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GRATITUD EN LA BIBLIA APRENDE A SER GRATO A DIOS

Pablo estaba en prisión cuando escribió: “Dad gracias en


todo…”. Él comprendió que la gratitud es una elección
diaria que cambia y alegra la vida. Si no lo haces, pierdes
el gozo de una vida a nivel superior. Sencillamente, la
gratitud es la actitud que marca la“altura” de
vida. Desdichadamente, muchos de nosotros elegimos un
tipo de vida inferior.
Es un enfoque de vida que se arrastra, se lamenta, y
trata de pasar inadvertido por debajo del alcance
del “radar” de la esperanza. Es un tipo de vida bajo y
sucio, ambiguo, desalentado, depresivo, desagradecido,
quejumbroso y negativo. Y todos hemos estado allí.
Pero hay otro tipo, un tipo de “altitud” superior, allí
arriba donde el aire es limpio, el sol brilla y el futuro es
tan radiante como las promesas de Dios.

Esta vida “vuela muy alto” y se niega a centrarse en


lo negativo. Si alguna vez has “volado” por allí, entonces
sabes que es donde quieres pasar cada día.
Matthew Henry, el famoso erudito de la Biblia, vivió de
esa manera. Hace más de doscientos cincuenta años
escribió estas palabras en su diario después de que le
hubieran robado todo el dinero que tenía:
“Quiero ser agradecido porque: en primer lugar,
nunca antes me han robado; en segundo lugar,
aunque se hayan llevado mi cartera, no se han llevado
mi vida: en tercer lugar, aunque se apropiaron de
todo lo que tenía, no era mucho; en cuarto lugar, fui
yo el robado y no el que robó”. ¡Menuda actitud
victoriosa!

Ya que la gratitud es una elección, contesta a


esta pregunta: ‘¿Soy una persona agradecida?’. Si no te
gusta la respuesta, ¡haz algo al respecto!
LA ACTITUD DE GRATITUD EN LA BIBLIA

La Actitud de Gratitud en la Biblia

Marta, de cuatro años, abrazaba una muñeca en cada


brazo. Alzando la vista a su madre, preguntó: “Mamá, ¿cómo es
que no dejo de amarlas y ellas nunca me aman a mí?”. Cuando
hacemos un esfuerzo extraordinario con algo bonito para alguien,
es descorazonador no obtener respuesta. Por otro lado, cuando
responden con gozo y aprecio, esto justifica nuestros esfuerzos y
nos anima a querer hacer aun más por ellos. Jesús
prometió: “…todo lo que pidáis al Padre en mi Nombre, Él os lo
(dé)[dará]” (Juan 15:16b). Pero como todos los dadores, Dios
busca una actitud de gratitud.
El rey David supo que no valía “un real” sin
Dios. Tenía problemas con todo tipo de asuntos morales y
familiares. Pero tuvo una cosa a su favor: nunca dejó de alabar a
Dios. Él dijo: “Bendeciré al Señor en todo tiempo…”. Y más
tarde añadió: “Temed al Señor vosotros sus santos, pues nada
falta a los que Lo temen” (Salmo 34:1,9).
Nota: ¡Son nuestras alabanzas, no nuestras peticiones las que
nos abren las puertas hacia la bondad de Dios! Al Señor le
gusta que Le den las gracias antes de que Él se involucre. David
sabía que todavía sería “un recogedor de estiércol de
oveja” durmiendo bajo las estrellas si el Señor no le hubiera
llevado a palacio y bendecido más allá de cualquier cosa que él
hubiera merecido o imaginado. ¡Es por eso que nunca dejó de
alabar a Dios!
Así que, no des tus bendiciones por sentado. Cuando
bebas del “riachuelo”, recuerda “la Fuente” – ¡y sé agradecido!
¡PRACTICAR LA GRATITUD!
Practicar la Gratitud añade un plus a tu vida. Diferentes investigaciones
han puesto de manifiesto los beneficios que implica practicar la gratitud
desde incentivar emociones positivas, generar un mejor autoconcepto,
reduce los niveles de ansiedad y aumenta los niveles de satisfacción,
felicidad, así como el estado de bienestar. Además, no sólo tiene
beneficio para quien lo practique sino también para quien lo recibe
como lo han demostrado en una investigación llamada “Comunicación
de la Gratitud” realizada en la Universidad de Montana por los Drs.
Stephen M. Yoshimura y y Kassandra Berzins
La gratitud es una emoción. A través de la gratitud las personas
expresan aprecio y valoración que otros hacen a favor nuestro. Se trata
de una emoción compleja que está vinculada con toda nuestra escala de
valores.
Practicar la gratitud no sólo implica tener una muestra de gratitud con
la cortesía habitual al dar las gracias a alguien que nos ha hecho algo,
como pedimos un café o cuando nos ceden el asiento en la guagua o
nos dan el pasa en el ascensor. Más bien, se trata de hacer un esfuerzo
por agradecer verdaderamente a aquellos que consideramos
merecedores de un acto de gratitud.

Aspectos a tener en cuenta para Practicar la gratitud


Es importante tener en cuenta tres aspectos, para ello es necesario:
1.- Tomar conciencia de las cosas buenas, búsqueda de cuáles son y
valóralas.
2.- Disfrutar, asimilar y prestar atención a esas cosas buenas.
3.- Expresa tu gratitud hacia ti mismo.
Lista de agradecimientos
Este es uno de los ejercicios más sano que puedes incorporar en tu
vida. La lista de agradecimientos puede hacerse por escrito o
mentalmente, y es un ejercicio que produce satisfacción y muy
placentero.
¿QUE ES LA ADORACIÓN A DIOS?
NO SE TRATA DE NOSOTROS, SINO DE DIOS.
ESCRITO POR JIM DENISON ON 30/01/2016
SERIES: DEVOCIONAL SEMANAL

“Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con
toda tu mente y con todas tus fuerzas.”
Marcos 12:30
Esta cita bíblica describe la verdadera adoración. ¿Adora usted a
su Creador?
Necesitamos saber qué es la adoración, lo que no es, y por qué es
tan importante para nuestro Dios y para nuestras almas.
¿Qué es Adorar a Dios?
Dios define la adoración como “amor”: “Ama al Señor tu Dios”.
Amar es un verbo, una palabra que denota acción. Requiere hacer
algo, no tan solo asistir a la iglesia, escuchar un sermón, cantar
himnos, o dar dinero. Usted verdaderamente ha adorado a Dios
cuando ha amado, adorado y honrado a Dios. Es amar a Dios de
todas las formas posibles en que un ser humano puede amar.
Con todo nuestro corazón: nuestras emociones y sentidos.
Con toda nuestra alma: la fuente misma de la vida, aquello que da
vida a nuestros cuerpos, nuestra esencia. La adoración implica un
amor apasionado por Dios.
Con toda nuestra mente: Nosotros no debemos tener en nuestra
mente pensamientos, canciones, películas o programas de
televisión, que sean impuros. (lea Salmo 101:3) Debemos pensar
sobre nuestra fe, estudiar la palabra de Dios, participar
intelectualmente en la adoración de Dios.
Con todas nuestras fuerzas: Amamos a Dios con nuestras
acciones, no tan solo los domingos. Dios está buscando que
seamos cristianos, adoradores, discípulos, todos los días.
¿Cómo Adorar a Dios?
Usted puede amar a Dios de la misma manera que ama a
cualquier persona. Usted puede pasar todo un día con Él;
hablándole y pensando en Él. Pídale lo que usted necesite y
agradézcale por lo que Él le da. Pase un día con Jesús. Ámele.
Adórele. Este es el primer mandamiento del día.
La adoración no es una actuación, no es un espectáculo, no es
terapia, o siquiera evangelismo.
La adoración no se trata ni se enfoca en nosotros; es amar a Dios,
cada momento de cada día.
Fuimos creados para adorar a Dios. El nos dio libre albedrío para
que escojamos adorarle. Nada más nos satisface.
La adoración nos provee el poder para servir a Dios. Si usted
quiere el poder de Dios para su vida, usted debe adorarle
diariamente.
¿Por Qué Adoramos a Dios?
Porque Dios merece nuestra adoración. “Nosotros amamos a
Dios porque él nos amó primero.” (1 Juan 4:19) Él nos creó y
nos redimió, y preparó un lugar para nosotros en Su cielo perfecto
para vivir allí eternamente. Él vió a su Hijo morir en la cruz, para
redimir nuestras almas y comprar nuestra salvación. Él dio todo
por nosotros. Él merece nuestra adoración.
¿Cuándo fue la última vez que Dios recibió su adoración?

Ore esta semana:


Señor, ayúdame a entender lo que realmente significa adorar.
Quitame las ideas equivocadas, y enséñame cómo amarte con todo
mi corazón, alma, mente y fuerzas. Amén.
ADORACIÓN
Adorar a Dios es brindarle nuestro amor, reverencia, servicio y
devoción. El Señor mandó a Moisés: “Adora a Dios, porque a él sólo
servirás” (Moisés 1:15). Él también ha mandado: “Amarás al Señor tu
Dios con todo tu corazón, alma, mente y fuerza; y en el nombre de
Jesucristo lo servirás” (D. y C. 59:5). Además de demostrar nuestro
amor por Dios y compromiso hacia Él, el adorar nos da fortaleza para
obedecer Sus mandamientos. A través de la adoración crecemos en
conocimiento y fidelidad. Si ponemos a alguna persona o alguna cosa
por encima del amor de Dios, estamos adorando a esa cosa o persona.
Esto se llama idolatría (véase Éxodo 20:3–6).

Información adicional
La oración es una manera de adorar a nuestro Padre Celestial. Alma
enseñó a su hijo Helamán: “Implora a Dios todo tu sostén; sí, sean
todos tus hechos en el Señor, y dondequiera que fueres, sea en el
Señor; deja que todos tus pensamientos se dirijan al Señor; sí, deja que
los afectos de tu corazón se funden en el Señor para siempre” (Alma
37:36).
Otra manera de adorar al Padre Celestial es unirse en hermandad a
otras personas que lo adoran. El Libro de Mormón revela que “se mandó
a los hijos de Dios que se congregaran frecuentemente, y se unieran en
ayuno y ferviente oración por el bien de las almas de aquellos que no
conocían a Dios” (Alma 6:6). En una revelación más reciente, el Señor
mandó: “Y para que más íntegramente te conserves sin mancha del
mundo, irás a la casa de oración y ofrecerás tus sacramentos en mi día
santo; porque, en verdad, éste es un día que se te ha señalado para
descansar de tus obras y rendir tus devociones al Altísimo” ( D. y C.
59:9–10).
La participación en las ordenanzas del Sacerdocio también forma parte
de la adoración. Al participar reverentemente de la Santa Cena y al
asistir al templo, recordamos y adoramos a nuestro Padre Celestial, y le
expresamos gratitud por Su Hijo Jesucristo.

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