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ArtefaCToS

Vol. 1, n.º 1, 81-100


Noviembre 2008
eISSN: en tramitación

¿Es la vida un género natural? Dificultades para


lograr una definición del concepto de vida
Is life a natural kind? Some difficulties in order to obtain a
definition of life

Antonio Diéguez
Universidad de Málaga
<dieguez@uma.es>

Resumen Abstract

Existen en la actualidad diversas definiciones de ‘vida’, There exist at present several definitions of ‘life’, and
sin que sea previsible un consenso acerca de ellas. No consensus over them is not foreseeable. The disa-
sólo hay desacuerdo sobre los rasgos concretos greement is not only about the concrete features to
que deberían exigirse para poder hablar de vida, sino que be demanded in order to attribute life to a particu-
también lo hay acerca del tipo de definición que pueda lar being, but also about the kind of definition to be
darse. Tras una revisión de las tendencias principales proposed. After reviewing the main trends concer-
en este problema, se discute la posibilidad de que la ning this problem, the possibility that life might be a
vida sea un género natural y se argumenta que podría natural kind is discussed. It is argued that life could
ser considerada como tal si asume la propuesta de be easily considered as a natural kind if the propo-
entender los géneros naturales como agrupaciones sal of understanding them as homeostatic clusters
homeostáticas de propiedades en lugar de como of properties –and not as classes defined by an
clases definidas mediante una esencia. essence– is accepted.

Palabras clave: vida, autorreplicación, metabolismo, Key words: life, self-replication, metabolism, artificial
vida artificial, género natural. life, natural kind.

Antonio Diéguez
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I
La pretensión de ofrecer una definición correcta que posee un ser vivo del planeta Tierra deben
de lo que es la vida, o una caracterización de estar presente en cualquier otro ser extraterres-
en qué consiste estar vivo, no ha sido una tre para que podamos considerarlo como un ser
ocupación bien mirada, y mucho menos central, vivo? ¿Es la vida el resultado de una peculiar
dentro de la biología. Hasta tal punto es así que combinación de circunstancias especiales, quizá
hay quien ha considerado (Sober, 1996) que la única en el Universo, o su posibilidad física es
biología no tiene nada que decir al respecto. muy abierta? Estas son preguntas que vuelven
Habría que añadir que tampoco ha sido hasta hoy a preocupar a algunos biólogos y a no pocos
ahora una preocupación que despertara un filósofos de la biología. Después de todo, estas
excesivo interés en el seno de la filosofía, con cuestiones, aún a medio camino entre la filoso-
alguna excepción, como la propiciada por la fía y la ciencia (cf. Ruse, 1997), han comenzado
discusión sobre el vitalismo a comienzos del a ser preguntas que pueden encontrar algunas
siglo XX. Pero las cosas cambian. El 19 de agosto respuestas con base experimental y algunas apli-
de 2007, una noticia fechada en Washington caciones prácticas.
por Associated Press, comenzaba del siguiente Acabamos de mencionar como acicate de
modo melodramático, que parece no ser exclu- este resurgimiento de la cuestión el despegue
sivo de la prensa española: “Los científicos de los estudios sobre Vida Artificial. Aclaremos
buscan la definición de ‘vida’. Los filósofos que a qué se dedica esta disciplina ya que algunas
luchan con las grandes preguntas de la vida ya de sus aportaciones nos servirán para perfilar
no están solos. Ahora los científicos luchan ciertos aspectos del problema. La Vida Artificial
también por definir la vida ya que la manipulan, es el estudio de la vida mediante la modeliza-
la buscan en otros planetas o incluso la crean en ción en ordenador y el uso de conceptos infor-
tubos de ensayo [sic]”1. macionales (cf. Boden (ed.), 1996, p. 1). Así
Y lo cierto es que no le falta algo razón al como en el campo de la Inteligencia Artificial el
periodista que redactó la noticia, aunque podía objetivo es crear máquinas (ordenadores) que
haberla publicado mucho antes. A partir de la puedan desempeñar tareas tales que cuando
década de los 80, las investigaciones realizadas las desempeña un ser humano decimos que
en el campo de la llamada ‘Vida Artificial’, los requieren inteligencia, en la Vida Artificial el obje-
estudios sobre el origen de la vida y la posibili- tivo es crear programas informáticos que mani-
dad de encontrar vida en Marte o en otros plane- fiesten características propias de los seres vivos.
tas (posibilidad tomada muy en serio por nuevas Esos programas servirán así para contrastar
disciplinas, como la astrobiología o exobiología) mediante ellos hipótesis específicas acerca de la
han traído a primer plano, para satisfacción de vida en general.
unos e inquietud de otros, este laberíntico En este campo, de forma análoga a lo que
problema. ¿Qué es lo esencial y qué es lo acci- sucede en el campo de la Inteligencia Artificial,
dental en un ser vivo? ¿Qué nos permitiría reco- hay una versión “débil” y una versión “fuerte”.
nocer que estamos ante un ser vivo, aunque La versión débil en Inteligencia Artificial mantiene
fuera en los estadios iniciales de la evolución? O que los ordenadores son un buen instrumento
expresado en términos más cercanos y también para estudiar la mente humana porque hay
más espectaculares ¿Qué características de las ciertas características comunes que permiten

1. Puede verse la noticia en: http://news.moneycentral.msn.com/provider/providerarticle.aspx?feed=AP&Date=


20070819&ID=7343389.

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poner a prueba mediante el ordenador algunas tienen determinados procesos, no la materia que
hipótesis acerca de la mente. La versión fuerte, interviene en ellos. Además, consideran que la
en cambio, mantiene que el cerebro es en sí biología sintética (por oposición a la analítica)
mismo un cierto tipo de ordenador digital y la que debe surgir a partir de este enfoque estudia-
mente es su programa (cf. Searle, 1985, p. 33). ría la vida en sus diversas alternativas teóricas
Para la versión fuerte, tener una mente no es posibles, en lugar de limitarse, como ha hecho
algo que dependa del material del que se está la biología analítica, al estudio de la vida tal como
hecho, sino de la disposición funcional de dicho es de hecho sobre el planeta Tierra. Tal biología
material, de modo que si puede decirse que en sintética sería una ciencia no acerca de la vida tal
el cerebro humano se dan procesos mentales, como la conocemos, sino acerca de toda vida
también podría decirse de un ordenador sufi- posible. Sólo así podríamos, según estos inves-
cientemente complejo y adecuadamente tigadores, dotar a la biología de un rango cien-
programado o estructurado. Si su output es indi- tífico comparable al de la física, pues dejaría de
ferenciable del cerebro de un ser inteligente, como estar circunscrita al estudio de un caso particu-
el ser humano, entonces también podemos decir lar, que podría ser peculiar en extremo, y se
de tal ordenador que es inteligente. abriría la posibilidad de alcanzar teorías univer-
Trasladando esto al campo de la Vida Arti- sales; es decir, podría dar comienzo una autén-
ficial, la versión débil mantendría que los orde- tica biología universal (cf. Langton, 1989/1996
nadores, y en especial ciertos programas que y Emmeche, 1998). Como señala Langton
simulan la vida, son útiles para poner a prueba (1989/1996, p. 39), “puesto que es bastante
hipótesis biológicas (lo que desde luego a estas improbable que en el futuro se nos presenten
alturas nadie discutirá), mientras que la versión por sí mismos para su estudio organismos
fuerte mantendría que, de hecho, algunos de basados en químicas físicas diferentes [a la de
esos programas (como el conocido programa cadenas de carbono], nuestra única alternativa
TIERRA, de Thomas Ray), más que simular vida, es intentar nosotros sintetizar formas de vida”.
están vivos realmente; exhiben una nueva forma No entraremos aquí a juzgar estas tesis. Nos
de vida. La convicción, análoga a la de la Inteli- limitaremos solo a tomar la posibilidad de vida
gencia Artificial fuerte, que está en la base de artificial como un punto de referencia útil para
esta tesis es que la vida no depende del mate- articular un concepto adecuado de vida.
rial del que un ser esté hecho, sino de sus Debemos aclarar ante todo que no hay una
propiedades funcionales; por tanto, si un sistema definición de vida unánimemente aceptada y que
artificial presenta todas las características de la puede acudirse a distintos criterios para ensayar
vida, entonces está vivo. una definición. De hecho, como dijimos antes, una
Así pues, para los investigadores que traba- buena parte de los biólogos –si hacemos salve-
jan en este campo y que asumen la versión dad de los dedicados a la exobiología, al estudio
fuerte, las características definitorias de la vida de la posibilidad de vida extraterrestre– no ha
no pueden basarse en los aspectos materiales considerado hasta ahora que proporcionar una
de los seres vivos, sino en sus aspectos forma- definición de vida sea posible o siquiera útil para
les. La vida no es una cuestión de poseer o no la biología. A lo sumo admiten la relación de
determinadas moléculas complejas, sino de una serie de características que suelen encon-
cómo se está organizado y qué tipo de proce- trarse en los seres vivos, sin que por ello deban
sos estructurales se tienen. Como en el caso de considerarse manifestaciones de una supuesta
la Inteligencia Artificial, no es la sustancia lo que esencia de la vida o propiedades necesarias
importa, sino la organización. La vida es la forma y suficientes de la misma (cf. Emmeche, 1997).
(podríamos decir incluso, la forma lógica) que Por otra parte, los autores que se han interesado

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por la cuestión han proporcionado una gran sexual, y en particular el macho, necesita tales
variedad de definiciones, a veces muy distantes cosas para autorreplicarse), entonces estas dos
unas de otras. Radu Popa, al final de un docu- condiciones no sólo permitirían considerar a los
mentado y extenso estudio sobre el tema (Popa, virus como organismos vivos, sino también a
2004), recoge casi un centenar de definiciones algunas macromoléculas, como el ADN y el
diferentes, la mayor parte de las cuales se han ARN, e incluso a los organismos virtuales de la
formulado en los últimos años. Vida Artificial (por no mencionar a los ‘memes’
Los requisitos mínimos que las definiciones o unidades de herencia cultural, postulados por
más escuetas (cf. Barrow & Tipler, 1996, p. Richard Dawkins), lo cual choca con lo que habi-
515; Ray, 1992/1996; Bedau, 1998) suelen tualmente se acepta entre los biólogos 2.
exigir para decidir si una determinada entidad Además, está el hecho bien conocido de que
está viva son dos: algunos organismos que consideramos vivos
no pueden autorreplicarse ni siquiera con la
a) Capacidad para autorreplicarse.
colaboración de otros organismos, como es el
b) Capacidad para evolucionar de forma
caso de los híbridos estériles o de algunos indi-
abierta.
viduos entre los insectos sociales (aunque,
Ahora bien, si interpretamos que la capaci- como señalan Barrow & Tipler [1996, p. 13], sí
dad para autorreplicarse es poseída incluso por lo hagan sus células componentes)3. Pero hay
aquellas entidades que para hacerlo necesitan algunos problemas adicionales con esta defi-
de la maquinaria energética o de elementos mate- nición mínima que la inhabilitan como defini-
riales de otras entidades (y debemos tener en ción de utilidad en la búsqueda de nuevas
cuenta que cualquier organismo con reproducción formas de vida. Una primera dificultad que

2. Evidentemente, ninguno de los entes mencionados en estos ejemplos tiene capacidad estricta para autorreplicarse,
sino que necesitan de otros organismos, de un medio favorable o de un soporte físico, como un ordenador, para hacerlo. Pero,
puestos a ser estrictos, tampoco un organismo con reproducción sexual tiene capacidad para autorreplicarse por sí mismo.
Necesita un individuo del otro sexo. Lo importante aquí es que, por ejemplo, los virus no tienen metabolismo propio, sino que
aprovechan el de la célula que infestan y están en la frontera de lo que consideramos como vida. La cuestión de si son o no
seres vivos genera entre los biólogos cierta división (cf. Villarreal, 2005). (Obsérvese que casi todas las definiciones que cita-
remos dejarían a los virus fuera de la categoría de seres vivos, especialmente la más específica de Ruiz-Mirazo, Paretó &
Moreno Bergareche, 2004). Margulis y Sagan se han expresado nítidamente al respecto: “En nuestra opinión los virus no
están [vivos]. No son autopoiéticos. Demasiado pequeños para automantenerse, no metabolizan. […] Los virus biológicos se
reproducen en sus hospedadores del mismo modo en que los virus digitales se reproducen en los ordenadores. Sin un ser
orgánico autopoiético, un virus biológico es una simple mezcla de componentes químicos; sin un ordenador, un virus digital
es un mero programa. […] Al igual que el lenguaje, la molécula de ADN o los programas de ordenador, los virus mutan y
evolucionan; pero en sí mismos son a lo sumo zombis químicos. La célula es la unidad más pequeña de vida” (Margulis y Sagan,
2000, p. 18). Una opinión contraria puede encontrarse en Barrow & Tipler (1996, p. 511 y ss.). Su caracterización de la vida,
basada exclusivamente en la autorreproducción y en la evolución (en concreto en la “autorreproducción con corrección de
errores”), les lleva, en efecto, a considerar vivos a los virus; pero, en lo que no cabe ver sino como una reducción al absurdo
de este planteamiento, llegan a atribuir vida a los automóviles, ya que estos contienen información que puede reproducirse a
través de un mecánico (que desempeñaría un papel análogo al que la célula hospedadora representa para un virus) y modi-
ficarse por la competencia entre los distintos modelos de las empresas automovilísticas (competencia que desempeñaría el
papel de la selección natural).
3. Vera M. Kolb (2007) intenta responder a esta cuestión distinguiendo entre la vida como fenómeno y la vida como una
propiedad de los organismos individuales. En el primer caso es necesaria la autorreplicación (o reproducción) como caracte-
rística definitoria, pero no habría que exigírsela a todos los individuos, sino sólo a algunos. En el segundo caso, no debería
considerarse la autorreplicación como una característica esencial para estar vivo. La solución que presentamos al final del artí-
culo podría, sin embargo, resolver mejor la cuestión.

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surge de considerar la capacidad de evolucio- 6. Interdependencia entre las partes, lo que
nar como el rasgo definitorio de la vida es que, significa que los organismos pueden
para algunos biólogos, las formas más primiti- morir.
vas de vida pudieron no haber tenido esa capa- 7. Estabilidad dinámica frente a las pertur-
cidad de evolución en sentido darwiniano, en baciones, lo que permite la preservación
la medida en que carecerían de un sistema de de la forma y la organización en un
transmisión particulada de la herencia (cf. medio cambiante.
Boden, 1999 y Cleland & Chyba, 2002). Otros 8. Capacidad de evolucionar a través del
consideran problemático definir la vida por una linaje.
capacidad cuya realización en un ente concreto Como puede observarse, los virus (tanto
no podría establecerse más que en un momento biológicos como informáticos) quedan exclui-
futuro indeterminadamente lejano (cf. Fleischa- dos por no poseer metabolismo; los híbridos
ker, 1990). Finalmente, puede argüirse que esta estériles y los insectos sociales que no se repro-
caracterización sólo es aplicable a grupos de ducen quedan incluidos por proceder de un
organismos, pero no a organismos individua- proceso reproductivo; y la capacidad de evolu-
les, ya que los individuos no evolucionan, sólo cionar se atribuye a todo el linaje de un orga-
viven o mueren. Las que evolucionan son las nismo.
poblaciones. Por su parte, el conocido manual de Zoolo-
Una lista más larga y matizada de condicio- gía de Hickman, Roberts & Larson (1998) se
nes para afirmar que estamos ante un ser vivo decanta por los siguientes rasgos definitorios de
–que parece capaz de superar en parte los los seres vivos:
problemas que acabamos de señalar– es la
(1) Exclusividad química: poseen una orga-
proporcionada por Farmer & Belin (1992):
nización molecular exclusiva y compleja.
1. Posesión de una configuración espacio- (2) Complejidad y organización jerárquica:
temporal. Las moléculas y las células de macromoléculas, células, organismos,
un organismo son reemplazadas cons- poblaciones y especies. Las propieda-
tantemente, pero la estructura espacio- des de un nivel no pueden obtenerse a
temporal se mantiene. partir del conocimiento de las partes
2. Capacidad de autorreproducción (o componentes (propiedades emergentes).
procedencia de un proceso de repro- (3) Capacidad de autorreproducción, con
ducción, como en el caso de los híbridos los fenómenos aparejados de la heren-
estériles). cia y la variación.
3. Almacenamiento de información para (4) Posesión de un programa genético que
garantiza la fidelidad de la herencia
una autorrepresentación.
(código genético).
4. Posesión de un metabolismo, es decir,
(5) Posesión de un metabolismo mediante
de procesos de intercambio de materia
el que extraen nutrientes de su entorno.
con el entorno sin cambiar por ello sus
(6) Posesión de un ciclo de desarrollo
propiedades generales.
característico.
5. Interacción funcional con el entorno
(7) Interacción con el entorno ambiental.
ambiental. Adaptación al ambiente, pero
también creación y control de ambien- Es fácil apreciar que estas dos caracteriza-
tes locales. ciones se parecen mucho entre sí. En concreto,

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coinciden en la atribución a la vida de los siguien- ningún otro elemento, ni siquiera el silicio, podría
tes rasgos: servir de base para formar cadenas tan comple-
jas, versátiles y, al mismo tiempo, estables;
a) Orden estructural jerarquizado y orga-
siendo además el silicio diez veces menos abun-
nización compleja mantenidos durante
dante en el universo que el carbono4. Aunque
un tiempo. [Aparecen asumidos en 1, 6,
éste es un requisito cada vez más aceptado, no
7 de la primera caracterización y (1) y
todas las definiciones de vida disponibles omiten,
(2) de la segunda].
sin embargo, la referencia a los componentes
b) Capacidad autorreproductiva con
materiales de los que consta la vida en la Tierra.
producción de variaciones heredables, lo
Y, como veremos a continuación, no está tan
cual implica capacidad de evolución.
claro que en el concepto de metabolismo no
[Asumida en 2 y (3)].
esté implícita esa referencia, por indirectamente
c) Almacenamiento de información en un
que sea.
programa genético. [Asumido en 3 y (4)].
Por influencia de Schrödinger (1944) y, más
d) Posesión de un metabolismo. [Asumido
recientemente, de Prigogine (1980), también es
en 4 y (5)].
frecuente encontrar la caracterización de los
e) Interacción con el medio ambiente.
seres vivos como sistemas alejados del equili-
[Asumido en 5 y (7)].
brio termodinámico, es decir, sistemas capaces
Obsérvese que, si dejamos de lado el hecho de mantenerse con baja entropía y, por tanto,
de que la primera caracterización menciona portadores de gran cantidad de información.
explícitamente la capacidad para evolucionar en Los seres vivos crean orden a partir del desor-
tanto que la segunda lo hace sólo de forma implí- den. Crean y mantienen una estructura orde-
cita, la única diferencia significativa entre ambas nada, consumiendo para ello energía e
es que la segunda hace referencia a la posesión intercambiando materia con su entorno. Esta
de un desarrollo ontogenético propio, cosa que es una definición de vida que ha alcanzado una
no hace la primera. Por tanto, las coincidencias popularidad creciente. El problema con ella es
entre ellas son bastante notables, aunque la que –a no ser que se introduzcan ulteriores
segunda quizás supera de forma más airosa los precisiones– esta propiedad no es exclusiva de
problemas que hemos señalado en la caracte- los seres vivos, y por tanto no serviría por sí sola
rización mínima inicial. Obsérvese también que para definirlos. Hay sistemas puramente físicos
las características anteriores podrían reducirse en que se mantienen alejados del equilibrio termo-
última instancia a la (a) y la (b), ya que (a) está dinámico de forma semejante (por ejemplo, una
relacionada con (d), y (b) está relacionada con (c) estrella, o un tornado). Estas ulteriores preci-
y (e). Volveremos sobre esto. siones que suelen añadirse van normalmente
Es muy significativo, por otra parte, que encaminadas a señalar que el modo en que los
ninguna de las dos haga referencia a la materia seres vivos se mantienen alejados del equilibrio
de la que está compuesta la vida tal como la termodinámico es mediante determinados
conocemos: las macromoléculas formadas por procesos metabólicos. Con ello, sin embargo,
largas cadenas de carbono (fundamentalmente el punto de atención se desliza precisamente a
proteínas y ácidos nucleicos), y ello pese al estos procesos. Esta caracterización de la vida
hecho de que, por lo que nos dice la bioquímica, termina, pues, por ser una modalidad de uno

4. Puede encontrarse una descripción breve y amena de esta importante cuestión en la siguiente página de divulga-
ción del Instituto de Geofísica de la Universidad Autónoma de México: http://www.geofisica.unam.mx/divulgacion/chismes/
Chismes_5.pdf.

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de los dos grandes enfoques que mencionare- señala que no sólo los virus lo harían (lo cual
mos a continuación. para algunos no sería una dificultad), sino
Un intento interesante de proporcionar una también las formaciones nubosas, los líquidos en
definición puramente formal de vida que vaya al el punto de ebullición, el fuego, los remolinos
núcleo esencial de la misma y que sirva expre- en un fluido, las extrusiones magmáticas o las
samente no sólo para los organismos terrestres elevaciones de la placas tectónicas. Todos ellos
sino también para una hipotética vida extrate- serían sistemas regulados por feedbacks nega-
rrestre ha sido el de Bernard Korzenievwski tivos que les mantienen dentro de ciertos valores,
(2001). Korzenievwski cree que la cibernética dados los recursos disponibles, y que están
puede proporcionar el instrumental conceptual subordinados al feedback positivo de su propa-
necesario para hacer tal cosa. Los seres vivos, gación. El caso del fuego es particularmente ilus-
por un lado, poseen una gran cantidad de meca- trativo. Pero puede añadirse un ejemplo aún más
nismos regulatorios en niveles muy diferentes claro: un robot capaz de autorregular el estado
que tienen como finalidad mantener constante de sus componentes y de construir otros robots
el valor de un parámetro (por ejemplo, la elevada igual a él estaría vivo según esta definición.
concentración de un aminoácido bloquea su
No descarto que en el futuro el concepto de
producción, una baja concentración de ATP esti-
vida se transforme para incluir a un robot así
mula la producción de más ATP, la síntesis de las
(caso de que exista alguna vez), pero por el
proteínas está ajustada al ritmo de su descom-
momento sospecho que pocos estarían dispues-
posición, la insulina y el glucagón son hormo-
tos a forzar el concepto para hacerlo5.
nas que funcionan como señales antagonistas
Todas las características que han ido apare-
para mantener el nivel de glucosa en sangre,
ciendo en las definiciones que hemos citado, y
etc.). Todos ellos, desde un punto de vista ciber-
en otras muchas que podrían añadirse, señalan
nético, son mecanismos de feedback negativo.
de un modo u otro a dos aspectos fundamen-
Y todos ellos están subordinados a un “propó-
tales de los organismos vivos: el tratamiento
sito” o fin superior: el mantenimiento de la iden-
de información (autorreproducción) y la autono-
tidad del individuo, el cual a su vez está
subordinado al fin de la reproducción. Ahora mía (autocontrol, autorregulación, autocatáli-
bien, la reproducción es un mecanismo de feed- sis, metabolismo). Incluso se podría hablar de
back positivo: cuantos más individuos haya dos orientaciones básicas en la caracterización
reproduciéndose, mayor será la tasa de repro- de la vida: el enfoque informacional, que pone
ducción (crecimiento exponencial). De ahí que el énfasis en la capacidad autorreproductiva o
la propuesta de definición de Korzenievwski sea replicativa de los seres vivos y está influido por
la siguiente: un ser vivo es “un sistema de feed- la teoría de la información y la informática
backs negativos inferiores subordinado a un (además de por la tradición darwiniana), y el
feedback positivo superior” (Korzenievwski, enfoque auto-organizativo, que pone el énfasis
2001, p. 278). en la autonomía de los organismos, en su capa-
Pese al interés de esta propuesta, es quizás cidad para automantenerse, para constituir su
demasiado abstracta para ser de utilidad al propia identidad (cf. Maynard Smith, 1987, p.
biólogo, y no digamos al exobiólogo. Por otra 24; Moreno Bergareche & Umerez, 1994; y
parte, hay entidades no vivas que pueden Fernández Ostolaza & Moreno Bergareche,
encajar en esta definición. Popa (2004, p. 5) 1997, pp. 18-19).

5. Sin embargo, de nuevo a contracorriente, Barrow & Tipler (1996, p. 521) consideran que una máquina autorrepro-
ductiva estaría viva.

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El enfoque informacional centra su concepto Varela considera además que la caracterís-
de vida en aspectos informacionales del ser vivo6 tica en la que pone el énfasis el enfoque alterna-
que aparecen implicados en la reproducción de tivo, es decir, la reproducción, es en realidad una
su organización compleja (información almace- característica secundaria de la vida:
nada que puede ser replicada) y, por tanto, ve
Asumo aquí la tesis de que la reproducción no
como características fundamentales de los seres
es intrínseca a la lógica mínima de la vida. La
vivos los mecanismos de variación y herencia, los reproducción debe ser considerada como una
cuales a su vez posibilitan su evolución propor- complejificación adicional sobreimpuesta a una
cionándoles adaptación al medio. Sin embargo, identidad más básica, la de una unidad autopoié-
este enfoque permanece mudo ante un hecho tica. Una complejificación que es necesaria debido
fundamental: esa organización compleja, a las constricciones de las condiciones primitivas
además de replicarse mediante un proceso que en un planeta turbulento. Es aquí donde clases
implica la codificación y el procesamiento de una determinadas de moléculas, como los ácidos
nucleicos, juegan un papel fundamental. La repro-
cierta cantidad de información, ha de poder
ducción es esencial para la viabilidad a largo plazo
mantenerse a sí misma en el tiempo, y es en ello
de la vida, pero sólo cuando hay una identidad
precisamente en lo que se centra el enfoque auto-
puede una unidad reproducirse. En este sentido
organizativo. Este segundo enfoque tiene como la identidad tiene una prioridad lógica y ontoló-
versión más conocida la teoría de la autopoiesis gica sobre la reproducción, aunque no tenga una
que formularon Maturana & Varela en los años precedencia histórica (Varela, 1997, p. 76).
70, según la cual los organismos vivos son siste-
mas autopoiéticos, es decir, sistemas capaces El autor que más ha hecho por desarrollar en
de construirse y regenerarse a sí mismos, de los últimos años el enfoque auto-organizativo es
producir de forma autónoma sus propios Stuart Kauffman, especialmente en sus obras
componentes, los cuales forman ellos mismos The Origins of Order (1993) y At Home in the
parte de la red que los produce (Maturana & Universe (1995).
Varela, 1996). Así los define Francisco Varela: En el enfoque auto-organizativo la caracte-
rística que se destaca en los seres vivos es la
Un sistema autopoiético –la mínima organización de la complejidad automantenida y, por tanto,
viviente– es aquél que continuamente produce el metabolismo. La vida es un proceso continuo
los componentes que lo especifican, mientras de autoconstrucción metabólica. Como escri-
que al mismo tiempo se constituye como una ben Lynn Margulis y Dorion Sagan en apoyo de
unidad concreta en el espacio y en el tiempo que
este enfoque:
posibilita la red de producción de componentes.
Definido de forma más precisa: Un sistema auto- Cada cinco días uno tiene una nueva pared esto-
poiético está organizado (definido como una macal. Cada dos meses un nuevo hígado. La piel
unidad) como una red de procesos de producción es reemplazada cada seis meses. Cada año, el
(síntesis y destrucción) de componentes tales 98 por ciento de los átomos del cuerpo es reem-
que estos componentes: plazado. Este incesante reemplazo químico, el
1. regeneran y realizan la red que los metabolismo, es un signo seguro de la vida.
produce, y
Y añaden poco después:
2. constituyen el sistema como una unidad
distinguible en el dominio en que existe El ADN es una molécula incuestionablemente
(Varela 1997, p. 75). importante para la vida sobre la Tierra, pero la

6. Claus Emmeche (1998, p. 40) escribe: “Si la vida es forma [como sostiene la Vida Artificial], es formas de comuni-
cación: la vida es información”.

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molécula misma no está viva. Las moléculas de que componen la biota intestinal, sin los cuales
ADN se replican, pero no metabolizan y no son no sería posible o se vería muy dificultada su
autopoiéticas. La replicación no es ni de lejos autoconstrucción.
una característica tan fundamental de la vida
Como vemos, para unos investigadores
como la autopoiesis (Margulis & Sagan, 2000,
tenemos vida sólo cuando podemos encontrar
pp. 17 y 18)7.
estructuras que se autorreplican, para otros
Ahora bien, en principio, este enfoque deja tenemos vida cuando encontramos estructuras
fuera cualquier referencia a los mecanismos de que se automantienen metabólicamente. Estas
la herencia que posibilitan la evolución por selec- dos formas fundamentales de entender la vida
ción natural, y ello representa su principal limitación. pueden apreciarse igualmente en el debate sobre
Sería así al menos concebible un ser vivo tan el origen de la vida. De hecho, se corresponden
extraño como el que aparece en la novela de forma casi exacta con las dos principales
Solaris, de Stanislav Lem: un enorme océano corrientes que existen acerca del origen de la
gelatinoso, activo, cambiante e inteligente, que vida. De acuerdo con algunos biólogos y quími-
cubre todo un planeta y que es capaz de auto- cos, como Manfred Eigen, Peter Schuster, Leslie
mantenimiento y desarrollo, pero no de repro- Orgel, Thomas Cech y Addy Pross, la vida surgió
ducción (ni de evolución darwiniana). Nada hay
como un polímero portador de información (posi-
ciertamente en el enfoque auto-organizativo que
blemente ARN o APN, esto es, ácido péptido-
excluya esta posibilidad. Por otra parte, y ésta
nucléico) capaz de replicarse a sí mismo, aunque
sería una segunda limitación, el concepto de
no de metabolizar (si bien el metabolismo hubo
autonomía y de auto-organización es menos
de añadirse pronto al proceso). Debía ser, pues,
claro de lo que parece. Como señalan Barrow &
una molécula con la capacidad de copiar su
Tipler (1996, p. 520), la autonomía posee grados.
propia información y, por ende, dadas las varia-
Un ser humano no es capaz de sintetizar todos
ciones inevitables en este proceso, susceptible
los aminoácidos y vitaminas que necesita, pero
de evolución. De ahí que a esta corriente se la
muchas bacterias sí pueden. ¿Cuál debe ser el
haya llamado “los genes primero” o “la replica-
grado de autonomía o de auto-organización
ción primero” (cf. Elitzur, 1994). De acuerdo con
necesario para considerar vivo a un ente deter-
minado? Puestos de nuevo a ser estrictos, la escuela rival, representada por Alexander
ningún organismo es completamente autónomo. Oparin, Freeman Dyson, Doron Lancet, Lynn
Necesita de otros organismos y de ciertas condi- Margulis, Günter Wäcterhäuser, Stuart Kauffman,
ciones ambientales para autoconstruirse. Christian de Duve, Robert Shapiro y otros, los
La autopoiesis, en la realidad, es más una red primeros no fueron los genes, sino un conjunto
de relaciones constructivas que condicionan y de reacciones mutuamente catalizadas, produ-
modulan los resultados obtenidos que una labor cidas, según algunas versiones, sobre super-
autónoma de organismos frente a un ambiente. ficies minerales, o, según otras, en vesículas
Podríamos decir, por ejemplo, que la unidad aisladas del entorno por una membrana.
autopoiética relativa al ser humano no es el ser La reproducción de estas entidades no sería
humano como tal, sino que incluye a otros orga- genética, sino una mera prolongación de la
nismos, como las bacterias, hongos y protozoos autocatálisis y de la división por aumento de

7. Justo el punto de vista contrario es defendido por Addy Pross (2004, p. 319) cuando escribe: “Por supuesto, el
metabolismo, en tanto que adaptación, es más fundamental que otras adaptaciones evolutivas, como el largo cuello de la jirafa,
pero es no obstante una adaptación”.

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tamaño. A esta corriente se la conoce como “el yuxtaponer sin más los rasgos que cada uno
metabolismo primero”8. destaca, sino que muestre alguna conexión más
Ambos enfoques, sin embargo, presentan profunda entre ellos.
problemas, y el uno no puede dar cuenta de la En tal sentido, Freeman Dyson (1999),
aparición de las características de la vida sobre aunque es considerado como un representante
la que se centra el otro9. No hay una explica- de la corriente “el metabolismo primero”, ha
ción satisfactoria de cómo moléculas autorre- defendido que el origen de la vida está más
plicadoras pueden surgir y mantenerse a partir bien en la unión simbiótica de los dos tipos de
de una síntesis química indirecta y dar lugar a estructuras anteriores, o, por decirlo de otro
cadenas de reacciones metabólicas (cf. Shapiro, modo, que la vida tiene un origen doble. Dyson
2000); más bien, la replicación de dichas molé- asume la idea de von Neumann de que la vida
culas parece exigir la existencia de procesos no es una cosa, sino dos, metabolismo y repli-
metabólicos que puedan sustentarla. Está cación, que son lógicamente separables (1999,
además el problema de cómo un sistema repli- p. 9). Esto implica que la vida, o bien surgió de
cador simple puede evitar la acumulación de una vez con ambas cosas juntas, o tuvo un
errores de copia. Pero, en sentido contrario, no doble origen: hubo una primera entidad repli-
hay tampoco una explicación satisfactoria de cadora y una primera entidad metabolizadora
cómo un conjunto de componentes químicos y ambas se unieron para formar la vida. Dyson
aislados, capaces de intercambiar energía y se decanta por esta segunda posibilidad,
materia con el entorno, puede surgir espontánea- dadas las dificultades de la primera. Según su
mente, manteniendo su estabilidad y dar lugar a modelo, las primeras entidades vivas, las prime-
moléculas que porten una información hereda- ras células, estarían formadas fundamental-
ble acerca de cómo recomponer un sistema mente por proteínas capaces de mantenimiento
similar. De hecho, si bien se ha comprobado homeóstatico y, por tanto, de metabolismo,
experimentalmente que una molécula de ARN que serían después parasitadas por ácidos
puede mantener su capacidad autorreplicadora nucleicos (surgidos probablemente como un
fuera de una célula, en un ambiente químico subproducto del exceso de ATP) que termina-
adecuado que proporcione las enzimas nece- rían en una asociación simbiótica con sus
sarias (lo cual juega a favor del enfoque “la repli- hospedadores.
cación primero”), no hay evidencia experimental En nuestro país, y en lo que se refiere al
convincente que muestre que un ciclo metabó- problema de la definición de vida, K. Ruiz-Mirazo,
lico puede darse y mantenerse fuera del equili- J. Peretó & A. Moreno (2004) han intentado
brio termodinámico en condiciones similares (cf. también una síntesis de los dos enfoques
Pross, 2004 y Anet, 2004; y, para un punto de citados, recogiendo tanto aspectos relaciona-
vista contrario, Kauffman, 2007). Dadas las dos con la replicación y la evolución, como
carencias explicativas de estos enfoques, no es aspectos relacionados con el metabolismo.
de extrañar que haya habido intentos de inte- Su definición de vida dice así: “Un ‘ser vivo’ es
grarlos en uno más general que no se limite a cualquier sistema autónomo [y por tal entienden

8. Puede hablarse de un tercer enfoque que sitúa como primer paso de la vida el encapsulamiento o aislamiento
del entorno mediante una membrana. A este enfoque se le designa como “proto-célula primero”. Oparin sería uno de sus
representantes. No obstante, los partidarios de este tercer enfoque suelen defender que al encapsulamiento le sigue el
metabolismo.
9. Para una explicación clara y amena de este problema así como de otras deficiencias propias de cada enfoque,
puede verse Dyson (1999).

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un sistema lejos del equilibrio que se mantiene necesaria para desempeñar estos
y constituye a sí mismo mediante el acopla- procesos.
miento de procesos endergónicos-exergónicos]
Como puede verse, aparecen aquí expre-
con capacidades para una evolución abierta”.
samente mencionados como interdependientes
Estos autores consideran que para cumplir estas
los aspectos informacionales y los metabólicos10.
dos propiedades, un ser vivo ha de poseer los
Me parece, por ello, que es una de las definicio-
siguientes requisitos:
nes más elegantes y, al mismo tiempo, comple-
1. Un límite activo semipermeable (mem- tas que puede encontrarse en la literatura.
brana). Evidentemente, y dado que exige que, desde
2. Un aparato de transducción/conversión un principio, los seres vivos poseyeran conjun-
de la energía. tamente tanto la replicación como el metabo-
3. Dos tipos al menos de componentes lismo no convencerá, por demasiado rigurosa,
macromoleculares interdependientes, a los partidarios de “la replicación primero” ni a
uno capaz de catalizar los procesos los del “metabolismo primero”, que estarán
de autoconstrucción y otro capaz de dispuestos a reconocer como vivas a entidades
almacenar y transmitir la información que tuvieran sólo una de esas propiedades.

II
La referencia al metabolismo como característica sentido fuerte, como “el uso y administración de
central de la vida ha ido acentuándose con el la energía para la construcción y el mantenimiento
tiempo, particularmente debido al influjo del del cuerpo, así como para la conducta” (1999, p.
enfoque auto-organizativo. Precisamente por 236). Si el metabolismo es necesario para definir
ello, la centralidad de este rasgo ha sido objeto el concepto de vida, entonces la Vida Artificial
de una intensa discusión. Margaret Boden (1999) fuerte está condenada al fracaso. Sin embargo,
ha señalado que el metabolismo es una carac- Boden reconoce que el concepto de vida es nego-
terística que, a diferencia de las demás que se ciable y susceptible, por tanto, de modificación.
suelen citar, no puede ser traducida a términos Hay un dato que habla a favor de los que
informacionales o computacionales. Esto, por defienden la centralidad del metabolismo para la
cierto, explicaría la dualidad de enfoques de la vida. Cuando en 1976 las naves Viking 1 y Viking 2
que venimos hablando, y la dificultad para lograr se posaron sobre la superficie de Marte, iban
una síntesis. Según esta autora, el metabolismo preparadas para desarrollar tres experimentos
sería lo que realmente distinguiría a los seres encaminados a detectar rastros de vida en el
vivos que encontramos en la naturaleza de los planeta rojo. Los tres experimentos estaban
“seres” de la Vida Artificial, ya se trate de basados en la detección de transformaciones
los puramente virtuales como de los corporiza- químicas debidas al metabolismo11. Los expe-
dos (robots “situados”) y, en tal sentido, sería rimentos detectaron, en efecto, gases que
una característica decisiva para caracterizar la podían atribuirse a residuos de la actividad meta-
vida. Boden entiende el metabolismo, en un bólica de organismos vivos, pero los resultados

10. Otro intento de síntesis puede encontrarse en el enfoque biosemiótico, según el cual la vida es la “interpretación funcio-
nal de signos en sistemas de códigos materiales autoorganizados que construyen su propio Umwelt” (Emmeche, 1997, p. 15).
11. Puede obtenerse información sobre esto en: http://aerospacescholars.jsc.nasa.gov/HAS/cirr/em/8/4.cfm, y en
Schuerger & Clark, 2007.

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ArtefaCToS, vol. 1, n.º 1, noviembre 2008, 81-100 91
no fueron concluyentes porque las peculiarida- que consiste en los procesos de transformación
des químicas del suelo de Marte podían explicar de materia y energía que se dan en los seres
también ese resultado. De modo que tales vivos? La cuestión no es fácil. Si entendemos,
rastros químicos podrían no ser, después de por ejemplo, por metabolismo, tal como hace
todo, señales de metabolismo de seres vivos. Boden, el uso y administración de la energía
Sin embargo, esto no da la victoria definitiva a para el mantenimiento del cuerpo y para la
ningún enfoque, puesto que una cosa es qué conducta, cabe objetar que un robot podría utili-
criterios son útiles en la práctica para detectar zar la electricidad para tales cosas, con lo que
vida y otra distinta cómo podemos definir de tendríamos que concluir que un robot metabo-
forma más completa y general la vida. liza y, por tanto, está vivo.
Claus Emmeche (1998, pp. 47 y 58), sin Parece, pues, que si queremos una defini-
embargo, piensa que el metabolismo, aunque ción de metabolismo que sea de utilidad para
esté presente casi siempre en los seres vivos, caracterizar a los seres vivos debemos ser más
no es una condición necesaria para poder hablar restrictivos. Tal como lo suelen entender los
de vida. Señala, por ejemplo, que una semilla manuales de biología, el metabolismo es la sínte-
puede estar un milenio sin actividad metabólica sis o degradación química de moléculas comple-
y, pese a ello, seguir estando viva. Por otro lado, jas catalizada fundamentalmente por enzimas
tampoco es una condición suficiente, pues un (e incidentalmente por moléculas de ARN).
remolino de agua tiene en cierto modo metabo- Los procesos de catálisis enzimático pueden
lismo (intercambia materia y energía con el medio darse in vitro, pero sólo en los seres vivos
para mantenerse estable) y no lo calificaríamos pueden fabricar enzimas, de modo que sólo
como un ser vivo12. ellos pueden utilizarlas de forma natural para
La raíz de este desacuerdo parece estar catalizar. Diríamos así que los seres vivos se
precisamente en la dificultad para definir adecua- caracterizan porque sus procesos de intercam-
damente lo que es el metabolismo. Si entende- bio de materia y energía con el medio se reali-
mos el metabolismo en el sentido amplio de zan mediante reacciones químicas catalizadas por
intercambio de materia y energía, tendríamos enzimas y a este tipo particular de procesos de
que considerar entonces una explosión atómica, intercambio de materia y energía es a lo que llama-
una cerilla ardiendo o una simple reacción mos metabolismo. Lo que haría, por tanto, espe-
química como un proceso metabólico, lo cual ciales a los seres vivos no sería el mero intercambio
parece demasiado generoso y desviado de su de materia y energía con el medio para mantener
uso habitual en biología. Ni siquiera la definición la estabilidad, sino el que son sistemas que
algo más precisa que parece estar implícita en usan la catálisis enzimática en esos intercambios.
la respuesta de Emmeche (intercambio de Ahora bien, esto desplaza la cuestión a una
materia y energía con el medio para mantenerse propiedad no formal, sino material, de los seres
estable) es convincente, pues podría aplicarse vivos: al tipo de moléculas de las que están
igualmente a un remolino de agua o a una llama. compuestos y, en particular, a los enzimas. Pero,
Ahora bien, ¿Es posible proporcionar una en tal caso, ¿no estaremos elaborando así una
definición de metabolismo que pueda ser atri- definición demasiado restrictiva? ¿Exigiríamos a
buida a los seres vivos en exclusiva y que no cualquier ente extraterrestre para ser calificado
sea circular, es decir, que no se limite a decir como ser vivo el que posea enzimas? Algunas

12. Hay, sin embargo, quien considera que, precisamente por carecer de metabolismo, una semilla no está viva, aunque
tenga el potencial de volver a estarlo (cf. Villarreal, 2005). Lo mismo deberíamos decir entonces de una espora bacteriana.
Se han encontrado esporas bacterianas congeladas de más de diez mil años de antigüedad que han podido reavivarse.

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definiciones de ‘vida’ no tienen ciertamente Como dijimos antes, por lo que sabemos, sólo
reparo en hacerlo. Consideran necesario apelar el carbono es capaz de formar cadenas lo sufi-
a alguno de estos componentes materiales. Así, cientemente variadas, complejas y estables
el diccionario Penguin de biología ofrece la como para permitir los procesos vitales (aunque
siguiente definición de vida: “Sistemas físico- esto también es objeto de discusión).
químicos complejos cuyas dos principales Estamos, pues, ante lo que parece un dilema
peculiaridades son: (1) el almacenamiento y la irresoluble. Si buscamos una definición pura-
replicación de la información molecular en la forma mente formalista de vida, terminamos teniendo
de ácidos nucleicos, y (2) la presencia de (o en que incluir en ella entidades que, en principio,
los virus quizás sólo el potencial para) catálisis no consideraríamos como vivas. Si, por el
enzimática”. (The Penguin Dictionary of Biology, contrario, damos una definición que apele a
1992, entrada “life”). En ella, como vemos, hay elementos materiales de la vida tal como la cono-
una referencia explícita a los ácidos nucleicos y cemos, estaremos presuponiendo de forma
a los enzimas. De forma parecida se pronuncia injustificada que toda vida posible ha de basarse
V. Kunin (2000) cuando define la vida como un en esos elementos materiales.
sistema de ácidos nucleicos y proteín-polime- Con todo, algunos autores han puesto en
rasas con un aporte constante de monómeros, cuestión la pretensión formalista de dar una defi-
energía y protección. nición de vida que prescinda por completo de
El problema es que, para los autores de cualquier referencia a las propiedades materia-
orientación formalista, según hemos comentado, les de sus componentes. Moreno, Etxeberría &
una verdadera definición de vida debe ser lo sufi- Umerez (1995) han sostenido que en los seres
cientemente general como para incluir cualquier vivos se da un entrañamiento (entanglement)
posible forma de vida, y no sólo la vida tal como entre materia y forma, de modo que los aspec-
la conocemos sobre nuestro planeta. Por lo tos formales no son suficientes para caracterizar
tanto, no debería hacer mención a ningún la vida. Por ejemplo, “una gran parte de la infor-
componente material. Esto sería pecar, como mación necesaria para los procesos de autorre-
se suele decir, de “chauvinismo del carbono” (cf. producción está implícita en el material específico
Emmeche, 1997 & 1998). Las versiones forma- del que está compuesta [la organización viviente].
listas se dan tanto en el enfoque informacional Esta especificidad (tamaño, rasgos morfológi-
como en el enfoque auto-organizativo. Para cos o químicos…) contiene implícitamente
dichas versiones, sean cuales sean las caracte- información necesaria para especificar el funcio-
rísticas de la vida, éstas han de ser independien- namiento del sistema”. Como dice uno de estos
tes de un soporte material concreto. Serían autores en otro lugar:
características que no surgen de las propieda-
des de sus componentes materiales, sino de [La] información necesaria para especificar la
identidad de un organismo no está explícita más
sus relaciones funcionales, las cuales pueden
que en grado mínimo en el ADN. La expresión
ser consideradas desde un punto de vista mera-
final de la información, lo que se conoce como el
mente formal.
fenotipo de un organismo, es el resultado de un
Pero si la apelación a componentes materia-
conjunto de complejos procesos dinámicos auto-
les concretos quizás sea un requisito demasiado organizativos y dependientes del contexto.
restrictivo, el formalismo podría estar planteando El plegamiento de las proteínas, una vez espe-
una exigencia irrealizable. Al fin y al cabo ¿qué cificada la secuencia lineal de sus aminoácidos,
nos lleva a suponer que puede haber otras es un proceso intrínseco gobernado por la acción
formas posibles de vida con componentes mate- de las leyes físicas, en el que importan desde las
riales muy distintos a los de la vida terrestre? características materiales de los aminoácidos

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ArtefaCToS, vol. 1, n.º 1, noviembre 2008, 81-100 93
hasta las condiciones de temperatura o el Ph del exhaustivamente por ningún organismo. Algo
entorno. La proteína plegada, de la que depende que seguramente no dejará satisfecho a los más
(a su vez, sólo en parte) la función, es una estruc- exigentes; a los que siguen pensando en definir
tura mucho más compleja que la secuencia de
la vida mediante un conjunto cerrado de propie-
aminoácidos de la que se deriva. Esta diferencia
dades necesarias y suficientes.
de complejidad, que deberíamos llamar informa-
ción implícita, es el resultado en última instancia
En definitiva, no sólo no tenemos una defi-
de la materialidad específica del sistema. Cual- nición universalmente aceptada de vida, sino
quier modelo puramente formal de la organización que ni siquiera están de acuerdo los especialis-
viviente deberá, por tanto, explicitar toda esta tas en cuáles de los posibles rasgos que cabe
información tácita, y especificar a su vez los citar de los seres vivos conocidos serían los
mecanismos de reproducción de tal complejidad fundamentales. Es más, tampoco coinciden en
“adicional” (Moreno & Fernández, 1997, p. 110)13.
los criterios que deberían seguirse para obtener
Esto implica que una definición rigurosa (si por ejemplo la defini-
ción debería ser puramente formal o inevitable-
el intento de abstraer la organización, la “forma” mente debe incluir alguna referencia a los
de la vida, para generalizar la biología en el
componentes materiales). Esto no obsta para
sentido de lograr una definición aplicable a cual-
que contemos con algunas definiciones funcio-
quier tipo de vida posible (“la vida tal y como
pudiera ser” de Langton) choca con la profunda nalmente útiles para ciertos propósitos. De hecho,
imbricación entre materia y forma que, al menos pese a la carencia de consenso, las investigacio-
en los seres vivos conocidos, constituye una carac- nes recientes sobre el origen de la vida se basan
terística esencial de su organización (ibidem). en el análisis de la evolución temprana de
muchas de las características señaladas (origen
Si estos autores tienen razón, una definición
del encapsulamiento y la membrana celular,
puramente formal de vida es inviable. Ahora bien,
origen de los mecanismos de control energé-
dado que no podemos descartar de antemano
tico, origen del metabolismo, origen del orden y
que existan otras formas de vida basadas en
del almacenamiento y uso de la información, etc.
una química diferente a la nuestra, hemos de
concluir en mi opinión que cualquier definición [cf. Popa, 2004]). Este pluralismo no ha impedido
de vida, en la medida en que ha de incluir de un el avance en las investigaciones e incluso la
modo u otro una referencia a sus componentes convergencia entre algunas conclusiones. Quizá
materiales, debe quedar siempre abierta a la haya que asumir el dictum nietzscheano de que
adición de nuevos componentes. Dicho de otro lo que tiene historia no puede tener definición, y
modo, muy posiblemente no cabe aspirar más la vida, si por algo se caracteriza, es por haber
que a una definición disyuntiva (la vida es esto…, tenido historia, una historia que no se deja
o esto…, o esto otro…) y constantemente revi- atrapar por fronteras precisas. Y esto nos lleva
sable, que, además, no podrá ser cumplida a una última consideración.

13. En esta línea, A. Moreno y K. Ruiz Mirazo (1999) han argumentado detalladamente que en el metabolismo los aspec-
tos lógico-formales son inseparables de los materiales. Los modelos computacionales de metabolismo no podrían, pues,
recoger ciertos aspectos centrales de la dinámica de los procesos metabólicos reales. “La vida, después de todo –conclu-
yen estos autores–, es una expresión de la naturaleza auto-constrictiva de la materia”.

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94 ArtefaCToS, vol. 1, n.º 1, noviembre 2008, 81-100
III
Si como han sostenido Cleland & Chyba, la sea tenida como rastro de vida sería en tal caso
posibilidad de una definición adecuada de ‘vida’ algo que podría decidirse por simple votación
es subsidiaria de nuestra capacidad para carac- entre los científicos. Todo dependería de sus
terizar la vida como un género natural, quizás objetivos e intereses explicativos y de la como-
la conclusión que habría que obtener de la didad de realizar tal clasificación.
situación descrita es que la vida no parece ser, Esta posibilidad, sin embargo, parece poco
de hecho, un género natural; es decir, no es el plausible desde un punto de vista científico.
tipo de cosa que pueda caracterizarse Mover las fronteras de lo que está vivo y lo que
mediante un conjunto de propiedades necesa- no está vivo sólo por simple convención y no en
rias y suficientes14. función de un mayor conocimiento del funcio-
Si no es un género o clase natural (natural namiento y de las posibilidades de la vida, no
kind ), entonces debemos elegir entre dos posi- parece que sea una estrategia ni interesante ni
bilidades alternativas: que la vida sea un género útil para la ciencia. Por otra parte, chocaría con
o clase convencional o que no sea un género o las expectativas que los exobiólogos tienen de
clase, sino un individuo15. Para analizar, siquiera que podamos aprender mucho sobre la propia
sea brevemente, estas posibilidades nos será vida a partir del descubrimiento de vida en otros
de gran utilidad compararlas con las propues- planetas o en cometas. Si el concepto de vida
tas análogas que han sido presentadas en la fuera puramente convencional, estas cuestio-
discusión sobre la naturaleza de las especies nes empíricas serían irrelevantes. Todos los inten-
biológicas. tos de caracterizar la vida que hemos expuesto
Si la vida fuera un género convencional, son una buena muestra de que los científicos
entonces dependería exclusivamente de los consideran que hay rasgos que marcan real-
seres humanos, en función de sus intereses, mente una separación entre lo vivo y lo no vivo,
decidir qué es lo que se va a considerar como y que dicha separación no depende de conven-
vivo y qué es lo que no, y no habría ninguna ciones humanas o de intereses clasificatorios.
base objetiva en la naturaleza que sustentara tal Es cierto que si las fronteras de la vida fueran
separación. Dicho de otro modo, cualquier defi- irremediablemente borrosas –es decir, si la sepa-
nición de ‘vida’ sería puramente estipulativa, ración entre vida y no-vida fuera tan gradual que
como lo es la definición de ‘literatura’, o la de el tramo entre lo no vivo y lo vivo fuera un conti-
‘fútbol’, o la de ‘hora oficial en España’. Que una nuo–, la decisión de atribuir vida a un ente deter-
determinada e hipotética muestra extraterrestre minado, en algunos casos al menos, tendría un

14. Cleland & Chyba piensan que, al igual que los avances en química permitieron definir con precisión el agua como
H2O, quizás futuros avances en nuestros conocimientos de física y de química nos harán entender mejor cómo pudo surgir
la vida y, por ende, proporcionar una caracterización de la misma como género natural. Mientras tanto hemos de conformar-
nos, según dicen, con listas que describan ciertas características observables. Ellos dejan abierta la posibilidad, no obstante,
de que la vida no sea un género natural, con lo cual “cómo definirla permanecerá siendo para siempre no más que un asunto de
preferencia lingüística” (2002, p. 391).
15. Dejo de lado una posibilidad adicional: que el concepto de vida perteneciera sólo a la biología popular pero que
careciera de validez científica debido a que designa no una cosa sino muchas cosas diferentes, sin elementos relevantes en
común, que deberán ser distinguidas por la ciencia en su momento y designadas con distinto nombre cada una de ellas, disol-
viéndose así su aparente unidad. La vida no sería así ni una clase ni un individuo, sino una diversidad de fenómenos no enca-
jables bajo un mismo concepto. Ésta no es una posibilidad que pueda ser descartada a priori, pero por el momento no hay
base empírica ni teórica para contemplarla como una posibilidad seria.

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carácter convencional. En tal caso, como reco- además una buena explicación de ciertas pecu-
nocía Margaret Boden, el concepto de vida sería liaridades de la biología como ciencia frente a la
negociable. No obstante, si bien hay casos física y a la química, como, por ejemplo, la
dudosos o intermedios, como los virus, no es ausencia –así lo creen muchos– de leyes univer-
de esperar que esos casos se multipliquen hasta sales biológicas.
borrar cualquier separación posible basada en Los individuos (y las poblaciones de indivi-
propiedades reales. Al fin y al cabo, no se han duos) poseen tres características principales que
descubierto hasta ahora entidades intermedias les diferencian de las clases16:
entre los virus y las bacterias. Los casos de atri-
bución dudosa, y en esto el ejemplo de los virus 1. Tienen una existencia espacio-tempo-
nos vale, no harían que la división entre lo vivo ral, esto es, existen en el espacio y en el
y lo no vivo fuera por completo convencional. tiempo, lo que implica que tienen un
Sólo pondrían de manifiesto que, a falta de una comienzo y un final. O, dicho de otro
mayor profundización en la cuestión, estos casos modo, los individuos son entidades
dependen de decisiones fundamentadas pero concretas e históricas; las clases son
revisables a la luz de nueva información que abstractas y atemporales.
permita un juicio más preciso. Así, la existencia 2. Son susceptibles de cambios. Pueden
de casos dudosos de oro antes de que el oro evolucionar a lo largo del tiempo.
fuera caracterizado por su número atómico y 3. Poseen cohesividad interna. Sus elemen-
existiera la tecnología adecuada para estable- tos mantienen una estrecha red de
cer con seguridad la composición química de relaciones reales, no meramente con-
un material no hacía que el concepto ‘oro’ fuera ceptuales; no están simplemente unidos
convencional. Por otra parte, las clases natura- por compartir ciertas propiedades. Por
les no tienen por qué tener fronteras perfecta- otra parte, la relación de un individuo
mente definidas. Si se acepta, por ejemplo, que con sus elementos integrantes es una
las especies biológicas son clases naturales, relación de todo-parte, mientras que
éstas tienen fronteras espacio-temporales, pero la relación de un elemento de una clase
en muchos casos son fronteras borrosas. Es impo- con la clase es la de pertenencia.
sible decir, al menos para la mayoría de las espe-
cies, que tuvieran un comienzo claramente No resulta difícil de aceptar que la vida
delimitado en el tiempo. Y, sin embargo, eso no presenta las dos primeras características propias
significa que no tengan un límite temporal hacia de los individuos y que no tienen las clases.
el pasado, puesto que claramente hubo momen- En cuanto a la tercera, la cuestión es más
tos en el tiempo en el que todavía no existían. compleja. La ecología y la teoría de la evolución
La segunda alternativa es que el término nos enseñan que la única vida que conocemos,
‘vida’ no designe a una clase de entidades, sino la vida en la Tierra, cumple también, al menos en
a un individuo (en sentido lógico). La idea puede algún grado, esa característica; pero ¿qué pasaría
parecer extraña, pero también lo pareció en un si encontráramos alguna vez vida extraterrestre?
primero momento la propuesta análoga, reali- ¿Habría que considerar que ‘vida terrestre’
zada por Michael Ghiselin (1974) y David Hull designa a un individuo o población de indivi-
(1976 & 1978), de que las especies biológicas duos y ‘vida marciana’ (si la hubiera) a otro
son realmente individuos y no clases. Aportaría individuo o población de individuos y así

16. Cf. Hull, 1978; Mayr, 1988, p. 335 y ss.; y Ereshefsky, 2002. Y para una discusión crítica, Kitcher, 2003, cap. 5; y
Crane, 2004.

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sucesivamente, sin que pudiera decirse que Desde hace unos pocos años, algunos
todos ellos pertenecen a un único genero autores, como Philip Kitcher, Richard Boyd, Paul
natural? No necesariamente. En primer lugar, y Griffiths y Robert Wilson han sostenido con
como salida radical, cabría negar que la cohe- respecto a las especies biológicas la tesis de
sividad, en el sentido de la contigüidad espacio- que éstas son géneros naturales, pero sin que
temporal, sea una propiedad exigible a todos esto lleve necesariamente a aceptar que tienen
los individuos (cf. J. Wilson, 1999, pp. 61-62). una esencia en el sentido descrito18. Según R.
En segundo lugar, si hemos de atender a Boyd y R. Wilson, las especies serían géneros
algunos científicos, no es descabellada la hipó- naturales entendidos como agrupaciones de
tesis de que la vida se haya ido propagando de propiedades mantenidas homeostáticamente.
planeta en planeta a través del espacio, presen- Lo que esto significa es que las especies presen-
tando por tanto una cierta cohesividad interna (cf. tan propiedades que tienden a darse juntas
Davies, 2000). Pero, incluso si no hubiera sido porque hay mecanismos causales subyacentes
así, si hubiera finalmente en el Universo diferen-
que hacen que se refuercen unas a otras,
tes tipos de vida que jamás hubieran tenido
aunque son mecanismos sujetos a excepcio-
contacto entre sí y carecieran de toda relación
nes. Es decir, la posesión de alguna de ellas
pasada, podríamos apelar todavía a una cohe-
hace más probable la posesión del resto, si bien
sividad potencial, esto es, a la potencialidad de
pueden darse casos de individuos en los que
establecer relaciones entre ellas una vez que
falten algunas de tales propiedades. En tales
entraran en contacto, aunque ese contacto no
casos, es una cuestión teórica, para a poste-
se hubiera producido hasta el momento. Esto
riori, y no meramente conceptual, determinar si
llevaría, no obstante, a una conclusión extraña:
estamos ante un individuo que cae bajo ese
si los distintos tipos de vida son en realidad
género natural o no. Incluso podrían darse casos
partes de un todo que es la vida en el Universo,
racionalmente indecidibles. En una versión witt-
y no elementos del conjunto de las cosas vivas,
gensteiniana más débil, Massimo Pigliucci consi-
tendríamos que admitir que esas partes se
formaron con total independencia unas de otras, dera las especies como agrupaciones de
aun cuando el resultado final forme, al menos propiedades (fundamentalmente filogenéticas,
potencialmente, un todo. genéticas y ecológicas) que proporcionan un
Existe, sin embargo, una tercera posibilidad “parecido de familia” (cf. Pigliucci, 2003).
que aún no hemos contemplado y que presenta Esta tercera forma de ver los géneros natu-
menos dificultades que las anteriores, a saber: rales no exige que haya alguna propiedad
que la vida sea un género natural pero que no presente en todos los miembros de una especie
sea caracterizable pese a todo mediante un y sólo en ellos (no exige, como hemos dicho,
conjunto de propiedades necesarias y suficien- una esencia en el sentido tradicional) y, por otra
tes. Ésta es, además, una posibilidad que parte, permite su variación en el tiempo, ya que
también ha sido ensayada en el debate sobre la agrupación homeostática de propiedades
las especies y que podría ser extrapolada con puede preservar su identidad a través de ciertos
beneficio al problema de la definición de vida17. cambios.

17. Por seguir con la comparación con el problema de las especies, cabría aún otra posibilidad que aquí no discutire-
mos, y es que la vida no fuera ni un género natural, ni un género convencional, ni un individuo, sino algún otro tipo de cosa o
proceso. Algunos ejemplos que se han dado de entidades que no encajan en la dicotomía clase/individuo son los lenguajes
y las teorías científicas (cf. Stamos, 2002).
18. Cf. Boyd, 1999; R. A. Wilson,1999; Griffith, 1999; y Kitcher, 2003, cap. 5.

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Desde este enfoque, las definiciones de definición descriptiva fundamentada y con poder
“vida” al uso que suelen listar una serie de carac- explicativo (o, como Boyd prefiere llamarla, a
terísticas que, sin embargo, no son condiciones una “definición programática”).
necesarias y suficientes para la vida serían acep- Al mismo tiempo, esto explicaría por qué no
tables como definiciones no esenciales de un han tenido éxito los intentos de proporcionar
género natural. Esta posición se alejaría tanto una definición unificada de vida que la cifre en un
del esencialismo tradicional que busca una defi- solo proceso o que la reduzca al despliegue de
nición universal de vida a partir del estableci- una única función. La enumeración de propieda-
miento de sus condiciones esenciales, como del des a las que recurren la mayoría de las defini-
escepticismo que no ve posible más que un ciones dadas no es un signo de fracaso, sino
conjunto más o menos vago, arbitrario, contex- una consecuencia de la propia naturaleza de la
tual y variopinto de características habitualmente, vida. La vida es un género natural, pero se
pero no necesariamente, presentes en los seres conforma como tal por medio de una agrupación
vivos. Si consideramos la vida como una agru- de propiedades que no constituyen juntas una
pación de propiedades mantenidas homeósta- “esencia” de la vida. Por otra parte, a diferencia
ticamente, no habría un conjunto cerrado e del convencionalismo, esta postura deja abierta
inamovible de condiciones necesarias y suficien- a la investigación empírica una cada vez más
tes de la vida, y en esto habría que darle la razón ajustada determinación de las características
al convencionalista o al escéptico, pero sí que que pueden servir mejor para caracterizar la vida.
cabría señalar cierto conjunto de rasgos que se No obstante, persiste en mi opinión un
refuerzan mutuamente y que, por tanto, valdrían problema con esta caracterización, y es que
para definir la vida como fenómeno. Esta agru- también haría de un individuo aislado un género
pación, además, tendría cierta capacidad expli- natural, pues también éste podría considerarse
cativa, ya que estaría abierta al esclarecimiento como una agrupación de propiedades mantenida
de las causas que hacen que tales rasgos se homeostáticamente. Pero, en lo que respecta al
mantengan homeóstaticamente, cosa que no asunto de la definición de vida, éste es un
sucedería con una mera agrupación arbitraria. problema menor comparado con los que presen-
Con esto se renuncia a una definición esencial tan las alternativas del esencialismo tradicional,
de vida en el sentido tradicional, pero no a una del convencionalismo y del “individualismo”.

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