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analizar, por un lado, el uso efectivo del engaño a través del discurso y, por otro, ver

que existe en ambos textos una supremacía de la palabra sobre la acción

La palabra dramática posee una duplicidad: en su textualidad arrastra la sombra de


una acción. Los bandidos de Schiller (2006) problematiza esta cuestión tanto dentro
como fuera de la ficción. El terreno de la palabra y el de la acción no conviven sino que
combaten al mismo tiempo pone en evidencia las tensiones entre el lenguaje y su
representación. En El gato con Botas de Tieck (1965), por el contrario, este conflicto
encuentra resolución en términos de equilibro donde la acción le es funcional a la
palabra, pero, de todas formas, los usos del lenguaje se elevan por sobre la apariencia y
la acción dando cuenta de una supremacía.

y esto se evidencia de dos modos: a través del triunfo de la mentira

una fractura y ponen en evidencia las tensiones entre la palabra y la acción. Este
conflicto encuentra en las configuraciones del engaño una resolución ya no en términos
de equilibrio sino, por el contrario, manifestando la victoria de una sobre la otra. Con
esto en mente, la intención de este trabajo es ver que el engaño emerge como un aspecto
fundamental en ambos textos ya que a través del mismo hace evidente un triunfo de la
palabra en tanto conquista al terreno de la acción. Este trabajo buscará de Supremaciía
de la palabra por sobre la acción se evidencia, por un lado, a través del efectivo uso del
engaño y, por otro, en términos de palabra y su representación.debido al poder que el
engaño

toman esta dicotomía la n y ponen en evidencia las tensiones entre el lenguaje y su


representación. Este conflicto encuentra en las configuraciones del engaño una
resolución pero no en términos de equilibrio sino, por el contrario, manifestando la
victoria de una sobre la otra. Con esto en mente, la intención de este trabajo es ver que
en ambas obras hay un triunfo de la palabra en tanto conquista al terreno de la acción
que se vehiculiza a través de los usos del engaño y la representación dramática.

es donde emerge Schiller, en relación a la palabra dramática y el “buen gusto” de


los espectadores. En el “Prólogo suprimido” de Los bandidos, Schiller eleva la
materialidad de la palabra por sobre la acción; razón por la cual escribe que “esta obra
de teatro jamás gozará de carta de naturaleza en la escena.”(Schiller, 2006: 65)

BUFÓN: Pero ahora me dirijo a ustedes como simple actor que habla a los
espectadores.conviven en la obra la palabra de la crítica y la palabra de la ficción
y ambas traspasan los límites escénicos para encontrarse en la realidad de la
ficción. Pero la palabra tiene más importancia que la acción; el lugar de los cuerpos
deja de ser relevante porque los límites entre el teatro y el público, entre realidad y
ficción se disipan cada vez más. La falta de verosimilitud de la representación Los
CRÍTICOS EN LA LUNETA: El gato habla, ¿cómo es eso?

FISCHER: Siendo así, es imposible que yo comparta una ilusión tan razonable.(81)

No es la presencia del gato, sino su capacidad de hablar lo que enloquece al publico.

Pero la palabra tiene más importancia que la acción; el lugar de los cuerpos deja de
ser relevante porque los límites entre el teatro y el público, entre realidad y ficción se
disipan cada vez más.

El triunfo del engaño, en la literatura, puede pensarse como el triunfo de la palabra.

En Schiller triunfa en tanto es parte de la palabra, cuando intenta volverse acción


fracasa.

conviven en la obra la palabra de la crítica y la palabra de la ficción y ambas

traspasan los límites escénicos para encontrarse en la realidad de la ficción.


Bufón y autor como figuras mediadoras de la palabra de la ficción y la realidad

El publico demtieck se presenta como aauel del que Schiller intenta huir
razón por la cual no quería representar. 108

: Con escenas como ésta puede uno supe- rars e, pero cuando veo tale s fa rsas
siento deseos de matarlos a todos.110

BUFÓN: Pero ahora me dirijo a ustedes como simple actor que habla a los
espectadores. 129

la brecha que separa la ficción de la realidad de la ficción es atravesada por la


palabra. Así se rompe el engaño y se quiebra la ilusión. El bufón muestra esto
cuando al dirigirse al público, cesa de ser un bufón para volverse un actor.
AUTOR (al otro lado de la escena, inclinándose): ¡Honorable público! Nunca me
habría atrevido a dar a este hombre un papel más importante, pues conozco
vuestro buen gusto. 131

En el gato triunfa a través de la palabra

Gato reúne la labia de Franz y el heroicismo del hno

En cuestiones de la representación, la obra no fue destinada a ser representada, no


fue destinada a la acción sino que fue pensada para permanecer en el terreno de la
palabra.

Lo que dice en el prólogo lo extiende a la obra. Lo posta se halla en las palabras y no


en su representación, no en su materialidad. No la representa por que

Ficción y realidad

Se revela la representación como engaño en tanto la “realidad”, entendida como lo


separado d la ficción en el universo diegético de la obra, va progresviamente invadiendo
el terreno de la ficción. Atravesada la barrer que separa a uno del otro, al espectador de
la obra, se evidencia la relación dialéctica realidad/apariencia, verdad/ficción.

Personajes inmorales - gato

En la representación fra

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