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Prostitución

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Prostitutas de Yokohama durante la Era Meiji. Fotografía de Kusakabe Kimbei.

La prostitución es la práctica de mantener relaciones sexuales con otras personas a cambio de


dinero u otros beneficios económicos. La prostitución es ejercida mayoritariamente por mujeres
(llamadas «prostitutas») y niñas (prostitución infantil), mientras que los clientes son
mayoritariamente hombres.12 También existe, en menor medida, la prostitución masculina,
donde los clientes también son generalmente varones.1

Tradicionalmente, la prostitución se ha ejercido en sitios destinados a este fin, llamados


«burdeles» o «prostíbulos». Estos han sido habitualmente casas regentadas por un proxeneta,
en las que hay prostitutas y habitaciones privadas para practicar la prostitución. También se
practica en aceras de calles urbanas y laterales de carreteras industriales, así como en bares y
discoteca, hoteles y a domicilio.3

La figura de la prostituta está frecuentemente ligada a la del proxeneta, persona que induce a la
prostitución obteniendo un beneficio económico de ello.45 Los proxenetas obtienen una parte
de los beneficios de las prostitutas. Esta relación se puede dar de mutuo acuerdo a cambio de un
servicio de mediación o protección, o bien se puede dar mediante extorsión,6 violencia física o
secuestro.7 La prostitución forzada se engloba dentro del comercio ilegal de personas conocido
como trata de personas.

La situación legal de la prostitución varía ampliamente en cada país. En la mayoría de los países
se considera completamente ilegal. En otros la prostitución no es ilegal pero sí el proxenetismo.
Algunos países nórdicos (Suecia, Noruega e Islandia) han adoptado un modelo donde el cliente
comete un crimen, pero no la prostituta. También hay algunos países como Países Bajos o
Alemania donde la prostitución es una profesión regulada.

Por otra parte, existen diferentes acepciones del término prostitución. Así, por ejemplo,
prostituir puede también ser considerado como "deshonrar o degradar algo o a alguien
abusando con bajeza de ellos para obtener un beneficio",8 según el Diccionario de la lengua
española de la Real Academia Española.
Otra acepción del término prostitución puede referirse al hecho de una persona prestarse a
cosas moralmente censurables o vituperables (no necesariamente relacionadas con el aspecto
sexual) por el simple hecho de obtener algún beneficio o prebendas.[cita requerida]

Índice

1 Etimología

2 Historia

2.1 Edad Antigua

2.1.1 Antiguo Oriente Próximo

2.1.2 Antigua Grecia

2.1.3 Antigua Roma

2.2 Edad Media

2.3 América precolombina

2.4 Edad Moderna

2.4.1 Siglos XVI y XVII

2.4.2 La cortesana

2.5 Edad Contemporánea

2.5.1 Siglo XIX

2.5.2 Siglo XX

3 Tipos

3.1 Callejera

3.2 En burdeles

3.3 Escorts

3.4 Turismo sexual


4 Problemas socioeconómicos

4.1 Tráfico de personas

4.2 Prostitución infantil

4.3 Violencia

5 Posiciones

5.1 Prohibicionismo

5.2 Regulacionismo

5.3 Abolicionismo

6 Religión y prostitución

7 Situación legal

8 Prevalencia

9 Sanidad y riesgos

10 Véase también

11 Notas

12 Bibliografía

13 Enlaces externos

Etimología

El término «prostitución» proviene del latín prostitutio, que tiene el mismo significado que el
actual y que a su vez proviene de otro término latino, prostituere, que significa literalmente
exhibir para la venta.9

A lo largo de la historia ha existido una gran cantidad de términos tanto para referirse a la
prostitución como a las personas que la practican, a los clientes, a los lugares y a las actividades
relacionadas. Los distintos países de habla hispana usan distintos términos coloquiales como
sinónimo de prostituta, con mayor o menor carga despectiva, existiendo una gran cantidad de
términos en cada variante dialectal del español, algunos empleados históricamente, y otros aún
en uso.
El término coloquial más extendido en los países de habla hispana para referirse a una prostituta
es puta, palabra que conlleva una fuerte connotación despectiva. De hecho, y debido a que suele
emplearse como insulto, su uso ha sobrepasado el de la descripción de una profesión, y en
muchos países se usa para adjetivar de forma grosera otro elemento, al estilo del término inglés
fucking.

En el latín vulgar “puttus” (muchacha o muchacho), proveniente del latín clásico “putus” (niña o
niño).10 Existe un verso de fines del siglo I a. C. que usa dicha palabra con una connotación
ofensiva, similar a la actual, donde se refiere a un “amor de calle”.11 Sin embargo, en el
portugués europeo, puto mantiene el significado de ‘muchacho’, sin connotación sexual alguna,
mientras que en varios países de hispanoamérica esta forma masculina se aplica
despectivamente a los varones homosexuales no necesariamente prostitutos.1112

El término «loba» como equivalencia de «prostituta» viene de los ritos producidos en febrero en
honor al dios Fauno Luperco. Eran llamadas lobas u originalmente lupas las que ejercían la
prostitución sagrada con los sacerdotes de este dios, los luperci, en el Ara Máxima.[cita
requerida]

De aquí deriva también «lupanar», que se emplea para referirse al prostíbulo (burdel o «casa de
citas», es decir, el sitio al que llega el cliente a pagar por los servicios de una prostituta).[cita
requerida]

Historia

Artículo principal: Historia de la prostitución

Edad Antigua

Antiguo Oriente Próximo

Véase también: Ishtar

Papiro erótico y satírico de Turin, Donde se puede Apreciar Escenas de Sexo con supuestas
prostitutas, Der el-Medina, Reino Nuevo, Dinastía XX, Egipto (1186 - 1070 aC). Artículo C.2031
del Museo de Turín.

Una de las formas más antiguas de prostitución de la que existen registros históricos es la
prostitución religiosa, practicada inicialmente en Sumeria. Ya desde el siglo XVIII a. C., en la
antigua Mesopotamia se reconocía la necesidad de proteger los derechos de propiedad de las
prostitutas. En el Código de Hammurabi se hallan apartados que regulan los derechos
particulares de las hieródulas.13[cita requerida]

Por su parte, los antiguos historiadores Heródoto y Tucídides documentan la existencia en


Babilonia de la obligación para todas las mujeres, al menos una vez en su vida, de acudir al
Templo de Ishtar para practicar sexo con un extranjero como muestra de hospitalidad, a cambio
de un pago simbólico.14 También en la Edad Antigua, la prostitución estaba bien presente en
Cerdeña y Sicilia, así como en varias culturas fenicias, en las que se practicaba como rito religioso
en honor de Astarté.15

Sin embargo, el alcance y la naturaleza de este fenómeno está en disputa entre los historiadores.
[cita requerida]

Antigua Grecia

Artículo principal: Prostitución en la Antigua Grecia

Cortesana y su cliente, Escena erótica. Espejo de bronce procedente de Corinto, mediados del
siglo IV a. C.

La prostitución fue, desde la Época Arcaica, una actividad común en la vida cotidiana de las
ciudades griegas más importantes. Particularmente en las zonas portuarias, daba trabajo, de
forma legal, a un número significativo de personas, constituyendo una actividad económica de
primer nivel. Ejercida tanto por hombres jóvenes como por mujeres de todas las edades, la
clientela era mayoritariamente masculina.

Las prostitutas griegas pertenecían a distintas categorías, dependiendo de diversos factores


relacionados con su trabajo: las pornai, las prostitutas independientes y las heteras; además,
existía una categoría específica de los templos sagrados, la de las prostitutas sagradas, que se
abastecía, habitualmente, de heteras.

Las pórnai eran, normalmente, esclavas propiedad de un proxeneta. Este propietario podía ser
un ciudadano (también un o una meteco), para el que ese negocio constituía una fuente de
ingresos como cualquier otra y por el que tenía que pagar un impuesto proporcional a los
beneficios que le generaba. En la época clásica, las pórnai son esclavas de origen bárbaro; a
partir del período helenístico, se incorporan al gremio muchas jóvenes esclavas, que solo
dejarían de serlo cuando fuesen adoptadas por su amo. Su trabajo se desarrollaba en los
prostíbulos, generalmente en los barrios conocidos por esta actividad, tales como El Pireo
(puerto de Atenas) o el Cerámico de Atenas. Son frecuentadas por los marinos y los ciudadanos
pobres.

Las prostitutas independientes trabajaban directamente en la calle. Estas prostitutas son de


orígenes diversos: mujeres metecas que no encuentran otro empleo en la ciudad de llegada,
viudas pobres, antiguas pornai que han logrado independizarse. En Atenas, debían estar
registradas y pagar un impuesto. Se puede, también, incluir en esta categoría a las músicos y
bailarinas que ofician en los banquetes masculinos. Aristóteles, en la Constitución de los
atenienses (L, 2), menciona entre las atribuciones específicas de diez magistrados (cinco intra
muros y cinco para el Pireo), el ἀστυνόμοι, astynómoi, o cargo de velar por que «las
instrumentistas de flauta, de lira y de cítara no sean alquiladas por más de dos dracmas por
noche»; queda así claro que los servicios sexuales eran claramente parte del alquiler cuyo
precio, a pesar del control practicado por los astynomes, tiende a ser más elevado cuanto más
corre el tiempo.

Las heteras constituyen la categoría más alta entre las prostitutas. A diferencia de las otras, no
ofrecen sólo servicios sexuales y sus prestaciones no son puntuales. Comparables en cierta
medida a las geishas japonesas, poseen una educación esmerada y son capaces de tomar parte
en las conversaciones entre gentes cultivadas. Únicas entre todas las mujeres de Grecia,
espartiatas aparte, son independientes y pueden administrar sus bienes.

La ofrenda a las divinidades en forma de mujeres-prostitutas no alcanzó en Grecia una amplitud


comparable a la que existió en el Próximo Oriente antiguo; no obstante, se conocen varios casos.
Por un lado, dentro del propio mundo griego, hubo prostitución sagrada en Sicilia, en Chipre, en
el reino del Ponto o en Capadocia; por otro, la hubo también en Corinto, cuyo templo de
Afrodita alojaba una importante tropa servil, al menos después de la época clásica. Así, en 464 a.
C., un tal Jenofonte, ciudadano de Corinto y vencedor de la carrera a pie y del pentatlón en los
Juegos Olímpicos, dedicó a Afrodita, en signo de agradecimiento, cien jóvenes mujeres al templo
de la diosa.

Antigua Roma
Artículos principales: Sexualidad en la Antigua Roma#Prostitución y Burdeles de Roma.

Fragmento de Cerámica Arretina que muestra a dos amantes en la cama, Período imperial
temprano romano, Museo De Finas Artes De Boston.

La prostitución en la antigua Roma era símbolo de vergüenza.16 La falta de reputación era


reflejada en la ley, la cual, en la República Tardía y principios del Principado, la clasifica a sus
practicantes como «infames» —traducido como «falta de reputación»—. Los fragmentos de
fuentes legales sobre la prostitución son primariamente encontrados en el Cuerpo de Derecho
Civil que fue compilado en los primeros años del siglo VI.16

La prostituta era un personaje sugestivo en la literatura de la antigua Roma. Era muchas veces
invocada como recurso literario, una metáfora para lo corrompido.17 Eran notadas por su
vestimenta, vestidos de colores chillones hechos de lino transparente. También se distinguían
por usar una toga, que eran ropas usadas típicamente por hombres romanos. Por ende, se ha
dicho que la prostituta no era ética para el hombre.17 Para muchos escritores romanos, la
prostitución representaba la más degradante forma imaginable de existencia para una mujer,
representando lo más profundo de la impureza. Las asociaban con la suciedad, lo que realzaba
aún más su bajo rango.18

Los proxenetas en la antigua Roma también eran sujetos de «infamia». El proxenetismo era el
acto de obtener ganancia por las acciones de la prostituta. Esto era mediante el manejo de las
mismas, buscando clientes o siendo dueños de un burdel. Estos tipos de asociaciones con la
prostitución eran mirados con desdén y estigmatizados por la sociedad romana.18 Esto era
reflejado claramente en la ley romana: «La ocupación de un proxeneta no es menos degradante
que la práctica de la prostitución19 y el crimen por ello es incluido en las Leges Juliae, como una
pena reservada contra el marido que tenga ganancias monetarias por el adulterio de su
esposa».20

Juana de Arco expulsa a las prostitutas del ejército. Edición en miniatura del libro de Martial
d'Auvergne, Las vigilias de Carlos VII, hacia 1484, BnF, Manuscrito francés 5054, folio 60 verso

Edad Media

Véase también: Edad Media#Delito y pecado. El sexo


Durante la Baja Edad Media la prostitución fue objeto de críticas morales y una reglamentación
más o menos permisiva. La prostitución podía estar confinada en determinados barrios y estar
restringida en determinadas fechas, como la Semana Santa. La erradicación de la prostitución no
se concebía posible, dado lo inevitable del pecado, y su papel de mal menor que evitaba que el
deseo irrefrenable de los varones fuera en contra del honor de las doncellas y las mujeres
respetables y se consideraba que evitaba la homosexualidad.21

Algunos burdeles eran regentados por los propios municipios, y desde mediados del siglo XIV,
estos concejos o asambleas de vecinos regulaban la prostitución arrendando los
establecimientos a los padres de la mancebía que controlaban rigurosamente a las prostitutas,
que debían ser solteras, con buena salud y someterse regularmente a inspecciones sanitarias y
de higiene corporal. Entre los padres de la mancebía se encontraban caballeros de alto rango
que participaban en un negocio muy lucrativo.22

América precolombina

Mientras tanto, en la América precolombina, las prostitutas del pueblo azteca se clasificaban
entre aquellas que se prostituían como parte de un intercambio económico, y las que cumplían
una función ritual como acompañantes de los guerreros, con quienes tenían la posibilidad de
casarse.23

Edad Moderna

Siglos XVI y XVII

Prostitutas francesas llevadas a la comisaría, pintado por Étienne Jeaurat

Hacia finales del siglo XV se endureció la visión negativa de la prostitución. Un brote de sífilis en
Nápoles durante 1494, que más tarde se extendería por Europa, podría haber tenido origen en
el intercambio colombino.24 La prevalencia de otras enfermedades de transmisión sexual a
principios del siglo XVI emergió la asociación entre prostitutas, plagas y contagio, causando la
prohibición de la prostitución y los burdeles por parte de las autoridades seculares.25 El derecho
canónico definía una prostituta como "una mujer promiscua, independientemente de elementos
económicos."26 La prostituta era considerada una “puta … disponible para la lujuria de muchos
hombres,” y se asociaba estrechamente con la promiscuidad.27
La cortesana

Además a una dama que vivía o servía en la Corte, cortesana también era en Occidente el
nombre para las prostitutas de lujo, cuyos caros servicios solo podían permitirse hombres
poderosos o adinerados.28 Al principio aludía a las amantes que algunos reyes mantenían en
palacio, y, por extensión, desde el siglo XVIII se convirtió en sinónimo de prostituta de lujo.
Célebres cortesanas fueron las emperatrices Mesalina y Teodora, Madame du Barry, amante del
rey Luis XV en el siglo XVIII, Marie Duplessis y Lola Montes en el siglo XIX y Liane de Pougy, La
Bella Otero y Mata Hari durante la Belle Epoque.

Edad Contemporánea

Siglo XIX

En el siglo XIX se desató una polémica pública tras la aprobación en Francia y más tarde en Reino
Unido de leyes de enfermedades contagiosas. Esta legislación obligaba a las mujeres
sospechosas de ser prostitutas a someterse a exámenes pélvicos, tanto en Francia y Reino Unido
como en sus colonias. Muchas feministas lucharon por derogar estas leyes, bien porque la
prostitución debería ser ilegal y, por lo tanto, no regulada gubernamentalmente, o bien porque
forzaba a las mujeres a someterse a exámenes médicos degradantes. La situación era similar en
el Imperio Ruso.

El Reino Unido adoptó una política de segregación social en el Raj británico (actual India), pero
mantuvieron los burdeles llenos de mujeres indias.29 A finales del siglo XIX y principios del XX,
existía una red que prostituía a mujeres chinas y japonesas en países como China, Japón, Corea,
Singapur y el Raj británico. También existía una red que prostituía a mujeres europeas en India,
Sri Lanka, Singapur, China y Japón durante el mismo periodo.30 El destino más común para las
prostitutas europeas en Asia eran las colonias británicas de India y Ceilán, donde cientos de
mujeres y niñas de la Europa continental y Japón servían a los soldados británicos.313233

Siglo XX

Tres prostitutas en un portal de Rue Asselin, en el barrio rojo de París en 1924–25, fotografiadas
por Eugène Atget

En 1921, la Liga de las Naciones firmó la Convención Internacional para la Supresión de la Trata
de Mujeres y Niños. En esta convención, algunas naciones declararon reservas respecto a la
prostitución.
Los principales teóricos del comunismo se oponían a la prostitución. Los gobiernos comunistas a
menudo tomaron pasos para reprimir la prostitución, aunque la práctica persistió. En los países
que siguieron siendo nominalmente comunistas tras la Guerra Fría, especialmente en China, la
prostitución siguió siendo ilegal y, sin embargo, común.

Durante la Segunda Guerra Mundial, los soldados del Imperio del Japón participaron en
prostitución forzada durante sus invasiones en Asia Oriental y Sudeste Asiático. El término
"mujeres de consuelo" se convirtió en un eufemismo para entre 20.000 y 400.000 mujeres
coreanas y japonesas que fueron forzadas a prostituirse en burdeles del Ejército Imperial
Japonés durante la guerra.34

A finales del siglo XX emergió el turismo sexual como un aspecto controvertido del turismo
occidental y la globalización. El turismo sexual es normalmente llevado a cabo por turistas
internacionales provinientes de países más ricos.

Tipos

Callejera

Una prostituta callejera hablando con un cliente potencial en Turín, Italia, 2005.

En la prostitución callejera, la prostituta busca clientes en la vía pública, esperando en una acera
o esquina. Una vez un cliente contacta, el acto sexual se suele dar en el coche del cliente, en un
lugar apartado en la calle o en una habitación alquilada. Los hoteles habituales alquilan
habitaciones por horas.

En burdeles

Artículo principal: Burdel

Véase también: Zona roja

Interior de un burdel, pintura de Henri de Toulouse-Lautrec.


Los términos burdel, lupanar, prostíbulo y mancebía designan uno de los tipos de lugar en donde
se practica la prostitución. En algunos casos en el establecimiento no hay ninguna relación
formal entre la prostituta y el local. Por costumbre, los clientes van a sabiendas de la alta
concentración de prostitutas, y viceversa. En otros casos, el local y la prostituta tienen una
relación establecida entre ambos, a cambio de un salario mínimo o de una comisión en las
bebidas que le invitan. Ella debe cumplir con un mínimo de normas de la casa, como por
ejemplo ir a "trabajar" un mínimo de días a la semana y cumplir con un horario mínimo. En
ambos casos la prostituta termina su jornada en cuanto consigue un cliente dispuesto a
contratar sus servicios.

Con frecuencia en los bares en donde la relación local-prostituta equivale a la relación entre un
patrón y su trabajador(a), el cliente debe pagar una compensación para que la prostituta/o
pueda excusarse del trabajo, bajo el concepto de que al marcharse, ella/el deja de generar
invitaciones a bebidas por parte de los clientes, y al haber menos chicas/os, el bar pierde
atractivo en la noche, por lo cual se reduce la clientela. En ambos casos, relación libre o formal
entre el local y la prostituta, la prostituta se beneficia de un entorno de trabajo más seguro,
mientras que el bar se beneficia de la atracción que ejercen ellas haciendo que aumenten la
clientela y el consumo de bebidas.

Existe también la modalidad de los "salón de masajes", donde los "masajistas", además de los
servicios de masajes se avienen a prácticas sexuales a cambio de dinero, ya sea como parte de
un trato particular o como parte de la oferta del local. Las relaciones sexuales generalmente se
realizan en los mismos apartados en los que se practican los masajes, aunque es posible efectuar
tratos para llevar el servicio fuera del local. En estos casos, al igual que en los bares, el local
recibe una compensación para que el masajista pueda retirarse o se considera como "comisión
de servicio", por los que el local establece una tarifa mayor.

En algunas grandes ciudades los burdeles se concentran en los llamados barrios rojos. Zonas
establecidas donde se tolera la prostitución.

Escorts

Véase también: Chica de compañía

Los servicios de escort o chicas de compañía se diferencian de otras formas de prostitución en


que las actividades sexuales no están publicitadas explícitamente como incluidas en el servicio.
El pago está asociado al tiempo y compañía de la escort. Sin embargo, es habitual la expectativa
de que las actividades sexuales están incluidas. En este caso, los servicios sexuales pueden darse
en el domicilio del cliente o una habitación de hotel, o bien en el domicilio de la escort. Las
escort pueden ser independientes o trabajar para una agencia. Los servicios se suelen publicitar
en Internet, en publicaciones regionales o guías telefónicas.

Turismo sexual

Artículo principal: Turismo sexual

El turismo sexual consiste en viajar con el fin de tener relaciones sexuales con prostitutas o
participar en otras actividades sexuales. Entre las razones por las que se recurre al turismo
sexual se cuentan: una mayor tolerancia a la prostitución que en el país de origen, precios más
bajos, privacidad o la preferencia por determinados grupos étnicos. También es una práctica
extendida entre pederastas, que buscan una edad de consentimiento menor o permisividad
respecto a la prostitución infantil.

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