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Claudia Bernal
Curso 4° A
Turno noche
6 de junio, 2017
UNA VILLA COLONIAL: POTOSÍ EN EL SIGLO XVIII
2- En el siglo XVIII la producción de plata había entrado en crisis, sin embargo, las
medidas impulsadas por los reyes Borbónicos permitieron una mejora en la
producción.
a- Señala cómo impactó la crisis en la producción y las tensiones sociales que
se generaron.
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tanto en 1714 como en 1715 en visitas pastorales que dejaron malos recuerdos por las
contribuciones que había exigido de la Iglesia potosina. La ansiada ratificación de la mita
llegó en 1732, pero los cuestionamientos siguieron y aun aumentaron al final del siglo de
las ideas ilustradas culminando en la década de 1790.
Su visita como virrey en 1716 planteaba una nueva esperanza que, como tantas otras
en la historia potosina, pronto se desvanecería. La ansiada ratificación de la mita llegará
en 1732. Los cambios en las valoraciones sociales de la riqueza y el trabajo, así como el
avance de las políticas de maximización de ingresos fiscales contenidas en las “reformas
borbónicas”, atentaron contra las bases tradicionales de su reconocimiento social. La
concesión de títulos de Castilla a un pequeño grupo de familias no mejoró su posición al
respecto.
¿Cuáles son los sectores sociales representados y las características de los vínculos que
hay ahí?
Un hecho central plasmó el carácter de la vida social y cultural del Río de la Plata en
la primera mitad del siglo XIX: la Revolución. La vida privada tanto como la pública se
vieron conmovidas hasta sus cimientos por el proceso de transformación social y política
que ella impulsó. El desmantelamiento del sistema comercial español dio inicio a una
progresiva integración de la región en la economía atlántica hegemonizada entonces por
Gran Bretaña y a una consecuente profundización del desarrollo local de la estructuración
social típica de la sociedad comercial moderna. Por un lado, la movilización política
conmovió los hogares privados presididos por sus respectivas matronas (madres, esposas,
hijas y hermanas), que en lugar de ofrecer un refugio ante la tormenta se convirtieron
ellos mismos en volcanes pasionales de la política local. Todos los ámbitos de la vida
privada parecían sucumbir ante la movilización política permanente que había
desencadenado la Revolución, transformándose así en objetos de la acción explícita de
un Estado que se sentía impelido a moldear costumbres y prácticas que una sociedad civil
imperfecta. Por otro lado, en cambio, la experiencia social y cultural de la elite estuvo
progresivamente marcada por la expansión de la sociedad de mercado, que tendió a
consolidar ámbitos de la vida social cuya legitimidad derivaba tanto de la nueva
concepción más radical de “propiedad privada”, como de la noción de “individuo”.
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En la etapa rivadaviana se registraría el comienzo de la articulación de un denso
entramado de asociaciones “privadas”, intentando definir un espacio intermedio entre el
Estado y la sociedad. Suponían que en esas asociaciones debería desenvolverse con más
vigor la actividad autónoma de los individuos, quienes, al hacerse cargo de funciones
hasta entonces reservadas al Estado, contribuirían a cimentar la esfera privada.
En el interior del hogar de elite se articulaban redes sociales muy complejas que
incidirían luego sobre la vida comercial o política de la ciudad. En las casas de elite se
formaban los vínculos sociales primarios, en ellas también discurriría una porción
importante de la “vida social” de la época.
Todo tipo de reunión y evento se desenvolvía en clubes, pero se distinguieron por los
bailes suntuosos que allí se organizaban. La extensión de las prácticas de sociabilidad
“domésticas” hacia otros ámbitos más públicos representaba una prolongación de
comportamientos arraigados desde la Colonia, que si bien habían experimentado cierta
merma como consecuencia de la agitación popular inducida por la Revolución, nunca
habían desaparecido del todo. Los miembros de la elite alternaban con otros sectores
sociales también en los teatros, en las fiestas religiosas y civiles, o en sus paseos
cotidianos por los espacios públicos de la ciudad.
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¿Cuáles son los sectores sociales representados y las características de los vínculos que
hay al interior de la familia y con los otros espacios sociales? Dar cuenta de la
organización del trabajo que se plantea. (¿existen prácticas capitalistas o no?)
El número de hijos criados (cuantos más hijos varones mejor) que llegaban a
adultos revelaba que tanto la familia como el patrimonio eran lo suficientemente
importantes para amortiguar los posibles avatares al respecto. La crianza encontraba, en
la organización doméstica, estrategias disímiles que estaban orientadas a salvaguardar y
concentrar recursos en el interior de la parentela. Algunos hijos, desde muy pequeños,
estaban bajo la protección y el cuidado de sus tíos. La familia funcionaba como una densa
red de contención que hacía circular a sus integrantes entre sus fronteras internas de
manera flexible y abierta a distintos destinos personales. La política nupcial en las
primeras décadas del ochocientos constituyó uno de los pilares fundamentales para
robustecer las relaciones de parentesco por alianzas más o menos pautadas. El espacio
femenino, hacia fines del siglo XIX, lo constituía el mundo doméstico, el de la
reproducción biológica y la crianza de los hijos.
Una economía agraria dinámica, a la vez que signada por la gran propiedad, y en
la que los grupos propietarios rurales poseían gran riqueza y visibilidad social,
inevitablemente hizo que la clase capitalista tuviese gran relevancia a la hora de explicar
los rasgos de esta sociedad. El universo de empresarios que crecieron en importancia
gracias a la expansión productiva, dio lugar a la constitución de numerosas fortunas
nuevas que, vistas en conjunto, ponen de relieve el elevado grado de renovación que la
elite económica experimentó gracias al proceso de crecimiento agrario.
Podemos decir que existían prácticas capitalistas porque existía la propiedad privada
sobre los medios de producción, dos clases sociales, la burguesía y el proletariado. De la
relación de ambas clases surgía y se desarrollaba el capital Las relaciones sociales de
producción eran de explotación con base en la propiedad privada de los medios de
producción. El fin del capitalista, en este caso la familia González entre otras ,es la
obtención de ganancias y no la satisfacción de necesidades sociales, decidían qué, cuánto
y dónde producir e invertir.