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La batalla del Alto de la Alianza, mejor conocida como batalla de

Tacna (algunas fuentes la llaman Batalla de pampa Intiorko o Batalla


del Campo de la Alianza) fue una acción bélica que se desarrolló
en Tacna el 26 de mayo de 1880, en el marco de la Guerra del
Pacífico, siendo una de las acciones militares más grandes y cruentas
de la Campaña de Tacna y Arica.[8]

Batalla del Alto de la Alianza


Batalla de Tacna

Guerra del Pacífico

Batalla del Alto de la Alianza.

Fecha 26 de mayo de 1880

Lugar Tacna, Perú


Resultado Victoria chilena.

Consecuenci Retiro del ejército de Bolivia del


as conflicto.

Beligerantes

Ejército de Bolivia Ejército de Chile

Ejército del Perú

Comandantes

Narciso Campero Manuel Baquedano

Fuerzas en combate

Bolivia: Chile:
14 147 disponibles[2]
5150 soldados
9645 en la batalla[3][4]
8 cañones 37 cañones[5]
4 ametralladoras 4 ametralladoras
Perú:
8500 soldados[1]
8 cañones
3 ametralladoras

Bajas

2185[6]- 2800 muertos[7] 474 muertos y 1458 heridos[

2500 heridos y
prisioneros[7]

[editar datos en Wikidata]

Se enfrentaron los ejércitos aliados de Bolivia y Perú, ambos dirigidos


por el general boliviano Narciso Campero, contra el Ejército de Chile,
comandado por el general Manuel Baquedano que, luego de casi una
hora de combate, resultó en victoria para las fuerzas chilenas. Como
resultado de la batalla, Bolivia se retiró militarmente de la guerra, la
cual continuaría sólo entre las fuerzas de Chile y Perú.
El lugar de la batalla fue la meseta del cerro Intiorko(en quechua,
'Alto del Sol'). Antes de la batalla, ya se conocía a la ubicación del
campamento aliado con el nombre de Alto de la Alianza debido
al Tratado de Alianza Defensiva Perú–Bolivia. También se le conoce
como Campo de la Alianza.
Aunque respecto de las cifras de las bajas (muertos y heridos)
correspondientes a esta acción de guerra no hay acuerdo entre los
historiadores, es fácil concluir que la batalla, como lo dice Francisco
Machuca (Sub Teniente chileno del Batallón Coquimbo, que participó
en la Guerra del Pacífico) en su obra “Las cuatro campañas de la
Guerra del Pacífico”, la Batalla del Campo de la Alianza fue una de
las batallas más sangrientas y cruentas del siglo XIX chileno.

Antecedentes

Después de haber ocupado el Departamento de Tarapacá, en


noviembre de 1879, una fuerza chilena comandada por Erasmo
Escala Arriagadadesembarcó en Ilo y Pacocha. Ya en marzo, el general
Baquedano envió al coronel Mauricio Muñoz al mando de 4000
hombres en una expedición a Moquegua con el objetivo de destruir
las fuerzas enemigas en la zona y aislar a los ejércitos aliados.
El primer choque ocurrió en la cuesta de Los Ángelesel 22 de marzo
de 1880. La victoria chilena se logró luego de que el regimiento
Atacama escalara inadvertidamente la ladera de Guaneros, que se
consideraba un blanco seguro por los defensores, realizando la
ofensiva desde la retaguardia de las líneas peruanas.

La situación en TacnaEditar

Los aliadosEditar
Monumento a la Batalla del Alto de la Alianza, Cerro Intiorko en Tacna.

Frente a los reveses de la Guerra del Pacífico, el presidente Mariano


Ignacio Prado decidió regresar a Lima, dejando en Tacna al
contralmirante Lizardo Montero Flores al frente del Primer Ejército del
Sur. El gabinete ministerial peruano lo autorizó a viajar al extranjero a
comprar buques y armamentos. Prado emprendió dicho viaje el 18 de
diciembre de 1879 y al frente del gobierno quedó el
vicepresidente Luis La Puerta. El pueblo peruano se enteró de su viaje
cuando Prado se encontraba en Guayaquil.
En Lima, Nicolás de Piérola, rival político de Prado, se sublevó el 21 de
diciembre, derrotando a las tropas de Manuel González de la Cotera,
fieles al presidente Prado, y se proclamó dictador el 23 de diciembre.
Además, no movilizó el Segundo Ejército del Sur que estaba
acantonado en Arequipa al mando del coronelManuel Segundo Leiva
Velasco para colaborar con las fuerzas de Narciso Campero en Tacna.
Nos encontramos en esta ciudad, supongo,...como una medida política...
aquí sólo se recibe el billete de 1 Sol por 25 centavos plata, y el nickel por
ningún valor. ¿Por qué el General Montero autoriza esta horrible
especulación?...Hace un mes Excelentísimo Señor, que nada sabemos de
Lima, ni de V.E....Oficiales y tropa nos hallamos descalzos y peor
vestidos...Rogando a V.E...nombre un Jefe de Estado Mayor General (y
nuevos jefes para varios batallones) Sus antecedentes y ninguna simpatía
por el Gobierno de V.E....los hacen indignos de permanecer en los puestos.

Carta de Agustín Aguirre a Nicolás de Piérola. Tacna, enero 20 de


1880.

En Bolivia, Hilarion Daza fue depuesto como presidente por Eliodoro


Camacho, debido a su retirada en Camarones y no apoyar al ejército
aliado en Iquique. Daza marchó rumbo a Europa. Se eligió a Uladislao
Silva como presidente de la junta de gobierno pero no tuvo apoyo y
finalmente se nombró presidente provisional al general Narciso
Campero, quien nombrado jefe supremo del ejército aliado llegó a
Tacna.
En tanto, Lizardo Montero Flores, comandante del Primer ejército del
Sur, había concentrado al ejército peruano en Tacna y Arica. No
tardaron en descomponerse las relaciones peruano-bolivianas,
tratando de decidir quién comandaría a los aliados. La presencia de
Narciso Campero, el recién elegido presidente de Bolivia, conllevó a
elegirlo como director de guerra de los ejércitos aliados, como
indicaba el tratado de la Alianza.
El ejército aliado acampó en la meseta del Intiorko, cuyo nombre fue
cambiado a Alto de la Alianza por orden general del 16 de mayo. El
plan era esperar el ataque del ejército chileno ahí. El 25 de mayo de
1880, Campero entregó el mando de los ejércitos aliados al
contraalmirante Lizardo Montero porque caducaba su periodo como
presidente provisional de Bolivia, pero los jefes de los ejércitos de
Bolivia y Perú, Camacho y Montero respectivamente, lo ratificaron
como general en jefe del ejército aliado.
La batallaEditar

Intento de sorpresa en Quebrada HondaEditar

Batalla de Tacna

Todo el ejército chileno llega a Quebrada Honda a las 6 pm del 25 de


mayo. Una avanzada de arrieros con 60 mulas y barriles de agua fue
capturada por jinetes peruanos del Húsares de Junín que estaban en
vigilancia. En los interrogatorios, los arrieros revelan que el ejército
chileno estaba compuesto por 22 mil hombres, lo que hace cambiar
de planes al general Campero. Se decidió que todo el ejército aliado
atacara al ejército chileno de madrugada en Quebrada Honda,
aprovechando la oscuridad.
A la medianoche del 26 de mayo se emprendió la marcha del ejército
aliado a Quebrada Honda. En medio de la noche perdieron el rumbo
debido a la neblina y la expedición no tuvo éxito, por lo cual se
tuvieron que volver a sus líneas, arribando a las 5 am a la posición
original. Pero resultó que 3 divisiones peruanas y una boliviana se
extraviaron sin saber su ubicación. El coronel Belisario Suárez tomó el
mando y ordenó que se esperase al amanecer para emprender la
marcha, pero fueron vistos por las avanzadas del
batallón Atacama que les hizo disparos mientras se retiraban,
llegando estas fuerzas aliadas al Alto de la Alianza a las 7 am. Las
fuerzas aliadas no durmieron por la frustrada expedición.
Disposición para la batallaEditar

Reductos de artillería de la Alianza[15]

Vista actual del "Campo de la Alianza" en la planicie del cerro Intiorko, cerro también
llamado "Alto del Sol"

El ejército aliado desplegó sus posiciones en la meseta del Intiorco en


una línea de defensa de 2.500 m con 4 reductos. La disposición de los
efectivos, de izquierda a derecha, era la siguiente:
 Ala izquierda, al oeste, al mando del coronel boliviano Eliodoro
Camacho. La Artillería de Panizo se distribuyeron en 3 brigadas de artillería
y a falta de datos es muy probable que la composición del armamento haya
sido de la siguiente manera: La 1.ª Batería 3 Blackely de 4 libras y 1
ametralladora, comandada por el Sargento Mayor Manuel Carrera. La 2.ª.
Batería o sección de dos cañones de 12 libras y 1 ametralladora,
comandada por el Capitán Ricardo Ugarte y la 3.ª. Batería por otros 3
Blackely de 4 libras y 1 ametralladora, comandada por el Sargento Mayor
José Manuel Ordóñez. Acompañaban el Ala izquierda los batallones
peruanos Zepita, Cazadores del Misti, Arica y Pisagua. En la reserva estaban
los batallones bolivianos Viedma, Tarija y Sucre, los batallones
peruanos Huáscar y Victoria, los escuadrones de caballería
bolivianos Coraceros, Escolta, Libres del sur, y Vanguardia de Cochabamba.

 Centro, al mando del coronel boliviano Miguel Castro Pinto, un


reducto con 2 ametralladoras y un cañón boliviano, los batallones
bolivianos Padilla, Chorolque, Grau y Loa y un reducto con 2 ametralladoras
y un cañón boliviano. En la reserva estaban los batallones
peruanos Ayacucho y Arequipa.

 Ala derecha, al este, al mando del contraalmirante peruano Lizardo


Montero, con los batallones peruanos Granaderos del Cusco y Lima, el
escuadrón boliviano Murillo y la artillería boliviana Krupp cerrando la línea
en un reducto. En la reserva estaban los batallones peruanos Provisional de
Lima y Cazadores del Rímac, la División Del Solar, la caballería peruana y
los batallones bolivianos Alianza o Colorados y Aroma.
Para atacar las posiciones aliadas el generalBaquedano dividió sus
hombres en cinco divisiones, tres al frente (dirigidas respectivamente
por Amengual, Barceló y Barbosa). Se había acordado que la división
comandada por Amunátegui se estableciera a más o menos 3.000
metros de la retaguardia y que la reserva (dirigida por Muñoz) se
ubicara a 3.500 m atrás. La artillería cubriría el avance de las tropas y
la caballería estaría atenta a cualquier necesidad en la que pudiera
hacer falta. La artillería estaba distribuida de oeste a este de la
siguiente manera:
 Batería Flores, 4 Krupp de campaña modelo 1879 de 75 mm y 2
ametralladoras Gatling.
 Batería Villareal, 6 Krupp de campaña de 78,5 mm.
 Batería Errázuriz, 5 Krupp de montaña de 60 mm.
 Batería Sanfuentes, 6 cañones de bronce franceses de montaña de
86,5 mm.
 Batería Jarpa, 6 Krupp de campaña.
 Batería Gómez, 4 Krupp de campaña y 2 ametralladoras Nordenfeldt.
 Batería Fontecilla, 6 Krupp de montaña

Las 2 primeras baterías estaban al mando del mayor Salvo, las 2


siguientes al mando del mayor Fuentes, las 2 siguientes al mando del
mayor Frías y la última, acompañaba a la IV División.

Inicio de la batallaEditar
A las 7:30 de la mañana se divisan ambos bandos y empiezan a
desarrollar sus líneas.

Las tropas chilenas iniciaron sus actividades hacia las 8 de la mañana,


ya a las 9 am se inició el bombardeo de la artillería chilena, lo cual no
tuvo el efecto esperado por las condiciones del terreno, pero ocasionó
mucho humo que impedía la visibilidad. La artillería aliada respondió
el ataque durante una hora con la 2.ª. Batería al mando de Eduardo
Águila y la sección de a 12 al mando de Ricardo Ugarte. A las 10 am
se empieza a movilizar las fuerzas chilenas. Panizo ordenó aumentar
las distancias entre las Baterías para que entrara en acción la 1.ª.
Batería y romper los fuegos, lo que se hizo hasta las 11 AM.
La División chilena del coronel Amengual marchó sobre el final de la
extrema izquierda de línea del ejército aliado, bajo la errada
información de que ese sector estaba abandonado por el enemigo y
no había defensa. El coronel Amengual dispuso sus fuerzas de la
siguiente manera: el Valparaíso en formación de guerrilla, en primera
línea el Navales y el primer batallón del Regimiento "Esmeralda", más
tarde 7.º de Línea, y en segunda línea el segundo del Esmeralda,
(cada regimiento se dividía en dos batallones), el Chillán y una
compañía de pontoneros.
El coronel boliviano Eliodoro Camacho notó que el ataque principal
era para desbordar la izquierda, por lo que envía a esa posición sus
reservas: los batallones bolivianos Viedma, Tarija y Sucre y tras estos,
los batallones peruanos Huáscar y Victoria, todos formando el
llamado "martillo". Camacho también ordenó que toda la artillería del
coronel Arnaldo Panizo se colocara en una altura a retaguardia de las
fuerzas bolivianas. Al mismo tiempo, Camacho solicitó refuerzos
a Narciso Campero, que ordenó que los batallones
bolivianos Alianza o Colorados y Aroma pasaran de la reserva derecha
a la izquierda, al mismo tiempo que los batallones
peruanos Ayacucho y Arequipa se pusieron a la izquierda del Zepita.
El contacto fue alrededor de las 11 am, siendo sorprendidas las tropas
de Amengual por las aliadas que sí se encontraban ocupando sus
defensas. A partir de ese momento, los batallones bolivianos
retrocedieron en la izquierda y fueron seguidos por el batallón
peruano Victoria, el más numeroso del ejército aliado. El anciano
coronel peruano Jacinto Mendoza, jefe de la IV División peruana, fue
muerto por una bala enemiga mientras reorganizaba sus fuerzas [16] El
batallón peruano Huáscar reforzó la línea que ocupaban los batallones
bolivianos, repeliendo el ataque chileno. La caballería peruana se
movilizó a la izquierda.
El centro aliado es atacado por la División del coronel Francisco
Barceló, cuyas fuerzas estaban en una línea: el regimiento 2.º de
Línea a la izquierda, el regimiento Santiago al centro y el
batallón Atacama a la derecha, precedidas por sus compañías de
guerrilla (es la última compañía de cada batallón) y cuando el resto
de la tropa estaba a 300 m de la línea de guerrilla, ordenó hacer alto.
Se detiene el Atacamay el Santiago, mientras el 2.º de Línea continuó
su avance en dirección a la línea aliada.[17]
Desarrollo de la batallaEditar
Cuando los batallones bolivianos Colorados y Aromallegaron al ala
izquierda, Campero ordenó que hicieran fuego sobre las fuerzas
aliadas que huían, a fin de hacerles dar media vuelta.[10] Pronto se
ubicaron en la línea de batalla y resistieron a las fuerzas chilenas de
Amengual. En el centro, el coronel Castro Pinto recibió el refuerzo de
2 Krupp bolivianos que fueron colocados sobre la izquierda de su línea
y de los batallones peruanos Provisional de Lima y Cazadores del
Rímac que eran la reserva del ala derecha.
Las divisiones chilenas llegaron a unos 80 metros de las trincheras
aliadas[18] ya sin municiones, que había sido repartidas en cantidad
insuficiente. Las tropas de Amengual y de Barceló se mezclaron y
comenzaron a retroceder. Fue en ese momento, que el coronel
Camacho ordena un contraataque de conjunto con las divisiones
peruanas de Cáceres y Suárez y toda la infantería de Castro Pinto,
que combatían a las fuerzas de Barceló.
Mi batallón marchaba a vanguardia de toda la primera división, seguido de
Navales, Esmeralda y Chillán. Una vez llegados a la última loma, diviso a los
famosos Colorados. Sufrimos varias bajas, en la batalla fuimos derrotados
por haberle venido una gran reserva a los Colorados. Ya nuestras fuerzas
estaban diezmadas y casi agotadas las municiones. Valparaíso y Navales
andábamos todos reunidos después de la retirada, pero guiados por el valor
inimitable del bravo Coronel Urriola , pudimos reorganizarnos y atacar con
todo empeño.

Relato anónimo de un soldado del batallón Valparaíso, inserto en


"El Mercurio de Valparaíso" Nros. 15974-15975.

Es el momento más crítico de la batalla y debía inclinarse por el


bando aliado: las fuerzas chilenas, sin municiones y a campo
descubierto, soportan el fuego nutrido del enemigo y, luego, la carga
de masas de infantería veteranas que se sienten vencedoras. La
lucha cuerpo a cuerpo fue brutal y heroica por ambos bandos, pero
las mayores bajas las llevaron los chilenos: sólo en el Atacama se
pierde al Teniente Rafael Torreblanca -quien clavara la bandera en
Pisagua- y el propio Comandante Martínez ve morir a sus dos hijos a
metros de él.
Los batallones bolivianos Colorados y Aroma se lanzaron sobre la
izquierda. El Colorados llegó a tomar 2 Krupp de calibre mayor, 3 de
menor, una ametralladora, varios rifles, 3 banderolas y muchos
prisioneros.[19]
El batallón boliviano Padilla tomó muchos prisioneros y los ejecutó y a
medida que avanzaba, junto con el peruano Arica y los
bolivianos Chorolque y Grau, tomaban armas de los caídos chilenos
porque sus rifles se inutilizaban.[20]
El comandante del Esmeralda, el teniente coronel chileno Adolfo
Holley, pidió que cargase la caballería chilena y obtiene pronta
respuesta de Lagos, quien ordena la carga y que un destacamento de
caballería transporte y distribuya municiones a la infantería que
retrocede ante el avance enemigo. El regimiento Granaderos a
Caballo atacó sobre la izquierda, pero fue recibido por los batallones
bolivianos en formación de "cuadros". No hay grandes resultados en
términos de bajas, pero el objetivo básico se logra: al formar en
cuadro, la infantería aliada se detiene, separándose de la chilena y
dándole tiempo a recuperarse y reaprovisionarse de municiones. Las
tropas del Esmeralda -el más numeroso de esa División- se rehízo en
las ondulaciones del terreno, aunque la confusión hizo que jinetes
chilenos sablearan a su propia tropa para separarla del adversario.[21]
Panizo ordenó a la 1.ª y 2.ª Batería cargaran su material desfilando
por la izquierda para ocupar una lomada ya que el lugar donde estaba
le hacía imposible hacer fuego porque las tropas aliadas estaban
confundidas con las chilenas.[22]
En el tránsito de la orden la 2.ª batería, que ya sufría el embate de
nutrido fuego, perdió la mitad de su personal muriendo 6 mulas
conductoras cuyas cargas quedaron en el campo. Una vez dominada
la altura por la artillería fue imposible hacer fuego porque en esos
instantes las tropas peruanas estaban confundidas con las del
enemigo. La 1.ª. Batería pasó similar situación matando a la mayoría
de su personal y animales de carga. La sesión de a 12" no pudo ser
movido del lugar por ser muy pesadas y lograron efectuar 6 disparos
hasta ser acribillados todo el personal de tropa.

Entonces el general Baquedano ordena que la III División, al mando


del coronel José Domingo Amunátegui, refuerce a las divisiones
chilenas en retroceso. Amunátegui ordena que el regimiento Artillería
de Marina vaya sobre la izquierda y los
batallones Chacabuco y Coquimbo sobre el centro. Detrás de estos
marchaba la División Gran Reserva del coronel Francisco Muñoz-
Bezanilla, conformada por los tres Regimientos de Línea (1.º, 3.º y
4.º), que en el plan original de Baquedano debían dar "el golpe de
gracia" y no llegaron a entrar en combate.
Fin de la batallaEditar

Ataque de la IV División del coronel Orozimbo Barbosa.

Los chilenos, reforzados por nuevas tropas y municiones, emprenden


un nuevo ataque.

La IV División del coronel Orozimbo Barbosa, emprende un ataque a la


derecha aliada, con el batallón Zapadores a la izquierda, el
regimiento Lautaro al centro y el batallón Cazadores del Desiertoa la
izquierda. Montero moviliza a la línea su única reserva que le
quedaba, la División Del Solar. La División peruana de Dávila sale a
enfrentarse a las fuerzas chilenas, pero la superioridad numérica y la
falta de refuerzos lo hace retroceder. La batería chilena de Fontecilla
se desplazó para atacar a los aliados, media batería atacaba a las
fuerzas y la otra mitad, a la batería Krupp boliviana. la batería de
Fontecilla llegó a estar a 400 m del reducto derecho aliado. El
regimiento Lautaro peleó tendido a tierra y por eso tuvo pocas bajas.
El fuego era tan nutrido que más bien parecía redoble de tambores. Fueron
entrando en combate como por la conversión a la derecha Cuerpo por
Cuerpo, hasta que nos tocó el turno. Apenas se rompió el fuego la guerrilla
en que yo iba, que estaba en este momento a retaguardia del Batallón, nos
corrimos a la izquierda para tomar el ala de éste... La derecha de los cholos
nos sobrepasó y como a la media hora entró por la izquierda de nosotros el
20 batallón Lautaro, o si no los cholos nos habían tomado entre dos fuegos...
Los muertos a mi cálculo serán como de 5.000 de ambas partes.
soldado chileno Abraham Quiroz. Carta del 14 de junio de 1880 a
Luciano Quiroz. [1]

En la izquierda, el avance chileno es arrollador y cruento. Los


batallones bolivianos Colorados y Aromaretroceden ante la
superioridad numérica y de potencia de fuego de los chilenos. El
batallón peruano Huáscar resiste el ataque de la artillería e infantería
chilena y muere su jefe, el coronel Belisario Barriga. El regimiento
chileno Artillería de Marinallega a las trincheras aliadas y encuentra
abandonados 2 cañones de campaña y junto con el Esmeralda y
el Chillán, toman 2 cañones y 2 ametralladoras que arrastraban los
peruanos.
La artillería de Panizo hicieron grandes esfuerzos por recuperar el
material de artillería y al no poder hacerlo con la 1.ª., lograron
rescatar 3 piezas de la 2.ª. Batería ( 2 cañones, una ametralladora y
el parque correspondiente). Inmediatamente ordenó alrededor de las
3 pm se replegaran con el personal que quedaba de artillería hacia el
Alto de Lima.[22]
El coronel Eliodoro Camacho estaba avanzando con las Divisiones
peruanas de Cáceres y Suárez, pero pronto muere a su lado el
teniente coronel peruano Julio MacLean, jefe del batallón Arica. En ese
momento también murieron los coroneles peruanos Carlos Llosa y
Sebastián Luna, jefes de los batallones Zepita y Cazadores del
Misti respectivamente. El coronel Belisario Suárez, jefe de la III
División peruana, es herido en una pierna. El coronel peruano Andrés
Avelino Cáceres pierde dos de sus caballos y tuvo que usar el del
fallecido coronel Llosa.
El enemigo, fuertemente reforzado, volvía, en tanto, al ataque. La lucha era
tremenda. El fuego que se nos dirigía de todas partes diezmaba mi división
y la de Suárez, y hubo momentos en que estuvimos en un tris de ser
completamente envueltos, pues el resto de la línea no había acompañado
nuestro avances.

Parte de guerra del 26 de mayo de 1880. Andrés Avelino Cáceres

Camacho cae herido y este incidente causa el desánimo de las tropas.


Como antes había sido herido el general Acosta, que también estaba
en el ala izquierda, Camacho es reemplazado por el coronel Ramón
Gonzáles.

A las dos y media de la tarde caían los últimos reductos aliados, cuyas
unidades comenzaron la retirada. [23] Junto al Colorados muere el
coronel Agustín López, edecán del general Campero.
Se pronunció una dispersión general en la izquierda aliada y el
general Campero toma un estandarte peruano y procura reunir a los
dispersos, pero luego le encarga el estandarte y esa misión a su
edecán, el coronel Exequiel de la Peña.[10] La caballería aliada intenta
reunir a los dispersos. También muere el general Juan José Pérez, Jefe
del Estado Mayor del Ejército Aliado. El coronel Gregorio
Albarracín con su escuadrón Flanqueadores de Tacna protege la
retirada de los batallones bolivianos de la izquierda.
En el centro, el batallón chileno Chacabuco apoya a los restos del 2.º
de línea y parte del Santiago. El Coquimbo apoya a parte
del Santiago y al Atacama y toman 2 cañones y 2 ametralladoras
bolivianas. Para ese momento, la izquierda aliada ya había sido
arrollada y la infantería y artillería chilena forman un semi-círculo en
la izquierda y centro aliados. En el centro les hicieron frente la VI
División al mando del coronel César Canevaro y en esas
circunstancias muere el coronel Víctor Fajardo, jefe del Cazadores del
Rímac.
En la derecha, el Zapadores ataca el reducto aliado que cierra la
línea, que es atacado también por la retaguardia por el Atacama y
parte del Santiago, tomando todos juntos el reducto con 4 cañones
Krupp y una ametralladora.
Campero se dirige a Pachía con los restos del ejército aliado. Montero
en segundo término lo sigue reuniendo a los dispersos. Cáceres reúne
a los últimos dispersos alrededor de la bandera peruana y se dirige a
Pachía.

El escuadrón Carabineros de Yungay n.º 1, al mando del teniente


coronel Bulnes, inicia la persecución a los aliados y toma 180
prisioneros.
Las tropas de la IV División, luego de tomar el campamento aliado en
la derecha continúan hasta las lomas del valle junto con el
regimiento 4.º de líneade la División de Reserva.[24]

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