuerte, ni cuando hay gran tempestad
o tormenta con mucha lluvia: ni tampoco cuando hay shock. El resultado sería muy débil,
o simplemente causaría un malestar pasajero.
Para los enfermos crónicos el tiempo cálido y despejado y la estación de verano dan
los mayores éxitos.
Se calma la aprensión física y los rechazos involuntarios fingiendo pinchar varias veces
sin hacerlo.
Es posible disminuir el dolor dando masajes sobre el punto con la punta del dedo;
haciendo toser en el momento del pinchazo se disminuye también el dolor. Respirando
rápidamente varias veces seguidas antes del pinchazo se obtiene el mismo efecto.
Algunas personas (una sobre mil, si se quiere) tienen una sensibilidad cutánea tal que
este tratamiento les supone un sufrimiento. Entonces hay que actuar con las finas agujas
japonesas. Por término medio el efecto es desagradable, pero no doloroso. Y un gran
número no siente nada.
El número de pinchazos por sesión varía, se sobreentiende, según el estado del enfermo.
En principio un pinchazo basta para un órgano afectado. Si no hay respuesta
inmediata, constatada por el pulso correspondiente, un segundo pinchazo simultáneo y
del mismo sentido en la fuente dará el resultado que se busca.
Para los músculos es necesario un pinchazo por cada región muscular a tratar, por
tanto, varias agujas en general.
50
Para las neuralgias, neuritis, etc., un pinchazo por cada parte de miembro o de cuerpo
interesada; por tanto, de una a cinco agujas.
Si acribillamos al enfermo corremos el riesgo de enturbiar los efectos, de provocar un
cansancio perjudicial al tratamiento, en lugar de una relajación favorable.
Siendo la idea que los diversos problemas pueden depender de una causa única, se
recomienda atacar primero esta causa aisladamente; el resto puede ceder por sí mismo. Se
ve mejor lo que se hace si se actúa así y en varias sesiones.
El número de sesiones depende por una parte de la complejidad y antigüedad del caso,
y por otra, de las reservas de energía del enfermo.
Un único órgano afectado desde hace poco tiempo puede ser curado en una sola sesión.
Igualmente una ciática simple y reciente.
Si hay varios órganos afectados y no puede discernirse cuál es el que ha complicado a
los otros, serán necesarias sin duda dos o tres sesiones. Las mismas si el enfermo está
agotado. Para la segunda sesión y la siguiente se recomienda alcanzar la culminación de
la mejoría obtenida. Es mejor no recomenzar antes del tercer día.
51
CAPITULO 11
LAS MOXAS
Las moxas, uno de los medios del «Método de las agujas y las moxas», son más bien
«la ignipuntura» (ignis: fuego; punctura: punción) que la acupuntura; pero la sensación
que se siente se asimila tan a menudo al pinchazo, que la expresión no es enteramente
falsa. (La palabra viene del japonés mogusa, cuya pronunciación japonesa a la china es
kyu. Siendo en chino tsiou).
Las moxas son menos potentes que las agujas. Sin embargo, son más efectivas, a
condición de repetirlas, para las personas debilitadas: convalecientes, ancianos, niños. Son
igualmente más efectivas en las enfermedades por humedad o por vacío: reumatismo,
anemia, etc. En Japón, donde el clima es muy húmedo, se las prefiere para muchos casos.
Son nefastas en las inflamaciones, congestiones, calor, etc.
Las moxas se hacen con polvo de artemisa (artemisa sinensis o urens, que es una
variedad de absenta), o con aglomerados de tipo yesca hechos con hojas y fibras de esta
misma planta.
En China el polvo se pone en un pequeño cono sobre una moneda (que cubre y protege
el punto) y se le prende fuego con ayuda de una lupa o de una cerilla. El polvo arde de un
tirón, como el Licopodio.
En Japón se han utilizado durante mucho tiempo bastoncitos de yesca de artemisa
aplicados sobre una o más capas de papel fino para alcanzar los 60º. Más recientemente
se ha inventado un aparato para proyectar los iones de artemisa calentando sin peligro de
quemar.
La artemisa constituye, por tanto, un elemento que se añade al calor. Chinos y
japoneses le dan una gran importancia.
Las experiencias hechas en París muestran que el calor, por sí solo, ya es efectivo. La
dificultad de procurarse artemisa ha llevado a emplear una pieza de metal (estuche de
termómetro vacío) mojada en agua que acaba de hervir. Un toque rápido, repetido tres a
cinco veces seguidas, proporciona el efecto buscado (habiendo sido calentada la pieza cada
vez en agua y secada con guata para obtener calor seco).
Se recomienda quemar primero en lo alto y después en lo bajo; primero el iang, y
después el inn.
53
CAPITULO 12
LOS MASAJES
Los masajes sobre los puntos que se han vuelto sensibles se han empleado desde la
antigüedad. Pero hasta el siglo XII de nuestra era no se sistematizó el estudio y fue escrito
por TCHRENN OENN -TCHONG (Oenn-siou) de Siou-tcheou (del Se-ming).
Las investigaciones de TCHRENN le llevaron a descubrir para los puntos conocidos
efectos no señalados anteriormente; descubrió, además, puntos nuevos, poco constantes,
por cierto, pero efectivos.
El tonificaba dando masajes directamente con la uña, fuerte y largamente, hasta
entumecerlo.
Dispersaba mediante un roce ligero en toda la región del punto según el sentido de la
energía del meridiano.
Muy a menudo, los masajes bastan para los niños. Se detienen corizas o anginas
tratadas inicialmente. La incontinencia urinaria cede a menudo en los pequeños. Los
llantos nocturnos se disminuyen, etc.
55
CAPITULO 13
LA ENFERMEDAD
57
«El obrero superior cura lo que todavía no está enfermo. El obrero mediocre cura lo
que ya está enfermo.»
Este estudio de los pródromos remotos de las enfermedades han traído, por una parte,
un conocimiento especial de la inmunización por la tonificación general y parcial de la
energía; y por otra parte una clasificación de las enfermedades por problemas procedentes
de la reacción de la energía frente al medio: los shocks, las energías, los calores, los fríos,
las humedades y las sequedades.
Esta descripción por sí sola necesitaría un volumen. La daré más en detalle en el
tratado completo que preparo.
58
Pero todo esto es un arte que necesitaría más de una página y sobre el que sólo podemos
llamar la atención.
59
CAPITULO 14
EL ENFERMO
«No hay que olvidar que cada uno está enfermo a su manera. Esto el sabio no puede
dejar de tenerlo en cuenta.»
En esta individualización de la enfermedad hay diferentes agrupamientos posibles:
primero, el sexo; después, la edad; después, la profesión.
Para las mujeres, en general, es necesario pinchar más profundamente que para los
hombres. La energía inn dominaría en ellas, mientras que la energía iang dominaría en los
hombres.
La edad tiene su importancia. La juventud responde mejor, más rápido, y más
profundamente a las agujas. Los niños o los ancianos son sacudidos a veces, o responden
menos bien.
Entre las profesiones, los chinos diferencian los «preciosos» (Koé) que son los
intelectuales, los refinados y delicados moral y físicamente; y los «no-valor» (Tsienn) que
son los manuales, los espesos, rudos intelectual, física y moralmente. Los físicos son inn:
deben ser pinchados profundamente, con larga duración; responden con retraso y mal, se
pueden multiplicar los pinchazos. Los «preciosos» son iang: deben ser pinchados con poca
profundidad y no durante mucho tiempo; responden rápidamente y bien.
61
CAPITULO 15
Desde el punto de vista de la energía los órganos se dividen lógicamente en dos grupos:
aquellos que toman la energía del exterior (son, por tanto, iang), y los que controlan,
purifican y distribuyen la sangre y la energía en el interior (son, por tanto, inn).
Hay así:
1.º Los órganos taller (fou; de naturaleza iang) que transforman los alimentos en
energía y sangre. Son: el estómago, los dos intestinos, la vejiga, la vesícula biliar y los
tres calentadores (funciones respiratorias, digestivas, genitourinarias).
Señalemos que se atribuye a la vejiga y a la vesícula biliar un poder excitador, una
sobre el hígado y la otra sobre los riñones. En cuanto a los tres calentadores, son las
funciones digestivas, respiratorias y genitourinarias que, cada una por su actividad,
producen el calor corporal.
Los órganos taller iang producen, sobre todo, energía (iang).
2.º Los órganos tesoro (tsang; de naturaleza inn) que se encargan de la distribución y
purificación de la energía y la sangre. Son: corazón, pulmones, bazo, páncreas, hígado,
riñones y envoltura del corazón y la sexualidad.
La envoltura del corazón y la sexualidad controla la energía sexual, el deseo, que
hace latir al corazón, contraerse a las arterias y pone en acción la vida sexual.
Los órganos tesoro comandan, sobre todo, la sangre (inn).
63
Cada órgano iang tiene una relación especial con un órgano inn. Interaccionan el uno
sobre el otro. Las parejas son las siguientes, encontrándose en el mismo orden que los
pulsos:
Estas parejas están relacionadas no sólo por los vasos secundarios y puntos de
comunicación entre unos y otros, sino también por los órganos entre ellos mismos. Las
inflamaciones del intestino son con frecuencia causa de anginas en la parte superior de las
vías respiratorias. Una vesícula contraída puede causar problemas en el hígado. La
inflamación de la vejiga puede ascender hasta los riñones.
Las relaciones del intestino delgado con el corazón y del estómago con bazo y páncreas
son bastante sorprendentes.
Se utilizan estas relaciones, o bien tonificando el órgano iang para aumentar la
vitalidad del órgano inn, o bien frenando el órgano iang para calmar el órgano inn.
Corazón, intestino delgado, vejiga, riñones, envoltura del corazón y la sexualidad, tres
calentadores, vesícula biliar, hígado, pulmones, intestino grueso, estómago, bazo, páncreas
(y de nuevo corazón, etc.).
Esta corriente de energía se utiliza, por una parte, para tonificar excitando el órgano
que precede y dispersando el que sigue. Por otra, para dispersar, frenando el órgano que
precede y tonificando el órgano siguiente.
Este es el procedimiento de la Madre y el Hijo.
Se ha observado que problemas de ciertos órganos se extienden a otros según un orden
invariable.
Así las enfermedades del corazón ponen en peligro los pulmones; las enfermedades del
hígado, el bazo-páncreas; etc. Conviene, por tanto, cuando el corazón está enfermo
tonificar los pulmones para ponerlos al abrigo de peligro. Es el procedimiento del Marido
y la Esposa.
64
A menudo nos encontramos con que todos los órganos representados en los pulsos
izquierdos ponen en peligro a los pulsos derechos, dominándolos. El cuadro es el
siguiente:
Pueden anotarse aún otras relaciones, cuya ley se nos escapa, siendo siempre entre un
órgano inn y un órgano iang. Si uno está enfermo hay que tonificar el otro. La experiencia
muestra que los resultados son siempre positivos.
Así hay una interacción entre:
Hay además una corriente de alimentación de un órgano a otro, que desciende cada
puño pasando del primer pulso izquierdo al tercer pulso derecho y recíprocamente (véase
figura 5).
65
Figura 5. Relaciones de los pulsos
66
CAPITULO 16
LA PERSONALIDAD
El pro, que sería la energía de toda forma animada, de la célula viva, el impulso mismo
de las células del cuerpo hacia la vida y la reproducción, el instinto inconsciente de la
especie y de la raza: en la moral, el inconsciente. Se llama pro a la silueta negra de la luna
que se adivina cuando brilla incompleta.
El roun es el impulso de la vida sexual organizada, el cuerpo separadamente, que nos
empuja hacia necesidades precisas y concretas que reconocemos: un conjunto de vida
personal sexual y consciente. En la moral sería el subconsciente; en el plano físico, la vida
sexual.
El chenn es el consciente, la razón, la chispa que nos pone en contacto con el universo.
Nos servimos de esta palabra para llamar al «genio».
Pero el chenn no puede existir sin roun y pro; sin estos últimos hay locura, porque no
hay más chenn.
Cada uno de estos elementos reside más concretamente en un órgano. El pro tiene su
sede en los pulmones, que también producen energía. El roun está atesorado en el hígado.
El chenn está contenido en el corazón.
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Las cualidades de la inteligencia, la imaginación, el pensamiento, si bien tienen su
instrumento en el cerebro, tienen su fuente de energía en el bazo y en el páncreas.
Las cualidades del carácter, o más bien el carácter, la decisión, la voluntad, tienen su
fuente en los riñones junto con la energía sexual.
Cada uno de los cinco grandes órganos tesoro resulta especialmente afectado por
determinadas injurias:
68
CAPITULO 17
ALGUNAS ENFERMEDADES
I. SISTEMA NERVIOSO
Ciática
Ciática verdadera: sin sustrato orgánico o compresión del nervio. Sin artritis sacro-
ilíaca.
Puesto que hay dolor es necesario dispersar: treinta segundos a un minuto de duración.
Aguja de plata.
1.º Para la ciática alta, con dolor sobre todo en la emergencia del ciático, región glútea
y parte alta del muslo:
Tchong-tsiao (3.er agujero sacro), disp.; Tche-pienn (a tres traveses de dedo, a nivel del
3.er agujero sacro), disp.; Roann-tiao (sobre el trocánter mayor, muslo en flexión), disp.
2.º Si el dolor se extiende a todo el muslo y a la rodilla, añadir:
Sia-tou (a media distancia entre el trocánter mayor y la rótula; entre fascia lata y vasto
externo), disp.; Oe-tchong (mitad del hueco poplíteo), disp.
3.º Si el dolor se extiende hasta la pierna y el pie, añadir:
Kroun-loun (entre maléolo externo y tendón de Aquiles, encima del calcáneo).
69
Los puntos superiores de la ciática están situados sobre el meridiano de la vejiga;
después de la cadera sobre el meridiano de vesícula biliar.
Es prudente pinchar Kroun-loun para evitar que se desplace el dolor.
Los dolores pueden ser sobre todo en el omóplato, en el extremo del hombro, o en el
brazo, o en el antebrazo. En cualquier caso pinchar primero en dispersión (duración:
treinta segundos a un minuto), aguja de plata.
Tsienn-iu, disp.; Ts’iou-tchre, disp.
El dolor y la dificultad de levantar el brazo hacia delante y la cabeza mejoran por
Tsienn-iu.
El dolor y la dificultad de levantar el brazo lateralmente, con Tsienn-tchou-kou (sobre
el acromión en el centro de la cara externa), disp., profundidad 6 mm. Duración: treinta
segundos a un minuto.
El dolor y la dificultad para llevar la mano tras la espalda, con Tsienn-tchenn (a 2 cm
por encima del pliegue posterior de la axila, con el brazo cayendo a lo largo del cuerpo),
disp.
El dolor del antebrazo, especialmente la neuralgia del radial, mejora con Sann-li del
brazo, disp.; Lie-tsiue, disp., y Oae-koann, disp.
En las neuralgias atípicas buscar los puntos dolorosos sobre los meridianos del
intestino grueso e intestino delgado, que comandan los dolores del hombro y el brazo, y
pincharlos en dispersión, evitando, no obstante, acribillar al enfermo.
Cuando junto a la neuralgia hay contractura de un músculo, buscar antes la descon-
tractura de éste dejando la aguja dejando la aguja de plata hasta la recuperación de la
flexibilidad, es decir, de dos a cinco o seis minutos.
Pesadillas
70
II. APARATO DIGESTIVO
Aerogastria. Aerofagia
Vómitos
71
a pesar de ello hay recidiva, repunzar Tchong-t’ing en dispersión y añadir, si el niño está
apático, Sann-li pierna, tonif. Si está contraído, Oe-iu, disp.
Los vómitos de las mujeres encintas se pueden atender sin peligro dispersando Iou-
menn (reborde costal, a nivel del primer cuarto entre apéndice xifoides o punta del
esternón y ombligo) y Oe-iu. No punzar Sann-li pierna.
Cuando los vómitos son constantes es necesario buscar la causa, sea esofágica, gástrica,
colecística, etc.
Ardor de estómago
Los ardores gástricos se suprimen instantáneamente con un simple masaje dado con
la uña en Siuann-tsi (en la horquilla del esternón, justo en el centro, sobre el reborde del
hueso, debajo de la laringe). Pero si el masaje no impide la reaparición cotidiana del ardor
hay que dispersar, treinta segundos a un minuto, en el mismo punto, y dispersar también
Li-toé (ángulo ungueal del segundo dedo del pie).
Calambres de estómago
Los problemas o dolores del intestino delgado que no están motivados por alteraciones
en otros órganos, se dividen todos en plenitud, que es preciso dispersar, y vacío, que hay
que tonificar.
Para dispersar el punto en Siao-rae (codo, cara postero-interna).
Para tonificar el punto es Reou-tsri (mano, borde cubital, en la articulación metacarpo-
falángica del dedo meñique).
Para uno y otro caso, si no hubiera una respuesta inmediata en el pulso de intestino
delado, tonificar o dispersar, según el caso, Oann-kou de la mano (mano, borde cubital,
cerca del pisiforme, sobre el metacarpiano).
72
Enteritis
El vacío, atonía y paresia del intestino delgado, con diarrea sin digerir, se trata
tonificando Reou-tsri, tres a cinco minutos (y Oann-kou de la mano).
Las diarreas ocasionales, con dolores violentos de localización umbilical, se atienden
dispersando Kong-soun (pie, sobre el primer metatarsiano).
Constipación
El hígado es el órgano que responde con más facilidad y más durabilidad a las agujas.
La plenitud corresponde a la sobreactividad, a las deposiciones negras, al hígado duro,
contraído.
El vacío corresponde a la atonía, deposiciones amarillentas (pálidas) o grises, hígado
blando, incluso si está aumentado.
73
Para dispersar la plenitud, dispersar Sing-tsienn (pie, entre 1.er y 2.º dedos).
Para tonificar los vacíos, tonificar Ts’iou-ts’iuann (rodilla, cara interna, tras la
tuberosidad de la tibia).
Si no hay respuesta inmediata en el pulso, actuar según el efecto deseado sobre Trae-
tchrong (sobre el empeine del pie, entre el 1.er y 2.º metatarsianos).
VESÍCULA BILIAR
Estos dos órganos, pese a estar separados anatómicamente, no lo estaban para China.
En todo caso tienen un mismo meridiano y, esto es interesante, responden a los mismos
putos en la medida que lo necesitan.
Así, ante un bazo normal y un páncreas «vacío», el Ta-tou tonificará solamente el
páncreas, sin excitar indebidamente el bazo. El mismo Ta-tou tonificará un bazo
insuficiente, sin hiperexcitación del páncreas.
El estado de ambos órganos se percibe por sus pulsos propios. La insuficiencia del bazo
esta ligada a la indolencia, paresia, dificultad para levantarse por la mañana, cuerpo y
miembros pesados. El exceso del bazo, con la plenitud interior de todo el organismo,
malestar, respiración dificultosa. Los excesos e insuficiencia del páncreas son bien
conocidos en Europa.
Para tonificar bazo y páncreas, tonificar Ta-tou de pie (sobre la articulación metatarso-
falángica del dedo gordo, lado interno).
74
Para dispersar bazo y páncreas, dispersar Chang-tsiou del pie (pie, cara interna, en el
ángulo entre escafoides y tendón del extensor propio).
Si no aparece una respuesta inmediata en el pulso, actuar en el sentido adecuado sobre
Traé-po (tras la articulación de la base del dedo gordo, sobre el metatarsiano).
Anginas
Las anginas, bien sean laringitis, faringitis o amigdalitis, e incluso traqueitis, ceden
poco más o menos a los mismos puntos.
Para los niños, durante las primeras horas es suficiente dar masaje con la uña, bien en
Ro-kou (mano, en el ángulo entre los metacarpianos del pulgar y el índice), bien en Chao-
chang (ángulo ungueal del pulgar del lado del índice).
En los adultos, al principio suele ser suficiente dispersar Chao-chang. Si no hay
descongestión inmediata, añadir Ro-kou en dispersión.
Las anginas de varios días no responden a ningún punto.
Traqueitis, bronquitis
75
Pero se puede actuar directamente con los puntos siguientes:
Para tonificar (dar fuerza y regularidad, sin excitar), tonificar Chao-tchrong (ángulo
ungueal del meñique, lado anular).
Para dispersar (calmar, regularizar), dispersar Chenn-menn (borde superointerno del
pisiforme, lado pulgar).
El Chenn-menn, que es también la fuente, puede tonificarse para reforzar la acción del
Chao-tchrong. Para dispersar, algunos autores aconsejan actuar dispersando muy ligera-
mente Chao-tchrong.
Tensión arterial
76
2.º Para la hipotensión, si el pulso de corazón es débil, tonificar vesícula biliar y
dispersar intestino delgado. Después tonificar el corazón en Chao-tchrong cinco minutos
y tonificar las arterias en Trae-iuann.
Si la energía del enfermo está agotada, no se obtendrá apenas efecto. Entonces hay que
tratar previamente con moxas (cinco a siete por punto): Kao-roang, Sann-li pierna, Sann-
inn-tsiao (no utilizar los últimos si se tratase de una mujer encinta). Después de esto se
puede pinchar o poner moxas (lo que sea mejor) en Chao-tchrong y Trae-iuann.
Si el pulso de riñón es blando y pequeño, tonificar Fou-leou.
Anemia
V. APARATO URINARIO
RIÑONES
Los riñones son los órganos que responden con peor voluntad a las agujas. Es raro que
un solo punto resulte suficiente para modificar el aspecto del pulso y la función renal.
77
Por otra parte, los chinos ven las funciones renales bajo un aspecto que en Europa, que
no parece tener una idea clara respecto al órgano, todavía no se ha registrado. Es así que
ellos ven una acción mental, un rasgo del carácter: la decisión o la indecisión en relación
con los riñones, y en consecuencia lo demuestran dando decisión al mismo tiempo que
tonifican los riñones.
Las suprarrenales responden junto a los riñones y simultáneamente.
Tonificar los riñones corresponde a aumentar sobre todo la secreción, disminuyendo
más bien la filtración. Se tonifican los riñones en la albuminuria, la poliuria, la
polaquiuria. Hay también excitación de las suprarrenales, y por ello, sin duda, de la
tiroides, tanto que es posible darse cuenta de ello. Para tonificar es necesario que el pulso
de riñón sea blando, pequeño.
Dispersar los riñones supone aumentar sobre todo la filtración y también posiblemente
la secreción. Se dispersa en caso de anuria, congestión renal, riñones pequeños y
contraídos, dolores renales. Para dispersar, el pulso de los riñones debe ser duro y amplio.
Para tonificar, aguja de oro cinco minutos en Fou-leou (a tres traveses de dedo sobre
el maléolo interno, 1 cm detrás de la tibia). Y si no hay respuesta tonificar también Traé-
tsri (1 cm debajo y detrás del maléolo interno, sobre el punto donde se siente el latido de
la arteria).
Para dispersar, aguja de palta treinta segundos a un minuto en Jenn-kou (cara interna
del pie, bajo el saliente del escafoides) y en Iong-ts’iuann (panta del pie). Y si no hay
cambio en el pulso: disp. Trae-tsri.
VEJIGA
Los chinos observaron que la vejiga tenía un papel de llamada, de excitación sobre los
riñones; y que no era solamente un reservorio, sino que, además, tendría una participación
activa en la formación de la orina.
Cuando el pulso de la vejiga es duro, amplio, lleno, hay retención o inflamación de
vejiga, cistitis, etc., o simplemente micciones poco frecuentes y fuertes (concentradas).
Tonificar la vejiga es restituir su pulso lleno y amplio, disminuyendo las micciones y
aumentando la continencia de orina (más que lo proporcional a la disminución de
líquido).
Dispersar la vejiga es restituir su pulso blando y pequeño, aumentando el número de
micciones y sobre todo disminuyendo la retención.
Para tonificar, tonificar Tche-inn (ángulo ungueal externo del dedo pequeño del pie).
Y si no hay respuesta tonificar Tsing-kou (bajo el saliente del 5.º metatarsiano).
Para dispersar, dispersar Chou-kou (tras la articulación metatarsofalángica del 5.º
dedo, bajo el metatarsiano). Y si no hay respuesta dispersar Tsing-kou.
78
VI. APARATO MOTOR
Contracturas
79
CAPITULO 18
Se trata de puntos que es imprescindible conocer, para manejar por una parte los
órganos, y las partes importantes del organismo por otra.
No son puntos mágicos. Rara vez es suficiente uno solo para la curación. No hay que
olvidar que el centro del punto produce el efecto máximo, que a lo largo del meridiano
hay efectos pasajeros, y que a los lados del meridiano el efecto frecuentemente es nulo.
Por tanto, es esencial conocer a la perfección el emplazamiento exacto de estos puntos.
Los síntomas que los caracterizan resultan ahogados a veces por síntomas secundarios,
que hacen surgir semejanzas entre puntos profundamente diferentes. Puede haber cefalea
por un problema de estómago o de vesícula o de cualquier otro órgano. Por eso, en lugar
de dar todos los síntomas siempre en el mismo orden, he destacado en primer lugar el
síntoma característico, siguiendo a continuación los síntomas secundarios expuestos
siempre según el mismo orden.
Los síntomas en caracteres gruesos son aquellos que resultan esenciales y que se dan
en numerosos casos.
Aunque aquí, para no sobrecargar este resumen, he omitido las citas y referencias de
estos puntos de todos los demás, que proporcionaré en el tratado completo.
He seguido un orden alfabético para facilitar la búsqueda. He conservado el nombre
chino, y la traducción no siempre es estricta.
Los chinos miden las profundidades de la punción en décimas de «pulgada», medida
variable según la persona. He preferido hablar de milímetros sobre un promedio en un
adulto de talla y peso medios. Queda entendido que estas profundidades indicadas deben
ser disminuidas o aumentadas en proporción a la talla y el peso. Así, la profundidad de
6 mm, que se encuentra con frecuencia, debe reducirse a 2 mm para un niño de dos o tres
años, o aumentarse a 8 mm ó 1 cm para un adulto grueso o de talla excepcional.
Repito que la profundidad debe variar según sea el individuo manual o intelectual, y
según la duración de la enfermedad.
No doy aquí las duraciones, éstas dependen del efecto buscado. En general, para
drenar, dispersar un órgano, cuando los pulsos indican plenitud, hay que dejar las agujas
de plata unos treinta segundos. Para tonificar, excitar un órgano, hay que dejar la aguja
81
Figura 6. La pulgada, medida variable.
(Entre los pliegues de la falangina del dedo medio)
de oro de dos a tres minutos. Por el contrario, los músculos para descontracturarse
necesitan con frecuencia una duración de muchos más minutos con aguja de plata, y para
tonificarlos apenas demandan treinta segundos la aguja de oro.
Muchas personas sienten vivamente los puntos, y algunas apenas si los sienten. Es
interesante palpar siempre alrededor del punto que se busca marcando con la uña el lugar
más doloroso para pinchar exactamente en el centro del punto.
82
CHANG-KOANN, «Estómago superior»
83
CHANG-TSIOU DEL PIE, «Cerro de los mercaderes»
84
Aparato digestivo. Estrechamiento esofágico: disp.
Enteritis aguda o crónica infantil.
Aparato respiratorio. Estridor laríngeo. Tos quintosa.
Asma.
Pleuresía.
Piel. Inflamación de los tejidos de mandíbula y mentón.
85
Estado general. Debilidad tras fiebre: tonif.
Fiebre con cuerpo ardiendo; sed; agitación: tonif.
Sistema nervioso. Depresión mental, melancolía, fastidio, tristeza, pena.
Angustia, temor, inquietud: tonif.
Amnesia. Estupidez: tonif.
Aparato digestivo. Acidez de faringe; boca ardiente, lengua dolorosa.
Aparato respiratorio. Laringitis.
Mucosidad. Pleuresía.
Aparato genital. Pérdidas blancas o rosadas, si se acompañan de vacío del corazón y
de accesos de calor.
Prurito y malos olores del aparato genital (después de haber dispersado en Sing-tsienn).
86
Pérdidas seminales.
Derrengamiento con el coito.
Regulariza las reglas.
87
Pie. Cara externa. Justo bajo el maléolo externo. Entre el astrágalo y el calcáneo.
Detrás del tendón del peroneo corto. Delante del tendón del peroneo largo. Bajo la
apófisis entre las dos correderas óseas de los peroneos. Sobre la parte superior del
abductor del meñique. Sobre rama de la arteria peronea posterior, y del nervio exterior
de los dedos.
Sistema nervioso. Insomnio por excitación nerviosa: disp.
Obsesión: disp.
Miedo: disp.
Crisis nerviosa por fatiga extrema o frío intenso: disp.
Mareo. Vértigo: disp.
Violenta cefalea con aristas de las cejas dolorosas: disp.
Sudores sin motivo: disp.
Sudores en la cabeza: disp.
Convulsiones de accesos diurnos: disp. Agitación en las extremidades tras la epilepsia:
disp.
Brazos fríos: tonif.
Pies y manos contraídos, paralizados: disp.
Neuralgia de miembros inferiores: disp.
Parálisis de pierna: tonif. Pierna torpe, astasia: disp.
Rodilla y pie difíciles de doblar o extender: tonif.
Dolores de pies: disp.
Órganos de los sentidos. Dolores en los ojos: disp.
Ojos en blanco: disp.
Zumbidos de oído: disp.
Aparato digestivo. Dolor dental agudo: disp.
Aparato circulatorio. Arteriosclerosis: disp.
Pies hinchados: disp.
Aparato genital. Dolores nerviosos durante las reglas: disp.
Contracciones uterinas: disp.
Aparato motor. Esguince de tobillo, lado externo: disp. (disminuye el dolor y la
hinchazón).
Piel. Acné: disp.
Enfermedades externas. Forunculosis: disp.
88
Sistema nervioso. Especial para: deseos de matar a la gente. Cualquier trastorno mental
con deseos de matar: disp.
Detesta a la gente como al fuego: disp.
Neurastenia. Depresión mental: tonif.
Sobreexcitación, palabras extravagantes: tonif.
En Japón se considera especial contra epilepsia y convulsiones infantiles: disp.
Meningitis infantiles: disp.
Cefalea con regurgitaciones: disp.
Dolores de columna vertebral, justo en los lomos: disp.
Aparato digestivo. Boca seca, con horror a beber.
Aparato respiratorio. Detiene la tos. Bronquitis: disp.
Calores en el pecho. Disnea, molestias respiratorias: disp.
89
Sistema nervioso. Parálisis del nervio facial.
Aparato digestivo. Trismus: disp. Rigidez de la comisura de los labios: disp.
Dolor dental irradiando hacia el oído: disp.
90
Marcha sin levantar los pies, marcha del segador: tonif.
Aparato digestivo. Hemorroides. Hemorroides dolorosas, con lesiones. Hemorroides
«de faisán».
Aparato motor. Reumatismo articular agudo.
91
Aparato digestivo. Vaso secundario de estómago a bazo y páncreas (cuando el pulso
del estómago está lleno y duro, y el de bazo y páncreas débil).
Constipación.
Sistema nervioso. Trastornos mentales. Histeria.
Accesos de sobreexcitación, cantos, alucinaciones.
Crisis nerviosas, manos súbitamente cianóticas, dolor penetrante del corazón: tonif.
Cefalea: disp.
Indolencia, paresia: tonif.
Parálisis o espasmo de miembros inferiores.
Dolores penetrantes en pecho o vientre.
Aparato respiratorio. Flemas, mucosidad: disp.
Disnea sin final; no puede dormir: disp.
Pleuresía: disp.
Aparato urinario. Disurias: disp.
92
Borborigmos, timpanismo: tonif.
Peritonitis: tonif.
Agitación por vermes intestinales; sialorrea: tonif.
Hemorroides sangrantes e hinchadas tras la defecación: disp.
Aparato circulatorio. Pulso imperceptible o suprimido momentáneamente (hipo-
tensión): tonif.
Ayuda a subir la tensión (si el pulso de riñón es blando).
93
Pierna. Cara externa. En el hueco delante y debajo de la cabeza del peroné. Entre
extensor común (que le separa de Sann-li) y peroneo largo: rama de la arteria y vena
tibiales anteriores; rama del nervio ciático poplíteo externo. Profundidad: 1 a 2 cm.
Aparato motor. Especial para tonificar los músculos. «Reunión de los músculos».
Todas las enfermedades de los músculos se curan con él.
Se sienta y se levanta como un anciano decadente: tonif.
Sistema nervioso. Angustia, como si temiera ser atacado o asaltado.
Corea: tonif.
Todos los problemas y enfermedades del miembro inferior: tonif.
Espasmos del miembro inferior: disp.
Calambres del cólera: disp.
Caras interna y externa de muslo a pie sin acción.
Los pies no pueden ser levantados: tonif.
Contractura de los músculos del pie: disp.
Talones paralizados: tonif.
Aparato digestivo. Molestia en la boca; nudo en la garganta; paresia faríngea: tonif.
Aparato respiratorio. Pleuresía: plenitud de costados y pecho.
Aparato circulatorio. Arteriosclerosis: tonif.
Hinchazón de cabeza y rostro: disp.
94
INN-LING-TS’IUANN, «Fuente de la colina inn»
95
Estado general. Rubéola por viento frío.
Sistema nervioso. Inquietud, temor, como si fuera a ser atacado.
Tristeza, melancolía. No desea hablar de nada: disp.
Cefaleas insoportables. Dolor del vértex: disp.
Los pies no pueden apoyarse sobre el suelo: disp.
Frío bajo los pies. Pies fríos: disp.
Extremidades de los cinco dedos del pie dolorosas: disp.
Coma: rostro negro como el carbón: disp.
Órganos de los sentidos. Blefaroptosis: disp.
Problemas oculares: no ve nada: disp.
Aparato digestivo. Amigdalitis aguda: disp.
Faringitis, lengua seca: disp.
Parálisis de los músculos hioideos: disp.
Bebe mucho y con frecuencia: lengua seca; garganta seca: disp.
Pérdida de voz, ronquera: disp.
Crisis de asma: disnea con espasmo de pecho y costados: disp.
Nudo en el pecho: disp.
Tos, hemoptisis, tuberculosis pulmonar: disp.
Aparato circulatorio. Dolor en el corazón, como anudado.
Palpitaciones por inflamación.
Aparato genital. Mujeres: esterilidad.
Prolapso uterino.
96
Calor de la planta de los pies: disp.
Convulsiones tónicas infantiles: disp.
Aparato digestivo. Lengua contraída. Hinchazón bajo la lengua: disp.
Garganta hinchada: hinchazón del interior de la faringe, no puede tragar la saliva, la
saliva se escurre fuera de la boca: disp.
Aparato respiratorio. Angina. Tos: disp.
Disnea: espiración sin energía: disp.
Aparato circulatorio. Si el pulso de riñón es duro y contraído con tensión alta,
dispersar Jenn-kou hace bajar la tensión mínima.
Pulso con parada cada 10 ó 20 pulsaciones indica la pérdida de energía.
Dolores penetrantes en el corazón. Angustia cardíaca.
Hinchazón del empeine del pie. No puede poner el pie en el suelo.
Aparato genital. Vaginismo con dolor de pecho y costados: disp.
Vulvitis: disp.
Congestión de grandes labios: disp.
Prurito vulvar: tonif.
Prolapso uterino: tonif.
Mujeres: esterilidad. Regulariza las reglas.
Enfermedades externas. Contusiones internas por caídas, sobre todo del vientre: disp.
Forunculosis: disp.
97
Tuberculosis de médula espinal: tonif.
Aparato digestivo. Gastritis.
Vómitos. Hematemesis.
Aparato respiratorio. Enfermedades con flemas: tonif.
Tos quintosa: tonif.
Bronquitis: tonif.
Tuberculosis pulmonar: tonif.
Aparato genital. Pérdidas seminales: tonif.
98
Aparato digestivo. Heraldo del intestino delgado.
Enteritis. Diarrea sin parada: tonif.
Hemorragias intestinales: tonif.
Nudo doloroso bajo el ombligo sin momentos fijos: disp.
Aparato circulatorio. Dolor penetrante en el corazón.
Aparato genital. Contracción del cuello superior del útero: disp.
Contracción del cuello inferior del útero: disp.
Enfermedades crónicas del útero.
Amenorrea: tonif.
Reglas frías, sin épocas fijas: tonif.
Esterilidad: tonif.
Pérdidas blancas o trastornos: tonif.
Tras un parto, derrame sin fin: tonif.
Aparato urinario. Cálculos renales o vesicales: disp.
Cólicos nefríticos: disp.
Nefritis: tonif.
Prostatitis: disp.
Uretritis: tonif.
Polaquiuria: tonif.
Incontinencia: tonif.
Retención: disp.
99
Aparato digestivo. Estrechamiento esofágico: disp.
Inapetencia: tonif.
Vómitos: disp.
Gastritis: tonif.
Cáncer gástrico: disp.
Enteritis: tonif.
Hemorragias intestinales: tonif.
Aparato respiratorio. Bronquitis. Pleuresía.
Disnea
Disnea y tos tras la comida.
100
calcáneo. Sobre la arteria peronea. Sobre nervio safeno peroneo. El punto generalmente
está sensible cuando es necesario. Profundidad: 6 a 10 mm.
Sistema nervioso. Todo dolor nervioso: disp. Gime al menor movimiento.
Cefalea. Vértigos: disp.
Neuralgia lumbar; dolor de los lomos y coxis: disp.
Ciática baja: disp.
Dolor de tobillo; los pies no pueden ser elevados: disp.
Dolor agudo en la planta de los pies: disp.
Parálisis de los pies; calambres: tonif.
Dolor por desviación de la columna: disp.
Espasmos de hombro y espalda: disp.
Dolores súbitos de contracturas: disp.
Convulsiones y epilepsia infantiles: disp.
Órganos de los sentidos. Dolor de ojos, como arrancados: disp.
Aparato digestivo. Dolor dental agudo o sordo: disp.
Diarrea de guardar cama: tonif. Cólera. Beriberi: tonif.
Aparato respiratorio. Crisis de disnea; tos; dolores súbitos: disp.
Aparato circulatorio. Dolor en el corazón irradiado a la espalda: disp.
Hinchazón roja de muslo y pie: disp.
Pantorrillas y talones hinchados: disp.
Aparato genital. Prohibido en mujeres encintas.
Dificultades de embarazo.
Retención de placenta: tonif.
Dolor e hinchazón de vagina o vulva: disp.
En los niños: dolor e hinchazón del aparato genital con dolor de cabeza y problemas
visuales: disp.
Aparato motor. Artritis de empeine del pie: disp.
Artritis de maléolo y talón: disp.
Pies como si estuvieran reventados, no puede apoyarse en el suelo: disp.
Circulación linfática. Toxinas de enfermedades de las glándulas.
101
Pecho y espalda fríos, escalofríos; poca energía, bostezos, orinas numerosas y claras;
respiración corta: tonif.
Lengua hinchada. Tos.
Bronquitis, tos, flemas.
Flemas y salivación abundantes a menudo.
Estado general. Gripe.
Todas las fiebres palúdicas.
Sistema nervioso. Amnesia.
Migraña aguda. Vómitos: dispersar del lado opuesto al dolor.
Todas las cefaleas: disp.
Todo lo referente a la cabeza, nuca, occipucio (con Reou-tsri).
Convulsiones. Espasmos de shock: disp.
Parálisis de shock: disp.
Parálisis del nervio facial: tonif.
Espasmo de la cara: disp.
Dolor o parálisis del nervio radial.
Manos torpes: tonif.
Mano y muñeca sin fuerza: tonif.
Coma.
Aparato digestivo. Dolor dental agudo: disp.
Amigdalitis simple: disp.
Diarrea, disentería: disp.
Sofocación. Dolores agudos en epigastrio y vientre: disp.
Vómitos de saliva: disp.
Hemorroides: disp.
Aparato genital. Después del parto, afasia, debilidad, dolor en los lomos; frío
umbilical: tonif.
Feto muerto retenido: tonif.
Absceso en los senos: disp.
Aparato urinario. Orina caliente, dolorosa. Disurias: disp.
Orinas frecuentes: tonif.
Aparato motor. Inflamación de todos los músculos de la región radial.
Enfermedades externas. Hinchazón o absceso del rostro, u ojos, o de los cuatro
miembros: disp.
102
Aparato digestivo. Vaso secundario del hígado a vesícula biliar (excitarlo cuando el
pulso de hígado es duro y amplio, y el de vesícula biliar, blando y pequeño).
Espasmos intestinales dolorosos: disp.
Tensión nerviosa bajo el ombligo: disp.
Garganta ocupada, como con vegetaciones: disp.
Sistema nervioso. Prurito violento: tonif.
Suspiros frecuentes; temor, inquietud: tonif.
Falta de alegría; fastidio, preocupación: tonif.
Enfermedades de la médula espinal: tonif.
Paraplejía: tonif.
Aparato genital. Crisis nerviosa y dolor súbito de testículos.
Erecciones prolongadas: disp.
Espasmos de pelvis menor: disp.
Reglas difíciles, con fatiga: disp.
Metrorragia: tonif.
Pérdidas de aspecto inusitado; metritis: disp.
Aparato urinario. Retención intensa, incluso dolorosa: disp.
Aparato circulatorio. Palpitaciones nerviosas.
103
NEI-KOANN, «Barrera interna»
104
OAE-KOANN, «Barrera externa»
105
OANN-KOU de la mano, «Hueso de la muñeca»
106
Dilatación gástrica: tonif.
Calambres gástricos: disp.
Hiperclorhidria: tonif.
Cáncer gástrico: disp.
Cólera, frío de estómago: tonif.
Enteritis. Borborigmos: tonif.
Vientre hinchado. Hinchazón y dolor de vientre: disp.
Vermes intestinales en duodeno.
Hígado graso y grande.
Ictericia.
Estado general. Si le ha penetrado la humedad, tonificar Oe-iu.
Sistema nervioso. Contracturas musculares: disp.
Dolor de columna vertebral: disp.
Órganos de los sentidos. Ambliopía: tonif.
Hemeralopía infantil: tonif.
Aparato urinario. Orina azul oscura.
Aparato circulatorio. Arterias contraídas, estenosadas: disp.
Aparato motor. Absceso maligno: disp.
107
Si hay vacío, el enfermo se contrae de frío, está mucho tiempo agotado; el punto no
está sensible: tonif.
Aparato motor. Artritis de la cadera.
Artritis de la rodilla.
Gota. Calor destrozante en los pies; gran hinchazón del pie; pies destrozados y
dolorosos: disp.
Pies. Todas las erupciones cutáneas crónicas: sangrar.
108
Aparato circulatorio. Arterioesclerosis: tonif.
Cara escarlata y sensación de congestión después de beber vino.
109
Sudores nocturnos: disp.
Sistema nervioso. Depresión mental: tonif.
Sobreexcitación: disp.
Hemiplejía: sin palabras: tonif.
Toda enfermedad de cabeza y nuca.
Nuca rígida; no puede mirar atrás: disp.
Espasmos de miembro superior: disp.
Dolores de espalda, lomos, muslos, rodillas: disp.
Tétanos: pies y rodillas contraídos: disp.
Temblores de pies y manos: disp.
Órganos de los sentidos. Cataratas: disp.
Queratitis: disp.
Ojos hinchados, lagrimeo: disp.
Zumbidos: disp.
Sordera, sobre todo por coriza: disp.
Aparato respiratorio. Bronquitis: disp.
Piel. Exantema.
110
RO-KOU, «Fondo del valle»
111
Aparato respiratorio. Coriza. Punto maestro del coriza: en su comienzo lo detiene en
seguida: tonif.
Sinusitis: tonif.
Epistaxis mantenida: tonif.
Afonía: no puede hablar: tonif.
Ronquera: tonif.
Aparato genital. Amenorrea: tonif.
Parto difícil.
Enfermedades externas. Abscesos y granos en la boca, labios, lengua: tonif. (y moxas).
Exantema.
Sarna.
112
Debilidad de bazo-páncreas: disp.
Dolor de bazo-páncreas: disp.
Hemorroides: disp.
Aparato genital. Todas las enfermedades del aparato genital femenino.
Dificultad para dar a luz: disp.
Hace venir al feto muerto: disp.
Movimiento del feto hacia presentación de través: tonif.
Anemia cerebral tras el parto: tonif.
Tras el parto las pérdidas no ceden: disp.
Hace venir las reglas: disp.
Reglas muy abundantes: tonif.
Metrorragias: tonif.
Permanece largo tiempo sin quedar encinta: tonif. (moxas).
Pérdidas seminales: tonif.
Dolor de pene o clítoris: disp.
Aparato urinario. Incontinencia de orina en los niños: tonif.
Anuria: disp.
Uretritis. Evacuación matinal: tonif.
Aparato motor. Bostezando se descuelga la mandíbula: 100 moxas en 3 sesiones.
113
Dolor y vacío de espalda: disp.
Aparato digestivo. Hinchazón de los labios, sin poder abrirlos: disp.
Piorrea alveolar: tonif.
Crisis nerviosa por indigestión: disp.
Todas las indigestiones: disp.
Cólera: pérdida de conocimiento, de sonido, de energía: tonif.
Piel. Inflamación de los tejidos del mentón y mejilla: disp.
Circulación linfática. Ganglios: tonif.
Aparato genital. Inflamación de las glándulas mamarias: disp.
114
Dolor lumbar y de cadera: disp.
Paresia de las cuatro extremidades: tonif.
Neuralgia de las cuatro extremidades: disp.
No puede permanecer mucho tiempo de pie: tonif.
Muslo hinchado: disp.
Dolor de rodilla y pierna: disp.
Contractura dolorosa de rodilla y pierna: disp.
Debilidad de las piernas: tonif.
Hinchazón de rodilla y dolor de pies: disp.
Rodillas y pies paralizados: tonif.
Pie caliente: disp.
Gran recuperador de los pies que no funcionan.
Órganos de los sentidos. Preventivo de las enfermedades y trastornos oculares.
Toda enfermedad de los ojos.
Aumenta la agudeza visual si se hacen moxas después de las agujas. 1,6 a 2 cm sin
peligro, 10 moxas.
Zumbidos: canto de cigarra.
Sordera.
Aparato digestivo. Detesta los olores de los alimentos: tonif.
Todo problema de boca y garganta.
Amargor de boca: disp.
Sialorrea: disp.
Eructos frecuentes: disp.
Malas digestiones: tonif.
Atonía gástrica: tonif.
El estómago deja de funcionar por causa emocional: tonif.
Aerogastria: hinchazón del epigastrio: disp.
Todas las indigestiones: disp.
Bulimia: come en exceso: disp.
Digiere los cereales, pero después de la carne tiene calor en el vientre: tonif.
Calambres gástricos.
Para el vientre.
Peritonitis.
Dolor de vientre: disp.
Hinchazón del intestino delgado: disp.
Borborigmos: disp.
Constipación: tonif.
Diarrea: alimentos sin digerir: tonif.
Cólera: tonif.
Intoxicación alimentaria: disp.
Envenenamientos: disp.
Beriberi: tonif.
115
Aparato respiratorio. Laringitis: no puede hablar: disp.
Asma: disnea, tos, expectoración: disp.
Tos: disp.
Sangre y flemas en los esputos: disp.
Trastornos de tuberculosis: tonif.
Aparato circulatorio. Dolor súbito en el corazón: disp.
Angina de pecho: como sujetado por espectros: disp.
Arteriosclerosis: tonif.
Tensión arterial. Tonificar hace subir, sobre todo, la máxima.
Aparato urinario. Incontinencia de orina: tonif.
Insuficiencia de orina: disp.
Edema. Hinchazón de piernas: disp.
Aparato genital. Hace venir las reglas: tonif.
Acelera el parto: tonif.
Hinchazón o absceso de los senos: disp.
Piel. Hinchazón de piel: disp.
116
Tortícolis: disp.
Órganos de los sentidos. Dolor ocular: disp. (ángulo interno doloroso y contraído).
Aparato respiratorio. Coriza: disp.
Epistaxis: disp.
Disnea nerviosa. Inspiración y espiración dificultosas, pecho repleto: disp.
117
Frío en medio del pecho.
Parálisis del miembro inferior: tonif.
Parálisis dolorosa de los pies: tonif.
Dolor del maléolo externo.
Dolor de maxilares.
Vértigo.
Órganos de los sentidos. Contracciones de la arteria ocular.
Enrojecimiento del ángulo externo del ojo.
Prurito del oído: tonif.
Zumbidos: tonif.
Sordera: tonif.
Aparato respiratorio. Congestión pulmonar.
Circulación linfática. Hinchazón de mandíbula y debajo del mentón.
Hinchazón en la axila, grande como una concha.
Aparato genital. Hinchazón de senos, con rezumamiento.
Aparato urinario. Mujeres, retención. Plenitud y dureza de la pelvis menor.
118
Dolor de costado por cólera: disp.
Dolor de pecho y costado; de pecho y espalda: disp.
Convulsiones infantiles: disp.
Niños: meningitis aguda: disp.
Disipa la energía de los espasmos: disp.
Crisis de frío en las cuatro extremidades: disp.
Plenitud de las cuatro extremidades: disp.
Calambres: disp.
Dolor del empeine: disp.
Desvanecimiento bajo la aguja al pinchar un punto del meridiano de hígado.
Dolor lumbar: disp.
Órganos de los sentidos. Hemeralopía: disp.
Lagrimeo abundante: disp.
Ojos cegados: disp.
Aparato respiratorio. Tos en quintas: disp.
Aparato circulatorio. Palpitaciones nerviosas: disp.
Dolor en el corazón y en el hígado: disp.
Dolor súbito e insoportable en el corazón: disp.
Aparato urinario. Incontinencia urinaria (con el pulso de hígado amplio y duro): tonif.
Micciones difíciles. Retiene las micciones.
Mujeres: micciones difíciles, dolorosas, con espuma blanca: disp.
Edema de todo el cuerpo, hinchazón: disp.
Edema sanguíneo de las mujeres: disp.
Hinchazón de pelvis menor: disp.
Aparato genital. Reglas muy abundantes, que no se detienen: tonif.
Metrorragias: tonif.
Falsos embarazos: tonif.
Reglas insuficientes: disp.
Vaginismo, especialmente con dolor lumbar: disp.
Dolor de pene y dolor lumbar: disp.
Aparato motor. Hinchazón de rodilla: disp.
119
Dispersar baja la tensión arterial, especialmente la máxima, preferentemente del lado
donde se deja la aguja más tiempo (si hay diferencia entre ambos brazos).
Palpitaciones: disp.
Enfermedades y trastornos cardiacos. Corazón doloroso, palma caliente.
Pericarditis: disp.
Estado general. Fiebre: cuerpo ardiente, palmas ardientes.
Sistema nervioso. Ríe sin cesar. Tiende a reírse: disp.
Emotivo, triste, lágrimas, temor: disp.
Palabras sobreexcitadas sin alegría: disp.
Cefalea.
Neuralgia intercostal: disp.
Dolor contracturante de brazo y codo: disp.
Calambres de las manos: disp.
Órganos de los sentidos. Ojos rojos. Ojos amarillos: disp.
Aparato digestivo. Amigdalitis.
Epiglotis dolorosa.
Gastritis aguda: disp.
Energía asentada en el estómago y vientre: disp.
Mal aliento: disp.
Hematemesis: disp.
Aparato respiratorio. Respiración cortada
Aparato urinario. Hematuria, orina igual que sangre: disp.
Circulación linfática. Adenitis axilar: disp.
Piel. Exantema.
Sarna.
120
Bostezos: tonif.
Histeria: tonif.
Dolor lumbar y de columna: tonif.
Tirantez de vientre y rigidez de columna: tonif.
Aparato digestivo. Sialorrea: disp.
Inflamación bucal: disp.
Estrechamiento esofágico, los alimentos no descienden; vómitos: tonif.
Constipación; deposiciones difíciles: disp.
Aparato respiratorio. Estridor laríngeo, tos, flemas: disp.
Aparato circulatorio. Palpitaciones nerviosas: disp.
Aparato genital. Espasmos uterinos: disp.
121
TCHAO-RAE, «Mar luminoso»
122
TCHE-INN, «Inn al máximo»
123
Depresión mental o sobreexcitación.
Palabras sobreexcitadas; cuerpo caliente.
Cefalea: tonif.
Enfermedades mentales.
Vértigos.
La cara se congestiona.
Dolor de cuello y nuca.
Enfermedades prolongadas de lomos y cuello.
Las cuatro extremidades vacía sy débiles.
Neuralgia del miembro superior.
Espasmos de brazo y codo.
Dolor agudo de los dedos: disp.
Manos que no agarran anda: dedos contraídos: disp.
Articulaciones entumecidas, codo contracturado: disp.
Órganos de los sentidos. Orzuelos: tonif.
Aparato digestivo. Diabetes; polifagia: tonif.
Piel. Cara: hinchazón como granos de mijo.
Verrugas (pápulas) pequeñas.
124
Aparato digestivo. Faringe hinchada. Garganta dolorosa.
Hinchazón y prurito de la garganta.
Aparato motor. Artritis de los dedos: tonif.
125
Enfisema.
Tos: esputos espesos.
Pleuresía.
Tuberculosis pulmonar.
Hemoptisis: tonif.
Estornudos. Anginas.
Estado general. Fiebre de tuberculosis.
Sistema nervioso. Tristeza. Sollozos.
Melancolía. Agitación del corazón.
Poca energía. Depresión mental. Problemas mentales.
Bostezos.
Espasmos o convulsiones infantiles: disp.
Meningitis crónica infantil: disp.
Contracturas musculares: disp.
Parálisis motora de las cuatro extremidades: disp.
Dolor o rigidez de columna y lomos.
Espalda y brazos contraídos, no obedecen.
Contractura de codo.
Contractura de manos y brazos.
Espasmos de antebrazo.
Codo entorpecido, mano en garra 5/10: tonif. primero y a continuación disp.
Aparato digestivo. Lengua o boca seca.
Vómitos.
Vómitos y diarrea.
Aparato urinario. Parálisis de vejiga.
Polaquiuria.
Las cuatro extremidades hinchadas. Vientre inflado.
Piel. Todo lo referente a la cara (junto con Ro-kou y Ts’iou-tchre).
126
Vientre hinchado. Dilatación intestinal: disp.
Estado general. Fiebre sin sudor: escalofríos; bostezos.
Paludismo con frío prolongado: busca el calor del fuego.
Sistema nervioso. Acceso de sobreexcitación. Se sube a la mesa y canta. Rechaza sus
vestidos y corre.
Dolor de cara anterior del tronco: disp.
Neuralgia de la extremidad inferior: disp.
Parálisis facial: tonif.
Parálisis de la extremidad inferior: tonif.
Hemiplejía.
Aparato motor. Inflamación de la articulación del empeine del pie.
Hinchazón facial.
127
Aparato digestivo. Amigdalitis: disp.
Aparato respiratorio. Bronquitis: disp.
Tos. Esputo de pus: disp.
Aparato circulatorio. Dolor en corazón y pecho: disp.
Piel. Erupción.
128
Ojos iniciando la catarata.
Aparato digestivo. Faringe seca.
Eructos.
Vómitos.
Hematemesis.
Aparato urinario. Orina cuyo color es transformado por lo ácido.
Parálisis vesical: tonif.
Incontinencia de orina: tonif.
Aparato motor: Artritis de la muñeca.
129
TRAE-TCHRONG, «Asalto supremo»
130
Orquitis: disp.
Los dos testículos reducidos, deficientes: tonif.
Mujeres: derrames sin detención: disp.
Metrorragia: tonif.
Con el orgasmo, entorpecimiento de las piernas: tonif.
Aparato urinario. Incontinencia de orina: tonif.
Orinas insuficientes: disp.
Uretritis: disp.
Enfermedades externas. Todos los abscesos: disp.
Todas las hinchazones: disp.
Hinchazón de los labios: disp.
Hinchazón del hombro: disp.
Hinchazón del codo: disp.
Hinchazón de las piernas: disp.
Circulación linfática. Ganglios.
Adenitis axilar.
131
Ictericia: disp.
Delgadez fundente: tonif.
Diabetes: tonif.
Aparato respiratorio. Asma: disp.
Pleuresía: disp.
Tos, tos quintosa. Llena de flemas: disp.
Aparato circulatorio. Endocarditis: disp.
Neuralgia cardiaca: disp.
Angina de pecho grave: disp.
Aparato genital. Espasmos uterinos: disp.
Vaginismo: disp.
Fatiga por el trabajo doméstico. No responde a los pensamientos.
132
Amigdalitis: disp.
Aparato digestivo. No puede comer: tonif.
Vómitos amargos: disp.
Aparato respiratorio. Parálisis de los músculos hioideos: tonif.
Mudez repentina, sin palabras: tonif.
Apoplejía: no sale ningún sonido: tonif.
Aparato genital. Reglas muy abundantes. Metrorragia: tonif.
Aparato urinario. Incontinencia urinaria: disp.
Aumenta las orinas. Cura el edema: tonif.
133
Empeine del pie. Justo en medio de lo alto del empeine. En el hueco por encima del
escafoides y cuboides, bajo la tibia. Externo al tendón del extensor propio, interno al
tendón del extensor común. Bajo el ligamento anular del tarso. Sobre rama exterior del
nervio tibial anterior. Profundidad: 10 mm.
Aparato digestivo. Especial para tonificar los vacíos del estómago.
Boca dolorosa: se muerde la lengua: disp.
Hinchazón de la lengua: disp.
Dolo de dientes: disp.
Constipación. Defecaciones pesadas en lo bajo: disp.
Timpanismo (hinchazón del tambor): tonif.
Hinchazón e inflamiento del bajo vientre: tonif.
Sistema nervioso. Emotividad: tonif.
Tristeza, lágrimas: disp.
Depresión mental; estupidez: tonif.
Histeria: tonif.
Cefalea: rostro escarlata, ojos rojos; cejas traspasadas; dolor insoportable: disp.
Vértigos: disp.
Convulsiones: disp.
Calambres. Calambres de cólera: disp.
Órganos de los sentidos. Ojos rojos. Dolores oculares: disp.
Aparato motor. Artritis del empeine: disp.
Piel (?). Hinchazón del rostro. Por shock: hinchazón del rostro de color negro: disp.
Hinchazón de la lengua.
Hinchazón de muslo, rodilla, pierna: disp.
134
Músculos contracturados: disp.
Neuralgia lumbar. Dolor de cara posterior del cuerpo: disp.
Dolor de la articulación de la cadera, de pierna y pie: disp.
Dificultad para flexionar o extender el pie.
Vértigos: disp.
Órganos de los sentidos. Ángulo ocular interno rojo, inflamado: disp.
Catarata: disp.
Aparato respiratorio. Epistaxis que no cesa.
Nariz seca: tonif.
Nariz con mocos amarillentos: disp.
Aparato circulatorio. Dolor en el corazón y vértigos: disp.
Aparato motor. Enfermedad con desviación de la columna: tonif.
135
TSIOU-SIU, «Bóveda de la colina»
136
Dolores dentales: disp.
Amigdalitis. Angina: disp.
Sed. Si bebe, transpira. Si no bebe, piel seca y caliente: disp.
Espasmos gástricos.
Estado general. Frío y calor que provocan sed.
Tifoidea: fiebre incesante.
Fiebre escarlatina: tonif.
Accesos cambiantes de fiebre: tonif.
Sistema nervioso. Tiende al olvido.
Cefalea: disp.
Músculos lentos; no puede apretar los objetos: tonif.
Ambas manos cansadas: tonif.
Hemiplejía: tonif.
Ambos codos contracturados: disp.
Lomos y brazos contracturados: disp.
Mano contraída en garra: disp.
Espasmos de brazo y codo: disp.
Neuralgia del brazo: disp.
Codo y brazo entumecidos, dolorosos, no puede levantarlos: disp.
Dolor de codo: disp.
Neuralgia del omóplato: disp.
Órganos de los sentidos. Ojos rojos, dolorosos: disp.
Lagrimeo abundante: tonif.
Todo lo que concierne a ojos, orejas (nariz, boca).
Dolor delante del oído: disp.
Aparato respiratorio. Oclusión de garganta: no puede hablar.
Pleuresía.
Plenitud y agitación del pecho: disp.
Aparato genital. Reglas irregulares.
Aparato motor. Artritis del codo: disp.
Artritis de la muñeca: disp.
Piel. Enfermedades de la piel.
Exantema; piel reseca: disp.
Antebrazo y manos rojas, infladas: disp.
Prurito como roído por insectos; piel levantada dejando llagas: tonif.
Enfermedades externas. Enfermedades de la cara.
Forunculosis en las manos: disp.
Circulación linfática. Parte anterior del cuello hinchada: disp.
Ganglios del cuello; parte anterior del cuello hinchada: disp.
137
TS’IOU-TS’IUANN, «Fuente de la curva»
138
Abdomen. Línea media. A 1,5/5 desde el ombligo al borde superior del pubis. Sobre
la línea alba; rama de la arteria abdominal superficial. Profundidad: de 16 a 20 mm.
Estado general. Barre los sudores que resbalan: tonif.
Sistema nervioso. Todas las enfermedades de la energía, recientes o antiguas.
Todos los vacíos: tonif.
Agotamiento de la energía: tonif.
Vacío de energía de los órganos tesoro (corazón, pulmones, bazo, hígado, riñones):
tonif.
Vacío de inn, iang abolido. Sobreviene tras las enfermedades.
Insomnio por emotividad: tonif.
Falta de audacia: tonif.
Vértigo y caída mirando hacia arriba: tonif.
Debilidad de las cuatro extremidades: tonif.
Adelgazamiento progresivo: tonif.
En los niños, suturas craneanas que no se cierran: tonif.
Reduce lo peor de los dolores.
Dolor lumbar agudo, en relámpago: 10 a 12 mm, según el tejido graso: tonif. 3 veces;
disp. 3 veces durante 3 espiraciones; con intervalos de 25 respiraciones.
Aparato digestivo. Enfriamiento con gran comida o bebida.
Neuralgia intestinal: disp.
Aerogastria, brusca hinchazón del vientre: disp.
Alcoholismo: moxas y pasta de Jenn-chenn.
Constipación: disp.
Enteritis; diarrea grave: tonif.
Hemorragias intestinales: tonif.
Peritonitis crónica: tonif.
Apendicitis crónica: tonif.
Aparato respiratorio. Disnea nerviosa: tonif.
Todas las flemas por nerviosismo: tonif.
Aparato circulatorio. Dolores súbitos en el corazón: disp.
Aparato genital. Mar donde se engendra la energía del macho: tonif.
Moxas abundantes pueden hacer que se engendre.
Enfermedades del aparato genital.
Testículos contraídos. Cuatro extremidades frías: tonif.
Metrorragia: tonif.
Tras el parto, pérdidas sin interrupción: disp.
Flujos blancos o rosados: disp.
Aparato urinario. Incontinencia infantil de orina: tonif.
Parálisis vesical: tonif.
Cistitis: tonif.
Orinas rojas y cargadas: tonif.
Uretritis.
139
Hinchazón hídrica: disp.
Espasmos de pelvis menor: disp.
140
Figura 7. Cabeza: meridianos iang de la mano y el pie,
vaso gobernador y vaso de concepción.
Figura 8. Dos meridianos iang del pie. Tres meridianos inn del pie.
Figura 9. Los meridianos del tórax, cara posterior
(vejiga y vaso gobernador).
Figura 10. Miembro superior, cara anterior, tres meridianos inn y
parte del meridiano iang del intestino grueso.
Figura 11. Tres meridianos iang del miembro superior, cara posterior.
Figura 12. Tres meridianos inn del miembro inferior, cara interna.
Figura 13. Tres meridianos iang del miembro inferior, cara externa.
Figura 14. Un meridiano iang (vejiga), miembro inferior, cara posterior.
NOTAS
2. Dispersión de los puntos de asentimiento: Estos puntos, como por ejemplo, Chenn-
Iu, Fei-Iu, Ko-Iu, Oe-Iu, están todos ellos situados en el meridiano de la vejiga. Sus
nombres terminan todos en Iu. Hacia el final de su vida, G. SOULIÉ DE MORANT había
adquirido la convicción de que siempre sería necesario dispersarlos.
a) Fou-Leou: Indicado más tarde como situado justo sobre el reborde posterior de
la tibia, a 3 traveses de dedo por encima del maléolo interno.
b) Li-Keou: Indicado más tarde como situado a 3 traveses de dedo por encima del
borde inferior de la tibia, justo en el borde superior de una masa transversa, en un
hueco.
149
a) Chang-Koann: A 3 traveses de dedo bajo la punta del apéndice xifoides y a 4
sobre el ombligo.
b) Iang-Fou: sobre el borde anterior del peroné, a 4 traveses de dedo por encima
del maléolo externo.
150
COM PENDIO DE LA VERDADERA ACUPUNTURA CHINA
G. Soulié de Morant
Traducción de: Andrés Palafox
Editorial Alham bra, S. A.
Ciencias de la salud
1.ª edición española: 1984
ISBN: 84-205-1011-4; Depósito legal: M. 26734-1984
208 págs.; 13 x 20 cm s.
Prólogo; Presentación del texto castellano; 1. La acupuntura en Europa; 2. ¿Qué
puede curar la acupuntura?; 3. Los puntos: «Tsiue»; 4. Los meridianos: «Tsing»;
5. La circulación de energía; 6. La energía: «Tsri»; 7. La energía y la enfermedad,
plenitud o vacío; 8. Los pulsos chinos; 9. Tonificar o dispersar; 10. Las agujas; 11.
Las moxas; 12. Los masajes; 13. La enfermedad; 14. El enfermo; 15. Relaciones
entre los órganos; 16. La personalidad; 17. Algunas enfermedades; 18. Los puntos
indispensables; Notas.