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7.

RÉGIMEN PATRIMONIAL DE SEPARACIÓN DE PATRIMONIOS

7.1. GENERALIDADES

"...Si los cónyuges no están de acuerdo en adoptar un régimen de sociedad


conyugal, pueden excluirlo por completo, es decir, que cada cual es propietario
exclusivo de los bienes que tenga en el momento del matrimonio, lo mismo que de
los adquiridos a cualquier título durante él y de los frutos de todos los bienes. En
este caso no existe una masa común que tenga por finalidad esencial si reparto al
disolver el matrimonio, pues es precisamente la negación de todo régimen de
separación de bienes, para indicar que no existe sociedad conyugal. Cuando se
pacta este régimen, el matrimonio une únicamente las personas de los cónyuges y
no sus bienes; pero también puede resultar de la ley..." (VALENCIA ZEA, 1970,
TOMO V; 173 -174).

En el régimen de separación de patrimonios "cada uno de los cónyuges mantiene


el dominio de sus bienes propios durante el matrimonio y tiene la administración
con el uso y goce de los frutos naturales o civiles de los mismos, con la obligación
de contribuir al mandamiento de la familia con estos últimos y hasta con el capital,
si fuere necesario" (PAVON, 1946, TOMO II; 201 - 202):

En Nececcerus, Kipp y Wolff señalan que "... en la separación de bienes, los


patrimonios de los cónyuges se escinden jurídicamente en cuanto a la pertenencia
(propiedad), la administración y el disfrute; la posición de cada uno de los
cónyuges es, en el orden patrimonio, la misma que si no estuviera casado que
recibe igual trato que los bienes reservados..." (ENNECCERUS; KIPP; Y WOLFF,
1953 CUARTO TOMO VOLUMEN PRIMERO; 417)

Guaglianone, respeto del régimen de separación de bienes (o patrimonios),


expresa que:

"Puede ser original o derivado, según que la pareja comience sus relación
patrimoniales bajo ese sistema, o que este sustituya a otra anterior. Desde otro
punto de vista, puede resultar de la ley o de la convención entre las partes.

Los patrimonios de los cónyuges se conservan independientes entre sí, tanto


activa como pasivamente, y hasta podría llegarse a decir que en realidad no hay
régimen, si no fuera porque de algún modo debe reglamentarse la contribución de
los esposos a los gastos comunes.

A pesar de sus inconvenientes - vinculados sobre todo con la circunstancia de que


la colaboración de un cónyuge en la producción de utilidades para otro, no da
lugar a compensación alguna, es el régimen de aptitudes de los esposos para
producir bienes sin colaboración de uno al otro..." (GUAGLIANONE, 1968, TOMO
I; 32).

Barros Errazuriz, en lo que concierne al autor de separación de bienes de


propiedad precisa que:

"...este régimen (...) excluye toda idea de comunidad de bienes entre los
cónyuges, cada uno de los cuales administra separadamente a los suyos (...) (...)

La separación de que aquí tratamos es, aquella que, acordada expresamente por
los esposos, en las capitulaciones matrimoniales, antes de celebrase el
matrimonio o establecida por la ley (...) importa la consulta de un régimen definitivo
mientras dure el matrimonio.

(...) Las características de este régimen (...) (son):

1° Cada cónyuge administra sus bienes propios, y no tiene parte en los


gananciales que provengan de la administración del otro cónyuge.

2° Los acreedores de la mujer podrán perseguirla únicamente en sus bienes


propios y no tendrán acción contra el marido, sino cuando este hubiere accedido
como fiador, o de otro modo, o cuando hubiere reportado beneficio, entendiéndose
por tal, el de la familia común, en la parte que de derecho le corresponda.

3° Ambos cónyuges deben proveer las necesidades de la familia común, a


proporción de sus facultades y en caso necesario del juez regulará la contribución.

4° La mujer separada de bienes no necesita de la autorización del marido para los


actos y contratos relativos a la administración y goce de los bienes separadamente
administrados (...)

5° Los cónyuges separados de bienes pueden conferirse mandato él uno al otro, y


en este caso se obligan como todos los mandatorios". (BARROS ERRAZURIZ,
1931, VOLUMEN IV: 93 - 94).

Vidal Taquini afirma que " en este régimen (de separación de bines o patrimonio),
cada cónyuge mantiene la propiedad de los bienes presentes y de los que
adquiere durante el matrimonio; administra, goza y dispone libremente de ellos y
responde exclusivamente por las deudas que contrae" (VIDALTAQUINI, 1978;20)

Valverde y Valverde, en lo atinente al régimen de separación de bienes (o


patrimonios) indica que "la esencia de este sistema consiste en que ambos
cónyuges conservan la plena propiedad de sus bienes, y la libre administración de
ellos, quedando obligados los dos a contribuir proporcionalmente al sostenimiento
de las cargas matrimoniales..." (VALVERDE Y VALVERDE, 1929, TOMO IV: 273).

"Este régimen de separación de bienes, es más bien un régimen de conservación


que de adquisición. No existiendo fuentes comunes de ingresos para levantar las
cargas matrimoniales, no habiendo manera de constituir un patrimonio familiar que
permita la identificación de intereses de los cónyuges, en muchos casos no se
verá recompensando el trabajo de uno de ellos, el cuál al disolverse la sociedad,
no podrá coger más que lo que aportó, lo que es perjudicial (...). Este régimen,
pues, que es necesario para sustituciones matrimoniales anormales, no puede ser
aceptable en los casos normales, en que el marido y mujer se proponen realizar
en conjunto fin social. Con este sistema de separación de bienes, se crea
desigualdad por las diferencias de situación patrimonial de los cónyuges que
pueden resultar en daño de la armonía conyugal, y lo que es peor, se olvida de
que la familia es una sociedad total, y que para cumplir con los diversos fines de
ella, se requiere una masa común de bienes o de adquisiciones, un capital social,
en suma, que sea independiente del capital propio y peculiar de cada cónyuge, el
cual sea destinado primordialmente a levantar las cargas matrimoniales..."
(VALVERDE Y VALVERDE, 1926, TOMO IV; 275 - 276).

Rupert y Boulanger dicen del régimen patrimonial de separación de bienes (de


patrimonios) que "...la separación de bienes es un régimen en el cual, cada uno de
los esposos conserva la administración, el disfrute y la disposición de sus bienes.
Excluye (...) toda comunidad. Corresponde reglamentar únicamente la contribución
de los esposos en las cargas del hogar". (RIPERT Y BOULANGER, 1965, TOMO
IX: 615). Tales autores agregan que "...como su nombre lo indica, el régimen de
separación de bienes deja cada uno de los esposos la administración y la
disposición de su patrimonio personal. Todos los bienes tienen carácter propio;
todas las deudas son personales. El régimen cosiste únicamente en una
contribución común en las cargas del hogar. No obstante puede (...) ser
modificado por una sociedad de ganciales" (RIPERT Y BOULANGER, 1965,
TOMO IX: 624 - 625).

Para Lehmann, "...consiste la separación de bienes (patrimoniales) en la


separación jurídica de las masas patrimoniales de los cónyuges en cuanto a la
pertenencia, la administración y el disfrute. Sin embargo, esa separación se
dulcifica por regir, en primer lugar, los efectos generales de derecho patrimonial
del matrimonios [(...) deber de alimentos (...), presunciones de propiedad (...)] y
por otra parte en virtud de normas especiales (...). Prescindiendo de esto, las
relación es patrimoniales entre los cónyuges son las que regirán si no hubiesen
contraído matrimonio" (LEHMANN, 1953, VOLUMEN IV: 190).

López del Carril, sobre el régimen patrimonial - matrimonial de separación de


bienes (patrimoniales), anota que "en este régimen existe una absoluta
independencia patrimonial de los esposos, y ya que cada uno mantiene la
propiedad de los bienes anteriores al matrimonio, de los presentes y de los que
adquiere durante el matrimonio. Cada cónyuge administra y dispone libremente de
sus bienes, responde exclusivamente por sus propias deudas y no por las
contraídas por el otro cónyuge y solo recae sobre ellos en conjunto el soportar las
llamadas "cargas comunes", es decir, el sostén del hogar, la alimentación propia y
de los hijos, etc." (LOPEZ DEL CARRIL, 1984: 228).

Barbero refiere que:

"Según este régimen (de separación de bienes o patrimonios, cada uno de los
cónyuges tiene el goce y la administración de los propios bienes, pero con ellos
debe sostenerse las cargas de la familia de conformidad con estas reglas:

a) En las relaciones entre cónyuges, toca principalmente al marido proveer (...) a


las necesidades de la mujer de conformidad con las propias fortunas, y
subsidiariamente a la mujer contribuir al manteniendo del marido, cuando este no
tenga medios (...)

b) En la relación a los hijos, la obligación que incumbe a cada uno de concurrir a


su mantenimiento, educación e instrucción (...)

c) A no ser que, tanto en la relación es entre cónyuges como en orden a los hijos,
aun conservando sus bienes en régimen de separación, los mismos cónyuges no
hayan establecido una medida diferente mediante convenciones matrimoniales.

La administración (...) compete a cada uno de los cónyuges limitadamente a sus


propios bienes. Y esta libertad consiste también a cada una de ellos encomendarla
al otro, mediante mandato especial, instaurando así una relación como podría
tener lugar entre dos personas cualesquiera no unidas en matrimonio, caso en el
cual el cónyuge, marido o mujer (...), investido de la administración, debe dar
cuenta de ella...." (BARBERO, 1967, TOMO II: 83 - 84)

Al respecto, Rebolledo Valera refiere que "... dentro de la gran variedad de


sistemas existentes para regular las relaciones de los cónyuges y resolver con
normas específicas los especiales problemas patrimoniales que se derivan de la
existencia del matrimonio, ocupa un lugar importante el régimen de separación de
bienes que se caracteriza porque el matrimonio no conlleva la creación de ninguna
masa común y en sus forma más pura , cada cónyuge conserva la propiedad,
administración, disfrute y disposición de todos los bienes que poseía en el
momento de contraer matrimonio así como de todos los que adquiera
posteriormente a título oneroso o gratuito " ( REBOLLLEDO VARELA1983:23)
El mencionado jurista pone de relieve que "...el régimen de separación de bienes
no se limita a reglar la contribución de los cónyuges a las cargas del matrimonio,
sino que también , al igual que cualquier otro régimen económico matrimonial,
responderá a los problemas planteados sobre la titularidad de los bienes y su
prueba, sobre la administración de los patrimonios conyugales sobre la
responsabilidad por deudas domésticas, etc., y no (...)remitiéndose simplemente a
las normas de Derecho común. En este sentido, el régimen de separación de
bienes no es sino una de las posibles respuestas a todas las cuestiones que
resuelve un régimen económico; con un determinado contenido y unos caracteres
propios que lo configuran como un auténtico régimen matrimonial" (REBOLLEDO
VARELA, 1983; 27)

Espin Cánovas sostiene que el régimen de separación de bienes podrá tener lugar
a través de tres días distintas, a saber:

"1°. Porque los futuros contrayentes, en uso de su libertad de pactos que se les
reconoce, así lo establezcan (...) en sus capitulaciones matrimoniales.

2° Porque la ley lo imponga en caso de contravención a la prohibición de contraer


matrimonio (...), en cuyo caso tiene carácter forzoso (...).

3° Porque los tribunales acuerda las separación a instancia de uno de los


cónyuges cuando el otro hubiera sido condenado a una pena que lleve consigo la
interdicción civil, o hubiere sido declarado ausente, o hubiese dado causa al
divorcio..." (ESPIN CANOVAS, 1956, VOLUMEN IV:192).

Lo atinente la régimen patrimonio de separación de patrimonios encuentra


regulado en el Capítulo Tercero ("Separación de patrimonios") del Título III
(Régimen Patrimonial") de la Sección Segunda (Sociedad conyugal") del Libro III
("Derecho de familia") del Código Civil, en los artículos 327al 331.

De conformidad con lo dispuesto en el Artículo 327 del C.C, en el régimen de


separación de patrimonios, cada cónyuge conserva a plenitud la propiedad,
administración y disposición de sus bienes presente y futuros y le corresponden
los frutos y productos de dichos bienes. Los frutos, dicho sea de paso, son los
provechos renovables que produce un bien, sin que se altere ni disminuya sus
sustancia (Artículo 890 de C.C.). Los frutos son naturales, industriales y civiles.
Son frutos naturales los que provienes del bien, sin intervención humana. Son
frutos industriales los que produce el bien, por la intervención humana. Son frutos
civiles los que el bien produce como consecuencia de una relación jurídica (art.
891 del C.C.). En cambio, los productos son los provechos no renovables que se
extraen de un bien (art. 894 del C.C.)
7.2. RESPONSABILIDAD POR DEUDAS PERSONALES

En el régimen de separación de patrimonios, cada cónyuge responde de sus


deudas con sus propios bienes. Ello se colige con el texto del artículo 328 del C.C.

7.3 SUSTITUCIÓN DEL RÉGIMEN DE SOCIEDAD DE GANANCIALES POR EL


RÉGIMEN DE SEPARACIÓN DE PATRIMONIOS

De acuerdo a lo normando en el artículo 329, primer párrafo, del C.C., además de


los casos a que se refieren los artículos 295 y 296 de dicho cuerpo de leyes el
régimen de separación de patrimonios es establecido por el juez, a pedido del
cónyuge agraviado, cuando el otro abusa de las facultades que le corresponden o
actúa con dolo o culpa. El art. 295 del C.C. señala:

a) Que antes de la celebración del matrimonio, los futuros cónyuges pueden optar
libremente por el régimen de sociedad de gananciales o por el de separación de
patrimonios, el cual comenzará a regir al celebrarse el casamiento

b) Que si los futuros cónyuges optan por el régimen de separación de patrimonio


deben otorgar escritura pública, bajo sanción de nulidad.

c) Que surta efecto el régimen de separación de patrimonios, la escritura pública


deben de inscribirse en el registro personal (Registro de personas naturales, en la
actualidad)

d) Que falta de escritura pública se presume que los interesados han optado por
el régimen de propiedad de gananciales. Por su parte, el art. 296 del C.C.,
prescribe:

a) Que durante el matrimonio, los cónyuges pueden sustituir un régimen


patrimonial por otro.

b) Que para la validez del convenio son necesarios el otorgamiento de escritura


pública y la inscripción en el registro personal (Registro de personas naturales, en
la actualidad).

c) Que el nuevo régimen patrimonial tiene vigencia desde la fecha de su


inscripción.

Interpuesta la demanda de sustitución de régimen de sociedad de gananciales por


el régimen de separación de patrimonios, puede el juez dictar, a pedido del
demandante o de oficio, las providencias concernientes a la seguridad de los
intereses de aquel. Dichas medidas, así como la sentencia, deben ser inscritas en
el registro de personas (Registro de personas naturales, en la actualidad) para que
surtan efecto frente a terceros. La separación de patrimonios surge efecto entre
los cónyuges desde la fecha de la notificación con la demanda de sustitución del
régimen de sociedad de gananciales por el régimen de separación de patrimonio
(art. 329, último párrafo, del C.C.)

Conforme se desprende del art. 329 del C.C. y del inc. 1 de la Cuarta Disposición
final del C.P.C, la demanda de sustitución del régimen de sociedad de gananciales
por el régimen de separación de bienes se sustancia en la vía del proceso
abreviado, vía procedimental esta cuyo trámite general describimos seguidamente:

- Interpuesta la demanda tienen los demandados:

a) Tienen 3 días para interponer tachas u oposiciones a los medios probatorios,


contados desde la notificación de las resoluciones que los tienen por ofrecidos

b) Cinco días para interponer excepciones y defensas previas, contados desde la


notificación de la demanda

c) Cinco días para absolver el traslado de las excepciones o defensas previas


planteadas contra la reconvención

d) Diez días para contestar la demanda y reconvenir (art. 491, in. 1, 3, 4 y 5, del
C.P.C).

- El demandante tendrá:

a) Tres días para absolver las tachas u oposiciones

b) Cinco días para interponer excepciones o defensas previas contra la


reconvención

c) Cinco días para absolver el traslado de las excepciones o defensas previas

d) Cinco días para ofrecer medios probatorios si en la contestación se invocan


hechos no expuestos en la demanda

e) Diez días para absolver el traslado de la reconvención (Art.4912, inc. 2, 3, 4, 6 y


7, del C.P.C.

El saneamiento procesal y la conciliación se realizará en una sola audiencia, la


misma que acontece dentro de los 15 días vencido el plazo para contestar la
demanda o reconvenir (art.491 inc, 8 y art. 493, primer párrafo del C.P.C.).

- En la audiencia de saneamiento procesal y conciliación, el juez actuará los


medios probatorios ofrecidos que considere necesarios para el saneamiento del
proceso, si se hubiere formulado excepciones para le saneamiento proceso.
Luego procederá a pronunciarse sobre la validez de la relación procesal,
declarando:

a) La existencia de una relación jurídica procesal válida

b) La nulidad y consiguiente conclusión del proceso por invalidez insubsanable de


la relación fuesen subsanables.

Subsanados los defectos, el juez declarará saneado el proceso por existir una
relación procesal válida. En caso contrario, lo declarará nulo y consiguientemente
concluido (arts. 493, inc, 1 y el art. 465, inc, 1, 2 y 3, del C.P.C.)

- La audiencia de saneamiento procesal y conciliación, declarada la existencia de


una relación procesal válida, el juez procederá a propiciar la conciliación entre las
partes, salvo que hubiere concedido apelación con efecto suspensivo (art. 493,
inc, 2 , del C.P.C)

- Si no hubiera conciliación, el juez, con lo expuesto por las partes procederá a


enumerar los puntos controvertidos y en especial, lo que van a ser materia de
prueba. A continuación decidirá la admisión de los medios probatorios ofrecidos
referentes a las cuestiones probatorias, de haberlas. Al final de la audiencia de
saneamiento procesal y conciliación, el juez comunicará a las partes el fecha, la
hora y el lugar ‘para la o de la audiencia de pruebas (art. 493, inc, 3 y art. 471 del
C.P.C.)

La audiencia de pruebas se desarrolla dentro de los 20 días siguientes a la


realización de la audiencia de saneamiento y conciliación (art. 491, inc, 9 del
C.P.C.)

Las audiencias especiales y completaría, si fuera el caso se realizarán dentro de 5


días de efectuada la audiencia de pruebas (art, 491, inc, 10 del C.P.C)

Se emite sentencia dentro de los 25 días de culminada la audiencia de pruebas o


las audiencias especial y complementaria, si estas se hubieren realizado (art. 491,
inc, 11, del C.P.C)

Las partes podrán apelar la sentencia dentro de los 5 días de notificada, apelación
que tiene efecto suspensivo. Así lo establecen los arts. 491, inc 12 y art 494 del
C.P.C , dispositivo este último que señala con exactitud que:

a) En el proceso abreviado tendrá efecto suspensivo la apelación de la resolución


que declara improcedente la demanda, la que declara insubsanable, la que
declara fundada una excepción o defensa previa y de la sentencia

b) Las demás apelaciones se concederán sin efecto suspensivo y tendrán la


calidad de diferidas, salvo que el juez decida su trámite inmediato, mediante
resolución debidamente motivada

Es de resaltar que la declaración de inicio de procedimiento concursal ordinario de


uno de los cónyuges determina de pleno derecho la sustitución del régimen de
sociedad de gananciales por el de separación de patrimonios y para que produzca
efectos frente a terceros, se inscribirá en el registro personal (Registro de
personas naturales, en la actualidad) de oficio a solicitud de la comisión de
procedimientos concursales competente, del deudor, de su cónyuge o del
administrador o liquidador , presidente de la junta de acreedores o cualquier
acreedor interesado (art. 330, primer párrafo, del C.C.)

No obstante la anterior, en el supuesto de que al momento de iniciarse el


procedimiento concursal de un persona natural se encontrase vigente otro
procedimiento de la misma naturaleza previamente difundido conforme a la ley de
la materia (Ley general del sistema concursal: ley número 27809) respecto de la
sociedad conyugal que integra, no se producirá la consecuencia prevista en el
párrafo procedente en tanto se desarrolle el trámite de tal procedimiento (art. 330,
Segundo Párrafo, del C.C.)

7.4. FENECIMIENTO DEL REGIMEN DE SEPARACION DE PATRIMONIOS

Con arreglo a lo previsto en el art 331 del C.C., el régimen De separación de


patrimonios fenece en los casos del art. 318, inc, 1, 3, 5, y 6 de dicho código
sustantivo, vale decir, en los siguientes casos (respectivamente):

- Por invalidación del matrimonio.

- Por divorcio.

- Por muerte de uno de los cónyuges.

- Por cambio de régimen patrimonial (en esta hipótesis, al régimen de sociedad de


gananciales).

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