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Universidad de Oriente

Núcleo Bolívar
Departamento de Ciencias Fisiológicas
Laboratorio de Bioquímica
Medicina
Semestre II-2018
Grupo A- Jueves.

PRÁCTICA Nº 04: METABOLISMO INTERMEDIARIO. EFECTO DEL AYUNO


SOBRE EL CONTENIDO DEL GLUCÓGENO HEPÁTICO.

Integrantes:
Profesora:
Ascanio, Carla CI: 29.689.508
Castillo, Zulay.
Brito, María CI: 26.753.225

Grau, Luisanny CI: 26.744.115

Lyon, Uzziel CI: 26.623.639

Rodríguez, Sofía CI: 27.255.030

Ciudad Bolívar, Abril de 2019.


INTRODUCCION

Según el texto de Bioquímica y Biología Molecular (2005) señala que “El


glucógeno desempeña en los animales la misma función de reserva que el almidón en las
plantas. Su masa molecular es mayor, superando en muchos casos los 105 kDa. Se asemeja
a la amilo pectina pero con un mayor número de ramificaciones, aproximadamente un
enlace α (1→6) por cada 8 A 10 unidades de D-glucosa, según el animal u órgano
correspondiente. Se almacena en el hígado para mantener la glucemia, y en el músculo,
como reserva energética.” El glucógeno está compuesto por subunidades de glucósido,
estas glucosas son la fuente de energía preferida por el cerebro y por células que carecen de
mitocondrias o tienen muy pocas como los eritrocitos maduros.

El glucógeno, forma principal de almacenaje en los animales como carbohidratos y


almidón en plantas. La función del glucógeno muscular es comportarse como una fuente de
unidades de hexosas para la glucólisis, sólo disminuye después de hacer ejercicios fuertes.
El papel principal del glucógeno en el hígado consiste en la regulación de la glucemia, por
lo que es muy dependiente de la ingestión de hidratos de carbono, mientras que se ve poco
afectado por el ejercicio. En cuanto al glucógeno muscular, se localiza preferentemente en
el músculo blanco, más anaerobio, es escaso en el rojo y apenas existe en el cardíaco
(Lozano, 2005)

La síntesis de glucógeno está regulada por la insulina y el glucagón, hormonas que


la activan o inhiben según los requerimientos del momento metabólico. La insulina se
secreta por las células B del páncreas cuando aumentan los niveles de glucosa de azúcar en
sangre, inhibiendo la síntesis de glucógeno y permitiendo la absorción de glucosa en las
células. El glucagón se secreta en periodos de ayuno, dicha hormona activara la
glucogenólisis, que transformará el glucógeno hepático en glucosa funcional. Esto esta
sustentado por el texto Bases Moleculares de la vida de Mckee y Mckee (2016) “La
glucogénesis y la glucogenólisis están controladas principalmente por tres hormonas:
insulina, glucagón y epinefrina”
La técnica de Pfluger es una de las técnicas más efectivas para aislar el glucógeno,
en él se hace notoria la estabilidad del polisacárido en soluciones concentradas de álcali.
Según la guía de laboratorio de Bioquímica (2018) “hidroliza y solubiliza otros
componentes hepáticos como proteínas y lípidos sin modificar de forma alguna el
glucógeno” Se adiciona alcohol, específicamente Etanol al 95%, a la solución alcalina, para
que el glucógeno se torne insoluble, en tanto los otros componentes están en solución.
También se determina el glucógeno aislado indirectamente por el método de la antrona,
esta técnica cuantifica la glucosa. El glucógeno es hidrolizado por un ácido (H2SO4) hasta
sus unidades elementales (monosacáridos), que pueden ser luego deshidratadas dando
furtural, y éste último, reacciona con la antrona y se forma un producto coloreado (azul-
verdoso) con un máximo de absorbancia a 620 nm.
El objetivo de esta práctica es evaluar el fundamento y la metodología de los
procesos de aislamiento y cuantificación del glucógeno hepático y muscular en animales de
experimentación alimentados y ayunados
REPORTE DE RESULTADOS.

Tabla 1. Datos para la curva de calibración de glucosa.

Tubos Nº Estándar H2O Antrona Absorbancia


Glucosa(ml) (ml) (ml)
1 0,1 0,9 4 0,294
2 0,2 0,8 4 0,665
3 0,3 0,7 4 0,773
4 0,4 0,6 4 1,674
5 0,5 0,5 4 1,893
Dx1H --------- --------- 4 0,345
Dx2H --------- --------- 4 0,320
Dx3M --------- --------- 4 0,200
Dx4M --------- --------- 4 0,218
Fuente: Datos obtenidos en el Laboratorio de Bioquímica de la Universidad de
Oriente Núcleo Bolívar.

Para calcular la cantidad de glucosa en cada tubo patrón, que se utilizará para
realizar la gráfica de tendencia, se calcula el valor mediante la siguiente relación:

Si en 1 ml de St ------------------ 2 mg de Glucosa

En X ml de St ---------- ¿cuántos mg de Glucosa habrán?

Tubo 1.
Tubo 4.
1 ml 2mg
1 ml 2mg
0,1ml X X= 0,2 mg
0,4ml X X= 0,8 mg
Tubo 2.
Tubo 5.
1 ml 2mg 1 ml 2mg
0,2ml X X= 0,4mg 0,5ml X X= 1 mg

Tubo 3.

1 ml 2mg

0,3ml X X= 0,6 mg
Al extrapolar los valores de absorbancia obtenidos correspondientes al tejido
hepático ayunado (Dx1H), tejido hepático alimentado (Dx2H), tejido muscular ayunado
(Dx3M) y tejido muscular alimentado (Dx4M), se determinaron los valores de glucosa de
las muestras de estudio:

Tabla 2. Valores de glucosa de los tubos experimentales.

Tubos Nº Absorbancia Glucosa (mg)


Dx1H 0,345 0,197
Dx2H 0,320 0,180
Dx3M 0,200 0,115
Dx4M 0,218 0,123
Fuente: Datos obtenidos en el Laboratorio de Bioquímica de la Universidad de
Oriente Núcleo Bolívar y al realizar la curva de calibración.

Transformación de la cantidad de glucosa obtenida en glucógeno multiplicando


por el factor 0,9.

- Tejido hepático ayunado: 0,197 mg de glucosa x 0,9: 0,177 mg de glucógeno.


- Tejido hepático alimentado: 0,180 mg de glucosa x 0,9: 0,162 mg de
glucógeno.
- Tejido muscular ayunado: 0,115 mg de glucosa x 0,9: 0,104 mg de
glucógeno.
- Tejido muscular alimentado: 0,123 mg de glucosa x 0,9: 0,111 mg de
glucógeno.

Multiplicación por el factor de dilución total:

 Animales ayunados.

10/0,5= 20 Factor de dilución total para animales ayunados.

- Tejido hepático ayunado: 0,177 mg de glucógeno x 20: 3,54 mg.


- Tejido muscular ayunado: 0,104 mg de glucógeno x 20: 2,08 mg.

 Animales alimentados.

10/0,5 = 20 Factor de la primera dilución.

10/2,5 = 4 Factor de la segunda dilución.

4 x 20= 80 Factor de dilución total para animales alimentados.

- Tejido hepático alimentado: 0,162 mg de glucógeno x 80: 12,96 mg.


- Tejido muscular alimentado: 0,111 mg de glucógeno x 80: 8,88 mg.
Determinación de la cantidad de glucógeno en 100g de tejido hepático y
muscular en animales de experimentación alimentados y ayunados.

- Tejido hepático ayunado: 3,54 mg/1000: 3,54 x 10-3 g.

0,54 g --------------- 3,54 x 10-3g

100 g --------------- X= 0,65 g de glucógeno.

- Tejido hepático alimentado: 12,96 mg/1000: 12,96 x 10-3 g.

0,52 g --------------- 12,96 x 10-3g

100 g --------------- X= 2,49 g de glucógeno.

- Tejido muscular ayunado: 2,08 mg/1000: 2,08 x 10-3 g.

0,54 g --------------- 2,08 x 10-3g

100 g --------------- X= 0,39 g de glucógeno.

- Tejido muscular alimentado: 8,88/1000: 8,88 x 10-3g.

0,54 g --------------- 8,88 x 10-3g.

100 g --------------- X= 1,64 g de glucógeno.


DISCUSIÓN.

El texto Bases moleculares de la vida de Mckee y Mckee (2016) establece que: “El
glucógeno es el carbohidrato de almacenamiento de energía de los vertebrados. Se
encuentra con mayor abundancia en las células hepáticas y en las musculares. (El
glucógeno puede constituir hasta del 8 a 10% del peso húmedo de las células hepáticas y
del 2 al 3% del de las células musculares.)”. La misión del glucógeno en el músculo es
proveer de la fuente necesaria para producir ATP durante la contracción muscular. Por el
contrario el glucógeno hepático se utiliza para mantener los niveles de glucosa sanguínea
en los eventos tempranos del ayuno.

Al inicio de la practica se fue planteada analizar el fundamento y metodología usado en los


procesos de aislamiento y cuantificación del glucógeno hepático y muscular de un animal
experimental ayunado y alimentado, y para esto fueron destinados diversos pasos que
fueron realizados en el laboratorio, prosiguiendo con una serie de cálculos que permiten
obtener la cantidad de glucógeno en los distintos tejidos con los cuales se experimento.
(Basanta, et al., 2017)

Primeramente se siguieron los pasos para hallar la absorbancia del glucógeno,


posteriormente se adicionaron estándar de glucosa, agua y antrona a 6 tubos rotulados como
patrones; esos datos obtenidos fueron usados para realizar una curva de calibración, no sin
antes determinar el valor en miligramos de glucosa, que hay que recordar que la glucosa es
el carbohidrato más importante; casi todo el carbohidrato de la dieta se absorbe hacia el
torrente sanguíneo como glucosa. La glucosa es el principal combustible metabólico de
mamíferos (excepto de los rumiantes), y un combustible universal del feto. Es el precursor
para la síntesis de todos los otros carbohidratos en el cuerpo, dentro de ellos el glucógeno,
para almacenamiento. (Rodwell, Bender, Botham, & Kennelly, 2016)

Con ayuda de la curva de calibración se pudo extrapolar con la absorbancia del tejido
experimental, su cantidad en referencia a los miligramos de glucosa; este método permite
dar el primer paso para la determinación del glucógeno, y como ya es sabido el glucógeno
es el principal polisacárido de reserva de glucosa en nuestro organismo. Es un polímero de
elevado, pero variable, peso molecular, y está compuesto por moléculas de D-glucosa
unidas mediante enlaces O-glucosídicos alfa (1-4) con numerosas ramificaciones alfa (1-6),
aproximadamente cada 8-14 residuos de glucosa. (Herrera, Ramos, Roca, & Viana, 2014)

Seguidamente se multiplico por el factor 0,9 para obtener los miligramos de glucógeno a
partir de los miligramos de glucosa obtenidos en la extrapolación y ese factor fue obtenido
de la relación del peso molecular de la glucosa menos el peso molecular del agua entre el
peso molecular de la glucosa, y esto es porque al romperse el enlace glucosidico del
glucógeno hay perdida de agua. (Basanta, et al., 2017)
Seguidamente se procede a multiplicar por el factor de dilución total, porque cuando se
hacían los procedimientos de cuantificación del glucógeno proveniente del animal
experimental se diluyo de distinta forma dependiendo de la condición del animal de
experimentación, ya sea ayunado o alimentado. El factor de dilución permite determinar
qué tan diluido se encuentra la solución, por cada vez que se diluyo y tener en proporción la
concentración de la muestra. (Bolívar)

Y con esos valores obtenidos, se paso a determinar el glucógeno en 100 gramos de tejido,
ya sea hepático o muscular. Los valores normales de glucógeno en un hombre adulto de 70
kg en estado de postabsorción, es de:

Glucógeno Hepático 4,0% = 72 g*


Glucógeno Muscular 0,7% = 245 g §
Glucógeno Extracelular 0,1% = 10 g ◙
Total 327 g
*Peso del Hígado 1800 g
§Masa Muscular 35 kg
◙Volumen Total 10 lts
(Mayes, 1982)

Una vez obtenido los resultados de la práctica de laboratorio por medio de los
procedimientos ya mencionados, se pueden comparar con valores normales de glucógeno
en los diferentes estados, ya sea alimentado o ayunado.

Para adaptarse a las distintas situaciones fisiopatológicas que alteran la glucemia, el


organismo ha desarrollado una serie de mecanismos homeostáticos intrínsecos que
permiten mantener los valores de la concentración de glucosa en sangre en el margen
fisiológico que asegura nuestra salud. Para la coordinación de esos mecanismos, el
metabolismo de cada órgano y tejido debe estar estrictamente regulado e integrado con el
del resto del organismo. En el ciclo alimentación-ayuno (estados: postabsortivo, ayuno y
realimentación) las hormonas pancreáticas insulina y glucagón, son las principales señales
que alertan a las células del estado de la glucemia, para que mediante un metabolismo
integrado, se mantengan disponibles las fuentes energéticas y los precursores biosintéticos
que el organismo necesita para su supervivencia (Miró y Palacios, 2017).

Para el tejido muscular, los datos de absorbancia de los tejidos fueron proporcionados
por el laboratorio para poder realizar los cálculos siendo de 0,39 g de glucógeno en 100 g
de tejido muscular ayunado y de 1,64 g de glucógeno en 100 g de tejido muscular
alimentado; el glucógeno muscular esta solo rara vez elevado por encima de 1% inducidas
por medio de la ingestión de dietas ricas en carbohidratos, y se abate luego de un ejercicio
vigoroso prolongado. (Mayes P. A., 1982)
El glucógeno muscular se ve afectado tanto por la dieta como por el ejercicio, a
diferencia del hígado, las células musculares carecen de la actividad glucosa 6-fosfatasa, lo
cual les impide liberar glucosa a la circulación y ejercer un papel en el mantenimiento de la
glucemia. Pese a eso, el estar en un estado de ayuno indica de que no hay agregación de
glucógeno al musculo de manera suficiente por la falta de carbohidratos, y si el individuo
hace algún ejercicio prolongado es el estado de ayuno, el glucógeno muscular se abatirá de
manera significativa y muy difícil volverá a sus niveles normales sin la ingesta de
carbohidratos. El glucógeno muscular, tiene como función principal ser una fuente
fácilmente disponible de almacenaje de unidades de hexosas para la glucolisis dentro del
propio musculo (para su propio consumo), en el proceso de contracción muscular. (Miró y
Palacios, 2017).

La regulación de los niveles de glucógeno en el tejido muscular esta dada por la


insulina que por medio de los GLUT 4 permiten la entrada de glucosa al tejido muscular
para su almacenamiento en este caso como glucógeno en la glucogénesis, la insulina
también inactiva al cAMP de modo que estimula la enzima glucógeno sintasa, para la
formación de glucógeno. También es regulada por la Adrenalina, esta actua activando la
adenilato ciclasa, la cual a su vez activa a la enzima Glucogeno Fosforilasa, que estimula
la glucogenolisis. El calcio también induce a la glucogenolisis sin usas cAMP. (Rodwell,
Bender, Botham, & Kennelly, 2016)

Entonces. al evaluar el glucógeno contenido en una muestra de tejido muscular de


un animal de experimentación alimentado y comparar los resultados con la muestra del
tejido muscular en ayuno, se puede observar que el tejido en estado alimentado posee
mayor cantidad de glucógeno que el ayunado, debido a que luego de la ingesta de alimentos
y el periodo metabólico absortivo de los carbohidratos, estos son almacenados en forma de
glucógeno, en este caso en el tejido muscular almacena el glucógeno como combustible
para su propia contracción, el hecho de que las células musculares carezcan de actividad
glucosa-6-fosfatasa impide que el glucógeno muscular tenga un papel significativo en el
mantenimiento de la glucemia, siendo menos dependiente que el hepático de las variaciones
en la ingestión glucídica. El glucógeno muscular se ve afectado principalmente por el
ejercicio, de modo que tras una hora de cierto nivel de actividad física, su agotamiento es
prácticamente total (Lozano, 2005). En el estado alimentado se encuentra a niveles
normales ya que se almacena, el tiene la capacidad de utilizar glucosa, convirtiéndola en
glucógeno o introduciéndola en las rutas glucolíticas y el ciclo del ácido tricarboxilico
(Gonzalez, 2018).

Mientras mas prolongado se el ayuno, la glucosa será destinada a otros tejidos que no
sean el riñón o el músculo esquelético o cardíaco ya que estos utilizan ácidos grasos en
preferencia a la glucosa. El piruvato formado en otros tejidos por la glucólisis puede ser
absorbido por el músculo y se libera en forma de alanina. El musculo también libera al
hígado α-cetoácidos de cadena ramificada. En ayuno la concentración en sangre es
mantenida por glucogenolisis y gluconeogénesis; el musculo esta involucrado con el ciclo
de cori y el ciclo de glucosa-alanina, para proveer alanina y lactato para la formación de
glucosa (Gonzalez, 2018). La principal prioridad en el ayuno es que no falte glucosa al
cerebro y eritrocitos que son dependientes de la glucosa. El músculo tras agotar
rápidamente las reservas de glucógeno propio, usará sus grandes reservas de triglicéridos y
ácidos grasos obtenidos de ellos, incluso los cuerpos cetónicos. (Herrera, Ramos, Roca, &
Viana, 2014)

El glucógeno también se almacena en el tejido muscular, pero en este caso debido a


la ausencia de un enzima (glucosa-6-fosfatasa) no puede desforforilar la glucosa, que
contiene en su citosol y volcarla al torrente sanguíneo, por lo que el glucógeno que contiene
es para uso propio y se emplea para el trabajo mecánico. Es menor al almacen de glucógeno
hepático pero el contenido de glucógeno en el tejido muscular es importante, dado que la
masa muscular del cuerpo es bastante mayor que la del hígado, alrededor de tres cuartas
partes del glucógeno corporal total está en el musculo; el proporciona una fuente de glucosa
fácilmente disponible para glucolisis dentro del músculo en sí brindando un combustible
celular para la contracción muscular (Quintón, 2017).

Para el tejido hepático, se realizo la experiencia con 0,52 g de tejido animal; dando
como resultado 0,65 g de glucógeno en 100 g de tejido hepático ayunado y 2,49 g de
glucógeno en 100 g de tejido hepático alimentado, se debe entender de que el tejido
analizado es animal y no humano y de que la muestra de tejido no fue extraída
inmediatamente luego de hacer el sacrificio del animal, sino días después, lo cual influye en
el decaimiento de los valores del glucógeno, sin embargo los resultados obtenidos son
consistentes con los valores normales. El hombre, el hígado puede contener tanto como 6%
de su peso húmedo como glucógeno cuando se analiza poco después de una comida rica en
carbohidratos. Después de 12 a 18 horas de ayuno el hígado llega a sufrir depleción casi
completa de glucógeno. (Rodwell, Bender, Botham, & Kennelly, 2016)

Al evaluar el glucógeno contenido en una muestra de tejido hepático de un animal


de experimentación ayuno, se demuestra que luego de terminadas las reservas de
glucógeno, empieza a funcionar la gluconeogénesis, que consiste en la formación de
moléculas nuevas de glucosa a partir de precursores que no son carbohidratos, ocurre
principalmente en el hígado. Los precursores son el lactato, el piruvato, el glicerol y
determinados alfa-cetoácidos. Cuando se agota el glucógeno hepático (p. ej., por un ayuno
prolongado o por ejercicio vigoroso), la vía de la gluconeogénesis proporciona al
organismo la cantidad de glucosa adecuada. El cerebro y los eritrocitos dependen
exclusivamente de la glucosa como fuente de energía (Mckee, 2016).

Al evaluar el glucógeno contenido en una muestra de tejido hepático de un animal de


experimentación alimentado y compararlo con la muestra de tejido hepático ayunado, los
resultados arrojaron mayor concentración de glucógeno en estado de alimentación. Esto se
debe a que se encuentra en el periodo postprandial, en donde el exceso de glucosa se
almacena en el hígado en forma de glucógeno para su fácil movilización en el control de los
niveles de glucosa en sangre, esto tiene lugar en la glucogénesis, regulado por la insulina en
periodos absortivos, la glucosa y aminoácidos provenientes del tubo digestivo, estimulan la
secreción de insulina en el páncreas. Esta hormona se encarga de estimular la activación de
las enzimas claves encargadas del metabolismo de la glucosa para la activación de vías
metabólicas como glucolisis y glucogénesis. Tras una abundante ingestión de glúcidos, la
glucemia se eleva tan sólo un poco, desde 1 a 1.3 g/L, puesto que la mayor parte de la
glucosa tomada se transformará en reservas de glucógeno (Lozano, 2005).

En las células hepáticas, el glucagón, liberado por el páncreas en respuesta a unos bajos
niveles de glucosa circulantes (como por ejemplo en ayuno), se une a su receptor
produciendo la activación de la adenilato ciclasa y la generación de AMPc. Éste, a través
de la activación de la PKA, provoca la movilización del glucógeno hepático liberando
glucosa, que pasa al torrente circulatorio. El segundo mensajero, cAMP, amplifica la señal
original del glucagón e inicia una cascada de fosforilación que conduce a la activación de
la glucógeno fosforilasa, junto con varias otras proteínas. En segundos, la glucogenólisis
provoca la liberación de glucosa en el torrente sanguíneo. El glucagón, por tanto, es crítico
para la función del hígado de abastecer a los tejidos de glucosa, especialmente a aquellos
que dependen de ella como principal sustrato energético. (Herrera, Ramos, Roca, & Viana,
2014)

Esto también está sustentado por el texto Bioquimica de Harper (2017) el cual
explica que: “Conforme se agotan las reservas de glucógeno, se usan para gluconeogénesis
aminoácidos que surgen a partir del recambio de proteína”. Esto es sumamente importante
ya que a la hora de acabar con las reservas de glucógeno otros compuestos pueden ser
usados para sintetizar glucosa. La gluconeogenesis está regulada, según el texto Bases
Moleculares de la vida de Mckee y Mckee (2016) “Las cuatro enzimas clave de la
gluconeogénesis (la piruvato carboxilasa, la PEP carboxicinasa, la fructosa-1,6-
difosfatasa y la glucosa-6-fosfatasa) son afectadas en grados variables por los
moduladores alostéricos”. Estos reguladores permiten que este proceso dependiendo de el
momento fisiologico cambie y pueda ser detenido o puesto en marcha.

Los controles del metabolismo del glucógeno son tan precisos que no es de extrañar
que las deficiencias enzimáticas de origen genético provoquen graves enfermedades. Las
que afectan al almacenamiento del glucógeno se denominan glucogenósis habiéndose
descubierto la primera por Edvard von Gierke en 1929 (Lozano, 2005).
CONCLUSION
Para el análisis del glucógeno se tomaron muestras de tejido hepático y muscular de
animales ayunados y alimentados, encontrando luego de diversos métodos para la
diferenciación del glucógeno que:

En la muestra de tejido hepático de un animal ayunado se encontró una cantidad de


0,65 g de glucógeno y en el de de un animal alimentado fue de 2,49g en 100g de tejido
hepático. Valores que explican que el glucógeno hepático es consumido en el ayuno para la
obtención de glucosa libre y funcional y es sintetizado y almacenado luego de la comida
para su uso cuando sea requerido.

En la muestra de tejido muscular de un animal ayunado se encontró una cantidad de


0.39g de glucógeno y en de un animal alimentado de 1,64 g de glucógeno en 100g de
tejido muscular, valores que se explican ya que el glucógeno del tejido muscular es usado
para la contracción muscular en el ayuno, y en estados alimentados se sintetiza para su
posterior uso cuando sea requerido según las condiciones metabólicas
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Basanta, M., Cedeño J., Castillo Z., González R., Salazar I., Bermúdez D., Becerra C., et al.
2017. Manual de laboratorio de bioquímica para medicina.

Gonzalez (2018). Guía de Interrelaciones Metabólicas. Ciudad Bolívar, Venezuela.

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Bioquímica y Biología Molecular para ciencias de la salud. 3era Edición. Ed.
McGraw-Hill.

McKee, T., McKee, J. 2013. Bioquímica. Las bases moleculares de la vida. 5ta Ed.
McGraw-Hill.

Miró y Palacios (2017). Adaptación del organismo a la disponibilidad de nutrientes.


Departamento de Bioquimica y Biología Molecular, Facultad de Farmacia. Madrid.
Integración de metabolismo III en línea. Disponible en:
http://www.biorom.uma.es/contenido/UCM/texto/int-metab-3.pdf.

Murray, R. K., Bender, D. A., Botham, K. M., Kennelly, P. K., Rodwell. V. W.,Weil, P. A.,
2017. Bioquímica de Harper Ilustrada. 29 Ed. México D.F., México. McGraw-Hill
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[Fundacion Rene Quinton en línea]
Disponible:https://www.fundacionrenequinton.org/blog/glucogeno-hepatico-fuente-
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https://www.lifeder.com/factor-de-dilucion/

Herrera, E., Ramos, M. d., Roca, P., & Viana, M. (2014). Bioquimica Basica. Barcelona:
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