A los pies del Maestro… Mc 1, 32-39
La jornada continúa. Jesús ha pasado por la sinagoga,
luego pasa por la casa de Pedro. Ahora nos encontramos en el
final de la jornada, “el sol se ha puesto”. Hasta aquí podemos
constatar cómo era un día con Jesús. En el v.28 dice “se exten-
dió rápidamente su fama por los alrededores de Galilea” y una
de las consecuencias la encontramos en el v.32 “le trajeron
todos los enfermos y endemoniados; y toda la ciudad se agol-
pó a la puerta.” La jornada continúa luego de la puesta del sol,
pues Jesús sigue curando enfermos, expulsando demonios a
los que no deja hablar ¿Por qué? Quién más apropiado que un
demonio para blasfemar, mentir, escandalizar, lanzar juicios
inoportunos. ¿Hasta qué hora fue la jornada? El texto no lo
dice, pero es difícil imaginarse a Jesús diciendo: “Váyanse, no
más curaciones ni liberaciones por hoy”.
Un dato especial aparece luego y es su vida de oración,
que sucede a la madrugada, en solitario y cuando todavía está
oscuro. He aquí el corazón de su ministerio. No por el conteni-
do de la oración el cual desconocemos, sino por la actitud, la
disposición, la exclusividad, la relevancia que refleja el gesto
de Jesús. Por el fruto de su ministerio podemos intuir el grado
de su oración que no puede describirse en palabras, tan sólo
acercarnos diciendo que se trataba de un poderoso dinamis-
mo de comunión con su Padre del cual conocemos su desplie-
gue en cada curación y liberación. También visión, porque los
discípulos no por nada dejaron sus redes y no por nada conti-
nuaron a su lado. Un aspecto más como fruto de su vida de
oración, es la capacidad de discernir para hacer lo oportuno y
escapar de las redes desaforadas del ego como el orgullo, la
ambición, el egoísmo.
Nuestra disciplina de oración tiene que ver con la ora-
ción de Jesús que ebulle en las profundidades de nuestro cora-
zón. Es un camino a las profundidades nuestro corazón para
encontrarnos con la dimensión de la comunión de Jesús con
su Padre. En este camino las palabras sobran y el silencio es la
atmosfera que posibilita este transito. Lo que viene después
es el despliegue de ese dinamismo que sana, libera, perdona;
que convierte la vida en un acto de amor y adoración perfecto.
Grupo de Meditación Cristiana
Todos los viernes
5:00 pm a 6:00 pm (Grupo 1) - 7:15 pm a 8:15 pm (Grupo 2)
“Como todos sabemos, comenzamos a meditar con toda nues-
tra confusión a cuestas. Tampoco entendemos demasiado por
qué estamos meditando. Creo que muchos de nosotros co-
menzamos como meditadores muy reticentes. Escuchamos
hablar sobre ella y comenzamos a meditar a medias. Pero gra-
dualmente aparece una luz tenue. Comenzamos a sospechar
que puede haber algo detrás de ella. Todavía estamos rodea-
dos de oscuridad, aunque aparece un destello de luz. Cuando
eso ocurre, el primer paso sería comenzar a meditar seria-
mente, no con la mitad de nuestro corazón, sino con la totali-
dad. Eso significa destinar un tiempo cada mañana y cada tar-
de para esta forma de revelación. Eso es lo primero que tene-
mos que hacer. El segundo paso es comenzar a comprometer-
nos (y esto lleva tiempo y deberemos ser pacientes) a repetir
nuestra [palabra sagrada] durante todo el tiempo de la medi-
tación. No deben descorazonarse si son principiantes lentos. A
veces puede llevarnos cuatro o cinco años a este grado de
compromiso. Descubrirán que, repitiendo la [palabra sagrada]
y si perseveran en ello, dispersarán gradualmente la oscuri-
dad”
Main, John. Silencio y quietud para cada día del año. Paul Harris (Editor).
Buenos Aires: Editorial Bonum, 2013, 93.
Madre de Jesús
San Juan Eudes
/Madre de Jesús, forma y haz vivir a Cristo en mí/
/Madre de amor, ama al Padre por mí/.
/Madre de amor, ama a tu Hijo por mí/.
/Madre de amor, ama al Espíritu por mí/.
Lugar: Capilla del Santísimo
(al lado del despacho parroquial San Juan Eudes)
Carrera 73 # 83-00 Minuto de Dios - Bogotá / Tel: 2246379 – 4370830
Parroquia San Juan Eudes Minuto de Dios
 A los pies del Maestro… Mc 1, 32-39
La jornada continúa. Jesús ha pasado por la sinagoga,
luego pasa por la casa de Pedro. Ahora nos encontramos en el
final de la jornada, “el sol se ha puesto”. Hasta aquí podemos
constatar cómo era un día con Jesús. En el v.28 dice “se exten-
dió rápidamente su fama por los alrededores de Galilea” y una
de las consecuencias la encontramos en el v.32 “le trajeron
todos los enfermos y endemoniados; y toda la ciudad se agol-
pó a la puerta.” La jornada continúa luego de la puesta del sol,
pues Jesús sigue curando enfermos, expulsando demonios a
los que no deja hablar ¿Por qué? Quién más apropiado que un
demonio para blasfemar, mentir, escandalizar, lanzar juicios
inoportunos. ¿Hasta qué hora fue la jornada? El texto no lo
dice, pero es difícil imaginarse a Jesús diciendo: “Váyanse, no
más curaciones ni liberaciones por hoy”.
Un dato especial aparece luego y es su vida de oración,
que sucede a la madrugada, en solitario y cuando todavía está
oscuro. He aquí el corazón de su ministerio. No por el conteni-
do de la oración el cual desconocemos, sino por la actitud, la
disposición, la exclusividad, la relevancia que refleja el gesto
de Jesús. Por el fruto de su ministerio podemos intuir el grado
de su oración que no puede describirse en palabras, tan sólo
acercarnos diciendo que se trataba de un poderoso dinamis-
mo de comunión con su Padre del cual conocemos su desplie-
gue en cada curación y liberación. También visión, porque los
discípulos no por nada dejaron sus redes y no por nada conti-
nuaron a su lado. Un aspecto más como fruto de su vida de
oración, es la capacidad de discernir para hacer lo oportuno y
escapar de las redes desaforadas del ego como el orgullo, la
ambición, el egoísmo.
Nuestra disciplina de oración tiene que ver con la ora-
ción de Jesús que ebulle en las profundidades de nuestro cora-
zón. Es un camino a las profundidades nuestro corazón para
encontrarnos con la dimensión de la comunión de Jesús con
su Padre. En este camino las palabras sobran y el silencio es la
atmosfera que posibilita este transito. Lo que viene después
es el despliegue de ese dinamismo que sana, libera, perdona;
que convierte la vida en un acto de amor y adoración perfecto.
Grupo de Meditación Cristiana
Todos los viernes
5:00 pm a 6:00 pm (Grupo 1) - 7:15 pm a 8:15 pm (Grupo 2)
“Como todos sabemos, comenzamos a meditar con toda nues-
tra confusión a cuestas. Tampoco entendemos demasiado por
qué estamos meditando. Creo que muchos de nosotros co-
menzamos como meditadores muy reticentes. Escuchamos
hablar sobre ella y comenzamos a meditar a medias. Pero gra-
dualmente aparece una luz tenue. Comenzamos a sospechar
que puede haber algo detrás de ella. Todavía estamos rodea-
dos de oscuridad, aunque aparece un destello de luz. Cuando
eso ocurre, el primer paso sería comenzar a meditar seria-
mente, no con la mitad de nuestro corazón, sino con la totali-
dad. Eso significa destinar un tiempo cada mañana y cada tar-
de para esta forma de revelación. Eso es lo primero que tene-
mos que hacer. El segundo paso es comenzar a comprometer-
nos (y esto lleva tiempo y deberemos ser pacientes) a repetir
nuestra [palabra sagrada] durante todo el tiempo de la medi-
tación. No deben descorazonarse si son principiantes lentos. A
veces puede llevarnos cuatro o cinco años a este grado de
compromiso. Descubrirán que, repitiendo la [palabra sagrada]
y si perseveran en ello, dispersarán gradualmente la oscuri-
dad”
Main, John. Silencio y quietud para cada día del año. Paul Harris (Editor).
Buenos Aires: Editorial Bonum, 2013, 93.
Madre de Jesús
San Juan Eudes
/Madre de Jesús, forma y haz vivir a Cristo en mí/
/Madre de amor, ama al Padre por mí/.
/Madre de amor, ama a tu Hijo por mí/.
/Madre de amor, ama al Espíritu por mí/.
Lugar: Capilla del Santísimo
(al lado del despacho parroquial San Juan Eudes)
Carrera 73 # 83-00 Minuto de Dios - Bogotá / Tel: 2246379 – 4370830
Parroquia San Juan Eudes Minuto de Dios