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UNIVERSIDAD ESTATAL DE BOLIVAR

UNIDAD DE NIVELACIÓN INSTITUCIONAL

FACULTAD DE CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN.

CARRERA:

EDUCACIÓN BÁSICA “A”

MATERIA:

INTRODUCCIÓN A LA DIDÁCTICA GENERAL.

TEMA:

TRABAJO DE INVESTIGACIÓN

ESTUDIANTE:

CÓRDOVA LEÓN KEVIN ALEXANDER

AÑO LECTIVO:

ABRIL-AGOSTO 2019

FECHA:

SÁBADO, 11 DE MAYO DE 2019


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EL CONOCIMIENTO Y LA COMUNICACIÓN

La organización de la nueva sociedad actúa más allá del organismo corporal, que conoce cada

una de sus partes, su estado y sus potencialidades, y lo más importante, genera conocimiento. Es

un organismo inteligente, que se reconoce permanentemente para crecer de manera continua, no

sólo en los beneficios económicos sino en cada una de sus partes, que a su vez pueden

convertirse en una organización.

Este conocerse a sí mismo permite reconocer un sujeto natural de la organización: la persona

humana. Que entrega como aporte a la organización sus ideas, más que su fuerza, en beneficio de

todos los miembros (Polo, 1993, p. 124).

Esta persona encuentra un escenario ideal en esta organización para el ejercicio de su libertad,

donde su criterio profesional, la responsabilidad de su convicción y la confianza mutua son los

nuevos elementos que permiten la conformación de una cultura del prestigio fundamentada en su

propia producción intelectual para el beneficio de la organización. Esta nueva cultura evoluciona

de la mera satisfacción de las necesidades del empleado, y va más allá de las acciones

unilaterales de la motivación por la empresa. Se trata del reconocimiento de la organización de la

facultad superior de la inteligencia de cada persona, devolviendo su dignidad humana a cada una

de ellas.

Esta nueva organización del conocimiento reconoce que la unidad corpórea de la persona,

cuerpo y espíritu, es indivisible. En cuanto al cuerpo, inteligencia y fuerza son complementarios

para la unidad, cabeza y tronco se requieren para su acción.


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En cuanto al espíritu, el sentido y la convicción de sus creencias son el motor de sus acciones.

La pérdida de cualquiera de estos elementos constitutivo desequilibra la unidad corpórea

(Melendro, 1999, pp. 35-43).

El conocimiento ha permitido en la dimensión individual que las personas se conozcan mejor

a sí mismas y entre sí. Ha permitido que reconozcan sus actos y sus implicaciones sociales. Y en

su dimensión social, ha permitido el progreso de la organización, de sus miembros y de las

naciones.

Siguiendo a Lawrence, el conocimiento permite que las sociedades sean mejores y progresen.

El conocimiento se transmite y lo que alguien conoce algún día se conocerá por todos, o por

otros. “Sin embargo, el conocimiento no es un recurso empresarial. Es un recurso social

universal. No puede mantenerse en secreto por mucho tiempo. Lo que un hombre ha logrado,

otro hombre puede lograrlo nuevamente” (Lawrence, 1973, p. 16).

LA COMUNICACIÓN COMO NECESIDAD

La comunicación es el intercambio de toda clase de opiniones y noticias, mediante el habla, la

escritura, el sonido, la imagen u otros tipos de señales, para que el emisor (medios de

comunicación) envíe un mensaje al receptor (ciudadanía) y este lo procese para su conocimiento

y utilización de la información recibida a nivel interno y externo de un país.

Sin la comunicación no existirían los grupos humanos y las sociedades, ya que difícilmente se

podría proyectar y planificar una investigación o estudio en un campo cualquiera del

comportamiento humano, por cuanto la comunicación es el proceso social fundamental para el

desarrollo profesional de las personas y económico de las empresas de un país.


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Los principios de la comunicación permiten conocer sobre la habilidad que se comparte con

las personas en la sociedad y en los negocios. La palabra del hombre ha creado su mundo, sus

herramientas y derechos; normas y leyes que le ayudarán a adaptarse al entorno moderno que ha

creado. El efecto de conversión de la comunicación se produce cuando está ligada con la

persuasión, ambas son elementos de cambio social en las opiniones y creencias del público, y se

presentan sobre todo en aspectos “consumistas y políticos” cuando se trata de guiar a los

auditorios hacia objetivos predeterminados. Algunos de los factores que contribuyen a los

procesos de conversión y de persuasión son: grupos y normas aceptadas y practicadas por los

mismos grupos, la influencia de imagen hacia la masa social, y la persuasión empleada. La

influencia de la comunicación en la sociedad en unos casos resulta beneficiosa, sin embargo, en

otras ocasiones, puede tener un efecto perjudicial; así lo afirmó Juan Pablo II, cuando expresó

“...los medios tienen una utilidad indiscutible, pero no deben engañarnos ni adueñarse de nuestra

vida”. Por lo que los medios de comunicación deben satisfacer las necesidades de una nación y

de sus habitantes, ya que son la base fundamental en un sistema democrático moderno.

Reflexionemos; ¿la comunicación es una necesidad de una nación y de sus habitantes? ¿La

comunicación es la base fundamental de un sistema democrático moderno? ¿La comunicación

puede estar influenciada por el poder político y económico de una nación? ¿Sin comunicación

puede haber desarrollo económico y bienestar ciudadano?

LA NECESIDAD EDUCATIVA

En este primer subtema, se estudiará uno de los conceptos más revolucionarios, que es vital

para comprender las diferencias presentadas en las aulas, las necesidades educativas especiales

(NEE). El término NEE aparece por primera vez en el Informe Warnock (1978). En ese momento
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histórico, lo usual era utilizar un lenguaje negativo e hiriente para referirse a las personas con

discapacidad.

En este informe se recomienda abandonar el lenguaje y las prácticas referidas al déficit de la

persona, pues no aporta información que permita apoyar el proceso educativo sino, más bien,

enfatiza en las carencias. Lo adecuado es definir las necesidades educativas respondiendo qué,

cómo, cuándo y con qué recursos aprende.

Necesidades educativas comunes:

Las necesidades educativas comunes son aquellas que comparten todas las personas. Este tipo

de necesidades se componen de los aprendizajes esenciales para el desarrollo personal y la

socialización. Por lo tanto, están expresadas dentro del currículo regular.

Necesidades educativas individuales:

Todas las personas nos enfrentamos a los aprendizajes establecidos en el currículo con un

bagaje diferente de experiencias, por lo tanto, lo hacemos de manera distinta. Duk (2003) afirma

que las necesidades educativas individuales se refieren a las diferentes capacidades, intereses,

ritmos y estilos que influyen en el proceso de aprendizaje, haciendo que este sea único e

irrepetible.

Estas necesidades pueden ser apoyadas por acciones para dar respuesta a la diversidad, como

por ejemplo: organización del aula de manera que permita la participación y la cooperación, dar

alternativas de elección sobre las actividades desarrolladas, variedad de actividades (trabajo

individual o cooperativo), uso de materiales diversos, facilitar más tiempo para el desarrollo de
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las actividades o la evaluación, graduar los niveles de exigencias en la consecución de los

objetivos de la lección, entre otras.

Necesidades educativas especiales (NEE):

Este tipo de necesidades no pueden ser apoyadas con los medios y los recursos metodológicos

habituales que se utilizan para responder a las diferencias individuales de la población

estudiantil, porque requieren ajustes o medidas pedagógicas distintas. Las NEE no se definen por

las categorías diagnósticas tradicionales, sino por los distintos apoyos y recursos pedagógicos,

tanto materiales como humanos, utilizados para facilitar el desarrollo personal y el proceso de

aprendizaje.

Anteriormente, se ha planteado el tema de las necesidades educativas desde las últimas

corrientes a nivel internacional, en el sistema educativo costarricense la Ley 7600, Título I,

Capítulo I: Disposiciones generales, Artículo 2 Definiciones, expone que una necesidad

educativa especial es la “Necesidad de una persona derivada de su capacidad o de sus

dificultades de aprendizaje” (Asamblea Legislativa, 1996). Por su parte, el documento Políticas,

Normativa y Procedimientos para el Acceso a la Educación de los Estudiantes con Necesidades

Educativas Especiales, define que el estudiante con NEE.

EL PENSAMIENTO REFLEXIVO

Dewey (1989) entiende por pensamiento reflexivo: «el tipo de pensamiento que consiste en

darle vueltas a un tema en la cabeza y tomárselo en serio con todas sus consecuencias» (p. 21), es

decir, «el examen activo, persistente y cuidadoso de toda creencia o supuesta forma de

conocimiento a la luz de los fundamentos que la sostienen y las conclusiones a las que tiende»
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(p. 25). Este concepto de reflexión ha de ser una condición básica para entener la profesión

docente en una educación inclusiva como una práctica profesional habitual.

El objeto:

Es condición indispensable que se den ciertas condiciones para hablar de reflexión en el ser

humano. Para ello, este autor señala que curiosidad, sugerencia y orden, son tres peculiaridades

del pensamiento reflexivo, indispensables para que exista un proceso de enseñanza-aprendizaje

adecuado. La curiosidad, innata en los seres humanos, no es algo que pueda enseñarse, pero su

desarrollo depende de la forma en que es presentada la información a quien deseamos que

aprenda, abriendo la posibilidad de encontrar soluciones por uno mismo. La sugerencia, es decir,

todas las ideas, los métodos, las estrategias, las experiencias. Todo debe ser considerado

sugerencia en la medida que «invite» a desarrollar en el futuro maestro la posibilidad de

encontrar por sí mismo respuestas a los interrogantes de su pensamiento reflexivo, en relación

con la enseñanza y su profesión. Y, por último, el orden, donde el pensamiento reflexivo implica

secuencialidad, continuidad y ordenamiento de las sugerencias. Estas tres condiciones

constituyen el objeto de la reflexión.

El proceso:

El pensamiento reflexivo es, según Dewey (1989), a) un estado de duda, de vacilación, de

perplejidad que origina el pensamiento; y, b) un acto de búsqueda, de caza, de investigación, para

encontrar algún material que esclarezca esa duda, que disipe la perplejidad. La construcción de

un proceso de reflexión conducente a la construcción del conocimiento, desde esta óptica,

implica el desarrollo de una serie de fases, establecidas entre dos límites: 1) una etapa pre-

reflexiva, en la que se plantea el problema que hay que resolver y de la que surge la pregunta que
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la reflexión ha de responder; y, 2) una situación final, en la que la duda se ha resuelto y «de la

que se deriva la experiencia directa de dominio, satisfacción y goce» (p. 102), o etapa post-

reflexiva. Las fases a las que nos referimos son las comprendidas entre ambos extremos y que, de

modo esquemático, son las siguientes:

Sugerencias, en las que la mente salta hacia adelante en busca de una posible solución, en las

que se establece la ocurrencia de una dificultad sentida.

Definición de la dificultad en términos de enunciado de un problema, entendiendo por

«problema» la cualidad emocional que nos predispone a interrogar la práctica y que nos orienta a

la acción (buscar una respuesta).

El uso de una sugerencia tras otra como idea conductora o hipótesis para iniciar y guiar la

observación y otras operaciones de recogida de material objetivo, o lo que es lo mismo,

ocurrencia de una explicación sugerida o solución posible.

La elaboración mental de la idea, o razonamiento en el sentido estricto del término.

Comprobación de hipótesis mediante la acción real o imaginada.

Las actitudes:

Finalmente no podemos dejar de lado que para que todo esto pueda ponerse en práctica

necesita de unas actitudes propias que faciliten este proceso reflexivo:

Apertura de pensamiento: «un deseo activo de escuchar a más de una opinión, de analizar los

datos con independencia de la fuente, de prestar atención, sin remilgos, a las posibilidades
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alternativas, de reconocer la posibilidad de error incluso en nuestras creencias más arraigadas»

(p. 43).

Responsabilidad: «Ser intelectualmente responsable quiere decir considerar las consecuencias

de un paso proyectado; significa tener la voluntad de adoptar esas consecuencias cuando se

desprendan razonablemente de cualquier posición asumida previamente. La responsabilidad

intelectual asegura la integridad, esto es, la coherencia y la armonía en las creencias» (Dewey,

1989, 44).

Entusiasmo: Como señala Dewey (1989), «el auténtico entusiasmo es una actitud que opera

como una fuerza intelectual. Un maestro capaz de despertar ese entusiasmo en sus alumnos hace

algo que no puede lograr ningún tratado metodológico» (p. 44).

BIBLIOGRAFÍA

UNIRIOJA.ES (2006) El conocimiento y la comunicación. Recuperado de:

https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=2360129

ELUNIVERSO.COM (2012) Necesidad de la comunicación. Recuperado de:

https://www.eluniverso.com/2012/04/10/1/1366/necesidad-comunicacion.html

MULTIMEDIA.UNED.AC.CR (2017) Concepto necesidades educativas especiales.

Recuperado de: https://multimedia.uned.ac.cr/pem/curr_prog_edu_esp/paginas/01%20NE

%20a.html

LUISCARRO.ES (2016) El profesional reflexivo en la educación inclusiva Concepto, Objeto

y Proceso de la Reflexión. Recuperado de:

http://www.luiscarro.es/inclusion/Formacion_Profesorado/proceso.html

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