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16/05/1983 - CIVIL

Recurso de casación interpuesto por COMERCIAL AFIANZADORA, SOCIEDAD


ANÓNIMA, contra el laudo arbitral de equidad proferido por el Doctor Luis Beltranena
Valladares, en la controversia surgida entre la entidad recurrente y el "Banco de Occidente"

DOCTRINA:

En el arbitraje de equidad, el procedimiento no tiene que someterse a formas legales ni


ajustarse a derecho en cuanto al fondo, pero ello no conlleva en manera alguna una
limitación al criterio del árbitro ni una fijación de lineamientos a su leal saber y entender.
En consecuencia, el árbitro que utiliza sus conocimientos jurídicos para dictar el laudo en
un arbitraje de equidad, no infringe las reglas de actuación acordadas por las partes en la
escritura de compromiso, máxime cuando las partes, de común acuerdo, nombraren al
único árbitro por sus calidades personalísimas como profesional del derecho.

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, CÁMARA CIVIL: Guatemala, dieciséis de mayo de


mil novecientos ochenta y tres.

Para resolver, se examina el recurso de casación interpuesto por COMERCIAL


AFIANZADORA, SOCIEDAD ANÓNIMA, contra el laudo arbitral de equidad proferido
en esta ciudad por el doctor Luis Beltranena Valladares, el veintiséis de abril de mil
novecientos ochenta y dos, en la controversia surgida entre la entidad recurrente y el
"BANCO DE OCCIDENTE"

ANTECEDENTES:

La recurrente expresa que, el veinticinco de marzo de mil novecientos ochenta, celebró con
el "Banco De Occidente", un contrato de fianza de banqueros conforme la póliza FA cuatro
mil quinientos ochenta y cinco (FA 4.585). Que el veinticuatro de octubre del año citado, se
cometió un delito en la agencia del Banco de Occidente, situada en la ciudad de Escuintla,
habiéndose determinado un faltante dinerario definitivo de ciento ocho mil seiscientos
treinta y ocho quetzales con veinte centavos (Q.108,638.20), faltante que motivó el
correspondiente reclamo por parte del Banco de Occidente y, en vista de que Comercial
Afianzadora, Sociedad Anónima, negó el pago, se originó un conflicto entre ambas
entidades, pero como tal situación de "evento de litigio", estaba contemplada en la
"cláusula décima-segunda" de la póliza identificada, las entidades involucradas
formalizaron un contrato definitivo de compromiso para la solución de las diferencias
surgidas, aceptando así, la sustitución de la actividad jurisdiccional del Estado, por un
arbitraje de equidad. Que el compromiso arbitral está contenido en la escritura pública
número ciento nueve, autorizada en esta ciudad el dos de diciembre de mil novecientos
ochenta y uno, por el notario Arturo Pérez Galiano.

En la escritura pública aludida, fue designado árbitro único el doctor Luis Beltranena
Valladares, se determinó la sede del tribunal y se fijaron las reglas de actuación
correspondientes. Oportunamente se declaró constituido el mismo, se dio audiencia a las
partes y, se abrió a prueba el proceso por el término fijado.
En el curso del proceso, Comercial Afianzadora, Sociedad Anónima, en memorial
presentado al árbitro el trece de febrero de mil novecientos ochenta y dos, interpuso recurso
de nulidad parcial contra la resolución del árbitro, número P guión diez guión dos guión
ochenta y dos, del diez de febrero del año citado, en lo referente al reconocimiento judicial
solicitado por el Banco de Occidente sobre varios documentos que detalla en el escrito
presentado el día diez del mismo mes. Dicha nulidad se planteó por haberse infringido las
reglas de actuación acordadas por las partes en la escritura de compromiso. Del recurso se
dio audiencia por dos días al Banco de Occidente, y fue resuelto el diecinueve de marzo de
mil novecientos ochenta y dos, declarando con lugar la nulidad parcial invocada.

Conforme a lo pactado en el compromiso, los puntos que se sometieron a arbitraje, fueron:


"I) Si el hecho cometido en la ciudad de Escuintla se encuentra o no cubierto por la Póliza
de Banqueros FA-cuatro mil quinientos ochenta y cinco (FA-4585), de acuerdo con sus
condiciones y cláusulas; II) en caso afirmativo conforme el párrafo anterior, si la entidad
"Comercial Afianzadora, S.A.", está o no está obligada al pago, y III) si en su caso la suma
a pagar por "Comercial Afianzadora S.A." es la que las partes han aceptado de ciento ocho
mil seiscientos treinta y ocho quetzales con veinte centavos (Q.108,638.20) como faltante
reclamado por el Banco.".

Contra el laudo, comercial Afianzadora, Sociedad Anónima, interpuso el recurso de


casación que se examina.

RESUMEN DEL LAUDO RECURRIDO:

El laudo fue emitido por el árbitro de equidad, doctor Luis Beltranena Valladares, en esta
ciudad, el veintiseís de abril de mil novecientos ochenta y dos, declarando que "el Laudo es
condenatorio para Comercial Afianzadora, Sociedad Anónima, y por ende: I) Que
efectivamente, el hecho cometido en la ciudad de Escuintla el veinticuatro de octubre de
mil novecientos ochenta, en la Agencia del Banco de Occidente situada en la cuarta avenida
número siete guión veintiocho de la zona uno de dicha ciudad, sí se encuentra cubierto por
la póliza de Banqueros FA cuatro mil quinientos ochenta y cinco (FA 4585), emitida por
CASA, de acuerdo con sus condiciones y cláusulas; II) Que por hallarse cubierta la pérdida
ocurrida en la Agencia de Escuintla por la citada póliza FA cuatro mil quinientos ochenta y
cinco, emitida por CASA, Comercial Afianzadora, Sociedad Anónima está obligada al pago
de dicha pérdida; III) Dado el caso señalado en el numeral II anterior, la suma a pagar al
Banco de Occidente por Comercial Afianzadora, S.A., por haber sido aceptada por las
partes en el compromiso arbitral que ha identificado antes en este Laudo, es de ciento ocho
mil seiscientos treinta y ocho quetzales con veinte centavos (Q.108,638.20) como faltante
reclamado por el Banco, suma que deberá pagar Comercial Afianzadora, Sociedad
Anónima dentro del plazo perentorio de diez días, desde que el Laudo quede firme."

El laudo comienza por aludir a los antecedentes de la controversia que dio lugar al
arbitraje; luego, hace referencia a los distintos aspectos de la escritura compromisoria.
Alude a las exposiciones de las partes y al trámite seguido; en párrafo separado, se refiere a
la prueba recibida; y, por último, en la parte considerativa, analiza, en primer lugar, los
hechos que, conforme a las "constancias procesales deben darse por probados pues así lo
están,". En el segundo considerando, el árbitro "llega a la inequívoca conclusión preliminar
que el meollo de la controversia, una vez eliminados otros elementos accesorios que rodean
el problema, reside en establecer si, al ocurrir la tercera pérdida cubierta por la póliza o
fianza de banqueros FA cuatro mil quinientos ochenta y cinco, o sea el siniestro ocurrido en
la ciudad de Escuintla entre el veinticuatro y veinticinco de octubre de mil novecientos
ochenta, estaba en vigencia o no el convenio contractual de Fidelidad (Pág. 2a de la Póliza);
y si se mantenía o no entonces el límite de responsabilidad a que se refiere la Sección siete
de la propia póliza,"... En otro considerando, el árbitro analiza "el funcionamiento de la
llamada póliza de banqueros o fianza de banqueros" y sus efectos. Seguidamente señala que
"uno de los argumentos torales planteados por CASA para negar el pago de la pérdida"
ocurrida en la Agencia de Escuintla del Banco de Occidente, es que, "por el pago del
siniestro de la Agencia Montúfar de esta ciudad (Guatemala) se había agotado" o
"extinguido" totalmente la responsabilidad o garantía de la afianzadora.". Al respecto,
analiza el contenido del inciso a) Sección siete, parte final, de la póliza, afirmando que
dicho punto determina que el límite de responsabilidad sí se reduce "en actos tales como
"robo, hurto, asalto a mano armada, atraco o tentativa de tales actos", cuando un empleado
está involucrado o comprometido.". Agrega que, en tal Sección, al dar la lista de actos del
inciso a), se "está hablando de la cobertura que es técnica, material y jurídicamente un
seguro, como el de robo y atraco; y por su peligrosidad y posible extensión, cuando un
empleado está involucrado o comprometido, sí limita en este caso la responsabilidad,
reduciendo la cobertura;"; y concluye que, "la reducción del límite de responsabilidad
ocurrirá tan solo en el caso de excepción de la parte final del inciso a) de la Sección siete de
la póliza, circunstancia que no se da en el presente caso..." Más adelante se refiere a que
"CASA" funda parcialmente su negativa al pago de la reclamación, en el "Finiquito" que
contiene la nota preparada por la Afianzadora el seis de abril de mil novecientos ochenta y
uno, señalando que ese ángulo de la controversia debe verse en función del texto de dicha
nota, de las disposiciones legales en relación al pago y extinción de las obligaciones
contractuales y del concepto técnico jurídico del finiquito. Por otra parte, después de
examinar varios aspectos sobre el particular, señala que es obvio que la cuenta que tuvo a la
vista el Banco, fue de la pérdida en su Agencia Montúfar y que, como se desprende de la
prueba aportada por ambas partes, al menos a la fecha del finiquito se estaba discutiendo la
pérdida que dio origen al juicio arbitral, de lo que se deduce que, si el finiquito "hubiese

sido por todas las obligaciones entre las partes, no tenían por qué seguir reuniéndose los
representantes respectivos.". Agrega que "resulta difícil de creer, que el Gerente de una
institución bancaria con la capacidad y responsabilidad profesional que se supone en él
hubiese liberado totalmente a CASA (no la liberación parcial de la pérdida de la agencia
Montúfar), si estaba de por medio el arreglo de la que motiva el presente juicio."; y que, "si
fuese cierto que la responsabilidad total, terminal, final, por todas las obligaciones de
CASA frente al Banco su afianzado se hubiese extinguido con la pérdida del quince de
octubre de mil novecientos ochenta en la Agencia Montúfar, no habría habido posibilidad
de cancelación al diecisiete de diciembre del mismo año, ni siquiera referencia a la
devolución de prima a que se hace relación en la notificación de cancelación de la póliza de
diecisiete de noviembre de mil novecientos ochenta.". En apoyo de su criterio y como una
observación ilustrativa, el árbitro aduce: "la opinión unánime de tres abogados americanos
(sic) consultados, todos expertos en este tipo de problemas fue que un finiquito de este tipo
(la carta del seis de abril de mil novecientos ochenta y uno) jamás liberaría de
responsabilidad a una compañía de fianzas, porque los Tribunales de Nueva York dirían
que un afianzado no puede liberar algo que desconoce o no sabe; y que por el hecho de
existir otra reclamación y estar aún de por medio el período de descubrimiento, para que un
finiquito fuese válido, tendría que hacer enfáticamente la amplia referencia que pretende
darle CASA pero que en verdad no tiene.".

Por último, el laudo expresa que uno de los principales argumentos de Comercial
Afianzadora, Sociedad Anónima, para negar el pago, es que la póliza no gozaba de
rehabilitación automática y, al respecto contiene los siguientes razonamientos: a) la póliza
era por un plazo fijo de un año; b) la cobertura se extendía a todas las pérdidas ocurridas
dentro de dicho plazo y hasta por el límite señalado de quinientos mil quetzales; c) la póliza
no se refiere a ninguna rehabilitación o pago de prima adicional ya que, si este hubiese sido
así, "habría mandado a cobrar CASA la prima correspondiente al Banco después del pago
hecho por la pérdida de la Agencia; d) al ocurrir la pérdida de la Agencia mencionada, "la
póliza quedó de nuevo con su límite, como contrariamente a lo que se ha planteado con
posterioridad por la Afianzadora, CASA pagó al Banco el límite total de pérdidas por el
caso de la Agencia Montúfar, con su respectivo deducible, pues si otra cosa hubiere que
haber deducido y cobrado, en la cuenta habría figurado, fuere por reducción de límite o por
primas de rehabilitación pendientes y nada de eso figura en las constancias de la
controversia;"; e) porque de acuerdo con la cita del autor Menincheli que se trajo a
colación, es claro que la prima en este tipo de póliza se paga por el período que dura el
riesgo, (no es ad-perpetuo) cuya fijación y el límite de pérdida son los elementos que llevan
a calcular la prima y a evaluar el riesgo, el cual está fundado en la ley de los grandes
números, protegiéndose el afianzador contra pérdidas excesivas o bien con su derecho a
cancelación con pre-aviso que si tiene la pó1iza y fue utilizado o bien estipulando un monto
total agregado anual, del cual es ayuno (sic) el contrato discutido.

PRUEBAS APORTADAS:

Por parte del Banco de Occidente, las siguientes: a) exhibición de los libros de contabilidad
de Comercial Afianzadora, Sociedad anónima; b) fotocopia de la fianza de banqueros
número FA cuatro mil quinientos ochenta y cinco; c) fotocopia de las conferencias que los
señores "J. Kilbaun" y "Derek H. Palmer" impartieron en la ciudad de México, en abril de
mil novecientos ochenta, sobre Fianza General Bancaria y Póliza General Bancaria,
respectivamente; d) recibo emitido por Comercial Afianzadora, Sociedad Anónima, en
febrero de mil novecientos ochenta por pago de prima del Banco de Occidente; e)
certificación contable de fecha once de noviembre de mil novecientos ochenta y uno,
extendida por el Jefe de Contabilidad del Banco de Occidente; f) estudio lingüístico del
doctor Salvador Aguado Andreut reconocido ante el árbitro; g) fotocopia de certificación
extendida por el Juzgado de Primera Instancia del departamento de Escuintla; h) fotocopias
de cartas remitidas por el Banco de Occidente a Comercial Afianzadora, Sociedad
Anónima, con fechas veinticuatro de octubre y cuatro de noviembre de mil novecientos
ochenta, veintitrés de febrero y veinticinco de septiembre de mil novecientos ochenta y
uno; i) fotocopias de cartas dirigidas por Comercial Afianzadora Sociedad Anónima al
Banco de Occidente, con fechas primero, doce y diecisiete de noviembre de mil
novecientos ochenta y dieciséis de julio de mil novecientos ochenta y uno, y fotocopia de
Acuerdo de Gerencia número cuarenta y ocho guión setenta y siete; j) fotocopias de pólizas
emitidas por Seguros E1 Roble, Seguros de Occidente y Seguros Cruz Azul. k) fotocopias
parciales de las obras citadas en el memorial presentado al árbitro con fecha veintitrés de
diciembre de mil novecientos ochenta y uno; l) informe del licenciado José Martí Guilló
sobre el siniestro ocurrido en la Agencia Montúfar en esta ciudad, informe rendido a
Comercial Afianzadora, Sociedad anónima, conforme a las posiciones respectivas; y n)
reconocimiento judicial en los siguientes documentos: I) los que amparan los ingresos de
Comercial Afianzadora, Sociedad Anónima por pagos de los siniestros ocurridos en las
Agencias Montserrat, Montúfar y Escuintla, del Banco de Occidente, que fueron efectuados
por las compañías reafianzadoras o reaseguradoras; y II) documentos que contienen los
contratos de reafianzamiento o reaseguro, que se relacionan con el pago del siniestro
ocurrido en la agencia del Banco de Occidente de la ciudad de Escuintla.

Por parte de Comercial afianzadora, Sociedad Anónima: a) fotocopia de la póliza de fianza


FA guión cuatro mil quinientos ochenta y cinco; b) fotocopia del informe rendido por el
licenciado José Eduardo Martí Guilló, sobre el hecho ocurrido en la agencia Montúfar del
Banco de Occidente, de esta ciudad; c) fotocopia de la nota del seis de abril de mil
novecientos ochenta y uno, firmada por el Gerente General del Banco de Occidente,
dirigida a Comercial Afianzadora, Sociedad Anónima; d) fotocopia del acta que contiene el
arqueo practicado el veinticuatro de octubre de mil novecientos ochenta, en la agencia de la
ciudad de Escuintla del Banco de Occidente, contenido en acta número A cincuenta y uno
guión ochenta; e) fotocopia del informe rendido por el licenciado José Eduardo Martí
Guilló, como resultado de la investigación que realizó sobre el hecho ocurrido, en la
Agencia del Banco de Occidente de la ciudad de Escuintla, la noche del día veintitrés de
octubre de mil novecientos ochenta; f) fotocopia del "recibo forma" número noventa y dos
guión S guión G (92-S-G), de fecha veintisiete de octubre de mil novecientos ochenta, de la
agencia del Banco de Occidente en Escuintla; g) fotocopia del oficio número cero cero mil
doscientos diecinueve (001219) del Banco de Occidente, fechado el cuatro de noviembre de
mil novecientos ochenta; h) fotocopia del oficio sin número, de fecha veinticinco de
septiembre de mil novecientos ochenta y uno, dirigido a Comercial Afianzadora, Sociedad
Anónima, por el asesor jurídico del Banco de Occidente; i) fotocopias de cartas remitidas
por el Banco de Occidente a Comercial Afianzadora, Sociedad Anónima, de fechas
veinticuatro y veintisiete de octubre y cuatro de noviembre de mil novecientos ochenta, y
veintitrés de febrero y trece de julio de mil novecientos ochenta y uno; j) fotocopias de
cartas enviadas por Comercial Afianzadora, Sociedad Anónima, al Banco de Occidente,
con fechas doce de noviembre de mil novecientos ochenta y dieciséis de julio de mil
novecientos ochenta y uno; k) fotocopia de escritura pública de compromiso número ciento
nueve, autorizada en esta ciudad el dos de diciembre de mil novecientos ochenta y uno, por
el Notario Arturo Pérez Galliano; l) declaración de parte del Banco de Occidente, por
medio de su Gerente General, Licenciado Mario Antonio Mejía González, conforme a
posiciones presentadas.

RECURSO DE CASACIÓN.

Comercial Afianzadora, Sociedad Anónima, interpuso el recurso que se analiza, el


dieciocho de mayo de mil novecientos ochenta y dos. En el memorial de interposición
expresa: "Apoyo este recurso en el quinto caso de procedencia contenido en el segundo
párrafo, inciso quinto del artículo seiscientos veintitrés del Decreto Ley ciento siete, Código
Procesal Civil y Mercantil, o sea por INFRACCIÓN DE LAS REGLAS DE ACTUACIÓN
ACORDADAS POR LAS PARTES EN LA ESCRITURA DE COMPROMISO.". Reitera
que procede el recurso de casación contra un laudo arbitral, "cuando se hayan infringido las
reglas de actuación acordadas por las partes en escritura de compromiso", e invoca,
asimismo, la cláusula cuarta punto ocho de la escritura de compromiso respectiva, la cual
estipula: "LAUDO EN EQUIDAD: Siendo este arbitraje de equidad el árbitro dictará su
laudo conforme su leal saber y entender, tal como se establece en el artículo Doce de la
Póliza de Fianza.". Transcribe, además, la "condición" décima-segunda de la póliza de
fianza correspondiente, que expresa: "No obstante cualquier estipulación en contrario
contenida en esta póliza, queda entendido y convenido que todo evento de litigio
proveniente de la interpretación y cumplimiento de la garantía que la misma representa,
será sometido a juicio arbitral de equidad, como requisito indispensable que debe agotarse,
para que las partes puedan dirimir sus diferencias en los Tribunales de Justicia. Para el
efecto, si las partes se pusieren de acuerdo en la designación de un sólo árbitro, la persona
por ellos designada conocerá y fallará la controversia en concepto de árbitro único; en caso
contrario, cada parte nombrará un árbitro, los cuales nombrarán un tercero árbitro, en caso
de discordia, para que dirima la controversia. LOS ÁRBITROS EMITIRÁN SU LAUDO
A SU LEAL SABER Y ENTENDER, SIN SOMETERSE A FORMAS LEGALES NI
AJUSTARSE A DERECHO EN CUANTO AL FONDO...". La recurrente destaca que, en
este caso, para emitir su laudo, el árbitro "únicamente debía tener como fundamento la
equidad y la justicia, sin ceñirse a las prescripciones legales a que están sujetos tanto los
jueces ordinarios como los árbitros de derecho.".

Agrega que, no obstante lo anterior, en el presente caso, el árbitro de equidad, al emitir el


laudo contra el cual se recurre, e infringiendo la regla de actuación antes transcrita, se
ajustó a derecho en cuanto al fondo. Seguidamente, señala y transcribe varios pasajes del
laudo, en los cuales consta que el árbitro apoya su criterio en derecho aplicable, conforme a
la legislación en vigor, y hace los comentarios que estima adecuados para destacar tal
hecho. Expresa que: "Al efecto cabe indicar la imperatividad del artículo doscientos
ochenta y nueve (289) del Decreto-Ley ciento siete, Código Procesal Civil y Mercantil, que
reza: "El procedimiento, en caso de equidad, no tendrá que someterse a formas legales ni
que ajustarse a derecho en cuanto al fondo... sin embargo, los árbitros deberán sujetarse a
las reglas de actuación que las partes hubieren estipulado en el compromiso." Por otra
parte, la recurrente señala otro motivo de procedencia del recurso por infracción de las
reglas de actuación acordadas por las partes y lo hace consistir en "el hecho de haber
emitido el laudo en lugar diferente al señalado en la escritura compromisoria como sede del
Tribunal Arbitral.". Al respecto, indica que, conforme a la escritura de compromiso, el
lugar en que debería desarrollarse el arbitraje es la oficina profesional del doctor Luis
Beltranena Valladares "situada en el segundo nivel de la Torre "A" del Edificio Reforma
Montúfar ubicado en Avenida Reforma doce guión cero uno de la zona diez de esta
ciudad"; sin embargo, conforme al acta que contiene el laudo proferido, el notario que la
autorizó hace constar que él "se constituyó en la oficina dos guión cero uno del edificio
Reforma Montúfar, ubicado en la Avenida Reforma número doce guión cero uno de la zona
diez y en el encabezamiento del laudo que contiene dicha acta notarial se repite la
dirección anteriormente indicada señalándosele como sede del Tribunal Arbitral, lo que no
es cierto de acuerdo con las cláusulas de la escritura de compromiso que se ha indicado
antes.". El interponente formula dos conclusiones así: I) "El señor Árbitro de Equidad
emitió su laudo, haciendo total aplicación de normas legales vigentes, que él mismo estimó
aplicables al caso, infringiendo así las reglas de actuación acordadas por las partes en la
escritura de compromiso que lo obligaban a emitir su laudo únicamente basado en las
reglas de su leal saber y entender sin someterse a derecho en cuanto al fondo.". y II) "El
laudo fue emitido en lugar diferente de la sede del Tribunal Arbitral.".

Concluye el recurrente pidiendo que se señale día y hora para la vista y en su oportunidad.
"declarar con lugar el recurso y casar el fallo recurrido, dejándolo sin efecto alguno."

ALEGACIONES DE LAS PARTES:

La recurrente manifestó que reiteraba los conceptos vertidos en su escrito de interposición


del recurso y que éste lo fundamentaba básicamente, en dos aspectos: I) Que el árbitro
emitió su laudo haciendo total aplicación de normas legales vigentes; y II) que el laudo se
emitió en lugar diferente de aquél en que tenía su sede el tribunal arbitral. Concluye
pidiendo que "al resolver el fondo se declare con lugar el Recurso de Casación
interpuesto... y casar el fallo recurrido dejándolo sin efecto alguno."

El Banco de Occidente, por su parte, presentó memorial en el que se refiere a los


antecedentes del laudo arbitral y expresa que, "aunque el memorial de interposición del
recurso de casación tiene graves defectos técnicos", entra a analizar los puntos que impugna
la parte recurrente, refiriéndose en primer lugar al hecho invocado de que el auto se dictó
en lugar diferente de la sede del tribunal arbitral, y, al respecto, señala que tal argumento
carece de fundamento lógico y legal, "pues a simple vista, se puede comprender, que el
laudo arbitral fue dictado en la oficina del Doctor Luis Beltranena Valladares y que lo
único que se omitió y no tiene ninguna importancia ni relevancia en la decisión del fondo
del asunto fue indicar en el laudo que se encontraba en el segundo nivel de la Torre "A",
sin perjuicio de lo cual claramente se advierte en una u otra forma, que se trata del mismo
lugar.". Agrega que, en el arbitraje de equidad, predomina el requisito de simplicidad de
procedimiento, y que el recurrente, por la omisión que invoca, el recurso técnico que debió
haber interpuesto, era un recurso de aclaración, "si consideraba que dicho término del
laudo era obscuro, ambiguo o contradictorio"; y que, como no lo hizo oportunamente, ha
precluido dicha etapa procesal.

En relación con el otro motivo que se invoca para interponer el recurso que se analiza,
señala que la recurrente "intencionalmente a lo largo de su memorial, sólo cita partes
truncadas del laudo, queriendo dar la falsa apariencia de que el arbitraje sólo se basó en
aspectos jurídicos, lo cual no es así...", lo que puede comprobarse leyendo todo el laudo y
no sólo aspectos parciales del mismo. Expresa que la problemática del presente asunto se
reduce a analizar "sobre sí un Árbitro de equidad, puede invocar en un fallo normas
jurídicas además de otras consideraciones como sucedió en el presente caso, tales como
normas gramaticales, lógicas, de ética de seguros, etcétera"; señalando que no existe
ninguna prohibición legal para ello y que, "Afirmar que a un árbitro de equidad le está
vedado utilizar sus conocimientos jurídicos (cuando los tuviera) es negar la propia esencia
del arbitraje de equidad, en el que su característica principal consiste en que el árbitro
resuelva conforme su leal saber y entender.".
Agrega que, tal negativa, implicaría limitar el uso complete de los conocimientos del
árbitro para la solución de una controversia que, aún siendo arbitraje de equidad, está regida
por el derecho, pues su existencia se basa en normas jurídicas. Seguidamente, hace un
análisis de la escritura de compromiso y un análisis gramatical del arbitraje de equidad,
para luego referirse a la interpretación de la entidad recurrente al respecto, señalando que
ésta ya sabía que el árbitro nombrado podría utilizar sus conocimientos jurídicos, desde el
momento en que se nombró a un árbitro único que es Abogado. Cita, además, opiniones de
diversos tratadistas, para llegar a las siguientes conclusiones: I) que el arbitraje de equidad
ha sido creado para evitar mayores formalismos y para que el árbitro tenga libertad
completa al dictar su fallo, empleando todos sus conocimientos. II) Que la diferencia entre
arbitraje de derecho y de equidad, reside, básicamente, en sus límites, pues, mientras el de
derecho está limitado por la propia ley a seguir un procedimiento y a dictar el laudo basado
en normas jurídicas, en el de equidad existe un procedimiento libre y el árbitro no está
obligado a invocar normas jurídicas; pero, si entran en sus conocimientos, aspectos
jurídicos no existe prohibición legal para que pueda invocar en el laudo normas jurídicas, si
considera que así está aplicando la equidad al caso concreto. III) El arbitraje de equidad no
es ajeno al derecho, pues está regulado y forma parte de un ordenamiento jurídico. IV) En
el arbitraje de derecho sí existe prohibición para que el árbitro falle conforme a su
conciencia, pues la misma ley se lo prohibe; mientras que, en el arbitraje de equidad, en
cambio, no hay prohibición para que utilice todos sus conocimientos, y V) De las
constancias del expediente y de las doctrinas citadas, deduce que el árbitro no tenía ninguna
prohibición para citar normas jurídicas en el laudo.

El Banco de Occidente señala, además, defectos de forma y de fondo en la interposición del


recurso que se analiza, argumenta sobre el finiquito y finaliza pidiendo que el recurso de
casación interpuesto se declare improcedente y se condene a la entidad recurrente al pago
de las costas procesales.

CONSIDERANDO:

-I-

Con el estudio del recurso se llega a las siguientes conclusiones:

I) La entidad recurrente interpuso la casación fundamentándola en que el árbitro de equidad


infringió las reglas de actuación acordadas por las partes, por las dos razones siguientes: a)
porque emitió su laudo haciendo aplicación de normas legales vigentes, cuando debió
hacerlo basado en las reglas de su leal saber y entender, sin someterse a derecho en cuando
al fondo; y b) porque el laudo fue emitido en un lugar diferente al de la sede del tribunal
arbitral.

II) El recurso, en el aspecto legal, se sustenta por la recurrente en el artículo 292, párrafo
tercero, del Código Procesal Civil y Mercantil, que preceptúa que, contra el fallo que dicten
los árbitros en un arbitraje de equidad, procederá el recurso de casación sólo en los casos
determinados por el artículo 623 del mismo Código, cuyo inciso 5o., señala tal procedencia,
cuando se hayan infringido las reglas de actuación acordadas por las partes en la escritura
de compromiso.
III) Fundamenta también el recurso, en lo estipulado en la escritura pública número ciento
nueve (109), autorizada en esta ciudad por el notario Arturo Pérez Galliano el dos de
diciembre de mil novecientos ochenta y uno, cuya "cláusula cuatro punto ocho" (4.8)
estipula: "LAUDO EN EQUIDAD: Siendo este arbitraje de equidad el arbitro dictará su
laudo conforme su leal saber y entender, tal como se establece en el artículo Doce de la
Póliza de Fianza.". Dicha póliza número FA cuatro mil quinientos ochenta y cinco (FA
4585) en sus "CONDICIONES GENERALES" contiene la que copiada literalmente
expresa: "12a. ARBITRAJE: No obstante cualquier estipulación en contrario contenida en
esta póliza, queda entendido y convenido que todo evento de litigio proveniente de la
interpretación y cumplimiento de la garantía que la misma representa, será sometida a
juicio arbitral de equidad, como requisito indispensable que debe agotarse para que las
partes puedan dirimir sus diferencias en los Tribunales de Justicia. Para el efecto, si las
partes se pusieren de acuerdo en la designación de un sólo árbitro, la persona por ellos
designada conocerá y fallará la controversia en concepto de árbitro único; en caso contrario,
cada parte nombrará un árbitro, los cuales nombrarán un tercer árbitro, en caso de
discordia, para que dirima la controversia. Los árbitros emitirán su laudo a su leal saber y
entender, sin someterse a formas legales ni ajustarse a derecho en cuanto al fondo..."

-II-

Como puede apreciarse, uno de los dos fundamentos del recurso consiste en que, a juicio de
la entidad recurrente, el árbitro de equidad emitió su laudo haciendo aplicación de normas
legales vigentes, cuando debió hacerlo según su leal saber y entender; acusando
"INFRACCIÓN DE LAS REGLAS DE ACTUACIÓN ACORDADAS POR LAS
PARTES EN LA ESCRITURA DE COMPROMISO", según se expresa en el punto E del
apartado II) del memorial de interposición respectivo. Por lo anterior, es obvio que debe
analizarse primordialmente cuáles fueron las reglas de actuación acordadas en la escritura
de compromiso que se infringieron al emitir el laudo. Al examinar la escritura de
compromiso referida, se establece que en cuanto al procedimiento tienen especial
relevancia al respecto el apartado "4.8)" y la parte final del "4.9)" que se transcriben a
continuación: "4.8) LAUDO EN EQUIDAD: Siendo este arbitraje de equidad el árbitro
dictará su laudo conforme su leal saber y entender, tal como se establece en el artículo
Doce de la Póliza de Fianza." "4.9) EFECTOS DEL LAUDO:... CONTRA EL LAUDO
CAVEN los recursos de aclaración, ampliación y casación.". Por otra parte, el artículo doce
de la póliza de fianza como se le identifica en la escritura referida en su apartado 4.8), se
refiere a: "12a. ARBITRAJE. No obstante cualquier estipulación en contrario contenida en
esta póliza, queda entendido y convenido que todo evento de litigio proveniente de la
interpretación y cumplimiento de la garantía que la misma representa, será sometido a
juicio arbitral de equidad, como requisito indispensable que debe agotarse, para que las
partes puedan dirimir sus diferencias en los Tribunales de Justicia. Para el efecto, si las
partes se pusieren de acuerdo en la designación de un sólo árbitro, la persona por ellos
designada conocerá y fallará la controversia en concepto de árbitro único, en caso contrario,
cada parte nombrará un árbitro, los cuales nombrarán un tercer árbitro, en caso de
discordia, para que dirima la controversia. Los árbitros emitirán su laudo a su leal saber y
entender, sin someterse a formas legales ni ajustarse a derecho en cuanto al fondo. Si no
hubiere acuerdo para el nombramiento del árbitro tercero, éste será nombrado por el Juez
de Primera Instancia a solicitud del "Beneficiario" o la "Fiadora"..."
Como ya se expresó, la recurrente interpone la casación fundamentándola en la infracción
de las reglas acordadas y, concretamente, porque el árbitro emitió su laudo haciendo
aplicación de normas legales vigentes, cuando debió hacerlo basado en reglas de su leal
saber y entender, sin someterse a derecho en cuanto al fondo. A este respecto, puede
apreciarse que la única norma que alude sobre el particular está en el apartado "4.8)" de la
escritura de compromiso, el cual ya fue transcrito; En consecuencia, analizando los
términos de la escritura de compromiso y de la póliza de fianza atinentes al caso, se
concluye que la evidente intención de las partes fue someter el asunto a un arbitraje de
equidad en el que, conforme al párrafo primero del artículo 289 del Código Procesal Civil y
Mercantil, el procedimiento "no tendrá que someterse a formas legales ni qué ajustarse a
derecho en cuanto al fondo.".

De lo antes referido, en correlación con la casación interpuesta y con el texto del laudo
objeto del recurso, se aprecia que en varias partes del laudo se hace referencia concreta a
disposiciones contenidas en el derecho positivo, con las cuales el árbitro llega a
conclusiones finales, y también se aprecia que en el curso del laudo, el árbitro emplea otras
bases de apoyo, no legales, sino de orden técnico de seguros y de fianzas, filológico,
práctico y, aún, gramaticales, para fundamentar su criterio. Por otra parte, con el análisis
del artículo 289 del Código Procesal Civil y Mercantil, se evidencia que la ley establece
"EL PROCEDIMIENTO", en arbitraje de equidad "No tendrá que someterse a formas
legales ni que ajustarse a derecho en cuanto al fondo.", pero, es evidente, asimismo, que tal
precepto de ninguna manera conlleva una limitación al criterio del árbitro ni le fija
lineamientos a su leal saber y entender.".

En consecuencia, esta Corte llega a la conclusión de que, al dictar el laudo en los términos
en que lo hizo, el árbitro no infringió las reglas de actuación acordadas por las partes en la
escritura de compromiso, máxime que ambas de común acuerdo nombraron como único
árbitro a un profesional del derecho "impuestos de las calidades personalísimas del Doctor
Beltranena Valladares.".

-III-

En relación con el otro fundamento de la casación, o sea que el laudo no fue emitido en el
lugar señalado para el efecto, este Tribunal estima que tal aspecto, por sus implicaciones
limitadas y por el hecho de que la otra parte señala y así lo cree este Tribunal, que fue un
error en la redacción de los pasajes correspondientes del laudo, que si fue emitido
materialmente en el lugar fijado para el efecto, o sea la oficina profesional del árbitro
nombrado, se considera irrelevante apreciadas la naturaleza e importancia del asunto. Por
otra por te, es evidente que, para corregir tal anomalía, lo procedente hubiera sido que la
recurrente interpusiera contra el laudo los recursos de aclaración o ampliación previstos en
la escritura compromisoria, lo que no hizo. Por todo lo considerado procede declarar sin
lugar el recurso de casación relacionado.

LEYES APLICABLES:
Artículos: citados y 269, 270, 272, 278, 280, 284, 290, 291, 292, 572, 574 inciso 5o., 623 y
633 del Código Procesal Civil y Mercantil; 2170, 2171 y 2177 del Código Civil; 27, 32, 38,
inciso 2o., y 87 de la Ley del Organismo Judicial.

POR TANTO:

La Corte Suprema de Justicia, Cámara Civil, con base en lo considerado, leyes citadas y lo
que preceptúan los artículos 66, 88, 572 y 574 del Código Procesal Civil y Mercantil y 143,
157, 159, 169, 178; 182 y 183 de la Ley del Organismo Judicial, al resolver, declara: 1)
DESESTIMA el recurso de casación interpuesto por Comercial Afianzadora, Sociedad
Anónima, contra el laudo arbitral emitido por el doctor Luis Beltranena Valladares el
veintiséis de abril de mil novecientos ochenta y dos, en el juicio arbitral relacionado; y II)
Condena en costas a la interponente, a la que impone la multa de quinientos quetzales, que
deberá hacer efectiva dentro de tercero día, bajo apercibimiento de que en caso de
insolvencia el representante legal que planteó el recurso sufrirá una prisión de tres meses.
Notifíquese, repóngase por la recurrente el papel en la forma de ley, bajo apercibimiento de
una multa de cinco quetzales y, con certificación de lo resuelto, devuélvanse los
antecedentes a donde corresponde. Ric. Sagastume Vidaurre.- R. Auyón B.- José Ma.
Moscoso D.- R. Rivera A.- F. Fonseca.- Ante mí: M. Fuentes D.

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