Las cantineras eran aquellas mujeres autorizadas por el gobierno para
marchar junto a un Regimiento realizando labores domésticos, sanitarias y de humanidad. Muchas de ellas, se enrolaron siguiendo a sus maridos, hijos o por el solo hecho de servirá a su patria.
Sargento Candelaria Pérez:
Primeras mujer en las fuerzas militares chilenas, participo en la batalla de Yungay donde recibió con honor el grado de “alférez”. Le fue otorgado una jubilación de escasos $17 pesos (2.98 soles peruanos), murió en 1870 olvidada, solo siete personas asistieron a su funeral.
Cantinera María Quiteria:
“María la grande”, Regimiento segundo de línea, participo en la batalla de Tarapacá y Chorrillos. Solicito una jubilación y nunca le fue otorgada, murió olvidada en la indigencia.
Subteniente Filomena Valenzuela:
Regimiento de Atacama participo en la Batalla de Dolores y en la toma de Pisagua, Obtuvo el grado de subteniente. Después de la Guerra, reside en Cavancha, Iquique y forma parte de la compañía de Teatro de Novedades. Recitaba largos poemas de índole patrióticos como “Marcha Triunfal” o “Canto épico a las Glorias de Chile” de Rubén Darío. Murió en 1924 y sepultaba en el mausoleo de la Sociedad veteranos de 79’. Gracias a la férrea intervención de la señora: Uberlinda Moraga, consiguió que la calle principal de Cavancha llevara el nombre de FILOMENA VALENZUELA en su honor.
Sargento 2° Irene Morales:
Participo en el desembarco de Pisagua y en el combate de Dolores y Tacna, allí se unió a los soldados con su fusil en mano sin cuidar a los enfermos. Tras gestiones del general Manuel Baquedano y por su valentía recibió el rango de Sargento. En 1980 murió en la sala de un hospital, pobre y en el más completo anonimato. En 1930 el coronel Enrique Phillips le dedico un artículo publicado en El mercurio donde señala: “Las Judith de Chile, fueron muchas en esa gloriosa jornada, pero ninguna supero en valor a Irene Morales el tipo de la Mujer chilena” Cantinera Juana Alcaino: Fusil en mano combatió en la batalla de Tarapacá y Chorrillos. Para seguir a su marido, se enrolo en las tropas chilenas vestida de hombre, en 1930 murió como indigente y absolutamente olvidada.
Cantinera Juana López:
Ingreso al ejecito siguiendo a su marido y a sus tres hijos, los que fallecieron en la batalla. Cargada de medallas, recibió una pensión de $15 pesos, murió en 1905 en la pobreza, tras una larga enfermedad. En 1910 se realizó en el cementerio general un acto patriótico para reparar este olvido.
Cantinera Carmen Vilches:
En una lanza clavo sus bombachas rojas y subió el cerro delante de sus compañeros para ser vencedores. No fue la bandera que se clavó en el cerro, sino, en su reconocimiento, se clavaron las bombachas de esta valiente soldado.
Cantinera Josefa Herrera:
Obtuvo el grado de cavo 2° durante la Guerra del Pacifico.
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