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Incidencia
La enfermedad de Sever es una patología que afectaa niños de hasta 15 años, que
además suelen practi-car deporte1-14 y con una intensidad no adecuada asu
edad5,7,8. El paciente presenta normalmente elmorfotipo de: varón, entre 8 y 13 años,
con activi-dad deportiva diaria. Aunque es más común en ni-ños, las niñas también
presentan la enfermedad, perola desarrollan un par de años antes, sobre los 6 y 9años
según el estudio de Krantz3, ya que el inicio dela pubertad es más precoz que en los
niños. Suelepresentarse de forma unilateral en el mayor núme-ro de casos,
coincidiendo con la pierna dominante5,aunque no es raro la aparición bilateral1-11,
51% y49% respectivamente según el estudio de Szames1.EtiopatogeniaHasta hace un
par de años se pensaba que la enfer-medad de Sever era un proceso avascular o
denecrosis isquémica del núcleo secundario de osifi-cación del calcáneo3,5. Se está
de acuerdo en que esprovocada por el exceso de tracción, de cargasaxiales y de
fricción que soporta el talón en edadestempranas como consecuencia de la tensión
ejerci-da por el tendón de Aquiles**, que tiene su anclajelocalizado justo en el cuerpo
óseo de dicho núcleosecundario (esto es, la futura apófisis posterior delcalcáneo) y
que todavía no está ni osificado ni fu-sionado con el primario.Este hecho provoca
múltiples fracturas microscó-picas en el hueso joven pero la antigua teoría habla-ba de
que veía interrumpido así su aporte vascularde manera temporal, originando un
procesonecrótico que ocasionaba dolor e incapacidad fun-cional autolimitante1-9. Pero
un reciente estudio lle-vado a cabo por Volpon, et al10 en 2002 ha demos-trado que
radiográficamente no hay ninguna evi-dencia de tal condición avascular como histopa-
tología de la apófisis calcánea a diferencia de comose observa en otros tipos de
osteocondritis2; estanueva teoría no contradice la etiología mecánicasobre la
enfermedad de Sever, expuesta anterior-mente, pero si la explicación histológica que
creíanautores como Du-Vries, Lewin, Lake, Rubin, Sharpy Yale3.Se está por tanto
ante un proceso de osteocondritisu osteocondrosis (inflamación aguda o crónica, res-
pectivamente, de cartílago) en el que se daña el nú-cleo secundario de crecimiento del
calcáneo (Beck,Soukup y Reichelt)2. Ante esto, comienza la apari-ción del tejido de
granulación para reparar el huesoafectado pero la osificación y osteogénesis
resultaninviables ya que las tensiones posteriores y vertica-les siguen actuando sobre
la apófisis calcánea1-5,10,11.Du Vries3, Meyerding y Stuck1 estaban en lo
ciertocuando añadieron además que el calcáneo es el úni-co hueso del cuerpo que
recibe todo el peso delorganismo sin haber terminado de osificarse asícomo de
soportar las fuerzas tensionales de dos es-tructuras tan fuertes e importantes
biomecánica-mente como son la fascia plantar y el tendón deAquiles (tríceps
sural)1,11; tales condiciones favore-cen la fragmentación e inflamación del núcleo se-
cundario, que es más débil ya que está en plenoproceso osteogénico.Wolff1 fue el
primero en describir el proceso deadaptación del hueso a las fuerzas que soporta me-
diante el desarrollo de un sistema trabecular visin función de la dirección de la tensión,
presión yestrés aplicados; si observamos las líneas desarro-lladas en el calcáneo
podemos ver que siguen unadirección antero-posterior en su cuerpo, corres-
pondientes al soporte de las fuerzas compresivas, yverticales en su extremo, que
responden a la recep-ción de las fuerzas tensionales (Figuras 1 y 2). Puesdichas
líneas longitudinales que se vislumbranradiográficamente en la apófisis posterior nos
danla clave para entender el sentido que lleva la fuerzatransmitida por el tríceps sural
a través de su inser-ción aquílea y el impedimento que esto supone parauna correcta
fusión ósea en un calcáneo joven quese conjuga con un grupo gastrosóleo potente y
re-traído.Pero para que aparezca la enfermedad de Sever, esdecir, para que la
apófisis se vea lesionada, es nece-sario que existan condiciones de estrés, tensión
ypresión excesivas sobre ella, y esto viene dado porun desarrollo muscular precoz de
la musculaturaposterior de la pierna y/o una retracción de la mus-culatura posterior de
la pierna1,3-5,7-11. El tríceps sural,potenciado por un ejercicio físico elevado y
precoz,ejerce una tensión excesiva sobre la apófisis (toda-vía no osificada con su
núcleo primario) a travésdel tendón de Aquiles (Figura 3), y somete a dichaapófisis a
fuerzas de tracción en sentido posterior ydorsal, provocando una osteogénesis y
osteolisiscontinua, aposición y resorción de Calcio, acúmulode fosfatasa alcalina y la
consiguiente inflamacióndel cartílago de crecimiento11.Figura 1. Sistema trabecular
del calcáneo: fuerzascompresivas (flechas rojas) fuerzas tensionales(flechas
amarillas)Figura 2. Esquema del sistema trabeculardel calcáneo. De: Krantz3
Otros factores de riesgo son: ejercicio físico sobre superficies duras, calzado inapropiado
para el deporte, obesidad, alteraciones anatómicas y trastornos de la marcha.
SÍNTOMAS
El principal síntoma es el dolor del talón generalmente insidioso y progresivo. Puede ser
bilateral y en las mayoría de los casos el niño lo relaciona con un trauma. El dolor se
intensifica en el ejercicio especialmente en salto y carrera. Puede ocasionar que el niño no
quiera caminar o camine de puntas. Habitualmente el dolor cede parcial o totalmente con
reposo.
¿CUÁNDO CONSULTAR?
Si bien la enfermedad de Sever no es una patología peligrosa, se recomienda que frente a
un dolor óseo el paciente sea evaluado por traumatólogo infantil, con el principal objetivo
de descartar otras causas como son infecciones, tumores y/o lesiones (esguinces o
fracturas)
DIAGNÓSTICO
El diagnóstico es prácticamente clínico. La historia del dolor y el examen físico es muy
sugerente. No hay un examen que confirme el diagnóstico, pero frente a la duda el médico
puede solicitar radiografías, ecografías u otros exámenes de imagenología como
resonancia, como así también exámenes de sangre.
TRATAMIENTO
El tratamiento es sintomático, es decir, se intenta en primera instancia calmar el dolor.
Para eso existen varias alternativas, desde modificar la actividad física, reposo deportivo,
frío local, antiinflamatorios, o incluso, inmovilización con yeso o bota ortopédica.
Un tratamiento frecuentemente usado son las taloneras de silicona, que si bien, ayudan
mucho en el tratamiento agudo del dolor, no deben ser usadas por tiempos prolongados
para evitar un acortamiento aún mayor de del tendón de Aquiles.
En niños muy sintomáticos, o deportista que quieran reincorporarse más rápido al deporte,
se puede realizar kinesiología, la cual va ayudar a aliviar el dolor, y a mejorar la
elongación. El kinesiólogo, además, educará al paciente para realizar ejercicios en casa y
evitar una recidiva.
PREVENCIÓN
Para evitar una recidiva es fundamental que el paciente mantenga una buena elongación,
que esté atento a los síntomas y que use zapatillas apropiadas para el deporte que está
realizando.
Al ser una enfermedad del desarrollo, puede volver, y es por eso que ante un nuevo inicio
de síntomas, debe consultar con su tratante para establecer la conducta a seguir.
REINTEGRO DEPORTIVO
El reintegro deportivo es muy variable y depende principalmente de la sintomatología y del
deporte. Una vez que el dolor haya disminuido se inicia el reintegro bajo la supervisión de
un kinesiólogo y/o entrenador deportivo.
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Dolor de talón, Enfermedad de Sever, pie
Diagnóstico
Cuando estemos ante estos síntomas, lo ideal sería llevar al niño al
médico o podólogo, ya que son los profesionales cualificados en
elaborar un diagnóstico correcto y determinar si se trata de la
enfermedad de Sever u otra patología que curse con dolor en el talón.
El diagnóstico consistirá en una serie de preguntas para estudiar la
procedencia del dolor, y si fuera necesario se realizarán pruebas como
la radiografía u otra exploración complementaria para ver el estado del
hueso o de las partes blandas.
Tratamiento y evolución
En primer lugar se debe explicar a los padres en qué consiste esta
enfermedad, su proceso y evolución, y tranquilizarles de que no es
nada grave. Seguidamente se darán algunas pautas a seguir.
La finalidad principal del tratamiento es la desaparición del
dolor (2). Para ello deberá reducir o interrumpir toda actividad que
ocasione un fuerte impacto en el talón, y habrá que hacer un poco de
reposo. No obstante puede realizar otros deportes como natación o
ciclismo.
Se recetará algún tipo de medicación antiinflamatoria (Tipo ibuprofeno)
y se aplicará hielo en la zona durante 15 minutos tres veces al día.
Se observará el pie en estática y dinámica para comprobar si tiene
pies planos, cavos o pronados, ya que en este caso puede ser
necesario el uso de algún soporte plantar, taloneras o cuñas.
También es útil realizar ejercicios con los pies y las piernas que
ayuden a fortalecer y estirar los músculos y los tendones. Puede ser
de ayuda acudir a un fisioterapeuta.
Se recurrirá en un último caso, en los que el dolor de talón es severo a
la inmovilización de pie y tobillo para promover la curación.
El pronóstico de esta enfermedad es bueno, puesto que si se llevan a
cabo todas las pautas de tratamiento el dolor habrá desaparecido en
un plazo máximo de 2 a 3 meses. El riesgo de recurrencia desaparece
por sí solo cuando se completa el crecimiento del pie y el cartílago de
crecimiento se ha fusionado con el resto del hueso del talón, por lo
general, alrededor de los 15 años.
Prevención
Para evitar la aparición de esta enfermedad vamos a seguir una serie
de consejos;
Evitar la obesidad controlando la alimentación de nuestros hijos.
Comprar zapatos adecuados al niño y de buena calidad, con
buen contrafuerte en la parte trasera, y suela con cierto grado de
flexibilidad y amortiguación.
Evitar actividades que no sean acordes a su edad.
Ante cualquier molestia llevarlo a los profesionales adecuados,
porque más vale prevenir que curar…
En el Futbol sala por lo general las pistas de juego son duras y el impacto
sobre el pie es permanente debido a las continuas carreras, cambios de ritmo y
dirección a los que somete el propio deporte, además el futbol sala requiere
que el tren inferior se desarrolle que el resto del cuerpo y se muscula mas
rápido y fuerte que otros deportes, además la experiencia nos dice que no
siempre se estira y calienta de forma adecuada.
La enfermedad de Sever ocurre en niños cuando la parte del talón que está
creciendo se lesiona. El pie es una de las primeras partes del cuerpo que
alcanza crecimiento completo. Esto usualmente ocurre al comienzo de la
pubertad. Durante este tiempo los huesos con frecuencia crecen más rápido
que los músculos y tendones. Como consecuencia, los músculos y tendones se
hacen más tensos y se acortan. El área del talón es menos flexible. Durante los
entrenamientos y/o partidos, los tendones del talón que están tensos pueden
ejercer demasiada presión en la parte posterior del talón, o sea donde se une el
tendón de Aquiles. Esto puede lesionar el talón.
Incidencia:
Los niños tienen mayor riesgo de desarrollar los dolores en el talón cuando
están en la fase temprana de crecimiento que ocurre al comienzo de la
pubertad. La enfermedad de Sever es más común en las niñas físicamente
activas entre los ocho y los diez años de edad, y en los
niños físicamente activos entre los diez y los doce años de edad. Los niños que
juegan fútbol sala con frecuencia desarrollan enfermedad de Sever. La
enfermedad de Sever rara vez ocurre en adolescentes mayores pues la parte
posterior del talón ha terminado de crecer a le edad de 15 años.
Sintomatología:
En primer lugar hay que explicar a los padres y al paciente la naturaleza del
proceso, así como su evolución y resolución espontánea debido al crecimiento;
de esta manera podremos tranquilizarlos y será más fácil su tratamiento.
El tratamiento fisioterapéutico irá encaminado a reducir la inflamación y el
dolor, así como a hacer ejercicios de estiramiento y relajación de la
musculatura afectada. El niño debe disminuir o interrumpir cualquier actividad
que le ocasione dolor en el talón. Aconsejaremos poner hielo sobre el talón
lesionado durante 15-20 minutos tres veces al día. Los medicamentos y cremas
antiinflamatorias también ayudaran a reducir la inflamación. Si el niño tiene el
arco alto, pie plano o desequilibrio estructural en piernas o columna vertebral el
fisioterapeuta le puede recomendar medidas ortopédicas, soportes para el arco
o taloneras. El niño evitara andar descalzo. A veces solo es suficiente el uso de
plantillas o taloneras de silicona que amortigüen el impacto del talón sobre la
cancha de juego.
Ejercicios de estiramiento
El niño debe hacer estos ejercicios de estiramiento dos o tres veces al día.
Síntomas
Diagnóstico
Lo ideal es que lo revise un médico, ortopedista pediatra en este caso.
El diagnóstico es más bien clínico, por la sintomatología que presenta
el paciente. Se corroboran los síntomas referidos con la exploración
física de la zona. La marcha sobre talones regularmente provoca
dolor, así como la compresión directa sobre el talón.
Por lo general piden una radiografía para descartar una fractura en el
talón, pero no como diagnóstico de la enfermedad, además de que se
trata de descartar algún otro tipo de afección como tendinitis o bursitis.
El médico prescribirá desinflamatorios de ser necesario para ayudar al
proceso de recuperación.
Tratamiento
Lo más importante es disminuir las molestias provocadas por la
inflamación del cartílago: dolor y sensibilidad excesiva. Muchas veces
la recuperación es espontánea, no todos los casos necesitan acudir a
fisioterapia, pero en otros es lo más recomendable para poder
asesorar a los padres e informarles sobre la evolución de la
enfermedad.
En Rehabilitación se hace lo siguiente: