ENSAYO Nº 1: PREMIO PRITZKER DE ARQUITECTURA 2019

El premio Pritzker es un reconocimiento concedido anualmente y patrocinado por la

fundación estadounidense Hyatt. Es el premio de mayor prestigio internacional y el
principal galardón concedido para honrar a un arquitecto en el mundo, mencionado
comúnmente como el “Nobel de Arquitectura”. Este año el galardonado fue Arata Isozaki,
un arquitecto japonés que inicio en la década de 1960 y ha sido considerado un visionario
por su enfoque futurista global y sin miedo al momento de enfrentar un diseño. Con su
frase “el cambio significa constancia” ha hecho participe su bien marcado estilo,
fusionado del brutalismo y el metabolismo, el ultimo inspirado en su mentor Kenzo
Tange, considerado padre de esta corriente arquitectónica.

Isozaki ha recibido numerosos premios en el transcurso de su carrera, incluyendo

el Architecture Institute of Japan's Annual Prize en 1974, la Medalla de Oro de la RIBA
en 1986 y el American Institute of Architects' Honor Award en 1992, por sus obras como
la Biblioteca Prefectural de Oitta (1966), Biblioteca Central de Kytakyushu (1974) y el
Museo de Arte Moderno de la Prefectura de Gunma (1974). En EE. UU se hizo conocido
por el Museo de Arte Contemporaneo en los Angeles de 1986 y el Team Disney Florida,
con el que podemos evidenciar la versatilidad del arquitecto, fusionando su estilo con la
arquitectura posmoderna.

Los proyectos de Isozaki engloban una fuerte tendencia a las mega estructuras futuristas
así como su habilidad para entender y comprender como funciona la ciudad en la que
emplazara sus obras, dando espacios de escala magnifica pero sin perder la noción de la
escala humana.

Su arquitectura es muy heterogénea y dinámica, dando importancia tanto a las fachadas

de los edificios como a los espacios interiores, haciendo que la envolvente del ser humano
dentro del edificio sea amistosa y que los exteriores deslumbren seguridad o curiosidad
según sea la funcionalidad que se desee promulgar.

El trabajo con jóvenes arquitectos también ha sido uno de sus objetivos a lo largo de su
carrera. Aprecia el potencial oculto y apoya la iniciativa de cambio y mejora de diversas
partes del mundo. Los incentiva a colaborar con obras de sus mismos trabajos como por
ejemplo Fukua Nexus World Housing o el programa Machi No Kao, en donde muchos
jóvenes se vieron involucrados gracias al apoyo de Isozaki.
Una de las anécdotas contadas por el que capturó mi atención, fue la manera en la que
decidió estudiar e involucrarse con la arquitectura.

Cuando tenía 12 años su pueblo desapareció por completo producto de las bombas de
Hirsoshima y Nagazaki en la Segunda Guerra Mundial. El vio como toda la arquitectura
de su ciudad desaparecía por completo, los edificios y su hogar. Eso lo marco para
siempre. Lo ayudo a forjar una carrera gracias a entender lo que era un espacio sin
arquitectura y que esta era necesaria para completar la vida del hombre, acogiéndolo y
brindándole calidez, seguridad y paz.

Es posible que mucha de esas situaciones lo hayan llevado también a formar parte de los
arquitectos con la corriente del metabolismo, en donde estaban conscientes de que la
arquitectura debe ser un ente cambiante y no estático, ya que se estaba diseñado para
resistir un tiempo limitado y poder ser remplazado y así seguir con el ciclo. Igualmente,
es posible que gracias a este movimiento haya adquirido conocimientos de distinto tipo,
como filosofía, para entender la ciudad; historia, para tomar en consideración las
soluciones del pasado e interpretarlas para no cometer errores en un futuro; la cultura de
cada lugar, para poder incorporar las costumbres del usuario y no perturbar su
cotidianidad.