El siguiente escrito tiene la finalidad de analizar el concepto de Estado de Excepción, su

desarrollo y las repercusiones que conlleva, teniendo en cuenta los marcos de normatividad

vigentes y partiendo del paralelismo entre la sentencia 59/1990 de la Corte Suprema de Justicia, y

el Estado de Excepción dictaminado por Álvaro Uribe Vélez en la sentencia C-802/2002.

Para establecer un contexto en el proceso de declaración de dicha situación, se debe esclarecer

de antemano el concepto de Estado de Excepción, tanto por la mera definición de excepción como

por lo estipulado en la Constitución de 1991; según la Real Academia de la Lengua Española,

excepción se comprende como f. Cosa que se aparta de la regla o condición general de las demás

de su especie, considerando dicha terminología, el Estado de Excepción se entiende como una

situación de carácter extraordinario, en donde el trato político y jurídico que se le debe dar al

mismo, es especial, porque si bien el proceso de presentación, discusión y sanción de un proyecto

de ley, generalmente es extenso, en el caso de Estado de Excepción existe una prioridad de

solución ante la amenaza que cierne al Estado en el momento inmediato; por tal motivo, las

decisiones de carácter judicial, legislativo y ejecutivo que se tomen mientras la Nación se

encuentre en Estado de Excepción, gozarán de un conducto procedimental prioritario, el cual hará

que se evite varias barreras de control, y a pesar de ello, no quedará exenta de este. Por otra parte,

la Constitución de 1991, establece una definición de carácter técnico, pues se trata de la aplicación

acorde a la realidad normativa en el territorio colombiano; en el capítulo seis (6), el cual se refiere

a los Estados de Excepción, el artículo 213 describe de manera puntual la acción de los

mecanismos estatales frente a un Estado de conmoción interior, siendo este, textualmente, un caso

de grave perturbación del orden público que atente de manera inminente contra la estabilidad

institucional, la seguridad del Estado, o la convivencia ciudadana.

 Para entrar en materia, se necesita instaurar un punto de partida desde los antecedentes que se

conciben en la sentencia 59/1990, los cuales relatan que se presentó el Decreto Legislativo

927/1990 en donde se dictaron medidas para restablecer el orden público, con fundamento en el

Decreto 1038/1984 que establecía el Estado de Sitio en todo el territorio Nacional. Las

circunstancias previas que motivaron la emisión de este acto ejecutivo - legislativo, fueron los

hechos que alteraban la paz y la normalidad en los departamentos de Caquetá, Meta, Huila y Cauca

en ese mismo año, por la presencia de grupos armados ilegales;