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B
Rodolfo A. Ortega Prado
Ciencias Militares
Ciencia – Arte – Método – Estado Mayor
2º Edición aumentada y corregida
Con prólogo del Director de la Academia de Guerra
Coronel Christian Bolívar Romero
D
1º Edición 2010.
Ejército de Chile.
ISBN: 978-956-332-818-9.
Dedicado a
Tarumim y Samuel
F
I
CONTENIDOS PÁG.
PRÓLOGO
11
Del Director de la Academia de Guerra, coronel Christian
Bolívar Romero
INTRODUCCIÓN 19
CONTENIDOS PÁG.
4.1. Introducción 91
4.2. Karl von Clausewitz y el método 92
4.3. Las ciencias militares y sus métodos 92
4.4. ¿Existe una metodología en la ciencia militar que se
93
asemeje al proceso científico de otras ciencias?
4.5. Métodos en los ejércitos 101
4.6. Mario Bunge y el método militar 105
4.7. El golpe de vista, la ojeada militar o la intuición 107
PRÓLOGO
1 Academia de Guerra, Reseña Histórica 1886-1936, Santiago: Instituto Geográfico
Militar, 1936, p. 5.
AB
tampoco el arte que conforma un todo indisoluble con las ciencias
militares.
Por otra parte, también hay quienes dicen, que las ciencias
militares no existen como tales. El coronel, doctor Peter
Lodewyckx de la Royal Military Academy (Brussels, Belgium) en el
artículo “Defence Sciences: Do They Exist?,9 manifiesta que las
ciencias militares son sólo una combinación de otras ciencias,
utilizadas en un contexto militar para alcanzar objetivos militares
y que esto permitiría a los investigadores militares integrarse en
una red de cooperación científica, que mediante la combinación
7
Prince Cruzat, Sergio, op. cit, p. 14.
8
Ídem, p. 25.
9
Lodewyckx, Peter, (Vice-Rector, Royal Military Academy) “Defence Sciences: Do
They Exist?, p.73. Disponible en: http://www.odbrana.mod.gov.rs/. Ingreso el 15
de julio 2016.
AH
de los resultados y los hallazgos científicos de éstos obtener el
mejor provecho en una perspectiva militar. Para ejemplificar su
aseveración, se refiere a la historia militar y a los asuntos
humanitarios, aduciendo que para comprender y estudiar una
guerra, las cuestiones militares propiamente tal pasan a ser
marginales para comprender sus causas y desarrollo, donde tiene
más cabida la sociología o la politología. Incluso indica, que hasta
los argumentos humanitarios de la guerra provienen de otras
áreas que no son puramente militares y que los militares las han
adaptado a sus fines.
10
Duverger, Maurice, Métodos de las ciencias sociales, Barcelona: Ariel, S.A., 1996,
p. 31.
AI
INTRODUCCIÓN
13
Villamartín y Ruiz, Francisco. Nociones del Arte Militar. Madrid: Editorial Ejército,
1943, p.8.
14
Diccionario Enciclopédico de la Guerra. Madrid: Editorial GESTA, 1958, p.79.
BA
recordar a José Almirante, que luego de analizar diversas
definiciones de guerra e incluir el parecer de acreditados
militares, señaló que no hay ciencia, sino arte de la guerra, y que
este arte posee una parte científica, que puede crearse y
aprenderse; una parte técnica, que el soldado aprende en el
campo de instrucción y algunas veces también en el de la guerra,
y una parte puramente artística que en sus grados inferiores, se
designa por el talento del general, y en sus grados superiores por
el carácter de éste: ambas cosas, como ya he dicho, son dones
que la naturaleza no prodiga sino a sus elegidos, y por esta razón
no pueden ser enseñadas ni aprendidas, como la historia de todos
los tiempos nos lo prueba.15
15
Almirante, José, op. cit., p.542.
16
Von Clausewitz, C. De la Guerra. Madrid: Ediciones Ejército, 1978, p.121.
BB
como las de Rudolf Carnap (1891-1970) y Mario Augusto Bunge
(1919- ).
19
Montt Martínez, Manuel. La Guerra. Su conducción Política y Estratégica.
Santiago: Biblioteca del Oficial, 1955, p.21.
20
Ídem, p.22.
21
Ejército de Chile. Reglamento de Operaciones. Santiago: Comando de Institutos y
Doctrina 2007, p.21.
BD
La ciencia puede adquirirse por el estudio y no exige en el que
la cultiva condiciones superiores a las ordinarias; el arte es
más personal, y por eso no es dado a cualquiera, por mucho
que sepa, llegar a ser un gran caudillo, del mismo modo que
no todo el mundo puede ser un gran pintor o un maestro de la
elocuencia.22
24
Ídem, p.543.
BG
CAPÍTULO I
Mariscal Montgomery.
27
Tamayo y Tamayo, Mario. El proceso de la investigación científica. México D.F.:
Limusa, Noriega editores, 2002, p.15.
28
Gajardo, Paz; Gamba, Susana; Chumbita, Hugo. Diccionario de Ciencias Sociales
y Políticas. Puntosur editores, 1989, p.75.
29
Saumells, Roberto. La Ciencia y el Ideal Metódico. Madrid: Ediciones Rialp, S.A.,
1958, p.13.
BI
1.2. Clasificación de las ciencias
33
Bunge, Mario. La ciencia, su método y su filosofía. Buenos Aires: Ediciones Siglo
Veinte, 1996, pp.9-14.
34
Ídem, p.14.
35
Ídem, pp.16-36.
36
Tienen cabida en la denominación de ciencias o disciplinas fácticas aquellas que
poseen un contenido empírico (conocido), donde todos sus enunciados deben ser
susceptibles de ser confirmados por la experiencia y por ende la verificabilidad es
un criterio para distinguir esta ciencia de otros tipos de saber. El objeto de
estudio de la ciencia fáctica son los hechos, como la historia, la sociología, etc.
CA
En primer lugar, indica que el conocimiento fáctico parte de los
hechos, los respeta hasta cierto punto, y siempre vuelve a ellos.
Se observan los hechos y fenómenos que interesan y se estudian
sin modificarlos, si ello no es posible, los cambios serán objetivos,
nunca arbitrarios.
39
Ídem, p.92.
40
Ídem, p.96.
41
Conocimiento fáctico es aquel que se fundamenta y se limita al conocimiento de
los hechos.
CE
respecto de correlación entre las fuerzas, tecnología y
voluntades.
9
:
42
Kuhn, Thomas S. La estructura de las revoluciones científicas. Madrid: Fondo de
Cultura Económica de España, 2005.
43
En la mayoría de los modelos militares de “apreciaciones de situación” se
contrastan hipótesis o variables que inciden en la solución del problema (situación
– enemigo – terreno – tiempo atmosférico).
DB
observación permite detectar y reunir información sobre un
fenómeno. Los axiomas no requieren demostración, pues se
justifican solos, y sobre estos se construye el conocimiento por
medio de la deducción. El axioma gira siempre sobre sí mismo,
mientras los postulados se deducen de este. Por ende, un
postulado es una proposición razonada que tiene como objetivo
formar parte de una teoría. Las teorías se enuncian para explicar,
predecir y dominar diferentes fenómenos. En muchas
circunstancias, la teoría es vista como un modelo de la realidad.
Una teoría tiene que ser verificable y debe hacer generalizaciones
de observaciones insertas en un conjunto coherente e
interrelacionado de ideas. Algunos ejemplos de teorías: teoría de
la evolución, teoría atómica, teoría del poder aéreo, etc. De igual
forma, muchas teorías han sido refutadas a lo largo de la
historia: teoría de que la tierra es plana, teoría del espacio vital,
etc. (Fig. 2)
44
Villamartín, op. cit., p. 7.
45
Ídem, p. 10.
DD
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46
Ortega Prado, Rodolfo. “Aproximación a la Metodología en la Investigación de la
Historia Militar”. Cuaderno de Difusión Nº 29 año 12. Santiago: Academia de
Guerra del Ejército de Chile, 2009, p.11.
DF
precisión técnica, las escuelas de pensamiento militar vigentes y
su evolución, las tendencias y corrientes de opinión sobre el
empleo de las fuerzas y las armas en el combate y, desde luego,
los enfrentamientos bélicos pero enjuiciados desde un punto de
vista técnico-militar.47 Por consiguiente, en la actualidad el
estudio militar de la guerra no se puede circunscribir solo a las
operaciones militares o al empleo coercitivo de las fuerzas, la
guerra es más que eso y la historia militar también. Ya no basta
saber por dónde se emplearon las fuerzas, es necesario conocer
por qué se resolvió emplearlas en esa dirección y cuáles fueron
las variables que para tal resolución se analizaron.
49
Los principales principios o leyes de la guerra se relacionan con la mantención del
objetivo, economía de los medios, sorpresa, seguridad y ofensiva entre otros. Ver
el texto de Manuel Montt Martínez, La Guerra. Su Conducción Política y
Estratégica, Santiago: Estado Mayor del Ejército, Volumen XVI, 1955.
DI
CAPÍTULO II
EL ARTE MILITAR
56
Taine, Hipólito. Filosofía del Arte. Buenos Aires: El Ateneo, 1944, p.16.
57
Ídem.
EC
teorías sobre la guerra como fenómeno social y político. En el
Libro II, Capítulo III, de su obra De la Guerra, Clausewitz
reflexiona sobre el arte o ciencia de la guerra. Inicia sus
deliberaciones indicando que el objetivo es la ciencia cuando es
mero conocimiento; y el arte cuando es habilidad práctica.
58
Clausewitz, 1994, op. cit, p. 132.
ED
Cuando se trata de creación y de producción, allí está el
dominio del arte; cuando el objetivo es la investigación y el
conocimiento, allí reina la ciencia. Después de todo esto,
resulta evidente que corresponde más hablar de “arte de la
guerra” que de “ciencia de la guerra”.59
59
Ídem, p.133.
60
Los condotieros eran los capitanes de tropas mercenarias al servicio de las
ciudades-estado italianas desde finales de la Edad Media hasta mediados del siglo
XVI. Los condotieros consideraban la guerra como un verdadero arte. Sin
embargo, sus intereses no eran siempre los mismos que los de los Estados a cuyo
servicio estaban. Buscaban riqueza, fama y tierras para sí, y no estaban ligados
por lazos patrióticos a la causa por la que luchaban.
61
Clausewitz, op. cit, p.133.
EE
Una de las principales obras de Evaristo San Miguel es Elementos
del Arte de la Guerra (1826), donde señala que en el arte de la
guerra convergen dos aspectos principales a considerar: primero,
sus principios generales contraídos a su objeto, que es el mismo
en todos los pueblos y en todas las edades: segundo, los medios
e instrumentos de que cada nación se ha valido en diferentes
épocas, para poner en ejecución dichos principios.62 Previo a esta
aseveración, San Miguel indica que jamás el hombre se confió en
solo su valor y en todos los tiempos la efectividad de la fuerza es
la unión, y que esta unión se pierde en los momentos decisivos
de la guerra si las fuerzas no son adecuadamente lideradas.
62
San Miguel, Evaristo. Elementos del Arte de la Guerra. Madrid: Ministerio de
Defensa, 1992, p.43.
63
Ídem.
64
Ídem.
EF
Si el arte de la guerra consistiese solo en saber, o en grandes
rasgos de valor, no sería tan escaso el número de grandes
capitanes con proporción al de los que abrazan la carrera de las
armas; los resultados de la guerra no serían tan inciertos, y las
batallas se podrían calcular exactamente como otra operación,
donde se cuenta con seguros datos. Mas lo que constituye la
dificultad en la materia es precisamente esta mezcla de lo físico
y lo moral, de la instrucción y del valor, de lo exacto y lo
conjetural, de los resultados que son debidos a un buen plan y
los que proporciona meramente la casualidad.65
70
Ídem, p.40.
EI
un Estado, como representación y agente exterior de su poder.71
Además, se indica que el arte de la guerra comprende como
partes principales: la política de la guerra, que nos da la medida y
condiciones de los elementos que hayan de emplearse, la
estrategia, que enseña a mandar las fuerzas del modo más
conveniente a la consecución del fin propuesto, la logística, que
establece la manera de mover y satisfacer las necesidades de
vida de los ejércitos, y por último la táctica, que dispone el modo
de emplear las fuerzas en el choque y sus resultados en la forma
más ventajosa para las fuerzas propias, y más perjudicial para las
opuestas.72
77
Ídem.
78
Según Vicente Martínez el representante más célebre de los doctrinarios fue
Enrique Jomini (1779-1869).
79
Martínez, Vicente, op. cit, p.40.
80
Clausewitz, 1994, op. cit, p.133.
FB
La ciencia y el arte de la guerra tienen, cada cual en su
respectivo campo de acción la misma importancia, y tanto la
una como el otro son indispensables para la buena dirección y
ejecución de las operaciones.81
81
Martínez A., op. cit, p.46.
82
Kaplan C., Óscar. Diccionario Militar. Santiago: Instituto Geográfico Militar, 1944,
pp.53-54.
FC
sentimiento estético y la inteligencia. Conjunto de preceptos y
reglas necesarios para hacer bien una cosa.
85
Borreguero Beltrán, Cristina. Diccionario de Historia Militar. Ariel, 2000.
86
Clausewitz, Karl, op. cit., p.134.
FF
artes fruto de la observación y de la experiencia, concluyendo
que, la guerra es una ciencia y un arte.87
90
Téllez, Indalicio. Lautaro. Santiago: Instituto Geográfico Militar, 1933, p.86.
91
Black, Jeremey. Grandes Líderes Militares y sus campañas. Barcelona: Blume,
2008, p.22.
FI
Se ha dicho que a partir de Alejandro ya nunca sería igual la
guerra. Llevó el arte de ella hasta un nivel de complejidad que
raramente sería igualado, y aún más raramente excedido, a lo
largo de los 2000 años que transcurrieron desde sus días
hasta los de Napoleón.92
92
Martínez Teixido, Antonio. Enciclopedia del Arte de la Guerra. Barcelona: Planeta,
2001, p.55.
G@
arte de emplear las fuerzas militares, es posible según los
historiadores, que no exista otro similar.
94
González Salinas, Edmundo. “Napoleón Bonaparte y la validez permanente de sus
enseñanzas militares”. Memorial del Ejército de Chile Nº 350. Santiago: Estado
Mayor General del Ejército, 1969, p.77.
95
González Salinas, Edmundo. “Napoleón Bonaparte y el arte de la conducción”.
Memorial del Ejército de Chile Nº 378. Santiago: Estado Mayor General del
Ejército, 1974, p.51.
GB
genialidad militar y política al señalar que la mejor demostración
de la grandeza, del concepto de la sublime dignidad de Napoleón,
queda demostrada en la última escena del drama de su
majestuosa vida. Salvatierra dice que podemos resumir la
impresión general de la vida del héroe, del enorme poderío que
tuvo en sus manos, del vasallaje absoluto de millares de hombres
al poder formidable de su voluntad, a su capacidad sobrehumana,
inagotable de trabajar jornadas de más de cuarenta horas
continuadas y cuyo único descanso consistía en el cambio de la
actividad que desarrollaba, la presencia de millares y millares de
ciudadanos que lo vitoreaban, el cálido afecto de sus soldados,
que lo envolvía con sentimental varonilidad, el estruendo de las
batallas, las grandes discusiones de Estado, cabezas coronadas a
sus pies, y de repente, todo ese inmenso mundo bullente
desaparece y queda el vacío, el silencio espantoso, la soledad
más cruel, la vigilancia más persistente, día y noche, y la fría
estulticia de que un sueño o, con más propiedad, una necesidad
de su imaginación.96
96
Salvatierra, Aníbal. “Un estudio sobre la personalidad de Napoleón”, Memorial del
Ejército de Chile Nº 288. Santiago: Estado Mayor General del Ejército, 1959,
p.125.
97
Martínez Teixido, op. cit. 197.
GC
legítimo orgullo de la humanidad porque marca el nivel de
perfección a que pueden llegar sus creaciones más sublimes.98
98
Ídem, p.130.
GE
CAPÍTULO III
TÁCTICA Y ESTRATEGIA
104
Black, Jeremy, op. cit., p.8.
105
Ortega Prado, Rodolfo. Historia Militar de las Virtudes del Ejército Chileno.
Santiago: Departamento Comunicacional del Ejército de Chile, 2008, p.262.
106
Ídem.
107
Ídem.
GI
asegurar el apoyo necesario en el ámbito nacional o internacional
y distribuir eficientemente los recursos entre los diferentes
frentes de la campaña.108
108
Ídem, p.11.
109
Mordaco, Henri. La Estrategia (1912). Traducida del francés por el Capitán Jorge
Carmona. Santiago: Editorial Lautaro, 1927, p.5.
H@
A modo de síntesis, el general Rattenbach señala diez aspectos
comunes de la estrategia moderna: 1) la estrategia no es más
una disciplina aislada y autosuficiente. Inscrita en el campo de la
futurología, dentro del área ejecutiva de la programación y el
planeamiento y ubicada entre la política (como nivel inmediato
superior) y la táctica (como nivel inmediato inferior); 2) es una
antigua herramienta de lucha que se proyecta hacia el futuro y
que aporta a modelarlo o, por lo menos, a caracterizarlo en
aspectos de importancia; 3) se aplica en cualquier área o campo
de la actividad humana donde haya un conflicto, contraposición
de voluntades y objetivos encontrados e irreconciliables; 4) es
también un método de pensamiento que permite clasificar y
jerarquizar, para luego escoger los procedimientos más eficaces;
5) es de naturaleza específica, por tal motivo requiere, para su
aplicación, disponer del especialista correspondiente (estrategas);
6) es una disciplina relacional y aplicativa, que debe actuar
agresivamente en el espacio tetradimensional que encierra la
realidad; sus efectos se miden por su eficacia y sus bondades,
por la flexibilidad, adaptabilidad y grado de creatividad que es
capaz de poner en evidencia; 7) por sus características se ubica a
mitad del camino entre la concepción generalizante de la política
y la especialización técnica que caracteriza a la táctica; 8) la
estrategia moderna aprovecha muy relativamente las
experiencias pasadas y las vivencias históricas, desde el
momento que debe afrontar circunstancias rápidamente
cambiantes e inéditas; 9) para su ejercicio requiere de un técnico
(estratega) que no sólo domine al más alto nivel su especialidad,
sino que debe ser capaz de luchar en su campo específico con
imaginación, intuición y audacia, y 10) la estrategia puede aspirar
a objetivos utópicos sin que ello resienta su naturaleza y
esencia.110
114
Ídem, p.441.
115
Ídem. pp.970-1006.
HC
guerra para marchar por esas líneas o tomar esos puntos; la una
es el alma, la inteligencia; la otra es el cuerpo, la forma visible y
palpable; en el arte bélico como en todos, el artista ha de tener
sentimiento y ejecución; y el sentimiento es aquí la Estrategia, la
ejecución, la Táctica.116
116
Citado por Munilla Gómez, Eduardo. Introducción a la Estrategia Militar Española.
Madrid: Servicio de Publicaciones del EME, 1984, pp.39-40.
117
Montt Martínez, Manuel. La Guerra, Su Conducción Política Estratégica. Santiago:
Biblioteca del Oficial, 1955, p.18.
118
Baquer, Miguel Alonso. ¿En qué consiste la estrategia? Madrid: Ministerio de
Defensa, 2000, pp.43-44.
HD
estrategia el uso de los encuentros para alcanzar el objetivo de
guerra:
119
Clausewitz von Karl, op. cit., p.109.
HE
siglos después de haber sido escrito, como una valiosísima ayuda
para el arte de hacer la guerra.120
120
Sun Tzu. El arte de la guerra de Sun Tzu. Taipei: Great Publication Co., LTD.,
1986, p. XIV.
121
Ortega Prado, Rodolfo. Escenario y Estrategia. Santiago: Academia de Guerra,
2010, p.207.
122
Martínez A., Vicente, op. cit., p.39.
123
Montt Martínez, op. cit., 1955.
124
Ídem, p.91.
HF
En la II parte de su obra, que denomina Conducción de la Guerra,
incluye un capítulo que trata sobre los principios de la guerra.
Manuel Montt indica que éstos son una materia difícil de tratar
por los diferentes criterios que al respecto existen y advierte:
125
Ídem, p.91.
126
Ídem, p.104.
HG
como resultado de las experiencias positivas y negativas de
destacados capitanes.
128
Martínez A., Vicente, op. cit., p.42.
129
Karl Von Clausewitz. De la Guerra, Buenos Aires: Ediciones Mar Océano, 1960,
pp.171-173.
HI
de él más que las cenizas, se la retira y se la reemplaza por
otra.130 En el combate moderno, a diferencia del antiguo, también
existe una concepción de la maniobra táctica, aunque por
general, en comparación con la estrategia, existen espacios y
tiempos considerablemente más reducidos para su concreción.
130
Ídem, p.170.
131
Martínez A., Vicente, op. cit., pp.84-85.
132
División de Doctrina. El Ejército y la Fuerza Terrestre (DD-10001), Santiago:
División de Doctrina del Ejército de Chile, 2005, p.128.
IA
CAPÍTULO IV
MÉTODO MILITAR
133
Karl von Clausewitz, op.cit, p.136.
134
Ídem, p.137.
IC
militares y no las formas (tácticas y estrategias) para realizar
determinadas operaciones militares:
Hugo Cerda Gutiérrez señala que uno de los problemas que debe
enfrentar un investigador es la gran cantidad de métodos,
técnicas e instrumentos que existen como opciones, los cuales a
la vez integran un número ilimitado de paradigmas o escuelas de
pensamiento relacionado.145 Por su parte, César Augusto Bernal
indica que se entenderá como método científico al conjunto de
postulados, reglas y normas para el estudio y solución de los
problemas de investigación: el método científico se refiere al
conjunto de procedimientos que, valiéndose de los instrumentos
o las técnicas necesarias, examina y soluciona un problema o
conjunto de problemas de investigación.146 R. Sierra indica que el
método es un conjunto de trámites, fases o etapas: consiste en
formularse interrogantes sobre la realidad del mundo y de los
hombres, basándose en la observación y en las teorías ya
existentes; en anticipar soluciones a estas cuestiones y en
contrastar, con la misma realidad, dichas soluciones previas o
hipótesis, mediante la observación de los hechos, su clasificación
y su análisis.147
144
Suárez, Federico, op. cit., p.50.
145
Gutiérrez Cerda, Hugo. La investigación total. Bogotá: Magisterio, 2000, p.7.
146
Bernal, César Augusto, op. cit., p.55.
147
Sierra Bravo, op. cit., p.30.
IG
De igual forma, R. Sierra Bravo –coincidente con otros autores–
propone las etapas de un proceso metodológico de investigación
científica, que resume de la siguiente forma:148
148
Ídem, p.37.
IH
R. SIERRA BRAVO SECUENCIA MILITAR
Establecimiento de las conclusiones
resultado de la investigación.
Recomendaciones y conclusiones.
Extender las conclusiones y
generalizar los resultados.
149
Bunge, Mario, La Ciencia, su método y su filosofía, Buenos Aires: Siglo XXI, 1990,
p.12.
150
Arias Galicia, Fernando, Introducción a la metodología de la investigación en
ciencias de la administración y del comportamiento, México: Trillas, 1991.
151
Hernández Sampieri, op.cit., p.63.
152
Saumells, Roberto, op. cit, p.13.
II
En ese contexto, en el Reglamento de Planificación del Ejército153
se indica que las operaciones militares son inciertas e
impredecibles y que el proceso de planificación militar permite
visualizar un resultado deseado: el espectro de las operaciones
exige un enfoque flexible a la planificación que adapte los
métodos de planificación a cada situación. Un proceso de
planificación organiza el pensamiento de los comandantes y del
estado mayor, mientras apoya sus visiones e iniciativa.154 En el
mismo reglamento y al referirse a la ciencia de la planificación, se
dice que esta incluye todos los aspectos de las operaciones: los
planificadores dominan el aspecto científico de las operaciones
militares para entender las restricciones físicas y legales, sobre
las cuales operan las unidades.155
160
Suárez, Federico, op. cit, p.25.
A@B
necesario ir resolviendo situaciones que van surgiendo y que son
propias de la incertidumbre que reina en un campo de batalla.
5. Comparación
Se comparan los cursos de acción. Se
Establece un orden de importancia para
los cursos de acción con respecto a cada
Introducción de conclusiones en la consideración. Generalmente, una matriz
teoría de decisión apoya la comparación.
-Comparación de las conclusiones con
las predicciones. 6. Recomendaciones y conclusiones
- Reajuste del modelo. Recomendar el curso de acción que preste
-Sugerencias acerca del trabajo mejor apoyo desde la perspectiva
ulterior. específica del estado mayor. Enumerar los
problemas, deficiencias y riesgos, con las
recomendaciones para reducir sus
impactos.
162
Bunge, Mario, op. cit., pp.62-64
163
Ejército de Chile, Reglamento de Planificación, op. cit., p.147.
A@G
De la comparación entre la pauta de investigación científica que
propone Mario Bunge (capítulo II ¿Cuál es el método de la
ciencia? de su obra La ciencia su método y su filosofía) y la pauta
que comprende el método de apreciación que utilizan los militares
(todos los métodos y procedimientos que utilizan los militares,
que son diversos y profusos, están estandarizados y
protocolizados en reglamentos y manuales), es posible observar
las similitudes en sus formas y fines, tal vez donde se advierte
una disonancia es en la construcción de un modelo teórico, que
según Bunge es la invención de suposiciones pertinentes y
enunciados de ley que pueden amoldarse a los hechos
observados, y que en caso militar, se podría relacionar con la
definición de los criterios de evaluación de los cursos de acción. El
resto de la propuesta de Bunge –con las salvedades e
interpretaciones correspondientes– es totalmente aplicable en el
método militar.
174
Ídem.
175
Chandler, David. Las campañas de Napoleón. Un emperador en el campo de
batalla de Tolón a Waterloo (1796-1815), Madrid: La Esfera de los libros, (2º
Edición), 2005.
176
Ídem, p. 45.
177
Ídem (c/t).
AAC
El ruso, general Serguéi Shtemenko, señala que el estratega debe
acostumbrarse a orientarse y a tener golpe y vista militar. Como
también que dentro de las cualidades del estratega debe poseer
un talento poco común, gran conocimiento de los asuntos
militares, voluntad férrea, decisión y firmeza en la consecución
del fin propuesto. Además indica:
181
Rojo, Vicente. Elementos del Arte de la Guerra, Madrid: Ministerio de Defensa,
1988.
182
Ídem, p.235.
AAE
contemporáneos más citados y productivos del último tiempo,
Mario Bunge dice:
183
Bunge, Mario, Intuición y Razón, Buenos Aires: De bolsillo, 2005, p. 12.
184
Ídem.
185
Ídem, p. 124.
AAF
Llevado esto a los asuntos militares y particularmente a las ideas
de los tratadistas, cabría indicar, en el contexto de M. Bunge, que
la intuición en asuntos militares no tiene cabida y que esas
expresiones que identifican a determinados personajes como
poseedores de ciertas habilidades para saltarse un método de
razonamiento y adoptar decisiones acertadas, no es más que la
experiencia y talento dejados de manifiesto para interpretar en
forma adecuada y rápida los indicativos convergentes en la
decisión, incluyendo los que se desconocen, como las voluntades
que se oponen. Sería en extremo peligroso, que un comandante,
sobre todo mientras más alto sea el nivel de éste, tome
decisiones por intuición y omita los métodos y procesos para tales
fines. Esto es tan complejo, que al fin de cuentas, aunque
aceptada la intuición como acepción, ésta es sólo aparente, el
razonamiento que distingue al ser humano no la deja vivir.
186
Ídem, p. 193.
AAG
CAPÍTULO V
ESTADO MAYOR
189
Faldella, Emilio. El Ejercicio del Mando y los Estados Mayores en Prusia, en
Alemania y en Francia. Bogotá: Ministerio de Guerra, Biblioteca del Oficial, 1939,
p.7.
190
En Chile el Estado Mayor General del Ejército fue creado el 15 de septiembre de
1820.
AAI
En general, el método empleado por los franceses seguía una
clara orientación napoleónica y se sustentó en la originalidad y
concordancia de esfuerzos, secreto, sorpresa y rapidez de las
operaciones, pero a la vez restringía la iniciativa en los
subordinados. El método prusiano se validó en el cambio de
ideas, que se denominó “Conferencia del Estado Mayor”, en el
cual los distintos puntos de vistas de los especialistas del estado
mayor le permitían al comandante adoptar la decisión más
conveniente.191
191
Algunos historiadores indican que la aplicación de este método por el ejército
alemán en 1870, fue debido a que las tropas estaban mandadas por “príncipes”,
que poseían escaso conocimiento de los asuntos de la guerra, por lo cual la
relación que mantenían con el estado mayor era de gran conveniencia para sus
fines.
AB@
para conformar modelos de análisis concordantes con la compleja
forma de conducir la guerra.
192
Villamartín, op. cit.
ABA
situación exigen del jefe una apreciación inmediata de la
situación.193
193
Galkine, M., “La aptitud del jefe para pensar (Traducción de Sergio Rojas
Brugues)”. Memorial del Ejército de Chile Nº 346. Santiago, 1968, p. 44.
194
División de Doctrina, RDO-20001, op. cit, p. 13.
ABB
En directa relación con la táctica militar, el área de la planificación
incluye todos aquellos aspectos que tienen que ver con las
capacidades de las diferentes unidades según su conformación,
entrenamiento y medios disponibles, las técnicas propias de cada
arma y servicio, y cualquier procedimiento cuantificable, como
por ejemplo, calcular el tiempo que requiere una unidad para
subir una colina o los efectos que tendrá en las tropas el clima o
fuego de las armas de apoyo.
196
Martínez A., Héctor. “La enseñanza del Servicio de Estado Mayor en la Academia
de Guerra, Escuelas y Armas”. Memorial del Ejército de Chile Nº 183, Santiago,
1942, p. 2003.
ABD
solución de problemas implica el análisis subjetivo de las
variables que, en muchos casos, no pueden ser medidas
fácilmente. El liderazgo y la moral, por ejemplo, son difíciles de
medir, pero pueden desempeñar un papel crítico en el desarrollo
de soluciones para resolver un problema. Quienes se dedican a la
solución de problemas y a la toma de decisiones hacen
estimaciones subjetivas de dichas variables, basadas en hechos y
conjeturas y en sus probables efectos en el resultado.197
197
División de Doctrina, RDO-20001, op. cit, p. 15.
ABE
Además, es propio en el método de Estado Mayor, su
escalamiento desde lo general a lo particular, entre lo estratégico
y lo táctico.
198
Pontillo Juan, Mauricio y Garay Vera, Cristian, “Pensamiento de Estado Mayor en
Chile; una visión retrospectiva, Memorial del Ejército de Chile Nº 464, 2000,
p.121.
ABF
PROCESO GENERAL DE PLANIFICACIÓN EN LOS ESTADOS MAYORES
ETAPAS DEL ACTIVIDADES GENERALES QUE SE REALIZAN
PROCESO
Se recibe la tarea asignada y se inician las actividades
de preparación del grupo de trabajo en la actualización
y desarrolló de las apreciaciones que a cada integrante
del estado mayor le compete. La tarea puede provenir
Iniciación de un nivel superior o derivarse de algunas de las
acciones en curso y para la cual el estado mayor ha
efectuado una planificación previa. Por ello el proceso
de planificación está permanentemente
retroalimentándose.
En esta etapa se determina qué se tiene que hacer para
cumplir la tarea o misión asignada. Además, se analizan
los condicionantes tales como: objetivos y estado final
deseado del superior, limitaciones, presunciones,
fortalezas y debilidades, determinar los centros de
Orientación gravedad, especificación de los puntos decisivos, tareas
implícitas, objetivos propios, estado final deseado y
criterios de éxito, estimación del riesgo y análisis inicial
de la estructura de las fuerzas. Esta etapa finaliza con
las orientaciones y direcciones que requiere el estado
mayor para la fase siguiente.
Esta etapa se inicia con una revisión de las
orientaciones y direcciones obtenidas en la fase
anterior. Se realiza el desarrollo, confrontación y
Desarrollo del comparación de las posibles soluciones (cursos de
concepto acción). Posteriormente, el estado mayor recomienda
una solución o curso de acción; a continuación, el
comandante aprueba una solución, y luego se publica la
guía final de planificación.
El estado mayor transforma la solución en un claro y
Desarrollo del plan conciso concepto para llevar a cabo la operación militar
correspondiente (plan), se aprueba y difunde.
El estado mayor procede a revisar y efectuar una
evaluación del plan. La revisión se efectúa tanto a los
Revisión del plan planes en ejecución como aquellos que se encuentran
vigentes. Se evalúa el plan y si es necesario, se reinicia
el proceso desde la fase orientación.
ABG
Se insertan en este proceso de planificación las “apreciaciones del
estado mayor”, que constituyen el medio por el cual concurre el
Estado Mayor al proceso de planificación militar:
199
División de Doctrina, Reglamento de Planificación RDO-20001, op. cit., p. 145.
ABH
Comúnmente se realizan apreciaciones de lo siguiente:
Apreciaciones de operación.
Apreciación de personal.
Apreciación de inteligencia.
Apreciación de logística.
Apreciación cívico-militar.
Apreciación de comunicaciones.
Apreciación de operaciones de información.
COMENTARIOS FINALES
201
Foch, Ferdinad, La Dirección de la Guerra, Paris: Editorial Franco-Ibero-
Americana, s/a., p.3.
202
Martínez A., Vicente, op. cit., p.46.
ACC
Haciendo mención a las ciencias aplicadas y con el propósito de
hacer una diferenciación entre arte y ciencia, Mario Augusto
Bunge señala que, si el arte significa un vínculo con la
experiencia, destreza, imaginación, visión y habilidad para
realizar deducciones de tipo no analítico, entonces no sólo son
artes la medicina, la pesquisa criminal, la estrategia militar, la
política y la publicidad, sino también toda otra disciplina. Por
consiguiente dice Mario Bunge:
203
Mario Bunge, op. cit., pp.61-62.
204
Ídem, p.62.
ACD
recogiendo una herencia de no interrumpidos desastres, lo llevó
hasta su muerte, de victoria en victoria, sin conocer jamás el
polvo de la derrota (…..) no contaba con el más mínimo bagaje
de conocimientos; carecía de armas apropiadas para vencer al
enemigo, y sin embargo, venció, venció siempre y murió
invicto.205 La figura de Lautaro podría constituirse en la antítesis
de las aseveraciones que dicen que los líderes se hacen, o que la
enseñanza de los principios de la guerra forma a los grandes
capitanes:
205
Tellez, Indalicio. Historia de Chile, op. cit., p.101.
206
Montgomery, Vizconde de Alamein. Historia del Arte de la Guerra. Madrid:
Editorial Aguilar, 1969, p.25.
207
Tellez, Indalicio. Historia de Chile, op. cit., p.102.
ACE
Lautaro tenía un problema, y observó el empleo que hacían de las
armas los españoles, analizó sus tácticas, aprovechó el terreno,
ideó nuevas armas que contrarrestaran la eficacia de las
hispanas, y el conocimiento obtenido lo unió a su audacia y
valentía, luego vino lo esperado, la victoria. Este ejemplo de
Lautaro es una clara demostración de la convergencia de la
ciencia y el arte en la conducción ejercida por un líder, que en
estado primitivo, obtuvo la información y aplicó habilidades
conducentes a la victoria. Por ende, la habilidad de los líderes
militares, para conducir a las fuerzas en la batalla, es en esencia
el arte militar.
208
Montgomery, op. cit., p.19.
ACF
De paso, pareciera que la historia militar solo recuerda a los
máximos conductores de las fuerzas en las batallas, y en muchas
ocasiones olvida a mandos en puestos inferiores, que
contribuyeron notablemente al éxito obtenido, incluso se relega a
las disciplinadas y valientes tropas que sufrieron directamente el
efecto de las armas. Esto sucede porque los líderes son
responsables de las derrotas y victorias, y estos saben que para
lograr la victoria es fundamental conquistar las voluntades de las
tropas. Las tropas se entregan a los designios de la guerra
sabiendo que la propia vida está de por medio, y que el
comandante, líder o capitán, es el encargado, no tan solo de
lograr la victoria, sino de preservar la propia vida. El momento
decisivo de la batalla es coincidente con el crucial donde el
soldado siente el natural temor de perder la vida, en ese instante,
sublime según algunos, soldados y capitanes son uno solo, y
exige del líder el máximo de sus habilidades para mantener el
ímpetu del esfuerzo o la voluntad de continuar la guerra. Esta
destreza que deberá demostrar el capitán, siempre estará más
cerca del arte de la guerra.
209
Meckel, Jacob., Curso Elemental de Táctica, traducción del Capitán Juan Mac-
Lean, Santiago: Imprenta, Litografía y encuadernación Barcelona, 1901, p.7.
ACG
posicionarse en la jerga militar. Almirante, a mediados del siglo
XIX señala:
210
Almirante, José, Estudios Militares Antología, op. cit., p.27.
211
Ídem.
212
Ídem, p.32
ACH
planificación, preparación y ejecución necesarias.213 Por su parte,
la táctica es aquella que ejerce el comandante sobre unidades
mediante un control estrecho de las acciones tácticas que
desarrollan sus órganos de maniobra y unidades subordinadas; se
restringe la libertad de acción, se asignan objetivos cercanos,
plazos reducidos y estrictas medidas de coordinación y control,
pero sin afectar la iniciativa del comandante táctico.214 En ambas,
estrategia y táctica, tienen cabida la ciencia y el arte militar.
213
Ministerio de Defensa Nacional, Libro de la Defensa Nacional de Chile, Santiago:
Ministerio de Defensa, 2010, p. 172.
214
División de Doctrina, Reglamento de Operaciones (RDO-20001), Santiago:
Ejército de Chile, 2009, p.122.
215
Bernal, César Augusto, op. cit., p.69.
ACI
de construir. La aplicación de los modelos de apreciación militar
(sus métodos de investigación o para solucionar problemas
militares) poseen la particularidad de incluir las variables
dominantes en cualquier investigación militar: el escenario, las
propias fuerzas y las fuerzas que se oponen. Además, estos
mismos modelos, que preferentemente obedecen a un esquema
cartesiano, incluyen la recreación (experimentación) de los
recursos que se oponen, donde también la habilidad (arte) de los
investigadores es preferente.
//- //
AD@
ADA
BIBLIOGRAFÍA