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Falsos recuerdos

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Un recuerdo falso es un recuerdo de un evento que no ocurrió o una distorsión de un


evento que ocurrió, según se puede saber por hechos corroborables externamente. 12

Índice
 1 Concepto
 2 Síndrome del falso recuerdo
 3 Véase también
 4 Notas y referencias
 5 Bibliografía recomendada
 6 Enlaces externos

Concepto
Existe una corriente que investiga la posible existencia de falsos recuerdos.3 La psicóloga
Elizabeth Loftus sostiene que es posible inducir y crear autogénicamente falsos recuerdos
por diversos procedimientos, en que las personas forman sus recuerdos con la información
que retienen de su pasado, sus conocimientos generales y demandas sociales4 y que técnicas
como la hipnosis, rebirthing y la «terapia de recuperación de la memoria» entre otras,
pueden inducir la formación de recuerdos falsos. Según esta autora, estas técnicas pueden
llevar a hacer creer a un individuo que fantasías y hechos que nunca ocurrieron son reales.
Ella sugiere que algunos recuerdos falsos se forman a través del «ensayo» o repeticiones de
un evento que fue confirmado como fantástico. Después de pensar repetidamente y
visualizar un evento una persona puede comenzar a «recordar» éste como si hubiera pasado
en la realidad. Después de una entrevista tal persona podría asegurar haber recordado el
evento cuando en realidad eran solo «visualizaciones previas» que le parecían familiares. El
ensayo es el mecanismo más fuerte para hacer de la memoria a corto plazo en memoria a
largo plazo. El ensayo de información incorrecta lleva a la formación de memoria de largo
plazo incorrecta. Esto se aplica a ambos tipos de recuerdos: el real y el implantado.

Su opinión es que la memoria involucra reconstrucción, no solamente recuerdo. Por


ejemplo, un niño puede recordar a su padre de pie al lado de la mesa con una expresión de
ira y con un cuchillo grande y afilado, vociferando frente a la madre, quien gritaba y
parecía muy asustada. Este recuerdo podría ser parcialmente preciso, pero en realidad el
niño está recordando fragmentos de una fiesta de Acción de Gracias: el padre estaba
cortando el pavo y cantando en voz alta, y la expresión de la mamá se debe a que le está
gritando al perro para que se quede quieto. Posteriormente, ese fragmento de recuerdo
puede hacerse interpretar «correctamente» como que «papá era violento y mamá siempre
tenía miedo de él».[cita requerida]

Los defensores de los recuerdos recuperados enfatizan sobre la importancia de distinguir


entre los recuerdos comunes y los traumáticos. Según la psicóloga estadounidense
Elizabeth Loftus, los recuerdos traumáticos también pueden ser implantados. Loftus y
Pikrell sostienen que implantaron exitosamente el recuerdo falso de haberse extraviado en
un centro comercial.5 Según esta autora la creación de falsos recuerdos puede involucrar la
combinación de sugerencias de falsos hechos junto con sucesos verdaderos, la
sensibilización a dichas sugerencias usando imaginería, la inducción por el testimonio de
otras personas con respecto a los hechos o detalles falsos, o el lenguaje utilizado para
describir un evento (por ejemplo, preguntar sobre un percance automovilístico usando la
palabra «estrelló», en lugar de «chocó»).4 Pero los estudios sobre recuerdos traumáticos
implantados y sus efectos relacionados, como en el trastorno por estrés postraumático y el
trastorno de identidad disociativo, son incipientes, puesto que tales estudios en escenarios
clínicos y académicos no serían éticos, y hay que recurrir a situaciones reales previas con
bajo o ningún nivel de control.6

Síndrome del falso recuerdo


El síndrome del falso recuerdo (FMS, False memory syndrome) es un concepto creado por
la doctora Loftus que describe una condición en la que la identidad y relaciones de una
persona son afectadas por recuerdos que son factualmente incorrectos pero que la persona
cree fuertemente.7 Peter J. Freyd originó el término,8 el cual la False Memory Syndrome
Foundation (FMSF) luego popularizó. El término no es reconocido como un trastorno
mental en ningún manual diagnóstico.9 El principio de que las memorias pueden ser
alteradas por influencias externas es aceptado por Loftus, Paterson, Schacter que se dedican
a estudiarla.10111213

Este síndrome de falso recuerdo carece de aceptación científica, no es validado por la


comunidad científica internacional y ni el DSM-IV ni la CIE lo reconocen. Algunos
investigadores nunca lo tomaron en serio porque su aparición se debió a intereses
personales y nunca pudo ser probado. Según Charles Whitfield, Joyanna Silberg y Paul Jay
fue un invento de padres acusados de abuso sexual y sus abogados como estrategia en los
tribunales pero sin sustento en investigaciones psiquiátricas o médicas. Según estos
doctores, a pesar de lo expresado por estos abogados, nunca se encontró evidencia de que
los recuerdos de abuso sexual infantil hubieran sido implantados. El síndrome ha sido,
desde entonces utilizado en juicios por abuso pero no en otros espacios.14

El debate sobre el Síndrome de Falso Recuerdo o Falsa Memoria apareció exclusivamente


en relación al tema del abuso sexual infantil. Se utiliza principalmente en los juzgados en
casos en los cuales las supuestas víctimas experimentarían disociación, lo cual causaría
represión del recuerdo traumático hasta otra etapa de la vida, cuando el recuerdo vuelve a la
superficie bien sea naturalmente o con la ayuda de un profesional. Muchos defensores del
FMS critican ambos métodos de recobro de recuerdos, argumentando que los terapeutas y
los psiquiatras accidentalmente implantan dichos recuerdos falsos.
Las acusaciones de abuso sexual infantil por parte de los progenitores (en especial el padre)
generaron la pregunta sobre como puede determinarse de modo confiable si la denuncia es
verdadera o falsa. Esto, a su vez, generó una corriente de backlash o de oposición al hecho
de creerles a los niños las denuncias por abuso sexual.15

La Fundación para el Síndrome de Falso Recuerdo (FMSF) fue formada por un grupo de
padres que habían sido acusados de abuso sexual infantil con el objetivo de cuestionar
dichas acusaciones. Cuenta con el apoyo de grupos de padres que han sido alejados de sus
hijos por causas judiciales, por los abogados que los defienden de esas acusaciones y por
profesionales que trabajan como peritos de parte en estos casos frente a los juzgados. A su
vez tiene abogados y académicos que apoyan la causa y que promueven la hipótesis del
FMS y critican la validez de los recuerdos recobrados.

La fundadora de la FMSF es la «experta en memoria» Elizabeth Loftus. La FMSF coopera


con las organizaciones anti-pseudociencia CSICOP y La Sociedad de Escépticos (The
Skeptics Society), las cuales consideran que los recuerdos recuperados son pseudociencia
típica pero especialmente peligrosa.

A su vez este síndrome es considerado pseudocientífico, al igual que el SAP al no tener


aceptación entre la comunidad científica internacional. No ha sido validado por las dos
instituciones más reconocidas en el mundo en términos de salud y trastornos mentales: la
Organización Mundial de la Salud en su CIE-10 y la Asociación Americana de Psicología
con su DSM V.

En la década de 1980 comenzó a estudiarse en profundidad el abuso sexual infantil. Las


acusaciones contra «padres de familia» generó la aparición de hipótesis como la de los
falsos recuerdos.141617

Según la «False Memory Syndrome Foundation», los niños mienten y los falsos recuerdos
han sido protagonistas en muchas investigaciones y casos judiciales, incluyendo
especialmente casos de supuesto abuso sexual. Sus investigaciones apuntan
fundamentalmente a demostrar que muchas acusaciones de abuso sexual infantil al
progenitor son consecuencia de la implantación de falsos recuerdos.18 Dichas acusaciones
falsas serían consecuencia de la implantación en la memoria del niño de un falso recuerdo
de abuso sexual y responderían a los intereses de la madre o el progenitor que detenta la
guarda. Los niños son inducidos por la madre a denunciar abusos inexistentes e inventados
y luego terminan creyéndoselo realmente pero no son auténticos del niño. Se utiliza el
mismo concepto de alienación que en el SAP y se supone que el psicólogo es quien debería
conducir el interrogatorio del niño para que entre en contradicción y el profesional pueda
detectar la falsedad o autenticidad de la acusación contra el padre. Es el psicólogo mismo, y
no el juez, quien debería verificar la manipulación de la información que responde a los
intereses del progenitor alienante. Refiriéndose a que los niños realizan falsas denuncias de
abuso sexual los defensores de la implantación de recuerdos aseguran:

... la compulsividad a mentir hace que el niño pase a manipular las informaciones, para
ejercer un pretendido control y poder sobre las situaciones y los comportamientos de las
personas de su entorno. El problema reside en la dificultad de distinguir la verdad de la
falsedad, teniéndose en un comportamiento infantilizado de omnipotencia fantasiosa.

La repetición frecuente, intensa, y peor, como intento de librarse de la culpa o


responsabilidad, atribuyéndosela a otros, hace que el cerebro registre la información
falsamente relatada, estructurando una especie de «falsa memoria» que posee todas las
características de un registro nemotécnico auténtico (inclusive neuronal), pero que no
encuentra correspondencia fáctica.

Entonces, las llamadas «falsas memorias» se estructuran a partir de la compulsividad por


mentir, pero van tras la mentira, y tienen el efecto más devastador que la propia mentira,
sea para el individuo que emite los falsos relatos, sea para eventuales víctimas (personas
referidas en tales falsos relatos en su entorno).

Perissini Da Silva.19

Véase también
 Trastorno de identidad disociativo
 Sobre los recuerdos encubridores
 Sesgo de memoria
 Lista de prejuicios cognitivos

Notas y referencias
1.

 Trula, Esther Miguel (23 de diciembre de 2016). «El Efecto Mandela: o cómo la
sociedad recuerda momentos que en realidad nunca han ocurrido». Consultado el 27 de
julio de 2017.
  «The Mandela Effect». Know Your Meme. Consultado el 27 de julio de 2017.
  Theories of false memory in children and adults
  Hyman Jr., Ira E.; Loftus, Elizabeth F. (1 de diciembre de 1998). «Errors in
autobiographical memory». Clinical Psychology Review 18 (8): 933-947. doi:10.1016/S0272-
7358(98)00041-5. Consultado el 7 de marzo de 2016.
  Loftus, Elizabeth (1995). «The formation of False Memories». Annals of Psychiatry,
25(12), pp. 720-725.
  Brennen, Tim; Dybdahl, Ragnhild; Kapidžić, Almasa (1 de diciembre de 2007).
«Trauma-related and neutral false memories in war-induced Posttraumatic Stress
Disorder». Consciousness and Cognition 16 (4): 877-885. doi:10.1016/j.concog.2006.06.012.
Consultado el 7 de marzo de 2016.
  McHugh, PR (2008). Try to remember: Psychiatry's clash over meaning, memory and
mind. Dana Press. pp. 66-7. ISBN 1-932594-39-6.
  McHugh, 2008, p. 55.
  Rix, Rebecca (2000). Sexual abuse litigation: a practical resource for attorneys,
clinicians, and advocates. Routledge. p. 33. ISBN 0-7890-1174-3.
  Paterson, H. M., Kemp, R. I., & Forgas, J. P. (2010). "Co-witnesses, confederates, and
conformity: The effects of discussion and delay on eyewitness memory.," Psychiatry,
Psychology and Law.
  Loftus, Elizabeth F. Memory: Surprising New Insights Into How We Remember and
Why We Forget (Reading, Mass.: Addison-Wesley Pub. Co., 1980).
  Schacter, Daniel L. The Seven Sins of Memory : How the Mind Forgets and
Remembers (Houghton Mifflin Co., 2001).
  Association for Psychological Science (2008, August 20). "False Memories Affect
Behavior."
  Charles Whitfield, Joyanna Silberg y Paul Jay (2001). Misinformation concerning
child sexual abuse and adult survivors. New York, Haworth Maltreatment & Trauma Press.
ISBN 978-078-9019-00-4.
  Virginia Berlinerblau. «El "Backlash" y el abuso sexual infantil.». Revista Querencia
nº7. Consultado el 13 de marzo de 2014.
  Charles Whitfield, Joyanna Silberg y Paul Jay (2001). Misinformation Concerning
Child Sexual Abuse and Adult Survivors (en inglés). New York : Haworth Maltreatment &
Trauma Press. Consultado el 13 de marzo de 2014.
  «Child Abuse: Misinformation Concerning Child Sexual Abuse and Adult Survivors».
American Medical Association 290 (10). septiembre de 2003.
  «Are Recovered Memories Reliable? (artículo en inglés con traducción al español
disponible en línea)». Religioustolerance.org. Consultado el 12 de diciembre de 2010.

19.  Falsas Acusaciones y Falsas Memorias

Bibliografía recomendada
 Ceci, S.J., Huffman, M.L.C., Smith, E., & Loftus, E.F. (1994) Repeatedly thinking
about non-events. Artículo en Consciousness and Cognition, 3, 388-407.
 Charles Whitfield, Joyanna Silberg y Paul Jay (2001). Misinformation concerning
child sexual abuse and adult survivors. New York, Haworth Maltreatment &
Trauma Press. ISBN 978-078-9019-00-4.
 Hyman, I.E., Husband, T.H., & Billings, F.J. (1995) False memories of childhood
experiences. Artículo en Applied Cognitive Psychology 9, 181-197.
 Roediger, H.L. & McDermott, K.B. (1995). Creating false memories: Remembering
words that were not presented in lists. Artículo en Journal of Experimental
Psychology: Learning, Memory and Cognition, 21, 803-814.
 Pendergrast, Mark Victims of Memory: Incest Accusations and Shattered Lives
Artículo en The Journal of sex research. 33, no. 1, (1996): 84
 Ofshe, Richard and Watters, Ethan Making Monsters: False Memories,
Psychotherapy, and Sexual Hysteria, artículo en Contemporary psychology, 40, no.
11, (1995): 1065

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