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MATERIA DE SUBVENCIONES
EMITIDOS DESDE
EL OBSERVATORIO DE
COSITALNETWORK
INDICE
1. Disposiciones generales.
1.1. El Plan estratégico
1.1.1. ¿Cuáles son las consecuencias de la aprobación de una convocatoria de subvenciones o
inclusión de una subvención nominativa en bases de ejecución, que no encajen en las
directrices del Plan Estratégico previamente aprobado?
1.2. Las bases reguladoras.
1.2.1. Quién es el órgano competente para la aprobación de las bases reguladoras.
1.2.2. Qué debe interpretarse por "las distintas modalidades de subvenciones" cuando la Ley
38/2003 se refiere a las ordenanzas específicas en el art. 17.2
1.3. Supuestos de exclusión / inclusión en la LGS.
1.3.1. La convocatoria de concursos narrativos, literarios y otros de carácter educativos y
culturales ¿se encuentra sometida a la DA 10ª LGS y, por tanto, les resulta de aplicación ésta
o, por el contrario, se encuentra incluida dentro del ámbito de exclusión que efectúa la LGS
en su art. 4 (premios)?
1.3.2. Las ayudas sociales por razones de urgencia o necesidad, ¿se tramitan aplicando la
normativa subvenciones mediante concesión directa del artículo 22.2.c LGS?
1.3.3. ¿Las ayudas para alojamiento y manutención para becados en el extranjero a cargo de
los Ayuntamientos, en programas cofinanciados por la Comunidad Autónoma, están sujetas a
la Ley de Subvenciones?
1.3.4. En el supuesto de que las obras de urbanización de una determinada unidad de
actuación se hayan financiado por la Comunidad Autónoma, ¿puede exigirse aún así al
propietario las cuotas de urbanización?
1.3.5. Aportación de un Ayuntamiento a una Federación de municipios para un programa de
ayuda y cooperación internacional. Diferentes cuestiones que se plantean.
1.3.6. La entrega de material deportivo o el pago del precio del transporte en autobús,
¿deben tramitarse como una subvención en especie por la LGS?
1.3.7. Sujeción de un convenio entre la entidad local y la Universidad para financiar edificios
destinados a investigación.
1.3.8 Las aportaciones a las entidades dependientes, ¿están excluidas de la Ley de
Subvenciones?
1. Disposiciones generales.
INFORME
En primer lugar, debe afirmarse resaltar el carácter obligatorio y previo a la tramitación de cualquier
subvención, del Plan Estratégico. Justifica esta afirmación tanto el tenor literal del artículo 8 ("los
órganos de las Administraciones públicas o cualesquiera entes que propongan el establecimiento de
subvenciones, con carácter previo, deberán concretar en un plan estratégico de subvenciones
..."), como la interpretación que de la materia se ha realizado en la jurisprudencia (entre otras, STS de
26 de junio de 2012 ; STS de 4 de diciembre de 2014, dictada en recurso 4369/2011 por la Sala
Tercera de lo Contencioso- administrativo del Tribunal Supremo; la de 28 de enero de 2013, recurso
559/2012 dictada por la Sala Tercera de lo Contencioso- administrativo del Tribunal Supremo; la
dictada por la Sala Tercera de lo Contencioso- administrativo del Tribunal Supremo el 16 de abril de
2013 (Recurso 1372/2012).
Pero, una vez aprobado el Plan Estratégico, pese a la falta de concreción normativa (lo que fue
criticado ya en su momento por el Consejo de Estado), el hecho de aprobar una subvención al margen
del Plan Estratégico, a mi juicio, no implicaría una vulneración normativa y ello porque éste carece de
fuerza normativa, estando configurado como un instrumento técnico interno de programación.
El reglamento prevé un mecanismo de control y seguimiento que, entre otros extremos, se concreta
en una autocorrección periódica del PE. Así el artículo 15 del Reglamento señala:
"Si como resultado de los informes de seguimiento emitidos por los Ministerios y de los informes
emitidos por la Intervención General de la Administración del Estado, existen líneas de subvenciones
que no alcanzan el nivel de consecución de objetivos deseado, o el que resulta adecuado al nivel de
recursos invertidos, podrán ser modificadas o sustituidas por otras más eficaces y eficientes o, en su
caso, podrán ser eliminadas."
INFORME
“Las bases reguladoras de las subvenciones de las corporaciones locales se deberán aprobar
en el marco de las bases de ejecución del presupuesto, a través de una ordenanza general de
subvenciones o mediante una ordenanza específica para las distintas modalidades de
subvenciones
La remisión del precepto transcrito a la ordenanza determina que el órgano competente para aprobar
las bases reguladoras de las subvenciones sea el pleno, en aplicación de los artículo 49 y 22.2.d) y
123.1.d) de la Ley 7/1985.
No hay otro precepto en la Ley 7/1985, de 5 de abril, que atribuya al Alcalde la competencia para
aprobar las bases reguladoras de las subvenciones, pues el artículo 17.2 LGS exige que se tramiten y
aprueben mediante una ordenanza general o especial, circunstancia que imposibilita, lógicamente, la
delegación en los concejales.
El artículo 17.2 de la Ley 38/2003 General de Subvenciones establece que “Las bases reguladoras de
las subvenciones de las corporaciones locales se deberán aprobar en el marco de las bases de
ejecución del presupuesto, a través de una ordenanza general de subvenciones o mediante una
ordenanza específica para las distintas modalidades de subvenciones”.
INFORME
La pregunta se ciñe a qué debe interpretarse por "distintas modalidades de subvenciones" cuando el
art. 17.2 de la ley exige que las entidades locales aprueben las bases reguladoras de las subvenciones
mediante una ordenanza general o "mediante una ordenanza específica para las distintas
modalidades de subvenciones".
En mi opinión, las "distintas modalidades de subvenciones" se refiere a los tipos o clases de
subvenciones que puede aprobar una entidad local, en función de la actividad (actividad de interés
público local) que se pretende fomentar. Así por ejemplo, puede distinguirse entre las subvenciones
sociales, las destinadas al fomento de asociacionismo, deportivas, culturales, para recuperación del
patrimonio, etc.
Otra acepción podría referirse a las modalidades de adjudicación, es decir, en régimen de
concurrencia o directa, y esta última en sus distintas categorías: nominativas, normativas o
excepcionales (art. 22 LGS).
Se decantan por la primera acepción los siguientes autores:
Alberto VERA FERNÁNDEZ-SANZ, Secretario Diplomado de A. L. Categoría Superior, artículo publicado
en El Consultor de los Ayuntamientos, Nº 18, Sección Colaboraciones, Quincena del 30 Sep. al 14
Oct. 2004, Ref. 2927/2004, pág. 2927, tomo 3, Editorial El Consultor de los Ayuntamientos (LA LEY
3023/200)4:
"(...) Son dos sus presupuestos imperativos («deberán», dice el art. 17 LGS):
b) la existencia de una ordenanza general de subvenciones. Tras la lectura detenida del citado
art. 17 LGS (LA LEY 1730/2003) parece que lo que viene a decir es que las bases reguladoras
de las subvenciones deberán aprobarse mediante una ordenanza general de tal forma que
queden objetivadas y que el órgano competente para el otorgamiento quede en todos los
casos vinculado a lo establecido en la ordenanza general.
Dada la gran variedad de tipos de subvenciones, ayudas, etc., no va a resultar fácil reconducir
todas ellas a una ordenanza general que aprueba las bases por lo que el art. 17.2 LGS (LA LEY
1730/2003) prevé la existencia de una ordenanza específica para cada tipo o modalidad de
subvención que en el caso de la Administración local por la amplitud de las actividades y
servicios que constituyen su competencia a las cuales coadyuven o suplan los particulares (y
por lo tanto subvencionables) puede dar lugar a una auténtica inflación ordenancista."
María José MONZÓN MAYO, Interventora de la Administración Local, Categoría Superior, publica en
el libro "Administración Local. Estudios en Homenaje a Ángel Ballesteros" , edición nº 1, Editorial El
Consultor de los Ayuntamientos, Madrid, Enero 2011. (LA LEY 21888/2011):
"Si es necesario indicar que la posibilidad de aprobar Ordenanza General o Específica, es,
como ya he apuntado, una opción, o mejor dicho, dos opciones o posibilidades; la primera
aprobar una Ordenanza que regule la totalidad de las subvenciones del Ayuntamiento o la
posibilidad de que una Ordenanza, en este caso, específica, regule una parte de las mismas,
por ejemplo, las subvenciones de servicios sociales. Pero en ningún caso, como se apuntó en
las fechas cercanas a la publicación de la Ley, en algunas publicaciones, la Ordenanza general
exige posteriormente una ordenanza específica de desarrollo.
Todo ello no impide que una Ordenanza específica que regule alguna línea de subvenciones
en particular, como por ejemplo la de subvenciones de carácter social, pueda referirse en
alguno de los extremos que ha de regular a lo que se regule en la Ordenanza General.
Conclusión.
La expresión " las distintas modalidades de subvenciones" aplicada a las ordenanza específica del art.
17.2 de la LGS se refiere a los distintos tipos o clases en función del tipo de actividad fomentada
(subvenciones deportivas, culturales, sociales, etc.), por lo que no hay un numerus clausus de
modalidades, siempre que se justifique el interés público local de la actividad.
INFORME
Además de los preceptos que tan correctamente cita la consultante 1, debe traerse a colación el
artículo 2 de la misma LGS 38/2003, de 17 de noviembre, que define la subvención, a los efectos de la
Ley citada, como:
“toda disposición dineraria realizada por cualesquiera de los sujetos contemplados en el
artículo 3 de esta ley, a favor de personas públicas o privadas, y que cumpla los siguientes
requisitos:
1
Artículo 4 Exclusiones del ámbito de aplicación de la ley
Quedan excluidos del ámbito de aplicación de esta ley:
a) Los premios que se otorguen sin la previa solicitud del beneficiario.
Disposición adicional décima Premios educativos, culturales, científicos o de cualquier otra naturaleza
Reglamentariamente se establecerá el régimen especial aplicable al otorgamiento de los premios educativos,
culturales, científicos o de cualquier otra naturaleza, que deberá ajustarse al contenido de esta ley, salvo en
aquellos aspectos en los que, por la especial naturaleza de las subvenciones, no resulte aplicable.
la excelencia y el especial esfuerzo y rendimiento académico” (si son premios educativos) o el literario
o del sector cultural que proceda. Siempre, lógicamente, que el objeto sea realmente un premio por
una producción, obra artística, literaria o hecho singularizado. Que no se enmascare, a través de un
falso premio, el fomento de una actividad, en cuyo caso sí estaría sujeto a la LGS.
En apoyo de esta interpretación podemos citar la Sentencia del Tribunal Constitucional 212/2012, de
14 de noviembre, que recoge la acepción del concepto premio que se acaba de señalar, aunque no
trate dicha Sentencia exactamente del tema que aquí nos ocupa. Reproducimos a pie de página el FJ
8 de dicha Sentencia 2.
2
Tribunal Constitucional, Pleno, Sentencia 212/2012 de 14 Nov. 2012, Rec. 1621/2003
Ponente: Pérez de los Cobos Orihuel, Francisco.
LA LEY 183568/2012
F.J. 8. Nos pronunciaremos ahora acerca de la regulación de ayudas y premios de los arts. 5 y 6, respecto a los
que la Letrada de la Generalitat de Cataluña denuncia su incompatibilidad con los criterios que derivan de la
doctrina del Tribunal Constitucional en materia de ayudas y subvenciones públicas.
El art. 5, intitulado «Premios y reconocimientos» dispone: «El Estado, sin perjuicio de las competencias de las
Comunidades Autónomas, establecerá premios de carácter nacional destinados a reconocer la excelencia y el
especial esfuerzo y rendimiento académico de los alumnos, así como el de los profesores y los centros docentes
por su labor y por la calidad de los servicios que presten.»
La representación procesal de la Generalitat de Cataluña considera que el otorgamiento de premios es una
actividad ejecutiva o de gestión que el Estado no puede realizar, por carecer de competencias de dicha
naturaleza. La Abogada del Estado ha defendido su carácter básico, pues se refiere al sistema educativo en su
conjunto, sin que implique obligaciones concretas o limite las competencias autonómicas. El Letrado del Senado
ha defendido que nos hallamos «ante una lícita concurrencia competencial en materia de medidas de fomento
honorífico».
En el enjuiciamiento de este precepto hemos de partir de la consideración de que los premios que aquí se
cuestionan son medidas que, si bien, en abstracto, podrían encuadrarse en el ámbito propio de las acciones de
fomento vinculadas a la concesión de ayudas públicas, lo cierto es que, en su más común acepción, los premios
son una recompensa, galardón o remuneración que se da por algún mérito o servicio. Esta circunstancia
permite diferenciar su naturaleza de la predicable de las citadas ayudas y subvenciones públicas, en cuanto que
éstas suponen la disposición ordinaria de fondos para la realización o el sostenimiento de una determinada
actividad, mientras que aquéllos persiguen, como su propio tenor indica, otorgar reconocimiento institucional a
una determinada labor como es, en este caso, la realizada por los alumnos, profesores y centros docentes. A
partir de ahí, podemos ya descartar de plano la impugnación del art. 5 de la Ley Orgánica de calidad de la
educación (LA LEY 1772/2002), pues la labor de fomento que todo premio supone, y el carácter excepcional,
extraordinario y meritorio que es propio de la actividad premiada impide aplicar miméticamente el marco de
reparto de competencias en materia de subvenciones, con su consiguiente territorialización, que, incluso,
podría llegar a resultar contradictoria con la propia finalidad de convocar un premio para reconocer la
excelencia, ya que, en última instancia, la finalidad de tales premios es, precisamente, la búsqueda del mérito
allí donde éste se encuentre.
Se trata, entonces, de actuaciones que, sin perjuicio de las competencias autonómicas que en nada se ven
menoscabadas o limitadas, contribuyen a la mejora de la calidad de la enseñanza y a la homologación del
propio sistema educativo (art. 27.8 CE (LA LEY 2500/1978)), constituyendo iniciativas públicas de una naturaleza
peculiar y distinta, por tanto, de la predicable de las ayudas y subvenciones, en la medida en que persiguen el
reconocimiento y no el apoyo financiero a una actividad, con la consecuencia de que, frente a lo que pretende
la representación procesal de la Generalitat de Cataluña, no pueda trasladarse automáticamente a su
regulación los criterios de la doctrina constitucional en relación con dichas subvenciones. Y ello sin perjuicio de
señalar que, aun cuando a efectos meramente dialécticos, admitiéramos la aplicación de dicha doctrina al
presente caso, el resultado sería el mismo que ya hemos alcanzado. En efecto, nos hallaríamos aquí en el cuarto
No obstante lo anterior, los premios que pueda conceder una Administración se justifican por el
interés pública de los mismos, forman parte del giro o tráfico administrativo, por lo que su concesión
debe sujetarse a los principios de publicidad, concurrencia, mérito y capacidad, sin perjuicio de que,
en su caso, se regulen reglamentariamente por la Administración competente.
En ausencia de desarrollo reglamentario estatal o autonómico, no parece descabellado interpretar
que la DA 10ª está invitando a las entidades locales a que regulen, mediante ordenanza, el régimen
de concesión de estos premios, con sujeción a los principios, e incluso procedimientos, de la LGS,
“”salvo en aquellos aspectos en los que, por la especial naturaleza de las subvenciones, no resulte
aplicable”.
La exclusión de los premios de la LGS no impide imputar los premios al capítulo 4 de gastos 3 (refª
2/2016 28/11/2015).
supuesto de los contemplados en el fundamento jurídico 8 de la STC 13/1992 (LA LEY 1876-TC/1992), de 6 de
febrero, que sintetiza nuestra doctrina al respecto. Como es sabido, conforme a dicho supuesto, es posible,
excepcionalmente, la gestión centralizada de las ayudas por un órgano de la Administración del Estado.
Posibilidad, no obstante, supeditada a la concurrencia de determinadas circunstancias que es posible apreciar
aquí. Así, es evidente que el Estado ostenta competencias en la materia y, por otra parte, no cabe dudar de que
la centralización «es imprescindible para asegurar la plena efectividad de las medidas dentro de la ordenación
básica del sector y para garantizar las mismas posibilidades de obtención y disfrute por parte de sus potenciales
destinatarios en todo el territorio nacional», pudiendo su procedencia «deducirse sin esfuerzo de la naturaleza
y contenido de la medida de fomento de que se trate».
3
En este sentido se pronuncia el Informe de la Redacción del Departamento de Administrativo, publicado en
Actualidad Administrativa, Nº 11, Sección Consultas, Quincena del 1 al 15 Jun. 2007, pág. 1403, tomo 1, Editorial
LA LEY (LA LEY 447/2007).
1.3.2. Las ayudas sociales por razones de urgencia o necesidad, ¿se tramitan
aplicando la normativa subvenciones mediante concesión directa del artículo
22.2.c LGS?
Un Ayuntamiento quiere conceder una subvención, directamente, por motivo excepcional del 22.2.c)
siendo el motivo que a una familia se le ha quemado la casa, habiéndose quedado sin bienes
materiales de ningún tipo, y se quiere dar una "ayuda". No sabemos si estaba o no asegurada. Hay
una partida en el programa 231 y capítulo 4 denominada subvenciones a familias e instituciones sin
ánimo de lucro, que inicialmente está consignada para becas de libros con bases reguladoras,
convocatoria, publicidad, etc.
El problema que nos surge es si podemos o no dar una subvención de 500 euros a esta familia para
gastos en material escolar (y uniforme escolar), justificados en facturas que ya constan en el
expediente correctamente conformadas.
No tenemos desarrollo reglamentario concreto del artículo 22.2.c), solo la Ordenanza General de
subvenciones contempla que "con carácter excepcional podrán concederse de forma directa aquellas
subvenciones en que se acrediten razones de interés público, social, económico o humanitario, u otras
debidamente justificadas que dificulten su convocatoria pública. Estas subvenciones tendrán
ejecutividad inmediata, dándose cuenta al Pleno en la primera sesión que se celebre."
El expediente también contiene un informe de los servicios sociales en el que afirman las necesidades
básicas por las que está pasando la familia, pero que no habla de aspectos objetivos y económicos,
como renta familiar, seguro de la vivienda, posesión de otra vivienda, etc.
Nos preguntamos si habríamos de tener una normativa reglamentaria que expresamente regulara el
22.2.c en los términos del artículo 28.3 LGS pese a su carácter no básico. O si por el contrario, el acto
administrativo resolutorio de la concesión puede conceder tal ayuda directamente basado en el
Informe de servicios sociales y en lo establecido en la Ordenanza.
INFORME
CONSIDERACIONES JURÍDICAS
I
Sobre la naturaleza de la ayuda: sujeción a la Ley General de Subvenciones o a la Legislación en
materia de asistencia social.
A pesar de la indudable aplicación de la normativa sobre asistencia social, por el carácter de norma
especial, sin embargo se echa en falta una mayor claridad en la LGS, cuyo apartado 4 del artículo 2
excluye del ámbito de la Ley de Subvenciones diversas prestaciones asistenciales, entre las que el
acomodo de la que nos ocupa es realmente forzado. Más clara es la Exposición de Motivos (apartado
II, párrafo cuarto):
“Quedan fuera de dicho ámbito objetivo de aplicación las prestaciones del sistema de la
Seguridad Social y prestaciones análogas, las cuales tienen un fundamento constitucional
propio y una legislación específica, no homologable con la normativa reguladora de las
subvenciones”.
II
Sobre la exigencia legal de una norma reglamentaria local que regule las subvenciones de concesión
directa, como requisito para su adjudicación
Analizaremos el caso desde la perspectiva de la LGS, como pide la consulta.
El Capítulo II del Título Preliminar de la LGS regula las disposiciones comunes a las subvenciones
públicas. El artículo 17 exige la aprobación de las oportunas “bases de reguladoras de la concesión”
que, para el Estado, precisarán la forma de Orden ministerial y, para las entidades locales, la de
ordenanza general de subvenciones, o de ordenanza específica para las distintas modalidades de
subvenciones, en el marco (las ordenanzas locales) de las bases de ejecución del presupuesto.
El apartado 3 de dicho precepto regula el contenido mínimo de las citadas normas reguladoras de las
subvenciones, del que interesa destacar la letra d) Procedimiento de concesión de la subvención
El título II de la LGS regula el procedimiento para la concesión de subvenciones, entre los que se
encuentra la concesión directa como alternativa a la “procedimiento ordinario de concesión”, que es
el de concurrencia competitiva. Entre los procedimientos de adjudicación directa, se enumera el que
aquí nos ocupa, el de las “subvenciones de interés público social (…) debidamente justificadas que
dificulten su convocatoria” al que de forma expresa el citado apartado califica de “carácter
excepcional”
El procedimiento de concesión directa es el objeto del capítulo III del Título I, y comprende un solo
artículo, el 28.
Si bien es cierto, como plantea la consulta, que este precepto exige (en su apartado 2), sólo para el
Estado, la forma de Real Decreto para aprobar “las normas especiales reguladoras de las
subvenciones reguladas en el párrafo c) del apartado 2 del artículo 22”, y detalla el contenido mínimo
de dicho RD en su apartado 3 (debe destacarse la letra a: “Definición del objeto de las subvenciones,
con indicación del carácter singular de las mismas y las razones que acreditan el interés público,
social, económico o humanitario y aquéllas que justifican la dificultad de su convocatoria pública”), lo
cierto es que el artículo 17 exige para las entidades locales la aprobación de la ordenanza general de
subvenciones o la ordenanza específica de las distintas modalidades de subvenciones, sin que se
excepcione esta exigencia porque el procedimiento sea, bien el ordinario en régimen de
concurrencia, bien el directo y extraordinario del artículo 22.2.c) de la repetida LGS, por lo que
concluyo que la aprobación previa de una ordenanza es preceptiva,
Incluso algún autor considera aplicable este artículo 28, apartados 2 y 3 a la Administración local.
María José MONZÓN MAYO, Interventora de la Administración Local
Categoría Superior, en el libro
"Administración Local. Estudios en Homenaje a Ángel Ballesteros" , edición nº 1, Editorial El Consultor
de los Ayuntamientos, Madrid, Enero 2011, dice, al comentar los apartados 2 y 3 del mencionado
artículo 28:
“Parece lógico que también en el ámbito local nos sometamos a esta tramitación a falta de otra
regulación expresa, porque, en todo caso, por estar en un procedimiento extraordinario, hay que
motivar y justificar las razones que acrediten el interés público, social, económico o humanitario que
justifiquen la dificultad de la convocatoria” (apartado III.3.3 de su artículo).
En cualquier caso, repito, permanece la exigencia de la ordenanza general o de la específica, y
entiendo que con más razón si cabe que para las del régimen de concurrencia, para regular el
carácter singular de las subvenciones de concesión directa, con indicación del carácter singular de las
mismas y las razones que justifican la dificultad de su convocatoria, parafraseando la letra a) del
apartado 3 del artículo 28.
A mayor abundamiento, si para el Estado se exige una norma de rango superior para regular las
concesiones directas (un Real Decreto, frente a la Orden ministerial, artículos 28.2 y 17 de la LGS),
cómo no se va a exigir de las Entidades locales que regulen mediante ordenanza tanto las
subvenciones que se adjudican mediante el procedimiento ordinario de concurrencia como el
“extraordinario” de concesión directa por razones de interés público social, económico y humanitario.
Lo contrario sería, incluso, hurtar al Pleno la competencia para regular las bases para la concesión de
estas subvenciones, además de contravenir las exigencias de la LGS
CONCLUSIÓN
La ayuda para adquisición del material escolar y del uniforme motivada por una situación de
emergencia y necesidad social, como la derivada del incendio de la vivienda que deja a la familia sin
ningún recurso material, podría tramitarse como una ayuda social sujeta al procedimiento
establecido en la normativa sectorial de la Comunidad Autónoma correspondiente, de ser el caso.
La concesión de una subvención directa por motivos sociales exige la aprobación previa de la
ordenanza general o la especial reguladora de las bases de la subvención por el procedimiento de
adjudicación directa del 22.2.c) de la LGS, pues así se dispone de forma genérica y sin excepción en el
artículo 17 de la LGS para cualquier subvención, independientemente de la modalidad procedimental
para su concesión.
El ayuntamiento ha tramitado una solicitud para un proyecto europeo en el que varios jóvenes
realizan prácticas en países europeos.
Entre las distintas cantidades que subvenciona la UE a través de la Xunta están los importes
correspondientes al alojamiento y manutención de los chicos durante su estancia en dichos países
(además de subvencionar otros gastos como personal de organización, gastos de viaje etc.). Una vez
tramitada la selección de los participantes (conforme a unas bases aprobadas por el Ayuntamiento y
que son acordes con la orden reguladora de la subvención) y concedida la subvención al
Ayuntamiento, ahora le corresponde al Ayuntamiento asumir el coste de los gastos de alojamiento y
manutención. La orden sólo regula las cantidades asignadas a cada concepto y no entra a regular
cómo han de hacerse dichos gastos.
Las posibilidades son contratar con una empresa la organización y gestión de dichos servicios o bien
entregar las cantidades asignadas a cada participante y que sean ellos, los que de forma particular
gestionen su alojamiento y manutención. Si se opta por la segunda opción se plantea la duda de si
dichas entregas de dinero a estos chicos tienen a su vez la naturaleza de subvención:
1. Se pregunta si encaja en la definición de subvención, ya que de los tres requisitos del art. 2 de la
LGS (sin contraprestación directa, sujeta al cumplimiento de un objetivo y fomento de una actividad
de utilidad pública o interés social o de promoción de una finalidad pública), plantea dudas el tercero.
El primero no plantea dudas, ya que no hay contraprestación por parte de los chicos; el segundo
tampoco, porque tienen la obligación de realizar las prácticas y de cumplir con las obligaciones
derivadas del proyecto; pero el tercero( finalidad pública) ya está tan claro porque la cantidad que le
corresponde a cada uno tendría a mi juicio un carácter más de indemnización de gastos ocasionados.
Es cierto que la subvención concedida al Ayuntamiento para poner en marcha el proyecto sí que
reúne tal requisito (fomento de la movilidad juvenil, empleo, educación, etc.), ¿pero eso supone que
a su vez las entregas de dinero que pueda hacer el Ayuntamiento financiadas con cargo a esa
subvención tengan el mismo carácter?
2. En caso de que sí tuviesen naturaleza de subvención se plantearía la dificultad de que los
participantes ya están seleccionados y por lo tanto la asignación de cantidades sería nominativa (y
obviamente no están contempladas en el presupuesto)
3. En caso de que no tengan tal carácter, ¿qué naturaleza tendrían? Aunque no tuviesen naturaleza
de subvención, ¿correspondería exigirles la justificación de los gastos de alojamiento y manutención a
la vuelta del viaje? y en caso de que no lo justificasen correctamente, ¿procedería exigir el reintegro?
En la orden reguladora de la subvención se fijan unas cantidades fijas por participante y mes sin que
en ningún sitio se exija la justificación de los gastos por parte del ayuntamiento, por lo que entiendo
que el Concello estaría excediéndose si exigiera la justificación de los gastos a los participantes.
INFORME.
PRIMERA PREGUNTA.
SEGUNDA PREGUNTA.
Lo que se plantea es una cuestión de hecho, que debería haberse tenido en cuenta en el momento de
confeccionar el presupuestado (o en un posterior expediente de modificación), en función de las
bases reguladoras del proyecto europeo del que ha sido beneficiario el Ayuntamiento.
No obstante, más que una subvención nominativa, habría que definirla en régimen de concurrencia,
pues los alumnos han superado un proceso de selección, que les confiere unos derechos, entre otros,
al pago de las dietas.
TERCERA PREGUNTA.
Estoy de acuerdo con tu conclusión, hay que estar a las bases reguladoras y si las dietas se regulan
cono un gasto fijo en las bases reguladoras, no debe pedirse la justificación detallada de las facturas y
de los pagos por pare de los beneficiarios. En su lugar, sí que debería acreditarse la estancia en el
extranjero durante el período de enseñanza establecido. Sólo procedería le reintegro en el supuesto
que anticiparan su regreso.
En su momento se hicieron todas las obras de urbanización de un nuevo polígono industrial con cargo
a una subvención del gobierno autonómico, en la cual figuraba como único beneficiario el
Ayuntamiento, pese a haber un industrial como segundo propietario de terrenos.
Ahora, en el procedimiento para aprobar el proyecto de reparcelación del polígono industrial, este
segundo propietario nos alega que las obras ya están pagadas con cargo a esa subvención, por lo que
cobrarle sería un “enriquecimiento injusto”, término que aún no me había encontrado en materia de
subvenciones.
Sin figurar como beneficiario, ¿se pueden entender cobradas sus cuotas de urbanización con aquella
subvención?
INFORME
En primer lugar, es un principio básico en materia de subvenciones que éstas no pueden superar el
coste de la actividad subvencionada, pues supondría una desviación o aplicación de fondos para
finalidades distintas a las contempladas en el objeto de la subvención, salvo que se tratara de
sobrantes no reintegrables (artículo 41 TRLHL).
Las cuotas de urbanización son, grosso modo, las que deben pagar los propietarios del suelo
urbanizable en concepto de gastos urbanización de la unidad de actuación de la que forman parte,
con la finalidad de transformar el suelo urbanizable en urbano, en solares edificables.
Aunque en principio pueda parecer extraño que se subvencione a un particular la adquisición del
derecho a edificar, lo que al fin y al cabo supone un incremento de su patrimonio privado, podría
haber razones de utilidad pública o interés social que justifiquen esta decisión.
gobierno autonómico del la obra de urbanización, con independencia de quienes sean sus
propietarios.
Tras el terremoto acaecido en Ecuador, una Federación de municipios autonómica, pretende que el
ayuntamiento aporte fondos a una cuenta bancaria, de titularidad de la mencionada Federación para
colaborar en paliar las consecuencias humanitarias de tal terremoto. Pretende canalizar tal ayuda
mediante la firma de un convenio de colaboración, para regular la colaboración en materia de
emergencias, respetando las competencias en política exterior del Estado. El Convenio es muy escaso,
lleno de generalidades y como parte más interesante regula los campos de actuación a los que irá
destinada la ayuda.
1.-La primera cuestión que nos planteamos es si el Ayuntamiento es competente para asumir tal
destino de sus fondos a la luz del 25 de la LRBRL. Comprendemos que esta cuestión puede no sea
materia de este apartado de consultas, pero parece ser una clara competencia estatal.
http://www.femp.es/files/3580-865 fichero/Informe%20competencias%20en%20...
2.-La segunda es cómo conjugar ese convenio de un Ayuntamiento, o de varios, con una Federación
territorial de municipios, con la Disposición Adicional 18ª de la Ley 38/2003, que permite que se
exceptúen los principios de publicidad o concurrencia u otros aspectos del régimen de control,
reintegros o sanciones, en la medida en que las subvenciones sean desarrollo de la política exterior del
Gobierno o resulten incompatibles con la naturaleza o destinatarios de las mismas. Esta disposición,
se está refiriendo solo al caso de que sea el Estado el que implemente la política de ayuda
humanitaria en el exterior, y no sabemos hasta qué punto una Federación de municipios puede
exceptuar el control. Tal vez debiera haber un posterior acuerdo entre las Federación y el Ministerio
competente...
3.-Del mismo modo, al hilo del párrafo anterior, y frente a nuestras reticencias, encontramos que la
DA 1ª del RD 794/2010 permite la colaboración del estado con las diferentes asociaciones
municipales de la DA 13 y 15 de la LRBRL en materia de colaboración y ayuda internacional.
4.-En caso de acceder a colaborar, ¿qué justificación deberíamos exigir para el destino dado en
Ecuador a esos fondos locales? Insisto que el Convenio no menciona nada al respecto.
5.-En caso de entregarse los fondos a una ONG, ¿debe exigirse concurrencia entre ONG´s que
trabajen sobre el terreno?
6.-Ya en materia interna de nuestro País, nos planteamos una cuestión al hilo de lo anterior. Cuando
firmamos convenios con ONG´s en materia de ayuda humanitaria, bien sea mediante concesión
directa del 22.2.c) o bien sea nominativa, ¿quién es el beneficiario?, ¿la ONG que recibe los fondos o
la persona que se beneficia directamente de la ayuda?
INFORME
Como bien aprecia la consultante, este apartado no es objeto de ese Observatorio, por lo que la
respuesta se da acudiendo a otras fuentes, en concreto el artículo publicado por Don Rafael García i
Matíes, Secretario de administración local, en la revista El Consultor de los Ayuntamientos, Editorial la
Ley , de 8 de mayo de 2014, referido a la cooperación internacional para el desarrollo, materia en la
que bien se encuadra la que aquí nos ocupa.
La Ley 23/1988 (LA LEY 1532/1988) de Cooperación Internacional para el Desarrollo, vigente
actualmente establece en su art. 20:
«1. La cooperación para el desarrollo que se realice desde las Comunidades Autónomas y las
Entidades locales, expresión solidaria de sus respectivas sociedades, se inspira en los principios
objetivos y prioridades establecidas en la sección 2. a del capítulo I de la presente Ley.
Igualmente las normas dictadas por las Comunidades Autónomas reconocen a los entes locales como
actores de la Cooperación Internacional para el Desarrollo.
«4. Las Entidades Locales solo podrán ejercer competencias distintas de las propias y de las atribuidas
por delegación cuando no se ponga en riesgo la sostenibilidad financiera del conjunto de la
Hacienda municipal, de acuerdo con los requerimientos de la legislación de estabilidad presupuestaria
y sostenibilidad financiera y no se incurra en un supuesto de ejecución simultánea del mismo servicio
público con otra Administración Pública. A estos efectos, serán necesarios y vinculantes los informes
previos de la Administración competente por razón de materia, en el que se señale la inexistencia de
duplicidades, y de la Administración que tenga atribuida la tutela financiera sobre la sostenibilidad
financiera de las nuevas competencias.
En todo caso, el ejercicio de estas competencias deberá realizarse en los términos previstos en la
legislación del Estado y de las Comunidades Autónomas».
Si se tratara de una competencia que se comenzara a desempeñar ahora por los entes locales, y no se
hubiera dictado la LCID ni ninguna ley por la Comunidad Autónoma, efectivamente, estaríamos en el
supuesto de este apartado y serían necesarios esos informes vinculantes previos al ejercicio.
No se trata de una competencia atribuida por una norma básica como es el art. 25.2 ni
unacompetencia obligatoria, incluida en el art. 26 de la LRBRL (LA LEY 847/1985), por lo que podrá o
no prestarse por el ente local. Es una competencia voluntaria (ejercida bajo su responsabilidad dice la
LCID) y obviamente habrá de someterse a la ley de estabilidad presupuestaria. Pero en estos
momentos es una competencia municipal, porque la redacción del art. 25.2 dice que ejercerán, en
todo caso como competencias propia las que enumera. No dice que se ejercerán exclusivamente esas
como competencias propias, ni tampoco que solo esas competencias sean propias sino que tal y
como se ha dicho más arriba, esas las ejercerá como propias, pero puede haber otras que se ejerzan
también como propias. Sin que pueda entenderse que las del apartado 4 del art. 7 son propias,
porque si lo fueran no sería necesario el control y los informes que se establece.
Discrepo de esa interpretación, al menos en parte, por las razones ya expuestas más arriba. Lo que
hace esa interpretación no es aplicar la norma a partir de su vigencia sino que la aplica
retroactivamente, porque se pretende aplicar a un servicio que ya se está prestando, al amparo de
una ley dictada anteriormente. Podría admitirse esta retroactividad respecto a actividades o servicios
que se estuvieran prestando, sin título jurídico alguno o aunque tuvieran título este no estuviera
contenido en una norma estatal o autonómica con rango de ley, pero no así en el caso de que haya
una ley que haya atribuido esa competencia, como es el caso de la Cooperación Internacional para el
Desarrollo que además de fundamentarse en la genérica atribución competencial del anterior art.
25.1 lo hacen en normas estatales y autonómicas vigentes.
El art. 25.2 de la LRBRL (LA LEY 847/1985) en la redacción dada por la LRSAL (LA LEY 21274/2013), lo
que hace es relacionar las «materias» en que podrán atribuirse competencias a los municipios, no
atribuye el las competencias, sino que señala el cauce y el contenido para otorgarlas, por eso no cabe
entender que ese precepto está derogando normas vigentes que sí otorgan competencias y además
lo hicieron conforme al ordenamiento jurídico vigente.
De admitirse esta interpretación, respecto a estas competencias, igualmente deberían revisarse todas
y cada una de las competencias que se ejercen actualmente por los entes locales, al amparo del art.
25.1 y 25.2 anteriores y someterlas al régimen actual para su regulación, incluida la de prever la
dotación de recursos suficientes como señala el art. 25 en su totalidad. Con ello actualmente serían
pocas las competencias a ejercer por los entes locales. Esa no parece haber sido la voluntad del
legislador, desde luego no se ha expresado así.
Por todo ello se estima que las entidades locales mantienen la competencia actual en materia de
cooperación internacional para el desarrollo, reconocida por la LCID y por las leyes de las
Comunidades Autónomas, debiendo obviamente someterse en su ejercicio a la normativa actual, es
decir a la LCID estatal, a la de la correspondiente Comunidad Autónoma y obviamente a la ley de
Estabilidad Presupuestaria.
Alguna interpretación intermedia, entiende que, los servicios obligatorios del art. 26 LRBRL (LA LEY
847/1985) son ya competencias propias para cada tramo de población y respecto al art. 25.2, se
pueden considerar propias, las competencias atribuidas por norma con rango de ley por el Estado o la
Comunidad Autónoma, de las contenidas o no en el art. 25.2, siempre que esta atribución sea
concreta y clara y efectuada por una ley material. Es decir, no una atribución genérica o inconcreta.
En este sentido la Cooperación Internacional para el Desarrollo municipal y autonómica, contiene una
regulación amplia en la LCID, que establece no solo que se puede realizar CID sino además su
regulación, incluida la de la sostenibilidad, al decir autonomía presupuestaria.
En cualquier caso, aunque aceptáramos, que no aceptamos, la interpretación más restrictiva, es decir
la de considerar la inexistencia de competencia por resultar derogada la LCID en este aspecto
municipal y también las autonómicas, estimo que en el supuesto de tener que obtener los informes
del art. 7.4 en esta materia, tan solo sería necesario el de sostenibilidad presupuestaria, dado que ya
la propia LCID, en su art. 20.2 al establecer que la actuaciones han de someterse a determinadas
líneas generales y directrices básicas ya está admitiendo que no hay duplicidad. Así el art. 20.2 LCID
dice que la acción de dichas entidades en la cooperación para el desarrollo se basa en los principios
de autonomía presupuestaria y autorresponsabilidad en su desarrollo y ejecución, debiendo respetar
las líneas generales y directrices básicas establecidas por el Congreso de los Diputados a que se
refiere el art. 15.1 de la presente Ley y el principio de colaboración entre Administraciones públicas
Además se añade por el apartado 1 del mismo artículo que esta actividad se inspira en los principios
objetivos y prioridades establecidas en la sección 2. a del capítulo I de la presente Ley.
En cualquier caso si aún pese a lo anterior hubiera de solicitarse el informe sobre la inexistencia de
duplicidad, se estima que el Ministerio no debería tener ninguna dificultad en dictar una disposición
general que declarara esta circunstancias respecto todas las entidades locales, porque desde luego la
duplicidad podría predicarse o aparecer en cuanto a actuar en un concreto territorio, en un concreto
proyecto que colisionara con otro en ejecución o planificado por otros actores, pero las necesidades
en el ámbito de la cooperación para el desarrollo son tan amplias que no hay duplicidad, en cualquier
caso, esta puede ser una muy buena ocasión para profundizar en la coordinación de las acciones de
cooperación internacional para el Desarrollo que se lleven a cabo por las Comunidades Autónomas y
los entes locales. Este es un camino ya iniciado y que sería muy fácil retomar.
La poco clara redacción de la LRSAL (LA LEY 21274/2013) en cuanto a las competencias municipales,
está siendo objeto de estudio por los expertos. En estos momentos y pese a una nota informativa al
respecto del propio Ministerio, la confusión entre los operadores jurídicos continua y va desde
quienes consideran que la LRSAL (LA LEY 21274/2013) apenas ha modificado las competencias a
quienes estiman que se ha producido un recorte competencial de tal nivel que ahora solo
son competencias propias ejercitables por los municipios las del art. 26 de la LRBRL (LA LEY
847/1985) y las de las materias del art. 25 contenidas en una norma con rango de ley desarrollando
las materias que se citan en su apartado 2.
Otros sin embargo, estimamos que es posible mantener la interpretación efectuada en este
documento. Que la disposición derogatoria debe interpretarse en el sentido señalado ya que de otro
modo habría que interpretar que deroga también a las leyes que no se dictaron conforme a los
apartados 3, 4 y 5 del vigente artículo.25 de la LRBR, además de que no puede derogar
competencias de las CCAA que están atribuyeron a los municipios al amparo de sus competencias
En esta materia de la Cooperación, una norma dictada con posterioridad a la LRSAL (LA LEY
21274/2013), ha venido a aclarar si hubiera dudas la cuestión.
El Boletín Oficial del Estado de 26 de marzo publica la Ley 2/2014, de 25 de marzo (LA LEY
4429/2014), de la Acción y del Servicio Exterior del Estado que viene a reafirmar que los entes locales
pueden actuar en el campo de la Cooperación internacional para el desarrollo.
Lo hace, porque recordemos que el art. 3 LCID incluye a la política de cooperación internacional para
el desarrollo como parte de la acción exterior del Estado y se basa en el principio de unidad de acción
del Estado en el exterior. Pese al art. 1.
La ley de Acción y del servicio exterior del Estado, señala en su art. 1 que su objeto es regular la
Acción Exterior del Estado, enumerar sus principios rectores, identificar los sujetos y ámbitos de la
misma, establecer los instrumentos para su planificación, seguimiento y coordinación y ordenar el
Servicio Exterior del Estado, para asegurar la coordinación y coherencia del conjunto de actuaciones
que la constituyen y su adecuación a las directrices, fines y objetivos de la Política Exterior. Se define
la acción exterior (en la que conforme al art. 1 de la LCID se enmarca la Cooperación para el
desarrollo) como el conjunto ordenado de las actuaciones que los órganos constitucionales, las
Administraciones públicas y los organismos, entidades e instituciones de ellas dependientes llevan a
cabo en el exterior, en el ejercicio de sus respectivas competencias, desarrolladas de acuerdo con los
principios establecidos en esta ley y con observancia y adecuación a las directrices, fines y objetivos
establecidos por el Gobierno en el ejercicio de su competencia de dirección de la Política Exterior. Sin
duda las entidades locales son administraciones públicas por lo que esta ley las está regulando, y no
solo genéricamente sino como veremos seguidamente refiriéndose a ellas.
Se declara por la ley que la Acción Exterior del Estado, como elemento esencial para la ejecución de la
Política Exterior, se desarrollará en el marco de los instrumentos de planificación regulados en esta
ley, y se sujetará a los principios, directrices, fines y objetivos de dicha política. Esta referencia en
relación a la CID, es a la planificación contenida en la misma, a la que como se ha dicho se ha de
someter la CID de las entidades locales y las Comunidades Autónomas, conforme al art. 20 LCID.
En cuanto a los sujetos, además de las referencias a las Administraciones públicas en general entre las
que sin duda se encuentran las entidades locales, el art. 5 señala que son sujetos de la
AcciónExterior del Estado, los órganos constitucionales, las Administraciones públicas y los órganos
administrativos, instituciones y entidades que, en el ejercicio de sus propias competencias, actúan y
se proyectan en el exterior, concretando en su apartado 2 que los órganos constitucionales, las
Comunidades Autónomas, las Ciudades Autónomas, las entidades que integran la Administración
Local y los organismos, entidades e instituciones de ellas dependientes mantendrán informado al
Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación de las propuestas sobre viajes, visitas,
intercambios y actuaciones con proyección exterior, para que este departamento pueda informar y,
en su caso, emitir recomendaciones motivadas sobre la adecuación de la propuesta de actuación a las
directrices, fines y objetivos de la Política Exterior fijados por el Gobierno y los instrumentos de
planificación establecidos por esta ley. A la luz de este precepto, no cabe duda que las entidades
locales pueden realizar actuaciones en el exterior, actuaciones entre las que sin duda está la
Cooperación Internacional para el Desarrollo, sobre todo en cuanto que se adecue a los requisitos
exigidos por la LCID en el art. 20, se inspire en los principios objetivos y prioridades establecidas en la
sección 2. a del capítulo I de la LCID y se base en los principios de autonomía presupuestaria y
autorresponsabilidad en su desarrollo y ejecución, se respeten las líneas generales y directrices
básicas establecidas por el Congreso de los Diputados a que se refiere el art. 15.1 de la citada Ley y el
principio de colaboración entre Administraciones públicas en cuanto al acceso y participación de la
información y máximo aprovechamiento de los recursos públicos.
El art. 11 de la Ley de Acción Exterior por su parte señala que las actividades que las Comunidades
Autónomas, las Ciudades Autónomas y las entidades que integran la Administración Local puedan
realizar en el exterior en el marco de las competencias que les sean atribuidas por la Constitución, por
los Estatutos de Autonomía y las leyes, respetarán los principios que se establecen en esta ley y se
adecuarán a las directrices, fines y objetivos de la Política Exterior fijados por el Gobierno.
Las entidades que integran la Administración Local estarán sujetas a los instrumentos de
planificación de la acción exterior que determinen sus respectivas Comunidades Autónomas.
Las actuaciones que se lleven a cabo en el ejercicio de la Acción Exterior no podrán comportar, en
ningún caso, la asunción de la representación del Estado en el exterior, la celebración de tratados
internacionales con otros Estados u organizaciones internacionales, la generación, directa o indirecta,
de obligaciones o responsabilidades internacionalmente exigibles al Estado, ni incidir o perjudicar la
Política Exterior que dirige el Gobierno. Corresponde en cualquier caso al Gobierno establecer las
medidas y directrices que regulen y coordinen las actividades en el exterior de las Comunidades
Autónomas y Ciudades Autónomas con el objeto de garantizar el cumplimiento de lo dispuesto en
esta ley.
Las Comunidades Autónomas, las Ciudades Autónomas y las entidades que integran la
Administración Local podrán celebrar acuerdos internacionales administrativos en ejecución y
concreción de un tratado internacional cuando así lo prevea el propio tratado, les atribuya potestad
para ello y verse sobre materias de su competencia. Asimismo, podrán celebrar acuerdos no
normativos con los órganos análogos de otros sujetos de derecho internacional, no vinculantes
jurídicamente para quienes los suscriben, sobre materias de su competencia.
El Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación informará con carácter previo y de acuerdo con
lo que disponga la legislación estatal que regule su celebración, los acuerdos internacionales
administrativos y los no normativos que estas Administraciones pretendan celebrar con autoridades u
órganos administrativos de un sujeto de derecho internacional. A tal efecto recabará el informe de los
departamentos ministeriales competentes por razón de la materia.
Nuevamente todas estas referencias a la Administración Local vienen a confirmar las facultades de los
municipios y demás entes locales para actuar en el exterior y por tanto en el campo de la
Cooperación Internacional para el Desarrollo. La referencia al informe del Ministerio de AAEE y
Cooperación, se refiere y puede afectar a la Cooperación Directa, que es objeto de análisis también
en este estudio. Es decir ahora los convenios, acuerdos, protocolos, etc. que se suscriban entre los
entes locales y las autoridades de otros Estados, por ejemplo, entre dos municipios uno español y
otro de un país en desarrollo, deberán ser informados previamente por el Ministerio. No
así cuandoello se lleve a cabo por una ONGD para la ejecución de un proyecto de cooperación.
El Art. 24 de la ley de acción exterior, señala que la Acción Exterior en materia de cooperación para
el desarrollo se orientará a contribuir a la erradicación de la pobreza, al desarrollo humano sostenible
y al pleno ejercicio de los derechos, mediante la consolidación de los procesos democráticos y el
Estado de Derecho, la reducción de las desigualdades, el fomento de los sistemas de cohesión social,
la promoción de los derechos de las mujeres y la igualdad de género; dando una respuesta de calidad
a las crisis humanitarias.
El art. 35.3 de la ley de acción exterior señala que el Ministerio de Asuntos Exteriores y de
Cooperación recabará e integrará, en su caso, las propuestas de actuación exterior de los órganos
constitucionales, de las Comunidades y Ciudades Autónomas y de las Entidades Locales. La no
integración de las propuestas de los órganos y entes mencionados en el párrafo anterior deberá ser
motivada y fundarse en la adecuación a las directrices, fines y objetivos de la Política Exteriorfijados
por el Gobierno. Se está haciendo referencia aquí al principio de unidad de acción exterior. Este
precepto puede interpretarse como propuestas de actuación genérica, como a propuestas de integrar
sus acciones en las del Ministerio.
La Disposición final primera modificada de la Ley 23/1998, de 7 de julio (LA LEY 2621/1998), de
Cooperación Internacional para el Desarrollo LCID, para adaptarla a la nueva ley y esta modificación
que afecta a los órganos de la Cooperación deja vigente en su totalidad el art. 20 de la LCID que es en
el que se fundamenta conforme se ha reiterado más arriba la competencia de los entes locales (y
también de las CCAA) en materia de cooperación internacional para el Desarrollo. Así pues si no fuera
suficiente con todos los argumentos señalados, esta Ley viene a ratificar y fortalecer este
planteamiento.
SEGUNDA PREGUNTA.
Se consulta cómo conjugar ese convenio de un Ayuntamiento, o de varios, con una Federación
territorial de municipios, con la Disposición Adicional 18ª de la Ley 38/2003, que permite que se
exceptúen los principios de publicidad o concurrencia u otros aspectos del régimen de control,
reintegros o sanciones, en la medida en que las subvenciones sean desarrollo de la política exterior
del Gobierno o resulten incompatibles con la naturaleza o destinatarios de las mismas. Esta
disposición, se está refiriendo solo al caso de que sea el Estado el que implemente la política de
ayuda humanitaria en el exterior, y no sabemos hasta qué punto una Federación de municipios
puede exceptuar el control. Tal vez debiera haber un posterior acuerdo entre las Federación y el
Ministerio competente...
En primer lugar, debe precisarse que la DA 18 no exceptúa en todo caso la aplicación de los principios
de publicidad o concurrencia de la LGS, sino que permite su excepción en la medida que se den las
condiciones que se indican.
Por otro lado, la DA 18 está remitiendo a un Real Decreto la regulación del régimen de subvenciones
en materia de cooperación internacional; en efecto, el apartado primero de la DA 18ª dispone: “El
Gobierno aprobará por real decreto, a propuesta conjunta de los Ministerios de Asuntos Exteriores y
de Hacienda, las normas especiales reguladoras de las subvenciones de cooperación internacional.” El
apartado segundo de la repetida DA 18ª añade que “Dicha regulación se adecuará con carácter
general a lo establecido en esta ley salvo que deban exceptuarse los principios de publicidad o
concurrencia (…)” (redacción ya transcrita en la consulta).
Por lo tanto, la materia que regula la DA 18ª es ajena al caso que nos ocupa, pues la figura es la de un
convenio interadministrativo entre uno o más Ayuntamientos y una Federación territorial de
municipios, por el que el Ayuntamiento se compromete a aportar un dinero para que la Federación
preste determinada ayuda humanitaria exterior (a Ecuador).
El régimen jurídico de los convenios de las entidades locales se recoge en la Ley 7/1985, artículo 57.
La DA 5ª de esta norma prevé la posibilidad de que las entidades locales formen asociaciones, las
cuales podrán firmar convenios (estos dos preceptos traen su redacción de la Ley 27/2013, de
racionalización). Los convenios se regulan en el artículo 6 de la Ley 30/1992 y, a partir del 2 de
octubre de 2016, en el artículo 39 de la Ley 40/2015, de 1 de octubre, del régimen jurídico del sector
público.
Y como el objeto de este convenio es una subvención, se regirá en primer lugar por la LGS.
TERCERA PREGUNTA: Del mismo modo, al hilo del párrafo anterior, y frente a nuestras reticencias,
encontramos que la DA 1ª del RD 794/2010 permite la colaboración del estado con las diferentes
asociaciones municipales de la DA 13 y 15 de la LRBRL en materia de colaboración y ayuda
internacional.
El RD Real Decreto 794/2010, de 16 de junio, por el que se regulan las subvenciones y ayudas en el
ámbito de la cooperación internacional, establece en su DA 1ª:
Se entienden las reticencias que manifiesta la persona consultante para entrar en este convenio,
aparentemente al margen de la política exterior del Estado (del RD que se citaba en el apartado
anterior, de los acuerdos con el Ministerio que se citan aquí), lo que puede provocar ineficacia en la
ayuda que, de ser el caso, gestione la Federación de municipios, si no se coordina con el Estado.
CUARTA PREGUNTA. En caso de acceder a colaborar, ¿qué justificación deberíamos exigir para el
destino dado en Ecuador a esos fondos locales? Insisto que el Convenio no menciona nada al
respecto.
Al hilo de lo que se acaba de comentar en el apartado anterior, lo idóneo sería que esos fondos se
canalizaran mediante la firmas de los mencionados acuerdos con el Ministerio competente, acuerdos
que también deberían abordar la forma de justificar su correcta aplicación. Por ejemplo, mediante el
control financiero de las subvenciones que ha de realizar el Ministerio, dicho informe podría servir de
justificación de la aportación de los fondos a la Federación.
En caso de que no hubiera tal acuerdo con el Ministerio, en el convenio entre el Ayuntamiento y la
Federación se debería establecer la forma de justificar la aplicación de los fondos, de forma análoga a
como se establece en las bases reguladoras de las subvenciones o en los convenios de las
subvenciones nominativas, en la Ley 38/2003, artículos 17.3.i) y 28:
“La resolución de concesión y, en su caso, los convenios a través de los cuales se canalicen
estas subvenciones establecerán las condiciones y compromisos aplicables de conformidad
con lo dispuesto en esta ley”.
La respuesta en cuanto a qué se debería exigir no puede ser otra que las previstas en los artículos 69 y
siguientes del RD 887/2006: la cuenta justificativa, en alguna de sus modalidades, o los estados
contables.
CONCLUSIÓN:
De lo expuesto la opinión que aquí se manifiesta es que la aportación económica aquí tratada entra
en el ámbito objetivo y subjetivo de las subvenciones, regulados en los artículos 2 y 3 de la LGS,
respectivamente. Por otro lado, no se da ninguno de los supuestos de excepción o exclusión
relacionados en estos preceptos. Es más, el apartado 4 del artículo 3 de la LGS dispone:
Por lo anterior, debería exigirse a la Federación la justificación del destino de los fondos conforme a la
LGS, sin perjuicio de que pueda considerarse una subvención de concesión directa por estar incluida
en el art. 22.2c): “subvenciones en que se acrediten razones de interés (…) humanitario, (…) que
dificulten su convocatoria pública”.
QUINTA PREGUNTA. En caso de entregarse los fondos a una ONG, ¿debe exigirse concurrencia
entre ONG´s que trabajen sobre el terreno?
Me remito a lo que se acaba de comentar con cita del artículo 22.2.c) de la LGS, es decir, la concesión
directa sólo procede cuando se acrediten razones que dificulten la convocatoria pública.
SEXTA PREGUNTA. Ya en materia interna de nuestro País, nos planteamos una cuestión al hilo de lo
anterior. Cuando firmamos convenios con ONG´s en materia de ayuda humanitaria, bien sea
mediante concesión directa del 22.2.c) o bien sea nominativa, ¿quien es el beneficiario?, ¿la ONG
que recibe los fondos o la persona que se beneficia directamente de la ayuda?
Entiendo que el beneficiario es la ONG, quien deberá aplicar los fondos al programa de ayuda
humanitaria convenido. Los gastos elegibles o subvencionables podrán consistir tanto en ayudas
económicas a personas físicas, bien en dinero o en especie, como gastos del personal de la ONG que
gestiona la ayuda, y todo tipo de gastos corrientes necesarios para la ejecución de la actividad, en
función de lo previsto en las bases reguladoras de cada concreta subvención.
1. La entrega de material deportivo o similar de escasa cuantía (inferior a 3.000 euros) se puede hacer
sin seguir el procedimiento de concesión de subvención?. Si la entrega es de servicios, por ejemplo
el pago de autobús para que un determinado colectivo asista a algún acto, por un coste de escasa
cuantía, es imprescindible tramitarlo como una subvención en especie o basta con pagar al autobús?
2. El pago de autobuses para que los ciudadanos puedan asistir a un evento deportivo o a una
manifestación de interés general no partidista, se puede considerar una subvención ?, cuál sería el
procedimiento correcto?
INFORME
La primera precisión que debe realizarse es, como apunta la persona consultante, que, si se acaba
catalogando esta actividad como una subvención, se incluiría en la modalidad de subvenciones en
especie, consistente en la entrega a los beneficiarios de material deportivo o la prestación a los
vecinos del servicio de transporte mediante el pago de dicho servicio de autobús por parte del
Ayuntamiento, para asistir a una actividad.
Veamos las peculiaridades de este tipo de subvención, recogidas en la Ley 38/2003, de 17 de
noviembre (LGS, en sucesivas citas) y en el RD 887/2006, de desarrollado de la LGS (RLGS, en lo
sucesivo)
La LGS sólo trata de las subvenciones en especie en la Disposición adicional quinta, en los siguientes
términos
“1. Las entregas a título gratuito de bienes y derechos se regirán por la legislación
patrimonial.
2. No obstante lo anterior, se aplicará esta ley, en los términos que se desarrollen
reglamentariamente, cuando la ayuda consista en la entrega de bienes, derechos o servicios
cuya adquisición se realice con la finalidad exclusiva de entregarlos a un tercero.
3. En todo caso, la adquisición se someterá a la normativa sobre contratación de las
Administraciones públicas”.
La primera cuestión dilucidada en lo que aquí interesa es que la subvención en especie abarca tanto
la entrega de bienes como la prestación de servicios.
La DA 5ª de la LGS establece que, de forma general, las entregas de bienes a título gratuito se regirán
por la legislación patrimonial, en concreto, por los artículos 145 y siguientes de la Ley 33/2003, de 3
de noviembre, del Patrimonio de las Administraciones Públicas.
Establece una excepción, que consiste en que “cuando la ayuda consista en la entrega de bienes,
derechos o servicios cuya adquisición se realice con la finalidad exclusiva de entregarlos a un tercero”,
se aplicará la Ley de subvenciones, remitiendo al desarrollo reglamentario de esta norma.
Otro aspecto interesante que destaca la DA 5ª es la del régimen jurídico aplicable a esa adquisición de
bienes o entrega de servicios que se realiza con la única finalidad de entregarlos a un tercero, en
concepto de “ayuda”.
Analicemos a continuación del mencionado desarrollo reglamentario.
En primer lugar, interesa el artículo 3 del RLGS, de nomen iuris Ayudas en especie:
1. Las entregas de bienes, derechos o servicios que, habiendo sido adquiridos con la finalidad
exclusiva de ser entregados a terceros, cumplan los requisitos previstos en las letras a), b) y c)
del artículo 2.1 de la Ley General de Subvenciones, tendrán la consideración de ayudas en
especie y quedarán sujetas a dicha Ley y al presente Reglamento, con las peculiaridades que
conlleva la especial naturaleza de su objeto.
2. El procedimiento de gestión presupuestaria previsto en el artículo 34 de la Ley General de
Subvenciones no será de aplicación a la tramitación de estas ayudas, sin perjuicio de que los
requisitos exigidos para efectuar el pago de las subvenciones, recogidos en el Capítulo V del
Título I de dicha Ley, deberán entenderse referidos a la entrega del bien, derecho o servicio
objeto de la ayuda.
No obstante lo anterior, en el supuesto de que la adquisición de los bienes, derechos o
servicios tenga lugar con posterioridad a la convocatoria de la ayuda, será de aplicación lo
dispuesto en el artículo 34.1 de la Ley General de Subvenciones respecto a la necesidad de
aprobación del gasto con carácter previo a la convocatoria.
3. En el supuesto de que se declare la procedencia del reintegro en relación con una ayuda en
especie, se considerará como cantidad recibida a reintegrar, un importe equivalente al precio
de adquisición del bien, derecho o servicio. En todo caso, será exigible el interés de demora
correspondiente, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 37 de la Ley General de
Subvenciones.
En primer lugar, el apartado primero del artículo transcrito exige que las entregas o subvenciones en
especie cumplan los mismos requisitos que las subvenciones dinerarias, reconociendo, no obstante,
que este tipo de subvenciones detentan peculiaridades en atención a su objeto. En efecto, el
mencionado apartado primero remite al artículo 2.1 del la LGS, apartados a), b) y c), que a
continuación se transcriben:
Art. 2. 1. Se entiende por subvención, a los efectos de esta ley, toda disposición dineraria
realizada por cualesquiera de los sujetos contemplados en el artículo 3 de esta ley, a favor de
personas públicas o privadas, y que cumpla los siguientes requisitos:
a) Que la entrega se realice sin contraprestación directa de los beneficiarios.
b) Que la entrega esté sujeta al cumplimiento de un determinado objetivo, la
ejecución de un proyecto, la realización de una actividad, la adopción de un
comportamiento singular, ya realizados o por desarrollar, o la concurrencia de una
Nuestra entidad local tiene competencias en desarrollo local de la isla. Sin embargo, en términos de
educación e investigación no tiene competencias. ¿A raíz de lo dispuesto en el artículo 2 apartado 3
a) del Reglamento General de la Ley de Subvenciones, entendiéndolo sensu contrario, los convenios
entre nuestra entidad local y la Universidad de La Laguna o de nuestra entidad con el Consejo
Superior de Investigaciones Científicas para la construcción de edificios destinados a la investigación
y educación o para subvencionar proyectos de investigación y transferencia pueden considerarse
que no le son aplicación la Ley de Subvenciones?
INFORME
Sin embargo, no creo que sea este el punto de vista correcto. El propio precepto que se cita
en la consulta, el art. 2.3.a) del RD 887/2006, y que prevé la aplicación de la LGS para el caso
que regula, dispone:
"a) Los convenios de colaboración celebrados entre Administraciones Públicas, en los que
únicamente la Administración Pública beneficiaria ostenta competencias propias de ejecución
sobre la materia, consistiendo la obligación de la Administración Pública concedente de la
subvención en la realización de una aportación dineraria a favor de la otra u otras partes del
convenio, con la finalidad de financiar el ejercicio de tareas, inversiones, programas o cualquier
actividad que entre dentro del ámbito de las competencias propias de la Administración
Pública destinataria de los fondos·.
"1. Se entiende por subvención, a los efectos de esta ley, toda disposición dineraria realizada por
cualesquiera de los sujetos contemplados en el artículo 3 de esta ley, a favor de personas
públicas o privadas, y que cumpla los siguientes requisitos:
a) Que la entrega se realice sin contraprestación directa de los beneficiarios.
b) Que la entrega esté sujeta al cumplimiento de un determinado objetivo, la
ejecución de un proyecto, la realización de una actividad, la adopción de un comportamiento
singular, ya realizados o por desarrollar, o la concurrencia de una situación, debiendo el
beneficiario cumplir las obligaciones materiales y formales que se hubieran establecido.
c) Que el proyecto, la acción, conducta o situación financiada tenga por objeto
el fomento de una actividad de utilidad pública o interés social o de promoción de una
finalidad pública".
No se exige que se fomenten actividades de la competencia ?propia? de la entidad local, en los
términos del art. 7 de la Ley 7/1985, de bases de régimen local, sino que el objetivo es el ?fomento
de una actividad de utilidad pública o interés social o de promoción de una finalidad pública?. No se
interprete con esto que se puede fomentar cualquier actividad de interés público por cualquier
Administración Púbica, pero sí que dicho interés es más amplio que el de las estrictas competencias
propias. Siempre habrá un límite de actividades a subvencionar según el tipo de Administración,
impuesto por del interés público que justifica la existencia de la Administración concedente.
Conclusión. En mi opinión, sí está sujeto a la LGS.
En nuestra Administración Pública nos recuerdan que las aportaciones que realizan los Servicios
Administrativos a las entidades que se incluyen en el artículo 2.2 de la LGS (aportaciones específicas)
por aplicación de la interpretación que se hace a la FAQ BDNS “4.10. Instrumentos de ayuda”
Respuestas a Preguntas Frecuentes de Enero 2017, se deben incluir en la BDNS.
INFORME
El art. 2.2 de la LGS dispone que están excluidas de la LGS las aportaciones “que se realicen entre los
distintos agentes de una Administración cuyos presupuestos se integren en los Presupuestos
Generales de la Administración a la que pertenezcan, tanto si se destinan a financiar globalmente su
actividad como a la realización de actuaciones concretas a desarrollar en el marco de las funciones
que tenga atribuidas, siempre que no resulten de una convocatoria pública”.
El art. 2.2 RS desarrolla este precepto en los siguientes términos:
“A los efectos de lo dispuesto en el apartado 2 del artículo 2 de la Ley General de
Subvenciones, se entenderá por financiación global las aportaciones destinadas a financiar
total o parcialmente, con carácter indiferenciado, la totalidad o un sector de la actividad de
una Administración Pública o de un organismo o entidad pública dependiente de ésta”.
Y añaden los apartados 3 y 4 del precepto citado en último lugar unos supuestos especiales de
aplicación y de exclusión de la LGS:
“3. En particular, será de aplicación la Ley General de Subvenciones y el presente Reglamento
a:
a) Los convenios de colaboración celebrados entre Administraciones Públicas, en los que
únicamente la Administración Pública beneficiaria ostenta competencias propias de ejecución
sobre la materia, consistiendo la obligación de la Administración Pública concedente de la
subvención en la realización de una aportación dineraria a favor de la otra u otras partes del
convenio, con la finalidad de financiar el ejercicio de tareas, inversiones, programas o
cualquier actividad que entre dentro del ámbito de las competencias propias de la
Administración Pública destinataria de los fondos. No obstante, constituyen una excepción a
lo señalado en el párrafo anterior las aportaciones dinerarias que tengan por objeto financiar
Conclusión.
Por lo tanto, las “aportaciones específicas” de la entidad local a sus entes dependientes, para
financiar las funciones que les tenga atribuidas, y siempre que no resulten de una convocatoria
pública, están excluidas de la LGS. Si no reunieran estos requisitos, las aportaciones estarían sujetas a
la LGS.
INFORME
Por los términos de la pregunta, parece que la situación que se describe es la de una carretera de
titularidad provincial que se quiere financiar por el ayuntamiento mediante un Convenio con la
Diputación por "la parte de la financiación que le corresponde (a la Diputación) en el PPOS". Es
decir, que en el PPOS la Diputación financia una parte, pero dicha financiación provincial la asume el
Ayuntamiento mediante la firma de un Convenio. Bajo esta interpretación se da respuesta a la
consulta formulada.
I
En primer lugar, debe determinarse si este convenio por el que se acordaría la financiación de la
carretera provincial por parte del Ayuntamiento, y por la parte que correspondería pagar a la
Diputación (la no financiada con el PPOS) está sujeta a la LGS.
El artículo 7 de la norma citada en último lugar regula las competencias de las entidades locales,
distinguiendo entre propias y atribuidas por delegación. Siendo la titularidad de la carretera
provincial, es evidente que esta competencia entra en el ámbito del apartado 4 del artículo
mencionada, es decir, de las competencias distintas de las propias y de las atribuidas por
delegación; en relación a dichas competencias, el precepto señalado dispone que sólo podrán
ejercer este tipo de competencias "cuando no se ponga en riesgo la sostenibilidad financiera
del conjunto de la Hacienda municipal, de acuerdo con los requerimientos de la legislación de
estabilidad presupuestaria y sostenibilidad financiera y no se incurra en un supuesto de ejecución
simultánea del mismo servicio público con otra Administración Pública. A estos efectos, serán
necesarios y vinculantes los informes previos de la Administración competente por razón de
materia, en el que se señale la inexistencia de duplicidades, y de la Administración que tenga
atribuida la tutela financiera sobre la sostenibilidad financiera de las nuevas competencias".
Ahora bien, antes de seguir por esta línea argumental, debe analizarse si la actividad de
fomento puede incluirse entre este tipo de competencias. A la vista del artículo 25 de la Ley
7/1985 la respuesta es afirmativa, pues dicho precepto yuxtapone la prestación de servicios y la
actividad promocional o de fomento como técnicas para el ejercicio de sus competencias ("El
Municipio, para la gestión de sus intereses y en el ámbito de sus competencias, puede promover
actividades y prestar los servicios públicos que contribuyan a satisfacer las necesidades y
aspiraciones de la comunidad vecinal en los términos previstos en este artículo"). En la letra d)
del apartado 2º del artículo 25 se incluye, como materias en las que en todo caso ejercerá
competencias propias el municipios, en los términos de la legislación del Estado o de la
Comunidad Autónoma, la que aquí nos ocupa de la ?infraestructura viaria y otros equipamientos
de su titularidad?.
II
Sobre el efecto que se deriva del PPOS en el eventual convenio entre el Ayuntamiento y la
Diputación para que el primero financie la parte correspondiente a la Diputación en el
PPOS referida a la carretera de titularidad de provincial
En el supuesto planteado (en los términos que aquí se han interpretado), no se escapa que con el
convenio entre el Ayuntamiento y la Diputación se pretende que la financiación de la carretera
provincial que le corresponde a la Diputación recaiga, definitivamente, en el Ayuntamiento, por
lo que debe analizarse si con dicho convenio se incurre en una desviación de poder, es decir, si
se está utilizando una figura jurídica, en este caso, la subvención, para eludir el régimen de
financiación del PPOS y, al fin y al cabo, las competencias de la Diputación.
El PPOS tiene un régimen jurídico especial que se contiene en la Ley 7/1985, de 2 de abril, de
bases del régimen local, artículo 36, que regula las competencias de las Diputaciones
provinciales; el Real Decreto legislativo 781/1986, de 18 de abril, por el que se aprueba el Texto
El art. 36 de la LBRL dispone que los PPOS "podrán financiarse con medios propios de la
Diputación, las aportaciones municipales y las subvenciones que acuerden la comunidad autónoma y
el Estado con cargo a sus respectivos presupuestos".
El art. 3 del RD 835/2003 estructura la cooperación económica del Estado a las entidades locales en
cuatro líneas de ayuda, de las que aquí interesa la primera de ellas (se destaca en negrita):
• Aportación a las inversiones incluidas en los Planes provinciales e insulares de cooperación a las
obras y servicios de competencia municipal, con prioridad de aquellas necesarias para la
efectiva prestación de los servicios obligatorios enumerados en el artículo 26 de la Ley
7/1985, de 2 de abril, reguladora de las Bases de Régimen Local, sin perjuicio de que se
puedan incluir otras obras y servicios que sean de competencia municipal, de acuerdo
con lo establecido en el artículo 25 de la misma ley. Igualmente, con cargo a esta línea,
podrán obtener subvención estatal los proyectos de obra de mejora y conservación
de la red viaria de titularidad de las diputaciones provinciales, con el límite del 30 por
ciento de la subvención asignada al Plan de cooperación a las obras y servicios de
competencia municipal de la correspondiente provincia.
• Aportación a las Intervenciones comunitarias aprobadas por la Comisión de la Unión Europea
cofinanciadas por el Programa de cooperación económica local.
• Aportación a los proyectos de modernización administrativa local.
• Aportación a los proyectos con participación de la sociedad civil.
Obsérvese que en los PPOS se puede incluir la subvención estatal a la red viaria de titularidad de
las diputaciones provinciales.
Debe destacarse en relación a este artículo la referencia que se hace a las infraestructuras "de
competencia municipal".
La línea de los PPOS se regula en los artículos 5 al 15 del RD 835/2003, del que interesa destacar las
siguientes normas:
Por un lado, el artículo 6, que estable los importe máximos de financiación estatal al PPOS, del que
interesa el apartado c), que limita al 50% del presupuesto consignado en el PPOS para las obras de la red
viaria de las diputaciones:
"1. La subvención del Estado a las inversiones de los Planes provinciales e insulares de
cooperación podrá alcanzar hasta:
a) El 50 por cien del importe del presupuesto consignado en el plan, para las obras y servicios
de carácter obligatorio enumerados en el artículo 26 de la Ley 7/1985, de 2 de abril,
Reguladora de las Bases de Régimen Local.
b) El 40 por cien del importe del presupuesto consignado en el plan, para las restantes obras y
servicios que, sin ser obligatorios, sean de competencia municipal, de acuerdo con lo
establecido en el artículo 25 de la Ley 7/1985, de 2 de abril, Reguladora de las Bases de
Régimen Local.
c) El 50 por cien del importe del presupuesto consignado en el plan, para las obras de mejora y
conservación de la red viaria de titularidad de las diputaciones provinciales".
Pues bien, llegados a este punto cobra esencial valor el artículo 7 del RD 835/2003 que condiciona la
subvención estatal de los PPOS a que "en su financiación contribuyan los ayuntamientos y demás
entidades locales titulares de las obras y servicios, sin que la aportación de éstos pueda ser inferior
al cinco por cien del importe de los correspondientes proyectos".
Los artículos 8 al 10 regulan la elaboración y aprobación del PPOS, cuya competencia se atribuye a las
diputaciones provinciales y entidades asimiladas, debiendo ser remitidos a la Sudelegación del
Gobierno y a las Comisiones Provinciales de Colaboración del Estado con las Corporaciones Locales
para que informen "acerca del cumplimiento de los objetivos y criterios fijados por el Estado para el
otorgamiento de la subvención". El plan provincial o insular de cooperación, definitivamente aprobado y
acompañado del correspondiente expediente administrativo, se remitirá al Ministerio de
Administraciones Públicas a fin de que, comprobada su conformidad con la legislación aplicable, se
inicie la tramitación de la correspondiente subvención.
CONCLUSIÓN
A la vista de las consideraciones jurídicas expuestas, debe considerarse que la firma de un convenio
entre un Ayuntamiento y la Diputación para que el primero financie la aportación asignada a la
Diputación en el PPOS supone una alteración fraudulenta (en el sentido del fraude de ley o
desviación de poder) del régimen de financiación del PPOS aprobado por la propia Diputación y
conformado en cuanto a su legalidad por el Ministerio competente
“Estar incursa la persona física, los administradores de las sociedades mercantiles o aquellos que
ostenten la representación legal de otras personas jurídicas, en alguno de los supuestos de la Ley
3/2015, de 30 de marzo, reguladora del ejercicio del alto cargo de la Administración General del
Estado, de la Ley 53/1984, de 26 de diciembre, de incompatibilidades del Personal al Servicio de las
Administraciones Públicas, o tratarse de cualquiera de los cargos electivos regulados en la Ley
Orgánica 5/1985, de 19 de junio, del Régimen Electoral General, en los términos establecidos en la
misma o en la normativa autonómica que regule estas materias”.
No acabo de tener claro el alcance de dicha prohibición, por ejemplo de la redacción dada entiendo
que de ser el representante de una asociación un concejal (cosa bastante habitual) ¿no se podría
conceder ayuda a dicha asociación? ¿o solamente se refiere a que se tendría que abstener de adoptar
cualquier decisión relacionada con el expediente de subvención?
INFORME
CONSIDERACIONES JURÍDICAS
I
Sobre la prohibición, para ser beneficiario de subvenciones, de los concejales y de las sociedades y de
otras personas jurídicas en las que ostenten la representación.
El art. 13.2.d) de la LGS, transcrito en la consulta, prohíbe ser beneficiario de subvenciones a “las
persona física, los administradores de las sociedades mercantiles o aquellos que ostenten la
representación legal de otras personas jurídicas, (…) o tratarse de cualquiera de los cargos electivos
regulados en la Ley Orgánica 5/1985, de 19 de junio, del Régimen Electoral General, en los términos
establecidos en la misma o en la normativa autonómica que regule estas materias
II.
Sobre la prohibición, para ser beneficiario de subvenciones, del personal del propio Ayuntamiento
concedente y de las sociedades y de otras personas jurídicas en las que ostenten la representación.
El mismo artículo 12.2.) dispone que no podrán obtener la condición de beneficiario de las
subvenciones las personas o entidades en quienes concurra alguna de las circunstancias siguientes
“salvo que por la naturaleza de la subvención se exceptúe por su normativa reguladora:
“d) Estar incursa la persona física, los administradores de las sociedades mercantiles o aquellos que
ostenten la representación legal de otras personas jurídicas, en alguno de los supuestos (…), de la Ley
53/1984, de 26 de diciembre, de incompatibilidades del Personal al Servicio de las Administraciones
Públicas,
Precepto que se repite en idénticos términos en relación a las prohibiciones para contratar recogidas
en el artículo 60.1.g) del TRLCSP, el cual acaba se ha transcrito más arriba.
Pues bien, el artículo 12 de la Ley 53/1984 enumera las actividades que no podrá ejercer el personal
al servicio de las Administraciones Públicas. Este precepto no se refiere, taxativamente, a si el
personal de un Ayuntamiento puede recibir o no subvenciones, sea o no dicho personal responsable
de la subvención.
Y, aunque sí es cierto que la analogía no puede aplicarse en las disposiciones limitativas de derecho,
también lo es que el principio constitucional de igualdad (art. 14 CE), exige el mismo trato jurídico en
situaciones iguales, como argumenta el Informe de la JCC al que antes se hizo referencia. Sobre la
base de dicho principio, la JCC concluía que la prohibición para contratar de los concejales debía
extenderse a aquello supuestos en los que participaran en más de un 10 por ciento en el capital de
las empresas contratistas, límite que se impone para los miembros del Gobierno y altos cargos, así
como para los funcionarios, en las respectivas normas a que se remite el artículo 60.1.g) del TRLCSP,
las mismas a las que se remite el 13.2.d) de la LGS, aunque el art. 178 de la LOREG no establezca dicha
prohibición para los concejales.
Pues bien, por lo que se refiere al personal al servicio de las Administraciones Públicas, interesa traer
aquí los siguientes apartados del mencionado art. 12 de la Ley 53/1984:
c) El desempeño, por sí o persona interpuesta, de cargos de todo orden en Empresas o
Sociedades concesionarias, contratistas de obras, servicios o suministros, arrendatarias o
administradoras de monopolios, o con participación o aval del sector público, cualquiera que
sea la configuración jurídica de aquéllas.
d) La participación superior al 10 por 100 en el capital de las Empresas o Sociedades a que se
refiere el párrafo anterior
En mi opinión, la aplicación del principio constitucional de igualdad (me remito a las consideraciones
anteriores) exige interpretar que la prohibición para contratar de los funcionarios debe extenderse,
también, a la prohibición para recibir subvenciones del Ayuntamiento en el que ejercen.
En otros términos, no se justifica que concejales y funcionarios estén incursos en prohibición para
contratar con la entidad local en la que prestan sus servicios, y que sólo los concejales tuvieran
prohibido recibir subvenciones, y no el personal funcionario y laboral, “salvo que por la naturaleza de
la subvención se exceptúe por su normativa reguladora”.
Siendo este el planteamiento, es indiferente que el funcionario sea o no responsable de la
tramitación del expediente. No obstante lo anterior, si se estuviera en uno de los supuestos de
excepción, el funcionario deberá abstenerse en la tramitación de la subvención a la que opta.
No obstante, la cuestión no es pacífica y, de hecho, hay opiniones diferentes:
1. La revista El Consultor, en informe de fecha 14/11/2014 (EC 2380/2014), a la pregunta de si
¿Puede ser beneficiaria de una subvención con destino a la promoción de proyectos empresariales
una sociedad mercantil cuyo capital pertenece, al 50 por ciento, a un funcionario municipal que no es
administrador de la misma?, responde:
“La respuesta a la consulta exige analizar el art. 13.2 d) de la Ley 38/2003, de 17 de
noviembre (LA LEY 1730/2003) (BOE del 18), General de Subvenciones (LGS), que establece la
prohibición de obtener subvenciones por: «Estar incursa la persona física, los
administradores de las sociedades mercantiles o aquellos que ostenten la representación
legal de otras personas jurídicas, en alguno de los supuestos de la Ley 5/2006, de 10 de abril
(LA LEY 3407/2006), de regulación de los conflictos de intereses de los miembros del
Gobierno y de los altos cargos de la Administración General del Estado, de la Ley 53/1984, de
26 de diciembre (LA LEY 2769/1984), de Incompatibilidades del Personal al Servicio de las
Administraciones Públicas, o tratarse de cualquiera de los cargos electivos regulados en la
Ley Orgánica 5/1985, de 19 de junio (LA LEY 1596/1985), del Régimen Electoral General, en
los términos establecidos en la misma o en la normativa autonómica que regule estas
materias.»
Por tanto, en principio, al no detentar el funcionario cargo alguno de administrador de la
sociedad mercantil que pretende ser beneficiaria, ni siquiera hay que entrar a estudiar más a
fondo el precepto para concluir que dicha entidad no se ve afectada por la prohibición
regulada en el artículo transcrito.
No obstante, vamos a analizar el supuesto en que un funcionario pretenda ser el beneficiario
de una subvención o en el que sea administrador de una sociedad que pretende ser la
beneficiaria de una determinada ayuda de la Administración a la que presta sus servicios. A
este respecto, hemos de decir que, como hemos visto, la LGS establece una prohibición de
obtención de subvenciones a los funcionarios que estén incurso en alguno de los supuestos
de la Ley 53/1984, de 26 de diciembre (LA LEY 2769/1984) (BOE de 4 de enero de 1985), de
Incompatibilidades del Personal al Servicio de las Administraciones Públicas y a las
sociedades mercantiles en las que uno de sus administradores sea un funcionario que esté
incurso en alguno de tales supuestos.
Esta prohibición no es absoluta; al contrario de lo que ocurre con la prohibición de contratar
del art. 60 del Real Decreto Legislativo 3/2011, de 14 de noviembre (LA LEY 21158/2011)
(BOE del 16), por el que se aprueba el texto refundido de la Ley de Contratos del Sector
Público (TRLCSP), por remisión a la Ley 53/1984. En efecto, el art. 12.1.d) (LA LEY 2769/1984)
de esta última ley, al que se remite el art. 60.1.f), impide a los funcionarios el ser contratistas
del sector público y el ser administradores de sociedades contratistas. Incluso les impide
tener una participación superior al 10 por ciento en el capital social de sociedades
contratistas. Sin embargo, la Ley 53/1984, no contiene ninguna previsión sobre la percepción
de subvenciones; por lo que consideramos que no se puede concluir que se prohíba obtener
la condición de beneficiario a cualquier persona al servicio de una Administración Pública.
Por ello, entendemos que la prohibición es relativa. De manera que los funcionarios y las
sociedades en las que ejerzan de administradores sólo tendrán prohibida la obtención de la
condición de beneficiarios de subvenciones cuyo objeto venga constituido por una actividad
incompatible con su condición de funcionario; o con el objeto social de la sociedad; o cuando
el funcionario o la sociedad tengan como actividad empresarial una que esté relacionada
directamente con las que desarrolla la Entidad.
2. También la revista El Consultor, en informe de fecha 26/10/2010 (EC 3052/2010), a la pregunta de
si ¿Puede otorgarse una subvención a un club de futbol si el presidente es un funcionario del
Ayuntamiento?, responde:
“A nuestro juicio, la prohibición contenida en el art. 13.2 d) de la Ley 38/2003, de 17 de
noviembre (LA LEY 1730/2003) (BOE del 18), General de Subvenciones (LGS), que reproduce
parcialmente la del art. 49 f) de la Ley 30/2007, de 30 de octubre (LA LEY 10868/2007) (BOE
del 31), de Contratos del Sector Público (LCSP), es de alcance dudoso en el ámbito
subvencional, pues, al contrario de lo que ocurre con la contratación pública, las leyes a las
que se remite el precepto no contienen previsión alguna sobre la percepción de
subvenciones. Las personas a que son de aplicación las disposiciones citadas tienen en común
el desempeñar funciones públicas pudiendo participar en los procedimientos de concesión y
gestión de las subvenciones o, al menos, condicionar en alguna medida las decisiones. Por
ello, inicialmente puede entenderse que el objetivo pretendido por el precepto es garantizar
la objetividad en la actuación pública. Con esta prohibición la LGS iría más allá de la exigencia
del art. 29 de la Ley 30/1992, de 26 de noviembre (LA LEY 3279/1992) (BOE del 27), de
Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común
(LRJAP (LA LEY 3279/1992)), que impone el deber de abstención, o la recusación en su caso,
en el procedimiento administrativo de aquellas personas que tengan interés en la tramitación
del procedimiento.
Ahora bien, es cuestionable hasta dónde pretende llegar la prohibición. El texto hace
referencia a que los eventuales beneficiarios incurran en alguno de los supuestos de la Ley
5/2006, de 10 de abril (LA LEY 3407/2006) (BOE del 11), o de la Ley 53/1984, de 26 de
diciembre (LA LEY 2769/1984) (BOE de 4 de enero de 1985), o a los términos establecidos en
la legislación electoral. Su pretensión no parece que sea la de crear un supuesto o prohibición
nueva, sino recordar los contemplados en disposiciones distintas, ofreciendo una
consideración sistemática de las prohibiciones. Sin embargo, al omitirse en las leyes a las que
se hace remisión la prohibición de ser beneficiario de subvenciones (al contrario de lo que
ocurre en materia de contratación), para darle sentido al precepto cabría entender que lo que
se pretende es prohibir que obtenga subvenciones cualquier persona comprendida en el
ámbito subjetivo de aplicación de alguna de las tres disposiciones citadas; es decir, todo el
personal al servicio de una Administración Pública y los cargos electivos regulados en la Ley
Orgánica 5/1985, de 19 de junio (LA LEY 1596/1985) (BOE del 20), del Régimen Electoral
General (LOREG). Pero esta interpretación, amén de que extendería más allá de sus términos
una norma restrictiva de derechos, llevaría a resultados poco razonables. La extensión, por
analogía, de las prohibiciones para ser contratista a la condición de beneficiario de
subvenciones, tampoco es posible al tratarse de una norma excepcional (art. 4.2 CC (LA LEY
1/1889)).
Por ello, entendemos que la única interpretación que cabe es entender que no pueden
obtener subvenciones las personas comprendidas en el ámbito subjetivo de aplicación de las
normas a que se remite el precepto, siempre que vayan ligadas a las actividades públicas o
privadas incompatibles con su condición.
Las incompatibles son unas concretas actividades, no las personas. La incompatibilidad al fin
no es sino la prohibición de realizar una de dos posibles actividades por la influencia negativa
que la una puede tener en la otra. La objetividad de la autoridad o funcionario público puede
verse afectada no sólo de forma directa e inmediata por razón de su intervención en un
concreto procedimiento administrativo, sino por la realización de una determinada actividad
respecto de la cual ostente unos intereses que pueden colisionar indirectamente con el
interés público.
Ahora bien, en dichas normas se contienen a veces excepciones a la incompatibilidad. A
quienes se encuentren comprendidos en dichas excepciones les será de aplicación
únicamente el deber de abstención del art. 29 LRJAP (LA LEY 3279/1992) o, en su caso, el de
inhibición regulado en el art. 7 de la Ley 5/2006, antes citada.
En otras palabras, para acceder a la condición de beneficiario de una subvención no ligada a
una actividad incompatible no existe prohibición, sino sólo deber de abstención o inhibición.
En consecuencia, creemos que el club de futbol puede ser beneficiario de la subvención
aunque el presidente sea un funcionario del propio Ayuntamiento”.
CONCLUSIÓN
Los concejales y el personal de la entidad local están incursos en causa de prohibición para recibir
subvenciones, prohibición que se extiende a las personas jurídicas en las que ostenten la
representación.
Si esta afirmación parece que no ofrece dudas para los concejales, sin embargo otros autores matizan
la prohibición para los funcionarios y demás personal al servicio de la Administración, entendiendo
que la prohibición debe pivotar sobre la naturaleza de la actividad subvencionada, no sobre la
persona de funcionario, es decir, que los intereses de la actividad subvencionada sea incompatible
con la objetividad y neutralidad que debe mantener el personal al servicio de la entidad.
La Ley de Subvenciones de Aragón establece como obligación de los beneficiarios, además de las que
contempla la normativa básica, el acreditar el efectivo cumplimiento de los requisitos y la realización
de la actividad en las subvenciones concedidas para un mismo destino y finalidad en ejercicios
anteriores (art. 9 b), pero parece que en principio solo se aplicaría a las concedidas por la
Administración de la Comunidad Autónoma.
¿Es posible establecer esta medida en las convocatorias de subvenciones referida a la justificación del
año precedente? (Refª 7/2016 13/05/2016).
INFORME
CONSIDERACIONES JURÍDICAS
1. Régimen aplicable a las entidades locales de Aragón.
El artículo 2 de la Ley 5/2015, de 25 de marzo, de Subvenciones de Aragón regula el ámbito de
aplicación de dicha Ley e incluye a la entidades locales de Aragón en su aparado 2º.
Efectivamente, el artículo 9 añade una serie obligaciones a los beneficiarios “además de lo
establecido en la normativa básica estatal, entre ellas, “b) Acreditar el efectivo cumplimiento de los
requisitos y la realización de la actividad en todas las subvenciones que le hayan sido concedidas al
beneficiario con anterioridad para un mismo destino y finalidad en ejercicios anteriores por alguno de
los sujetos comprendidos en los apartados 1 y 2 del artículo 2 de esta ley, aunque se trate de
diferentes fases o aspectos de un mismo proyecto. La convocatoria establecerá la forma de
acreditación”.
Por lo anterior, a diferencia de lo que plantea en la consulta, las entidades locales de Aragón sí
pueden establecer esta exigencia, que las entidades locales de otras Comunidades no pueden exigir,
salvo que la normativa autonómica sea aplicable a dichas entidades locales y establezca una norma
análoga a la aragonesa.
El tema que se plantea es el de los justificantes que podrían presentar algunos de los beneficiarios del
art. 11 LGS. Así por ejemplo:
1. Los miembros de una persona jurídica: puede ser beneficiarios de la entidad así como sus
miembros si, entre otras cosas, actúan en nombre y por cuenta de esa entidad. Aquí el tema radica en
saber que se ha querido decir con "en nombre de la entidad". Si lo entendemos como que actúan
como si tuvieran un poder de representación, si ejecutan una parte de la actividad subvencionada en
nombre de aquella, las facturas de esa ejecución los proveedores las deberían emitir a nombre de la
entidad; si por el contrario esas facturas pueden estar a nombre de esos miembros de la entidad por
tener la condición de beneficiarios según la LGS, se me plantea si se les podría conceder formalmente
en la adjudicación una parte de la subvención al llevar a cabo una parte de la actividad
subvencionada.
2. En el caso de las agrupaciones, se presenta la particularidad de que éstas no tienen NIF, cosa que
no obsta para que puedan tener un NIF y que los proveedores puedan girar facturas contra ella; pero
en la medida que no tienen personalidad jurídica el legislador exige que se determine el compromiso
de ejecución de sus miembros así como la parte de las subvención que aplicarán, por lo tanto
aquellos podrán tener la condición de beneficiaros. En estos casos, si esos miembros pueden ser
beneficiarios porque asumen una grado de ejecución de la actividad se les podría conceder
formalmente una parte de la subvención y por consiguiente los proveedores podrían girar facturas
contra ellos.
Lo que pasa es que no sé que papel jugaría la agrupación como beneficiario, en estos casos, porque si
la actividad la ejecutan sus miembros y éstos pueden ser beneficiarios, la concesión de una
subvención a la agrupación parecería más bien en el fondo un simple acto formal que conllevaría el
simple hecho de cumplir con las obligaciones formales de la tramitación de la subvención a través de
su representante (presentar documentación, justificación). (REFª MOD. 5 11/05/2016).
INFORME
Se plantean dos cuestiones, según el beneficiario de la subvención sea una persona jurídica o una
agrupación sin personalidad jurídica, circunstancias previstas en el artículo 11 de la LGS.
1. Cuando el beneficiario es una persona jurídica, el artículo apartado 2 del artículo 11 prevé la
posibilidad de que, y exclusivamente cuando así se establezca en las bases reguladoras, se
yuxtapongan en dicha condición de beneficiario los “miembros asociados” del beneficiario.
Ejemplos que pueden citarse de personas jurídicas integradas por miembros asociados son las
Federaciones y Asociaciones de cualquier tipo: culturales, deportivas, religiosas, colegios
profesionales, etc., por ejemplo, de nivel nacional y que se integran por otras entidades o
asociaciones de nivel provincial, regional o de otra índole no geográfica (véase en el Tribunal Superior
de Justicia de la Región de Murcia, Sala de lo Contencioso-administrativo, Sección 1ª, Sentencia
75/2016 de 5 Feb. 2016, Rec. 191/2015).
Recuérdese que esta situación solo se admite para las personas jurídicas, y siempre que se prevea
expresamente en las bases reguladoras. Se excluyen, por lo tanto, las personas físicas y las entidades
sin personalidad jurídica, estableciéndose un régimen especial para estas últimas en el apartado 3º
del citado artículo 11.
Uno de los más importantes efectos jurídicos de esta yuxtaposición de la condición de beneficiario es
que los miembros asociados del beneficiario asumen la responsabilidad solidaria junto con el
beneficiario en el caso de reintegro de la subvención, en aplicación del artículo 40.2 de la LGSD.
Planteada así la figura jurídica del beneficiario y sus miembros asociados, que también tiene la
condición de beneficiario, se procede a analizar las dos cuestiones formuladas:
Primera: si ejecutan una parte de la actividad subvencionada en nombre de aquella, se pregunta si las
facturas emitidas por los proveedores deberían girarse a nombre de la entidad asociada.
Si consideramos que las bases reguladoras de la concreta subvención deben contemplar la figura del
miembro asociado y su condición de beneficiario, que lo normal será que los proyectos presentados
por el beneficiario vengan ya a nombre de miembro beneficiario, circunstancias que se recogerá en el
acuerdo de adjudicación y en el convenio que se firme, entonces no se ve inconveniente, al contrario,
será lo más operativo que las facturas se expidan a nombre del miembro beneficiario que ejecuta es
proyecto, como parte de la actividad subvencionada. Lo anterior se dice sin perjuicio, claro está, de lo
que se establezca en las bases reguladoras, que deberían concretar este extremo.
Segunda: Si a los miembros asociados del beneficiario se les podría conceder formalmente en la
adjudicación una parte de la subvención al llevar a cabo una parte de la actividad subvencionada.
Dado cómo se plantea la institución del beneficiario y sus asociados, entiendo que no es factible la
adjudicación fraccionada que se plantea. Si se quiere realizar adjudicaciones independientes, deberán
realizarse convocatorias también independientes. La figura está orientada a regular situaciones en las
que la actividad subvencionada va dirigida, o puede ir, a federaciones y asociaciones integradas por
otras entidades asociadas. Se establece además la obligación solidaria del reintegro de la subvención
en caso de incumplimiento de beneficiario, lo cual no sería factible en otras circunstancias.
2. Cuando el beneficiario es una agrupación que se integra por personas físicas, jurídicas, públicas o
privadas, las comunidades de bienes o cualquier otro tipo de unidad económica o patrimonio
separado, aún careciendo de personalidad.
La pregunta que se plantea es cuál debe ser “el papel jugaría la agrupación como beneficiario, en
estos casos, porque si la actividad la ejecutan sus miembros y éstos pueden ser beneficiarios, la
concesión de una subvención a la agrupación parecería más bien en el fondo un simple acto formal
que conllevaría el simple hecho de cumplir con las obligaciones formales de la tramitación de la
subvención a través de su representante”.
Pues bien, la finalidad que ha inspirado esta norma es la naturaleza compleja de determinados
proyectos o actividades. Dicha complejidad es la que determina que un solo beneficiario carezca de
recursos humanos, materiales, tecnológicos, etc, para abordar dicho proyecto.
A título de ejemplo del papel que puede llegar a desempeñar el beneficiario, en su condición de
coordinador de las entidades que ejecutan parcialmente el proyecto financiado, se trae a colación la
Orden del Ministerio de Industria y Energía de 7 de marzo de 2000 por la que se regulan las bases, el
régimen de ayudas y la gestión del Programa de Fomento de la Investigación Técnica (PROFIT),
incluido en el Plan Nacional de Investigación Científica, Desarrollo e Innovación Tecnológica (2000-
2003), cuyo artículo 4 establece:
“En los proyectos o actuaciones tecnológicos en cooperación, uno de los miembros actuará
como coordinador y los demás como participantes. El coordinador será el solicitante de la
ayuda y el responsable, a todos los efectos, de la realización del proyecto o actuación ante el
Ministerio de Industria y Energía. A tal fin, canalizará la relación con los participantes y,
llegado el caso, aportará la documentación justificativa de la realización del proyecto o
actuación. El pago de la ayuda concedida se realizará al coordinador, quien se
responsabilizará de la transferencia inmediata a cada participante de los fondos que le
correspondan. Todo ello, sin perjuicio de los derechos y obligaciones que, derivados de la
condición de beneficiarios, tienen el coordinador y los participantes; en particular, el de
hallarse al corriente de sus obligaciones tributarias y frente a la Seguridad Social».
En este caso, la actuación parece que no puede ser encomendada a un solo sujeto, ni puede
fraccionase entre los distintos intervinientes, por lo que el papel del coordinador es clave y pleno de
contenido en esta concreta actuación.
Por su parte, la responsabilidad en eventuales procedimientos de reintegro también es solidaria para
los miembros que componen la agrupación, en relación a las actividades subvencionadas que se
hubieran comprometido a realizar, en aplicación del artículo 40.2 LGS.
Una vez más, serán las bases reguladora de cada subvención las que , en función del la naturaleza de
la actividad subvencionada, los objetivos perseguidos, la dificultad técnica, la dimensión geográfica y
demás factores específicos que concurran en cada circunstancia, determinen la conveniencia de
incluir figuras como la de la agrupación o la del beneficiario y los miembros asociados del artículo 11
LGS.
1.ª Que la contratación se realice de acuerdo con las condiciones normales de mercado.
2.ª Que se obtenga la previa autorización del órgano concedente en los términos que se fijen en las
bases reguladoras.
Entiendo que para que se pueda subcontratar con personas vinculadas, además de que la
contratación se haga de acuerdo con las condiciones normales de mercado (entiendo que sería a
precios de mercado), ¿es preciso un acuerdo expreso del órgano concedente para una subvención
en concreto? ¿sería suficiente con que en las bases se establezca con carácter general que se
permite? (Refª MOD 5. 18/05/2016).
INFORME
CONSIDERACIONES JURÍDICAS.
En efecto, el artículo 29.7.d) de la LGS prohíbe subcontratar con
“Personas o entidades vinculadas con el beneficiario, salvo que concurran las siguientes
circunstancias:
1.ª Que la contratación se realice de acuerdo con las condiciones normales de mercado.
2.ª Que se obtenga la previa autorización del órgano concedente en los términos que se fijen en las
bases reguladoras”.
Los requisitos formales de la subcontratación se regulan en el apartado 3 del citado precepto, en los
siguientes términos:
“Cuando la actividad concertada con terceros exceda del 20 por ciento del importe de la subvención y
dicho importe sea superior a 60.000 euros, la subcontratación estará sometida al cumplimiento de los
siguientes requisitos:
a) Que el contrato se celebre por escrito.
b) Que la celebración del mismo se autorice previamente por la entidad concedente de la
subvención en la forma que se determine en las bases reguladoras”.
La jurisprudencia examinada (Audiencia Nacional, Sala de lo Contencioso-administrativo, Sección 8ª,
Sentencia de 16 Nov. 2009, Rec. 218/2007) considera ajustada a derecho la exigencia del reintegro de
una subvención en la que se había subcontratado con una persona vinculada, sin la autorización
previa, pues es un requisito legal que debe exigirse en todo caso, incluso aunque no se especifique en
las bases reguladoras de la concesión, como razona en su FJ 3º:
“En cualquier caso, la subcontratación exige autorización de la Administración y en el presente caso
tal autorización no existía, sin que pueda presumirse su existencia de esa "comunicación previa" a la
que se alude en la demanda. Comunicación en la que no se informa de la relación existente entre la
solicitante de la subvención y la subcontratada y en la que no se solicita autorización al respecto”.
CONCLUSIÓN.
Del juego de los dos preceptos se concluye que la subcontratación con personas o entidades
vinculadas con el beneficiario exige el acuerdo expreso de autorización del órgano concedente, en los
términos previstos en las bases reguladoras (artículo 29.7.d.2ª LGS).
En los casos de subcontratación con personas no vinculadas, la autorización previa sólo se exige
cuando la contratación exceda del 20 por ciento del importe de la subvención y dicho importe supere
los 60.000 euros (artículo 29.3 LGS).
El Ayuntamiento quiere conceder unas subvenciones para comedor escolar por un importe de hasta
el 20% de la cuota correspondiente a cada niño. Por simplificación procedimental , al ser muchos los
niños usuarios del servicio en diferentes centros, se quiere dar esta subvención a las Asociaciones de
Madres y Padres (AMPAs), de modo que las familias pagan directamente a la empresa el 80% de la
cuota de comedor y el otro 20% lo pagaría la AMPA para subvencionar así ese 20% del precio (100%
del importe asumido por al AMPA) por el Ayuntamiento.
Las AMPAs tienen unos contratos firmados con las empresas de catering para la prestación del
servicio, haciendo constar que las familias pagan directamente el servicio. Ahora, por el tema de la
subvención van a modificar el contrato para señalar que la AMPA asume el pago del 20% de las
cuotas que ser subvencionado por el Ayuntamiento.
Se me plantean varias dudas:
1. Realmente el beneficiario último de la subvención es el usuario del servicio (las familias), ¿por lo
que es posible el planteamiento que se le quiere dar de que la AMPA sea la beneficiaria de la
subvención de ese 20% del precio, que ahora va a pagar directamente el AMPA a la empresa para
poder recibir esa subvención del Ayuntamiento?
2. En caso de que no vieran correcto el planteamiento propuesto por el Concejal, ¿cuál creen que
sería el planteamiento correcto? si es posible intentando obviar la solicitud, justificación y pago
individual por usuario.
INFORME
En primer lugar, se coincide con la consultante en que las ayudas para comedor escolar son
subvenciones, como indica la FAQ número 4.27 (BNDS, edición septiembre 2017), debiendo
registrarse en la Base de datos nacional de subvenciones, indicando, por tanto, cada uno de los
beneficiarios (las familias), no las AMPAs, con lo que la pretendida economía procedimental no
procede en este aspecto (véase a este respecto las FAQ números 8.1, 8.2 y 8.3)
Afirmado que los beneficiaros son las familias, la gestión de estas subvenciones puede hacerse
directamente por la entidad concedente o mediante entidades colaboradores, reguladas en el art. 12
de la LGS:
"Será entidad colaboradora aquella que, actuando en nombre y por cuenta del órgano
concedente a todos los efectos relacionados con la subvención, entregue y distribuya los
fondos públicos a los beneficiarios cuando así se establezca en las bases reguladoras, o
colabore en la gestión de la subvención sin que se produzca la previa entrega y distribución de
los fondos recibidos. Estos fondos, en ningún caso, se considerarán integrantes de su
patrimonio".
Por lo tanto, por un lado, las bases reguladoras de la subvención, cuyo contenido se regula en el art.
17 de la LGS, deben considerar como beneficiarios a las familias. El apartado 3.1 de este precepto
hace una referencia a las entidades colaboradoras cuando regula el plazo y forma de justificación del
cumplimiento de la finalidad para la que se concedió la subvención y de la aplicación de los fondos
percibidos, que puede corresponder bien al beneficiario, bien a la entidad colaboradora, si se ha
escogido esta modalidad de gestión de la subvención.
Por otro lado, la entidad local deberá firmar un convenio con la AMPA, en su calidad de entidad
colaboradora, cuyo contenido mínimo se desarrolla en el art. 16 de la LGS. Las obligaciones que
pueden asumir las entidades colaboradoras se contienen en el art. 15 LGS.
Incluso si se opta por esta forma de gestión, deben indicarse en la BDNS los beneficiarios, no las
AMPAs en su calidad de entidades colaboradoras (FAQ nº 8.5).
De la lectura de los preceptos legales, así como de otras consultas de este observatorio, entiendo
que una asociación incurre en prohibición para ser beneficiaria de una subvención municipal si su
presidente (representante legal) es el alcalde o un concejal . Pero me cabe la duda de si también
incurre en esta prohibición en el caso en que el concejal sea el secretario de la asociación u otro
miembro de la directiva.
INFORME
En efecto, como ya se ha expuesto en otras consultas, en este caso sí que existe la prohibición para
recibir subvenciones. Se transcribe la respuesta dada en otras ocasiones:
El art. 13.2.d) de la LGS, (...), prohíbe ser beneficiario de subvenciones a “las persona física, los
administradores de las sociedades mercantiles o aquellos que ostenten la representación legal de
otras personas jurídicas, (…) o tratarse de cualquiera de los cargos electivos regulados en la Ley
Orgánica 5/1985, de 19 de junio, del Régimen Electoral General, en los términos establecidos en la
misma o en la normativa autonómica que regule estas materias
Por lo tanto, el supuesto objeto de consulta (la asociación cuyo representante es un concejal) cae en la
órbita de las prohibiciones depara ser beneficiario, no se trata de un simple deber de abstención del
concejal – representante de la asociación.
A mayor abundamiento, debe destacarse la similitud del artículo 13.2.d) de la Ley General de
Subvenciones, que regula las prohibiciones para ser beneficiario de subvenciones, con el artículo 60
1.g) del TRLCSP, que regula la prohibición para contratar. Dice así este último:
g) Estar incursa la persona física o los administradores de la persona jurídica en alguno de los
supuestos de la Ley 5/2006, de 10 de abril, de Regulación de los Conflictos de Intereses de los
Miembros del Gobierno y de los Altos Cargos de la Administración General del Estado o las respectivas
normas de las Comunidades Autónomas, de la Ley 53/1984, de 26 de diciembre, de Incompatibilidades
del Personal al Servicio de las Administraciones Públicas o tratarse de cualquiera de los cargos
electivos regulados en la Ley Orgánica 5/1985, de 19 de junio, del Régimen Electoral General, en los
términos establecidos en la misma.
La prohibición alcanzará a las personas jurídicas en cuyo capital participen, en los términos y cuantías
establecidas en la legislación citada, el personal y los altos cargos a que se refiere el párrafo anterior,
así como los cargos electos al servicio de las mismas.
La prohibición se extiende igualmente, en ambos casos, a los cónyuges, personas vinculadas con
análoga relación de convivencia afectiva, ascendientes y descendientes, así como a parientes en
segundo grado por consanguineidad o afinidad de las personas a que se refieren los párrafos
anteriores, cuando se produzca conflicto de intereses con el titular del órgano de contratación o los
titulares de los órganos en que se hubiere delegado la facultad para contratar o los que ejerzan la
sustitución del primero”.
Esta identidad ha sido opuesta de manifiesto por La JCC de Aragón, en su informe 11/2015 de 30 de
septiembre (LA LEY 373/2015), en los siguientes términos (Consideración jurídica II, penúltimo
párrafo):
“La aplicación de cualquier causa de incompatibilidad, sin embargo, debe ser efectuada conforme a
un principio general de nuestro Derecho, según el cual las normas prohibitivas o limitativas de derecho
—entre las que se encuentran las causas de incompatibilidad para ser concejal— deben ser
interpretadas restrictivamente, sin que sea posible su aplicación extensiva o analógica. Este principio
general rige en la aplicación no solo de las prohibiciones para contratar con las Administraciones
Públicas, sino también para ser beneficiarios de subvenciones, como las establecidas en el artículo
13.2 de Ley 38/2003, de 17 de noviembre, General de Subvenciones.
Justifica esta interpretación, además, con el principio de imparcialidad del art. 103.3 de la CE,
recogido en las siguientes sentencias: STS de 6 de noviembre de 1989, 31 de mayo de 2004 y 18 de
julio de 1991.
2. ¿Existe prohibición en el caso de que el concejal sea el secretario de la asociación u otro miembro
de la directiva?
Sobre la base de las consideraciones anteriores, se deduce que desempeñar el puesto de secretario
de la asociación beneficiaria por parte de un concejal o del Alcalde del Ayuntamiento concedente no
incurre en los supuestos de prohibición, pues dicho concejal o Acalde no ejerce en la asociación como
representante legal de la misma. No obstante, será conveniente analizar los estatuto de la Asociación
para verificar este extremo.
La misma conclusión debe deducirse en el supuesto en el que el concejal forma parte de la directiva
de la Asociación. Sólo en los casos en los que el concejal o el Alcalde ostente la representación legal
de la Asociación existe la prohibición legal para que esta reciba subvenciones del Ayuntamiento.
En todo caso, sí que existe el deber de abstención del electo en el procedimiento municipal de
concesión de la subvención.
INFORME
Como muy bien se expresa en la consulta, la subvención es una actividad de fomento, sujeta a la Ley
General de subvenciones, a un procedimiento con ejercicio de potestades públicas.
En efecto, el artículo la LGS las define en su artículo 2, y las acota mediante los siguientes requisitos:
“a) Que la entrega se realice sin contraprestación directa de los beneficiarios.
b) Que la entrega esté sujeta al cumplimiento de un determinado objetivo, la ejecución de un
proyecto, la realización de una actividad, la adopción de un comportamiento singular, ya
realizados o por desarrollar, o la concurrencia de una situación, debiendo el beneficiario
cumplir las obligaciones materiales y formales que se hubieran establecido.
c) Que el proyecto, la acción, conducta o situación financiada tenga por objeto el fomento de
una actividad de utilidad pública o interés social o de promoción de una finalidad pública”.
Por su parte, el artículo 3 delimita el ámbito subjetivo de la LGS, siendo, en lo que aquí interesa, las
“Entidades que integran la Administración Local” y las “otorgadas por los organismos y demás
entidades de derecho público con personalidad jurídica propia vinculadas o dependientes de
cualquiera de las Administraciones públicas en la medida en que las subvenciones que otorguen sean
consecuencia del ejercicio de potestades administrativas”.
La consulta plantea el dilema de que, tratándose desde el punto de vista material de subvenciones,
por estar destinadas al alquiler de viviendas a personas en situación de riesgo de exclusión social,
cómo encaja esta actividad administrativa, que implica potestades administrativas, con la
encomienda de gestión por parte dl Ayuntamiento a una empresa municipal sectorizada como de
mercado; pues, evidentemente, el régimen jurídico de las sociedades mercantiles es el derecho
privado, no pudiendo desarrollar las potestades administrativas que se recogen en la LGS.
Pues bien, la respuesta no puede ser otra sino que las actividades que impliquen potestades
administrativas no pueden ejercerse por entidades sujetas al derecho privado. Deben reservarse
estas a personas jurídico públicas, siendo el objeto de actuación de las empresas públicas mercantiles
la prestación de servicios, el suministro de bienes o, en materia de subvenciones, pueden participar
CONCLUSIÓN
La actividad subvencional debe reservarse a las Administraciones Públicas. La sociedad mercantil
municipal podría asumir el papel de entidad colaboradora.
En un Organismo Autónomo Municipal de este Ayuntamiento forman parte del Consejo Rector la
Confederación de Empresarios de Córdoba a través de un representante de la misma .
La sentencia 103/2013, de 24 de abril, se pronunció sobre la inconstitucionalidad del precepto legal
que permite nombrar como miembros de la junta de gobierno local a personas distintas de los
concejales (artículo 162.2 de la LBRL). Si bien esta sentencia no se pronunció expresamente sobre la
posibilidad de que personas que no sean concejales formen parte de los organismos autónomos de
un Ayuntamiento, interesa citar aquí un reciente informe elaborado por el Asesor Técnico
Superior de Presidencia y el Titular del Órgano de Apoyo a la Junta de Gobierno Local de este
Ayuntamiento, que concluyó que "el criterio jurídico en que se fundamenta la prohibición de que
personas no electas puedan formar parte de la Junta de Gobierno Local, resulta extrapolable (...)
por lo que a nuestro entender, consideramos que los miembros del Consejo Rector deberían ser
concejales. Otra cosa es que resulte adecuado y aconsejable la existencia de un órgano consultivo.."
Partiendo de la base de cuestionar si dicha Confederación de Empresarios pudiera ser miembro del
Consejo Rector la posibilidad de que pudiese ser adjudicatario de contratos realizados por parte del
Organismo Autónomo Municipal quedó resuelta con el informe emitido, en fecha 23 de octubre de
2015, por el Asesor Técnico Superior del Área de Presidencia y la Oficial Mayor de este
Ayuntamiento. En el mismo se concluyó que "existe una clara incompatibilidad de CECO para
contratar con el citado Organismo Autónomo en tanto que la entidad está representada en el Consejo
Rector de dicho organismo".
Vistas las facultades de los miembros del Consejo Rector queda determinado que, en su conjunto,
conforman el órgano máximo de gobierno y administración del Instituto y que, por tanto, quedarían
afectados por las mismas normas de incompatibilidades aplicables a un concejal.
Este Organismo Autónomo va a someter a aprobación del Consejo Rector una serie de
Convocatorias de Subvenciones para Asociaciones sin ánimo de lucro . Con independencia de que el
miembro del Consejo representante de dicha Confederación de Empresarios se abstuviera en el
momento de adoptar acuerdos, ¿ podría la citada Confederación presentar un proyecto en dicha
convocatoria y si resultase seleccionado, podría ser beneficiaria de subvenciones con cargo al
citado Organismo Autónomo? A la vista de consultas anteriores de Cosital Network se deduce que si
fuese un concejal sería claramente incompatible. Al no ser concejal pero miembro del Consejo
Rector, nos gustaría conocer su opinión al respecto.
INFORME
En primer lugar, debe hacerse referencia al informe que se cita en primer término, por el que se
concluye que los miembros del Consejo Rector del OOAA deben ser concejales, quedando excluida
la posibilidad de que formen parte del mismo personas no electas. De ser así, los actos que acuerde
el Consejo Rector serán nulos de Pleno derecho en aplicación del artículo 47.1.e) de la LPS 39/2015.
No obstante lo anterior, y para dar repuesta a la pregunta formulada, abstracción hecha de la posible
nulidad de la constitución del Consejo Rector, procede en este caso aplicar los principios
constitucionales de igualdad, imparcialidad y objetividad (artículos 14, 103, entre otros), para
concluir que la prohibición que alcanza a los concejales debe aplicarse, de la misma manera, a los
miembros que, no siendo electos, forman parte del máximo órgano de decisión del OOAA. La
consideración contraria vulneraría los principios mencionados.
Por lo tanto, coincido con los informes del Asesor y Oficial Mayor, y opino que la CECO está incursa
en prohibición para ser beneficiaria de una subvención del OOAA de cuyo Consejo Rector, órgano
máximo de gobierno de la institución, forma parte un representante con voz y voto de dicha CECO,
por aplicación analógica del artículo 13.2 d) de la LGS 38/2003
INFORME.
La consulta se limita a preguntar si existe algún impedimento legal para obligar a los beneficiarios de
la subvención a acudir a una u otra librería, cuestión ala que nos limitaremos.
Como apunta el consultante, se trata de una subvención en especie, , consistente en la entrega a los
beneficiarios de material escolar.
Veamos las peculiaridades de este tipo de subvención, recogidas en la Ley 38/2003, de 17 de
noviembre (LGS, en sucesivas citas) y en el RD 887/2006, de desarrollado de la LGS (RLGS, en lo
sucesivo)
La LGS sólo trata de las subvenciones en especie en la Disposición adicional quinta, en los siguientes
términos
“1. Las entregas a título gratuito de bienes y derechos se regirán por la legislación
patrimonial.
2. No obstante lo anterior, se aplicará esta ley, en los términos que se desarrollen
reglamentariamente, cuando la ayuda consista en la entrega de bienes, derechos o servicios
cuya adquisición se realice con la finalidad exclusiva de entregarlos a un tercero.
3. En todo caso, la adquisición se someterá a la normativa sobre contratación de las
Administraciones públicas”.
La DA 5ª de la LGS establece que, de forma general, las entregas de bienes a título gratuito se regirán
por la legislación patrimonial, en concreto, por los artículos 145 y siguientes de la Ley 33/2003, de 3
de noviembre, del Patrimonio de las Administraciones Públicas.
Establece una excepción, que consiste en que “cuando la ayuda consista en la entrega de bienes,
derechos o servicios cuya adquisición se realice con la finalidad exclusiva de entregarlos a un tercero”,
se aplicará la Ley de subvenciones, remitiendo al desarrollo reglamentario de esta norma.
Otro aspecto interesante que destaca la DA 5ª es la del régimen jurídico aplicable a esa adquisición de
bienes que se realiza con la única finalidad de entregarlos a un tercero, en concepto de “ayuda”.
Analicemos a continuación del mencionado desarrollo reglamentario.
En primer lugar, interesa el artículo 3 del RLGS, de nomen iuris Ayudas en especie:
1. Las entregas de bienes, derechos o servicios que, habiendo sido adquiridos con la finalidad
exclusiva de ser entregados a terceros, cumplan los requisitos previstos en las letras a), b) y c)
del artículo 2.1 de la Ley General de Subvenciones, tendrán la consideración de ayudas en
especie y quedarán sujetas a dicha Ley y al presente Reglamento, con las peculiaridades que
conlleva la especial naturaleza de su objeto.
2. El procedimiento de gestión presupuestaria previsto en el artículo 34 de la Ley General de
Subvenciones no será de aplicación a la tramitación de estas ayudas, sin perjuicio de que los
requisitos exigidos para efectuar el pago de las subvenciones, recogidos en el Capítulo V del
Título I de dicha Ley, deberán entenderse referidos a la entrega del bien, derecho o servicio
objeto de la ayuda.
No obstante lo anterior, en el supuesto de que la adquisición de los bienes, derechos o
servicios tenga lugar con posterioridad a la convocatoria de la ayuda, será de aplicación lo
dispuesto en el artículo 34.1 de la Ley General de Subvenciones respecto a la necesidad de
aprobación del gasto con carácter previo a la convocatoria.
3. En el supuesto de que se declare la procedencia del reintegro en relación con una ayuda en
especie, se considerará como cantidad recibida a reintegrar, un importe equivalente al precio
de adquisición del bien, derecho o servicio. En todo caso, será exigible el interés de demora
correspondiente, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 37 de la Ley General de
Subvenciones.
En primer lugar, el apartado primero del artículo transcrito exige que las entregas o subvenciones en
especie cumplan los mismos requisitos que las subvenciones dinerarias, reconociendo, no obstante,
que este tipo de subvenciones detentan peculiaridades en atención a su objeto. En efecto, el
mencionado apartado primero remite al artículo 2.1 del la LGS, apartados a), b) y c), que a
continuación se transcriben:
Art. 2. 1. Se entiende por subvención, a los efectos de esta ley, toda disposición dineraria
realizada por cualesquiera de los sujetos contemplados en el artículo 3 de esta ley, a favor de
personas públicas o privadas, y que cumpla los siguientes requisitos:
a) Que la entrega se realice sin contraprestación directa de los beneficiarios.
b) Que la entrega esté sujeta al cumplimiento de un determinado objetivo, la
ejecución de un proyecto, la realización de una actividad, la adopción de un
comportamiento singular, ya realizados o por desarrollar, o la concurrencia de una
situación, debiendo el beneficiario cumplir las obligaciones materiales y formales que
se hubieran establecido.
CONCLUSIÓN:
No existe ningún impedimento en que se obligue a los beneficiarios de la subvención a acudir a una u
otra librería, siempre que en el procedimiento del contrato menor de suministro del material escolar,
objeto de la subvención en especie, se acredite y justifique la adjudicación del contrato a estas
librerías.
El ayuntamiento quiere organizar un evento deportivo cobrando una entrada a los asistentes. La
recaudación se quiere donar a la asociación Sociedade Galega polo Pobo Saharahui, con la que,
anualmente, se colabora económicamente para pagar los billetes de los niños saharauis que pasan las
vacaciones en el municipio o para colaborar con los gastos sanitarios derivados de inundaciones, etc.
La asociación colabora con el ayuntamiento prestando ayuda para la realización de ese acto. Se
plantean varias dudas:
- Naturaleza del ingreso obtenido de los asistentes y trámites necesarios para aprobarlos y cobrarlos.
INFORME
Como cuestión previa, interesa declarar que estamos en presencia de una actuación compleja que
requiere la iniciación de diferentes expedientes sujetos a normativa diversa.
Por un lado, la realización de un evento deportivo en cooperación con una asociación, destinado a
recaudar fondos.
Por otro, una subvención a una Asociación concreta, por importe de los fondos recaudados en la
realización del evento.
PRIMERA PREGUNTA. Naturaleza del ingreso obtenido de los asistentes y trámites necesarios para
aprobarlos y cobrarlos.
En cuanto a la naturaleza del ingreso, entiendo que se trata de un precio público, regulado en el
artículo 41 del Real Decreto Legislativo 2/2004, de 5 de marzo, por el que se aprueba el texto
refundido de la Ley Reguladora de las Haciendas Locales (TRLHL, en lo sucesivo), pues se trata de la
contraprestación por la realización de una actividad de competencia municipal, como lo son las
actividades deportivas, en la que no se dan los requisitos del artículo 20.1.b) del citado TRLHL, pues se
trata de una actividad de solicitud o recepción voluntaria para los interesados, y estas actividades
conviven con otras de análoga naturaleza prestadas por el sector privado (en caso contrario, sería una
tasa).
Determinada su naturaleza de precio público, los trámites necesarios para aprobarlos y cobrarlos se
regulan en le artículo 4 dl TRLHL:
a) Órgano competente.
Conforme al artículo 47.1 del TRLHL, el establecimiento o modificación de los precios públicos
corresponde al Pleno de la corporación, sin perjuicio de sus facultades de delegación en la Comisión
de Gobierno, conforme al artículo 23.2.b) de la Ley 7/1985, de 2 de abril, Reguladora de las Bases de
Régimen Local.
Debe recordarse que la memoria económica es un requisito indispensable para la aprobación del
precio público (Tribunal Supremo, Sala Tercera, de lo Contencioso-administrativo, Sección 2ª,
Sentencia de 12 Nov. 2004, Rec. 626/1999). Su omisión impediría verificar el cumplimento a las
prescripciones del artículo 44 del TRLHL, que exige que “el importe de los precios públicos cubra,
como mínimo, el coste del servicio prestado o de la actividad realizada. Cuando existan razones
sociales, benéficas, culturales o de interés público que así lo aconsejen, la entidad podrá fijar precios
públicos por debajo del límite previsto en el apartado anterior. En estos casos deberán consignarse en
los presupuestos de la entidad las dotaciones oportunas para la cobertura de la diferencia resultante
si la hubiera”.
Para cobrarlo, el art. 46 del TRLHL establece que la obligación nace desde que se inicia la realización
de la actividad.
SEGUNDA PREGUNTA.
En primer lugar, entiendo que la operación descrita puede incluirse en el objeto de las subvenciones,
recogido en el Art. 2. 1. de la LGS 38/2003, de 17 de noviembre:
“Se entiende por subvención, a los efectos de esta ley, toda disposición dineraria realizada por
cualesquiera de los sujetos contemplados en el artículo 3 de esta ley, a favor de personas públicas o
privadas, y que cumpla los siguientes requisitos:
c) Que el proyecto, la acción, conducta o situación financiada tenga por objeto el fomento de una
actividad de utilidad pública o interés social o de promoción de una finalidad pública”.
En efecto, la aportación económica a una Asociación para pagar los billetes de los niños saharauis
que pasan las vacaciones en el municipio o para colaborar con los gastos sanitarios derivados de
inundaciones, etc. reúne los requisitos de entrega de dinero sin contraprestación, sujeta a un
determinado objetivo o proyecto, y de interés social
En las bases reguladoras (artículo 17 LGS) o en el convenio (artículo 65 RLGS: “el acto de concesión o
el convenio tendrá el carácter de bases reguladoras de la concesión a los efectos de lo dispuesto en la
Ley General de Subvenciones“) deberá concretarse el régimen jurídico de la subvención, entre otros,
el régimen de justificación, el pago anticipado en su caso, etc.
Lo que no es de recibo es que el ingreso derivado del evento deportivo se ingrese directamente en la
cuenta de la Asociación, pues no deja de ser un recurso municipal, que deriva del expediente
expuesto en el apartado primero, diferente de la concesión directa de la subvención, que exige una
tramitación administrativa (artículo 28 LGS) acompañado de un procedimiento presupuestario en el
que se aprueba y compromete el gasto, se reconoce la obligación, se ordena el pago y se paga
(artículo 34 LGS).
CONCLUSIONES
1. El ingreso por la entrada al evento deportivo debe tramitarse como un precio público e
ingresarse en la tesorería municipal.
La necesidad de su justificación: En la medida que de acuerdo con el art. 22.2 a) solo se requiere que
se prevean en los Presupuestos -a diferencia de las otras de concesión directa o que descansan en
otros requisitos como que las recoja una norma de rango legal o que concurran excepcionalmente
razones de interés público, social, económico, etc. - ¿se tiene que justificar en su expediente?
Las subvenciones plurianuales se han finiquitado, el legislador las ha prohibido. Entonces, como
deberíamos proceder si se quiere dar una subvención a la Fundación Pública de un Ayuntamiento que
quiere restaurar el teatro municipal - la consideramos subvención nominativa porque, imaginemos,
que somos miembros del Patronato de la Fundación y como patronos estamos obligados a colaborar
en el financiamiento de la misma.
¿Se podría conceder esa subvención nominativa cada año, en el sentido de que fuera acorde con el
proyecto de obras?
¿Cuál sería su objeto anual, la obra ejecutada cada año?
¿Cómo computaríamos el tema de otras ayudas que para el mismo proyecto recibiera la Fundación,
como por ejemplo, una ayuda europea FEDER que se le concediera para todo el proyecto; que parte
de la misma deberíamos tener en cuenta para analizar si con nuestra subvención anual no se
ultrapasa el coste del proyecto que es objeto de la subvención nominativa anual?
INFORME
1) Sobre la necesidad de justificarla excepcionalidad en las subvenciones de concesión directa,
entiendo que debe extenderse a las nominativas las nominativas, pues son una de las categorías de
las de régimen de concesión directa y ninguna excepción hace el legislador al respecto.
A mayor abundamiento, la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana,
Sala de lo Contencioso-administrativo, Sección 5ª, Sentencia 179/2014 de 5 Mar. 2014, Rec.
241/2013.
2) En relación a la posibilidad legal de aprobar subvenciones nominativas con carácter plurianual, si
bien el apartado 5 del artículo 47 de la Ley General Presupuestaria (modificado con efectos de 1 de
enero de 2013 y con vigencia indefinida, conforme establecen los apartados dos y tres de la
disposición final décima cuarta de la Ley 17/2012, de 27 de diciembre, de Presupuestos Generales del
Estado para el año 2013) establece:
“5. No se podrán adquirir compromisos de gasto con carácter a ejercicios futuros cuando se
trate de la concesión de subvenciones a las que resulte de aplicación lo dispuesto en el art.
22.2.a) de la LGS”.
Debe considerarse que, al no haber sido modificado en tal sentido el TRLRHL, aprobado por RD
Legislativo 2/2204, de 5 de marzo, en el ámbito local se mantiene la posibilidad de aprobar, con las
limitaciones del artículo 174 de la noema citada en último lugar, este tipo de subvenciones
plurianuales.
Las subvenciones plurianuales están previstas en el artículo 57 del Reglamento de Subvenciones, sin
perjuicio de la normativa de desarrollo (tanto autonómica como aquella de la que se haya dotado la
entidad local). En este caso se trata de una transferencia de capital, que puede tramitarse como
plurianual al amparo del artículo 174 TRLRHL:
"Podrán adquirirse compromisos por gastos que hayan de extenderse a ejercicios posteriores
a aquel en que se autoricen, siempre que su ejecución se inicie en el propio ejercicio y que,
además, se encuentren en alguno de los casos siguientes:
a) Inversiones y transferencias de capital.(...)"
Los años futuros están sujetos a unos límites cuantitativos y porcentuales que determina ese artículo,
aunque pueden ser excepcionados por el Pleno en los términos que en el mismo se indica.
Por tanto, la subvención puede tramitarse presupuestariamente como un gasto plurianual, siendo su
objeto la financiación (o cofinanciación) de la obra. Se podrán adecuar las anualidades a la previsión
de obra a realizar; sobre todo, habida cuenta de que quizás la Fundación dependa económicamente
en gran medida de las aportaciones municipales. No obstante, nada obsta establecer un ritmo
distinto; y es la fundación la que deberá arbitrar los mecanismos necesarios para amoldar la previsión
de la obra a las disponibilidades económicas anuales (pensemos en aportaciones que recibe el
ayuntamiento de otras administraciones; en ocasiones nos vemos forzados a adelantar financiación,
para ejecutar obra en distintas anualidades en las que se prevé la financiación).
En relación a los otros temas que se plantean, referidos a cómo configurar la aportación a una
Fundación de cuyo patronato es miembro el ayuntamiento y que tiene por objeto financiar una
inversión plurianual (la restauración de un Teatro), se realizan las siguientes consideraciones:
El tema de las aportaciones a Fundaciones es, a mi juicio, un tanto confuso. Las Fundaciones, aunque
estén controladas por el Ayuntamiento o su financiación corra a cargo mayoritariamente de éste, a
diferencia de lo que sucede en el Estado, no parece que formen parte de los presupuestos generales
de la entidad, dado que el TRLRHL no lo prevé. Sin embargo, la realidad es que estas Fundaciones, por
los criterios establecidos en la normativa del Sistema Europeo de Cuentas (incluso con mayor rigor en
el SEC 2010 que en el 95), sí forman parte de nuestro entorno, ya sea como Administración Pública o
no.
Traigo el tema a colación porque el apartado 2 del artículo 2 LGS, cuando detalla el concepto de la
subvención, excluye expresamente del ámbito de aplicación de la misma "...las aportaciones
dinerarias entre diferentes Administraciones públicas, para financiar globalmente la actividad de la
Administración a la que vaya destinadas, y las que se realicen entre los distintos agentes de una
Administración cuyos presupuestos se integren en los Presupuestos Generales de la Administración a
Con la entrada en vigor de la Ley 40/2015, de 1 de octubre, me planteo si son aplicables los principios
de dicha ley sobre régimen jurídico de los Convenios a aquéllos Convenios que instrumentan
subvenciones nominativas a los que hace referencia la Ley 38/2003( memoria, informe de impacto
económico, etc).
Me gustaría conocer su
opinión al respecto.
Gracias
INFORME
RESPUESTA
La lectura de los artículos 47, apartados 1 y 2.c), en relación al apartado 7 del artículo 48 de la Ley
40/2015, conducen a considerar que, efectivamente, la normativa de convenios recogida en esta Ley
es aplicable a los convenios que regulan las subvenciones previstas en la Ley General de
Subvenciones, debido a que su ámbito subjetivo y objetivo se incluye claramente en la definición
genérica de los convenios que contiene la Ley 40/2015, y que el propio apartado 7 del artículo 48 no
excluye a los convenios de subvenciones de la citada ley, como sí que lo hace el apartado 9 en
relación a las encomiendas de gestión y los acuerdos de terminación convencional.
Los preceptos que regulan el régimen de los convenios tiene el carácter de normativa básica, en
aplicación de la DA 14ª de la Ley 40/2015.
Se transcriben los preceptos citados:
Artículo 47 Definición y tipos de convenios
1. Son convenios los acuerdos con efectos jurídicos adoptados por las Administraciones
Públicas, los organismos públicos y entidades de derecho público vinculados o
dependientes o las Universidades públicas entre sí o con sujetos de derecho privado para
un fin común . (..).
2. Los convenios que suscriban las Administraciones Públicas, los organismos públicos y las
entidades de derecho público vinculados o dependientes y las Universidades públicas, deberán
corresponder a alguno de los siguientes tipos:
(…)
c) Convenios firmados entre una Administración Pública u organismo o
entidad de derecho público y un sujeto de Derecho privado.
Artículo 48 Requisitos de validez y eficacia de los convenios.
(…)
7. Cuando el convenio instrumente una subvención deberá cumplir con lo previsto en la Ley
El precepto transcrito en último lugar reconoce, en mi opinión, la normativa sectorial por la que se
rige el convenio cuando “instrumenta” una subvención (la LGS), pero no por ello parece que quiera
excluirlo del régimen general recogido en la Ley 40/2015, como excluye expresamente otros
convenios o acuerdo.
En relación si son aplicables a los convenios de subvenciones nominativas la memoria, el informe de
impacto económico, etc, debe considerarse que estos elementos se regulan en el artículo 40 de la Ley
40/2015 en los siguientes términos:
“Artículo 50 Trámites preceptivos para la suscripción de convenios y sus efectos:
1. Sin perjuicio de las especialidades que la legislación autonómica pueda prever, será
necesario que el convenio se acompañe de una memoria justificativa donde se analice su
necesidad y oportunidad, su impacto económico, el carácter no contractual de la
actividad en cuestión, así como el cumplimiento de lo previsto en esta Ley.
Pues bien, admitiendo, como ya se ha dicho, que estos preceptos son aplicables a los convenios de
subvenciones, la cuestión radica ahora en verificar si estos requisitos ya se exigen en la LGS, en un
instrumento con iguales o mayores formalidades que las demandadas por la Ley 40/2015.
El contenido de los convenios (o resoluciones) en materia de subvenciones nominativas (objeto de la
consulta) se recoge en el artículo 65.3 del RD 887/2016, por el que se aprueba el Reglamento de la
LGS, en los siguientes términos:
“La resolución o, en su caso, el convenio deberá incluir los siguientes extremos:
a) Determinación del objeto de la subvención y de sus beneficiarios, de acuerdo con la
asignación presupuestaria.
b) Crédito presupuestario al que se imputa el gasto y cuantía de la subvención,
individualizada, en su caso, para cada beneficiario si fuesen varios.
c) Compatibilidad o incompatibilidad con otras subvenciones, ayudas, ingresos o recursos
para la misma finalidad, procedentes de cualesquiera Administraciones o entes públicos o
privados, nacionales, de la Unión Europea o de organismos internacionales.
d) Plazos y modos de pago de la subvención, posibilidad de efectuar pagos anticipados y
abonos a cuenta, así como el régimen de garantías que, en su caso, deberán aportar los
beneficiarios.
e) Plazo y forma de justificación por parte del beneficiario del cumplimiento de la finalidad
para la que se concedió la subvención y de la aplicación de los fondos percibidos”.
Como puede observarse, en este precepto no se hace referencia alguna a la memoria justificativa ni al
impacto económico, documentos que el artículo 50 de la Ley 40/2015 (norma básica) exige que se
“acompañen” al convenio.
No obstante, otros documentos, que son preceptivos en el procedimiento de concesión de las
subvenciones, sí que hacen referencia a los que son objeto de estaconsulta. Me refiero a los Planes
para subvenciones.
Se entiende que el documento idóneo para recoger la memoria justificativa de la necesidad y
oportunidad del convenio y de su impacto económico, documentos exigidos por el artículo 50 de la
Ley 40/2015, es (o puede ser) el Plan estratégico, documento que ya exigía la normativa sectorial de
subvenciones. De esta forma, el Plan estratégico adquiere mayor relevancia y nivel de exigencia.
Una entidad sin ánimo de lucro del municipio ha solicitado colaboración al ayuntamiento para la
rehabilitación de la cubierta de un teatro que es de su propiedad (de la entidad sin ánimo de
lucro). En el teatro se realizan actividades teatrales, conciertos, etc.. (organizados por el
ayuntamiento). La inversión a realizar en la cubierta asciende aproximadamente a 700.000 euros,
y la entidad solicita al ayuntamiento una aportación de aproximadamente 200.000 euros. Como
puede instrumentalizarse la colaboración? (subvención nominativa directa; convenio de cesión
del uso de la propiedad, y realización de la inversión por parte del ayuntamiento) Qué ha de
tenerse en cuenta en un supuesto y otro? Existen otras fórmulas para la colaboración?
INFORME
Como bien se indica en la consulta, una de las fórmulas es la subvencional, mediante alguno de
los procedimientos de concesión directa o en régimen de concurrencia previstos en la LGS.
La fórmula que apunta de la cesión de uso de la propiedad y realización por el Ayuntamiento de la
inversión está sujeta a la normativa patrimonial, que se contiene en la Ley 33/2003, de 3 de
noviembre, además de la normativa básica de régimen local, legislación sectorial autonómica,
Reglamento de bienes de las entidades locales y Texto refundido de disposiciones vigentes en
materia de régimen local.
La elección entre una u otra fórmula dependerá del estudio jurídico y económico que se realice
en relación a cuál de las fórmulas servirá mejor el interés público pretendido, dentro de las
condiciones de estabilidad y sostenibilidad.
En el caso de la consulta, y a falta de más información, la fórmula de la subvención es
perfectamente adecuada, siendo esta la prevista en la legislación para este tipo de actuaciones.
Recuérdese la tipología de la actividad municipal: prestación de servicios, fomento e intervención
o policía, siendo la actividad de fomento la que aquí nos ocupa (Exposición de Motivos y arts. 23 y
siguientes del Reglamento de Servicios de las entidades locales de 17 de junio de 1955.
Pues bien, en cuanto al procedimiento de adjudicación de la subvención, dada la especificidad
del objeto a financiar, es el de concesión directa, bien mediante la previsión nominativa en los
presupuestos de la entidad, bien porque se acredite, con carácter excepcional, razones de interés
público, social, económico o humanitario, u otras debidamente justificadas que dificulten su
convocatoria pública (art. 22.2 Ley 33/2003, de 17 de noviembre ?LGS-), cuyo régimen jurídico se
desarrolla en el artículo 28 de la citada LGS, debiéndose firmar el oportuno convenio con el
contenido del art. 65 o 68 (según el caso) del RD 887/2006, de 21 de julio, por el que se aprueba el
reglamento de la Ley general de Subvenciones, y la preceptiva comunicación a la BDNS, en
aplicación de los arts. 18 y 20 de la repetida LGS.
El art. 22.1 in fine LGS establece que : “Excepcionalmente, siempre que así se prevea en las bases
reguladoras, el órgano competente procederá al prorrateo, entre los beneficiarios de la subvención,
del importe global máximo destinado a las subvenciones”.
Se plantean las siguientes dudas sobre su interpretación:
1. Que si lo justifico en el expediente de la convocatoria, podría llevar a cabo una convocatoria sin
concurrencia competitiva en la medida en que hubiera previsto el prorrateo del importe de la
convocatoria entre aquellos que han de ser beneficiarios porque cumplen los requisitos de la
convocatoria, y por lo tanto no importa aplicar criterios de valoración ni prelación alguna. En
definitiva, prorrateo sin prelación.
2. O que la convocatoria ha de ser de concurrencia competitiva, por tanto ha de establecer criterios
de valoración para llevar a cabo la prelación correspondiente y, después, repartir la dotación de la
convocatoria entre los beneficiarios tal y como haya previsto la convocatoria, en cuyo caso, el
prorrateo parece que no casa muy bien con una prelación.
INFORME
En relación a la cuestión planteada sobre el artículo 22.1 "in fine", veamos en primer lugar su tenor
literal:
"Excepcionalmente, siempre que así se prevea en las bases reguladoras, el órgano
competente procederá al prorrateo, entre los beneficiarios de la subvención, del importe
global máximo destinado a las subvenciones".
Adelanto que su aplicación se refiere, a mi juicio, a las subvenciones concertadas mediante el régimen
ordinario de concurrencia competitiva por dos razones que trataré de exponer:
a) En primer lugar, el propio encaje en el epígrafe que regula este régimen de concesión, concebido
como regla general frente a la concesión directa.
b) En segundo lugar, la concurrencia competitiva se configura como procedimiento ordinario de
concesión, y de la norma se extraen las siguientes características definitorias del mismo:
- Unidad de procedimiento, dado que todas las solicitudes son valoradas de forma
simultánea. Las fases de instrucción, resolución provisional, definitiva, etc., se realizan
respecto de todas las solicitudes en conjunto.
- Valoración sobre la base de unos criterios previamente establecidos, los cuales deben
guardar relación con el objeto y finalidad pretendida con la subvención. Estos criterios
4
Artículo 58 Aprobación del gasto por una cuantía máxima y distribución entre créditos presupuestarios
1. La convocatoria fijará necesariamente la cuantía total máxima destinada a las subvenciones convocadas y los
créditos presupuestarios a los que se imputan.
No podrán concederse subvenciones por importe superior a la cuantía total máxima fijada en la convocatoria
sin que previamente se realice una nueva convocatoria, salvo en el supuesto previsto en el apartado siguiente.
2. Excepcionalmente, la convocatoria podrá fijar, además de la cuantía total máxima dentro de los créditos
disponibles, una cuantía adicional cuya aplicación a la concesión de subvenciones no requerirá de una nueva
convocatoria.
La fijación y utilización de esta cuantía adicional estará sometida a las siguientes reglas:
a) Resultará admisible la fijación de la cuantía adicional a que se refiere este apartado cuando los créditos a los
que resulta imputable no estén disponibles en el momento de la convocatoria pero cuya disponibilidad se
prevea obtener en cualquier momento anterior a la resolución de concesión por depender de un aumento de
los créditos derivado de:
supone la posibilidad de ampliar el importe total máximo del crédito. En el caso que nos
ocupa el crédito de la convocatoria es el mismo solo que por alguna razón, ha cambiado la
previsión inicial que fundamentaba el reparto.
En cuanto a la posibilidad de utilización del prorrateo en caso de convocatoria sin orden de prelación
no parece tener mucha utilidad, visto lo anterior, puesto que precisamente esta última reparte los
fondos entre aquellos que cumplen la condición de beneficiario, no jugando los límites que suelen
establecerse en las convocatorias con orden de prelación. Es por ello que no parece que el prorrateo
tuviese mucha aplicabilidad práctica en este tipo de convocatorias.
1.º Haberse presentado en convocatorias anteriores solicitudes de ayudas por importe inferior al gasto
inicialmente previsto para las mismas, según certificado del órgano designado para la instrucción del
procedimiento, siempre que se trate de convocatorias con cargo a los mismos créditos presupuestarios o a
aquéllos cuya transferencia pueda ser acordada por el Ministro respectivo, de acuerdo con el artículo 63.1.a) de
la Ley General Presupuestaria.
2.º Haberse resuelto convocatorias anteriores por importe inferior al gasto inicialmente previsto para las
mismas, siempre que se trate de convocatorias con cargo a los mismos créditos presupuestarios o a aquéllos
cuya transferencia pueda ser acordada por el Ministro respectivo, de acuerdo con el artículo 63.1.a) de la Ley
General Presupuestaria.
3.º Haberse reconocido o liquidado obligaciones derivadas de convocatorias anteriores por importe inferior a la
subvención concedida, siempre que se trate de convocatorias con cargo a los mismos créditos presupuestarios
o a aquéllos cuya transferencia pueda ser acordada por el Mi Ministro respectivo, de acuerdo con el artículo
63.1.a) de la Ley General Presupuestaria.
4.º Haberse incrementado el importe del crédito presupuestario disponible como consecuencia de una
generación, una ampliación o una incorporación de crédito.
b) La convocatoria deberá hacer constar expresamente que la efectividad de la cuantía adicional queda
condicionada a la declaración de disponibilidad del crédito como consecuencia de las circunstancias antes
señaladas y, en su caso, previa aprobación de la modificación presupuestaria que proceda, en un momento
anterior a la resolución de la concesión de la subvención.
3. Con carácter previo a la convocatoria de la subvención deberá tramitarse el oportuno expediente de gasto
por la cuantía total máxima en ella fijada. Una vez se declare la disponibilidad del crédito correspondiente a la
cuantía que, en su caso, se hubiese previsto con carácter adicional conforme al apartado anterior, se tramitará
el correspondiente expediente de gasto por el importe declarado disponible.
4. Cuando la cuantía total máxima de las subvenciones convocadas se distribuya entre distintos créditos
presupuestarios y se otorgue expresamente a dicha distribución carácter estimativo, la alteración de dicha
distribución no precisará de nueva convocatoria pero sí de las modificaciones que procedan en el expediente de
gasto antes de la resolución de la concesión.
5. En aquellas convocatorias, en las que, dentro de los límites señalados en los apartados anteriores, se haya
fijado en la convocatoria una cuantía adicional o se haya atribuido carácter estimativo a la distribución de la
cuantía máxima entre distintos créditos presupuestarios, el órgano concedente deberá publicar la declaración
de créditos disponibles y la distribución definitiva, respectivamente, con carácter previo a la resolución de
concesión en los mismos medios que la convocatoria, sin que tal publicidad implique la apertura de plazo para
presentar nuevas solicitudes ni el inicio de nuevo cómputo de plazo para resolver.
El orden de prelación de los posibles beneficiarios parece ser un requisito esencial del procedimiento
ordinario de concurrencia. Sin embargo, en el caso de otorgar una subvención de pequeño importe,
para la compra de material escolar, a todo niño escolarizado que cumpla una serie de requisitos,
cuando es seguro que habrá crédito para todos los solicitantes, pues se sabe cuántos posibles
beneficiarios existen. Los requisitos básicamente tienen que ver con el empadronamiento, la edad y
la no existencia de deudas, pero no se establece un novel mínimo de renta ni ningún criterio
realmente competitivo. Ante un caso así, ¿hay realmente concurrencia en los términos del 22.1?
Podría entenderse que la exigencia de los requisitos mencionados implican en sí mismos una
concurrencia competitiva, pese a que no es necesaria prelación, valoración ni comparación, pues lo
cierto es que no se compite entre los posibles beneficiarios. Dudamos si leste proceder es correcto
este proceder a la luz del 22.1 LGS y del 55 del RD.
INFORME
En primer lugar, abordamos la posibilidad de aplicar el procedimiento de concurrencia sin orden de
prelación, que entiendo que es la duda con la subvención para compra de material escolar.
En primer lugar, la LGS solo plantea en su artículo 22 las dos modalidades de concesión: concurrencia
competitiva y concesión directa. En el primer caso, que se configura como procedimiento ordinario,
señala que "...la concesión de las subvenciones se realiza mediante la comparación de las solicitudes
presentadas", es decir, mediante el establecimiento de un orden de prelación. El fundamento no es
otro que el distribuir recursos escasos entre necesidades que previsiblemente superan los recursos
disponibles.
Sin embargo, el Reglamento contempla en su artículo 55., en un artículo configurado como básico,
una excepción al establecimiento de un orden de prelación :
" ...las bases reguladoras de la subvención podrán exceptuar del requisito de fijar un orden de
prelación entre las solicitudes presentadas que reúnan los requisitos establecidos para el
caso de que el crédito consignado en la convocatoria fuera suficiente, atendiendo al número
de solicitudes una vez finalizado el plazo de presentación"
A la vista de lo indicado, cabría concluir:
1) El procedimiento de concurrencia sin orden de prelación (no cabría aquí hablar de "competitiva",
puesto que excluyen expresamente esa competencia, aunque se trata de una mera cuestión
terminológica), es aplicable a tenor del artículo 55 del Reglamento de Subvenciones que, además,
tienen carácter básico.
2) Este procedimiento, a mi juicio, es aplicable en el supuesto planteado, puesto que el crédito
consignado es suficiente para atender a las solicitudes, por lo que es correcto omitir la prelación
siempre que así se prevea en las bases. En este caso, sí habría concurrencia, aunque no podríamos
Puesto que el artículo 22.2 a) LGS establece que se puede conceder de forma directa aquellas
subvenciones que estén previstas nominativamente en los presupuestos, y se definen como
nominativas "aquella en que al menos su dotación presupuestaria y beneficiario aparezcan
determinados en los estados de gasto del Presupuesto."
-1ª) Puesto que la aplicación funcional y económica va a ser la misma, pero con un mayor nivel de
desagregación a nivel económico, realizar una transferencia de Alcaldía, con el objeto de que la
dotación presupuestaria a favor de las comparsas y los beneficiarios, aparezcan de forma nominativa
en el estado de gastos.
2ª) Puesto que cuando se aprobó el presupuesto para el ejercicio la dotación presupuestaria era
genérica y no aparecía de forma individualizada para cada una de las comparsas, debemos modificar
el estado de gastos mediante acuerdo plenario y con los requisitos de publicidad previstos en el
artículo 169 TRLRHL
INFORME
convenio de colaboración o resolución de concesión que, en todo caso, deberá ser congruente con la
clasificación funcional y económica del correspondiente crédito presupuestario”.
La problemática que se plantea es que se ha dotado una partida genérica de subvenciones y plantea:
a. Bien aprobar una transferencia de Alcaldía de esa aplicación a otras aplicaciones más
desagregadas en subconceptos o partidas para identificar cada una de las comparsas
beneficiarias de la subvención nominativa.
b. Bien “modificar el estado de gastos mediante acuerdo plenario y con los requisitos de
publicidad del artículo 169 TRLHL”
Pues bien, en mi opinión, y por la práctica vivida en otros Ayuntamientos, las subvenciones
nominativas se recogen en las bases de ejecución del presupuesto, indicando el beneficiario, el
importe, la partida, el objeto y cuanta otra información estime procedente.
INFORME
En primer lugar, debe considerarse que la pregunta se refiere al procedimiento de adjudicación de las
subvenciones en régimen de concurrencia, pues sólo en este se realiza la convocatoria y los actos de
instrucción que se citan.
En cuanto a la posibilidad del recurso potestativo de reposición contra las actuaciones que se citan, se
está de acuerdo con la consultante en que tanto la convocatoria, como la resolución de solicitudes
admitidas y excluidas y la resolución de la concesión, son recurribles en reposición.
En efecto, tanto la convocatoria como la resolución de la adjudicación son resoluciones (o actos
definitivos) en los términos del artículo 112 de la Ley 39/2015, de 2 de octubre, de procedimiento
administrativo, pues ponen fin a las fases correspondientes, recogidas en los arts. 23.2 y 25,
respectivamente, de la Ley 38/20003, de 17 de noviembre, General de Subvenciones (LGS, en lo
sucesivo), preceptos que se desarrollan en los artículos 59 y 60 del RD 887/2016, de 21 de julio (en
relación a la convocatoria) y 62 a 64 (la resolución de la adjudicación.
1. La convocatoria.
Interesa precisar, pues la cuestión ha suscitado dudas, que la convocatoria es un acto de carácter
general (no es una Disposición general, como lo son las bases reguladoras, contra las que sólo cabe el
recurso contencioso administrativo). En este sentido, la publicación de la BDNS FAQ enero 2017 es
concluyente, atendiendo a las respuestas que da en los números 5.9, 5.11 y 5.19. Se transcribe lo más
esencial de estas respuestas:
“La LGS reconoce expresamente a las bases reguladoras de la concesión de subvenciones la
naturaleza de disposiciones reglamentarias. Como norma jurídica de carácter general
emanada de la Administración debe ser publicada en el Diario Oficial correspondiente, y su
contenido se debe adecuar a lo establecido en el artículo 17.3 de la Ley.
Por su parte, la convocatoria tiene naturaleza de acto administrativo, y para que produzca
efectos jurídicos tiene que publicarse de conformidad con el artículo 20.8 de la LGS, mediante
la publicación del extracto en el Diario Oficial correspondiente, previo traslado del mismo al
Diario Oficial por la BDNS (Ver Resolución 9/12/2015 IGAE –BOE 10/12/2015- y las siguientes
5. La valoración o evaluación.
La valoración es una de las actuaciones de instrucción que consiste en la:
“Evaluación de las solicitudes o peticiones, efectuada conforme con los criterios, formas y
prioridades de valoración establecidos en la norma reguladora de la subvención o, en su caso,
en la convocatoria”.
Obsérvese que en la realización de estas actuaciones no se da traslado alguno de sus resultados a los
interesados, por lo que, además de ser actos de instrucción, difícilmente pueden tener conocimiento
de ellas (salvo que se les dé acceso al expediente como interesados).
6. La propuesta de evaluación provisisonal
Sin embargo, la propuesta de resolución provisional sí que se traslada a los interesados, pero sólo a
los efectos de alegaciones, no de interponer recurso de reposición:
“El órgano instructor, a la vista del expediente y del informe del órgano colegiado, formulará
la propuesta de resolución provisional, debidamente motivada, que deberá notificarse a los
interesados en la forma que establezca la convocatoria, y se concederá un plazo de 10 días
para presentar alegaciones.
Se podrá prescindir del trámite de audiencia cuando no figuren en procedimiento ni sean
tenidos en cuenta otros hechos ni otras alegaciones y pruebas que las aducidas por los
interesados. En este caso, la propuesta de resolución formulada tendrá el carácter de
definitiva”.
Se trata de una “propuesta” del órgano instructor, no de un acto administrativo del órgano
competente, que se trasladan a los interesados para alegaciones, dentro del proceso de instrucción
del expediente, para la mejor toma de decisiones posible en derecho y a la vista de los hechos y datos
reales, contrastados con los interesados.
7. La propuesta definitiva.
Otro tanto debe señalarse respecto de la propuesta definitiva, regulada en los apartados 4 y 5 del
artículo citado en último lugar:
“Examinadas las alegaciones aducidas en su caso por los interesados, se formulará la
propuesta de resolución definitiva, que deberá expresar el solicitante o la relación de
solicitantes para los que se propone la concesión de la subvención, y su cuantía, especificando
su evaluación y los criterios de valoración seguidos para efectuarla.
El expediente de concesión de subvenciones contendrá el informe del órgano instructor en el
que conste que de la información que obra en su poder se desprende que los beneficiarios
cumplen todos los requisitos necesarios para acceder a las mismas.
5. La propuesta de resolución definitiva, cuando resulte procedente de acuerdo con las bases
reguladoras, se notificará a los interesados que hayan sido propuestos como beneficiarios en
la fase de instrucción, para que en el plazo previsto en dicha normativa comuniquen su
aceptación”.
La comunicación de la propuesta definitiva a los interesados, cuando está prevista en las bases, se
realiza a los solos efectos de que comuniquen su aceptación, no procediendo el recurso potestativo
de reposición, o el contencioso administrativo, pues se trata de una actuación del órgano instructor,
INFORME
CONSIDERACIONES
Para responder adecuadamente a la consulta, debe hacerse un análisis, aunque sea somero, de las
funciones de uno y otro órgano.
El órgano instructor es el designado en la convocatoria y realiza de oficio las actuaciones reguladas en
el artículo 24 de la LGS 38/2003, especialmente la petición de cuantos informes estime necesarios, la
evaluación de las solicitudes o peticiones y, en su caso, la preevaluación.
El órgano colegiado regulado en el artículo 22.1 de la LGS (con la denominación de Comisión de
Valoración o análoga), a la vista de la evaluación realizada por el órgano instructor, emite el “informe
en el que se concrete el resultado de la evaluación efectuada”.
El órgano instructor, a la vista del expediente y del informe del órgano colegiado, formula la
propuesta de resolución provisional y, examinadas las alegaciones de los interesados, formula la
propuesta de resolución definitiva. El órgano instructor debe emitir informe en el que conste que “de
la información que obra en su poder se desprende que los beneficiarios cumplen todos los requisitos
necesarios para acceder a las mismas” (art. 24.4 LGS).
En cuanto a la naturaleza de las actuaciones de ambos órganos, interesa señalar que la Exposición de
Motivos y el artículo 22.1 de la Ley.
La EM indica, en su apartado III:
“El título I contiene las disposiciones reguladoras de los procedimientos de concesión y
gestión, estructurando dicho contenido en cinco capítulos.
En el capítulo I se establece, como régimen general de concesión, el de concurrencia
competitiva, un régimen que debe permitir hacer efectivos los principios inspiradores del
otorgamiento de subvenciones previstos en la ley. La propuesta de concesión deberá
formularse con la participación de un órgano colegiado que tendrá la composición que se
determine en las bases reguladoras”.
Los principios inspiradores de las subvenciones de recogen en le artículo 8 de la Ley, y son los
siguientes:
a) Publicidad, transparencia, concurrencia, objetividad, igualdad y no discriminación.
b) Eficacia en el cumplimiento de los objetivos fijados por la Administración
otorgante.
c) Eficiencia en la asignación y utilización de los recursos públicos.
Por su parte, el arte 22.1 de la LGS dispone que “la propuesta de concesión se formulará al órgano
concedente por un órgano colegiado a través del órgano instructor”.
CONCLUSIÓN
Del análisis de los preceptos mencionados, se deduce fácilmente que el cumplimento de los principios
inspiradores de las subvenciones, especialmente los de transparencia y objetividad, exigen, en la
voluntad del legislador, la existencia de los dos órgano mencionados, con independencia orgánica y
funcional, sin que el órgano instructor pueda, por lo tanto, formar parte del Comité de valoración.
Obsérvese que lo que se pretende, en el fondo, es que el Comité de Valoración contraste las
valoración del instructor, de forma que el órgano concedente, a la vista del expediente, verificará si
hay unanimidad o no en la evaluación de las solicitudes.
INFORME JURÍDICO
PRIMERA CUESTIÓN.
Sobre si la modalidad de justificación cuenta simplificada, ¿cabría utilizarla para justificar
subvenciones por el tipo de las mismas: por ejemplo, para becas a deportistas municipales (que
compiten en pruebas en pruebas nacionales, europeas o mundiales (cuyo importe máximo unitario
es de 500 €), o únicamente es por razón del importe?
De la lectura del artículo 75 del RD 887/2006, de 17 de noviembre, por el que se aprueba el
Reglamento de la LGS, se deduce que el único límite y condición que se establece para utilizar la
Cuenta simplificada como modalidad de justificación es que la subvención concedida sea inferior
60.000 euros, además de que se haya previsto en las bases reguladoras, evidentemente.
Por lo tanto, la subvención planteada de 500 euros entraría en el supuesto de Cuenta simplificada.
No debe olvidarse que el apartado 3 del precepto citado dispone que:
“El órgano concedente comprobará, a través de las técnicas de muestreo que se acuerden en
las bases reguladoras, los justificantes que estime oportunos y que permitan obtener
evidencia razonable sobre la adecuada aplicación de la subvención, a cuyo fin podrá requerir
al beneficiario la remisión de los justificantes de gasto seleccionados”.
Y sin perjuicio del ulterior control financiero que, independientemente de la modalidad de
justificación, debe efectuarse.
SEGUNDA CUESTIÓN.
Se solicita opinión sobre la base que regula los justificantes consistentes en facturas expedidas por
sujetos extranjeros y, especialmente, si es correcto que la declaración responsable del beneficiario
pueda sustituir la acreditación más formalista que la base exige (“presentación de la propia norma o
de un documento oficial, o de declaración de la Oficina Técnica de Cooperación Española en el país, o
bien de la Embajada u oficina consular en España del país en cuestión o, en su defecto, de la
Embajada del país de la Unión Europea que ejerza la representación de España”)
Se ha analizado el régimen jurídico de otras Administraciones especializadas en ejercer la actividad de
fomento en el extranjero, el Ministerio de Asuntos Exteriores, y no permite tal posibilidad, sino que
exige la documentación que en las bases su entidad local se señalan. Véase al final de este escrito el
apartado VII.2.4, destacado en negrita.
Se transcriben aquí los preceptos más relevantes de la normativa en cuestión:
a) Real Decreto 794/2010, de 16 de junio, por el que se regulan las subvenciones y ayudas en el
ámbito de la cooperación internacional
La documentación original justificativa del gasto de estas subvenciones o ayudas deberá estar
debidamente estampillada acreditando, al menos, el origen de la financiación.
La normativa reguladora de la subvención o ayuda indicará, en su caso, los justificantes de gasto que
pueden ser acreditados por vía electrónica, informática o telemática, en el marco establecido por el
ordenamiento jurídico.”
B) La Orden AEC/2909/2011, de 21 de octubre, por la que se establecen las bases para la concesión
de subvenciones de cooperación internacional para el desarrollo
3. Documentación justificativa de los gastos imputados a la subvención o ayuda: De conformidad con
lo establecido en el artículo 40 del Real Decreto 794/2010, de 16 de junio , los gastos podrán ser
justificados mediante facturas, recibos u otros documentos a los que se les reconozca valor
probatorio, entre los que se incluye la Certificación de Ejecución de Actividades a la que hace
referencia el artículo 41 de ese mismo texto legal. La utilización y requisitos de dichos documentos se
regirá por lo previsto en el citado real decreto y en las normas de justificación de la la Agencia
Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID).
c) Resolución de 31 de octubre de 2011, de la Presidencia de la Agencia Española de Cooperación
Internacional para el Desarrollo, por la que se aprueban las normas de gestión, seguimiento y
justificación de las subvenciones concedidas para el desarrollo
VII.2 Requisitos formales de los justificantes.
VII.2.1 Sello-diligencia y numeración de justificantes.
Es obligatoria la impresión de un sello-diligencia en todos los documentos originales (facturas,
recibos, etc.) acreditativos de la realización de los gastos, tanto si se requiere su presentación como
si se exige su custodia. En ella deben figurar, como mínimo, los siguientes extremos
a) código asignado a la intervención.
b) la leyenda «financiado por la AECID».
c) porcentaje de financiación de la AECID del importe del justificante, en caso de que ésta no cubra la
totalidad
Los documentos de gasto en que, por su tamaño, sea imposible estampar el sello-diligencia descrito,
se acompañarán con una relación de los mismos en que se haga constar la mencionada diligencia.
El estampillado de la diligencia se efectuará siempre en los originales, antes de la realización de
fotocopias que vayan a ser compulsadas.
Todos los documentos descritos deberán ir numerados, correspondiendo el número de cada uno de
ellos a aquel con el que figuren en el listado general de gastos del período justificado.
VII.2.2 Compulsas.
La documentación que preceptivamente haya de presentarse junto con cualquiera de los informes
habrá de ser original o fotocopia debidamente compulsada. Se entiende por fotocopia debidamente
compulsada aquella realizada sobre un original previamente diligenciado de acuerdo con el apartado
VII.2.1. de estas normas, que se presente cotejada y conforme por cualquier entidad pública
española o del país de ejecución, por un notario debidamente acreditado en el país de ejecución o
por la representación oficial española en el citado país.
De acuerdo con lo establecido en el artículo 32.2 del Real Decreto 794/2010 (LA LEY 13251/2010),
cuando el adjudicatario de la subvención sea una entidad española o con capacidad de obrar en
España, la documentación original podrá ser sustituida con carácter provisional por copia simple
diligenciada por el responsable de la entidad o persona que el mismo designe al efecto, en la que se
declare responsablemente la correspondencia de los mismos con los documentos originales. Se
acompañará asimismo declaración responsable en la que se indique el lugar de depósito de dichos
originales así como el compromiso de presentar los mismos o sus copias debidamente compulsadas
en caso de que sean total o parcialmente requeridos por el órgano gestor de la subvención.
Los documentos originales justificativos del gasto deberán permanecer depositados en la sede de la
entidad adjudicataria o de sus socios locales durante cuatro años, que se computarán desde el
momento en que venció el plazo para presentar el informe final, a efectos de lo establecido en el
artículo 39 de la LGS. Cuando se trate de convenios cuya justificación económica se realice por
períodos anuales, se tendrá en cuenta, para el cómputo de los cuatro años, lo indicado respecto a la
prescripción en el apartado VI.1.2.3.
La entidad adjudicataria de la subvención, cuando sea requerida por la AECID, los profesionales o
empresas contratados por la misma, la IGAE o el Tribunal de Cuentas, deberá presentar los
documentos originales o copias debidamente compulsadas de facturas, recibos, o cualquier otro que
se considere necesario y aporte prueba suficiente para comprobar la correcta realización del objeto
de la subvención. A estos efectos, la AECID y los profesionales o empresas contratados por la misma
utilizarán habitualmente técnicas de muestreo.
VII.2.3 Idioma de presentación.
La documentación a la que hacen referencia las presentes normas en sus distintos apartados se
presentará con carácter general en español, siendo financiable su traducción con cargo a la
subvención.
En el caso de documentación para la justificación individual de los gastos, cuando exista
documentación justificativa en un idioma no español distinto del inglés, francés o portugués, y sea
obligatoria su presentación o sea requerida posteriormente por la AECID o los profesionales o
empresas contratados por ésta, deberá ser debidamente traducida, siendo financiable su traducción
con cargo a la subvención.
Si estos documentos fueran facturas o recibos, será suficiente que, en el listado de gastos, la
descripción de cada uno figure en español y que el justificante de que se trate esté claramente
identificado por su numeración.
Podrán ser presentados sin necesidad de traducción al español, los listados de participantes que se
aporten como fuentes de verificación o como parte de la documentación justificativa de un gasto,
siempre que el idioma empleado sea el inglés, francés o portugués.
VII.2.4 Primacía de la legislación local.
En aquellos casos en que alguno de los requisitos de la documentación justificativa contemplada en
esta normativa esté en contradicción con la legislación local del país de ejecución, se estará a lo que
determine la legislación local, si bien esta circunstancia deberá estar debidamente acreditada. Para
la acreditación de la normativa interna relativa a la justificación de gastos, bastará la presentación
de la propia norma o de un documento oficial, declaración de la OTC, CC en su caso, Embajada u
oficina consular de España en el país en cuestión o, en su defecto, de la Embajada del país de la
Unión Europea que ejerza la representación de España. Esta acreditación se adjuntará a la cuenta
justificativa.
VII.2.5 Emisor.
No serán admisibles los gastos auto facturados, es decir, aquellos cuyos justificantes estén emitidos
por la entidad adjudicataria, sus socios en agrupación o sus socios locales.
5
Siglas: GP: Grupo Parlamentario. AM: Asamblea de Madrid. PCAF: Plan de Contabilidad adaptado a las
formaciones políticas. LOFPP: Ley Orgánica de financiación de los partidos políticos. RAM: Reglamento de la
Asamblea de Madrid.
2. Con el fin de deslindar sus propios gastos de los de la formación política correspondiente,
facilitando con ello la justificación de la aplicación o empleo de los fondos percibidos del
Ayuntamiento en orden a permitir su adecuado funcionamiento, sería conveniente que todos
los Grupos Parlamentarios ingresasen las subvenciones en cuentas bancarias a su nombre, y
que los correspondientes pagos se produjeran también, en lo posible, desde las mismas.
3. Asimismo, con la misma finalidad, se sugiere que los gastos de los GP sean contratados por
ellos mismos o que, en el supuesto de que se encarguen trabajos, o la realización de
cualquier tipo de gasto, a la formación política correspondiente, estos encargos consten por
escrito en los correspondientes acuerdos o convenios escritos, donde se especifiquen el
objeto y las características del encargo, así como la compensación económica acordada.
En las Bases de Ejecución del Presupuesto del Ayuntamiento se recoge lo siguiente en relación a la
1. La dotación económica a favor de los diferentes grupos políticos municipales se fijará por acuerdo
del Pleno Municipal. El abono de la dotación económica a cada grupo se realizará por meses vencidos.
2. El Ayuntamiento, al inicio de cada mandato, podrá establecer las cantidades económicas que
estime convenientes para coadyuvar a las actividades y funcionamiento de los grupos políticos
constituidos. El grupo mixto, caso de existir, tendrá los mismos derechos a recibir la asignación que el
resto de grupos.
4. Los grupos municipales, para poder ser beneficiarios de esta subvención, tendrán las siguientes
obligaciones:
c. Llevar una contabilidad específica de sus gastos e ingresos en los términos que se establecen
d. Conservar los justificantes de gastos e ingresos que respalden los asientos contables.
e. Si, con cargo a dichos fondos, los grupos abonan honorarios profesionales u otros gastos
sujetos a retención, estarán obligados a practicar las correspondientes retenciones, así como
5. Estas dotaciones se destinarán exclusivamente a cualesquiera de los siguientes conceptos, sin que
en ningún caso puedan utilizarse para los gastos que se encuentren expresamente prohibidos por la
legislación vigente (art. 73.3 de la Ley de Bases del Régimen Local, el pago de remuneraciones de
personal de cualquier tipo al servicio de la corporación, incluidos los concejales que forman parte del
grupo político, o a la adquisición de bienes que puedan constituir activos fijos de carácter
patrimonial):
b) Contratación de personal externo, en cualquiera de las formas que admite el derecho laboral, para
que realice trabajos administrativos o de asesoramiento necesarios para el grupo municipal.
c) Contratación de informes con profesionales o empresas, que ejerzan la actividad legalmente, sobre
asuntos municipales. Se incluyen en este apartado los encargos de encuestas.
d) Gastos de difusión de información a los ciudadanos, en publicaciones (en el sentido más amplio
posible: folletos, octavillas, carteles, revistas, notas en prensa, etc.), radio, televisión, conferencias o
páginas web, siempre que dicha información trate mayoritariamente temas municipales.
f) gastos de locomoción, dietas o gastos de manutención con motivo del trabajo del personal del
grupo así como por los concejales que lo integran.
g) Aportaciones al partido o partidos políticos por los que los miembros del grupo municipal
concurrieron a las elecciones, conforme a la normativa sobre financiación de los partidos políticos.
Estas aportaciones deberán regularse mediante un convenio de colaboración entre el partido o
partidos políticos y el grupo municipal.
6. Los grupos políticos deben llevar una contabilidad específica de las dotaciones económicas, de
acuerdo con lo dispuesto en el Plan de contabilidad adaptado a las formaciones políticas, aprobado
por el Pleno del Tribunal de Cuentas de fecha 26 de septiembre de 2013, que pondrán a disposición del
Pleno de la Corporación siempre que éste lo pida. Con independencia de ello, a fecha 30 de junio de
cada año, deberán presentar en la Intervención General y en la Secretaría del Pleno cuenta
justificativa de los gastos realizados el año anterior acompañada de los documentos acreditativos de
los gastos, así como los listados de movimientos bancarios de la cuenta corriente en la que se realizan
los pagos. Asimismo, memoria anual del convenio regulador de las aportaciones en caso de haberse
firmado
los extremos regulados por estas bases de ejecución, y posterior aprobación por la Junta de Gobierno
Local. Las cantidades del referido ejercicio que no estén debidamente justificadas deberán
Las declaraciones estarán a disposición del resto de los grupos políticos municipales a fin de que si lo
estiman pertinente puedan solicitar del Pleno la puesta a disposición de la contabilidad del grupo con
El último año de la legislatura, los grupos políticos municipales deberán presentar la justificación
antes del 1 de mayo en la Intervención General y liquidar las dotaciones que han recibido
dotación, si ésta hubiese sido superior a lo debidamente justificado. Las liquidaciones se deberán
realizar antes de la toma de posesión de la nueva Corporación.”
Antes de proceder a emitir el informe relativo a las Cuentas Justificativas se suscitan a esta
1º.- Pudieran presentarse por los distintos grupos gastos en concepto de donaciones o aportaciones a
distintas Asociaciones sin ánimo de Lucro justificando los mismos con entradas a distintos eventos
benéficos (comidas, cenas, obras de teatro, comidas homenaje ….) . En otros casos con transferencias
Asociaciones ( trofeos, placas, material de papelería, etc , o bien la imputación como gasto del grupo
de gastos por asistencia a comidas –homenaje a trabajadores jubilados, regalos a los mismos….
Desde esta Intervención entendemos que todos estos gastos no deberían aceptarse dentro de la
cuenta justificativa con cargo a la asignación recibida por no estar previstos expresamente en Bases
de Ejecución y por considerar que no están relacionados con el funcionamiento del grupo ni con el
En las bases de ejecución de 2.016 se admitía tal posibilidad siempre y cuando lo permitiese la
normativa sobre financiación de los partidos políticos sin más requisitos fijados por el Pleno. Las
Bases de Ejecución de 2017 añaden que se podrá destinar la asignación a dichas aportaciones ,
siempre que éstas se regulen mediante un convenio de colaboración entre el partido o partidos
Se puede dar el caso en que los Grupo no aportan Convenio alguno y otros que presentan convenio y
una Memoria anual explicativa del destino de los fondos con carácter genérico y sin concretar ni
cuantificar cada gasto realizado por el partido con cargo a la asignación recibida por el grupo.
Esta Intervención General emitió un informe con fecha 28/06/2016 que se hizo llegar a todos y cada
En dicho informe se concluía el rechazo a la posibilidad de realizar este tipo de aportaciones mediante
transferencias directas al partido político pues como recogía la Dirección General de Cooperación
Local en informe emitido en 2.007, ello supondría que el destino del importe escaparía del control
local, al ser los partidos políticos un ámbito de fiscalización que corresponde en exclusiva al Tribunal
de Cuentas.
No obstante lo anterior, se dejó constar en dicho informe la posibilidad de que el partido político
preste servicios, en especial servicios de asesoramiento, al grupo local. Nada parece impedir que así
sea. Mencionar a este respecto, que la Cámara de Cuentas de la Comunidad de Madrid, en su Informe
de fiscalización de 22 de julio de 2015, no admite como válidas las facturas de asesoramiento del
partido local, al grupo municipal, las cuáles eran, únicas, anuales y por importe idéntico a la
asignación. Y es que, ciertamente, si se aceptara este modo de justificación, se estaría dando cobijo a
Dicha posibilidad fue lo que hizo que el Pleno, a través de las Bases de Ejecución de 2.017 concretase
aún más los casos en que pueden realizarse dichas aportaciones recogiendo literalmente lo siguiente:
“ Estas aportaciones deberán regularse mediante un convenio de colaboración entre el partido o
pueden hacer transferencia a los partidos políticos, y declara que siempre que sea para la finalidad de
funcionamiento del grupo y así quede acreditado, lleven contabilidad específica y justificarlas ante el
Pleno, soportadas con facturas o documentos que acrediten el destino último de dichos fondos o el
gasto final al que se han destinado, ya que de admitirse —dice la sentencia— la entrega de dichos
fondos a terceros como justificantes del gasto sin ningún otro documento que acredite su destino
real, quedaría vaciado de contenido el control que debe realizarse de dichos fondos.
justificante una serie de documentos, cuando el documento justificativo presentado no tenga firma,
mediante facturas ni cualquier otro documento justificativo, lo que impediría determinar su efectiva
aplicación, tenemos dudas acerca de cómo habría que concluir ante esta circunstancia siendo dos las
opciones posibles:
municipal debería reintegrar los fondos recibidos del Ayuntamiento ya que sería a ese Tribunal al que
competería solicitar información de los partidos políticos perceptores de los fondos, lo cual no sería
INFORME
1. Elegibilidad de determinados gastos justificados con cargo a la aportación a los grupos políticos.
donación a asociaciones sin ánimo de lucro como justificación de la aportación recibida por el grupo
Naturaleza jurídica de las asignaciones económicas a los grupos políticos reguladas en el artículo
La cuestión que se sujeta a análisis radica en cómo los grupos políticos deben justificar el empleo de
los fondos recibidos en concepto de asignación, en otros términos, cuál es el régimen jurídico de la
justificación de las asignaciones a los grupos políticos. Esta materia dependerá de la naturaleza
“d) Las subvenciones a los grupos parlamentarios de las Cámaras de las Cortes Generales, en los
términos previstos en los Reglamentos del Congreso de los Diputados y del Senado, así como las
subvenciones a los grupos parlamentarios de las Asambleas autonómicas y a los grupos políticos de
“¿Hay que registrar en la BDNS las asignaciones a grupos políticos municipales previstas en el
art. 73 de La Ley 7/1985, de 2 de abril, Reguladora de las Bases del Régimen Local (LRBRL)?
expresamente en su artículo 1 que “A los efectos de esta Ley la expresión «partido político»
subvenciones que recibe un grupo político municipal y sí que hay que registrar las
A estos efectos se considerará que, aun cuando el Grupo Municipal carezca de personalidad
Por ello, en su registro en la BDNS como beneficiario debe ser identificado con el tipo de
Sobre la base de esta autorizada opinión, podría aplicarse también el régimen de justificación de la
LGS a las aportaciones a los grupos políticos municipales que, como es conocido, consiste en la cuenta
justificativa con aportación de justificantes de gasto regulada en el artículo 72 y concordantes del RD
prevista como supletoria en la LGS, art. 30, cuando las bases reguladoras no establecen otra
modalidad).
Se subraya la condición de “supletoria” de la LGS en esta materia pues el art. 73.3 de la Ley 7/1985 de
2 de abril, siendo de aplicación preferente el TRLHL que remite a las bases de ejecución del
En efecto, toda salida de fondos debe estar justificada documentalmente, como se desprende de los
artículos 189 y 190 del Texto refundido de la Ley de haciendas locales, aprobado por RD legislativo
2/2004, de 4 de marzo, que exigen que se acrediten documentalmente ante el órgano que haya de
reconocer las obligaciones, y con carácter precio a la expedición de las órdenes de pago, “la
realización de la prestación o el derecho del acreedor de conformidad con los acuerdos que en su día
ese momento, se expedirán las órdenes de pago a justificar, quedando los destinatarios obligados a
justificar la aplicación de los fondos en los términos previstos en las bases de ejecución del
art- 72.2.g) la mencionada remisión a las bases de ejecución en cuanto al régimen de justificaciones.
En conclusión, serán las bases de ejecución del presupuesto y, supletoriamente, la LGS, las que
determinen el régimen jurídico del destino de los fondos que deben justificar los grupos políticos
municipales con cargo a la aportación que reciben de la entidad local, en aplicación del art. 73.3 de la
II
Carácter elegible de la justificación
Realizadas las anteriores consideraciones, por las que se concluye que deberán aplicarse las bases de
ejecución para determinar se la justificación del empleo de los fondos presentada por los grupos
políticos, las bases aprobadas por el Ayuntamiento consultante cierran las posibilidades a los
supuestos que enumera (··las dotaciones se destinarán exclusivamente" -dicen-), entre los cuales no
A lo sumo, puede analizarse el último supuesto " i) Cualquier otro que proceda, conforme a la
legislación vigente", dado el carácter remisorio de éste. Pues bien, el art. 73.3 de la Ley 7/1985
determina que la creación de los grupos políticos es a los efectos de la "actuación corporativa" de los
miembros de las corporaciones locales, y con esta finalidad se les asigna una dotación económica. La
CONCLUSIÓN:
Las subvenciones o aportaciones a entidades sin ánimo de lucro, salvo que el grupo político justifique
su anclaje en alguno de los supuestos taxativos enumerados en las bases, no pueden considerarse
Las bases de ejecución del presupuesto del Ayuntamiento consultante determinan expresamente la
forma de justificar del grupo político cuando el gasto consista en aportaciones al partido político,
bases que integran el régimen jurídico de este tipo de gastos, como se ha expuesto en la
consideración primera.
Se consulta en este momento cómo debería actuar el Ayuntamiento en caso de incumplimiento del
grupo municipal al justificar este tipo de gastos, ofreciendo las siguientes alternativas:
competería solicitar información de los partidos políticos perceptores de los fondos, lo cual no sería
El pago de la aportación ha sido efectuado por el Ayuntamiento con cargo a su presupuesto, por lo
que es el Ayuntamiento quien debe velar, en primer lugar, por la justificación de dichas cantidades,
en aplicación de los arts. los artículos 189 y 190 del Texto refundido de la Ley de haciendas locales,
avala la segunda opción planteada de remitir al Tribunal de Cuentas la justificación para que éste
verifique el destino que hayan hecho de los fondos el partido político. El ejercicio del control interno
legalidad en el quela intervención local debe aplicar, en este caso, las bases de ejecución que regulan
CONCLUSIÓN
Buenas tardes.
En relación a las justificaciones, me gustaría plantear dos cuestiones:
Por un lado, en cuanto a la aplicación de la modalidad de justificación de cuenta simplificada. En la
LGS se establece esta modalidad, para subvenciones de importe inferior a 60.000€. En una
Administración Local mediana, como la mía, todas las subvenciones están por debajo de este límite, y
hasta ahora, en todas las convocatorias, exigimos la aportación de justificantes de gasto (aunque, en
general, eximimos la presentación de justificantes de pago, sin perjuicio de que en la relación de
gastos, se deba indicar la fecha de pago).
Esta cuenta simplificada, ¿cabría utilizarla para justificar subvenciones por el tipo de las mismas: por
ejemplo, para becas a deportistas municipales (que compiten en pruebas en pruebas nacionales,
europeas o mundiales (cuyo importe máximo unitario es de 500 €), o únicamente es por razón del
importe?
Por otro lado, en cuanto a los documentos justificativos, y la exigencia de que tengan validez en el
tráfico jurídico mercantil. En las subvenciones de cooperación internacional, se presentan
justificantes de gasto de los países de origen. Nuestras bases, establecen lo siguiente:
"Las facturas, recibos y otros documentos del tráfico jurídico mercantil que se emitan por razón de
operaciones o negocios jurídicos llevados a cabo en el país de realización de la actividad
subvencionada se habrán de expedir en los términos que establezca la legislación local del país de
ejecución, si bien esta circunstancia deberá estar debidamente acreditada preferentemente con la
presentación de la propia norma o de un documento oficial, o de declaración de la Oficina Técnica de
Cooperación Española en el país, o bien de la Embajada u oficina consular en España del país en
cuestión o, en su defecto, de la Embajada del país de la Unión Europea que ejerza la representación
de España. En caso
de no poder acreditarse, será la propia ONGD la que deberá certificarlo."
Las ONG beneficiarias, acaban acreditando la validez de la documentación justificativa, con su propio
certificado (ya que manifiestan la imposibilidad de obtenerlo por organismos oficiales, como
embajadas o consulados).
¿Considera suficiente esta declaración responsable, en las subvenciones de cooperación
internacional, por su peculiaridad? y por otro lado, ¿sería admisible para otros casos, en los que los
beneficiarios justifican el gasto con facturas que no son españolas?
INFORME
PRIMERA PREGUNTA.
Sobre si la modalidad de justificación cuenta simplificada, ¿cabría utilizarla para justificar
subvenciones por el tipo de las mismas: por ejemplo, para becas a deportistas municipales (que
compiten en pruebas en pruebas nacionales, europeas o mundiales (cuyo importe máximo unitario
es de 500 €), o únicamente es por razón del importe?
De la lectura del artículo 75 del RD 887/2006, de 17 de noviembre, por el que se aprueba el
Reglamento de la LGS, se deduce que el único límite y condición que se establece para utilizar la
Cuenta simplificada como modalidad de justificación es que la subvención concedida sea inferior
60.000 euros, además de que se haya previsto en las bases reguladoras, evidentemente.
Por lo tanto, la subvención planteada de 500 euros entraría en el supuesto de Cuenta simplificada.
No debe olvidarse que el apartado 3 del precepto citado dispone que:
“El órgano concedente comprobará, a través de las técnicas de muestreo que se acuerden en
las bases reguladoras, los justificantes que estime oportunos y que permitan obtener
evidencia razonable sobre la adecuada aplicación de la subvención, a cuyo fin podrá requerir
al beneficiario la remisión de los justificantes de gasto seleccionados”.
Y sin perjuicio del ulterior control financiero que, independientemente de la modalidad de
justificación, debe efectuarse.
SEGUNDA PREGUNTA.
Se solicita opinión sobre la base que regula los justificantes consistentes en facturas expedidas por
sujetos extranjeros y, especialmente, si es correcto que la declaración responsable del beneficiario
pueda sustituir la acreditación más formalista que la base exige (“presentación de la propia norma o
de un documento oficial, o de declaración de la Oficina Técnica de Cooperación Española en el país, o
bien de la Embajada u oficina consular en España del país en cuestión o, en su defecto, de la
Embajada del país de la Unión Europea que ejerza la representación de España”)
Se ha analizado el régimen jurídico de otras Administraciones especializadas en ejercer l actividad de
fomento en el extranjero, el Ministerio de Asuntos Exteriores, y no permite tal posibilidad, sino que
exige la documentación que en las bases su entidad local se señalan. Véase al final de este escrito el
apartado VII.2.4, destacado en negrita.
Se transcriben aquí los preceptos más relevantes de la normativa en cuestión:
a) Real Decreto 794/2010, de 16 de junio, por el que se regulan las subvenciones y ayudas en el
ámbito de la cooperación internacional
B) La Orden AEC/2909/2011, de 21 de octubre, por la que se establecen las bases para la concesión
de subvenciones de cooperación internacional para el desarrollo
diligenciada por el responsable de la entidad o persona que el mismo designe al efecto, en la que se
declare responsablemente la correspondencia de los mismos con los documentos originales. Se
acompañará asimismo declaración responsable en la que se indique el lugar de depósito de dichos
originales así como el compromiso de presentar los mismos o sus copias debidamente compulsadas
en caso de que sean total o parcialmente requeridos por el órgano gestor de la subvención.
Los documentos originales justificativos del gasto deberán permanecer depositados en la sede de la
entidad adjudicataria o de sus socios locales durante cuatro años, que se computarán desde el
momento en que venció el plazo para presentar el informe final, a efectos de lo establecido en el
artículo 39 de la LGS. Cuando se trate de convenios cuya justificación económica se realice por
períodos anuales, se tendrá en cuenta, para el cómputo de los cuatro años, lo indicado respecto a la
prescripción en el apartado VI.1.2.3.
La entidad adjudicataria de la subvención, cuando sea requerida por la AECID, los profesionales o
empresas contratados por la misma, la IGAE o el Tribunal de Cuentas, deberá presentar los
documentos originales o copias debidamente compulsadas de facturas, recibos, o cualquier otro que
se considere necesario y aporte prueba suficiente para comprobar la correcta realización del objeto
de la subvención. A estos efectos, la AECID y los profesionales o empresas contratados por la misma
utilizarán habitualmente técnicas de muestreo.
VII.2.3 Idioma de presentación.
La documentación a la que hacen referencia las presentes normas en sus distintos apartados se
presentará con carácter general en español, siendo financiable su traducción con cargo a la
subvención.
En el caso de documentación para la justificación individual de los gastos, cuando exista
documentación justificativa en un idioma no español distinto del inglés, francés o portugués, y sea
obligatoria su presentación o sea requerida posteriormente por la AECID o los profesionales o
empresas contratados por ésta, deberá ser debidamente traducida, siendo financiable su traducción
con cargo a la subvención.
Si estos documentos fueran facturas o recibos, será suficiente que, en el listado de gastos, la
descripción de cada uno figure en español y que el justificante de que se trate esté claramente
identificado por su numeración.
Podrán ser presentados sin necesidad de traducción al español, los listados de participantes que se
aporten como fuentes de verificación o como parte de la documentación justificativa de un gasto,
siempre que el idioma empleado sea el inglés, francés o portugués.
VII.2.4 Primacía de la legislación local.
En aquellos casos en que alguno de los requisitos de la documentación justificativa contemplada en
esta normativa esté en contradicción con la legislación local del país de ejecución, se estará a lo que
determine la legislación local, si bien esta circunstancia deberá estar debidamente acreditada. Para
la acreditación de la normativa interna relativa a la justificación de gastos, bastará la presentación
de la propia norma o de un documento oficial, declaración de la OTC, CC en su caso, Embajada u
oficina consular de España en el país en cuestión o, en su defecto, de la Embajada del país de la
Unión Europea que ejerza la representación de España. Esta acreditación se adjuntará a la cuenta
justificativa.
VII.2.5 Emisor.
No serán admisibles los gastos auto facturados, es decir, aquellos cuyos justificantes estén emitidos
por la entidad adjudicataria, sus socios en agrupación o sus socios locales.
Buenas, me gustaría saber tu opinión sobre el siguiente supuesto: por parte del Ayuntamiento se ha
tramitado una solicitud para un proyecto europeo en el que varios jóvenes realizan prácticas en
países europeos. Entre las distintas cantidades que subvenciona la UE a través de la Xunta están los
importes correspondientes al alojamiento y manutención de los chicos durante su estadía en dichos
países( además de subvencionar otros gastos como personal de organización, gastos de viaje etc) Una
vez tramitada la selección de los participantes( conforme a unas bases aprobadas por el
Ayuntamiento y que son acordes con la orden reguladora de la subvención) y concedida la
subvención al Ayuntamiento, ahora le corresponde al Ayuntamiento asumir el coste de los gastos de
alojamiento y manutención. La orden sólo regula las cantidades asignadas a cada concepto y no entra
a regular cómo ha de hacerse dichos gastos. Las posibilidades son contratar con una empresa la
organización y gestión de dichos servicios o bien entregar las cantidades asignadas a cada
participante y que sean ellos, los que de forma particular gestionen su alojamiento y manutención. Si
se opta por la segunda opción se plantea la duda de si dichas entregas de dinero a estos chicos
tienen a su vez la naturaleza de subvención:
1. No me acaba de encajar en la definición de subvención ya que de los tres requisitos del art. 2 de la
LGS( sin contraprestación directa, sujeta al cumplimiento de un objetivo y fomento de una actividad
de utilidad pública o interés social o de promoción de una finalidad pública)
No acabo de ver el tercer requisito. El primero sí ya que no hay contraprestación por parte de los
chicos, el segundo también pq tienen la obligación de realizar las prácticas y de cumplir con las
obligaciones derivadas del proyecto pero el tercero( finalidad pública) ya no lo veo tan claro pq la
cantidad que le corresponde a cada uno tendría a mi juicio un carácter más de indemnización de
gastos ocasionados.
Es cierto que la subvención concedida al Ayuntamiento para poner en marcha el proyecto sí que
reúne tal requisito( fomento de la movilidad juvenil, empleo, educación etc) pero eso supone que a su
vez las entregas de dinero que pueda hacer el Ayuntamiento financiadas con cargo a esa subvención
tengan el mismo carácter??????
2. En caso de que sí tuviesen naturaleza de subvención se plantearía la dificultad de que lo
participantes ya están seleccionados y por lo tanto la asignación de cantidades sería nominativa( y
obviamente no están contempladas en el presupuesto)
3. En caso de que no tengan tal carácter, qué naturaleza tendrían? Aunque no tuviesen naturaleza de
subvención, correspondería exigirles la justificación de los gastos de alojamiento y manutención a la
vuelta del viaje? y en caso de que no lo justificasen correctamente, procedería exigir el reintegro? En
la orden reguladora de la subvención se fijan unas cantidades fijas por participante y mes sin que en
ningún sitio se exija la justificación de los gastos por parte del ayuntamiento, por lo que entiendo que
el concello estaría excediéndose si exigiera la justificación de los gastos a los participantes.
Perdón por la redacción farragosa de la consulta y gracias por anticipado.
INFORME
PRIMERA PREGUNTA.
Estoy de acuerdo con tu conclusión, hay que estar a las bases reguladoras y si las dietas se regulan
cono un gasto fijo en las bases reguladoras, no debe pedirse la justificación detallada de las facturas y
de los pagos por pare de los beneficiarios. En su lugar, sí que debería acreditarse la estancia en el
extranjero durante el período de enseñanza establecido. Sólo procedería le reintegro en el supuesto
que anticiparan su regreso.
En su momento se hicieron todas las obras de urbanización de un nuevo polígono industrial con cargo
a una subvención del gobierno autonómico, en la cual figuraba como único beneficiario el
Ayuntamiento, pese a haber un industrial como segundo propietario de terrenos.
Ahora, en el procedimiento para aprobar el proyecto de reparcelación del polígono industrial, este
segundo propietario nos alega que las obras ya están pagadas con cargo a esa subvención, por lo que
cobrarle sería un “enriquecimiento injusto”, término que aún no me había encontrado en materia de
subvenciones.
Sin figurar como beneficiario, ¿se pueden entender cobradas sus cuotas de urbanización con aquella
subvención?
INFORME
En mi opinión, dos son los aspectos que derivan de los hechos planteados.
En primer lugar, es un principio básico en materia de subvenciones que éstas no pueden superar el
coste de la actividad subvencionada, pues supondría una desviación o aplicación de fondos para
finalidades distintas a las contempladas en el objeto de la subvención, salvo que se tratara de
sobrantes no reintegrables (artículo 41 TRLHL).
Por lo tanto, si procediera la exacción de la cuota de urbanización al propietario particular, el agente
financiador gobierno autonómico tendría derecho al reintegro del exceso y el Ayuntamiento
perceptor de la subvención estaría obligado a reintegrarla.
La siguiente cuestión consiste en determinar si las cuotas de urbanización pueden ser
subvencionadas.
Las cuotas de urbanización son, grosso modo, las que deben pagar los propietarios del suelo
urbanizable en concepto de gastos urbanización de la unidad de actuación de la que forman parte,
con la finalidad de transformar el suelo urbanizable en urbano, en solares edificables.
Aunque en principio pueda parecer extraño que se subvencione a un particular la adquisición del
derecho a edificar, lo que al fin y al cabo supone un incremento de su patrimonio privado, podría
haber razones de utilidad pública o interés social que justifiquen esta decisión.
La financiación de bienes inventariables se contempla en la LGS, artículo 31, estableciendo unos
requisitos de inscripción en el Registro de la propiedad y de afección temporal a la finalidad pública
que justifica la subvención, por lo que habría que estar a las bases reguladoras de la subvención
objeto de este informe para determinar si realmente está contemplada la financiación por el
gobierno autonómico del la obra de urbanización, con independencia de quienes sean sus
propietarios.
En este caso, no procedería el cobro de las cuotas de urbanización.
Ha resultado premiado una persona física cuya nacionalidad y residencia tiene lugar en Bélgica con
500 euros, en un festival de cine; al citado premio según sus bases reguladoras le resulta aplicable la
Ley y el Reglamento de Subvenciones; en relación con este tema tenemos dudas en cuanto a la
tramitación y gestión de las obligaciones fiscales:¿Debe exigirse un certificado de residencia fiscal y
declaración de estar al corriente con la Hacienda y Seguridad Social? ¿Debe obtener y presentar un
NIF, ya que lo que tiene es pasaporte? ¿Le debemos practicar retención por el premio y declarar
mediante el impuesto de la renta de no residentes?”
INFORME
La consulta ya da por sentado que al premio le es de aplicación la LGS y su Reglamento, por lo que
entendemos que es así, y no está en el supuesto de exclusión del ámbito de aplicación de la LGS,
recogido en el artículo 4.a) de la repetida LGS: “Los premios que se otorguen sin la previa solicitud del
beneficiario”, y de la DA 10ª de la misma Ley.
Por lo tanto, las preguntas se refiere a la tramitación y gestión de las obligaciones fiscales, en
aplicación de la LGS.
1 ¿Debe exigirse un certificado de residencia fiscal y declaración de estar al corriente con la Hacienda
y Seguridad Social?
En cuanto al certificado de residencia fiscal, podría solicitarse en caso de duda sobre si el interesado,
aún de nacionalidad y residencia belga, realiza o no actividades en España.
En cuanto al estar al corriente de las obligaciones fiscales y con la Seguridad Social, si no realiza
actividades en España, en todo caso será el certificado será negativo. Debe recordarse que por el
importe del premio-subvención, la certificación puede sustituirse por una declaración responsable, en
aplicación del artículo 24 del RDD 887/2006, de 21 d julio
El Real Decreto 1065/2007, de 27 de julio, por el que se aprueba el Reglamento General de las
actuaciones y los procedimientos de gestión e inspección tributaria y de desarrollo de las normas
comunes de los procedimientos regula esta cuestión.
El artículo 18 de la norma citada establece la obligación a las personas físicas y jurídicas de disponer
un NIF para sus relaciones tributarias
El número de identificación fiscal de las personas físicas de nacionalidad extranjera se regula en su
artículo 20, en los siguientes términos:
1. Para las personas físicas que carezcan de la nacionalidad española, el número de
identificación fiscal será el número de identidad de extranjero que se les asigne o se les
facilite de acuerdo con la Ley Orgánica 4/2000, de 11 de enero, sobre derechos y libertades
de los extranjeros en España y su integración social, y su normativa de desarrollo.
2. Las personas físicas que carezcan de la nacionalidad española y no dispongan del número
de identidad de extranjero, bien de forma transitoria por estar obligados a tenerlo o bien de
forma definitiva al no estar obligados a ello, deberán solicitar a la Administración tributaria la
asignación de un número de identificación fiscal cuando vayan a realizar operaciones de
naturaleza o con trascendencia tributaria. Dicho número estará integrado por nueve
caracteres con la siguiente composición: una letra inicial, que será la M, destinada a indicar la
naturaleza de este número, siete caracteres alfanuméricos y un carácter de verificación
alfabético.
3 ¿Le debemos practicar retención por el premio y declarar mediante el impuesto de la renta de no
residentes?
El RD Legislativo 5/2004, de 5 de marzo, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley del
Impuesto sobre la renta sobre los no residentes, lo define, en su artículo 1, como un tributo de
carácter directo que grava la renta obtenida en territorio español por las personas físicas y entidades
no residentes en éste.
El premio tiene la consideración fiscal de una renta obtenida sin establecimiento permanente, por lo
que le es de aplicación la regulación de la base imponible contenida en el artículo 23 del citado texto,
así como la determinación de la cuota del artículo 25.
Por otro lado, el RD 1776/2004, de 30 de julio, por el que se aprueba el Reglamento del Impuesto
sobre la renta sobre los no residentes, sujeta a retención el premio, en aplicación del artículo
10.3.a)1º de este último RD, siendo el importe del premio la base del cálculo (artículo 13.2 del citato
RD) y el porcentaje de retención el 19% (artículo 25 del RD Legislativo 5/2004).
Buenos días, tenemos duda en la justificación de una subvención a un Club Deportivo. A la hora de la
justificar, se han presentado facturas por monitores y material deportivo, emitidas por una empresa
cuyo Gerente es, a su vez, el Presidente del Club (Entidad beneficiaria)¿Se deben excluir esas
facturas?¿en qué normativa se sustenta , puesto que no se prevé en el art. 13 LGS?
Otra duda que nos surge es si el Gerente de la empresa no fuera el Presidente de la entidad
beneficiaria pero fuera el monitor por el cual se factura al Club: ¿podría presentarse como factura
justificativa?
INFORME
Como consideración previa, se señala que no se está en presencia de una subcontratación, que es la
figura mediante la cual el beneficiario encarga un tercero la realización total o parcial de la actividad
subvencionada; por lo tanto, no serían aplicables loas prohibiciones de subcontratar de art. 29.7.d)
LGS: personas o entidades vinculadas con el beneficiario, concepto de la vinculación que es
desarrollado por el art. 68 del RD 887/2006.
No obstante, la prohibición de contratar con personas o entidades vinculadas no es absoluta, pues se
dispensa cuando:
a) Se obtenga la previa autorización expresa del órgano concedente.
b)El importe subvencionable no exceda del coste incurrido por la entidad vinculada. La acreditación
del coste se realizará en la justificación en los mismos términos establecidos para la acreditación de
los gastos del beneficiario.
En este caso no hay subcontratación, sino que el Gerente de la empresa que factura al Club deportivo
beneficiario de la subvención es, a su vez, el Presidente del mencionado Club.
Como manifiesta el consultante, el art. 13 de la LGS no establece una prohibición de naturaleza
análoga parra la subcontratación, prohibición que, como ya se ha dicho, no es absoluta.
Por lo tanto, en ausencia de prohibiciones, sí procederá la comprobación de que las facturas se
ajustan a los valores de mercado, cuestión que se regula en el art. 33 de la LGS. Esta comprobación
forma parte de la función económico financiera y deberá ser propuesta por el órgano interventor en
las auditorías anuales que deben realizarse en materia de subvenciones, en aplicación de la DA 14ª de
la LGS 38/2003 y el RD 424/2017 de control interno de las entidades locales.
Los mismos razonamientos procede aplicar cuando fuera el monitor quien facturara al Club
deportivo.
INFORME
Son las bases reguladoras de la subvención las que deben determinar el objeto de la subvención
(art. 17.3.a) LGS), los criterios objetivos de otorgamiento de la subvención y, en su caso,
ponderación de los mismos (apartado e) del precepto citado) y el plazo y forma de justificación
por parte del beneficiario del cumplimiento de la finalidad para la que se concedió la
subvención y de la aplicación de los fondos percibidos.
Añade el art. 30 de la LGS que "La justificación del cumplimiento de las condiciones impuestas y
de la consecución de los objetivos previstos en el acto de concesión de la subvención se
documentará de la manera que se determine reglamentariamente, pudiendo revestir la forma de
cuenta justificativa del gasto realizado o acreditarse dicho gasto por módulos o mediante la
presentación de estados contables, según se disponga en la normativa reguladora". Y el art. 31 de
la misma norma considera "gastos subvencionables, a los efectos previstos en esta ley, aquellos
que de manera indubitada respondan a la naturaleza de la actividad subvencionada, resulten
estrictamente necesarios y se realicen en el plazo establecido por las diferentes bases
reguladoras de las subvenciones. Cuando no se haya establecido un plazo concreto, los gastos
deberán realizarse antes de que finalice el año natural en que se haya concedido la subvención.
En ningún caso el coste de adquisición de los gastos subvencionables podrá ser superior al valor de
mercado".
Por lo tanto, la respuesta a la pregunta que se formula deberá tener en cuenta si el gasto
justificado es subvencionable, en la medida que sea estrictamente necesario para cumplir los
objetivos y finalidades para las que se concedió la subvención.
Quizá las bases no sean lo suficientemente explícitas como para determinar palmariamente
esta relación, pero en todo caso la interpretación del objeto y finalidad de la subvención, que
de seguro se identificará en las bases reguladoras y en la convocatoria servirá para concluir si
la nómina es un gasto estrictamente necesario.
Interesan a estos efectos también las explicaciones que se han de dar en la memoria de
actividades regulada en el art. 72 del RD 887/2006: "Una memoria de actuación justificativa del
cumplimiento de las condiciones impuestas en la concesión de la subvención, con indicación de las
actividades realizadas y de los resultados obtenidos", que podrá determinar si el gasto del
Presidente del Club es estrictamente necesario para el cumplimento de los objetivos,
finalidades y requisitos de la actividad subvencionada.
En cualquier caso, si no se está de acuerdo con la aplicación de los fondos, tiene la posibilidad de
modificar las bases reguladoras en la próxima convocatoria.
El artículo 73.3 de la Ley 7/1985, de 2 de abril, Reguladora de las Bases de Régimen Local,
determina la posibilidad de que el Pleno de la Corporación atribuya a los distintos grupos
políticos municipales que se constituyan, a efectos de su actuación corporativa, una dotación
económica, la cual contará con un componente fijo y otro variable, haciendo referencia,
además, a que dicha cantidad estará limitada cada año por la Leyes de Presupuestos
Generales del Estado. En este sentido tales asignaciones o aportaciones tienen carácter
finalista, en cuanto que han de destinarse a financiar los gastos acometidos por el propio
grupo político en el ejercicio de su actuación corporativa.
Teniendo en cuenta como limites que la asignación de los grupos no puede destinarse al
pago de remuneraciones de personal que preste servicios a la entidad local ni a la
adquisición de bienes que constituyan activos fijos de carácter patrimonial e inventariable.
Por otro lado en el artículo 2 apartado e), de la Ley Orgánica 8/2007, de 4 de julio, sobre
financiación de los partidos políticos, establece que los recursos económicos de los
partidos políticos estarán constituidos por:
Uno. Recursos procedentes de la financiación pública:
a) Las subvenciones públicas para gastos electorales, en los términos previstos en la Ley
Orgánica 5/1985, de Régimen Electoral General y en la legislación reguladora de los procesos
electorales de las Asambleas Legislativas de las Comunidades Autónomas y de las Juntas
Generales de los Territorios Históricos vascos.
c) Las subvenciones anuales que las Comunidades Autónomas establezcan para gastos de
funcionamiento en el ámbito autonómico correspondiente, así como las otorgadas por los
Territorios Históricos vascos y, en su caso, por las Corporaciones Locales.
e) Las aportaciones que en su caso los partidos políticos puedan recibir de los Grupos
Parlamentarios de las Cámaras de las Cortes Generales, de las Asambleas Legislativas de
las Comunidades Autónomas, de las Juntas Generales de los Territorios Históricos
vascos y de los grupos de representantes en los órganos de las Administraciones
Locales.
¿Está justificado que desde las asignaciones que se fijan por los Ayuntamiento a los
grupos políticos municipales se puedan transferir esos fondos para financiar a los partidos
políticos. No tienen carácter finalista estas aportaciones. Tiene competencia el Pleno para
regular estas aportaciones del grupo al Partido?
Lo que ha sido objeto del embargo ha sido, como hemos referido, la asignación
económica que la Corporación Local hace al Grupo municipal para el
funcionamiento del mismo y el desarrollo de su misión, de donde ya puede
deducirse y hacerse una primera valoración, y es que se trata de una asignación
económica, que no subvención, adscrita a un n, la que obliga al Grupo a llevar su
propia contabilidad, puede y deber tener asignado un CIF, y debe rendir cuentas
del uso que se haga de la misma al Pleno de la Corporación cuando por este se
solicite. Así, el art. 73.3 de la Ley 7/1985 de 2 de abril dispone que "El Pleno de la
corporación, con cargo a los Presupuestos anuales de la misma, podrá asignar a
los grupos políticos una dotación económica que deberá contar con un
componente jo, idéntico para todos los grupos y otro variable, en función del número
de miembros de cada uno de ellos, dentro de los límites que, en su caso, se
establezcan con carácter general en las Leyes de Presupuestos Generales del Estado
y sin que puedan destinarse al pago de remuneraciones de personal de cualquier
tipo al servicio de la
corporación o a la adquisición de bienes que puedan constituir activos jos de
carácter patrimonial", y añade que "Los grupos políticos deberán llevar con una
contabilidad especí ca de la dotación a que se re ere el párrafo segundo de este
apartado 3, que pondrán a disposición del Pleno de la Corporación, siempre que
éste lo pida".
Una segunda valoración que podemos hacer en orden a diferenciar al Grupo del
Partido, es la posibilidad de que no exista identidad en cuanto al substrato
personal en ambos entes, todas vez que por virtud de los distintos pactos, o
cuando el número de concejales electos no les permita disponer de grupo propio,
pasen a integrar el grupo concejales electos pertenecientes a diversas formaciones
políticas. Unido a lo que también dispone el anterior precepto respecto de las
consecuencias que se derivan del abandono de la mayoría de concejales de un
grupo político, en cuyo caso serán los restantes concejales los que integrarán tal
grupo, aunque en tal caso la aportación económica podrá variar, como antes se
dijo, en función de la estructura que tiene, una parte fija y otra en función del
número de concejales, lo que refuerza la tesis de la autonomía de esa aportación
económica y su adscripción al funcionamiento y fines del Grupo político
municipal.
El art. 2. Uno. e) de la Ley Orgánica 8/2007 de 4 de julio dispone que, entre otros, los
recursos económicos de los Partidos Políticos estarán constituidos por las aportaciones
que en su caso puedan percibir de los grupos de representantes en las Corporaciones
Locales, a su vez el art. 3 regula las subvenciones que los Partidos Políticos pueden
percibir, para su funcionamiento, de distintas Administraciones, y entre ellas no se
encuentra la Local. En consecuencia, si una Ley con rango orgánico es la que establece
la forma y origen de la financiación económica de los partidos políticos, a ella habrá
de estarse y considerar que tal es la fuente y origen de los fondos y del patrimonio de
los partidos.
Visto ya que las asignaciones económicas que las Corporaciones pueden aprobar a favor
de los Grupos políticos no tienen naturaleza de subvención, y menos destinada al
funcionamiento del partido, queda por analizar el uso y destino que pueda hacer el
Grupo de su asignación económica. Ya hemos visto que de alguna forma, aunque
Con lo analizado, podemos concluir que no existe una regulación específica del
uso de las aportaciones económicas que los Grupos pueden hacer a sus partidos
políticos, y que, por tanto, será en cada caso la Corporación Local, encargada
además, a través de su Pleno, de controlar las cuentas del Grupo, la que deberá
establecer la correspondiente regulación, que en el supuesto de autos no consta se
haya hecho. Pero, a los nes y efectos que aquí interesan, la separación patrimonial
del Grupo respecto del partido al que pertenecen sus integrantes, resulta
interesante como lo regulado es una "aportación" que el grupo hace al Partido, lo
que resulta incompatible con cualquier ámbito de disposición que éste pueda tener
respecto de aquella asignación económica, de manera que no existe una
vinculación jurídica de la misma al partido político ni por tanto puede este hacer
uso en la forma que le convenga de la misma, ni por tanto dicha asignación
económica va a responder de deuda alguna del partido político; mal podría el
Grupo político cumplir con la mencionada obligación legal de rendir cuentas de su
asignación económica cuando le sea solicitado por el Pleno, si su partido político
pudiera tener libre disposición de la misma y quedar afecta a las deudas que
hubiera contraído como la que es objeto de autos. En definitiva que cabe afirmar
la desvinculación, a estos efectos, y por tanto, a los mismos, la consideración de
tercero del Grupo municipal respecto del partido político. Esta conclusión resulta
acorde con la valoración jurídica que de tales asignaciones económicas se
contiene en la Sentencia del Tribunal de Cuentas de 19 de diciembre de 2011,
cuando, al desestimar uno de los motivos del recurso, afirma "La pretensión de
estos recurrentes no puede prosperar por cuanto su razón esencialmente
descansa en que, una vez concedidas las ayudas a los grupos, estos gozarían de
una habilitación para disponer discrecionalmente de los fondos asignados con tal de
justificar posteriormente el cumplimiento de los requisitos formales
repetidamente señalados; bien cierto es, como también señala la resolución
recurrida en su fundamento de derecho decimocuarto, y de ello debe partirse,
que la expresión "gastos de funcionamiento o para atender su funcionamiento" (ex
artículo 28, apartado 2o de la Ley 6/1988, de 25 de agosto, de Régimen Local de la
Región de Murcia), no delimita ni detalla que gastos pueden sufragarse con cargo a
dichas subvenciones; así, tampoco cabe señalar norma jurídica alguna, al tiempo
de suceder los hechos, que determinara o enumerara en concreto los referidos
gastos; sin embargo, por su propia naturaleza y finalidad, que sí aparecen claras en
la litis (se trata de subvenciones o dotaciones económicas otorgadas por la
Corporación a los grupos municipales constituidos para subvenir a sus gastos de
funcionamiento), los perceptores se encuentran obligados a responder
contablemente de su correcta utilización que impide el destino de tales fondos
públicos a otros fines que no sean los municipales; en este sentido, el artículo 23 del
también citado Reglamento de Organización, Funcionamiento y Régimen Jurídico
de las Entidades Locales (R.D. 2568/1986), prescribe que "los miembros de las
Corporaciones Locales, a efectos de su actuación corporativa, se constituirán en
grupos"; se trata, en definitiva, de facilitar, en el ámbito local, la actuación de
dichos grupos mediante la asignación de una dotación económica que no es
INFORME
I
La sujeción a justificación de todos los pagos de naturaleza pública.
Toda salida de fondos públicos debe estar justificada. Este es un principio general, que se
concreta en muy diversos preceptos de la normativa presupuestaria de todas las
Administraciones.
La normativa local refleja este principio en los artículos 189 y 190 del Texto refundido de la
Ley de haciendas locales, aprobado por RD legislativo 2/2004, de 4 de marzo, que exigen
que se acrediten documentalmente ante el órgano que haya de reconocer las obligaciones, y
con carácter precio a la expedición de las órdenes de pago, "la realización de la prestación o
el derecho del acreedor de conformidad con los acuerdos que en su día autorizaron y
comprometieron el gasto". En caso de que no se puedan acompañar los documentos en
ese momento, se expedirán las órdenes de pago a justificar, quedando los destinatarios
obligados a justificar la aplicación de los fondos en los términos previstos en las bases de
ejecución del presupuesto. El RD 500/1990 desarrolla estos preceptos en los artículos 59 y
69 a 72, recogiendo el art. 72.2.g) la mencionada remisión a las bases de ejecución en
cuanto al régimen de justificaciones.
Por otro lado, la Ley Orgánica 2/1982, de 12 de mayo, del Tribunal de Cuentas, regula la
responsabilidad contable en el artículo 38 en los siguientes términos: "El que por acción u
omisión contraria a la Ley originare el menoscabo de los caudales o efectos públicos
quedará obligado a la indemnización de los daños y perjuicios causados", eximiendo en el
siguiente artículo de responsabilidad "cuando el retraso en la rendición, justificación o
examen de las cuentas y en la solvencia de los reparos sea debido al incumplimiento por
otros de sus obligaciones específicas, siempre que el responsable así lo haya hecho constar
por escrito".
"Aun cuando los grupos municipales ostentan unas amplias facultades para decidir
el destino de los fondos ??tienen unos contornos precisos que no pueden excederse,
siendo además necesario que quien percibe los fondos justifique el uso de los
mismos. Tampoco puede olvidarse que de admitirse el abono a los miembros de la
Corporación de cantidades fijas mensuales por el desempeño de funciones de
Concejal, ello supondría de facto un incremento de sus retribuciones con cargo a
fondos públicos del Ayuntamiento sin el cumplimiento de los requisitos establecidos
en la Ley 7/1985 "
Los órganos de control externo, voces autorizadas en la materia, son de la misma opinión.
En este sentido, interesa traer a colación el Informe de la Cámara de Cuentas de
Madrid, aprobado, por acuerdo del Consejo de la Cámara de Cuentas de 29 de
diciembre de 2015 (Informe de fiscalización de la contabilidad especifica de las
subvenciones que la Asamblea de Madrid asignó a los grupos parlamentarios,
correspondientes a los ejercicios 2011, 2012 y 2013, dentro de la IX legislatura), que por
su interés en el caso se transcribe parcialmente:
El artículo 2. Uno LOFPP, donde se recogen los recursos económicos de los partidos
políticos procedentes de fondos públicos, establece que los mismos están
constituidos, entre otros, por "Las aportaciones que, en su caso, los partidos
políticos puedan recibir de los Grupos Parlamentarios de las Cámaras de las Cortes
Generales, de las Asambleas Legislativas de las Comunidades Autónomas....·.
En la Tercera Parte del PCAFP, "Cuentas anuales", apartado I, que entró en vigor el
primero de enero de 2014, con posterioridad al final del periodo fiscalizado, se
determina que las cuentas anuales consolidadas de los partidos políticos deben
integrar "la actividad desarrollada en el ámbito institucional por los Grupos
Parlamentarios de las Cortes Generales, de las Asambleas Legislativas de las
Comunidades Autónomas (...) cuando el partido que haya presentado la
correspondiente candidatura electoral ejerza el control de su actividad o, en su
caso, en la parte proporcional", en aplicación del principio de imagen fiel.
No obstante, estas previsiones del artículo 2.Uno LOFPP y sobre cuentas consolidadas
en el PCAFP deben interpretarse, en el contexto del artículo 14.Seis LOFPP y del artículo 46
RAM, sobre la base de que la justificación de la aplicación o empleo de subvenciones
públicas es una actividad independiente de la obligación general de rendición de las
cuentas de los partidos políticos al Tribunal de Cuentas, lo que sustenta la competencia
de esta Cámara de Cuentas para examinar la misma, dado que las indicadas
subvenciones proceden presupuestariamente de una Entidad integrada en el Sector
Público madrileño, como es la Asamblea de Madrid, y que la justificación de la
aplicación o empleo de las mismas debe abarcar su totalidad, con independencia de
que su importe pueda transferirse instrumentalmente al partido político
correspondiente".
II
La siguiente cuestión a resolver es cómo los grupos políticos deben justificar el empleo
de los fondos recibidos en concepto de asignación, en otros términos, cuál es el régimen
jurídico de la justificación de las asignaciones a los grupos políticos. Esta materia
dependerá de la naturaleza jurídica de dichas asignaciones, la cual determinará la
normativa sectorial aplicable a la cuestión de la justificación aquí planteada.
"d) Las subvenciones a los grupos parlamentarios de las Cámaras de las Cortes
Generales, en los términos previstos en los Reglamentos del Congreso de los
Diputados y del Senado, así como las subvenciones a los grupos
parlamentarios de las Asambleas autonómicas y a los grupos políticos de las
corporaciones locales, según establezca su propia normativa".
"¿Hay que registrar en la BDNS las asignaciones a grupos políticos municipales previstas
en el art. 73 de La Ley 7/1985, de 2 de abril, Reguladora de las Bases del Régimen Local
(LRBRL)?
III
Alcance de control de la aplicación de las dotaciones pagadas a los grupos políticos cuando las
bases reguladoras no establecen nada.
En este informe se concluye que los grupos políticos están obligados a justificar la
aplicación de los fondos asignados para su funcionamiento al amparo del artículo 73.3 de
la LBRL.
Esta justificación debe realizarse en los términos previstos en las bases de ejecución del
presupuesto. En ausencia de regulación en las bases, podría aplicarse supletoriamente la
LGS, según parece deducirse de la interpretación que hace la IGAE de dicha Ley, a pesar
de que están excluidos de su ámbito de aplicación (art. 4.d LGS).
a) No suele haber instrucciones del Pleno (no las hay de la Cámara de Madrid) en relación a
la llevanza específica de la contabilidad por parte de los GP.
El art. 73 Ley 7/1985 de 2 de abril exige que los grupos políticos "deberá llevar una
contabilidad específica de la dotación a que se refiere el párrafo segundo de este
apartado 3, que pondrán a disposición del Pleno siempre que lo solicite".
b) Debe verificarse si por el Pleno se ha requerido alguna vez a los GP para que presenten
la contabilidad específica de estas aportaciones.
c) La ausencia de instrucciones del Pleno por la que se concreten los gastos que pueden
realizarse con estos fondos. Así, el informe de la Cámara de Madrid señala como
limitación a su actuación fiscalizadora:
El artículo 73.3 de la Ley 7/85 de 2 de abril establece que no se pueden destinar estos
recursos "al pago de remuneraciones de personal ni a la adquisición de bienes que
puedan constituir activos fijos de carácter patrimonial".
3. Asimismo, con la misma finalidad, se sugiere que los gastos de los GP sean
contratados por ellos mismos o que, en el supuesto de que se encarguen trabajos, o la
realización de cualquier tipo de gasto, a la formación política correspondiente, estos
encargos consten por escrito en los correspondientes acuerdos o convenios escritos,
donde se especifiquen el objeto y las características del encargo, así como la compensación
económica acordada.
En esta misma línea, y tratando otras cuestiones de interés relacionadas con el tema
que aquí nos ocupa, se pronuncia el informe de la de 18 de abril de 2016 del Servicio de
asesoramiento a entidades locales de la Región de Murcia.
CONCLUSIONES
El régimen de justificación debe aprobarse por el Pleno de la entidad local en las bases de
ejecución del presupuesto.
En cualquier caso, el art. 73.3 de la LBRL establece unos condicionantes cuya correcta
ejecución debe ser fiscalizada.
No parece descabellado concluir que la asignación a los grupos políticos se realiza con la
finalidad de que puedan ejercer sus funciones, por lo que esta deberá ser la guía en la
fiscalización de los gastos, pudiendo aplicarse de forma supletorio el régimen de
justificación y comprobación recogido en la Ley General de Subvenciones.
INFORME
La alternativa pasa, por ejemplo, por negociar con la Diputación la cancelación del convenio
por imposibilidad sobrevenida, debida a razones ajenas a la entidad local (el retraso, que deberá
justificarse, por parte de la Comunidad Autónoma en conceder la autorización para la
actuación en suelo de interés patrimonial) y la firma de un nuevo convenio, en el que podría
innovarse el tema del cómputo del plazo, teniendo en cuenta la pendencia de los informes
de otras Administraciones.
De esta manera se evitaría el eventual expediente sancionatorio por incumplimiento del objeto
de la subvención (Título VI de la LGS 38/2003)
Otra vía sería la siguiente: Si las condiciones, especialmente de plazos, fueran favorables,
podría intentarse igualmente la modificación del convenio en lo que se refiere, no ya al plazo
de presentación de la justificación (art. 30 LGS), sino de la ejecución del objeto de la
subvención, siempre que esto no vulnere las condiciones de concurrencia, en su caso.
El Ayuntamiento otorgó una subvención nominativa a una Asociación sin ánimo de lucro
para la organización de un Festival (el Festival es "propiedad" de la Asociación).
Se hizo un anticipo del 75% de la subvención y el resto del 25% debe pagarse después
de justificar los gastos.
2.ª Que se obtenga la previa autorización del órgano concedente en los términos
que se fijen en las bases reguladoras. (...)"
Preguntas:
• ¿Hay alguna forma de subsanar dicha falta de autorización?
• Ante la falta de autorización regulada en bases, ¿debe exigirse el reintegro?
• En caso de que no fuera una Asociación, sino una sociedad mercantil la beneficiaria,
¿el resultado sería el mismo? es decir, si las facturas las emitiera el administrador o
gerente a la propia sociedad.
INFORME
En primer lugar, debe señalarse que el acuerdo de concesión nominativa o el convenio tiene
carácter de bases reguladoras a los efectos de la LGS y debe incluir los siguientes extremos
(art. 65.3 RD 887):
a) Determinación del objeto de la subvención y de sus beneficiarios, de acuerdo con la
asignación presupuestaria.
b) Crédito presupuestario al que se imputa el gasto y cuantía de la subvención,
individualizada, en su caso, para cada beneficiario si fuesen varios.
c) Compatibilidad o incompatibilidad con otras subvenciones, ayudas, ingresos o recursos
para la misma finalidad, procedentes de cualesquiera Administraciones o entes
públicos o privados, nacionales, de la Unión Europea o de organismos
internacionales.
d) Plazos y modos de pago de la subvención, posibilidad de efectuar pagos anticipados
y abonos a cuenta, así como el régimen de garantías que, en su caso, deberán
aportar los beneficiarios.
e) Plazo y forma de justificación por parte del beneficiario del cumplimiento de la finalidad
para la que se concedió la subvención y de la aplicación de los fondos percibidos.
Estos requisitos son los que se exigen en el artículo 17 de la LGS para las bases reguladoras.
Por otro lado, el artículo 29 de la LGS que se cita en la consulta se refiere a la subcontratación
de las actividades subvencionadas por los beneficiarios.
El apartado primero del artículo mencionado define la subcontratación en los siguientes
términos:
"1. A los efectos de esta ley, se entiende que un beneficiario subcontrata cuando
concierta con terceros la ejecución total o parcial de la actividad que constituye el
objeto de la subvención. Queda fuera de este concepto la contratación de aquellos
gastos en que tenga que incurrir el beneficiario para la realización por sí mismo de la
actividad subvencionada".
El apartado segundo condiciona la subcontratación a que la normativa reguladora de la
subvención lo prevea, y su porcentaje no podrá exceder del que se fije en las bases
reguladoras de la subvención o, como sucede en el presente caso por tratarse de una
subvención nominativa, en la resolución o convenio.
Sólo en el caso de la subcontratación entran en juego las limitaciones previstas en el apartado
7 del artículo 29 citado. No está muy claro, por lo que se indica en la consulta, si la actividad se
ha subcontratado o, por el contrario, se realiza por la Asociación beneficiaria, quien, para la
ejecución de la actividad, contrata con determinados proveedores, a quien paga, y cuyas
facturas sirven de justificante de los fondos aplicados a la actividad.
Si fuera una subcontratación, debería estar prevista esta posibilidad, así como el porcentaje
permitido para subcontratar, en la resolución de concesión o en el convenio, cuestión que el
consultante informa en sentido negativo, por lo que parece que se está en el segundo
escenario, el de la ejecución por el propio beneficiario.
En este caso, lo que se plantea es si la mitad del gasto puede justificarse mediante facturas del
Presidente de la Asociación beneficiaria, del secretario y del tesorero de la misma, así como si
el pago de autónomo del Presidente es un gasto elegible.
El régimen de los gastos elegibles, además de en las bases reguladoras de la subvención, (o en
la resolución o convenio cuando se trate de subvenciones nominativas), se regula en el art. 31
de la LGS, desarrollado por los arts. 83 y siguientes del RD 887/2006.
El apartado primero del precepto legal mencionado considera subvencionables:
"(...) aquellos que de manera indubitada respondan a la naturaleza de la actividad
subvencionada, resulten estrictamente necesarios y se realicen en el plazo establecido por las
diferentes bases reguladoras de las subvenciones?.
Tres son, por tanto, los requisitos de los gastos subvencionables, dependiendo de la casuística
de cada actividad subvencionada si se cumplen o no:
• Su directa vinculación con la actividad subvencionada
• Que resulten estrictamente necesarios para la realización de la actividad
• Que se realicen ene le plazo establecido en las bases reguladoras (o en la resolución o
convenio).
Por lo tanto, a falta de otra regulación en las bases, resolución o convenio, habrá que estar a
los conceptos por los cuales facturan los interesados para verificar si se trata de gastos
relacionados con la actividad y si son estrictamente necesarios.
A priori, la cuota de autónomo del Presidente no parece un gasto elegible, pues el pago lo
realiza el interesado, no la asociación, y no parece necesario para la actividad subvencionada,
ya que su finalidad es cubrir las contingencias sociales del asegurado.
Recuérdese también que se está realizando la fiscalización previa del gasto, que se circunscribe
a la comprobación de la justificación documental (art. 84 RD 887/2006), y que puede limitarse
a:
"En aquellos supuestos en los que el pago de la subvención se realice previa aportación
de la cuenta justificativa, en los términos previstos en el artículo 72 de este
Reglamento, la comprobación formal para la liquidación de la subvención podrá
comprender exclusivamente los siguientes documentos:
a) la memoria de actuación justificativa del cumplimiento de las condiciones impuestas
en la concesión de la subvención, con indicación de las actividades realizadas y de los
resultados obtenidos.
b) la relación clasificada de los gastos e inversiones de la actividad, con identificación
del acreedor y del documento, su importe, fecha de emisión y, en su caso, fecha de
pago. En caso de que la subvención se otorgue con arreglo a un presupuesto, se
indicarán las desviaciones acaecidas.
c) el detalle de otros ingresos o subvenciones que hayan financiado la actividad
subvencionada con indicación del importe y su procedencia.
En el supuesto previsto en el apartado anterior, la revisión de las facturas o documentos
de valor probatorio análogo que, en su caso, formen parte de la cuenta justificativa,
deberán ser objeto de comprobación en los cuatro años siguientes sobre la base de una
muestra representativa, sin perjuicio de las especialidades previstas en el apartado 3 del
artículo 75 de este Reglamento".
Posteriormente debe procederse a la comprobación material de la realización de la actividad
(control financiero, véase el RD 429/2017 de control interno), a través del plan anual de
actuación, en aplicación del art. 87 del citado RD y 32 de la LGS, donde la Administración podrá
comprobar el valor de mercado de ls gastos subvencionados (arts. 33 LGS y 85 al 87 del RD
887/006).
Sin tener a la vista el expediente, da la impresión de que los interesados facturan por su
trabajo en la Asociación. Si así fuera, puede tener otras connotaciones de presunto
incumplimiento de la normativa laboral, por cuanto quizás deberían cobrar como asalariados
de la Asociación y no facturar a esta como autónomos, excepto el Presidente (que ya paga
autónomos), lo que se dice con todas las reservas por falta de datos concretos.
Conclusiones
1. ¿Hay alguna forma de subsanar dicha falta de autorización?
No parece que se trate de una subcontratación y, de ser así, entendemos que no puede
subsanarse, pues habría que modificar la resolución o convenio.
2. Ante la falta de autorización regulada en bases, ¿debe exigirse el reintegro?
Partiendo de la tesis de que no se trata de una subcontratación, el reintegro sólo procedería si
las facturas no pueden considerarse como gastos necesarios y vinculados a la actividad.
3. En caso de que no fuera una Asociación, sino una sociedad mercantil la beneficiaria, ¿el
resultado sería el mismo? es decir, si las facturas las emitiera el administrador o gerente a la
propia sociedad.
Si las facturas las emitiera el gerente o Administrador, tendría ya una relación laboral con la
empresa. A falta de otra norma que establezca la incompatibilidad yo improcedencia de este
tipo de gastos, habría que verificar si se cumplen los requisitos ya mencionados del art. 31,1 de
la LGS
4. El gasto correspondiente al importe que el Presidente paga como autónomo, ¿es
subvencionable?
La cuota de autónomo del Presidente no parece un gasto elegible, pues el pago lo realiza el
interesado, no la Asociación, y no parece necesario para la actividad subvencionada, ya que su
finalidad es cubrir las contingencias sociales del asegurado.
INFORME
INFORME
cuentas y en la solvencia de los reparos sea debido al incumplimiento por otros de sus
obligaciones específicas, siempre que el responsable así lo haya hecho constar por escrito.
La Ley 7/1988, de 5 de abril, de funcionamiento del Tribunal de Cuentas, dedica el Título V a la
jurisdicción contable y sus procedimientos, definiendo su naturaleza en el artículo 49 de la
siguiente manera:
“1. La jurisdicción contable conocerá de las pretensiones de responsabilidad que,
desprendiéndose de las cuentas que deben rendir todos cuantos tengan a su cargo el
manejo de caudales o efectos públicos, se deduzcan contra los mismos cuando, con
dolo, culpa o negligencia graves, originaren menoscabo en dichos caudales o efectos a
consecuencia de acciones u omisiones contrarias a las leyes reguladoras del régimen
presupuestario y de contabilidad que resulte aplicable a las entidades del sector
público o, en su caso, a las personas o entidades perceptoras de subvenciones,
créditos, avales u otras ayudas procedentes de dicho sector. Sólo conocerá de las
responsabilidades subsidiarias, cuando la responsabilidad directa, previamente
declarada y no hecha efectiva, sea contable
Los arts. 68 al 72 regulan el procedimiento del juicio de cuentas y los arts. 72 al 74 el
procedimiento de reintegro por alcance, que se define como:
“… el saldo deudor injustificado de una cuenta o, en términos generales, la ausencia de
numerario o de justificación en las cuentas que deban rendir las personas que tengan a
su cargo el manejo de caudales o efectos públicos, ostenten o no la condición de
cuentadantes ante el Tribunal de Cuentas.
Y la malversación queda definida en el apartado 2 del mismo precepto 72 como:
“… se considerará malversación de caudales o efectos públicos su sustracción, o el
consentimiento para que ésta se verifique, o su aplicación a usos propios o ajenos por
parte de quien los tenga a su cargo”.
Analizada la normativa aplicable al caso, procede el turno a la jurisprudencia que se ha podido
examinar al respecto. La STCu. 18/2011 de 19 diciembre considera, en línea con lo que se ha
venido afirmando, que:
“Aun cuando los grupos municipales ostentan unas amplias facultades para
decidir el destino de los fondos ……tienen unos contornos precisos que no pueden
excederse, siendo además necesario que quien percibe los fondos justifique el uso de
los mismos. Tampoco puede olvidarse que de admitirse el abono a los miembros de la
Corporación de cantidades fijas mensuales por el desempeño de funciones de
Concejal, ello supondría de facto un incremento de sus retribuciones con cargo a
fondos públicos del Ayuntamiento sin el cumplimiento de los requisitos establecidos
en la Ley 7/1985 (…)”
Los órganos de control externo, voces autorizadas en la materia, son de la misma opinión. En
este sentido, interesa traer a colación el Informe de la Cámara de Cuentas de Madrid,
aprobado, por acuerdo del Consejo de la Cámara de Cuentas de 29 de diciembre de 2015
(Informe de fiscalización de la contabilidad especifica de las subvenciones que la Asamblea de
Madrid asignó a los grupos parlamentarios, correspondientes a los ejercicios 2011, 2012 y
2013, dentro de la IX legislatura), que por su interés en el caso se transcribe parcialmente:
“I.4. Objetivos, Alcance y Limitaciones.
Las subvenciones objeto de fiscalización son de carácter no condicionado, en el
6
Siglas: GP: Grupo Parlamentario. AM: Asamblea de Madrid. PCAF: Plan de Contabilidad adaptado a las
formaciones políticas. LOFPP: Ley Orgánica de financiación de los partidos políticos. RAM: Reglamento
de la Asamblea de Madrid.
II
Naturaleza jurídica de las asignaciones económicas a los grupos políticos reguladas en el
artículo 73.3 de la Ley 7/985, de 2 de abril.
La siguiente cuestión a resolver es cómo los grupos políticos deben justificar el empleo de los
fondos recibidos en concepto de asignación, en otros términos, cuál es el régimen jurídico de
la justificación de las asignaciones a los grupos políticos. Esta materia dependerá de la
naturaleza jurídica de dichas asignaciones, la cual determinará la normativa sectorial aplicable
a la cuestión de la justificación aquí planteada.
La Ley 38/2003, de 17 de noviembre, General de subvenciones (LGS) regula, en su artículo 4,
las exclusiones del ámbito de aplicación de dicha ley. Entre ellas, figuran:
“d) Las subvenciones a los grupos parlamentarios de las Cámaras de las Cortes
Generales, en los términos previstos en los Reglamentos del Congreso de los
Diputados y del Senado, así como las subvenciones a los grupos parlamentarios de las
Asambleas autonómicas y a los grupos políticos de las corporaciones locales, según
establezca su propia normativa”.
No obstante lo anterior, La IGAE, en el documento “FAQ BDNS Respuestas a preguntas
frecuentes”, de enero 2017, mantiene la siguiente interpretación en su apartado 4.8 de la
(forma de justificación prevista como supletoria en la LGS, art. 30, cuando las bases
reguladoras no establecen otra modalidad).
Se subraya la condición de “supletoria” de la LGS en esta material pues el art. 73.3 de la Ley
7/1985 de 2 de abril y, con mayor precisión, los preceptos del TRLHL glosados en el punto
anterior de este informe, remiten a las bases de ejecución del presupuesto la determinación
de la forma de justificar estos fondos. Bases de ejecución que, en aplicación del principio de
jerarquía normativa, deben respetar la Ley.
III
Alcance de control de la aplicación de las dotaciones pagadas a los grupos políticos cuando
las bases reguladoras no establecen nada.
En este informe se concluye que los grupos políticos están obligados a justificar la aplicación
de los fondos asignados para su funcionamiento al amparo del artículo 73.3 de la LBRL.
Esta justificación debe realizarse en los términos previstos en las bases de ejecución del
presupuesto. En ausencia de regulación en las bases, podría aplicarse supletoriamente la LGS,
según parece deducirse de la interpretación que hace la IGAE de dicha Ley, a pesar de que
están excluidos de su ámbito de aplicación (art. 4.d LGS).
La función interventora en relación a estas dotaciones consiste en verificar el adecuado
empleo de estos fondos, conforme a la Ley y a las bases de ejecución del presupuesto. La LBRL,
en su artículo 73.3, establece unas condiciones en el uso de estos fondos (no dedicarlos a
gastos de personal ni a activos fijos) y requisitos (en cuanto a la cuantía de la dotación, que se
compone de una parte fija y una variable) y la exigencia de llevar una contabilidad separada)
que hay que comprobar, pero la ausencia de desarrollo en las bases de ejecución dificulta su
control financiero.
Limitaciones al control interno,
Este mismo problema lo ha sufrido la Cámara de Cuentas de Madrid en el informe de 29 de
diciembre de 2015, citado en el punto I anterior, por lo que interesa traer aquí las
consideraciones y el resultado de su actividad de control, en las que se hace especial
referencia a las limitaciones que supone en la fiscalización del destino que se ha dado a
estos fondos por los Grupos políticos, debido a la ausencia de normas específicas de
desarrollo, para extrapolarlas a las entidades locales:
a) No suele haber instrucciones del Pleno (no las hay de la Cámara de Madrid) en relación
a la llevanza específica de la contabilidad por parte de los GP
El art. 73 Ley 7/1985 de 2 de abril exige que los grupos políticos “deberá llevar una
contabilidad específica de la dotación a que se refiere el párrafo segundo de este
apartado 3, que pondrán a disposición del Pleno siempre que lo solicite”.
b) Debe verificarse si por el Pleno se ha requerido alguna vez a los GP para que presenten
la contabilidad específica de estas aportaciones.
c) La ausencia de instrucciones del Pleno por la que se concreten los gastos que pueden
realizarse con estos fondos. Así, el informe de la Cámara de Madrid señala como
limitación a su actuación fiscalizadora:
“No constan instrucciones de la Mesa de la AM que contemplen los siguientes
extremos: una mayor especificación de la naturaleza de los gastos a los que ha de
aplicarse la subvención, ya que se observa que determinados tipos de gastos, como los
de comunicaciones o material de oficina, son asumidos también directamente por el
presupuesto de la AM; la justificación requerida para determinados tipos de gastos,
tales como las prestaciones de servicios realizadas a los GP por las formaciones
políticas, o los gastos asumidos por ellas por cuenta del GP; o acerca de las
retribuciones complementarias a los Diputados por encargos específicos dentro del
GP; ni tampoco en relación con medidas razonables de control interno, como la
apertura de cuentas corrientes de titularidad exclusiva de los propios GP y la solicitud
por éstos del correspondiente NIF, a los efectos de que las facturas correspondientes
se emitan a nombre del GP.
El artículo 73.3 de la Ley 7/85 de 2 de abril establece que no se pueden destinar estos
recursos “al pago de remuneraciones de personal ni a la adquisición de bienes que
puedan constituir activos fijos de carácter patrimonial”.
d) La ausencia de normas para el reintegro de los fondos no aplicados, o de los aplicados
incorrectamente por los GP.
e) El alto porcentaje de estos recursos que se transfiere por los GP a los partidos y
formaciones políticas, por lo que se impide determinar su efectiva aplicación, lo que
ha determinado que por la Cámara de Cuentas de Madrid se solicite la
correspondiente información de las formaciones políticas perceptoras de los fondos.
Recomendaciones del órgano fiscalizador.
Siguiendo el ilustrativo ejemplo del informe de la Cámara de Cuentas, sus
recomendaciones también pueden servir de guía al órgano fiscalizador de las entidades locales
en las que se reproduzca esta situación de falta de desarrollo en las bases reguladoras:
1. Se recomienda que, por el Pleno del Ayuntamiento, se aprueben
instrucciones más precisas sobre la naturaleza de los gastos a los que pudiera
aplicarse la subvención, su contabilización y justificación posterior.
2. Con el fin de deslindar sus propios gastos de los de la formación política
correspondiente, facilitando con ello la justificación de la aplicación o empleo de los
fondos percibidos del Ayuntamiento en orden a permitir su adecuado funcionamiento,
sería conveniente que todos los Grupos Parlamentarios ingresasen las subvenciones
en cuentas bancarias a su nombre, y que los correspondientes pagos se produjeran
también, en lo posible, desde las mismas.
3. Asimismo, con la misma finalidad, se sugiere que los gastos de los GP sean
contratados por ellos mismos o que, en el supuesto de que se encarguen trabajos, o
la realización de cualquier tipo de gasto, a la formación política correspondiente,
estos encargos consten por escrito en los correspondientes acuerdos o convenios
escritos, donde se especifiquen el objeto y las características del encargo, así como la
compensación económica acordada.
En esta misma línea, y tratando otras cuestiones de interés relacionadas con el tema que aquí
nos ocupa, se pronuncia el informe de la de 18 de abril de 2016 del Servicio de asesoramiento
a entidades locales de la Región de Murcia.
CONCLUSIONES
La dotación a los grupos políticos debe justificarse por dichos grupos.
El régimen de justificación debe aprobarse por el Pleno de la entidad local en las bases de
ejecución dl presupuesto.
En el caso en que no se haya previsto nada en las bases de ejecución, la fiscalización de la
aplicación de los fondos está limitada y debe recomendarse a la entidad que regule el régimen
INFORME
En primer lugar, debe abordarse el tema de la forma de adjudicación. La general es la de
concurrencia competitiva. Entiendo que en este caso debería aprobarse la subvención
nominativa con motivo de la aprobación o modificación del presupuesto (art. 22.2ª) LGS
38/2003).
Esto sin olvidar que también debe aprobarse, en un plan estratégico de subvenciones, los
objetivos y efectos que se pretendan con su aplicación, plazo, costes financiación y
cumplimento de los objetivos de estabilidad (art. 8 LGS)
En segundo lugar, deben aprobarse el correspondiente convenio de colaboración o resolución
de concesión que, contendrá el objeto de estas subvenciones nominativas y todo lo que se
refiera a su régimen jurídico (22.2.a) LGS)
Pues bien es este convenio o bases el que debe concretar todos los aspectos de la subvención,
incluida la posibilidad de subvencionar gastos de ejercicios cerrados. El tema radica, por lo
tanto, en si existe algún límite para subvencionar actividades ya realizadas y, por lo tanto, que
la cuenta justificativa (arts. 72 y ss RLGS, aprobado por RD 887/2006) incorpore facturas y
documentos de pago de ejercicios anteriores.
A estos efectos, el art. 31.1 de la LGS establece: “Se consideran gastos subvencionables, a los
efectos previstos en esta ley, aquellos que de manera indubitada respondan a la naturaleza de
la actividad subvencionada, resulten estrictamente necesarios y se realicen en el plazo
establecido por las diferentes bases reguladoras de las subvenciones.”
Del literal de este precepto no se deduce que se impongan limitaciones para financiar
actividades ya realizadas, lo que se limita es el plazo “final” de la actividad, pero no el plazo
“inicial”. No obstante lo anterior, entiendo que esto debe ser excepcional y que debe
motivarse debidamente financiar gastos de ejercicios anteriores, motivación que podría
fundarse en el cumplimento de un acuerdo municipal anterior, como es al que hace referencia
la consulta: el acuerdo marco entre el Ayuntamiento y el personal.
INFORME
CONSIDERACIONES JURÍDICAS
I
Análisis de la normativa en materia de subvenciones y presupuestaria.
La regla general en materia de pago de subvenciones es que se realice previa justificación de la
misma (art. 34.3 LGS 38/2003). Excepcionalmente, puede realizarse el pagos anticipados “que
supondrán entregas de fondos con carácter previo a la justificación, como financiación
necesaria para poder llevar a cabo las actuaciones inherentes a la subvención. Dicha
posibilidad y el régimen de garantías deberán preverse expresamente en la normativa
reguladora de la subvención” (art. 34,4 LGS 38/2003). El art. 88 del RD 887/2006, de 21 de julio
desarrolla este precepto 7. Este precepto inicia el Capítulo V del Título II del Reglamento,
capítulo que se titula “Procedimiento de gestión presupuestaria”, y no hace referencia a la
7
Artículo 88 Pago de la subvención
1. El pago de la subvención se realizará previa justificación, por el beneficiario, y en la parte proporcional
a la cuantía de la subvención justificada, de la realización de la actividad, proyecto, objetivo o adopción
del comportamiento para el que se concedió, en los términos establecidos en la normativa reguladora
de la subvención, salvo que en atención a la naturaleza de aquélla, dicha normativa prevea la posibilidad
de realizar pagos anticipados, de acuerdo con lo previsto en el artículo 34.4 de la Ley General de
Subvenciones. Cuando la subvención se conceda en atención a la concurrencia de una determinada
situación en el perceptor no se requerirá otra justificación que la acreditación conforme a los medios
que establezca la normativa reguladora.
2. Con carácter general, salvo que las bases reguladoras establezcan lo contrario y en función de las
disponibilidades presupuestarias, se realizarán pagos anticipados en los términos y condiciones
previstos en el artículo 34.4 de la Ley General de Subvenciones en los supuestos de subvenciones
destinadas a financiar proyectos o programas de acción social y cooperación internacional que se
concedan a entidades sin fines lucrativos, o a federaciones, confederaciones o agrupaciones de las
mismas, así como subvenciones a otras entidades beneficiarias siempre que no dispongan de recursos
suficientes para financiar transitoriamente la ejecución de la actividad subvencionada.
8
2. Quedan exonerados de la constitución de garantía, salvo previsión expresa en contrario en las bases
reguladoras:
a) Las Administraciones Públicas, sus organismos vinculados o dependientes y las
sociedades mercantiles estatales y las fundaciones del sector público estatal, así como análogas
entidades de las Comunidades Autónomas y de las Entidades Locales.
b) Los beneficiarios de subvenciones concedidas por importe inferior a 3.000 euros,
salvo en los supuestos establecidos en el apartado 3 de este artículo.
c) Las entidades que por Ley estén exentas de la presentación de cauciones, fianzas o
depósitos ante las Administraciones Públicas o sus organismos y entidades vinculadas o dependientes.
d) Las entidades no lucrativas, así como las federaciones, confederaciones o
agrupaciones de las mismas, que desarrollen proyectos o programas de acción social y cooperación
internacional.
3. Salvo que las bases reguladoras establezcan lo contrario, estarán obligados a constituir garantía las
personas o entidades cuyo domicilio se encuentre radicado fuera del territorio nacional y carezcan de
establecimiento permanente en dicho territorio y no tengan el carácter de órganos consultivos de la
Administración española, sin perjuicio de las especialidades que pudieran establecerse al amparo de la
Disposición Adicional Decimoctava de la Ley.
9
El procedimiento del reintegro se regula en los artículos 94 al 101 del RD 887/2006, de 21 de julio, por
el que se aprueba el Reglamento de la Ley 38/2003, de 17 de noviembre, General de Subvenciones.
CONCLUSIÓN
Del análisis efectuado, concluyo que se actúa correctamente aplicando el pago anticipado de
la subvención al presupuesto de gasto.
INFORME
CONSIDERACIONES JURÍDICAS
El régimen de concesión de las subvenciones se regula en el artículo 22 de la Ley 38/2013
General de Subvenciones (LGS, en posteriores citas), cuyo apartado 2.a) establece la concesión
directa para las previstas nominativamente en los presupuestos de las entidades locales.
Añade este apartado que:
“A efectos de lo establecido en el párrafo anterior, se entiende por subvención
prevista nominativamente en los Presupuestos Generales del Estado aquella en que al
menos su dotación presupuestaria y beneficiario aparezcan determinados en los
estados de gasto del Presupuesto. El objeto de estas subvenciones deberá quedar
determinado expresamente en el correspondiente convenio de colaboración o
resolución de concesión que, en todo caso, deberá ser congruente con la clasificación
funcional y económica del correspondiente crédito presupuestario”.
La problemática que se plantea es que se ha dotado una partida genérica de subvenciones y
plantea:
a) Bien aprobar una transferencia de Alcaldía de esa aplicación a otras aplicaciones más
desagregadas en subconceptos o partidas para identificar cada una de las comparsas
beneficiarias de la subvención nominativa.
b) Bien “modificar el estado de gastos mediante acuerdo plenario y con los requisitos de
publicidad del artículo 169 TRLHL”
Pues bien, en mi opinión, y por la práctica vivida en otros Ayuntamientos, las subvenciones
nominativas se recogen en las bases de ejecución del presupuesto, indicando el beneficiario, el
importe, la partida, el objeto y cuanta otra información estime procedente.
No es preciso consignar partidas presupuestarias diferenciadas por cada subvención
nominativa. En el caso que plantea, la aplicación de subvenciones para comparsas es única
para todas ellas, pues el programa de gastos y el concepto es el mismo, por lo que no tiene
porqué aprobar modificaciones presupuestarias.
Si en las bases de ejecución (o en un anexo al presupuesto, como hacen algunos
Ayuntamientos) no ha relacionado los beneficiarios de la subvenciones nominativas, deberá
modificar esas bases (añadirla, en este caso), mediante el procedimiento de aprobación –
modificación del presupuesto previsto en el Texto refundido de la Ley de Haciendas Locales.
Buenos días!
En relación con las subvenciones nominativas el artículo 22.2 a) de la Ley 38/2003 General de
Subvenciones (en adelante LGS) establece que “Podrán concederse de forma directa las
siguientes subvenciones:
Por su parte establece el artículo 28.1 LGS que “La resolución de concesión y, en su caso, los
convenios a través de los cuales se canalicen estas subvenciones establecerán las condiciones y
compromisos aplicables de conformidad con lo dispuesto en esta ley. Los convenios serán el
instrumento habitual para canalizar las subvenciones previstas nominativamente en los
Presupuestos Generales del Estado, o en los de las corporaciones locales, sin perjuicio de lo que
a este respecto establezca su normativa reguladora.
Añade el 47.5 Ley 47/2003 General Presupuestaria establece en relación con las subvenciones
nominativas que “No podrán adquirirse compromisos de gasto con cargo a ejercicios futuros
cuando se trate de la concesión de subvenciones a las que resulte de aplicación lo dispuesto en
el artículo 22.2.a) de la Ley 38/2003, de 17 de noviembre, General de Subvenciones.”
Gracias
INFORME
I.
Sobre la prelación de fuentes en materia local.
El artículo 1 del RD Legislativo 2/2004, de 4 de marzo, por el que se aprueba el Texto refundido
de la Ley de haciendas locales (TRLHL, en lo sucesivo), establece que los preceptos de dicha
norma tiene la consideración de bases del régimen jurídico financiero de la Administración
local al amparo del artículo 149.1.18, y hemos de entender que los referidos al menos los del
Título VI Presupuesto y gasto público, que son los que afectan al tema que aquí nos ocupa, sin
perjuicios de las competencias exclusivas que le corresponden al Estado en virtud del 149.1.14
de la Constitución. (CE, en adelante)
Por su parte, el artículo 1 de la Ley 47/2003, General Presupuestaria (LGP, en posteriores
citas) limita su ámbito de aplicación al “del régimen presupuestario, económico-financiero, de
contabilidad, intervención y de control financiero del sector público estatal.” Todo ello sin
perjuicio del carácter supletorio del derecho estatal (artículo 149.2 CE).
Por lo tanto, la primera conclusión es que los preceptos de la LGP sólo se aplican en caso de
laguna legal del TRLHL, o como instrumento interpretativo de las normas específicas locales.
En otros términos, cuando la normativa aplicable a las entidades locales con el rango de bases
de su régimen jurídico financiero o de legislación exclusiva pueda ser considerada como
legislación suficiente para regular la materia que proceda, no se aplicará la LGP.
II
Análisis del artículo 47.5 de la LGP
El artículo 47 LGP fue modificado, con efectos de 1 de enero de 2013 y con vigencia indefinida,
por los apartados dos y tres de la disposición final décimo cuarta de la Ley 17/2012, de 27 de
diciembre, de Presupuestos Generales del Estado para el año 2013.
Las redacciones anteriores a la actual no incluían la prohibición del apartado 5 de aprobar
gastos plurianuales cuyo objeto sean las subvenciones nominativas previstas en los
presupuestos anuales. La redacción original, y las sucesivas modificaciones anteriores a la
operada por la Ley 17/2012, eran similares a la hoy vigente en el TRLHL, por la que se
establecen unos limites temporales y cuantitativos a los compromisos de determinados gastos
de ejercicios posteriores, permitiendo al órgano de gobierno superar dichos limites por
razones excepcionales.
Esta consideración, unida a la anterior, nos llevan igualmente a la conclusión de la inaplicación
del apartado 5 del artículo 47 de la LGP a las entidades locales, pues esta últimas están
dotadas de un régimen jurídico financiero especial y diferente del sector público estatal.
III
El régimen de los gastos plurianuales es el contenido en el artículo 174 del TRLHL
Al hilo de lo anterior, el régimen jurídico de los gastos plurianuales, cuando afectan a las
entidades locales, es el contenido en el 174 del TRLHL, con el rango de legislación básica
Este precepto recoge la posibilidad de adquirir compromisos de gastos que hayan de
extenderse a ejercicios posteriores siempre que su ejecución se inicie en el propio ejercicio en
que se autorizan y se encuentren en algunas de las situaciones que en él se detallan, de las que
aquí interesa citar las transferencias de capital (letra a del apartado 2 del citado artículo) y las
transferencias corrientes que se deriven de convenios suscritos con otras entidades públicas o
privadas sin ánimo de lucro (letra e).
De la lectura de este precepto se concluye que ninguna excepción se hace de las subvenciones,
excepto la corrientes a favor de personas físicas o de personas jurídicas con ánimo de lucro,
por la precisión de la letra e) mencionada.
Ahora bien, debe ponerse en juego otra normativa básica para dilucidar la cuestión de si las
subvenciones, en la modalidad de las nominativas previstas en el presupuesto, pueden
autorizarse con el carácter de plurianual.
IV
Otra normativa básica: la LGS y el régimen de las subvenciones nominativas
Muchas gracias
INFORME
Por otro lado, el artículo 16 del RD 520/2005 de 13 de mayo, enumera los conceptos que se
incluyen en la devolución de ingresos indebidos:
«Artículo 16. Contenido del derecho a la devolución de ingresos indebidos.
La cantidad a devolver como consecuencia de un ingreso indebido estará constituida
por la suma de las siguientes cantidades:
a) El importe del ingreso indebidamente efectuado. (…)
b) Las costas satisfechas cuando el ingreso indebido se hubiera realizado durante el
procedimiento de apremio.
c) El interés de demora vigente a lo largo del periodo en que resulte exigible, sobre las
cantidades indebidamente ingresadas, sin necesidad de que el obligado tributario lo
solicite, de acuerdo con lo previsto en el artículo 32.2 de la Ley 58/2003, de 17 de
diciembre .»
Aunque este artículo anterior se refiere a las devoluciones de ingresos indebidos de naturaleza
tributaria, la disposición adicional segunda de la misma norma dispone, en su apartado 2 que
«las disposiciones de este reglamento relativas al procedimiento de devolución de ingresos
indebidos se aplicarán como supletorias en las devoluciones de las cantidades que constituyan
ingresos de naturaleza pública, distintos de los tributos».
La cuestión que se plantea inmediatamente es si esas costas satisfechas y el interés de demora
se aplican también al Presupuesto de ingresos corriente, como la devolución por el importe del
ingreso indebidamente efectuado, o por el contrario se aplican al Presupuesto de gastos de la
entidad. La doctrina entiende, y así lo comparto, que sigue vigente y aplicable la consulta
2/1995 de la IGAE, a pesar de que dicha consulta tomaba como principal referencia el artículo
13 del RD 1163/1990 de 21 de septiembre, precepto derogado por la letra e) del número 1 de
la disposición derogatoria única del R.D. 1065/2007, de 27 de julio, por el que se aprueba el
Reglamento General de las actuaciones y los procedimientos de gestión e inspección tributaria
y de desarrollo de las normas comunes de los procedimientos de aplicación de los tributos
El derogado artículo establecía, de forma meridianamente clara:
De todo lo anterior, se concluye que se mantiene en sus mismos términos la razón sustancial
de que la devolución de los ingresos indebidos y los intereses deben aplicarse al concepto
presupuestario de ingresos que los refleje, incluso aunque no existe recaudación suficiente
para minorarlo o no exista el concepto de ingresos en el presupuesto. Esta razón es que se
mantiene en sus mismos términos el instituto de la devolución de ingresos, como acto
administrativo cuyo contenido sigue siendo la suma del importe ingresado indebidamente y
de los intereses de demora, cuya “unidad de acto” exige también un tratamiento
presupuestario único.
Otro tema es el de los asientos en contabilidad financiera.
Contemplemos el caso de que la subvención se ha considerado no reintegrable y ha pasado a
la cuenta 130 y de ahí parcialmente a resultados.
__________________________ x __________________________
Ingresos por subvenciones (940) a Deudas transformables en Subvenciones (172) ó (522)
(Asiento directo)
__________________________ x __________________________
Deudas transformables en subvenciones(172) ó (522)
a Acreedores por devolución de ingresos y otras minoraciones
(418)
(Asiento correspondiente a la operación presupuestaria del reconocimiento del acreedor por
devolución de ingresos indebidos)
__________________________ x __________________________
Acreedores por devolución de ingresos y otras minoraciones (418) a Tesorería
(571)
CONCLUSIÓN:
Buenas tardes. Ante todo gracias por la dedicación y ayuda a los demás.
Ante la dificultad (imposibilidad legal) de que las sociedades otorguen subvenciones, se optó
por que fuera el Ayuntamiento quien, con la colaboración técnica de la sociedad y, a través de
los Servicios Sociales, otorgue esas subvenciones.
¿Es correcta la actuación que proyectamos? ¿Es posible que el montante total de las ayudas
previstas se transfiera a la sociedad mediante un pago extrapresupuestario y posteriormente
se aplique a presupuesto mediante la imputación concreta de cada ayuda concedida a cada
beneficiario? la verdad es que tenemos bastantes dudas en esta materia y sobre todo en qué
momento de la ejecución presupuestaria interviene la entidad colaboradora.
INFORME
I
Antecedentes
De los términos de la consulta se deduce que la actuación que pretende el Ayuntamiento es la
siguiente:
1. El Ayuntamiento aprueba el expediente de autorización y adjudicación de la
subvención a los beneficiarios en situación de riesgo de excusión social. La subvención
consiste en sufragar el pago del alquiler de la vivienda del beneficiario. (Se entiende
que la adjudicación se realizará por alguno de los procedimientos previstos en la Ley
General de Subvenciones, cuestión que no se concreta por ser otro el objeto de la
consulta).
2. El Ayuntamiento pregunta si puede realizar el pago de la subvención a una sociedad
“cuyo objeto es todo lo relativo a rehabilitación, construcción, etc. de viviendas
II
Consideraciones
beneficiario de la subvención (art. 190 del RD Legislativo 2/2004 de 5 de marzo, por le que se
aprueba el Texto refundido de la Ley de haciendas locales y 73 al 76 del RD 500/1990, de 20 de
abril).
Lo que excede de la normativa aplicable es que una sociedad mercantil propiedad del
Ayuntamiento realice el pago de la subvención por cuenta de este último, previa provisión de
fondos, y que posteriormente lo justifique al Ayuntamiento para que este aplique el gasto a su
presupuesto. Esto sin contar que el objeto social de la sociedad tenga cabida esta actuación y
la eventual remuneración por este servicio o, alternativamente, la forma de financiación de
este coste para la mercantil.
CONCLUSIÓN
En mi opinión, no se ajusta a derecho la fórmula planteada de pago de la subvención mediante
sociedad mercantil, siendo más adecuada la del anticipo de caja fija por parte del
Ayuntamiento.
5. Reintegros
INFORME
CONSIDERACIONES JURÍDICAS
El apartado 4 del artículo 40 de la Ley 38/2003, de 17 de noviembre, General de Subvenciones
(LGS, en lo sucesivo), dispone que:
“En el caso de sociedades o entidades disueltas y liquidadas, sus obligaciones de
reintegro pendientes se transmitirán a los socios o partícipes en el capital que
responderán de ellas solidariamente y hasta el límite del valor de la cuota de
liquidación que se les hubiera adjudicado”.
Las asociaciones de interés particular, sean civiles mercantiles o industriales, tiene
personalidad jurídica propia independiente de la de cada uno de sus asociados (artículo 35.2 y
1667 del Código Civil; Resolución de 14 de febrero de 2001 de la Dirección General de los
registros y Notariado).
Por lo anterior procede aplicar el precepto de la LGS a la sociedad civil disuelta y concluir que
los socios responderán del reintegro solidariamente, pero hasta el límite del valor de la cuota
de liquidación que se les hubiera adjudicado.
INFORME
Esta situación no es novedosa. Muchos Ayuntamiento que han tenido que devolver ICIO
porque las obras no ha llegado a realizarse y, debido al parón urbanístico, las liquidaciones
practicadas han sido inferiores a las devoluciones, también han finalizado el ejercicio con los
derechos netos de ese concepto en negativo.
Por otro lado, el artículo 16 del RD 520/2005 de 13 de mayo, enumera los conceptos que se
incluyen en la devolución de ingresos indebidos:
c) El interés de demora vigente a lo largo del periodo en que resulte exigible, sobre las
cantidades indebidamente ingresadas, sin necesidad de que el obligado tributario lo solicite,
de acuerdo con lo previsto en el artículo 32.2 de la Ley 58/2003, de 17 de diciembre .»
Aunque este artículo anterior se refiere a las devoluciones de ingresos indebidos de naturaleza
tributaria, la disposición adicional segunda de la misma norma dispone, en su apartado 2 que
«las disposiciones de este reglamento relativas al procedimiento de devolución de ingresos
indebidos se aplicarán como supletorias en las devoluciones de las cantidades que constituyan
ingresos de naturaleza pública, distintos de los tributos».
“Cualquier devolución de naturaleza tributaria se realizará con cargo, por su importe íntegro,
al concepto presupuestario que refleje los ingresos tributarios de la misma naturaleza que
aquel que originó la devolución y se aplicará al presupuesto corriente.
Dicha aplicación se realizará, en todo caso, aunque en el concepto concreto del Presupuesto
de Ingresos no exista recaudación suficiente que minorar e incluso aunque hubiera
desaparecido dicho concepto presupuestario”.
Las distintas secciones destinadas a regular los diferentes procedimientos coinciden, todas
ellas, en que cuando la terminación del procedimiento resulte una devolución de ingresos
indebidos, se liquidarán los interés de demora (artículo 156 para le procedimiento de
De todo lo anterior, se concluye que se mantiene en sus mismos términos la razón sustancial
de que la devolución de los ingresos indebidos y los intereses deben aplicarse al concepto
presupuestario de ingresos que los refleje, incluso aunque no existe recaudación suficiente
para minorarlo o no exista el concepto de ingresos en el presupuesto. Esta razón es que se
mantiene en sus mismos términos el instituto de la devolución de ingresos, como acto
administrativo cuyo contenido sigue siendo la suma del importe ingresado indebidamente y
de los intereses de demora, cuya “unidad de acto” exige también un tratamiento
presupuestario único.
__________________________ x __________________________
(Asiento directo)
__________________________ x __________________________
__________________________ x __________________________
__________________________ x __________________________
__________________________ x __________________________
__________________________ x __________________________
CONCLUSIÓN:
Una Asociación recibe una subvención nominativa (1.000,00€), prevista en los presupuestos de
esta entidad, de forma anticipada. Se les entrega en primer lugar un 60% y tras la justificación
de 983€ el resto.
Posteriormente justifica el total de la subvención. Es una asociación que además percibe una
subvención del Gobierno autonómico con el que al cruzar datos antes de que la CCAA les
apruebe la cuenta justificativa, resulta que presentan facturas duplicadas por importe de
En esta administración se inicia expediente de reintegro, pero en virtud del artículo 43.3 de la
Ley de Subvenciones de Aragón y del artículo 37.3 de la Ley General de Subvenciones, ¿no
han cumplido con el objeto. O como han obtenido una subvención falseando los datos 37.1 A
Ley general de subvenciones, ¿se debe plantear un reintegro por el total de lo duplicado?
(Enero 2018).
INFORME
De los términos de su consulta se deduce, o por lo menos así lo interpreto, que el beneficiario
aporta facturas duplicadas en la cuenta justificativa por determinado importe (990 euros,
según la consulta).
La actividad está cofinanciada por su Ayuntamiento y el Gobierno de Aragón.
El Ayuntamiento ha realizado un pago anticipado por importe del 60 por ciento, entiendo que
de la subvención (60% x 1000 = 400 euros).
Indica en su consulta que "... y tras la justificación de 983€ el resto ". ¿Debe interpretarse
ahora que el beneficiario justifica un gasto de 983 euros y el Ayuntamiento ingresa el resto
(por lo tanto, ingresaría 583 euros)?
De ser correcta la interpretación realizada sobre el texto de su consulta, la actividad no puede
ser cofinanciada. En efecto, si el presupuesto de la actividad es de 1000 euros, ya la
financiación municipal sería por el 100 por ciento, por lo que no sería viable jurídicamente una
segunda aportación, debido a que las subvenciones superarían el coste de la actividad.
Por otro lado, se indica, en el último párrafo de la consulta, que "... realmente no han obtenido
un exceso de ingresos sobre la actividad subvencionada y han cumplido con el objeto". Aquí
debe precisarse que si, por ejemplo, el presupuesto de una actividad está financiada en un 30
por ciento por una gente y en un 50 por ciento por otro, estos porcentajes deben aplicarse
sobre el importe justificado, lo que conlleva la disminución, en términos absolutos, de las
cuantías previstas.
Siguiendo con el ejemplo, y suponiendo que el presupuesto de la actividad financiada
ascendiera a 1000 euros, el compromiso inicial del agente 1 sería: 30% x 1000 = 300 euros. El
del agente 1: 50% x 1000 = 500 euros.
Si la cuenta justificativa se reduce a 800 euros, no pueden mantenerse los importes en
términos absolutos (300 y 500 euros), aunque el objeto de la actividad se haya realizado y el
coste haya ascendido a 800 euros, que es la suma de las dos subvenciones, sino que deben
reducirse a 240 euros (30% x 800 euros) y a 400 euros (50% x 8000 euros), respectivamente,
salvo que en los convenios se haya pactado que el importe de la subvención sea fijo (el
coeficiente de financiación sería variable), cuestión que no suele darse cuando el agente
financiador es una Administración Pública (en estos casos, lo normal es que los coeficiente de
financiación sea mixtos, utilizando la terminología de la Instrucción de Contabilidad, es decir,
que si se justifica el importe presupuestado, o una cantidad menor, el coeficiente se mantiene
fijo, como en el ejemplo que se ha planteado; y si el importe justificado supera el
presupuestado, este exceso no se financia por el agente, de forma que el coeficiente varía -a la
baja- al mantenerse el importe de la subvención en términos absolutos y aumentar el importe
del gasto realizado. CF = Ingreso (de la subvención) / Gasto).
Se cita como fundamento jurídico de lo anterior los arts. 19 y 30.4 de la Ley 38/2013 General
de Subvenciones (LGS, en lo sucesivo), y las reglas 28 y 29 de la Orden HAP/1781/2013, de 20
de septiembre, por la que se aprueba la Instrucción del modelo normal de contabilidad local.
Queda por analizar el tema de la compatibilidad del expediente de reintegro con el expediente
sancionador, compatibilidad que debe afirmarse en todo caso, pues las causas, finalidades,
consecuencias, procedimientos, etc. de una y otra institución son diferentes.
Por un lado, en la consulta se manifiesta que procede el expediente de reintegro porque la
cuenta justificativa incluye unas facturas duplicadas. En efecto, si se ha anticipado el importe
de la subvención y a la hora de aportar la cuenta justificativa se advierte que el gasto realizado
supera el coeficiente de financiación comprometido, procede incoar el expediente de
reintegro. A la misma conclusión se llega si este hecho aflora a través del control financiero de
la subvención (control a posteriori, a diferencia del control previo realizado en el ejercicio de la
función interventora).
La obligación del reintegro resulta, en este caso, de la aplicación del art. 37.1 c) LGS:
"Incumplimiento de la obligación de justificación o la justificación insuficiente, en los términos
establecidos en el artículo 30 de esta ley, y en su caso, en las normas reguladoras de la
subvención" y la consecuencia es el reintegro de las cantidades no justificadas más los
intereses de demora previstos en el art. 38.2 LGS
Los arts. 52 y siguientes de la Ley 38/2013 General de Subvenciones regulan el régimen de
infracciones y sanciones. El art. 52 dispone que "Constituyen infracciones administrativas en
materia de subvenciones las acciones y omisiones tipificadas en esta ley y serán sancionables
incluso a título de simple negligencia". Las infracciones se tipifican en los artículo 56 al 58,
constituyendo la conducta regulada en art. 56 b): "La presentación de cuentas justificativas
inexactas o incompletas" una infracción leve, que podría ser aplicable al caso que aquí nos
ocupa, siempre que se acredite , al menos, la simple negligencia.
Buenos días, me gustaría contar con tu opinión sobre la siguiente cuestión: Al realizar el
este reintegro fue anulado en sede judicial por haberse omitido un trámite y producirse
INFORME
El régimen del procedimiento de reintegro de subvenciones se contiene en el los arts.36 y
siguientes de la LGS 38/2003, siendo de aplicación en Galicia Ley 9/2007, arts. 35 y siguientes
(lo que se pone de manifiesto debido a que el consultante, destinado en Galicia, debe aplicar
también esta última norma).
Conforme explica en los antecedentes, el procedimiento de reintegro, se entiende que
resuelto en vía administrativa, ha sido anulado por sentencia judicial, debido a defectos
procedimentales que han causado indefensión al interesado.
Se solicita informe sobre si puede reiniciarse el procedimiento de reintegro.
En el supuesto en el que el procedimiento de reintegro ha sido anulado por sentencia judicial
debido a razones procedimentales, que no de improcedencia del propio reintegro (como
sucede en el caso que nos ocupa), puede reiniciarse un nuevo procedimiento, siempre que no
haya prescrito el derecho de la Administración, como se deduce, entre otros, del art. 95.2 de la
Ley 39/2015 que dispone:
"En los casos en los que sea posible la iniciación de un nuevo procedimiento por no
haberse producido la prescripción, podrán incorporarse a éste los actos y trámites
cuyo contenido se hubiera mantenido igual de no haberse producido la caducidad. En
todo caso, en el nuevo procedimiento deberán cumplimentarse los trámites de
alegaciones, proposición de prueba y audiencia al interesado."
Para reiniciar el expediente debe verificarse, por lo tanto, que no ha prescrito la acción,
cuestión que se regula en los arts. 39 LGS 38/2003, art. 35 de la Ley autonómica 9/2007 (es
reproducción del precepto estatal), además de en el ya comentado art. 95 de la Ley 39/2015,
cuestiones que se analizan a continuación.
"FJ TERCERO.- La segunda cuestión planteada por los recurrentes es que ha prescrito
el derecho de la Administración para comprobar el verdadero valor de la finca
adquirida, porque, según su opinión, la sentencia apelada incurre en el error de dar
por válidos, para interrumpir la prescripción, actos declarados formalmente nulos.
Esta tesis debe ser rechazada, porque el primer acuerdo de comprobación de valores,
adoptado en la correspondiente tasación pericial contradictoria, no fue declarado nulo
de pleno derecho (nulidad absoluta o radical) por el Tribunal Económico-
Administrativo Provincial de Valladolid en su resolución de 31 de Mayo de 1982, sino
simplemente anulable (nulidad relativa), por falta de idoneidad del título facultativo
del Perito dirimente, luego, en consecuencia, produjo efectos interruptivos, dado que
únicamente se puede negar tal efecto a los actos nulos de pleno derecho, en la medida
que se consideran como inexistentes."
b) La doctrina de esta sentencia se ha recogido y citado en otras posteriores-: STS de 18 de
octubre de 2012 casación para la unificación de la doctrina 6180/11 FJ 2; STS de 11 de febrero
de 2010 casación 1707/03 (LA LEY 34269/2010), FJ 4; STS 20 de enero de 2011 casación 120/05
y 24 de mayo de 2012 casación 6449/09 (LA LEY 68485/2012) FJ 5; Esta doctrina se cita en la
STSJ de Madrid de 30 de enero de 2015, rec. 566/2013 (LA LEY 12166/2015)).
Dado su interés, se transcribe el FJ 4º de la STS 11-02-2010 (que reproduce el FJ 5º de la STS de
14 de mayo de 2012
Para resolver el único motivo planteado, conviene recordar que la Sentencia aquí
impugnada afirma en el fundamento de derecho Cuarto que « la anulación del acuerdo
de declaración conlleva la anulación de los actos posteriores al mismo, los cuales
quedan sin efecto, sin que alcance tal anulación a los actos anteriores, dictados en el
procedimiento administrativo, los cuales conservan su validez y eficacia, incluida la
interruptiva de la prescripción, en su caso ». Partiendo, por lo tanto, de la anulación del
acto de derivación de responsabilidad y de la carencia de efectos interruptivos de todos
los actos dictados con posterioridad al mismo, la Sala de instancia concluye que ha
prescrito la deuda tributaria "por haber transcurrido más de cuatro años desde el 30 de
abril de 1996 en que fue dictado aquél".
Desde un punto de vista lógico, las cuestiones que se deben dilucidar para decidir son,
por este orden, las siguientes: en primer lugar, determinar si el acto administrativo que
erróneamente declaró la responsabilidad solidaria en lugar de subsidiaria era un acto
nulo o anulable; en segundo término, establecer qué efectos tiene la calificación que
se le otorgue a dicho acto sobre la prescripción; y, por último, analizar cómo opera la
interrupción de la prescripción en estos supuestos.
En la misma línea, en la Sentencia de 19 de julio de 2007 (LA LEY 79596/2007) (rec. cas.
núm. 9446/2004) -a cuyos fundamentos se remitió la posterior Sentencia de 23 de
abridle 2008 (rec. cas. núm. 4141/2002), FD Tercero- señalamos que « la liquidación
que nos ocupa no era nula, sino anulable, y la anulación de un acto administrativo no
significa, en absoluto, que decaiga o se extinga el derecho de la Administración a
retrotraer actuaciones, y volver a actuar, pero ahora respetando las formas y garantías
de los interesados, y todo ello sin perjuicio de la posibilidad de plantear la prescripción,
si así lo estima oportuno la parte por el transcurso de los plazo » (FD Tercero).
Así, en la Sentencia de 19 de enero de 1996 (rec. cas. núm. 3922/1991), esta Sala y
Sección , frente a la alegación de los recurrentes de que había « prescrito el derecho de
la Administración para comprobar el verdadero valor de la finca adquirida » porque la
Sentencia impugnada « incurr[ía] en el error de dar por válidos, para interrumpir la
prescripción, actos declarados formalmente nulos », aclaró que el acuerdo de
comprobación de valores « no fue declarado nulo de pleno derecho (nulidad absoluta o
radical) », «sino simplemente anulable (nulidad relativa) », « luego, en consecuencia,
produjo efectos interruptivos, dado que únicamente se puede negar tal efecto a los
actos nulos de pleno derecho, en la medida que se consideran como inexistentes » (FD
Tercero; a esta resolución nos remitimos en la Sentencia de 22 de septiembre de 2008
, cit., FD Cuarto).
Pudiera argüirse que aunque sean ciertas esas diferencias las mismas se vuelven
irrelevantes cuando de la prescripción se trata. Pero esta tesis carece de fundamento
legal si se tiene presente que el artículo 66.1 a) al regular la interrupción de la
prescripción se refiere a "cualquier acción administrativa" expresión que pone de
relieve que lo trascendente, a efectos de interrumpir la prescripción, es el silencio de la
relación jurídica, lo que no se puede afirmar cuando el acto de la Administración es
meramente anulable, como es el caso.
30/1992 (LA LEY 3279/1992) , « sino de simple anulabilidad »; y « [a]nte esta realidad,
si no existió nulidad de pleno derecho, las liquidaciones anuladas interrumpieron la
prescripción, de acuerdo con la doctrina sentada por esta Sala, entre otras, en la
reciente Sentencia de 19 de abril de 2006 » (FD Cuarto).
« Ahora bien, resulta que este criterio, que equipara los grados de ineficación de los
actos administrativos -que no distingue las categorías de nulidad de pleno derecho y
anulabilidad de dichos actos, completamente asentadas en el Derecho Administrativo
(arts. 62 (LA LEY 3279/1992) y 63 de la Ley de Régimen Jurídico de las Administraciones
Públicas (LA LEY 3279/1992)y Procedimiento Administrativo Común) y en el Derecho
Tributario (arts. 153 (LA LEY 63/1963) y 154 LGT/1963 (LA LEY 63/1963); yart. 217
LGT/2003 (LA LEY 1914/2003))- no es el que se adecúa al ordenamiento jurídico ni es el
que ha establecido la jurisprudencia de este Alto Tribunal.
Por tanto, si ha de unificarse doctrina es para resaltar que la procedente es que la que
sustenta la ratio decidendi de la sentencia objeto del presente recurso de casación, al
seguir una jurisprudencia que puede resumirse en los siguientes términos:
CONCLUSIÓN
El procedimiento de reintegro puede reiniciarse si no ha prescrito por el transcurso de cuatro
años, a cuyo efecto deberá distinguirse si el reintegro ha sido anulado por vicio de nulidad o de
anulabilidad. En el primer caso, nulidad, el reintegro podría iniciarse de nuevo si no han
transcurrido 4 años desde el día que debe considerarse como inicial para el cómputo del plazo
de prescripción, recogido en el apartado 2 del art. 39 LGS (normalmente, desde la fecha en la
que se ha de rendir la justificación). Si el reintegro se ha anulado por causa de anulabilidad, el
plazo de prescripción se ha interrumpido, y los cuatro años se computan desde el inicio del
expediente de reintegro anulado, conservando los actos y trámites independientes del acto
viciado.
La CCAA concedió una subvención por concurrencia competitiva el año 2010. El plazo de
justificación de dicha subvención finalizó en Enero de 2012. Con posterioridad al envío de la
justificación de la subvención desde la CCAA se realizó algún requerimiento de documentación,
que evidentemente se cumplió debidamente por la Corporación. No nos consta que se nos
comunicara la apertura de ningún control financiero, sólo se nos requería información y más
documentación a la presentada.
Ahora en 2018 recibimos una resolución de incoación de expediente de revocación parcial de
dicha subvención, en base a un control financiero efectuado. Los reintegros de esta
subvención se regulan en base al artículo 100 del DL 3/2002. En él se indica que el plazo de
prescripción de la revocación es de 5 años a contar (entre otros) desde el momento en que
finalizó el plazo para presentar la justificación por parte del beneficiario. ¿Hemos de entender
que los requerimientos que la CCAA ha efectuado en posterioridad a la justificación de la
subvención efectuada en enero de 2012 interrumpen el plazo de prescripción aunque no se
haya advertido de esta circunstancia en ningún momento?
INFORME
ANTECEDENTES
Se deduce del texto de la consulta los siguientes hechos, que se consideran como los
determinantes de las consideraciones y conclusiones del presente informe:
Primero: La entidad local beneficiaria ha justificado la subvención recibida de la Comunidad
Autónoma de Cataluña en enero de 2012. Posteriormente, ha sido requerida para completar la
justificación presentada. No se citan fechas referidas a estos requerimientos.
Segunda. La entidad local no ha sido notificada de la apertura de ningún procedimiento de
control financiero.
Tercero. La entidad local recibe en enero de 2018 una resolución por la que se incoa un
expediente de revocación parcial de la subvención, fundada en el control financiero efectuado.
Cuarto. La entidad concedente de la subvención es la Generalidad de Cataluña, por lo que es
de aplicación el Decreto Legislativo 3/2002, de 24 de diciembre, por el que se aprueba el Texto
refundido de la Ley de finanzas públicas de Cataluña, especialmente el Título IX, "Las
subvenciones y transferencias de la Generalidad de Cataluña", artículos 87 y siguientes,
además de la normativa estatal básica.
CONSIDERACIONES
Se deduce de los antecedentes mencionados la siguiente secuencias de hechos: La entidad
local (beneficiaria) resultó adjudicataria de una subvención de determinada Consejería de la
Comunidad Autónoma (órgano concedente) en 2010. Realizada la actividad, la entidad local
procedió a justificar el gasto ante el órgano concedente en enero de 2012. Fue requerida por
el órgano concedente para completar determinada información. En enero de 2018, la entidad
local beneficiaria recibe la notificación del acuerdo de incoación del expediente de revocación
parcial de la subvención, acuerdo que, aunque no se especifique, ha tenido que ser adoptado
por el órgano concedente, en aplicación del art. 97.9 del DL 3/2002.
El expediente de revocación se inicia como resultado del control financiero realizado por la
intervención general de la Generalidad sobre el órgano concedente de la subvención, es decir,
la correspondiente Consejería de la Comunidad Autónoma. La notificación del inicio del control
financiero, la instrucción del procedimiento y el informe con el resultado de dicho control se
han practicado al órgano concedente, en aplicación de los apartados 3 y 6 del art. 97 del DL
3/2002, y como se deduce de la consulta (" (...) No nos consta que se nos comunicara la
apertura de ningún control financiero, sólo se nos requería información y más documentación
a la presentada"). En relación a la información y documentación adicional requerida, en la
consulta no se menciona si dicha información adicional se requiere en el procedimiento de
comprobación de la cuenta justificativa o si lo es a raíz del procedimiento de control financiero
al que se somete el órgano concedente.
Debe presumirse que la actividad de control financiero ha detectado incumplimientos del art.
99 del repetido DL 3/2002, lo cual determina que el informe de la intervención de la
Generalidad incluya la propuesta, al órgano concedente, de iniciar el procedimiento de
revocación y reintegro, en aplicación del art. 97.7 de la misma norma, mandato que se ha
cumplido a tenor de los antecedentes de la consulta, siendo esta la fase en la que ahora se
encuentra el expediente (art. 97.9 DL 3/2002).
El informe de la intervención forma parte del expediente de revocación parcial y reintegro de
la subvención (art. 97.9 DL 3/2002), lo que se dice a los efectos de que la entidad local
beneficiaria pueda reclamar su puesta a disposición, con la finalidad de obtener el
conocimiento de los incumplimiento que generan la revocación de la subvención, y ello "sin
perjuicio del derecho de audiencia que corresponde igualmente a las personas beneficiarias",
antes de la resolución del expediente de revocación.
Analizado lo anterior, procede abordar la cuestión objeto de consulta: si los requerimientos
que la CCAA ha efectuado con posterioridad a la justificación de la subvención efectuada en
enero de 2012 interrumpen el plazo de prescripción aunque no se haya advertido de esta
circunstancia en ningún momento.
El apartado 11 del art. 97 del DL 3/2002 establece al efecto:
"La notificación del inicio de las actuaciones de control implica la interrupción de la
prescripción de derecho de la administración a la revocación de las subvenciones
otorgadas y a resarcirse si procede, de las cantidades percibidas indebidamente por el
beneficiario y de los posibles intereses que correspondan. En el supuesto que el
mencionado control se prolongase en el tiempo más del plazo establecido legalmente,
sin perjuicio de las posibles prorrogas y suspensiones del plazo, no produce el efecto de
interrupción anterior".
Ni este apartado, ni el apartado 3, especifican si la notificación del inicio de las actuaciones de
control debe realizarse sólo al órgano concedente o, también, al beneficiario, a los efectos de
que produzca los efectos interruptivos de la prescripción. En buena lógica, parece que la
notificación también debe hacerse al beneficiario, para que interrumpa la prescripción del
derecho del concedente a revocar y exigir el reintegro de la subvención concedida, lógica
jurídica que se ampara en el principio de seguridad jurídica reconocido por la constitución, y
cuyo incumplimiento dejaría a los beneficiarios sin conocimiento seguro de cuándo podrían
considerar firme e irrevocable la subvención concedida e ingresada, a expensas de otros
procedimientos que no le han sido notificados. Esto se dice sin perjuicio del valor que pueda
atribuirse a las solicitudes posteriores de información y documentación, en la medida en que
pudieran asimilarse, por su contenido u otras circunstancias, a la notificación del inicio o,
incluso, la instrucción de un expediente de control financiero.
En apoyo de esta tesis, el art. 39.3 de la Ley 38/2003 General de Subvenciones (LGS), precepto
no básico, por lo tanto, supletoria de la normativa autonómica, dispone que el cómputo de la
CONCLUSIÓN.
El efecto interruptivo de la prescripción exige la notificación del inicio de las actuaciones de
control al beneficiario. Otras comunicaciones y requerimientos sólo podrán tener el efecto
interruptivo si contiene los elementos necesarios para que el beneficiario pueda conocer que
la subvención es objeto de un procedimiento de control financiero.
Vicente J. Calvo del Castillo
Interventor-Tesorero de la Administración Local.
6. Infracciones y sanciones
INFORME
En efecto, el artículo 103 RD 887/2006, de 17 de noviembre, por el que se aprueba el
Reglamento de la LGS, atribuye a la IGAE la competencia y el deber de emitir propuesta de
inicio de expediente sancionador al órgano competente, cuando se deduzca una presunta
infracción a raíz de las actuaciones de control financiero.
Este precepto reglamentario tiene su fundamento en el artículo 67 de la LGS, de nomen iuris
Procedimiento sancionador, cuyo apartado 2º dispone que “El procedimiento se iniciará de
oficio, como consecuencia de la actuación de comprobación desarrollada por el órgano
concedente o por la entidad colaboradora, así como de las actuaciones de control financiero
previstas en esta Ley”.
La Disposición final primera de la LGS declara este precepto legislación básica del Estado.
Por lo tanto, el artículo 67 es aplicable plenamente a todos los órganos de intervención,
estatales, autonómicos y locales, a los que impone el deber de proponer, al órgano
competente de su respectiva Administración, iniciar el expediente sancionador.
El borrador del Reglamento de control interno de las entidades locales regula las obligaciones
del órgano de control y en el apartado 2 del artículo 4 dispone:
“Cuando en la práctica de un control, el órgano interventor actuante aprecie, que los hechos
acreditados o comprobados pudieran ser susceptibles de constituir una infracción
administrativa o dar lugar a la exigencia de responsabilidades contables o penales, lo pondrá
en conocimiento del órgano competente, (…)”.