1.1.

el equilibrio

Para poder entender cómo funciona la percepción del equilibrio creemos que es importante
enmarcar lo que se entiende por equilibrio. La mayor parte de referencias bibliográficas
consultadas definen dos tipos de equilibrio, pero en el estudio de Cuesta L.F. (Cuesta López &
Lema Calidonio, 2009), diferencia 3 clases de equilibrio:

o Equilibrio estático: cuando el cuerpo se encuentra sólo sometido a la acción de la

gravedad, en equilibrio y reposo. Como cuando una persona está de pie, acostada,
sentada, pero completamente inmóvil.

o Equilibrio dinámico: cuando el cuerpo cambia de posición respecto a los ejes de

espacio y tiempo, con lo cual se produce un desplazamiento. Nos referimos al
momento en que el sujeto efectúa movimientos parciales o totales en su cuerpo. En
este momento, como fuerzas actúa no sólo la gravedad, sino varias fuerzas en
direcciones diferentes.

o Equilibrio cinético: cuando el cuerpo es sometido, pasivamente, a un movimiento de

traslación rectilíneo y uniforme. Actúan simultáneamente la gravedad y la fuerza que
ocasiona la traslación. Como ejemplos cuando subimos en un ascensor, viajamos en
tren o avión.