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Universidad Nacional de Lujan

3° Trabajo practico de Seminario Problemática del Mundo


Mediterráneo

Profesoras:
Profesora Adjunta: Mgter. Fioretti Susana.
Ayudante de 1°: Prof. Tejero Coni Graciela.

Alumnos:
Belsito Ignacio.
Numero de legajo: 105070.

Lay Alejandro.
Numero de legajo: 104057.

Ortega Jorge.
Numero de legajo: 74791.

Fecha de entrega: 22 de Junio de 2009.


Tema:

“Cristianos, Musulmanes y Judíos: confrontación y


tolerancia religiosa en la península ibérica”

Consignas:

Trabajo Cartográfico: Mapee espacial y temporalmente la movilidad de fronteras


en la Península Ibérica entre los siglos VIII a XV.

Análisis de fuentes: Analice e identifique el significado de “Alteridad étnico


-religiosa” para la cultura cristiana occidental en el proceso de reconquista hispánica.

Reflexión personal: Luego de las lecturas de su opinión sobre la relación entre el


pasado y el presente de los “musulmanes en España”

Las/os Alumnos realizaran el Trabajo utilizando de manera obligatoria la bibliografía


general y anexo de fuentes primarias correspondientes a la Parte III del Programa.
Sumaran la bibliografía especifica y el corpus d fuentes de orden jurídico (Fueros de
Siglo XI a XIII) propuesta por la cátedra de manera especial para el presente trabajo
Practico.
Reflexión personal

Para la sociedad española actual, el recuerdo del esplendor de la cultura y la


civilización de AI-Andaluz actúa, en cierta manera, como una carga para el tiempo
presente. Lo que ha heredado del pasado no solo han sido tesoros arquitectónicos y
artísticos, o la influencia de la lengua árabe sobre buena parte de las que se hablan en la
península ibérica.
La historia de la España musulmana comienza en el año 711, en mayo o abril en
que Tarik, a la cabeza de un ejército de siete mil hombres en el que domina la etnia
beréber de la que él forma parte, cruza el estrecho que llevará a partir de entonces su
nombre, para desembarcar en la Península Ibérica. El contingente islámico-beréber hizo
la travesía a bordo de la flota del conde Don Julián, (según la leyenda) un antiguo
gobernador cristiano de Ceuta que se había puesto al servicio de los musulmanes de la
Ifriqiyah, (hoy Tunicia) para atravesar con sus naves el estrecho.1
Los musulmanes vivieron más de siete siglos en tierras hispánicas, con lo que la
influencia árabe en el español fue decisiva. La cultura que nació de la mezcla de todos
los pueblos que acogió el Al-Andaluz también generó derivaciones lingüísticas y
artísticas. La influencia con respecto a la agricultura, cuándo ellos llegaron, ellos
encontraron el sistema primitivo de irrigación que había sido utilizado por los romanos.
Sin embargo, ellos estudiaron la tierra, y mejoraron el sistema. También, dejaron su
influencia en las matemáticas, las ciencias. Para las matemáticas, inventaron algebra y
trajeron el concepto de cero a la Península Ibérica. Para las ciencias, contribuyeron a la
medicina, la química, y la astronomía.2
Pero el ser musulmán en la España actual implica ser miembro de una minoría
religiosa en un país con muy poco desarrollo de las libertades religiosas, un país
democrático pero que acaba de salir de casi quinientos años de monolitismo religioso
impuesto por la fuerza, un largo período durante el cual el Islam ha sido brutalmente
perseguido y presentado oficialmente como enemigo de la patria.
Ser musulmán en España es ser miembro de una religión compuesta
mayoritariamente por inmigrantes en situación de exclusión social, y que mantienen
fuertes vínculos con sus países de origen, algunos de los cuales constituyen regímenes
políticos en los cuales el Islam es religión de Estado. Por último, ser musulmán en

1
Watt. M.; Historia de la España islámica, Madrid, Alianza, 1970. pp. 19 - 22.
2
Goody. Jack.; El Islam en Europa, Barcelona Gedisa, 2005. pp. 65 - 77.
España es ser miembro de una religión que está siendo constantemente atacada, en el
contexto de la globalización y de la geopolítica internacional. Sumándose la desigualdad
jurídica respeto a la religión mayoritaria, (El catolicismo).
La fobia para con lo islámico, mezclado con el nacionalismo, hacen proliferar
los discursos en los cuales el Islam es asimilado a la violencia, al totalitarismo y a la
discriminación de la mujer.3 Este clima de sospecha generalizada creado desde distintos
emisores conduce indefectiblemente a todo tipo de discriminaciones, como son el
rechazo social, las dificultades para conseguir vivienda o la discriminación laboral. Al
mismo tiempo, esta fobia sobre lo islámico actúa a modo de coacción ante las
instituciones, y provoca que los musulmanes españoles encuentren cada vez mayores
dificultades para abrir lugares de culto y realizar otras prácticas inherentes a su religión.
Asistimos como ciudadanos del mundo a la creación de una cultura de la
violencia, en la cual “los musulmanes” no solo en la España actual sino en el resto de la
sociedad occidental aparecen como contrarios a los “valores de nuestra civilización”.
Debemos ser conscientes de la naturaleza de esta fobia, que no es sino una actualización
del antisemitismo clásico fuertemente manifestado en Europa. Todos y cada uno de los
elementos de la fobia a lo judaico tienen una correspondencia en la fobia a lo Islámico.
Se trata del mismo antisemitismo, pero con un objeto de odio renovado, con los
musulmanes ocupando el papel de “el otro, inasimilable”, que se niega a abandonar su
identidad para sumergirse en el rebaño.4
Esta construcción no es otra cosa que el antiguo fascismo renovado en el siglo
XXI, esto podríamos definirlo como a una enfermedad psicosocial, del mismo grupo
que otras patologias parecidas, como el racismo, la xenofobia. Fundamentandoce en el
odio al otro, entendido éste como una entidad ajena y peligrosa, con valores particulares
y extraños y contagiosos, amenazadores para el cuerpo social. La fobia a lo islámico,
como las demás variantes del fascismo, prepara siempre las condiciones del exterminio
del colectivo al que se demoniza.5
Todos los elementos que estamos mencionando nos remiten a una realidad social
dolorosa pero incuestionable: la presencia del Islam a España genera resistencias entre
amplios sectores de la población, que actúan como freno a la normalización del
pluralismo religioso y conducen a los musulmanes a situarse en los márgenes de la

3
Muñoz Martín. G.; “Los occidentales ignoran casi todo del mundo Árabe” Diario Clarín, 26/09/2004
Zona.
4
Said E.; “Choque de ignorancias”. Articulo página de Internet.
5
Said E; Ídem.
sociedad. Con frecuencia, estas resistencias a aceptar la presencia del Islam aparecen
vinculadas a una determinada concepción de la identidad española. Estas resistencias se
dan también en otros países europeos. Este discurso pretende que el Islam es ajeno a la
identidad española, que los musulmanes que vivieron en la Península durante ocho
siglos eran extranjeros, que Al Andaluz es una época maldita, en la cual la “verdadera
España” fue arrinconada en los montes asturianos, desde donde inició una gloriosa
reconquista.
No podemos pasar por alto el sentido último de esta conexión entre el pasado y
el presente, como si se tratase de situaciones destinadas a repetirse. La presencia del
Islam en la España del siglo XXI es presentada como una reminiscencia de la “invasión
musulmana” de la Hispania visigoda. Cuando se justifican la Inquisición y la expulsión
de los moriscos con el argumento de que España estaba en guerra con el Islam y es
inevitable trazar un paralelo con la situación actual, en la cual es habitual escuchar que
estamos en “guerra contra el Islam” y que los ciudadanos musulmanes ponen en peligro
la identidad española. La expulsión o el exterminio emergen como la solución final para
asegurar el retorno a la España “inmaculada” de los antepasados.

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